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PARTES DE LA CELULA Y FUNCIONES

Membrana Plasmática.- La membrana celular o plasmática es una estructura laminar que engloba a
las células, define sus límites y contribuye a mantener el equilibrio entre el interior y el exterior de
éstas. La principal característica de esta barrera es su permeabilidad selectiva, lo que le permite
seleccionar las moléculas que deben entrar y salir de la célula. De esta forma se mantiene estable el
medio intracelular.
Pared Celular.- La pared celular vegetal es un órgano complejo que, aparte de dar soporte y
estructura a los tejidos vegetales, tiene la capacidad de condicionar el desarrollo de las células.

Plasmodesmo.- Se llama plasmodesmo a cada una de las unidades continuas de citoplasma que
pueden atravesar las paredes celulares, manteniendo interconectadas las células continuas en
organismos pluricelulares en los que existe pared celular, como las plantas o los hongos. Permiten la
circulación directa de las sustancias del citoplasma entre célula y célula comunicándolas,
atravesando las dos paredes adyacentes a través de perforaciones acopladas, que se denominan
poros cuando sólo hay pared primaria, y punteaduras si además se ha desarrollado la pared
secundaria.

Vacuola.- Las vacuolas son compartimentos cerrados que contienen diferentes fluidos, tales como
agua o enzimas, aunque en algunos casos puede contener sólidos. Las vacuolas que se encuentran
en las células vegetales son regiones rodeadas de una membrana "tonoplasto" o "membrana
vacuolar" y llenas de un líquido muy particular llamado "jugo celular". Satisface el consumo de
nitrógeno del citoplasma, consigue una gran superficie de contacto entre la fina capa del citoplasma
y su entorno.
Plasto.- Los plastos, plástidos o plastidios son orgánulos celulares eucarióticos, propios de las
plantas y algas. Su principal función es la producción y almacenamiento de importantes compuestos
químicos usados por la célula. Usualmente, contienen pigmentos utilizados en la fotosíntesis, aunque
el tipo de pigmento presente puede variar, determinando el color de la célula.

Cloroplasto.- son los orgánulos celulares que en los organismos eucariontes fotosintetizadores se
ocupan de la fotosíntesis. Están limitados por una envoltura formada por dos membranas
concéntricas y contienen vesículas, los tilacoides, donde se encuentran organizados los pigmentos y
demás moléculas que convierten la energía luminosa en energía química.

Leucoplasto.- son plastidios que almacenan sustancias incoloras o poco coloreadas. De acuerdo a
la principal sustancia de reserva son clasificados en amiloplastos, oleoplastos, y proteinoplastos.
Estos plastos son incoloros y se localizan en las células vegetales de órganos no expuestos a la luz,
tales como raíces, tubérculos, semillas y órganos que almacenan almidón.

Cromoplasto.- son un tipo de plastos, orgánulos propios de la célula vegetal, que almacenan los
pigmentos a los que se deben los colores, anaranjados o rojos, de flores, raíces o frutos. Cuando son
rojos se denominan rodoplastos. Los cromoplastos que sintetizan la clorofila reciben el nombre de
cloroplastos. Las plantas terrestres no angiospérmicas son básicamente verdes; en las
Angiospermas aparece un cambio evolutivo llamativo, la aparición de los cromoplastos, con la
propiedad de almacenar grandes cantidades de pigmentos carotenoides. Contienen pigmentos como
carotina (amarillo o anaranjado), licopina (rojo), xantofila (amarillento).

Aparato de Golgi.- es un organelo (orgánulo) presente en todas las células eucariotas excepto los
glóbulos rojos y las células epidérmicas. Pertenece al sistema de endomembranas del citoplasma
celular, cuya función es completar la fabricación de algunas proteínas.
Ribosomas.- son complejos supramoleculares encargados de sintetizar proteínas a partir de la
información genética que les llega del ADN transcrita en forma de ARN mensajero.

Retículo Endoplasmático.- es una red interconectada que forma cisternas, tubos aplanados y
sáculos comunicados entre sí, que intervienen en funciones relacionadas con la síntesis proteica,
metabolismo de lípidos y algunos esteroides, así como el transporte intracelular. Se encuentra en la
célula animal y vegetal pero no en la célula procariota. Es un orgánulo encargado de la síntesis y el
transporte de las proteínas.
Mitocondria.- En la mitocondria se produce la respiracion celular una funcion que permite que se
livere la energia contenida en los hidratos de carbono o azucares.

Lisosoma.- son orgánulos relativamente grandes, formados por el retículo endoplasmático rugoso
(RER) y luego empaquetadas por el complejo de Golgi, que contienen enzimas hidrolíticas y
proteolíticas que sirven para digerir los materiales de origen externo (heterofagia) o interno
(autofagia) que llegan a ellos. Es decir, se encargan de la digestión celular.

Citoplasma.- Su función es albergar los orgánulos celulares y contribuir al movimiento de los


mismos.

Núcleo celular.- La función del núcleo es mantener la integridad de estos genes y controlar las
actividades celulares a través de la expresión génica.

Los tejidos vegetales son un conglomerado o conjunto de células que comparten una misma
condición, unidas de forma sólida con una misma función en común. Su estructura se asemeja en
todo el grupo de células, lo que les permite llevar a cabo una misma función.

Las células vegetales se forman de las células que componen el embrión de la semilla, luego de la
fecundación de las plantas. El tejido vegetal se encarga de del desarrollo de las plantas, la
fotosíntesis, almacenar sustancias, crecimiento e incluso reparación de daños. También aporta
soporte a la estructura vegetal, y forma conductores de savia bruta.

Las plantas, pueden tener distintos tipos de tejidos en una misma especie, los cuales varían
en su función, siendo principalmente protectores, nutrientes.
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Los tejidos protectores se encargan de dar protección a la planta, para esto forman una capa
externa que evita y mantiene alejados a todos los agentes externos que puedan ocasionar un
daño. Se conforma por el tejido epidérmico, y el suber.

Los tejidos conductores están compuestos de distintos tipos de células, son el tipo de tejido
vegetal más complejo. Existen dos tipos, el xilema y el floema, y ambos constituyen el
sistema vascular vegetal.

El tejido de crecimiento es el que permite evolucionar y crecer a la planta. Se conforma de


células que se dividen por mitosis de forma continua. La principal características de las
células que componen este tipo de tejido es un núcleo de gran tamaño con abundante
citoplasma.

El tejido parenquimatico se encarga de la nutrición de la planta. Existen distintos tipos, entre


los que se encuentra el encargado de realizar la fotosíntesis.

El tejido de sostén brinda protección y soporte a la planta, por lo que se compone de células
con pared celular gruesa. Aportan resistencia mecánica.

El tejido secretor se encarga de almacenar, transportar y segregar sustancias a distintos


sectores de la panta, de estructuras externas a internas.

Esas son las principales funciones del tejido vegetal y los distintos tipos de este tejido.

Cuanto mayor es el cuerpo de la planta y más numerosas son las partes que sobresalen del
agua o del suelo, mayor es la necesidad de reemplazar el agua que se evapora y de
transportar rápidamente materiales de construcción y consumo de un órgano a otro.

En el curso de la filogenia aparecieron los tejidosvasculares formados por células muy


especializadas que reúnen las siguientes características:

a. forma generalmente alargada en la dirección general del trasporte.


b. paredes terminales generalmente oblicuas para aumentar la superficie de contacto y
facilitar el pasaje de sustancias.
c. a menudo están fusionadas entre sí formando verdaderos tubos conductores.

Tejidos conductores en corte


Citrus: planta
longitudinal de tallo
Estos tejidos son el xilema y el floema. Constituyen un sistema continuo a lo largo de todas las
partes de la planta, el sistema vascular, que por su importancia fisiológica y filogenética ha sido
utilizado para denominar un amplio grupo de plantas: las traqueófitaso plantas vasculares que
comprenden las Pteridophyta y Spermatophyta.

Pteridophyta: Adiantum Tejido vascular en transcorte de rizoma

Imagen tomada de Mauseth


Tejido vascular en tallo de representantes de Spermatophyta

Imágenes tomadas de Berg

La expresión plantas vasculares fue utilizada por primera vez por Jeffrey en 1917. Después surgió
el término traqueófitas, derivado del xilema por ser un tejido firme y duradero. Los elementos
traqueales, con paredes gruesas y duras se distinguen fácilmente, se conservan en los fósiles y se
identifican con facilidad.
XILEMA

El xilema generalmente está asociado con el floema, tejido conductor de sustancias elaboradas en la
fotosíntesis. Su nombre deriva del griego xylon que significa madera. El término leño designa al
xilema secundario. El xilema es el tejido conductor de agua y solutos desde la región de absorción a
la de evaporación. El flujo en el xilema es unidireccional.

Esquema del flujo unidireccional en la conducción de agua y sales

Este musgo de la especie Calliergonella cuspidata,no es una planta vascular, aunque parezca
tener hojas en realidad no lo son.
Una planta no vascular son plantas sin sistema vascular (xilema y floema). Aunque las plantas no
vasculares carecen de estos tejidos particulares, muchos poseen tejidos más sencillos que están
especializados para el transporte interno de agua.
Las plantas no vasculares no tienen una amplia variedad de tipos de tejidos especializados.
Frondoso hepáticas tienen estructuras que se parecen a hojas, pero no son hojas verdaderas porque
son hojas sueltas de células sin cutícula, estomas o espacios aéreos internos y no
tienen xilema o floema. Por consiguiente no son capaces de controlar la pérdida de agua de sus
tejidos y se dice que son poiquilohídricos.
Todas las plantas terrestres tienen un ciclo de vida con un alternancia de generaciones entre un
diploide esporofito y un haploide gametofito, pero en todas las plantas terrestres no vasculares la
generación gametofito es dominante. En estas plantas, el esporofitos crecen desde y dependen de
gametofitos para la toma de agua y nutrientes minerales y la prestación de fotosíntesis, los productos
de fotosíntesis.
Características de las Briofitas - Plantas No Vasculares Terrestres-
Entre las briofitas se encuentran los musgos y las hepáticas. Viven en sitios húmedos, sobre el suelo
de los bosques lluviosos, donde forman una espesa alfombra verde. También nacen sobre las rocas
y los troncos húmedos de los árboles siendo muy importantes por ser las especies precursoras en la
colonización de vegetales de las rocas y el suelo. Aunque estas plantas pueden cubrir un área de
varios kilómetros, como una alfombra, su altura no suele sobrepasar los 3 cm. de alto debido a las
dificultad que tiene no poseer vasos conductores desarrollados. Las que mayor altura han alcanzado
sólo miden 20 cm. Este grupo de plantas existe hace más de 280 millones de años.
Sin vasos conductores (Hepáticas) Las hepáticas no poseen nada parecido a vasos ni tampoco
presentan estructuras distinguibles como en los musgos. La absorción de agua y nutrientes la
realizan a través de toda la superficie del vegetal.
Con vasos conductores primitivos (Musgos) Poseen vasos muy primitivos y no forman ni xilema ni
floema, como las plantas vasculares propiamente dichas. Se anclan al terreno por medio de unas
estructuras especializadas llamadas rizoides. Tienen algo parecido a un pequeño tallo, llamado
cauloide y láminas semejando hojas denominadas filoides.

