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La primera evidencia de este ciclo fue la deriva continental, se llama así al fenómeno por el
cual las placas que sustentan los continentes se desplazan a lo largo de millones de años de
la historia geológica de la Tierra. Este movimiento se debe a que contínuamente sale material
del manto por debajo de la corteza oceánica y se crea una fuerza que empuja las zonas
ocupadas por los continentes (las placas continentales) y, en consecuencia, les hace cambiar
de posición.
Según la teoría de la deriva continental, los continentes de la Tierra habían estado unidos en
algún momento en un único ‘supercontinente’ llamado Pangea. Más tarde Pangea se había
dividido en fragmentos que fueron alejándose lentamente de sus posiciones de partida hasta
alcanzar las que ahora ocupan.
La Teoría de la Tectónica de Placas explica la formación del relieve de la Tierra. Esta supone
una actualización de la Teoría de la Deriva Continental, y está basada en los continuos
movimientos que experimentan tanto la corteza terrestre como el fondo oceánico. Según esta
teoría, la litosfera está formada por diversas placas rígidas, que están separadas por cadenas
montañosas o fosas que se mueven muy lentamente. Por el centro de estas cadenas
montañosas asciende de forma continua material fundido del manto (magma), mientras que
por las fosas descienden rocas de la corteza oceánica hacia el manto. Dicho movimiento
continuo, conocido como convección, hace que el material fundido fluya hacia la superficie.
Emerge por los bordes de las placas y por la litosfera sólida dando lugar a nueva corteza y
modificando el relieve terrestre.
Existen procesos geológicos internos que tienen su origen en el calor interno del planeta, son
constructivos, pues son los responsables de la formación del relieve. La manifestación de los
agentes internos se realiza en forma de movimientos lentos (orogénicos) o bruscos (seísmos
y volcanes), que asimismo darán origen a la formación de nuevos minerales y rocas. Los
internos pueden ser: metamorfismo (transformación de las rocas en estado sólido por acción
de altas temperaturas y presiones); magmatismo (da paso a la formación de magmas y rocas
originadas a partir de ellos) y deformaciones de las rocas (alteraciones producidas en las
rocas por fuerzas que mueven las placas litosfericas). Así mismo, hay procesos geológicos
externos, estos se deben a la actuación de los agentes externos (atmósfera, agua, viento),
teniendo su origen en el calentamiento provocado por la radiación solar y en la fuerza de la
gravedad.
El ciclo geológico integra ambos procesos en tres fases: la gliptogénesis o proceso erosivo,
la litogénesis o proceso de formación de rocas, y la orogénesis o proceso de generación de
formaciones montañosas.
GLIPTOGÉNESIS Y LITOGÉNESIS
La gliptogénesis consiste en el desgaste que los agentes endógenos producen en la corteza
terrestre. Estos agentes externos provienen principalmente de la energía del sol, como el agua o
el viento, y erosionan el relieve de la corteza terrestre. Existen diversos procesos de gliptogénesis:
Meteorización, Erosión, Transporte y Sedimentación. Estos procesos asimismo se involucran en
la litogénesis, la cual consiste en un conjunto de procesos mediante los cuales se originan nuevas
rocas, en el siguiente ciclo:
El magma es la roca fundida que se forma a una gran profundidad por debajo de la superficie
de la Tierra. Con el tiempo, el magma se enfría y se solidifica. Este proceso
denominado cristalización, puede ocurrir debajo de la superficie terrestre o, después de una
erupción volcánica, en la superficie. En cualquiera de las dos situaciones, las rocas resultantes
se denominan rocas ígneas. Si las rocas ígneas afloran a la superficie
experimentarán meteorización, en la cual la acción de la atmosfera desintegra y descompone
lentamente las rocas. Los materiales resultantes pueden ser desplazados pendiente abajo por
la gravedad antes de ser captados y transportados por algún agente erosivo como las aguas
superficiales, los glaciares, el viento o las olas. Por fin, estas partículas y sustancias disueltas,
denominadas sedimentos, son depositadas. A continuación, los sedimentos
experimentan litificación, un término que significa “conversión en roca”. El sedimento suele
litificarse dando lugar a una roca sedimentaria cuando es compactado por el peso de las capas
ubicadas encima o cuando es cementado conforme el agua subterránea de infiltración llena
los poros con materia mineral. Si la roca sedimentaria resultante se entierra profundamente
dentro de la tierra e interviene en la dinámica de formación de montañas, o si es introducida
por una masa de magma, estará sometida a grandes presiones o a un calor intenso, o a ambas
cosas. La roca sedimentaria reaccionará ante el ambiente cambiante y se convertirá en
una roca metamórfica. Cuando la roca metamórfica es sometida a cambios de presión
adicionales o a temperaturas aún mayores, se fundirá, creando un magma, que acabará
cristalizando en rocas ígneas.
OROGÉNESIS
Son fenómenos que guardan una estrecha relación con los movimientos periódicos de la
Tierra y que han servido al hombre para poder medir el tiempo.
Podemos decir que en el ciclo astronómico, se presentan tres ciclos; los cuales son el
movimiento rotacional, el movimiento traslacional y el movimiento de la luna. Donde los
dos primeros hacen referencia al movimiento de la tierra.
- ACHATAMIENTO DE LOS POLOS: Al girar sobre su propio eje, la Tierra genera una
fuerza centrífuga que achata los polos y ensancha el centro o Ecuador. (La fuerza
centrífuga es aquella que tiende a alejarse del centro).
LA LUNA: La luna es el único satélite natural de la Tierra y el único cuerpo del Sistema
Solar que podemos ver en detalle a simple vista o con instrumentos sencillos. Gira alrededor
de la Tierra y sobre su eje en el mismo periodo: 27 días, 7 horas y 43 minutos. Esto hace que
nos muestre siempre la misma cara.
