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OBSERVACIONES A LOS TRABAJOS DE ORDENACIÓN QUE

SE ESTÁN LLEVANDO A CABO EN LA DEHESA BOYAL DE


ROBREGORDO.

1
ANTECEDENTES.

Desde el año 2005 y hasta el año 2020, la Comunidad de Madrid a


petición del Ayuntamiento de Robregordo está desarrollando en la
Dehesa Boyal de dicho municipio un trabajo de “Ordenación del monte nº
120 de Utilidad Pública denominado Dehesa Boyal” consistente en la
eliminación de “maleza” y aclaración de la masa de acebos.

En el año 2008, a raíz de unas denuncias que nos llegaron, varias


organizaciones ambientalistas denunciamos la tala de acebos que se
estaba produciendo en dicha acebeda. Por su parte los forestales
también pusieron denuncia y a causa de unas irregularidades la obra se
paró. A principios de este año, de nuevo nos llegan quejas y denuncias
de que se sigue trabajando en la Dehesa Boyal. Puesto en contacto con
la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid nos
confirman dichos trabajos, pero en un principio no nos permiten ver el
proyecto, a pesar de que el Estado Español es uno de los firmantes del
Convenio de Aarhus, por el cual los ciudadanos tiene derecho a
información pública medioambiental. Una vez conseguido dicho proyecto
por otros medios, y tras una solicitud, se nos permite echar un
vistazo mediante cita previa al proyecto. Como se suele decir “A
buenas horas mangas verdes”.

Conocido el proyecto y los trabajos que se estaban realizando las


asociaciones conservacionistas Jarama Vivo, GRAMA, Ecologistas en
Acción; Asociación Ecologista del Jarama EL SOTO, Amigos del Tejo y
ARBA, comenzamos una campaña de denuncia, ya que no veíamos mejoras
reales en la acebeda con dicho proyecto. Se han lanzado varios
comunicados de prensa y nos hemos puesto en contacto con diferentes
autoridades tanto políticas como especializadas en este tipo de
bosques, para sondear su opinión. Igualmente hemos realizado varias
visitas a la acebeda para ver “in situ” el desarrollo de dichos
trabajos.

De las observaciones que hemos realizado en varias visitas a la


zona, así como del trabajo de investigación y bibliografía que estamos
llevando a cabo, podemos apuntar que no entendemos como apropiadas las
actuaciones que se están realizando en la Dehesa Boyal.

Pasamos a pormenorizar las observaciones que estamos realizando.

Características de la Dehesa Boyal de Robregordo.

Madoz, en su Diccionario Geográfico – Estadístico – Histórico de


España y sus posesiones de ultramar, ya hace referencia a la Dehesa
Boyal de Robregordo, refiriéndose a ella como una dehesa “poblada de
robles que se carbonea en su mayor parte”, sin hacer referencia a la
existencia del acebo. El Marqués de Ensenada (1702 - 1781) igualmente dice
2
de ella que es una dehesa de robles / rebollos. La presencia de acebos
en esta dehesa al parecer ha sido posterior y favorecida por los
ganaderos, con el objeto de tener ramón para el ganado durante todo el
año, y al mismo tiempo crear un espacio idóneo para sus reses. La
juventud de la acebeda y la presencia en su interior de añosos robles
podados en forma de candelabro y a horca y perdón, lo vienen a
confirmar (LÓPEZ & al, 2002).

Esta dehesa, como la mayoría de las que existieron en el


cuadrante noroccidental de la Comunidad de Madrid, estaba cercada por
un muro de piedra y rodeada de campos de cultivos cerealistas,
principalmente de centeno, actualmente abandonados y colonizados por
diversas especies arbustivas de leguminosas, que van dejando paso al
asentamiento de otras especies leñosas. Esta expansión se ha visto
favorecida por la desaparición de los numerosos rebaños de ovejas,
cabras y equinos que antaño pastaban en sus campos.

Según Félix Sanz, vecino del pueblo, la cabaña ganadera se fue


perdiendo con las repoblaciones forestales de pinos que se realizaron.
De igual modo nos apunta que en las dehesas no estaban permitidas las
cortas de árboles, abasteciéndose el paisanaje de sus propias fincas,
paliando las necesidades de madera para fogones y cocinas con el
aporte de piornos, retamas y brezos.

No todas las dehesas han de ser necesariamente entendidas como


sistemas silvopastoriles de monte alto, como ocurren con las clásicas
dehesas extremeñas. Las dehesas pueden tener distintas fisionomías
(LÓPEZ, 2006). Precisamente la fisonomía de monte bajo es la que
posibilita que la dehesa de Robregordo pueda ser aprovechada para
distintos usos: silvopastoril, de cazadero y aprovechamiento de frutos
y otros recursos forestales.

La especie dominante en la actualidad de esta dehesa es el roble,


acompañado de un sotobosque de acebos que tiende a formar rodales más
o menos extensos y cerrados, con una cubierta vegetal del 100% y
conectados entre si por pasillos de vegetación arbustivas o herbáceas.
(Foto 1).

