Professional Documents
Culture Documents
En este trabajo se realiza una sucinta caracterización de los sistemas de relaciones existentes en-
tre los sistemas financieros y la economía real, tradicionalmente denominados “banca-industria”,
para destacar que no existen razones concluyentes a favor de ninguna de sus modalidades extre-
mas y que el propio desarrollo de los sistemas financieros los lleva hacia formas híbridas de rela-
ción entre el ahorro y sus colocaciones productivas, en las que coexisten cada vez en mayor medi-
da formas directas e intermediadas. En relación con ello, y puesto que la titularidad de los activos
financieros emitidos por las empresas implica derechos sobre la dirección, supervisión y control de
las mismas, el trabajo caracteriza también los sistemas de gobierno de empresas y las formas ex-
tremas que pueden ofrecer, en función de los mecanismos internos o externos de control en los
que se detecta, asimismo, una tendencia hacia la uniformidad, mediante la convergencia de dichos
mecanismos hacia el gobierno de los mercados y bajo los auspicios de una serie de normas míni-
mas de actuación.
Idazlan honetan, finantza sistemen eta ekonomia errealaren artean dauden harreman sistemak,
“bankuak-industria” deitu ohi dena, azaletik ezaugarritu dira. Ez dago arrazoi biribilik muturretako
modalitate baten edo bestearen alde agertzeko eta finantza sistemen berezko garapenak aurrez-
kiaren eta ekoizpen hautapenen arteko harreman hibridoetara eramaten ditu. Beraietan, zuzeneko
formak eta bitartekatuak aldi berean daude gero eta gehiagotan. Enpresek jaulkitzen dituzten finan-
tza aktiboen jabea izateak enpresen zuzendaritzan, ikusketan eta kontrolean hainbat eskubide
ematen dituenez, idazlanak enpresen gobernu motak eta, kontrolerako barne eta kanpo mekanis-
moen arabera, izan ditzakeen muturretako formak ere aurkeztu ditu. Halaber, berdintasunerako joe-
ra bat hauteman da, mekanismo horiek merkatuen gobernurantz bat egiten dutelako eta jarduteko
gutxieneko arau zenbait onartu direlako.
This article briefly characterises the relations, which exist between financial systems and the ac-
tual economy traditionally known as “banking and industry”. No conclusive arguments are found in
favour of any extreme form of such relations, and the development of financial systems themselves
takes them towards hybrid forms of relation between saving and productive placement. There is
increasing coexistence of direct and indirect forms. Given that the ownership of financial assets is-
sued by companies implies the holding of rights in regard to their management, supervision and
control, this article also describes the systems of government in place at companies and extreme
forms of such government which may arise depending on internal or external mechanisms.
263
ÍNDICE
1. Introducción
2. Análisis comparado de los modelos de relación “banca-industria”
3. Hacia pautas uniformes en la financiación de la economía real
4. Financiación de la economía real y gobierno de las empresas
5. Síntesis y conclusiones
Referencias bibliográficas
tes respecto del mercado ya que tras epi- mayor competencia internacional y la ex-
sodios o fases de restricción monetaria, plotación de las ventajas comparativas de
el crédito se reduce en mayor medida los intermediarios y de sus complementa-
que otras alternativas de financiación, riedades con los mercados (Hirshleifer,
además de afectar su reducción a las 2001). Todos estos factores fomentan la
empresas pequeñas y medianas, pero no imbricación de las funciones originarias
así a las grandes (Watson, 1999). de intermediarios bancarios y mercados.
En algunos casos, como en la “tituliza- 271
3. HACIA PAUTAS UNIFORMES EN LA ción”, al transformar los propios bancos
FINANCIACIÓN DE LA ECONOMÍA préstamos intermediados en deuda nego-
REAL ciable en el mercado. En otros, auspicia-
Una vez admitido que la literatura no dos por la desregulación y la implantación
se decanta de forma clara por la primacía progresiva de una arquitectura financiera
de los mercados o los intermediarios fi- internacional, al dotar de flexibilidad las
nancieros en la financiación de la econo- actuaciones de bancos y empresas, al
mía real, se pretende indagar en este tiempo que favorecen la eficiencia global
apartado sobre la evolución reciente de en las asignaciones del ahorro. Y en otros
los sistemas financieros desarrollados, más, por último, al fomentar que los inter-
bajo la percepción de que existe una ten- mediarios bancarios deleguen parte de
dencia hacia formas híbridas de relación, sus funciones de seguimiento y control en
directas e intermediadas, con los siste- los mercados y que en éstos aparezcan
mas reales que, de hecho, suponen una intermediarios que certifiquen o acrediten
convergencia entre las antaño formas ex- las condiciones bajo las cuales el merca-
tremas de relación “banca-industria”. Si do pueda ejercer la “monitorización” que
bien esa tendencia se manifiesta con me- le es propia.