Las hojas son órganos generalmente aplanados derivados de un meristemo caulinar apical.
Son los órganos fotosintéticos por excelencia de las plantas gracias a la enorme cantidad de
cloroplastos que poseen sus células. Además, las hojas son las principales responsables de
controlar la transpiración para evitar la pérdida excesiva de agua. El diseño y la distribución de las
hojas en el cuerpo de la planta se pueden explicar si tenemos en cuenta estas funciones. Durante
la evolución, las plantas vasculares inventaron las hojas probablemente a partir de ramas.

Morfología

Las hojas se pueden dividir anatómicamente en dos partes: limbo y peciolo. El limbo es la
parte de la hoja encargada de realizar la fotosíntesis y regular la transpiración. Aquí se encuentran
la mayoría de los estomas y del parénquima clorofílico de la planta. El limbo posee dos
superficies, una superior, denominada haz o superficie adaxial. y otra inferior,
denominada envés o superficie abaxial. La superficie que normalmente queda expuesta al Sol es
el haz, mientras que el envés es la superficie que queda oculta. Se denomina contorno al borde
del limbo y puede ser muy variado en su forma. El peciolo es una estructura más o menos larga y
cilíndrica que une el limbo al tallo a nivel de los nudos. En el ángulo agudo que se forma en el
punto de unión entre el tallo y el peciolo se localizan las yemas axilares de las que partirán nuevas
ramas. Hay hojas denominadas sésiles, que carecen de peciolo, donde el limbo se une
directamente al tallo.
Partes de la hoja.

El tamaño de las hojas es variable y en general una hoja pequeña se asocia a lugares con
una mayor altitud, poca lluvia, pocos nutrientes en el suelo, y a lugares calientes y secos. La
exposición a la luz solar es otro factor importante que afecta al tamaño y grosor de las hojas,
incluso en una misma planta. Las hojas con más exposición solar son más pequeñas y más
gruesas, sobre todo por el desarrollo del parénquima, pero también tienen un sistema vascular y
una epidermis más desarrollados que las hojas denominadas de sombra.

En función de la complejidad del limbo se puede dividir a las hojas en simples y compuestas.
Las simples tienen un limbo continuo y sin dividir, mientras que las compuestas poseen varias
subunidades, denominadas foliolos, cada una de ellas asemejándose a una hoja distinta.
Distinguir una hoja de un foliolo es posible por la presencia o no de yemas axilares, sólo las hojas
las tienen.

Tipos de hojas según la estructura del limbo y según tengan o no peciolo.

La variabilidad morfológica del limbo también es enorme y viene genéticamente condicionada


por la especie, lo cual es el resultado de una adaptación evolutiva a su medio ambiente,
incluyendo a los herbívoros. Hay una gran diversidad de tipos de hojas que reciben distintos
nombres según su morfología.
Tipos de hojas con morfología diferente.

Los haces vasculares de la hoja se denominan también nervios, y su manera de organizarse


se denominada nerviación de la hoja. Su organización anatómica sirve para dividir a dos grandes
grupos de especies de plantas. Las que tienen hojas con una nerviación sencilla se denominan
micrófilas (por ejemplo los helechos), mientras que las que tienen una nerviación compleja se
denominan megáfilas (por ejemplo las plantas con flores). Estos dos tipos de organización parece
que han aparecido de manera independiente durante la evolución, es decir, no son homólogas.
Dentro de las plantas con flores, en las dicotiledóneas suele haber un nervio principal que se va
ramificando y en cada ramificación disminuye el diámetro del nervio. A este patrón de ramificación
se le denomina reticular. El nervio principal recorre el eje central de la hoja, desde el peciolo hasta
la punta de la hoja. A este nervio más el tejido que le rodea se les denomina costilla. En las
monocotiledóneas los nervios corren paralelos al eje principal de la hoja y son del mismo
diámetro. A este tipo de nerviación se le llama paralela. Sin embargo, existen vasos conductores
de pequeño calibre que conectan a los grandes y paralelos.

En la base de las hojas se desarrollan unas estructuras a modo de pequeñas hojas o


escamas denominadas estípulas, pero en las monocotiledóneas la escama se dilata para formar
vainas que abrazan al tallo.

Algunas hojas modifican enormemente su desarrollo y forman estructuras que no están


estrictamente relacionadas con la fotosíntesis. Así, algunas hojas se asocian a las flores para
formar las brácteas que rodean a los pétalo, pueden formar espinas como en algunos espinos (no
confundir con las espinas de las zarzas que son derivadas del tallo), sirven para atrapar
insectos en las plantas carnívoras, etcétera.

La disposición de las hojas en el tallo principal y en las ramas laterales se da en las plantas
que tienen una vida corta de una temporada. Pero en las plantas que viven varios años las hojas
crecen en la parte de las ramas laterales que han crecido durante ese año o hace pocos años.
Las hojas caen en los árboles caducos, pero en los perennes pueden durar varios años.
Independientemente de eso las hojas nuevas crecen en los brotes nuevos. La organización de las
hojas puede ser en espiral cuando las hojas aparecen alternando la posición y la altura a modo de
hélice, opuestas cuando hay dos hojas al mimo nivel y una a cada lado del tallo, o verticiladas
cuando nos encontramos tres o más hojas a una misma altura en el tallo. Se llama filotaxia a la
organización de las hojas.

Tejidos

Imágenes de cortes transversales de dos hojas de dicotiledóneas, A: camelio y B: dedalera, donde


se muestra la estructura típica: epidermis, parénquima en empalizada, parénquima lagunar y
epidermis con numerosos estomas.

Epidermis

Epidermis. En la superficie del haz, o adaxial, hay una epidermis cutinizada con capas muy
gruesas de cutina y ceras, y, por lo general sin estomas, mientras que en la superficie del envés, o
abaxial, hay una epidermis más delgada y con gran densidad de estomas. Sin embargo, hay hojas
denominadas epistomáticas, donde los estomas sólo aparecen en la cada adaxial, como en las
hojas flotantes acuáticas, hipostomáticas, donde sólo aparecen en la cara abaxial, y cuando
aparecen en las dos caras se denominan anfistomáticas. Por último, las hojas sumergidas no
suelen tener estomas. La distribución de los estomas es aparentemente azarosa en la epidermis
de las hojas de plantas dicotiledóneas, mientras que se disponen en hileras paralelas al eje mayor
de la hoja en plantas monocotiledóneas. Las plantas xerófitas, aquellas adaptadas a ambientes
secos, suelen presentar mayor número de estomas puesto que permiten un rápido intercambio de
gases en los cortos periodos de tiempo de disponibilidad de agua.

Tejido epidérmico.
En la epidermis de las hojas de muchas plantas hay algunas células que se diferencian para
transformase en pelos o tricomas. Los tricomas pueden ser unicelulares o multicelulares, y
pueden tener diversas funciones como protección, glandulares, evitar la pérdida de agua,
etcétera. Las hojas que carecen de tricomas se denominan glabras y las que los tienes
pubescentes.
Tejidos y organización típicos de una hoja de dicotiledónea.

Mesófilo

Parénquima clorofílico.
Mesófilo. Entre las dos capas epidérmicas nos encontramos con el mesófilo, que es tejido
parenquimático. Suelen distinguirse dos tipos presentes en la misma hoja: parénquima en
empalizada (o clorofílico) y el parénquima lagunar (o esponjoso). El parénquima en empalizada,
próximo a la superficie del haz, es un tejido fotosintético con células que contienen una gran
cantidad de cloroplastos. Sus células son alargadas y se disponen empaquetadas y
perpendiculares a la superficie epidérmica, y por ello se habla de parénquima en empalizada.
Mientras, en la zona del envés las células son más redondeadas, también contienen cloroplastos,
pero hay grandes espacios intercelulares, por lo que se habla de parénquima lagunar. Los
espacios intercelulares están conectados con los estomas y son importantes para el trasiego de
gases necesarios para la fotosíntesis. Aunque en algunos casos es difícil distinguir entre estas
dos partes del mesófilo.

Hoja de un pino, gimnosperma.

La disposición normal del mesófilo es parénquima clorofílico en empalizada próximo a la cada


adaxial y el parénquima lagunar hacia la cara abaxial. A estas hojas se las conoce
como dorsiventrales, pero también existen las isolaterales, donde se suceden parénquima en
empalizada, lagunar y en empalizada, como ocurre en algunas xerófitas, y las homogéneas,
donde todo el mesófilo es más o menos homogéneo, como ocurre en gramíneas.

Nervios

Haces vasculares. Las hojas poseen vasos conductores para llevar agua y sales a las células
fotosintetizadoras, y recoger los productos orgánicos y repartirlos por el resto de la planta. Los
vasos están formados por xilema y floema, además de tejido parenquimático alrededor. El xilema
normalmente está orientado hacia la parte adaxial, mientras que el floema hacia la parte abaxial.
Los haces vasculares de las hojas forman estructuras alargadas denominados nervios. En esta
imagen los nervios están cortados transversalmente.

