Mayo 2019

La Vida Que Celebrando Nuestro

Exalta a Cristo Legado
. . . Con Visión De Futuro

Convención
Región Noroeste
Fiesta del
Pueblo

Edición especial
 La Vida Que Exalta a Cristo
por NICOLÁS MARULLA, obispo de la Iglesia de Dios en Argentina
L
A VIDA del creyente que exalta a
nuestro Señor es un asunto que
cuenta con abundante contenido
Bíblico. En Esdras encontré un ejemplo
que describe un orden muy claro de este
tipo de vida, comenzando con el corazón.
“Porque Esdras había preparado su
corazón para inquirir la ley de Dios y para
cumplirla, y para enseñar en Israel sus
estatutos y decretos” (Esdras 7:10).
Esdras preparó su corazón para
desarrollar acciones, las cuales tuvieron
como meta final poner en alto el nombre
del Señor. Esta fue la motivación más
fuerte de su vida, más que cualquier otra
cosa que pudiese amar. En el texto vemos
aspectos de la vida de Esdras que nos
ayudan a comprender la importancia de
vivir procesos. Estos gozan de un orden y
a la vez de simultáneidad.
1. “Había preparado su corazón”
Preparar es disponer y arreglar algo
para que sirva a un efecto. El corazón
es el asiento de los afectos y de los
pensamientos.
“Preparó su corazón”, nos da a entender
que lo consagró para aquello que era su
pasión dominante. Tiene que ver con
limpiar el corazón, es decir, con alcanzar
una especial sensibilidad hacia aquello que
ofende a Dios. La convicción de pecado
es una gracia mayor que Dios concede
a sus hijos, es una llave que abre todas
las demás gracias. Esta convicción es
producida por el Espíritu Santo.
2. “Para inquirir en la ley de Dios”
Esto tiene que ver con indagar en la
Palabra de Dios, hacerle preguntas al texto
y procurar discernir la voz de Dios.
Abraham soberanamente escuchó
la voz de Dios, quedó atrapado en ella y
se convirtió en un hombre de fe. Esdras
comprendió la Palabra de Dios de manera
formal, pasando por un proceso diferente
al de Abraham.
Muchos de los pioneros de la Iglesia
preparon bien sus corazones para agradar
y servir a Dios. Se consagraron por
completo experimentando una entrega
total. La mayoría de ellos no contaron con
una preparación formal, pero el Espíritu
los formó en la Palabra.
3. “Y para cumplirla”
Todos los pasos que vemos en el texto
son necesarios. Uno depende del otro para
que el proceso de Dios sea efectivo en
nuestras vidas.
Esdras comprendió el proceso y la
obediencia fue clave para que su servicio
gozara de autoridad. Esta clave constituye
en muchos casos, una especie de eslabón
perdido de nuestro tiempo, signado por
la superficialidad y la incoherencia, la cual
consiste en no practicar lo que se cree y lo
que se dice.
Jesús demandaba de sus oyentes que
escucharan sus palabras y las pusieran por
obra (Lucas 6:46-49).
El conocimiento se vuelve importante
cuando se traduce en acción, cuando
se pasa de la teoría a la práctica y de
la teología a la vida. No tiene sentido
ir al médico, si no se atienden sus
recomendaciones. Sin embargo, hay miles
de personas semanalmente en las Iglesias
que escuchan las enseñanzas de Jesús y
no hacen cambios en su vida.
4. “Y para enseñar a Israel”, es decir,
para servir al pueblo
Ahora Esdras estaba listo para pasar
al próximo nivel, el del servicio. Esdras
había entendido que se puede enseñar
por lo que se dice, aún más, por lo que se
hace, pero mayormente por lo que se es.
Mientras uno va conociendo a Dios y su
Palabra, aplica a su vida ese conocimiento
que luego va a compartir en el servicio.
Se enseña a orar, cuando hay una
vida de oración. Se exige amor, cuando se
ama al prójimo. Se demanda preparación,
cuando hay una actualización constante.
Se insta a dar los diezmos, cuando se es
fiel en dar. Se enseña sobre la familia,
cuando se cuida de ella.
El servicio cristiano tiene un carácter
sacrificial.
No se trata de que nos sobre para dar,
se trata de dar la vida misma. Se trata de
“gastarse” en el servicio. La proclamación
del Evangelio y la demostración de este, van
juntas, y esto es lo que glorifica a Cristo.
El servicio que fluye de nuestro interior
es el que produce vida, gozo y paz. Para el
cristiano, el servicio es la marca distintiva de
la nueva vida que exalta a Cristo.
Esdras experimentó tres dimensiones
de la vida: Priorizó consagrar su corazón
para agradar al Señor, (fidelidad con Dios).
Luego, escuchar y obedecer su Palabra,
(integridad consigo mismo) y finalmente,
bendecir al pueblo de Dios en su conjunto,
(servicio a la iglesia y al mundo).
La clave y el fundamento de la vida
de Esdras fue que “preparó su corazón”.
Es decir, cuidó siempre de que sus
intenciones y motivaciones fuesen sanas
y puras. Preparó su corazón para que no
haya doblez ni egoísmo, y no buscar su
gloria personal, sino amar a los demás y
sentir el servicio como un acto de gratitud
al Dios de toda gracia.
Cuando Dios nos mira, lo primero que
mira es nuestro corazón. La dedicación
sin reservas de tu corazón a Dios, junto
a la motivación de obedecer y servir a los
demás, te convertirán en un cristiano que
exalta a Cristo.
Nicolás
Marulla
 por MAURO VARGAS, supervisor nacional de República Dominicana
¡Exaltemos el Nombre que es
Sobre Todo Nombre—Jesucristo!
“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos” (Juan 15:8).
E
xaltar es un verbo cuya etimología
se halla en el vocablo latino exaltāre.
La primera acepción mencionada
por el diccionario de la Real Academia
Española (RAE) se relaciona a “encumbrar,
enaltecer o glorificar algo o a alguien”.
La vida dedicada a seguir a Cristo tiene
un alto precio. El precio es la consecuencia
y el medio de exaltar a Cristo. Cuando se
acepta con gozo, el costo de seguir a Cristo,
su valor resplandece en el mundo. El costo
se convierte en el medio para hacer que
Cristo se vea como es, grandioso.
Ser cristiano no se circunscribe solo en
adorar a Dios por dos horas el domingo o
cuando se va a la iglesia. La persona que
exalta a Cristo está comprometida a una
vida de obediencia a Él, las veinticuatro
horas diarias, los siete días a la semana,
¡le aseguro que es una vida plena y una
aventura emocionante! (Juan 10:10).
La obediencia se refiere a todos los
aspectos de nuestras vidas: Las relaciones
con familiares y amigos, nuestros
compañeros de trabajo, compromisos
y ambiciones del futuro, todo debe
ser dirigido por el propósito de Dios
en nuestras vidas. Esto es posible si
involucramos los siguientes elementos en
nuestra cotidianidad:
La Vida del Creyente Como un Modelo
de Cristo
La vida del creyente de Cristo es un
factor clave para ser un testimonio vivo
que impacte a los demás. La persona,
como nueva creación, debe dar evidencias
de su nueva fe a través de su conducta.
