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Membrana Plasmática.- La membrana celular o plasmática es una estructura laminar que engloba a
las células, define sus límites y contribuye a mantener el equilibrio entre el interior y el exterior de
éstas. La principal característica de esta barrera es su permeabilidad selectiva, lo que le permite
seleccionar las moléculas que deben entrar y salir de la célula. De esta forma se mantiene estable el
medio intracelular.
Pared Celular.- La pared celular vegetal es un órgano complejo que, aparte de dar soporte y
estructura a los tejidos vegetales, tiene la capacidad de condicionar el desarrollo de las células.
Plasmodesmo.- Se llama plasmodesmo a cada una de las unidades continuas de citoplasma que
pueden atravesar las paredes celulares, manteniendo interconectadas las células continuas en
organismos pluricelulares en los que existe pared celular, como las plantas o los hongos. Permiten la
circulación directa de las sustancias del citoplasma entre célula y célula comunicándolas,
atravesando las dos paredes adyacentes a través de perforaciones acopladas, que se denominan
poros cuando sólo hay pared primaria, y punteaduras si además se ha desarrollado la pared
secundaria.
Vacuola.- Las vacuolas son compartimentos cerrados que contienen diferentes fluidos, tales como
agua o enzimas, aunque en algunos casos puede contener sólidos. Las vacuolas que se encuentran
en las células vegetales son regiones rodeadas de una membrana "tonoplasto" o "membrana
vacuolar" y llenas de un líquido muy particular llamado "jugo celular". Satisface el consumo de
nitrógeno del citoplasma, consigue una gran superficie de contacto entre la fina capa del citoplasma
y su entorno.
Plasto.- Los plastos, plástidos o plastidios son orgánulos celulares eucarióticos, propios de las
plantas y algas. Su principal función es la producción y almacenamiento de importantes compuestos
químicos usados por la célula. Usualmente, contienen pigmentos utilizados en la fotosíntesis, aunque
el tipo de pigmento presente puede variar, determinando el color de la célula.
Cloroplasto.- son los orgánulos celulares que en los organismos eucariontes fotosintetizadores se
ocupan de la fotosíntesis. Están limitados por una envoltura formada por dos membranas
concéntricas y contienen vesículas, los tilacoides, donde se encuentran organizados los pigmentos y
demás moléculas que convierten la energía luminosa en energía química.
Leucoplasto.- son plastidios que almacenan sustancias incoloras o poco coloreadas. De acuerdo a
la principal sustancia de reserva son clasificados en amiloplastos, oleoplastos, y proteinoplastos.
Estos plastos son incoloros y se localizan en las células vegetales de órganos no expuestos a la luz,
tales como raíces, tubérculos, semillas y órganos que almacenan almidón.
Cromoplasto.- son un tipo de plastos, orgánulos propios de la célula vegetal, que almacenan los
pigmentos a los que se deben los colores, anaranjados o rojos, de flores, raíces o frutos. Cuando son
rojos se denominan rodoplastos. Los cromoplastos que sintetizan la clorofila reciben el nombre de
cloroplastos. Las plantas terrestres no angiospérmicas son básicamente verdes; en las
Angiospermas aparece un cambio evolutivo llamativo, la aparición de los cromoplastos, con la
propiedad de almacenar grandes cantidades de pigmentos carotenoides. Contienen pigmentos como
carotina (amarillo o anaranjado), licopina (rojo), xantofila (amarillento).
Aparato de Golgi.- es un organelo (orgánulo) presente en todas las células eucariotas excepto los
glóbulos rojos y las células epidérmicas. Pertenece al sistema de endomembranas del citoplasma
celular, cuya función es completar la fabricación de algunas proteínas.
Ribosomas.- son complejos supramoleculares encargados de sintetizar proteínas a partir de la
información genética que les llega del ADN transcrita en forma de ARN mensajero.
Retículo Endoplasmático.- es una red interconectada que forma cisternas, tubos aplanados y
sáculos comunicados entre sí, que intervienen en funciones relacionadas con la síntesis proteica,
metabolismo de lípidos y algunos esteroides, así como el transporte intracelular. Se encuentra en la
célula animal y vegetal pero no en la célula procariota. Es un orgánulo encargado de la síntesis y el
transporte de las proteínas.
Mitocondria.- En la mitocondria se produce la respiracion celular una funcion que permite que se
livere la energia contenida en los hidratos de carbono o azucares.
Lisosoma.- son orgánulos relativamente grandes, formados por el retículo endoplasmático rugoso
(RER) y luego empaquetadas por el complejo de Golgi, que contienen enzimas hidrolíticas y
proteolíticas que sirven para digerir los materiales de origen externo (heterofagia) o interno
(autofagia) que llegan a ellos. Es decir, se encargan de la digestión celular.
Núcleo celular.- La función del núcleo es mantener la integridad de estos genes y controlar las
actividades celulares a través de la expresión génica.
Los tejidos vegetales son un conglomerado o conjunto de células que comparten una misma
condición, unidas de forma sólida con una misma función en común. Su estructura se asemeja en
todo el grupo de células, lo que les permite llevar a cabo una misma función.
Las células vegetales se forman de las células que componen el embrión de la semilla, luego de la
fecundación de las plantas. El tejido vegetal se encarga de del desarrollo de las plantas, la
fotosíntesis, almacenar sustancias, crecimiento e incluso reparación de daños. También aporta
soporte a la estructura vegetal, y forma conductores de savia bruta.
Las plantas, pueden tener distintos tipos de tejidos en una misma especie, los cuales varían
en su función, siendo principalmente protectores, nutrientes.
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Los tejidos protectores se encargan de dar protección a la planta, para esto forman una capa
externa que evita y mantiene alejados a todos los agentes externos que puedan ocasionar un
daño. Se conforma por el tejido epidérmico, y el suber.
Los tejidos conductores están compuestos de distintos tipos de células, son el tipo de tejido
vegetal más complejo. Existen dos tipos, el xilema y el floema, y ambos constituyen el
sistema vascular vegetal.
El tejido de sostén brinda protección y soporte a la planta, por lo que se compone de células
con pared celular gruesa. Aportan resistencia mecánica.
Esas son las principales funciones del tejido vegetal y los distintos tipos de este tejido.
Cuanto mayor es el cuerpo de la planta y más numerosas son las partes que sobresalen del
agua o del suelo, mayor es la necesidad de reemplazar el agua que se evapora y de
transportar rápidamente materiales de construcción y consumo de un órgano a otro.
La expresión plantas vasculares fue utilizada por primera vez por Jeffrey en 1917. Después surgió
el término traqueófitas, derivado del xilema por ser un tejido firme y duradero. Los elementos
traqueales, con paredes gruesas y duras se distinguen fácilmente, se conservan en los fósiles y se
identifican con facilidad.
