Professional Documents
Culture Documents
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Para otros usos de este término, véase Historia (desambiguación).
«Historiadora» redirige aquí. Para novela escrita por Elizabeth Kostova, véase La
historiadora.
En la mitología griega, Clío era la musa o diosa protectora de la Historia, además de la poesía épica.
Aquí aparece observando antes de anotar en su libro, desde un carro alado cuya rueda es la esfera
de un reloj.
La historia es la ciencia que tiene como objeto el estudio de sucesos del pasado,
tradicionalmente de la humanidad1, y como método el propio de las Ciencias
Sociales/Humanas, así como el de las Ciencias Naturales en un marco de
interdisciplinariedad.2 Siendo la disciplina que estudia y narra cronológicamente los
acontecimientos pasados. Se denomina también «historia» al periodo que transcurre
desde la aparición de la escritura hasta la actualidad, aunque es un convencionalismo
ampliamente superado en la actualidad, considerando a la prehistoria también como parte
intrínseca de la historia.
Más allá de las acepciones propias de la Ciencia Histórica, Ciencia de la Historia, Ciencias
Históricas o Ciencias de la Historia, «historia», en el lenguaje usual, es la narración de
cualquier suceso, incluso de sucesos imaginarios y de mentiras;34 sea su propósito
el engaño, el placer estético o cualquier otro (ficción histórica). Por el contrario, el propósito
de la ciencia histórica es averiguar los hechos y procesosque ocurrieron y se desarrollaron
en el pasado e interpretarlos ateniéndose a criterios de objetividad; aunque la posibilidad
de cumplimiento de tales propósitos y el grado en que sean posibles son en sí mismos
objetos de estudio de la Historiología o Teoría de la Historia, como epistemología o
conocimiento científico de la historia.
A su vez, llamamos «historia» al pasado mismo, e, incluso, puede hablarse de una
«Historia Natural» en que la humanidad no estaba presente (término clásico ya en desuso,
que se utilizaba en oposición a la historia social, para referirse no solo a la geología y
la paleontología sino también a muchas otras Ciencias Naturales —las fronteras entre el
campo al que se refiere tradicionalmente este término y el de la prehistoria y
la arqueología son imprecisas, a través de la paleoantropología—, y que se pretende
complementar con la Historia ambiental o ecohistoria5, y actualizarse con la denominada
«Gran Historia»: campo académico interdisciplinar que se define como "el intento de
comprender de manera unificada, la historia del Cosmos o Universo, la Tierra, la Vida y
la Humanidad", cubriendo la historia desde el Big Bang hasta la Historia del mundo actual6
78).
Ese uso del término «historia» lo hace equivalente a «cambio en el tiempo».9 En ese
sentido se contrapone al concepto de filosóficoequivalente a esencia o permanencia (lo
que permite hablar de una filosofía natural en textos clásicos y en la actualidad, sobre todo
en medios académicos anglosajones, como equivalente a la física). Para cualquier campo
del conocimiento, se puede tener una perspectiva histórica —el cambio— o bien filosófica
—su esencia—. De hecho, puede hacerse eso para la historia misma (véase tiempo
histórico10) y para el tiempo mismo (véase Historia del tiempo de Stephen Hawking, libro
de divulgación sobre cosmología). En este sentido, todo pasado en relación
al presente hace alusión al tiempo y a su cronología, y por lo tanto tener historia.
En medicina se utiliza el concepto de historia clínica para el registro de datos sanitarios
significativos de un paciente, que se remontan hasta su nacimiento o incluso hacer lo
propio con respecto a su herencia genética.
Se denomina historiador a la persona encargada del estudio de la historia. Al historiador
profesional se le concibe como el especialista en la disciplina académica de la Historia, y al
historiador no profesional se le tiende a denominar como cronista.11
II Índice
VI Etimología
Busto de Heródoto, el llamado Padre de la Historia.
La palabra historia deriva del griego ἱστορία (léase historia, traducible por «investigación» o
«información», conocimiento adquirido por investigación), del verbo ἱστορεῖν («investigar»).
De allí pasó al latín historia, que en castellano antiguo evolucionó a estoria (como
atestigua el título de la Estoria de España de Alfonso X el Sabio, 1260-1284) y se
reintrodujo posteriormente en el castellano como un cultismo en su forma latina original.
