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“Año de la lucha contra la corrupción e impunidad”

JOSÉ FAUSTINO SÁNCHEZ UNIVERSIDAD


NACIONAL CARRIÓN

ANTISISMICA II

“Informe sobre el comportamiento del concreto confinado y


no confinado (Mander) y el comportamiento del acero de
refuerzo (Dodd y Restrepo – Kent y Park)”

Docente : Ing. Chinga Campos Marco Luis

Ciclo :X

Escuela : Ingeniería Civil

Alumno : Jaramillo Avendaño Wilfredo Franchéscoly

Huacho – Perú

2019
COMPORTAMIENTO DEL CONCRETO CONFINADO Y NO
CONFINADO

Mander, J. B. Priestley, M. J. N. y Park (1984) “Seismic Designo of Bridge Piers”,


Report 842 Departament of Civil Enginnering. University of Canterdury
Christchurch, New Zealand.

“Mander elaboró un diagrama de esfuerzo-deformación en el cual describe el


comportamiento del concreto no confinado y lo compara con el comportamiento del
concreto sí confinado del cual él deduce y considera que el efecto del confinamiento
incrementa la capacidad de deformación a compresión del concreto.”

La resistencia máxima a compresión está en función de la fuerza lateral de confinamiento


efectivo y del tipo de estribo con el que fue confinado elemento.

Un buen confinamiento mejora el desempeño del elemento y sus deformaciones se


incrementan haciendo del concreto un material más dúctil.

COMPORTAMIENTO DEL ACERO DE REFUERZO

Dodd, L. L. y Restrepo – Posada, J- I. (1995) “Model for predicting Cyclic


Behavior of Reinforcing Steel” Journal of Structural Engineering, ASCE, vol. 121
no. 3, March

Dodd y Restrepo relacionaron el esfuezo y la deformación de compresión, tes , tes


respectivamente mediante expresiones obtenidas de ensayos de una probeta en tensión y otra
en compresión sin problemas de inestabilidad, relación de esbeltez.

El comportamiento del acero en compresión es descrito por su curva monotónica de tensión-


deformación, este es similar al que posee el acero en tracción mientras no exista pandeo.

Dodd y Restrepo manifiestan que al aumentar la esbeltez de un elemento representada por la


relación de aspecto largo/diámetro, que cuando el cociente de dicha relación sea pequeño, la
curva se asemeja a la de tracción, mientras que con cocientes mayores se ve una
disminución considerable de la resistencia de la barra debido al pandeo generado durante los
ensayos, llegando a estar por debajo del punto de fluencia de las barras.
Kent, D. C., and Park, R. (1971) “Flerural Members with Confined Conrete”
Proceedings ASCE, Vol. 97, No. 577, July – 1971 pp. 1969 – 1990.

El modelo de Kent y Park se basa en una comparación de curvas esfuerzo – deformación de


un concreto simple y uno confinado aplicable únicamente a secciones rectangulares o
cuadradas.

Consideran que el confinamiento no tiene efecto en la resistencia, ya que esta es igual a la


de un concreto simple.

Introdujeron una modificación al modelo de Modnestad (1951), eliminando el factor de


reducción de resistencia de 0.85 y fijando la tensión E 0 correspondiente a f’c a un valor de
0.002 y definiendo la rama descendente con respecto a una deformación de 0.5 f’c.