En laderas y siguiendo las vaguadillas que bajan hacia el arroyo


Santo Domingo, estos rodales de acebos se alargan siguiendo los cursos
de agua. La vegetación acompañante está formada por elementos
atlánticos como abedules, serbales, avellanos, robles y tejos. Lo que
indica que nos encontramos ante una acebeda típica del norte
peninsular. La más grande y madura que existe en la Comunidad de
Madrid.

Esta acebeda ha encontrado un equilibrio con el uso ganadero que


de ella se hace. Por una parte, estas manchas compactas de acebos dan
refugio al ganado durante los meses más desfavorable del año,
encontrando en su interior frescor y una defensa contra los parásitos
durante el verano, y temperaturas más agradables durante el invierno,
y por otra parte, un aumento de beneficios para la fauna silvestre. A
su vez los árboles se aprovechan del abono que les aporta el ganado
que se introduce en su interior (RUIZ DE LA TORRE, 1984).

3
Su gran valor e interés es reconocido por la Unión Europea
teniendo en cuenta que en la Península Ibérica, las acebedas son
hábitats de interés comunitario por la directiva 92/43/CEE, anexo I,
la Dehesa Boyal de Robregordo está incluida en la Red Natura 2000
como parte del LIC Cuenca del Río Lozoya y Sierra Norte (ES 3110002
tipo I, región biogeográfica mediterráneo).

También forma parte del CORINE B00000182 Acebeda de Robregordo,


como espacio de interés para la Comunidad de Madrid por su valor
florístico y paisajístico, L03a como unidad de paisaje de la Comunidad
de Madrid. A esto hay que añadir que el acebo (Ilex aquifolium) está
catalogado en la Comunidad de Madrid como especie sensible a la
alteración de su hábitat por el Decreto 18/1992 Catalogo Regional de
especies amenazadas de fauna y flora silvestres, lo que no está
impidiendo que sobre esta dehesa se estén realizando trabajos
silvícolas y “obras de mejoras” que afectan al acebo.

Foto 1. Rodales de acebo a resguardo del robledal.

Estructura de la Acebeda.

El acebo necesita la sombra de otras especies para poder


germinar, desarrollándose muy bien al refugio de arbustos espinosos,
protegido del ganado de diente. Más difícil tiene su desarrollo en el
interior de las acebedas, donde como hemos dicho la sombra es casi del
100 x 100, por lo que su expansión la realiza hacia los bordes. Esto
no quiere decir que las pequeñas plántulas no estén esperando su
oportunidad para desarrollarse en su interior al quedar un espacio
libre, bien por la muerte o bien por abatimiento de algún ejemplar por
causas naturales.

El acebo además tiene gran facilidad de rebrotar de cepa si es


cortado, formando nutridos grupos de pies en forma circular. Si la
acebeda es muy aclarada este espacio es ocupado por especies más
exigentes en luz, como abedules, serbales, cerezos, etcétera (BLANCO &
al, 1997). Una acebeda densa además de asegurar la regeneración y el
4
repoblado, tanto por la numerosa producción de retoños y semillas, se
las puede considerar como una formación estable en el tiempo,
representando el óptimo al ecosistema terminal (BLANCO & al, 1997).

Proyecto y ejecución. Plan de mejoras y observaciones.

Proyecto y ejecución.

El proyecto de ejecución de la obra de “Ordenación del monte nº


120 denominado Dehesa Boyal” tiene una duración de 16 años, desde
2005, que comenzó, hasta el 2020, que finalizará. (1)

Para ello el monte se ha dividido en 14 cantones, de los cuales


se actuará en 12 de ellos. Hasta el presente y a pesar de los retrasos
que estos trabajos han tenido por sucesivas paralizaciones se ha
actuado en los cantones 4, 5, 7, 8, 10, 11 y 12. (2)

Los objetivos que se persiguen son:

Conseguir el mantenimiento de la biodiversidad, así como la


conservación del medio físico y ambiental.

Pasar de monte bajo a monte alto mediante las cortas de


entresaca, posibilitando una masa irregular que contenga pies de
distintas edades, siendo mayor la densidad de las clases de edad
pequeñas. Este tratamiento no afectará a las zonas de borde de los
bosquetes o rodales de acebo y tampoco se cortarán todos los pies de
una misma cepa, cortando los pies enfermos, torcidos, dominados,
inclinados o puntisecos. Para proteger la regeneración de la masa
arbolada se acotará al ganado determinadas parcelas.

Para mantener la biodiversidad se mantendrá la vegetación de


ribera, en las zonas próximas a los cursos de agua, así como mantener
algunos pies con edades superiores a la madurez, de uno a tres pies
por hectárea.

La superficie de pasto para una carga ganadera de cincuenta


cabezas es en la actualidad de 20,63 ha, que se ampliará a 6 más, para
ello se desbrozará a hecho el matorral leguminoso, respetándose el
espinoso.

En cuanto a otros usos, como el cinegético, la recolección de


frutos silvestres y hongos se mantiene como en la actualidad. La leña
resultante de las cortas será de aprovechamiento vecinal.