XILEMA
El xilema generalmente está asociado con el floema, tejido conductor de sustancias elaboradas en la
fotosíntesis. Su nombre deriva del griego xylon que significa madera. El término leño designa al
xilema secundario. El xilema es el tejido conductor de agua y solutos desde la región de absorción a
la de evaporación. El flujo en el xilema es unidireccional.
Este musgo de la especie Calliergonella cuspidata,no es una planta vascular, aunque parezca
tener hojas en realidad no lo son.
Una planta no vascular son plantas sin sistema vascular (xilema y floema). Aunque las plantas no
vasculares carecen de estos tejidos particulares, muchos poseen tejidos más sencillos que están
especializados para el transporte interno de agua.
Las plantas no vasculares no tienen una amplia variedad de tipos de tejidos especializados.
Frondoso hepáticas tienen estructuras que se parecen a hojas, pero no son hojas verdaderas porque
son hojas sueltas de células sin cutícula, estomas o espacios aéreos internos y no
tienen xilema o floema. Por consiguiente no son capaces de controlar la pérdida de agua de sus
tejidos y se dice que son poiquilohídricos.
Todas las plantas terrestres tienen un ciclo de vida con un alternancia de generaciones entre un
diploide esporofito y un haploide gametofito, pero en todas las plantas terrestres no vasculares la
generación gametofito es dominante. En estas plantas, el esporofitos crecen desde y dependen de
gametofitos para la toma de agua y nutrientes minerales y la prestación de fotosíntesis, los productos
de fotosíntesis.
Características de las Briofitas - Plantas No Vasculares Terrestres-
Entre las briofitas se encuentran los musgos y las hepáticas. Viven en sitios húmedos, sobre el suelo
de los bosques lluviosos, donde forman una espesa alfombra verde. También nacen sobre las rocas
y los troncos húmedos de los árboles siendo muy importantes por ser las especies precursoras en la
colonización de vegetales de las rocas y el suelo. Aunque estas plantas pueden cubrir un área de
varios kilómetros, como una alfombra, su altura no suele sobrepasar los 3 cm. de alto debido a las
dificultad que tiene no poseer vasos conductores desarrollados. Las que mayor altura han alcanzado
sólo miden 20 cm. Este grupo de plantas existe hace más de 280 millones de años.
Sin vasos conductores (Hepáticas) Las hepáticas no poseen nada parecido a vasos ni tampoco
presentan estructuras distinguibles como en los musgos. La absorción de agua y nutrientes la
realizan a través de toda la superficie del vegetal.
Con vasos conductores primitivos (Musgos) Poseen vasos muy primitivos y no forman ni xilema ni
floema, como las plantas vasculares propiamente dichas. Se anclan al terreno por medio de unas
estructuras especializadas llamadas rizoides. Tienen algo parecido a un pequeño tallo, llamado
cauloide y láminas semejando hojas denominadas filoides.
Las hojas son órganos generalmente aplanados derivados de un meristemo caulinar apical.
Son los órganos fotosintéticos por excelencia de las plantas gracias a la enorme cantidad de
cloroplastos que poseen sus células. Además, las hojas son las principales responsables de
controlar la transpiración para evitar la pérdida excesiva de agua. El diseño y la distribución de las
hojas en el cuerpo de la planta se pueden explicar si tenemos en cuenta estas funciones. Durante
la evolución, las plantas vasculares inventaron las hojas probablemente a partir de ramas.
Morfología
Las hojas se pueden dividir anatómicamente en dos partes: limbo y peciolo. El limbo es la
parte de la hoja encargada de realizar la fotosíntesis y regular la transpiración. Aquí se encuentran
la mayoría de los estomas y del parénquima clorofílico de la planta. El limbo posee dos
superficies, una superior, denominada haz o superficie adaxial. y otra inferior,
denominada envés o superficie abaxial. La superficie que normalmente queda expuesta al Sol es
el haz, mientras que el envés es la superficie que queda oculta. Se denomina contorno al borde
del limbo y puede ser muy variado en su forma. El peciolo es una estructura más o menos larga y
cilíndrica que une el limbo al tallo a nivel de los nudos. En el ángulo agudo que se forma en el
punto de unión entre el tallo y el peciolo se localizan las yemas axilares de las que partirán nuevas
ramas. Hay hojas denominadas sésiles, que carecen de peciolo, donde el limbo se une
directamente al tallo.
Partes de la hoja.
El tamaño de las hojas es variable y en general una hoja pequeña se asocia a lugares con
una mayor altitud, poca lluvia, pocos nutrientes en el suelo, y a lugares calientes y secos. La
exposición a la luz solar es otro factor importante que afecta al tamaño y grosor de las hojas,
incluso en una misma planta. Las hojas con más exposición solar son más pequeñas y más
gruesas, sobre todo por el desarrollo del parénquima, pero también tienen un sistema vascular y
una epidermis más desarrollados que las hojas denominadas de sombra.
En función de la complejidad del limbo se puede dividir a las hojas en simples y compuestas.
Las simples tienen un limbo continuo y sin dividir, mientras que las compuestas poseen varias
subunidades, denominadas foliolos, cada una de ellas asemejándose a una hoja distinta.
Distinguir una hoja de un foliolo es posible por la presencia o no de yemas axilares, sólo las hojas
las tienen.
La disposición de las hojas en el tallo principal y en las ramas laterales se da en las plantas
que tienen una vida corta de una temporada. Pero en las plantas que viven varios años las hojas
crecen en la parte de las ramas laterales que han crecido durante ese año o hace pocos años.
Las hojas caen en los árboles caducos, pero en los perennes pueden durar varios años.
Independientemente de eso las hojas nuevas crecen en los brotes nuevos. La organización de las
hojas puede ser en espiral cuando las hojas aparecen alternando la posición y la altura a modo de
hélice, opuestas cuando hay dos hojas al mimo nivel y una a cada lado del tallo, o verticiladas
cuando nos encontramos tres o más hojas a una misma altura en el tallo. Se llama filotaxia a la
organización de las hojas.