Jesús dijo: “Hagan brillar su luz delante
de todos, para que ellos puedan ver las
buenas obras de ustedes y alaben al Padre
que está en el cielo” (Mateo 5:16). Los
hábitos y estilo de vida del cristiano deben
exaltar a Jesús y ser una inspiración
para que otros se interesen por Él. Esto
no significa que sea perfecto. Con toda
seguridad, el seguidor de Jesús tropezará
muchas veces mientras camina, pero Dios
está dispuesto a perdonar los pecados y a
encaminarlo nuevamente.
El Poder Transformador del Espíritu
Santo
El vivir siendo un buen ejemplo no
hace a alguien un testigo eficaz. También,
es necesario un poder que está más allá
de su alcance. Esa es la obra del Espíritu
Santo que vive dentro de todos los que
creen en Cristo (Hechos 1:8). Cuando la
vida está limpia y camina bajo el control
del Espíritu Santo, Él puede testificar a
través de esa persona.
En el Libro de los Hechos, leemos
un pasaje muy efectivo acerca de un
hombre llamado Felipe y otros que, fueron
elegidos para desempeñar un servicio
en la Iglesia, porque los vieron “llenos
del Espíritu Santo y de sabiduría” (6:3).
Felipe estaba desarrollando un ministerio
importante en Samaria (8:4–13) cuando
un ángel lo llamó para ir a Gaza (8:26),
donde un funcionario etíope que volvía
de Jerusalén iba leyendo el capítulo 53
de Isaías. Aplicando la sabiduría que Dios
le dio y con el poder del Espíritu Santo,
Felipe, “comenzando desde esta escritura,
le anunció el evangelio de Jesús” (8:35).
El Poder de la Palabra de Dios
Un ingrediente sin el cual no puede
haber un testimonio eficaz es la Palabra
de Dios—la Biblia. En el testimonio de
Felipe vimos cómo Dios en su soberanía
puso la Sagrada Escritura apropiada en
las manos del etíope. Cuando la semilla,
que es la Palabra de Dios, es plantada en
un corazón preparado, genera frutos de
compromiso en el creyente en Cristo (1
Pedro 1:23).
El poder compartir la fe en Jesucristo,
a través del testimonio y la Palabra de
Dios puesta en práctica en nuestra vida
con otro, es emocionante. El cristiano
siempre puede hablar del cambio que
Cristo hizo en su vida. Hay muchísimo
poder en un testimonio personal, sencillo,
y honesto. También es útil tener en
mente un orden o un plan práctico para
presentar las verdades del Evangelio, de
esta manera otros podrán comprender e
interesarse en esas verdades del Reino.
Jesús es exaltado como Señor, a
través de una vida de transformación. No
podemos vivir vidas perfectas. Cuando
fallamos, podemos llevar esos fracasos
a Jesucristo. El promete perdonarnos y
limpiarnos (1 Juan 1:9). Todos los días
tenemos que dejar de un lado la manera
anterior de vivir y recordar que somos
nuevas criaturas (Efesios 4:24). Dando la
espalda a nuestros pecados y recibiendo
la vida nueva que Cristo nos dio, y esto
nos permitirá cada vez volvernos más
semejantes a Él (Romanos 12:2).
Nuestro compromiso de exaltar a Cristo
debe tener una profunda convicción de que
aun cuando la sociedad cristiana y la propia
iglesia fallan, el creyente está llamado a
seguir a Cristo entre los hombres, a pesar
de la comunidad y de la iglesia.
La vida cristiana a menudo va en contra
de la corriente del mundo que nos rodea.
Así que necesitamos un compromiso
de todo corazón, un verdadero amor
a Jesucristo, una vida disciplinada y
dispuesta a reconocer nuestros errores y
dejar atrás nuestros viejos hábitos con la
finalidad de vivir una vida victoriosa en
Cristo. Cuando le entregamos cada área de
nuestra vida a Jesucristo, podemos vivir
la vida al máximo
como en Su voluntad,
así de esta manera
estaremos exaltando
públicamente el
nombre que es sobre
Mauro
Vargas todo nombre—
Jesucristo.
Celebrando Nuestro Legado
. . . Con Visión De Futuro
por RICARDO LÓPEZ, obispo administrativo de la Iglesia de Dios en Puerto Rico
L
A IGLESIA DE DIOS “Mission
Board” en Puerto Rico estará
celebrando su septuagésimo
quinto (75) al iniciar el año
2019 como una organización eclesiástica
protestante, evangélica, carismática y
pentecostal.
La IDDMB en Puerto Rico se inicia en
una reunión bajo el liderato del misionero
de EE. UU., J.H. Ingram junto a Lorenzo
Delgado Balcasa, Fabriciano Picón, José
Rivera, Ángel Berganzo, una misionera
de extracción venezolana, la hermana
Rosa Marcano y dos hermanos más. Esta
reunión se llevó a cabo en la iglesia Los
Setenta en la calle San Juan. Estos fueron
orientados por el misionero Ingram sobre
la doctrina y gobierno de la Iglesia de Dios,
decidiendo unirse para establecer la Iglesia
de Dios “Mission Board” en P.R. y agilizado los trámites con el CRIM y el
Esta gran iglesia ha sido dirigida
durante estos setenta y cinco años por: C.
E. French (1944-47; 1961-63); Antonio
Collazo (1947-58); William D. Alton
(1958-61); Ricardo González (1963-67);
Miguel Navas (1967-78); Manuel Pérez
Sánchez (1978-82; 1990-94); Víctor
Pagán (1982-86); Efraín Navas (1986-
1990); Santiago Rosado (1994-96); Dr.
Ángel Marcial (1996-2006); Dr. Ildefonso
Caraballo (2006-2012); Ricardo López
Ortiz (2012 al presente).
El Señor ha sido bueno, celebramos
nuestro legado . . . con visión de futuro.
El legado no puede negarse. En lo que
respecta a la educación y formación
teológica, nace en el año 1956 el Instituto
Bíblico Interamericano en los altos del
templo de la IDDMB en la Pda. 22 en
Santurce, P.R. bajo el Rvdo. Antonio
Collazo. En el 1956 es nombrado el Rvdo.
William D. Alton como el primer director
educacional de la IDDMB en P.R. En la
década del 60 el I.B.I. fue trasladado a sus
nuevas facilidades en Saint Just, Trujillo
Alto, P.R., bajo la dirección del Rvdo.
January
Dr. Héctor Camacho Hernández. Hoy
esta institución de formación bíblica y
teológica es conocida como la Universidad
Teológica del Caribe.
Nuestra universidad ha estado dirigida
desde sus inicios por: William D. Alton,
Dr. Héctor Camacho, Miguel Navas, Dr.
Wilfredo Estrada (en dos ocasiones), Dr.
Roberto A. Rivera (en dos ocasiones),
Efraín Colón, Efraín Navas, Dr. Ernesto L.
Rodríguez, Dr. Ismael López, Dr. Ildefonso
Caraballo, y Francisco Ortíz.
Durante estos últimos doce años
nuestra universidad ha estado bajo la
administración del presidente ejecutivo,
Francisco Ortíz junto a la Junta de
Directores, hoy presidida por Pablo
Valentín. La UTC ha logrado ampliar
sus grados académicos y servicios a
la comunidad eclesial, tales como,
bachillerato en artes, maestría en artes,
maestría en divinidades y doctorado
en ministerios. Ha esto le añadimos la
excelente labor realizada por Betzaida
Ortíz, directora del Programa de los
Institutos Bíblicos durante los últimos
veinticuatro años. Este programa ha sido
medular en la preparación y formación de
nuestros líderes, obreros y ministros de
nuestra iglesia.
