Professional Documents
Culture Documents
Tesis: La formación docente es la clave del éxito de la escuela del siglo XXI
Tesis: El docente que no está en un proceso de formación docente, es por así decirlo, “una
especie” en vía de extinción.
Subtítulos
Rol de maestro
Formación docente (lectura hacia una atlas de la pedagogía en Colombia) Alberto Martínez Boom
Evaluación docente
Docente transformador
Docente mediador
Al respecto podemos decir que un docente necesita a aprender a aprehender de sus alumnos, de
los cambios sociales, de las reformas del estado, dicho de otra manera aprender diariamente algo
que transforme poco a poco sus viejos conceptos, esos paradigmas que arrastra en su vida, ese
viejo cascaron. Es decir, no se puede quedar con lo que tiene hasta el día de hoy, no se debe
conformar, es necesaria una renovación urgente, es indispensable un cambio, la nueva formación
docente es una prioridad. Por otra parte al referirnos a la formación o la formación docente de
los países en vía de desarrollo, no se puede desconocer las diferencias profundas que existen
entre ellos y dentro de cada uno, y a su vez las diferencias que se relacionan con niveles y
asignaturas de enseñanza , además de variables tales como la edad , género, etapa de desarrollo
profesional , entre muchas otras. Es así como los docentes, como los alumnos que la formación
docente son conceptos que se deben abordar por separado y de forma concreta para construir un
conocimiento claro.
Es así que se puede afirmar que la formación del docente depende en gran medida del papel que
se le asigne a la educación y al sistema escolar, es decir que la definición de modelo educativo
depende en gran medida a la sociedad que se aspire y es aquí donde surge una pregunta
obligatoria en toda las sociedades, ¿Para qué se educa?, en un mundo globalizado dominado por
un pensamiento único. Ramonet …ojo hacer comentario
Sin embargo, a pesar del panorama desalentador de la situación referida al docente, al contraio de
avanzar parece que la situación cada vez empeora , reflejado esto en la posición que el docente
ocupa dentro de la sociedad, el maestro ya no es visto como alguien dieferente a los demás, tal es
el caso que a cual quier persona que esta a cargo de unos niños se le llama profesor, maestro,
teacher si tan siquiera haber hecho la carrera profesional y hasta se alude al viejo chiste popular
que si no hay trabajo, al menos deme el trabajo de profesor, nada mas denigrante y ofensivo decir
que la carrera docente la puede ejercer cualquiera que úeda cuidar niños. Se ha
desprofesionalizado la carrera docente, los maestros son clasificados por escalafón, partiendo
desde aquellos que son recién salidos de una universidad y que apenas con mucho esfuerzo
lograron terminar su carrera; esta categorización llega hasta aquellos que por un golpe de suerte
logran alcanzar otro nivel debido a estudios de profesionalización hechos después de adquirir una
larga deuda para de esta menra mejorar un poco sus ingresos. Acto seguido vemos como los
sueldos de los docentes en comparación de los demás profesionales evidencia la desigualdad a la
que se ha llegado y surge en los maestros ese sentimiento de enojo y protesta que los mueve a
salir a las calles a exigir sus derechos para ver si a través de gritos o arengas las voces de esos miles
de maestros es escuchada y algún día se reconoce la importancia de la profesión docente. Sumado
a esto vemos la poca o nada participación que se le da al docente en temas relacionados con las
políticas educativas al punto de que el maestro tan sólo debe hacer y cumplir lo que se establece
desconociendo muchas veces que es el maestro quien esta la mayor parte de sus vida dentro de
las aulas, es él quien conoce de primera mano las neceidades reales que se generan en su
institución o en su escuelita, para muchos olvidadda o inexistente. Es el maestro quien sabe con
exactitud que necesitan sus estudiantes pero queda impotente al no poder hacer nada y llega a un
estado de frustración por que una cosa es lo que propone y exige el estado y otra muy distinta el
apoyo y acompañamiento que recibe del mismo.
Evaluación Docente
Las anteriores afirmaciones hacen reflexionar acerca de cómo garantizar una adecuada y optima
formación docente, teniendo en cuenta que “cualquier deliberación sobre el fin de la escuela y
cualquier empresa de renovación solo adquieren sentido si descansan sobre un balance riguroso
de lo que existe” Alain, M. (1996). En otras palabras un proceso que no se evalúa es un proceso
que no se le puede garantizar su eficacia, en este sentido es preciso puntualizar aquí sobre la
evaluación anual de desempeño que según:
El Ministerio de Educación Nacional (MEN, 2008) busca valorar la creatividad y compromiso con
que los docentes y directivos docentes cumplen su labor, así como ofrecer a los mismos, a las
instituciones educativas y a las entidades territoriales, información útil para trazar estrategias que
permitan fortalecer sus competencias y así lograr una educación de mayor calidad.
Esta evaluación, como herramienta para el mejoramiento, requiere del evaluado una actitud de
apertura al cambio, a la revisión de sus prácticas, a aprender a plantearse retos. Al evaluador le
demanda la objetividad y responsabilidad de orientar el quehacer profesional de los educadores.
Así las cosas es preciso resaltar que es la evaluación la que hace la formación docente tenga
sentido. Además desde otra perspectiva, la evaluación constituye el centro del proceso de
aprendizaje y de la pedagogía (ya se trate de una evaluación diagnostica, formativa, Sumativa o de
validación o certificación de resultados).
En este mismo sentido “La conducción también es «seguimiento y acompañamiento del cambio».
La proposición de J. Lesourne citada por Alain, M. (1996). Es procedente. En efecto, el modo de
conducir un cambio resulta tan importante como su contenido.
REFERENCIAS