Tejidos
Epidermis
Epidermis. En la superficie del haz, o adaxial, hay una epidermis cutinizada con capas muy
gruesas de cutina y ceras, y, por lo general sin estomas, mientras que en la superficie del envés, o
abaxial, hay una epidermis más delgada y con gran densidad de estomas. Sin embargo, hay hojas
denominadas epistomáticas, donde los estomas sólo aparecen en la cada adaxial, como en las
hojas flotantes acuáticas, hipostomáticas, donde sólo aparecen en la cara abaxial, y cuando
aparecen en las dos caras se denominan anfistomáticas. Por último, las hojas sumergidas no
suelen tener estomas. La distribución de los estomas es aparentemente azarosa en la epidermis
de las hojas de plantas dicotiledóneas, mientras que se disponen en hileras paralelas al eje mayor
de la hoja en plantas monocotiledóneas. Las plantas xerófitas, aquellas adaptadas a ambientes
secos, suelen presentar mayor número de estomas puesto que permiten un rápido intercambio de
gases en los cortos periodos de tiempo de disponibilidad de agua.
Tejido epidérmico.
En la epidermis de las hojas de muchas plantas hay algunas células que se diferencian para
transformase en pelos o tricomas. Los tricomas pueden ser unicelulares o multicelulares, y
pueden tener diversas funciones como protección, glandulares, evitar la pérdida de agua,
etcétera. Las hojas que carecen de tricomas se denominan glabras y las que los tienes
pubescentes.
Tejidos y organización típicos de una hoja de dicotiledónea.
Mesófilo
Parénquima clorofílico.
Mesófilo. Entre las dos capas epidérmicas nos encontramos con el mesófilo, que es tejido
parenquimático. Suelen distinguirse dos tipos presentes en la misma hoja: parénquima en
empalizada (o clorofílico) y el parénquima lagunar (o esponjoso). El parénquima en empalizada,
próximo a la superficie del haz, es un tejido fotosintético con células que contienen una gran
cantidad de cloroplastos. Sus células son alargadas y se disponen empaquetadas y
perpendiculares a la superficie epidérmica, y por ello se habla de parénquima en empalizada.
Mientras, en la zona del envés las células son más redondeadas, también contienen cloroplastos,
pero hay grandes espacios intercelulares, por lo que se habla de parénquima lagunar. Los
espacios intercelulares están conectados con los estomas y son importantes para el trasiego de
gases necesarios para la fotosíntesis. Aunque en algunos casos es difícil distinguir entre estas
dos partes del mesófilo.
Nervios
Haces vasculares. Las hojas poseen vasos conductores para llevar agua y sales a las células
fotosintetizadoras, y recoger los productos orgánicos y repartirlos por el resto de la planta. Los
vasos están formados por xilema y floema, además de tejido parenquimático alrededor. El xilema
normalmente está orientado hacia la parte adaxial, mientras que el floema hacia la parte abaxial.
Los haces vasculares de las hojas forman estructuras alargadas denominados nervios. En esta
imagen los nervios están cortados transversalmente.
Haces vasculares.
Aparte del transporte, los vasos conductores actúan como varillas que dan soporte a la hoja.
Los nervios menores son los responsables de recoger los productos sintetizados por el mesófilo,
mientras que los mayores están dedicados al transporte de dichos productos. De hecho, los
nervios mayores están rodeados por tejido parenquimático que forma una especie de vaina
alrededor, denominada vaina vascular, que tiene una misión similar a la endodermis de la raíz:
controlar lo que entra o sale lateralmente de los vasos. Los nervios dan también soporte mecánico
a la estructura de la hoja y en algunas hojas grandes de dicotiledóneas, los nervios de mayor
calibre, están rodeados por células de colénquima y esclerénquima, mientras que las de
monocotiledóneas pueden presentar fibras.
Formación
Las hojas se originan a partir del meristemo apical caulinar, presente en el ápice de cada
rama, gracias a la diferenciación de unas células periféricas de dicho meristemo
denominadas células fundadoras. Su número inicial puede variar desde 10 a más de 100. El
proceso de formación de la hoja pasa por tres estados: iniciación, crecimiento, donde se forman
las protuberancias foliares y posteriormente los primordios foliares, y expansión y maduración,
donde la hoja sobre todo se expande para formar el limbo. El crecimiento de la hora es sobre todo
por crecimiento intercalar, es decir, por proliferación de las células que están entre el ápice y la
base de la hoja, y por aumento del tamaño celular. Hay que tener en cuenta que una hoja es un
órgano complejo en cuanto a organización puesto que posee tres ejes: próximo-distal, adaxial-
abaxial y medio-lateral. Las células han de saber en qué lugar se encuentran durante su
diferenciación.
En los primordios de las hojas, las células del procámbium emergen de nuevo del tejido
fundamental, de unas capas celulares subepidérmicas. Estas células iniciales de la hoja se
generan por la acción de la auxina a alta concentración. Se organizan en cadenas para formar
los nervios de las hojas. Estas venas no se generan por crecimiento o proliferación en longitud
sino por adición de incorporación de nuevas células procambiales. Esto parece producirse por el
denominado efecto de canalización de la auxina. Las células, para ser procámbium necesitan una
alta concentración de auxina, y una vez diferenciadas parecen canalizar mejor la auxina a su
vecina, por lo que ésta también se diferencia en procámbium, y así sucesivamente.
Las flores aparecen durante la época reproductiva de las plantas mediante un proceso
denominado floración. Como todos los órganos de la planta, se originan a partir de la actividad
meristemática. El meristemo apical caulinar☆ sufre transformaciones en tamaño, organización y
actividad mitótica, y se convierte en un ápice para la reproducción. En realidad una flor podría
considerarse como una porción de tallo altamente modificada donde las hojas sufren cambios
drásticos para convertirse en las diferentes partes de la flor. Dependiendo de las especies el
meristemo apical se transforma en un meristemo floral directamente produciendo una flor o en un
meristemo de inflorescencia a partir del cual se formarán los diferentes meristemos florales que
darán lugar a las flores de la inflorescencia. Todas las células de los meristemos de inflorescencia
o florales se diferenciarán en células maduras y el meristemo como tal desaparecerá.
La parte que une la flor al tallo se denomina pedúnculo, y las flores que carecen de él se denominan
sésiles. Cuando el pedúnculo sostiene a un grupo de flores, como si fuera un ramo, a la estructura
que une a cada flor con el pedúnculo se le denomina pedicelo. El pedúnculo o el pedicelo forman
una estructura terminal denominada receptáculo desde donde parten las otras estructuras de la flor.
Una flor típica consta de cuatro partes: pétalos, sépalos, estambres y carpelos. La parte que
no produce gametos, parte estéril de la flor, tiene una función protectora o favorecedora de la
fecundación. A esta parte se le denomina periantio, y está compuesta por el cáliz (conjunto de
sépalos) y por la corola (conjunto de pétalos). La parte reproductora está formada por
el androceo (los estambres), que constituye la parte masculina de la flor, y por el gineceo (el pistilo
/ carpelos), que es la parte femenina.
