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CONTAMINACION DEL AIRE

Las actividades humanas generan residuos de tres tipos: sólidos, líquidos y gaseosos. Estos
últimos son producto principalmente del consumo de combustibles fósiles.

Los productos de las reacciones de combustión se encuentran normalmente en la naturaleza,


pero una mayor tasa de emisión de estos compuestos en relación con la capacidad de asimilación
y autodepuración en los ecosistemas, ocasiona lo que se denomina contaminación del aire. El
tema de la contaminación del aire ha venido adquiriendo mayor importancia en el mundo desde
que se empezaron a identificar los problemas, los daños y las afecciones a los ecosistemas a
diferentes niveles; no obstante, ha sido sólo a partir de la ocurrencia de hechos ecológicos y
sociales trágicos, que el mundo ha empezado a dimensionar los problemas desencadenados por
este tipo de contaminación.

La lluvia ácida se encuentra dentro de los cuatro principales efectos de la contaminación


atmosférica junto con la destrucción de la capa de ozono, el calentamiento global y el smog
fotoquímico.

Fuentes y clasificación de los contaminantes atmosféricos


Los contaminantes emitidos a la atmósfera pueden atribuirse principalmente a dos tipos de
fuentes, las fuentes naturales y las fuentes artificiales denominadas antrópicas, ya que se derivan
de la actividad humana.

Fuentes naturales
Entre las fuentes naturales de contaminación se destacan las emisiones volcánicas, cargadas
de compuestos azufrados y cenizas y los incendios forestales que emiten principalmente aldehídos
y cenizas.
Otros ejemplos de fuentes naturales incluyen fenómenos como la erosión eólica que
comprende los polvos generados por la fuerza de los vientos; la descarga del polen de las plantas
y la actividad biogénica que comprende entre otros la descomposición de materia orgánica,
emitiendo a la atmósfera metano, dióxidos de carbono y azufre.
Figura 1.1. Emisiones volcánicas. Fotografía del Volcán Nevado del Ruiz, tomada el 25 de agosto
de 1985. Foto: Carlos Enrique Ruiz.

Fuentes antrópicas
Las fuentes antrópicas se dividen en fuentes móviles y estacionarias.

Las fuentes móviles incluyen diversas formas de transporte terrestre, aéreo, fluvial o marítimo tales
como automóviles, camiones,locomotoras, aviones y barcos.

Las fuentes estacionarias son instalaciones no móviles como plantas de energía, industrias e
incineradores; las fuentes estacionarias se dividen en fuentes fijas o puntuales que incluyen las
chimeneas o tanques de almacenamiento que emiten contaminantes y fuentes de área que son
pequeñas fuentes que en conjunto afectan la calidad del aire, tales como las quemas abiertas,
humo de tabaco, los hornos de ladrillos caseros entre otros. La Figura 1.2 muestra la emisión de
una fuente fija.

Clasificación de los contaminantes


Cuando se habla de clasificación de los contaminantes se pueden especificar tres formas:
Clasificación según su naturaleza física, en la cual se distinguen contaminantes sólidos,líquidos
o gaseosos.
Clasificación según su composición química, encontrando material particulado, compuestos de
azufre, compuestos de nitrógeno, compuestos orgánicos, compuestos halogenados, entre
otros.
Clasificación según su formación, en la cual se encuentran los contaminantes primarios que son
emitidos directamente a la atmósfera y afectan la calidad del aire sin sufrir ninguna modificación
química, y los contaminantes secundarios que son los que han sufrido cambios químicos o son el
producto de la reacción entre dos o más contaminantes primarios. Un ejemplo de contaminantes
primarios son los comúnmente evaluados en calidad del aire que incluyen material particulado,
dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, hidrocarburos y monóxido de carbono, mientras que un
ejemplo de contaminantes secundarios son los ácidos nítrico y sulfúrico, característicos del
fenómeno de lluvia ácida.
En la Figura 1.3 se resumen los procesos que sufren los contaminantes luego de ser emitidos por
la fuente y los sectores afectados por la contaminación. En esta figura se observan dos términos
importantes, emisión e inmisión de contaminantes. El primero se refiere a la descarga directa a la
atmósfera de un contaminante mediante una fuente móvil o fija, mientras que la inmisión, proceso
contrario a la emisión, hace referencia a la transferencia de los contaminantes de la atmósfera
hasta un receptor, siendo el aire inmiscible el aire respirable por receptores como los seres
humanos.