Definieron la curva esfuerzo – deformación en tres ramas, la rama ”A” donde el efecto del
confinamiento aún no se presenta y su forma es igual a la de un concreto simple, la rama
“B” que inicia cuando el concreto alcanza su resistencia máxima y concluye cuando esta se
ha degradado en un 80% y la rama que define un intervalo donde se aprecia que el concreto
podrá seguir tomando deformaciones más allá de E20, pero no podrá seguir tomando
esfuerzos adicionales.
COMPORTAMIENTO DE SECCIONES DE
HORMIGÓN SOMETIDAS A FLEXIÓN
REFORZADAS CON BARRAS DE ACERO O
PRF

Autores:

Julio Alberto Hernandez Caneiro

Universidad Tecnológica de la Habana, José Antonio Echeverría

Yordy Mieles Bravo

Universidad Técnica de Manabí (UTM)


RESUMEN
En el trabajo se evalúa y discute el comportamiento de secciones de hormigón
reforzadas con barras de polímeros reforzados con fibras (PRF), considerando el
modelo propuesto por Park para estimar la contribución de este material a
compresión, teniendo en cuenta que con este modelo se puede reconocer el favorable
confinamiento que le confiere el refuerzo transversal al núcleo de hormigón de la
sección. Se adopta, además, una ley esfuerzo - deformación del tipo elástica-lineal
como es característico en las barras de PRF (ver la figura 4b). Se interpreta el
comportamiento objeto de estudio mediante la respuesta momento versus curvatura
de la sección transversal al deformarse, para comprender de manera más
clara la degradación de la rigidez como consecuencia de la fisuración progresiva del
hormigón.

La introducción de barras de polímeros reforzados con fibras (PRF) hacen de los


materiales compuestos una opción para reforzar al hormigón que no debe ser
ignorada, especialmente por las bondades que presentan en cuanto a su elevada
resistencia a la tracción, a la corrosión y a la acción de sustancias químicas, sin dejar de
mencionar su transparencia magnética, alta resistencia a la fatiga, escaso peso (de 7 a
10 veces inferior al peso del acero), baja conductividad térmica y eléctrica,
competitividad en precio relativo (irá siéndolo más en la medida en que se generalice
su empleo), y su aclamada durabilidad.

En el comportamiento de la sección desempeña un papel fundamental el modelo que


se adopte para los materiales. Un hormigón no confinado ofrece una respuesta
adecuada a la compresión, pero es débil en tracción, limitando su aplicabilidad como
material estructural. Para resistir las tracciones se emplea refuerzo en forma de barras
en los lugares del elemento donde actúa esta solicitación, restringiendo el desarrollo
de grietas originadas por la escasa resistencia a la tracción del hormigón, pero aun hoy
existen muchos modelos de comportamiento del hormigón que no consideran la
influencia de los estribos o cercos en la curva esfuerzo – deformación a compresión de
este material.

En la actualidad se reconoce que el refuerzo no se limita solo a la resistir la tracción, se


ha encontrado además que añadirlo en las zonas comprimidas incrementa la tenacidad
de elementos en flexión, disminuyendo las deflexiones a largo plazo (Nilson 2010),
mientras que el uso de refuerzo transversal asegura un mayor confinamiento al
hormigón, aumentando de forma indirecta su resistencia a la compresión; además, los
códigos como el ACI 318-14 norman su uso y cantidad colocada. Este trabajo toma en
cuenta el aporte del refuerzo transversal y barras longitudinales de barras de PRF y
evalúa su comportamiento.

Palabras Claves: PRFC (CPRF), PRFV (GPRF), PRFA (APRF), momento curvatura,
hormigón confinado, esfuerzo-deformación, fragilidad,
ductilidad.
INTRODUCCIÓN
Existen varios modelos analíticos para interpretar el comportamiento del hormigón,
tanto a compresión como a tracción, cada uno caracterizado por una ley esfuerzo –
deformación generalmente compleja por la tendencia de expresarlas mediante
parábolas cuadráticas o cúbicas, al menos en uno de los varios dominios en que puede
subdividirse la deformación. Estos modelos se sustentan en una amplia
experimentación de cuyos resultados cada autor procura reconocer, mediante
coeficientes, las fortalezas y debilidades que son observadas durante los ensayos, y en
este trabajo se describen varios de ellos, lo mismo considerando que desconociendo el
efecto favorable del confinamiento. Con tal de aliviar los complejos procesos de
cálculo que exige la evaluación de la magnitud y posición de la resultante de la fuerza
en compresión del hormigón a partir de la ley constitutiva propuesta por Park, se
incluye, además, un procedimiento que permite transformar esta ley en un diagrama
rectangular equivalente mediante dos coeficientes: y . Finalmente se deduce la
curva momento - curvatura que caracteriza el comportamiento en flexión de una
sección, y este análisis se lo hace con tres tipos de refuerzo: barras de acero
ordinario y barras de polímero reforzado con fibras de Vidrio (PRFV) y de Carbono
(PRFC).