Desde el 2012, este servidor ha estado
administrando esta iglesia. Al inicio de mi
supervisión, se logró saldar el préstamo
millonario al Departamento de Misiones
Mundiales y mejorar las facilidades
de la Ciudad de la Iglesia de Dios. Del
2012 al 2014 se experimentó el mayor
crecimiento en la membresía de la Iglesia
de Dios en P.R. llegando a sobre dieciocho
mil miembros. En el 2013 se llevó a cabo
nuestra fiesta nacional (convención) en
el Centro de Convenciones de P.R., Pedro
Roselló. El Plan de Retiro de los ministros
fue transformado en lo que se conoce
hoy como la Cooperativa de Ahorro y
Crédito de la Iglesia de Dios Mission
Board. La misma ha ido demostrando
un crecimiento extraordinario. La
Cooperativa está bajo la custodia del
Plan Suplementario para Ministros y
Obreros de la Iglesia de Dios Mission
Board en Puerto Rico. Se creó la Oficina
de Propiedad Inmueble bajo la dirección
de Yohanie Ramos, la cual ha facilitado
Departamento de Hacienda.
Una nueva generación será
empoderada para el cumplimiento de
nuestra misión: Comunicar el Evangelio
completo de Jesucristo (Mateo 28:19-
20) en el Espíritu y el poder del Espíritu
Santo (Hechos 2: 1-4, 6, 13-18) y se
identificarán áreas de servicio y de
oportunidades donde la IDDMB pueda
impactar a nuestro país y al mundo. Ante
los retos y desafíos, como institución
eclesial, estableceremos un programa
de mentores para nuestros ministros
jóvenes, utilizando la sabiduría de
aquellos ministros que se han jubilado.
Se fortalecerá el programa de discipulado
de tal manera que capacite al creyente a
enfrentarse a una sociedad posmoderna:
nihilista, hedonista y relativista. La
educación y formación de nuestros
ministros debe ser constante y dinámica.
Con visión de futuro se atenderán
las necesidades de los nuevos ministros,
equipándoles, capacitándoles,
contextualizándoles, siendo pertinentes a
las comunidades que sirven.

FINALICEMOS
TIM HILL • Supervisor General
Rumbo a la Finalización de la
Gran Comisión en el 2020
M
EDITE EN ESTO. Si dentro de los próximos
doce meses el Señor Jesús tardara en venir,
comenzaremos otra década. La Iglesia de Dios
comenzará la próxima década de lleno en la
finalización de la Gran Comisión. Por los pasados treinta
meses hemos seguido esta visión.
ENCONTREMOS - La Iglesia de Dios ha encontrado
más de ochocientos pueblos no alcanzados.
INTERCEDAMOS - Alrededor del mundo tenemos
intercesores que se han comprometido a orar por un millón
de horas. Las campañas internacionales de oración cuentan
con un millón de participantes.
ORGANICEMOS - La Iglesia de Dios ha organizado
alianzas con otros movimientos para cubrir al mundo con
el amor de Cristo y responder a los desastres naturales
y las tragedias humanitarias. Nuestros ministerios de
comunicaciones están alcanzando setenta y cinco millones
de hogares y más de cien agencias independientes han
adoptado El Compromiso FINAL.
INVIRTAMOS - Desde el 2012 hemos sembrado casi
mil iglesias en los Estados Unidos y cientos más alrededor
del mundo. El Banco para la Plantación de Iglesias y otras
alianzas han acelerado nuestros esfuerzos de fundar iglesias
vigorosas.
ENVIEMOS - Misiones de la Iglesia de Dios una vez más
ha entendido nuestra pasión por las ciudades del mundo.
Aunque tenemos iglesias en ciento ochenta y cinco países,
hemos abierto iglesias, adquirido propiedades, construido
edificios y escuelas en las grandes urbes del mundo. Más
misioneros y misioneras han respondido al llamado de ir por
todo el mundo gracias a ustedes.
COSECHEMOS - La mayor noticia es que desde el
2000 hemos ganado más de diez millones de vidas en
nuestros altares para el Señor alrededor del mundo. Hemos
sobrepasado los 7.5 millones de miembros, cuarenta y cinco
mil ministros están proclamando el Evangelio alrededor
del mundo. Por primera vez, en épocas recientes se ha
duplicado el número de solicitudes de credenciales de
ministros menores de treinta años. Esto me indica que el
futuro será brillante.
La mayor noticia es que desde el
2000 hemos ganado más de diez
millones de vidas en nuestros altares
para el Señor alrededor del mundo.
¿Y entonces?
Tenemos que mantenernos enfocados en la visión.
No podemos distraernos con asuntos divisivos. Estamos
determinados a trabajar unidos en la finalización de la
cosecha bajo el Espíritu y poder de Pentecostés. Hace poco
compartí con el liderazgo la extensión de la visión a los
valores fundamentales de nuestra denominación. He sido
cautivado por la «Campaña de Oración Finalicemos 2020».
Más adelante daré más detalles, pero estoy totalmente
comprometido.
Me he comprometido con lo siguiente:
1. Orar, predicar y promover el discipulado para acelerar
el avivamiento espiritual.
2. Orar por una mayor transparencia en la discusión de
los asuntos pertinentes.
3. Orar por el avivamiento y la revitalización de las
iglesias y su crecimiento.
4. Orar por una mayor eficacia ministerial y ofrecer
adiestramientos.
5. Orar por el alineamiento de la iglesia internacional,
estatal y regional en el ministerio y la benevolencia.
6. Orar y colaborar con la identificación y capacitación
de las nuevas generaciones.
7. Orar por la adquisición de un fondo para la siembra
de iglesias y aprovechar los recursos.
8. Orar por el mejoramiento del presupuesto misionero
para la Gran Comisión.
9. Orar y mejorar la mayordomía financiera con el fin de
eliminar la deuda de la denominación.
10. Orar por la movilización del laicado y ministerio
de todas las edades y culturas en la predicación del
Evangelio.
Cuando miramos todo lo que hemos logrado desde que
acogiéramos El Compromiso FINAL hace treinta meses,
damos gracias por la respuesta del pueblo de Dios. Bajo
la unción y el poder del Espíritu Santo la Iglesia de Dios
finalizará la Gran Comisión.
 La Importancia de Pensar
Bien, en Salud Mental por GUILLERMO BARRERA, obispo ordenado y psicólogo clínico
“Si no está en tus manos cambiar una situa-
ción que te produce dolor, siempre podrás
escoger la actitud con la que afrontes ese manifestará en nuestro estado de ánimo
sufrimiento.”—Viktor Frankl
L
A SALUD MENTAL, involucra el
bienestar psicológico, emocional,
social y espiritual, de alguien que
utiliza sus propios recursos, ante las pre-
siones del diario vivir, con la finalidad de
poder adaptarse a su medio. Esto involu-
cra, como gestiona su inteligencia emo-
cional, en el manejo que hace del estrés,
en cómo se víncula con su prójimo y en la
toma de decisiones.
Ahora bien, somos conscientes que
los problemas en salud mental, aumentan
cada año y los creyentes lamentablemente,
no estamos excentos. Así, la Organización
Mundial de la Salud (OMS), considera que
actualmente tenemos unas 300 millones
de personas que padecen de depresión, y
que 260 millones, por su parte, son cauti-
vas por la ansiedad, por mencionar alguna
de ellas. Indudablemente que son datos
preocupantes.
