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Don Martín del Barco Centenera, Arcediano del Río de la Plata

Habiendo considerado y revuelto muchas veces en mi memoria el gran gusto que recibe
el humano entendimiento con la lectura de los varios y diversos acaecimientos de cosas,
que aun por su variedad es la naturaleza bella, y que aquellas amplísimas provincias del
Río de la Plata estaban casi puestas en olvido, y su memoria sin razón obscurecida,
procuré poner en escrito algo de lo que supe, entendí y vi en ellas, en veinticuatro años
que en aquel nuevo orbe peregriné: lo primero, por no parecer al malo e inútil siervo
que abscondió el talento recibido de su señor; lo segundo, porque el mundo tenga entera
noticia y verdadera relación del Río de la Plata, cuyas provincias son tan grandes, con
gentes tan belicosas, animales y fieras tan bravas, aves tan diferentes, víboras y
serpientes que han tenido con hombres conflicto y pelea, peces de humana forma, y
cosas tan exquisitas que dejan en éxtasis a los ánimos de los que con alguna atención las
consideran.
He escrito, pues, aunque en estilo poco pulido y menos limado, este libro, a quien
intitulo y nombro Argentina, tomando el nombre del subjeto principal, que es el Río de
la Plata; para que Vuestra Excelencia, si acaso pudiera tener algún rato como que
hurtado a los necesarísimos y graves negocios de tan grande gobierno como sus
hombros tienen, pueda con facilidad leerle, sin que le dé el disgusto y fastidio que de las
largas y prolijas historias se suele recibir; y heme dispuesto a presentarla y ofrecerla a
Vuestra Excelencia como propia suya; pues, según derecho, los bienes del siervo son
vistos ser del señor.
Y así confío que, puesto en la posesión del amparo de Vuestra Excelencia, cobrará
nuevo ser y perpetuo renombre mi trabajo; y pido a Dios se siga sólo haber acertado a
dar a Vuestra Excelencia algún pequeño contento con este mi paupérrimo servicio, lo
que será para mí muy aventajado premio, y crecerán en mí las alas de mi flaco y débil
entendimiento para volar, aspirando siempre a cosas más altas y mayores, enderezadas
todas a su fin debido, que es el servicio de Dios, de Su Majestad y de Vuestra
Excelencia, a quien Dios nos guarde por largos y felicísimos tiempos, para el buen
gobierno y amparo de este reino, y como yo, siervo y perpetuo capellán de Vuestra
Excelencia, deseo.

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y extraños casos que que Dios al mundo pobló; pero después
De Lisboa, 10 de iba yo notando. dio por su pecado, viniendo gentes
Mayo de 1601. De vista muchos son, el Drake que cubrió con la de aqueste
otros oídos, con crudo duelo Tubal y otra extraña
La Argentina que vine a descubrir al un polo y al otro más, del mismo Noé
Canto primero yo preguntando. en sumo grado. remanecientes,
En que se trata del De personas me Trataré de castigos España se pobló, y
origen de los fueron referidos que del Cielo tanta saña
Chiriguanas o con quien parece nuestro Dios creció entre unos
Guaranís, gente que comunicaba, nos ha enviado: hombres muy
come carne humana, conversando temblores, valientes
y del descubrimiento de cosas admirables terremotos y señales Tupís que por
del Río de la Plata. codicioso, que bien pueden costumbre muy
de Martín del Barco saber por escribirlas juzgarse por finales. tirana
Centenera deseoso. tomaron a comer de
En todo hallará bien carne humana.
Del indio Chiriguana Perú de fama eterna si lo quisiere
encarnizado y extendida a su gusto el lector, Creciendo en
en carne humana, por sus ricos metales gusto sabroso. multitud por esta
origen canto solo. por el mundo; Y guste lo que más tierra
Por descubrir el ser la Potosí imperial gusto tuviere, Extremadura bella,
tan olvidado ennoblecida y deje lo sin gusto y aquesta gente
del argentino reino, por tener aquel cerro disgustoso, de tan bestial
¡gran Apolo!, tan rotundo; hará al fin lo que más designio y suerte
envíame del monte la tucumana tierra gusto le diere, perra,
consagrado bastecida que esto de escribir por atajar tal mal de
ayuda con que pueda de cosas de comer, es azaroso. incontinente
aquí, sin dolo, con el jocundo En nombre de Jesús hicieron los Ricinos
al mundo publicar, en estado del Brasil, comienzo agora, grande guerra
nueva historia, darán subjeto y de la Virgen para contra aquestos
de cosas admirable la a mi pluma que Emperadora. caribes fuertemente;
memoria. escriba yo prometo. en tiempo que no
Después del gran estaba edificada
Mas, ¡qué digo de Que aunque en esta castigo y gran la torre de Mambrós
Apolo!, Dios eterno, obra el fundamento justicia tan afamada.
a vos solo favor pido primero y principal, que hizo nuestro
y demando. Río de la Plata, Dios Omnipotente Ni menos el alcázar
Que mal lo puede dar y así es primero su por ver cómo crecía trujillano,
en el infierno descubrimiento; la malicia en que vive la gente
el que en continuo con todo no será mi del hombre que trujillana,
fuego está penando. pluma ingrata, compuso sabiamente, ni la puente hermosa
Haré con vuestra que aquí pintará al habiendo recibido la que el Romano
ayuda este cuaderno, vivo lo que siento propicia en Mérida nos puso a
del argentino reino del nuevo orbe al señal del amistad, Guadiana.
recontando marqués Mora; y si Noé prudente, Ni había comenzado
diversas aventuras y trata de Japhet, hijo suyo, el lusitano,
extrañezas, contrario a la verdad, así llamado, que habita en la
prodigios, hambre, yo sea borrado Tubal nació valiente provincia comarcana.
guerras y proezas. de su libro, y a y esforzado. Empero había
olvido condenado. Ricinos en la tierra,
Tratar quiero también Aquéste fue el muy fuertes y
de sucedidos También diré de primero que en valientes para guerra.
aquel duro flagelo España

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Aquéstos son Expulsos de la tierra, la tierra adentro y
nombrados fabricaron Llegando, pues, allí sierras ha subido.
Trujillanos, las barcas y bateles ya reformadas
cual pueblo Castrum que pudieron, sus barcas y bateles, Pues estos dos
Julii fue llamado, y a priesa muchos de con gran pío, hermanos divididos
que cuando le éstos se embarcaron tornáronse a entregar la lengua guaraní han
poblaron los y sin aguja al viento a las hinchadas conservado,
Romanos velas dieron. ondas del bravo mar y muchos que con
el nombre de su A las furiosas aguas a su albedrío. ellos son venidos
César le fue dado. se entregaron, Las barcas iban rotas, en partes diferentes
Fronteros de estas y así de Extremadura destrozadas, se han poblado,
tierras los profanos se salieron; cuando tomaron y han sido en los
de aquel designio y a las islas, que tierra en Cabo Frío, lenguajes
pérfido, malvado, dicen Fortunadas, que es tierra del discernidos,
caribes inhumanos aportan con sus Brasil, yendo que por distancia
habitaban, barcas destrozadas. derecho nadie ha olvidado.
y toda la comarca al Río de la Plata y al También con estos
maltrataban. Platón escribe y dice Estrecho. otros, aportaron,
que solía que por otro viaje
Corriendo las riberas el mar del norte, Comienzan a poblar allá pasaron.
del gran Tajo, Atlántico llamado, toda la tierra,
y a veces por las ser islas lo más de él, entre ellos dos Mahomas, Epuaes y
sierras de Altamira, y se extendía hermanos han Calchines,
ponían en angustia y la tierra desde venido. Timbúes, Cherandíes
en trabajo España en sumo Mas presto se y Beguaes,
la gente con su rabia grado. comienzan a dar Agaces, y Nogoes, y
cruda y dira. Y que en tiempos guerra, Sanafines,
No dejan cosa viva, pasados se venía que sobre un Maures, Tecos,
que de cuajo, por tierra mucha papagayo ha Sansoues,
cuanto puede el gente; y se han sucedido. Mogoznaes.
caribe, roba y tira; llamado Dejando el uno al El Paraná abajo, y a
a cuál quitan el hijo y las islas Fortunadas otro, se destierra los fines
los haberes, que quedaron, del Brasil, y a los habitan los malditos
y a otros con sus cuando otras del mar llanos se ha salido. Charruaes,
vidas las mujeres. Norte se anegaron. Aquel que queda ya Naúes y Mepenes,
Tupí se llama, Chiloazas;
Vistos por los Y así a muchos estotro Guaraní de a pesca todos dados y
Ricinos trujillanos, pilotos yo he oído grande fama. a las cazas.
con ánimo invencible que navegando han
belicoso, visto las señales Tupí era el mayor y Los nuestros
contra aquellos y muestras de más valiente, Guaranís, como
caribes inhumanos edificios que han y al Guaraní menor señores,
formaron campo habido dice que vaya toda la tierra cuasi
grande y poderoso. (cosas son todas estas con todos sus dominando,
Venido este negocio naturales, soldados y su gente, por todo el Paraná y
ya a las manos, que bien pueden y que él se quedará alrededores
de entre ambas partes haber acontecido) allí en la playa. andaban crudamente
fue muy sanguinoso; por donde los Tupís Con la gente que conquistando.
mas siendo los descomunales tiene incontinente Los brutos, animales,
caribes de vencida, irían fácilmente a el Guaraní se parte y moradores
las reliquias se ponen aquellas partes, no desmaya, del Paraguay sujetan
en huida. buscando para ello que habiendo con su a su mando.
maña y artes. gente ya partido,

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Poblaron mucha ibi, que significa Allá en las sus nombres referir
parte de esta tierra, compostura cordilleras, mal tan diferentes,
con fin de dar al de tierra do se pecado, en una lengua
mundo cruda guerra. encierra carne Chiriguanaes se muchos se han unido,
humana; dicen estas gentes, que es quichua, y los
Poblando y caribe es esta gente que por la poca ropa hidalgos y valientes
conquistando han tan tirana. que tenían de aqueste nombre
alcanzado de frío muchos de Inca se han jactado,
del Perú las nevadas Teniendo, pues, la ellos perecían. y a todos los demás
cordilleras, gente conquistada, han sujetado.
a cuyo pie ya tienen en mil parajes se La costa del Brasil es
subyugado poblaron de hecho. muy caliente, Estando de esta
el río Pilcomayo y El Guaraní con ansia y el Paraguay y toda suerte apoderados
sus riberas. acelerada aquella tierra. los Incas, los
Muy cerca de la a los Charcas camina Camina aquesta Pizarros allegaron,
sierra han sujetado muy derecho. gente del oriente, y siendo del Perú
a gente muy La cordillera y sierra y para en las bien enterados,
valientes y guerreras es endiablada, montañas y la sierra, la tierra en breve
en el río Condorillo y parece le será de gran caminando derechos tiempo conquistaron.
Yesuí, provecho al poniente, Los Guaranís sus
y en el grande y parar aquí, y hacer haciéndoles el frío dientes acerados
famoso Guapaí. asiento y alto, cruda guerra alegres con tal nueva
con fin de allí al Perú que mal puede el aparejaron,
Una canina rabia les hacer asalto. desnudo en desafío pensando que
forzaba entrar y combatirse hartarían sus vientres
a no cesar jamás de Muy largos tiempos con el frío. fieros
su contienda. y años se gastaron, de la sangre de
Que el Guaraní en la y muchos Llegaron, pues, al fin aquellos caballeros.
guerra se hartaba descendientes a aquel paraje
(y así lo haría hoy, sucedieron do el frío les hizo El corazón pedía la
sin la rienda desde que los guerra encarnizada, venganza
que le tenemos hermanos se y frío chiri suena en de sus pasados
puesta), y apartaron. el lenguaje padres, que habían
conquistaba De Tupí en el Brasil del Inga, que es la sido
sin pretender más permanecieron lengua más usada; de la tierra
oro, ni hacienda, Tupíes, y destotros guana es escarmiento Extremeña a espada
que hacerse como que pasaron de tal traje. y lanza
vivas sepulturas Guaraníes se Aquesta gente iba expulsos, como
de símiles y humanas nombran, y así mal parada, arriba habéis oído.
criaturas. fueron y el frío que Mas viendo de
guerreros siempre tomaron, escarmiento Pizarro la pujanza,
Que si mirar aquestos en la tierra, fue para el temieron de pasar; y
aquéstos bien que el nombre suena Chiriguana y así han tenido
queremos, tanto como guerra. cognomento. por seguros los
caribe dice, y suena montes despoblados,
sepultura Aquestos Guaraníes En este tiempo ya sin ser a gente
de carne, que en latín se han mestizado habían venido humana sujetados.
caro sabemos y envuelto con mil por otra parte y vía al
que carne significa gentes diferentes, Perú gentes; De allí hacen hazañas
en la lectura. y el nombre Guaraní por ser tan espantosas,
Y en lengua guaraní han renunciado, exquisitos, no he asaltos, hurtos, robos
decir podemos tomando otro por querido y rapiñas,
casos y accidentes.

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contra generaciones contados sobre mil el gran Carlos envía
belicosas del nacimiento el buen Gaboto De nuestro río
que están al rededor de aquel que padeció con una flota al gusto argentino y su
circunvecinas. por nuestros daños, proveída, grandeza
En sus casas están dio Juan Díaz de como hombre que lo tratar quiero en el
muy temerosas, Solís la vela al entiende y que es canto venidero,
como unas viento; piloto. de sus islas y
humillísimas al Paraná aportó, do Entró en el Paraná, y bosques y belleza
gallinas, los engaños ya sabida epílogo haré muy
con sobrado temor del Timbú le la más fuerza del río verdadero.
noche y mañana, causaron finamiento le ha sido roto Ninguno en lo leer
temiendo de que en un pequeño río de del Guaraní, dejando tenga pereza,
venga el Chiriguana. grande fama, fabricada que espero dar en él
que a causa suya de la torre de Gaboto placer entero
Usan embustes, Traición se llama. bien nombrada. de cosas apacibles y
fraudes y marañas, graciosas
también tienen Por piloto mayor de Algunos de los suyos y dignas de tenerse
esfuerzo y osadía, Magallanes se escaparon por curiosas.
y así suelen hacer al Estrecho venido de aquel río Timbús
grandes hazañas, aquéste había; do fue la guerra,
que arguyen gran no harto de pasar al río de San La Argentina
valor y valentía. penas y afanes, Salvador después Canto segundo
A aquéstos vi hacer la conquista a don bajaron, En este canto se trata
cosas extrañas Carlos le pedía. donde la demás gente de la grandeza del
en tiempo que yo Entró el río arriba estaba en tierra. Río de la Plata, del
entre ellos residía; con desmanes, A nuestra dulce Paraguay, y de las
y el que no me hasta que ya el España se tornaron, islas, peces, aves que
quisiere a mí postrero le venía, huyendo de esta hay en ellos
escuchallo, en que su alma del gente infiel y perra. de Martín del Barco
al de Toledo vaya a cuerpo se desata, Mas no pone temor Centenera
preguntallo. poniendo al Paraná esta destroza
nombre del Plata. a don Pedro Guadix La obra
Dejemos esto agora; y de Mendoza. excelentísima y
navegando No fue sin causa, grandiosa
Magallanes también creo, de secreto, Don Pedro de arguye grande
vino derecho, y señal de misterio y Guadix, como artífice y maestro,
la costa del Brasil buen agüero. diremos, que no puede hacer
atrás dejando Aunque es así que después de haber de obra preciosa
en busca fue y todo está sujeto Roma malvenido, el hombre que en el
demanda del al alto, divino juicio cuando hubo arte no está diestro.
Estrecho, verdadero, disensión en los Como la creación
salió del mar del sur y aunque usó este supremos, maravillosa
atravesando, nombre por respeto, el gobierno argentino enseña, Señor mío, el
y hállase contento y que vido cierta plata hubo pedido. poder vuestro,
satisfecho, allí primero, Empero algún tanto en su tanto también
y al mundo da una yo entiendo que ha ahora descansemos, aqueste río
vuelta con Victoria, de haber grande que no le dejaremos muestra grande saber
ganando en este caso tesoro por olvido, y poderío.
fama y gloria. algún tiempo de plata pues su hambre
allí y de oro. rabiosa y grande Inmensas gracias,
Después a los ruina Dios Señor, os
quinientos y trece La muerte pues de ayuda a lamentar a la damos,
años, aquéste ya sabida, Argentina.

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pues todo a nuestra De ancho nueve
causa lo criastes; Al otro cabo, Blanco leguas o más tiene Cuatro leguas de aquí
y a nosotros que mal le llamamos, el río por aquí, y muy ya navegadas,
os lo pagamos, el cual en la mar hondable. las islas de San
para vuestro servicio entra más derecho La nave hasta aquí Lázaro están juntas,
nos formastes. y más bajo, y por segura viene, de tierra media legua
Cuanto sois, mi esto navegamos, que como el ancho desviadas
Señor, si bien por más seguro este mar es navegable, a do enderezan
miramos otro, un poco trecho. pasado este paraje le ambas sendas puntas.
las cosas que en el Después al otro cabo conviene Están aquestas islas
mundo vos nos tornamos, al piloto mirar el separadas,
plantastes, el cual está a la gobernable, aunque al parecer no
nos da bien a banda del estrecho; en la mano llevando están disjuntas.
entender, y la entrambas costas son siempre sonda, Y habiendo media
grandeza muy peligrosas, o seguir la canal que legua navegado,
de vuestro gran saber y de futuros casos va bien honda. está el Uruguay, río
y la riqueza. portentosas. afamado.
Doce leguas de aquí
El río que llamamos Pasadas estas islas de Martín García, Es río de caudal y
Argentino, Castillos, una isla de este poderoso,
del indio Paraná o adelante están dos nombre está llamada; su boca legua y
mar llamado, algo mayores: una legua de tierra se media casi tiene.
de norte a sur de los Lobos se desvía, Entra en este paraje
corriendo su camino dicen, que lobillos y más de legua y muy furioso,
en nuestro mar del como becerros hay media es prolongada. que de peñas y riscos
norte entra hinchado. poco menores; A partes por el altos viene.
Parece en su un poco más arriba bosque está sombría, En él entra otro río
corriente un dos islillos y a partes tierra alta y con reposo,
torbellino, están, nombrados asombrada, que al parecer
o tiro de arcabuz islas de las Flores, don Pedro, y Juan entrando se detiene,
apresurado. y habiendo treinta Ortiz allí poblaron, al cual San Salvador
Mas con el viento sur leguas caminado, y de hambre mucha llamó Gaboto,
plácidamente al puerto San Gabriel gente sepultaron. antes que de los
se vence navegando hemos llegado. indios fuese roto.
su corriente. Aquí llegó Eduardo
Siete islas hay en él, de Fontano, A dos leguas entra
De más de treinta altas, graciosas, el año sobre mil y los otro, que es
leguas es su boca, un poco de la tierra quinientos nombrado
y dos cabos y puntas desviadas, de ochenta con más el Río Negro, que
hace llanas. de palmas y laureles dos, con viento sano, Hum tenía por
Al tiempo que en la muy copiosas, mas no supo de nombre.
mar brava se están aquestas islas pueblos ni de Aquí en nuestro
emboca, bien pobladas. asientos, tiempo se han
al un cabo dos islas, Aquí llegan las naves que si acaso supiera hallado
como hermanas, poderosas, el luterano pescados semejantes
están, que cada cual como salen de que allí había muchos al hombre,
parece roca. España despachadas. poblados y aquesto de pasada lo
Los Castillos se Frontero es Buenos cimientos, he tocado,
dicen, muy cercanas Aires ya poblado, sin duda en ninguno de leerlo
al cabo que nombré y del sur importuno pesadumbre nos aquí se asombre,
Santa María, resguardado. pusiera, que, siendo Dios
que poco de estas que había el aparejo servido, en otro canto
islas se desvía. en gran manera.

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diré cosas de vista y sin que alguna nación y lo hizo en más volvamos al negocio
más espanto. otra se atreva grado que el primero. comenzado.
en él poblar, en ella Así que Yamandú es El río hace aquí
Dejemos este río, que hacer prueba. el dictado muchos islones,
corriendo y nombre que se poblados de onzas,
de allá hacia el Brasil Pasadas estas islas, pone al que ha tigres y leones.
viene derecho, torna el río heredado.
y en él se vienen a su primera madre Al pie de ochenta
otros mil metiendo, acostumbrada. De aquélla leguas adelante
que le tienen famoso De una y otra parte trataremos adelante, el grande Paraguay
y grande hecho. gran gentío de sus embustes, entra famoso,
Al nuestro de la Plata la tierra firme tiene falsos y marañas. con más quietud se
revolviendo, bien poblada. De cuerpo y parecer muestra, y más
desde aquí él El Guaraní les manda era gigante, semblante
comienza a ser con gran brío, y así le demostraban a este río corriendo
deshecho, que tiene la más sus hazañas; con reposo.
y en once brazas tierra sujetada, un poco tiempo fui El Paraná se aparta
grandes se reparte, entre ellos Yamandú, su doctrinante, allá a levante,
tirando cada cual su gran hablador, teniéndole en prisión de a do corre con
larga parte. que se titula y a do sus sañas fuerza muy furioso;
nombra Emperador. procuré doctrinar; del norte corre el
Del río Nilo refieren trabajé en vano, otro, consumiendo
escritores Éste, malvado y porque era muy las aguas que el Perú
lo mismo; pero es perro como artero, malvado este pagano. viene vertiendo.
tanta la grandeza a todos los más
de aquéste y de sus indios comarcanos De aquí el río arriba, Entrando el Paraná
brazos, que mayores los trae a su opinión navegadas está Santa Ana,
los juzgo, que no al retortero, ciento y veinte de Guaranís
estiman la braveza y como son los leguas ya del río, provincia bien
del Nilo en tanto indios tan livianos, otras islas están tan poblada.
grado los autores. y él pica su poquillo bien pobladas Es tierra aquesta
Y si del Nilo fuera la en hechicero, de gentiles naciones firme, buena y llana,
extrañeza donde él pone los y gentío. que mucha de la
tan grande como pies ponen las Timbúes las más de dicha es anegada.
éste, y se escribiera, manos, ellas son llamadas, Empero esta enjuta
al mundo admiración de suerte que si que muy poco temor es muy galana,
mayor pusiera. quiere hacer la tienen al frío. de nuestros españoles
guerra, La torre de Gaboto conquistada;
En el nuestro se al punto le veréis está cercana y así tienen aquí
forman muy juntar la tierra. y la gente llamada repartimiento
hermosas Cherandiana. los que en el
islas, de a doce Y no piense el que Paraguay tienen
leguas y mayores, lea aquesta historia De allí a veinte asiento.
en sus tiempos muy que al falso Yamandú leguas, otro asiento,
frescas y frondosas, perecedero que Santa Fe se dice, La Peña Pobre está
pobladas de mil rosas le falta quien levante está poblado; más adelante;
y de flores, su memoria, Garay le dio es alta como roca
de caza y que en mi tiempo principio y muy crecida.
bastimentos murió; mas su fundamento, Aquí han visto
abundosas; heredero cuando Martín muchos un gigante
en ellas Guaranís son levantar procuró su Suárez ha mandado. de gran disposición y
pobladores, fama y gloria, Tratarse ha en otra muy crecida.
parte aqueste cuento,

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No está, según yo de miedo y de a oír aquel sonido y que está cifrado el
supe, él aquí estante, pensarlo de mí huyo. su braveza. bien que deseamos,
que allá la tierra Decir aqueste cuento Las aves huyen de él; el bien, digo, que en
adentro es su procurando los animales, tierra pretendemos,
guarida; la mano está oyendo su estruendo, que agora del divino
mas viene aquí a temblando, y lo sin pereza no hablamos,
pescar muy a rebuyo, caminan, no parando que aquese solo y
menudo, por ser la cosa apresuradas, sumo bien superno
de sus redes cargado, horrible y espantosa, y con temor las colas está sólo en gozar de
mas desnudo. y en todo el Paraná enroscadas. Dios eterno.
maravillosa.
Arriba de aquí están Después está Guaira, Entrando al Paraguay
los remolinos, Por aquí el Paraná ciudad enferma, a izquierda mano,
que es cosa de dos leguas tiene, y que por Melgarejo el Ipití se ve, que es
admirar y gran y peñascos y sierras fue poblada. río famoso;
espanto. hasta el cielo; Mas él, podrá decir muy plácido
En el medio del agua y al pie de una gran cierto Belerma, desciende por un
hay torbellinos, legua de aquí viene de mí para mí mal llano
como suele acá en con ímpetu furioso y fue engendrada. de palmas y laureles
tierra; y esto tanto, crudo vuelo. Es causa que Rui muy copioso.
que navegando Cualquiera que Díaz nunca duerma, El Paraná-miní está
algunos, los vecinos navega le conviene la gente Chiriguana cercano,
celebran sus exequias con tiempo tomar levantada, que al Paraná
con gran planto, tierra, que en el suelo por donde el pobre traviesa caudaloso,
diciendo que de mil picas en alto viejo anda a la guerra haciendo triangular
Caribdis está a punto dará cierto, con tino por tener en una isla llana
para lo que viniere por tanto muy de paz la tierra. de doce leguas casi
tragar junto. atrás se toma puerto. de sabana.
Poblada está también
Aquí muchas canoas De legua más atrás otra ciudad, Si en este riachuelo
se han perdido, encanalado cuarenta leguas más el otro fuera,
y muchos en mi el Paraná desciende arriba de ésta. que dicen a buscar su
tiempo se anegaron. poderoso, En ella hay de mujer iba
Muy mal al de la un peñasco terrible metales cantidad, el río arriba, espanto
Puente ha sucedido, está tajado empero aunque los no pusiera;
y a aquellos que con de a do se arroja y haya, ¿de qué pues vemos que éste
él aquí bajaron. cae muy furioso. presta?, corre hacia arriba
Que habiéndoles El estruendo que hablando como es algunas veces, y es
Caribdis sumergido, hace es muy sobrado, justo la verdad, de esta manera,
las vidas y haciendas y el humo al aire que el hombre es lo que es justo la razón
trabucaron, tiene tenebroso, que sólo allá les aquí se escriba:
y aquellos que mejor una noche dormí en resta, está cuando uno
les fue en la feria, una sábana, pues vemos plomo crece el otro bajo,
aún lloran todavía su dos leguas de él, mas saca Melgarejo, y el chico corre
miseria. fue la Toledana. y hierro, con tener arriba y corre abajo.
poco aparejo.
El Salto ya me está Yo propio lo he oído No corre el Paraguay
gran priesa dando, a naturales, Al Paraná es ya tanto furioso,
diciendo este lugar tratando de este salto tiempo que dejemos, y es un río mayor
ser propio suyo; y su grandeza, y al Paraguay ameno que el de Sevilla,
y yo, solo en lo estar que estaban con revolvamos, de vista y parecer es
imaginando, temores desiguales en el cual a la clara muy gracioso,
bien veremos

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con ribera vistosa y Alegre es por allí y pero más abundancia de carne media libra
linda orilla. de frescura, de mujeres, al desdichado,
De frescas arboledas de muchas arboledas porque la guerra hace y el peje palometa lo
muy copioso, muy umbroso, en ellos mella, llevaba
y en partes prado con islas que hay en la cual sin interés y en la boca redondo
verde a maravilla. él de hermosura sin haberes aquel bocado.
También tiene los extraña, y parecer con sólo el fin la Mas de otro oí decir
valles más cercanos, muy deleitoso. siguen de tenella. que lamentaba
lagunas, negadizos y Entra aquí Pilcomayo Y así, lector curioso, su suerte desastrosa y
pantanos. que, vertiendo si quisieres triste hado,
sus aguas, del Perú el número saber de que en la boca de un
Una laguna tiene de viene corriendo. las doncellas, pez perdido había
gran fama de cuatro mil ya lo que el pez le cortó
llegada al Ipití que Cuatro leguas arriba pasan como estrellas. con gran porfía.
dicho habemos. está situada
De los Mahomas es, la gran ciudad, De frutos de la tierra Dorados hay
y así se llama, antigua y populosa, y de Castilla, enormes y crecidos,
que aquesta gente que es dicha la de pan, y vino, y mandís, rayas,
habita sus extremos. Asumpción, que fue carnes y pescado pacúes amarillos;
En el río Bermejo se poblada hay copia; pero oíd la muchos pescados hay
derrama, por Salazar en era maravilla desconocidos,
y que esta tenga muy famosa. que sé que aconteció por tanto determino
perlas lo sabemos, Es aquesta ciudad tan un día pasado. no escribillos.
el Mahoma, señor de regalada, Un peje palometa, Los indios naturales
esta laguna, que mi pluma que freílla mantenidos
estando en la escribirlo aquí no pensaba una mujer los más son de
Asumpción me dio osa; enharinado, pescado y venadillos,
más de una. algunos, por baldón de la sartén saltó los Guaranís son sólo
con mal aviso, muy de repente, labradores,
En gran precio las la llaman de Mahoma y el dedo le cortó los más dados a caza
perlas éstos tienen, paraíso. redondamente. y pescadores.
empero ellos no
saben horadarlas. Poblose de muy Un palmo y más Aves la tierra cría
Si en su asiento buena y noble gente tendrá la palometa, diferentes
españoles se en tiempo de don y mayor en el ancho que habitan por las
detienen, Pedro de Mendoza, que una mano. islas de este río,
de los hostiones aunque hay, como A donde hace presa pavas y avestruces
procuran de sacarlas sabemos, al presente fuerte aprieta, muy valientes,
y al español con ellas en abundancia ya de como suele hacer el neblíes y falcones de
luego vienen. toda broza. crudo alano. gran brío.
El orden pues que La causa de este mal Es cosa de notar ver Culebras hay y
tienen en pescarlas inconveniente que acometa víboras, serpientes,
es fácil, que en paréceme será la este pequeño pez a que han tenido con
pequeños redejones gente moza, todo humano, hombres desafío.
a veces sacan veinte que, aunque salen del río vi salir un día En otro canto aquesto
y más hostiones. valientes y un soldado contaremos,
esforzados, gritando, y en el y cosas admirables
Antes de la al mal y no al bien muslo un gran trataremos.
Asumpción hay son muy inclinados. bocado.
angostura Que aquesto ahora
del río, y así corre Gran copia de Juzgose allí al tocamos de pasada,
allí furioso. mestizos hay en ella, presente que faltaba

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y cierto que en Quién no se admirará El instinto de un vil
pensar yo la Demás de que en luego en oyendo animalejo,
extrañeza nosotros señalada que hay un papagayo Eyra ha por nombre,
de las cosas que he la lumbre está de muy hermoso, me ha admirado;
visto, embelesada Dios como creemos, la hembra cuando de suerte es y de
me queda la y el alma por él huevos va poniendo, forma de un conejo,
memoria, y mi mismo fue criada tres pone, que es el mas mata, como
rudeza a su bendita imagen, número gracioso. vemos, un venado,
en éxtasis se pone lo leemos. Al punto que los salta y aferra firme
enajenada Para que de esta pollos van saliendo en el pellejo,
de toda la humana suerte doctrinada conoce el papagayo y en el seceso da
naturaleza. en bien fuese así el que es vicioso fiero bocado,
Y habiendo de mismo, si queremos y sobra; y así le mata haciendo con las
escribirlo todo en mirar las corporales en aquel día, uñas tal camino
suma, criaturas, dejando macho y que saca al animal el
la mano está veremos que son hembra para cría. intestino.
temblando con la vivas escripturas.
pluma. Al Micuren dio Dios Lo mismo hace al
La flor de la granada una bolsilla hombre y otra cosa
Dejemos, pues, ya el o granadilla por medio de los una horrenda culebra,
río, que corriendo de Indias, y misterios pechos, en que que es nombrada
por él quinientas encerrados, encierra Curiyú, muy grande
leguas sin contento, ¿a quién no causará siete u ocho hijuelos; y espantosa,
del enemigo a veces gran maravilla? si seguilla de largo y de grosor
yo huyendo, Figúranse los doce procura otro animal, descompasada;
jamás pude hallarle consagrados le hace guerra lo que ha comido y
nacimiento; de una color verde y a quien le sigue, y traga no lo bosa,
de otros con porfía amarilla; guarda su cuadrilla ni echa por abajo,
les siguiendo, la corona y los clavos como suele hacer la mas posada
he hallado el tresmorados brava perra; en tierra la barriga, se
principio y tan natural están, y y en viéndose de mal abre y echa
fundamento. casi al vivo, libre y de duelos, aquello que de nada
Y quiero darle ya al que yo me admiro abre la bolsa y salen le aprovecha.
canto tercero, agora que lo escribo. los hijuelos.
que cosas espantosas Las víboras que son
cantar quiero. Un árbol hay El Yumirí, que es oso más ponzoñosas,
pequeño de la tierra hormiguero, cascabel en la cola
que tiene rama y hoja ¿a quién no espantará tienen puesto,
La Argentina menudita; su compostura? de diversas colores
Canto tercero en tocando la hoja Por boca tiene un son vistosas,
En que se trata de la ella se cierra, muy chico agujero, saltando de la tierra,
calidad de la tierra, y en el punto se pone como un novillo y de su puesto,
animales, reptiles y muy marchita. grande, y de hechura arremeten al hombre
espantosísimas Yo he visto yendo del oso acá común; muy furiosas
víboras y serpientes; veces a la guerra no es carnicero, hasta morder con
de la sirena, del por los campos y prívale de serlo el rabia el rostro y
carbunclo, de unas aquesta yerbecita, angostura gesto.
mariposas que se Caycobé se llama, y de la boca, mas A do las hay crió
tornan en gusanos, y es tenida vence al tigre fuerte, Dios una yerba
después en ratones, y por yerba viva, y causándole por que es dicha por su
otras maravillas nómbranla de vida. hambre cruda nombre contrayerba.
de Martín del Barco muerte.
Centenera
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El hombre o animal a y casi siempre está la gente Guaraní del servicio, y
quien le hiere de verde hoja. queda y deshecha, acuden con mil
algunas de estas que el Guaycurú dones,
víboras malvadas, La gente natural y jamás teme su flecha. de suerte que
en un día natural, sin comarcana hablando más de
falta, muere, es de muchas Los Agaces estaban vero
y en él son medicinas naciones diferentes. bien poblados es de éstos el que
excusadas. Empero la más es la en tiempo de don manda encomendero.
Empero si la yerba el Chiriguana, Pedro de Mendoza,
tal bebiere, que están a los y aun eran muy Junto a la Asumpción
antes que doce horas cristianos obedientes. valientes y está una sierra,
sean pasadas, Ya no comen esforzados. nombrada Lambaré,
escapa. Aquesta aquéstos carne Los cristianos sierra afamada;
yerba Dios le ha humana, hicieron tal destroza en gran parte de toda
dado si no es por en ellos, que los aquesta tierra
el mismo cascabel exquisitos accidentes indios y soldados ninguna tan alta hay,
muy apropiado. en guerras y mataban sin piedad a tan encumbrada.
conquistas con toda broza, Allí dio Salazar muy
¡A quién no paganos, y así vino la cosa a cruda guerra
admirarán las cosas empero no de carne tal estado a Lambaré y su gente
tales! de cristianos. que no hay hoy del rebelada.
Pues más he de decir Agaz pueblo Y muy cerca de allí,
en este canto, Una pestilencia poblado. bajando al río,
que contaré en él grande hubo venido oíd una batalla y
cosas desiguales, de que muchos También había desafío.
muy raras, peregrinas Guaranís se murieron muchos Guatataes,
y de espanto. que carne de que es gente muy Habiendo Salazar
Agora de la tierra y cristianos han amiga de cristianos, aquí vencido
naturales comido, y otros que se llaman el bravo Lambaré y
de la Asumpción la peste les sucede Mogolaes, toda su gente,
digamos tanto atribuyeron. que viven en esteras a los pies de alta
cuanto, También por por los llanos; sierra le ha salido
y luego escribiremos desabrida aborrecido aquéstos, y también una terribilísima
mil cosillas la tienen, según Coñamequaes, serpiente.
que bien podré muchos me dijeron, están de la ciudad Con ánimo gallardo
llamarlas maravillas. que más les sabe algo cercanos; y muy crecido
carne de un pagano acuden a servir con embraza la rodela
El temple la que no la de español gran contento, diligente,
Asumpción tiene o castellano. aunque de ellos no y comenzando a
gracioso, hay repartimiento. darla con la espada,
apacible, sereno y Los Guaycurús en tierra echa una
claro cielo; habitan la otra banda, Los Guaraníes solos mano destroncada.
invierno frío, estío es gente muy valiente repartidos
caloroso, y belicosa. están, que las demás La sierpe con la cola
algunas veces nieve, Cuando nuestro generaciones, revolviendo
también yelo. español en guerras aunque lo están, y al buen Capitán diera
De invierno y de anda, han sido sometidos muy airada
verano está hermoso alquila Guaycurús al español, mas son un golpe tan terrible,
el campo todo el año, por donde osa por ocasiones, que cayendo
verde el suelo, al Guaraní seguir, que tienen los que venía el Capitán, y
porque de cuando en que le dan tanda mandan eximidos con la espada
cuando bien se moja, aquéstos de tal en el suelo se tuvo, y
suerte, que medrosa acudiendo

11
con una venturosa dispone que no haya antiguamente fue y entúrbiase el espejo
cuchillada, de tenella? gente, y creemos, de repente,
tal golpe de revés da De arriba, de lo alto nos dicen, está el pues para que el
con destreza, todo viene, diablo atormentando carbunclo de algo
que ahí la sierpe dejadlo al que poder aquellos que pecaron preste
queda sin cabeza. en todo tiene. en nefando. en vida el espejuelo
Gran grito y alarido y sacan de éste.
La del tigre no fue Volviendo a nuestra gran estruendo
tan grande hazaña, historia, río arriba allá dentro parece ¡Cuán triste se halló,
aunque era muy una laguna está muy que resuena y cuán penoso
terrible y espantoso; afamada, cuando se allega Rui Díaz Melgarejo!
matolo antes que Itapuá se llama una junto, estremeciendo Que hallado
fuese a nuestra peña viva, el cuerpo queda todo había, a mí me dijo,
España está en medio de con gran pena. de uno hermoso;
aqueste Capitán tan aquélla levantada. Algunos de temor perdiolo por
valeroso. Compéleme el temor vuelven huyendo; habérsele volcado
Y habiendo ido, que no lo escriba, pajas, se les antoja, y una canoa en que iba
volvió, cosa extraña, mas no lo dejaré; es el arena muy gozoso.
que siendo tan prolongada que son diablos que Yo le vi lamentar su
valiente y poderoso, de cien codos la vienen en pos de suerte y hado
murió pobre, dejando piedra, y muy ellos, diciendo: «si el
muchos hijos, derecha y vuelven erizados carbunclo no
con pleitos y y arriba en lo los cabellos. perdiera,
demandas y litijos. supremo una con él al Gran
vestecha. Y no lejos de aquí, Philipo yo sirviera».
Por armas le dio el por propios ojos,
Rey el tigre fiero Es como el Ave el carbunclo animal Andando por la
con Lambaré, la Fénix muy graciosa veces he visto. guerra y escuadrones,
sierra que he que pintan los Ninguno me lo de mí fueron mil
contado, autores, y su nido juzgue por antojos, cosas conocidas.
y un hábito y señal compuesto es de que por cazar alguno Trataré de una forma
de caballero, especiosa y olorosa anduve listo. de ratones,
con que a las Indias madera, que en mis Mil penas padecí, y y de vista hablaré y
vuelve muy honrado. manos la he tenido; mil enojos, no de oídas.
Mas como nunca dio la sirena también, en seguimiento de él, Unas cañas he visto,
en tener dinero, bella y hermosa ¡mas cuán bien y cañutones
murió sin dejar solo como una bella quisto tan gruesos como
ni un cornado, dama, ha parecido y rico y venturoso se piernas muy
que aquesto de tener en medio esta laguna, hallara crecidas;
la plata a sobra, y aun gimiendo aquel que Auagpitán catorce y quince
yo tengo firmemente y sus doradas crines vivo cazara! tiene pocos menos
que Dios obra. esparciendo. cada caña, y de agua
Un animalejo es, todos llenos.
De qué me sirve a mí Otra laguna grande algo pequeño,
querer riqueza, más crecida con espejo en la El agua es muy
y andar aperreado de más admiración frente reluciente sabrosa, clara y fría,
por habella, que aquésta vemos, como la brasa ignita mas yendo ya la caña
si Dios por me azotar que está la tierra en recio leño, madurando,
me da pobreza. adentro algo metida; corre y salta veloz y un gusano se
¿A quién presentaré los indios del Acai en diligente. engendra adentro y
yo mi querella sus extremos Así como le hirieren cría,
si la Suprema Causa habitan, y ellos dicen echa el ceño y al cañuto el gusano
y Suma Alteza que fundida horadando

12
afuera mariposa terrible si comienza y aunque dentro se pues de lo que con
parecía; su contienda. crían alimañas, mal se ha granjeado,
con las alas Así está desta plaga están tan encerradas que se pierda y el
comienza de ir tan medrosa como encima. dueño esperaremos.
volando, la gente del Ubay, Quien a cortar va Don Pedro de
y por tiempo las que viendo senda cañas, por mil mañas Mendoza fue soldado
pierde, y queda por do huir su tierra que tenga, a las veces cuando hubo
hecho y nacimiento, se lastima disensión entre
de forma de ratón la dejan por tener con púas, con Supremos,
hecho y derecho. algún contento. espinas, con abrojos, y al tiempo de pillar
y el mal sale mil hinchó la mano;
Al tiempo que en la También hay otras veces a los ojos. mas todo su trabajo
caña están metidos, cañas muy mayores salió en vano.
a gente natural son (del grueso son de un Mas ya estoy
nutrimento. roble bien crecido) enfadado en este Borbón perdió la
Frutos sabrosos son, en que se crían canto, vida; Juan de Urbina
mas ya salidos gusanos, y mejores; ¡cuánto más lo estará entró en Roma
a luz, causan dolor, de los unos y de quien le leyere! cantando la victoria;
pena y tormento, otros he comido, Dejemos de contar de aqueste asalto y
porque tornados ya y en muy poco defieren cosas de espanto, saco y grande ruina
convertidos sus sabores. volver quiero a don don Pedro
en ratones, consumen Estando el uno y otro Pedro. Quien enriquecido, en vana
el sustento, derretido, quisiere gloria,
y privan muchas manteca fresca a mí las mudanzas saber y a don Carlos pedía la
veces de la vida me parecía, crudo llanto argentina
al natural, quitando ¡mas sabe Dios el de fortuna, y de provincia,
su comida. hambre que tenía! aquel que las pretendiendo su
siguiere, memoria
De veinte mil En los mojos de con mucha atención levantar en conquista
pasaron, naturales, aquestas cañas lea diligente de paganos
que murieron a causa vimos, el canto lastimoso con dinero robado
del estrago con agua bien aquí presente. entre romanos.
que hicieron aquestos sabrosa, más
animales, gusanos, Como fuese de suyo
que en todo el Ubay ni dentro ni de fuera La Argentina gran guerrero,
dejaron pago los sentimos Canto cuarto viéndose de riquezas
de planta, ni maíz, ni en toda la montaña ni abastado,
sementales, en los llanos. En que se trata de la ofreciose a gastar
sin pasar por aquel Las cañas por más cruda hambre mucho dinero
tan crudo trago. cumbreras las que se ha visto entre y el Río de la Plata
Dejando desta vez pusimos, los cristianos, la cual ha demandado.
tan asolada con tener otros palos padecieron los de Don Carlos, en valor
la tierra, que tardó de muy cercanos, don Pedro de claro lucero,
ser poblada. mas no había qué Mendoza en Buenos el título le da de
temer, que la corteza Aires, y cómo se Adelantado;
No hay bruco, ni tenían de terrible pobló el Argentino y así hizo una gruesa
langosta perniciosa, fortaleza. de Martín del Barco y rica armada
ni erugo, ni otra Centenera de gente muy lucida
plaga que yo Es tanta la espesura y extremada.
entienda, de las cañas, Lo que ha sido muy
que iguale a esta a do las hay, que es justo y bien ganado Dos mil soldados
maldita mariposa, cosa de gran grima; muchas veces se salen de Castilla,
pierde, como vemos,
13
sin gente de la mar y A Neptuno y sus otros San Nicolás, de los negros
marineros. ondas carniceras que puso quilla haciendo anotomía.
Juntáronse en alarde se entregan y costado, de nos
allá en Sevilla, invocando a tenga mancilla. Tomose de estas islas
y viendo tan lucidos Santiago. bastimento,
caballeros, Las naves van El sexo femenil y también se
salían a los ver a corriendo muy lacrimoso refrescaron los
maravilla ligeras, levanta hacia el cielo soldados,
tan apuestos a punto rompiendo con gran vocería. y diose con presteza
de guerreros. furia el ancho lago. Con la furia del vela al viento,
Mas dicen: «pues se ¡Oh lástima y viento tan furioso los ánimos de todos
van estos soldados, angustias lastimeras, la una nave de otra se bien osados.
recemos los oficios horrendo y gran desvía; Mas, ¡ay dolor!, cuán
de finados». temor, oh crudo mas volviendo la mar presto a más de
trago! en su reposo ciento
Al fin salió de Que tan brava conviértese el dolor de poco prestará ser
España aquesta tormenta se levanta en alegría, esforzados,
armada que el más fuerte y y llegan a Canaria que la hambre
muy rica, muy bizarro más se muy ufanos, pasando de la zona
hermosa y muy espanta. do toman tierra y a roso ni velloso no
lucida, salen muy galanos. perdona.
de todos adherentes Don Pedro con buen
abastada, celo y pecho pío, Después de haberse Con próspero
aunque hubo después « en Dios aquí ya refrescado, nordeste favorable
hambre muy crecida. pongamos», dice, «la a proseguir tornaron camina alegremente
La gente que esperanza, su viaje. nuestra armada,
embarcó era y pues es para más su Habiendo ya diez y el mar más
extremada, poderío, días navegado, sosegado navegable,
de gran valor, y Él nos dará muy halláronse muy cerca la línea en breve
suerte muy subida. breve mar bonanza». del paraje tiempo fue pasada
Mayorazgos e hijos Los pilotos, con de las islas y cabo con viento en popa
de señores, grande desvarío, que es llamado próspero y amigable,
de Santiago y San dicen que la tormenta Verde, enfermo de Cabo Frío la punta
Juan comendadores. va en pujanza, asiento y estalaje; ya doblada,
el triste marinero con cansados del sañoso en costa del Brasil
Es Maestre de gran pena y largo lago, tierra tomaron,
Campo un caballero no acierta al aparejo tomaron la que dicen y aun isla Santa
Juan Osorio, que es ni a la antena. de Santiago. Bárbara nombraron.
hombre muy
valiente, «Iza el trinquete, No estaba en este Del gran Carlos las
también va Juan de amaina la mesana, tiempo tan poblada armas le pusieron
Oyolas el guerrero, aferra ese timón que como al presente está y posesión por él allí
Medrano, Salazar, imos perdidos; de lusitanos; tomando,
Luján prudente. a la bomba, a la no está mucho la y luego su viaje
Otros muchos que bomba muy de gana, costa desviada, prosiguieron,
van decir no quiero, que seremos de poblada de valientes y en el puerto de
que cada cual bien presto sumergidos». Africanos; Vera le encerrando,
puede ser regente; Cuál llama San de color negra y son bien comiendo
mas Osorio entre Lorenzo, cuál Santa muy tiznada alegres estuvieron.
todos se señala, Ana, los que más a Cabo Continuó por la
y en todo lleva a San Telmo dicen Verde son cercanos. playa mariscando,
todos palma y gala. otros afligidos, Y tienen en común que hay en aquel
carnicería, puerto grande suma

14
de hermosos comenzó a castigar aquella bella tierra mas poco le
pescados como Dios el armada contemplaba aprovecha, que la
espuma. con un grave flagelo y a España no volver perra
y cruda espada. jamás juraba. pestífera cruel
Estando pues aquí, hambre canina
ha comenzado Desde que empieza A Juan de Oyolas a todos abandona y
el demonio sus cosas el mundo está sabido hubo despachado los arruina.
tan usadas; el castigo que hace don Pedro el río
Salazar que con otros Dios eterno, arriba, porque La gente ya
se ha juntado por vista de los ojos asombre comienza a
a Juan de Osorio dan conocido al indio. Va con él un enflaquecerse,
de puñaladas. está cuando la estima buen soldado las raciones se
Envidia y cobardía lo el Sempiterno; llamado Salazar, acortan cada día,
han causado, la muerte del que es valiente y hombre. no puede el padre al
por ser las obras dél justo y bien creído Don Pedro en este hijo socorrerse,
tan señaladas; tenemos la castiga tiempo hubo que cada cual su
a don Pedro hicieron con infierno, enfermado muerte más temía;
que creyese que la sangre de Abel del morbo que de y aunque es muy
que le iba en esta el inocente Galia tiene nombre; natural el condolerse,
muerte el interese. clamando está ante con miedo de y cada cual del otro
Dios omnipotente. morirse en aquel río, se dolía,
Al principio el error, a Castilla se vuelve empero más su vida
aunque pequeño, en un navío. procuraba
grandísimo se hace al Al fin de aquesta isla y caridad de sí la
fin y cabo. se ha pasado Volvía, pues, don comenzaba.
Era este caballero con algunos Pedro en su viaje
halagüeño descuentos que no a España sin haber Un hecho horrendo
con todos; y en digo, puerto tomado; digo lastimoso,
aquesto más le alabo y el Río de la Plata se empero a vueltas ya aquí sucede: estaban
que en verle ha tomado, de aquel paraje dos hermanos;
sacudido y zahareño y el puerto San que llaman las de hambre el uno
con nobles, de lo Gabriel de desabrigo. Terceras ha acabado. muere, y el rabioso
cual le desalabo, De allí luego pasose Así no gozó bien ni que vivo está, le saca
que al más pobre al otro lado, su linaje los livianos
soldado en más tenía a Buenos Aires que el tesoro que en y bofes y asadura, y
que diez de es de más abrigo, Roma había pillado. muy gozoso
presumpción de a do fue el lastimoso Dichoso el que los cuece en una olla
hidalguía. acabamiento atesora allá en el por sus manos
de tanta bizarría, cual cielo, y cómelos; y cuerpo
Fue causa, según yo cuento. que es burla atesorar se comiera,
dicen, esta muerte acá en el suelo. si la muerte del
tan fuera de razón, De ver era salir en muerto se encubriera.
contra justicia, aquel llano Quedó por Capitán y
del funesto suceso, al soldado valiente y por Teniente, Comienzan a morir
horrible y fuerte caballero y en muerte sucesor todos rabiando,
del infeliz don Pedro de sedas y brocado de aquella tierra, los rostros y los ojos
y su milicia. muy galano. Oyolas, que fue consumidos;
Que echada esta A guisa y parecer de arriba con la gente; a los niños que
envidiosa y cruda perulero, acá Francisco Ruiz mueren sollozando
suerte salía con contento hace la guerra las madres les
con tanta cobardía y muy ufano, en Buenos Aires y responden con
gran malicia, y hasta el pobrecito anda diligente, gemidos.
marinero

15
El pueblo sin ventura Una mujer había, y ser con nuestro de plata, y a su gusto
lamentando, llamada Ana, Dios merecedora satisfecho
a Dios envía suspiros entre otras damas creemos la virtud de volvió do a Salazar
doloridos, bellas y hermosas; la pobreza, había dejado
gritan viejos y tomó paga del cuerpo sin su favor la perra con barcos y navíos
mozos, damas bellas, una mañana, es causadora esperando
perturban con forzada de la hambre, de hambre, que es un en tanto que la tierra
clamores las y echa iguala, mal tan sin medida iba talando.
estrellas. al pretensor envía en que dará el padre al
hora mala. hijo por la vida. Salazar, como viese
Es hambre que tardaba,
enfermedad la más Era el galán pretenso Mas volvamos a bajose al Paraguay,
rabiosa un marinero, Oyolas y su gente, do ya dijimos
que puede imaginar el precio una cabeza que sube el río arriba el gran Yanduazubí-
ningún cristiano; de pescado; muy gozoso. Rubicha estaba
la mano está acude a la posada El puerto Paraguay, con el gran Lambaré;
temblando temerosa, muy ligero, que es al presente, y entrambos primos
no quisiera de tal ser y viendo que la dama hallaron del caribe le dicen, de lo cual
escribano. le ha burlado, belicoso. mucho gustaba:
Mi Dios, por vuestra al capitán Ruiz, buen Poblado estaba aquí «En tanto que
sangre tan preciosa, justiciero, el fuerte y valiente nosotros dos
libradme de este de la dama se había Yanduazubí, en la vivimos,
azote, que el tirano querellado, tierra poderoso ayuda te daremos
que llegaba a el cual juzga que Capitán, y cabeza como a hermano,
tentaros, bien sabía cumpla el prometido, que regía, a ti y todo nombre de
que es grave mal la o vuelva lo que tiene y toda la comarca le cristiano».
hambre en demasía. recibido. temía.
En esto vuelve
Fue cierto celebrada Maldito seas, juez, si Aquéste fue en favor Oyolas diligente
allí su saña, no quisieras de los cristianos, con plata, mas no
de aquesta matadora mirar a nuestro Dios e hizo a Salazar que halla los navíos.
sin medida, omnipotente, allí poblase. El hecho viendo el
con tanta crueldad y y de esto a buen Oyolas pasó el río y indio de repente,
tan extraña, juzgar te los pantanos, la carga de la plata
que no podrá de conmovieras, diciendo a Salazar deja y líos,
alguno ser creída, y a quitar el pecado que le aguardase. y acude contra
no hizo ella jamás tal subsecuente Llegó donde hinchó Oyolas y su gente;
otra hazaña por evitar la muerte, muy bien las manos, no puede
en Roma, ni en Judea lo hicieras. mas Dios no fue escabullirse, que los
referida, Que claro está que el servido que tornase, ríos
como ésta: de dos casto y continente que Salazar no están delante de él, y
mil que se contaron, mejor pasa la hambre cumple el prometido, así murieron
con la vida que el vicioso por do el pobre de el pobre y los demás
doscientos no y dado al vicio y acto Oyolas se ha perdido. que con él fueron.
escaparon. lujurioso.
El Paraguay arriba Los indios que esta
No quiero referir Sabemos, semejante poco trecho gente aquí mataron,
extrañas cosas a esta bajeza, había Juan de Oyolas Payaguaes se dicen
causadas de esta que causa otras dos navegado; belicosos;
perra y vil tirana, mil esta traidora, saltó en tierra, y a muchos en mi
que bien pudiera yo que aunque dice el camina bien derecho tiempo cautivaron,
muy dolorosas. refrán que no es la vuelta del Perú, y y yo también lo fui
vileza, bien cargado de estos furiosos.