FASES LUNARES
- La Luna Nueva o novilunio es cuando la Luna está entre la Tierra y el Sol y por lo tanto
no la vemos.
- En el Cuarto Creciente, la Luna, la Tierra y el Sol forman un ángulo recto, por lo que se
puede observar en el cielo la mitad de la Luna, en su período de crecimiento.
- La Luna Llena o plenilunio ocurre cuando La Tierra se ubica entre el Sol y la Luna; ésta
recibe los rayos del sol en su cara visible, por lo tanto, se ve completa.
- Finalmente, en el Cuarto Menguante los tres cuerpos vuelven a formar ángulo recto, por
lo que se puede observar en el cielo la otra mitad de la cara lunar.
Las mareas son un movimiento de subida y bajada del nivel del mar, generado por los efectos
gravitatorios de la luna y el sol, crean las llamadas maras lunares y solares respectivamente.
La luna tiene más influencia que el sol en las mareas, pues su atracción gravitatoria es dos
veces y cuarto superior a la del sol. Ejerce un elevado poder de atracción sobre todo líquido
que se encuentra en la superficie terrestre. Pueden ser:
- Mareas vivas: cuando la luna y el sol se encuentran en línea recta con la tierra la amplitud
de las mareas es máxima y sus efectos se suman produciendo las mareas vivas.
- Mareas muertas: Son mareas menos intensas que se producen cuando la Luna y el Sol
forman un ángulo recto con la Tierra. Desde luego, a pesar de su menor tamaño, la
atracción de la Luna es superior por encontrarse más cerca. Estas mareas se producen en
las fases de Cuarto Creciente y Cuarto Menguante.
CICLO ATMOSFERICO
DEFINICIÓN: Los ciclos atmosféricos también conocidos como ciclos gaseosos o ciclos
globales son en los que participan elementos y compuestos que en estado gaseoso se mueven
por todo el planeta gracias a las corrientes de aire en la atmosfera, debido a la influencia de
las radiaciones solares.
Las corrientes de viento más importantes de la Tierra han sido clasificadas en 3 Celdas de aire:
la “celda Hadley” que ocurre en el ecuador y hasta la latitud 30° Norte y Sur, la “celda Ferrel”
que ocurre a partir de la latitud 30° hacia la 60° tanto norte como sur y la “celda polar” que
son corrientes que ocurren desde la latitud 60° Norte y Sur hacia los polos magnéticos de la
Tierra.
Las corrientes de aire de la “celda Hadley” se originan durante el día en el ecuador del campo
electromagnético de la Tierra donde ocurre la interacción con la radiación proveniente del
sol. Entre las latitudes 30° y hacia las latitudes 60° Norte y Sur se conforma una “zona de
mezclado” conocida como la “celda Ferrel” siendo la región más dinámica de la atmósfera
con vientos que se desplazan de Oeste a Este con dirección hacia los polos, llamados también
“vientos contralisios”.
Debido a que en esta zona ocurre una fuerte turbulencia entre vientos secos y húmedos
provenientes del mar, por lo que se generan tornados. A partir de la latitud 60° hacia
los polos se puede describir la “celda polar” o “vértice polar. Las “masas de aire” con
partículas energizadas provenientes del “viento solar”, las moléculas compuestas de nitrógeno
y carbono siguen el comportamiento toroidal del campo electromagnético de la Tierra en la
parte superior de la “tropósfera” sumados a la mezcla de vientos cálidos seguirán su
dirección a los polos magnéticos de la Tierra.
INFLUENCIA DE LAS CORRIENTES DE LOS AIRES SOBRE EL CLIMA:
La geografía de cada región cambia las características locales de los vientos, creando
variaciones que influyen en el clima y en los ecosistemas.
En las zonas costeras la tierra se calienta durante el día, originando vientos que soplan
hacia el mar, más frío. De noche, la tierra se enfría con más rapidez, y los vientos
invierten su dirección.
En el océano Pacífico se forman nubes cargadas de humedad, que los vientos arrastran
hacia el continente. Al llegar a la cordillera de los Andes, las nubes ascienden
bruscamente, se condensan y llueve en la vertiente occidental. Cuando los vientos
llegan al altiplano ya no transportan nubes, son vientos secos y fríos.
Los vientos alisios ejercen una fuerte influencia sobre las regiones planas del país, como en
la llanura del Caribe, la Orinoquía y la Amazonía, en donde se observan circulaciones de aire
bastante definidas en el transcurso del año. Por el contrario, en los valles interandinos y en
las zonas montañosas, a pesar de percibirse una ligera influencia de los alisios, las
condiciones del relieve y radiación solar, son quienes determinan en gran parte la dirección
y velocidad del viento.
En el territorio colombiano, por el contraste mar-tierra en las costas y por el complejo relieve,
se generan sistemas de circulación locales, en donde se destacan la brisa mar-tierra y los
vientos valle – montaña. La brisa de mar-tierra se presenta en las proximidades de las costas.
La brisa de valle-montaña se produce cuando las pendientes de las montañas se calientan por
radiación solar y la temperatura del suelo se hace más alta que la del aire.
Referencias
Holger Ponce, Jose Garcia Villatoro, Rudy Ramos, Fernanda Sagastume, Gabriela Caal,
Huber Torcelli, Sergio Botzoc. (No especificado). CICLOS ASTRONOMICOS Y
GEOSISTEMAS. Rcuperado de: https://es.scribd.com/doc/65718623/Ciclos-Astronomicos-
y-Geosistemas.pdf