Como creyentes en Cristo, tenemos
que reconocer que el Señor nos deja Su
Palabra y Su Espíritu, para ir creciendo
como personas y ser transformados a
imagen de Jesucristo. Para ello, la salud
mental y emocional es indispensable, para
que se vayan produciendo esas transfor-
maciones en nuestro ser.
Después de haber ministrado, adies-
trado y atendido como psicólogo cristiano,
a muchos creyentes, líderes y pastores a
lo largo de Latinoamérica y más allá de la
misma, en estos casi treinta años de pro-
fesión y ministerio, quisiera decirte que
uno de los grandes problemas que creo que
tenemos, se da cuando no pensamos bien.
En Proverbios nos dice: “Pues como
piensa dentro de sí, así es él” (23:7).
Esto nos da a entender, que la manera
como es nuestra actitud mental, se
y como consecuencia influenciará nuestro
comportamiento en general.
El Señor Jesucristo, nos exhorta:
“Arrepiéntanse, porque el reino de los
cielos se ha acercado” (Mateo 4:17)
El término original en griego, que se
usa para arrepentimiento es metanoia
que significa: “cambio de mentalidad”.
Es como si nos dijera: “cambia la manera
de pensar, porque si cambias tu manera
de pensar distorsionada, cambiarás
automáticamente la manera de sentir
tóxica y por lo tanto, cambiarás como
consecuencia tu comportamiento disfun-
cional, por un comportamiento saludable”.
Tengamos en cuenta, que muchas
veces somos presa de paradigmas estan-
cantes, es decir, patrones distorsionados
de pensamientos, que nos frustran en
nuestras relaciones interpersonales, en
nuestro desarrollo personal, ministerial y
profesional, los cuales nos pueden llevar,
a sentirnos deprimidos, ansiosos, o limita-
dos como personas.
Guillermo
Barrera
Lo primero que tenemos que saber,
es que las cosas que nos suceden, no pro-
ducen por sí mismas nuestras emociones
y sentimientos, sino que son más bien
producto de la evaluación de nuestros
pensamientos, que tenemos sobre deter-
minada situación. Por ejemplo, si consid-
eramos que el día lunes es deprimente,
nos sentiremos deprimidos cada lunes,
y atribuiremos erróneamente nuestros
sentimientos a ese día en particular de la
semana. O cuando decimos: “mi suegra,
me pone nervioso”, en realidad no es mi
suegra, sino lo que nos estamos diciendo
en nuestros pensamientos acerca de ella.
Así, podemos ver que son nuestros
pensamientos los que influyen directa-
mente en nuestras emociones. Es por eso,
que muchas de las emociones exagera-
das—tóxicas, que podamos experimentar
como secuestro emocional, más bien se
deben a que no estamos pensando en
forma saludable, ya que detrás hay pensa-
mientos catastróficos-distorsionados.
Estos pensamientos distorsionados se
dan entre otras cosas cuando por ejemplo:
• Percibimos solo lo malo de una situ-
ación
• Notamos que lo que sentimos es lo
verdadero
• Creemos que vamos a estar felices,
cuando los demás cambien
• Vemos las situaciones en forma
pesimista
• Analizamos los hechos en términos
de blanco o negro
• Creemos que conocemos las motiva-
ciones de las personas
• Sabemos lo que los demás están
pensando de uno . . . etc.
Es por tal motivo, que Palabra de Dios
nos exhorta, a renovar nuestra mentali-
dad: “Y no se adapten (no se conformen)
a este mundo, sino transfórmense medi-
ante la renovación de su mente, para que
verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo
que es bueno y aceptable (agradable) y
perfecto” (Romanos 12:2).
“Y que sean renovados en el espíritu de
su mente” (Efesios 4:23).
Considero junto con la terapia cogni-
tiva, que es beneficioso para nuestra salud
mental, que evaluemos, las situaciones
que nos suceden como: buenas, malas,
muy malas . . . hasta ahí, porque más
de eso, es caer en una actitud catastó-
fica (terribilitis), que nos conducen a
experimentar emociones exageradas. Ej.
“Es terrible que mi supervisor me haya
llamado la atención” “No puedo soportar,
bajo ningún aspecto, que el pastor no me
haya saludado en mi cumpleaños”. Es
más facil, darse cuenta de lo que uno está
sintiendo, que lo que uno está pensando.
Es por tal motivo, que la clave, para saber
que estamos enredados en pensamientos
distorsionados, enfermizos, es que nos
estamos sintiendo mal, lo que puede
llevarnos a que nos percibamos tristes,
ansiosos, etc.
Por consiguiente, los sentimien-
tos, que experimentamos son como
una alarma, que nos señalan que es
hora de cambiar con la ayuda del
Espíritu del Señor. Si estamos experi-
mentando: “negativitis”,“necesititis”,
“sensibilitis”,“no-soportatitis”, “terribilitis”
. . . en el fondo, hay creencias irracionales,
que producen que nuestra vida sea muy
exigente, muy frustrante, muy quejosa,
muy limitante. Recuerda, no es lo que
nos sucede, sino cómo lo percibimos, qué
interpretacion le damos. Así, lo que para
alguien una situación le genera estrés,
para otro no, ya que todo depende de la
actitud, de cómo se encara.
Lo que generalmente recomendamos,
para llegar actuar saludablemente, es
poder cuestionarnos en forma periódica
¿qué cosas estoy pensando y creyendo? . . .
¿es verdad? ¿Estoy completamente seguro
que es así? Esto amado lector, nos ayuda
a enfocarnos y darnos cuenta, en nuestra
autoconciencia, de lo que nos puede estar
pasando. Por último, poder reemplazarlos
con la ayuda del Espíritu del Señor, por
pensamientos saludables-racionales, que
nos permitirán poder disfrutar de emocio-
nes favorables o positivas, y un comporta-
miento acorde a las mismas.
De esta forma, este cambio de actitud,
nos facilitará el ir creciendo en nuestra
madurez emocional, en donde la sereni-
dad y la confianza, estarán presentes
frente a la presión del medio, lo que nos
permitirá ser más tolerantes a la misma
frustración.
¡Al pensar bien, nos sentimos bien y
como consecuencia actuamos bien, con la
ayuda de nuestro Dios!

Ser Parte H
ACE UNOS AÑOS, cuando trabajaba como trabajadora social, me encontré
con una compañera de trabajo que me abrió los ojos a una realidad, a la cual
no me había percatado. Nuestros clientes eran familias de alto riesgo para el
de una desarrollo de niños y por esta razón nos referían muchos casos de madres sufriendo de
depresión. Aun así, ella reportó que le va mejor a las familias que asisten a la iglesia, que
Iglesia a las que no asisten a esta. Es decir, en la iglesia se encuentran con un sistema de apoyo
que junto con su fe, les ayuda a salir de la depresión y enfermedades mentales más

Tiene rápido que las familias que no van a la iglesia.

El Dr. Mauricio Avendaño afirma que ser parte de una organización religiosa tiene bene-

Grandes ficios en la disminución de síntomas de depresión (Gafey 2015). Tenemos la respuesta,

solo nos falta crecer en intencionalidad e instrucción en los temas de salud mental.