nor o mayor rapidez en cada país concre-
No obstante, en el caso de los países
to según el poso histórico de su sistema
de la Unión Europea, en los que se fija
financiero, las características de los sec-
preferentemente la atención, la vigencia
tores empresariales a cuya financiación
de los intermediarios bancarios y la finan-
atiende y la incidencia de los factores ins-
ciación crediticia de las empresas es aún
titucionales propiamente dichos, entre los
muy importante (De Nederlandsche Bank,
que destacan las relaciones “banca-in-
1999). En estos países predomina la fi-
dustria” preexistentes, el sistema impositi-
nanciación indirecta y, dentro de ella, la
vo y la legislación concursal.
de los intermediarios bancarios, debido a
Las fuerzas del cambio hacia patrones una serie de factores concatenados entre
uniformes están implícitas en el propio de- los que se encuentran el mayor o menor
sarrollo de los sistemas financieros, y se compromiso histórico de la banca con las
basan en fenómenos ya generalizados co- empresas, la mayor o menor dimensión
mo la “titulización”, la desregulación, la media de los bancos y las empresas no
Juan Antonio Maroto Acín, Mónica Melle Hernández
Alemania 24,72 36,99 255,82 16,33 32,28 222,95 29,62 -2,02 -1,86
Austria 22,55 26,49 238,38 14,26 23,20 230,59 47,37 6,47 -3,58
Holanda 19,00 146,00 227,00 16,00 124,00 194,00 1,25 0,30 -0,29
Dinamarca 8,00 69,00 220,00 5,00 66,00 203,00 47,80 -3,57 -0,03
Portugal 26,00 31,00 220,00 17,00 23,00 184,00 23,72 8,96 -3,31
Suecia 20,82 104,00 213,00 11,00 86,00 179,00 54,39 -1,19 -2,79
España 34,93 21,71 183,23 17,95 17,80 182,75 77,13 11,04 -8,67
Italia 18,90 19,40 155,40 7,20 17,40 150,00 136,89 0,50 -6,61
Finlandia 3,05 42,46 113,35 0,95 38,42 122,26 225,42 12,45 -5,67
Por lo que respecta a la importancia re- por otros muchos factores relacionados
lativa de los inversores institucionales, so- con la redefinición del propio negocio
bre todo de los fondos de inversión, ésta bancario ante un espacio financiero inte-
crece de manera generalizada en todos grado (ECB, 1999). La ampliación de los
los países según los datos disponibles mercados, la mayor competencia y la su-
para el período considerado –e incluso presión de buena parte del negocio “in-
desde 1985, si se toman los datos am- ternacional” que implica la moneda única,
pliados de la OCDE–. Contrasta con la acentuarán la continua disminución de 275
pérdida de importancia relativa de las en- los márgenes y exigirán un nuevo posi-
tidades de crédito en todos los países, y cionamiento competitivo de los bancos
refleja de manera palpable el fenómeno frente a los mercados, la implantación
de la desintermediación, que reduce pro- geográfica y la dimensión.
gresivamente la cuota de los bancos en
Ante un entorno con bajos tipos de in-
la financiación de la economía a favor de
terés, con menores crecimientos o reduc-
la cubierta por la inversión institucional.
ciones en los depósitos –por la compe-
Algunos países, además, como Holanda
tencia de la inversión institucional–, y con
y Suecia, ofrecen particularidades na-
dificultades crecientes en la selección de
cionales de preferencia por la finan-
los mejores prestatarios para la inversión
ciación intermediada, que hacen compa-
crediticia –por las mayores posibilidades
tible un elevado peso tanto de las enti-
de acceso a los mercados por parte de
dades de crédito como de las compañías
éstos–, el margen (“spread”) del negocio
de seguros y los fondos de pensiones.