Figura 1.3. Comportamiento de los contaminantes atmosféricos a partir de su emisión. Adaptada


por Carlos Mario González.

CONTAMINANTES

Compuestos con azufre SOX


El dióxido y el trióxido de azufre son los óxidos dominantes del azufre presentes en la atmósfera.
El dióxido de azufre se convierte parcialmente a trióxido de azufre SO3 ó a ácido sulfúrico y a sus
sales mediante procesos fotoquímicos o catalíticos en la atmósfera. El trióxido de azufre forma
ácido sulfúrico con la humedad del aire. Los óxidos de azufre junto con las partículas y la humedad
del aire producen los efectos más perjudiciales atribuidos a la contaminación atmosférica (Wark y
Warner,2002).
El dióxido de azufre, en concentraciones mayores de 400 µg/m3, produce efectos perjudiciales
sobre el sistema respiratorio humano.
Los gases azufrados son unos de los precursores de la lluvia ácida.

1.2.3 Compuestos con nitrógeno NOX


En la naturaleza existen diversos compuestos con nitrógeno, sin embargo, el óxido nítrico NO y el
dióxido de nitrógeno NO2 son las formas más importantes como contaminantes atmosféricos.
El óxido nítrico es un contaminante primario y se forma en todos los procesos de combustión que
ocurren en presencia de aire atmosférico y en el que se alcancen altas temperaturas, que permitan
combinar directamente el nitrógeno presente en el aire con el oxígeno. Con la luz solar el óxido
nítrico se combina con el oxígeno atmosférico formando dióxido de nitrógeno que es un
contaminante secundario (Corbitt, 2003).
A este grupo de contaminantes se le asocian tanto daños al ambiente como efectos en la salud
humana como la afección de las vías respiratorias. Los NOx también son precursores de la lluvia
ácida.

1.2.4 Hidrocarburos
Los hidrocarburos son contaminantes primarios y están compuestos de carbono e hidrógeno.
Entre estos tipos de compuestos, se encuentran los hidrocarburos aromáticos, las olefinas y las
parafinas. Estos compuestos son emitidos por el procesado y utilización del petróleo y sus
derivados (Corbitt, 2003).
Si bien no se han encontrado evidencias de efectos directos sobre la salud, se reconoce que la
exposición a ciertos tipos de hidrocarburos puede llegar a la generación de cáncer. Sin embargo,
tanto los efectos en el ambiente como en la salud, varían dependiendo del tipo de compuesto;
estos compuestos son los responsables del denominado smog fotoquímico.

1.2.5 Monóxido de carbono CO


El Monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro y sin sabor formado principalmente por una
combustión incompleta de combustibles que contienen carbono (Corbitt, 2003). Existen muchos
estudios que demuestran que las altas concentraciones de monóxido de carbono pueden causar
cambios fisiológicos y patológicos y finalmente la muerte. El monóxido de carbono es un veneno
que inhalado priva a los tejidos del cuerpo del oxígeno necesario (Wark y Warner, 2002).

1.2.6 Dióxido de carbono CO2


El dióxido de carbono no es considerado contaminante dentro de ciertos límites; sin embargo, en
la actualidad se le presta atención debido a que sus grandes emisiones están generando
alteraciones importantes sobre el efecto invernadero y el cambio climático.