16
Salazar y los otros y el nombre de este era en los principios cesado había la
que bajaron pece el indio aplica a dar prueba hambre, y mucho
poblaron en el puerto al amiga que tiene, de virtud y bondad, trigo
muy gozosos. deseoso predicadores. tenían, y otras cosas
Las familias de siempre la gozar, El dicho del poeta lo que han sembrado.
aumentan con sus que significa comprueba, A la Asumpción se
hijos mazacara la cosa que que el vaso en que suben al abrigo,
y se entregan a es amada, una vez echan licores los unos y los otros
dulces regocijos. que no enfada por ser guarda bien el sabor se han juntado,
muy estimada. siendo reciente, que la virtud estando
El Guaraní se huelga así ni más ni menos bien unida
en gran manera No había en este caso es la gente. más fuerte vemos
de verse emparentar alguna enmienda, que es que
con los cristianos, por ser en general Estando pues el desparcida.
a cada cual le dan su costumbre mala, pueblo muy ufano
compañera que aquel que al gusto y paladar de Estando así,
los padres y parientes convenía poner la su medida, cualquiera procuraba
más cercanos. rienda, juzgaron por consejo hacer casas, estancias
¡Oh lástima de ver sin guarda de bueno y sano y hacienda;
muy lastimera, excepción todo lo a Irala obedecer toda y aunque la dulce
que de aquestas tala; su vida. España deseaba,
mancebas los aprenden de la Sobre esto muchos y más el que tenía
hermanos, escuela y de la tienda dicen ser tirano, alguna prenda,
a todos los que están en esto los demás será bien esta cosa el imposible visto,
amancebados, todos de Irala, conocida trabajaba
les llaman hoy en día que aunque en de todo aquel curioso cualquiera, por no
sus cuñados. muchas cosas que leyere haber plaza ni tienda,
concertado, el canto que tras éste por donde todos eran
A tal término llega en esto de la carne se siguiere. labradores,
aquesta cosa, desfrenado. monteros, hortelanos,
que cada cual vivía a Que yo no he de pescadores.
su albedrío; Y el mal era mayor y juzgar aquí sus
aquel que india tenía más crecido, hechos, Don Carlos V en esto
más hermosa, que los gobernadores decir lo bueno y ha proveído
se juzga por mejor y se han jactado malo me conviene. por su Gobernador y
de más brío. de tener mazacaras; y Confieso que hizo Adelantado
Y en siéndole la india ha venido Irala mil provechos, a Cabeza de Vaca,
enfadosa, a términos la cosa, por do en aquella que ha salido
libelo de repudio con que tratado tierra fama tiene. de allá de la Florida,
desvío con ellas han, e hijos Algunos perseguidos donde ha estado
concede, y toma a han tenido y desechos cautivo de los indios,
otra mazacara, en público, y por por él fueron, y y metido
que manceba la suyos los han criado. quiera Dios no pene la tierra adentro a
llama a la clara. ¡Vedlos pequeños tal en pago de sus fuerza de su grado.
que documento culpas, y los males Diremos de él
habían de tomar de que hizo a Diego de después, en
Mazacara es un pece tal descuento! Abreu y leales. entretanto
muy sabroso, cesemos hasta ver el
y tanto que los indios Cuanto convenga en Mandando, pues, la quinto canto.
cosa rica tierra, cuando es tierra como digo
le dicen, por ser pece nueva, Irala, y Buenos Aires
tan gustoso; sembrar buena despoblado, La Argentina
semilla, labradores, Canto quinto
17
En este canto se dice no andaba por la que su placer se en Cabo Verde, que
cómo vino Alvar plata codicioso, vuelve en triste es de lusitanos,
Núñez Cabeza de metido en su morada llanto, entraron; y aunque
Vaca al Río de la y aposento los cuellos era tan contraria
Plata, y de su prisión labrado, muy pulido, entregando al entonces su nación a
y trabajos que de ella muy costoso, carnicero. Castellanos,
sucedieron, y del sin curar de tapiz o Pensaron de salir de no le fue la nuestra
gran Moxo, Señor paramento. un gran quebranto, allí adversaria,
del Paytití Y al fin por interés la y dieron en un hondo que a todos los
de Martín del Barco furia ingrata, sumidero, reciben como a
Centenera Discordia, su como verá cualquiera hermanos,
contento desbarata. que esté atento que al fin la
Segura vida llaman a la historia presente diferencia es de tal
la pobreza, ¡Qué fuera si que yo cuento. guisa,
y de santos, de santas tuvieran plata y oro! que para las más
es amada; Que aquesto más Habiendo aquel que veces todo en risa.
también la Majestad conmueve en esta al mundo dio de
y sacra Alteza vida, mano Después de haberse
amándola le dio que al fin aquel que en trueco del eterno y aquí ya refrescado,
suerte estimada. tiene gran tesoro gran reposo, la gente del armada
Aquel que en poco procura su contento dejándole primero muy gozosa
tiene la riqueza sin medida, todo llano con algún bastimento
por cierto vive vida aqueste fin le fuerza y en paz, al heredero que ha tomado
sosegada; el triste lloro, muy dichoso, se embarca, por le ser
y el que con su y llanto al navegante juzgado por consejo muy deseosa
pobreza se contenta en su corrida, bueno y sano, la fin de su viaje
más rico es que el y aquésta a veces de dar hombre comenzado,
que tiene mucha causa en este mundo valiente y belicoso, juzgándole por cosa
renta. a muchos que al Argentino envía provechosa,
desciendan al Adelantado, que vemos que
Las guerras y las profundo. que Cabeza de Vaca cualquier
grandes disensiones fue nombrado. descubrimiento
el interés las causa, Mas oro y plata es lo es al tono de boda o
como vemos. que lo vale, Del cual su armada a casamiento.
Motines y revueltas, y bien es honra, prisa abastecida
rebeliones, mando, poderío, de todo el necesario, La tórrida, que
¡qué de mal por la cualquiera de estas y sus pertrechos, alguno inhabitable
plata padecemos! cosas equivale, de la ciudad de Cádiz escribe, traspasaron
Autores de las santas y trae al retortero al fue partida, de repente.
religiones, albedrío. y a las Canarias No ser en todo
que amastes la Que aunque no sea llegan bien derechos. tiempo navegable
pobreza por forzada, empero sale Los más de todos es sabemos, que el sol
extremos, la voluntad de madre gente lucida, hiere crudamente.
decid, ¿no es más como río, algunos con insignias Un viento hace a
segura la pobreza, y lleva a la razón tras en los pechos, veces amigable,
pues por ella gozáis sí rendida, de nobles y lustrosas navégase con él al
de la riqueza? y a su dicción y encomiendas, occidente.
gusto sometida. y muchos de valor y Después de aquesta
Cualquiera en la grandes prendas. tórrida doblada,
Asumpción está Al fin, pues, interés está casi ya hecha la
gozoso, les fuerza tanto Pasada la famosa y jornada.
con sólo su comer en la Asumpción sin gran Canaria,
vive contento; plata ni dinero,

18
La costa del Brasil sólo a Mendoza y a por no perder su que exceden a la
reconocida, Zárate se deja. gente dio la vuelta. humana compostura.
y un isla, Santa
Bárbara, tomada. En tanto que Alvar San Fernando se dice Una casa el Señor
Por la insignia Núñez caminaba este paraje, tenía labrada
imperial que de al Paraguay con do se tuvo noticia de de piedra blanca toda
corrida guías muy derecho, riqueza, hasta el techo,
allí fue por don su gente con salud mas era tan enfermo con dos torres muy
Pedro bien fijada, toda llevaba el estalaje, altas a la entrada,
conocen que su a manos el camino de que cobran los había del una al otra
armada fue surgida indios hecho. soldados gran poco trecho.
en ella, mas tocando Sabido por Irala que tibieza; Y estaba en medio de
de pasada, llegaba, dejaron a esta causa ellas una grada
el rumbo con maña, que la su viaje, y un poste en la
enderezaron muy usaba en su que promete sacarlos mitad della derecho,
aína provecho, de pobreza; y dos vivos leones a
al isla dicha Santa envía a cierta gente que la piel por la piel sus lados,
Catalina. de corrida el mentiroso con sus cadenas de
que el parabién le nos dijo que da el oro aherrojados.
De aquí el den de su venida. hombre y el reposo.
gobernador ha Encima de este poste
despachado Sobre cuarenta el Si la muerte no teme y gran coluna,
con gente que quinto año corría, aquesta gente, que de alto veinte y
descubran el camino cuando el buen Alvar el Argentino fuera cinco pies tenía,
a Dorantes de Béjar, Núñez ha llegado, más somoso de plata estaba puesta
buen soldado, y no el cuarenta y el día de hoy, que una gran luna,
el cual fue, y con siete se cumplía nueva ciertamente que en toda la laguna
presteza mucha vino. cuando se ve de se tuvo aquí de un relucía.
Noticia del camino grillos rodeado. indio belicoso. La sombra que hacía
cierta ha dado, La causa de este mal La plata y oro bello en la laguna
por donde caminando y tiranía, reluciente muy clara desde
con buen tino, y de caer el pobre de se ha visto, no es aparte parecía.
la tierra adentro su estado, negocio fabuloso, ¿Quién hay que no
entraron muy envidia fue, que que cántaros de oro a tomara una tajada
gozosos, suele, do se ofrece, maravilla de la luna aunque
mas de los naturales aquello combatir que tenía aqueste indio y fuera de menguada?
recelosos. más florece. gran vajilla.
Pasadas estas torres
No quiero referir la Llegado al Paraguay En una gran laguna se formaba
gran miseria, se determina éste habitaba, una pequeña plaza
trabajos, infortunios de ir el río arriba en torno de la cual bien cuadrada;
que sufrieron descubriendo, están poblados en el mayor estío
en aqueste camino, y y sin hallar noticia de los indios que a su fresca estaba,
su laceria, oro o mina, mano él sujetaba que de árboles está
y hambre y sed que con barcos y navíos en pueblos por gran toda poblada,
todos padecieron. fue subiendo. orden bien formados. los cuales una fuente
Pues vemos no murió Trecientas y más En medio la laguna los regaba,
en aquella feria leguas pues camina se formaba que en medio de la
alguno de trecientos hasta saber de plata; un isla de edificios plaza está sitiada,
que allá fueron. pero viendo fabricados con cuatro caños de
Que aquesto de las que la rabiosa muerte con tal belleza y oro gruesos, bellos,
hambres y su queja andaba suelta, tanta hermosura que yo sé quién
holgara de tenellos.

19
a tantos, pues que
La pila de la fuente En alto está un altar Volviendo pues la Hércules el griego
más tenía de fina plata gente de su entrada, no pudo contra dos
de tres pasos en con cuatro sucede en la entrar en juego?
cuadra su hechura, lamparillas a los Asumpción una
de más que de lados tormenta: Irala astuto, sabio,
hombre mortal encendidas, y alguna dos hombres la cauteloso,
parecía no se mata, levantan, que del enfermo se hizo
en talle, perfección y que están cuatro excusada en este punto,
compostura. ministros diputados. la tal o motín es, si y por quedar él libre
En extremo la plata Un sol bermejo más no lo inventa y ganancioso,
relucía que una escarlata el pecado, que cosa según pude saber, y
mostrando su fineza allí está con sus es muy usada. lo barrunto,
y hermosura. rayos señalados, Lebrón el uno es, el a Cáceres, agudo y
El agua diferencia no es de oro fino el sol otro Armenta; bullicioso,
mostraba allí adorado, desde que el le dice con Venegas
de la fuente y pilar ¿mas hay de quien él Gobernador preso vaya junto
do se arrojaba. sea desechado? tenía, y Cabrera, del Rey
muy bueno ha tres oficiales,
La puerta del palacio Aqueste gran Señor andado Armenta, les principio y
era pequeña, de esta riqueza decía. causadores de estos
de cobre, pero fuerte el gran Mojo se dice, males.
y muy fornida; y es sabido Sucede a prima
el quicio puesto, y muy cierto su valor y noche el desbarate, El pueblo
firme en dura peña, su nobleza; el pobre caballero conmovieron
con fuertes edificios su ser y señorío está durmiendo. ignorante,
guarnecida. enriquecido Entrégales la puerta y en odio le
Seguro que del pelo de sus vasallos, Juan Oñate, encendieron como
y de la greña fuerzas y destreza, y así de golpe brasa.
del viejo del portero, por nuestro mal entraron con Acude a la prisión, y
que es crecida, habemos conocido, estruendo. en un instante
pudiéramos hacer un que pocos tiempos ha A voces dicen todos le sacan muy asido
gran cabestro, que en cortas trechas ser dislate de su casa.
oíd pues del viejazo probamos la fiereza que con la vida Irala se ha hallado
el mal siniestro. de sus flechas. quede, que viviendo muy triunfante,
habrá de causar mal, que cierne, hiñe y
Aquellos que por ¡A qué no fuerzas, pues está cierto masa aquesta masa,
dicha ya han pasado hambre detestada el hombre no hablará y siendo el preso
por medio de las del oro, que los después de muerto. puesto en tal aprieto,
torres y coluna, ánimos perdidos por caudillo de todos
habiendo las rodillas tras ti llevas con Rasquín con un es electo.
ya postrado, ansia tan nefanda arpón enarbolado
levantando los ojos a que ciega las le apunta
la luna, potencias y sentidos! amenazando que se Comienza
aqueste viejo así les Con todo desque ven diese. gobernando pues
ha hablado que la muerte anda De la cama se ha el Irala
con una muy feroz de priesa, con temor pobre levantado, su negocio a entablar,
voz importuna, los doloridos sin saber de este caso y aficionaba
y dice: «A este que habían cómo fuese. a todos, y en mil
adorad, que es solo emprendido este La espada con gran cosas se señala,
uno viaje, ánimo ha empuñado; y al pobre con más
el Sol, y fuera dél se vuelven para atrás mas ¿quién era veras ayudaba.
otro ninguno». de este paraje. posible resistiese

20
Empero corta, consigo mucha gente el Lazcano malvado, y préndele al punto
abrasa, hiende, tala han congregado; pues no tiene de improviso,
al que el contrario Irala ha procurado de los filos del intento, y la cabeza córtanle
bando acompañaba, seguilla, malos votos, en la plaza.
de suerte que el leal y algunos los que con presteza a Al tiempo que cortar
era tenido conmueve por regalo, muchos sobornando, se la querían,
por hombre vil, y a muchos cuelga y al Abrego procura a sus hijos habló que
infame y abatido. pónelos de un palo. den el mando. allí venían.

A muchos ahorcó de Irala sale en esto con Malvado llamo a A don Diego el
los leales, armada, Lazcano yo en mi mayor habló
diciendo que la tierra y el río arriba yendo verso primero,
perturbaban. bien se aleja; por ser causa primera diciendo en alta voz:
A tal punto se vino, y porque la ciudad de un gran daño, «Mira que seas
que los tales sea gobernada, que nunca se vasallo de tu Rey
en los montes y a don Francisco de perdiera el universo muy verdadero,
bosques habitaban. Mendoza deja. por Mendoza mandar porque en aqueste
Los que eran Lazcano, muy siquiera un año; trance no te veas;
causadores de estos malvado de celada, que si buen celo y pues, hijo, tú ves
males, con ánimo tuvo, al fin fue cómo yo muero,
lo bueno de la tierra endiablado se le adverso así la gloria eterna tú
se gozaban; queja, a Mendoza causando poseas
los otros hambreaban diciendo no conviene un mal tamaño, que cures de vivir
suspirando que tuviese y al Abrego de siempre de suerte
y a Dios justa por un tirano el muerte, y gran fatiga que no mueras
venganza suspirando. mando y desistiese. a todos cuantos eran también de aquesta
de la liga. muerte».
Entre otros que Y que él con los
prendió fuera leales trataría El Abrego por votos El presagio del padre
Vergara, que en nombre del fue elegido, que moría,
hermano de Ruy gran Carlos se que cédula real dejado por postrero
Díaz Melgarejo, eligiese, dispone de esto, testamento,
y a aquéste si no y aquesto fácilmente y siendo ya del al don Diego de poco
huye le ahorcara, lo haría pueblo recibido le servía,
que voluntad no falta sin que persona comienza de envidar pues tuvo en Santa
y aparejo. alguna lo impidiese. todo su resto. Cruz atrevimiento
Al otro con su hija le Tratolo de tal suerte, El Mendoza se ve tan y pagó en Potosí su
casara; que hacía afligido, tiranía.
Ruy Díaz nunca fue que el triste don y acaso le fue Abrego Diré en otro lugar
de tal consejo, Francisco le creyese; muy molesto, este alzamiento;
y así con los leales se con este engaño y que no pudo sufrir al Abrego volvamos,
ha huido, falso compelido, verse burlado, que sabiendo
andando por los Mendoza de su y oíd en lo que para que Irala vuelve, al
bosques escondido. mando ha desistido. este nublado. monte va huyendo.

Había Diego de Al punto que desiste Con sus pocos Irala, habiendo
Abreu tomado luego viene amigos, dicen, quiso tiempo navegado
la mano en señalarse la gente de leales de tratar de recobrar con el Paraguay arriba
con cuadrilla, los sotos, nueva traza con su gente,
contradiciendo a y el Abrego leal no se el mando. Mas este y al buen Nuño de
Irala por alzado. detiene, otro tiene aviso Chaves despachado
Son Abrego y Ruy que espera de tener del caso, y con a que salga al Perú
Díaz de Sevilla, aquí más votos; presteza dale caza, muy diligente,

21
se vuelva a la y algunos al Irala se El valeroso Chaves
Asumpción, que el pasaron caminaba A Cabeza de Vaca ya
que ha pecado y fueron con amor la vuelta del Perú volviendo,
no puede asegurar dél recibidos. donde ha salido, lleváronle a Castilla
jamás la mente, Los otros, que más con trabajo sobrado aherrojado.
que no puede tiempo porfiaron, que pasaba Agora que lo estoy
hallarse mejor vinieron con dolor de gente que el aquí escribiendo
ciencia, muy afligidos, camino le ha me admiro, cómo
ni prueba que le que el nombre de leal impedido. nunca castigado
iguale a la era nefando A muchos aqueste caso fue,
conciencia. y en trisca le fuertemente atroz y horrendo,
nombraban, y conquistaba, y el gran
Llegando a la ciudad burlando. y a su dicción y levantamiento
al fin Irala, mando ha sometido, confirmado.
con grande regocijo A tal punto llegó el rompiendo fuertes y En mi tiempo yo vi
es recibido; atrevimiento altas palizadas se recelaba
de Mendoza la del bando del Irala, con obras muy el pueblo del castigo
muerte le desala que casando heroicas y afamadas. que esperaba.
el corazón, y su hija con Vergara,
entrañas le ha por contento Conquistó los Venegas y Cabrera,
rompido. y placer, un soldado Chiquitos, que es pues, al preso
Tras Abrego con suspirando frontera llevaron a Castilla, y
priesa el monte tala, en una farsa sale del gran Mojo, Señor lo entregaron
y a Escaso aquesta descontento, de la Laguna, al Consejo Real con
causa ha cometido, y roto y pobre, y otro y entiendo que si más gran proceso
mas no le fue en el preguntando, adentro fuera y causas, que a su
tiro de su mano, y él responde, a cuestas nos sacara gusto fulminaron.
que un tiro que tiró diciéndole ¿quién la coluna; De aquestos dos el
no sale vano. era?: y Hércules segundo uno pierde el seso,
de los leales soy, que Chaves fuera, al otro en breve
Al Abrego a prender no debiera. y por más le imitar, tiempo lo enterraron.
Irala envía, el sol y luna El preso por
porque él con los ¿Qué, de leales sois?, a cuestas sustentara, sentencia fue privado
leales retirado le dice luego, como al cielo del título y blasón de
andaba por los mirad pues bien el el otro, por le dar a Adelantado.
bosques a porfía, pago que sacado Atlas consuelo.
del remedio de habéis de esa En su lugar habiendo
España confiado. contienda y triste Al fin salió al Perú, proveído
El Escaso, que supo juego donde ha hallado a Sanabria el
dó dormía, que tan contra razón al licenciado Gasca gobierno, va a
una noche le halla habéis jugado. el venturoso. Sevilla,
descuidado, Hermano, por Después de su casose, y el
y al blanco pecho ventura estáis tan negocio relatado, casamiento le ha
apunta, y fue tan ciego procura de volverse impedido
cierto que no veis que es muy gozoso. que no pueda salir ya
que el corazón le andar de pie Un pueblo en el de Castilla,
parte, y deja muerto. quebrado. camino hubo poblado que en breve se
El triste del leal dice por extender su fama murió; y ha partido
Muchos de los leales temblando: deseoso, con el resto de gente
desmayaron hermano, lo que sé Santa Cruz de la y la cuadrilla
por verse sin cabeza que estoy penando. Sierra le nombraba, que en armada
y perseguidos, que el sitio al de su Sanabria puesto
tierra semejaba. había,

22
entregada a la mar, mas nunca tuvo el a sus contrarios tiene sin refriega de mar y
doña Mencía. pobre mina buena. y sometidos. sin tormenta,
Busquemos una que al bueno Dios le
Tomaron de la costa agora en otro canto, En paz tiene la tierra, ayuda y le sustenta.
a San Vicente, que ya cansa decir en gobernando
después a San éste tanto. con gran sagacidad y Desde Castilla al Río
Francisco, do señorío, de la Plata
estuvieron la gente rebelada cuarenta días solos se
algún tiempo La Argentina castigando gastaban,
viviendo Canto sexto con fuerza, maña, y y no echaba el piloto
alegremente. arte y poderío. en ello cata,
Por tierra al Viene Obispo al Los leales su causa y el río los navíos
Paraguay después Paraguay. Muere ya juzgando embocaban.
vinieron. Domingo de Irala. por vana El General, llegando,
La más de toda Eligen por presumpción y desbarata
aquesta poca gente, Gobernador a desvarío, de dos navíos las
que nombre del Francisco Ortiz de por no tener de obras que sobraban,
Socorro les pusieron, Vergara y sale con el España nueva cierta hermosos bergantines
de Extremadura son, Obispo al Perú se le entran cada día quedan hechos,
do influye Marte de Martín del Barco por la puerta. y en breve a la
de sus sacros tesoros Centenera Asumpción fueron
tan gran parte. Filipo el Sabio, rey derechos.
Los hijos de este muy poderoso,
Sanabria en Medellín siglo, la Sapiencia que en suerte el No quiero aquí tratar
nacido había, nos enseña que son Nuevo Mundo le ha el gran contento
con hijos y mujer allí muy más prudentes, cabido, que toda la ciudad ha
ha vivido. que no los muy del aumento cristiano recibido,
Viudo ya una vez, dotados de inocencia, codicioso ni menos la tristeza y
doña Mencía para el vivir y trato al Paraguay obispo el lamento
en Sevilla por suerte de las gentes. ha proveído del malo, que se ve
le ha cabido. Aquellos que no del orden ya sometido.
Movida de su vana tienen tal prudencia Franciscano Y aunque esto de
fantasía, perecen con dos mil religioso, pasada yo lo cuento,
con sus hijas de inconvenientes, don Pedro de la Torre muy bien fue en el
España se ha partido llevándoles ventaja es su apellido; suceso conocido,
con fin de las casar; los osados, Urúe por General va pues cualquiera
y así sucede, astutos y sagaces y de la armada rehúsa ser mandado,
que en la mujer la treznados. que fue para este que el buey suelto se
honra vale y puede. efecto congregada. lame por el prado.
Tan sabio era, y
También Diego astuto y cauteloso, Apréstase el armada Irala, como ve que
Sanabria, el en su trato y vivienda muy hermosa, está con miedo
heredero, nuestro Irala, y sale de San Lúcar, el triste del Obispo, y
después salió con que no tiene algún y se entrega que la feria
gente en mala hombre dél quejoso, a las ondas del mar por él corre,
estrena, que a todos en amor brava y sañosa, contento, alegre y
que erraron dos parece iguala. y con un viento ledo,
pilotos su rotero Con esto y con su próspero navega. mudando muy en
y dieron en el puerto pecho valeroso, Ha sido en su viaje breve la materia
Cartagena. contrata cualquier tan dichosa, le dice: mi Señor, en
En Potosí le vi hecho mal y suerte mala, que al Río de la Plata cuanto puedo
minero, y a su dicción y presto llega, trabajo que salgamos
mando muy rendidos de laceria

23
buscando si hay Salió Francisco ¡Y piensas tú, Fenece la extremada
riquezas en la tierra, Ortiz, el de Vergara, Cupido, no lo fueras hermosura
mas tengo gran que con hija de Irala mirando a doña en el colmo de
trabajo con la guerra. se casara. Elvira de Contreras! extrema desventura.

El santo del Obispo Su hermano, que es De Medellín salió la Vergara y el Obispo


sonriendo Rui Díaz, habitaba dama bella, se han movido
con un blando en Guayra en este de conocida casta y en esto de salir, que
semblante respondía tiempo, retirado gente clara, no debieran,
a lo que Irala iba de Irala, que con él y aunque fue en al Perú; pero
repartiendo, mal se llevaba; hermosura linda habiendo ya venido
que ya su condición allí poblando se ha estrella, a Santa Cruz, do
bien conocía, fortificado, Fortuna se mostró nunca ellos vinieran,
bien a la propia suya y de allí con su gente con ella avara. allí les fue por
resistiendo, conquistaba Procura el Capitán Chaves impedido
porque de Irala los indios, y en la luego con ella el camino; yo creo
mucho se temía, tierra apoderado casarse, mas la que si pudieran
procura de sufrir, procura atravesar a muerte la llevara pasar, ellos pasaran;
pues se ve solo, San Vicente, entonces, y no diera mas yo hallo
t todos contra él con con ánimo crecido y mala cuenta, que en propio
fraude y dolo. poca gente. causándose a sí muladar bien canta el
misma tanta afrenta. gallo.
En esto de Castilla, La costa del Brasil
¡Dios eterno, está temblando Casose en mal punto, El Chaves a los
cuán grande es y sabiendo de Rui Díaz y en hora mala, Charcas va y camina,
cuán alta tu la venida, Dios sabe lo que dejándose a los
sapiencia!, que piensan que se siento en escribillo. pobres muy llorosos.
al Irala le envían el viene apoderando Amor, que con lo Tras él salen después,
gobierno; de todo lo que halla bajo lo alto iguala, y de una mina
mas sobreviene luego de corrida, la hace aficionarse a llevaron grandes
una dolencia, pues saben cómo ha Juan Carrillo. muestras muy
y no pudo durar sólo andado Cógelos Melgarejo gozosos.
un invierno, conquistando, en una sala, Ensáyase el metal, y
que el que con fraude y que tiene la tierra y como no es el caso plata fina
obtuvo la potencia así rendida; de sufrillo, se saca, que movió a
los veinticuatro años y no sabe qué quiere aunque la dama es los codiciosos;
con tal daño, Melgarejo, tal, y el galán viejo, y entre ellos Juan
no dura con derecho mas ved en qué ha a entrambos los ha Ortiz Pica, pensando
sólo un año. parado su consejo. muerto Melgarejo. ganar honra y dinero
gobernando.
Después de Irala Allega a San Vicente, Entrando el Capitán
muerto, se juntaron do Cupido en su aposento, El licenciado Castro
en una iglesia todos, desembraza cruel su al adúltero mató de gobernaba,
y eligieron, flecha dira, una estocada; y vista la intención
de doce caballeros y hácele quedar preso la dama viene al grito del perulero,
que nombraron, y rendido con lamento, y que en aqueste caso
los cuatro, cuyos al rostro angelical de la gente viene al grito él importaba
nombres escribieron; doña Elvira. alborotada. por tener abundancia
por opuestos Quien indios y Ayúdanla a matar, oh de dinero.
aquéstos señalaron, españoles ha crudo cuento, El gobierno
los vecinos sus votos vencido, ¡que no hay quien te argentino le
aquí dieron. vencido y muerto defienda, encargaba
queda porque mira. desdichada!

24
quitándosele al pobre procuran de volverse Encuéntrale, «y que muchos de su
caballero, en su camino amaina vela, antena», mal se contristaron
el cual, como se vido el Obispo y Teniente, le dice, «y deja, por verle haber
descompuesto, que ponía amigo, aquí la plata, venido a tal miseria,
a Castilla se vino en su lugar Ortiz el si no quieres dejar que para asar, cocer,
muy dispuesto. zaratino, también la vida, freír, decía
que es Cáceres un a vueltas de la plata que en mucha
Matienzo el hombre bullicioso, aquí perdida». cantidad barras tenía.
Presidente no amigo de mandar y
repugna sedicioso. Amainan a pesar vela Con este desastrado
en esto, que y trinquete, desbarate
formando una El Juan Ortiz se parte rendidos del Francés y desdichado fin y
quimera, para Lima. y su pujanza, mal suceso,
en el cuerno le pone Con título y blasón ni queda marinero ni a Castilla se viene el
de la luna de Adelantado grumete de Zárate,
al argentino reino y de barras lleva hecha que no pierda del sin sacar de su plata
su ribera, grande rima, todo la esperanza. un solo peso.
y dice que no puede que sabe Dios cual él La vida a Juan Ortiz No teme que el
haber alguna las ha juntado. allí promete, Francés le desbarate,
provincia de riqueza Aquesto le causaba mas pierde de la que el pobre del
en tal manera gran estima, plata la confianza. ladrón jamás es leso;
cual ésta, aunque y ser de todo el La vela da el mas antes caminando
rodeen todo el mundo respetado, Francés, desque le a su albedrío,
mundo que tanto de valor quita delante del ladrón
entre el polo primero cualquiera abarca la plata, y con placer canta vacío.
y el segundo. cuanto tiene dineros picando grita.
en el arca. Llegado a España, el
Y aun dice un dicho Quien vido a Juan Rey le ha confirmado
necio, y he de De Lima se partió Ortiz lo que hacía, lo que Castro le dio,
decillo, muy placentero pudiera no moverse a y por más pago
pues vi con por ver que le es crudo duelo. a Zárate veréis ya
juramento yo fortuna favorable; Los suspiros que señalado
afirmarlo, a Panamá camina daba los ponía en los pechos con
y prometí yo a muy ligero, con gran sentimiento cruz de Santiago.
muchos de estribillo, con viento en popa allá en el suelo; Habiendo mucha
ni quiere mi suave y amigable sus carnes tan gente congregado,
Argentina aquí allega a Panamá con heladas las tenía se entregan al feroz y
callarlo. su dinero; como la pura nieve y hondo lago.
«Si fuera yo Filipo, a y en breve lo veréis duro yelo, Dirase en su lugar de
ese Turquillo muy miserable, y dice: «¡Cuán en aquesta armada,
había con España de que fe ninguna tengo, breve aquí he volvamos a la
dejarlo», ni confianza perdido historia comenzada.
decía, «por gozar de en fortuna, que es lo que en tan largos
tanta tierra, cierta su mudanza. años he adquirido!». Al Cáceres y Obispo
tan bella y apacible y revolviendo,
tan sin guerra». En nombre de Dios De más de ochenta llegan a Santa Cruz,
parte a Cartagena, mil pesos pasaron que de la Sierra
Con estos desatinos y entrega su fortuna a los que el Francés se llama, do
que decía, una fragata. sacó de aquesta feria. discordia,
que muy grande El Francés esto tiene En Cartagena amigos descogiendo
afición al Argentino a dicha buena, ayudaron sus velas, ha causado
mostraba el que le ha sido la a Zárate a salir de su tanta guerra
Presidente que tenía, presa muy barata. laceria,

25
entre los dos, que el Con el mando, poder a darle un jarro de que el Obispo
odio ya creciendo y con la vara, agua, que al intención muy mala
los huesos uno al el Cáceres echaba momento lleva.
otro desentierra, contrapaso el servicio y los Y pues que la
y más que unas al santo del Obispo, indios son quitados; tenemos ya sabida,
berceras en cantillo mas tenía y por mayor baldón y no habemos
se tratan, que es un provisor que mal más afrenta, menester», dice,
vergüenza de los recibía. al Obispo le priva de «más prueba».
escribillo. su renta. Ayala su alguacil va
Aunque el Obispo prestamente
De Santa Cruz era mal sufrido, A Pedro de Esquivel, al templo para echar
salieron, procurando no era codicioso de un caballero fuera la gente.
llegar al Paraguay venganza. de bella compostura
con gran presteza; Segovia, el provisor, y bella traza, ¡Oh, Marqués!,
y aunque las dos no ha consentido amigo del Obispo y destos casos
cabezas caminando a Cáceres crecer en compañero, escribano,
van juntos por la su pujanza; (por sola su pasión) en do toda maldad
tierra de aspereza, mas antes con un le prende y caza. pura se encierra,
no van cosa ninguna odio encrudecido Con el Obispo ser sacaríase primero
conversando, le mete, como dicen, particionero aquesta mano
que en mala voluntad bien la lanza, en su prisión afirma, que escribiera
tienen firmeza. tomando y en la plaza escriptura mala y
Llegando a la informaciones y le corta la cabeza, y perra.
Asumpción muy testigos; en picota Mas ¡ay! como el
brevemente, a Cáceres lo dicen la fija, y de traidor le juicio soberano
lo que pasó dirá el sus amigos. reta y nota. para castigo tuyo
canto siguiente. envía a Guerra
Un hombre, que La traición de Obispo, que
Daroca se llamaba, Esquivel está poniéndote en cadena
La Argentina que del Perú sacó en fundada a ti y tu hacienda
Canto séptimo su compañía en una información lleva pena.
el Obispo, en el que ha fulminado,
Llegan a la pueblo publicaba en que el Obispo y él Al fin, pues, ya del
Asumpción el contra el Obispo mal de mano armada templo consagrado,
Obispo y General. en demasía; conciertan de diciendo mil
Prende el General al mil cosas en escrito prenderle; ha oprobios y baldones,
Obispo, y después el denunciaba concertado y falsos testimonios
Obispo al General, y al Cáceres, que bien que el triste del del Prelado,
llevándole a Castilla, las recibía, Obispo en su posada por solos sus
muere el Obispo con que publican esté sobre fianzas rencores y pasiones
de Martín del Barco todos por extenso encerrado. expelen al cristiano
Centenera que el bueno del En la iglesia el arrodillado,
Obispo está Obispo está rezando, haciéndole que salga
Sentencia es suspenso. y oíd lo que está el a rempujones.
celebrada, llana y malo publicando. Forzándola a salir la
clara, Al provisor metió en puerta afuera,
que todo hombre que un aposento En pregón dice: una dama habló de
anda en malos pasos el General, con «Pena de la vida, esta manera.
al fin de la jornada grillos remachados, a la iglesia mayor
siempre para el comer al Obispo y nadie se atreva ¡Pues no son
en mal con el sustento por hoy ir porque es poderosos los
desastrado fin y le quita, que no son cosa conocida maridos!
casos. hombres osados

26
Pidámosles las y de santas historias, la cabeza le corta, y tan altivo, soberbio y
armas, y volvamos tengo oído con secreto endiablado,
por la honra de Dios. de la sabia Judith, si salió con la criada que no tiene en sí
Y con gemidos sé decilla, que llevaba, mismo algún reposo,
decía: No conviene que bien veis que en librando de esta ni puede estar
consintamos la tierra soy nacida. suerte del aprieto momento reposado.
aquestos maleficios Aquella grande a su pueblo, en que Del Provisor estando
conocidos, hazaña y maravilla vio ella que estaba. receloso,
y todas al prelado que hizo, por do El premio ha por ver que era sagaz
defendamos. nombre ha merecido recibido más y redoblado,
Que más vale morir tan alto, que la perfecto, acuerda de
honrosa muerte, Iglesia la pregona y pues vemos que el embarcarle en un
que un mal disimular por dechado de premio ya nos llama, navío,
de aquesta suerte. fuertes y corona. dejemos de nosotras y él bajase así mismo
grande fama. por el río.
Poblado está de Holofernes soberbio,
mártires el cielo crudo, altivo, El triste doloroso del Bajó con intención
que por honra de tenía la ciudad désta Prelado de despacharle
Dios han padecido; cercada; a su casa se vuelve, al Perú, por sacarle
de su sangre está al nombre hebraico no cesando de la tierra;
lleno todo el suelo, era muy nocivo de gemir y llorar mas no halla manera
que infieles y tiranos con su fuerza, poder muy congojado de enviarle,
han vertido. y cruda espada. por ver su oveja irse por do su voluntad en
Tomemos pues con Estaba al punto ya de condenando. esto cierra
esto gran consuelo, ser cautivo Allí le hace estar que dos o tres
que Dios da gloria a el pueblo, y la ciudad emparedado, procuren de fiarle.
aquel que ha desconsolada; con barro las Con esta condición
merecido. Judith de remediarla ventanas le tapando; no lo destierra,
Y pues sabemos que deseosa fianzas da el Obispo mas suelto el
éste es un tirano, salió por el ejército que estaría Provisor del crudo
volvamos por el animosa. en su casa, y que de lazo,
nombre de cristiano. ella no saldría. sacude, como dicen,
La gente de zapatazo.
Con sobrado valor y Holofernes que la Mas teniendo noticia
pecho osado, vido, que querían Teniendo, pues, la
otra dama habló de al punto se la hubo echarle de la tierra, causa fulminada,
esta manera: presentado se ha salido juntaron de
De aqueste lugar diciendo, a buena huyendo a media mancebos gran
santo consagrado parte hemos venido, noche, y acudían canalla,
nadie me hará salir ¿quién hay que no algunos en su busca, que es gente para
de aquí afuera, pelee muy de grado? do escondido todo aparejada,
ni consentir yo tengo Al Holofernes bien le estaba, y los de españoles también
que al Prelado ha parecido, mosquitos le comían, parte se halla,
agravien sin que yo y cenando y que en toda aquella a quien noticia fue
primero muera; bebiendo se ha noche no ha del caso dada.
que a mí, que soy su embriagado; dormido. No hace fray
oveja, su fatiga, la noche sobreviene, A su casa le vuelven, Francisco Ocampo
a condolerme de ello y se dormía do se queda, falla,
bien me obliga. con el vino en tanto que fortuna que aunque al
abundante que bebía. vuelve y rueda. principio fue de la
A mis padres, otra parte,
hablando de Castilla Judith, que esta El Cáceres estaba tan aquí lleva el guión y
ocasión consideraba, furioso, el estandarte.

27
Con voz del Santo El Obispo también se Salió de la
En casa de Segovia Oficio y apellido determina Asumpción la
se juntaron le prenden, y eso con ánimo de ver a carabela
de noche, con secreto suena su proceso; nuestra España, con otro bergantín
sin ruido; en un punto se ve el y aunque dicen acompañada,
entre todos allí se pobre afligido algunos desatina, izan antenas, dan al
concertaron, con miserable fin del y que su ida a la viento vela,
y el caso fue de mal exceso. tierra mucho daña, la nave por el sur es
breve concluido. ¡Quién duda que empero dicen otros gobernada.
Que Cáceres se estaba arrepentido que lo atina, Con el viento y
prenda concertaron, en contemplar el porque el preso no corriente tanto vuela
y esperan a que sea triste aquel suceso! use alguna maña que en breve a San
amanecido. Que el solo conocer con que se suelte y Gabriel fuera llegada,
Una visión al punto su grave culpa libre de cadena, a do se declara para
que amanece es lo que al pecador y cause al santo Castilla,
encima de la iglesia más le disculpa. Obispo cruda pena. con Cáceres, Obispo
se aparece. y su cuadrilla.
Su pompa, El Teniente que
A mirar la visión los presunción y bizarría nombran se decía Garay el río arriba se
que salieron fenece con muy vil Martín Suárez, noble ha tornado,
a un patio do el abatimiento, caballero; y puebla a Santa Fe,
Segovia reparaba, que cosa cierta es al Cáceres muy ciudad famosa.
un Ángel que no podía mucho aborrecía, La gente que está en
relumbrando todos para siempre durar su y así en le desechar torno ha conquistado,
vieron, ensalzamiento. es el primero. que es de ánimo
que parece una Un negro que este De presto un constante y belicosa.
espada desnudaba. Cáceres tenía, navichuelo Los argentinos
Muchos aquesto habiendo visto componía, mozos han probado
mismo me dijeron, aqueste y puesto brevemente allí su fuerza brava y
y el Ángel parecía acaecimiento, en astillero rigurosa
que amagaba tened, dijo, señor, la despacha al preso en poblando con
con la espada barba queda, éste, procurando soberbia y fuerte
desnuda que tenía, que el mundo de esta quedarse por señor y mano
y golpes hacia abajo suerte corre y rueda. gobernando. la propia tierra y sitio
sacudía. del pagano.
Teniéndole pues También en
El Cáceres venido preso y arrecado, compañía fue Estando Santa Fe ya
pues a misa, nombrado otro ordenado bien poblada,
entró la turbamulta Teniente, entra en que saliese Garay, Garay bajó a Gaboto
muy derecha, consejo que lo desea. por el río;
echó a Cáceres mano y tratan quien lo Aquí tuvo principio, Gerónimo y su gente
muy a prisa, lleve aprisionado y ha probado en la llanada
y algunos de los a España con en la guerra muy estaban, que venían
suyos no aprovecha, presteza y aparejo; bien y en la pelea, con gran pío
que el negocio seguía que vaya luego fue mas nunca supo ser de hacer en el río su
ya de guisa determinado considerado. morada.
que cada cual a puja el capitán Rui Díaz Su tiempo le vendrá Garay no osa salir de
mano le echa; Melgarejo, cuando se lea su navío,
y al fin preso le que no se huelga el fin en que paró su aunque es de los de
llevan muy de vuelo, poco de este hecho desventura Córdoba rogado,
sin dejarle llegar los y piensa sacar de ello por quererse seguir del agua y de la tierra
pies al suelo. algún provecho. por su locura. se han hablado.

