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INDICE

I. INTRODUCCIÓN ................................................................................................. 2
II. MARCO TEORICO............................................................................................... 2
1.1. Problemas de la salinidad en la agricultura ...................................................... 2
1.2. Origen de la salinidad ..................................................................................... 3
1.3. Efecto de la salinidad sobre las plantas ............................................................ 4
1.4. Tolerancia de las plantas a la salinidad ............................................................ 8
1.5. Salinidad y producción de cultivos ................................................................ 11
1.6. Sales Solubles ............................................................................................... 16
1.7. Salinidad y necesidades de lavado ................................................................. 18
III. BIBLIOGRAFIA.............................................................................................. 21
EFECTO DE LA SALINIDAD EN LOS CULTIVOS

Abad L, Mogollón A,
Neira E, Ríos C, Tineo A.

I. INTRODUCCIÓN

La salinidad de los suelos afecta la producción de alimentos a escala mundial. Esta


muestra una tendencia a aumentar en los próximos años a nivel mundial, donde el
fenómeno medioambiental, independientemente de las condiciones climáticas, ha
acarreado procesos de degradación de los suelos, perjudicando los rendimientos de
cultivos de gran interés en la economía nacional. El estrés salino provoca cambios
fisiológicos y bioquímicas en el metabolismo de las plantas, que determinan su
subsistencia, así como su productividad en estas condiciones, para lo cual las plantas
han desarrollado mecanismos de tolerancia. El mejoramiento genético, ofrece un
aumento, tanto en la recuperación de áreas subutilizadas, como en los rendimientos en
aquellas zonas donde la salinidad es un factor limitante, lo cual se trabaja por diversas
vías. Teniendo en cuenta que la selección de plantas tolerantes a la salinidad es un
proceso determinantemente largo, se trabaja en la búsqueda de indicadores eficientes
para la selección temprana de genotipos con mejor comportamiento agronómico.

II. MARCO TEORICO

1.1.Problemas de la salinidad en la agricultura

La salinidad afecta a la humanidad desde el inicio de la agricultura. Existen registros


históricos de migraciones provocadas por la salinización del suelo cultivable.

La actividad antrópica ha incrementado la extensión de áreas salinizadas al ampliarse


las zonas de regadío con el desarrollo de grandes proyectos hidrológicos, los cuales han
provocado cambios en la composición de sales en el suelo. En la década del 90 se
estimaba que la proporción de suelos afectados por salinidad estaba alrededor de un 10
% del total mundial y que entre un 25 y un 50 % de las zonas de regadío estaban
salinizadas. En la actualidad, no existe referencia alguna de los niveles de áreas
afectadas por este factor, pero, sí está claro, que esta situación se agudiza cada día más
en las áreas cultivadas a nivel mundial, producto de la falta de conciencia
medioambiental y de la explotación de los recursos hídricos irracionalmente, además de
otros factores edafoclimáticos que influyen directamente sobre la salinidad de los
suelos.

La problemática de la salinización del suelo en las zonas de producción agrícola,


impone a los investigadores, fitomejoradores de los cultivos, nuevos retos en los cuales
tienen que desarrollarse, y es que estos ecosistemas difieren en cuanto a tipo y calidad
del suelo, disponibilidad y calidad del agua y calidad nutricional. Para ello, la definición

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de los objetivos del programa de mejora genética1, así como la identificación de los
indicadores viables para la selección de genotipos con un comportamiento adecuado en
estas condiciones desfavorables constituyen herramientas de gran importancia, además
de contribuir a la utilización de zonas afectadas con esta problemática.

1.2.Origen de la salinidad
El origen de la salinidad puede ser explicado por dos vías:

La primera es natural, ya sea por la cercanía y la altura sobre el nivel del mar, la
intemperización y la existencia de sales también son causas primarias de salinidad que
se agudizan en condiciones heterogéneas de microtopografía y las propiedades físico-
químicas de perfil del suelo, como son: la textura, la estructura, la porosidad, la
permeabilidad, la capacidad de retención de humedad y de intercambio catiónico juegan
un papel importante. De ahí que en regiones áridas y semiáridas esta situación es
predominante, incluso, en áreas con mejores promedios anuales de precipitación, como
en los climas trópicos seco y templado seco, la presencia de períodos secos más largos,
puede condicionar la ocurrencia de procesos de salinización. Además de las adversas
condiciones climáticas, se deben considerar otros factores, en la ocurrencia de salinidad,
como son: las aguas salinas subterráneas, las tierras bajas cercanas a las costas, los
pantanos y las lagunas litorales, así como en las áreas cercanas a minas y bóvedas
salinas.

