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tropicales. Estos son sistemas de baja presión con actividad lluviosa y eléctrica cuyos
vientos rotan antihorariamente (= en contra de las manecillas del reloj) en el hemisferio
Norte. Un ciclón tropical con vientos menores o iguales a 62 km/h es llamado depresión
tropical. Cuando los vientos alcanzan velocidades de 63 a 117 km/h se llama tormenta
tropical y, al exceder los 118 km/h, la tormenta tropical se convierte en huracán.
Una de las diferencias principales entre los tres tipos de ciclones tropicales es su
organización. La depresión tropical agrupa nubosidad y lluvia pero las bandas espirales no
están bien delimitadas. La tormenta tropical es un sistema atmosférico con una mejor
estructura, con bandas espiraladas convergentes hacia el centro del sistema. El huracán por
su parte es un sistema totalmente organizado en toda la troposfera (Capa de la atmósfera
terrestre que está en contacto con la superficie de la Tierra y se extiende hasta una altitud
de unos 10 km aproximadamente; en ella se desarrollan todos los procesos
meteorológicos y climáticos.) Con bandas espiraladas de lluvia bien delimitadas.
Escala Saffir-Simpson
Rango de velocidad de los vientos
Categoría
(kilómetros por hora)
1 119-153
2 154-177
3 178-209
4 210-250
5 mayor de 250
Existen una serie de causas y de disposiciones favorables para que se produzcan estos
huracanes. Así, en aguas cálidas del trópico suelen formarse sistemas de baja presión y
ondas tropicales. Podemos decir que existen 5 factores fundamentales que deben estar
presentes para que se dé un huracán:
Las partes más importantes de un huracán son el ojo, la pared del ojo y las bandas de lluvia
en espiral.
El ojo: Es un área de relativa calma en el centro de un huracán, que se extiende desde el nivel
del mar hasta niveles altos de la atmósfera y está rodeado por una pared de cúmulo-nimbos. En
el interior del ojo no hay nubes debido a que prevalecen los movimientos descendentes
(subsidencia). Este descenso del aire genera altas temperaturas y una disminución de la
humedad relativa. Hasta aquí llegan los Cazadores de Huracanes para tomar datos del
huracán.
La pared del ojo: Es la densa pared de cúmulo-nimbos que rodea al ojo. Allí se encuentran dos
fuerzas opuestas: la fuerza del aire que se mueve hacia el centro y la fuerza centrífuga, hacia
afuera. En la pared del ojo se registran los vientos más intensos y allí se originarían los
tornados.
Las bandas de lluvia en espiral. Las bandas de lluvia externas del huracán pueden extenderse
a varios cientos de kilómetros del centro. Estas densas bandas de cúmulo-nimbos, que rotan
lentamente en espiral en sentido opuesto al de las agujas del reloj en el hemisferio norte, pueden
medir de unos pocos kilómetros a decenas de kilómetros de ancho y de 80 a más de 450 km de
longitud.
Regiones de huracanes
A partir de los factores que hemos visto, los huracanes se forman en unas zonas
determinadas del mundo. Así como existe la Cuenca del Atlántico podemos encontrar otras 6
cuencas o áreas en las que se forman ciclones tropicales. Las personas que vivan en estas
áreas deben ser precavidas y saber qué hacer en caso de huracán. A nivel mundial, la
formación de tormentas tropicales se produce en verano, cuando la temperatura del agua es
mayor, pero cada zona tiene su propio patrón de temporada.
Norte de la Cuenca del Atlántico. Está compuesta por el océano Atlántico, el golfo de
México y el mar Caribe. Es el lugar donde surgen los huracanes que afectan ocasionalmente a
Costa Rica. Esta cuenca ha sido testigo de algunos huracanes famosos como Gilbert, Mitch o
Katrina. Las zonas de formación de depresiones tropicales en la Cuenca del Atlántico cambian
con respecto al mes del año y varía mucho de una temporada a otra, oscilando entre una y veinte
al año, con una media general de 10. A veces esta media es superada ampliamente, como en
la temporada de huracanes del 2005, que se registraron 28. La temporada aqui va del 1 de
junio al 30 de noviembre.
Noreste de la Cuenca del Pacífico: Es la segunda región más activa del mundo y la más densa
(mayor número de tormentas en una región más pequeña del océano). Las tormentas aqui
pueden afectar a México, Hawai. El Centro Nacional de Huracanesestablece la temporada del
15 de mayo al 30 de noviembre.
Norte del océano Índico: (incluyendo la bahía de Bengala y el mar de Arabia): al contrario que
el anterior, esta es la zona donde se forman el menor número de ciclones tropicales (5-6
tormentas y 2-3 ciclones), sin embargo pueden ocasionar gran destrucción cuando hacen
impacto en lugares como Bangladesh, causando miles de muertes. Se cree que un ciclón que
impactó Bangladesh en 1970 mató por lo menos 500.000 personas, convirtiéndose en uno
de los peores huracanes de la historia y en el más mortífero. En esta zona se produce un doble
pico de actividad en mayo y en noviembre, aunque se producen ciclones tropicales desde abril
hasta diciembre.
Suroeste del océano Índico (de África a 100° este): es una zona poco documentada puesto que
apenas existen datos sobre ella. La actividad tropical producida aquí afecta a Mozambique,
Madagascar, Islas Mauricio y Kenia.
Suroeste de la cuenca indo/australiana (100 °E-142°E) Esta cuenca y la anterior tienen ciclos
anuales de huracanes muy similares, comenzado a finales de octubre principios de noviembre,
alcanzando dos picos de actividad (a mediados de febrero y a mediados de enero) y terminando
en mayo.
El 23 de agosto de 2005 el huracán Katrina se formó sobre las Bahamas y cruzó el sur
de Florida como un huracán de categoría 1 moderado, causando algunas muertes e
inundaciones antes de fortalecerse rápidamente en el golfo de México. Tras haber alcanzado
la categoría 5, la tormenta se debilitó antes de tocar tierra por segunda vez como un huracán
de categoría 3 el 29 de agosto en el sudeste de Luisiana. El Katrina devastó las costas del
golfo desde Florida a Texas debido a su intensificación. El mayor número de muertes se
registró en Nueva Orleans, que quedó inundada porque su sistema de diques falló,
colapsándose muchos de ellos varias horas después de que el huracán hubiese continuado
tierra adentro. El 80 % de la ciudad así como grandes superficies de parroquias colindantes
quedaron anegadas, manteniéndose así durante semanas.5 Sin embargo, los daños
materiales más importantes se produjeron en áreas costeras, como la inundación en cuestión
de horas de todas las ciudades costeras de Misisipi, el arrastre de numerosos barcos y
casinos flotantes a tierra firme, lo que provocó su choque con edificios, alcanzando las olas
distancias de 10 a 19 km desde la costa.3
El fallo de las protecciones de Nueva Orleans es considerado como el mayor desastre de
ingeniería civil de la historia de Estados Unidos6 y dio lugar a una demanda contra el Cuerpo
de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos, que diseñó y construyó el sistema de diques,
en virtud de la Flood Control Act de 1965. El Cuerpo de Ingenieros fue encontrado
responsable del fallo de los diques y de las inundaciones
ING VS HURACANES
La Ingeniería Civil tiene un rol muy importante frente a los desastres naturales,
como sismos, terremotos, inundaciones y más. No solo la prevención o el rápido y
certero accionar nos salvan de un desastre, sino también la resistencia y buena
construcción de la infraestructura en la que nos encontremos.