1.2.7 Ozono troposférico O3


Es un gas incoloro de olor picante característico. Posee gran poder oxidante y gran tendencia a
en oxígeno. Su presencia en la parte baja de la atmósfera se debe principalmente a la acción
fotoquímica de las radiaciones solares en presencia de óxidos de nitrógeno e hidrocarburos.
Aunque el ozono en la parte inferior de la atmósfera es perjudicial para el ambiente, en la parte
superior es necesario para proteger la Tierra de la nociva radiación ultravioleta, ya que conforma
la capa de ozono.
Como consecuencia de la emisión de estos y otros contaminantes a la atmósfera se han generado
una serie de efectos reconocidos a nivel mundial:
Daño de la capa de ozono: El ozono O3 es indispensable en la estratosfera y tiene un efecto
protector de la radiación ultravioleta dañina, lo cual es benéfico para la salud. Desde el punto de
vista climático, su efecto es de enfriamiento de la superficie pues bloquea la entrada de radiación
solar. La emisión antrópica de gases que son precursores de compuestos que reaccionan
químicamente con el ozono, como los gases que contienen cloro, flúor y carbono
(clorofluorocarbonados), ha sido motivo de alarma por la aparición del llamado agujero en la capa
de ozono (Mesa, 2007).
Efecto invernadero: La atmósfera deja pasar la radiación solar, ésta es absorbida en la superficie
terrestre que se calienta y emite radiación de onda larga; la atmósfera es muy opaca a esa
radiación terrestre y la absorbe, se calienta y a su vez emite tanto hacia el espacio exterior
como hacia la superficie. Esta dinámica de la radiación solar sobre el planeta Tierra se ve afectada
por el aumento en el ambiente de gases como el dióxido de carbono, el cual forma un manto sobre
la superficie de la Tierra y atrapa el calor reflejado, generando así un mayor calentamiento del
planeta (Mesa, 2007).
Smog fotoquímico: Conocido como niebla fotoquímica. Es ozono a nivel del suelo formado por la
reacción de contaminantes como óxidos de nitrógeno e hidrocarburos con la luz solar.
Lluvia ácida o precipitación ácida: Varios de los contaminantes emitidos a la atmósfera,
específicamente los óxidos de nitrógeno y de azufre, reaccionan de diferentes formas y bajo
diferentes condiciones produciendo compuestos ácidos que son depositados en forma seca o
húmeda, esta última por medio de la lluvia, sobre la superficie terrestre alterando la dinámica
natural de los ecosistemas.
Monitoreo de la calidad del aire en Latinoamérica y el Caribe
Es en la década de los años cincuenta del siglo XX cuando se empieza a despertar el interés por
la calidad del aire en América Latina y el Caribe, momento desde el cual las universidades y los
ministerios de salud realizaron las primeras mediciones de la contaminación del aire (Korc, 2008).

En el año 1965, el Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)


recomendó a su Director desarrollar programas de investigación sobre contaminación del agua y
aire, así como cooperar con los gobiernos miembros en la generación de políticas adecuadas de
control.
Cuando la OPS inició su programa regional, muy pocos países tenían conciencia de la magnitud
de sus problemas de contaminación del aire (Korc, 2008). A través del Centro Panamericano de
Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (CEPIS), la OPS acordó establecer una red de
estaciones de monitoreo de la contaminación del aire, con lo cual se materializó el primer gran
esfuerzo por cuantificar este tipo de contaminación (OMS, 2000).

En junio de 1967, la Red Panamericana de Muestreo Normalizado de la Contaminación del Aire


(REDPANAIRE) inició sus labores con ocho estaciones de monitoreo de la calidad del aire y seis
años más tarde contaba con un total de 88 estaciones distribuidas en 26 ciudades de 14 países.
En 1980, REDPANAIRE cesó sus actividades y pasó a formar parte del Programa Global de
Monitoreo de la Calidad del Aire, establecido en 1976 por la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), como parte del
Sistema Mundial de Monitoreo del Medio Ambiente (GEMS por sus siglas en inglés).