El gineceo está formado por uno o por un conjunto de pistilos, cada uno de los cuales está formado
por una o varias hojas modificadas denominadas carpelos, que se doblan sobre sí mismas formando
esa estructura típica en botella. La base dilatada del pistilo es el ovario, que contiene a los
rudimentos seminales. Éstos son estructuras más o menos ovoides que se originan sobre la placenta
o sobre una hoja carpelar del ovario, a las cuales queda conectado por un filamento o pedicelo
denominado funículo. El rudimento seminal está formado por la nucela, el saco embrionario y por
uno o más tegumentos exteriores. Los tegumentos rodean por completo la extructura excepto en el
ápice, donde queda un orificio o canal denominado micropilo. En los rudimentos seminales se
encuentran los óvulos, se producirá la fecundación y a partir de ellos se desarrollarán las semillas.
Dentro de los rudimentos seminales se encuentran los gametofitos femeninos.
El tubo del pistilo se denomina estilo. La parte superior y pegajosa del pistilo se denomina
estigma. En el gineceo se da la macrosporogénesis o formación de la macrospora que dará lugar
al gametofito femenino. Aquí se dará la fecundación y la formación del embrión que formará parte
de la semilla.
Según la posición del ovario respecto al lugar de inserción de pétalos, sépalos y estambres
se denominan ovarios súperos, semiínferos e ínferos.
A la cámara donde se encuentran los rudimentos seminales, que contienen los óvulos, se le
denomina loculus, y puede haber desde uno a muchos.
Reproducción
Las plantas tienen dos fases en su ciclo de vida: esporofito y gametofito. El esporofitoes la
fase multicelular de células diploides, es decir, lo que vemos normalmente de una planta, y
contiene el tallo, hojas, raíces y demás órganos de la planta. El gametofito es un conjunto de
células haploides que se encuentran en las flores, y su misión es la formación de gametos.
La reproducción sexual empieza con la esporogénesis, cuando células diploides
especializadas del esporofito, y localizadas en el ovario de las flores, sufren meiosis y dan lugar a
células haploides denominadas esporas. Las esporas se transforman por gametogénesis, que es
un proceso de proliferación y diferenciación que dará lugar a una estructura pluricelular
(gametofito) de la que surgirán los gametos. La fecundación es la fusión de un gameto masculino
con uno femenino, que resultará en la formación del zigoto, célula diploide, a partir de la cual se
formará el embrión. Con el zigoto comienza una nueva etapa de esporofito.
Los gametofitos de las angiospermas están formados por unas pocas células. Tienen dos
tipos de gametofitos, femenino y masculino. Las esporas que producen se
llamanmacroesporas (femeninas) y microesporas (masculinas).
La gametogénesis consta de tres etapas en la mayoría de los casos: mitosis sin citocinesis,
celularización y diferenciación celular. El proceso más común es que megaespora crece en
tamaño y sufre dos divisiones sin citocinesis. Tenemos entonces dos parejas de núcleos que se
sitúan en polos opuestos de la céula. Durante la tercera división se forma fragmoplastos y paredes
celulares entre los núcleos hermanos y no hermanos. A esto se llama fase de celularización.
Durante este proceso un núcleo de cada polo (núcleos polares) viaja hasta la zona central y se
fusiona con el otro del otro polo, formándose una célula central que es homodiploide (puesto que
los dos núcleos tienen exactamente la misma información genética, pero duplicada). El resto de
núcleos son haploides. Las células se diferencian en diferentes tipos: 3 células antípodas en un
polo, dos sinérgidas y el óvulo en el otro polo, y una central próxima a este último polo. Esto es la
situación del gametofito femenino maduro. La célula central y el ovocito sitúan sus núcleo muy
próximos y no tienen pared celular que separe sus membranas celulares. Esto facilita la
fecundación ya que estos dos núcleos serán los fecundados por los núcleo del grano de polen.
Aunque esta es la organización más común del gametofito femenino de las angiospermas, hay
otros tipos donde varía las células que contribuyen a su formación durante la esporogénesis o la
disposición y número de células que establecen la organización final.
Formación del gametofito femenino. Macroesporogénesis (arriba) y macrogametogénesis
(abajo) en Arabidopsis (dicotiledónea). (Modificado de Drews y Koltonow, 2011).
La semilla se forma a partir del rudimento seminal, localizado en el ovario de las flores☆, tras
producirse la fecundación por los granos de polen.
Fecundación. El grano de polen es transportado por el viento o por algún insecto al estigma
del pistilo. Una vez ahí emite una prolongación denominada tubo polínico, que crece por los
tejidos internos del estigma, estilo y ovario hasta alcanzar el gametofito femeninolocalizado en el
rudimento seminal del ovario. En el frente de crecimiento van tres células, una
denominado vegetativa seguida por dos células denominadas generativas o espermáticas. Se
cree que la célula vegetativa es la responsable de la formación y alargamiento del tubo polínico,
que no es más que una prolongación de la pared interna (intina) del grano de polen que sale a
través de algún poro de la pared externa (exina). Hay que tener en cuenta que es un recorrido de
una enorme distancia a lo largo del estilo. Si alcanza el rudimento seminal por la chalaza la
fecundación se denomina chalazogámica y si entra por el micropilo se denomina porogámica.
Cuando el tubo polínico alcanza el saco embrionario del rudimento seminal, en el ovario del pistilo,
se produce la fecundación doble. Uno de los núcleos de las células generativas se fusionará con
el óvulo y el otro de la otra célula generativa con la célula central. Óvulo y célula central
pertenecen al gametofito femenino. Se produce por tanto una doble fecundación, que es una de
las características más destacadas de la fecundación de las angiospermas. El zigoto, resultante
de la fusión del óvulo con una célula generativa dará lugar al embrión (comenzará la fase
esporofito.), mientras que la célula central más las otras dos células generativas dará lugar
al endospermo, por tanto es un tejido triploide. El endospermo es un tejido para el almacén de
sustancias de reserva que se emplearán durante la germinación. El desarrollo del endospermo se
puede resumir en distintas fases: formación, celularización, difereniciación, maduración y muerte
celular. El turgor y la expansión de la semilla depende en gran medida del endospermo. La auxina
es necesaria para un desarrollo adecuado del endospermo.
Esquema de la fecundación en una flor donde las cubiertas de la semilla se forman a partir del
tegumento del rudimento seminal y el endospermo a partir de la unión de un núcleo germinativo con
los núcleos centrales o polares, dando lugar a células triploides. El embrión se formará a partir de la
unión entre la ovocélula y un núcleo germinativo. (Ver la página de la flor☆ para identificar las
diferentes partes del rudimento seminal y del saco embrionario).