Y por último se creará una senda que recorra las diversas


formaciones que aparecen en el monte, para disfrute de visitantes y
vecinos.

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Plan de mejoras.

Dentro del plan de mejora se retiró del monte una plantación de


Populus x euroamericana, que ocupaba una superficie de 0,20 ha, siendo
sustituida por Populus tremula, Salix atrocinerea, y Betula sp.

Igualmente se realizarán resalveos en el robledal, eliminando los


dominados, enfermos, torcidos...

Observaciones al Proyecto.

Según el Proyecto de Ordenación del monte nº 120 de Utilidad


Pública, las actuaciones durarán 16 años, sin que se especifique en él
la realización de ningún estudio intermedio del impacto positivo o
negativo que se produzca por las “mejoras” de entresacas de pies de
acebos, la eliminación de residuos, el desbroce de matorrales o el
resalveo de rebollos.

Teniendo en cuenta la importancia y figuras de protección de la


acebeda de Robregordo, el deterioro de la misma sería una pérdida
irreparable e incompensable en biodiversidad y hábitat. Remediar, esa
perdida con medidas posteriores como podría ser la reforestación tras
el deterioro de la acebeda, produciría daños a otras especies, por el
empleo de maquinaria pesada, pérdida de humedad ambiental, pérdida
cesante del suelo del horizonte A y alteración de características del
microecosistema.

Según el Proyecto de Ordenación, el objetivo principal es


mantener la biodiversidad y conservar el medio. El acebo es una planta
de umbría en el mediterráneo, y por ello el método elegido de cortas
por entresaca puede hacer que el medio pierda las características
anteriores al proyecto, incluso disminuyendo el valor de biodiversidad
por la alteración de sus condiciones y valores de temperatura y
humedad.

Por otro lado, mientras exista ganado en la dehesa lo más


probable es que el acebo mantenga su carácter de monte bajo
tradicional, rodeado por una orla de hojas apretadas y espinosas,
desde la base hasta la altura del diente, para ahuyentar a
depredadores e impedir el paso, conservando los pies interiores de
mayor fuste.

Las cortas persiguen el objetivo de conseguir una masa irregular


con todas las clases de edad de forma ordenada, pero para ello se
necesitaría conocer las edades de los individuos o seres
filogenéticos. Teniendo en cuenta el crecimiento de pies de raíz, no
nos interesa la edad de los chirpiales, sino de las cepas, además,
sin conocer cuantos pies tiene una cepa, ¿cómo determinan los
operarios encargados de los trabajos de ordenación que se está dejando
en las cortas un pie por ser filogenético?.

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Mientras no se conozcan los datos necesarios de cuantos seres
filogenéticos se encuentran en la dehesa y se estime su edad, las
cortas no estarán cumpliendo su objetivo.

Los tratamientos de la acebeda no afectarán al borde de la masa


según el proyecto, pero precisamente en los bordes es donde salen los
nuevos pies de cepa más abundantes. Esto supone que los chirpiales del
interior son mayores en edad que los del borde en general, por tanto
cortar los pies del interior supone fomentar el monte bajo, que
precisamente es lo contrario al objetivo del proyecto.

Los criterios de regeneración del acebo por brinzales y la


sobreexplotación ganadera no han sido estudiados en la zona, por lo
que fijar la carga ganadera en 50 cabezas de vacuno de carne es un
número aleatorio y sin ninguna base, excepto el uso previo al proyecto
y por tanto la ampliación de hectáreas de pasto no es necesaria. Lo
importante es conocer la regeneración real por semilla en la zona de
pasto.

En cuanto al Plan de Mejoras, se menciona resalveos de conversión


sobre rebollo en zonas de alta densidad para posibilitar la
regeneración natural por semilla, pero las bellotas germinadas no
prosperan.

Se pretende aumentar la superficie de pasto eliminando arbustos


leguminosos y helechos que permiten el refugio de semillas para
germinar y dan cobijo a la microfauna como los invertebrados edáficos,
con la posible pérdida de biodiversidad de flora (arbustos de escobas,
helechos,…) y fauna (polinizadores y fauna asociada a la flora).

El desbroce puede provocar la regresión en la serie de


vegetación, que en último caso podría desarrollarse como un gamonal,
especie poco palatable para el ganado y por tanto disminuyendo la
superficie de matorral y de pastoreo, objetivo contrario al Plan de
Mejoras.

Sobre las plantaciones de vegetación del “plan de mejora” deben


ser de procedencia de la zona a reforestar para mantener la genética
del lugar. El abedul, igualmente suponemos que será Betula
celtiberica, que es la especie que corresponde a dicho ecosistema.

Del proyecto se extrae que los tratamientos no buscan beneficios


monetarios, por ello el gasto económico de los estudios pertinentes
para la buena conservación y regeneración de la acebeda es una
inversión para la buena gestión de una especie tan protegida como el
acebo y de un espacio tan importante como la acebeda de Robregordo.