típico de intermediación se reducirá aún
Otros países, como España e Italia, a par-
más. Continuará la tendencia reductora
tir de cifras inicialmente reducidas de in-
de los márgenes de intermediación que
versión institucional, incrementan espec-
se cubrirá, en lo posible, con los ingresos
tacularmente los patrimonios de sus
no financieros derivados de la prestación
fondos de inversión durante los últimos
de servicios. Pero esta política chocará
años debido a los incentivos fiscales de
con los excesos de capacidad que toda-
su materialización en activos públicos
vía existen en las redes de sucursales de
destinados a la financiación de los déficit
determinados países y que implican unos
públicos; lo que provoca un claro efecto
costes operativos elevados, y muy supe-
de reducción de los depósitos bancarios,
riores en cualquier caso a los generados
además del habitual “efecto expulsión”
por la banca de inversión o por los nue-
de la demanda de crédito privada.
vos canales de banca minorista –banca
Pero si el elevado grado de “bancari- telefónica o banca electrónica–. Y los re-
zación” de los países de la Unión Euro- sultados de todo ese proceso, cuyas líne-
pea tiende a reducirse, como ya se ha as generales de tendencia se verifican
visto, por el crecimiento de los inversores con los datos de la OCDE –Bank Profita-
institucionales, también tiende a hacerlo bility; Financial Statements of Banks ,
Juan Antonio Maroto Acín, Mónica Melle Hernández
2000– desde los años ochenta se traduci- asignaciones finalistas, y ello por motivos
rán, como es obvio, en una menor renta- relacionados con sus respectivas estruc-
bilidad de las entidades bancarias. turas institucionales. En Suecia, por la
existencia de un pujante subsector de so-
Los cambios estratégicos para salva-
ciedades hipotecarias y financieras –és-
guardar la rentabilidad de las entidades
tas de menor importancia–, en el que las
bancarias ya se están produciendo, afec-
primeras concentraban en ese período
tan sobre todo a la intermediación con-
vencional en la que juega un papel rele- más del 50 por ciento de las inversiones
vante la inversión crediticia, y son una crediticias, lo que explica también el ele-
fuerza impulsora más de la tendencia a la vado peso de los créditos a las familias.
homogeneidad en los sistemas “banca- En España, por la vigencia e importancia
industria”. Los datos comparativos más del modelo de las cajas de ahorro, espe-
recientes del crédito bancario, por países cializadas en una banca de proximidad
de la Unión Europea y prestatarios finalis- que asigna su inversión crediticia sobre
tas, en porcentaje de los activos totales todo a familias y pequeña y mediana em-
de la banca en 1992 y 1997, se reflejan presa (PYME). Y en Italia, por la herencia
en el Cuadro nº2. Estos datos confirman histórica de la especialización crediticia
la continua reducción del crédito a las en empresas de determinados sectores
empresas no financieras en la casi totali- de los antiguos institutos especializados
dad –exceptuada Italia– de los países de de crédito y de la banca mutualista, así
la Unión Europea, y reflejan las particula- como por el negocio característico de las
ridades que definen la posición de cada originarias cajas de ahorro; entidades to-
país. Sólo en los casos de Suecia, Espa- das ellas transformadas posteriormente
ña e Italia, el crédito empresarial repre- en sociedades anónimas e integradas ya
senta el mayor peso entre las posibles casi en su totalidad en grupos bancarios.
Cuadro nº2: Créditos de la banca doméstica en los países de la Unión Europea
(Datos en porcentaje de los activos totales del sector bancario de cada país)
Suecia 52,06 42,30 -18,76 34,81 34,51 -0,85 6,59 4,86 -26,20 6,35 17,30 172,65
España 25,67 22,17 -13,66 20,10 20,68 2,85 14,61 15,91 8,87 23,67 21,11 -10,81
Italia 21,13 21,49 1,72 12,59 13,87 10,16 12,98 15,83 21,96 24,53 20,14 -17,88
Holanda 24,73 20,78 -15,97 16,96 23,44 38,15 11,40 8,88 -22,06 6,65 5,05 -24,12
Dinamarca 27,01 16,98 -37,14 12,96 10,09 -22,16 12,25 6,45 -47,34 7,61 17,58 130,99
Francia 22,41 16,26 -27,44 15,00 13,50 -10,00 2,74 6,78 147,04 25,16 29,83 18,57
Alemania 19,88 15,85 -20,27 24,62 23,82 -3,24 12,42 13,27 6,84 24,93 26,32 5,59
Bélgica 13,39 11,45 -14,50 11,70 10,59 -9,48 26,12 22,85 -12,55 8,35 11,00 31,67
Reino Unido 13,13 8,62 -34,38 21,13 18,01 -14,74 1,47 1,28 -13,03 14,25 15,57 9,27
Fuente: Banco Central Europeo, 1999 (sobre datos OCDE) y elaboración propia.