En los años noventa del siglo XX, la OMS organizó el Sistema de Información sobre la Gestión de
la Calidad del Aire (AMIS por sus siglas en inglés) que tiene presencia a nivel mundial,
al cual se incorpora el programa GEMS en 1997. Actualmente el AMIS brinda la información global
requerida para el seguimiento de la calidad del aire, que incluye el monitoreo de la concentración
de contaminantes, el desarrollo de instrumentos para elaborar inventarios de emisiones y modelos
de dispersión, estimación de los efectos sobre la salud pública a través de estudios
epidemiológicos y la propuesta de planes de acción detallados para mejorar la calidad del aire
(OMS, 2000).
Los graves problemas ambientales como el aumento del efecto invernadero, el desgaste de la
capa de ozono a nivel estratosférico y el transporte transfronterizo de los contaminantes a través
de procesos atmosféricos, afectan la calidad del aire en los países latinoamericanos. En la
actualidad, se ha recurrido a la cooperación internacional por intermedio de convenios
internacionales como el Protocolo de Montreal y el Protocolo de Kyoto, para buscar salidas a
problemas de esta índole.
Los estudios más recientes de la OMS sugieren que más de 100 millones de personas en América
Latina y el Caribe están expuestas a niveles de contaminantes del aire en exteriores que exceden
los valores límites recomendados por la OMS. Estos estudios no incluyen a millones de personas
expuestas a la contaminación del aire en interiores debido a exposición directa.

LLUVIA ÁCIDA
3.1 DEFINICIÓN
La precipitación ácida o lluvia ácida, como comúnmente se le denomina, es un fenómeno
troposférico y uno de los principales efectos de la contaminación atmosférica, en el cual,
compuestos de características ácidas producto de reacciones químicas son depositados
sobre la superficie terrestre. Tales compuestos ácidos se forman a partir de precursores gaseosos
emitidos por fuentes antrópicas y naturales, principalmente óxidos de nitrógeno y azufre, y
las características de su generación dependen fuertemente de ciertos factores meteorológicos y
químicos. La precipitación ácida comprende dos fenómenos:

Precipitación ácida seca


Según las condiciones climatológicas (principalmente períodos de escasa lluvia) y algunas
características cinéticas, parte de los precursores de la precipitación ácida reaccionan y producen
compuestos en estado gaseoso. Estos compuestos en condiciones de baja humedad, en la cual
pueden diluirse, son transportados por corrientes de vientos y se depositan sobre la superficie en
forma de aerosol o adsorbidos en material particulado. Otra fracción de los precursores emitidos
pueden depositarse por esta vía antes de intervenir en alguna reacción.
Precipitación ácida húmeda
Es toda precipitación en forma de lluvia, nieve, granizo o niebla que presente un valor de acidez
inferior a 5.65, valor de pH natural de la lluvia, debido al equilibrio químico entre el CO 2 atmosférico
y el agua. La reacción que se presenta es la siguiente (Wark y Warner, 2002):
Según los niveles de acidez determinados por los valores de pH en la lluvia, es posible clasificar
el agua lluvia en cuatro grupos principales. La Tabla 3.1 resume dicha clasificación.
Tabla 3.1. Clasificación de la lluvia según su valor de pH. Fuente: ideam.gov.co
LLUVIA NO ACIDA,LIGERA, MEDIANA Y FUERTEMENTE ACIDA,

Dentro de la caracterización fisicoquímica de la lluvia, la determinación de compuestos iónicos


como sulfatos y nitratos es de gran importancia. Según Berner et al. (citado por Antolínez y Díaz,
2003), una concentración mayor de 92.85 µeq/l (1.3 mg/L) para nitratos es un indicador de alta
contaminación, mientras que para sulfatos el límite es de 62.5 µeq/l (3 mg/L).

Se puede catalogar la lluvia ácida como un indicador de contaminación atmosférica de acuerdo


con diferentes parámetros fisicoquímicos. La Tabla 3.2 muestra los parámetros más importanteS

Antecedentes del conocimiento sobre la lluvia ácida y de las


medidas ambientales para su monitoreo y control

El conocimiento del fenómeno de la sedimentación ácida (lluvia ácida) se remonta al año 1845,
cuando M. Ducros caracterizó la precipitación durante fuertes tormentas en Francia, identificando
características ácidas debido, según su concepto, a ácido nítrico formado naturalmente a causa
de las fuertes descargas eléctricas (Gorham, 1998). Estos primeros reportes se basaron
principalmente en la observación del fenómeno y no en el análisis profundo de sus posibles causas
y efectos. Además no era un tema de interés general, por lo que estuvo relegado a unos cuantos
científicos de la época,principalmente en Europa.