Algunas de las causas o triggers de los síntomas de salud mental son cambios de
Beneficios trabajo o escuela, divorcio, muerte de un ser querido o desastres naturales como los
huracanes y sismos que han ocurrido con tanta frecuencia en los últimos años. Esto es
bueno saberlo para poder responder a las necesidades de nuestra iglesia.
Por ejemplo, Puerto Rico; después del huracán María, la isla de Puerto Rico todavía
Michelle
Carattini de está sufriendo de depresión y ansiedad a niveles desmedidos. Desde el huracán, han
Ramsundsar ocurrido 227 suicidios y este es solo uno de los muchos lugares que han sufrido desas-
tres naturales y que hoy manifiestan un aumento en problemas de salud mental (Perez
2018). En estos casos, los más vulnerables son los niños y ancianos.
¿Cómo responder si no estamos siendo sinceros con nuestra propia condición?
Rick Warren, un pastor que perdió a su hijo al suicidio, nos dice que es tiempo de ser
transparentes con nuestra gente. Él mismo compartió que al hablar de su enfermedad
mental a su iglesia, encontró el permiso de confesar sus condiciones y recibir ayuda. Es
tiempo de quitarle el estigma a los asuntos de salud mental y buscar sanidad de nuestro
pueblo (SaludMental 2014).—Michelle Carattini de Ramsundar
 Cristo es la Mejor Cura para
los Males de la Humanidad
por MARLON SÁNCHEZ, pastor y psicólogo
H
ACE ALGUNOS AÑOS me
encontraba cursando mis
estudios ministeriales en el
seminario, tuve la oportunidad
de conocer a un joven aspirante al ministe-
rio que se encontraba sirviendo dentro de
una institución teológica. Este hombre era
amable y muy dispuesto a servir a su próji-
mo. A primera vista, se observaba con un
semblante serio y su comportamiento un
poco retraído. Estando de visita en la insti-
tución donde el servía, le solicite un favor y
el de buena gana me lo facilitó, sostuvimos
una corta conversación, él fue muy amable
y amigable. Unos meses después supe que
el se había suicidado, saltando de un tercer
piso en un nosocomio donde se encontraba
internado por una aparente crisis nerviosa.
Me sentí muy triste y me pregunté ¿por
qué él había decidido terminar con su vida?
Esta pregunta es la que muchas per-
sonas nos hacemos cuando conocemos la
historia de una persona que se ha suici-
dado. Lo interesante es que este hombre
era un cristiano que deseaba servir a Dios,
pero nunca externó sus preocupaciones
personales o su frustración como ser
humano. Lamentablemente en muchos
círculos cristianos evangélicos hablar de lo
que nos preocupa, desanima o frustra, es
interpretado como falta de fe, o peor aún,
si hablamos de que estamos pasando por
una depresión, somos vistos como poseídos
por los demonios. Pues, para nuestra des-
gracia, no hemos podido en algunos casos
superar la visión oscurantista o medieval de
las alteraciones mentales o conductuales.
En aquellos años en los que la ciencia no
tenía grandes avances, las enfermedades
mentales eran atribuidas directa y exclusi-
vamente a los poderes oscuros, maleficios,
hechicerías, poderes del diablo. No se tenía
en claro la relación de los elementos neu-
ropsicológicos y la anormalidad conductual.
No obstante, aunque muchos quieran
negar los problemas de salud mental,
estos son parte de la realidad presente,
quiérase o no, esto sigue siendo real. Por
ejemplo según la Organización Mundial
para la Salud:
450 millones de personas sufren de
un trastorno mental o de la conducta.
Alrededor de 1 millón de personas se
suicidan cada año. Cuatro de las seis
causas principales de los años vividos
con discapacidad resultan de los trastor-
nos neuropsiquiátricos (depresión,
trastornos generados por el uso de alco-
hol, esquizofrenia y trastorno bipolar).
Una de cada cuatro familias tiene por
lo menos un miembro afectado por un
trastorno mental” (OMS, 2004).
La lista de elementos que conforman
la cruda realidad aumenta pues se estima
que “más de 150 millones de personas su-
fren de depresión en un momento dado”
(OMS, 2004).
Todo lo anteriormente dicho, deja
al descubierto el gran desafío que como
ministros del Evangelio tenemos en este
tiempo; también como iglesia de Cristo, se
nos llama a ser coherentes con las praxis
Cristiana y evitar la marginación de las
personas que adolecen de una alteración
psicopatológica. A continuación planteo
unas pautas pastorales que pueden servir
de ayuda para los ministros que son con-
sientes de esta dura realidad:
1. Propiciar ambientes saludables y
estilos de vida saludables dentro de nuestras
congregaciones. Esta pauta pastoral, esta
dirigida en lo que respecta a la orientación
de la comunidad de fe. Debemos estimular
la formación de comportamientos salu-
dables, la aceptación, la solidaridad y el
respeto por la vida, la salud física y men-
tal. Es de sumo valor realizar actividades
donde se comparta en armonía y se pro-
mueva la hermandad.
2. Trabajar en la promoción y prevención
de la salud mental dentro y fuera de la iglesia.
Como ministros del Evangelio y como
comunidad de fe contamos con la credibi-
lidad social, que nos permite ser una voz
activa en la sociedad. Podemos organizar
foros, talleres y otras actividades que
nos permitan concientizar a la iglesia y
la comunidad de esta realidad que sufre
nuestra generación.
3. Documentarnos para poder hacer una
pastoral creativa y con conciencia social. Uno
de los errores comunes que hay en la cos-
movisión ministerial de algunos pastores
y líderes, es que la iglesia debe estar aisla-
da para no contaminarse espiritualmente.
Esta es una mala interpretación de la
doctrina de la santidad, pues Dios nunca
mandó a su pueblo a vivir aislado, sino a
ser luz para las naciones, siendo diferentes
en medio de ellas. Por esta razón, la iglesia
debe ser y hacer las cosas a la manera de
Dios en medio de la sociedad, contribu-
yendo mediante una pastoral que supere
lo tradicional y que impacte a la sociedad,
identificándose con los que sufren. Esto se
logra estando bien formados e informados
de la realidad que viven las comunidades y
las respuestas bíblicas para las necesidades
reales de estas.
Por otro lado, mientras algunos aún
debaten si la psicología es del diablo o no,
hay muchos que mueren sin haber cono-
cido a Dios y victimas de un trastorno
mental. Debemos ser consecuentes, no se
trata de cambiar la Biblia por el manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales, sino de llevar un mensaje de
esperanza al que sufre y de eliminar los
estigmas sociales que tanto daño le hacen
a las familias y a las personas que tienen
familiares con trastornos mentales. Como
iglesia sabemos que Cristo es la mejor cura
para los males de la
humanidad, la Palabra
de Dios tiene alimento
para la vida mental y
provee la guía para vivir
de forma saludable y
exitosa.
 FINALICEMOS
TIM HILL • Supervisor General
LOS FOROS GLOBALES PARA EL
MINISTERIO COMIENZAN ESTE MES
D
URANTE ESTE MES comenzaremos los Foros
Globales para el Ministerio. Entre los asuntos
a discutirse están «la importancia de los rangos
ministeriales, sus requisitos, el lugar de la mujer
en posiciones de liderazgo, así como el significa-
do y uso del título de «obispo». Estos foros fueron ordenados
por la pasada 77a Asamblea General Internacional:
11. Significado y el Uso del Título de «Obispo»
Que foros públicos sobre el ministerio sean llevados a cabo por
todo el mundo con el fin de discutir, dialogar, responder pre-
guntas y discernir espiritualmente la importancia de los rangos
ministeriales, sus requisitos, el lugar de la mujer en posiciones de
liderazgo, así como el significado y uso del título de obispo. Que
luego de estos foros, el Concilio Ejecutivo Internacional formule
una moción (o mociones) apropiadas sobre los temas ya indicados
para el debate en el Concilio General Internacional de 2020.