Haces vasculares.
Aparte del transporte, los vasos conductores actúan como varillas que dan soporte a la hoja.
Los nervios menores son los responsables de recoger los productos sintetizados por el mesófilo,
mientras que los mayores están dedicados al transporte de dichos productos. De hecho, los
nervios mayores están rodeados por tejido parenquimático que forma una especie de vaina
alrededor, denominada vaina vascular, que tiene una misión similar a la endodermis de la raíz:
controlar lo que entra o sale lateralmente de los vasos. Los nervios dan también soporte mecánico
a la estructura de la hoja y en algunas hojas grandes de dicotiledóneas, los nervios de mayor
calibre, están rodeados por células de colénquima y esclerénquima, mientras que las de
monocotiledóneas pueden presentar fibras.

En las gramíneas se distinguen dos vías fotosintéticas, la C3 y la C4, siendo la C4 más


productiva. Las hojas de ambos tipos de plantas tienen también diferencias estructurales. Así,
las C4 tienen dos capas concéntricas, externa de mesófilo típico e interna de parénquima,
alrededor de los haces vasculares. Las células de parénquima son grandes y con muchos
cloroplastos (esta disposición se denomina anatomía de Kranz). Además, la separación entre
nervios es escasa, no más del grosor de cuatro células de parénquima clorofílico. Las
plantas C3 no poseen una organización de capas concéntricas en torno a los haces vasculares y
las células de la vaina vascular son pequeñas y con pocos cloroplastos. Internamente, la vaina
vascular tienen una capa de células más pequeñas denominada mestoma. La separación entre
nervios en las plantas C3 es de más de 4 células de parénquima clorofílico (en torno a 12 de
media).

Formación

Las hojas se originan a partir del meristemo apical caulinar, presente en el ápice de cada
rama, gracias a la diferenciación de unas células periféricas de dicho meristemo
denominadas células fundadoras. Su número inicial puede variar desde 10 a más de 100. El
proceso de formación de la hoja pasa por tres estados: iniciación, crecimiento, donde se forman
las protuberancias foliares y posteriormente los primordios foliares, y expansión y maduración,
donde la hoja sobre todo se expande para formar el limbo. El crecimiento de la hora es sobre todo
por crecimiento intercalar, es decir, por proliferación de las células que están entre el ápice y la
base de la hoja, y por aumento del tamaño celular. Hay que tener en cuenta que una hoja es un
órgano complejo en cuanto a organización puesto que posee tres ejes: próximo-distal, adaxial-
abaxial y medio-lateral. Las células han de saber en qué lugar se encuentran durante su
diferenciación.

En los primordios de las hojas, las células del procámbium emergen de nuevo del tejido
fundamental, de unas capas celulares subepidérmicas. Estas células iniciales de la hoja se
generan por la acción de la auxina a alta concentración. Se organizan en cadenas para formar
los nervios de las hojas. Estas venas no se generan por crecimiento o proliferación en longitud
sino por adición de incorporación de nuevas células procambiales. Esto parece producirse por el
denominado efecto de canalización de la auxina. Las células, para ser procámbium necesitan una
alta concentración de auxina, y una vez diferenciadas parecen canalizar mejor la auxina a su
vecina, por lo que ésta también se diferencia en procámbium, y así sucesivamente.

La flor es el órgano reproductivo de la mayor parte de las plantas. El grupo de las


espermatofitas, es decir, las plantas con semilla, está representado por gimnospermas y
angiospermas. Ambos grupos de plantas tienen flores pero en el caso de las gimnospermas las
flores son en realidad inflorescencias que no van a dar lugar a un fruto☆. Por el contrario las
angiospermas presentan flores típicas que tras la fecundación formarán semillas☆encerradas en
frutos. En esta página analizaremos la estructura de la flor de angiospermas por representar al
grupo de plantas más abundantes y diversas, y las más fáciles de observar.

Partes de una flor típica.

Las flores aparecen durante la época reproductiva de las plantas mediante un proceso
denominado floración. Como todos los órganos de la planta, se originan a partir de la actividad
meristemática. El meristemo apical caulinar☆ sufre transformaciones en tamaño, organización y
actividad mitótica, y se convierte en un ápice para la reproducción. En realidad una flor podría
considerarse como una porción de tallo altamente modificada donde las hojas sufren cambios
drásticos para convertirse en las diferentes partes de la flor. Dependiendo de las especies el
meristemo apical se transforma en un meristemo floral directamente produciendo una flor o en un
meristemo de inflorescencia a partir del cual se formarán los diferentes meristemos florales que
darán lugar a las flores de la inflorescencia. Todas las células de los meristemos de inflorescencia
o florales se diferenciarán en células maduras y el meristemo como tal desaparecerá.

La parte que une la flor al tallo se denomina pedúnculo, y las flores que carecen de él se denominan
sésiles. Cuando el pedúnculo sostiene a un grupo de flores, como si fuera un ramo, a la estructura
que une a cada flor con el pedúnculo se le denomina pedicelo. El pedúnculo o el pedicelo forman
una estructura terminal denominada receptáculo desde donde parten las otras estructuras de la flor.
Una flor típica consta de cuatro partes: pétalos, sépalos, estambres y carpelos. La parte que
no produce gametos, parte estéril de la flor, tiene una función protectora o favorecedora de la
fecundación. A esta parte se le denomina periantio, y está compuesta por el cáliz (conjunto de
sépalos) y por la corola (conjunto de pétalos). La parte reproductora está formada por
el androceo (los estambres), que constituye la parte masculina de la flor, y por el gineceo (el pistilo
/ carpelos), que es la parte femenina.

Imagen de la antera de un estambre.

La organización histológica de pétalos y sépalos nos recuerda a la de la hoja, aunque mucho


más sencilla. Los pétalos se caracterizan por su variedad morfológica y cromática, y los sépalos
por su contenido en cloroplastos y clorofilas que les confieren el típico color verde. Los sépalos
son principalmente estructuras protectoras de la flor.

Al conjunto de estambres se le denomina androceo. Un estambre típico consta de un


filamento en cuyo extremo distal se encuentra la antera. Ésta última es un cuerpo alargado con
una invaginación medial que la divide en dos lóbulos o tecas, conteniendo cada una de ellas dos
sacos polínicos. En estos sacos ocurre la microesporogénesis o formación de microsporas que se
convierten en el gametofito masculino o grano de polen.

El gineceo está formado por uno o por un conjunto de pistilos, cada uno de los cuales está formado
por una o varias hojas modificadas denominadas carpelos, que se doblan sobre sí mismas formando
esa estructura típica en botella. La base dilatada del pistilo es el ovario, que contiene a los
rudimentos seminales. Éstos son estructuras más o menos ovoides que se originan sobre la placenta
o sobre una hoja carpelar del ovario, a las cuales queda conectado por un filamento o pedicelo
denominado funículo. El rudimento seminal está formado por la nucela, el saco embrionario y por
uno o más tegumentos exteriores. Los tegumentos rodean por completo la extructura excepto en el
ápice, donde queda un orificio o canal denominado micropilo. En los rudimentos seminales se
encuentran los óvulos, se producirá la fecundación y a partir de ellos se desarrollarán las semillas.
Dentro de los rudimentos seminales se encuentran los gametofitos femeninos.

El tubo del pistilo se denomina estilo. La parte superior y pegajosa del pistilo se denomina
estigma. En el gineceo se da la macrosporogénesis o formación de la macrospora que dará lugar
al gametofito femenino. Aquí se dará la fecundación y la formación del embrión que formará parte
de la semilla.

El receptáculo es donde se insertan los estambres, pétalos y sépalos de la flor. La posición


del ovario respecto al receptáculo resulta en tres tipos de flores denominadas: con ovario súpero
cuando el ovario descansa sobre el receptáculo, ínfero cuando el receptáculo queda al nivel más
alto del ovario y medio (o semiínfero) cuando el receptáculo queda a la altura de la zona media del
ovario.

Según la posición del ovario respecto al lugar de inserción de pétalos, sépalos y estambres
se denominan ovarios súperos, semiínferos e ínferos.

Organización en una o varias cámaras donde se encuentran los rudimentos seminales.

A la cámara donde se encuentran los rudimentos seminales, que contienen los óvulos, se le
denomina loculus, y puede haber desde uno a muchos.

Reproducción

Las plantas tienen dos fases en su ciclo de vida: esporofito y gametofito. El esporofitoes la
fase multicelular de células diploides, es decir, lo que vemos normalmente de una planta, y
contiene el tallo, hojas, raíces y demás órganos de la planta. El gametofito es un conjunto de
células haploides que se encuentran en las flores, y su misión es la formación de gametos.
La reproducción sexual empieza con la esporogénesis, cuando células diploides
especializadas del esporofito, y localizadas en el ovario de las flores, sufren meiosis y dan lugar a
células haploides denominadas esporas. Las esporas se transforman por gametogénesis, que es
un proceso de proliferación y diferenciación que dará lugar a una estructura pluricelular
(gametofito) de la que surgirán los gametos. La fecundación es la fusión de un gameto masculino
con uno femenino, que resultará en la formación del zigoto, célula diploide, a partir de la cual se
formará el embrión. Con el zigoto comienza una nueva etapa de esporofito.

Los gametofitos de las angiospermas están formados por unas pocas células. Tienen dos
tipos de gametofitos, femenino y masculino. Las esporas que producen se
llamanmacroesporas (femeninas) y microesporas (masculinas).