Sistemas financieros y economía real: modelos de relación y gobierno de las empresas
277
Juan Antonio Maroto Acín, Mónica Melle Hernández
El Cuadro nº2 permite también apreciar tar las carteras crediticias hacia coloca-
otra característica histórica del crédito ciones más rentables.
concedido por los bancos europeos, co-
Todas las tendencias detectadas per-
mo es la del elevado peso de sus asigna-
miten afirmar que la inversión institucional
ciones al sector público. El caso de Bélgi-
juega todavía un modesto papel en la fi-
ca es llamativo, y se relaciona también
nanciación de las empresas europeas,
con la herencia de la estructura institucio-
pero que su peso tenderá a incrementar-
nal de su sistema financiero, en la que
se, tanto por sus ventajas comparadas
existían bancos públicos especializados
ante el nuevo entorno financiero como
en la financiación privilegiada de la indus-
por la previsible continuidad del declive
tria y la agricultura, y en la que las entida-
de la financiación crediticia. Los inverso-
des privadas estaban volcadas tradicio-
res europeos parecen apreciar cada vez
nalmente en la financiación del sector
más las ventajas financiero-fiscales de la
público. Pero también son relevantes los
inversión colectiva o de los planes de
créditos al sector público en Alemania,
Italia y España, países con importantes pensiones y seguros respecto de los de-
subsectores de cajas de ahorro, muchas pósitos bancarios, en tanto que la movili-
de las cuales son de titularidad pública o dad internacional de los capitales y la
están gobernadas por Administraciones ampliación de los mercados en el área
Públicas. Esta situación genera un eviden- del euro estimularán la búsqueda de ma-
te solapamiento de intereses en los deci- yores rendimientos para sus carteras y
sores públicos que, al actuar simultánea- permitirán la diversificación internacional
mente como gestores y clientes de las de sus riesgos. Ello tendrá algunas impli-
asignaciones de recursos de las cajas, caciones importantes, respecto de la fi-
tienden a elevar excesivamente su partici- nanciación empresarial y del papel de-
pación en las carteras crediticias de las sempeñado por la banca en el sistema
entidades, a pesar de su incidencia des- financiero. En el primer caso, porque la
favorable sobre la rentabilidad económica reducción de los déficit en los países de
(Maroto y Melle, 2000). En cualquier caso, la zona euro tenderá a minorar paulatina-
se trata de colocaciones con bajo riesgo mente la oferta de títulos públicos, lo que
que llevan aparejado un rendimiento me- permitirá reorientar las carteras de los
nor que las realizadas en otros sectores fondos hacia los activos emitidos por el
“de mercado”, y cuyo volumen tenderá a sector privado, con los previsibles efec-
decrecer tanto por la reducción de las ne- tos favorables sobre el menor coste y los
cesidades de cobertura de los déficit pú- mayores plazos del endeudamiento de
blicos –o de financiación de procesos ex- las empresas. Y en el segundo, porque
cepcionales como fue la reunificación los bancos tenderán cada vez más a asu-
alemana– en el marco de estabilidad de la mir la gestión de la desintermediación
Unión Europea como por el incremento de (“reintermediación”), mediante el control
la competencia y la necesidad de reorien- de los recursos de los fondos de inver-
Sistemas financieros y economía real: modelos de relación y gobierno de las empresas
Estados Reino
Japón Alemania Francia Suecia Australia 3
Unidos Unido 2
Sector financiero 46 42 30 30 68 30 37
Bancos 6 15 10 7 1 1 3
Empresas de seguros
y fondos de pensiones 28 12 12 9 50 14 25
Fondos de inversión 12 — 8 11 8 15 —
Empresas no financieras — 27 42 19 1 11 11
Administraciones Públicas — 1 4 2 1 8 —
Familias 49 20 15 23 21 19 20
1 Para Japón, los “Fondos de pensiones y de inversión” están incluidos en “Otras entidades finan-
cieras”.