28
Del una parte y de El Obispo al Brasil que muerto bien le de Martín del Barco
otra ha habido dones, en breve llega olían pies y manos. Centenera
los ánimos con su preso, y la
mostrando gente, aunque Ya Juan Ortiz de Al tiempo que alas
halagüeños, temieron Zárate está dando cobra la hormiga
empero por quitarse en golfo y alta mar la gran priesa, y que me le viene su remate y
de pasiones gran refriega, acuerde que ha perdimiento.
no salen del batel los en San Vicente partido Fortuna a Juan Ortiz
paragüeños. alegres pues me dice, y que ya ha sido amiga
Partieron sin mostrar surgieron, viene navegando, desde el origen suyo
los escuadrones, a do al preso el que cumpla lo que y nacimiento;
a nuestro parecer, Obispo da y entrega tengo prometido. mas ya le comenzó a
torcidos ceños, a gentes que De sólo me acordar ser enemiga
mas dejan los de encerrado le ya está temblando al punto de su vano
Córdoba fijada tuvieron, la mano, que en pensamiento,
por señal una cruz de el cual de la prisión pensar que he que las altivas alas
su llegada. se ha escabullido padecido que tenía
y anduvo algunos calamidad tan grande ya vimos que el
A Córdoba llegando días escondido. y tal miseria, francés las abatía.
el de Cabrera, temor tengo de
la nueva le ha De a poco verme en otra feria. Fortuna acá y allá
llegado que ha precediendo yendo y viniendo,
venido excomuniones, Y así por no en la corte le pone en
Abrego a gobernar, el Cáceres ha sido acordarme de tal tal estado,
que no debiera, descubierto, llanto, que aunque a la
pues tan mal a los y puesto en un navío de tan crudo dolor y sazón está rigiendo,
dos ha sucedido. con prisiones triste suerte, le tiene al parecer
El Abreu como llega para Castilla sale de quisiera fenecer con desbaratado.
le prendiera, aquel puerto. este canto, Con todo, de sus
y preso su negocio ha De enfermedad, que dudo que mi mañas se valiendo,
fenecido, congojas y pasiones pluma bota acierte. con título y blasón de
de suerte que fray Pedro de la Que puesta la Adelantado
quitándole la vida Torre ha sido muerto, memoria en el del puesto de San
le deja su memoria dejando grande fama quebranto, Lúcar se salía,
obscurecida. en San Vicente cuando me vi tan y el año de setenta y
de grande religioso y cerca de la muerte, dos corría.
Garay quitó la cruz continente. temo se ofuscará;
de aquel asiento pero digamos Con él iban solteros
do quedó por Muy público en la las tristes y casados,
Cabrera levantada, costa se decía desventuras que casadas y doncellas
que sabe que es su que al tiempo que pasamos. de viaje,
intento y fundamento murió aqueste en tres navíos mal
dejar la posesión allí prelado aderezados,
tomada. la pieza y aposento La Argentina con una zabra mala y
Con esto, él y su mucho olía, Canto octavo de mal traje.
gente con contento y el sepulcro do fuera Al parecer a muerte
se vuelven a su sepultado. Sale Juan Ortiz de condenados,
asiento y su morada, Aquel que en la Castilla, llega a con otros quince o
que es dicho Santa mortaja le envolvía Canaria y de ahí a veinte en un pataje.
Fe, tierra muy llana, con juramento lo ha Cabo Verde, de Mas éstos mejor
y a Tucumán y testificado, adonde viene en dicha al fin tuvieron,
Córdoba cercana. y así lo dicen hoy los demanda de la isla de
lusitanos, Santa Catalina
29
que en tierra del Allí muchas Mas el viento y con ella se casó el
Brasil libres promesas publicaron pilotos yerran tanto desventurado.
surgieron. que en el temor que el gozo se volvió ¡Mirad pues el dinero
pasado a Dios muy presto en llanto. a cuánto obliga!
Camina pues la votaron. Que sufre éste en sus
armada algunas Andaban los navíos ojos una viga.
leguas Después, dando lugar sin concierto
entregada a las ondas el gran Neptuno arando el importuno Partiose de este
de Neptuno, a que fuesen sus y largo lago, puerto Santiago
y engolfada en el ondas navegadas, ya caminan derecho, en breve con un
golfo de las Yeguas con muy próspero ya muy tuerto, próspero y buen
sucede un vendaval viento y oportuno, al fin toman la isla de viento;
tan importuno, a cabo de cien leguas Santiago. mas entrando a la
que si Dios no caminadas, Es isla muy alegre mar y grande lago
pusiera presto descubrimos del con buen puerto, calmó, y todos
treguas, bárbaro importuno mas yo a mi perdieron el
de todos no escapara la costa, con sus obligación no contento.
ni sólo uno. tierras malhadadas. satisfago Algunos lo tuvieran
Y viendo andar el Era una tierra larga, si no fuerzo a escribir por buen pago
mar por las estrellas, baja y llana, yo aquí mi pluma a España se tornar,
de temor lloran que tiene por su temple y porque el aliento
hombres y doncellas. renombre Tafetana. compostura en breve faltaba, desque
suma. entienden alargarse
La noche muy Dejando aquesta el tiempo, y la
obscura, la mar costa a izquierda El sitio es apacible y jornada no acabarse.
brava, mano, deleitoso,
el viento vendaval después de veinte y la gente muy lucida y A la línea en aquesto
muy presuroso cinco días pasados muy galana, se acercaron,
soplaba, y de temor de nuestro navegar por el inglés cosario a do (con aguaceros
cualquiera traba por el Océano, y belicoso que tuvieron)
del otro por valerse de vanas esperanzas en ronda suele andar al pie de quince días
deseoso. confiados, cada mañana. mal pasaron,
Y mientras esta furia a la Gomera un día Enfermo es el asiento y algunos en la línea
reposaba, muy temprano y peligroso, se murieron.
los pilotos amainan llegamos, los por el calor la gente Después de aqueste
sin reposo. peligros olvidados, no está sana, tiempo la doblaron,
Las naves van que pasado el mas viven a placer y en demanda al
volando ya sin guía, peligro, olvida luego los lusitanos, Brasil las velas
mientras que cesa el el marchante el voto, contentos, muy dieron,
viento su porfía. prece y ruego. alegres, muy ufanos. mas no vieron la
costa de sus ojos,
Y después que cesó Aquí estuvo el A mi posada vino un huyendo de no dar en
la furia y viento armada reposando caballero los Abrojos.
(habiendo ya su tres días no cabales, de buena compostura
término corrido) que corría y bien tratado, Los diez eran de
la gente alborotada, buen viento que nos alegre, conversable y marzo ya pasados
del tormento, iba convidando placentero, cuando toman los
temor y desconsuelo a tener regocijo y y con una campos nuevo traje,
padecido, alegría encomienda y vuelve por sus
decía con un ronco y del puerto, pues, a señalado. pasos compasados
flaco aliento: prisa se levando, Tiene una negra allí el gran Apolo a
«Si habemos del navega a Cabo Verde mucho dinero, España su viaje.
peligro ya salido». recta vía.

30
En este tiempo buscaba al buen ni el volcán de mas luego en un
fueron desviados Jesús de Marta Arequipa ni Lupana, momento muy aína
los unos de los otros, hermana, ni el alto monte o la vizcaína el ancla
y el pataje la tierra se descubre, sierra de Lambare, desafierra,
con viento y y vela dando vi Villuerca, ni Sierra agarrando dos leguas
aguaceros se en breve se llegó, que Verzocana, ya camina
apartaba, está cercana; se puede ya hallar en luengo de una
y en costa del Brasil mas no se toma que se compare costa y de una sierra,
puerto tomaba. puerto, que buscaban a los montes y sierras mas no se osa meter
a donde le tomar, y que formaba en la mar brava
En San Vicente salta, no le hallaban. en alta mar el viento con el temor de la
do han hallado que bramaba. agua que faltaba.
la gente del Obispo y Andando los pilotos
Melgarejo; vacilando Estaba el Almirante El Almirante sale al
del armada de Zárate en luengo de la costa, del armada mar sañoso
han contado, cada día con sólo un cable y del importuno viento
de sus armas, sus cartas y roteros ancla; el porfiado sacudido,
pertrechos y aparejo. remirando e importuno sur la gente clama al
Rui Díaz les ha a por ver dónde el desamarrada Alto Poderoso
todos convidado armada surgiría; la lleva habiendo el con voces, gritos,
que se vuelvan con sus grados y sus cable reventado. llantos y alarido.
él; este consejo puntos cotejando, La nave por la mar El sexo femenil, más
algunos del pataje lo anclaron en abril andaba errada, doloroso,
tomaron, tercero día el piloto no acierta de causaba fuese el caso
mas otros en el en una playa y puerto turbado dolorido,
puerto se quedaron. sin abrigo, a decir ni mandar lo que tantos alaridos
que es dicho por que conviene, levantaban
Pudieran bien decir renombre Don que en el alma que la tormenta más
los doloridos, Rodrigo. metido el miedo acrecentaban.
estando en San tiene.
Vicente reposados, Su cara mostró Febo En demanda del Río
si nosotros no muy cubierta Con este temporal de la Plata
fuéramos perdidos aquí, cuando se tan peligroso se leva de este puerto
por ser de nuestra entraba en occidente; la nave sobre tierra que he contado
flota ya apartados, la noche obscurecida va volviendo; la flota; mas el sur ya
o fuéramos de como puerta el viento con su se desata
hambre consumidos, de muy profunda ímpetu furioso, con un furor terrible
o muertos de los cueva do no hay las velas en un punto acelerado,
indios y acabados; gente. descogiendo, y viendo que este
y cierto para haber de Neptuno muy sañoso hace volver la popa viento desbarata
guarecernos se despierta, sin reposo y hace desandar lo
el medio más seguro y a las aguas a tierra, y el mar que está andado,
fue perdernos. comienza adentro va corriendo. procura de tomar
bravamente La gente alborotada puerto la flota
El armada, con pena a mandar que se sin consuelo con fin de desistir de
navegando, muevan alteradas levantan alaridos su derrota.
a veinte y uno de del sur, y en altos hasta el cielo.
marzo una mañana, montes levantadas. Y tanto el bravo
antes de aquella viento los aqueja,
Pascua en que Ni el Puerto Pico o Quedan la capitana y que se siguen tras él
llorando Sierra Mariana, vizcaína desconfiados
ni Teide, o Potosí, ni en gran peligro surtas de su recto viaje, que
el Atumare, junto a tierra; se deja,

31
por ser del vendaval que vayan les ha Trataremos del trance Haced con vuestra
tan contrastados. dado por consejo, doloroso fuerza que no pene
La capitana un poco y él propio ir a de la infeliz armada y aquel que le leyere,
más se aleja, mostrar el puerto sus descuentos: pues rendida
y surge con sus naves quiso. hambre, muerte, de este siglo tenéis la
a los lados, Y viendo tal recado y tristeza, lacrimoso mayor parte
si no es el almiranta, aparejo, planto, suspiros, con vuestra gran
que apartada las naves en un punto gritos y lamentos, belleza, industria y
surgió en una bahía se levaron darán subjeto cierto arte.
no abrigada. y en luengo de la al nono canto,
costa navegaron. o por mejor decir al En el pasado canto
Del almiranta a tierra nono planto. recontamos
sale luego Surgieron en el del puerto que tomó
alguna gente, y halla puerto que es el zaratino.
las pisadas llamado La Argentina Escuchad pues agora
del indio, por do Ayumirí, que es boca Canto nono que contamos
siguen, aunque ciego, angosta o chica, el fin tan desastroso
el camino, y las del isla hacia el este; En este canto se que le vino.
yerbas mal holladas, al otro lado cuenta la grande En esta tierra y
a la señal y humo de está la tierra firme en hambre de la isla de puerto que tratamos
un gran fuego forma oblica. Santa Catalina, con el triste Adelantado
descubren unas La flota, procurando las desventuras fue mohíno,
gentes congregadas lo abrigado, lastimosas que en que bien cierto está
de nación Guaraní, dejando el primer ella se padecieron el pobre procuraba
que recibieron puesto allá se aplica, de Martín del Barco el bien, mas la
a los nuestros muy adonde hace el mar Centenera codicia le cegaba.
bien, y les sirvieron. una ensenada
en forma de la luna Oíd, las damas Salió a tierra del isla,
Las cosas que tenían de menguada. bellas, este canto, deseoso
ofrecidas a quien ha repartido de dar remate y fin a
a los nuestros, con Aquí puerto y lugar la natura su fatiga;
ellos se metieron aparejado de su grande valor y su hado le es
en la barca con para surgir mil naves bienes tanto contrario y
flechas muy crecidas, está bueno; que se huelga de ver envidioso,
y en trueco de entre la isla y la tierra ya su hechura, y fortuna le fue muy
rescates las va ensenado causaros ha a enemiga.
vendieron. un golfo de pescados vosotras más espanto Por el tiempo
Sus carnes, de aire y todo lleno, por ser de delicada contrario le es
sol ennegrecidas, de una parte y otra compostura, forzoso
algunos españoles las resguardado y lloraréis conmigo tomar aquesta tierra,
cubrieron, de vientos, todo un mal tamaño y aun se obliga
que estima esta alegre y muy ameno. de desastrado fin y a echar toda la gente
nación mucho Empero del armada crudo daño. un día en tierra
cubrirse, zaratina al pie de una
y a nuestro modo y aquí fue la caída y El canto vuestro es, montaña y alta sierra.
forma de vestirse. grande ruina. pues que contiene
de damas y galanes Celebraba la iglesia
De aquéstos se tomó Aquí reposaremos la caída, aqueste día
lengua y aviso, sin reposo, por tanto el del Corpus fiesta
mayormente de un que mal pueden ofrecérosle conviene, santa señalada;
indio ya muy viejo; tenerlo los porque de vuestro ser celebrose con gozo y
a Santa Catalina de hambrientos. él tome vida. alegría
improviso

32
la fiesta del Señor tan al puerto de Ibiacá el huyeron por la isla, la cual en tierra firme
celebrada. Adelantado, mas empero fue hallada,
Por esta causa al que es tierra muy el piloto mayor el uno aqueste puerto
puerto se ponía cercana y bien vecina cuatro ha hallado. se ha tornado,
por nombre Corpus y así el propio día Entre ellos el mulato el otro va siguiendo
Christi, y es hubo llegado, es el primero, su jornada.
nombrada sin suceder desastre que alega ser de Habíanse dos meses
Santa Catalina; es ni mohína. grados ordenado. sustentado
isla sin ventura, Los indios salen A muerte les entrambos con
de tantos españoles presto a recibillos condenan, mas la palmitos; la tornada
sepultura. y danles de comer a muerte del triste, que llegó
dos carrillos. previénele primero muy flaco y malo,
De a poco se partió por su suerte. se celebra colgándole
el Adelantado En el isla no comen de un palo.
con más de ochenta tan a prisa,
hombres escogidos que la ración se da El soldado llegó casi ¡Ay, inhumano juez,
al puerto de Ibiacá, por grande tasa: ya muerto, justicia dira,
que está poblado, seis onzas de harina y así no se le hizo de que tal justicia
dejando a los demás solas guisa esto cargo, quieres sin justicia
muy desabridos. el pobre del soldado que el día que llegó ejecutar agora en
Consejo fue cierto y las amasa. en aqueste puerto quien suspira
este mal guiado, A nuestro Adelantado el último remate de por sólo pan sin otra
y así los que se le avisa descargo más codicia!
quedaron son que la ración es corta le vino de su bueno o Si aquesto no te
perdidos, y muy escasa, mal concierto. mueve, sólo mira
que ni armas ni mas él, que está El uno de los tres se que no ha pecado
comida les quedaba, seguro en talanquera, hizo a largo, aquéste de malicia,
y la fuerza ya a todos muy poco se le da de suerte que jamás que sólo por la isla
les faltaba. que el otro muera. hueso ni pelo ha caminado
se supo dél por mar en busca de comida,
Quedaron en la isla a En este tiempo cinco ni por el suelo. y se ha tornado.
buena cuenta se han huido,
doscientos y gallegos de nación, y Los otros dos Mas, ¡ay!, que Juan
cincuenta o más un castellano grumetes que Ortiz dejó un flagelo
soldados, de su negocio parte quedaron, cortado muy al gusto
casadas y doncellas hubo sabido, por ser con el mulato y su medida,
hay cincuenta, según juró y depuso en la huida, que cierto no hallará
sujetas a miseria y ante escribano. y haber ya confesado en todo el suelo
tristes hados. Aquéste, en esta la intentaron, alguna bestia tan
En ver que Juan culpa convencido, estando ya su causa descomedida
Ortiz de allí se alega su inocencia, fenecida, cual ésta. ¡Oh crudo
ausenta, mas en vano, a muerte les mal, oh triste duelo,
algunos de temor que en una horca condenan; y tristeza a mil tristezas
están turbados, luego le pusieron, apelaron, sometida,
y su temor se dicen y y los cinco isla llamándose menores; pues vemos que de
publican, adentro se metieron. concedida hambre están
que cruda muerte y les fue la apelación, muriendo
hambre pronostican. Un portugués mulato y que viviesen, aquellos que en la
marinero para que más horca están
Quedó por Capitán con otros tres trabajos padeciesen. poniendo!
aquí nombrado grumetes y un
un Pablo Santiago; soldado De los que una canoa
pues camina habían tomado,

33
De los cinco Así se van ya todos No quiero referir lo
soldados que acabando, El triste lamentar y que trataron
huyeron, que es lástima de ver las endechas los tristes dos
por cuya causa uno ruina tamaña; que cada cual amantes, y su llanto,
fue ahorcado, los galanes y damas cantaba de su modo, las voces y suspiros
a quien de su negocio suspirando, a la falta de pan iban que formaron,
parte dieran, en ver la muerte derechas, porque era necesario
al cabo ya de días se andar con su que tratar de comer entero canto.
han hallado guadaña; estaba todo. Al fin su triste noche
los dos, y los demás los niños descaecidos Las carnes la pasaron
dicen murieron, sollozando, consumidas y envueltos en dolor y
y el uno de estos dos tragedia representan deshechas, crudo planto.
poco ha durado, muy extraña; los rostros de color Quién duda que la
que luego se murió; y las madres de puro lodo, dama no diría:
mas tal venía maldicen su ventura perdió el amor su ¡en mal punto topé
que sólo figuraba por verles padecer tal fuerza aquí de hecho, tal compañía!
anatomía. desventura. que cada cual miraba
su provecho. Habiendo pues ya
Pues los que están No fuera muy mejor, Febo caminado
acá, en crudo llanto dicen, hijitos, De dos quiero decir su curso en redondez
están, y tan mudados que no hubiera yo un caso extraño de la cerea,
y trocados triste parido; (que sólo el referirlo mostraba el rostro
que sólo con mirarlos o ya que yo os parí, me da pena) rojo y colorado,
dan espanto, que de chiquitos a quien el amor hizo cubriendo la montaña
y están de verse tales el alto cielo os tanto daño de librea.
admirados. hubiera recibido; cuanto suele a quien Él, sin ventura
A muchos el pellejo o dejaros allá dando prende en su cadena. amante fatigado,
como manto mil gritos, En fama de casados el camino buscaba,
les cubre aquellos que yo vine a pagar había un año mas pelea
huesos descarnados; mi merecido, que estaban, y, se en vano, que no
en otros agua, humor, y a vosotros, mi bien, dice, a boca llena acierta con camino,
corrupto viento, es cosa cierta el galán su mujer que el miedo y el
entre pellejo y que no os faltara pan deja e hijuelos, temor le quita el tino.
huesos han asiento. de puerta en puerta. la dama su marido en
hornachuelos. Salieron los dos
Hoy mueren diez, Maldito seas honor y juntos a la playa
mañana mueren honra mundana, Aquéstos a palmitos pensando que
veinte, pues bastaste a han salido, salieran al poblado,
no basta gentileza y sacarme de mi como otros lo hacían la dama sin ventura
bizarría asiento. cada día, se desmaya
a contrastar el hado, ¿No me fuera mejor y la montaña adentro en ver cómo se
ni el sapiente pasada llana, se han metido, habían alejado;
al rústico ventaja le que no buscar mejora a do la oscura noche al galán le amonesta
hacía. con descuento? les cogía. ella que vaya
La gala y hermosura Viniérame la muerte En esto a nuestro en busca de camino,
prestamente muy temprana, amante dolorido y que hallado
fenece, y el aviso y y nunca yo me viera una espantosa fiebre se vuelva a aquel
cortesía, en tal tormento; sucedía, lugar; él ha partido,
que la tirana, cruel, mas quiso mi la dama le consuela, mas presto él sin
rabiosa perra, desdicha aunque afligida ventura anda perdido.
a barrisco lo lleva conservarme por verse en la
todo a tierra. para con crudo golpe montaña tan metida. Quedó por esta causa
lastimarme. allí la dama

34
de dolor y congoja y y el pece se metió en a cual el pellejuelo de conseguir perdón
pena llena, la mar huyendo; que tenía, de su delito;
do la siguiente noche sus ojos el galán a cual, si le replica, en vano les saliera su
tuvo cama, arrasa y baña allí le saca esperanza,
triste, sola, llorosa en con lágrimas, y a ella la manta con que el que voz horrenda
el arena. se viniendo triste se cubría. suena y crudo grito.
El pobre por el le dice: si la vista no Al fin, en la pared no De Juan Ortiz la
bosque grita y clama, me engaña, deja estaca, gente con pujanza
al aire publicando su camino tengo ya, que todo cuanto halla les prende, y el
gran pena, venid corriendo. destruía; negocio por escrito
que por buscar La dama le responde: y no contento de esta se pone, y a los tres
camino, senda y vía, a prisa vamos tal destroza, luego cortaron
sin su dama se ve, y al pueblo, porque enojo da al que tiene las cabezas, y en alto
sin alegría. más no nos mujer moza. las fijaron.
perdamos.
A sí propio se odia y El Juan Ortiz aquí se También allá en la
aborrece, Allegan al lugar muy regalaba, isla pretendieron
que en verse sin su destrozados, y no tengáis temor, llevar de la almiranta
luz y clara estrella hambrientos, pues, que le duela unos soldados
a la muerte de veras amarillos, sin saber cómo su gente la barca, con la cual
él se ofrece, sentido; lo pasaba. irse quisieron
que más quiere morir mas uno de otro Y aunque él de sólo al puerto San Vicente
que estar sin ella. fueron apartados, el indio se recela, encaminados.
La noche no durmió que su vivir y trato alguna de su gente se En este caso, pues,
y no amanece, fue sabido. alteraba; entrevinieron
en su busca camina Entrambos de mí el ardidoso Rocha, el mujeres por huir los
por aquélla; fueron castigados, bravo Vela, tristes hados;
la dama un poco que por suerte el con otros quince mas no pudo cuajarse
duerme, porque suele oficio me ha cabido, mozos concertaron este concierto,
en ellas aflojar mas qué castigo su remedio buscar, que fue por las
cuando más duele. haber allí podía mas no acertaron. mujeres descubierto.
igual a aquel que ya
Un pece de se padecía. De do estaba el real Huirse todos bien se
espantable ir pretendieron lo deseaban,
compostura En este tiempo por tierra al que el temor de morir
del mar salió andaba con presteza Paraguay; les incitaba,
reptando por el suelo, juntando Juan Ortiz determinado y algunos vi que allí
subiose ella huyendo mucha comida; el caso con secreto, lo procuraban,
en una altura el Sargento mayor va pues, salieron aunque el posible a
con gritos que ponía sin pereza siguiendo su camino todos les faltaba.
allá en el cielo. de los indios despoblado. Sobre esto muchas
El pece la siguió, la buscando la manida, Al pie de treinta días juntas se efectuaban,
sin ventura y tanto calor pone, y anduvieron, y a algunos el juntar
temblando está de tal destreza, al cabo del cual vida costaba.
miedo con gran que la miseria en tiempo han acordado Era el dolor, tristezas
duelo; breve fenecida, volverse do primero y tormentos,
el pece con sus ojos que el indio tiene, ya salido el ver poblar las
la miraba, deja y los buhíos habían, por pagar su horcas de
y al parecer gemidos barridos de alto a merecido. hambrientos.
arrojaba. bajo y muy vacíos.
Los necios, pues, Aquellos que el
Salió en esto el galán A cual indio le toma traían confianza huirse no han
de la montaña la hamaca, certado,

35
juzgaban por no ver Los sapos las damas, y al mentiras y venganzas
camino cierto; ponzoñosos e encuentro le salían. su tesoro.
y al perro que hinchados,
hallaban desmandado con escuerzos La una dama y otra Pregunten a
mataban; y aun nocivos, por muy le cogieron Aristóteles qué sentía
apenas era muerto sanas sin que pudiese el de la mujer. Pues
cuando, estando comidas se juzgaban, pobre escabullirse. dice en su escritura,
cocido o mal asado, que forzados A piedad ninguna se a lágrimas y llanto en
en el hambriento los hombres de su movieron, demasía
vientre era rabia y fuertes ganas, que de ellas con inclinada bien es de
encubierto, estando los escuerzos verdad no ha de su natura;
temiendo que si el desollados, escribirse. envidia y querimonia
dueño lo supiera juzgaban ser en todo La oreja de su rostro la seguía,
la presa de las manos puras ranas, desprendieron, flojedad y pereza y
les cogiera. y aun el sabor decían y al pobre sin curarle detractura.
que excedía dejan irse, Mas dice de ella un
Culebras quien a las ranas en grande y por más presumir bien, que se contenta
hallaba era dichoso, demasía. de su mal hecho, con muy poco manjar
y de padres y la oreja abscisa y se sustenta.
hermanos envidiado. La cosa a tal extremo clavan en su techo.
Lagartijas pequeñas hubo llegado Al fin, a aquestas
yo bien oso que carne humana vi La prenda de este damas el Teniente
decir que las comí, que se comía; triste ya perdida las prende, y les
mal de mi grado, hambre canina fuerza y abscisa de su rostro tomó sus
y sé que me hallaba allí a un soldado, ha recobrado, confesiones;
deseoso pensando que su y en prenda muchas después todo se hizo
de tener abundancia, hecho nadie vía. veces de comida buenamente,
que probado Las tripas le sacara a a gentes en la isla la aunque hubo de este
su sabor ricamente un ahorcado, ha empeñado; caso informaciones;
me sabía, y al medio del cocer y apartarse del pleito al triste sin oreja mal
y más que de cabritos se las comía. que pedida paciente
parecía. Los huesos se roían tenía su justicia el le dieron por
de finados, desdichado, concierto diez
Algunos en cazar de ¿quién no llora estos en trueco de que el raciones.
los ratones casos desastrados? reo allí le diese Decía un mentecato
tan diestros y tan algún maíz o raíces que mujeres
hábiles estaban, Un mozo, que que comiese. podían mucho más
que en trueco de una, atambor fue de la que los haberes.
o dos, o más armada, Las damas que
raciones, en esta cruda, hicieron este aleve, Es tanto su poder y
un número tasado horrenda y grande haciéndose justicia maña fuerte,
concertaban. ruina, sin justicia, que todo el mundo
También había una sabiendo se guardaba eran de bajo ser, que tienen ya rendido,
especie de lirones en la posada bien se debe procuran de tomar
que al modo de de Florentina y doña aquesto presumir de primera suerte
conejos se guisaban, Catalina su malicia. a su gusto del bien
y aunque faltaba el resto de raciones, Ninguna de valor a más conocido;
aceite y vino añejo, ya pasada tal se atreve, hambre, ni
la gran hambre la media noche, a aunque es de las desventura, ni la
prestaba salmorejo. priesa va y camina; mujeres sin justicia, muerte
y entrando en la ingratitud, maldad, contrastar su poder
chozuela le sentían lágrimas, lloro, nunca han podido.

36
Mirad lo que en la de Martín del Barco a donde seis soldados dejándole en un palo
isla padecieron, Centenera se ahogaban. y horca puesto.
y al fin todas con
vida escabulleron. ¡Oh, mísero contento Embárcanse en Al tiempo que el
de esta vida, canoas los soldados, verdugo ya quería
Es cierto de notar su aguado con sobrados y al tiempo del pasar quitarle la escalera,
gran ventura descontentos! andaba brava así hablaba:
con ser un débil ser Tras el deleite la mar, que allí «Oíd un poco ahora.
tan imperfecto. siempre viene asida desagua do los hados Yo solía
Cuanto hoy tiene la pena, los disgustos y el crudo vendaval una oración rezar, y
criado la natura, y tormentos, que resoplaba acostumbraba
las mujeres lo tienen que no hace en un ser se juntan, y al pasar aquesto mucho
muy sujeto. jamás manida son anegados tiempo cada día.
Decid, no es de llorar Fortuna sin tener mil delante Juan Ortiz, Y hoy, por mi
tal desventura, mudamientos. que los miraba, desdicha, la olvidaba.
que rindan las Mas, qué digo seis hombres; y más Dejádmela decir».
mujeres al perfecto, fortuna, la miseria que éstos se Mas no ha acabado
al sabio, al necio, al del hombre está ahogaran cuando el sayón la
pobre y al que es sujeta a tal laceria. si los indios socorro escala le ha quitado.
rico, no prestaran.
al Rey y caballero y En tanto que uno es El armada salió de
pastorcico. hombre, está Pasada la laguna, se aqueste puerto
obligado metieron en demanda del Río
Dejémoslas, pues ya a dos mil infortunios los soldados, y gente de la Plata.
que es excusado y flaquezas, que venía, Ningún piloto lleva
querer con flacas que del primero por la montaña que esté cierto
fuerzas conquistarlas, padre se ha heredado adentro, y padecieron a dónde seguirá; mas
la fuerza el homenaje dolor, pena, congojas trabajo caminando en ya desata
ya han tomado, y tristezas, demasía. a los vientos Eolo, y
será al mundo que todas son Al fin al puerto, bien abierto
imposible debelarlas. reliquias del pecado pues, todos vinieron, habiendo sus
Y pues en su servicio con otros mil pasado en caminar el cavernas, disparata
hemos cantado defectos y vilezas, cuarto día; con ellos por el aire
aqueste canto, yo que juntos en Adán Juan Ortiz por la mar de tal modo
quiero rogarlas los recibimos viene, y navega que parece acabarlo
para el siguiente den cuando por el pecado dos días, y también quiere todo.
favor y ayuda en él morimos. al puerto allega.
a nuestra lengua La mar sube por
tosca, torpe y muda. En el Ibiaza, pues, se Llegado, con placer cima las estrellas,
ha recogido, es recibido, los cielos hacia abajo
como dijimos, maíz y y luego determina de se bajaban,
La Argentina frijoles, partirse; las olas parecía que
Canto décimo y habiendo los y a aquellos que centellas
huidos convencido, dijimos pretendido por cima de las aguas
En este canto se apresta Juan Ortiz habían en la barca arrojaban.
cuenta cómo, vuelto sus españoles escabullirse, Lloraban las mujeres
el Adelantado de para salir de allí; y no en más grave prisión y doncellas,
Ibiaza, fue al Río de ha partido los ha metido los hombres grande
la Plata, y de la cuando un gran porque jamás grita levantaban;
venida del capitán temporal veréis, y intenten de huirse. de sola contrición ya
Rui Díaz en su dioles Con un Sotomayor se procura,
demanda en medio una laguna fenece presto, que al mar tienen por
que pasaban, cierta sepultura.

37
que el juicio final que son por los
Anduvo algunos días Al día de contento y llegado había. pecados cometidos
el armada alegría, los males muchas
fortuna acá y allá el triste corresponde ¿Quién duda que el veces infligidos.
yendo y viniendo; y es vecino; demonio no procure
después, la mar la gente sin ventura, impedir cuanto puede El freno que le pone
estando sosegada, pues tenía a los cristianos Dios eterno
navega, en breve contento, más tristeza a que la fe no crezca, le hace estar a raya;
tiempo descubriendo sobrevino. porque dure que si fuera
la tierra tan de todos Dolor, angustia, el reino que él en manos del
deseada. aprieto y agonía, obtiene en los demonio, en el
Y sin saber dó están, aguas y huracán, paganos? infierno
yendo diciendo mar, torbellino, ¿Pues no está claro al humano linaje ya
¿qué tierra puede ser las naves traen en ya, sin que se jure, tuviera.
la que se vía?, torno condenadas, cuán extendida está Es tan malo de
paró el armada allí, al fondo y en las entre los indianos, aquéste su gobierno,
que anochecía. costas desrumbadas. y con cuánto fervor que en sus penas a
se han bautizado, todos ver quisiera,
Al tiempo, pues, que Pilotos y maestros, y sus malditos ritos con saber que de
Febo matizando marineros, renunciado? aquesto la ganancia
venía de colores la grumetes, pajes, que le viene es
mañana, frailes y soldados, Pues esta causa tengo tormento en
entraron por el río, mujeres y yo por clara, abundancia.
costeando muchachos, por donde Satanás
la banda del Brasil, pasajeros, tanto procura, Y así dice San Pedro
que es más cercana. andaban dando voces con su mala que rodea,
La vía a San Gabriel muy turbados. intención inicua buscando a quien
enderezando, Los gritos y alaridos avara, tragar muy
llevando de llegar mensajeros que nuestra armada presuroso,
crecida gana, allí son de una nave a nunca esté segura. el adversario diablo,
a cabo de tres días, otra enviados, Que en su tanto le y que pelea
medio a tiento, y cada cual socorro quita el cetro y vara, contra el linaje
tomó puerto el demandaba, y viendo su reinado humano riguroso.
armada con contento. que igual era el dolor poco dura, Incita, mueve al
que se pasaba. movido de rencor y hombre y le granjea
Surgiendo en San crudo duelo, con sus mañas y artes
Gabriel, que así se Libronos nuestro con las ondas del mar (que es mañoso),
llama Dios de aquel enturbia el cielo. y cuando más no
el puerto a donde tormento, puede con sus tretas,
surge aquesta de aquel trance y conténtase en hacerle
armada, dolor tan doloroso, ¡Gran Dios, Señor mil burletas.
los indios acudieron desistiendo el feroz y inmenso y soberano,
a la fama. crudo viento, que permitís azote, ¿Qué diremos de
Mas, ¡ay dolor!, la y viendo bonanza como vemos, aquel gran marinero
noche ya cerrada, con reposo. aqueste Satanás con Carreño, que en tres
el viento sur sacude, Mas, ¡ay!, que en cruda mano! días vino a España
y hiere y brama, acordarme del tal El secreto tan alto no de las Indias,
y tanto se embravece, cuento, entendemos; trayendo mal
que en nonada temblando estoy, sabemos pero bien, tempero,
la capitana corta confuso y temeroso, que nos es sano huracanes, tormenta
árbol y antena, que tales cosas vi, el mal que muchas muy extraña?
y el almiranta asienta que parecía veces padecemos, Ni gente de la mar ni
en el arena. pasajero

38
en pie estaba, y por el consejo y su fuerza, su valor y que tira, que do
andaba gran orden y mandado poderío. apunta allí la hiere.
compaña de Juan Ortiz, Lleva entre esta Entre ellos aquél es
de diablos, que las zaborda en el arena; gente el estandarte, de fama honrosa
velas marinaban y así, quedando delante del Cacique, a cuyas manos gente
y la nave con fuerza hecha fortaleza, que es su tío, mucha muere,
se llevaban. la gente sale a tierra Abayubá, mancebo y tantas, cuantos
sin pereza. muy lozano, mata, cuchilladas
Larga escota, el y el Cacique se en su cuerpo se deja
piloto les decía, El almiranta en flote nombra Zapicano. señaladas,
y cavan el trinquete y estuvo días,
la mesana; mas torna a dar en Es gente muy crecida Mas no por eso deja
y si les dice aiza, con seco, y desrumbada y animosa, de quitarle
porfía ha sido, entrándole empero sin labranza al cuerpo del que
amainan los traidores agua por mil vías. y sementera. mata algún despojo.
con gran gana. Procúrase que luego En tierras y batallas, No sólo se contenta
Y viendo que al sea varada, belicosa, con llevarle
contrario se hacía, sus fuerzas osada y atrevida en las armas o vestidos
al contrario mandó, y conociendo ya ser gran manera. a que echa el ojo,
así fue sana frías, En siéndoles la parte que el pellejo
su nave por los la gente fuera apenas ya enfadosa acostumbra
diablos marinada. de ella echada, do viven, la desollarle
¡Y quién duda que cuando yendo la mar desechan, que de del rostro. ¡Qué
fue de Dios y menguando, estera maldito y crudo
guardada! la nave cae, el un la casa solamente es antojo!
lado recostando. fabricada, Que en muestra de
Mil cuentos y así presto do que sale con victoria
semejantes yo Estando capitana y quieren es mudada. la piel lleva, y la
pudiera almiranta guarda por memoria.
decir aquí, mas sólo entrambas al través, Tan sueltos y ligeros
por aviso sale la gente son, que alcanzan Otra costumbre
a todos doy por cosa a tierra, do se aloja corriendo por los tienen aún más mala
verdadera alegre y planta campos los venados, aquestos
que si quieren gozar haciendo sus tras fuertes Charruahaes, que en
del Paraíso chozuelas avestruces se muriendo
no traten con Satán. prestamente. abalanzan algún pariente hacen
Uno dijera, El zapicano ejército hasta dellos se ver luego cala
descálzame aquí, se espanta apoderados; en sí propios, su
diablo. De improviso de ver tantos con unas bolas que carne dividiendo,
un diablo de la bota cristianos de usan los alcanzan que de manos y pies
le tiraba presente, si ven que están a se corta y tala
y la pierna a las y acuden con gran lejos apartados, el número de dedos,
vueltas le arrancaba. copia de venados, y tienen en la mano que perdiendo
avestruces y sábalos, tal destreza de propincuos
Al armada dorados. que aciertan con la parientes va en su
volviendo, había bola en la cabeza. vida,
quedado La gente que aquí el Charruaha por
la capitana en seco, y habita en esta parte A cien pasos (que es orden y medida.
sin entena, Charruahas se dicen, cosa monstruosa)
sin árbol, que ya dije de gran brío, apunta el Charruaha Paréceme que ya me
fue cortado. a quien ha repartido a donde quiere, he detenido
Un día de bonanza el fiero Marte y no yerra ni un con esta gente tanto,
con mar llena, punto aquella cosa que olvidado

39
dirán que tengo al diciendo que él lo tirando le mató de un según el corazón lo
campo que tendido vido una mañana, pelotazo. siente y llora!
pinté en el arenal estando en esta isla Los dos monillos Quien quisiere saber
desabrigado. muy entero pajes que llevaba, cual dio a la rueda
Con su memoria su juicio, y razón oyendo aquel terrible su vuelta la fortuna
estoy tan afligido, muy libre y sana. arcabuzazo, burladora,
que temo de me ver De monos vio aprietan por el comience con
en tal estado. juntarse gran canalla, monte, dando gritos, requiescant en la
Espérenme a otro y él púsose a mas en breve gloria
canto de amargura, escondidas a miralla. acudieron infinitos. el infelice canto de
y ayuden a llorar tal esta historia.
desventura. Un mono grande, Fue tanta multitud la
viejo como alano, que venía
Agora a Melgarejo estaba a la cuadrilla de monos a la muerte La Argentina
con su gente predicando, de aquel viejo, Canto undécimo
volvamos. Como hería y apuntaba con que la tierra do Estando en tierra
supo que pasado la mano, estaba se cubría, firme poblada la
había Juan Ortiz, mudando el tono a y huye de temor el gente, son muertos y
muy prestamente veces, y gritando. Melgarejo. cautivos de indios
la vuelta el Argentino El auditorio estaba Un indio del Brasil cien hombres.
se ha tornado. por el llano, que allí venía, Retráense los que
El caso se le cuenta atento a maravilla y con sobrado dolor y quedan a la isla de
en San Vicente escuchando, sobrecejo San Gabriel, donde
por los que del patax y él subido en un alto le dice, y embebido mueren muchos de
han arribado; y seco tronco, en cruda saña: hambre
con él vienen de dar gritos y voces «¿Por qué has de Martín del Barco
algunos de su hecho está ronco. muerto al Señor de la Centenera
pretendiendo sacar montaña?».
algún provecho. A su lado en el Al enhornar,
tronco dos estaban, Entre los indios era decimos, que se
Saliendo, pues, en a la banda siniestra y conocido entuertan
nuestro seguimiento, la derecha. aquel monazo viejo y los panes; y así
la isla do estuvimos Aquéstos la saliva le respetado, vemos que parece
han tomado; quitaban y por señor y rey era que cuando en el
en los sepulcros que gritando el tenido principio no
vieron el descuento monazo vierte y de aquel áspero conciertan
de la terrible ruina y echa. monte y despoblado. las cosas con
triste hado; Concluso su sermón, Rui Díaz de esta isla prudencia, que
la horca dio también todos gritaban, fue partido, acontece
su documento y la cuadrilla y junta el rumbo al que al fin de todo
y muestra de temor y ya deshecha, Argentino punto desconciertan,
mal sobrado. aprieta cada cual enderezado, y el caso mal guiado
Con todo al Ibiaza dando mil gritos, la costa y tierra firme en mal fenece;
pasan derechos, y despacio va el van bojando lo cual se muestra
a donde son de todo mono y pajecitos. y con los Guaraníes claro en este canto,
satisfechos. rescatando. que bien podría
Rui Díaz muy mejor llamarle llanto.
Mas quiero yo contar confuso contemplaba En tanto que camina
aquí primero el bruto razonar de lo que queda Estaba, como dije,
de monos una cosa aquel monazo. al Río de la Plata, rancheada
muy galana, Y como el arcabuz quiero agora la gente sin ventura
que cierto me contó presto llevaba, volver a mi real. en aquel llano,
este caballero, ¡Quiera Dios pueda

40
de paja cada cual que así se diera la a yerbas como suelen con solos los costales
hecha morada. orden y la traza. van un día. han partido,
La inexorable Parca, Mas presto Zapicán Los indios al los más casi
con tirano, triste venía, encuentro de corrida desnudos y con frío.
desapiadado curso que miedo ni temor les salen, y mataron a Pues llega el
desfrenada, no le embaraza. porfía Abayuba
con las tijeras crudas El preso a Juan Ortiz cuarenta, y el que encrudecido,
en su mano pide, y envía escapa con la vida a su lado con él viene
comienza de cortar a su gente que traiga es porque al enemigo su tío,
las tristes vidas mucha caza, se rendía. y entrambos tal
que estaban a la vista y él queda con el A pura pata dos se estrago van haciendo
más floridas. preso; y más valiera, escabulleron, que las yerbas del
que vivo del real y el caso de esta campo van tiñendo.
Dijimos que el jamás saliera. forma refirieron.
Cacique de esta La grita y alarido
gente, Consulta Juan Ortiz Así como llegaron, levantaban,
llamada Charruaha, como le pide los paganos diciendo el Capitán
es Zapicano, el Cacique al en dos alas en torno echa prisiones.
y que tiene un sobrino; aconsejaba se pusieron, Los nuestros
sobrino muy Vergara no se dé, y desmayaron de defenderse
valiente, aun que lo impide miedo los cristianos procuraban.
Abayubá, mancebo por causas muy cuando en medio los Los indios vuelan
muy galano, urgentes que indios los cogieron. más que unos
de gran disposición y mostraba. Con los indios halcones;
diligente, Por sola voluntad vinieron a las manos, y a cuantos con las
discreto al parecer y suya se mide que de los arcabuces bolas alcanzaban,
muy lozano; el Juan Ortiz, que a no pudieron no basta a
valor en su persona pocos escuchaba. aprovecharse, cosa defenderles
bien mostraba, Una canoa pide a que la mecha morriones.
por donde Zapicán Zapicano y pólvora que llevan Al fin muertos y
mucho le amaba. le traiga por rescate y no aprovecha. presos todos fueron,
un cristiano. si no fueron los dos
Al real en mal punto La pólvora mojada, que se huyeron.
fue traído Había a un marinero los cañones
por ciertos capitanes, maltratado, tenía Juan Ortiz Venidos al real estos
y llegado por donde entre los enmohecidos; huidos,
el Juan Ortiz le indios se ha huido. vencido de sus vanas despacha Juan Ortiz
prende, que ha Aquél y la canoa pretensiones, a priesa gentes;
sabido presto ha dado no tiene los soldados con Pablo Santiago
que entre los indios en trueco de Abayubá guarnecidos; son partidos
era respetado. su querido. las armas les quitó, y diez o doce soldados
En su busca veinte La caza que los en ocasiones diligentes.
indios han venido; indios han sacado, las vuelve, que no Aquéstos en un cerro
un Guaraní, que entre por precios y rescates son favorecidos están subidos
ellos se ha criado la han vendido. con ellas, que no son a vista del real, a do
y de lengua servía, El tío y el sobrino ya de provecho, valientes
ha sido preso, van ufanos, que el moho y el orín y astutos en la
y oíd de estas jurando de vengarse las ha deshecho. guerra, y muy
prisiones el suceso. por sus manos. cursados,
La más gente que a están con el temor
El un preso del otro Los nuestros, por la yerbas ha salido, acobardados.
no sabía, falta de comida, sin armas y sin
fuerzas y sin brío,

41
El sargento mayor no es tiempo ya, cañones de arcabuz Buenrostro el
Martín Pinedo, haced como yo lleva bañados Cordobés, y un
con cincuenta hago». de sangre con los Arellano,
soldados ha partido; sesos mixturados. fenecen a los pies de
el Pablo Santiago Embraza su rodela, y este pagano.
estaba quedo con la espada Cual toma el
con sus doce, y los resiste a los alabarda muy lucida El Capitán y el otro
más que han acudido. cristianos que y comienza a jugar compañero
El Sargento Mayor querían con ambas manos, habían grande rato
no tiene miedo, volver atrás; mas quitando al que la peleado,
según dice, a Roldán viendo que de nada tiene allí la vida, y el Tabobá, muy
que haya venido. les sirve, y que los después a los demás crudo carnicero,
Con su gente camina, indios le herían, pobres cristianos. estaba muy
y llegado con solos cinco o seis El Sargento Mayor sangriento y muy
do estaba Santiago, de camarada va de corrida, llagado.
así le ha hablado. espera; que los otros echando la rodela por Y así vino a su lado
que huían, los llanos, muy ligero,
«Conviene que tras el sargento iban Caytúa le siguió, y en esto ha
marchemos todos tan ligeros indio de brío, disparado un mal
luego, cual suelen ir tras y alcánzale a matar soldado,
ninguno de seguirme uno mil carneros. dentro del río. y al Capitán la
tenga excusa». espalda atravesaba,
El Pablo Santiago El zapicano ejército El viejo Zapicán con aunque su muerte
como fuego venía grande maña presto él esperaba.
camina, mas de a con trompas y el escuadrón y gente
poco lo rehúsa, bocinas resonando; bien regía, El Capitán cayó
diciendo: «alto al sol la polvareda Abayuba el sobrino muerto en la tierra,
hagamos aquí obscurecía, con gran saña Benito, según dice, lo
ruego». la tierra del tropel en seguimiento va matara.
Pinedo de cobarde está temblando; del que huía. Moviole a lo matar la
allí le acusa, de sangre el suelo Su grande ligereza es pasión perra
con estos pareceres todo se cubría, tan extraña, que con el Capitán
discordados y el zapicano ejército que nadie por los éste tomara.
bastó para que fuesen gritando pies le escabullía; Jurado lo tenía que
desolados. cantaba la victoria Cheliplo y Melihón, en la guerra
lastimosa que son hermanos, se había de vengar
El Sargento Mayor contra la gente triste pretenden hoy dar fin que le injuriara,
dice «marchemos», y dolorosa. de los cristianos. y así le dio el castigo
el otro, del peligro se de este hecho,
temiendo, Los enemigos, A Tabobá le cabe metiéndole una
«hagamos alto», viendo el campo aquella parte, flecha por el pecho.
dice, «pues que roto, a do está con los
vemos siguieron la victoria cinco Santiago; Aquí Domingo
que indios se vienen tan gozosos aquéste es en la Lárez, valeroso
descubriendo». cual suele el cazador guerra un fiero en sangre y en valor
El sargento replica: ir por el coto Marte, y valentía,
«caminemos, matando los conejos y así hizo este día anduvo con esfuerzo
que el indio viene temerosos. crudo estrago. y animoso,
apriesa Cual indio espada, A Carrillo por medio reprimiendo del indio
acometiendo». alfanje lleva boto el cuerpo parte, la osadía;
«Volvamos las de herir y matar, cual un brazo derrocó a y viéndole ya andar
espaldas». «Santiago, los mohosos Pedro Gago; tan orgulloso,