El gametofigo femenino se desarrolla en el ovario de la planta y consta de: 3 células


antípodas, una central, dos sinérgidas, y un óvulo. La formación del gametofito femenino ocurre
en dos etapas: macroesporogénesis y macrogametogénesis. La macroesporogénesisse inicia con
una proyección de células a modo de dedo desde la placenta del ovario. Dentro de esa
proyección una célula se va diferenciar en un tipo celular llamado arquespora, la cual se diferencia
en la célula madre de la macrosespora. En muchas plantas esta diferenciación es directa y no hay
diferencia funcional entre arquespora y célula madre de la macroespora. La célula madre de la
macroespora crece en tamaño, su citoplasma se vuelve mas denso, y su núcleo crece en tamaño.
Estas características la diferencian del resto de células que son somáticas. Justo antes de la
meiosis, esta célula crece más en tamaño y se alarga. Entonces sufre meiosis dando 4
macoresporas haploides, de las cuales 3 morirán, quedando sólo una macroespora, normalmente
la más próxima a la chalaza.

La gametogénesis consta de tres etapas en la mayoría de los casos: mitosis sin citocinesis,
celularización y diferenciación celular. El proceso más común es que megaespora crece en
tamaño y sufre dos divisiones sin citocinesis. Tenemos entonces dos parejas de núcleos que se
sitúan en polos opuestos de la céula. Durante la tercera división se forma fragmoplastos y paredes
celulares entre los núcleos hermanos y no hermanos. A esto se llama fase de celularización.
Durante este proceso un núcleo de cada polo (núcleos polares) viaja hasta la zona central y se
fusiona con el otro del otro polo, formándose una célula central que es homodiploide (puesto que
los dos núcleos tienen exactamente la misma información genética, pero duplicada). El resto de
núcleos son haploides. Las células se diferencian en diferentes tipos: 3 células antípodas en un
polo, dos sinérgidas y el óvulo en el otro polo, y una central próxima a este último polo. Esto es la
situación del gametofito femenino maduro. La célula central y el ovocito sitúan sus núcleo muy
próximos y no tienen pared celular que separe sus membranas celulares. Esto facilita la
fecundación ya que estos dos núcleos serán los fecundados por los núcleo del grano de polen.
Aunque esta es la organización más común del gametofito femenino de las angiospermas, hay
otros tipos donde varía las células que contribuyen a su formación durante la esporogénesis o la
disposición y número de células que establecen la organización final.
Formación del gametofito femenino. Macroesporogénesis (arriba) y macrogametogénesis
(abajo) en Arabidopsis (dicotiledónea). (Modificado de Drews y Koltonow, 2011).

El gametofito masculino se localiza en las anteras de los estambres y se denomina también


grano de polen. Consta de dos células espermáticas, las cuales están rodeadas por células
vegetativas. El gametofito masculino también se forma por microesporogénesis, seguida de
microgametogénesis. La microesporogénesis se produce cuando una célula llamada células inicial
esporogénica o célula madre del polen sufre meiosis para formar cuatro células haploides. En la
antera hay muchas células iniciales por lo que se formarán muchas tetradas de células haploides.
Cada tetrada está aislada de las demás por una pared de calosa. Cada una de las células de la
tetrada se denomina microespora. Posteriormente las células de cada tetrada se independiza de
la otra gracias a una enzima liberada desde el tapete de la antera denominada
calasa. Microgametogénesis comienza con el crecimiento de cada microespora. Una vez
alcanzado un tamaño determinado se dividen de manera asimétrica, es decir, una de las células
hijas será más grande que la otra. Este es el gametofio masculino, encerrado en un grano de
polen. La célula grande se denomina célula vegetativa, y será la responsable de la formación del
tubo polínico durante la fecundación. La pequeña se conoce como célula generativa, la cual será
englobada por el citoplasma de la célula vegetativa. La célula generativa se dividirá para formar
dos célula generativas nuevas, de las cuales, una de ellas realizará la fecundación. La división de
la célula generativa se lleva a cabo generalmente en el interior del tubo polínico en desarrollo.
Formación del gametofito masculino. La calasa es la enzima que separa las tetradas.
(McCormick 2004)

En la mayoría de los casos tanto el gametofito masculino, o grano de polen, como el


gametofito femenino, o saco embrionario, se producen en la misma flor. Son hermafroditas. Sin
embargo, en algunas especies la producción de los gametofitos masculinos y femeninos ocurren
en flores diferentes situadas en la misma planta (monoicas) o en plantas distintas
(especies dioicas).

En algunas ocasiones se puede producir embriones sin fecundación por un proceso


denominado apomixis. En estas especies de plantas la esporogénesis no supone meiosis, de
modo que tendríamos un “gametofito” diploide que no necesita células espermáticas para producir
un embrión diploide.

La semilla se forma a partir del rudimento seminal, localizado en el ovario de las flores☆, tras
producirse la fecundación por los granos de polen.

Fecundación. El grano de polen es transportado por el viento o por algún insecto al estigma
del pistilo. Una vez ahí emite una prolongación denominada tubo polínico, que crece por los
tejidos internos del estigma, estilo y ovario hasta alcanzar el gametofito femeninolocalizado en el
rudimento seminal del ovario. En el frente de crecimiento van tres células, una
denominado vegetativa seguida por dos células denominadas generativas o espermáticas. Se
cree que la célula vegetativa es la responsable de la formación y alargamiento del tubo polínico,
que no es más que una prolongación de la pared interna (intina) del grano de polen que sale a
través de algún poro de la pared externa (exina). Hay que tener en cuenta que es un recorrido de
una enorme distancia a lo largo del estilo. Si alcanza el rudimento seminal por la chalaza la
fecundación se denomina chalazogámica y si entra por el micropilo se denomina porogámica.
Cuando el tubo polínico alcanza el saco embrionario del rudimento seminal, en el ovario del pistilo,
se produce la fecundación doble. Uno de los núcleos de las células generativas se fusionará con
el óvulo y el otro de la otra célula generativa con la célula central. Óvulo y célula central
pertenecen al gametofito femenino. Se produce por tanto una doble fecundación, que es una de
las características más destacadas de la fecundación de las angiospermas. El zigoto, resultante
de la fusión del óvulo con una célula generativa dará lugar al embrión (comenzará la fase
esporofito.), mientras que la célula central más las otras dos células generativas dará lugar
al endospermo, por tanto es un tejido triploide. El endospermo es un tejido para el almacén de
sustancias de reserva que se emplearán durante la germinación. El desarrollo del endospermo se
puede resumir en distintas fases: formación, celularización, difereniciación, maduración y muerte
celular. El turgor y la expansión de la semilla depende en gran medida del endospermo. La auxina
es necesaria para un desarrollo adecuado del endospermo.

Esquema de la fecundación en una flor donde las cubiertas de la semilla se forman a partir del
tegumento del rudimento seminal y el endospermo a partir de la unión de un núcleo germinativo con
los núcleos centrales o polares, dando lugar a células triploides. El embrión se formará a partir de la
unión entre la ovocélula y un núcleo germinativo. (Ver la página de la flor☆ para identificar las
diferentes partes del rudimento seminal y del saco embrionario).

Se pueden distinguir diferentes partes en una semilla:

Embrión. Está compuesto por un eje embrionario (tigellum) en cuyos extremos se encuentran
una radícula y una plúmula, más uno o dos cotiledones. Tiene su origen en la fusión de un núcleo
generativo del grano de polen con la ovocélula que se encuentra en el saco embrionario. La célula
diploide resultante de la fecundación comienza con una primera mitosis que dará dos células. La
célula más interna será la responsable de formar el embrión, la más externa, por diversas
divisiones mitóticas siempre transversales, forma una estructura denominada suspensor que tiene
como misión unir el embrión a los otros tejidos del rudimento seminal. En el caso de las semillas
dicotiledóneas la célula que forma inicialmente el embrión se divide en dos por medio de un
tabique longitudinal, separando los futuros cotiledones. Los cotiledones pueden almacenar
sustancias de reserva para la germinación y entonces suelen tener un aspecto carnoso. Están
unidos al eje embrionario en un punto llamado nodo y se abren hacia afuera como un libro. La
porción del eje que queda apical al punto de inserción de los cotiledones, hacia la plúmula, se
denomina epicótilo, mientras que la que queda por debajo se denomina hipocótilo.

Endospermo secundario. Es un tejido nutritivo que se encuentra a un lado o rodeando


completamente al embrión. En el caso de las angiospermas procede de la fusión de un núcleo
generativo con los dos núcleos centrales del saco embrionario formando un tejido triploide. En el
caso de las gimnospermas este tejido nutritivo es haploide y se denomina endospermo primario.
El endospermo es un tejido de reserva que proporciona nutrientes al embrión y a las primeras
fases del desarrollo de la planta. Las células nutricias almacenan granos de almidón o proteínas
que pueden formar gránulos amorfos llamados glútenes o complejos proteicos cristalizados
llamados granos de aleurona. En algunas especies de angiospermas hay un tejido de reserva
adicional formado por células de la nucela, que es una parte del rudimento seminal, y que forma el
denominado perispermo, aunque en la mayoría de las semillas la nucela no está presente.

Las semillas que contienen endospermo en estadios maduros se denominan semillas


endospérmicas o albuminosas, mientras que hay algunas que lo consumen en los primeros
estadios de la maduración y se denominan semillas no endospérmicas o exalbuminosas. Estas
últimas almacenan el material de reserva sólo en los cotiledones, como ocurre en el guisante,
judías o mostaza.

Cubiertas protectoras. Estas envueltas de la semilla son de origen materno y a partir de los
tejidos que rodean al óvulo. La formación de la cubierta está inhibida antes de la fecundación y la
fecundación elimina esta inhibición permitiendo el desarrollo de la cubierta. La cubierta se origina
principalmente a partir de los tegumentos interno y externo del rudimento seminal, los cuales se
convertirán en el tegmen y la testa de la semilla, respectivamente. Normalmente tegmen y testa
están unidos y es difícil separarlos, excepto en algunas plantas como las judías. Conjuntamente
se denominan epispermo o cubierta seminal. El tegmen es normalmente delgado y flexible,
mientras que la testa es dura. En la superficie de la testa se sitúa una capa de células a modo de
epidermis que desarrollan una cutícula que supone una barrera física para el agua y agentes
externos, pero es semipermeable a los gases. A veces, en la cubierta, se pueden encontrar
moléculas denominadas genéricamente defensinas, que son repelentes o tóxicos frente a
patógenos o herbívoros. En algunas especies hay un elemento adicional de protección
consistente en sustancias tóxicas.