Visita “in situ” a La acebeda durante el proceso de “mejora”.

El día 18 de abril del 2010, se realiza una segunda visita a la


acebeda de Robregordo con la intención de observar el trabajo
realizado en 2005, 2008 y el que se está realizando en 2010.
7
Los trabajos realizados sobre el acebo son abrir paso entre los
rodales, haciendo accesible el interior de los mismos desde cualquier
punto, eliminando la orla exterior que en el proyecto se respetaba.

Las actuaciones en las masas de acebo, consisten en la tala de la


mayor parte de los pies de la cepa, exceptuado algunos de buen porte y
salubridad. (Foto 2).

Foto 2. Resalveos realizados en acebos.

Estas talas son difíciles por la proximidad de los pies, lo que


provoca cortes y heridas en los pies que se han mantenido por el mal
manejo de la motosierra. Hemos observado que los cortes no son
tratados con pasta cicatrizante, lo que puede provocar y provoca, como
se observa en cortas viejas, pies con enfermedades y acceso de
patógenos (entrada de virus, bacterias, hongos, plagas,…). (Foto 3).

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Foto 3. Daños a acebos por motosierra.

Gran parte de la entresaca se ha realizado a ras de suelo, pero


en algunos casos los pies se han cortado a la altura del pecho, lo que
deja unos palos sin vida que dañan a la cepa. (Foto 4).

Foto 4. Talas mal realizadas en la acebeda.

Entre los pies talados muchos son de gran talla diametral, por
ser del interior de la masa, mientras que han dejado pies de pequeña
9
talla en una misma cepa, de modo que el ser filogenético se envejece
por estrés y los chirpiales del mismo parecen jóvenes en edad. Todo
ello favoreciendo el monte bajo de estos jóvenes pies en el interior
de la acebeda.

La leña producida por la corta de pies se apila en el exterior


sin ningún uso aparente, pues aunque está al servicio del paisanaje
que la requiera, este por lo que se ve no la recoge, apilándose leña
de las cortas producidas desde el 2005. (Foto 5).

Algunos rodales con entresacas de hace 5 años parecen tener


dificultades de supervivencia, encontrándonos con una gran mortandad
de pies, así como con otro gran número de pies enfermos.

Foto 5. Abandono de residuos de resalveo.

Posiblemente estos daños son consecuencia de los producidos por


la tala, la motosierra, el estrés de la cepa por exceso de heridas,
por pérdida de vigor a favor de los pies más jóvenes de borde, para
producir follaje, por el exceso de luz en el interior del rodal, por
pérdida de humedad al ser la vegetación menos densa, etc. (Foto 6).

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Foto 6. Muerte de los pies interiores tras resalveos.

En el interior de las masas de acebo tratadas, se puede apreciar


un incremento de germinación de la hiedra y zarzas, pero no de acebos
ni tejos.

Durante la visita “in situ” se estudiaron cuadrículas de 1m² para


comprobar la regeneración del acebo en las masas tratadas. Dichas
cuadrículas se eligieron al azar en un rodal acotado y por tanto
exento del uso ganadero. Se tomó como zonificación el interior del
rodal (3 muestreos), el borde (2 muestreos) y el exterior (1
muestreos). Las plántulas se dividieron entre germinadas de semilla y
nacidos de raíz (de altura inferior a 50cm.).

Como puede apreciarse en la tabla 1, el mayor número de


ejemplares jóvenes de acebo se encuentra en el borde de la masa de
acebos, mientras que el menor número se encuentra en la zona exterior.

INTERIOR BORDE EXTERIOR TOTAL


SEMILLA 1 6 1 8
RAÍZ 5 13 0 18
TOTAL 6 19 1 26
Tabla 1. Resultados de los muestreos de plántulas de acebo.

Conclusiones.

Nos encontramos con una actuación de la Administración Regional


totalmente contraria a los objetivos que persigue y que ocasionará
unos daños irreparables en este tipo de ecosistema tan escaso en
Madrid. Hacemos un llamamiento a nuestros gobernantes para que pongan
freno a este tipo de planificaciones forestales y se decanten por la
protección preventiva de este espacio y por el estudio de la evolución
de la acebeda.

11
Estudiando las características de las acebedas del sector
oriental del Sistema Central y en concreto la acebeda de Robregordo,
vemos que el proyecto de “ordenación” que está llevando la Comunidad
de Madrid no tiene ningún sentido, por lo que exigimos su paralización
inmediata. Es más, creemos que es más importante estudiar la evolución
natural que ésta pueda adquirir, que prejuzgar de antemano el proceso
de degradación que con su madurez puede llegar a tener.

La paralización de dicho proyecto por otra parte, no supone un


quebranto económico, ya que el presupuesto de todos los trabajos a
realizar es mínimo, de 72.069,96 euros. Es más, el coste real
superaría esa cantidad, por lo que se evitaría un gasto innecesario al
contribuyente.

