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(Mateo 10:1-5ª)
Fundamento Bíblico:
Mateo 10:1-5a Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los
espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda
dolencia. [2] Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado
Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; [3] Felipe,
Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre
Tadeo, [4] Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó. [5] A estos
doce envió Jesús, y les dio instrucciones.
Introducción:
(1) El llamado.
(2) La autoridad.
Repaso:
Este llamado que les hace Jesús a sus doce discípulos es un llamado muy diferente a lo que
teológicamente conocemos como el llamamiento eficaz.
Dios determina a quién llama para una labor en particular y capacita con poder para esa tarea específica.
Los apóstoles no se escogieron a sí mismos.
Cuando Dios llama a una labor a un hombre no lo escoge por sus capacidades naturales.
-
John MacArthur comenta:
“Es alentador darnos cuenta de que Jesús no llamó a estos doce discípulos que se
convirtieron en apóstoles en base a valía innata, capacidades personales, o fidelidad, sino únicamente
en base a lo que Él podía hacer de ellos mediante el propio poder divino obrando a través de estos
hombres.
Durante los tres años de instrucción de los discípulos bajo la dirección de Jesús vemos pocas señales
de madurez y confiabilidad, pero sí muchas señales de pequeñez e insuficiencia. Constituye una
Maravillosa visión de la gracia de Dios hacia nosotros ver a Cristo tratando de forma tan amorosa y
paciente con hombres tan débiles e insensibles”.
Evis Carballosa:
“Es asombroso que el Señor Jesucristo escogiera a un grupo de hombres tan comunes, llenos de
debilidades y de aristas, con poca educación, plagados de celos y envidia para que fuesen sus
Representantes en la tierra. Pero ciertamente, el Señor no los escogió por lo que ellos eran en el
momento de ser llamados, sino por lo que iban a ser después. La vida de cada uno de aquellos hombres,
con la excepción de Judas, demuestra lo que la gracia de Dios puede hacer con hombres ordinarios. Los
Mismos dirigentes de Israel lo reconocieron al ver “el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran
hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús”
(Hechos 4:13)”.
Cuando en la iglesia local se delegan trabajos no es algo que debemos hacer a la ligera empujados por
la urgencia de suplir una necesidad.
Tambien hablamos de ¿Y yo cómo sé que tengo un llamado de parte de Dios?”.
Para responder entonces a esta pregunta hay que tener en cuenta lo siguiente:
Primero: Si hay una convicción profunda respecto a ese llamado y se tiene los dones.
+ Pero la convicción profunda no es determinante.
+ Si una mujer tiene una convicción profunda de que Dios le llama a ser pastora
+ Sabemos que esa convicción no proviene de un llamado de Dios a ella.
+ Porque eso iría contra la misma Escritura.
• Y fue exclusivo, temporal y restringido a los doce que Mateo va a mencionar en los
versículos dos, tres y cuatro.
• Lo cual significa que al día de hoy Dios NO continúa llamando a apóstoles.
• Esto NO significa que al día de hoy Dios no siga llamando a obreros a su mies.
Ten por cierto que por la gracia de Dios ella reconocerá los dones que Dios te ha dado
Para ponerlos a su disposición
Y que así la iglesia cumpla con la gran comisión dada por el Señor a ella.
Ojo, no es la iglesia la que llama y la que envía.
Es el Señor el único que tiene el poder para hacerlo.
El papel de la iglesia es el reconocimiento del llamado de Dios
Como tambien reconocer la autoridad que Él te ha delegado para la tarea en especial.
- Concluyo este primer punto con la cuestión de la autoridad de Jesús al llamar y enviar.
Los lectores, judíos, identificarían una autoridad que pertenecía exclusivamente a Dios.
Cuando ellos leyeran en el evangelio que ahora Jesús llamaba y enviaba a sus discípulos.
Porque en las Escrituras quien llamaba y enviaba a sus portavoces era Dios mismo.
Permítanme leo solo tres ejemplos de tres profetas; dos mayores y uno menor:
Jeremías 1:4-7 “Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: [5] Antes que te formase en el vientre te
conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. Y yo dije: ¡Ah! ¡ah, Señor Jehová!
He aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehová: No digas: Soy un niño; porque a todo lo que te
envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande”
Ezequiel 2:1-3 “Me dijo: Hijo de hombre, ponte sobre tus pies, y hablaré contigo. Y luego que me habló,
entró el Espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y oí al que me hablaba. Y me dijo: Hijo de hombre, yo te
envío a los hijos de Israel”
Jonás 1:1-2 “Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive”
- Mateo ha nombrado aspectos de Jesús como Dios. sus lectores estarían atentos a ello.
La autoridad de Jesús al enseñar en el Sermón del Monte; Habló como Dios había hablado
Mostró una autoridad sobre la creación visible e invisible que solo compete a Dios.
