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PALAS ATENEA

En el desarrollo espiritual es importante para la personalidad tener una base


segura de conocimientos que dilucide sobre los niveles de conciencia que
puede alcanzar a través de las experiencias espirituales. Esta base le da la
posibilidad de discernir mejor sus estados o niveles de conciencia y realizar
sus acciones con mayor seguridad.

La personalidad aprende mucho porque en el histórico de experiencias,


transformaciones internas y cambios conscientes, adquiere un discernimiento
que facilita mucho su acción como vehículo de manifestación de las energías
superiores, tanto si se originan del alma o de variados Seres de Luz.

Al pasar por la experiencia de alcanzar otros niveles de conciencia, la


personalidad aprende a administrar mejor las energías superiores que recibe,
porque sabe cuáles son sus fuentes y conoce sus características, tónicas y
funciones.

Antes del desarrollo espiritual la personalidad no tiene


conciencia de que se encuentra bastante aprisionada a los
condicionamientos y bloqueada.
En el transcurso del desarrollo espiritual la personalidad adquiere la
conciencia de que está atada, atada al pasado, atada a los
condicionamientos y, entonces, lucha por su liberación.

Esta necesidad de liberación le da la posibilidad de transformar el viejo mundo


de los encarcelamientos en un nuevo mundo, cuando se une al alma y con
ésta trabaja para expandir los niveles superiores de la mente, la conciencia y el
sentimiento.

El alma da a la personalidad el discernimiento que necesita para comprender


las energías que dinamizan la vida y la evolución, posibilitando una expansión de
sus niveles emocionales, mentales y búdicos, a través de los cuales absorbe
energías de carácter superior para transmutar, transformar y sublimar las
energías de carácter carácter inferior.
Todos los procesos necesarios para este movimiento interno
promueven graduales expansiones de la conciencia.
En cuanto más se da, más capacidad la personalidad adquiere para discernir entre
las energías superiores y las inferiores, y también para inhibir la acción de las
energías más densas y destructivas y ampliar la acción de las energías sutiles y
creadoras que fortalecen la unidad amorosa con el alma .

Cuando la personalidad adquiere una conciencia más amplia de la vida en su


ser, se convierte en un aliada del alma y utiliza todos los instrumentos necesarios
para consolidar una unificación entre la mente inferior y la mente superior y
fortalecer el canal antakarana, el canal principal que se liga la personalidad el
alma.

Entonces, la personalidad comprende que se encuentra en el mundo de la


dualidad y, por tanto, que está entre energías inferiores y superiores, positivas
y negativas, constructivas y destructivas, pero también que toda acción
genera una reacción, y su responsabilidad consiste en posicionarse a favor del
alma y de los principios divinos en toda acción, en un continuo empeño
de transformar y transmutar todo lo que impide la evolución individual y
grupal.

Para alcanzar estos objetivos, la personalidad necesita un


correcto desarrollo espiritual porque éste promueve una
gradual alineación de los cuerpos densos y sutiles, así como
una purificación de los chakras y de los campos de fuerza
áuricos, además del contacto espiritual con el Maestro de Luz
que viene acompañando el alma a lo largo de sus
reencarnaciones y que también es el responsable de su
desarrollo espiritual.
De esta manera, el desarrollo espiritual es un trabajo de unificación de la
personalidad con el alma, que se da a través del ritmo y de la disciplina, en el
cual muchas acciones energéticas de carácter superior mueven las energías
físicas, emocionales y mentales para elevarlas a octavas superiores . Y a
medida que avanza, da a la personalidad condiciones para comprender cómo
las acciones, las emociones y los pensamientos que ella crea pueden
repercutir energéticamente y generar dificultades o facilidades tanto para su
evolución como para la evolución de otros.

Cuando alcanza esa conciencia, la personalidad tiene el libre albedrío para elegir
el cambio o el estancamiento.
Cada etapa del desarrollo espiritual es un nuevo desafío, una conquista que
deja rastros de una lucha interna en la que la personalidad se despoja de sus
máscaras para estar más cerca y frente a frente con el alma y el Maestro
espiritual.

La acción que se mueve internamente es de un trabajo continuo con el alma,


una experiencia intensa con el alma, con las energías que ella dona para que la
personalidad tenga una amplia visión de la viday de los medios más adecuados
para cumplir sus tareas en el plano físico.

A medida que va acercándose a los ritmos, las fuerzas, los


movimientos dinamizadores y expansivos del alma, un
discípulo conquista un grado mayor de discernimiento.
El alma da a la personalidad todos los elementos que necesita para mover su
liberación de todo lo que impide su evolución.

Entonces, la personalidad pasa a tener una satisfacción en mover nuevas


acciones para liberarse de sus dificultades y diluir los bloqueos internos
porque se siente fortalecida con las energías que el alma le da.

Al conquistar un mayor equilibrio interno, mayor serenidad y paz interior, la


personalidad se identifica con el alma y con el Maestro Espiritual, convirtiéndose
en un canal de las energías conquistadas por el alma para el beneficio de todos
los grupos de almas a los que está ligada.
La personalidad vela por la unidad grupal porque está en
unidad con el alma.
Su acción es amorosa y fraterna porque se identifica con los principios que rigen
la vida del alma y del espíritu.

La personalidad muchas veces cree que no tiene fuerzas para diluir y transformar
sus dificultades porque para ella es aterrador reconocer que tiene limitaciones, y
es doloroso admitir sus errores y responsabilizarse por las consecuencias de los
mismos.

Pero sin la conciencia de sí misma la personalidad no logra trabajar


internamente a favor de un cambio, queda paralizada y sufre mucho más.

La Era Acuariana trae grandes revoluciones para esta humanidad, y una de ellas
es la expansión de la mente y de la conciencia.

Con esto el alma está buscando liberar la mente de las ilusiones y de los
encarcelamientos de cualquier naturaleza para que, a la luz de una nueva
conciencia, la personalidad tenga condiciones de remover los obstáculos a su
unificación con el alma.

Este movimiento expansivo os da la oportunidad de sentirse


libres para ser lo que sois en esencia, para sentir la vida
como una unidad divina siempre en expansión.
Y sin esta acción de la personalidad el alma no logra expandir los niveles
superiores de la vida.

La influencia de las energías acuarianas os impulsa a expandir los niveles de la


conciencia en todos sus aspectos y a liberar la Luz de vuestra alma.

El alma busca expandir su Luz para unirse con la personalidad y manifestarse


en el mundo a través del amor universal y administrar con libertad sus pasos en
el Camino.

Al volver al alma y sumergirse en su Luz, la personalidad tiene la oportunidad


de recorrer el Camino de la Luz con conciencia.

¡Que nuestro amor permanezca con vosotros!

Canal Espiritual: Lourdes Rosa

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