Además dada su característica, como la única acebeda atlántica


existente en la Comunidad de Madrid, creemos que debería de gozar de
una mayor protección, alcanzando la figura legal de Reserva Integral,
y si no fuese posible, al menos un buen sistema de gestión que evitara
su alteración y estudiara su evolución y mantenimiento.

La creación de dicha figura o sistema de gestión, serviría sin


duda para revitalizar la zona, además de ser una marca de calidad y
excelencia ambiental para toda la comarca, sin necesidad de hacer
destructivas "sendas biológicas" que masificarían, y por tanto
degradarían, la Dehesa Boyal. Por contra, sí se podría emplear parte
del presupuesto previsto en construir un arboreto y centro de
interpretación sobre el bosque atlántico en el Sistema Central en
alguno de los pueblos de la comarca, que pondría en valor la acebeda,
contribuyendo a su mayor conocimiento y conservación.

Por tanto, antes de continuar con las actuaciones del Proyecto de


Ordenación, sería necesario el estudio del acebo como especie, estudio
de la acebeda como ecosistema y hábitat en sí mismo y por supuesto, el
estudio de los seres filogenéticos, viabilidad de semillas, etc.

Para terminar, priorizar la gestión y conservación de la acebeda


por su gran valor ambiental, natural y social.

Bibliografía:

ARRIETA, S. (2002). Dinámica de la regeneración de las acebedas en el


centro peninsular Ecosistemas 11
http://www.revistaecosistemas.net/articulo.asp?Id=272

BLANCO, E; M. A. CASADO; M. COSTA; R. ESCRIBANO; M. GARCÍA; M. GÉNOVA;


A. GÓMEZ; F. GÓMEZ; J. C. MORENO; C. MORLA; P. REGATO; & H. SANZ
(1997). Los bosques ibéricos. Una interpretación geobotánica. Ed.
Planeta. S.A. España.

GARCÍA, Mª. D. (2001). Aprovechamiento sostenible de las acebedas del


sistema ibérico norte: caracterización, crecimiento, propagación,
12
conservación, tratamientos silvícolas y producción de ramilla con
fines ornamentales. Tesis Doctoral, UPM.

GARCÍA, M. D; R. GARCÍA; R. SAN MARTÍN; & J. A. PARDOS (2004).


Estimación de la producción leñosa del acebo en las acebedas del
sistema ibérico norte. Actas de la reunión de Modelización Forestal.
Cuad. Soc. Esp. Cien. For. 18: 51 - 56

GUITIAN, J. (1984), Sobre la importancia del acebo en la ecología de


la comunidad invernal de passeriformes en la cordillera cantábrica
occidental. Ardeola 30: 65 – 76.

LÓPEZ, G. (2002). Guía de los árboles y arbustos de la península


Ibérica y Baleares. Ed. Mundiprensa. Madrid

LÓPEZ, N & E. SÁEZ (2002). Gestión, aprovechamiento y paisaje de la


dehesas de Guadarrama y Somosierra (Madrid). Eria 58: 231 – 245.

LÓPEZ, N (2006). Recolonización forestal sobre matorrales: Juniperus


thurifera L., Pinus sylvestris L., y Pinus pinaster Aiton. En el
sector oriental del sistema central madrileño. Serie Geográfica 13: 25
– 41.

MADOZ, P (1850). Diccionario Geográfico – Estadístico – Histórico de


España y sus posesiones de ultramar. Tomo IX. Madrid.

OBESO, J. R. (1996). Producción de frutos y semillas en Ilex


aquifolium L. (Aquifoliaceae). Anales Jardín Botánico Madrid 54: 533 -
539.

Planificación de la ordenación en el monte de Utilidad Pública 120


“Dehesa Boyal” de Robregordo. Consejería de Medio Ambiente y
Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid

RUIZ DE LA TORRE, J (1984). Las dehesas del vértice norte de Madrid.


Montes 1: 8 – 14.

Sanz, F. www.robregordo.com

http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=CM_InfPractica_FA&cid=11141788117
21&idTema=1109265601084&language=es&pagename=ComunidadMadrid%2FEstruct
ura&pv=1114178837416&segmento=1&sm=1

(1) El proyecto integro lo puedes conseguir en nuestra web www.arba-s.org , o en la del


Ayuntamiento de Robregordo www.robregordo.com

(2) Los planos se pueden consultar en la asociación ARBA.

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ANEXOI
VISITA DE MAYO A LA ACEBEDA DE ROBREGORDO.

El día 30 de mayo del 2010, se realiza la tercera visita a la


acebeda de Robregordo con la intención de revisar la vegetación y la
flora.

Los trabajos realizados sobre el acebo, son los mismos que en las
visitas anteriores (resalveo intensivo y no siempre del mejor pie,
heridas sin tratar, daños innecesarios a los pies, resalveos a
distintas alturas, mortalidad de pies tratados, falta de follaje,
etc).

A diferencia de la visita de abril, en esta se aprecia


germinación en el interior de la acebeda de abedules, mostajos,
majuelos, robles, serbales y otras rosáceas de porte arbustivo y/o
arbóreo, en cuanto a las herbáceas cabe destacar a los jacintos,
violetas, orobancas o jopos, el sello de salomón y muy especialmente
reseñamos el martagón o azucena silvestre.

