Professional Documents
Culture Documents
15 de Junio de 1998
INDICE
Pág.
RESUMEN 3
INTRODUCCIÓN 4
Objetivos 5
FUNDAMENTACION TEÓRICA 6
PROCEDIMIENTO EXPERIMENTAL 10
Materiales y equipos 11
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 18
REFERENCIAS 19
2
Resumen
3
Introducción
La pasividad está referida a la baja reactividad química experimentada por ciertos metales y
aleaciones sometidas a condiciones ambientales específicas. Esta capa pasivadora depende
de su tipo de formación, elementos que la componen, medio que la rodea, etc. Mediante el
estudio de la pasividad en los metales, el hombre ha podido desarrollar técnicas para
minimizar la corrosión en distintos ambientes, dando así un máximo aprovechamiento al
desempeño de la pieza metálica en servicio. La pasividad aún hoy por hoy, se encuentra en
un proceso de investigación prueba de ello es un análisis efectuado a los aceros inoxidables
con una capa protectora de óxido de Zirconia, sumergidos en distintos medios mostrando
así la capacidad protectora del óxido en medios corrosivos. Esta capacidad es de vital
importancia en la industria en reducción de costos por mantenimiento y riesgos de
accidentes. El siguiente trabajo busca demostrar de manera básica los sistemas de
estabilidad de los óxidos, su capacidad protectora, la estabilidad del óxido, la regeneración
y comportamiento de la capa protectora y el efecto de su desaparición.
4
Objetivos
Influencia de dos agentes aceleradores de corrosión en la formación del óxido sobre una
superficie de acero al carbono.
5
Fundamentación teórica
Teorías de la Pasividad
6
Teoría de la pasivación por adsorción
El segundo mantiene que los metales pasivos están recubiertos por una película
quimisorbida, por ejemplo, de O2 o iones pasivantes. Esta capa desplaza las moléculas de
agua adsorbidas y reduce la velocidad de disolución anódica que implica la hidratación de
los iones del metal. Aun menos de una monocapa sobre la superficie puede tener efecto
pasivantemente; de aquí se deduce que la película no puede actuar en primer lugar como
una capa barrera difusión.
La teoría de la adsorción, por otra parte, obtiene apoyo del hecho de que los
electrones no apareados son los responsables de la formación de fuertes enlaces con
componentes del medio agresivo, en especial con O2, que contiene electrones sin aparear, lo
que conduce al enlace covalente suplementario al enlace iónico. Las elevadas energías
características para la adsorción de O2 por los metales de transición corresponden a la
formación de enlaces químicos y por esto que tales películas se definan como
quimisorbidas en contraste con películas de energías más bajas denominadas físicamente
adsorbidas. Sin embargo todas las películas pasivas quimisorbidas reaccionan con el
transcurso del tiempo con el metal subyacente para formar compuestos tales como óxidos,
pero tales óxidos son menos importantes como responsables de la pasividad que las
películas metaestables quimisobidas que se forman inicialmente y que continúan
formándose cuando el metal queda expuesto en los poros del óxido. El potencial
correspondiente de una película de oxígeno quimisorbida sobre una superficie de hierro se
calcula estimando la adsorción de O2 sobre el hierro de acuerdo con la relación:2
3H2O + Fe superficie O2 * O (ads. en Fe) + 6H+ + 6e-
7
misma, independientemente del proceso de pasivación. La pasivación (salvo algunas
excepciones) tiene lugar por un mecanismo electrolítico. Por ejemplo, los pasivadores se
reducen en las áreas catódicas a una densidad de corriente equivalente a la densidad de
corriente verdaderas de las áreas anódicas igualando o excediendo i(crítica) [10-20 A/cm2 ]
para la pasividad del hierro. El pasivador se reduce sobre un área catódica de la superficie
del metal en una extensión no menor de la que es necesaria para formar una película pasiva
equivalente químicamente en las pequeñas áreas anódicas residuales. A su vez, las pequeñas
áreas pasivas adsorben al pasivador haciendo de este modo nobles a las áreas contiguas,
pasivas o no pasivas, extendiendo así la pasividad. Cuando la película pasiva es completa
actúa como cátodo en su totalidad y la reducción subsiguiente del pasivador prosigue a una
velocidad mucho más baja, equivalente a la velocidad de rotura de la película pasiva
continua.