Embrión. Está compuesto por un eje embrionario (tigellum) en cuyos extremos se encuentran
una radícula y una plúmula, más uno o dos cotiledones. Tiene su origen en la fusión de un núcleo
generativo del grano de polen con la ovocélula que se encuentra en el saco embrionario. La célula
diploide resultante de la fecundación comienza con una primera mitosis que dará dos células. La
célula más interna será la responsable de formar el embrión, la más externa, por diversas
divisiones mitóticas siempre transversales, forma una estructura denominada suspensor que tiene
como misión unir el embrión a los otros tejidos del rudimento seminal. En el caso de las semillas
dicotiledóneas la célula que forma inicialmente el embrión se divide en dos por medio de un
tabique longitudinal, separando los futuros cotiledones. Los cotiledones pueden almacenar
sustancias de reserva para la germinación y entonces suelen tener un aspecto carnoso. Están
unidos al eje embrionario en un punto llamado nodo y se abren hacia afuera como un libro. La
porción del eje que queda apical al punto de inserción de los cotiledones, hacia la plúmula, se
denomina epicótilo, mientras que la que queda por debajo se denomina hipocótilo.
Cubiertas protectoras. Estas envueltas de la semilla son de origen materno y a partir de los
tejidos que rodean al óvulo. La formación de la cubierta está inhibida antes de la fecundación y la
fecundación elimina esta inhibición permitiendo el desarrollo de la cubierta. La cubierta se origina
principalmente a partir de los tegumentos interno y externo del rudimento seminal, los cuales se
convertirán en el tegmen y la testa de la semilla, respectivamente. Normalmente tegmen y testa
están unidos y es difícil separarlos, excepto en algunas plantas como las judías. Conjuntamente
se denominan epispermo o cubierta seminal. El tegmen es normalmente delgado y flexible,
mientras que la testa es dura. En la superficie de la testa se sitúa una capa de células a modo de
epidermis que desarrollan una cutícula que supone una barrera física para el agua y agentes
externos, pero es semipermeable a los gases. A veces, en la cubierta, se pueden encontrar
moléculas denominadas genéricamente defensinas, que son repelentes o tóxicos frente a
patógenos o herbívoros. En algunas especies hay un elemento adicional de protección
consistente en sustancias tóxicas.
Las cubiertas protectoras adquieren una gran consistencia la mayoría de las veces,
fundamentalmente por la acumulación de esclereidas, aunque otras veces pueden llegar a ser
carnosas. La testas, tanto de monocotiledóneas como de dicotiledóneas, están marcadas
normalmente con relieves y texturas, a veces structuras a modo de alas. Una característica de la
cubierta es que debe mantener protegida a la semilla del exterior, pero al mismo tiempo debe
sentir el ambiente para permitir la germinación cuando las condiciones son adecuadas. En
muchas especies la capa epidérmica produce una cutícula que hace de barrera impermeable
entre el exterior y la semilla, que no pueden cruzar ni virus ni bacterias, pero sí débilmente los
gases. En la superficie de las semillas siempre hay una cicatriz denominada hilio que corresponde
al punto de unión del rudimento seminal con el funículo, pequeño cordón que une la semilla a la
pared del ovario. También hay una pequeña abertura denomina micropilo, punto de entrada del
tubo polínico, por donde puede entrar el agua para favorecer la germinación. En muchas cubiertas
de semillas existen cloroplastos funcionales, aunque parece que su función es más para percibir
las condiciones externas que para producir energía.
Vascularización. Hay semillas, como las horquídeas, que pueden ser de unas 200 µm de
diámetro. Estas semillas no tienen sistema vascular y los nutrientes y señales hormonales viajan
por vía apoplástica. En semillas medianas y grandes se desarrollan sistemas vasculares más
desarrollados cuanto más grande la semilla. En algunas semillas los haces vasculares terminan
en la unión del funículo con el óvulo o en la zona de unión entre placenta y chalaza, mientras que
en otras se extienden por toda la semilla. Estos haces vasculares están embebidos en tejido
parenquimatoso conectado por plasmodesmos, lo que facilita la difusión de las moléculas
transportadas por el tejido vascular.
En páginas anteriores mencionamos que la organización histológica del ovario era similar a
una hoja con dos epidermis, una externa y otra interna, y un parénquima con haces vasculares
rudimentarios entre ellas. El crecimiento y la diferenciación histológica de estas paredes origina lo
que llamamos el pericarpo, que es en realidad el fruto, excluyendo a las semillas que contiene. El
pericarpo está formado por un exocarpo, o epicarpo, y un endocarpo, generalmente constituidos
por tejidos epidérmicos. El primero recubre al fruto y el segundo a la semilla. Entre ambos se
encuentra el mesocarpo, que está formado por parénquima de reserva o esclerénquima. Hay
especies de plantas en las que en la formación del fruto también intervienen otras partes de la flor
además del ovario. Son los llamados frutos complejos, como las manzanas y los pepinos, en los
cuales el fruto está entonces formado por el pericarpo más otros tipos de tejidos. También hay
frutos que en realidad son agregados de muchos frutos pequeños como las fresas o las moras.
Los frutos se denominan dehiscentes si se abren en algún momento dejando libre las semillas
o indehiscentes si el pericarpo está firmemente adherido a la semilla hasta que termina por
descomponerse. Las tres capas del pericarpo varían en estructura y dimensiones dependiendo del
tipo de fruto, pero en general podemos diferenciar dos tipos de frutos según su consistencia: los
secos y los carnosos.
Diferentes frutos carnosos donde se señalan las disposición de las diferentes partes del
pericarpo. En el caso de las drupas, como el melocotón, el endocarpo tiene una consistencia
dura, protegiendo a la semilla. En el caso de la manzana el pericarpo no es toda la parte
carnosa del fruto sino que está rodeado por tejido carnoso (hipantio) proveniente de otras
estructuras de la flor como el receptáculo. El tomate posee endocarpo y mesocarpo con
grandes acumulaciones de líquidos. En la naranja es difícil establecer el límite entre exocarpo
y el mesocarpo, mientras que el endocarpo ocupa casi todo el fruto con numerosas cavidades
con contenido líquido y donde se encuentran las semillas.
Los frutos han de hacerse atractivos para los animales que se alimentan de ellos, pero no
antes de que las semillas estén desarrolladas. La maduración es el proceso por el que los frutos
pasan de su periodo de desarrollo a estar disponibles para ser aprovechados por los animales.