2 Los datos de Reino Unido son de final de 1994.
3 Los datos de Australia son de final de septiembre de 1996. Los “Fondos de inversión” están in-
Valor de Mercado (en Capitalización bursátil de Valor de Mercado de las Número total de empresas Concentración del 5% de las empresas
porcentaje sobre el PIB) las acciones de las emisiones de deuda con acciones cotizadas nacionales de mayor capitalización (2000)
empresas nacionales (nacionales y extranjeras) (nacionales y extranjeras)
(excluidos los Fondos (millones de Dólares USA) (excluidos los Fondos
de Inversión) de Inversión)
(Millones de Dólares USA)
(1999) (2000) (2000) (2000) 5% del valor bursátil Nº de empresas
283
Juan Antonio Maroto Acín, Mónica Melle Hernández
Pese a las conexiones apuntadas entre que otros mercados de valores, como el
los modelos “banca-industria” y los siste- español, parecen más importantes de ca-
mas de gobierno empresarial, el mero he- ra al control de empresas por el número
cho de que las grandes empresas acce- de empresas cotizadas –en muchos ca-
dan cada vez más en forma directa a los sos sin cotización efectiva– y por la parti-
mercados de valores, en detrimento de la cipación de los inversores individuales
deuda bancaria, no significa necesaria- –superior al 30 por ciento de la capitaliza-
mente la implantación automática de una ción total, pero con escasas tradición y
estructura de gobierno de empresas ba- posibilidades efectivas de “monitoriza-
sada en los mercados . El Cuadro nº4 ción” de las empresas– que lo que real-
aporta algunas percepciones a ese res- mente son según el resto de indicadores
pecto, ya que muestra cómo el peso de de mercado.
los mercados de valores en las economí-
as nacionales no explica, por sí mismo, 4.4. El papel del marco legal e institu-
las características de su gobierno de em- cional en el gobierno de las empre-
presas; aún cuando la mayor capitaliza- sas
ción bursátil, el mayor número de empre-
Los fundamentos del derecho de cada
sas cotizadas y la menor concentración
país pueden justificar diferencias como
de las empresas de mayor capitalización
las apuntadas, de forma que la distinción
incidan sobre la mayor eficiencia de los
entre países con “ley civil” o con “ley co-
mercados. Los Estados Unidos y el Reino
Unido ofrecen evidencias del elevado pe- mún” implicaría enfoques más reglamen-
so de sus mercados de valores sobre el tistas o más prácticos, respectivamente,
PIB, de la capitalización de sus mercados en dichos modelos de gobierno. En el pri-
de acciones y de deuda, y del número to- mer caso, de “ley civil”, propio de países
tal de sus empresas cotizadas. Pero la como Francia, España, Alemania o los
concentración de sus empresas de ma- Países Escandinavos, las fuentes legisla-
yor capitalización es diferente, y el dato tivas vienen dadas por las normas que le-
de los Estados Unidos es bastante más gisladores y expertos desarrollan para re-
parecido a la concentración de Japón gular los mercados. Contemplan una
que a la del Reino Unido. Por otra parte, elevada protección de los inversores, me-
el mercado de valores de Japón repre- diante la fijación de derechos estatutarios
senta un mayor porcentaje de su PIB que rígidos que, sin embargo, reducen la fle-
el de Alemania, pero el valor de mercado xibilidad para la toma de decisiones eco-
de sus empresas de mayor capitalización nómicas. Regulan, asimismo, de forma
es menor que en el mercado de valores minuciosa las operaciones de los merca-
alemán. Francia y Suecia tienen unos dos de valores, pero con ello facilitan la
mercados de valores importantes, pero concentración de la propiedad de las ac-
demasiado concentrados en sus empre- ciones en grandes inversores y perjudi-
sas de mayor capitalización. Mientras can la misma eficiencia del gobierno de
Sistemas financieros y economía real: modelos de relación y gobierno de las empresas
las empresas. En el segundo caso, espe- mero máximo de derechos de voto por
cífico de los países anglosajones, la le- accionista, con independencia de su par-
gislación sigue un enfoque práctico basa- ticipación en el capital, se permiten en
do en los usos y costumbres de los prácticamente la mitad de los países de
mercados de capitales. Esta “ley común” la Unión Europea; y las acciones sin voto
se crea por los mercados y se formaliza existen en la mayoría de los países euro-
por los jueces, y permite una gran flexibi- peos (Davis y Lannoo, 1998). Por otro la-
lidad para las operaciones y contratos de do, en los sistemas basados en el control 285
las empresas (Salas, 1998). Uno y otro “desde fuera”, la especial precaución con
sistema de creación de normas jurídicas la que se observa la participación de los
condicionan además, respectivamente, la bancos en los consejos de las empresas
tardía o temprana aparición de los “códi- condiciona las ventajas que podrían deri-
gos de buen gobierno” que se han ido varse de su “monitorización”. En el caso
proponiendo en los diferentes países, así de los Estados Unidos, la potencial insol-
como la inspiración, indicativa o imperati- vencia financiera de empresas participa-
va –como requisito para concurrir al mer- das por bancos les supone a éstos unos
cado– de los mismos. elevados costes, derivados tanto de la
protección de los derechos de los restan-
El desarrollo estatutario del marco legal
tes accionistas como de los acreedores.