La segunda causa, es el resultado de las incorrectas prácticas agrícolas del suelo y el


mal manejo del agua para el riego, lo cual permite la movilidad de las sales dentro del
suelo y el transporte de las mismas a nuevos sitios. Esto es conocido como proceso de
salinidad atrófica o secundaria, convirtiéndose la salinización de los suelos en una
consecuencia del desarrollo de la sociedad humana. A continuación, se explican los
ciclos de la salinización.

Cuadro N°1: Ciclos de salinización.

Fuente: Alcaraz, F. (2012). Salinidad y Vegetación.

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1.3.Efecto de la salinidad sobre las plantas

El término salinidad se refiere a la presencia en el suelo de una elevada concentración


de sales que perjudican a las plantas por su efecto tóxico y la disminución del potencial
osmótico del suelo. La situación más frecuente de salinidad en los suelos es por Cloruro
de Sodio (NaCl) pero los suelos salinos suelen presentar distintas combinaciones de
sales, siendo comunes los cloruros y los sulfatos de Na+ , Ca2+, Mg2+ .

El estrés salino causa reducción en el crecimiento y en el desarrollo de las plantas


porque estas pueden sufrir tres tipos de estrés. Estos son detallados a continuación:

1. Inducción de estrés hídrico.


2. Toxicidad ion específica, debido la alta concentración de sodio y cloruro.
3. Desbalance nutricional, debido a los altos niveles de sodio y cloruro que
reducen la captación de K+, NO- , PO etc.

1.3.1. INDUCCIÓN DE ESTRÉS HÍDRICO

Los componentes del potencial hídrico se afectan en condiciones de alta salinidad.


La presencia en exceso de solutos en la solución del suelo produce una disminución del
potencial osmótico (ø) y, consecuentemente, del ø. Por tanto, el balance hídrico de la
planta en general se encuentra afectado, ya que, para mantener un gradiente entre el
suelo y las hojas, que permita continuar con la absorción de agua, se debe generar un
potencial hídrico mucho más negativo que el de la solución del suelo. Este efecto que
generan los solutos disueltos en agua es similar a una falta de agua en el suelo.

El efecto que ocasiona el estrés osmótico en la célula y por tanto en el desarrollo de


la planta, a la secuencia de respuestas fisiológicas de una planta que está expuesta a
niveles altos de salinidad. El encogimiento primeramente de las células en los primeros
segundos o minutos. Horas después, las células restauran su forma original, pero se
reduce la velocidad de la tasa de elongación. Días después, los cambios en la habilidad
para la división y elongación celular entonces llevan a una disminución en la tasa de
expansión y tamaño final; el crecimiento de las hojas es generalmente más sensible que
el de las raíces. Semanas después, las plantas que acumulan sales a una tasa alta pueden
empezar a perder las hojas más viejas. Los procesos metabólicos inducidos por estrés
hídrico incluyen una disminución de la fotosíntesis, la producción de especies reactivas
de oxigeno (ROS por sus siglas en ingles) y la producción de hormonas vegetales como
el ácido abscisico (ABA). En consecuencia, el estrés osmótico provocado por el bajo
potencial hídrico en el suelo, reduce los rendimientos de una amplia variedad de cultivos
en el mundo. El efecto osmótico provocado por la salinidad, restringe la absorción de
agua por las raíces, lo que repercute en el estado hídrico de toda la planta de arroz.

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El Potencial hídrico del aire es
mucho menor que el del suelo,
por lo que el agua se está
evaporando.

El Potencial hídrico del suelo es


mayor que el de la raíz, por lo
que le entra agua

GraficoN°1: Efecto osmótico (Déficit hídrico)

La inducción de estrés osmótico por los efectos causados por el estrés salino, así como
por los efectos del estrés hídrico influye directamente en el metabolismo de las plantas
y por consiguiente en su crecimiento y desarrollo lo que tiene un costo desde el punto
de vista del rendimiento agrícola.

El Potencial hídrico
de un suelo salino
disminuye.
El agua queda más
retenida en el suelo y
a la planta le va costar
más absorberla

GraficoN°2: Efecto osmótico (Déficit hídrico) en un suelo salino.