DESARROLLO

Leyes constitutivas para el hormigón a compresión sin


confinamiento
Un modelo ampliamente adoptado por diferentes normativas ha sido el de Whitney
(1942), que sustituye al diagrama parabólico de compresiones por otro equivalente,
intencionalmente rectangular. Normativas como el ACI, código que es aceptado por la
mayoría de los países latinoamericanos, propone este modelo. Con el modelo de
Whitney es muy simple fijar la magnitud y posición de la resultante de la fuerza de
compresión del hormigón; sin embargo, es una propuesta realmente conservadora,
pues reemplaza la distribución real de esfuerzos por un rectángulo que define la
intensidad de la compresión mediante el valor , en la profundidad ,
calculados ambos coeficientes a partir de la fuerza en compresión (Nilson 2010). Es
frecuente suponer para los estados límites de resistencia los siguientes valores:
y .
(a) Hognestad (b)
Rüsch
Figura 1. Modelos adoptados para el hormigón no confinado.
Otro modelo muy aceptado del comportamiento del hormigón no confinado es el de
Hognestad (1955), aplicable tanto a secciones circulares como rectangulares. En la
figura 1a se muestra su ley, observándose que la rama ascendente es una parábola de
segundo grado hasta alcanzar la máxima resistencia, y luego desciende de forma lineal
hasta la deformación última que se acepte para el hormigón. Las expresiones (1) y (2)
refieren las ecuaciones asociadas a esta ley:

Siendo:

: resistencia máxima de un hormigón ensayado en laboratorio


: deformación en el punto i
: deformación de rotura asociado a la máxima resistencia del hormigón
igual a 0,002
: módulo de elasticidad calculado como la relación
: máxima deformación del hormigón, considerada igual a
Rüsch propone una ley de comportamiento cuya primera rama coincide con la de
Hognestad, pero seguida por un segmento rectilíneo de pendiente nula, propuesta que
se ilustra en la figura 1b. El punto más elevado de la parábola, que coincide
precisamente con su vértice, responde a las coordenadas . En este caso la
máxima deformación, ya dentro de la segunda rama, se fija en el valor (Hernández
Caneiro 2013). El significado de las variables coincide con las anotadas para Hognestad
a excepción de que representa la deformación de rotura del hormigón a flexión y se
fija en .

Leyes constitutivas para el hormigón a compresión


confinado
El confinamiento del hormigón mediante el refuerzo transversal mejora su desempeño
y permite mayores deformaciones, a la vez que incrementa la ductilidad de un
elemento de hormigón, como indican estudios experimentales desarrollados por Chan
(1955), Blume (1961), etc. Apoyados en los resultados de numerosos ensayos, Roy y
Sozen (1964), Soliman y Yu (1967) y Sargin (1971), propusieron diferentes relaciones
esfuerzodeformación para el hormigón confinado, lo mismo que Park (1982), Mander
(1988), Saatcioglu-Razvi (1992) y Chung (2002). Husem y Pul (2006) estudian el
comportamiento de hormigones de alta resistencia y proponen un modelo en el que la
rama ascendente depende del radio del refuerzo de confinamiento y, comparada,
resulta similar al modelo modificado de Park, mientras que la rama descendente fue
similar a la propuesta en 1992 por Nagashima, concluyendo que el refuerzo transversal
llega a garantizar un incremento en la resistencia a la compresión del orden del 19%,
extendiendo con ello la ductilidad.
La ductilidad se incrementa al doble si se disminuye a la mitad el espaciamiento del
refuerzo transversal, a causa del confinamiento que esta decisión asegura, incluso los
estudios de Nagashima confirman que con esta reducción del espaciamiento se mejora
el comportamiento de la estructuras frente a la acción de un sismo. Una falla frecuente
durante eventos sísmicos es precisamente, la ausencia del debido confinamiento del
hormigón, como puede apreciarse en la figura 2.