condiciona asimismo los derechos, la es-
Un riesgo que los bancos tienden a mi-
tructura y la concentración del acciona-
nimizar al involucrarse tan sólo en el capi-
riado, e incide así en varios elementos
tal de grandes empresas, con resultados
clave que delimitan el papel del mercado
estables, con activos susceptibles de
en el ejercicio del control corporativo. Y lo
aportarse como garantía (“colaterales”) y
hace sobre todo, de forma paradójica, en
con bajo endeudamiento a corto plazo.
los sistemas que pretenden velar por los
Que son, precisamente, las que menos
inversores “desde dentro”. Son los casos
necesitan su posible labor disciplinaria en
de los acuerdos estatutarios que reducen
su gobierno y gestión (Kroszner y Stra-
el control de los accionistas mediante
han, 2001).
acuerdos de voto limitado o voto múltiple,
o de las estructuras de los consejos de Frente a ese diverso panorama del
administración que alteran la proporcio- marco legal e institucional del gobierno
nalidad de los votos de los accionistas en de empresas, cabe cuestionarse si se
la asamblea o junta general. Estos meca- producirá también en este ámbito la ten-
nismos están demasiado extendidos en- dencia uniformadora que se detectaba en
tre los países europeos, ya que los dere- los modelos “banca-industria”. La res-
chos de voto doble o múltiple son puesta de la literatura es igualmente afir-
práctica común en los países escandina- mativa en este caso, pero con el matiz de
vos, Francia y Holanda; los acuerdos de decantarse claramente por la paulatina
restricción de voto o de limitación del nú- convergencia hacia el control “externo”,
Juan Antonio Maroto Acín, Mónica Melle Hernández
tanto por la mayor eficiencia de los mer- “de mínimos” que inspira los más recien-
cados globalizados para la orientación y tes códigos de buen gobierno emitidos
supervisión de las decisiones empresa- por organismos supranacionales. Estos
riales como por la capacidad de las gran- códigos, en su origen y ya fuesen el “In-
des empresas internacionalizadas para forme Cadbury” (1992) en los países an-
elegir por sí mismas el mercado cuyo mo- glosajones o el “Informe Viénot I” (1995)
delo regulador prefieran para su gobier- en los países latinos, establecían simple-
no. En cuanto a los inversores, también mente unos estándares de información fi-
se propugnan las ventajas del control “ex- nanciera y de rendición de cuentas por
terno”, dada la creciente capacidad de los Consejos. Fijaban recomendaciones y
aquéllos para diversificar internacional- códigos de buenas prácticas, que se
mente sus carteras hacia los mercados ajustaban a las características legales e
que mejor les permitan orientar las deci- institucionales de cada país, para garanti-
siones de las empresas en las que parti- zar los derechos de los accionistas y el
cipan. No obstante, la rigidez del marco funcionamiento eficiente de los mercados
legal en el que se fundamenta el gobier- de capitales. En la actualidad, la mayoría
de los países europeos disponen ya de
no corporativo “interno” supone una traba
“códigos de buen gobierno de las empre-
para su convergencia hacia el gobierno
sas” al estilo de esos ejemplos origi-
de los mercados. Siquiera sea por las di-
narios. Sin embargo, la reciente publica-
ferentes posiciones de poder que otorgan
ción de “códigos de buen gobier no
los sistemas de control interno a los ac-
empresarial” por organismos suprana-
cionistas sobre el conjunto de todos los
cionales, como los elaborados por la OC-
grupos sociales interesados (“stakehol-
DE (1999), el Banco Mundial (1999) y el
ders”), a las que los primeros difícilmente
Banco Internacional de Pagos (1999), ha
renunciarán de no mediar los oportunos
cambiado radicalmente el panorama, al
cambios legislativos.
entender que el gobierno de una empre-
sa se relaciona con la correcta definición
4.5. Hacia la convergencia entre los
de sus estrategias y la adecuada gestión
modelos de gobierno de las empre-
de sus riesgos operativos, sean cuales
sas
sean su sector de operación y su estruc-
Una hipótesis plausible a favor de la tura de propiedad; y que depende por
convergencia entre los modelos de go- ello de mecanismos disciplinarios tanto
bierno de empresas es la armonización internos como externos.