La etimología remota procede del protoindoeuropeo *wid-tor- (de la raíz *weid-, «saber,
ver» —construcción hipotética—)26 presente también en las palabras latinas idea o visión,
en las germánicas wit, wise o wisdom, la sánscrita veda,27 y las eslavas videti o vedati, y
en otras lenguas de la familia indoeuropea.28
La palabra antigua griega ἱστορία fue usada por Aristóteles en su Περὶ τὰ ζῷα ἱστορίαι
(léase Peri ta zoa jistória, latinizado Historia animalium, traducible por Historia de los
animales [el título griego es plural y el latino es singular]).29 El término se derivaba de
ἵστωρ (léase jístōr, traducible por «hombre sabio», «testigo» o «juez»). Se pueden
encontrar usos de ἵστωρ en los himnos homéricos, Heráclito, el juramento de
los efebos atenienses y en las inscripciones beocias (en un sentido legal, con un
significado similar a «juez» o «testigo»). El rasgo aspirado es problemático, y no se
presenta en la palabra cognata griega εἴδομαι («aparecer»). La forma ἱστορεῖν («inquirir»),
es una derivación jónica, que se expandió primero en la Grecia clásica y más tarde en
la civilización helenística.
Historia General de los Hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Océano,
de Antonio de Herrera, edición de 1601.
En el estudio de la historia conviene diferenciar tres conceptos a veces usados laxamente
y que pueden llegar a ser confundidos entre sí:
Prehistoria
Edad de los
Edad de Piedra
Metales
Paleolítico Mesolítico N
e
Pal o
eol Edad Edad Edad
l
íti Paleolític Epi- Proto- del del del
P a l e o l í t i c o i n f e r í
c o paleolític neolític Cobr Bronc Hierr
i o r t
o superior o o e e o
i
me c
dio o
Historia de Europa
Edad Antigua Edad Media Edad Edad
Baja Edad Moder Contemporá
Media na nea
Alta sigl
sigl
Protohist Antigüe Antigüe Eda Plen o
o
a sigl sigl XVI sigl sigl
oria dad dad d XV
II sigl
clásica tardía Med Eda Cris o o o o
o
ia d is XV XV XI XX
XX
Med I II X I
ia
1. Prehistoria
Pinturas rupestres de Cueva de las Manos (Río Pinturas, Argentina, cerca de 9000 años de
antigüedad). Representan esquemáticamente a un hombre y a grupos de animales; también
se observan otros símbolos, destacadamente las manos que dan el nombre al lugar. Esta
forma de arte prehistórico, aunque es un testimonio valiosísimo para la reconstrucción del
pasado, no es una fuente histórica en el sentido clásico de la palabra, sino arqueológica.
Los miles de guerreros del ejército de terracota (Xian, siglo III a. C.) servían para garantizar
el eterno mandato de Qin Shi Huang, autoproclamado primer emperador de China,
temeroso de los innumerables enemigos cuya venganza esperaba en la vida después de la
muerte. Las civilizaciones extremo-orientales se caracterizaron por su continuidad, que no
se vio interrumpida por la discontinuidad entre Edad Antigua y Edad Media propia de
la civilización occidental. Especialmente la civilización china, el ejemplo más estable
de imperio hidráulico, vio la repetición aparentemente perpetua de ciclos dinásticosde auge
(interpretado tradicionalmente como premio por respetar el equilibrio del mandato del cielo),
descomposición interna (interpretada como consecuencia del desequilibrio al no respetarlo)
e invasiones exteriores (interpretadas como castigo y oportunidad de reiniciar el ciclo), que
continuó hasta el siglo XX.
El acueducto de Segovia, una construcción utilitaria romana de finales del siglo I, sigue
determinando la personalidad de una ciudad contemporánea, junto con otros hitos de su
historia como las murallas o la catedral. Otras muestras de la pervivencia de
la romanización en la actualidad son la lengua, el derecho, la religión, etc.
Cara de la guerra en el Estandarte de Ur, III milenio a. C. Aparecen tropas uniformadas y
en formación, carros de guerra y la figura destacada de un líder. Los enemigos vencidos
son pisoteados por los caballos o sometidos.
Dos guerreros griegos en combate singular. Tras ellos hay carros de guerra. Fragmento
de una crátera ática de figuras negras, Selinunte, siglo VI a. C.(contemporánea a las
reformas de Clístenes). El equipamiento militar para el combate cuerpo a cuerpo (casco,
lanza) es similar al que usarán los hoplitas, pero ellos luchan agrupados en falanges, y el
escudo estará diseñado para proteger tanto al compañero de filas como al que lo lleva.