Posteriormente, en la península escandinava y en Gran Bretaña se desarrollaron los primeros


estudios de interés, que generaron las bases para la descripción del fenómeno y aún más
importante, mostraron al mundo la importancia de adelantar políticas conjuntas para el seguimiento
y mitigación de los efectos de la lluvia ácida, ya que los bosques escandinavos estaban siendo
afectados por la contaminación producida en Inglaterra.
En 1957 inició la instalación a nivel mundial de redes de control de la calidad del aire y redes de
monitoreo de condiciones meteorológicas, actividad que continuó durante el siguiente decenio.
A finales de los sesenta en las estaciones de las redes instaladas en Suecia se descubrieron los
primeros indicios de un grave problema medio ambiental, la lluvia ácida (Villamil, 2004).

A nivel internacional, el tema de la lluvia ácida fue tratado en la Conferencia de Medio Ambiente y
Desarrollo para las Naciones Unidas realizada en Río de Janeiro en 1992, en la cual se llegó a la
conclusión de que la lluvia ácida es un problema que requiere esfuerzos internacionales conjuntos
para lograr su pronta y adecuada solución.

Química de la lluvia ácida


La formación de los ácidos que caracterizan el fenómeno de lluvia ácida, es un tema que
actualmente continúa estudiándose debido a la complejidad de los procesos que se llevan a
caboen la atmósfera y a la diversidad de factores que rigen su aparición. Es importante aclarar
que la lluvia ácida es un fenómeno que se da a nivel troposférico, es decir, en la capa de la
atmósfera que abarca los primeros 16 km desde la superficie terrestre. La Figura 3.2 ilustra las
capas de la atmósfera y sus respectivas alturas aproximadas.
Según Ravishankara (1997), en la troposfera se dan principalmente dos tipos de reacciones, de
tipo heterogéneo y multifásicas. Las primeras toman lugar en la superficie de partículas sólidas
presentes en la atmósfera y las segundas toman lugar en el seno de gotas líquidas. Son muchos
los ácidos que se forman en la atmósfera, pero los ácidos nítrico y sulfúrico revisten especial
interés, siendo éstos productos de la oxidación de contaminantes tales como NOx y SO2
respectivamente. A continuación se ilustran algunas de las reacciones que se llevan a cabo para
la formación de dichos ácidos.

3.7.1 Generación de ácido sulfúrico H2SO4


La generación de ácido sulfúrico se puede dar en fase gaseosa o líquida, ésta última reviste
mayor importancia gracias a la alta solubilidad del SO2 en el agua.

3.7.1.1 Fase gaseosa


Las reacciones en este estado de agregación se dan sobre la superficie de material particulado,
previa adsorción de los componentes que intervienen. Se conocen muchas rutas de formación de
H2SO4
a partir de precursores gaseosos, debido principalmente al número de radicales químicos que
hacen parte de ésta, aunque unas predominan ya que son favorecidas por condiciones de afinidad
química, temperatura, entre otras. Se destacan las siguientes interacciones químicas:
Reacción de radicales OH así como HO2 y CH3O2, los cuales oxidan el SO2 transformándolo
posteriormente en H2SO4

. La generación del radical HO2 se debe principalmente a procesos químicos en la troposfera tales
como la oxidación del formaldehido HCOH o del hidrógeno atómico por parte del O 2 atmosférico.
Por su parte, la generación del radical CH3O2 se da principalmente durante las etapas intermedias
de la oxidación del gas metano y otros hidrocarburos presentes en la atmósfera.

Oxidación del SO2 con ozono troposférico, se da en dos etapas:


Primera etapa: Transformación de SO2 a SO3
Segunda etapa: Combinación del SO3 con vapor de agua para obtener como producto ácido
sulfúrico.
Del total del SO2 que se oxida en la atmósfera, solo un 3 a 4% lo hace en estado gaseoso. Esta
velocidad es diez veces menor en invierno y más lenta en las noches.

3.7.1.2 Fase líquida


Los posibles oxidantes de las reacciones en fase líquida, las cuales se dan en el seno de las gotas
de agua que forman las nubes, son:
Agua oxigenada H2O2
Oxida el ácido sulfuroso, el cual es producto de la disolución del SO2 en agua.