Si se tiene un grupo de probetas recubiertas, las más atacadas por lo general son las
que presentan un espesor de recubrimiento menor. Permitiendo así el paso de iones
agresivos (como los cloruros) a través de la capa porosa 5.
8
condiciones, las capas de óxido crómico se reducen y desaparecen el efecto barrera de la
pasivación del acero inoxidable. Entonces tiene lugar la corrosión del hierro o elemento
mayoritario del acero inoxidable y el aspecto gris metálico más o menos brillante de esta
aleación se convierte en un metal oscuro y muy quebradizo. Los aceros inoxidables
contienen también un ciclo de vida que depende de las condiciones a las que sea sometido
el material, determinadas condiciones pueden causar la destrucción de la capa estable de
óxido, ocasionando corrosión por picadura.
Este tipo de corrosión ocurre cuando son sumergidos en ácido clorhídrico, sobretodo
si se trata de una solución aireada o que contiene iones oxidantes; o también si se introduce
dentro de un horno a elevada temperatura en una atmósfera de hidrógeno, monóxido de
carbono o sulfuro de hodrógeno.3
9
Procedimiento experimental
10
D. Destrucción y regeneración de la pasividad de un acero inoxidable:
Se suspendieron parcialmente en un vaso de precipitado con 70 ml de H 2SO4, una
lámina de acero inoxidable y otra de acero al carbono. Se observó la superficie de
los electrodos y se tomaron medidas de diferencia de potencial del voltímetro
conectado a los extremos de estos electrodos.
Sin remover los electrodos se pusieron en contacto por un tiempo aproximado de 90
segundos registrando nuevamente las observaciones y el potencial para comprobar
un verdadero contacto de las placas.
Una vez separados los electrodos se registraron nuevamente las medidas de
potencial.
La lámina de acero al carbono fue sustituida, como etapa final, por otra lámina de
acero inoxidable limpia, agregando además 75 ml de HNO 3 concentrado; se observó
la superficie de ambos y registro la diferencia de potencial del nuevo par.
11
Resultados y discusión de resultados
Tabla 1. Observaciones para el análisis del estado activo y pasivo en una solución de
CuSO4 para el acero al carbono y el acero inoxidable.
Aceros Observaciones
Al carbono
Inoxidable No existe burbujeo
12
B. Experiencia de Faraday Modificada:
13
óxido rápidamente, quizá estimulada por la naturaleza del sistema del hierro en ese
electrolito.
Comparando esta experiencia con la anterior, es necesario hacer notar que el acero
inoxidable posee una capa de óxido estable arraigada al metal, protegiéndolo
completamente de los efectos corrosivos del electrolito mientras que la capa formada al
acelerar la corrosión en el acero es inestable y de fácil remoción.
Tabla 3 Datos obtenidos de las observaciones, para analizar la influencia de los agentes
oxidantes y no oxidantes sobre una lámina de acero al carbono, sumergida en distintas
soluciones electroquímicas por tiempo aproximado de 20 seg.
El efecto provocado por el HNO3 sobre la superficie del metal al acelerar el proceso
corrosivo se comprueba al realizar la experiencia de agentes oxidantes.
La lámina de acero al carbono se colocó conectada como un par galvánico al
alambre de platino. Al conectarse al voltímetro se observaron distintas medidas según la
solución en la cual fueron sumergidas. Con el resultado de la tabla se pudo notar que la
diferencia de potencia fue mucho mayor cuando el par se introdujo en una solución de
HNO3 que cuando se introdujo en HCl.
Al conectarse este par y colocarse en un electrolito se produce un sistema de
corrosión en la cual el platino se comporta como el cátodo mientras que el acero sigue la
línea de comportamiento anódica.
En una gráfica de diferencia de potencial en función del logaritmo de la densidad de
corriente, que representa la velocidad de oxidación del sistema, se puede observar que la
brecha de diferencia de potencial se hace más amplia a medida que la velocidad de
corrosión aumenta.(Figura 1). Los componentes de la solución provocan un movimiento
acelerado de la corriente que aumenta la velocidad de corrosión.