Histológicamente hay una gran variedad en la organización de la cubierta de las semillas


según las diferentes especies de plantas, y estas envueltas protectoras pueden proceder de las
células de la nucela o incluso del saco embrionario. En Arabidosis la cubierta de la semilla consta
de 5 capas: tres internas y dos externas que forman que forman el tegumento. El endotelio es la
más interna, las otras dos siguientes se funden a medida que se desarrolla la semilla. Las dos
externas son las que sufren una mayor diferenciación y forman una capa subepidérmica y otra
epidérmica. La subepidérmica forma una pared gruesa, mientras que epidérmica forma una capa
de mucílago. En las leguminosas la cubierta está formada por muchas capas que incluyen macro
y osteoesclereidas en las capas externas y parénquima en las internas. En los cereales el
entotelio y el integumento externo forman dos capas de células, tomando el pericarpo parte de la
función de la cubierta de la semilla.

Las cubiertas protectoras adquieren una gran consistencia la mayoría de las veces,
fundamentalmente por la acumulación de esclereidas, aunque otras veces pueden llegar a ser
carnosas. La testas, tanto de monocotiledóneas como de dicotiledóneas, están marcadas
normalmente con relieves y texturas, a veces structuras a modo de alas. Una característica de la
cubierta es que debe mantener protegida a la semilla del exterior, pero al mismo tiempo debe
sentir el ambiente para permitir la germinación cuando las condiciones son adecuadas. En
muchas especies la capa epidérmica produce una cutícula que hace de barrera impermeable
entre el exterior y la semilla, que no pueden cruzar ni virus ni bacterias, pero sí débilmente los
gases. En la superficie de las semillas siempre hay una cicatriz denominada hilio que corresponde
al punto de unión del rudimento seminal con el funículo, pequeño cordón que une la semilla a la
pared del ovario. También hay una pequeña abertura denomina micropilo, punto de entrada del
tubo polínico, por donde puede entrar el agua para favorecer la germinación. En muchas cubiertas
de semillas existen cloroplastos funcionales, aunque parece que su función es más para percibir
las condiciones externas que para producir energía.

Vascularización. Hay semillas, como las horquídeas, que pueden ser de unas 200 µm de
diámetro. Estas semillas no tienen sistema vascular y los nutrientes y señales hormonales viajan
por vía apoplástica. En semillas medianas y grandes se desarrollan sistemas vasculares más
desarrollados cuanto más grande la semilla. En algunas semillas los haces vasculares terminan
en la unión del funículo con el óvulo o en la zona de unión entre placenta y chalaza, mientras que
en otras se extienden por toda la semilla. Estos haces vasculares están embebidos en tejido
parenquimatoso conectado por plasmodesmos, lo que facilita la difusión de las moléculas
transportadas por el tejido vascular.

Dormancia. La dormancia es un estado de la semilla en el cual la tasa metabólica, o tasa de


reacciones químicas dentro de la célula, disminuye, por lo que necesita muy poca energía,
oxígeno o agua. Las semillas pueden mantenerse en este estado durante mucho tiempo, en
algunas especies durante muchos años. Una combinación de factores externos como luz, agua,
temperatura y sustancias químicas pueden terminar el periodo de dormancia. La dormancia, o
más bien, la salida de la dormancia puede estar controlada por el embrión, por el endospermo, por
la cubierta o por una combinacón de éstos.

Dispersión. Para favorecer la dispersión alguna semillas poseen modificaciones de sus


cubiertas tales como espinas, alas o paracaídas. Otro mecanismo de dispersión es cuando los
animales las ingieren pero no las digieren, por ejemplo, cuando comen los frutos.

Germinación. Es el proceso mediante el cual el embrión de la semilla se activa, se desarrolla


y crece hasta la emisión de una radícula. La germinación comienza con la entrada de agua y
aumento de tamaño de las células, le sigue una activación del metabolismo y una nueva fase de
incorporación de agua acompañada de la emisión de la radícula, donde se considera que la
germinación se ha completado. Durante la germinación el embrión emplea el material de reserva
almacenado en el endospermo o en los cotiledones. La germinación ocurre en condiciones
determinadas, las cuales dependen de la especie de planta. Normalmente se inicia con una
entrada de agua a través del micropilo, residuo del tubo polínico producido durante la
fecundación. La entrada de agua hace que las células se extiendan para lo que tienen que relajar
sus paredes celulares. El endospermo se tiene que debilitar para permitir la germinación,
normalmente por una señal del embrión y una producción de hormonas, sobre todo las
giberelinas.

Después de la fecundación, a la vez que el rudimento seminal se convierte en semilla,


comienza la transformación de las paredes del ovario para formar el fruto. Se puede considerar al
fruto como el órgano que contiene a la semilla hasta el final de su maduración. El fruto no
sólo protege sino que también ayuda a la dispersión de la semilla, bien de forma activa o pasiva.
Algunas semillas no pueden germinar a no ser que hayan pasado antes por el tracto digestivo de
un animal.

En páginas anteriores mencionamos que la organización histológica del ovario era similar a
una hoja con dos epidermis, una externa y otra interna, y un parénquima con haces vasculares
rudimentarios entre ellas. El crecimiento y la diferenciación histológica de estas paredes origina lo
que llamamos el pericarpo, que es en realidad el fruto, excluyendo a las semillas que contiene. El
pericarpo está formado por un exocarpo, o epicarpo, y un endocarpo, generalmente constituidos
por tejidos epidérmicos. El primero recubre al fruto y el segundo a la semilla. Entre ambos se
encuentra el mesocarpo, que está formado por parénquima de reserva o esclerénquima. Hay
especies de plantas en las que en la formación del fruto también intervienen otras partes de la flor
además del ovario. Son los llamados frutos complejos, como las manzanas y los pepinos, en los
cuales el fruto está entonces formado por el pericarpo más otros tipos de tejidos. También hay
frutos que en realidad son agregados de muchos frutos pequeños como las fresas o las moras.

Los frutos se denominan dehiscentes si se abren en algún momento dejando libre las semillas
o indehiscentes si el pericarpo está firmemente adherido a la semilla hasta que termina por
descomponerse. Las tres capas del pericarpo varían en estructura y dimensiones dependiendo del
tipo de fruto, pero en general podemos diferenciar dos tipos de frutos según su consistencia: los
secos y los carnosos.

Frutos secos. El pericarpo es membranoso o coriáceo, poco desarrollado y poco hidratado.


Hay tres tipos: 1. dehiscente procedente de un solo carpelo, como los frutos tipo legumbres; 2.
dehiscente procedente de varios carpelos, como por ejemplo los frutos tipo cápsula de algunas
plantas del género Hypericum; 3. indehiscente formando frutos compactos de tipo cariópside,
como es el caso de la mayoría de las gramíneas.
Diferentes tipos de frutos secos. En ellos el pericarpo está fuertemente deshidratado y es
coriáceo. Un ejemplo de fruto seco indehiscente es la pipa y de dehiscentes son los tipo vaina
como los guisantes, los tipo folículo como los cacahuetes y los tipo cápsula como la
amapola.

Frutos carnosos. El pericarpo presenta consistencia carnosa. En general el exocarpo y el


endocarpo son monoestratificados (una sola capa de células) y el mesocarpo es parenquimático,
muy hidratado y en general suculento. Hay cuatro tipos: 1. tipo baya, como la uva o el tomate, que
posee un exocarpo cutinizado y un mesocarpo y endocarpo carnosos; 2. tipo drupa, como el
melocotón, que presenta un endocarpo muy duro, de consistencia ósea y que se convierte en el
hueso de la fruta que encierra a la semilla; 3. tipo pomo como la manzana, que es una variante del
anterior en la que el endocarpo tiene aspecto cartilaginoso; 4. tipo hesperidio, como los cítricos,
con exocarpo colenquimático y con glándulas, mientras que el endocarpo está formado sacos
jugosos.

Diferentes frutos carnosos donde se señalan las disposición de las diferentes partes del
pericarpo. En el caso de las drupas, como el melocotón, el endocarpo tiene una consistencia
dura, protegiendo a la semilla. En el caso de la manzana el pericarpo no es toda la parte
carnosa del fruto sino que está rodeado por tejido carnoso (hipantio) proveniente de otras
estructuras de la flor como el receptáculo. El tomate posee endocarpo y mesocarpo con
grandes acumulaciones de líquidos. En la naranja es difícil establecer el límite entre exocarpo
y el mesocarpo, mientras que el endocarpo ocupa casi todo el fruto con numerosas cavidades
con contenido líquido y donde se encuentran las semillas.

Los frutos han de hacerse atractivos para los animales que se alimentan de ellos, pero no
antes de que las semillas estén desarrolladas. La maduración es el proceso por el que los frutos
pasan de su periodo de desarrollo a estar disponibles para ser aprovechados por los animales.
Durante este proceso la clorofila se degrada y se sintetizan nuevos pigmentos responsables del
color del fruto (rojos, ocres, naranjas, etcétera). Al mismo tiempo la parte carnosa del fruto se
vuelve más blanda mediante la acción de enzimas que digieren las pectinas de la pared celular,
sobre todo de la lámina media. Hay también un proceso de conversión de almidón y ácido
orgánicos en otros azúcares. Hay frutos en los que este proceso de maduración es muy rápido e
incrementan enormemente su tasa de respiración (que se puede medir por el consumo de
oxígeno). A estos frutos se les llama climatéricos y al periodo climaterio. Frutos climatéricos son
por ejemplo el tomate, pera, manzana y aguacates. Los frutos no climatéricos tienen una
maduración progresiva, como son las uvas, naranja o fresa. Tras el climaterio se alcanza el
periodo de madurez, que rápidamente lleva a proceso de senescencia.

Parte periférica del hipantio de una manzana.

Pericarpo de una naranja.