Durante este proceso la clorofila se degrada y se sintetizan nuevos pigmentos responsables del
color del fruto (rojos, ocres, naranjas, etcétera). Al mismo tiempo la parte carnosa del fruto se
vuelve más blanda mediante la acción de enzimas que digieren las pectinas de la pared celular,
sobre todo de la lámina media. Hay también un proceso de conversión de almidón y ácido
orgánicos en otros azúcares. Hay frutos en los que este proceso de maduración es muy rápido e
incrementan enormemente su tasa de respiración (que se puede medir por el consumo de
oxígeno). A estos frutos se les llama climatéricos y al periodo climaterio. Frutos climatéricos son
por ejemplo el tomate, pera, manzana y aguacates. Los frutos no climatéricos tienen una
maduración progresiva, como son las uvas, naranja o fresa. Tras el climaterio se alcanza el
periodo de madurez, que rápidamente lleva a proceso de senescencia.
Reproducción Vegetal
Las plantas presentan un ciclo biológico diplohaplonte, es decir, con dos tipos de individuos adultos:
un organismo haploide el gametofito y otro adulto diploide el esporofito . Las plantas se pueden
agrupar siguiendo diversos criterios; aquí se clasificarán en dos grupos: sin semilla y con semilla. Las
plantas con semilla son las que presentan mayor capacidad de colonización y mayor éxito evolutivo.
Las plantas presentan un ciclo biológico diplohaplonte: una planta adulta haploide,
denominada gametofito, y una planta adulta diploide, llamada esporofito.
La planta haploide produce órganos sexuales masculinos o anteridios, y femeninos o arquegonios.
Los anteridios producen multitud de gametos masculinos, mientras que los arquegonios producen un
solo óvulo. La fecundación da lugar a un cigoto o huevo fecundado, que es diploide y se desarrolla
por mitosis sucesivas, formando la planta esporofítica. En el esporofito, mediante la meiosis, se
formarán células haploides: las esporas. Las esporas germinan y crecen en condiciones adecuadas,
formando por mitosis sucesivas la planta adulta o gametofito, con dotación cromosómica haploide.
En las plantas sin semilla (ver t41), el desplazamiento del esperma hacia el cuello del arquegonio
(donde tendrá lugar la fecundación del óvulo) siempre se realiza mediante el agua, ya se presente
ésta en forma de lluvia, rocío o fluyendo por arroyos.
Plantas con la generación gametofítica dominante
Los musgos y otras plantas similares representan el único grupo de plantas terrestres que no
poseen tejidos conductores. Esto hace que su crecimiento sea limitado y que precisen de
ambientes húmedos para vivir y reproducirse.
La planta adulta es haploide; la plántula presenta estructuras similares a la raíz, el tallo y las
hojas, denominadas rizoides, cauloides y filoides, respectivamente. Sobre la plántula se
desarrollan los anteridios y arquegonios.
Plantas con la generación esporofítica dominante
Los helechos poseen un tejido conductor especializado en esporofito, que constituye la planta
adulta. Tiene raíz o rizoma, tallo y hojas desarrolladas o frondes. En los frondes se desarrollan
los esporangios, en cuyo interior se forman las esporas haploides previa meiosis. Las esporas
son diseminadas y, cuando germinan, se multiplican por mitosis, formando el gametofito
o protalo.
Ciclo vital de un helecho. Los helechos presentan una alternancia de generaciones bien definida, con
una etapa haploide reducida y una diploide, que representa la fase común que conocemos.
Debido a la capacidad de diseminación de la semilla, este tipo de plantas son las que presentan
mayor capacidad de colonización y mayor éxito evolutivo.
Su mayor eficacia reproductora se debe a que, a diferencia de las esporas, están formadas por
muchas células y, además, contienen alimentos que nutrirán al embrión, permitiéndole una mayor
posibilidad de supervivencia.
Los dos grandes grupos de plantas con semilla son (ver t41):
El crecimiento de las plantas es afectado principalmente por cuatro factores: la luz, el agua, la
temperatura y los nutrientes. Éstos son críticos para el crecimiento de la planta porque son
necesarios para la fotosíntesis. Si tu planta no recibe cantidades suficientes de estos elementos,
entonces su crecimiento puede verse limitado.
Luz
Una planta que recibe suficiente luz solar estará más capacitada para producir los nutrientes que
precisa para crecer. A medida que la cantidad disminuye en invierno, también lo hacen la fotosíntesis
y el crecimiento. Por supuesto, no puedes simplemente poner una planta bajo el sol directo y esperar
que crezca. La calidad de la luz es tan importante como la cantidad, y diferentes plantas requieren
luz en distintos niveles. Las plantas que producen flores en primavera y otoño, como la Euphorbia
pulcherrima, son llamadas plantas de día corto porque no requieren largos períodos de luz para
crecer. Las plantas de día largo, por otro lado, florecen en verano y lo hacen sólo si reciben el menos
12 horas de luz diaria.
Temperatura
La temperatura juega un rol importante en el crecimiento de la planta, pero al igual que con el
sol, los valores adecuados dependen de la planta. Las especies de estación fría, por ejemplo,
no florecen si la temperatura es muy cálida. Por otro lado, las plantas de estación cálida
entrarán en latencia si las temperaturas son muy bajas. Los valores extremos pueden afectar
el crecimiento y el vigor de cualquier planta. Las temperaturas altas pueden forzar a las
plantas a usar los nutrientes creados mediante la fotosíntesis a una tasa más alta de la que
son producidos. En climas fríos, la fotosíntesis es más lenta, al igual que el crecimiento. En
períodos de latencia, esto es esperado, pero si las temperaturas caen inesperadamente
durante la estación de crecimiento, esto puede afectar significativamente al crecimiento y la
floración.
Humedad
Nutrición
La nutrición hace referencia a las necesidades químicas de las plantas. Éstas precisan
carbono, hidrógeno y oxígeno para crecer. Estos elementos están presentes en el aire y el
agua, pero las plantas también precisan seis nutrientes que deben estar fácilmente
disponibles. Nitrógeno, potasio, calcio, fósforo, magnesio y azufre son absorbidos del suelo y
brindan la base para un crecimiento saludable. Además de estos elementos, las plantas
necesitan cantidades traza de hierro, zinc, manganeso, níquel, molibdeno, boro, cobalto, cloro
y cobre. Estos elementos son cruciales para el crecimiento y la mayoría puede ser absorbido
de suelos bien fertilizados. Diferentes especies de plantas requieren niveles variables de
estos elementos, por supuesto, pero los primeros tres son a menudo requeridos en mayor
cantidad. Los fertilizantes complementan lo que puede estar faltando en el suelo, pero estos
elementos están fácilmente disponibles para tu planta cuando son agregados y a menudo
sufren varios cambios antes de poder ser utilizables.