Generación de ácido nítrico HNO3 Este ácido se forma principalmente en fase gaseosa
debido a su baja solubilidad en agua. Las principales interacciones químicas son:
Como en el caso del SO2, radicales OH y en menor proporción radicales HO2 y CH3O2, oxidan el
NO2 formando ácido nítrico.

El ozono troposférico O3 produce la transformación de NO2 a HNO3 en un proceso de tres etapas:


Primera etapa: Formación de nitrato por interacción del ozono con el NO2.
Segunda etapa: Reacción del nitrato NO3 con NO2 para la formación del intermediario pentaóxido
de dinitrógeno N2O5
Tercera etapa: Generación del ácido nítrico al presentarse una reacción con vapor de agua
presente en la atmósfera.

3.7.3 Procesos de generación de los ácidos sulfúrico y nítrico en la troposfera


Los procesos de generación de los ácidos sulfúrico y nítrico en la troposfera se muestran en la
Figura 3.3.

Hay que destacar que la mayor contribución a la acidez de la lluvia proviene del SO2, ya que
este gas es más soluble en agua que el NO2, por tanto, su oxidación es más factible. Se considera
que unas dos terceras partes de la acidez en el fenómeno de lluvia ácida provienen del SO 2
(Domenech, 1995).

3.7.4 Ácido clorhídrico HCl


Es otro ácido que produce acidez en la lluvia. Se estima que la contribución a la acidez es menor
a un dos por ciento del total de los ácidos presentes en la atmósfera. La mayoría del HCl se emite
en su forma molecular; algunas de las causas de su presencia en la troposfera son:
El principal foco natural son los océanos, gracias a la emisión de cloruro de metilo ClCH3 el
cual es oxidado por radicales OH troposféricos.
Erupciones volcánicas.
Quema de biomasa

Reacción de aerosol marino con ácidos atmosféricos.

Por acción antrópica, se destacan la quema de combustibles que contienen pequeñas


cantidades de cloro y la incineración de residuos domésticos e industriales.

El papel del amoniaco en la generación de acidez


Cuando se habla de precursores de acidez en la atmósfera, es común observar como son tenidos
en cuenta únicamente los contaminantes SO2 y NOx. Sin embargo, hay un compuesto que juegan
papel importante en la generación de acidez: el amoniaco NH3.
El incremento de la demanda alimentaria mundial ha aumentado la utilización de fertilizantes, los
cuales constituyen una fuente de nitrógeno. Debido a su utilización, se estima que son emitidos
en el planeta casi 50 teragramos (1012 gramos) de nitrógeno por año en forma de NH3, y unos 10
teragramos de nitrógeno por año como NO (Galloway, 1995).

Hay que especificar el papel que juega el amoniaco tanto en la atmósfera como en los ecosistemas
terrestres:
A nivel atmosférico, el NH3 neutraliza los ácidos nítrico y sulfúrico, reduciéndo la acidez
de aerosoles, nieve y por supuesto la lluvia. Por ejemplo, la reacción llevada a cabo para la
neutralización del ácido sulfúrico es:

Esta reacción produce una mezcla iónica de amonio NH4+, ion hidrógeno H+, e ión sulfato
SO4=, siendo visible como el NH4+ actúa como transportador de protones que producen la acidez
atmosférica.