La resolución aprobada por la Asamblea no solo autoriza
estos foros, sino que también ordena que después de estos
eventos, el Concilio Ejecutivo Internacional formule las moci-
ones adecuadas para abordar los asuntos planteados y que estas
se presenten en la Asamblea General Internacional de 2020.
Foros en los Estados Unidos
El primer Foro Global para el Ministerio se llevará a cabo el
jueves, 7 de febrero en la costa oeste de los Estados Unidos. Los
estados y las regiones de California, Nevada, Arizona, Suroeste
Hispano y Noroeste Hispano se reunirán en la iglesia Living
Waters Christian Fellowship en la ciudad de Fountain Valley,
en California.
Otros foros dentro de los Estados Unidos serán:
• Martes, 12 de febrero de 2019: Sur Central Hispana, Okla-
homa, Kansas, Iowa, Nebraska, Colorado, Utah en la iglesia
de Dios de Southern Hills (Oklahoma City, OK)
• Sábado, 2 de marzo: Hawái en el Centro Ministerial (Oahu)
• Martes, 12 de marzo: Pensilvania, Delmarva, Noreste His-
pano, Virginia, West Virginia en la iglesia Life Source Inter-
national (Baltimore, MD)
• Jueves, 14 de marzo: Nueva York, Nueva Jersey, Nueva
Inglaterra Hispana, Nueva Inglaterra del Norte, Nueva
Inglaterra del Sur en la iglesia de Dios Rehoboth (Bloom-
field, Conn.)
• Jueves, 18 de abril: Alabama, Mississippi, Norte de Georgia
en la iglesia de Dios Metropolitana (Birmingham, AL)
• Viernes, 10 de mayo: Alaska en la iglesia de Dios del Norte
de Anchorage
• Jueves, 16 de mayo: Tennessee, Este Central Hispana, Ken-
tucky en la iglesia de Parkwest (Knoxville, TN)
• Viernes, 2 de agosto: Congreso Nacional Hispano en el Cen-
tro de Convenciones de Mesquite (Mesquite, TX)
• Martes, 17 de septiembre: Carolina del Norte Noroeste y
Este, Carolina del Sur en Praise Cathedral (Greer, SC)
• Jueves, 19 de septiembre: Florida, Sureste Hispana, Georgia
Sur en la iglesia de Dios El Santuario (Orlando, FL)
• Martes, 1o de octubre: Washington, Oregón, Idaho, Mon-
tana en la iglesia New Life Fellowship (Longview, WA)
• Jueves, 3 de octubre: Illinois, Indiana, Grandes Lagos, Mis-
souri, Ohio, Norte Central Hispana, Norte Central, Minne-
sota, Michigan en la iglesia de Strayer (Maumee, Ohio)
• Martes, 15 de octubre: Texas, Nuevo México, Luisiana,
Arkansas en Life Fellowship (Hurst, TX)
• Sábado, 9 de noviembre: Convención rumana (EE. UU.) en
la iglesia de Dios Rumana Filadelfia (Chicago)
Foros globales:
• Viernes, 26 de abril: Foro para Educadores a través del
Internet desde el Centro de Liderazgo y Comunicaciones
(Cleveland, TN)
• Jueves, 2 de mayo: África, Concilio Nacional General en el
Centro de Conferencias Leopard Hill (Lusaka, Zambia)
• Miércoles, 22 de mayo: IV Asamblea Ministerial Cen-
troamericana en el Hotel Royal Decameron Salinitas (Son-
sonate, Los Cóbanos, El Salvador)
• Domingo, 23 de junio: Convención Nacional Canadiense en
la iglesia de Dios del Oeste de Toronto (Toronto, ON)
• Sábado, 20 de julio: Convención Nacional de Inglaterra (Bir-
mingham, Reino Unido)
• Miércoles, 14 de agosto: Congreso Nacional del Caribe: Cen-
tro de Convenciones Barataria (Puerto de España, Trinidad)
• Viernes, 30 de agosto: Asamblea Solemne Europea: Semi-
nario Teológico de Europa (Kniebis, Alemania)
• Viernes, 15 de noviembre: Asia/Pacífico Iglesia de Dios de
Dasmarinas (Manila, Filipinas)
El Comité Ejecutivo Internacional y el Concilio Ejecutivo
Internacional esperan con ansias estos foros en donde la iglesia
se expresará sobre estos asuntos tan importantes. Les rogamos
que oren por estos foros para que juntos tracemos el rumbo de
la Iglesia de Dios.
¿Quieres Seguirme Todavía?
He decidido seguir caminando agarrada de la mano de
mi Padre, de mi Dios.
por MARÍA DE LOS ÁNGELES CORREA SANTA CRUZ,
directora del Ministerio de la Mujer “Amigas Por Un Sueño” en Sudamérica Norte

A
L PENSAR en el tema
acerca de “Las preguntas
que Dios nos hace”, fue
imposible no imaginarme
un gran signo de interro-
gación. Pensé en cuántas preguntas
Dios me habría hecho y cuántas había
escuchado a lo largo de toda mi vida. En
realidad, más que preguntas, solo vinieron
recuerdos de muchas situaciones que he
vivido, y en cada etapa, Dios siempre ha
estado caminando conmigo. Durante
mis años juveniles sentí ese llamado y
curiosidad por seguirle y servirle, y hoy
veo el propósito de Dios en mí.
Recuerdo tantas situaciones que me
han hecho feliz, y otras que no hubiese
deseado que me sucedieran. Hoy con
certeza puedo decir que las preguntas
que Dios me hiciera las respondería de
una manera favorable. Las pruebas que
hasta ese entonces Él me había puesto,
las luché y me esmeré en pasarlas y llegar
a ser una mejor cristiana. En medio de
una vida hecha, con el mejor esposo,
pastor, y tres hermosos hijos; me sentí en
esos momentos de prueba agradecida y
bendecida, sentía que Dios me respaldaba
y me premiaba.
Pero, de pronto mi vida se sacudió, mi
fe, mi esperanza se derrumbó, todo en mi
vida perdió sentido. Sentí que ya no tenía
nada, que lo había perdido todo.
Juan Pablo, enfermó de repente,
tenía un año y siete meses, lo ingresé
al Hospital de Niños, sentía tanto
sufrimiento ver a mi hijo tan mal, pero a
medida que pasaban los días mi esperanza
volvía, le dieron de alta once días después,
recuerdo que al salir de ahí con mi bebe
en mis brazos, yo le dije, no volveremos
mas aquí, nos vamos a casa.
Al pasar los días con mi esperanza
restaurada, y ya en mi casa, estaba
decidida a seguir atendiendo a mi familia.