Figura 2. Falla por insuficiente confinamiento en columna y viga.


De hecho, el confinamiento del hormigón por el efecto favorable del refuerzo
transversal, incrementa, de forma indirecta, su resistencia a la compresión, códigos
como el ACI 31814 regulan la cantidad mínima a colocar, exigiendo espaciamientos
muy por debajo de los requeridos para controlar el cortante. El refuerzo transversal en
forma helicoidal confina con mayor eficacia que el de cercos o estribos, de uso más
extendiendo por razones constructivas. Ello se debe a que el zunchado ejerce una
presión continua sobre el hormigón del núcleo, razón que justifica el incremento que
propone el ACI a la resistencia a cortante del hormigón, mediante la reducción del
factor cuando el refuerzo transversal que se utiliza es en forma de hélice.

En resumen, para que el refuerzo transversal ejerza un efecto eficiente, la separación


de los estribos debe ser razonablemente pequeña como se anotó anteriormente,
factor reconocido en los modelos de Park y Mander mediante la cuantía del refuerzo
transversal
, pero además hay otros factores que incrementan su tenacidad y que son incluidos
también en ambos modelos, como la relación entre el volumen de acero utilizado en
los estribos o cercos, y el volumen de hormigón confinado nombrado , además de
la resistencia de este acero.

Modelo de Mander
La figura 3a ilustra el modelo de comportamiento para el hormigón confinado
propuesto por Mander, aplicable básicamente a secciones cuadradas y circulares. La
ley contiene una primera rama parabólica que considera, precisamente, el efecto
favorable del confinamiento y lo hace mediante un incremento de la resistencia a
compresión y la deformación del hormigón. En él la falla se inicia cuando colapsa el
refuerzo transversal y ya no es capaz de confinar al núcleo de hormigón, originándose
deformaciones mayores que las admitidas por otros modelos. Su propuesta es muy
aceptada en la actualidad y lo es tanto que forma parte de las rutinas de varios
software, incluyendo el SAP 2000.

La rama curva del comportamiento responde a la siguiente ecuación:

(a) Mander (b) Park

Figura 3. Modelos para hormigón confinado.

Siendo:
: esfuerzo a compresión del hormigón
confinado factor
de esfuerzo
confinado

: deformación unitaria del hormigón (variable independiente de la


función )
: deformación unitaria del hormigón asociada al esfuerzo
máximo

: resistencia máxima del hormigón no


confinado : deformación
asociada a .

: módulo de elasticidad del hormigón


: módulo secante del hormigón asociado al esfuerzo
máximo Modelo de Park
La ley analítica del Modelo de Park se indica a continuación:
Se trata de un modelo de comportamiento del hormigón que tiene en cuenta también
el efecto favorable del confinamiento sobre el hormigón, y posee una marcada
afinidad con la propuesta de Hognestad, añadiendo a ella un coeficiente que toma
en consideración la contribución al confinamiento conferido por el refuerzo transversal
a medida que crecen las deformaciones desde y hasta , pasando por
. En la figura 3b se muestra el modelo propuesto por Park, pudiéndose
observar que consta de tres ramas.

Siendo:

El valor de calculado mediante la expresión que se ha propuesto resulta elevado


(Aguiar 2003), recomendándose su revisión en trabajos futuros.