MODULO IV
Taxonomía vegetal: la clasificación de las plantas
La ciencia que trata los principios de clasificación de los seres vivos es la taxonomía. Es
indispensable a la hora de estudiar a fondo una especie, poder organizarla según sus características
genéticas, morfológicas, etc.. La botánica sistemática realiza una descripción científica y nombra a
las especies vegetalesordenándolas dentro de un sistema.
En cuanto a la nomenclatura que se le da a las plantas, se utilizan palabras en latín o latinizadas.
La más utilizada es la binomila fundada por Linneo. La primera palabra corresponde al género
mientras que la segunda será la especie. En ocasiones se escribe la abreviación de la persona que
descubrió y nombró la planta por primera vez. L para Linneo, DC. para De Candolle o Willd. para
Willdenow.
Un ejemplo con el olivo: Olea europaea_ género: Olea / especie: europaea
En ocasiones existen diferencias a la hora de clasificar una planta, y podemos encontrarnos la
misma especie expresada de dos maneras, incluso en un género distinto.
Para clasificar una especie vegetal debemos recorrer el siguiente camino:
Reino_ Subreino_ División_ Subdivisión_ Orden_ Familia_ Género_ Especie_
Como ya sabemos, el carácter unicelular o pluricelular del cuerpo, no tiene en el Reino vegetal la
misma importancia que le Reino animal. De aquí que no sea posible iniciar la clasificación de los
vegetales separando los unicelulares de los pluricelulares. Ya hemos dicho que, desde el punto de
vista de la organización del cuerpo, los vegetales se pueden dividir en dos subreinos: 1º Arrizofilas;
2º Rizofitas o Cormofitas. Esta clasificación es, sin embargo, insuficiente desde el punto de vista
sistemático.
La presencia o ausencia de flores – y, por tanto, de semillas – condujo a Linneo a dividir el Reino
vegetal de dos grandes tipos: 1 º Fanerógamas, o plantas con los órganos reproductores (flores)
bien patentes, y 2 º Criptógamas, o plantas de los órganos reproductores más o menos ocultos.
Tipo II. Talofitas.- Plantas arrizofitas uni o pluricelulares de células normales y cuyos gametos
femeninos se forman en oogonios. Se dividen en tres clases: 1ª ALGAS, con clorofila; 2ª
HONGOS, sin clorofila, y 3ª LíQUENES, asociaciones simbióticas de un hongo y una alga o una
cianofícea.
Tipo III. Briofitas o Muscíneas. Plantas arrizofitas pluricelulares cuyos gametos femeninos se
forman en arquegonios. Comprende los musgos y otras plantas afines.
Tipo IV. Pteridofitas Criptógamas fibrosovasculares. Plantas rizofitas que carecen de flores,
frutos y semillas, y cuyos gametos femeninos se forman en arqueogonios. Comprende los
helechos, los equisetos o colas de caballo, los licopodios, etc.
Clase 2ª Monocotiledóneas. El embrión posee un solo cotiledón. Aunque menos numerosas que
las anteriores, la clase de las monocotiledóneas comprende plantas muy conocidas (gramíneas,
palmeras, esparraguera, azucena, lirio, chufa, etc.).
Atendiendo a los caracteres comunes, los tipos vegetales se agrupan, a veces, bajo ciertas
denominaciones útiles de conocer, como puede verse en el cuadro siguiente.
Glaucofitas (Glaucophyta)
Algas rojas (Rhodophyta)
Plantas verdes (Viridiplantae, Viridophyta o Chloroplastida)
"Algas verdes" (grupo parafilético, todas las Viridiplantae salvo Embryophyta)
Clorofitas (Chlorophyta)
Estreptofitas (Streptophyta)
"Carofitas" ("Charophyta") (parafilético, todas las algas verdes no clorofitas, no se
mostrarán aquí los pequeños grupos que la componen, pero mencionaremos a
las Charales, que es el grupo del que se originaron las plantas terrestres)
Plantas terrestres o embriofitas (Embryophyta)
"Bryophyta en sentido amplio" (parafilético, todas las embriofitas no traqueofitas)
Hepáticas (Marchantiophyta)
Antoceros (Anthocerophyta)
Musgos (Bryophyta en sentido estricto)
Plantas vasculares o traqueofitas (Tracheophyta, Cormophyta)
"Pteridophyta" (grupo parafilético que comprende a Lycopodiophyta y Monilophyta)
Lycopodiophyta o Lycophyta
Plantas con megafilos o eufilofitas (Euphyllophyta)
Helechos y afines o monilofitas (Monilophyta)
Equisetos (Equisetopsida = Equisetum)
Helechos
Psilotopsida
Marattiopsida
Polypodiopsida
Plantas con semilla, espermatofitas o fanerógamas (Spermatophyta)
†"Helechos con semilla" ("Pteridospermatophyta", grupo parafilético,
extintos)
Gimnospermas (Gymnospermae)
Coníferas (Pinidae)
Cícadas (Cycadidae)
Ginkgo (Ginkgoidae)
Gnetales (Gnetidae)
Plantas con flores (Angiospermae, Magnoliophyta)
Monocotiledóneas (Monocotyledoneae)
"Dicotiledóneas" (Dicotyledoneae, parafilético, todas las angiospermas
no monocotiledóneas)
Los análisis de filogenia hechos en las últimas décadas también lograron una gran resolución por
debajo de las categorías mencionadas en este esquema.
Sistema de clasificación de angiospermas de APG, APG II y APG III
Artículo principal: Sistema de clasificación de las plantas de APG III
Publicado por primera vez por el grupo de botánicos autodenominado "Angiosperm Phylogeny
Group" (APG) en 1998, por segunda vez (para el que se autodenominaron "Angiosperm Phylogeny
Group II", o APG II) en el 2003, y por tercera vez por el APG III en el 2009, es un sistema de
clasificación de las angiospermas. Fue creado por la necesidad de ver los avances en filogenia
derivados de los análisis moleculares de ADN reflejados en un sistema de clasificación de las plantas
con flores. La curiosidad de publicar bajo un nombre de grupo y no como lista de autores, que es
como se hace normalmente, fue para evitar el problema del orden de autoría del trabajo.
Sistema de clasificación de angiospermas del APW
El Angiosperm Phylogeny Website (APW o APWeb), creado y actualizado por uno de los miembros
de los APG (P. F. Stevens), partió de la clasificación APG II en el 2003 y fue actualizando la
clasificación con cada publicación aparecida desde entonces. En el 2003 era un reflejo del sistema
APG II, pero con los años fue sufriendo modificaciones, y si bien es el más inestable (ya que es
modificado más regularmente que los demás sistemas) precisamente por eso puede ser considerado
como el que más se acerca a lo que hoy en día se sabe de filogenia de angiospermas.