Mi alegría duró muy poco, Juan Pablo no
estaba bien aunque yo me esforzaba en
querer pensar lo contrario; una semana
después corrí desesperada al hospital
otra vez. Juan Pablo se descompuso
nuevamente, lo ingresaron, pero a las
tres de la tarde lo vi raro, llamé a la
enfermera y enseguida la habitación fue
invadida de médicos; yo veía toda esa
situación y recuerdo pensar que eso no
me podía estar pasándome a mí, y luchaba
e insistía en mi mente que “mi Juanpy”
debía recuperarse, y sola en medio de esa
situación, en aquel pasillo del hospital,
llegó mi esposo; pero en un momento
supimos que ya Juan Pablo nos había
dejado.
Solo quise morirme en ese mismo
instante. Todo se transformó en una
terrible pesadilla, y el comienzo de una
infinita tristeza. La muerte de Juan
Pablo, mi tercer hijo, fue tan repentina,
e inesperada, fue un golpe tan fuerte.
En medio del caos, ni siquiera me
detuve a pensar que quería decirme
Dios con esto, todo lo contrario;
desesperadamente la pregunta que le hice
a Dios fue “¿Por qué a mí?”.
Mi familia, una familia pastoral, que
lo único que siempre habíamos hecho era
servirle al Señor, y entregar nuestra vida
a Él; y de golpe mi familia resquebrajada,
desarmada, y solos; yo como madre de-
rrumbada, sin fuerzas y sin ganas de seguir.
La pregunta de mi hija mayor fue: “¿Por
qué Dios sana a tanta gente, y a mi her-
mano no”. La pérdida de Juanpy, la tris-
teza y desconsuelo de mis hijos y de mi
esposo, caló tanto en mi vida en ese mo-
mento. Mi vida perdió todo sentido. Perdí
las ganas de seguir luchando y de vivir.
Dios me dio la espalda. Fueron dos
largos años que viví en tristeza, depresión,
encierro y abandono. Por mucho tiempo
pensé que al ser una buena cristiana
Dios no me haría sufrir tanto. No tuve la
bendición de la viuda de Naín (Lucas 7:
11-17); Jesús tampoco estuvo allí.
Ni una vida de entrega al ministerio
como pastores, ni el ser buenos cristianos
le devolvieron la vida. Mi enojo con Dios
fue tan grande hasta que “toqué el fondo”.
Ya no tenía a mi hijo conmigo, y tampoco
tenía a Dios, de quien me había apartado
sumergida en una profunda soledad. Fue
entonces cuando me di cuenta de que lo
próximo que perdería sería mucho más, a
mis dos hijos y a mi esposo; quienes ya no
contaban conmigo.
Esta triste experiencia que viví marcó
un antes y un después en mi vida. Fue un
reaprender a cómo vivir, como madre y
esposa, y a comenzar a buscar de Dios.
Cuando un hijo nace y te lo dan en los
brazos, la alegría es inmensa, como madre
te deleitas contemplándolo como un gran
milagro, una verdadera obra maestra, y
solo sueñas en que tenga la mejor vida,
pero jamás te imaginas tener que verlo
muerto y llorarlo para no verlo nunca más.
No hay un día que pase sin que no
piense en mi hijo, y unos cuantos días
que me veo derramando lágrimas y
extrañándolo, anhelando abrazarlo y
soñando en cómo hubiera sido él más
grande.
Una mañana de aquellos días yo me
encontraba orando y pidiéndole a Dios
una respuesta, y preguntándole porque
había sido su voluntad la partida de mi
hijo, y claramente en medio de ese clamor,
muy audiblemente me dijo: “Eso mismo
que vos sentiste al perder a tu hijo, yo
lo siento cuando pierdo un hijo”.
Esta respuesta, aunque quizás fría,
y nada compasiva, me sorprendió y me
“Esta triste experiencia
que viví marcó un
antes y un después
en mi vida. Fue un
reaprender a cómo
vivir, como madre y
esposa, y a comenzar a
buscar de Dios.”
desenfocó de mi situación, y entendí
que el terrible dolor que pasamos era
necesario, ya que nuestro llamado al
pastorado, solo cobra sentido cuando
nuestra entrega a la vida ministerial
es completa, con un único anhelo de
mostrar con mi vida ese único amor a
cada persona, ese amor puro, genuino,
el único amor que solo viene de Dios; y
la misión que nos dio llevarla a cabo de
manera que ninguno de sus hijos se quede
en el camino y se pierda. Sino sentimos
ese amor y tristeza por cada ser humano,
nuestro llamado no tiene ningún sentido.
Efesios 2:4-7 “Pero Dios, que es rico
en misericordia, por su gran amor con
que nos amó, aun estando nosotros
muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois
salvos), y juntamente con él nos resucitó,
y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús, para mostrar
en los siglos venideros las abundantes
riquezas de su gracia en su bondad para
con nosotros en Cristo Jesús.
1ª Timoteo 2:3-4: “Porque esto
es bueno y agradable delante de Dios
nuestro Salvador, el cual quiere que todos
los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad”.
Y desde entonces me entregué
plenamente a Dios, y dejé que Él fuera
el Alfarero de mi vida deshecha. Aprendí
que mi vida tendría un fin, y lo que es la
esperanza.
Y entonces, la gran pregunta que
Dios me hace y me ha hecho siempre es
¿Quieres seguirme?; más allá de todo
la que te pase, por más trágicas que sean
tus circunstancias, ¿Quieres seguirme
todavía?
He decidido seguir caminando
agarrada de la mano de mi Padre, de mi
Dios, como aquella jovencita que un día
decidió y sintió lo hermoso de su amor,
y su obra en mi vida; con ese mismo
anhelo, decido seguirlo, a Quien no quiero
perderlo nunca; y seguirlo hasta el último
día de mi vida.
Preguntas que Dios Nos Hace
por ROLANDO BETHANCOURT (M.A., M.Div.), pastor principal
de la Iglesia de Dios Restauración, oriundo de Panamá
R
ECUERDO en una ocasión en
que, Sara, mi esposa estaba
cantando una mezcla de
alabanzas a nuestro Señor, y
cuando ella indicaba por medio de esas
canciones cristianas muy populares
declaraciones tales como la consagración,
fidelidad, compromiso, dedicación, y
lealtad a nuestro Dios, entre muchas otras
expresiones de amor, ella dejó de cantar,
se me acercó y en tono preocupante pero
muy enfático afirmó: “¿Sabes una cosa
Rolando? Nosotros en la mayoría de los
casos, le cantamos mentiras a Dios”.
Me quedé sin palabras por horas, ya
que sentí que no era ella la que estaba
diciendo estas palabras, sino era Dios que
estaba haciéndonos un llamado a nuestras
conciencias adormecidas e hipnotizadas
por la abundancia de “expresiones
amorosas” hacia ese Dios maravilloso y
bueno, quien muchas veces puede estar
lejano, no porque Él quiera estar lejos,
sino más bien por nuestra actitud con
relación a nuestra comunión con Él.
Estamos viviendo en tiempos en los
que se cuestiona al pueblo de Dios, su
cultura eclesiástica, y específicamente
su teología y liturgia pentecostal. Son
tiempos en los que pone en duda la
autenticidad de los cristianos, como
adoradores, servidores, ministros. Esto
está relacionado a la expresión de la
devoción hacia quien el cristiano afirma
que es el Dios Vivo, y que adora en
“Espíritu y en verdad”.