Comportamiento del Acero y el PRF


El comportamiento del acero y el PRF es sensiblemente diferente. El primero posee un
módulo de elasticidad cuatro veces superior al del PRF, no obstante, este último
material cuenta con varias ventajas respecto del acero, que justifican su empleo como
refuerzo del hormigón en numerosas obras de ingeniería. Basta señalar su alta
resistencia a la tracción, a la corrosión y a la acción de sustancias químicas, su bajo
peso, su transparencia magnética, etc. Muchos investigadores han propuesto modelos
para el comportamiento del acero, como Park y Paulay, (1975), Mander et al. (1984),
Ahmad y Shah (1985). En este trabajo se adopta un modelo de comportamiento
bilineal para el acero, mientras que otro elástico-lineal para PRF.
Acero
Un modelo idealizado del acero como el que se ilustra en la figura 4a, se caracteriza
por presentar dos ramas diferentes de comportamiento. Llamado también modelo
elasto plástico perfecto, representa una muy buena aproximación al verdadero
comportamiento del material. La primera rama confirma que el material se comporta
de manera elástica perfecta y la relación esfuerzo-deformación obedece a la ley de
Hooke, mientras la segunda rama reconoce el carácter plástico del material una vez
que alcanza la fluencia, es decir, sin que medie necesariamente un aumento de la
carga, las deformaciones se incrementan progresivamente. Corresponde a este tipo de
respuesta la siguiente ecuación constitutiva:

(a) Acero (b) PRF


Figura 4. Leyes esfuerzo – deformación del refuerzo que se analiza.

PRF
La respuesta esfuerzo-deformación del refuerzo PRF es sensiblemente diferente al que
presenta el acero, incluso, como consecuencia de su carácter anisotrópico, presenta un
comportamiento desigual a tracción que a compresión, como se ilustra en la figura 4b,
cualidad que lo diferencia sensiblemente del acero. Se trata de un material que no
alcanza a fluir, su comportamiento es perfectamente elástico hasta que tiene lugar el
fallo, lo mismo en tracción que en compresión, sin embargo, poseen a su favor una
elevada resistencia a la tracción que supera en dos o más veces la del acero,
dependiendo del tipo de fibra que se utilice como refuerzo de la matriz de polímero.
En el caso de su resistencia a compresión ya no es tan alta, aunque puede llegar a ser
mayor que la de los aceros ordinarios. Por otro lado, poseen un módulo de
deformación mucho menor que el del acero, lo que se convierte en una debilidad.

La figura 4a ilustra la relación esfuerzo – deformación genérica de las barras de PRF,


reconociendo la diferencia que existe en el comportamiento a tracción y compresión
de este material, e incluso la posibilidad de que el módulo de deformación longitudinal
(elástico) sea diferente frente a ambos esfuerzos directos.
Figura 5. Comportamiento de barras de PRF reforzadas con diferentes
fibras.

En la figura 5 se ilustra el comportamiento de diferentes tipos de PRF, mientras que la


tabla 1 resume las propiedades más relevantes de aquellos que se comercializan en la
actualidad.

Tabla 1. Propiedades mecánicas usuales de las barras de refuerzo.


PROPIEDAD Acero PRFV PRFC PRFA
Tensión nominal de fluencia 276 ÷ 517 - - -
Tensión de rotura 483 ÷ 690 483 ÷ 1600 600 ÷ 3 690 1 720 ÷ 2 540
Módulo de Elasticidad 200 35 ÷ 51 120 ÷ 580 41 ÷ 125
Deformación de fluencia (%) 0,14 ÷ 0,25 - - -
Deformación de rotura (%) 6 ÷ 12 1,2 ÷ 3,1 0,5 ÷ 1,7 1,9 ÷ 4,4