Sarcófago Ludovisi, hacia 250. Las legiones romanas luchan contra los godos, que en los
siglos siguientes (periodo de las invasiones bárbaras) contribuirán decisivamente tanto a
la continuidad como a la Caída del Imperio romano, tras la que instaurarán algunos de los
más importantes reinos germánicos de la Alta Edad Media.
Alta Edad Media: siglo V al siglo X. Una época oscura por la escasez de
fuentes escritas, debida al retroceso de la vida urbana y de la descomposición
del poder político que caracterizan al feudalismo. La Iglesia, sobre todo a
través del monacato, se convierte en la única continuidad de la tradición
intelectual. La nobleza y el clero, vinculados familiarmente, son
los señores que ejercen el poder político, social y económico sobre
los campesinos sometidos a servidumbre. Castillos y monasterios se imponen
en un paisaje de bosques, baldíos y pequeñas aldeas casi incomunicadas.51
Baja Edad Media: Del siglo XI al siglo XV. A veces se restringe al siglo XIV y
al siglo XV, como Crisis de la Edad Media o Crisis del siglo XIV;
denominándose el periodo del siglo XI al siglo XIII como Plenitud de la Edad
Media. Se produce una revolución urbana y un aumento de la actividad
comercial y artesanal de una incipiente burguesía, al tiempo que se fortalece el
poder de las monarquías feudales. Los poderes universales (Pontificado e
Imperio) se enfrentan y entran en crisis. Las Cruzadas demuestran la
capacidad de expansión europea hacia el oriente del Mediterráneo, mientras
en Al-Ándalus (España musulmana) se imponían los reinos cristianos del norte
peninsular. La universidad medieval reelaboró el saber antiguo a través de
la escolástica (revolución del siglo XII). En los siglos finales se conforman los
rasgos que caracterizarán todo el periodo del Antiguo Régimen: una economía
en transición del feudalismo al capitalismo, una sociedad estamental y
una monarquía autoritaria en transición a la monarquía absoluta.52
Santa Prisca de Taxco, México. Edad Moderna.
XI Véase también
XII Referencias
1. ↑ A partir del hombre surge la historia al poder estudiar y reflejar
por escrito su propio pasado y el que le precede
(Prehistoria o Historia Natural). El concepto de "prehistoria" es
un convencionalismo, que hacía alusión a una historia previa a
la historia oficial de la Iglesia (sobre la creación del mundo,
Adán y Eva, etc.), cuya denominación, que también representa
un campo académico, se mantiene por tradición. Actualmente la
disciplina académica de la Historia se centra,
fundamentalmente, en la historia del hombre, aunque
etimológicamente también abarque, por ejemplo, la historia
natural (actualmente estudiada por la Biología y Geología); pero
no debemos olvidar que las Ciencias Históricas estudian
muchas y diferentes realidades del pasado.
2. ↑ CARR, Edward H. (1985). ¿Qué es la Historia?. Barcelona :
Ariel. ISBN 84-344-1001-X.; TUÑÓN DE LARA, Manuel (1985). Por
qué la Historia. Barcelona : Aula Abierta Salvat. ISBN 84-345-7814-
X. El pasado, ese país extraño, fluido y mudable, sometido
siempre a los cambios que impone el presente, sufre extrañas
convulsiones en tiempos de crisis general: nada de él queda
incólume (Santos Juliá, 2 de febrero de 2014).
3. ↑ Real Academia Española y Asociación de Academias de la
Lengua Española (2014). «historia». Diccionario de la lengua
española (23.ª edición). Madrid: Espasa. ISBN 978-84-670-4189-7.
4. ↑ Con respecto a la forma de escribir la palabra,
con mayúscula o minúscula, suele hacerse la distinción
de Historia e historia, pero no es estricta, indicando la
mayúscula más bien la intención del redactor de dotar a la
palabra de un rasgo mayestático, que un hablante podría
remarcar incluso con un gesto ampuloso o un tono engolado,
que si se exagera puede denotar incluso parodia o ridículo.