42
los indios acudieron en un punto le tienen de las madres, Señor, nuestra gente, sin
a porfía, amarrado, enternecidas, fuerzas y rendida
y a puja, a cual más quitándole primero que pierden a quien a la tirana muerte
puede, le hirieron, su vestido. sombra les hacía; dolorosa,
y quebrándole un Con armas y cautivos de todos os doled, por la frígida arena
brazo le prendieron. van triunfando, Dios poderoso, está tendida
y la gente en el fuerte y socorred al pueblo y de puro desmayo
Cansados los lamentando. doloroso». amortecida.
contrarios de la
guerra, Cual dice: «¡Oh Mas quiero las dejar, El Juan Ortiz su ropa
o por mejor decir de desventura, oh caso que bien les queda con presteza
la matanza, extraño, para poder llorar el embarca aquella
y viendo que la oh mísero suceso de tiempo largo, noche, que temía
noche ya se cierra, esta armada!». mas no al que salir no diese Zapicán con
no curan de llegar a Cual dice: «no del fuerte veda, ligereza
nuestra estanza. viniera tanto daño que aquesto tomó sobre el fuerte y real
Del fuerte se les tira, si fuera aquesta cosa entonces a su cargo, antes del día;
mas dio en tierra bien pensada». y quiera Dios y no tardó, que vino
un tiro culebrina, que Cual dice que la consuelo tomar sin pereza
no alcanza. causa de este engaño pueda, al punto que la
Por eso, y por la procede de la hambre (que tiene el corazón aurora descubría,
noche a los cristianos acobardada. triste y amargo) y piedras a menudo
dejaron de seguir los Cual dice que la el buen capitán al fuerte tira,
Zapicanos. suerte de esta vida Pueyo, que al mas en tocando al
está a aquestas caídas hermano arma se retira.
El despojo que llevan sometida. tendido vido muerto
son espadas, en aquel llano. Pues viendo cómo al
alfanjes, alabardas, fuerte hubo venido
morriones, Pues quien perdió el Aqueste Capitán, el enemigo al ver lo
rodelas, salmantinas amigo y el hermano aunque miraba que pasaba,
muy doradas, levanta hasta el cielo de lejos al hermano en la capitana todos
sombreros, capas, los gemidos, que ve muerto, se han metido,
sayos y jubones. y dice con dolor: al fuerte a grande que cerca de la tierra
Las cajas de «¡Pueblo cristiano priesa procuraba en seco estaba.
arcabuces, ya en manos de los que todos se recojan, Allí con gran dolor
quebradas, lobos deshambridos! que es lo cierto. se ha recogido
llevaban solamente Volved con piedad, El Juan Ortiz a priesa el resto sin ventura
los cañones, Señor, la mano, caminaba que quedaba.
con que, dando la doleos de los tristes a donde están los La noche tristemente
vuelta, van matando afligidos, indios sin concierto, se ha pasado,
aquellos que hallaban doleos de los niños y si el desventurado y el último remate se
boqueando. inocentes allá llegara, ha esperado.
que gritan con sus el resto del armada se
Y al que hallan en ojos hechos fuentes. acabara. Cuando el Sol aún
pie ya levantado apenas descubría,
del sueño de la »Doleos de las tristes Pues ido el enemigo un indio por la playa
muerte que ha afligidas ya, y venida caminando
dormido, que quedan sin la triste de la noche bajaba, y el
del peligro librarse abrigo y compañía; temerosa, semblante que traía
confiado, también de las la miserable hacienda parece de español; de
por ver como ya ha doncellas doloridas ya metida cuando en cuando
vuelto en su sentido, que pierden a sus en el fuerte con paraba; con la priesa
padres y alegría; priesa presurosa, que traía

43
a do estamos se viene Aquel que se ve Hasta que el agua y viendo a los
ya acercando; puesto en una llega a su cintura, cristianos cómo en
de su traje y manera afrenta, de allí dice que gana coto
bien parece bien vemos que se grande tiene están, aunque gran
que alguna cosa cree muy de ligero; de probar en el pena padeciendo,
nueva nos ofrece. con la primera nueva campo su ventura, y no pueden hacerles
que ha venido que salga aquel mal alguno,
Llegando donde el ánimo dudoso es cristiano del navío comienzan a
estaba el despoblado, compelido. que quisiere aceptar acogerse de consuno.
sin tener a las chozas el desafío.
advertencia, Con este Yamandú se Con todo aquesto
contra el navío el escribe luego, «De parte de la Luna viene cada día
paso enderezado, y a Garay Juan Ortiz a quien adoro», a vista el enemigo
desde la playa hizo da cuenta larga está diciendo el Zapicano,
reverencia; de la pérdida grande indio, «yo prometo por ver en el estado
con un sombrero y sin sosiego guardar la fe que que estaría
señas ha formado en que la gente diere; que el tesoro el encogido ejército
con gran placer y queda, y cuán que estimare mayor cristiano.
grande continencia. amarga; de aqueste rieto, En tanto Juan Ortiz a
Saliendo pues por él, y que venga volando será que en estas tierra envía
viene contento, como fuego tierras donde moro por una media barca
y dice de su caso el le manda, y de de Zapicán un indio que en el llano
fundamento. comida traiga carga. su subjeto, estaba, con la cual
Mas Yamandú sin otra ayuda alguno presto es mudada
Yamandú dice el malvado no saliera, en este llano, al isla San Gabriel la
perro que se llama, cuando Zapicán se atreva a combatir triste armada.
que arriba ya viene a la ribera. con un cristiano».
tratamos su manera, Después que aquesta
y que Juan de Garay Sus indios piedras Estando aqueste isla se tomaba,
le quiere y ama, tiran, aun allegan indio razonando un día noticia cierta
por donde le encargó con ellas a la nave, con superbas se ha tenido
aquesta ligera. do temblando palabras y blasones, que Zapicán su
Que de nuestra la gente está. En la en breve de mi lado ejército mudaba
venida tiene fama, pólvora no pegan retumbando al Uruguay, que es
y que con la las mechas, aunque un tiro le ha acortado río muy crecido.
respuesta allá le están más sus razones. Al tiempo que el
espera refregando. De entre las yerbas cristiano reposaba,
para venir con balsas Los indios por las salen bojeando con su gente y
y comida, yerbas se refriegan, del indio Zapicán dos canoas ha subido;
sabiendo que el motín, perneta hacen escuadrones, de aquesto dan
armada ya es venida. muy gritando; que estaban a la mira noticia los cristianos
al fin dejan el campo en emboscada que se escapan
Por señal el vestido ya venida por dar fin y remate huyendo de sus
representa la noche horrible, del armada. manos.
un sayo de algodón triste, obscurecida.
con un sombrero, Comienzan a hacer Vinieron seis
y a muchos Apenas amanece, gran alboroto soldados fugitivos,
españoles nombra y cuando viene en luengo de la playa y no pudieron más
menta, un indio de ya corriendo, porque los atan
por do su embuste endiablada catadura, ya al fuerte, que tenía de noche, y dicen
pinta verdadero. y muy poco en la todo roto, quedan treinta vivos,
playa se detiene. las paredes y chozas
abatiendo;

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que después que una de las costumbres de Ayúdale con próspera no quiero referir, mas
vez prenden, no indio se ha vestido, carrera, que vinieron
matan. usando de los ritos de y con tus largos a tiempo que a llorar
Con ellos no se pagano. vientos, gran Eolo, nos ayudaron;
muestran muy En confusión aquéste que el zaratino también con sus
esquivos, me ha metido, ejército penando regalos ayudaban
y si les sirven bien, que por amigo túvele está, y a Dios a muchos que la vida
no los maltratan; y hermano; suspiros enviando. ya dejaban.
pero si sirven mal, a huyendo de la muerte
rempujones ha apostatado, Y tú sosiega al mar, Con su venida todos
les fuerzan a que después se arrepintió viejo Neptuno, resucitan,
salgan de harones. de su pecado. y haz que su carrera que viendo la miseria
llana sea, tan crecida,
Aunque esto se le No quiero más decir, que toda aquesta a dar de lo que tienen
puso por delante que estoy cansado, armada de consuno bien se incitan
a Alonso Ontiveros, y temo de cansar a a brazos con la por volver de la
no aprovecha quien me oyere, muerte ya pelea, muerte a alguno a
a que deje de obrar mayormente que el y dudo ya que escape vida.
cosa que espante, canto desastrado ni sólo uno, Con esto ya las
pues no puede ha sido, y de llorar; de hambre no se fuerzas se habilitan
tenerse por bien mas quien quisiere halla ya quien vea. de aquellos que la
hecha. saber de Juan Ortiz Remédielo, pues, muerte de vencida
Aquéste en el hablar Adelantado Dios, que él sólo llevaba, y si Rodrigo
era elegante, su suerte, si leerla le puede, no viniera,
mas no lo fue en pluguiere, y aquel a quien él sin duda todo el resto
hacer esta deshecha, espéreme a otro sólo lo concede. pereciera.
pues bien claro canto, que ya siento
descubre en el que da Rodrigo Díaz El capitán Rui Díaz Del isla San Gabriel
remate vela al viento. aprestado sale el armada
el ser cualquiera cosa salió de San Vicente con nuestro buen
y su quilate. y tomó puerto Rodrigo en la
La Argentina en Yumirí, que demanda
Estaba en un navío Canto duodécimo habemos ya tratado, de la Martín García,
aprisionado, Viene Rui Díaz do vido del armada el así nombrada,
que en parte del Melgarejo; múdase el desconcierto. que está por cima de
delito se hallara armada a la isla de Al Río de la Plata ésta y a su banda.
por do Sotomayor Martín García; baja enderezado, En breve y poco
fuera ahorcado, Garay con socorro; el rumbo lleva a espacio fue tomada,
cuando huirse con él sucede la muerte de prisa, que está cierto a do el Adelantado
se concertara. los dos firmes que Juan Ortiz luego manda
Habíanle los grillos amantes Yanduballo padece; con su gente salir a tierra a todos,
ya quitado, y Liropeya allega, pues, un día porque quiere
y créese también que de Martín del Barco prestamente. poblar en esta isla si
se librara; Centenera pudiere.
mas él al enemigo va El triste lamentar que
huyendo Fortuna, por hablar allí hicieron, El capitán Rui Díaz
por más seguro de esta manera, des que en tanta Melgarejo,
medio le escogiendo. oh hado, bien miseria nos hallaron, porque de la rabiosa
tomándolo sin dolo, aquel dolor y pena se recela,
Del Zapicano fue favorece a Rodrigo, que sintieron, a nuestro Adelantado
bien recibido, porque espera las lágrimas que por consejo
y luego se mudó el la sin ventura gente todos derramaron, que le despache da
nombre cristiano; en ése sólo. en la carabela.

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Con ella y con un con arcos y con y siéndoles la paga de hambre fueran
mal bergantinejo flechas de pelea, ya entregada, todos perecidos.
se hace el buen Rui y viendo los rescates trajéronlos, y fueles Mas Dios remedia el
Díaz a la vela; acudieron, prometido tiempo peligroso
al preso Abarorí lleva y mucho bastimento que el precio a más con mano de Señor
consigo, nos vendieron. traer será subido. tan poderoso.
que promete guiarle
como amigo. De a poco dicen, Entre ellos fue este Pues llega la comida
vamos adelante, día rescatado y los cautivos,
A mí me cupo en que todo lo de aquí el buen Domingo y salen al encuentro
suerte esta jornada, ya está gastado. Lárez, muy prudente, luego todos;
que de saber y ver Diciendo aquesto hombre de gran estaban ya diez
muy deseoso, muestran tal juicio y recatado, menos de los vivos,
jamás dejé de entrar semblante de Huete natural, de y aquéstos de dos mil
cualquiera entrada, que encubren lo que noble gente. suertes y modos.
aunque fuese el tienen ordenado. Dionos aviso él que Los padres con los
peligro temeroso. Estaba el enemigo está ordenado hijos son esquivos,
En una isla muy fértil tan pujante, de hacernos la guerra los unos y los otros
y poblada que dudo del el día siguiente. como lodos
Abarorí nos mete cristiano acobardado, Nosotros estuvimos los rostros; manos,
muy gozoso. por su fuerza tener contratando pies, todos
Entramos por un tan consumida, con los indios, y en temblando,
brazo, no calando que pueda escabullir vela siempre estando. los ojos hacia el cielo
los remos, que las libre con vida. levantando.
yerbas van tocando. Salímonos de aquí,
En esto de la casa que se temía Algún vigor cobraron
Salieron a nosotros hubo salido, que el indio se desque vieron
embijados desnudo macilento pusiese en el socorro que viene
catorce o quince por el llano, emboscada, de comida;
indios diligentes, un mozo del armada diciendo que a las con lágrimas los
con arcos y con conocido bocas estaría. presos recibieron
flechas denodados, que Vargas se Y cierto fue la cosa que su vida juzgaban
mostrándose llamaba, trujillano. bien pensada, por perdida.
gallardos y valientes. Salió a la barahúnda que a no salir muy En el pequeño barco
Por tierra entre las y al ruido, mal sucedería, se volvieron,
yerbas emboscadas, trajéronle al navío pues siendo la y dice Juan Ortiz que
pintados de colores por la mano, mañana ya llegada, por la vida
diferentes a do le confesé, y en los indios a do conviene aventurar
andaban levantando aquel día estábamos vinieron, vida de suerte,
vocería, entró al universal y a Mora y a Loria que no ponga temor
cubiertos de muy rica camino y vía. nos trajeron. la misma muerte.
plumería.
Cristóval, indio En el barco pequeño Mas visto no
Por este brazo amigo, que viniera se ha metido conviene se acometa
estrecho y chico río de allá del Yumirí en el maíz y captivos aquello que hacerse
llegamos con favor nuestra armada, referidos; es imposible,
de la marea cautivo estaba aquí, y en breve a nuestra a que el lugar y
a la primera casa, y cuenta diera armada se ha venido, tiempo nos aprieta
al bahío de la traición que a do de hambre están a tomar el consejo
que es dicho Tabobá, entre éstos está desflaquecidos; convenible.
de paja y nea. armada, y a haberse esta El buen Rodrigo a
Los indios luego de seis cautivos que comida detenido, todos se sujeta,
salen con gran brío, hay, éste dijera;

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y dice: «Juan de que son en el vender las fuerzas eran todas decir a este lenguaz y
Ortiz cosa terrible muy porfiados. casi iguales, gran parlero:
nos manda, mas yo Después mucho maíz y aun cierto que a la «El sol alumbra a
cierto aquí prometo en abundancia clara bien se vía oriente y occidente,
de estar a vuestro trajeron por gozar de que el pequeño más así yo Yamandú a
gusto muy sujeto». la ganancia. ánimo tenía. toda la gente».

Unánime y conforme Beguas de la otra Del capitán Garay Pues siendo con las
es la sentencia banda conocieron certificaron cartas despachado,
de todos, que no se la cosa del rescate los indios que aquí trató con Zapicán,
entre al riachuelo, que pasaba, vino con su gente, que las tenía
que bien se tiene a gran priesa a las huellas de guardadas, hasta ver
cierta y firme ciencia nosotros acudieron caballos nos en qué ha parado
que todo ha de temiendo que el mostraron un negocio que arriba
acabar con crudo rescate se acababa. por do dimos la pretendía,
duelo. Rescatan todo vuelta prestamente; el cual era que tiene
Esto nos enseñó ya la aquello que trajeron, y en tierra los concertado
experiencia, y más, dicen, en casa soldados que saltaron con un indio Terú, el
por do se determina les quedaba. cogieron la comida cual vendría
que de vuelo A Gaboto de aquí que al presente a dar en Santa Fe con
a los Timbús se vaya; presto se llegue hallaron, que aún no otras manos,
con contento, por do el Carcarañá estaba sazonada, queriéndose vengar
de aquí tendimos se extiende y riega. y apenas con la de los cristianos.
vela presto al viento. espiga bien formada.
Pasando de Gaboto, a E hízolo el Terú, que
Trabajo no pequeño poco trecho Volver quiero a tratar con su gente,
se pasaba, el río Juan de Oyolas un poco agora haciendo para
que la gente sin se ha tomado; del falso Yamandú, aquesto llamamiento,
fuerzas no podía por él se entró, que nuestro cartero. se fue a Santa Fe;
tomar remo, que el es río muy estrecho, Salió de San Gabriel mas de repente
viento nos faltaba, de vientos y con la traidora volvió huyendo en
y a veces por la proa tormentas y mala condición de busca de su asiento.
sacudía. resguardado. carnicero. Los mancebos pelean
El temor de la Atraviesa este río Adonde el Zapicano fuertemente,
hambre apresuraba, bien derecho está de mora los indios llevan de
esfuérzase quien al Paraná; y las islas se va, por ser con él ello el escarmiento,
fuerzas no tenía. que ha formado particionero, y viendo Yamandú
Navegando una habitan los Timbás, aunque no se halló en que nada ha hecho,
noche a la mañana gente amorosa, la triste guerra, con las cartas se va a
llegamos a una gente sagaz, astuta, fuerte y que al venir se ha Garay derecho.
Cherandiana. belicosa. tardado de su tierra.
Del capitán Garay
Salieron a nosotros Al Paraná saliendo Este indio ya hemos fue recibido
prestamente, caudaloso, dicho que es sabido, mejor el mensajero
que en esto del tres leguas se camina astuto, muy sagaz y que lo fuera
rescate están bien cabales. hechicero; si hubiera sin las
cursados. El Paraná venía muy en todas las naciones cartas parecido,
Delante de nosotros furioso, es tenido aunque él por no
diligente los tristes navegantes por lumbre, por culpado se fingiera.
pescaba cada cual muy mortales espejo y por lucero. Mas viendo el
muchos pescados. del soldado pequeño A mis propios oídos Capitán cómo ha
Ninguno en los y del grandioso yo le he oído venido,
vender era inocente,

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y que puede volver a aquí tienen sus Afierra con el mozo, que si cinco caciques
do saliera, gentes rancheadas, y aun perdella le vencía,
tratole bien e hízole Terú, Añanguazú, la lanza piensa el que al punto será
gran fiesta, Maracopá, mozo, que abalanza luego su marido.
y tórnale a enviar con y en otras más abajo, el indio sobre él, por El tener de español
la respuesta. Tabobá. do al ruido una centella
la moza despertó, y no quiere, por quedar
Ya vuelve Yamandú Entraron por las pone partido. con la doncella.
con más cuidado islas; entendiendo
que tuvo con las poder hacer la Al punto que a la Mas viendo el firme
cartas, pues pensaba guerra, los caballos lanza mano echaba amor de estos
guardarlas para sí; metieron; mas los el indio, Liropeya ha amantes,
mas ha acordado indios van huyendo, recordado, licencia les pidió
urdir otra, pues ésta que no pueden los mirando a para irse luego,
no cuajaba. mozos alcanzallos. Yanduballo así dejándoles muy
En tanto que la urde Entre los verdes hablaba: firmes y constantes
este malvado, bosques se «Deja, por Dios en las brasas de amor
tratemos de Garay, ascondiendo amigo, ese soldado, y vivo fuego.
que procuraba se meten, que un solo vencimiento Dos tiros de herrón
bajar con muchas imposible es el te quedaba, no fue distantes,
balsas y comida, hallallos, mas ha de ser de un con furia revolvió, de
dejando a Santa Fe si no es al sin indio señalado, amores ciego;
bien guarnecida. ventura, que que muy diferente es pensando de llevar
guardada aquesta empresa, por dama esclava,
Partió con treinta la suerte le está ahora para cumplir al indio con la lanza
mozos valerosos desdichada. conmigo la cruda clava.
y veinte y un promesa».
caballos, y servicio Con gran solicitud en Yanduballo cayera en
en balsas; y los su caballo Diciendo Liropeya tierra frío,
mozos deseosos entre aquestos estas razones, la triste Liropeya
de guerra, que la mancebos se señala el bravo Yanduballo desmayada;
tienen por oficio, en andar por las islas muy modesto el mozo con crecido
procuran que en los Caraballo, soltó la lanza, y hace desvarío
indios enojosos y así por la espesura las acciones, a la moza habló, que
se ofrezca al crudo hiende y tala y a Caraballo ruega está turbada:
Marte sacrificio, en medio de una baje presto. «Volved en vos», le
de aquel Terú selva, y Yanduballo El mozo conoció las dice, «ya amor mío,
vengando la osadía halló con Liropeya, ocasiones, que esta ventura
con triste y carnicera su zagala. y muévelo también el estaba a mí guardada,
anatomía. La bella Liropeya bello gesto que ser tan lindo,
reposaba de Liropeya, y baja bello y soberano,
Son islas, por aquí en y el bravo del caballo no había de gozarlo
este paraje, Yanduballo la y siéntase a la par de aquel pagano».
de grandes guardaba. Yanduballo.
bastimentos La moza, con ardid y
abastadas, El mozo, que no vio El indio le contó que fingimiento,
de muy hermosas a la doncella, un año había al cristiano rogó no
tierras y boscaje, en el indio enristró su que andaba a se apartase
y de indios fuerte lanza, Liropeya tan rendido de allí, si la quería
Guaraníes bien el cual se levantó que libertad ni seso dar contento,
pobladas como centella, no tenía, sin que primero al
el falso Yamandú de un salto da y el golpe y que le ha la muerto sepultase;
mal coraje no le alcanza. doncella prometido

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y que concluso ya el y vide lamentar su Entrose por un río llegan los Timbúes
enterramiento desventura, que de frente pregonando:
con él en el caballo conclusa Caraballo está, y a tierra firme «Comprad de mí, que
la llevase. su jornada, atravesaron, vendo más gracioso».
Procurando el diciendo que aunque a do está de Gaboto Y tanto regatean, que
mancebo placer muerta estaba bella, la gran torre, en Sevilla
darle, y tal como un lucero por do el Carcarañá podrían imprimir
al muerto determina y clara estrella. se extiende y corre. nueva cartilla.
de enterrarle.
Mil veces se maldijo En tanto que Garay En tanto que la cosa
El hoyo no tenía el desdichado aquí esperaba, así pasaba,
medio hecho, por ver que fue la y en tierra sus desde el Carcarañá
cuando la Liropeya causa de la muerte caballos saca y gente, nos ha enviado
con la espada de Liropeya, andando el capitán Rui Díaz una carta Garay, en
del mozo se ha tan penado se levaba que avisaba
herido por el pecho, que mal siempre de donde le dejamos que estaba en Sancti
de suerte que la decía de su suerte. prestamente. Spiritus parado.
media atravesada «¡Ay triste!, por Volviendo hacia Al viento vela en
quedó diciendo: saber que fui culpado abajo, atravesaba popa se entregaba,
«Haz también el de un caso tan acaso Yamandú, que y no se ha a Sancti
lecho extraño, triste y está de frente. Spiritus llegado,
en que esté fuerte, Allí nos dieron nueva cuando Garay por
juntamente sepultada tendré, hasta morir, muy entera, tierra y a caballo
con Yanduballo pavor y espanto, que en el Carcarañá asoma, y aquí un
aquesta sin ventura y siempre viviré en Garay espera. poco he de dejallo.
en una misma huesa amargo llanto».
y sepultura». Con esta nueva
Salió pues de la selva cierta, a grande La Argentina
Lo que el triste Caraballo priesa Canto decimotercio
mancebo sentiría a la grita y estruendo bajamos hacia el río Entra Rui Díaz en el
contemple cada cual que sonaba, Juan de Oyolas. Carcarañá; baja
de amor herido. y vido que la gente No se tiene temor de Martín García;
Estaba muy suspenso de a caballo la traviesa pretende Yamandú
qué haría, a gran priesa en las del gran río Paraná, dar en la isla; padece
y cien veces matarse balsas se embarcaba. ni de sus olas, Garay naufragio en el
allí ha querido. No curan ya más que el bien que en la Uruguay
En esto oyó sonar tiempo de esperallo, tornada se interesa de Martín del Barco
gran gritería; que de su vida ya no lo facilita todo; mas Centenera
dejando al uno y otro se esperaba, no a solas
allí tendido, teniendo por muy nos vemos cuando Jamás fortuna dio
a la grita acudió con cierto que había sido viene anocheciendo, contentamiento
grande priesa, cautivo de los indios que los Timbúes que no fuese
y sale de la selva y comido. vienen muy mezclado con
verde espesa. corriendo. dolores,
Mas viéndole venir, de a donde el
Aquesta Liropeya en alegremente Después, cuando ya disfavor es
hermosura el Capitán y gente le Febo caminando fundamento
en toda aquesta tierra esperaron; volvía con sus carros de todo buen suceso
era extremada; allega, y embarcose presuroso, de favores.
al vivo retratada su con la gente, los campos con sus También el favorido
figura y apriesa de aquel rayos matizando pensamiento
de pluma vide yo sitio se levaron. de rojo, verde y por fin muy cierto
muy apropiada; blanco luminoso, tiene disfavores,
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por lo cual Salomón, y llegando do Allí tiene la cosa de los indios, que en la
sigue, decía, aquesto se hacía, ordenarse gente dar pensaban,
el día de tristeza al mandó soltar la flaca por do el cartero da con gran priesa a su
de alegría. artillería. priesa a tornarse. isla se tornaban.

¡Cuánto dolor, Al fin tomaron Y dice: «Volveré yo Quedaron los


tristeza y amargura, puerto, y recontada con comida, cristianos como
y cuánto sobresalto la cosa de una parte a que así con mis cuando
ha pasado otra pedida, amigos lo he levanta un huracán
la gente zaratina sin la carga de las balas ordenado, muy espantoso
ventura! descargada, aquesta cosa quiero las olas en la mar, y
Pues quien con Garay parte en sea sabida, va bufando
atención bien lo ha demanda de comida. porque en vernos el viento con un
notado, El Melgarejo sale ninguno sea alterado. ímpetu furioso.
verá que al mayor desplegada Que aquesta tierra El piloto sagaz está
mal en coyuntura con gran placer su toda está rendida temblando,
un buen suceso o vela y descogida. a mi dicción, y yo la vencido del trabajo y
gusto ha En tanto que uno he sujetado». temeroso;
acompañado, baja y otro queda, Con esto Yamandú se mas viendo que el
que no haber de esta me fuerza Yamandú suelta en breve, peligro está pasado,
suerte sucedido, vuelva la rueda. y con más brevedad vereisle presumir del
hubiera el resto volver se atreve. esforzado.
Zárate perdido. Llegado este tacaño
con las cartas Con diez u once O como aquel
¡Qué pena, qué dolor al isla, con placer fue canoas esquifadas mancebo que ha
no mitigara recibido; la vuelta da el cogido
el ver al buen Garay el Juan Ortiz le dio malvado, procurando el toro furibundo
por aquel llano! cuchillos, sartas, que no estén las entre sus manos,
La bárbara nación y de paño de grana personas recatadas, que siendo de la
que se juntara, un buen vestido. mas antes las ocupa muerte escabullido,
no pudiera escaparse De dádivas y dones rescatando. huyendo a pura pata
de su mano. fueron hartas No quiero referir, por los llanos,
Si el bravo y crudo sus manos, por pues, cuán turbadas blasona de la maña
Marte se hallara pensar lo ha lo estaban, según que ha tenido,
con tal gente de merecido, supe, y cuán y hace en talanquera
guerra, tan ufano y él pretende temblando. fieros vanos.
y altivo se sintiera, entregarse a suelta Mas con todo se No menos nuestras
que en la tierra rienda dieron tanta maña, gentes aquí estaban,
a todos los mortales en vida del cristiano que no cuajó el y al moro muerto
diera guerra. y de hacienda. cartero su maraña. gran lanzada daban.

La trompa y atambor Pues tiene la traición En un fuerte la gente Rui Díaz, como dije,
les ayudaba, así ordenada, recogida, navegando
los caballos calor que dadas estas porque de esta salió de Sancti
iban tomando; cartas, vuelva luego traición tienen aviso, Spiritus, y viene
contento grande, al río Igapopé, que es de todo lo posible en breve do le
cierto, que causaba la morada guarnecida, estaban esperando.
aquesta gente allí de un indio que se salió el indio que A mí me ha parecido
escaramuzando. dice Grande Fuego, estaba ya arrepiso. me conviene
Rui Díaz con los y de otros que allí De humos gran señal quedarme con Garay,
suyos lo miraba, viven de coplada ha parecido que va triunfando,
viniendo su viaje con Aguazó, que es el río arriba, y luego y Zárate, que hambre
navegando; guía de este juego. de improviso siempre tiene.

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Rui Díaz Melgarejo, el escudo era concha de la Asumpción, que Los indios son
pues, allega de pescado, aquesto hubo subido. valientes, y al
al isla, y la comida y el bastón que este Juntose con nosotros estruendo
les entrega. bárbaro tenía el navío salieron con esfuerzo
servir de antena en y dimos en un hondo denodado,
Garay de a do nave bien podía. y chico río. y siendo preguntados
dijimos sale a priesa ¿por qué huyen?,
con su gente, y las Hablando con El navío a la boca se con la razón del uno
balsas que llevaba; soberbia ha quedado así concluyen.
lo que en esta salida encrudecida, con toda la más gente
le interesa pregunta por aquel del armada; «Dejadnos ya, que
es el buscar comida que tiene cargo el Capitán con veinte estamos temerosos,
que faltaba. del armada, que dice dentro ha entrado y contra vuestras
También se que la vida en la barca de todo fuerzas no podemos.
procuraba hacer le tiene de quitar con pertrechada; Y vosotros, sobrinos
presa fin amargo. por tierra los caballos animosos»,
en el falso Terú que Y dice: «No penséis hubo echado, a los mancebos
allí moraba. que fue huida del gran Terú se dicen, «¿qué os
Y oíd lo que sucede la mía, por salir aquí busca la morada; hacemos?
un día de Ramos, a lo largo, hallose, mas sus Mirad que a nuestros
que de vista es el que quise aquí indios al estruendo hijos amorosos
cuento que sacaros al anchura con mujeres e hijos criar ni sustentar ya
contamos. por dar a todos ancha van huyendo. no podemos,
sepultura». pues carga de
Por un pequeño río Las balsas aquí mujeres tan penosa
de boscaje Quería arremeter el cargan de comida; no espera a vuestra
las balsas y la barca can rabioso, la gente de a caballo diestra poderosa».
caminaban, y en esto dos pelotas va por tierra
cuando vimos venir le tiraron; siguiendo la victoria Diciendo aquesto,
un gran salvaje. la popa nos volvieron conocida estaban muy metidos
La canoa en que sin reposo con ánimo y codicia en un atolladar y
viene gobernaban, las faunas, y de la guerra. gran pantano.
al parecer, dos ninfas espantados nos Abscóndese la gente Garay no permitió
de buen traje. dejaron, dolorida, fuesen heridos,
En viéndonos a que con un dulce que el temor del que más de uno
priesa se tornaba, canto armonioso caballo la destierra; probar quiso la
y desque al Paraná a priesa de nosotros saquea el español allí mano.
grande llegaron, se apartaron, las casas, Causaban gran dolor
en medio de un y a muchos el sentido y en un punto los doloridos,
remanso se pararon. enternecieron, vereislas hechas que mujeres e hijos
y en un punto de brasas. por el llano
Allí nos esperaron vista se perdieron. sin orden, a gran
grande pieza, El Capitán de aquí priesa, iban huyendo,
y así como la barca En esto un bergantín presto saliendo so tierra lo que tienen
hubo llegado, vimos venía, penoso, por no abscondiendo.
el salvaje se estira y el cual a Santa Fe ha haberle indio parado,
endereza descendido, sus balsas y su gente De aquí el río abajo
y un escudo y viendo que Garay recogiendo, navegando,
grandísimo ha bajado había, a Añanguazú el armada se sale a
embrazado. en seguimiento suyo acomete, indio remo y vela.
Por yelmo un cuero había venido, afamado. Un temporal se viene
de anta en la cabeza, con socorro el levantando
Teniente se le envía

51
que las yerbas del ¡Oh duro corazón!, a Aqueste Caytuá es aquéste el Paraná se
campo arranca y quien no mueve, comarcano le consume.
vuela. el temor de los fines al pueblo Santa Fe, y
Del isla grande sospechosos. muy vecino. Yendo por este estero
priesa me están No vemos ser Garay le trata bien navegando
dando, prudente el que se como a su hermano, diez días, que los
que parece la gente atreve y así con gran tiempos no
se recela. a perder lo ganado en contento con él vino. ayudaban,
Pues vamos allá los dudosos El Cacique no por tierra los
agora, que esta y peligrosos casos; lo anduvo paso en vano, soldados van
armada más cierto que yendo a los cazando,
aquí queda segura es ir siempre a buscar Beguaes de camino, que muy poco las
rancheada. seguro puerto. cuatro cristianos trajo balsas caminaban.
rescatados De noche están con
El isla parecía que se A nuestra armada por anzuelos y liñas esperando,
hundía, vuelvo, que metida espejos muy pescando de los
y el Cielo que venía quedaba en un juncal quebrados. peces que picaban;
de caída; y una ensenada, aquí pica el patí, allí
el sudoeste, viento la cual halló segura De aquí salió Garay; el armado,
que corría su guarida. con el navío, aquí también el
con una fuerza Y el bergantín, que está de la otra blanco y el dorado.
grande desmedida, tomando una banda, se ha juntado.
los árboles y piedras enconada, Despáchale a la isla En una bella noche
conmovía del otra banda está, por el río muy serena,
por do la gente que de caída que dicen de las habiendo el sueño
andaba dolorida, allí por se abrigar Palmas afamado. dado ya sus puertas
porque tanto ruido hizo parada, No va de bastimentos a los que nuestra
levantaba a do con Cherandíes tan vacío, cama era el arena,
el viento, que al ha tratado, que al fin le han de estando centinelas
infierno figuraba. y el tiempo que allí decir: «Bien seáis muy alertas,
estuvo, rescatado. venido», con grande
De dos naves que que están como los dulcedumbre una
había del armada, Garay con los pollos ya piando, sirena
no quiere perdonar Beguaes de otra y sólo por comida comenzó de cantar; y
esta tormenta banda suspirando. cierto, ciertas
a alguna; que a la muy gran trato y y humanas parecían
zabra que cargada rescates ha tenido. El armada se va por sus canciones,
está de la comida, la A Caytuá, Cacique, un estero bastantes a mover
revienta dice y manda que llaman de mil corazones.
y la abre por cien (pues para aqueste Beguaes, que no
partes, mas varada fin ha descendido) lleva Es tan ameno y bello
aquésta fue en el isla; que diga a los la fuerza y la este paraje,
la otra avienta Beguaes, como él corriente del que las hijas de
a tierra firme, y tan anda primero, Pierio bien podrían
metida queda, en busca de a quien él va a buscar dejar de Tracia el
que dudo en algún cristianos, que ha a que le beba; monte y su boscaje,
tiempo salir pueda. sabido y tanto va sin él a que aquí más soledad
que tienen muchos cual postrero, cierto tendrían.
Pues dime, Juan ellos en su tierra, que en más de veinte Y aquellos que
Ortiz: ¡No te ávidos de rescate, y leguas no le prueba; siguiesen su lenguaje
conmueve no de guerra. al cabo, porque en en breve de sus
el ver aquestos breve yo me sume, ciencias más sabrían,
trances peligrosos!

52
y en metro y dulce llegando toma puerto el bergantín del lado La enojosa tormenta,
verso el casto coro luego junto, no se absenta, pues, pasada,
al mundo descubriera y dando de nosotros con cabos, al punto que la noche
su tesoro. nueva cierta, guindaletas se viniera,
la cosa de esta suerte amarrados, las balsas
Aquí la gran maldad se concierta. están todos del desamparan este
la Filomena viento contrastados. puesto,
lamenta de Teseo, su En busca de Garay y oíd lo que sucede,
cuñado, luego volvieron El otro que pues, de aquesto.
con su lengua arpada aqueste bergantín y esperando había
bien resuena, Melgarejo, quedado Desta isla do digo
y con canto suave y y aquellos que al cargado de mujeres, que salieron
agraciado presente adolecieron como vido las balsas, se
publica a todo el llevaron, y mujeres, y el cielo todo andar atraviesa la corriente
mundo su gran pena, es consejo alborotado, del río que Uruguay
y dice: «Pues la que allá en el camina el río arriba, indios pusieron
lengua me has Uruguay (adonde y ha tenido por nombre; tierra
cortado, fueron) ventura en se mudar, firme está de frente,
aquesta gran maldad, se pueble, donde que haber tardado las balsas allá van,
cruda tirana, hubiere el aparejo, la carga hubiera toda mas no pudieron
labrando contaré toda que para los navíos sumergido. las olas contrastar,
a mi hermana». está cierto Mas no pudiera ser, que no consiente
que muy cerca que en el armada la fuerza del canal
Aquí la sacra fuente hallará seguro puerto. jamás vide mujer ser remo ni pala,
cabalina mal parada. que todo lo abandona
sus cristalinas aguas Llegados a la punta y lo desvala.
vierte y riega. de este río, En tanto que venía el
Aquí la gran Minerva quedose el bergantín sur bravoso, El sur se ha
a la contina grande esperando; huyendo con presteza levantado en este
sus tesoros reparte y el otro atravesó, que su fiereza, punto,
los entrega va vacío. el capitán Rui Díaz y hace que el canal
a todos con largueza Garay en esto viene valeroso ande alterado,
muy benina. navegando. caminaba el río el corriente con
Y aquí muy de En breve se encontró arriba sin pereza. fuerza viene junto,
ordinario en esta con el navío, Lloraban las mujeres y el sur lo que corre
vega que estaba en una sin reposo, en contra ha
la bella y casta diosa vuelta ya esperando; pensando ya fenece hinchado,
se pasea, la noche se apresura, su belleza, ¡ay Dios!, que en este
y con sus el viejo Apolo y que ha de ser a punto yo barrunto
compañeras se nos huye, y viene peces entregada, que el día de mi fin
recrea. airado el grande y en vida so las es ya llegado.
Eolo. aguas sepultada. La barca se nos iba
Mas al isla conviene trastornando,
dar la vuelta En un punto veréis Garay en una isla las balsas todas siete
dejando aquesta que se levanta empantanada, trabucando.
armada en este un ser tan riguroso, que dicen por
punto. que atormenta renombre de la Al día del postrer
Pasada la tormenta y con su grave furor Espera, juicio figuraba
revuelta, cualquiera planta, tenía ya su gente aquel naufragio
según dijimos ya en y fuera del lugar rancheada; nuestro doloroso.
breve trasunto, propio la ablenta. del bergantín no sale Cual indio de la balsa
el bergantín que El armada se afierra gente fuera. se arrojaba
fuera a vela suelta, bien y planta,

53
por ir nadando a hubo entre los de aquéstos dieron arma por más a su placer
tierra codicioso; Garay y los muy ligero, escopetarles.
cual vuelve do la Charrúas, y cómo fue los arcabuces fueron El bárbaro de seso no
balsa se anegaba herido Garay en los bien cargados. está falto,
en busca del Señor pechos y su caballo No vide que quería que entiende ser
que está lloroso. muerto, y muchos ser postrero aquesto asegurarles,
Las indias dicen indios muertos y alguno, porque todos por do hace parar sus
todas que llamemos heridos aprestados escuadrones
a nuestro Dios, pues de Martín del Barco en un punto salieron y dice con gran grita
todos perecemos. Centenera muy gozosos estas razones.
por dar fin al Charrúa
Los caballos ya ¿A quién he de codiciosos. «Estamos de
sueltos van nadando, llamar que me dé esperaros ya
y no tienen peligro, aliento? Doce caballos solos cansados,
si no afierra O ¿quién podrá se ensillaron, que ha días que
el cabo en parte acertar que estoy el Capitán con once tenemos entendido
alguna, que colgando enseñado compañeros que sois hombres
le llevan por el agua a tratar de tristezas y (que muchas de las valientes y
hasta tierra. lamento, sillas se mojaron), esforzados,
La barca sale en y poco de placeres he salieron veintidós agora será el caso
salvo, y descargando gustado? arcabuceros. conocido.
la ropa y adherentes Pues esto de la Los bárbaros a vista Salid los más
de la guerra, guerra hago a tiento, se llegaron valientes y alentados
en busca de las que menos de las con orden y aparato riñendo uno con otro
balsas torna a prisa armas he probado. de guerreros, este partido.
a donde todos andan A vos, Señor, favor con trompas y Salid, que tardar
sin camisa. pido y demando bocinas y atambores, tanto es cobardía,
que vuestra ayuda hundiendo todo el veremos vuestro
El que es buen sola voy buscando. campo y rededores. esfuerzo y valentía.
nadador, aunque con
miedo, Dejé, si os acordáis, El Capitán mandó »Con sólo matar
al agua en la marina, que se emboscasen veinte de vosotros,
desnudándose se pasado ya el los once de a caballo, pues sois de tanta
arroja; naufragio, a nuestra hasta tanto fama y nombradía,
quien no sabe nadar gente; que los alegres la vida por bien dada
estase quedo, el aurora nos viene bárbaros llegasen de nosotros
y en la balsa metido ya vecina, a tiro de arcabuz, tenemos todos juntos
bien se moja. Apolo muestra ya su porque de espanto este día.
Mas ya yo de nadar roja frente; de ver a los caballos ¿Podéis ser más
hablar no puedo; el bergantín navega a no tornasen. valientes que los
la gente sale a tierra la bolina, Y el Capitán se puso otros,
do se aloja, subiendo el río arriba al otro canto cuyo valor poco ha
tendida por la fría y diligente; con sus arcabuceros, que fenecía?
dura arena. el Zapicán ejército atendiendo Salid a los vengar,
Dejémoslos que marchando se fuese el enemigo acobardados,
entiendan en su cena. en siete escuadras, introduciendo. cornudos, mujeriles y
viene ya gritando. apocados».
Llegado a poco
La Argentina El bergantín le vido, trecho, hacen alto, Más cosas les oí por
Canto mas primero el Capitán procura de mis oídos,
decimocuarto le habían descubierto cebarles que un poco de su
En este canto se tres soldados, un poco retirándose lengua ya entendía.
cuenta la batalla que en un alto

54
Gritaban, daban en medio el enemigo, y dale un golpe tal El bravo indio se
voces, alaridos, dando muerte que desafierra puso de delante
con su grita la tierra a todos cuantos la lanza el enemigo, con pica que parece
estremecía. indios encontraron. y aun pegada un grande pino.
Cual indio la perneta, Rompieron una la lanza con la mano El mozo le encontró
cual fingidos escuadra grande y deja en tierra. luego al instante
motines y ademanes, fuerte El indio ve su mano con su lanza, y aun
cual hacía en que de setecientos destroncada hizo tal camino
que cae en tierra se pasaron; y quiere escabullirse por medio de los
triste y desmayado salieron de otra de la guerra, pechos de aquel
y en un punto banda cien flecheros mas no le dan lugar, perro,
vereisle levantado. con ánimo gallardo que tras su mano que la espalda pasó
muy ligeros. tendido le deja Leiva su fino hierro.
Llamaban con las en el llano.
mantas que traían Sobre éstos nuestra Su lanza sacó tal y
ceñidas a los gente revolviendo Y como recobró tan bermeja,
cuerpos, no cesando pelea, y ellos rostro y Leiva su lanza, que el hierro pura
de dar voces, cara hacen; habiendo a Tabobá sangre parecía.
diciendo que querían los otros al socorro muerto, con priesa Dos pasos de este
ponerse nuevos muy corriendo revuelve Abayubá puesto no se aleja,
nombres peleando. acuden, mas los sobre él, y lanza cuando un indio de
Mas viendo que los nuestros los el mozo un bote tal fama le seguía.
nuestros ya salían, deshacen. que le atraviesa A esperarle el
al alto se volvían Volvieron a el ombligo, y el indio mancebo se apareja,
retirando, romperlos, y se abalanza que es indio muy
juzgando por mejor rompiendo por la lanza adelante, gallardo y de valía,
un alto cerro, los mozos sus deseos y hace presa al mozo ha
y el sueño, como satisfacen, con el diente en la acometido
dicen, fue del perro. que tantos por el rienda, de tal suerte Yandinoca,
suelo van rodando, que la corta, y fenece y él métele su lanza
Saliendo al alto, y cuantos caballo y con la muerte. por la boca.
siendo traspasado lanza van tocando.
un poco de pantano El viejo Zapicán, que Arévalo gallardo va
que allí estaba, Aquí veréis el indio ve tendido hiriendo
el Capitán a priesa ha atravesado a su sobrino en tierra, la gente que jamás
caminado; por medio la bien quisiera fue conquistada,
los once de a caballo garganta, y allí junto en Leiva se vengar, el hierro de su lanza
que llevaba el otro todo el casco mas ha acudido va tiñendo
siguieron con barrenado, el bravo Menialvo, en sangre con los
esfuerzo denodado; saliéndole los sesos que le diera sesos misturada.
la trompa con luego al punto. un golpe tan terrible Con fuerza va
presteza resonaba Por medio de los que partido Aguilera
en ellos, Santiago, pechos traspasado por medio, por descubriendo
Santiago, estaba Tabobá, y casi encima la cadera, aquí, y acá y allá de
y oíd un bello lance y difunto, en dos partes quedó; una lanzada;
gran estrago. y tanto de la lanza se fue cuchillada al indio deja tal, que
aferraba, de brazo poderoso y parecía
Seguíanle los once que ya perderla Leiva fuerte espada. que el indio so la
de tal suerte imaginaba. tierra se hundía.
que juntos se Añagualpo, que
metieron y Allega Menialvo con estaba muy pujante, El buen Mateo Gil,
mezclaron su espada en suerte le ha cabido soldado viejo,
a Vizcaíno.

55
con esfuerzo y valor y al pecho del Fortuna, si quisieres Recógese la gente
de Trujillano, caballo se ase y estar queda, muy gozosa
nacido en el lugar de garra. cuán presto el de ver quedar el
Jaraicejo, El mozo, que lo vido Charruaha se campo muy poblado
andaba por el campo tan asido, acabaría. de la soberbia sangre
muy lozano. la daga de la cinta Si el capitán Garay belicosa
Parécele que mata desamarra, viera tu rueda, del indio, en estas
algún conejo, con ella fuertemente bien con su lanza partes señalado.
matando algún le ha herido, audaz la clavaría. Era cierto esta gente
soldado zapicano, y tanto las entrañas le En un cerro una muy famosa,
y así tan gran estrago desgarra escuadra estaba su fuerza y su valor
va haciendo que Magaluna altivo, queda tan estimado,
que las yerbas del bravo y fuerte, de indios, a la mira que toda la provincia
campo va tiñendo. cayó en tierra herido qué haría. la temía
de la muerte. El Capitán por ellos y muy grande respeto
Hernán Ruiz pelea va rompiendo, le tenía.
sin pereza, Tiene el campo Juan y en él todos a puja
de Córdoba Sánchez ya poblado rebatiendo. El Capitán, que a
heredando la osadía, de zapicanos muertos todos gobernaba,
acá y allá acude con con su espada. Rompiolos, y al fortísimo y valiente
destreza, Un indio le acomete romperlos fue herido. era en la guerra;
con ánimo y esfuerzo señalado Miráronle los indios por aquesta razón le
y valentía. con una espada si caía, respetaba
Un indio le encontró inserta y enastada. y viendo como en sin su gente gran
con gran fiereza, Un bote le tiró por un tierra no ha caído, parte de la tierra.
y quitarle la lanza costado, sin orden cada cual Y aunque él en estos
pretendía; y el mozo le allí huía. llanos habitaba,
Camelo le ayudó, responde de El Capitán tras ellos tenía alguna gente
perdió la vida estocada, ha corrido, allí en la sierra,
el indio, con la mano y aciértale por medio en esto su caballo se los cuales a su
bien asida. de la frente, tendía tiempo le servían
y da con él en tierra y muerto feneciose la y a su mano y
Con gran fuerza por de repente. pelea, dicción siempre
medio Magaluna de que el indio no acudían.
de cinco o seis Rasquín piensa ya poco se recrea.
soldados se metía; hoy hacer remate Con ésta estaba el
al encuentro le sale del ejército todo Acuden los soldados perro tan pujante,
Juan de Osuna zapicano. como vieron que a todo el mundo
con su espada, que Mas veis otro que caer su Capitán con junto no temía,
lanza no traía. viene en el combate el caballo; juzgándose a sí solo
Al mozo favorece la que quiere en general de presto en otro al por bastante
fortuna, probar la mano, punto lo pusieron, contra la tierra toda y
que el indio con su de encuentro, de procuran al real monarquía.
pica tal venía, revés, da jaque y luego llevallo. El nombre de
que si el caballo un mate Los bárbaros al cristiano y lo restante
brinco no pegara, al indio sin dejarle un punto se huyeron, pensaba de acabar
por medio de los hueso sano, la tropa a recoger sólo en un día,
pechos le pasara. con la fuerza que toca, dejallo y no le faltaba ayuda
pone en su caballo conviene al enemigo. de paganos
La pica suelta el el fuerte y animoso En estos cuentos que vienen de los
indio muy corrido, Caraballo. murieron, según vi, pueblos más
más de doscientos. cercanos.