La azucena silvestre (Lilium martagon), es una especie sensible a


la alteración de su hábitat en la Comunidad de Madrid y por tanto con
figura de protección al estar incluida en el catálogo de especies
protegidas. Como se ha podido observar, sólo se desarrolla en el
interior del bosque, protegida del calor del sol y al resguardo de la
humedad de la vegetación. Parece que el clareo del interior de la
acebeda impide que el martagón se desarrolle ya que sólo se ha
encontrado en masas no tratadas, por tanto al abrir la acebeda por
resalveo se está dañando una especie sensible a la alteración del
hábitat de la acebeda. Foto 7.

Foto 7.

En esta visita posterior, no se aprecian en la acebeda tratada


las matas vistas de hiedra y zarzas de abril, probablemente debido al
pisoteo del ganado, ya que se aprecia ramoneo de chirpiales y un mayor
paso de ganado al interior de las masas de acebo tratadas.

14
En cuanto a las zonas de pastoreo, el azulejo y la aguileña
destacan sobre el fondo verde, el helecho despliega sus frondes y
acompaña a los gamones ya en flor. Las zonas de leguminosas (retamas y
escobas) pese a su desbroce a matarrasa, parece que algunas rebrotan
alrededor del pie madre para continuar nutriendo el suelo con su
aporte de nitrógeno tan beneficioso para otras especies forestales.
Por lo que se ha observado durante la visita, el ganado frecuenta más
a menudo las zonas de leguminosas que las zonas de gamonal, suponiendo
que no sólo la calidad del pasto es mejor, sino también la sombra y
resguardo que ofrecen. Foto 8 y 9.

Foto 8. Foto 9.

En esta visita “in situ” se estudiaron cuadrículas de 1m² para


comprobar la flora y la regeneración de las masas de acebo tratadas.

Las cuadrículas se eligieron al azar según la zonificación


elegida en la visita anterior: interior del rodal (zona que se
encuentra bajo el vuelo de los acebos), borde (zona de la periferia
del vuelo y/o entre pies menores de 1,5m de altura), exterior (zona
que se encuentra dentro del rodal a estudiar pero fuera de la
influencia directa de los acebos).

En la tabla 2, se observan los resultados de las cuadrículas,


esta vez se estudiaron un rodal sin vallar y otro vallado para hacer
algunas comparativas. Los muestreos en la zona sin valla son: tres de
interior, uno de borde y ninguno exterior; en la zona vallada: dos de
interior, uno de borde y 1 de exterior.

Especies Sin valla Con valla


Interior Borde Exterior Interior Borde Exterior
Acebo de 1 4 10 1
Raíz
Acebo de 2 1 1
Semilla
Abedul 2 1
Roble 33 2 3 11
Mostajo 19 1 3
Serbal 7

15
Majuelo 3 1 5
Rosáceas 1 9

Tabla 2: Resultados de los muestreos con cuadrículas en la


acebeda.

La diferencia con valla y sin valla se aprecia a simple vista,


siendo la regeneración mejor en el caso de la zona acotada al ganado.
Por otro lado, se observa mayor biodiversidad en la zona vallada,
tanto en el borde como en el interior.

Conclusiones de la visita.

Nos seguimos encontrando trabajos forestales poco profesionales


que dañan a una especie protegida como es el acebo, provocando en
muchos casos pérdida de vigor e incluso la muerte del pie sometido a
“tratamientos de mejora”.

Los paseos por la acebeda revelan enclaves en los que se aprecian


árboles de gran porte cuyo tronco esta fusionado con varios de sus
pies creando una estructura de gran belleza y estabilidad para el
individuo. Foto 10.

Foto 10.

Estas formas propias de la especie se pierden si se realizan


resalveos que eliminan los pies próximos que ayudan a conformar portes
maduros de gran tamaño diametral del acebo y por tanto impiden que se
desarrolle la acebeda como bosque maduro.

Los trabajos de creación de pasillos interiores por la masa de


acebos crean zonas de claros que impiden el desarrollo de otras
especies protegidas, como es la azucena silvestre, por lo que
solicitamos la paralización de dichas actuaciones a favor de la
conservación del ambiente húmedo y umbrío del sotobosque de la
acebeda, y por tanto de las especies que en ella se desarrollan.
16
Solicitamos que no se repitan las podas de leguminosas puesto que
son plantas beneficiosas para el suelo, ya que lo nutre, diversifica
la fauna melífera y da refugio a la fauna y la flora acompañante,
ayudando a mejorar la calidad de pastos.

Para terminar, recordar que en el año 2011 todo espacio incluido


en la Red Natura 2000, como es el caso de la acebeda, debe tener un
plan de gestión y conservación. Por ello solicitamos dicho plan con
sus estudios de flora y fauna para cualquier actuación que se realice
en la Dehesa Boyal.