1.3.2. TOXICIDAD IÓN ESPECÍFICA

La toxicidad por iones puede reducir la productividad de los cultivos y eventualmente


causan el fracaso total de las cosechas. La toxicidad ocurre como resultado de la
captación y acumulación en las plantas de ciertos 34 iones tóxicos disueltos en el agua
de riego. Estos iones tóxicos en el caso específico de la salinidad incluyen

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principalmente el sodio (Na+), el cloruro (Cl-) y el sulfato (SO-). La sal tomada por la
planta se concentra en las hojas más viejas; el transporte continuado de sal hacia hojas
transpirando un largo periodo de tiempo, en el futuro resulta en muy altas
concentraciones de Na+.

Debido a la carga de sales excediendo la habilidad de la célula de compartimentar sales


en vacuola. Por esto, se asocian al efecto iónico, daños como disminución o inhibición de
la actividad enzimática o alteraciones en la funcionalidad de la membrana, inhibición de
la fotosíntesis, repercusión en los mecanismos de transporte y selectividad, y derivación
de parte de la energía metabólica de la planta para su inversión en procesos distintos al
crecimiento. Generalmente se asume que el Na+ compite con la absorción de K+ por las
raíces de las plantas a través de un mecanismo que no diferencia el Na del K y Cl- de esta
manera, el Na+ puede inhibir la absorción de K. También se señalan que la toxicidad
metabólica del Na+ es principalmente atribuida a la competencia de Na+ con K por los
sitios obligatorios esencial para la función celular incluyendo la activación de enzima y
síntesis de la proteína.

Una vez que el Na+ está dentro de la planta puede ser translocado a la parte aérea en
dependencia del tipo de especie vegetal, mientras que otras especies retienen el Na+ en la
raíz con una translocación a la parte aérea relativamente pequeña. Las plantas que
translocan el Na+ a la parte aérea, preferentemente usan la vía de rápido movimiento del
torrente de transpiración en el xilema, aunque el Na+ también puede retornar a la raíz vía
floema. Como consecuencia, las hojas y brotes acumulan concentraciones más altas de
Na+ que las raíces. Por otro lado, el incremento de Na+ dentro de las plantas tiene un
efecto tóxico en la germinación de las semillas, principalmente afecta las relaciones
hídricas de la planta o a través del desplazamiento de Ca++ por Na+ de los sitios de
ligamiento de la pared celular que podría romper la síntesis de la pared celular e inhibir
el crecimiento de la planta.

Para la mayoría de las plantas tolerar la salinidad, la captación de Na+ y Cl- debe
restringirse mientras se mantiene la captación de macronutrientes como K+. Sin embargo,
el Cl-, NO- al igual que el Na+ es considerado un micronutriente esencial que regula
actividad enzimática en el citoplasma, es un cofactor esencial y Ca++ en la fotosíntesis se
involucra en la regulación de la turgencia y regulación del pH. Tanto el Na+ como el Cl-
son tóxicos para las plantas a altas concentraciones, pero algunas plantas pueden controlar
el transporte de Na+ mejor que el del Cl- y viceversa. Las plantas en condiciones salinas
toman el Cl- a través de canales de aniones. La entrada de aniones a través de la membrana
plasmática, normalmente requiere un proceso activo de co-transporte con H+, cuando la
concentración externa de Cl- es alta, existen evidencias del ingreso pasivo de Cl- a las
células e incluso al xilema.

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El Cl- una vez entra a la raíz por una vía simplástica para llegar al xilema, aumenta su
concentración en las hojas más viejas. La concentración crítica de Cl- en tejidos de las
hojas para la toxicidad es aproximadamente de 4-7 y 15-50 mg.g-1 del peso seco para
plantas sensible y tolerantes respectivamente.

GraficoN°3: Efecto de Toxicidad Iónica.

Se puede resumir que, tanto el Na+ como el Cl- son componentes tóxicos para las
plantas, estos generalmente son tomados vía simplástica manejados por gradientes y flujo
de respiración.

1.3.3. DESBALANCE NUTRICIONAL

Antes se mencionó que el estrés osmótico causado por exceso de sales solubles en la
rizosfera, es lo que ocasiona un desbalance de las relaciones hídricas de la planta, en la
captación y utilización de los nutrientes esenciales y en la acumulación de iones tóxicos.
Como resultado de estos cambios, la actividad de varias enzimas y del metabolismo de
las plantas en general se ven afectadas. Otra de las causas del exceso de iones tóxicos en
la rizosfera está dada por su interacción con los nutrientes minerales.

La interacción de las sales puede resultar en considerable déficit y desbalance


nutricional. El desbalance iónico en condiciones de alta salinidad del suelo, se produce
en las células debido a la acumulación excesiva de iones Na+ y Cl- que reduce la captación
de otros nutrientes minerales tales como K+, Ca++ y Mn++. La relación Na/K alta debido
a la acumulación de altas concentraciones de iones Na inactiva enzimas y afecta procesos
metabólicos en las plantas.