Por otra parte, en los ecosistemas terrrestres los NHx , NH3+ NH4+, tienen poder acidificante.
Una vez se produce la reacción de neutralización con el amoniaco, los productos NH
4
+
yH
+
se
depositan. Hay tres posibles destinos para estos compuestos iónicos una vez son depositados en
los suelos:
1. Se puede producir un intercambio protónico, generándose una liberación de un protón H
+
;
la reacción es la siguiente:
(Intercambio protónico)
2. El NH
4
+
es tomado por las plantas liberando un protón:
(Absorción de las plantas)
3. En un proceso de dos etapas, se produce inicialmente una nitrificación en la cual se genera
NO
3
-
, el cual es tomado por las plantas para producir el ácido.
(Nitrificación y absorción de las plantas)
En los tres casos descritos, la mezcla original de la reacción a nivel atmosférico 2H
+
+ SO
4
=
,
es generada nuevamente a nivel terrestre sin observar un efecto neto del amoniaco en la acidez
del ecosistema. Se creería entonces que la acidez debida a la sedimentación de los reactantes
atmosféricos 2H
+
+ SO
4
=
tiene el mismo efecto que la precipitación de los productos de la reacción
troposférica de neutralización NH
4
+
,H
+
y SO
4
=
, ya que dichos productos generan a nivel terrestre
los mismos H
+
y SO
4
=
. Sin embargo, hay diferencias significativas:
La acidez debida a los depósitos de H1.
+
en el suelo se produce de forma inmediata.
La acidez debida a los depósitos de NH2.
4
+
es retardada en el tiempo y puede ser trasladada
a nuevas locaciones en las cuales se producirán los H
+
.
Si existe una saturación de nitrógeno en el suelo, las plantas reducen la absorción de NH3.
4
+

y NO
3
-
. La existencia de NO
3
-
yH
+
promueve la liberación de iones aluminio Al
n+
y cationes
básicos presentes en el suelo. Por esta razón, cuando se alcanzan los niveles de saturación
por nitrógeno, se producen reservorios de acidez en estos.
Un importante fenómeno se produce al tener un exceso de NH
3
en la atmósfera, ya que este
exceso es depositado por vía seca en los ecosistemas terrestres debido a un efecto bypass en la
reacción de neutralización atmosférica. En los suelos, el NH
3
reacciona con H
+
generando NH
4
+
, el
cual es eventualmente nitrificado produciendo cambios en la acidez natural de los suelos.
Para comprender un poco más el papel del amoniaco como generador de acidez, se debe tener
en cuenta su potencial ácido. Para el NH
3
, en condiciones de saturación de nitrógeno, cada molécula
de NH
3
genera dos protones por nitrificación. Según esto, las emisiones de SO
2
y NH
3
tienen el mismo
potencial ácido, siendo este potencial el doble que las emisiones de NOx.

En la formación atmosférica de NH
4
+
, el NH
3
gana un protón del H
2
SO
4
, viéndose reducido el
potencial ácido del SO
2
. Esto explica el por qué del proceso de neutralización atmosférica.
Las implicaciones de la emisión de NH
3
se pueden tomar desde dos puntos de vista. En una
perspectiva reducida, se puede decir que el NH
3
promueve la neutralización de los ácidos a nivel
atmosférico, sin embargo, desde un punto de vista general, el NH
3
causa una acidez retardada en
ecosistemas terrestres, en igual magnitud en comparación con el impacto producido por el SO
2
y
mayor que el impacto producido por el NOx (Galloway, 1995).
3.8 Efectos ambientales de la lluvia ácida
Son numerosos los efectos de la lluvia ácida en el ambiente, ya que traslada un problema de
la atmósfera al suelo y también al agua; el grado de impacto está relacionado entre otros, con
las condiciones ambientales de cada ecosistema, con el nivel de contaminación del lugar y con la
capacidad de resiliencia del entorno.
Más exactamente, los efectos ambientales de la lluvia ácida varían de acuerdo con la sensibilidad
de los ecosistemas a la acidificación, siendo una característica importante la capacidad de
neutralización. Generalmente los ecosistemas acuáticos, especialmente en los cuerpos de
agua lénticos, son los más afectados ya que la producción primaria puede verse perturbada y con
ello
generar un efecto negativo en la cadena trófica. Otros efectos son la abrasión de la parte aérea
de
las plantas (las hojas se amarillean) y la alteración de la capacidad de los suelos para
descomponer
la materia orgánica, interfiriendo en el ciclo normal de nutrientes. Otros efectos importantes tienen
que ver con el deterioro de construcciones y materiales. A continuación se presentan en forma
detallada los efectos más representativos.
3.8.1 Efectos en suelos y vegetación
Los efectos de la acidificación del suelo varían dependiendo sus características. Los suelos
erosionables son más ricos en sustancias básicas por lo que su capacidad de neutralización es
más
efectiva ante condiciones de acidificación; estos suelos son principalmente del tipo calcáreo,
basáltico
y aquellos que contienen rocas ígneas. Los suelos no erosionables, que contienen principalmente
rocas arsénicas, cuarcíferas (cuarzo como material inerte) y terrenos graníticos son los
más
propensos a la alteración de su química natural por la acidificación. Otra característica importante
que determina la capacidad neutralizante de un suelo es la profundidad y el grosor de la capa de
humus, siendo los suelos más profundos más ricos en material erosionable. Así mismo, la capa
de
humus, la cual se ve favorecida por la humedad y es rica en sustancias neutralizantes, facilita la
acción “buffer” del suelo.
La acidez del suelo provoca que algunos iones metálicos sean arrastrados. Por ejemplo la
disolución de aluminosilicatos presentes en el suelo provoca la movilidad del ión aluminio, el cual
compite con elementos esenciales para las plantas inhibiendo su crecimiento y desencadenando
sequías que afectan el equilibrio ecosistémico. Los efectos de la lluvia ácida en suelos y vegetación
se aprecian en la Figura 3.4.