Bibliografía:

GARCÍA ROLLÁN, M. (1999) 2ªEdición. Atlas clasificatorio de la flora


de España peninsular y balear. Volumen I. Ed. Mundiprensa, España.

GARCÍA ROLLÁN, M. (1996). Atlas clasificatorio de la flora de España


peninsular y balear. Volumen II. Ed. Mundiprensa, España.

http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=CM_InfPractica_FA&cid=11141788117
21&idTema=1109265601084&language=es&pagename=ComunidadMadrid%2FEstruct
ura&pv=1114178838450&segmento=1&sm=1

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ANEXO II
VISITA DE OCTUBRE A LA ACEBEDA DE ROBREGORDO.

El día 23 de octubre del 2010, se realiza la cuarta visita a la


acebeda de Robregordo con la intención de revisar la vegetación y la
flora.

Los trabajos realizados sobre la pista o senda (ensanchamiento de


la misma, hasta una anchura de carretera de dos sentidos,
instalaciones de desagües pluviales de la senda sin relación con
cauces naturales)desde la última visita han dañado y perjudicado a los
pies de acebo que se encontraban en su proximidad, por heridas sin
tratar, daños innecesarios a los pies por alteración del suelo y/o
erosión del mismo, lo que ha provocado que algunos sean tumbados y
estén muriendo, falta de follaje, etc),(Foto 1 y 2). Por otro lado, se
han astillado los restos de troncos cortados y amontonado sin saber
exactamente cual es el fin de esos restos orgánicos. (Foto 3).

Foto 1 Ramas dañadas y secas Foto 2 Pie inclinado y suelo removido

Foto 3 Montón de restos orgánicos

La zona vallada para regeneración situada a mayor altitud se


encuentra dañada, tiene al menos tres puntos de libre acceso y hasta
una entrada para el ganado (Foto 4), lo que impide que cumpla su
función (Foto 5 y 6). Parece que durante este verano el ganado ha
entrado pisoteando y destruyendo todo el esfuerzo por conservar la
acebeda, se demuestra la necesidad de crear más zonas acotadas para la
regeneración, de mayor tamaño para que el acebo pueda regenerarse y la
necesidad de vigilancia de la zona para denunciar a quien rompe la
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valla y crea puertas sin autorización, así como la necesidad de
revisión y mantenimiento periódico de dichas instalaciones.

Foto 4 Puerta para ganado ilegal Foto 5 Malla cinegética caída

Foto 6 Valla rota y tirada

Otra de las zonas valladas se encuentra en gran parte de su


perímetro cerrada con alambre de espino (Foto 7 y 8), prohibido en la
Comunidad de Madrid desde hace años por daños a la fauna autóctona, lo
que implica que esa zona lleva ya muchos años con el cerramiento y eso
se demuestra en la espesura de la masa, pero también supone un riesgo
para la acebeda ya que como sabemos los pies del acebo tienden a
soldarse y eso puede provocar daños en los acebos por intrusión en los
mismos.

Foto 7 Foto 8

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Por tanto, la revisión de todos los cerramientos es necesaria,
así como su modificación y ampliación para una correcta regeneración y
mejora de la acebeda, fomentando la conservación de la biodiversidad.

Los pies que han sufrido el resalveo, están sacando rebrotes


(Foto 9), lo que supone un incumplimiento del objetivo del proyecto de
obtener individuos de gran porte, ya que lo que se fomenta son los
rebrotes de raíz o tocón, que tardarán muchos años en alcanzar el
tamaño que ya tenían los talados, envejeciendo los individuos y
quitándoles vitalidad.

Foto 9

En la parte alta, de gran insolación, donde comienza el dominio


del robledal, se observa como el acebo se refugia a la sombra de otros
árboles o arbustos, lo que demuestra la necesidad de sombra para su
crecimiento y por tanto realizar una repoblación “forestal” (en su
concepto más tradicional) con acebo en solana sólo conduciría a la
producción de matorral incapaz de soportar unas condiciones tan duras,
por ello la regeneración natural (sin carga ganadera), es la única vía
para la conservación y mejora de la acebeda (atendiendo a los
criterios biológicos de la especie y su estudio científico).

Foto 10 Acebos al refugio de otra flora

A diferencia de la visita anterior, se aprecia germinación de


acebos en el área de influencia directa de los mismos. En cambio no
hay constancia de las plántulas que se vieron en visitas anteriores
(abedules, mostajos, majuelos, robles, serbales y otras rosáceas de

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porte arbustivo y/o arbóreo), en cuanto a las herbáceas cabe destacar
la presencia de fresas y hepáticas hasta ahora no detectadas.

La ausencia de las plántulas germinadas es muy posible debido al


pisoteo del ganado, al descanso del mismo bajo la sombra del acebo en
verano e incluso podría ser por falta de luz ya que muchas de ellas
germinaron bajo la sombra del acebo.

En las zonas degradadas, donde se ha talado las leguminosas que


enriquecen el suelo para áreas de pasto, el helecho domina y deja
secar sus frondes insinuando el poco consumo de pasto veraniego por
parte del ganado. (Foto 11)

Foto 11 Helechos tapizando pasto

En la visita “in situ” se estudiaron cuadrículas de 1m² para


comprobar la flora y la regeneración de las masas de acebo tratadas.