56
En tanto que a trabajos está tan que acá y allá se
nosotros celebramos avezado Oí, cierto, una cosa muda muy de presto.
el triunfo de victoria que no se halla bien muy galana
muy gozosos, si está parado. de un hombre Estaban congojosos,
y aquel siguiente día cuartanario, que esperando
reposamos, Aquí, pues, los decía, que vuelvan los
los indios dejemos, teniendo ya salud navíos al concierto,
despoblando descansando entera y sana, ya viene Melgarejo
temerosos los unos y los otros que sin gusto y navegando,
la tierra adentro muy gozosos, contento ya vivía; dejando la más gente
huyen. Después El tiempo en estaba ya tan hecho a allá en el puerto.
vamos regocijos empleando su cuartana, El buen Capitán entra
en busca de Rui Díaz por los campos y que por falta su pregonando
muy gozosos, prados deleitosos. absencia la tenía. que el perro Zapicán
que huyendo del A Juan Ortiz Mirad qué es la quedaba muerto,
tiempo adverso y volvamos, que costumbre, y de qué y que iba ya huyendo
duro, penando suerte, de corrida
tomó en San está con sus soldados que dicen que su ejército y su gente
Salvador puerto lastimosos. mudarla es par de de vencida.
seguro. Al que quisiere ser muerte.
bien informado, Con placer le reciben
Adonde en su ribera serale en otro canto Estoy ya tan cursado de alegría,
deleitosa, relatado. en esta historia y todos con la nueva
de todos los desastres en males infortunios se alegraron,
olvidados, y descuentos, el roto campo y
nos tuvimos por La Argentina que aquello que gente, artillería,
gente muy dichosa Canto tuviera otro por en la zabra y bajeles
en vernos ya de decimoquinto gloria, embarcaron.
asiento allí poblados, En este canto se trata tratar del enemigo y La zabra el Uruguay
con gozo celebrando de las crueles y sus lamentos, entrado había,
la famosa terribles muertes que no daba tanto gusto a el cual los pilotos no
victoria de mancebos los indios daban a los mi memoria; acertaron;
esforzados cristianos cautivos y así me parecía los ni basta izar
contra el soberbio de Martín del Barco acentos trinquete, ni el
indio belicoso, Centenera faltaban por tratar yo antena,
y en todo el de alegría, que fuertemente
Argentino más De aquello que una por do vuelvo a encalla en el arena.
famoso. vez se hubo cantar como solía.
estrenado, Los bergantines
A priesa cada cual el vaso nuevo La gente desdichada suben prestamente
hace morada, guarda, como vemos, zaratina a descargar el hato
que de maderos hay el gusto y el olor; lo de la esperanza que llevaban,
gran aparejo, que es usado estaba muy colgada; el Guaraní acudiera
y teniendo su carga por largo tiempo, en el que esperando está diligente
descargada, hábito tenemos, siempre imagina a ver que los
por Juan Ortiz se y tanto en natural se la cosa que le está cristianos esperaban.
parte Melgarejo. ha transformado, más apropiada; Recibidos de paz, y
No siento le da pena que siempre con lo y cuando ve prestamente
la tornada, tal bien nos habemos; mudanza repentina, los indios a su casa
que aunque es el y así dejar costumbre tras ella su memoria se tornaban,
capitán ya cano y muy usada va guiada, y en breve a dos
viejo, es cosa muy difícil y que el ánimo dudoso cristianos han traído,
acabada. tiene aquesto,

57
y que otros dos y de ellos dos o tres de un indio que lo a dar el enemigo
traerán han aprisionaron. andaba maquinando, algún asalto,
prometido. si no estuviera sin duda perecemos,
De aquí los dos Arévalo velando. porque vana
Venidos los bajeles y pasaron adelante la guarda es sin la
buen viento, en busca de comida; El capitán Garay con guarda soberana.
la zabra desencalla y en el río sus soldados
del bajío que dije Igapopé, do camina a la Un caso contaré, que
sin recibir de aquesto está triunfante Asumpción con manifiesta
algún tormento, el indio Guaraní, que mucha prisa. en su tanto y manera
que piedras por aquí es un gentío, El capitán Rui Díaz esta sentencia,
no tiene el río. como hemos dicho (bien cargados de cómo humana
Al puerto se llegó ya, en maña pujante, los suyos de comida guarda poco presta
con gran contento, sin otra presunción ni y de la presa, si está en contra
a donde el Guaraní desafío, que fueron cuatro divina Providencia.
volvió con pío en los indios asalto indios señalados, Sucede a media
de haber de los dan bravoso y entre ellos de Cayú noche una molesta
rescates castellanos, cuando el sol un hijo) atraviesa y triste desventura,
y trajo por rescate alumbraba luminoso. a donde está el real, y diligencia
dos cristianos. en breve allega, no basta a le impedir,
Habían estos indios y la comida y presa porque la casa
El capitán Garay abscondido toda entrega. de Juan Ortiz se
hecha tenía sus hijos y mujeres, y torna hecha brasa.
a Juan Ortiz la casa pensaban, La nave vizcaína se
en que viviese, en viendo algo me aqueja Al punto que la gente
y cada cual la suya se seguro su partido, que de ella no me reposaba,
hacía, en nuestra gente dar, acuerdo; está un fuego se
por tener un rincón y así hablaban plantada emprendió; el
do se metiese. diciendo pocos son; allá en un arenal, a Adelantado,
El Juan Ortiz en éste mas fue sabido do la deja según pareció ser,
proveía el falso que en Juan Ortiz de gente despierto estaba,
que de hoy en secreto concertaban, mal poblada. a prisa sin parar se ha
adelante se dijese y así salen huyendo Paréceme que queda levantado.
y nombrase Vizcaya por las vegas, como oveja El viento al fuego
el Argentino. dejando de maíz a lobos deshambridos fuerza acrecentaba,
¡Mirad el ambición muchas hanegas. entregada; la casa y cuanto tiene
del vizcaíno! de cuando en cuando se ha abrasado,
Tres casas y buhíos van a visitarla, que mientras más va,
Después al Paraguay se dejaron mas la gente se teme el fuego más se atiza,
determinaba con doscientas de guardarla. y vuelve todo en
que vayan a traer hanegas bien polvo y en ceniza.
mucha comida. colmadas Y no quiero
Al capitán Garay de maíz, y otras culparles, pues que ¡Eterno Dios!, que
acompañaba cosas que se tiene azotas y castigas
Rui Díaz, que hallaron, cualquiera, acá do los hombres por
procuran la manida y estaban so la tierra estamos, sobresalto, razones exquisitas,
de Cayú, que en las sepultadas. pensando cada cual ¡qué de tormentas,
islas habitaba. Los soldados las que le conviene hambre, sed, fatigas,
Allá los dos caminan casas les quemaron, rogar a nuestro Dios trabajos, guerras,
de corrida, y fueran con los que de lo alto cosas infinitas
primero con Chanaes nuestros ya envíe su socorro, que he visto! Y sé Señor,
encontraron, quemadas si viene que más obligas

58
aquel a quien El preso su venida Ordenado de grados Estando estas
castigas, y lo incitas disculpaba, supe que era, palabras él diciendo,
a que ande entero el miedo por excusa versado en natural el bárbaro cruel más
siempre en tu presentando, filosofía, se embravece,
servicio, diciendo que en la discreto, sabio y muy y Chavarría en Cristo
mas no conoce el nave a la ventura caritativo, contemplando
malo el beneficio. estaba, y beneficio de de mucha habilidad y el Miserere mei está
natura. seso vivo. cantando.
Metiose Juan Ortiz
en su navío, Aquel Cayú que dije, Es justo déste quede Cual suelen
adonde su hacienda que huyendo gran memoria, cazadores por el soto
está guardada; salió con los demás, que su fin lo merece con perros y
no cura de hacer ya y que dejara lastimoso, sabuesos vocería
más buhío, captivo el hijo, y pues llevó la palma alzar, así hiriendo a
que la zabra la tiene vuelve ya corriendo, de victoria, este devoto
por morada. el río Uruguay gozoso le el crudo barbarismo
La guarda se le hace atravesara. nombremos y lo hacía.
junto al río, Algunos de los suyos dichoso. Estaba ya su cuerpo
la gente por el campo le siguiendo Yo espero nuestro todo roto,
está poblada a Juan Ortiz pescados Dios le dio la gloria, la sangre hilo a hilo
en sus chozas de presentara, que yo le conocí por dél corría,
paja, sin abrigo, con lágrimas y virtuoso, mas él no deja el
con no poco temor ruegos significa y oídme aquesta canto de consuelo,
del enemigo. lo que con alma y grande maravilla, que espera de tener
vida le suplica. que más me mueve a paga en el cielo.
Al arma un día se envidia que a
toca, alborotados Que en rescate del mancilla. Y oíd, mi buen
a todos los veréis, hijo una graciosa Señor, aquí otra cosa
porque asomaban mozuela tome pide, Sacáronle los indios que tiene en
el piloto mayor y los así pensando del poblado confusión a estos
soldados, cumplir su voluntad en un pantano grande paganos
que la nave sin tan deseosa, anegadizo, por ser a vista de ojos
guarda la dejaban. su rostro y y en un palo le ponen espantosa,
A todos los veréis hermosura amarrado, según lo refirieron
amedrentados, exagerando. y flechas dan en él tres cristianos.
las damas y Y dícele la tome por como granizo. Captiva uno esta
doncellas esposa, Quedó en breve gente perniciosa,
lamentaban, y mientras él está tiempo tan cuajado y sácanle los ojos,
los hombres aquesto tratando, cual vemos el pellejo pies y manos
desmayados, el Juan Ortiz la moza del erizo le cortan con
suspirando recibía, de sus agudas puas, malvada y gran
andaban por la plaza y al indio sin su hijo tal estaba, fiereza,
divagando. en paz envía. y con esfuerzo y dicen que está vivo.
grande así hablaba. ¡Qué grandeza!
Llegó, pues, esta En este tiempo, ¡oh «Eterno Dios, el
gente que guardaba cosa lastimera!, alma te encomiendo, Juan Gago este
la nave vizcaína, y en flecharon al dichoso que el cuerpo cautivo se decía;
llegando Chavarría. miserable que padece de Guadalupe mozo
al piloto unos grillos Aquéste a los (aunque está este virtuoso,
luego echaba Chanaes les cupiera, tormento en Logrosán, mi
el Juan Ortiz, la cosa al tiempo que la padeciendo), patria, me servía
exagerando. presa se partía. mayor por mis al tiempo que dejara
pecados él merece». yo el reposo.

59
A la Virgen purísima que Dios todas sus hincado de rodillas Es Yamandú en
María cosas siempre mide en el suelo aquesto el
de Guadalupe dice con divinos secretos con grande devoción, trujamante,
este dichoso: soberanos. el envidioso que es primo del
«En este punto sed No sabe el triste Agaz, tirano indio, Cayú; muy confiado
vos mi abogada», hombre lo que pide, sin recelo está, porque
y acude a su lo más cierto es le flecha, mas al poniéndose delante
costumbre tan usada. dejárselo en sus punto un luminoso de nuestro Juan
manos; nublado descender se Ortiz, Adelantado,
Dios sabe cuánto yo esta consideración en ve del cielo, hará con su saber y
lo he procurado verdad hago y en él subir a todos buen semblante
sacar de cautiverio en el negocio parecía que quede Juan Ortiz
por mil vías, siempre de Juan una doncella, bella bien engañado.
y el trabajo y las Gago. en demasía. Mas uno piensa el
hambres que he bayo (allá en Castilla
pasado Estaban, sin los Los indios con se dice) y otro es el
andando tras los dichos, más cautivos aquesto se que le ensilla.
indios muchos días. que asimismo espantaron,
En muy grandes mataron estos perros, de suerte que a él con Con prisa Cayú
trabajos me he empalando y otros compañeros vuelve en compañía
arrojado flechándolos aún que habían muerto a del falso Yamandú,
por mi propia vivos, todos enterraron, que confiaba
persona, y con y también llorando porque que muy presto al
espías, desgarrándolos con fueron carniceros sobrino llevaría,
y nunca he sido en hierros, de aquel bendito que Garay en sus
ello de provecho. y por mostrarse fraile que mataron. cartas lo rogaba.
Acaso Dios hará con crudos y nocivos Y están en su temor Con ánimo gallardo
él su hecho. en vida a muchos hoy tan enteros y alegría
meten en entierros, los descendientes de al Capitán el preso
Juan Barros de los a do mueren de ellos, que recelo demandaba;
indios fue cautivo, hambre, cruda, perra, tienen que les venga la gente dice toda,
en tiempo de don y vivos sepultados so fuego del Cielo. pues tenemos
Pedro, en los la tierra. el pájaro en la mano,
Beguaes. A nuestra historia, ¿qué hacemos?
Mataron otros, mas Aquí quiero no pues, dando la
aquéste vivo quede por olvido vuelta, No quiero referir las
criaron, que era niño, un caso que me viene Cayú de su hijuelo opiniones,
y a Chanaes a la memoria. deseoso juicios y pareceres
le venden (aqueste Del grande Patriarca tras el Garay se fue, diferentes
hombre de que enriquecido que a vela suelta que había en el real,
escribo de bienes duraderos el río arriba iba sin y locuciones,
algún tiempo traté). en la gloria, reposo. coloquios y corrillos
Chiriguanaes seráfico Francisco ha Y cuenta cómo al entre gentes;
le cautivan, y tiempo merecido hijo no le suelta todos daban sus
mucho estuvo un hijo suyo palma el Juan Ortiz, y causas y razones,
entre ellos, y mujer e de victoria, pídele lloroso al parecer de muchos
hijos tuvo. en tiempo de don que le escriba una suficientes;
Pedro le mataron, carta, en que le de Yamandú se trata,
Aqueste Juan de y el caso de esta ruegue si conviene
Barros cierto vide suerte me contaron. que su querido hijo se prenda, o que se
que hizo gran se le entregue. vuelva como viene.
provecho a los Estando este bendito
cristianos, religioso

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El Yamandú, como poned a vuestras Con su saber astuto y Las mujeres de
hombre cauteloso, almas duros frenos». cauteloso, aquestos dos trabadas
procurando librar a sintiendo la pujanza comienzan de
su sobrino, Con esto y otras que Adán lleva, sembrar tan gran
mostrose muy alegre cosas que hablaba, y viéndose no ser tan cizaña
y muy gozoso, el falso Yamandú poderoso que, yendo ya las
y dice a Cayú vuelva disimulando que pueda entrar con cosas mal guiadas,
su camino, su pretensión fingida él en lucha y prueba, se fragua en poco
porque él está ya ha procuraba, en el jardín de vida tiempo gran maraña.
días deseoso diciendo desear ser deleitoso El Zurita tenía
de estar entre bautizado. Satán tomó por desganadas
cristianos, y así vino Y tanto esta ficción medio nuestra Eva, las gentes, y a don
con fin de bautizarse suya duraba, que vencerle sabía no Diego el diablo
y ser cristiano; cuanto de la pudiera engaña.
y de esta suerte habla Asumpción se hubo si solo la batalla Al Zurita que manda
al primo-hermano. llegado, acometiera. allí prendía,
como diré después, y al Audiencia Real
«Cayú, bien ves cual que agora siento Contra el hombre preso le envía.
quedo entre en Santa Cruz un mal quedó Satán tan
cristianos, levantamiento. diestro Un Diego Gómez,
y tu hijo también. que si vencerle hombre marinero,
Ten buena cuenta Tratemos dél agora, quiere con pujanza, con su pretensión
que guardes de que sucede como viejo, sagaz y mala le traía
malicia bien tus en tanto que lo pasa gran maestro, al pobre de don
manos, el zaratino en una mujer pone Diego al retortero;
y cosa contra aquesto muy mal, y yo confianza; el Cabildo en aquesto
no se sienta. aseguro que bien y el caso que no le elegía
Que tratas con los puede puede muy siniestro, en el lugar que estaba
indios zapicanos, ponerse el de Toledo por medio de mujer de primero
ni Guaraní por ya en camino, puede y alcanza, Zurita, que a los
pienso en tal si no quiere ser causa de modo que de diez Charcas ido había.
consienta, de que ruede partes de males Pues veis
que al punto que don Diego con su los nueve con mujer Gobernador don
haya tal, entrambas gente al Argentino, causa cabales. Diego alzado,
vidas, y con su rueda dé tal y el propio del
de tu hijo y de mí, estampida Cuán claro aquesto gobierno despojado.
serán cumplidas. que el Perú venga vemos en el cuento
todo de caída. del pobre de don Don Diego a los
»Yo quedo con Diego y de Zurita, alcaldes prende luego
contento y alegría, pues sólo por poner con otros que
así se lo decid a mis La Argentina mujer asiento condenan su designo,
parientes. Canto decimosexto en el iglesia, y que y viendo alborotado
Mirad que mucho ha Levántase don Diego otro se lo quita, andar el juego,
que yo os decía de Mendoza en Santa se comenzó tan gran los Salazares salen de
que habían de venir Cruz de la Sierra; levantamiento camino.
de lejos gentes. sale el virrey don que al reino del Perú La nueva al Perú
Dejados de esa vana Francisco de Toledo plata infinita vuela como fuego,
fantasía, del Perú con gran le cuesta, y aun buen y el don Diego con
mirad que no podéis ejército en su triunfo le costara grande desatino
ser tan valientes demanda si el de Toledo no lo mató a los Salazares,
que deis cabo de de Martín del Barco remediara. procurando
tantos. Sed ya Centenera quedarse para
buenos, siempre gobernando.

61
y fuerza, con que me pone nuevas
Don Francisco, A don Diego la vive muy seguro. fuerzas y me anima
virrey de tanta fama, nueva llega en esto a conquistar los
y en servicio del Rey que de parte del Rey Ibitupuá, o viento Charcas, Cuzco y
muy estimado, se hace gente, levantado, Lima.
sabido este negocio, de Santa Cruz se sale aqueste indio se
echa derrama, muy de presto llama; es de gran »Noticia tengo ya de
y en breve grande a las horcas de brío, cómo viene
ejército ha juntado. Chaves diligente. magnánimo, valiente el soberbio cristiano,
A gente de valor y En llegando y esforzado, mano armada.
suerte llama, despacha muy de de muy grande valor En las horcas de
y el hecho con presto y señorío. Chaves se detiene
presteza concertado; en casa Ibitupuá, En grande rectitud don Diego con su
la cordillera se entra indio valiente, tiene su estado gente levantada.
muy pujante diciéndoles se junten sujeto por su De todos el
echando un caballero mano armada esfuerzo y poderío. resguardo nos
de delante. y no den al Virrey En toda la comarca conviene
paso ni entrada. es muy temido, y guardar nuestra
Aquéste es don y muchos favorecen tierra libertada,
Gabriel, que de su Que si el Virrey se le su partido. que si cualquiera de
tierra entra por la tierra, ellos nos venciere,
y sangre hereda que vivirá en eterna Entre los suyos hizo de nosotros hará lo
esfuerzo placentino. servidumbre; llamamiento, que quisiere».
A Santa Cruz le que habrá de y desque a todos
envía de la Sierra conquistar toda la juntos los tenía, Bebiendo de la
con gente de la suerte sierra les hizo un chicha y del brebaje,
que convino, sin dejar lo más alto concertado que había para ello el
a que rompa por de la cumbre; parlamento, aparejo,
paces o por guerra que ahora podrá bien diciéndoles el fin que celebrado con grita y
del triste de don darle la guerra pretendía. con coraje
Diego su destino. para librarse de esta «Aquesta tierra», de todos fue el
Después, dando la pesadumbre; dice, «es nuestro acuerdo y el consejo.
vuelta, que pretenda que perfecta asiento, En medio de la junta,
en Ibitupuá ganar prudencia es y a nadie de derecho de buen traje
hacienda. cordura otro venía. un indio se levanta,
gozar en la ocasión la Por tanto el nuestro cano, viejo,
Don Francisco se va coyuntura. propio defendamos con manta que parece
por otra parte, y la vida por él todos fina grana,
por Presidente queda El indio le responde pongamos. y en el brazo de plata
el de quiñones. que guardase una chipana.
Aqueste caballero su tierra, y que jamás »Yo he puesto
con gran arte no pretendiese diligencia en mis Aquéste con muy
el Audiencia regía y que en cosa con los agüeros, grande reverencia
escuadrones, suyos le ayudase, y hallo buen presagio al gran Cacique dijo
temiendo de su que allá don Diego en cuanto veo, convenía
industria el fiero solo se lo hubiese. y espero que saldrán despachase con
Marte, Que no tiene temor bien verdaderos, mucha diligencia
de su sagacidad y que nadie entrase cortados a medida a Condurillo. Izoca:
discreciones, en su tierra, por del deseo. «Más valdría»,
que tanto era el ardid fuerza que trajese, Y veros tan valientes responde muy
que allí mostraba que de ánimos y guerreros soberbio, «sin
que en la guerra las constantes tiene un cual sé lo sois, y paciencia
letras encumbraba. muro, siempre yo lo veo,

62
matar toda la sangre aquesta razón dice la A Santa Cruz de que aquéstos dicen
vieja y fría, barbuda: vuelta ya venido, todos convenía.
pues quita a los «En medio el de don Gabriel le El Gómez, que fue
osados corazones Paraguay y Perú viene un mensajero causa que hiciese
la causa de venganza estamos, con cartas del Virrey, don Diego la cantada
y ocasiones». aquéstos y los otros y prometidas demasía,
resistamos». del propio y Gómez y fuera al parecer su
El viejo Tabobá con y Ávila las vidas. grande amigo,
pecho fiero Gran grita y alarido en viéndole sin
a Izoca respondió: levantaron Llegando don mando, fue enemigo.
«Mal has hablado, los indios en le oír Gabriel a aqueste
contino la tuviste ser estas razones. puesto Desiste, pues, don
parlero, El dicho con aplauso que las horcas de Diego de su manda,
sin seso, sin celebraron, Chaves es llamado, y deja que el Cabildo
vergüenza, cesaron diferentes halló cómo don gobernase,
deslenguado. opiniones. Diego con el resto por aquesta manera
A ti junto con otro El consejo con gozo de su gente ya había procurando
compañero consumaron caminado. que el Virrey su
haré entender quién conformes en el alma Las cartas delito perdonase.
soy en estacado». y corazones, despachando muy de Algunos de su parte
Izoca acude al arco sujetándose al dicho presto, y de su bando
que traía, de la vieja con los suyos se le dicen al Virrey se
de presto Ibitupuá los y así cada cual dellos queda allí alojado, presentase,
despartía. se apareja. que adelante pasar no que en ver su poca
se podía, culpa y su inocencia
Las tazas andan tales El nuestro Paniagua que la tierra de aguas sin duda que usaría
y los mates, placentino se cubría. de clemencia.
que el acuerdo se con gente muy
vuelve en vocería; lustrosa y muy A Santa Cruz las El Cabildo enviar
allí se disputaban mil lucida, cartas llegan breve; procura luego
debates, con ánimo de fuerte el Ávila ha ayudado a don Gabriel la
y cada cual su caso paladino, en esta parte, nueva de este hecho.
difería. comenzó, como dije, causando que se haga Salgado sale ya sin
Con borradas razones su partida. lo que debe grande ruego,
y dislates Y tan pujante fue, hacerse, aunque mas no sin gran
el uno al otro dice que de camino siguiera el estandarte doblez de inicuo
vencería, la tierra a su dicción contrario; mas agora pecho.
aunque traiga quedó rendida. no se atreve, De Santa Cruz,
consigo por ayuda Don Diego de por ver del de Toledo saliendo como fuego,
la isla Jamaica y la esperarle ya cansado, la grande arte, a las horcas de
Bermuda. a Santa Cruz enfermo y que el don Diego Chaves va derecho;
se ha tornado. está sin pies y veinte mancebos
Una india que las manos, lleva arcabuceros,
tazas ministraba, De manos y de pies y aquellos que le y más cincuenta
muy vieja lagañosa y Dios le ha tullido siguen son tiranos. infantes muy
colmilluda, que es lástima de ver guerreros.
a todos los mancebos al caballero, El orden que se dio,
animaba que aun obras que desistiese
con su lengua naturales no ha del mando y del Don Diego del
mordaz y tartamuda. podido gobierno que tenía, negocio ya arrepiso,
Entre otras muchas sin ayuda hacer de y el Cabildo y pensando de volver
cosas que hablaba, otro tercero. Consejo se lo diese, el juego en maña,

63
a Salgado le ha dado de todos con la nueva y toda la maraña diciendo que las
por aviso se holgaban descubriendo aguas ya venían
que mate a don por ver ir los que trabada Salgado y no estaba el camino
Gabriel con su negocios bien ya tenía, aparejado,
compaña. guiados, al tiempo que la iba a Diego Gómez
El indio Chiriguana y con esto de presto mal tejiendo, presto le prendían
nunca quiso se aprestaban el hilo conocido y al Audiencia le
venir en el concierto para dar en los indios descubría envían a recado.
y la maraña, no domados el triste de Salgado, Don Diego no desiste
que si el indio en el de Ibitupuá, digo, el de tal suerte del camino,
concierto consintiera, valeroso, que vino a fenecerse que tullido y enfermo
don Gabriel con su valiente, astuto, sabio con la muerte. a Mizque vino.
gente pereciera. y belicoso.
Colgole don Gabriel Ibitupuá, que estaba
El hecho de esta Salgado se ofreció y prestamente muy pujante,
suerte se guiaba, que con su gente despacha a Santa espera a don Gabriel
que llegado Salgado irá en la delantera de Cruz de aquel paraje con pecho fiero.
con su gente contino; los indios Guaraníes No viene el
a donde don Gabriel recíbese su oferta y la gente Placentino muy
y el campo estaba, alegremente, que dije que triunfante,
sería recibido que don Gabriel no vinieron, y un que le quita la fuerza
alegremente sabe su destino. mensaje el mal tempero.
por el socorro y Mas el malvado a don Diego le envía Las aguas también
nuevas que llevaba. piensa prestamente diligente, mira de delante,
Y que después, un en efecto poner su la palabra le dando y y el importuno
día de repente desatino, homenaje tiempo venidero,
marchando con los y así para efectuar el que venga, que al y viendo cómo todo
suyos el Salgado, crudo hecho Virrey hará servicio, le adversaba,
revuelva sobre el descubre con los y que él le será en batalla solamente
campo descuidado. suyos su mal pecho. todo muy propicio. presentaba.

Con sus arcabuceros Al tiempo, pues, que Don Diego en esto y Y aunque nunca
de delante ya lo concertaba Ávila pensando, romper ha procurado,
había de ir Salgado y de dar en don Gabriel que en su negocio con todo, el enemigo
sus flecheros, que va marchando, hacen mucho hecho, se mostrando
Paniagua tras él con el indio guaraní lo a los Charcas tan fuerte que a los
el restante revelaba, caminan, procurando nuestros ha apretado,
en dos tercios, y que que con Salgado iba llevar siempre y del todo a romper
él con los primeros caminando. camino muy derecho. les obligando,
resolviose a traición, Y aunque el Salgado A don Diego el temor algunos
con tal semblante bien se lo rogaba, le va acusando, rompimientos ha
que pensasen ser no quiere el guaraní aunque Ávila le pone formado
indios los postreros. seguir su bando, alegre pecho; en que lo más seguro
Hicieran desta suerte que dice que de las aguas con gran se llevando
todos alto, andar está cansado fuerza le apuntaban el español, el bárbaro
y así Salgado diera tras don Diego, que y volverse por esto moría
un crudo asalto. siempre le ha procuraban. cantando la victoria
burlado. que perdía.
Llegando, pues, Sabiendo en Santa
Salgado donde A don Gabriel el caso Cruz cómo querían Al fin, porque
estaban refiriendo volverse, porque el convino así hacerlo,
Paniagua y los suyos el guaraní con pecho Gómez lo ha tratado, retíranse los nuestros,
alojados, y osadía, que imposible

64
al bárbaro será en sin hacer el efecto y así es dicho el
breve vencerlo, pretendido, En tal término y Cacique, muy
que habita en una que el invierno le punto está la cosa valiente.
tierra muy terrible. estaba ya presente, que, si don Diego
Lo que es más por do dejar la guerra acaso allá bajara, También salió el
principal para ha convenido. hallara nuestra gente Virrey a la otra mano
cogerlo, De Chuquisaca en deseosa por sierras cordilleras
y es cosa hacedera y esto el presidente de cualquiera de boscaje.
muy posible, Quiñones con revuelta y se holgara. En partes pocas hay
prenderles las socorro se ha partido, Mas quiso con su camino llano,
mujeres, que en busca del Virrey mano poderosa que todo es cordillera
prendidas va caminando, el Alto remediar, que este paraje.
darán en trueco que a Condurillo si la alzara El asiento de Manso
dellas dos mil vidas. viene atravesando. el Argentino todo se está cercano,
perdiera seguro estoy si fuera
Es cosa de notar de Al tiempo que el y en aprieto al Perú allá el bagaje
aquesta gente Virrey entró en la todo pusiera. y pueblo, el buen
en cómo a su mujer sierra Virrey allí poblara,
ama el marido, con cuatrocientos Alguna vez oí a mis que mucho a su
que ni hijos, ni hombres bien oídos pretenso le
padres, ni pariente armados, que don Diego venía importara.
en tanto tiene; y sé con otra mucha gente levantado,
que ha sucedido de la tierra y vi que se holgaban Con gran pujanza va
venir tras su mujer de todos adherentes los nacidos el Virrey siguiendo
muy diligente, pertrechados, en la tierra del caso su derrota y camino
y dar en trueco un con fin de reducir por relatado. comenzado.
hijo muy querido paz o guerra Los pechos de éstos El indio guaraní se
el indio con tristeza al indio guaraní con fueron conocidos está riendo
lastimera sus estados. cuando después se por ver que el
por verse sin su dulce La tierra considera y hubieron rebelado aparato es excusado;
compañera. la demarca en Santa Fe, en aquel y en viendo al
desde un pueblo que levantamiento español, tira huyendo
Celoso suele ser y llaman Chalamarca. de que yo en su lugar de lejos, el motín
recatado la verdad cuento. haciendo usado.
el indio con la india De aquí por su Don Francisco y su
que es su amada, mandado a priesa De allí de campo van
y do quiera que va la fueron Chalamarca pues marchando
lleva al lado tres hombres con envía la vuelta del Perú ya
en tanto que no ve despachos y recados despachos el Virrey, deseando.
que está preñada. a Tucumán, do en como contamos,
Después suele decir: breve se pusieron, al Río de la Plata, Aquí quedan
ya está ocupado que en el camino que temía cansados los
el vientre, y ocupada estaban bien el mal que en esta carneros,
la posada, cursados. historia ya allí desmaya ya y
si mi mujer no Con esto en apuntamos. muere el caballo,
hubiere de guardarse, Tucumán presto A Zárate despacha desean muchos
mi obra ya no puede tuvieron recta vía hombres verse en
despintarse. noticia de don Diego en busca de unos cueros,
y de sus hados. indios Comogamos; el hato dejan ya por
Salió pues don Al Paraguay también en Condurillo habita no llevallo.
Gabriel de entre esta la nueva viene aquesta gente, A los Charcas
gente al tiempo que velarse salieron mensajeros,
le conviene.

65
Quiñones se da con cruces en las el aire y tierra cubren muy grandes baterías
priesa, que manos de repente, con las flechas. les han dado,
encontrallo diciendo que huyeron La guerra fue la cosa andaba en
al Virrey con socorro temerosos sangrienta y bien mucho rompimiento,
determina y de la cruda muerte reñida, cuando dando la
en el asiento y recelosos. mas huye, al fin, el vuelta los cristianos
pueblo de Tomina. indio de vencida. del fuerte se retiran
Al Capitán decían y los paganos.
Marucare en aquesto culpaban Los muertos y
muy furioso, porque nunca avisó heridos muchos El Capitán estuvo allí
huyendo de su de su venida, fueron tres días
asiento y de su casa, que días ha que todos de parte de los rehaciendo su gente;
porque en quemarla deseaban indios, porque había y como viese
nadie esté gozoso, a los cristianos ver, ochenta arcabuceros que el estar más allí,
él propio la ha dejado que conocida que hicieron por todas vías,
hecha una brasa. su bondad y valor, como gente española dañoso era, ordenose
Con Tabobá el determinaban de valía. que se fuese
valiente y ardidoso, la tierra esté al De tres o cuatro en busca del Virrey y
sus mujeres y cristiano sometida; vivos que cogieron, compañías,
chusma presto pasa y porque ellos esto traídos acá al fuerte, que no se sabe de él a
de allí, y tan adentro conocían, se sabía dó estuviese.
se ha metido las cruces en señal de que los indios Mas él, tan gran
que no podrá jamás ello traían. llevaban en los camino va haciendo,
ser ofendido. brazos que sin poder errar le
Al Capitán con esto a sus casas los van siguiendo.
El buen capitán procuraban hechos ya pedazos.
Zárate bajando entretener los indios, De presto todos
en busca del asiento pretendiendo De los nuestros juntos se juntaron,
Condurillo, hacer así mejor lo quedaron mal heridos y dando ya la vuelta
con tan grande que ordenaban, algunos, pero pocos presurosos
trabajo atravesando y andaban con gran de esta guerra. con el buen
la tierra, que temor priesa y maña Los indios a gran Presidente se
me da escribillo, urdiendo. priesa son metidos encontraron,
los días y las noches En tanto que la junta por la espesura de que todos se
caminando, concertaban, grande de la sierra. hallan muy gozosos.
al fin el indio hubo el Capitán su farsa De a pocos días A sus casas alegres
de sentillo. conociendo, fueron descendidos, se tornaron,
Y aunque de un fuerte ha bajando el Capitán a aunque todos venían
sobresalto los fabricado muy aína ver la tierra; perdidosos.
cogieron, de brava palizada y y a quince que en el Don Diego de
las mujeres e hijos de fajina. fuerte se quedaron, Mendoza también
escondieron. las cabras, como viene,
Apenas está el fuerte dice, acorralaron. y oíd en otro canto el
Tres casas y buhíos fabricado, fin que tiene.
muy crecidos y las paredes dél no La tierra toda junta
aquí Zárate halla, do medio hechas se ha juntado
su gente estaban, cuando el haciendo para el caso La Argentina
aloja, que los indios campo se ha cuajado llamamiento, Canto
escondidos de los indios, que a los quince del decimoséptimo
vacíos los dejaron vienen por sus fuerte han apretado En este canto se trata
prestamente. trechas, y puesto en de la muerte y
De a poco con gran grita y alarido confusión y gran justicia que hizo el
cautela son venidos han levantado, tormento; virrey don Francisco
66
de Toledo de don que más vuelan los y así sale con esta se hace con azogue el
Diego de Mendoza tres que unos confianza. beneficio.
en Potosí, y del gran halcones. Y no ha bien En breve sale piña y
señor Topamaro en el También allega al concluido su camino, plata fina,
Cuzco Río de la Plata y a Diego Gómez y muchas veces hace
de Martín del Barco do Juan Ortiz echaba vido que le alcanza, bien su oficio
Centenera la bravata. que preso le traían y el azogue, quedando
Responde con a recado, tan entero
Aquel es de valor y soberbia al de que a Don Diego según y como estaba
grande estima mensajero, mucho le ha pesado. de primero.
que sabe con mostrándole desnudo
prudencia el viejo pecho, Don Francisco El grande laberinto,
gobernarse. que diga a don saliendo de la guerra, que de Creta
Diremos con razón Francisco que a Potosí se fue, que este dicho, con razón
tener la prima harnero deseaba puede llamarse
aquel que vemos lo tiene por servir al juntar los naturales el cerro Potosí, a do
sabe resguardarse Rey, bien hecho; de la tierra, una veta
con gran maña en el y que tiene de ser porque esto al Gran a muchos enriquece;
arte de la esgrima, siempre el primero Filipo le importaba. y engañarse
y a su tiempo procura do fuere menester ser De los valles los a otro fuerza tanto,
señalarse, de provecho, trajo, y de la sierra, que se meta
aquí apuntando el que están muy y en breve mucho en ella hasta vivo
golpe por lindo arte, enseñadas ya sus número ha juntado, sepultarse,
y al fin haciendo el manos y póneles la tasa en quedando so la tierra
lance en otra parte. a derramar la sangre los jornales sepultado
de tiranos. del trabajo y labor de a vueltas de la plata
Aunque el Virrey la los metales. que ha buscado.
causa publicaba Mas no fueran
de su salida ser el bastantes, si bajara Los indios son en Estando aquí el
Chiriguana, don Diego, sus grande Virrey, don Diego
y al principio de bravatas y sus fieros, muchedumbre, viene
aquésta se trataba, que mucha gente que nunca al asiento llamado de
en don Diego de dar moza le ayudara, acabaremos Tomina,
tiene más gana. que al fin eran describillos. a do un corregidor,
Y así al punto luego antiguos Difieren en los trajes que el pueblo tiene,
se tornaba, compañeros. y costumbre, al punto que lo ve
sabiendo Santa Cruz Y así la cosa acaso le y así se diferencian con él camina,
estaba llana, obligara sus aíllos. prendiéndole, que
que no estando la a buscar su remedio, Subidos en los altos quiere que se suene
causa sosegada y agujeros de la cumbre que él mismo a le
allá fuera el Virrey a donde se meter a del cerro, acá prender se determina.
de mano armada. priesa listo, parecen pajarillos. A Potosí lo lleva
que no estaba en la Sacando allí el metal diligente,
Bien claro se mostró, tierra muy bien de sus mineros, y el pobre de don
pues prevenía quisto. acá al pueblo lo Diego va doliente.
al Perú y a las demás bajan en carneros.
gobernaciones, Mas no tuvo don A las casas reales fue
que a priesa a todas Diego tal designo, Los ingenios los llevado
partes escribía, que puso en el Virrey muelen muy aína a do está la Real
de don Diego las toda esperanza por muy graciosa Hacienda y plata.
vanas pretensiones. que habrá de traza y artificio, Allí lo tienen preso y
La nueva a Tucumán perdonar su desatino, y hecho ya el metal a recado,
presto venía, cual pura harina,

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en tanto que su causa con estos también y al verdugo que que de hambre
se ve y trata. fue, y ya quería echarle ya quería, morían cada día,
No estuvo muchos el verdugo colgarle, diremos que ha en la parte que arriba
días, que acabado encaramado probado el trago he referido,
en breve su negocio, estuvo en los fuerte tenía la conciencia
no dilata postreros escalones, de la descomunal y tan medida
don Francisco el y a grande priesa cruda muerte. cual nunca jamás
castigo que quería viene el de Quiñones. tuve yo en mi vida.
hacer, según entiende ¡Oh muerte, cuán
convenía. A no llegar con amarga es tu La muerte de sí tiene
priesa y diligencia memoria! dar tristeza,
La villa Potosí perdiera sin falta Al hombre que en por no saber el
alborotada Ávila la vida, sus varios bienes fía, hombre el paradero,
veréis andar la gente que el verdugo de reyes y no reyes que si déste se tiene
dolorosa. ejecuta la sentencia has victoria. la certeza
Sabiendo la sentencia si no viene Quiñones De noche nos alegre es aquel trance
estaba dada de corrida. combates y de día y placentero.
y que la ejecución Por señal el bordón en esta vida triste Dejar un mundo tal,
era forzosa, de Su Excelencia transitoria, y tal vileza,
decían: «¡Ha de ser traía, que es señal que al tiempo más había de dar gozo
ejecutada muy conocida; florido se desvía. muy entero,
la sentencia de perdonan al que está Habíamos de tenerte y en lugar de tristeza
muerte rigurosa!». medio difunto, por espejo, gran consuelo,
Algunos se metieron y parece nacer en Por regla, por medida pues vemos que
de por medio, aquel punto. y por consejo. salimos de este suelo.
mas nunca pudo
darse algún remedio. En su túnica y soga Aquel santo consejo Una generación
muy revuelto, celebrado muestra contento
Al fin, pues, en la pensando ser visión y que dice del morir al tiempo de la
plaza fabricaron que soñaba, nos acordemos muerte, y hace fiesta,
un famoso cadalso a la cárcel ha sido en todas nuestras en lugar del funesto
muy de presto, luego vuelto obras bien notado, sentimiento
y al pobre de don en tanto que su causa seguro que in que hace la española
Diego le sacaron se trataba. aeternum no gente mesta.
subido en una mula Al fin salió de a poco pequemos, Si se tuviese el buen
muy de presto. libre y suelto, en nuestro conocimiento
Al tablado llegando, y de gozo y placer no cristianismo de aquesta triste vida
celebraron se hallaba, consagrado, tan funesta,
su muerte, con dolor que es burla muy creído, y aun sabido con la muerte
y luto puesto, pesada y que espanta bien tenemos, contento se tenía
sintiendo pena de verse un hombre la que ataja la memoria tomándola por gozo
ello y gran mancilla soga a la garganta. del tormento y alegría.
los galanes y damas y muerte, y gloria al
de la villa. Si sólo imaginar un malo pensamiento. Julio Solino cuenta
sentenciado una costumbre
También a Diego que había de morir al No finjo santidad ni de aquellos
Gómez, el que había otro día, hipocresía, hiperbóreos tan
al triste caballero le hizo que el cabello que sé soy pecador nombrados,
aconsejado, sea tornado desconocido. empero éstos carecen
colgaron; y lo mismo de negro, blanco, Mas digo que en el de la lumbre
aqueste día luego encanecía, tiempo que tenía de Fe; aquéstos, dice,
al Ávila hicieran, que quien se vido en la la muerte al ojo, que cansados
sacado escala levantado, siendo muy sabido

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de vivir, y teniendo teniéndola por triste con la vida se halla en una cruz con ser
pesadumbre y por maligna. muy gozoso. ya cano y viejo;
de ver tardar la Razón es, pues, más Así lo experimenta ésta hizo a Santiago
muerte, muy untados justa se consuele quien concierto que volviese
con cierta unción, el hombre racional, no tiene en su otra vez a Judea,
habiendo bien que a Dios se inclina. vivienda; el virtuoso donde aparejo
comido, A quien, si vive bien, no huye de la muerte, halló de conseguir la
pecando así, se dan tiene guardada cuando entiende merecida
fin dolorido. allá en el cielo Dios que en ella hallará lo corona que tenía
mejor posada. que pretende. prometida.
En Tomahavi vide
una extrañeza Pues vemos que no Pregunten a los Aquésta a los
que es digna de es cierta y duradera mártires gloriosos Apóstoles gloriosos
contarse de camino: la ciudad que de los falsos tiranos les hizo que sufriesen
en un pantano grande habitamos sin afligidos, con contento
de llaneza firmeza, se iban a la muerte la muerte, y a los
de tierra, está busquemos la que es muy gozosos monjes religiosos
templando de firme y verdadera, en verse por Jesús ser hacía se privasen del
contino, que dure para perseguidos. sustento.
a do llegando perros, siempre en gran No estaban de su ¡Qué de santos están
sin pereza alteza. premio recelosos, ahora gozosos
bailando como recio La muerte viene a mas con firme que por ésta sufrieron
torbellino, priesa muy ligera, esperanza gran tormento!
se arrojan en la no es justo espante al guarnecidos Que da muy gran
fuente do se cuecen, bueno su fiereza. creían les estaba esfuerzo a la buena
y vivos con su baile Temerla es natural, aparejada alma
allí perecen. mas sea de suerte la corona de gloria tener allá en la gloria
la vida, que no pese consumada. premio y palma.
Parece que el morir de la muerte.
les da contento, Ésta hizo al pastor, El indio Topamaro
y así muestran querer Sabía bien la vida aunque primero no sabía
aquella muerte, que había hecho por divino secreto después de muerto el
y vemos frecuentarse el vaso de elección, y fue librado fin de su jornada,
aquel asiento deseoso de la cárcel, que esté y tanto de la muerte
de perros, y morir de de ver a Jesucristo como cordero se temía,
aquella suerte. satisfecho, humilde a aquel que diera al de
Yo vide aquesto que muriendo tenía nerónico mandado. Toledo sujetada
propio que aquí gran reposo, La misma a su la vida a
cuento, pedía con instancia querido compañero servidumbre, aunque
que por juzgar el ser desecho le convida a que sea tenía
caso yo por fuerte, y disuelto del cuerpo degollado, en otro tiempo fuerza
a verlo fui, y los trabajoso, y como acá en su señalada.
perros que allá creyendo gozaría en vida ellos se amaron, Mas el proverbio y
fueron, gaudio eterno en la muerte tampoco vulgo dice y grita
bailando vi en la a Cristo, sumo bien, se apartaron. que viva la gallina
fuente perecieron. con fin superno. con pepita.
Ésta a Bartolomé
El cisne, blanco, Pero, aquel que no hizo que diese Aquéste en
bello, dicen suele sabe ni está cierto, por su señor la vida y Vilcabamba residía
cantar cuando la mas antes con razón el pellejo; con Incas y valientes
muerte le es vecina, muy temeroso ésta al buen Andrés compañeros;
que dejar esta vida lo que ha de ser de sí hizo muriese y como por Señor él
no le duele, después de muerto, se tenía,

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formaba allá sus discreto, afable, de fino oro, muy rica como justicia suya, y
leyes y sus fueros. sabio, compañero; y bien labrada. su teniente
A cristianos jamás él en cosas de justicia El Inca luego al el Polo se resume en
ofendía, se mostraba punto se levanta, que escribiese
ni supe que hiciese con grande rectitud sintiendo de esto de su mano el
desafueros; muy justiciero; pena muy sobrada. mandato, y que se
en sus tierras se de remiso ninguno le Loyola con sus dos asiente,
estaba retirado, notaba, victoria canta, que no quiere algún
y de los suyos era porque, de más de ser juzgando por dichosa tiempo le pidiese
respetado. sabio y prudente, tal entrada, del Inca aquella
es vivo como azogue río arriba se vuelve muerte algún
Algunos de los y diligente. placentero, pariente.
cuales acudían triunfando del El Virrey ordenó
al reino del Perú y Saliendo a la cautivo y prisionero. luego un escrito
sus poblados; conquista ha del Inca publicando
con ellos muchos padecido Salió de Vilcabamba su delito.
indios se metían grandísimos trabajos victorioso,
en Vilcabamba, y fatigas. y en la ciudad del Al punto que se supo
siendo maltratados En gran tiempo no Cuzco entra de su muerte,
de aquellos españoles hubieron parecido triunfando que ejecutarse
que servían, los indios, aunque del triste Topamaro manda, se juntaron
que muchos suelen son más que doloroso, en breve tanta gente
ser desatinados hormigas. que su miseria viene de su suerte
de tal suerte en Loyola, porque ve el lamentando. que toda la ciudad
mandarles lo que campo afligido, Hallose el de Toledo alborotaron.
quieren, siguiendo aquestas tan gozoso, Y aunque fue rogado,
que hacen que los gentes enemigas, y el caso de tal suerte estuvo fuerte
indios desesperen. con solos dos exagerando, el Virrey, que con él
soldados parte un que al licenciado no aprovecharon
Don Francisco, que día, Polo, su teniente, los frailes, y un
siempre procuraba con un esfuerzo le dice le degüelle Obispo que decía
en el real servicio grande y osadía. prestamente. que a España a
señalarse, Topamaro llevaría.
como supo que este En luengo un grande El licenciado Polo le
indio se jactaba río caudaloso responde Al fin en una mula le
de ser Señor, acuerda con sus dos que no quiere él sacaron,
de tornarse compañeros fue hacer esta torpeza, con un pregón su
de Potosí, y al Cuzco bajando que no halla derecho culpa publicando,
se bajaba; tres días, y en un ni por donde que los indios por él
y sabiendo podía prado verde umbroso a aquel Inca cortarle se levantaron,
confiarse que el río con la cabeza; aquesto iba el
de Loyola, esta sosiego va bañando, y que si causa él verdugo pregonando.
empresa le ha metido en una choza tiene, y no la Tantos indios en esto
nombrado, al valeroso absconde, se juntaron
y en breve mucha Topamaro le ha se la muestre, y el Cuzco de tal suerte
gente le ha hallado reposando, haralo sin pereza; alborotando,
entregado. sin gente, que no mas sin otro recado, que necesario fue que
saben la venida que no quiere le rogasen
Martín García del capitán Loyola a ponerse al riesgo y al Inca que mandase
Loyola caballero su guarida. mal que le viniere. que callasen.
era del hábito de
Calatrava, Una cadena le echa a El Virrey replicó que Allá en el cadalso
la garganta lo hiciese pues subido,