Sistemas financieros y economía real: modelos de relación y gobierno de las empresas
Internos Externos
Marco Regulador
Accionistas Agentes privados 287
Estándares (por ejem-
plo, Contabilidad y
Auditoría)
Leyes
Regulaciones
Grupos de interés
Consejo
Nombramientos
y delegaciones
Sistema Financiero
· Deuda
· Recursos propios
Dirección · Contables
· Juristas
· Agencias de Rating
Operaciones · Bancos de inversión Mercados
· Medios financieros · Mercados competiti-
vos de productos y
· Sociedades de inver- factores
sión
· Inversión directa
· Investigadores
extranjera
Núcleo de Funciones · Analistas de gobierno
corporativo · Control corporativo
El Gráfico nº1 ofrece una visión esque- rés presentes en las mismas. La externa,
mática de la nueva concepción de los a favor de la promoción y funcionamiento
mecanismos del gobierno de empresas, de las empresas; asegurando su respon-
que se extiende desde los accionistas sabilidad en el ejercicio de su poder de
hasta los grupos sociales interesados. Se mercado y protegiendo los intereses de
atiene al marco legal específico del con- los grupos afectados, en general, por su
trol “interno” de cada país, pero bajo la actividad. Y todo ello, de cara a lograr un
premisa de que el correcto funcionamien- equilibrio entre objetivos individuales y
to de la dirección y de la gestión operati- colectivos que minimice paulatinamente
va de las empresas resulta vital para el las posibles divergencias entre rentabili-
sistema económico y social en su conjun- dades privadas y sociales.
to. Y de ahí la emergencia e importancia
La base de ese planteamiento es la
de los mecanismos externos, tanto priva-
puesta a disposición del mercado de to-
dos como públicos; sintetizados éstos en
da la información potencialmente relevan-
el marco regulador. El gobierno de las
te (“disclosure”) para cualquier decisión
empresas se escora de ese modo hacia
de inversión, apelando a una combina-
la disciplina del mercado, cada vez más
ción adecuada de acciones regulatorias y
integrado y globalizado, asegurando al
voluntarias. La peculiaridad de cada sis-
propio tiempo que la toma de decisiones
tema de gobierno corporativo podrá dife-
empresariales siga una lógica procesal,
rir, por tanto, entre países, entre sectores
respete sus obligaciones legales y con-
de operación o incluso entre empresas,
tractuales y armonice los intereses de los
Pero se inscribirán en una tendencia ho-
directivos con los de los accionistas y los
mogeneizadora que viene impulsada por
grupos de intereses sociales. Lo cual no
la globalización de los mercados y que
obsta, evidentemente, para que la elec-
se manifiesta en actuaciones ante los
ción de las decisiones más adecuadas
mismos inspiradas por la transparencia,
de cara a los resultados y a la creación
la imparcialidad y la asunción de respon-
de valor, siga siendo responsabilidad
sabilidades. La competencia entre las
privativa de cada empresa.
grandes empresas internacionalizadas se
Ante las diversidades nacionales, ya establece en términos de precio y calidad
sean políticas, económicas o sociales, la de sus productos y servicios, tanto como
nueva “arquitectura” del gobierno corpo- en el coste y cuantía de los recursos fi-
rativo propugna la armonización de sus nancieros demandados según su clase
perspectivas “interna” y “externa”. La in- de riesgo; pero también en el coste y efi-
terna, en pro de la creación, maximiza- cacia de sus regímenes de gobierno cor-
ción y sostenibilidad del valor; respetan- porativo. La evaluación comparada de
do las obligaciones legales y contrac- éstos por los inversores internacionales
tuales de las empresas y armonizando los requiere rendición de cuentas –precisa,
intereses de accionistas y grupos de inte- en forma y a tiempo–, transparencia,
Sistemas financieros y economía real: modelos de relación y gobierno de las empresas
291
Juan Antonio Maroto Acín, Mónica Melle Hernández
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ALLEN, F. (1993): “Stock markets and re- European Financial Integration. Cambrid-
source allocation”. En: MAYER, C. y VI- ge University Press. Cambridge.