La toma de K+ en estas condiciones de alta concentración de Na+ y de Cl- en medio de


desarrollo de las plantas se inhibe, por lo que comienza la aparición de síntomas tales
como los de déficit de K+ en plantas. El Na+ compite con la toma de K+ a través de
cotransportadores Na+, K+ y puede también bloquear transportadores específicos de K+

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de las células de las raíces en condiciones salinas. El déficit de K+ inicialmente conduce
a clorosis, la que, al persistir el déficit, conduce a necrosis. El K+ es necesario para la
osmoregulación y la síntesis de proteínas, manteniendola turgencia de la célula y
estimulando la fotosíntesis, por ello, es que el incremento de los niveles de Na+ incide en
cambios de la actividad enzimática resultando en cambios en el metabolismo de la célula
y a lo largo de toda la planta, disminuyendo así la habilidad de la planta para crecer.

Tanto el K+ como el Ca++ se requieren para mantener la integralidad del


funcionamiento de la membrana de la célula. El estrés salino disminuye la relación
calcio/sodio en la zona de la raíz, que afecta las propiedades de la membrana debido al
desplazamiento del Ca++ asociado a la membrana por el Na+ llevando a la disolución de
la integridad de la membrana y la selectividad. Frecuentemente, encontramos que una de
las estrategias usadas para mejorar el efecto adverso de la salinidad ha sido
proporcionando Ca, probablemente proporcionando una selectividad más alta de K/Na.

GraficoN°4: Efecto de Deficiencia Nutricional

1.4.Tolerancia de las plantas a la salinidad

La calidad (composición) y la cantidad de la solución del suelo afectan decisivamente


en la germinación, crecimiento y desarrollo de las plantas. Pero las especies vegetales
presentan índices de sensibilidad diferentes. Además, la sensibilidad a la salinidad de las
plantas es distinta en las diferentes fases de su desarrollo (germinación, nascencia,
crecimiento, etc.). La concentración de sales confiere al suelo unas propiedades muy
particulares con efectos muy nocivos para los cultivos. Se puede deber a causas naturales
o ser el resultado de acciones.

Se distinguen dos situaciones, con morfologías, propiedades, génesis y usos de los


suelos muy diferentes, según que el catión predominante en el complejo de cambio sea el

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Na+ o el Ca++. Si el catión predominante es el Ca++, las sales solubles son muy abundantes
en el suelo. El perfil se encuentra muy poco diferenciado, pero su estructura tiende a ser
estable, como resultado de la acción floculante del Ca++. La alta presión osmótica de la
solución del suelo es la responsable de la baja productividad. A estos suelos se les
denomina suelos salinos (o suelos halomorfos).

Cuadro N°2: Clasificación de tolerancia y/o sensibilidad de los cultivos.

Aceves (1979) propone una ecuación para estimar la productividad (Y), en la que se
tienen en cuenta la conductividad eléctrica del extracto de saturación (CEs), la
conductividad a la cual el rendimiento es cero (CEo) y la conductividad a la que el
rendimiento es del 100% (CE100):

Y = (CEo-CEs) / (CEo-CE100) x 100

las ecuaciones para estimar el rendimiento relativo de diversos cultivos se pueden ver en
la correspondiente tabla.

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Tabla N°1: Intervalos de Rendimiento de algunos cultivos.

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1.5.Salinidad y producción de cultivos

En la productividad de un suelo salino hay que tener en cuenta que los criterios de
evaluación pueden tener un comportamiento diferente en función de una serie de factores
que suelen alterar significativamente los resultados al reducir las cosechas de las distintas
especies. Esto es una consecuencia de varios factores, entre los que se encuentran la
variabilidad que puede presentar la muestra de suelo seleccionada para realizar la
diagnosis de salinidad, las técnicas de cultivo aplicadas, las diferentes condiciones de
humedad del perfil del suelo, los comportamientos variables según clases de sales
existentes, o la selección de especies y variedades adaptadas a las condiciones de
salinidad e incluso la relación entre la concentración de las sales durante las distintas fases
del desarrollo de los cultivos (Martinez Raya 1996).