Reproducción Vegetal
Las plantas presentan un ciclo biológico diplohaplonte, es decir, con dos tipos de individuos adultos:
un organismo haploide el gametofito y otro adulto diploide el esporofito . Las plantas se pueden
agrupar siguiendo diversos criterios; aquí se clasificarán en dos grupos: sin semilla y con semilla. Las
plantas con semilla son las que presentan mayor capacidad de colonización y mayor éxito evolutivo.

Ciclo con alternancia de generaciones

Las plantas presentan un ciclo biológico diplohaplonte: una planta adulta haploide,
denominada gametofito, y una planta adulta diploide, llamada esporofito.
La planta haploide produce órganos sexuales masculinos o anteridios, y femeninos o arquegonios.
Los anteridios producen multitud de gametos masculinos, mientras que los arquegonios producen un
solo óvulo. La fecundación da lugar a un cigoto o huevo fecundado, que es diploide y se desarrolla
por mitosis sucesivas, formando la planta esporofítica. En el esporofito, mediante la meiosis, se
formarán células haploides: las esporas. Las esporas germinan y crecen en condiciones adecuadas,
formando por mitosis sucesivas la planta adulta o gametofito, con dotación cromosómica haploide.

Ciclo de las plantas sin semilla

En las plantas sin semilla (ver t41), el desplazamiento del esperma hacia el cuello del arquegonio
(donde tendrá lugar la fecundación del óvulo) siempre se realiza mediante el agua, ya se presente
ésta en forma de lluvia, rocío o fluyendo por arroyos.
 Plantas con la generación gametofítica dominante
Los musgos y otras plantas similares representan el único grupo de plantas terrestres que no
poseen tejidos conductores. Esto hace que su crecimiento sea limitado y que precisen de
ambientes húmedos para vivir y reproducirse.
La planta adulta es haploide; la plántula presenta estructuras similares a la raíz, el tallo y las
hojas, denominadas rizoides, cauloides y filoides, respectivamente. Sobre la plántula se
desarrollan los anteridios y arquegonios.
 Plantas con la generación esporofítica dominante
Los helechos poseen un tejido conductor especializado en esporofito, que constituye la planta
adulta. Tiene raíz o rizoma, tallo y hojas desarrolladas o frondes. En los frondes se desarrollan
los esporangios, en cuyo interior se forman las esporas haploides previa meiosis. Las esporas
son diseminadas y, cuando germinan, se multiplican por mitosis, formando el gametofito
o protalo.

Ciclo vital de un helecho. Los helechos presentan una alternancia de generaciones bien definida, con
una etapa haploide reducida y una diploide, que representa la fase común que conocemos.

Ciclo de las plantas con semilla

Debido a la capacidad de diseminación de la semilla, este tipo de plantas son las que presentan
mayor capacidad de colonización y mayor éxito evolutivo.
Su mayor eficacia reproductora se debe a que, a diferencia de las esporas, están formadas por
muchas células y, además, contienen alimentos que nutrirán al embrión, permitiéndole una mayor
posibilidad de supervivencia.
Los dos grandes grupos de plantas con semilla son (ver t41):

 Gimnospermas: plantas con semilla desnuda o protegida por escamas.


 Angiospermas: o plantas con flor y con semilla encerrada dentro de un fruto.

Ciclo vital de las plantas con flor.


Presentan diferencias en cuanto a la polinización y desarrollo del embrión, pero ambos ciclos
comparten muchas semejanzas. Tienen alternancia de generaciones y la esporofítica es claramente
dominante. La fase gametofítica está reducida a unas pocas células, encerradas dentro del ovario.
CICLO DE LAS ANGIOSPERMAS
Su órgano de reproducción sexual es la flor, constituida por: sépalos y pétalos, que forman la
envoltura floral; y estambres y pistilos o carpelos, que son los que intervienen directamente en la
reproducción.
Los carpelos están formados por:
 Estigma: lugar donde se recoge el polen.
 Cuello o estilo: conducto por el que pasa el polen hasta el ovario.
 Ovario: contiene uno o más óvulos. Cada óvulo contiene una célula madre
(megaesporógena) diploide, a partir de la cual, y por meiosis, se obtienen cuatro
megaesporas, tres de las cuales suelen desintegrarse. La megaespora constituye el
gametofito femenino, también denominado saco embrionario. El saco embrionario permanece
en el ovario y depende de él para nutrirse.
Los estambres están formados por:
 Filamento.
 Antera: cada antera contiene cuatro sacos de polen con células esporógenas, que forman,
por meiosis, numerosas microesporas haploides. Cada una de estas microesporas se
recubre de una pared celular resistente y se divide por mitosis formando dos núcleos
haploides, que constituyen el gametofito masculino, o grano de polen. Uno de los núcleos
haploides formará el tubo polínico, y el otro se dividirá por mitosis dando lugar a dos células
espermáticas.
La fecundación se inicia cuando un grano de polen cae o es depositado en el estigma. El tubo
polínico empieza a crecer y los dos núcleos del grano de polen se mueven por su interior. Uno de los
núcleos controla el crecimiento del tubo a lo largo del estilo. El otro núcleo se divide, dando lugar a
las dos células espermáticas, o gametos masculinos.
Ocurre una doble fertilización: un núcleo espermático (gameto masculino) se fusiona con el óvulo,
formando el cigoto, que por numerosas mitosis dará el embrión (esporofito). El otro gameto
masculino se fusiona con los dos núcleos polares del saco embrionario, dando lugar a una célula
triploide, que generará tejido nutritivo. El embrión, junto con el tejido nutritivo, se recubre de una
cubierta protectora, formando la semilla. A partir del ovario se formará posteriormente el fruto, que
encierra y protege a la semilla y facilita su dispersión.

El crecimiento de las plantas es afectado principalmente por cuatro factores: la luz, el agua, la
temperatura y los nutrientes. Éstos son críticos para el crecimiento de la planta porque son
necesarios para la fotosíntesis. Si tu planta no recibe cantidades suficientes de estos elementos,
entonces su crecimiento puede verse limitado.

Luz

Una planta que recibe suficiente luz solar estará más capacitada para producir los nutrientes que
precisa para crecer. A medida que la cantidad disminuye en invierno, también lo hacen la fotosíntesis
y el crecimiento. Por supuesto, no puedes simplemente poner una planta bajo el sol directo y esperar
que crezca. La calidad de la luz es tan importante como la cantidad, y diferentes plantas requieren
luz en distintos niveles. Las plantas que producen flores en primavera y otoño, como la Euphorbia
pulcherrima, son llamadas plantas de día corto porque no requieren largos períodos de luz para
crecer. Las plantas de día largo, por otro lado, florecen en verano y lo hacen sólo si reciben el menos
12 horas de luz diaria.

Temperatura

La temperatura juega un rol importante en el crecimiento de la planta, pero al igual que con el
sol, los valores adecuados dependen de la planta. Las especies de estación fría, por ejemplo,
no florecen si la temperatura es muy cálida. Por otro lado, las plantas de estación cálida
entrarán en latencia si las temperaturas son muy bajas. Los valores extremos pueden afectar
el crecimiento y el vigor de cualquier planta. Las temperaturas altas pueden forzar a las
plantas a usar los nutrientes creados mediante la fotosíntesis a una tasa más alta de la que
son producidos. En climas fríos, la fotosíntesis es más lenta, al igual que el crecimiento. En
períodos de latencia, esto es esperado, pero si las temperaturas caen inesperadamente
durante la estación de crecimiento, esto puede afectar significativamente al crecimiento y la
floración.

Humedad

El agua es un componente principal de la fotosíntesis porque ayuda a los tejidos a


permanecer firmes y a mover nutrientes a través de la planta. El agua también permite que las
raíces se muevan en el suelo y actúa como solvente para los minerales e hidratos de carbono
que viajan hacia arriba en la planta. Demasiada agua, sin embargo, puede ahogar a la planta.
Es importante que tus plantas tengan suficiente agua para completar la fotosíntesis, pero no
más que eso. Un ambiente constantemente húmedo puede, además, estimular el crecimiento
de hongos, que pueden debilitar o matar a tu planta.

Nutrición

La nutrición hace referencia a las necesidades químicas de las plantas. Éstas precisan
carbono, hidrógeno y oxígeno para crecer. Estos elementos están presentes en el aire y el
agua, pero las plantas también precisan seis nutrientes que deben estar fácilmente
disponibles. Nitrógeno, potasio, calcio, fósforo, magnesio y azufre son absorbidos del suelo y
brindan la base para un crecimiento saludable. Además de estos elementos, las plantas
necesitan cantidades traza de hierro, zinc, manganeso, níquel, molibdeno, boro, cobalto, cloro
y cobre. Estos elementos son cruciales para el crecimiento y la mayoría puede ser absorbido
de suelos bien fertilizados. Diferentes especies de plantas requieren niveles variables de
estos elementos, por supuesto, pero los primeros tres son a menudo requeridos en mayor
cantidad. Los fertilizantes complementan lo que puede estar faltando en el suelo, pero estos
elementos están fácilmente disponibles para tu planta cuando son agregados y a menudo
sufren varios cambios antes de poder ser utilizables.

MODULO IV
Taxonomía vegetal: la clasificación de las plantas
La ciencia que trata los principios de clasificación de los seres vivos es la taxonomía. Es
indispensable a la hora de estudiar a fondo una especie, poder organizarla según sus características
genéticas, morfológicas, etc.. La botánica sistemática realiza una descripción científica y nombra a
las especies vegetalesordenándolas dentro de un sistema.
En cuanto a la nomenclatura que se le da a las plantas, se utilizan palabras en latín o latinizadas.
La más utilizada es la binomila fundada por Linneo. La primera palabra corresponde al género
mientras que la segunda será la especie. En ocasiones se escribe la abreviación de la persona que
descubrió y nombró la planta por primera vez. L para Linneo, DC. para De Candolle o Willd. para
Willdenow.
Un ejemplo con el olivo: Olea europaea_ género: Olea / especie: europaea
En ocasiones existen diferencias a la hora de clasificar una planta, y podemos encontrarnos la
misma especie expresada de dos maneras, incluso en un género distinto.
Para clasificar una especie vegetal debemos recorrer el siguiente camino:
Reino_ Subreino_ División_ Subdivisión_ Orden_ Familia_ Género_ Especie_

Clasificación de las plantas.