VES, X. (Eds.): Capital Markets and Finan- HIRSHLEIFER, D. (2001): “The Blurring of
cial Intermediation . Cambridge. Cam- Boundaries between Financial Institutions
bridge University Press, pp. 81-108. and Markets”. Journal of Financial Inter-
BANK FOR INTERNATIONAL SETTLE- mediation. Vol. 10, nº 3/4, pp. 272-275.
MENTS (1999): Enhancing Corporate Go- HURST, CH.; PERÉE, E. y FISCHBACH, M.
vernance For Banking Organisations. Risk (1999): “On the road to wonderland? Bank
Management Group, Basel Committee on restructuring after EMU”. En EUROPEAN
Banking Supervision. Basilea. INVESTMENT BANK (1999): European
CADBURY, A. (1992): Report of the Commi- Banking after EMU. European Investment
ttee on the Financial Aspects of Corporate Bank, pp. 83-104.
Governance. Gee Publishing. London JENSEN, M. y MECKLING, W. (1976): “The-
DAVIS, S. y LANNOO, K. (1998): “Sharehol- ory of the Firm: Managerial Behavior,
der Voting in Europe”. Centre for Europe- Agency Costs and Ownership Structure”.
an Policy Studies, mimeo. Journal of Financial Economics, nº 1, pp.
DE NEDERLANDSCHE BANK (1999): “The 305-360.
significance of the European capital mar- KROSZNER, R.S. y STRAHAN, P.E. (2001):
ket for corporate financing”. Quarterly Bu- “Bankers on boards: monitoring, conflicts
lletin (December), pp. 31-39. of interest, and lender liability”. Journal of
DIAMOND, D. (1984): “Financial Intermedia- Financial Economics . Vol. 62, nº 3, pp.
tion and Delegated Monitoring”. Review of 415-452.
Economic Studies, nº 51, pp. 393-414. LA PORTA, R., LOPEZ DE SILANES, F., SH-
EDWARDS, J. y FISCHER, K. (1994): Banks, LEIFER, A. y VISHNY, R.W. (1998): “Law
Finance and Investment in Germany. Cen- and finance”. Journal of Political
tre for Economic Policy Research. Cam- Economy. Nº 106, pp. 1113-1155.
bridge University Press. Cambridge. LA PORTA, R., LOPEZ DE SILANES, F., SH-
EUROPEAN CENTRAL BANK (ECB) (1999): LEIFER, A. y VISHNY, R.W. (1999): “Inves-
Possible effects of EMU on the EU ban- tor protection and corporate governance”.
king systems in the medium to long run. Working Paper. Harvard University. Cam-
Frankfurt (Febrero). bridge, MA.
EUROPEAN COMMITTEE OF CENTRAL BA- LANNOO, K. (1999): “A European Perspec-
LANCE SHEET OFFICES (2000): Corpora- tive on Corporate Governance”. Journal of
te Finance in Europe from 1986 to 1996. Common Market Studies, Vol. 37, nº 2, pp.
Own Funds Working Group. 269-94.
FISHER, I. (1930): The theory of interest . LELAND, H. y PYLE, D. (1977): “Information
Macmillan. Nueva York. La reimpresión de asymmetries, financial structure and finan-
1965, con igual título, es de August M. cial intermediation”. Journal of Finance, nº
Kalley Publisher. Nueva York. 32, pp. 371-387.
FRANKS, J. y MAYER, C. (1992): “Capital MAROTO, J.A. (1993): “La financiación em-
Markets and Corporate Control: A Synthe- presarial y el sistema financiero”. Econo-
sis of the International Evidence”. IFA mía Industrial, nº 293 (sept.-oct.), pp. 77-
Working Paper 127-90. London Business 88.
School. MAROTO, J.A. y MELLE, M. (2000): “Public
GUAL, J. (1999): “Deregulation, integration Administration as Stakeholders in Spanish
and market structure in European ban- Savings Banks”. En: SCHUSTER, L. (Ed.):
king”. European Investment Bank (EIB) Shareholder Value Management in Banks.
Papers, Vol. 4, nº 2, pp. 34-49. Macmillan. London, pp. 113-33.
HELLWING, M. (1991): “Banking, Financial MAYER, C. (1990): “Financial systems, cor-
Intermediation and Corporate Finance”. porate finance and economic develop-
En GIOVANNINI, A. y MAYER, C. (Eds.): ment”. En: HUBBARD, G.R. (Ed.): Asym-
Sistemas financieros y economía real: modelos de relación y gobierno de las empresas