Transformación mediante integración del modelo de Park en otro


rectangular equivalente.
Para determinados análisis, en los cuales no resulte aconsejable el diagrama de
deformaciones propuesto por Whitney, se pueden integrar las ecuaciones del modelo
constitutivo del hormigón que decida elegirse, con tal de transformarlo en otro
rectangular de similar tipología al de Whitney. Esta transformación se fundamenta en
los dos criterios siguientes: “la magnitud de la fuerza resultante de las
compresiones del hormigón, y su posición, deben coincidir con independencia
del diagrama en que se decida evaluar a ambas variables, ya sea en el “real”
adoptado, o en el rectangular que le es equivalente”
(Hernández Caneiro 2013). La ley constitutiva del diagrama “real” es ,
mientras que la distribución rectangular de tensiones que le es equivalente es de la
forma . La figura 6 ilustra los fundamentos de tal transformación.
Esfuerzo
Rama a Rama b Rama c ��

��� �� �
�� �′� =�

�� ��
��
��� � �� Deformación �𝑐�
�𝑐�

a) Diagrama de Park (parabólico) b) Diagrama equivalente (rectangular)

Figura 6. Transformación del diagrama “real” en otro rectangular. Caso Park.

El anterior axioma se puede expresar analíticamente de la manera siguiente:

Igualdad de fuerzas evaluada en ambos diagramas:

Igualdad de la posición de la fuerza (centroide) evaluada en ambos


diagramas:

Se ha decidido adoptar el diagrama constitutivo de Park para modelar la contribución


del hormigón a compresión con el interés de tener en cuenta el confinamiento debido
al refuerzo transversal. Como se trata de una ley constitutiva que no es continua en
todo el dominio de deformaciones, sino que posee tres relaciones
diferentes, el proceso de integración que permite obtener las expresiones de y
en cada dominio, debe realizarse de manera diferenciada, resultados que se indican a
continuación:
Rama a: Para

Resolviendo el sistema de ecuaciones así definido se demuestra que:


Siendo .

Procediendo de manera análoga para las dos restantes ramas se deducen las
expresiones de los coeficientes y que a ellas corresponden, resultados que se
indican a continuación. Solo se resalta que para estas dos ramas el cambio de la
función exige cambiar los límites de integración, recurriendo para ello al teorema de
la división de la integral, en este caso a dos y a tres divisiones para las ramas b y c,
respectivamente.

Rama b: Para

Rama c: Para

De esta misma forma se pueden obtener los coeficientes y cuando la ley que se
adopte sea la de Hognestad, evaluación que conduce a los resultados siguientes:

Rama a: Para

Rama b: Para

Siendo:

Diagrama Momento vs. Curvatura


Existen varios procedimientos para el trazado del diagrama , definiéndose como
curvatura ( ) a la relación entre la deformación a nivel de la fibra más comprimida de
la sección, y la distancia hasta el eje neutro, como se evidencia en la figura 7. Todos
estos procedimientos se fundamentan en la compatibilidad de las deformaciones a
nivel de sección, el equilibrio de esfuerzos interiores (fuerza y momento) y las
ecuaciones constitutivas que se adopten para el hormigón y su refuerzo. Un método
muy utilizado es el de las fibras, cuyas ideas generales fueron expuestas por Mander, y
consiste en discretizar al área comprimida de hormigón en un número finito de
regiones, para evaluar en cada una de ellas la magnitud de la fuerza que le
corresponde, y su posición, mientras que al acero se lo trata en su posición real.

Figura 7. Curvatura de una sección sometida a un momento flector M.

El método que se propone en este trabajo responde a un proceso iterativo a partir del
conocimiento de los coeficientes y ajustados a la ley constitutiva que se
seleccione para el hormigón, proceso que se describe a continuación:

a) Fijar una deformación a nivel de la fibra más comprimida del hormigón, dentro
del rango admitido por la ecuación constitutiva que se adopte para este material,
y determinando luego el valor de los coeficientes y para la deformación
fijada.
b) Recurriendo a la condición de equilibrio de fuerzas y la compatibilidad de las
deformaciones, calcular la posición de la línea neutra para la deformación
que se haya fijado. Cuando el refuerzo empleado sea el acero, debido a que su
ecuación constitutiva no es continua en todo el dominio de deformación,
se justifica el establecimiento previo de hipótesis que faciliten la más rápida
convergencia del modelo analítico, pues existirá siempre la incertidumbre de si
este refuerzo fluye o no. Sin embargo, cuando sea el caso del refuerzo mediante
barras de PRF, la solución es directa, ilustrándose a continuación el procedimiento
a seguir cuando se trate de esta última tipología de refuerzo, para las condiciones
siguientes: caso de sección rectangular, refuerzo en compresión nulo ,
reconociendo la contribución del hormigón a tracción mientras ello sea posible:

Aceptando que la ley constitutiva del hormigón a tracción es lineal, y que se alcanza
la fisuración para una deformación entonces:

Asegurando también la compatibilidad de las deformaciones, se debe cumplir que:


Una vez evaluada la posición de la línea neutra mediante la solución de la
ecuación anterior, debe verificarse que el valor de “ ” satisfaga la condición
. En la iteración para la que esta condición deje de cumplirse, se detiene
el proceso.
c) Evaluar el momento flector mediante la ecuación de equilibrio que
corresponde. Observando la figura 7 se comprende el siguiente planteamiento:

d) Determinar la rotación de la sección como la relación entre la deformación y la


profundidad del bloque de compresiones “ ”.

La relación es uno de los recursos más utilizados en el análisis de los elementos


de hormigón armado, especialmente para estudiar la ductilidad del elemento que se
analiza y comprender mejor la formación y desarrollo de rótulas plásticas, encargadas
de facilitar la ventajosa redistribución de momentos que puede ser aprovechada en
estructura continuas antes de sobrevenir el colapso, Nilson (2010). Se puede visualizar
además el comportamiento ante la acción de un sismo severo mediante la ductilidad
por curvatura, proceso que conlleva al cálculo de la curva , Aguiar (2003)

El dominio de esta relación para las secciones críticas de vigas y columnas que
definan la estructura resistente de una edificación, ofrece la posibilidad de cuantificar
la capacidad resistente a flexión y la ductilidad, no solo de estos elementos, sino
también de la estructura en su conjunto, con tal de compararlas con las del propio
diseño. Es evidente que en elementos con escasa ductilidad por sus bajos niveles de
curvatura, se puede presentar una falla frágil cuando la estructura ingrese en el rango
no lineal. Lo idóneo sería asegurar un valor alto de ductilidad para que disipe la
mayor cantidad de energía en el momento de eventos sísmicos, facilitando de esta
forma la redistribución de momentos entre los elementos más solicitados y los menos
solicitados.

Construcción de la curva Momento vs. Curvatura


Se presenta a continuación un ejemplo que permite construir la relación para
una viga de hormigón armado considerando dos leyes esfuerzo - deformación para el
hormigón diferentes: Hognestad (hormigón sin confinar) y Park (hormigón confinado).

La sección de la viga se mantiene constante para todos los casos y coincide con la que
se muestra en la figura 8; además, se ignora la presencia de refuerzo en compresión. El
refuerzo de la sección se define de la forma siguiente:

Refuerzo transversal: Grado G-60 ; Barras: No. 10 @ 100mm


Refuerzo longitudinal:
Caso 1: Acero Grado G-60 ; Barras: 4 No. 16
Caso 2: PRFV

Caso 3: PRFC
El criterio adoptado para fijar el área de refuerzo en el caso de las barras de PRF ha
sido asegurar que posean la misma capacidad resistente que la del acero definido para
el Caso 1. Por ejemplo, en el Caso 2, que recurre al vidrio como refuerzo del
polímero:

Hormigón:
�𝑐 𝑀𝑃�

Figura 8. Sección transversal de la viga analizada en el ejemplo.


Desarrollo:
Se presenta el procedimiento general para una de las i-ésimas iteraciones que
corresponden al Caso 2, reconociendo el modelo de Park para constituir al hormigón.