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el Inca en alto jamás de hombres Comímonos el perro crianza, policía y
levantó la mano, humanos conocidos. con secreto, buen donaire
al punto el alboroto y Allí fueron los aunque ella su de galanes, y damas
el ruido monos celebrados negocio exageraba tal belleza,
cesó, porque veáis si por cabritos, y más por malo; mas yo postrada por el suelo
aquel pagano enternecidos; dije que el precepto con desaire?
de sus indios sería tigres, osos, leones, de no hurtar, jamás Al fin todo este
bien temido. desusados se quebrantaba mundo, y su braveza,
En esto determina ser manjares, de la en casos semejantes, su vana presumpción,
cristiano, hambre convencidos, que el concepto es humo y aire,
bautízale un Obispo comíamos; empero muy bien en la y todo es burlería
que está al lado, tal me vía escritura se prestamente,
y al punto la cabeza que con la hambre explicaba, sino servir a Dios
le han cortado. pura no dormía. que entre los sabios Omnipotente.
es muy ordinario
Fue tanto el alarido y Viniendo de la iglesia carecer de la ley lo La gente sin ventura
vocería una mañana necesario. zaratina,
que los indios que había sacrificio que dijimos estaba
entonces levantaban, celebrado, rancheada,
que el mundo parecía una comadre mía, La Argentina la muerte cada paso
se hundía Mariana, Canto decimoctavo por vecina
y las cosas ya todas de su pequeña choza En este canto se trata tenía con la vida muy
se acababan. me ha llamado, cuán mal lo pasaba la tasada.
En tanto este negocio en una isla do antes gente de Juan Ortiz Seis onzas dan
sucedía, la tirana en San Salvador, y escasas de harina
los tristes zaratinos le había a su marido cómo, ido al hedionda, sin virtud
lo pasaban sepultado, Paraguay, murió, y mal pesada.
allá en nuestro y oíd lo que me dice dejando por Así se va la gente
Argentino de tal muy gozosa, Gobernador a su consumiendo,
suerte, aunque del hecho sobrino Diego de hoy diez, mañana
que el mal allí menor suyo recelosa. Mendieta veinte se muriendo.
era la muerte. de Martín del Barco
Un solo perro había Centenera Sin esto Juan Ortiz
De su hambre y en el armada daba baldones
desastres trataremos, de gran precio y Pobreza, dice el a todos, con
siquiera porque valor para su dueño. vulgo, no es vileza, denuestos en la cara,
alguno haga memoria Llamado entró ese ni menos hambre o al tiempo del partir
de piedad, y a Dios le día en su posada, de otros bienes falta, de las raciones,
rogaremos mas nunca más salió mas hace venga el por do era la ración
que tenga a los de aquel empeño, hombre en tal bajeza, doblada cara.
finados en su gloria. porque ella le mató y más cuando la «Malditos,
Y en esto de esta de una porrada, gracia de Dios falta, endiablados
hambre hablaremos al tiempo del entrar, que no basta el valor comilones,
como a quien cupo con un gran leño. y la nobleza, tragones, apocados,
parte de la historia, Mostrándolo me que sobre el bajo gente avara,
que tal me vide a dice: «¿Qué cobre mal se esmalta. que os traje yo de
veces, que rabiaba haremos?». El pobre jamás halla España a sustentaros,
por comer, mas Yo dije: «Asad, en cosa abrigo, ¿qué os debo? Estoy
comida no hallaba. señora, y y así dice el refrán, a punto por dejaros».
comeremos». no tiene amigo.
Y así probé manjares ¡Oh!, cuántas veces,
y guisados ¿Quién vido bizarría dijo un tesorero
y gentileza,
71
(Hernando de «Entiendo que en a todos los iguala por en su lengua, no
Montalvo se decía), muy breve he de rasero. siente en qué se
si Dios llevase acabarme estriba.
aqueste vocinglero, y he salido a cortar, y El socorro que digo, Hablar, muy muchas
el miserable pueblo no aprovecho, pues, venido veces ha pasado
quedaría madera. Si os alegre nuestro a muchos; mas callar
alegre, muy contento pluguiese de ejército hambriento, nunca ha dañado.
y placentero, ayudarme, y en gozo y en placer
y luego nuestro mal haré para morir un es convertido En el Perú sabemos
se acabaría. candelecho, el pasado dolor y que acontece
Mas suelen durar que no espero jamás gran lamento. perder por el hablar
mucho aquestos de levantarme, Mas nuestro muchos la vida,
tales, según estoy sin Yamandú ya y el que a hablar se
para enmienda y fuerzas y deshecho». arrepentido atreve, mal padece;
castigo de mortales. Aquesto me de estarse con y escapa quien obró,
diciendo, hacia el nosotros tan de y merecida
Con esta falta cielo asiento, la muerte bien tenía,
estando de comida, los ojos levantando, en una tenebrosa que se ofrece
llegó del Paraguay dio en el suelo. noche y prieta, a veces tropezón en
socorro y gente, sin nadie lo sentir, la corrida.
que, habiendo allá Yo, viendo su fatiga, huyendo aprieta. Gran cosa es el
llegado de corrida, muy lloroso secreto y de gran
Garay la despachó y triste, que le amaba No se tiene precio,
muy prestamente. en sumo grado, esperanza que pues vemos no le
Celebrose con gozo de presto de aquel parezca, tiene el hombre
tal venida, prado, verde, ni que vuelva a necio.
porque era necesaria umbroso, nosotros de su grado,
de presente, corté para su lecho si no es para causar A Trejo, Juan Ortiz
que a tal punto llegó buen recado. alguna gresca bien respetaba,
nuestra miseria Del suelo se levanta conforme a las y por vicario puesto
que vide a un algo gozoso demás que él ha le tenía,
religioso en tal por verme a mí de forjado. en tanto que de arriba
laceria. varas bien cargado; Roguemos, pues, a se enviaba
llevéselas a cuestas, Dios que no se el recado que en esto
Al bosque yendo un que el tal iba ofrezca convenía.
día desganado, que ya no figuraba en que él haga su Es cierto (que yo lo
muy falto de cosa viva. oficio tan usado, vi) le regalaba,
consuelo y de porque él en hacer con ser la falta
alegría, Algunos otros vide mal está tan diestro grande en demasía,
encontré con un en este estado, que puede en el al Trejo no faltó
fraile muy honrado, soldados, sacerdotes, infierno ser maestro. jamás comida,
fray Alonso La-Torre religiosos, mas él suelta su
se decía. que no tiene respeto Gran priesa Juan lengua desmedida.
De letras y virtud era al esforzado Ortiz para partirse
dotado, la vil hambre, ni en este tiempo tiene En público está un
a su padre seráfico teme poderosos; el río arriba; día entre soldados
servía. ni mira al que es mas no podrá aquí hablando de las cosas
Preguntándole yo filósofo o letrado, Trejo escabullirse, que hacía
¿qué estáis ni menos a los nobles pues materia nos da el Juan Ortiz; trató
haciendo?, generosos; que de él se escriba. descompasados
al punto éste me dice que al Papa, Rey, y Por cierto que el que negocios este Trejo
respondiendo. bajo zapatero, no sabe medirse en demasía,

72
de suerte que ya tuvo pobladas; mas no segura de la fuerza y mucha hambre
amotinados salen rescatando del gentío. todos padecían.
a muchos con las los indios, como De mancebos está Dejémoslos ahora en
cosas que decía. suelen, con sus fortificada; su contento,
Entre ellas, dice: cueros procura el indio de pues ha tan poco
«Aquéste es mal ni carnes, ni pescado, ellos el desvío, tiempo que plañían,
cristiano, que es indicio que son diestros y que no durará más el
conviene muy en que quieren intentar bravos en la guerra alegría,
breve echarle mano. otro ejercicio. los mancebos que suele, al que es
nacidos en la tierra. tahúr, en su porfía.
»Hacer información Sospéchase de cierto,
que roba a todos, pues no vienen Subiendo, pues, el La nao vizcaína, que
que nunca hace cosa los indios al rescate Río de la Plata, plantada
en buenos puntos, acostumbrado, al Paraguay se llega dejamos en la tierra a
habiéndonos robado que guerra muy ameno, su aventura,
por mil modos concertada alguna el cual con menos habiendo sido de
a cada uno por sí, y a tienen, furia se desata, indios visitada,
todos juntos; y el falso Yamandú la y en su corriente con fuego la
que trata a todos mal, habrá forjado. viene más sereno. consumen su
y por los lados Pues ya seguro estoy, Por sus riberas caza hechura.
a todos echa. Y de por cierto, suenen bien se mata, Mirad si fue la cosa
esto los trasuntos muy pocos que el campo de bien pensada
a nuestro Rey envíen arcabuces, que el venados está lleno, en no dejar en ella
en proceso, soldado y en él muchos criatura,
y a vueltas en desnudo, desarmado dorados y patíes, que allí fuera del
cadenas él, y preso». y deshambrido, corbinas, palometas fuego consumida
cansado de remar, y mandíes. sin poder escapar
El Juan Ortiz, que está dormido. libre la vida.
supo esta maraña, Con esto a la
comienza de hacer Al fin la Santa Fe, Asumpción llega la El Juan Ortiz arriba
informaciones; tiempo gastando, gente con presteza,
conviértese el amor se llega, do poco con gran placer, su oficio de justicia
en pura saña, antes los vecinos contento y alegría, gobernaba
y dice del vicario mil salieron a nosotros y con mucho socorro, con gran solicitud, y
baldones. navegando que el Teniente sin pereza
Al fin se da en la en balsas y canoas al camino enviado quimeras nunca oídas
cosa tanta maña, los Calchinos, nos había. inventaba.
que sube Trejo arriba Mepenes, Chiloazas La gente paragüense Aquel haberse visto
con prisiones, voceando; alegremente en gran riqueza,
dejando en este también salen por a nuestro Adelantado y verse de ella ajeno,
puerto mal parada tierra a los caminos, recibía, le cegaba
la gente que ha celebrando con gozo el cual de a poco su razón, de manera
quedado de la la venida tiempo que ha que tropieza
armada. a quien quitar llegado por esto, e hiere
quisieran alma y abajo bastimentos ha siempre de cabeza.
Partido Juan Ortiz, y vida. enviado.
comenzando No quiere sujetarse a
a caminar por brazos, Estaba esta ciudad Holgó la gente en ver otro consejo,
por esteros edificada que el bastimento el suyo dice que es el
que el río por allí encima la barranca, llegase a tan buen más seguro.
lleva, formando sobre el río, tiempo, que tenían Un día le hallé con
mil islas de onzas, de tapias, no muy gran falta de comida sobrecejo,
tigres, osos fieros altas, rodeada, y de sustento,

73
pregúntole ¿qué y más cuando no cuando para regir diciendo: «¡Si
hace? Dice: «Juro acierta la cuadrilla Moisés su gente podremos con la
por Dios, que si me a ser de buena masa ayuda pide a Dios, y muerte!».
viese en aparejo, y compostura, le descarga Yo mismo se lo oí.
y a punto de que no basta razón de la carga pesada; «¿Y desafío
perderme, y un para regilla, en consiguiente, hacéis», entonces
maduro pues que carece della a aquellos buenos dije, «con el fuerte?».
me diese algún y de cordura. viejos se la encarga, Mas ella dio con él al
consejo, más querría Bien claro está que de Moisés y su través frío,
perderme, que hacer mal será regida espíritu quitando tomando contrayerba
lo que él decía». la cosa que no tiene aquello que a los de esta suerte
en sí medida. viejos Dios fue en el caldo deshecha,
Los reyes yo le dije dando. por huilla,
que tomaban Los soberbios y y hállala más presto
consejo y parecer de vanos, los altivos, Aunque el en la escudilla.
sus letrados, muy mal vemos que Adelantado
las ciudades también dejan gobernarse; procuraba
se gobernaban los hombres guardar cuanto podía Había Pedernera, un
por hombres en las zahareños, los la justicia, hombre viejo,
cosas más versados; esquivos, y al malo con rogádole la tome, que
y que solos aquéllos que no quieren a presteza castigaba, sería
acertaban, yugo sujetarse; se veía que pecaba de remedio saludable y
que de consejo bueno aquéstos son muy malicia. aparejo
son guiados. malos y nocivos, Con todo en gran para sanar del mal
«Antes», dice, y no puede con ellos manera le cegaba que padecía.
«querré se pierda bien tratarse. al tiempo el Pues quiere
todo, ¿Pues qué hará quien menester, más su aprovecharse del
que no tomar consejo manda con tal gente codicia, consejo
de un beodo». que de toda razón es por donde vimos al punto que su vida
careciente? todos claramente fenecía,
Vivió en el Paraguay que estaba muy quien de consejo en
algunos meses, Habrá de armarse el malquisto entre la vida no curaba,
poniendo a muchos tal con un escudo gente. según él poco antes
malos duro freno; de gran paciencia y blasonaba.
mas tuvo mil dislates grande sufrimiento; El vulgo, en general,
y reveses, pedir a Dios favor mal le quería, Dejó en su
que fue de caridad muy a menudo; y su vivir les daba testamento declarado
quito y ajeno. mostrar con un sagaz grande pena; que sea su legítimo
De ver por cierto es, contentamiento y viendo que en la heredero
tucumaneses amor a cada cual, por cama adolecía, la hija que en los
nunca gobernador torpe y rudo lo tuvieron los más a Charcas ha dejado,
hallaron bueno; que sea, procurando dicha buena. y aquel que fuere
los nuestros que su intento El Santo Sacramento esposo y compañero
paragüenses cosa con el divino sea recibía suceda en el gobierno
mala regulado, en un día, y estando y el estado,
jamás confesarán que con que en el casi ajena según como lo tuvo
hizo Irala. gobernar será el alma de su cuerpo, él de primero.
acertado. por gran ruego Y mande y rija, en
Y no lo tengo cierto a testó, y apenas firma, tanto que ella viene,
maravilla, En la Escritura y muere luego. su sobrino Mendieta
que aquesto del vemos claramente que allí tiene.
gobierno está en constar esta verdad Murió con mucho
ventura, muy a la larga, ánimo y con brío,

74
El cabildo y ciudad juicio, voluntad y la sin culpa y sin
le han recibido, La Argentina memoria, razón». Mas quien lo
comienzan a llamarle Canto decimonono en solas sus pasiones oyera
Señoría; Trátase del mal ha fundado. denuncia con
es mozo que veinte gobierno de Diego de Y aunque esto palabras diferentes.
años no ha cumplido Mendieta, y de cómo demandaba nueva Al fin vino la cosa en
y en seso mayor falta fue preso en Santa historia, tal manera
padecía. Fe; y de cómo salió irá tan solamente que encarta a los que
Desque se ve en su Garay al Perú, y aquí cifrado, estaban inocentes.
trono ya subido, volvió huyendo, y en que no quiero contar Vencido del
a todos hace agravio su seguimiento el por las parejas tormento, y
y demasía; capitán Valero sus cosas, que engañado,
al tío yo le oí de Martín del Barco ofendiera las orejas. por do fue luego a
pronosticarlo, Centenera muerte condenado.
y harto duro estuvo Comienza, pues,
de nombrarlo. Refrán es muy Mendieta de cegarse, Al tiempo que en la
antiguo y muy usado, vencido de celillos y horca está subido,
Nombrole coadjutor que el malo que tras locura, de su conciencia y
que le ayudase, otro sucediere de malos procurando alma temeroso,
que fue Martín Duré; hará bueno al que acompañarse, publica cómo en todo
mas el Mendieta fuere ya pasado. hallando en ellos había mentido
dice a Martín Duré Al que el presente corte a su hechura. por medio del
no le pasase canto bien leyere, No osaba de los tormento riguroso.
por pensamiento tal, serale aquesto bien buenos confiarse, A voces testimonio
ni se entrometa manifestado, por ser de diferente fue pedido
en cosa que hiciese él que si notarlo un compostura; de aquello que allí
o mandase; poco bien quisiere, a cuatro caballeros dice, y el furioso
que en el punto que verá que Juan Ortiz aprisiona, verdugo le colgó, que
tal cosa acometa, era un bendito, y con mil vituperios está compuesto
sin duda le hará tan Mendieta, su sobrino, los baldona. que hiciese el oficio
crudo juego, muy maldito. muy de presto.
que tenga menester En grillos y colleras
ajeno ruego. Al tiempo que la los ponía, Garay, que en Santa
muerte le apretaba, y así los desterró por Fe está Teniente,
Quedando con poder a Juan Ortiz le oí, malhechores; con la muerte de
solo absoluto, que conocía y el pobre no conoce nuestro Adelantado
comienza de que el pueblo su que se vía al Perú se salió con
enfrascarse en salud no deseaba: que todo lo causaban Pedro Puente,
desatinos, «Yo soy malo, mas sus amores. aunque Abrego
en obras y palabras cierto que algún día A cumplir su impedirlo ha
disoluto, me haga alguno destierro los envía, procurado.
haciendo mucho bueno». Si rogaba mas oye Jesucristo A los Charcas
agravio a los vecinos. la vieja por aquel que sus clamores; llegando
Por verle en sus mal regía volvieron del incontinente,
costumbres tan en Roma, si a camino, y así presos habiendo su negocio
corrupto, Mendieta conociera, están en tanto que relatado,
buscaban todos ya mentarlo un solo hay nuevos sucesos. procuran doña Juana
nuevos caminos, punto no quisiera. se casase
y yo quiero buscarle Vicencio a esta con persona que bien
en canto nuevo, Subido ya en la sazón, dicen, dijera: les gobernase.
que ya en este decir cumbre de su gloria, «Mal hace de
más no me atrevo. de toda cosa buena prender Mendieta Por suerte a doña
descuidado, gentes Juana le cabía

75
el licenciado Vera aquesto, determina y niño rapacejo le en otro tiempo»,
por marido; de partirse pintastes, dice, «que fue
por Oidor en los al Río de la Plata, con venda que la España
Charcas residía, que pretende vista bien le aprieta, por la Cava, esta
la misma plaza en del Virrey y su ira no dudo sino que nos tierra dolorida
Chile hubo tenido; escabullirse. acordastes por ésta lo será. Y
y en su tiempo el Tras él saliendo que había de nacer pues que daña
Arauco le temía, Céspedes, le prende, este Mendieta, la tierra tanto ésta,
que a vueltas de las que no le aprovechó que si es ciego el procuremos
letras ha servido con priesa el irse. amor y sin sentido, que salga presto della
a nuestro gran Felipe Triunfó Loyola de él no tenéis que buscar y sus extremos».
con la espada, con mucha estima, otro Cupido.
andando tras la gente y luego le despacha Y aunque al
rebelada. para Lima. Aunque a muchas Mendieta a veces
mujeres recuestaba, sucedían
Don Francisco el Don Francisco le y a su gusto y disgustos,
Virrey, dicen, tuvo aprisionado, mandado las tenía, pesadumbres a
quisiera en él ejecutando a una más que a manojos,
casar a doña Juana de puras sañas; todas él amaba, y a él por esta causa
su mano; a cabo ya de días se que en hermosura a aborrecían
a Garay le escribió ha librado, todas excedía. algunos, y le daban
que a Lima fuera. que el tiempo vemos Por ésta de muy mil enojos,
Las cartas del Virrey cura mil marañas; muchos se celaba, muy poco aquestas
fueron en vano, a su plaza después por ésta a todo el cosas le empecían,
que el licenciado que se ha tornado, mundo aborrecía, que más amaba
Torres y de Vera a cabo ya de días por ésta tuvo origen aquesta que a sus
había madrugado tuvo mañas; su locura, ojos.
más temprano; como se vuelve a por ésta feneció su Y así buen rostro a
a Juan Garay hace su estar, aunque le quita desventura. todos males hace,
teniente, don Diego cuando y en su gusto a su
y vuélvele a enviar vuelve a la visita. Por ésta muchas gusto satisface.
muy brevemente. fiestas se hicieron,
Mendieta pensará ya por ésta se jugó En una noche un paje
Matienzo en este que le olvido sortija y cañas, hubo hallado
tiempo presidía, por ver que en el por ésta toros bravos un papel bien
y tiene del Virrey ya Perú ando olvidado, se corrieron, cerrado, en que decía
mandamiento habiéndole yo mismo por ésta se hicieron que mal a todas
contra Garay, que a prometido mil hazañas; gentes ha tratado,
priesa residía, decir aquí cuán mal por ésta algunos y agravia con
temiéndose de algún se ha gobernado. justos padecieron, molestia en demasía;
impedimento. Andaba el sin por ésta vide yo y que no siendo en
Tras él el Presidente ventura tan metido, muchas marañas, esto moderado,
al punto envía y en fuego del amor por ésta andaba el el pago le dará Dios
a Valero, que sale tan abrasado, pueblo alborotado, algún día.
como un viento, que las brasas de por ésta se han los El pobre con enojo
y con las provisiones amor y vivo fuego cuatro desterrado. loco y ciego
le requiere, le tienen convertido publica lo que dice el
mas él obedecerlas en niño ciego. Por ésta, una mujer papel luego.
nunca quiere. que fue nacida
Antiguos, que a en el Brasil, muy Comienza de hacer
El buen Torres de Cupido celebrastes vieja, con gran saña informaciones,
Vera, como entiende por Dios de amor, me dijo: «¡Ay, mi y prende a los que
con arco y con saeta, señor!, como perdida estaban inocentes,

76
y con algunas falsas Su marido de aquésta
relaciones preso estaba Los españoles viejos La causa no pensada
con prisión con dos pares de muy ancianos, cierto ha sido,
atormenta a muchas grillos y cadena, con su cabello blanco que no pudo hallarse
gentes. y aunque el Mendieta y barbas canas, fundamento,
No sale con sus culpas publicaba, a la importuna sino sólo sentir cómo
vanas pretensiones, la mayor no pesaba muerte ya cercanos, ha venido
aunque pone calor y como avena. cansados de sufrir de arriba del supremo
grandes dientes; Y como la mujer se cosas tiranas, firmamento.
y así confuso deja la recelaba, echaban a montón Con Francisco de
pesquisa el alma de temor y juicios vanos, Sierra hubo tenido
del libelo, diciendo miedo llena, y fingiendo palabras, atención
que era risa. al marido a sus esperanzas muy pido a mi cuento,
cuestas ha sacado cercanas, que no fue aquesta
También prendió a y en la iglesia y formaban el remedio cosa fabulosa,
una dama, porque sagrado lo ha deseado, antes la juzgo yo por
había encerrado. y así crecía la pena y milagrosa.
de la cárcel sacado a el cuidado.
su marido, A personas muy Aqueste Sierra era
con crudo corazón y muchas oprimía, Los clérigos y frailes muy honrado,
tiranía a viejos españoles muy a prisa y de los naturales
en muy brava prisión muy honrados, avisos para España muy querido,
la hubo metido. que a los mozos despachaban. hombre de
La triste con dolor traviesos consentía Mendieta en esto presumpción y muy
así decía, en sus vicios andar pone gran pesquisa, soldado,
su rostro de llorar muy desmandados. las cartas en zapatos por donde era de
muy consumido: Con esto y otras despachaban. todos muy temido.
«¿Adónde estás, cosas que hacía, El falso mensajero se Después que las
Filipo? ¡Ay estaban los juicios lo avisa, palabras han pasado,
desdichada! ofuscados y como en los Mendieta le llamó,
Doliéraste de verme de todos, el remedio zapatos se hallaban, mas no ha querido
maltratada. no esperando, en callar se resumen a su mando ir, que se
sino morir con pena suspirando, recela
»Sabraslo, pues, Rey suspirando. que el hablar se que Mendieta le
mío, si pluguiere juzgaba por nefando. llama con cautela.
al alto Rey de reyes, Andaba la
y sabido Asumpción tan En esto a Santa Fe A la iglesia se va
el castigo harás que temerosa, quiso bajarse huyendo luego,
mereciere que padres a los hijos con vana que al fin bien vale
quien con tanta no hablaban, presumpción y más salto de mata
crudeza me ha la mujer del marido bizarría, que no de los amigos
oprimido». recelosa, que es víspera buenos ruego,
«En tanto yo haré lo las madres de las cercana de acabarse según el común
que quisiere», hijas se guardaban. sus quimeras y loca dicho dice y trata.
Mendieta la responde Justicia del señor fantasía. Mendieta sale al
embravecido, muy rigorosa, De mucha gente hizo punto como fuego,
«y vos prestad los las cosas de acompañarse, y cuando nuestro
pies a aquellos Mendieta figuraban que a fuerza de su Sierra no se cata,
grillos, castigo en grado le seguía; de la iglesia le sacan
que habéis, por más recompensa de apenas, como dicen, sin recelo,
que os pese, de pecados, ha llegado, sin dejarle llegar los
sufrillos». de los presentes y vese de prisiones pies al suelo.
vivos y pasados. rodeado.

77
Como sacan del cesad, que de mandar muy largo vengaréis Aquel verle en su
templo consagrado yo me desisto». los corazones». trono colocado,
a Sierra con aquella y ahora por el suelo
pesadumbre, El pueblo sosegó de Salieron, que el salir derrocado.
el pueblo todo junto aquel bullicio, era forzado;
alborotado y piden que dé fe un los alcaldes los Maldita seas,
acude, y de escribano prenden. A Mendieta Fortuna, loca, insana,
mancebos cómo Mendieta cede dejáronle salir ingrata, desleal y
muchedumbre. de su oficio, acompañado fementida,
Salió gritando a que aquesto dicen ser de guardas, porque cruel, injusta,
voces un soldado a todo sano. temen no acometa pérfida, profana,
sin saber lo que es, Nuestro Rey lo hacer apellidando ínvida, desleal,
que de costumbre tendrá por gran mal recado, desconocida,
tenía de gritar; servicio, que alguna gente traidora, sin verdad,
sueltan a Sierra, el pueblo dice que viene, aunque perra, tirana,
y a Mendieta la gente éste es un tirano; secreta, mudable, sin compás,
toda afierra. hágase aquí de todo que le puede ayudar; descomedida;
buen proceso, mas el famoso seguid de la Señora
El pobre, desque vio y vaya este traidor a de Tebas, contra dos sus preceptos
cómo aferraba España preso. no es provechoso. que más tiene de
la chusma de él, aquestos epitetos.
procura escabullirse Con él se habían, Con las guardas salía
con una poca gente huyendo, retraído a pasearse Anduvo, pues, el
que llevaba, Galiano de Meira, el al campo, por tomar triste y afligido
que con él determina bullicioso, algún consuelo; Mendieta algunos
de huirse. y Ochoa vizcaíno, su no deja con lamentos días de esta suerte,
Como Sierra sintió querido; de quejarse confuso, sin favor y
que le dejaba, no sé cuál de ellos de su triste ventura y aborrecido,
apenas acabó de era más vicioso. crudo duelo. y aun temeroso
desasirse El pueblo con «¡Habrá algún mucho de la muerte.
cuando con furia instancia le ha pedido tiempo», dice, «de En esto su proceso
echó mano a la que si quiere tener acabarse concluido,
espada, algún reposo mi pena, mi dolor y echáronle en prisión
la chusma le acudió aquéstos eche fuera desconsuelo! segura y fuerte,
de mano armada. de la casa, ¡Tendrán cabo mis con fin de
si no que le harán en males algún día, despacharle preso a
Juntose el pueblo breve brasa. pues lo tuvo mi gozo España,
todo con él luego, y mi alegría!». y oíd de aqueste
y viendo que Su perdición el pobre hecho una maraña.
Mendieta fue conocida, ¡A qué duro
huyendo, hablándoles está de diamante no Despáchanle con
cercáronle la casa, y esta manera: ablandara! gente y marineros
pegar fuego «Muy bien sabéis, ¡A qué león cruel no en una muy hermosa
querían; mas amigos, por la vida conmoviera! carabela;
sintiendo el gran se ha de aventurar ¡A qué hircana tigre el alcalde Espinosa
estruendo cosa cualquiera. no amansara! con mil fieros,
Mendieta, con temor Salid, porque pasada ¡A qué pecho mortal con su gente le hace
pide a gran ruego esta corrida, no enterneciera, centinela;
le dejen; la canalla le y vuelto yo a me ver si el principio y el fin sin pasar veinte días
está oyendo, en talanquera, considerara bien enteros,
que dice: «Por amor yo os juro que de de aqueste sin a San Gabriel
de Jesucristo aquestas opresiones ventura, su quimera! llegaron, porque
vuela

78
la nave, como un rogaron a Garay le al Perú a Garay preso Que quieren los
vivo pajarito, perdonase, enviara, señores, según veo,
también con y vivo por entonces de que el Virrey muy los sirvan a medida
Espinosa su barquito. le dejase. mucho se holgara. del deseo.

Espinosa se vuelve La vida le concede Aunque es verdad Garay a Santa Fe


desque había muy rogado, Garay se defendiera, llegó contento,
llegado con Mendieta aunque muerte civil y así con sus y en breve a la
a aquel paraje; allí le diera, soldados lo ha Asumpción ha
su gente le ha rogado habiéndole de boca tratado; procurado
convenía deshonrado, con todo, yo bien subir a remo y vela
que un poco que mucho más, creo no pudiera, con el viento;
retorciese su viaje, decía, lo sintiera que había de quedar salió de mucha gente
y que a San Salvador que haberle dado muerto o ligado. acompañado,
lleve la vía. muerte y ahorcado. A cencerros tapados que esto de estar un
Hiciéronlo; Mendieta Aquesto a mí Valero sale fuera, hombre en grande
con coraje me dijera, y con razón se juzga asiento,
bajaba por el río también Garay del bien librado; y próspera fortuna
suspirando, hecho se jactaba, a Santa Fe endereza colocado,
y a Dios venganza de y en la Asumpción a su camino. aumenta los amigos y
esto demandando. mí me lo contaba. Valero a Tucumán en los criados;
esto vino. los pobres luego son
Garay, que del Perú Dejole allí llorando desamparados.
viene huyendo, su ventura, De lo pasado dando
habiéndole Valero y para que no pueda larga cuenta Camina el río arriba
con presteza ir adelante, al Abrego, que estaba diligente,
seguido, y estorbarle la cosa asegurar así arrepentido, que fue muy ayudado
pretendiendo procura. con ansias y dolor de los vientos,
la entrada, al Arrebata un agudo casi revienta, y así bien se vencía
Argentino sin pereza pujavante, perdiendo la la corriente,
camina; mas Valero y jurando cumplió memoria y el sentido. por do se satisfacen
le siguiendo, luego la jura. Por escrito muy largo sus intentos.
sentido ha sido dél. Despálmale la mula bien lo asienta, La ciudad le recibe
¡Cuánta tristeza en un instante; y a los Charcas el incontinente,
el pobre de Valero ha la mula con dolor caso ha referido, y algún tiempo
recibido está gimiendo, a do Matienzo en estuvieron muy
por ver que de Garay y Garay con los breve ha despachado contentos;
fuera sentido! suyos va riendo. y al Virrey el negocio mas presto de otra
ha recontado. suerte sucedía,
Valero una jornada que no puede durar el
atrás camina, Allega a Tucumán de En gran manera alegría.
Garay envía por él mano armada; siente la huida
con tres soldados. el Abrego, que estaba de Garay el Virrey; y Mendieta, que bajaba
Preso delante dél se gobernando, se sonaba navegando,
determina nunca supo de que corriera peligro antes de salir al mar
de un árbol le colgar; aquesta melonada; de la vida ha procurado
apiadados pasose en breve a si el Virrey le tomar tierra en la
los que con él están priesa caminando, cogiera, y procuraba gente confiando
de aquella ruina que si la cosa fuera vengar la que tiene el postrer
y de aquellos revelada, desvergüenza pueblo allí poblado.
negocios mal el Abrego papeles cometida, Por bajo Santa Fe va
guiados, ordenando, que por tal, se decía, atravesando,
la juzgaba.

79
por medio de la tierra Juicios, pareceres entre indios en ritos y abluciones
ya llegado; diferentes, bautizados y se metían.
Quirós, que allí dividen todo el reino amorosos. Serán aquestos
mandaba, le recibe, y señorío; En el navío dando cuentos relatados
mas luego al pues esto fue la causa vela al viento en su lugar, y cosas
Espinosa se lo feneciese a Santa Fe llegaron a que hacían.
exhibe. Mendieta, y su contento. Con este calor salen,
soberbia pereciese. pues, ligeros
Espinosa le vuelve Garay, que en la Garay y ciento treinta
con presteza Así como tomaron Asumpción estaba, arcabuceros.
a embarcar desde allí puerto aína, arruina
en la carabela; Mendieta en tierra a todos por el suelo, El río arriba yendo
el triste de Mendieta salta, procurando sin derecho navegando,
con tristeza a todos maltratar, con guardar, sino lo que al Jejuí, muy hondo,
en demanda de su maligna él solo imagina río pasaron;
España da la vela. y brava condición que puede convenir a después la tierra
El piloto, que fía en tiranizando. su provecho, adentro van cortando,
su destreza, La gente comarcana y con una soberbia y al Ipaneme grande
con muy grande allí, y vecina, cruel, maligna, atravesaron.
esperanza le de ver su crueldad encumbra su negocio En luengo dél arriba
consuela, está temblando, hasta el techo, caminando,
diciendo que darán y los que con él y pobre del que él a la Fuente de Lirios
en San Vicente, vienen lo aborrecen, hiere con su mano, allegaron,
de a do podrá volver que sus cosas y que no hay pollo a do nace el Ipané tan
con fuerza y gente. hechos lo merecen. quien hiera así el afamado,
milano. a quien el indio llama
Con temporal Habíase con él Desdichado.
deshecho, o de su desembarcado En esto se acordó
grado alguna de la gente hacer conquista El piloto mayor con
la costa del Brasil que venía al Nuara, que es el navío,
luego tomaron, en el navío a vueltas; indio muy mentado; llegando a Santa Fe,
y habiendo todos ya un soldado, hizo de los soldados salió gozoso.
desembarcado por no sé qué temor, una lista, Alaban los de allí su
en el Río Janeiro do de él se huía; y al pie de ciento desvarío,
aportaron, por engaño y treinta se han diciéndole que ha
Mendieta su negocio palabras ya tornado, juntado. sido venturoso.
recontado, en dos partes por Garay con mucha Mendieta quedó allá
los lusitanos todos le medio le partía, priesa pues se alista, sin el navío,
ayudaron. y cuelga la mitad con que piensa en la do presto feneció,
Determina volver, y la cabeza conquista ser triste y lloroso.
fue de suerte en un palo, y en otro medrado; Estotros placenteros
que de ello no sacó la otra pieza. y el fin que se con contento
menos que muerte. publica es hacer de Santa Fe salieron
El piloto mayor y guerra con buen viento.
Rehechos, pues, de marineros al indio levantado
pocos adherentes, al viento dan las por la tierra. A la Asumpción
salieron del Brasil en velas, temerosos llegaron victoriosos,
su navío; de ver aquestos locos Los indios Guaraníes pensando que
al Ibiaza llegaron desafueros, rebelados hicieron grande
diligentes y al Paraná se vienen no acuden a servir hazaña,
con vana recelosos, como solían, a donde los recibe
presumpción y dejándole con siete y siendo, como son, muy gozosos,
desvarío. compañeros, ya bautizados,

80
como si vueltos vencido fue de Cuéntase en este al indio predicaba
fueran ya de España. Gasca, el gran canto cómo un indio que fue rota
En referir su cuento mañoso, llamado Obera se la torre de Babel, y
están dudosos, que si allá en el Perú intitulaba hijo de que vencía
que no saben cuál al que es villano Dios, y a un hijo David al gran Goliath
cosa es buena o daña; y al que es hidalgo y suyo Papa, y a otro con su cota
mas poco les costó, hombre generoso Emperador; y cómo con sólo una hondilla
que es cosa usada les daban sus Garay entró en los que traía.
en las Indias costar lo medidas bien Nuaras, y de vuelta Sin esto otros
malo nada. cabales; rompió la palizada de misterios, altos,
Pizarro respondió Yaguatatí bellos,
El bueno allá padece que eran iguales. de Martín del Barco que al indio no se
cruda pena, Centenera sufre tratar dellos.
y siempre le veréis «Buen siglo», dijo el
andar corrido, Chaves, «allá tenga El abeja convierte, Un Obera quedó tan
y tiénelo a ventura y en el Cielo mi padre, como vemos, doctrinado
dicha buena que ha dejado las flores en la miel de los sermones
estarse en su rincón hacienda en esta dulce y sabrosa; déste, que fue parte
solo metido. tierra; allá se avenga del araña y la víbora por donde el
Al malo, mal suceso aquel que por la plata leemos Paraguay
no le pena, allá ha pasado, que en ponzoña las arrinconado
que si hoy dos mil que en más estimo yo vuelve ponzoñosa. estuvo mucho
desastres le han se desavenga En nuestra santa fe tiempo, y de mal
venido, conmigo aquel que bien conocemos arte.
mañana le veréis con en sangre no ha que pasa desta suerte Después que aqueste
triunfo y gloria, igualado. aquesta cosa; indio levantado
perdida de sus males Que la plata con esas pues el hereje y en sus tierras ha sido,
la memoria. confesiones malo, de las flores luego parte
no es para quien del Escritura torna en con mucha gente e
La causa de este mal tiene sus errores. indios que traía
es el anchura presumpciones». a sembrar los errores
y libertad tan grande Cuánto deba tratarse que tenía.
permitido, Dejemos esto ahora, con llaneza
que vemos una y revolvamos a los indios la Fe, Con éste la nación
grande desventura, a Garay, que se siente vemos muy claro, ruda, indiscreta,
que la muy baja con pujanza; que no se le ha de dar del Guaraní andaba
gente es tan tenida y porque por extenso pan con corteza perturbada,
como la que es más lo digamos, al niño, dice Pablo que introducir
noble de natura. hagamos aquí fin de muy preclaro. pensaba nueva seta
Es esta cosa allá tan aquesta estanza. Y pues que se conoce este indio que la
conocida, Y más que en la la rudeza tiene levantada.
que el zapatero vil y siguiente recontamos del indio, y su juicio La espantosa señal y
el calcetero del furioso arcabuz y tan avaro, gran cometa
se iguala con el noble de la lanza, conviene como a que se vido al ocaso
caballero. conviene cosas niños darles leche, levantada,
nuevas y de espanto porque en ellos la fe les dice, cuando fue
Preguntó un comenzar a contar en santa aproveche. desparecida,
caballero trujillano, nuevo canto. que la tiene en un
llamado Luis de Martín González, cántaro escondida.
Chaves, ceceoso, clérigo idiota,
a Hernando Pizarro, La Argentina que a musa Y que a su tiempo
cuyo hermano Canto vigésimo solamente no sabía, había de sacarla,

81
con fin de destruir a Dejando, pues, su No quiero más decir «A tan altivo», dice,
los cristianos; tierra y propio de sus errores «atrevimiento
que a aquesta causa asiento, de que andaba la no había de ofrecerse
él quiso fabricarla, la tierra adentro vino tierra alborotada desafío,
teniendo compasión predicando; en todo el Paraná y mas castigo hacer
de sus hermanos. no queda de indio sus rededores; para escarmiento
Tenía aqueste perro algún repartimiento y así se fue tras él de de vuestra
grande garla, que no siga su voz y mano armada. presunción y
y como son los crudo mando. Mas como éste tenía desvarío.
indios tan livianos, Con este impío corredores, ¿Por qué os osáis
y amigos de seguir pregón y mal y gente puesta meter en este asiento
nuevos caminos, descuento siempre en gran con tan flaca pujanza
forzoles a creer sus la tierra se va toda celada, y poderío?
desatinos. levantando, en viendo la pujanza Salid, con lanza,
no acude ya al conocida espada y con escudo,
Obera, como digo, se servicio que solía, del enemigo, pónese que me basta esta
llamaba, que libertad a todos en huida. pica, aunque
que suena resplandor prometía. desnudo.
en castellano. Aquéste fue la causa
En el Paraná Grande Mandoles que que estuviese »Pudiéramos traer
éste habitaba, cantasen y bailasen, la tierra levantada, arcos y flechas,
el bautismo tenía de de suerte que otra como estaba, mas quiere el gran
cristiano. cosa no hacían, y que a servir al Cacique sean
Mas la fe prometida y como los pobretes pueblo no viniese. probadas
no guardaba, ya dejasen También Garay, de vosotros ahora
que con bestial de sembrar y coger dijimos, publicaba estas derechas,
designo a Dios, como solían, la guerra contra éste, que tienen mil
tirano, y sólo en los cantares aunque tuviese cervices
su hijo dice ser y se ocupasen, otro designio, al fin, quebrantadas.
concebido en los bailes de pues caminaba, Por tanto apagaréis
de virgen, y que hambre se morían, cuando Fuente los también las mechas,
virgen lo ha parido. cantándoles loores y Lirios ha tomado, que son armas al fin
alabanzas do nace el Ipaneme aventajadas,
La mano está del Obera maldito y desdichado. y con lanza y espada,
temblando de sus pujanzas. o a los brazos,
escribillo, Tomando los hagámonos de presto
mas cuento con Un hijo que éste soldados esta fuente, aquí pedazos.
verdad lo que decía tiene se llamaba sus tiendas y sus
con loca por nombre Guiraró, toldos asentaron, »Dos somos, salgan
presumpción aquel que es palo amargo. en torno de la cual dos, tres, cuatro,
diablillo, Del nombre Papa alegremente luego
que más que diablo aquéste se jactaba. del prolijo camino de aquellos que
en todo parecía. Con éste el padre, descansaron. presumen ser
Los indios dice: «Yo descargo De un bosque muy valientes,
comenzaron de la grande obligación cercano de repente que por temor o
seguillo que a mí tocaba dos indios salen miedo, ni por ruego,
por todas las con darle de pontífice fuertes, y llegaron no habemos de
comarcas do venía, el encargo». do estaba nuestra afrentar a los
atrajo mucha gente Aquéste es el que gente reposando, parientes».
así de guerra, viene bautizando, y de los dos, el uno Al punto que esto
con que daños hacía y los nombres a está hablando. oyeron, como un
por la tierra. todos trasmutando. fuego

82
saltaron dos se tuvo, porque aprieta con más Pitum, «perdí mi
mancebos diligentes, estando de rodillas fuerza que el Eolo. mano la derecha»,
Inciso y Espeluca, a Corací ha herido en dice, «y estotra nada
sus espadas las mejillas. Inciso y Espeluca, me aprovecha».
en las bravosas mal heridos
manos empuñadas. Inciso, como ve que quedaron, y confusos El Corací, con ansia
le faltaba de este trance dolorosa,
Pitum y Corací, la media de la pica a por ver los enemigos «echad», dice,
como los vieron su enemigo, ya huidos «señores, en remojo
salir con tal esfuerzo con ánimo mayor sin que ellos puedan las barbas, pues que
y gallardía, más se arrojaba, irles en alcance, veis cuál va la cosa,
con rabia y con furor y un golpe le tiró que el Capitán que me cuesta el
arremetieron, junto al ombligo. prohíbe sean reencuentro el diestro
y las picas calaron a Pitum del corazón seguidos, ojo.
porfía. fuerzas sacaba, diciendo que bastaba No he visto gente yo
Los gallardos que no las tiene todas el bello lance, tan belicosa»,
mancebos acudieron ya consigo, y que del hecho les dice, «no penséis
con tal ardid y maña y viéndose sin suyo, fama y gloria que esto es antojo,
y osadía, fuerzas y acosado, merecen, pues que son hijos del Sol
que traban en un a los brazos venía quedaron con estos varones,
punto tal batalla denodado. victoria. y más bravos que
que Marte no cansara tigres y leones».
de miralla. El cristiano, que Pitum y Corací van
siente lo que quiere sin pereza El gran Tapuy
Al Inciso Pitum le por ver cómo se huyendo como Guazú, con pecho
cupo en suerte, estira y endereza, suelen de los lazos fiero,
que en el aire parece con fuerza de alto las zorras escaparse, soltando la voz triste
salta y vuela, abajo bien le hiere; con destreza, y lastimera,
con su pica tostada, y aunque el golpe haciendo los cordeles «mi fin», dice, «se
grande y fuerte arrojaba a la cabeza, cien pedazos. llega ya postrero,
por cien partes le la mano le cortó. Si A no tener tal maña y la hora se me acerca
rompe la rodela. no huyere ligereza, postrimera.
Y aunque parece Pitum, ha de morir quedaran hechos Mas conviene la
darle ya la muerte, en breve pieza; piezas, pies y brazos; vuestra aquí primero
de tal suerte el mas él está tan ciego mas juzgan por más se cumpla», y
cristiano se desvela, en no huirse sana la huida, encendida una
que pierde Pitum que más quiere morir a trueco de escapar hoguera
toda su esperanza, que escabullirse. libre la vida. a Corací y Pitum,
que el cristiano le porque tornaron
corta media lanza. Al fin, como se ve Llegados a su con tal nueva, allí
sin una mano, estancia relataron vivos los quemaron.
El bravo Corací al y el dolor que padece la batalla y
Espeluca, le atormenta, reencuentro que Y junta luego al
con ánimo bestial volviendo las tuvieron; punto allí su gente,
encrudecido, espaldas al cristiano, a su Cacique bien y desta forma a todos
le tiene a mal traer, y el resto de la pica al representaron ha hablado:
a la boruca suelo avienta. el peligro notable en «Amigos, cosa es
el suelo su tropel ha Huyendo va a gran que se vieron. muy conveniente
ennegrecido. priesa por el llano, Los golpes y heridas que aqueste caso sea
Con fuerza con la que ya no se le demostraron bien mirado,
pica le trabuca acuerda del afrenta; la mucha roja sangre que las cosas tratadas
el cristiano con el otro, que se vio sin que vertieron. de repente
maña, guarecido Pitum, solo,