Como ya sabemos, el carácter unicelular o pluricelular del cuerpo, no tiene en el Reino vegetal la
misma importancia que le Reino animal. De aquí que no sea posible iniciar la clasificación de los
vegetales separando los unicelulares de los pluricelulares. Ya hemos dicho que, desde el punto de
vista de la organización del cuerpo, los vegetales se pueden dividir en dos subreinos: 1º Arrizofilas;
2º Rizofitas o Cormofitas. Esta clasificación es, sin embargo, insuficiente desde el punto de vista
sistemático.

La presencia o ausencia de flores – y, por tanto, de semillas – condujo a Linneo a dividir el Reino
vegetal de dos grandes tipos: 1 º Fanerógamas, o plantas con los órganos reproductores (flores)
bien patentes, y 2 º Criptógamas, o plantas de los órganos reproductores más o menos ocultos.

Estas denominaciones se conservan aún en la actualidad, pero el tipo de las criptógamas se ha


escindido en cuatro. Modernamente se dividen los vegetales en cinco tipos, atendiendo a los
caracteres del aparato vegetativo y a la reproducción.

Tipo I. Protofitas o Esquizofitas.- Plantas arrizofitas, unicelulares y pluricelulares, cuyas células -


más sencillas que la de los restantes seres vivos - carecen de plastos y de verdadero núcleo y se
reproducen exclusivamente por bipartición o por esporas. Se subdividen en dos clases: 1ª
ESQUIZOFíCEAS o CIANOFíCEAS, con clorofila, y 2ª ESQUIZOMICETOS o BACTERIAS, sin
clorofila.

Tipo II. Talofitas.- Plantas arrizofitas uni o pluricelulares de células normales y cuyos gametos
femeninos se forman en oogonios. Se dividen en tres clases: 1ª ALGAS, con clorofila; 2ª
HONGOS, sin clorofila, y 3ª LíQUENES, asociaciones simbióticas de un hongo y una alga o una
cianofícea.

Tipo III. Briofitas o Muscíneas. Plantas arrizofitas pluricelulares cuyos gametos femeninos se
forman en arquegonios. Comprende los musgos y otras plantas afines.

Tipo IV. Pteridofitas Criptógamas fibrosovasculares. Plantas rizofitas que carecen de flores,
frutos y semillas, y cuyos gametos femeninos se forman en arqueogonios. Comprende los
helechos, los equisetos o colas de caballo, los licopodios, etc.

Tipo V. Espermatofitas o Fanerógamas. Plantas rizofitas que se reproducen por semillas


formadas en flores. Los gametos femeninos no se forman en arquegonios. Se dividen en dos
grandes subtipos:

Subtipo I. Gimnospermas. Plantas con las semillas al descubierto, es decir, no encerradas en


cavidades (gymnos, desnudo; sperma, semilla). Comprende un corto número de vegetales
leñosos, entre los cuales se encuentran los pinos, abetos, cipreses, araucarias, etc.
Subtipo II. Angiospermas. Plantas con las semillas encerradas en cavidades llamadas ovarios
(melón, guisante, etc.). Comprende la inmensa mayoría de las plantas conocidas del vulgo. Se
subdividen en dos Clases:

Clase 1ª Dicotiledóneas. La plantita o embrión encerrada en la semilla posee dos cotiledones, es


decir, dos hojas especiales destinadas a nutrirle durante la germinación. (Las dos porciones en
que se un garbanzo, un guisante o una judía, son los dos cotiledones de la planta). Las
dicotiledóneas son numerosísimas (rosal, clavel, amapola, leguminosas, perales, ciruelos, etc.,
etc.).

Clase 2ª Monocotiledóneas. El embrión posee un solo cotiledón. Aunque menos numerosas que
las anteriores, la clase de las monocotiledóneas comprende plantas muy conocidas (gramíneas,
palmeras, esparraguera, azucena, lirio, chufa, etc.).

Atendiendo a los caracteres comunes, los tipos vegetales se agrupan, a veces, bajo ciertas
denominaciones útiles de conocer, como puede verse en el cuadro siguiente.

Cuadro de la clasificación del Reino vegetal.


Historia de los sistemas de clasificación
Artículo principal: Historia de la taxonomía
La clasificación es una disciplina con mucho trasfondo histórico, porque cada clasificación nueva se
basa en una clasificación anterior a la que los usuarios ya se habían acostumbrado. La primera
clasificación de las plantas en que se basó la ciencia como la conocemos hoy en día fue la del
antiguo griego Teofrasto(370 a. C. - 285 a. C.), un discípulo de Aristóteles considerado el padre de
la Botánica. Desde la época de los antiguos griegos, la ciencia no renació en Europa sino hasta fines
de la Edad Media, momento en el que, en las primeras universidades, surgieron botánicos que
reflexionaron acerca de la clasificación de las especies, guiados por el descubrimiento de nuevas
plantas y de nuevos caracteres. Muchos sistemas de clasificación surgieron en esa época, tanto
"naturales" como artificiales, pero fue el de Carlos Linneo, en su histórico libro Species
Plantarum ("Las especies de plantas") en 1753, el que más trascendió, principalmente por ser el más
completo. Rápidamente los botánicos empezaron a utilizar los nombres de las especies descritas en
ese libro para comunicarse entre ellos, tanto que en el posteriormente creado Código Internacional
de Nomenclatura Botánica se lo consideró (como se lo sigue considerando aún) el primer libro
utilizado como referencia para los nombres de los taxones, dejando sin efecto los nombres aplicados
a las plantas antes de la aparición de ese libro. Es debido al efecto fundador de ese libro que a las
especies se las llama con nombres binominales, empezando por el nombre del género (si bien no fue
el inventor de esa nomenclatura, que tomó de un sistema de clasificación anterior), y a los taxones
superiores a las especies se los llama con nombres uninominales; y también se consolidó debido a
ese libro el sistema de categorías taxonómicas empleado hoy en día, categorías que se llaman
"linneanas" debido a Linneo: especie, género, familia, orden, clase, división y reino (si bien tampoco
fue el inventor de varias de esas jerarquías, que tomó de sistemas de clasificación anteriores, y si
bien algunas jerarquías fueron agregadas posteriormente). Linneo consideraba a su sistema de
clasificación "natural" en lo que concernía a las categorías de especie, género y familia; porque en
esas categorías agrupaba a las especies en taxones según sus similitudes morfológicas. Al hacer
esto y sin saberlo, también estaba agrupando a las especies según sus similitudes genéticas, y en
última instancia también evolutivas. El sistema de Linneo era artificial por arriba de familia, él no
creía que existieran los grupos naturales en categorías tan altas, debido principalmente a la falta de
datos para observar similitudes entre grupos en esas categorías en la época.
Luego de la aparición del libro de Linneo surgieron muchas actualizaciones de la clasificación, y si
bien algunas trascendían más que otras, ninguna obtuvo el éxito del libro de Linneo para imponerse
en la comunicación, por lo que muchos sistemas de clasificación diferentes empezaron a ser
utilizados.
A partir de la teoría de la evolución de Darwin en 1859, los científicos se pusieron de acuerdo en que
la filogenia de las especies es una demostración de que estas deberían ser agrupadas según los
"grupos naturales" tal como los habían entendido naturalistas como Linneo. A partir de ese momento,
para construir una clasificación, se armaba primero el árbol filogenético, y luego se construía el
sistema de clasificación sobre la base de él. El problema en la época era que se sabía muy poco
acerca de cuál debía ser el árbol filogenético "verdadero" de las plantas, solo había variadas
hipótesis acerca de la evolución de los clados, que tenían apoyo débil en los datos y a veces eran
muy dispares entre sí. Por eso siguieron floreciendo los sistemas de clasificación de las plantas, sin
ponerse de acuerdo los científicos acerca de cuál era el más cercano a la "realidad".
Este escenario cambió bruscamente en la década del 90 del siglo pasado y posteriores, con la
llegada de los análisis moleculares de ADN. Esto es debido a que los caracteres basados en las
moléculas de ADN arrojan una enorme cantidad de datos altamente confiables, y ya existían tanto
las potentes computadoras que se necesitaban para analizarlos como la capacidad de analizar esa
cantidad de datos por métodos estadísticos que se habían publicado unas décadas antes. Por
primera vez empezaba a surgir una única hipótesis de árbol filogenético con amplio consenso, que
es el que aquí se muestra.
La clasificación preponderante hoy en día en el ambiente científico considera que solo pueden ser
taxones los grupos con un ancestro común. Por eso por ejemplo, las dicotiledóneas, que
son parafiléticas, no se consideran un taxón para la mayoría de los científicos, que las dividen en
taxones que se corresponden con sus grupos monofiléticos.