Las técnicas de cultivo influyen positiva o negativamente sobre las condiciones


salinas. La incorporación de fertilizantes puede elevar el contenido de ciertas sales, como
sucede con las derivadas del potasio o nitratos o facilitar el lavado, al favorecer los
procesos de intercambio. Las técnicas de riego utilizadas así como, los caudales aplicados,
van a incidir sobre el lavado y afectarán al equilibrio salino de la solución del suelo,
especialmente cuando se emplea la técnica de fertirrigación. Las labores de preparación
del terreno, la localización y dosis de la semilla y posteriores labores de escarda tienen
especial importancia en condiciones de salinidad.

La utilización de materiales que afecten a las condiciones de humedad del perfil del
suelo, hace que puedan obtenerse rendimientos significativamente más elevados de los
señalados en la bibliografía. Con el empleo de las técnicas del enarenado se han
conseguido rendimientos económicamente rentables, en plantas tan sensibles como la
judía, con conductividades de 4 dSm-1 y con reducciones de cosecha muy inferiores a las
esperadas. Resultados parecidos pueden obtenerse con el empleo de plásticos, paja,
bagazo, etc. (Martínez Raya, 1996).

1.5.1. Descripción de la ecuación

La tolerancia a la sal de un cultivo se puede describir mejor por el trazado de su


rendimiento relativo como una función continua de la salinidad del suelo (ecuación Mass
& Hoffman). Para la mayoría de los cultivos, esta función de respuesta sigue una relación
sigmoidal. Sin embargo, algunos cultivos pueden morir antes de que dé semillas o frutos,
los rendimientos disminuyen a cero, lo que elimina la parte inferior de la curva sigmoidea.

Maas y Hoffman (1977) propusieron que esta curva de respuesta podría ser
representado por dos segmentos de línea: UNO, una meseta de tolerancia con una
pendiente cero, y el OTRO, una línea dependiente de la concentración cuya pendiente
indica la reducción del rendimiento por unidad de aumento de la salinidad. El punto en
que se cruzan ambas líneas designa el umbral, es decir, la salinidad máxima del suelo que
no reduzca el rendimiento por debajo de la obtenida en condiciones no salinas.

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Esta función de respuesta lineal de dos piezas proporciona un ajuste razonablemente
bueno para los rendimientos comercialmente aceptables representa frente a la
conductividad eléctrica de la pasta saturada (CE e). CEe es la medición de la salinidad
del suelo tradicional con unidades de decisiemens por metro (1 dS / m = 1 mmho /
cm). Para salinidades del suelo que superan el umbral de cualquier cultivo dado, el
rendimiento relativo (Y r) se puede estimar con la siguiente ecuación:

Ecuación 1:
Y r = 100 − b (CE e – a)
Dónde:
Yr = Producción del cultivo en % con respecto al máximo,
CE e = Conductividad eléctrica media de una pasta saturada tomado de la zona
radicular en dS m-1.
"a" y "b" = son dos parámetros cuyos valores son constantes para cada cultivo
siendo b = la pendiente expresada en porcentaje por dS / m.

Esta ecuación puede representarse gráficamente.

El valor "a" representa el máximo de conductividad para la cual la producción es del


100 %, pudiéndose definir como el umbral de salinidad para cada cultivo. A continuación,
viene un tramo inclinado que forma con la horizontal un ángulo "alfa" cuya tangente es
el parámetro "b", y que se puede considerar como el % de disminución de rendimiento
por unidad de CEs que supere el valor de "a" (expresa la sensibilidad del cultivo a los
aumentos de salinidad). Los parámetros "a" y "b" para diferentes cultivos, así como los
valores de "Y" para diferentes CEe están expresados en la Tabla 2 en la que también se
incluyen las salinidades del agua de riego para la misma disminución del rendimiento.

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La función de respuesta lineal de dos piezas también es razonablemente precisa cuando
la salinidad se expresa en términos del potencial osmótico de la solución del suelo a
capacidad de campo (OP FC). Cuando el OP FC es conocido, las respuestas de rendimiento
se pueden determinar como una función de la tensión osmótica que las plantas
experimentan. Para potenciales osmóticos que superan el umbral de un cultivo:

Ecuación 2:
Y r = 100 - B (Op fc - A)

Donde:
A = el umbral de salinidad expresada en bares;
B = la pendiente expresada en por ciento al bar,
OP fc = potencial osmótico del agua del suelo extraído de la zona de raíces a
capacidad de campo.

La Ecuación 2, como la Ecuación 1, es lineal, aunque OP fc no es una función lineal de


la CE.