83
no suelen suceder en Y es justo que en la les toma (de Los indios, que le
buen estado. tierra no se suene cumplirlo estaban esperando,
Por tanto el parecer que al español no prometieron) vencidos de temor y
de cada uno damos buen abrigo, que mueran en cobardía,
es justo que se que al punto le darán defensa de su tras la chusma se
escuche de contrarias gentes, asiento, fueron, mas Curemo
consuno». de a do resultarán les dice, pues mejor mostrado ha su valor
inconvenientes». es buena muerte, por gran extremo.
Primero a Urambía que vil y desastrada y
dijo que hablase, Muy duro les parece triste suerte. Al español espera, y
y aunque él con este consejo con gran brío
discreción lo a todos los que Los mensajeros le dice que no pare
rehusaba, estaban congregados, dieron su recado, en este asiento,
porque Tapuy Guazú mas tienen Curemo respondió que veinte leguas
no se enojase, reverencia al cano modestamente más hay gran gentío
al fin con ronca voz viejo que estaba en la do satisfacer puede
así hablaba: y a sus hechos laguna ya alojado, bien su intento.
«Antes que nuestras heroicos y afamados. y que quiere meter Pasado el Yaguarí,
tierras ocupase Curemo, con muy allí su gente famoso río,
el español soberbio, grande sobrecejo, por no dar ocasión a los soldados irán con
se sonaba se sale con sus hijos que el soldado gran contento,
que había de a los lados le haga mal; que y a veinte leguas,
perderse nuestro oyendo esto, y no luego incontinente poco más o menos,
estado dice cosa alguna, irá al consejo y junta los campos hallarán
y ser de nuevas y con su gente entró con presteza. de gente llenos.
gentes conquistado. en una laguna. Y su gente recoge sin
pereza. Curemo, que esto
»Yo puse en este Tapuy Guazú mandó, dice, les ofrece
caso diligencia pena de muerte, Sus mujeres e hijos la guía que les guíe
mirando las estrellas que de la junta nadie ha metido bien derecho;
y planetas, se saliese, en la laguna adentro, su consejo tomar
también tuve gran y que todos hablasen y gran pantano, bien les parece,
cuenta y advertencia por su suerte, y como los demás lo sintiendo que vendrá
en ver andar errando y el caso con amor se han entendido de ello provecho.
los cometas; decidiese. juzgaron su consejo El indio se retira, que
y enséñame también Berú, de gran valor, por muy sano. anochece,
ya la experiencia, indio muy fuerte, Y en tanto todos ya y vuelve a la mañana
por ver otras al Cacique le dijo le se han resumido con despecho,
naciones ya sujetas, pluguiese que de paz recibiesen porque al alma le
que no han de bastar a Curemo llamar, al cristiano; llega a este pagano
fuerzas ya de manos pues conocía mas que mujeres, de ver nuestro real en
contra el poder su suerte, su valor y hijos se metiesen aquel llano.
soberbio de valentía. a donde los cristianos
cristianos. no los viesen. Gran priesa da a
Dos indios a llamarlo Garay para que salga,
»Así que me parece se partieron Curemo allí salió diciendo que la
que conviene por orden del cacique disimulando priesa le conviene,
con gozo recibir al y mandamiento. el juramento hecho que della cuanto
enemigo, Por la laguna adentro que tenía. pueda bien se valga,
y pues que con poder se metieron, Garay se llega a que corre gran
y fuerza viene, a do el padre a los priesa caminando peligro si detiene
tomémosle por fiel y hijos juramento con gran estruendo, la partida; y en
buen amigo. grita y vocería. viendo que cabalga

84
Garay, nuestro con vida por cautivos que dio, con Andan
Curemo placer tiene, se quedaban; prometer que de su sanguinolentos
y dice a voces altas: quinientas y más grado carniceros,
«La victoria piezas fue la presa quería al español ser como de Irlanda
espero que ha de ser que vino desta vez repartido, suelen los alanos,
con grande gloria». cautiva y presa. por no ser de otros y más que hircanos
indios ofendido. tigres espantosos,
Los cristianos La vuelta da Garay y en ver su propia
saliendo caminaron con gran recelo Urambía y Curemo sangre muy gozosos.
llevando guías, dadas que venga el se han asido
por Curemo. enemigo con en esto y mal De ver era los dos
El río Yaguarí pujanza. revuelto, que decía con el concierto
atravesaron, Lamentan los Urambía la causa y ánimo feroz que
que entre otros ríos cautivos aquel duelo, sólo ha sido combatían;
vemos ser supremo. y suerte miserable y que sin hacerles mal sin falta, a cada cual
A los Tapuí Miríes mala andanza. Garay salía. dellos por muerto
allegaron, Al gran Tapuy Guazú Curemo le ha sobre los que mirando
de que placer reciben llega de un vuelo, esto desmentido; estaban le tenían.
por extremo; a do sale de viejas remítese este caso y Estaba cada cual de
asalto dan al tiempo una danza, la porfía ellos tan cierto
que amanece, la victoria con cantos a la prueba más en el herir, que
por do la triste gente celebrando, cierta en estacado; entrambos parecían
mal padece. y la gente vencida el campo les fue a ser uno; mas Curemo
lamentando. entrambos señalado. hubo perdido
Estaban estas gentes la pica, que en dos
con contento, Alegre y apacible y Urambía las armas piezas se ha partido.
de cristianos no muy graciosa señalaba,
piensan la venida; la tierra por aquí que son pica, macana La macana con furia
el súbito temor y vimos, poblada y palometa; fuerte afierra,
sentimiento de frescas arboledas, a cada cual padrino y espera con esfuerzo
les hace huyan todos y abundosa acompañaba, al enemigo;
de corrida. de caza, y nunca ha con Urambía sale Urambía la pica cala
Oblígales a muchos sido conquistada. Urambieta, y cierra,
el lamento La gente es Xiantombía a y diérale por medio
de hijos y mujer a labradora, y Curemo se llevaba, del ombligo,
perder vida; codiciosa y al son de una mas Curemo dio un
acude cada cual al de guerra, y es en ronquísima corneta, salto de la tierra,
arco y flecha ella muy versada; metidos en su fuerte y con tan grande
con ver venir la mas tómalos Garay palizada, maña dio consigo
muerte muy derecha. muy descuidados, la batalla feroz fue a un lado, que pasó la
y así pudieron ser comenzada. pica en vano,
Al fin, en cuatro desbaratados. y así quedó Curemo
pueblos que se ha No creo año se llevan de ésta sano.
dado, Tapuy Guazú holgó los guerreros,
algunos que defensa de la venganza que entrambos son Con la pica le lleva
procuraban que vido en su muy viejos y muy gran ventaja
la vida entre las enemigo aherrojado, canos. Urambía, mas es tan
lanzas han dejado. mas pone con los Los golpes que se animoso
Aquellos que a suyos vigilanza dan terribles, fieros, que los golpes y
prisiones se que no les haga mal no dejan, donde botes le baraja
entregaban, algún soldado. aciertan, huesos con un ardid y
por ver ya su negocio Al fin de paz quedó sanos. esfuerzo valeroso.
mal parado, con la esperanza

85
De sangre el verde astuto, sabio, artero y Con mil indios acude hasta dar en un verde
prado ya se cuaja, muy valiente. Tanimbano, y grande soto.
el Sol encubre el En un espeso bosque, el gran Cayapey no La gente guayracana
rostro luminoso deseoso desfallece; estaba ciega,
viniendo ya la noche de librar del cristiano Ibiriyú, también en un momento el
obscurecida, bien su gente, mozo galano, campo les fue roto,
y no vemos victoria compuso una terrible acude aquél con mil mas viendo las
conocida. palizada, menos ochenta, mujeres les llevaban,
de aguas y comidas estotro con con fuerzas
Los jueces los ven a abastada. doscientos y defenderlas
la mañana, cincuenta. procuraban.
y por igual los hallan El fuerte fue con
mal heridos; maña fabricado; Yacaré y Tapucagn De temor de la
de combatir a los lados con no se quedaron, trompa que sonaba
entrambos tienen muchos torreones, que cada uno y el tropel y ruido del
gana, estaba a todas partes trescientos y caballo,
y defender con resguardado cincuenta la chusma el fuerte
fuerza sus partidos. con sus trincheas, traía; de esta suerte ya desamparaba,
Juzgose por mejor fosas y bastiones. se juntaron que al español no
cosa y más sana Sin duda Satanás ha al pie de cinco mil a quieren esperallo.
que fuesen por revelado buena cuenta. El Guayracá a los
sentencia a Guayracá el En la estacada y indios animaba,
convencidos, modelo e fuerte se encerraron, el español comienza
que cierta es a los invenciones, sin que salir alguno a escopetallo;
dos ambos la muerte que nunca estuvo en se consienta; mas tiene tal destreza
volviendo a la batalla África ni Italia, y si salen algunos, el perro viejo
cruda y fuerte. ni menos en Castilla muy aína que a su defensa
ni Vandalia. acuden a la trompa y halló buen aparejo.
Contra alguno juzgar la bocina.
nadie se atreve, Juntó para este fin Desde un tronco muy
y siéndoles juez ya toda la tierra, Así con gran grande desembraza
señalado, e hizo grande junta y contento deseaban el Guayracá una
a entrambos, dice, llamamiento, que venga el español flecha, y la ha fijado
honra igual se debe, publica a fuego y para probarse. en un árbol,
y que es cualquiera sangre cruda guerra, El tiempo, noche y pensando que hizo
dellos buen soldado. celebra del cristiano día lo gastaban caza
Ninguno hay que el el finamiento, en su estacada, y en Garay. Una voz ha
decreto desapruebe, ofrece en sacrificio fuerza y repararse levantado,
y así dice el juez una becerra la flecha, pica y diciendo: «Capitán,
muy denodado: y las cenizas della dardo ejercitaban, desembaraza
«Lo que he dicho, por el viento a sus solas procuran el campo, pues ya
pronuncio y lo desparce, por señal y ensayarse. ves que te he
sentencio, por memoria El maraca, bocina, y clavado».
y pongo al caso fin que contra el español atambores Mas Inciso dio al
aquí y silencio». habrá victoria. resuenan por el perro por la frente,
bosque y rededores. y cae Guayracá luego
En tanto que esto Yaguatatí de presto de repente.
pasa, presuroso, se le ofrece Garay, que caminaba
juntando en Ipaneme con más de dos mil desque llega Yaguatatí en un
mucha gente, indios de su mano; do se siente esta grita punto embravecido
andaba Guayracá por alférez le y alboroto, como toro muy bravo
muy valeroso, nombra, y lo merece. atraviesa por medio de Xarama,
de una vega

86
entre los españoles se el infierno poblaron la cruz a aqueste contra el Misterio
ha metido, de paganos, indio y deputado Santo consagrado
y sálele al encuentro y viendo que la gente por sacerdote, y formadas herejías,
Valderrama temerosa santo le tenía; que hablaba.
y Osuna, de los discurre sin consuelo después de aquéste Oyéndole, le dijo
cuales mal herido, por los llanos, fui bien informado otro soldado
los dientes viniendo ya la noche de aquellas que mirase muy bien
rechinando, bufa y tenebrosa ceremonias que hacía lo que trataba,
brama, volvieron al real aquel maldito indio y el cual me dio noticia
y dice: «Por matarme libres y sanos; endiablado; de este caso,
satisfechos empero de la sangre y cómo Papa a un y yo salí de casa muy
no vais», y mete el que han vertido hijo intitulaba, de paso.
dardo por su pecho. teñido el rostro, y al otro Emperador
manos y vestido. y Rey nombraba. De blanco me vestí, y
Luis Martín, con con sombrero
ánimo lozano Este día vi un indio El uno bautizaba, de paja, en mi
encuentra a que llegaba trastrocando caballo a la jineta,
Mayrayú, y de a mí, con una cruz los nombres que los llevando solamente
estocada viene en su mano; indios ya tenían; un compañero,
por los pechos le con muy grandes el otro los delitos y cada cual a punto
hiere y da en el llano sollozos me hablaba. castigando una escopeta.
el indio, y al caer «Por Dios que murió andaba, que los Espías yo le puse, tan
quebró la espada, en ésta Soberano», indios cometían. ligero,
que no pudo sacarla me dice, «ya me val, El Obera, su padre, que venida la noche
el trujillano pues te obligaba predicando, muy secreta
según estaba fija y el ser tú mi Señor yo vi que unos en un bosque le
enclavada. Arcediano». mestizos le seguían, prendo, y amarrado
La macana del indio Diciendo estas y puse gran calor yo a la ciudad le traigo a
torna presto razones se me llega, por haberlos, buen recado.
con que piensa y al caballo y estribo y al fin hube con
vencer a todo el se me pega. maña de cogerlos. El que fingía ser
resto. Papa, y compañeros,
Aquéste en la Con un muchacho jamás nos esperaron
Castillo, con su Asumpción había mío, conocido, en la guerra,
espada y la rodela, servido ladino en gran que aunque suele
a diestro y a siniestro a Bartolomé Barco manera y ardidoso, traer muchos
va hiriendo; de Amarilla; enviando a decir flecheros
Cuyapei en herirle se después con otros cómo había ido y sale muchas veces
desvela, indios se ha huido de remediarlos de su tierra,
y viendo que le al Obera siguiendo y estando deseoso. por saber ya que son
acierta, va huyendo. su cuadrilla; De Logroño un arcabuceros,
Así como lo vido y viéndose en mestizo fui creído, en los bosques y
Valenzuela, peligro, ya vencido, y a mi toldo se vino montes bien se
tras el indio con furia a mi lado se pega y a muy gozoso; encierra.
fue corriendo; la silla. traté de perdonarle si El Guayracá, que
el trueco le dio luego Valiole el escogerme traía hizo palizada,
del flechazo, por padrino, los otros dos, y al quedó muerto, y su
y en tierra le tendió que el tiempo le punto lo hacía. tierra desolada.
de un pelotazo. enseñó lo que
convino. Otro mestizo andaba Doscientas o más
Bañuelos de esta levantado, piezas se sacaron
hecha, y Espinosa, El Obera, maldito, de nación portugués, de aqueste asalto y
dado había y publicaba guerra Guayracana;

87
algún tanto con esto Mi ronca voz El Guaraní penoso Tabobá, el valiente y
reposaron desmaya desque está mirando animoso,
los indios de la tierra siento la cosa cómo pasa, y por General venía de
comarcana. el bravo laberinto en determina esta gente;
Los nuestros con que me meto, en él, pasado tiempo, andaba por el campo
contento celebraron habiendo de escribir imaginando muy furioso.
el triunfo de victoria el alzamiento el pueblo deshacer A caballo salió muy
tan galana, de la gente soberbia; con cruda ruina; de repente
y a la Asumpción que prometo la guerra por la tierra Inciso, que en
volvieron que si durara aquel pregonando, amores venturoso
victoriosos, levantamiento la gente se juntó ha sido, y en la
alegres, placenteros y un mes, todo el Perú circunvecina, guerra muy valiente.
gozosos. fuera sujeto y dieron a los A su suegro
a la dicción y mando nuestros grande imitando, en breve
Mas no puede durar de tiranos guerra, pieza
el alegría, son sólo la ocasión los unos por la mar, a Tabobá ha cortado
que nunca puede de estos livianos. otros por tierra. la cabeza.
haber gozo
cumplido; Habiendo de la En el puerto el navío Los indios, como
pues vemos que al guerra descendido, surto estaba, vieron que faltaba
placer dolor seguía, poblar a Buenos con balsas y canoas a el Capitán que
y al dolor el placer se Aires fue acordado. los lados; fuerzas les ponía,
le ha seguido. De la Asumpción la parte por aquí bien y que el cristiano
Decir quiero un Garay hubo salido, se guardaba, mucho más ganaba
motín que sucedía de todos adherentes que todos bien y su partido de ellos
de mestizos aprestado; estaban aprestados. fallecía,
malvados mal con él muchos La gente que por al son de una bocina
urdido. soldados han venido, tierra caminaba, que sonaba
Descanse pues un y habiendo en Santa a media noche llega; en orden cada cual se
poco aquí mi pluma, Fe desembarcado, los soldados, retraía.
y luego lo pondrá en allí estuvieron días que estaban sobre Mas viendo que los
muy breve suma. esperando aviso en centinela, nuestros les seguían,
los caballos, que salieron, y escuchad sin orden y con
vienen caminando. la escarapela. priesa ya huían.
La Argentina
Canto vigésimo Rehecha en Santa Fe Al punto que los Habiéndose los
primero aquesta armada, indios grita dieron, indios, pues, huido,
Puebla Garay a camina a Buenos soltaron mucha los nuestros han
Buenos Aires; Aires por el río, fuerza de flechazos quedado sosegados;
levántanse en Santa también por tierra va con fuego, y las las tierras entre sí
Fe los mestizos y gran cabalgada flechas encendieron han repartido,
eligen por su General de gente, que no las tiendas de contentos de se ver
a Cristóval de teme sol ni frío. algodón y cañamazo. que están poblados.
Arévalo, el cual, Y siendo ya la cosa Con presteza los A Castilla el navío se
alumbrado de Dios, bien guiada, mozos acudieron, ha partido,
cortó las cabezas a a pesar de la tierra y tirando tan terribles llevando de estas
los principales del su gentío, cañonazos cosas los recados;
motín y restituyó al los unos y los otros que cierto figuraba de muchos sus
Rey su tierra allegaron por el llano maldades y sus tratos
de Martín del Barco al puerto Buenos andar furioso y listo allá fueron metidos
Centenera Aires, y poblaron. el dios Vulcano. en zapatos.

88
La nave se partió Noticia los mancebos A Villalta y Ruiz por la vuestra, y
muy presurosa, han tenido mensajeros desdichada y triste
de cueros y de azúcar de aquellas al Abrego despachan hora
bien cargada; provisiones con que muy ligeros. en que fuisteis
la gente que va en vino conmigo desposado,
ella, va gozosa Valero a Cotagayta, Por dos veces o tres pues contra nuestro
con fin de dar la cuando ha sido se han carteado, Rey sois levantado».
vuelta apresurada. despalmada su mula y en breve se ha
No va de inglés en el camino. forjado la maraña. Estando de esta
corsario temerosa, Pues esto, y otras Lo que Abrego con suerte rebelados,
que en el aire parece cosas que han sabido, ellos ha tratado eligen Capitán que
que es llevada les mueven a no sé decir, que usó gobernase,
con viento sur en emprender un siempre de maña. y mandan que
popa navegando, desatino Una noche con cartas saliesen desterrados
por cima de las aguas tan fuera de razón y han llegado, los españoles luego,
va volando. tan tirano, y al punto con tirana sin que osase
urdido de un juicio y cruda saña quedar alguno,
La gente, con su muy liviano. perdieron al términos pasados.
pueblo, que ha Teniente, y a Olivera, Y el que tiene mujer
poblado, Venialvo, Gallego, Alcalde, y a un se la llevase,
está contenta, alegre Ruiz Romero sobrino del buen que solos poseer
y placentera; y el gallardo de Vera. quieren la tierra,
el fuerte tienen hecho Leiva, muy valiente, pues solos la ganaron
torreado, Villalta con En casa de Venialvo en la guerra.
muy cerca de la Mosquera se juntaron
playa y la ribera. compañero, con cotas, arcabuces, Arévalo por todos
Alegre está este sitio, a su opinión trajeron morriones; fue elegido
acomodado mucha gente. a la gente plebeya por General, caudillo
de vista y parecer en «El camino», decían, convocaron desta hecha;
gran manera; «carretero con sus fingidas y aunque lo recusaba,
las cosas se dan todas es atajar el mal e causas y razones. no ha podido
de Castilla, inconveniente, Su maldito designo dejar de lo aceptar. Si
que el temple se que estamos de confirmaron, fue desecha,
semeja al de Sevilla. Garay muy vencidos de livianas no sé; mas vi que, el
oprimidos, pretensiones; cargo recibido,
Estando la ciudad así conviene abrir los su mujer al de Leiva un bando general y
poblada, ojos y sentidos». le decía pregón echa
la Trinidad por que su pescuezo a en que manda que
nombre le pusieron, «Servicio al gran esparto ya le olía. todos se juntasen
y la gente en cabildo Virrey», dicen, y munición con
congregada, «haremos Él dice: «Como armas registrasen.
alcaldes ordinarios en prender a Garay Reina, espera bella,
eligieron. malo y travieso, muy rica, muy Acude Venialvo, que
En esto en Santa Fe y libres deste caso contenta y gran lo oyera,
gran melonada quedaremos, señora». y con soberbia
se junta de mestizos, si al Virrey le «Al menos no seré», grande y arrogancia
y escribieron enviamos presto dice la bella, al General hablando,
a Tucumán, al preso. «contra nuestro así dijera:
Abrego, diciendo Del caso a Tucumán Filipo yo traidora, «En eso pongo yo
lo que entre ellos avisaremos, mujer de traidor, sí; gran vigilancia,
andaban mal que no puede maldita estrella por ser cosa que a mi
urdiendo. venirnos mal perteneciera,
suceso».

89
pues soy Maese de Santa Cruz, un La cabeza le hiende Por el campo y
campo, y la ganancia hombre muy por la frente, caminos repartido
o pérdida del campo discreto, los sesos salen fuera los cuartos sean, la
se me fía, Ramírez, Aguilera, la mollera, causa publicando
como a quien bien gran ayuda, y dice: «No, no hay las letras que en los
sabéis pertenecía». con Juan Martín, y compadre en tiranía, palos se ponían,
otros compañeros, que el Rey es mi que bien los que
El General responde: en este caso fueron compadre en pasaban las leían.
«Aquel que tiene muy ligeros. demasía».
tal cargo, hacer todo El General soltó
lo posible De dos en dos, a un Ramírez acudió y la luego los presos,
en su tanto y manera punto concertaron parentela y al Teniente le
le conviene». que acudan a herir a al bravo Leiva; el entrega la bandera,
«Harase lo que fuere cada uno joven, que dormía y hácele que forme
convenible», de aquellos más en camisa, salió, que los procesos,
le dice Venialvo, «y valientes que a estar en vela de como sucedió de
no le pene. forjaron mostrara su valor y esta manera.
Y pues que es aqueste rebelión tan valentía. Mosquera, como vio
cortesano y apacible importuno; El hilo le cortaron de tales sucesos,
el vulgo popular, en y todos juramento se la tela a Córdoba camina a
paz me tenga, tomaron que el triste sin la ligera.
que contra el sobre un libro misal, ventura mal tejía. Rubira a la sazón allí
Taborlán bastó que muy de consuno, Su esposa con dolor mandaba
venga». de morir o matar con está llorando y préndele, y muy
propias manos y sus rubios cabellos presto le soltaba.
En su falso contento al bravo Venialvo y arrancando.
mal habido los tiranos. Villalta vide yo que
estaban estos tristes, Diego Ruiz, que se ha escapado,
procurando Allega el General a estaba descuidado, el que hizo oficio de
sustentar el titánico la posada oyendo la gran grita cartero;
partido de Venialvo, que y el mormollo, acógese a los pies, y
contra quien lo estaba descuidado, a la plaza salió, y en emboscado
impidiese, y sale sonriendo a la despedazado dejó pasar el tiempo
batallando. parada; en un punto le ponen carnicero.
El inmenso Señor ha acude Santa Cruz en el rollo. Después en San
socorrido muy denodado Era, cierto, valiente y Francisco se ha
con su favor, en y en el cuello le da esforzado, encerrado
muchos inspirando una puñalada. y bello sin ventura tomando al guardián
a conocer el yerro y Palabra Venialvo no este criollo. por su tercero;
el engaño ha hablado, Dañole al fin la mala su causa entre
de su gran perdición que volviendo los compañía, compadres fenecida,
y triste daño. ojos hacia el cielo que natural muy escapa por entonces
al punto se tendió bueno le tenía. con la vida.
El General con otros muerto en el suelo.
de secreto A Romero en aquesto Algunos más
conciertan, y La voz del Rey sonó mal herido mancebos presos
cualquiera bien le muy prestamente; al pie del rollo fueron
ayuda, Gallego con temor estaban confesando, que en aqueste motín
que el remedio se dice a Aguilera: y en breve fue del fueron culpados;
busque más perfeto «Ayúdame, rollo suspendido, procesos contra todos
con que al real compadre, diligente». y a priesa a todos se hicieron,
servicio bien se Responde: «Ayudaré juntos cuarteando. mas fueron sobre
acuda. de esta manera». peine fulminados.

90
Mosquera y el por su Gobernador. del motín paragüeño pensando recibir
Villalta, que huyeron Mal lo ha sentido y su locura, merced cumplida;
a Santiago, en mal el Abrego, que a tomó Lerma el él pone en los
punto ya llegados, Lerma conocía; principio de su guardar gran
de su triste desastre en cólera los dos se prueba. diligencia,
dieron nueva, han encendido, Movioles a venir su y su causa y su culpa
y a Lerma de su y mientras algún desventura conocida,
intento dieron tiempo se gastaba, a Villalta y contra los dos
prueba. el Lerma con su Mosquera. Cuanto pronuncia tal
gente ya llegaba. deba sentencia:
El licenciado Lerma huir de la ocasión que luego les
en este punto Sintió, como llegó, quien ha pecado, privasen de la vida
entraba a gobernar en que andaba a todos la en el rollo fijando sus
Santiago. estruendo, experiencia ya ha cabezas,
Su venida no saben, sonido de arcabuces mostrado. y los cuerpos en
y está junto y gran grita, palos hechos piezas.
con su gente al Abrego prenderle Para huir la pena del
haciendo grande pretendiendo, delito Por indicios y causas
estrago. el Mirabal veréis que da Dios al que que no cuento,
De amigos y favor tanto se incita; peca en la otra vida, que de éstos los
está disjunto el Abrego la fuerza conviene al pecador procesos están llenos,
el Abrego en aqueste resistiendo, esté contrito, al Abrego da Lerma
fuerte trago, que se mete ya en su culpa en confesión gran tormento
y el Lerma pretendía cólera infinita; sacra plañida. con otros que no
así cogerle, estaba el sin ventura Mas suele otro estaban muy ajenos
porque intención ya tan ciego, castigo ser inflito de saber sus secretos;
traía de prenderle. que poco por temporal justicia; mas no siento
aprovechaba con el la huida los secretos si malos
En el Perú la fama ruego. y salto de la mata es son o buenos,
había volado, el remedio de Santa Fe el motín
con falsa El Lerma le prendió mejor, que no meter bien impidiera
presumpción, o y puso prisiones, buenos en medio. el Abrego, se dice, si
verdadera, y a aquellos que al quisiera.
que aqueste Abrego presente le ayudaron, Mosquera se escapó
estaba medio alzado, que poco bien de la ira Murió a cabo de días,
por tanto viene aprovecharon las y furioso tropel de y no había
Lerma a la ligera. razones sus parientes; el Lerma su negocio
Tomole de improviso que en su defensa al y el triste de Villalta fenecido;
y descuidado, Lerma presentaron. de la dira después que muerto
que no sé de otra De aqueste trance, y brava confusión e fue, se fenecía,
suerte lo que fuera; bregas y pasiones, inconvenientes. y el negocio a los
envía seis soldados algunas pesadumbres Mas ninguno de Charcas ha salido,
con su hermano se inventaron; aquestos ambos mira, el Audiencia lo hecho
Antonio Mirabal, el Hernán Mesia y que huye el perejil, y rescindía.
sevillano. Sotelo aprisionados que en las frentes Hernán Mesia y
aquí fueron, que de entrambos nacerá Rubira han recibido
De parte de su dicen ser culpados. con tal cogollo, contento con Sotelo,
hermano le decía y presto se verá y se holgaban
que viene a le servir A tal punto, sazón y puesto en el rollo. por ver cómo por
ya proveído coyuntura libres ya les daban.
por mandado del (que cierto es de De Lerma no
Rey, que acá le envía notar) llegando huyeron la presencia,
nueva

91
Yo, cierto, que en su casa, y con con el Deán se va, Sucede la
entendí de esta honra le trataba. porque temía dolorosísima muerte
reyerta que lo propio será de de Gil González en
de Santa Fe algún En breve él otro día. Mizque
tanto, y de aquel comenzaron de de Martín del Barco
hecho trabarse Dejémoslos hacer, Centenera
por cosa averiguada con chismes, y otras que yo bien fío No es justo al
tengo y cierta muchas niñerías; que presto pagarán enemigo que
que hizo Lerma en ir el Deán deseaba cierto el escote, tenemos
grande provecho, señalarse que es gente celarle sus hazañas y
que en ver allá que con grande aparejada a desvarío, sus hechos,
estaba allí a la puerta presumpción y y andan, como ni dejar de decir lo
quien guardar boberías. vemos, muy de trote. que sabemos,
procuraba el fil Mas no le deja Y tratemos ahora del que envidia es
derecho, Lerma aventajarse: gran brío quitarle sus derechos.
la canalla argentina «No es justo que del capitán Y más que en esta
reposaba, suframos demasías», Francisco, crudo historia pretendemos
y el nombre de Filipo le dice, «Padre, tenga azote, a la verdad mirar, no
celebraba. sufrimiento, que viniendo a los provechos
no haga salga el siguiendo su camino, ni vanas
Verdad es que hay hombre de su tiento». del estrecho ha pretensiones; pues la
también otros tomado el Argentino. nuestra
quejosos Y luego dice: es daros, mi Señor,
que dicen, por se ver «Muestre los recados Y pues se han de de verdad muestra.
muy afligidos, que tiene por do contar maravillosas
negocios de este firma Licenciado, hazañas del cosario Y así justo será que
Lerma escandalosos. y de Deán también, más grandioso por olvido
Mas eran enemigos pues prebendados que escriben las no deje yo a
conocidos, nombrar sólo a sí el historias más Francisco y su gran
y a veces suele haber Rey se lo ha dejado». famosas, hecho,
casos forzosos Estando sobre y más determinado y pues que en aquestos
que obligan a los aquéstos muy venturoso, tiempos ha venido
hombres entendidos trabados, conviene que al Perú de su tierra
a dar en Scyla de la cosa a tal extremo pongamos tales cosas muy derecho,
ojos, procurando hubo llegado en un canto por sí y como el Argentino
a Caribdis huir, que que por fuerza el maravilloso, conocido,
está esperando. Deán se determina pues puso en la vuelta va
partir para el Perú, y maravilla a nuestra siguiendo del
Victoria en esto ya camina. España Estrecho,
viene, por prelado el capitán Francisco contando en breve
envía a su Deán que A Esteco se partió y su hazaña. suma esta hazaña,
administrase con gran enojo, que es digna de
(en tanto que él que a su partir la contarse por extraña.
entraba) el obispado, fuerza le obligaba; La Argentina
y a Lerma le encargó el bachiller García Canto vigésimo Aqueste inglés y
le regalase. diera un ojo segundo noble caballero
Él hácelo. ¡Cuán en trueco por no ver Viene y atraviesa el al arte de la mar era
poco que ha durado! lo que pasaba. Estrecho el capitán inclinado,
Que no quiso el Deán La barba, como Francisco Drake. más era que piloto y
mucho durase, dicen, en remojo Prende Lerma al marinero,
que cierto el Lerma echó, por ver la de Deán y religiosos en porque era caballero
bien le regalaba otro se quemaba; Tucumán. Tiembla y y buen soldado.
húndese Arequipa.
92
Astuto era, sagaz y Sintiendo en su favor Si no hacen aquesto al puerto, donde fue
muy artero, su suerte y hado, entrará en costa, muy necesario
discreto, cortesano y el Estrecho embocó que Francisco llegó un caso que diré que
bien criado, con buena mano, con grande pío, allí pasaba,
magnánimo, valiente y en breve al mar del y entrando en el que mechas de sus
y animoso, sur sale triunfando, navío no ha hallado tocas vi hicieron
Afable y amigable y la tierra firme en las barras, que en el las damas, y en lo
generoso. Chile costeando. agua se han echado. alto las pusieron.

Mas, como lo mejor La costa y tierra toda El navío de Arica Doña María Cepeda
y necesario estremecía, había partido con Mencía,
le falta, que es amor las nuevas por los con las barras del su bella hermana,
de Jesucristo, aires retumbaban, Rey; con el aviso dicen a Manrique,
emprende de hacerse la gente de los indios de Valencia en el que muchas
gran cosario, se temía, agua se ha metido, encendidas convenía
y fuelo tal cual nunca que muy mal se de que el inglés se se muestren, y
se hubo visto. sonaba que hablaban. halla allí arrepiso. campana se repique.
De su tierra salió este Francisco con gran Y como en el secreto El buen factor lo
adversario gozo y alegría no ha caído, hace, y luego envía
con armada muy navega, que los de Arequipa se parte persona que al Virrey
fuerte, y vino listo vientos le ayudaban; de improviso, lo signifique,
por nuestra mar del a dos navíos al viento dando que tienen enemigos
norte navegando, pequeños ha velas, porque estima en el puerto
el magallano encontrado, en gran precio tomar sin saber quiénes son
estrecho y aquello les quitó puerto de Lima. cosa de cierto.
demandando. que le ha agradado.
A Lima se despacha El de Toledo a priesa
El Argentino toma, En Arica llegando mensajero hace gente,
pretendiendo placentero por tierra a Arequipa; tocábanse las cajas y
en él hacer aguaje; de a Roca le tomó su mas allega campanas,
camino navichuelo; el inglés al Callao de y con temor y miedo
del Estrecho la vuelta al triste que perdiera primero, al más valiente
va siguiendo; su dinero sin combate de mar y veréis cargar de
un temporal yo le vi lamentar con sin refriega. hierro y partesanas.
deshecho sobrevino grande duelo. El puerto reconoce El súbito temor tan
con fuerza sus navíos El navío del Rey placentero, de repente
sacudiendo; salió primero y a las naves y causaba andar las
el huracán, tormenta, con la plata, a barcos bien se pega, gentes como insanas,
torbellino, Arequipa va de a vista se nos pone y y como de este caso
a la costa una nave vuelo, hace fieros, en duda estaban,
sin antena pues a Valencia Arica y en tierra algunos con pequeño
entrega desrumbada cupo en parte; buscan agujeros. momento vacilaban.
en el arena. y oíd del trujillano su
buen arte. En breve se conoce La turbación y priesa
Tomando, pues, su ser cosario. yo decilla,
gente el luterano En Arica regía éste la Don Francisco aunque quiera hacer
en una sola nave, con costa, Manrique acaso un largo canto,
osado do viendo que el estaba no podré; cabalgaba
y valeroso pecho, y inglés viene con brío, aquí con su mujer; el uno sin silla,
viento sano, a Arequipa despacha adversario el otro aunque con
al puerto de los por la posta a media noche en silla con espanto,
Leones ha llegado. a que saquen las punto se llegaba el otro iba sin freno
barras del navío. en su baquilla,

93
el pecador temía, y el y el viento en aquel que de ellos ha de ser navega muy alegre y
más santo; punto le ha faltado, muy regalada, muy gozoso,
al fin todos estaban de su fuerza que lleve donde están sin miedo que le
temerosos escaparse no ha toda su gente. venga desventura,
y de futuros males podido. No quiere sus que va de su ventura
recelosos. A su dicción y regalos, les responde, confiado
mando le sujeta, y la plata so tierra y el navío de barras
Los negros la y tomando la plata bien la esconde. bien lastrado.
ocasión luego aprieta.
consideraron, El Rey de Gilo Gilo, Sarmiento en este
y acuerdan entre sí Aquésta fue la presa el de Ternate tiempo se ha ofrecido
un ardid famoso: más famosa y Tidore, con otros a embocar el
los frenos a sus amos y robo que jamás comarcanos, Estrecho hacia
les hurtaron, hizo cosario. tuvieron con España;
ardid sutil de guerra Su hambre, tan Francisco gran de don Francisco fue
y peligroso. canina y tan rabiosa, rescate. favorecido,
Entre ellos el de plata bien hartó De seta aquéstos son que se juzga esta
concierto fabricaron aqueste adversario. mahometanos, cosa por extraña.
con ánimo maldito y Que es cosa de decir tenían por entonces En su lugar y tiempo
alevoso, muy monstruosa gran combate referido
pensando que el número de plata y y guerra contra será aqueste negocio,
Francisco allí viniera temerario nuestros lusitanos. y la maraña
y en libertad a todos negocio nunca visto Ayuda les ofrece el que sin concierto y
les pusiera. ni leído luterano orden mal urdía,
que a cosario jamás de allá de la por donde mucha
Sus amos los ha sucedido. Inglaterra por su gente se perdía.
caballos ensillaban mano.
a gran priesa, de Sin aquestos navíos Volver a Lerma
miedo todos llenos, que he contado Con esto en breve quiero. Tiene aviso
y las espuelas calzan, de Chile, y en Arica pone en astillero, que en Esteco el
y tomaban al de la Roca, en esta isla que he Teniente mal se había
las lanzas en las otros tomó también dicho, un buen navío. con el Deán; por
manos, mas los que hubo encontrado Salió recio, veloz y tanto de improviso
frenos en los puertos sin muy velero, a Mirabal su
no hallan, aunque gente y fuerza poca. en todo le ayudando hermano luego envía.
más los procuraban, Después, a los aquel gentío. El Mirabal aquesto
que fue concierto Malucos engolfado, De como allí llegó, al solo quiso
hecho de morenos a Tidore y Ternate mes tercero por achaque tomar,
que al blanco tienen presto toca, dio velas a su nave que aborrecía
tantos desamores y junto a Gilo Gilo con gran brío; al pobre del Deán, de
cuanto son diferentes toma puerto, la costa de la India quien es fama
las colores. que llena su navío va bojando que toda la revuelta
todo abierto. y al mar del norte el forja y trama.
San Juan de Ontón, rumbo enderezando.
navío muy En una isla pequeña En la Merced estaba
nombrado, despoblada En él entrando rico y recogido
con la plata del Rey saltando, un fuerte poderoso, el deán don
había salido; hace de repente. en sí mismo Francisco de
en breve el luterano La gente lusitana pensando su ventura, Salcedo,
lo ha alcanzado, congregada con ánimo gallardo y de do con dos o tres
y como de improviso le envía a ofrecer valeroso, hubo salido
le ha cogido, alegremente que cierto le tenía de
natura,

94
en busca del formados a la larga al Perú con dolor de Caíanse los fuertes
Teniente. No está los procesos. tan gran ruina. edificios,
quedo También salieron Y pues de lamentar que muy poco el
el bachiller García, otros condenados tanto ha sabido cimiento les ayuda.
que ha venido a galeras por ser desde su fundación Con la puerta, que
con grita, barahúnda hombres traviesos: nuestra Argentina, queda sobre quicios,
y mal denuedo; Hernán Mesia, Sotelo lamente aqueste caso aquel que más no
mas no hallando en con Rubira, lastimero puede bien se escuda,
casa al Benavente, su causa en el que por famoso aquí en tanto que el
a la Merced se Audiencia bien se contar le quiero. umbral no se hundía,
vuelve aquesta gente. mira. y viene todo allí de
Había un gran Romanía.
De los de la revuelta De ver era en la Plata presagio sucedido,
un conocido, las dicciones que oyeron por los El triste que procura
que por nombre que había de este aires tintinando de la tienda
Felipe se decía, caso y pareceres. de cajas y atambores librar lo que ha
a quien la justicia Aquí veréis juntar gran ruido, ganado con trabajo
hubo querido conversaciones que en concertado perece con su mísera
a Castilla enviar, de toda suerte de son iban sonando. hacienda,
pues convenía, hombres y mujeres, Cometas por el cielo quedando por sacarla
la culpa principal soldados y vecinos han parecido, de debajo.
aquí ha tenido, en cantones, que acá y allá Muy larga se le hace
que por costumbre ni se trata de plata ni contino andan aquí la senda
vieja lo tenía; de haberes, errando. al que es gordo y
y de su mal vivir de solo Lerma vi El aire obscurecido y pesado y tiene bajo,
quiera dolerse tantas sentencias tenebroso que el más suelto y
nuestro gran cuanto eran de promete fin horrible ligero más corría,
Redentor, y él cabezas diferencias. y espantoso. y de su ligereza se
condolerse. valía.
Tardeme yo en venir Estando el pueblo
Al de Toledo aqueste algunos días, alegre y descuidado, Trescientas y más
falseado y estaba ya el en sus casas casas se cayeron,
la firma, dicen, hubo negocio reposado; comiendo cada uno, y templos muy
con gran maña; con todo algunos con un furor horrible lucidos y labrados,
y siendo su negocio tienen sus porfías, desfrenado y más de treinta
comprobado, que no les era el caso se forma un tal hombres perecieron,
embarcarlo quisieron bien contado. temblor tan sin indios so la tierra
para España. Que aunque hubo en importuno sepultados.
A galeras estaba el negocio demasías, que sale cada cual De espanto y miedo
condenado, en parte fue muy desatinado, algunos se murieron,
que fue su culpa en bueno y acertado, el remedio buscaban cayendo de su estado
forma muy extraña; que obligan los oportuno. desmayados,
mas tuvo tal industria delitos muchas veces Y huyen, no que viendo se hundía
este mestizo, a salir de medida a esperando el hijo al tierra y suelo,
que el juego, como los jueces. padre, pensaban se venía
dicen, maña hizo. ni al hijo su querida abajo el cielo.
En Arequipa en esto y dulce madre.
Al Audiencia de ha sucedido A mediodía sucede,
Charcas despachados una cosa muy triste y Amigos a otros que si fuera
por Lerma fueron repentina, fueron muy propicios de noche aquesta
presto ya los presos, y tanto que yo vide en este aprieto ruina dolorida,
con papeles y causas conmovido dándoles ayuda. sin duda mucha gente
y recados pereciera

95
sin poder escaparse El mozo en el ingrata a tanto bien Expira el sin ventura
con la vida. concierto luego vino, como tenía, sollozando,
De su casa salir nadie que amaba a la habiendo muerto el diciendo: «Mujer
pudiera, mestiza en gran padre, como viejo, mía, ¿qué os he
que le fuera manera. con el marido a veces hecho?».
imposible la salida; En una huerta está mal se había. La verdugo cruel le
pues era tan difícil junto a un camino, Matarle determina; el está arañando
con luz clara, en medio de un aparejo el rostro y el
¿qué fuera si de vallado, una higuera. en un mozuelo halla, pescuezo con el
noche les tomara? Aquí, después de a quien quería pecho.
muerto, le han en un supremo Fingiendo que se
Una boca terrible y colgado, grado; de tal suerte, duele, está gritando,
espantosa fingiendo que murió que a todos tres y su marido dice que
está junto a desesperado. causó su querer del lecho
Arequipa, ¡oh, Dios muerte. cayó con un dolor
Eterno!, La moza le ahogó, crudo muy fuerte,
que vos hicisteis cosa cuando dormía, En casa le tenía con ansias
tan mostruosa con un lazo y cordel hospedado, revolcando de la
que bien se dice boca muy corredizo. nacido era en la villa muerte.
del infierno. Con ella está de Oropesa;
Aquésta dicen fue presente, que lo veía, del pobre Gil Los lutos se sacaron
causa forzosa el nuevo sucesor y González regalado, con contento,
de aqueste terremoto, mal mestizo, comiendo de las lágrimas son risas
y que el caverno el cual al muerto ordinario en propia de heredero;
con furia levantó la luego suspendía. mesa. y muy de presto
gran tormenta, El ruido que forman Empero de sus ordenan casamiento
aquel volcán azufre y es hechizo, padres mal criado, por más presto venir
fuego avienta. celando y y así de condición a pagadero.
encubriendo su mala y aviesa, Apenas se acabó el
Pues no bastó el contento por sus grandes enterramiento,
temblor tan con un fingido y delitos y malicia despósanse los dos;
espantoso falso sentimiento. desterrado le había la el paradero
para que una mestiza justicia. fue muerte acabadora
se enmendase, Al tono de este caso de contentos,
que fraguando tenía doloroso, Conciertan, pues, los de bienes y de males
un mal famoso diremos otro aquí dos quitar la vida y tormentos.
que quiso de su mal más lamentable. al pobre, que vivía
fama durase. En Mizque, valle sin recelo. ¡Oh, cruda ingratitud,
La triste, no fértil, provechoso, El Juan Rodríguez tan celebrada
pudiendo ver su do Baco tiene asiento diole una herida de hembras por el
esposo, favorable, de que cayó el mundo, como vemos;
el Diablo la aconseja estaba Gil González, González en el suelo. es posible que,
lo matase, hombre honroso, La maldita verdugo, siendo tan usada,
pensando desposar a su esposa y mujer luego asida jamás de su rigor
ella consigo muy amigable. del triste que la pide huir podemos!
a un mozo que tenía Al parecer también a ella consuelo: La culpa nuestra bien
por amigo. ella le amaba, «No es tiempo ya», está probada,
y como a su marido le dice, «perro, pues de mujer sabido
Al cual de su regalaba. perro». ya tenemos
propósito maligno Y el mozo por la que no puede regirse
la moza le da parte Catalina, verdugo sin llaga mete hierro. por consejo,
placentera. consejo, pues tiene de razón
poco aparejo.

96
sus raíces, aunque que hay en el Perú de tierras muy
Veréis que al parecer sea de grandeza; damas de estima, longincuas los
muy tiernamente pues, ¿cómo la mujer que no es en esta prelados
os aman por extremo tendrá firmeza? historia mi designo en breve tiempo
sin medida, quitar de su valor al fueron congregados.
y al contrario veréis Católica y beata, rubí fino.
muy de repente gran corona El muy docto
que sois la cosa más de ejemplo y de Lartaun ha venido
aborrecida virtud, reina Isabela, La Argentina del Cuzco, y de
que se puede hallar de quien su eterna Canto vigésimo Quito el sabio Peña;
entre la gente. fama bien pregona tercio de Santiago de Chile,
Aquesta usanza bien que sobre el Trátase del Concilio uno nacido
es conocida, candelero fue que se congregó en en Medellín, lugar,
por do decir candela. Lima, y de las galas tierra extremeña.
podremos: de la Dijisteis, gran de aquella ciudad, y El grave San Miguel,
hembra Señora, a una de dos temblores muy entendido,
mudanza cogerá persona gravísimos que en de la rica imperial
quien amor siembra. (quien hay que de tal ella sucedieron ciudad chilena;
cosa no se duela) de Martín del Barco de Tucumán,
Fiad de la mujer, por de firmeza no habrá Centenera Victoria, lusitano,
vida mía, solos matices a quien fortuna dio
veréis cuán mal a do el árbol no cubre Quisiera que el estilo en breve su mano.
acude la fianza. sus raíces. de mi rima
Si acaso es principal subiera de repente de Don Alonso Granero,
y de valía, su punto, muy prudente,
contino está No es justo ya tratar al Cielo levantando que de antiguos
pensando en su más de firmeza, bien la prima Toledos descendía,
mudanza; mayormente de en solo este también se halla en
siendo de baja suerte, damas, pues por gala brevísimo trasunto, Lima, aunque
noche y día. ya tienen la por poder escribir lo doliente,
Pues ¿quién tendrá mudanza, y por que vi en Lima que listado de gota se
en mujer ya bajeza al tiempo que el sentía.
confianza, entre ellas ya se Concilio estaba Del Paraguay electo
sabiendo que en su juzga, y cosa mala, junto, de presente
pecho está estampada guardar la fe al galán, de siete obispos Obispo está, que
y al vivo la mudanza que es gran proeza graves de consejo Guerra se decía.
retratada? echarle al mejor y el arzobispo En este consistorio
tiempo en hora mala. Alfonso Mogrovejo. congregado
Y si alguna Que en remedio de preside el Arzobispo
excepción hallar amores han leído, Como por nuestro ya nombrado.
queremos, que al amor, nuevo Rey se desease
no es justo la amor ha socorrido. el bien de la Edictos se publican
busquemos en la República Cristiana, que viniesen
tierra, Y porque disgustadas porque el negocio a pedir su justicia
que no se hallará, más no sean bien se reformase todas gentes,
aunque trabajemos, las damas de este en este nuevo orbe y y que en Concilio
que a firmeza interés canto y de mi rima, tierra indiana, luego pareciesen
presto destierra. el siguiente les pido ordenó que Concilio cualesquiera que
En el Perú aquesto yo que lean, se juntase, fuesen delincuentes,
bien podemos que en él he de tratar premisa autoridad, de estado
probar, que árbol cosas de Lima. santa, romana, eclesiástico, si
alguno no sotierra A vueltas del fuesen,
Concilio quiero vean

97
y tuviesen también había, que Dios quiso y en tablillas los de sedas, tramasirgos
inconvenientes, que llegase pone declarados. y brocados
de religión dejada, o su fin, digno de En aquesto el de en las fiestas y
dimisoria, lágrimas y lloro, Quito muerto había, juegos arreadas,
a todos se despacha porque perdió el Perú y Granero de gota mas los rostros y
compulsoria. grande tesoro. padecía. caras muy tapadas.