Iteración 1:

• Evaluar los coeficientes de transformación a un diagrama rectangular


equivalente:
El valor fijado a corresponde a la rama a del modelo de Park, en consecuencia:

• Fijar la posición de la línea neutra:

• Comprobar la deformación límite del refuerzo (cuando se trata de PRF):


Puede continuar probándose con valores de

• Evaluar el momento flector:

• Evaluar el giro que experimenta la sección:

Resultando finalmente para esta iteración el par ordenado:

El mismo proceso se repite para otras deformaciones hasta llegar a definir una
cantidad suficiente de pares ordenados que faciliten el trazado de la curva de
comportamiento ( ) para el caso que se está analizando, y no solo eso, sino
también para los restantes dos casos. La figura 9 ilustra el perfil de las tres curvas
resultan de este análisis, incluyendo la que se obtiene cuando se trata del acero como
refuerzo en tracción de la sección, modelando al hormigón en compresión mediante la
ley constitutiva de Hognestad.

b) Acero con Hognestad y Park b) Acero y PRF con Hognestad y Park


Figura 9. Curvas Momento – Curvatura de los casos estudiados.

CONCLUSIONES
• Se ha obtenido el comportamiento de una sección de hormigón sometida a
flexión reforzada con acero y barras de PRF, considerando el confinamiento
que confiere al hormigón el refuerzo transversal al utilizar el modelo de Park
para constituir a este material. Se incluye un análisis similar ignorando el grado
de confinamiento al emplear la ley propuesta por Hognestad.
• El procedimiento analítico que se ha sugerido ofrece una solución general para
transformar la ley constitutiva que se decida adoptar al modelar al hormigón
en compresión, llevándola a un diagrama rectangular que resulta eficazmente
equivalente. En esta transformación se emplean los coeficientes y que
evitan recurrir a procesos laboriosos de integración, sin ceder en rigor durante
los cálculos y asegurando la debida precisión de los resultados.
• En la figura 9a se observa que la ductilidad se incrementa significativamente
cuando se reconoce la influencia del confinamiento a través del modelo que
propone Park, y lo hace en el orden 7,8 veces. Se observa que el giro máximo
que experimenta la sección al ser analizada por medio del modelo de
Honestag es
, mientras que con el modelo de Park este valor crece hasta
, manteniendo la sección, prácticamente, el momento último que
origina estos giros.
• En la figura 9a se observa que al haberse adoptado un área equivalente para el
refuerzo resuelto con barras de PRF y con acero ordinario, aun reduciendo en
un 35% el área del polímero en el caso de emplearse la fibra de vidrio, se
alcanza prácticamente la misma capacidad resistente en la sección, mientras
que si se tratase de la fibra de carbono, con una reducción del área de refuerzo
del 67%, la capacidad de la sección llega a incrementarse en un 30%. Si se
aceptase que el costo de ambas tipologías de refuerzo es del mismo orden, la
economía del diseño estaría asegurada, pero más que eso, su durabilidad.
• El comportamiento de la sección reforzada con barras de PRF es elástica –
lineal hasta el agotamiento, debiéndose revisar su empleo cuando la demanda
de ductilidad sea priorizada.
• En el análisis de los resultados que se reflejan en la figura 9, es notorio que la
curva de comportamiento tiene una misma tendencia hasta que se inicia la
fluencia del acero, sea o no incluido el confinamiento del hormigón, incluso, la
respuesta es quasi lineal.

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Yordy Mieles Bravo, Ingeniero Civil, Magister en Ciencias de la Ingeniería - Mención


Estructuras, profesor titular de la Universidad Técnica de Manabí. jmieles@utm.edu.ec

Julio Alberto Hernández Caneiro, Ingeniero Civil, Doctor en Ciencias Técnicas,


Profesor
Titular. Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría.
jahcan@civil.cujae.edu.cu

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