A grandes rasgos, APWeb (versión 13 del 2015) clasifica las angiospermas en los siguientes clados:
Angiospermas
Amborellales
Nymphaeales
Austrobaileyales
Mesangiospermas
Chloranthales
Magnólidas
Monocotas
Ceratophyllales
Eudicotas
Sistema de clasificación de las gimnospermas vivientes de Christenhusz et al. 2011[editar]
Artículo principal: Sistema de clasificación de las gimnospermas vivientes de Christenhusz et al.
2011
Publicado en febrero de 2011 [1], reconoce cuatro grupos de gimnospermas vivientes a los que se
asigna el rango de subclase: Cycadidae, Ginkgoidae, Gnetidae y Pinidae. Los autores siguen la
recomendación de Chase & Reveal [2], en el sentido de asignar el rango de clase a las plantas
terrestres y el de subclase a los principales clados incluidos. Se reconoce que la posición de
Gnetidae es problemática. Si la hipótesis "gnepine" continuara ganando fuerza, los autores no
proponen la fusión de las subclases Gnetidae y Pinidae, sino la formación de una quinta subclase
que incluyera a las coníferas no Pinaceae.
Comparación entre las gimnospermas de siete sistemas notables
Cronqui
Wettstein
Eichler 1886 st et al Margulis et Christenhu APWeb 2015
1935 Kubitzki
Gymnosperm 1966 al 1998 sz et al Gymnosper
Gymnosperm 1990
ae Pinophy ITIS 2014 2011, ICBN ms
ae
ta
Cycadica Cycadopsid Cycadophyt
Cycadaceae Cycadinae Cycadidae Cycadales
e a a
Coniferophy
Coniferae Pinopsida Pinidae Pinales (?P)
ta
Coniferae Pinicae
Ginkgoopsi Ginkgophyt
Ginkgoinae Ginkgoidae Ginkgoales
da a
Gnetaceae Gnetinae Gneticae Gnetopsida Gnetophyta Gnetidae Gnetales
Sistema de clasificación de los helechos y afines de Christenhusz et al. 2011[editar]
Artículo principal: Sistema de clasificación de pteridofitas de Christenhusz 2011
El sistema de clasificación de pteridofitas de Christenhusz et al. 2011 es el que actualmente se utiliza
para la clasificación de helechos en el sentido más amplio (monilofitas y licofitas).
El sistema es una actualización de uno anterior, el sistema de clasificación de Smith et al. del 2006.
Publicado por primera vez en agosto del 2006, al igual que el sistema del APG II, es un sistema de
clasificación creado debido a la necesidad de ver reflejados los avances en filogenia de helechos, en
un sistema de clasificación de las plantas. Clasifica a lo que hoy en día se llama "helechos"
(clado Monilophyta), en clases, órdenes y familias. Los autores del sistema aclaran que aún no están
lo suficientemente investigados los géneros y especies a nivel molecular, por lo que aún no es
momento para crear un sistema de clasificación por debajo de la categoría de género, y de hecho
algunas familias están aún poco definidas.
Comparación entre las helechos y afines de cinco sistemas
Christenhus
Eichler Engler G. Smith Nombre
A. Smith 2006 z et al
1886 1924 1955 informal
2011, ICBN
Equisetina Sphenopsi Calamophy Equisetopsid
Equisetidae equisetos
e da ta a
helechos
Polypodiopsi
Polypodiidae leptosporangiad
da
Monilophyt os
Filicinae Filicopsida Pterophyta
a helechos
Marattiopsida Marattiidae
eusporangiados
ofioglosáceas
Ophioglossid
Psilotopsid Psilotopsida
Psilophyta ae psilotos
Lycopodin a
ae Lepidophyt
Lycopsida Lycophyta Lycopodiidae licopodios
a
Sistema del Catálogo de la Vida (Ruggiero el al. 2015)[editar]
Artículo principal: Sistema del Catálogo de la Vida
Pertenece al Catalogue of Life o (CoL) es un proyecto colaborativo que desarrolla una de
las taxonomías más recientes para todos los seres vivos, buscando establecer una clasificación
manejable y práctica, que admite algunos grupos parafiléticos y recoge parte de los postulados
de Cavalier-Smith.
Los niveles más importantes de las plantas dentro de una visión general de este sistema son los
siguientes:1
superreino Eukaryota
reino Plantae
subreino Biliphyta
filo Glaucophyta
filo Rhodophyta
subreino Viridiplantae
infrarreino / filo Chlorophyta
subfilo Chlorophytina
subfilo Prasinophytina (P)
infrarreino Streptophyta
superfilo Charophyta (P)
superfilo Embryophyta
filo Anthocerotophyta
filo Bryophyta
filo Marchantiophyta
filo Tracheophyta
subfilo Lycopodiophytina
subfilo Polypodiophytina (monilofitas)
subfilo Spermatophytina
superclase Angiospermae
superclase Gymnospermae
Sistemas de clasificación desactualizados[
Antes de la llegada de los análisis moleculares de ADN existieron otros sistemas de clasificación. A
continuación tres de los más utilizados en su momento, que todavía pueden encontrarse ordenando
los taxones de muchas Floras.
El sistema de clasificación de Eichler. Publicado por August Wilhelm Eichler en 1883 y 1886, fue
precursor de la taxonomía moderna y fue adaptado muchas veces por otros investigadores. Fue uno
de los primeros que intentaron ser filogenéticos.
El sistema de clasificación de Engler. Publicado por primera vez por Adolf Engler a fines del siglo XIX
y continuado por sus colaboradores, y adaptado varias veces por otros taxónomos (por lo que tiene
numerosas variantes).
El sistema de clasificación de Cronquist. Publicado por primera vez por Arthur Cronquist en 1966 y
continuado en 1981 y 1988, se centra principalmentre en las angiospermas, fue probablemente el
más utilizado en la década de los 80, hasta la llegada del sistema APG. Fue basado principalmente
en la morfología, y aceptaba taxones parafiléticos.
Como un referente histórico, la siguiente es la taxonomía botánica de Eichler 1883.2 El phylum y
clases de Thallophyta resultaron polifiléticos, los demás grupos son parafiléticos o monofiléticosː
A. Cryptogamae
phylum I. Thallophyta
classis I. Algae
classis II. Fungi
classis III. Lichenes
phylum II. Bryophyta
classis I. Hepaticae
classis II. Musci
phylum III. Pteridophyta
classis I. Equisetinae
classis II. Lycopodinae
classis III. Filicinae
B. Phanerogamae
phylum I. Gymnospermae
phylum II. Angiospermae
classis I. Monocotyleae
classis II. Dicotyleae
subclassis I. Choripetalae (dicotiledóneas no astéridas)
subclassis II. Sympetalae