Distinguiendo ese uso mayestático, en muchas ocasiones se
diferencian usos de historia con minúscula (la historia como
narración) de otros que se marcan con la mayúscula
(la Historia como ciencia o asignatura). La palabra Historia con
el significado de pasado se suele escribir con mayúscula
especialmente con la intención de denotar un pasado
glorioso o memorable o la proyección de un hecho hacia el
futuro (como en el tópico pasar a la Historia, es decir,
convertirse en histórico por ser trascendente); mientras que se
suele escribir en minúscula cuando se trata de
la historia particular de una persona, de su biografía. También
existe una diferencia de uso entre historia en singular
e historias en plural, pudiendo tener esta última una
connotación negativa (cuando se usa de forma equivalente
a cuentos o patrañas). Todos estos matices son muy inasibles,
y solo apreciables a través del contextodel mensaje oral o
escrito. No obstante, la Fundación del Español
Urgente (Fundéu) recomienda la mayúscula únicamente
«cuando forma parte de un nombre propio (como Real
Academia de la Historia, Facultad de Historia, la asignatura de
Historia)», y utilizar la minúscula en el resto de los casos, tanto
si son usos científicos como si no («contó una larga historia»,
«pasó a la historia», «la historia de Roma»...). «Historia o
historia.»FundeuBBVA.
5. ↑ Y las disciplinas de carácter paleoecológico
6. ↑ [1]
7. ↑ [2]
8. ↑ ¿Gran historia? ¿historia grande?. «12 hechos de la historia
de España que habría que conocer: Big History - ¿Gran
historia? ¿historia grande?». Consultado el 7 de agosto de
2015.
9. ↑ El historiador francés Marc Bloch, la ha definido como la
"ciencia de los hombres a través del tiempo". Bloch,
M. Introducción a la historia. México: Fondo de Cultura
Económica.
10. ↑ De hecho se puede aplicar esa perspectiva temporal para
cualquier otro campo de conocimiento, como el tiempo
geológico, tiempo biológico, tiempo astronómico, etc.
11. ↑ historiador/ra, en Diccionario RAE.es (2017).
12. ↑ Scott Gordon and James Gordon Irving, The History and
Philosophy of Social Science. Routledge 1991, p. 1. ISBN 0-
415-05682-9. Ritter, H. (1986). Dictionary of concepts in history.
Reference sources for the social sciences and humanities, no.
3. Westport, Conn: Greenwood Press, p. 416.
13. ↑ De hecho son habituales las polémicas entre los propios
historiadores sobre este punto, siendo muy llamativo el
reproche que Cipolla (en su ensayo paródico El papel de las
especias... -1973- y Las leyes fundamentales de la estupidez
humana -1976-, recogidos en Allegro ma non tropo Barcelona:
Crítica-Drakontos, 1991 ISBN 84-7423-509-X) realizaba a los
métodos cliométricos de Fogel y Stanley Engerman, o los
debates de las distintas tendencias dentro de los historiadores
marxistas británicos. Véase el artículo de Javier Ortiz
Cassiani Historia y modas intelectuales Historia Crítica nº 28,
2004. José Álvarez Junco, Los malos usos de la Historia, 21 de
diciembre de 2013:
la Historia académica, una actividad que algunos de sus
practicantes defienden como científica. No lo es, desde
luego, en el mismo sentido en que puedan serlo las
ciencias duras, en primer lugar porque el número de
variables que entran en cada fenómeno es poco menos
que infinito; es decir, que las “causas” de los hechos
históricos no son únicas, ni en general claras. A estos
asuntos se les puede aplicar aquello que dijo Oscar Wilde
sobre la verdad: que raras veces es simple y nunca es
pura. Tampoco es la Historia un conocimiento aséptico u
objetivo porque los datos que nos llegan sobre el pasado
(documentos, ante todo) son parciales, muchas veces
escasos y, sobre todo, subjetivos, emitidos por alguien que
estaba implicado en la situación que describía. Una
distorsión a la que se añade la que introducimos nosotros
mismos, quienes recogemos e interpretamos esos datos,
que también somos parciales y subjetivos, ya que
anotamos unos hechos y descartamos otros según que
nuestra visión del mundo los considere o no significativos.
Dentro de estas limitaciones, sin embargo, la Historia
aspira a un status de ciencia social, un tipo de
conocimiento que no admite la arbitrariedad, el
ocultamiento o el falseamiento de fuentes. Y esto es lo
malo: que muy buena parte de la Historia que se escribe
cae en este tipo de deformación porque tiene una finalidad
política: es decir, que se usa como argumento al servicio
de una causa; normalmente, a justificar la existencia de la
organización política en la que habitamos (o la de otra
organización alternativa que pretendemos crear).