Sistemas de clasificación de las plantas[editar]


Hoy en día está muy consensuado entre los científicos que el debe partir del taxón Archaeplastida o
Primoplantae para construir los grupos monofiléticos que se muestran a continuación, también se
muestran algunos grupos parafiléticosimportantes encerrados entre comillas para distinguirlos de los
grupos monofiléticos. Hay que tener en cuenta que si bien esta parte del árbol filogenético está bien
resuelta, la mayoría de los científicos aún no ha decidido en qué categorías taxonómicas ubicar
estos taxones, por eso aquí se los llama con nombres informales o en general con nombres
terminados en -phyta ("planta", derivado del antiguo griego) sin entrar en detalle acerca de en qué
categoría taxonómica deberían ser ubicados.
Plantae (clado de adquisición primaria de cloroplastos) también llamado Primoplantae o
Archaeplastida

 Glaucofitas (Glaucophyta)
 Algas rojas (Rhodophyta)
 Plantas verdes (Viridiplantae, Viridophyta o Chloroplastida)
 "Algas verdes" (grupo parafilético, todas las Viridiplantae salvo Embryophyta)
 Clorofitas (Chlorophyta)
 Estreptofitas (Streptophyta)
 "Carofitas" ("Charophyta") (parafilético, todas las algas verdes no clorofitas, no se
mostrarán aquí los pequeños grupos que la componen, pero mencionaremos a
las Charales, que es el grupo del que se originaron las plantas terrestres)
 Plantas terrestres o embriofitas (Embryophyta)
 "Bryophyta en sentido amplio" (parafilético, todas las embriofitas no traqueofitas)
 Hepáticas (Marchantiophyta)
 Antoceros (Anthocerophyta)
 Musgos (Bryophyta en sentido estricto)
 Plantas vasculares o traqueofitas (Tracheophyta, Cormophyta)
 "Pteridophyta" (grupo parafilético que comprende a Lycopodiophyta y Monilophyta)
 Lycopodiophyta o Lycophyta
 Plantas con megafilos o eufilofitas (Euphyllophyta)
 Helechos y afines o monilofitas (Monilophyta)
 Equisetos (Equisetopsida = Equisetum)
 Helechos
 Psilotopsida
 Marattiopsida
 Polypodiopsida
 Plantas con semilla, espermatofitas o fanerógamas (Spermatophyta)
 †"Helechos con semilla" ("Pteridospermatophyta", grupo parafilético,
extintos)
 Gimnospermas (Gymnospermae)
 Coníferas (Pinidae)
 Cícadas (Cycadidae)
 Ginkgo (Ginkgoidae)
 Gnetales (Gnetidae)
 Plantas con flores (Angiospermae, Magnoliophyta)
 Monocotiledóneas (Monocotyledoneae)
 "Dicotiledóneas" (Dicotyledoneae, parafilético, todas las angiospermas
no monocotiledóneas)
Los análisis de filogenia hechos en las últimas décadas también lograron una gran resolución por
debajo de las categorías mencionadas en este esquema.
Sistema de clasificación de angiospermas de APG, APG II y APG III
Artículo principal: Sistema de clasificación de las plantas de APG III
Publicado por primera vez por el grupo de botánicos autodenominado "Angiosperm Phylogeny
Group" (APG) en 1998, por segunda vez (para el que se autodenominaron "Angiosperm Phylogeny
Group II", o APG II) en el 2003, y por tercera vez por el APG III en el 2009, es un sistema de
clasificación de las angiospermas. Fue creado por la necesidad de ver los avances en filogenia
derivados de los análisis moleculares de ADN reflejados en un sistema de clasificación de las plantas
con flores. La curiosidad de publicar bajo un nombre de grupo y no como lista de autores, que es
como se hace normalmente, fue para evitar el problema del orden de autoría del trabajo.
Sistema de clasificación de angiospermas del APW
El Angiosperm Phylogeny Website (APW o APWeb), creado y actualizado por uno de los miembros
de los APG (P. F. Stevens), partió de la clasificación APG II en el 2003 y fue actualizando la
clasificación con cada publicación aparecida desde entonces. En el 2003 era un reflejo del sistema
APG II, pero con los años fue sufriendo modificaciones, y si bien es el más inestable (ya que es
modificado más regularmente que los demás sistemas) precisamente por eso puede ser considerado
como el que más se acerca a lo que hoy en día se sabe de filogenia de angiospermas.
A grandes rasgos, APWeb (versión 13 del 2015) clasifica las angiospermas en los siguientes clados:

 Angiospermas
 Amborellales
 Nymphaeales
 Austrobaileyales
 Mesangiospermas
 Chloranthales
 Magnólidas
 Monocotas
 Ceratophyllales
 Eudicotas
Sistema de clasificación de las gimnospermas vivientes de Christenhusz et al. 2011[editar]
Artículo principal: Sistema de clasificación de las gimnospermas vivientes de Christenhusz et al.
2011
Publicado en febrero de 2011 [1], reconoce cuatro grupos de gimnospermas vivientes a los que se
asigna el rango de subclase: Cycadidae, Ginkgoidae, Gnetidae y Pinidae. Los autores siguen la
recomendación de Chase & Reveal [2], en el sentido de asignar el rango de clase a las plantas
terrestres y el de subclase a los principales clados incluidos. Se reconoce que la posición de
Gnetidae es problemática. Si la hipótesis "gnepine" continuara ganando fuerza, los autores no
proponen la fusión de las subclases Gnetidae y Pinidae, sino la formación de una quinta subclase
que incluyera a las coníferas no Pinaceae.
Comparación entre las gimnospermas de siete sistemas notables
Cronqui
Wettstein
Eichler 1886 st et al Margulis et Christenhu APWeb 2015
1935 Kubitzki
Gymnosperm 1966 al 1998 sz et al Gymnosper
Gymnosperm 1990
ae Pinophy ITIS 2014 2011, ICBN ms
ae
ta
Cycadica Cycadopsid Cycadophyt
Cycadaceae Cycadinae Cycadidae Cycadales
e a a
Coniferophy
Coniferae Pinopsida Pinidae Pinales (?P)
ta
Coniferae Pinicae
Ginkgoopsi Ginkgophyt
Ginkgoinae Ginkgoidae Ginkgoales
da a
Gnetaceae Gnetinae Gneticae Gnetopsida Gnetophyta Gnetidae Gnetales
Sistema de clasificación de los helechos y afines de Christenhusz et al. 2011[editar]
Artículo principal: Sistema de clasificación de pteridofitas de Christenhusz 2011
El sistema de clasificación de pteridofitas de Christenhusz et al. 2011 es el que actualmente se utiliza
para la clasificación de helechos en el sentido más amplio (monilofitas y licofitas).
El sistema es una actualización de uno anterior, el sistema de clasificación de Smith et al. del 2006.
Publicado por primera vez en agosto del 2006, al igual que el sistema del APG II, es un sistema de
clasificación creado debido a la necesidad de ver reflejados los avances en filogenia de helechos, en
un sistema de clasificación de las plantas. Clasifica a lo que hoy en día se llama "helechos"
(clado Monilophyta), en clases, órdenes y familias. Los autores del sistema aclaran que aún no están
lo suficientemente investigados los géneros y especies a nivel molecular, por lo que aún no es
momento para crear un sistema de clasificación por debajo de la categoría de género, y de hecho
algunas familias están aún poco definidas.
Comparación entre las helechos y afines de cinco sistemas
Christenhus
Eichler Engler G. Smith Nombre
A. Smith 2006 z et al
1886 1924 1955 informal
2011, ICBN
Equisetina Sphenopsi Calamophy Equisetopsid
Equisetidae equisetos
e da ta a
helechos
Polypodiopsi
Polypodiidae leptosporangiad
da
Monilophyt os
Filicinae Filicopsida Pterophyta
a helechos
Marattiopsida Marattiidae
eusporangiados
ofioglosáceas
Ophioglossid
Psilotopsid Psilotopsida
Psilophyta ae psilotos
Lycopodin a
ae Lepidophyt
Lycopsida Lycophyta Lycopodiidae licopodios
a
Sistema del Catálogo de la Vida (Ruggiero el al. 2015)[editar]
Artículo principal: Sistema del Catálogo de la Vida
Pertenece al Catalogue of Life o (CoL) es un proyecto colaborativo que desarrolla una de
las taxonomías más recientes para todos los seres vivos, buscando establecer una clasificación
manejable y práctica, que admite algunos grupos parafiléticos y recoge parte de los postulados
de Cavalier-Smith.
Los niveles más importantes de las plantas dentro de una visión general de este sistema son los
siguientes:1

 superreino Eukaryota
 reino Plantae
 subreino Biliphyta
 filo Glaucophyta
 filo Rhodophyta
 subreino Viridiplantae
 infrarreino / filo Chlorophyta
 subfilo Chlorophytina
 subfilo Prasinophytina (P)
 infrarreino Streptophyta
 superfilo Charophyta (P)
 superfilo Embryophyta
 filo Anthocerotophyta
 filo Bryophyta
 filo Marchantiophyta
 filo Tracheophyta
subfilo Lycopodiophytina
subfilo Polypodiophytina (monilofitas)
 subfilo Spermatophytina
 superclase Angiospermae
 superclase Gymnospermae
Sistemas de clasificación desactualizados[
Antes de la llegada de los análisis moleculares de ADN existieron otros sistemas de clasificación. A
continuación tres de los más utilizados en su momento, que todavía pueden encontrarse ordenando
los taxones de muchas Floras.
El sistema de clasificación de Eichler. Publicado por August Wilhelm Eichler en 1883 y 1886, fue
precursor de la taxonomía moderna y fue adaptado muchas veces por otros investigadores. Fue uno
de los primeros que intentaron ser filogenéticos.
El sistema de clasificación de Engler. Publicado por primera vez por Adolf Engler a fines del siglo XIX
y continuado por sus colaboradores, y adaptado varias veces por otros taxónomos (por lo que tiene
numerosas variantes).
El sistema de clasificación de Cronquist. Publicado por primera vez por Arthur Cronquist en 1966 y
continuado en 1981 y 1988, se centra principalmentre en las angiospermas, fue probablemente el
más utilizado en la década de los 80, hasta la llegada del sistema APG. Fue basado principalmente
en la morfología, y aceptaba taxones parafiléticos.
Como un referente histórico, la siguiente es la taxonomía botánica de Eichler 1883.2 El phylum y
clases de Thallophyta resultaron polifiléticos, los demás grupos son parafiléticos o monofiléticosː
 A. Cryptogamae
phylum I. Thallophyta
classis I. Algae
classis II. Fungi
classis III. Lichenes
phylum II. Bryophyta
classis I. Hepaticae
classis II. Musci
phylum III. Pteridophyta
classis I. Equisetinae
classis II. Lycopodinae
classis III. Filicinae
 B. Phanerogamae
phylum I. Gymnospermae
phylum II. Angiospermae
classis I. Monocotyleae
classis II. Dicotyleae
subclassis I. Choripetalae (dicotiledóneas no astéridas)
subclassis II. Sympetalae

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