Las cuadrículas se eligieron al azar según la zonificación


establecida en las visitas anteriores: interior del rodal (zona que se
encuentra bajo el vuelo de los acebos), borde (zona de la periferia
del vuelo y/o entre pies menores de 1,5m de altura), exterior (zona
que se encuentra dentro del rodal a estudiar pero fuera de la
influencia directa de los acebos).

En la tabla 1, se observan los resultados de las cuadrículas,


esta vez se estudiaron dos rodales sin vallar y otro vallado para
hacer algunas comparativas. Los muestreos en la zona sin valla son:
cuatro de interior, cuatro de borde y cuatro exterior; en la zona
vallada: dos de interior, dos de borde y dos de exterior de la valla
ya que en el interior no hay espacio sin influencia del acebo.

Especies Sin valla Con valla


Interior Borde Exterior Total Interior Borde Exterior Total
Acebo de 4 4 0
Raíz
> 50 cm.
Acebo de 39 7 46 2 2
Raíz
< 50 cm.
Acebo de 3 7 10 2 2

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Semilla
Rosal 1 2 1 4 1 1
Roble 83 10 93 0
< 50 cm.
Mostajo 1 1 0
Hiedra 6 6 3 74 77
Crocus 20 55 75 31 31
nudiflorus
Hepatica 16 16 5 5
nobilis
Fresa 2 2 0
Helecho 1 12 15 28 7 7
Tabla 1: Resultados de los muestreos con cuadrículas en la acebeda.

Los resultamos de los muestreos indican una clara presencia de pies


jóvenes de raíz de acebo, lo que indica que la masa no se regenera con
variabilidad genética. Parece que los robles tienen mayor potencial de
germinación y por tanto mayor éxito que el acebo, pudiendo evolucionar
la acebeda a un robledal si no se maneja adecuadamente.

En nuestra visita sufrimos el exceso de velocidad de los vehículos


a motor con acceso a la acebeda, por un lado no respeten a los
peatones, por otro, levantan tal cantidad de polvo que provocan la
erosión de la senda e impiden la respiración de la flora por tener una
capa de polvo en su superficie, la regulación de la velocidad por
estos vehículos debe respetarse para proteger a peatones y fauna
silvestre.

Conclusiones de la visita.

Las masas de acebo tratadas sufren pérdidas de pies, mortalidad, a


diferencia de las no tratadas, por ello se insta al cese del resalveo
en las masas no tratadas y al cerramiento de las mismas al ganado con
fines de regeneración y conservación ampliando el perímetro más allá
del borde de los acebos.

Los pasillos creados en el interior de la masa de acebos fomenta el


paso del ganado que impide la regeneración del bosque ya que las
semillas que logran germinar, en su mayoría no superan el primer año
de vida como hemos comprobado. Por ello dichos pasillos al interior de
la acebeda se consideran perjudiciales para la conservación de la
biodiversidad del bosque del área protegida.

Tras ver el abandono de las estructuras de regeneración de la


dehesa boyal, se solicita mayor control, vigilancia, sanción y
mantenimiento de la acebeda, ya que sin ello parece imposible su
conservación.

Desde que se iniciaron los trabajos de “mejoras” en la zona, no se


han apreciado cambios de mejora en los acebos, muy al contrario, vemos
como los mismos sufren secándose y el clareo no trae sino mayor
pérdida de flora.

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El espacio limpiado de anterior ocupación por leguminosas, es ahora
un espacio degradado donde abunda el helecho común y el ganado no
aprovecha en su dieta, por lo que solicitamos no ampliar el terreno
destinado a este fin, donde la erosión provoca la perdida de suelo e
imposibilita la regeneración del acebo. Así como antes de continuar
con más trabajos de este tipo, realizar un estudio de carga ganadera
en el área para conocer cuantas cabezas puede soportar la Dehesa Boyal
y actuar en consecuencia.

Para terminar, insistimos en la necesidad de un plan de gestión con


estudios de flora y fauna para cualquier tipo de actuación que se
realice en la Dehesa Boyal.

Foto 12 Acebo dañado y erosión del suelo por ganado al pie de su sombra

Bibliografía:

GARCÍA ROLLÁN, M. (1999) 2ª Edición. Atlas clasificatorio de la flora


de España peninsular y balear. Volumen I. Ed. Mundiprensa, España.

GARCÍA ROLLÁN, M. (1996). Atlas clasificatorio de la flora de España


peninsular y balear. Volumen II. Ed. Mundiprensa, España.

LÓPEZ GONZÁLEZ, G. (2002). Guía de los árboles y arbustos de la


Península Íberica y Baleares. Ed. Mundiprensa, España.

http://www.madrid.org/cs/Satellite?c=CM_InfPractica_FA&cid=11141788117
21&idTema=1109265601084&language=es&pagename=ComunidadMadrid%2FEstruct
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