Otro aspecto importante tiene que ver con la precipitación de nitratos NO


3
-
en los suelos. Si los
procesos de desnitrificación naturales en los suelos se dan en menor proporción que la
precipitación
de nitratos (los nitratos ejercen un efecto fertilizante a condiciones normales), estos pueden
ser arrastrados a los cuerpos de agua por procesos de lixiviación, favoreciendo la eutrofización
(crecimiento de algas microscópicas por exceso de nutrientes), la cual tiene desventajas como el
bloqueo de rayos solares e impedimento de la fotosíntesis de las plantas del medio y la disminución
del oxígeno del medio acuático.
3.8.2 Efectos en sistemas acuáticos
Así como los suelos, los acuíferos tienen una determinada acción “buffer”. La lluvia ácida produce
una disminución de la capacidad para neutralizar ácidos en los cuerpos de agua.
Los efectos en acuíferos se dan de dos formas: acidificación directa por acción de los ácidos
causantes de la lluvia ácida (ácidos nítrico y sulfúrico principalmente) e indirectamente por
percolación
de los suelos, esto último, debido a la acción de la lluvia y el posterior arrastre de metales pesados
como el aluminio los cuales llegan a los acuíferos alterando la biota, ya que dichos metales son
ingeridos por poblaciones de peces produciendo su intoxicación y afectando las cadenas tróficas.
La Tabla 3.4 muestra los niveles de acidez para los cuales determinadas especies son capaces
de subsistir en sistemas acuáticos. Por ejemplo, la vida de las truchas se ve seriamente afectada
cuando el pH del agua disminuye por debajo de 4,5 unidades.
Un aspecto importante para conocer la capacidad de neutralización de un río son las
características
del lecho. Si este es de roca dura, el desprendimiento de compuestos básicos como carbonatos y
bicarbonatos es muy lento y por lo tanto, estos cuerpos de agua son fuertemente acidificados. Por
otra parte, si los lechos son fácilmente desgastables, las sustancias básicas aumentan la
capacidad
de neutralización (Gorham, 1998).
Tabla 3.4. Condiciones de pH normales para la supervivencia de especies acuáticas.

Efectos en construcciones y materiales


Uno de los efectos más importantes cuando se habla del ataque de contaminantes sobre un
material es la degradación de los metales, fenómeno conocido comúnmente como corrosión
metálica.
Este fenómeno implica la oxidación de un metal transformándolo a su correspondiente óxido y ha
sido el causante de pérdidas incalculables a nivel mundial. Generalmente, los metales en su
estado
natural se encuentran en forma de óxidos, siendo utilizadas grandes cantidades de energía en la
industria para obtener los metales en forma pura; por ende, el proceso de oxidación (corrosión)
hace parte de un ciclo en el cual el metal vuelve a su estado original. El caso del hierro es uno de
los
más comunes. Este metal se obtiene a partir de su mineral, el óxido de hierro Fe2O3, en un
proceso a altas temperaturas en el cual el óxido se combina con carbón. La reacción principal
llevada a cabo
en los hornos es la siguiente:

Fe O+ C+Calor CO +2Fe

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