Mostró su autoridad para perdonar pecados, exclusivo de Dios.
Y ahora muestra la autoridad de Jesús para enviar a unos hombres,
Algo que en el Antiguo Testamento solo vemos a Dios haciendo con sus profetas.
Este hombre habló y actuó con la autoridad con la que solo Dios habla y actúa.
-
2. LA AUTORIDAD.
Mateo 10:1 Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los
espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda
dolencia.
La autoridad de Jesús con todo lo que hemos visto es incuestionable, pero Mateo ahora
se va a encargar de enseñar que esa autoridad le fue delegada a un grupo en específico.
Es decir, estos hombres se convertirían en una extensión del ministerio del Señor.
Estas palabras que utiliza Mateo son muy llamativas.
Porque él ya las ha utilizado en dos ocasiones
Para describir el ministerio y la autoridad de Jesús.
Mateo 4:23 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio
del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Mateo 9:35 Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando
el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Dice Bartley:
“Ellos cumplirían el mismo ministerio que Jesús realizó, enseñando, predicando, sanando. Excepto
la cruz”.
- Todo lo que nosotros vimos en los capítulos 8 y 9 que Mateo nos acaba de narrar que
Jesús hacía….
- La pregunta es:
¿Es verdad, como sostienen algunas personas hoy en día, que todavía hay hombres que
tienen dicha autoridad delegada por Dios?
Mateo 10:2-4 Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado
Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; Felipe,
Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre
Tadeo, Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó.
El hecho de la mención con nombre propio a cada uno de los doce que Jesús escogió para
delegar esta autoridad es específica: dejar en claro la autoridad de ellos y la restricción de
dicha autoridad a estos doce hombres.
Mateo no solo les menciona con nombre propio, sino que en estos primeros cinco
versículos enfatiza en tres ocasiones que son doce.
- La restricción se enfatiza.
Cuando hoy en día se enseña que la predicación, si es de parte de Dios, debe estar
respaldada con hechos milagrosos como la de los apóstoles;
Y que hoy en día todavía hay apóstoles,
Son afirmaciones que NO surgen de la Palabra de Dios,
Más bien nacen de la ignorancia de ella.
Este texto nos dice a quiénes se les dio dicha autoridad
Y cómo se les llamó: apóstoles.
Y cuál fue el número de ellos.
1 Corintios 15:3-9 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a
las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. [6] Después apareció a más de quinientos
hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. [7] Después apareció a Jacobo;
después a todos los apóstoles; [8] y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. [9] Porque
yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la
iglesia de Dios.
El apóstol Pablo aquí no solo menciona a los doce, refiriéndose a ellos como los apóstoles
y restringiendo esta autoridad a ellos,
Sino que afirma que él también es apóstol, pero que es el último de ellos.
-
El caso de Pablo es un caso especial, él es el apóstol a los gentiles.
Pero es el último de los apóstoles,
Después de Pablo, y esto lo dice Él inspirado por Dios, no hay más apóstoles.
Por lo tanto, la autoridad delegada a ellos de los milagros y sanaciones también cesa o
termina con ellos.
- Decir hoy en día que todavía hay hombres con esta autoridad apostólica y con estas
señales que los seguían a ellos es ir en contra de las Escrituras.
Que la autoridad apostólica es una autoridad que solo delegó Jesús mismo.
2 Corintios 12:12 “Con todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, por
señales, prodigios y milagros”
- ¿Por qué se le aparece de último a Pablo el Señor Jesús para comisionarle? ¿Por qué
simplemente la iglesia no le comisionó?
Porque para ser comisionado como apóstol tenía que haber sido testigo de la resurrección
de Jesús.
Hechos 1:21-22 Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el
Tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta
el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección.
I Corintios 9:1 “¿No soy apóstol? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro?”
- Pero a él fue al último que se le apareció, como a un abortivo, fuera del tiempo.
Es decir, fuera de esos cuarenta días entre la resurrección y la ascensión en los que el
Señor estuvo apareciendo a sus discípulos, haciéndoles testigos de su resurrección.
Solo a parte de ese incidente, aparece a pablo resucitado y le hace su discípulo.
Él fue el último.
El último apóstol.
No hay más apóstoles.
Por lo tanto, tampoco las señales que respaldan a alguien como apóstol.
Esta autoridad fue una autoridad restringida a los doce y a Pablo.
Efesios 4:11-12 “Y Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo”
Efesios 2:20-21 Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del
ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo
en el Señor.
Efesios 3:5 Misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora
es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu.
Mateo 10:5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo…
La autoridad que Jesús les delegó a ellos no les permitía hacer con esa autoridad lo que
quisieran,
Sino que tenían que ejercerla con unas instrucciones precisas.
Ni más ni menos, porque ellos eran solamente administradores.
Las instrucciones las veremos en la próxima predicación.