Sin embargo, la desviación de la linealidad es pequeña, y los rendimientos relativos


calculados a partir de la Ecuación 2 se encuentran dentro del 2 por ciento de los calculados
a partir de la Ecuación 1. Los datos de tolerancia a la sal en las secciones siguientes se
expresan en términos de la CE e. Umbral (A) y la pendiente (B) los parámetros en
términos de OP fc se pueden determinar a partir de las CE e de datos con las siguientes
relaciones:

Ecuación 3:

A = -0,725 a 1,06

Ecuación 4:

Estas ecuaciones se basan en la relación, O P fc = -0,725 CE e 1,06, que se obtuvo de


la USDA Manual N º 60 (USSL, 1954) después de la conversión de la presión osmótica
en atmósferas a 0 ° C a potencial osmótico en bares a 25 ° C. Se supone además que la
concentración de sal soluble en el agua del suelo a la capacidad de campo es el doble que
la del extracto-suelo saturado.

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El concepto de umbral y de la pendiente tiene su mayor valor en la prestación de los
lineamientos generales de tolerancia de sal para las decisiones de manejo del cultivo. Los
agricultores y estudiantes necesitan conocer los niveles de salinidad del suelo que
comienzan a reducir la producción y cuánto rendimiento se reducirá a niveles por encima
del umbral. Sin embargo, las funciones de respuesta de plantas más precisas serían
ventajosas para los modelos de simulación de cultivos. Van Genuchten y Hoffman (1984)
han descrito varios modelos no lineales que describen con más precisión la respuesta de
crecimiento sigmoidal de las plantas a la salinidad. Programas informáticos para estos
modelos fueron desarrollados y documentados por Van Genuchten (1983).

En la tabla N°2 se muestra la disminución de los rendimientos de cultivos expresada


por distintos valores de salinidad del suelo (CEs) y del agua de riego (CEar), refiriéndolas
a disminuciones del rendimiento correspondientes al 0, 10, 25 y 50%. Para disminuciones
del cultivo superiores al 50% ya no se mantiene la linealidad en la relación entre Y y CEs.

La relación entre el rendimiento “Y” y la conductividad eléctrica “Ces” se representa en la


gráfica N°5, obteniéndose 5 grupos de cultivos de diferente sensibilidad frente a la
conductividad eléctrica.

GraficoN°5: Grupos de sensibilidad a la conductividad eléctrica.

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Tabla N°2: Rendimiento de cultivos con valores de conductividad eléctrica del suelo y agua.

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1.6.Sales Solubles

La forma o estado de presentación es variable y estacional. Las sales pueden


encontrarse en el suelo de varias formas: precipitadas bajo la forma de cristales, disueltas
en la disolución, o bien retenidas, adsorbidas, en el complejo de cambio. El contenido en
sales en cualquiera de estas tres situaciones está cambiando continuamente al ir
cambiando la humedad edáfica, pasando las sales de una posición a otra. Así en el:

 Período seco: la cristalización aumenta, las sales en solución disminuyen


(aunque la solución se concentra) y aumentan las adsorbidas.
 Período húmedo: el comportamiento es inverso.

En cuanto a su composición, estas sales son el resultado de la combinación de unos pocos


elementos químicos, fundamentalmente: O, Ca, Mg, Na, K, Cl, S, C, N.

Las sales de las aguas de riego proceden fundamentalmente de la meteorización de las


rocas y sedimentos, muy frecuentemente de la disolución de sedimentos salinos o
contaminación de aguas freáticas procedentes del mar. Otra parte de sus iones
constituyentes, fundamentalmente cloro y azufre proceden de las emanaciones
volcánicas. La secuencia de liberación de los iones constituyentes de las rocas y
minerales, su movilidad y su facilidad para acumularse en las aguas, son inversamente
proporcionales al coeficiente de energía de estos iones.

Por tanto, los nitratos, cloruros, sulfatos y carbonatos de iones alcalinos y alcalinotérreos,
son las sales que con mayor facilidad han de formarse como consecuencia de la
meteorización de la corteza terrestre. Los elementos químicos pueden ser agrupados en
cinco categorías de acuerdo con su movilidad durante la meteorización y su capacidad de
migración:

 Grupo 1. Virtualmente no lavable: Si (en cuarzo)


 Grupo 2. Débilmente lavable: Fe, Al, Si
 Grupo 3. Lavable: Si, P, Mn
 Grupo 4. Fuertemente lavable: Ca, Na, K, Mg, Cu, Co, Zn
 Grupo 5. Muy fuertemente lavable: Cl, Br, I, S, C, B

