RESÚMEN TRATAMIENTOS TÉRMICOS DEL ACERO

Resumen. El presente artículo analiza los diferentes tratamientos térmicos del acero y las
diferentes características ocasionadas por los mismos. La resistencia y calidad del acero es
resultado del tratamiento térmico al cuál sea expuesto, causado por la reorientación de sus
átomos internos, los cuales modifican su estructura. Se examinan cuatro muestras de acero con
dimensiones de una pulgada por una pulgada, las cuales se llevan hasta la temperatura de
austenización; según la temperatura de austenización ocurren diversos cambios de fases en una
línea sólido-líquidos, pasando de una estructura cristalina a otra nueva estructura cristalina,
éstos cambios de fase junto con la temperatura a la cual se enfríe el acero, dará como resultado
la dureza característica del tratamiento térmico aplicado.

INTRODUCCIÓN

Ésta investigación busca como prioridad permitirle al lector una asimilación coherente de la
información que se ha recopilado acerca de los diferentes tratamientos térmicos aplicables a los
materiales, en éste caso el acero; abarcar todo el proceso de transformación, desde las
características que le otorga cada tratamiento térmico al material y sus diversas aplicaciones
prácticas a partir de las nuevas propiedades que ha tomado desde su reestructuración interna.

La utilización de tratamientos térmicos permite lograr las más diversas características del acero,
así como de otros muchos metales. En consecuencia dichos tratamientos tienen una importancia
primordial en las distintas fases de fabricación de la industria moderna. En este artículo se
pretende dar una somera información sobre los diferentes tratamientos térmicos, sus
procedimientos y resultados. Los procedimientos en los tratamientos térmicos son muy
numerosos y variados según el fin que se pretende conseguir. La gran cantidad de tratamientos
térmicos, las distintas aleaciones y sus reacciones y las diferentes exigencias técnicas requieren
soluciones y conocimientos profundos de la materia. El tratamiento térmico pretende endurecer
o ablandar el material (acero), modificar la estructura cristalina o modificar total o parcialmente
las características mecánicas del material.
Podemos distinguir dos razones principales para efectuar tratamientos térmicos en los cuales se
pretende conseguir un endurecimiento (temple) o un ablandamiento (recocido).

Al calentar las probetas a temperaturas convenientes durante un cierto tiempo y luego

enfriarlas adecuadamente se logra: modificar su estructura microscópica, produciendo
transformaciones físicas (variación de las propiedades mecánicas) y a veces cambios en la
composición química de ellas. El calentamiento debe realizarse lentamente y lo más uniforme
posible, especialmente cuando se trata de piezas con espesores apreciables. Con ello se trata de
no crear tensiones internas por calentamiento desparejo entre las secciones delgadas y las más
gruesas, siendo el ideal la mantención de una misma temperatura en el centro y en la periferia
de la pieza.