Si se cruzan la rama catódica y la anódica observamos que la diferencia de potencial
aumenta con la velocidad porque las ramas adquieren mayor separación.
14
Al introducir ambos metales en la solución de HNO3, se notó una mayor diferencia
de potencial entre el platino y el acero que cuando se introdujo en la solución de HCL.
Observaciones en la superficie del acero en ambos casos determinaron que el
burbujeo en la superficie fue de mayor cuantía en la solución de HNO 3. Este burbujeo
provocado directamente por el proceso corrosivo, muestra que la cantidad de H2 que escapa
en forma gaseosa es proporcional a la cantidad de óxido formado, y para un mismo periodo
de tiempo el óxido formado en HCl fue mucho menor.
La capacidad entonces del HNO3 sobre el HCl para acelerar el proceso corrosivo puede
observarse notablemente.
Observaciones
Aceros Solución ddp [V] Posición
Desconectado Conectado
Al carbono Burbujea Mayor burbujeo Láminas
0,765
Inoxidable (1) No burbujea Separadas
Al carbono Láminas en
No burbujea 0
Inoxidable (1) contacto
Al carbono H2SO4 Láminas
No burbujea 0,168
Inoxidable (1) Separadas
Inoxidable (2) No burbujea Se reemplaza la
lámina de Ac. al
-0,812 carbono por la de Ac.
Inoxidable (1) Burbujea poco Inoxidable
Inoxidable (2) H2SO4 + No burbujea Se reemplaza la
lámina de Ac. al
HNO3 [15 -0,370 carbono por la de Ac.
Inoxidable (1) ml] Burbujea Inoxidable
15
que no hasta el potencial en el que se encontraba anteriormente. El contacto entre las placas
provocó la migración del óxido protector del acero inoxidable (1) hacia el acero al carbono,
descubriendo la placa de acero inoxidable (1) al electrolito, la disminución de potencial
pudo haber llevado al acero inoxidable (1) fuera de la zona de pasivación hacia su zona
activa. El potencial se vio reducido al perder parte de su capacidad catódica con la
destrucción del óxido protector.
Luego de la destrucción de la capa de óxido se procedió a determinar si realmente se
comportaría ahora como un acero al carbono. Cuando se introdujo el nuevo acero
inoxidable en el electrolito y se conectó se observo una diferencia de potencial en sentido
opuesto, lo que implica que el nuevo acero inoxidable seria ahora el cátodo y el antiguo
acero inoxidable pasaría a ser el ánodo.
Observaciones en la superficie referentes al burbujeo de hidrogeno corroboraban el
comportamiento anódico de este acero al conectarse con un acero inoxidable que contiene
su capa protectora en buen estado.
Determinadas anteriormente las propiedades del HNO 3 como agente oxidante,
fueron agregados 15 ml de esta solución. El resultado fue una disminución del potencial y
del burbujeo al formarse una nueva capa de óxido estable, disminuyendo el potencial.
Un muestreo de las etapas por las cuales cruzó el acero inoxidable, muestran su
comportamiento como cátodo con un potencial de corrosión referente a la oxidación del
acero al carbono, para luego disminuir a un potencial medio cuando la capa protectora
quedó destruida por el contacto y la migración ionica hacia la capa de acero al carbono.
Con la incorporación de un acero inoxidable (2) el potencial cambia de signo al encontrarse
en presencia de un nuevo cátodo provocando la corrosión de la superficie descubierta del
acero inoxidable. La formación de una nueva capa de óxido protectora al acelerar la
corrosión provoca que la probeta vuelva a su estado de pasividad con una pequeña
diferencia en el potencial de corrosión con respecto al acero inoxidable nuevo.
La experiencia muestra completamente el transcurso del comportamiento del acero
inoxidable mediante los potenciales medidos cuando se destruye y luego regenera su capa
de óxido.
16
Figura 1 Diferencia de potencial según el tipo de acelerador en el que estén introducidos
los metales.
a) HCL b)HNO3
17
Conclusiones y Recomendaciones
18
Referencias
1. FONTANA, M. “Corrosion Engineering”. 2da Edición. Editorial Mc. Graw Hill, New
York. 1978.
4. MARKS. “Manual del Ingeniero Mecánico”. Editorial Mc. Graw Hill, New York. 9na
Edición p 69 – 119.
19