La posibilidad de encontrar estos compuestos en los suelos salinos y aguas salinas es


mayor cuanta más alta sea la categoría en que se encuentran clasificados los elementos.
Los grupos cuarto y quinto constituyen los principales compuestos acumulados como
resultado del proceso de salinización. Las sales más frecuentemente encontradas son:
 CLORUROS: NaCl, CaCl2, MgCl2, KCl
 SULFATOS: MgSO4, Na2SO4,
 NITRATOS: NaNO3, KNO3
 CARBONATOS: Na2 CO3
 BICARBONATOS: NaCO3H

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Los cloruros junto con los sulfatos son las principales sales formadas en este proceso. El
calcio, el magnesio y el sodio son los cationes que mayoritariamente se unen a los cloruros
y a los sulfatos para formar las sales, con menor frecuencia se encuentra el potasio y los
bicarbonatos, carbonatos y nitratos.

1.6.1. Solubilidad de las sales

Se trata de una propiedad muy importante, pues además de afectar a la movilidad y


precipitación, va a regular su máxima concentración en la solución del suelo, y cuanto
mayor sea esta, más importante va a ser su efecto perjudicial para los cultivos. Las sales
más tóxicas son, pues, las que presentan elevadas solubilidades, que darán soluciones
muy concentradas. Por el contrario, las sales con baja solubilidad no representaran ningún
problema grave ya que precipitaran antes de alcanzar niveles perjudiciales.

Los cloruros y nitratos son los más solubles, después los bicarbonatos junto a los
sulfatos, siendo en general los menos solubles los carbonatos. Por tanto, serán estos
últimos los primeros en precipitar, seguidos del sulfato cálcico y no serán considerados
dentro del concepto de sales solubles, concepto que se refiere a sales muy solubles,
concretamente empiezan a partir del carbonato sódico. En general, la solubilidad de las
sales aumenta con la temperatura. En soluciones complejas, la presencia de sales con
iones comunes disminuye la solubilidad de estas sales. Por el contrario, cuando los iones
son diferentes se suele aumentar la solubilidad de la sal menos soluble.

Tabla N°3. Frecuencia, grados de solubilidad y efectos tóxicos particulares estas sales.
Clase Presencia en los Solubilidad Toxicidad
suelos salinos para las
plantas
CLORUROS
Sódico común alta +++
Magnésico común alta ++++
Cálcico raro alta ++
Potásico baja alta +
SULFATOS
Sódico común muy variable ++
Magnésico común media ++++
Potásico baja alta +
CARBONATOS
Sódico en suelos sódicos media +++++
BICARBONATOS
Sódico en suelos sódicos media ++++

Fuente: Dorronsoro, C. Contaminación por sales solubles.

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1.7.Salinidad y necesidades de lavado

Para evitar la acumulación de sales en la zona de enraizamiento, se hace necesario


suplementar las dosis de riego con objeto de que el agua sobrepase la zona de
enraizamiento y lave las sales de ella. Con este fin, Ayers et al. (1985) establecen los
conceptos de fracción de lavado y requerimientos de lavado:

1.7.1. Fracción de lavado (FL).

Es la fracción de agua riego que atraviesa la zona radicular y es susceptible de lavar


las sales. FL= Fd / Fr, siendo Fd los centímetros de agua drenada por debajo de la zona
radicular y Fr el total de centímetros de agua aportada. Del total de agua aportada por el
riego (Fr) una parte quedará retenida en el suelo en los horizontes superficiales,
correspondiente a la zona del enraizamiento, mientras que otra parte de agua se infiltrará
hacia los horizontes profundos. La parte del agua que drena hasta más allá de la zona
ocupada por las raíces de las plantas (Fd) es la que al pasar a través de la zona radicular
disolverá las sales. Como criterio orientativo, un valor de FL de 0,5 se puede considerar
alto (la mitad del agua aportada pasa a través de la zona radicular y alcanza horizontes
más profundos) mientras que un valor de 0,1 se considera bajo (sólo el 10% del agua de
riego alcanza los niveles profundos).

1.7.2. Requerimientos de lavado (RL).

Es la fracción calculada de agua que debe pasar a través de la zona radicular para
mantener el valor de CEs o del RAS en un determinado nivel o por debajo de él.
Lógicamente cuanto menor sea el nivel al que hay que mantener los parámetros
anteriores, el cual vendrá determinado por el tipo de cultivo, mayores serán los RL. Hay
que tener en cuenta que el valor de CEs nunca podrá ser inferior a la conductividad del
agua utilizada en el riego (CEar) y cuanto mayor sea CEar mayor deberá ser RL para
evitar la salinización.

