Por sus propiedades, la cal hidratada tiene múltiples usos,
entre los que se encuentran: - Fabricación de morteros de albañilería: Por su versatilidad, adherencia, resistencia y plasticidad se usa en la fabricación de cimientos, ladrillos y block, aplanados interiores y exteriores. - Elaboración de impermeabilizantes y pinturas: Su alta absorción y retención de agua permite la óptima impermeabilización de superficies. La fabricación industrial de pinturas requiere cal y caliza (finamente molida) para darla, como material de carga, consistencia al producto. - Elaboración de concretos: El empleo de cal para estas labores permite rellenar los huecos entre los agregados y el cemento; de esta manera la cohesión se incrementa proporcionando alta resistencia a la compresión. Por su finura reduce tanto la porosidad como la contracción lineal, es decir, sostiene el agua más tiempo y esto le proporciona al concreto un mejor curado interno. - Estabilización de suelos y conservación de asfaltos: Los suelos tratados con estos productos reducen notablemente su índice plástico y contracción lineal, aumentando el valor relativo de soporte y resistencia a la comprensión de manera permanente. En las mezclas calientes de asfalto funciona como un agente antidesgarrante, de relleno y modifica la viscosidad, con lo que se logra reducir la sensibilidad de la humedad y aumentar el endurecimiento inicial. Esto evita el envejecimiento prematuro de la carpeta asfáltica. -Construcción de mampostería. Para la construcción de monumentos, muros de contención. Además, se usa en paredes con carga. -Aplicaciones estructurales como marquesinas, arcos, cúpulas de diferentes tamaños y formas -Utilizado para la construcción de estructuras de pared como pozos, fuentes y canales de agua -Se utiliza con fines de enlucido: para diferentes tipos, como el enlucido decorativo y liso -Se utiliza para crear patrones complejos y perfiles geométricos Utilizado para trabajos de acabado USOS DEL YESO EN LA CONSTRUCCION Aplanados. - Este nombre se aplica a los trabajos de yeso que se hacen sobre muros o techos para revestir propiamente al tabique, al bloque de concreto o al concreto hidráulico. La mezcla debe hacerse sobre una tarima o en un cajón, el cajón debe ser adecuado en tamaño para el ritmo de trabajo del yesero, ya que debe estar cerca de él para poder llenar con una cuchara la talocha o llana de madera con la que el yesero embarra el yeso sobre la superficie por enyesar, posteriormente el yesero emplea una llana metálica para dejar la superficie lisa. El aplanado de las superficies debe hacerse tratando de subsanar todas las imperfecciones consumiendo un mínimo de yeso pero proporcionando aislamiento térmico. El espesor de recubrimiento generalmente varía entre 1 y 2 cm. Para que el trabajo de aplanado con yeso sea satisfactorio se debe tener cuidado de limpiar perfectamente la superficie para favorecer la adhesión. Cuando el yeso se pretenda aplicar sobre el concreto, es recomendable picar la superficie del concreto inmediatamente después del descimbrado, cuando el concreto todavía no está muy duro, de esta manera el yeso se adhiere mejor. La calidad y uniformidad del trabajo de aplanado con yeso que se puede lograr está en función de los requisitos que se quieran imponer, por ejemplo, el yesero simplemente puede embarrar las superficies con las llanas hasta lograr una superficie lisa y sin embargo no está garantizado que el espesor sea constante o que las superficies sean perfectamente verticales o perfectamente horizontales. Para lograr un trabajo de calidad es necesario que el yesero siga alguna o algunas de las siguientes prácticas: Hacer uso de hilos atados a clavos en las paredes a trabajar (reventón), los hilos definirán el espesor que se pretende colocar, normalmente de unos dos metros para que el yesero alcance bien con su regla de madera. Hacer uso de tiras de madera clavadas a la superficie para cumplir con el mismo propósito del inciso anterior Emplear el plomo y la regla para controlar la verticalidad del acabado en el caso de muros. Emboquillados.- El emboquillado consiste en formar los marcos de las puertas y ventanas, este trabajo se lleva al cabo después del aplanado de muros, generalmente se cotiza aparte pues requiere de un cuidado muy especial para formar perfectamente las esquinas de los marcos. En ocasiones las esquinas de los marcos se protegen con algún tipo de protección metálica para que duren más y puedan restaurarse más fácilmente cuando se deterioren. Perfiles decorativos.- La creación de perfiles decorativos de yeso aún se siguen empleando para formar cornisas, zoclos o marcos en ventanas y puertas. Los perfiles se pueden elaborar en la obra o prefabricarse. Tableros o paneles de yeso.- La industria de prefabricación de tableros de yeso es relativamente nueva, este tipo de elemento constructivo se forma de un corazón de yeso cubierto por ambos lados con algún material protector como el papel cartón o el viníl según el tipo de acabado que se quiera dar o la protección que se desee. Los tableros de yeso se emplean mucho en la construcción de muros divisorios, los tableros se unen por medio de una estructura de madera ya sea clavándolos o atornillándolos, la unión de los tableros deja una junta o serie de juntas que se pueden resanar con yeso o algún otro material. Se han llegado a emplear el yeso para construir sistemas de techado donde se elabora un tipo de concreto a base de yeso empleando un agregado para consumir menos material, en este tipo de trabajo se debe tener un refuerzo (generalmente malla de acero y/o fibras) y un tratamiento final impermeabilizante. Las posibilidades del yeso aumentan mucho cuando se le combina con la cal para acabados en exteriores. Cielo Raso. La estructura de la vivienda estaba constituída principalmente por maderos a modo de vigas. Atravesando perpendicularmente a éstos, se clavaban los cañizos (fabricado por los cañiceros, el cañizo era el tejido creado a partir de cañas provenientes del tajado de cañas mayores. Tajador o rajador denominaban al instrumento de madera con tres ranuras que dividía la caña).Con la llana y al toque de un buen albañil, se iba enyesando a partir de yeso basto ( muere pronto para que no caiga) y paja, en dos mantos cargando la techumbre poco a poco. Al ser yeso de fraguado rápido, adquirirá al consolidarse buena resistencia La tercera y última mano se realizaba con yeso más fino (tamizada con ciazo). La faena en un habitáculo mediano, por lo general duraba dos días, uno para tejer y otro para enyesar. Revoltones. Lo denominaban “dar las vueltas”, ” cielo volteado”. Apoyados en moldes de madera, se solía rellenar el techo de la última planta con yeso y cascos de teja, tomando buena consistencia, sobre el cual se dispondría posteriormente el tejado. Cielo raso cóncavo. Enlucido de paredes. Al igual que ahora, se aplicaban diversas capas o manos, de menor a mayor finura cada vez. La primera sería para nivelar la pared, una segunda un poco más fluída y una última de acabado de mayor finura con la llana. Para el acabado de tabiques era indicado un yeso de fraguado lento y pasado de cocido ( de esta forma el rollado era más fácil). No siendo problema que resultase un yeso de consistencia débil, se mejoraba su trabajabilidad.