De la misma manera, que la sociedad
materialista secularizada, e impersonal
pregunta sobre la realidad o no de Dios
en la vida del creyente, como exponente
de lo que llama “la verdad”, éste ha sido
puesto en la balanza por dicha sociedad
cuestionadora en cuanto a lo que afirma
que son los caminos correctos. Dios
mismo con toda Su majestad y gloria
cuestiona acerca de cuán veraces y
ciertas son las expresiones de adoración,
devoción, agradecimiento, compromiso y
fidelidad a Él.
En base a estos conflictos relacio-
nados a los aspectos mencionados
anteriormente, (adoración, devoción,
agradecimiento, compromiso, y fidelidad),
Él nos formula preguntas que representan
un constante desafío responder
satisfactoriamente.
1. En cuanto a la adoración, Dios nos
pregunta: ¿Dedicas tiempo a adorar mi
gloria y majestad? ¿Cuán dispuesto estás
a adorarme por quien YO SOY y no por lo
que tú crees que te puedo dar?
2. En relación con la devoción (la cual
está relacionada con el grado de pasión
con la que hacemos las cosas para Dios),
Dios nos pregunta: ¿Por qué haces las
cosas que dices son para y por Mí? ¿Por
un deseo de sobresalir sobre los otros, o
porque quieres dar lo mejor para Mí, por
quien Yo Soy para ti?
3. En relación con el agradecimiento,
Dios nos pregunta: ¿Muestras hacia Mí un
verdadero agradecimiento por medio de
tus acciones que indican tu amor hacia Mí
Rolando
Bethancourt
o solo das las gracias por algo que hice por
ti en algún momento?
4. En relación con el compromiso, Dios
nos pregunta algo importante. ¿Estás
dispuesto a comprometer tu vida al
servicio a Mí cada día de tu vida? ¿Puedes
demostrar agradecimiento por medio de
un compromiso permanente hacia Mí?
En esta pregunta que Dios nos hace
hay que considerar que no es lo mismo
dar gracias que vivir agradecidos.
Es importante considerar que vivir
agradecidos hacia Dios debe ser parte de
nuestra vida. El Salmo 116:12-14 nos
expresa la vida de un agradecido que
decidió vivir comprometido hacia Dios
toda su vida. “¿Qué pagaré a Jehová
por todos sus beneficios para conmigo?
Tomaré la copa de la salvación, e invocaré
el nombre de Jehová. Ahora pagaré mis
votos a Jehová delante de todo su pueblo”.
5. En relación con la fidelidad, Dios
nos pregunta lo siguiente: ¿Puedes
mantener tu fidelidad hacia Mí aún en
los momentos en que las cosas no salgan
como tú quieres que sean? ¿Puedes hijo
mío, hija mía, mantener tu servicio,
consagración, y decisión de estar conmigo
siempre? ¿Seguirás en mis caminos aún
en medio de lo que no te guste, en medio
de lo que no entiendas y aún cuando mi
voluntad sea algo que tú no quieres?
Esta es la Iglesia de los últimos
tiempos, y como Iglesia universal, seremos
puestos a prueba en cuanto a nuestra
adoración, devoción, agradecimiento,
compromiso, y fidelidad hacia Él. Estas
preguntas que Dios formula con relación
a estas áreas siguen resonando en
forma permanente en la vida cristiana,
y Dios el Padre, nuestro amado Salvador
Jesús y el Espíritu Santo, merecen lo
mejor. Si no hemos podido responder
satisfactoriamente a estas preguntas de
Dios, aún estamos a tiempo de que Él sea
glorificado en nuestras vidas.
 FINALICEMOS
TIM HILL • Supervisor General
LA IGLESIA RESPONDE A LOS
DESASTRES NATURALES
E
L 2018 CONCLUYÓ con una serie de inunda-
ciones, huracanes e incendios sumamente
destructivos. Sin embargo, la Iglesia de Dios
respondió de un modo sin precedentes. Los
desafíos de estos desastres sacaron a luz, las
mejores cualidades de nuestros ministros y miembros que
acudieron a socorrer a las víctimas.
Los desafíos de estos desastres pusieron en primer plano
las excelentes cualidades de nuestros ministros y miembros
cuando la iglesia se unió para brindar la asistencia necesaria
a las áreas afectadas.
En la mayoría de los casos, nuestras agencias de
benevolencia se presentaron casi de inmediato con
alimentos, agua y otros suministros para devolverles un
sentido de normalidad a las víctimas en su desesperación.
Operación Compasión, Hombres y Mujeres de Acción, God’s
Pit Crew, las congregaciones y oficinas estatales y regionales,
así como los departamentos de las Oficinas Internacionales
ofrecieron ayuda humanitaria.
Huracán Florencia
En el pasado mes de septiembre, el huracán Florencia
azotó las costas de Carolina del Norte con una combinación
de marejadas ciclónicas, lluvias torrenciales y crecidas de ríos
en el interior a medida que se convertía en una depresión
tropical. Estas inundaciones también afectaron al estado de
Carolina del Sur.
Gracias a Dios que la Iglesia de Dios estaba lista.
Nuestras agencias, oficinas y ministerios tenían
coordinada la ayuda humanitaria desde el primer día de
las inundaciones. Cuarenta camiones fueron despachados
con suministros, gracias a los voluntarios reclutados por el
Departamento de Juventud y Discipulado.
Huracán Miguel
A las pocas semanas del desastre en las Carolinas, en
octubre el huracán Miguel tocó tierra como categoría 4,
azotando la costa de la Florida con vientos de más de 155
mph. La tormenta trajo una marejada ciclónica que dejó un
desastre desde la playa de Ciudad de Panamá hasta la Playa
de México y el Cabo San Blas. El huracán continuó tierra
adentro como tormenta tropical hasta el sur del estado de
Georgia, dejando una estela de desastre.
Incendios en California
Tras el paso del huracán Miguel hubo una serie de
incendios desastrosos en California. El Incendio de Camp
mató ochenta y seis personas e incineró el pueblo de Paraíso.
Este incendio ha sido catalogado como el más costoso del
mundo y destructivo en la historia moderna del estado, ya
que incineró catorce mil hogares en Paraíso, una comunidad
rural al norte de Sacramento.
La Iglesia de Dios perdió uno de sus templos, el hogar de
un pastor y ciento veinticinco hogares de sus miembros.
La Iglesia Actúa
Mientras visitaba las áreas afectadas (huracanes,
inundaciones o incendios), me sentí muy satisfecho con
la respuesta de la Iglesia de Dios. La Iglesia movilizó cada
una de sus áreas en respuesta a estos desastres. La Iglesia
está siendo saturada por un nuevo espíritu compasivo y
dispuesto a socorrer a otros.
También me ha sorprendido la determinación y
resiliencia de nuestros miembros. Por doquiera me
encontraba con personas decididas a enfrentar el desafío de
reconstruir sus vidas y hogares.
Mientras observaba las crecidas, caminaba entre las
cenizas de tantos hogares y presenciaba la destrucción de la
zona central de la Florida, meditaba en el Salmo 66 versículo
12: «Las caballerías nos han aplastado la cabeza; hemos
pasado por el fuego y por el agua, pero al fin nos has dado un
respiro» (NIV).
Me he encontrado con miembros de la Iglesia de Dios
que, al igual que el justo Job, alaban a Dios a pesar de sus
grandes pérdidas y confían en el Señor.
Vaya mi saludo a las distintas agencias de la Iglesia que
respondieron tan espléndidamente en cada desastre. ¡Bien
hecho, mis hermanos y hermanas, bien hecho!