Lo ideal será que el valor de FL fuese igual o mayor que RL, de otra forma se producirá
un aumento progresivo de la salinidad en profundidad. En este sentido, es importante
conocer que las plantas absorben el 70% del agua a través de la mitad superior de su zona
radicular (40% del primer cuarto, 30% del segundo, 20% del tercero y 10% del cuarto),
si a esto le unimos que las plantas responden al nivel de salinidad de la zona menos salina,
se comprende que los requerimientos de lavado deben ser suficientes para eliminar las
sales de, al menos, la mitad superior de la zona de enraizamiento. En esta zona, la
salinidad deberá aproximarse a la del agua de riego, de forma que sea el valor de CEar el
que controle la respuesta de las plantas.

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GraficoN°6: Distribución de la zona radicular de los cultivos.

Para establecer los RL hay que tener en cuenta que debe de existir un equilibrio entre
las sales que tiene el suelo y las que le llegan por el agua de riego, por un lado, y las sales
que le quedan después del riego y las que se exportan por las aguas de drenaje, por otro
lado. Si evaluamos las sales a partir de la conductividad, este balance sería:

Ecuación 5:

AR x CEar + As x CEs = As x CEs* + AD x CEad


Dónde:

AR= Es la cantidad de agua utilizada en el riego (mm).


CEar = Conductividad del agua de riego (dS/m).
As = Es el % de agua que retiene el suelo a saturación (mm).
CEs = Conductividad del extracto de saturación.
CE*s = Conductividad del extracto de saturación a la que queremos que quede el
suelo después del riego.
AD = Cantidad de agua de drenaje (mm).
CEad = Conductividad del agua de drenaje.

Otro aspecto a tener en cuenta es la efectividad del lavado del agua de riego, la cual
sería máxima cuando CEad = CEs, tal y como hemos supuesto anteriormente. No
obstante, en suelos con grietas, parte del agua de riego atraviesa rápidamente el suelo (no
disuelve sales) y su conductividad es muy inferior a CEs (no llega a alcanzar el equilibrio
con el suelo). En estos casos CEad = f x CEs, donde f dependerá de los parámetros
texturales y estructurales del suelo y que a escala muy general se puede estimar a partir
de la siguiente tabla N°4.

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Tabla N°4: Parámetros texturales para el lavado de sales.

SUELO “f”
arenoso 0,9 - 1,0
franco arcillo limoso a franco arenoso 0,8 - 0,95
arcilloso 0,2 - 0,6

Por tanto, para conocer los RL es preciso conocer la profundidad de enraizamiento del
cultivo, el % de humedad de la zona de enraizamiento a saturación, a pF = 2,5 y en el
momento del riego, la densidad aparente, los valores de CEs a los cuales el cultivo es
rentable, la CEs, la CEar y, si es posible, la efectividad del riego (f).

Así mismo, Rhoades & Merril (1976) relacionan la CEs que puede llegar a adquirir un
suelo no salino, con la CEar utilizadas y con la fracción de lavado a través de la siguiente
ecuación:

Ecuación 6:

CEs=0,2CEar [1 + 1/FL]

de forma que la respuesta esperable será función del valor que adquiera CEs en cada caso.

Otras relaciones interesantes para suelos no salinos son:

Ecuación 7:
CEad = CEar / FL

que viene a decir que la salinidad del agua de drenaje (CEad) es directamente
proporcional a la del agua de riego (CEar) e inversamente proporcional a la fracción de
lavado.

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III. BIBLIOGRAFIA

 Alcaraz, F. (2012). Salinidad y Vegetación. Universidad de Murcia. España.


 Botella, M. Efecto de la salinidad sobre las plantas. Escuela Politécnica Superior De
Orihuela. Universidad Miguel Hernández.
 Dorronsoro, C. Contaminación por sales solubles. Disponible en :
http://edafologia.ugr.es/conta/tema12/manejo.htm
 FAO. Annex 1. Crop salt tolerance data. Disponible en:
http://www.fao.org/docrep/005/y4263e/y4263e0e.htm
 FAO. Los suelos salinos y su gestión. Disponible en:
http://www.fao.org/3/x5871e/x5871e04.htm
 Lamz, A. & Gonzales, M. (2013). La salinidad como problema en la agricultura: la
mejora vegetal una solución inmediata. Ministerio de Educación superior. Cuba.
 Martínez, et al., (2011). Efectos por salinidad en el desarrollo vegetativo. Medio
Ambiente y Desarrollo Sostenible. Universidad Autónoma de Chihuahua. Facultad de
ciencias Agro tecnológicas. México.

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