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PROYECTO

AMPLIACIÓN Y REMODELACIÓN MUSEO MUNICIPAL BELLA ARTES JUAN B. CASTAGNINO - ROSARIO

MEMORIA DESCRIPTIVA

Desarrollar la ampliación del Museo Municipal de Bellas Artes Juan B Castagnino, interviniendo un edificio existente de
interés histórico, presupone un desafío proyectual que busca poner en valor el patrimonio cultural y generar un diálogo
armónico entre la preexistencia y el programa específico motivo de este concurso. El MMJC se constituye entonces, como
una pieza clave en la conformación espacial de un nuevo “ícono cultural”, que se posiciona como un hito calificador del
contexto en la ciudad de Rosario, realzando la capacidad de atracción y mixtura de las actividades tanto museísticas como
del espacio público.

IDEA DE PARTIDO

El programa arquitectónico se estructura en dos nuevas unidades espaciales que se anexan al edificio existente. Por un lado,
la extensión con un bloque en barra, que alberga el programa de las nuevas salas, depósitos y reservas museográficas, hacia
la parte trasera del museo (BLOQUE MUSEO) y, por el otro lado, la ampliación con otra barra longitudinal hacia uno de los
laterales, que alberga las áreas más públicas de la propuesta (BLOQUE CULTURAL). Ambos programas, diferenciados en
función, se conectan en un fuelle (patio o hall) que articula las construcciones de las diferentes épocas y permite la completa
independización de las partes a partir del cierre del punto de conexión con el bloque Cultural.
BLOQUE MUSEO

Se presenta como una extensión de la tipología –reinterpretada– del museo existente. A partir del anexo de un nuevo patio,
se articula un fuelle entre lo nuevo propuesto y la construcción existente. Las nuevas dependencias resuelven en planta alta,
una nueva sala de exposiciones conectada al sistema de recorrido museístico existente. El programa de exposición de las
salas constituye el núcleo vital de la institución. La nueva sala, posibilita una distribución flexible a partir del accionamiento
de panelerías desmontables. Dos nuevas circulaciones dispuestas entre la construcción nueva y la existente permiten el
movimiento de personal técnico y obras de arte entre reservas, talleres y salas sin interrupción del movimiento del público.

La planta baja contiene, por su parte, los talleres de restauración y conservación y depósitos junto al área de carga y descarga,
mientras que las reservas de obras se disponen en subsuelo, atendiendo a los estándares internacionales de conservación y
seguridad que las mismas requieren.

BLOQUE CULTURAL

Se estructura regido por un gradiente espacial de acuerdo al flujo de usuarios y tipos de actividad. Dispuestas lateralmente
al acceso principal por el edificio existente, se concentran las actividades más masivas y púbicas como el auditorio y el restó-
bar. En el nivel superior se disponen las áreas administrativas, los la biblioteca y SUM.

Un hall longitudinal y de doble altura, se dispone como la transición hacia el programa cultural, materializándose como
espacio soporte de exposiciones y muestras transitorias, es el distribuidor de actividades anexas al programa duro de museo
contando con accesos independientes.

La existencia de una araucaria centenaria en el desarrollo del prisma longitudinal se incorpora al programa mediante un patio
en donde el vegetal es protagonista de los espacios de circulación y expansión del consumo del bar, consolidándose como
un espacio permeable al parque y de acceso independiente.

El sistema circulatorio vertical incorpora el recorrido del edificio a la presencia de la araucaria rematando en una terraza
mirador urbano, un nuevo espacio exterior destinado a eventos.
CIRCULACIONES

El sistema de accesos, diferenciados, vincula a los distintos


tipos de usuarios con el programa dispuesto el correcto
funcionamiento y seguridad del museo. En la cara posterior,
las inflexiones del edificio dan lugar al acceso a
estacionamientos y zona de carga y descarga de obras de
arte. En los laterales, accesos peatonales de servicio
(personal, servicio bar y encargados de restauración) sobre
la plaza, el ingreso principal y el hall cultural el ingreso
transversal de público en general vinculado al parque.

PATRIMONIO HISTÓRICO

La acción sobre el patrimonio es la de mantener la esencia tipológica y las relaciones escalares de la construcción. El ingreso
principal se mantiene a través de la fachada aporticada, liberando y enfatizando la escalera existente. Se liberan los patios
existentes y se conecta uno de ellos con las áreas públicas y de extensión del museo.

Una plataforma amalgama las edificaciones de distintas épocas vinculando los programas del museo. Este nuevo atrio
funciona también como un soporte de prácticas culturales mixtas recibiendo la expansión de las actividades del bloque
Cultural. El espacio público funciona así, como conector y punto de arribo desde los corredores urbanos de la avenida
Pellegrini y el Bv. Oroño.

ETAPABILIDAD

La intervención se proyecta en 3 etapas: En una primera instancia, se plantea la ampliación, propiamente dicha, del edificio
existente, para relocalizar los objetos de arte y la expansión de las salas. En una segunda etapa, y paralela a la primera, se
materializa el fuelle entre la construcción existente y el nuevo bloque público. Una vez concluidas estas instancias, se podrá
intervenir el edificio actual sin dificultar el normal desenvolvimiento de sus actividades. Esta última tercera etapa, comprende
las tareas de refacción y acondicionamiento de la edificación existente.

CONCLUSIÓN

La aspiración principal de esta propuesta es la de poner en valor el patrimonio histórico del edificio existente, a través de
una intervención arquitectónica que dialoga con las preexistencias y el espacio público de una manera contemporánea,
entendiendo que el futuro edificio será también parte de la historia en el patrimonio arquitectónico de la ciudad de Rosario.
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