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MARITALES
LAURA: (DISTANTE CON SERGIO) Por más que quise llegar temprano... ¡EL tráfico
está infernal…! (SE DETIENE) y ¿Mary?
SERGIO: Se acostó.
LAURA: ¿Te dijo que sentía mucho calor? ¿Ves?: Estoy al tanto de todo. Para mí que es la
tiroides. (MARCA EL UN NUMERO DESDE SU CELULAR)
LAURA: El viejo enrollado ese, por más que le insista, me sale con lo mismo: “Lo siento
señora, pero eso es confidencial”. ¡Confidencial, nada! -le dije- Mary es como mi
hermana… y ahórrese lo de ‘señora’, que estoy soltera
LAURA: Te digo algo Sergio… Yo soy capaz de aplazar la boda, hasta que ella mejore
SERGIO: ¿Vacacionar? pero si eso es lo más fácil. Con decirte que tengo pensado
llevármela a un safari, en África…
SERGIO: Ya Laura. (LE ENTREGA EL TRAGO) Ese jueguito de quien es más ácido,
francamente, no me anima. ¿Lo paramos?
LAURA: ¡Será! (ALZA SU COPA) Por Mary…
SERGIO: ¡Salud!
SERGIO: No se deja. Ese es su problema. Y, ¿sabes por qué? Porque se le acaba el show.
LAURA: (EN LO SUYO) Para mí que me está engañando con una bicha y no me lo dice.
SERGIO: Espera, espera... quise decir que ese miedo a que te engañe, es lo que llaman:
“Crisis pre matrimonial”.
SERGIO: Hay una diferencia. Esta vez irás ante un altar, ¡¡vestida de blanco impoluto!!
LAURA: Deja el sarcasmo que tú bien sabes que a mí, esa vaina NO me emociona.
LAURA: ¡Y él, las mías! (BEBE Y SE SIRVE OTRO TRAGO.) No tengo tiempo para
perder – le dije a Omar- Ya quiero tener algo seguro en mi vida: Un hija, por ejemplo
LAURA: Y ¿por qué no? Ahí está Adriana lliescu, feliz con su carajita…
LAURA: No vale, te hablo de la Rumana, que a sus sesenta y seis años, parió primera
vez…
LAURA: Hoy no das pie con bola. Omar, produce lo básico pero ni pendiente. Yo – con lo
que me dejaron mis viejos – tengo para cinco matrimonios más.
LAURA: La verdad, es que “mi culito” me encanta, y yo sé que lo podré tener aquí,
(GOLPEA LA PALMA DE SU MANO) ‘Súbete y bájate’ las veces que yo quiera. (RIE
GOZONA) pero como que está pelando el patín conmigo
LAURA: ...Y después, tumbada en la arena de Hawai, le diré que todo era mentira, que
entre nosotros nunca hubo nada... ¡Buenísimo, Sergio! ¡Salud! (VA A CHOCAR LAS
COPAS)
SERGIO: Espera. Esa decisión todavía no la hemos tomado. Somos adultos y lo podemos
convenir.
SERGIO: Lo que nos gustaría hacer. Nadie tiene por que saberlo. Es que tú eres un
manantial de feromonas
SERGIO: El sutil aroma que levanta el vuelo. Es natural que uno se aproxime así... tenso...
Y también lo es... que tú me respondas, agitadamente.
SERGIO: Deja tú... deja que cuerpo hable. (APROXIMA SUS LABIOS BUSCANDO LOS
DE LAURA)
SERGIO: ¡Está bien! Si quieres te pido perdón y tú me dices que lo olvidarás. Pero, tú me
estás deseando y yo no te voy a pedir perdón.
LAURA: (HUYENDOLE ASUSTADA) Óyeme, por los años que pasé junto a tu hermana
antes de que se suicidara...
MARY: ¿Y qué quieres? ¿Que también me cale tus vagabunderías en mi casa? ¡Pues, no!
Así que dale, saliendo
SERGIO: Pero espérate Mary... Tienes que pensar que, que: Yo te amo.
MARY Todo lo arreglas con un “te amo”. Y no te creo porque si yo hubiese seguido
durmiendo pues
MARY: Ya sabes.
SERGIO: Un hombre y una mujer son cómplices en lo que dicen, hacen y piensan... ¿qué
pensaste?
MARY: Los imaginé. Luego, los espié. Y sí, estaban tal cual... Estaban a punto de... y...Te
celé, sí... y te desee, también. (TRANSICION) ¿Qué me haces decir? (SE CUBRE LA
BOCA)
SERGIO: Lo que siempre quisiste que yo supiera de ti. Aquí me tienes. Es mejor que
hables…