Parecen en Concilio Tenía en el Virrey Quien vido la ciudad Por las calles y plaza
demandando gran confianza alborotada, a las ventanas
del Cuzco, con la gente, que al del metida en pareceres se ponen, que es
algunas ocasiones, Cuzco perseguía; diferentes, contento de mirarlas,
contra el Obispo temiendo del de al Audiencia la causa con ricos aderezos,
algunos, informando Cuzco la pujanza, fue llevada muy galanas,
de su justicia, causas al Arzobispo el Lucio para cortar el hilo a y pueden los que
y razones. le traía inconvenientes. quieren bien
Íbase este negocio muy ciego, por tener El Audiencia Real, hablarlas,
encadenando de él confianza, bien informada, no se muestran
por muchos que los y así cuanto le dice lo y letrados famosos y esquivas, ni tiranas,
guían sus pasiones. creía. sapientes, que escuchan a quien
De aquí nace Por su mal parecer y rescindieron los quiere requebrarlas,
discordia entre mal consejo, autos actuados, y dicen so el rebozo
prelados al Concilio no viene y así presto ya han chistecillos
y falsas opiniones de Mogrovejo. sido congregados. con que engañan a
letrados. veces a bobillos.
Los obispos aquí le Tornáronse a juntar
Un Lucio, en los requirieron como solían, De aquesta libertad y
derechos graduado, que al Concilio haciéndose Concilio gran soltura
amigo más del tuerto presida, como suele; cada día. el limense Concilio
que el derecho, a la iglesia los cuatro En tanto que fue informado.
al Arzobispo trajo se vinieron. negocios fenecían, Queriendo reformar
alborotado Al Lucio le conviene la ciudad del comer esta locura
con su mala ahora que vele; se encarecía, y abuso tan pestífero
intención y duro entre él y el porque de todos y malvado,
pecho. Arzobispo partes acudían, publica con rigor una
Del Cabildo del respondieron. según a cada cual le censura
Cuzco es abogado, El alma y corazón a convenía. so pena de la cual les
y piensa mejor hacer todos duele Los unos sin fue mandado
así su hecho: por ver tal disensión llamarles son a las damas sus
el Concilio rescinda, así trabada venidos, rostros descubriesen,
le decía entre obispos, por los otros a mal grado o al menos a las
al Arzobispo, que así Lucio encadenada. son traídos. fiestas no saliesen.
le convenía.
En contra a San Las damas vi que No fue poca la pena
Con este parecer Miguel bien se estaban muy que sintieron
muy conmovido, mostraba quejosas, las damas de se ver
procura el Arzobispo del parecer de todos diciendo que con así privadas
que cesase los prelados, ellas se ha mostrado del rebozo, por
el Concilio, diciendo al Arzobispo él solo el Concilio con leyes donde se estuvieron
que ha perdido se juntaba. rigurosas, en sus casas algunas
al Virrey, que Mas a aquellos que que el uso de rebozos encerradas.
esperaba le ayudase. fueron congregados, ha quitado. Al fin de aquesta
Don Martín en el Arzobispo presto En Lima veréis suerte obedecieron
aquesto fenecido excomulgaba, damas muy costosas

98
las unas, mas las que puede allá en el un terremoto súbito que un cerro encima
otras destapadas cielo ser lucero, lo avienta dél vino cayendo,
salieron a las fiestas doña Juliana es y en otro lugar nuevo y debajo la gente de
muy costosas, Puerto Carrero. lo aposenta. él cogiendo.
pulidas y galanas y
hermosas. Doña Beatriz la Coya La tierra por tres Murieron
en esto ha ido partes diferentes cuatrocientos
Tan bien aderezadas a Lima, do se halla se abrió con naturales
y vestidas, gran señora espantable fortaleza, en solo aqueste
y con tanto primor y por haber el bautismo y por las aberturas y pueblo; en
bizarría recibido, vertientes despoblado
en Lima andan las bien muestra ser del salía con furor gran murieron otros
damas, y pulidas, Inca sucesora. espeseza muchos, y animales
que en corte de Al muy sabio Loyola de polvo y de silvestres y
Castilla se tenía por marido pedrisco, que a las doméstico ganado.
en estima, basquiñas le cupo, de quien es gentes Con estos terremotos
guarnecidas merecedora. mataba sin piedad y señales
de mucho oro y de Doña Luisa estaba esta maleza. al pueblo y Perú vi
fina pedrería. cerca de ella, Un indio se salvó de desconsolado,
Doña Bernarda Niño de Ulloa compañera, este pedrisco, y muchos dicen ya
una bordada clara estrella. quedando sin lesión quiere acabarse
sacó que en tres mil encima un risco. el mundo, y el juicio
pesos fue apreciada. Dejemos de contarlas apresurarse.
una a una, Por una parte y otra
Aquésta sobre todas porque era menester el terremoto Y no se quedó Lima
se señala un largo canto, con gran furia pasó, sin su suerte
en costoso aderezo y más que en todas quedando aislado de pena en este
de vestido. ellas no hay alguna el indio de rodillas, tiempo semejante,
De Aliaga, Beatriz, que no tenga mil muy devoto, que un terremoto
lleva la gala gracias; y esto tanto, sin ser del terremoto grande, crudo y
en discreción, aviso y que para a media maculado. fuerte
buen sentido. noche allí la luna, Cual suele temeroso sucede una mañana
También la que no y el sol a medio día, por el soto en un instante.
tiene cosa mala, tanto cuanto la huida buscar No hay hombre que a
ni menos bueno que por cobrar nueva luz ciervo o venado salir de casa acierte,
ella, su marido, y resplandores cuando oye el y aquel que corre
da lustre con su de las damas de Lima arcabuz, así buscaba más sale delante;
lustre en toda Lima y sus primores. el indio por donde ir, no espera la mujer a
doña María Cepeda, mas no lo hallaba. su marido,
de alta estima. Pues oigan los la madre deja al hijo
galanes amorosos, Librole al fin el risco muy querido.
Estaba con la lírica y templen su y el barranco,
Diana, contento. En o por mejor hablar el De casa había salido
doña Mariana bella, Chuquiago Poderoso, muy temprano,
muy gozosa sucedió en estos de la muerte a la vida porque en diciendo
la corte de los Reyes, tiempos tan gozosos dio un gran tranco, misa me ocupaba
y aun ufana, un extraño prodigio y contándose después en concilio, por ser
mas la muerte con gran estrago. por muy dichoso. Arcediano.
ella fue envidiosa. Por cima de unos Mas un pueblo que Mi mula de repente
Dejonos otra ninfa, cerros barrancosos, llaman Anco Anco apresuraba
tan galana, arrancando del todo aquí hizo su fin muy corriendo, y en
discreta, buena, rica, un grande lago, lastimoso, pararla me era en
y tan hermosa, vano,

99
que el miedo del los otros aún se aquello que conviene que contra sí lo
temblor la estaban en sus a su conciencia. juzgan agravado.
desquitaba. camas, Los sacramentos Y pues que a nuestra
Corrió con las orejas algunas sus afeites se sean ministrados España fue venido,
aguzadas, ponían, según capacidad e no quiero más decir
y aínas me quebrara sirviendo estaban inteligencia, que estoy enfadado,
las quijadas. mozas a sus amas, al indio procurando dejando sus sesiones
y dejarlas huyéndose dar comida y conceptos
Un ruido el temblor a la calle que pueda conformar al juicio de buenos
causó tamaño, a do salen tras ellas con su medida. intelectos.
que los cabellos de mal talle.
todos se erizaban. También otra sesión Gran consuelo recibe
Negocio de contarse Las unas en camisa, fue publicada Lima toda
por extraño, desgreñadas, en el mes de en ver que ya el
que las paredes vi se las otras dando setiembre, octavo Concilio se acabase,
meneaban, gritos, mal cubiertas; día, que do quiera la
y sin que recibiese las otras medias caras en que fue la gente se acomoda
algún daño, afeitadas, desorden reformada mejor, si menos es, y
temblando de tal caídas, desmayadas a de tratos y contratos que faltase
suerte, al fin las puertas; que ante había. temían cada rato,
quedaban las otras con sus Aquesta sesión toda como en boda
en su ser, aunque hijos abrazadas, fue apelada, do mucha gente hay,
algunas se cayeron, vencidas del temor y que aquesto y otras y se gastase
y a sus dueños miedo muertas. cosas contenía, el pan y vino y carne,
debajo los cogieron. Al fin pasó el que no daban buen que mil gentes
temblor, aunque gusto a los granjeros acuden al Concilio
Un caso contaré yo turbada que escuecen los diferentes.
verdadero, quedó la gente toda y negocios verdaderos.
que casi me reí, que espantada. Y no holgué yo
aqueste día A veintidós del menos de esta feria
corriendo por la calle En este tiempo, día mismo publicaron salir, que me cabía
vi un barbero señalado otra sesión de cosas mucha parte,
que al punto del de la Asumpción provechosas. y así en el Concilio
temblor sangrado sagrada de María, También de todas mi miseria
había el Sínodo limense, ellas apelaron, gasté con mi pequeña
a un hombre, que tras que ha durado diciendo ser sus industria y arte,
él salió ligero, un año, que se penas rigurosas. por do me vi en
aunque la sangre roja cumple en este día, Mil dares y tomares pobreza y gran
le salía. con gran solemnidad se pasaron laceria.
El barbero perdió ha publicado en este tiempo, y Mas nunca jamás
aquí su lanceta, una sesión, que en cosas trabajosas, pude yo olvidarte,
y al enfermo el suma contenía que el pueblo España, dulce amiga,
temblor la vena que el Sínodo pasado deseaba se acabase cuyo hipo
aprieta. se tuviese el Concilio, y más me trajo sin sosiego,
por rato, y como tal tiempo no durase. y el Filipo.
De ver era mirar se obedeciese. Y viendo mi pretenso
cómo salían En el siguiente mes se alejaba
con mil disfraces Y que los indios fue rescindido por no tener con qué
hombres y las damas, todos, doctrinados el Concilio, que gran volver a verte,
que aquel punto los con gran solicitud y tiempo ha durado. de mi poca ventura
indios se vestían, diligencia Apelado por todos me quejaba
de aquí adelante luego ha sido, y a veces deseaba ver
fuesen, y enseñados la muerte.

100
Cuando más nos presenta los de Lima de lo que se llamaba, le oí
descuidado y triste casos verdaderos, era necesario, aquestas cosas.
estaba que muchos no de su saber y De buen
de ver algún remedio alcanzaron por su estrellas confiado, entendimiento, buen
de mi suerte, ciencia. sin temor o recelo de latino
la Inquisición me Pilotos y muy buenos corsario. era, y me contaba
hizo comisario marineros El Magallán Estrecho milagrosas
y el Obispo de tenían entre sí gran ya embocado, e increíbles cosas del
Charcas su Vicario. diferencia; con un ánimo cierto, camino
del magallán temerario, que Pancaldo llevó,
Con esto subo arriba, Estrecho el Perú al mar del norte sale cuando preciosas
do veremos estaba temeroso, y ricas joyas dio a
lo que en el seguro de pensar se teniéndose en mal despecho,
Argentino ha navegaba. aquesto por dichoso. pensando de pasar
sucedido, aquel Estrecho.
y a nuestra musa Francisco, como dije, Trató con los
ruda lo diremos, lo atraviesa, gigantes de Más venturoso fue
no diga le y en Lima dio rebate Pancaldo, nuestro Sarmiento
entregamos ya al al de Toledo. que están por cima el con llevar una pobre
olvido. El descuido no dio Puerto de Leones. navecilla;
Del buen Sotomayor lugar a priesa, Acuérdome yo ahora en atravesar, digo
recontaremos causó también su que Gibaldo, que lamento
cómo con don Diego parte el grave miedo soldado genovés, tendrá después al fin
Flores ha venido, de aquella gran entre razones con su cuadrilla.
del sin ventura pobre desdicha tan aviesa. que conmigo trataba, Llegó Sarmiento en
de Sarmiento Si lo que se sonaba y con Grimaldo, paz, rico y contento,
y de su vano y loco decir puedo, de su nación, del orbe nuevo al
pensamiento. Francisco allá la vida discretos dos viejo de Castilla,
bien dejara, varones, y dio cuenta de sí, y
si de otra suerte el me dijo muchas de su camino,
La Argentina caso se guiara. veces que los viera y la causa motriz de
Canto vigésimo desde el navío llegar su designo.
cuarto Pues ido de las a la ribera.
En este canto se manos el conejo, Holgáronse en
cuenta de la ida de tomando de Pancaldo fue el España con la nueva
Sarmiento a Castilla Francisco el primero que los vido, de ver que ya el
por el Estrecho de escarmiento, un genovés, astuto Estrecho navegaban,
Magallanes, y de la juzgose por maduro marinero. y que hay sin
venida de Diego y buen consejo Uno de ellos, decía, Magallanes quien se
Flores al Brasil, y del Estrecho hacer que metido atreva.
don Alonso de descubrimiento. había por dentro del Con esto la tornada
Sotomayor a Chile Ofrécese que, garguero procuraban,
por el Argentino; y dándole aparejo, una muy larga flecha, y queriendo hacerse
de la muerte del a Castilla por él irá y no rompido, de esto prueba,
capitán Garay y del derecho. según que la sacaba; las cosas de esta
gobernador Mendieta Despáchale el Virrey, hechicero suerte se trazaban,
de Martín del Barco que no debiera, el Pancaldo le juzga, que salga Diego
Centenera movido de Sarmiento y Pier Antonio Flores con armada
y su quimera. decía ser por arte del que vaya a nuestro
De escarmentados, demonio. Estrecho enderezada.
dicen, los arteros Al fin Sarmiento sale
se hacen; nuestra pertrechado A este Pier Antonio, Muchas armas se
madre la experiencia que de Aquino juntan y pertrechos,

101
proveyéndose todo el del norte, que la otra siguió, sin que Garay de Buenos
necesario, se endereza persona le impidiera. Aires ha salido
que estaban los al sur; cómo se diera Después Diego de el río arriba, dicen,
autores satisfechos suda y tanda Flores tras él vino, con mal pecho,
de dar en la cabeza al allí, y aun le y viendo ser ya tarde, que desque uno se ve
adversario. quebraran la cabeza se volviera. en gloria subido,
Mas vemos que los al inglés, que en la Tomó Sotomayor el a tuerto ha de subir
fines y los hechos boca del sur anda, Argentino. su casa al techo.
suceden las más y estuvo allí surgido Sarmiento caminó, Y como en todo bien
veces al contrario. grande pieza. que no debiera; le ha sucedido,
Al fin Diego de Sucesos son de mar, al Estrecho llegó do de su ventura estaba
Flores ha partido, y aun de la tierra, pretendía, satisfecho;
y a Sarmiento que vemos que mas poco le ha de guarda o centinela
consigo se ha traído. suceden en la guerra. durado su alegría. no se cura,
que fue causa de
También Sotomayor Al fin salió el inglés Tomando el triste desventura.
a Chile viene de allí primero, Argentino el
con orden de pasar a sin que de nuestra trujillano, Así estando una
Magallanes. armada fue sentido. la más gente que trae noche descansando
Y tanto aquesta Un navío en aquesto es extremeña, en tierra el Capitán
armada se detiene, del Jenero salieron con gran con mucha gente,
pasando mil fortunas al Río de la Plata gozo en aquel llano. algunos de temor se
y desmanes, hubo partido. La gente les recibe recelando
que a la costa Encuéntrale el inglés, paragüeña temían el suceso
brasílica conviene por prisionero con placer y contento subsecuente.
venir el general y un piloto llevó muy soberano, Y el ánimo presago
capitanes. conocido; que es gente muy adivinando,
Al Río de Janeiro robando lo que halla afable y halagüeña. en lo futuro mal
han aportado, en coyuntura, De allí atraviesa a inconveniente,
y oíd aquesta armada dejó el navío y gente Chile alegremente, el Capitán el sueño
en qué ha parado. a su aventura. aunque se le ha prometía,
quedado alguna como en Madrid,
Salen de aquí Del Yumirí saliendo gente. seguro en demasía.
contentos los que nuestra armada,
cuento: con los del navío Alegre está Garay Mas al revés sucede
Diego Flores, Valdés encuentra, que con la venida de su voto,
y el trujillano, dijeron de aquesta armada al que el Mañuá, sin
el buen Sotomayor, lo que el inglés les puerto paragüeño, nombre ni valía,
por cognomento hizo. La tornada y puede por aquí ser salió con poca fuerza
Chaves, y de la procura Diego socorrida de un gran soto
madre voz Mediano. Flores, do salieron la gente y el gobierno al tiempo que el
Con ellos, como a dar carena, dice, del chileño. aurora descubría.
digo, va Sarmiento, maltratada De ser esta carrera Veréis en breve
cuya quimera vana que va la armada, más seguida espacio el campo
salió en vano. presto se volvieron, la gloria se le debe al roto,
Al Yumirí llegaron, que a seguir el inglés extremeño, y a Garay, que el
boca angosta, yo cierto creo que aunque en seguro prometía,
y del reino argentino que en él satisficieran lengua de muchos envuelto le dejaron
tierra y costa. su deseo. esto estaba, en olvido
él fue quien a la obra del sueño que él
Tomaron la una boca El inglés su derrota y mano echaba. había prometido.
de la banda su camino

102
Garay fue de Pero Alonso de
prudencia siempre Murieron con Garay Aquí Miguel Simón, Cuevas ha ayudado
falto, justo cuarenta el logrosano, muy bien al
y así por no tenerla, de la gente escogida mostrado ha su valor bergantín en el
feneciendo paragüeña; y grande brío combate,
en esta desventura y los indios eran solos librando de la muerte como valiente, fuerte
triste asalto, ciento y treinta. por su mano y esforzado,
fue causa de este Iba con el Garay a su mujer, que en temiendo su mujer el
caso tan horrendo. gente extremeña, brazos al navío indio mate.
Los Mañuaes y entre ella algunos la trajo. Mas, herido Al fin nuestro Señor
descienden por un iban de gran cuenta. del pagano, los ha librado;
alto Aquí murió Valverde, está para ahogarse ya huyendo el bergantín
con gran solicitud y bella dueña, en el río. de este dislate,
sin estruendo, que en quitarla la Veréis a Cuevas triste nació en la tierra un
al Capitán mataron el muerte, al mundo y doloroso, bravo atrevimiento,
primero, quita por salvar su mujer y oíd con atención el
que nadie ha de fiar tesoro, y el contento muy congojoso. alzamiento.
de buen tempero. a Piedra Hita.
En el agua cayó El Mañuá, quedando
Comienzan de hacer Llore mi musa y cuando subía victorioso,
cruda matanza verso con ternura el bergantín arriba la aunque era indio sin
en los que en sueño la muerte de esta cuitada, cuenta y no valiente,
estaban sumergidos. dama generosa, y viendo que ya casi mas de ganar gran
¡Maldita sea la loca y llórela mi tierra se hundía, nombre codicioso,
confianza! Extremadura, su marido la juzga ya levanta al Guaraní
¿Quién soldados en y Castilla la Vieja ahogada. muy de repente,
guerra vio dormidos? perdidosa. «¡Oh, Virgen!», ella y al Querandí, que es
Desque el indio Y llore Logrosán la dice, «en este día indio belicoso.
sintió su gran hermosura valedme, mi Señora Acude cada cual muy
pujanza, de aquesta dama y abogada diligente,
levanta grandes bella, tan hermosa de Guadalupe, en juntándose gran parte
voces y alaridos, cual entre espinas este gran aprieto, de la tierra,
y a diestro y a rosa y azucena, que servir esta obra alegres en oír cosa de
siniestro va hiriendo de honra y de yo prometo». guerra.
al cristiano, que al virtudes también
río va huyendo. llena. La turbación que El Yamandú, que
había no refiero, arriba su memoria
Con bolas, flechas, Las argentinas las lágrimas, los tenemos muchas
dardos y macanas ninfas, conociendo gritos, el lamento. veces celebrada,
la guerra aquí se hizo de aquesta Ana El enemigo andaba es el que lleva aquí la
lacrimosa. Valverde la belleza, carnicero, palma y gloria,
El cristiano, que ve sus dorados cabellos por la cristiana por él va aquesta
sus fuerzas vanas descogiendo, sangre muy sediento. cosa gobernada.
y ser la resistencia envueltas en dolor y Al bergantín afierra Su voz despacha a
peligrosa, gran tristeza, crudo, fiero; guerra citatoria,
dejando su miseria están a la fortuna el cristiano, que vido en toda la comarca
en las sabanas, maldiciendo tal descuento, publicada,
los pies pone el que las flechas y los sacando vivas en breve muchos
puede en polvorosa, dardos, la crueza fuerzas de flaqueza, indios se han
y al bergantín se del indio Mañuá, que resiste al enemigo su juntado,
acoge de corrida así ha robado fiereza. y en su junta la
por escapar si puede al mundo de virtudes guerra concertado.
con la vida. un dechado.

103
Dejamos de contar con que cese el hombre de
cosas graciosas rencor y diferencia. De aqueste parecer presumpción y muy
que en este es Querandelo, valiente.
ayuntamiento han De ver era las dos con el valiente viejo
sucedido, fuertes, membrudas, Tanimbalo, No quieren que se
que a muchos les de solas sus macanas ayuda les ofrece suelte artillería,
serán dificultosas. arreadas, Taboledo, que el una escuadra y
Mas no puedo callar que no tienen más Yaguatatí, Terú con otra anda mezclada;
de que han reñido armas, que desnudas, Manoncalo. parece resonar
dos indias de unas al fin en el palenque La grita y alarido calderería,
fuerzas espantosas, ya encerradas, hasta el cielo o la fragua vulcana
que a espanto en este comienzan de herir levantan, y tan nombrada.
tiempo han sus carnes crudas, nombrando a El tiempo la victoria
conmovido, y dándose muy Guazuialo entretenía,
que en ser de dos bravas cuchilladas por general, del la gente desflaquece
mujeres la pelea, en sangre convertían campo se han partido de cansada.
placer dará al tierra y suelo, y en breve a Buenos A priesa viene ya
discreto que la lea. y sus golpes sonaban Aires descendido. aquella doncella
hasta el cielo. que a Tritón dio su
Tupaayquá la La gente que aquí queja, siendo bella.
primera se decía, Los dos maridos, baja es en gran suma:
de gran valor y vista la hazaña, Chiloazas, Beguaes, El enemigo, viendo
esfuerzo y animosa; y el peligro presente Querandíes que amanece,
la segunda se llama de sus vidas, vienen creciendo temiendo la pujanza
Tabolía, metidos en furor y siempre como del cristiano,
astuta, muy gallarda cruda saña, espuma; y que su gente toda
y belicosa. con voces y palabras la flor de todos son desfallece,
Entre estas dos se doloridas los Guaraníes, procura retirarse por
traba una porfía que cese, piden mil galas y lindezas el llano.
en la junta, por cierto ambos, la maraña. de bel pluma El general Guazuialo
muy graciosa: Por los padrinos encima traen de sí. perece
Tupaayquá su marido fueron despartidas, Mas no confíes con parte del ejército
más bebiera y dándoles del vino y en gala, gentileza y pagano;
a Tabolía que el suyo del brebaje, hermosura, nuestra gente se
le dijera. cesó la diferencia y que la verdura fresca queda victoriosa
el coraje. poco dura. y la contraria huye
Sobre esto entre las muy medrosa.
dos se han En la junta concluyen Al puerto y fuerte
desmentido, que conviene llegan voceando Acá los de Garay,
y a los arcos la mano que guerra a Buenos con trompas y viéndole muerto,
luego echaron. Aires hagan luego, bocinas y atambores. siguieron su viaje
Mas entremedias que si un punto la Las centinelas andan comenzado;
muchos se han guerra se detiene rodeando llegando a Santa Fe,
metido, sujetos quedarán a el fuerte y el poblado seguro puerto,
y el caso de esta pecho y ruego. y rededores. el caso con dolor es
suerte concertaron: El Yamandú les dice, Tocan arma, en un celebrado.
que en un palenque porque suene punto peleando La causa deste mal y
fuerte, muy fornido, en España la fama, a con esfuerzo veréis desconcierto
con dos padrinos, sangre y fuego: los pobladores; los más dicen Garay
que ambas señalaron, «Perezca la memoria Rodrigo Ortiz de haber causado;
de buena a buena del cristiano Zárate es Teniente, perdónele quien
riñan la pendencia, sin que dejemos dél puede, que provecho
un hueso sano».

104
sabemos que en la del falso Dios de procede de un linaje Y así mirarlo todo es
tierra mucho ha amor, que mal generoso. providencia
hecho. aprieta, No conviene yo trate, a nuestro Dios
a siete dio la muerte pues Arcila Eterno atribuida,
Al Paraguay camina con Mendieta. en Chile con primor que de un fin toca al
aquesta gente se despabila. otro sin medida.
en tres barcas, Del cacique Martín,
dejando allí el navío. un indio tuerto, Y pues que a Chile El de Toledo dije
Una barca, vencida era hija la india, y cupo tal belleza cómo había
del corriente muy hermosa. de pluma, de valor, por coger a don
que lleva muy veloz Por mujer se la dio, de cortesía, Diego hecho guerra
el ancho río, que andaba muerto no es justo que se al indio guaraní, que
perdido el por ella. ¿A quién no atreva mi rudeza residía
gobernalle, de mata aquella Diosa? decir de Chile cosa, metido en la aspereza
repente El mozo, como siente que sería de la sierra.
se vuelca, no el grave tuerto muy loca Saliendo con su
bastando poderío de Mendieta, que es presumpción y gran intento se volvía
humano a burla muy penosa simpleza sin dejar sosegada
remediarla. el cuerno al ojo, hizo meter hoz en la mies, aquella tierra,
Perecieron a los paganos no siendo mía. mas antes con razón
cuarenta, y solos matasen a Mendieta Volver quiero al más levantada
cuatro escabulleron. y sus cristianos. estilo Chiriguana por ver aquesta parte
y a su costumbre acobardada.
De aquestos cuatro, De Sarmiento tratar perra y muy tirana.
dos, el uno Luna, no quiero agora, Ibitupué, el astuto y
el otro Cosme, juntos que, como referí, cauteloso,
han salido pobló el Estrecho. La Argentina con ánimo feroz
a tierra, y travesando Poblando, la fortuna Canto vigésimo junta, pregona
una laguna burladora quinto y manda, como
al fin a la Asumpción no fue muy favorable En que se trata de la hombre poderoso,
Luna ha venido. de su hecho, junta que hizo que venga en general
De rabiosa cruel que habiendo de Ibitupué y asaltos toda persona.
hambre importuna crecer siempre en que los suyos dieron El ser tenido ya por
el Cosme sin ventura mejora, en tierra del Perú, del dadivoso,
ha perecido; menguó muy de acuerdo del y que a trabajo
al Luna, que escapó repente a su Audiencia de los alguno no perdona,
de aquesta suerte, despecho. Charcas y de un le hace al Guaraní
un caballo le dio Comienza a temblor terrible en venga contento
después la muerte. perseguirle de tal Lima a la presente junta y
suerte, de Martín del Barco llamamiento.
Mendieta, que que nunca le dejó Centenera
dijimos fue dejado hasta la muerte. Con gente
del piloto mayor y No vemos ser seguro acompañado, y pecho
marineros, Mas paréceme que es a lo presente fiero,
como era mozo mal historia ajena. curar de proveer sin a la junta ha venido
considerado, No quiero más decir, advertencia Condurillo;
causó la muerte a sí y ni del famoso a lo futuro y tiempo el viejo Tabobá, gran
sus compañeros. y buen Sotomayor, subsecuente; carnicero,
Un mestizo, que que enhorabuena mayormente que también alegre viene
estaba amancebado le cupo por marido y vemos en presencia con su aíllo;
con una india, por por esposo pronosticarse el caso Marucaré, su antiguo
celos mensajeros aquella que, de todos que está ausente. compañero,
bienes llena,

105
procura con sus mas todos para un fin agüero es, que si cae con una cruz muy
fuerzas de seguillo se concertaban, bien derecha bella agraciada.
con toda la demás y aunque borrachos, su cosa tiene el indio Y yo le pregunté
canalla fiera todos atinaban. ya por hecha. ¿qué cruz es ésta?
que vive por la sierra Y oíd de la doncella
y cordillera. Ibitupué habló de Al punto que tiró, la respuesta.
esta manera, viendo en el suelo
En un prado apacible aunque hecho botija la flecha estar en alto »“Estando
y muy ameno y grande cuero: levantada, recogiendo yo el
Ibitupué tenía «Metidos en la fuerte los indios levantaron ganado,
aparejado cordillera, hasta el cielo ya que la obscura
de flores olorosas ni Rey, ni Roque hay, la voz, que es su noche se acercaba,
todo lleno por muy guerrero costumbre muy mi corazón en alto
y de muy frescas que sea, que nos usada. levantado
aguas rodeado. pueda echar afuera. Ibitupué, ya libre de en el criador de todo
Tendidos por la yerba Yo solo, con un solo recelo, contemplaba,
y por el heno, compañero, con muy soberbia y habiéndole en mi
se comenzó el me atrevo a defender voz apresurada, pecho gracias dado
convite, y ha durado siempre la entrada, «Perezca», dice, por ver cómo
desde el hora de aunque venga el Perú «luego la memoria doncella me
prima hasta nona, de mano armada. del cristiano, y guardaba,
mas ninguno escapó conózcase mi un hombre se me
sin maza y mona. »Lo que conviene gloria». puso por delante
agora que se haga, de bella compostura
Había mucha caza pues que el Virrey se Aún no acababa bien y bel semblante.
regalada, puso a darnos pena, estas razones,
perdices, pavas, aves que cada cual por sí y un indio cano viejo »”El hombre me
muy sabrosas, se satisfaga, se levanta, habló desta manera:
venados, avestruces, según su coyuntura que aunque en la ‘Doncella, pues que a
que salada fuere buena. junta estaba, y Dios con pecho llano
su carne es buena y Quien muerte dar escuadrones, adoras, determina
sana, muy gustosa; pudiera no dé llaga, su vida es diferente y estar entera
y dulces frutas, que y salga cada cual con aun espanta. en tu virginidad, que
hay una apropiada buena estrena El caso que diré yo el Soberano
a guinda, yaracaes al camino, a vengarse sin ficciones de ti se acordará en la
olorosas, por sus manos, será, que aunque mi hora postrera’.
guembes, ivaviraes matando estos musa en verso canta, Diciendo esto tendió
en gran suma, soberbios escribo la verdad de su diestra mano,
a rodo los pescados, castellanos. lo que he oído y diome aquesta
como espuma. y visto por mis ojos y cruz, de quien yo
»Yo tengo nueva servido. creo
El vino de maíz y de cierta cómo viene que es don de mi
algarroba, doña María de El viejo con descanso y mi
de molles y de murta Angulo y doña modestia así decía, deseo”.
bien obrado, Elvira. pidiendo que
seguro que bebían La muerte merecida atención le sea »Esta mi hija dice
casi arroba, bien la tiene». prestada: por momentos
que media a cada El arco demandó, «Sabed, hermanos que Dios se ha de
cual le estaba dado. una flecha tira, míos, que venía enojar si a los
Uno habla en latín, el diciendo: «Justo es una hija que tengo, cristianos
otro troba, mi fama suene». muy amada, hacemos mal y
otro habla español y A dó cae la flecha el de guardar mi damos descontentos,
vascongado; indio mira; ganado el otro día

106
y que antes los adonde cautivaban que el que sube, de poner en todas cosas
queramos como a mucha gente, espanto, dicen, diligencia
hermanos, de suerte que el muere. y no faltar en medio
recibiendo sus Santos estrago que hacían Y porque, si más del camino.
Sacramentos». causaba gran temor digo, no se asombre Si Salazar tuviera la
Apenas ha hablado, y al más valiente. quien cosas de advertencia
los insanos, Hernando Salazar admirar aquí leyere, que aquí digo, bien
vencidos de sus entrar procura, no quiero más decir cierto yo imagino
malas pretensiones, y oíd una desdicha y de aqueste perro, que no murieran
al viejo dieron desventura. y creo que en callarlo nueve que, pensando
muchos bofetones. poco yerro. no haber peligro,
Después de aquel iban caminando.
El gran cacique dice dislate y alzamiento, Viuda doña Elvira,
en su tiana que en la Asumpción, pues, y sido
que al viejo dejen ya, dijimos, fue de don Diego el La gente va
porque delira, imputado dislate ya contado, marchando, pero
y su hija es doncella a Mendoza, se hizo con su madre al Perú viendo
muy liviana un casamiento, hubo salido, que los tristes, que
y que a invenciones en que con doña que así por el Virrey fueron delanteros,
tales siempre aspira. Elvira (degollado les fue mandado. murieron, del
Cesole de herir el su padre) un A España el de negocio se temiendo,
Chiriguana, caballero de talento Toledo siendo ido, quisieran hallar todos
que estaba ya casó, Nuño de a Santa Cruz volver agujeros.
encendido en pura Chaves fue llamado, han procurado; Salazar desmayó, que
ira, hombre feroz, Hernando Salazar va rigiendo,
que no dudo yo valiente y animoso, lleva la guía desmayan los
cierto, si no fuera y nada de peligros de los treinta que van soldados
por el cacique, en temeroso. en compañía. compañeros,
breve allí muriera. que tantas flechas
Aquéste a Santa Cruz En un paso se ponen ven venir lloviendo
Al fin, por loco viejo pobló primero, peligroso que la tierra con ellas
le dejaron, y a los Charcas salió, los indios van cubriendo.
y su junta con la do la obediencia Chiriguanos en
fiesta celebrada, de lo poblado dio celada. Fenece aquí la triste
a sus tierras y casas este caballero El español del daño su triste hora,
se tornaron al Presidente, receloso cubierta de mil
con la cosa en la Oidores de la no fue, que si flechas y arpones,
junta concertada. Audiencia. supieran la doña María de
Y luego en los Entre los indios era emboscada Angulo, causadora
caminos acecharon carnicero, no fuera el mal de motines, revueltas
la gente que pasaba por donde le pagaron suceso tan dañoso. y pasiones,
desmandada, su impaciencia Mas no siendo la amiga de mandar, y
y crudo sacrificio en Boitimí, que el cosa bien pensada, tan señora
cada día pueblo así se llama, sucede contra el voto que con todos
de la gente española al pie de un alto cerro y lo pensado, tramaba disensiones.
se hacía. de gran fama. y luego se atribuye al Su nieta doña Elvira,
triste hado. mal herida,
A frailes y soldados, Añapureytá el cerro quedaba entre las
que salían tiene nombre, El buen hado es yerbas escondida.
de Santa Cruz, a donde el Diablo Divina Providencia,
mataron crudamente; canta decir quiere. servir el hombre a Doña Elvira su
a chácaras y valles se No osa en él subir Dios con mucho tino, madre con recelo
venían, cualquiera hombre,

107
procura por su hija; que por castigo envía Estando desta suerte
pero viendo Sabido acá en los Dios del Cielo. recelosos
que no parece, grita Charcas, fue de Francisco, sucede,
hacia el cielo, acordado Con esto estaba el ¡oh cosa extraña!,
sus dorados cabellos hacer guerra cruel al Conde tan medroso un caso entre los
descogiendo. Chiriguana. que sólo de escribirlo casos temerosos,
Soleto resolvió con El caso de esta suerte tengo miedo. de Dios castigo, y
grande duelo, se ha ordenado, Parece aqueste caso muestra de la saña
y entre los que el Presidente milagroso, que tiene con los
Chiriguanas se tiene buena gana, que estaba el Perú hombres flagiciosos.
metiendo, y así con grande todo, decir puedo, La mar salió de
sacaba a la doncella, ardid al que es sin contento, sosiego, curso, y así baña
aunque llovían soldado ni reposo, el puerto del Callao,
las flechas ya sobre la voluntad en esto y estábase el inglés y la marina,
él que le cubrían. bien le gana allá muy ledo. y gran parte del
y hácele merced en Juicios son de Dios pueblo cae con ruina.
Tras ellos la victoria cuanto quiera muy encumbrados
van gozosos porque entre en la y no de todos Bramaba con
los bárbaros jornada y cordillera. hombres alcanzados. bramidos la mar
siguiendo grande brava,
trecho. Don Lorenzo Suárez El Virrey al Callao la obscura y triste
Como corderos Figueroa va, y se aplica noche entristecía,
mansos temerosos, salió de Santa Cruz, a hacer a gran priesa las crines y cabellos
los nuestros el huir que es de la Sierra, un grande fuerte. erizaba,
por gran provecho hombre de grandes Con muchos el el alma y corazón
juzgaban; mas los prendas, y de loa, negocio comunica, amortecía;
indios, codiciosos y que merece más mas no responden el sexo femenil que
del interés, curaron que aquella tierra. todos de una suerte; lamentaba,
muy de hecho Con gran solicitud por esta causa el en aprieto y angustia
a partido venir con pone la proa, Conde no fabrica, más ponía,
los cristianos, queriendo al que tiene gran deseo lágrimas, y sollozos,
y así se les Chiriguana hacer que se acierte; y gemidos,
hinchieron bien las guerra. y toma en la consulta suspiros, gritos,
manos. Es General de toda la allí la mano, llantos, alaridos.
campaña y habla de esta suerte
Doña Elvira en de Córdoba la Llana un trujillano. En poco estuvo el
aquesto el todo ha en nuestra España. Conde de perderse,
sido, El Conde del Villar Don Luis Sotomayor, y al fin salió,
que con dulces en esto viene «¿De qué aprovecha huyendo el aposento;
palabras les hablaba, por Virrey, y el fuerte», dice, «en a Santo Domingo va
y como en la pensaron que hiciera tierra, donde puede a refugiarse,
Asumpción hubo la guerra; empero, tomar el enemigo do llevan de la
nacido, dicen, le conviene cualquier trecha iglesia el
la lengua Guaraní dejarse de esta guerra sin que en manera Sacramento;
bien pronunciaba. y cordillera, alguna se le vede después, por más
Al fin con interés se que nuevas de del fuerte? Lo mejor seguro guarecerse,
han convencido, Francisco Drake es que bien hecha en el campo la noche
y el rescate con sobra tiene, le sea, con la gente hizo asiento.
se les daba, que viene muy que aquí quede, Y oíd lo que pasaba
de suerte que cesaron pujante en gran la guerra al enemigo, en esto en Lima,
de la guerra manera. si viniere, que sólo referirlo
y ayudan a pasar el Dirase en su lugar, con fuerza lo mejor causa grima.
agra sierra. porque es flagelo que ser pudiere».

108
Es Lima una ciudad, A prima de la noche A la bendita Virgen
bella, galana, muy obscura soberana, Cuál hizo habitación
de edificios la ruina sucedió con espejo de humildad y con una estera,
hermosos y temblor crudo; de pureza, el otro con un toldo
graciosos, no está ni puede estar la vemos por la fe pone tienda,
apenas veréis casa casa segura, como mañana y con una tristeza
sin ventana, ni el hombre y aurora, coronada de lastimera
los altos por de fuera defenderse con belleza. recoge lo que puede
no vistosos, escudo, A Lázaro se dio de de su hacienda;
que cubiertos están a si Dios, que es propia buena gana a todos parecía la
estera vana; guarda, no procura el premio de su pobre hora postrera.
de dentro empero son guardarnos; pues y vil pobreza, Madeja muy revuelta
maravillosos, aquesto sólo pudo al manso Rey David era sin cuenda,
que como nunca dejar de aquesta dio Dios el cielo, y el cabo no se halla,
llueve por semejas, suerte castigada que manso fue, aunque se busca,
no curan de poner a Lima con su gente aunque Rey, en este que todos andan
sobre ellos tejas. amedrentada. suelo. hechos chacorrusca.

Con quietud se vive, Cayéronse las casas Al fin pues el El Visorrey se va con
y en consuelo, más lustrosas, temblor que voy los Oidores
sin pena, sin dolor y los templos y las más contando a San Francisco, y
sin tristeza, ricas capillas, las casas desbarata hacen el Audiencia
que no dura jamás el que allí muestra las más fornidas, en toldos, que
triste duelo, manos poderosas echando por el suelo aposentos los
que es Lima del Perú y hace muy mayores y derrocando mejores
flor y belleza. maravillas. las torres muy tuvieron muy menor
Sereno está, apacible El alto donde hay hermosas y lucidas; la resistencia.
y claro el cielo, fuerzas belicosas, a las calles se salen Dejémoslos aquí,
en un ser uniforme y en freno suspirando frailes menores,
gran firmeza, quebrantando las las damas, de temor metidos en clausura y
y aunque ha habido mejillas amortecidas obediencia,
temblores muchas de aquellos que quedaban, que era que Candish andaba
veces, procuran alejarse lástima mirarlas, agora muy envuelto
más ha sido el ruido de su divino bien, y y más que no hay en el Estrecho y sur,
que las nueces. no acercarse. quien pueda y el diablo suelto.
A Lucifer soberbio, consolarlas.
Empero en este jactancioso,
trance tan terrible que a la mañana Quedó de este La Argentina
exceden ya las fresca relucía, temblor tan arruinada Canto vigésimo
nueces al ruido. al infierno en y tan perdida Lima, sexto
Negocio al parecer tinieblas temeroso, que ponía Cómo el capitán
muy increíble, condenado en espanto nuevo en Tomás Candish,
que hace salga el perpetuo Dios le verla mal parada, señor de Mitiley,
hombre de sentido. envía. que piedra sobre salió de Inglaterra, y
A muchos pareció ser Aquel rico avariento piedra no tenía. atravesó el Estrecho
imposible codicioso, Hallábase en la calle de Magallanes, y
haber por natural allá desea gustar del sin posada tomó tierra en la
acontecido agua fría; quien bella casa Puná y Paita en el
sin que causa secreta el poderoso Rey fue antes poseía, Perú, y de vuelta
interviniese convertido y todos, como dicen, tomó un navío que
y con rigor la mano en bestia, y heno y a la luna venía de la China
entrometiese. yerbas ha pacido. quedaron en la de Martín del Barco
prueba de fortuna. Centenera
109
podranos suceder de la justicia, el caso que guarda Dios, si
La pérfida de sí dichosa mano. procurando. quiere, sin escudo,
misma olvidada, Los indios que y donde él no envía
de la insigne y Yo vide en hallaron ser sus favores,
famosa Inglaterra, Chuquisaca culpados, en balde son
Isabela, la Reina alborotada públicamente fueron humanos
depravada la cosa, y el castigados. guardadores.
en la Fe (que con Audiencia
Cristo nos encierra despachando Tomás Candish pasó A no caer el inglés en
en el aprisco y choza a Lima van correos; bien el Estrecho, el engaño
consagrada), resguardada mas no tomó jamás que causan con
procura en tanto la costa, presto fue en Chile puerto, banderas y alboroto,
grado hacer guerra gente juntando, que piensa de hacer hiciera en aquel
a nuestro gran Filipo, el Conde del Villar, mejor su hecho puerto mucho daño,
que cuajado de mano armada hallando algún navío y fuera el miserable
el mar trae de con muchas sin concierto. puerto roto.
corsarios su prevenciones, Guiado de interés en Milagro fue, sin
mandado. procurando su provecho, duda, y caso extraño,
guardar al gran Señor de la costa el camino estarse el enemigo
A un Tomás Candish, su tierra sana, lleva cierto algo remoto
muy orgulloso, aunque venga la al puerto Arica, mal de tierra por tres días,
con armada Reina luterana. fortalecido, contemplando
despacha, y oíd cómo la cosa lo que está nuestra
pretendiendo Aquí dejar agora yo ha sucedido. gente maquinando.
que fuese como no puedo
Drake venturoso. de decir, y tocar muy En este tiempo Al cabo de tres días,
A tiempo fue que brevemente, estaba gran riqueza receloso
vide estremeciendo una maldad diabólica de barras en la playa, de que la gente está
de temor al Perú, y y enredo y por el llano fortalecida,
receloso. que el demonio la gente acude luego levó ferro con furia,
De Chile va la nueva fraguó entre aquella con presteza, deseoso
discurriendo, gente y viendo que surgía de hallar dó pillar en
pensábamos ser indiana, que en el luterano, su corrida.
Drake el que venía, pensarlo sólo quedo sacaron fuerzas, Por el paraje pasa,
y tal era la fama que confuso y ajenado de todos, de flaqueza, presuroso,
corría. mi mente; pensando de probar de Lima, do la cosa
que una carta a los allí la mano. conocida,
Entre soldados, gente ingleses escribieron, Los hombres con las el Conde del Villar a
desalmada, y en ella estas armas acudieron, Pedro Arana
por trisca se decía razones les dijeron. las mujeres también tras él envía con
que, sabido allí salieron. gente muy lozana.
de Drake, sea la «Ilustres mis señores
nueva bien llegada: luteranos, De sus paños y tocas El enemigo yendo
quizá que venid, porque os las banderas navegando,
mudaremos el estamos esperando, al aire desplegaban a y tomando un navío
vestido, que queremos menudo; en el camino,
que nuestra profesión serviros como a las mismas que aquello que le agrada
no está estimada hermanos, salían las primeras, más robando,
no andando el vuestras cosas tornaban a salir, y al piloto llevarle le
enemigo contino nunca pudo convino.
embravecido. sustentando». el inglés entender A la Puná su rumbo
Viniendo, pues, Estas cartas vinieron estas quimeras; enderezando,
aqueste luterano, a las manos

110
que allí lleva su proa La gente inglesa así El piloto quedó allí y en la primera al
y su designo, desbaratada abscondido, viento vela dando,
llegó estando todos recógese huyendo a que al alto con los la costa de la China
descuidados, una montaña, nuestros se ha va bojando.
por donde fueron los nuestros se están subido.
presto saqueados. quedos en campaña. De vuelta de la
Arana, que venía China, muy cargada
En Guayaquil en De los navíos muy pujante encuentra una nave
arma se pusieron, jugando artillería, con dos fuertes y de tesoro;
sabiendo que el el enemigo a los bellos galeones, a su dicción y mando
inglés allí ha llegado. nuestros daño hace con una veloz lancha fue entregada
A la Puná en breve con su grave, de delante, con suspiros y
descendieron. importuna batería; allega a Manta. Salen lágrimas y lloro.
También en Quito, el en breve nuestro escuadrones En breve ha sido toda
caso relatado, campo se deshace. (pensando ser despojada
Capitán y soldados A lo alto de un cerro inglés), en un de sedas, brocateles y
proveyeron. se subía, instante fino oro.
Y habiendo a la Puná de lo cual al inglés cien soldados estaban Un clérigo allí viene
todos llegado, mucho le place, chapetones, enriquecido,
las dos cabezas mal que viendo a los cincuenta vaqueanos, que en verse así
se concertaban, cristianos retirarse, que Alvarado robado está afligido.
por donde más en su lancha al punto los ofrece de
erraban que procuran embarcarse. buen grado. De su plata y tesoro
acertaban. codicioso,
Quemó aquí un navío Arana le responde con ánimo también
De Guayaquil el luterano que su mano de hacer hecho
Reinoso había salido, de los tres que traía, y diestra sola basta de memorable fama y
el cual por el Virrey y a gran priesa con su gente honroso,
allí mandaba. se leva a la mañana contra el poder y al peligro constante
De Quito el que salió muy temprano, fuerza del tirano, puso el pecho.
ha pretendido y a Paita sin parar que no quiere A sus amigos dice:
mandar aquí, presto atraviesa. socorro de presente. «Poderoso
diciendo que llevaba Al piloto echa en La costa corre toda el con vosotros me
del Audiencia poder, tierra de su mano, luterano, siento y satisfecho,
do fue elegido. a los de Paita Arana se volvió muy si queréis ayudarme,
Así la cosa a tuerto enviando su promesa diligente mis hermanos,
se guiaba. de seguro, mas ellos aunque de Nueva contra aquestos
Tengamos, dice el no quisieron España se le envía soberbios luteranos.
uno, aquí sosiego; concierto, sino al aviso de que está en
el otro dice, marchen monte se huyeron. una bahía. »Probemos, si os
todos luego. parece bien, la mano,
Saltó el inglés en Candish muy a su y en tiempo que del
Con toda su tardanza tierra, y al poblado gusto a dar carena sueño estén vencidos,
al fin llegaron llegó con furia cruel se mete en la bahía, acuda cada cual a su
a la Puná, do estando y repentina; que le place, tirano,
descuidada y como le ha hallado sin temer de que cosa de suerte que la
la gente inglesa ellos despoblado, le dé pena, muerte adormecidos
comenzaron con su rabia refresco toma, y agua los coja, con favor
a darles una grande diabólica y maligna y leña hace. del Soberano.
rociada; a una santa cruz ha Su gente de dolor Pues son sus
mataron veinte, dos escopetado; quita y ajena enemigos conocidos,
les cautivaron. robando lo que halla con la ocasión favor nos dará Dios,
allí, camina. presente se rehace, pues que bien puede,

111
para que con la vida General de la Reina que mucha con arco y flechas de
nadie quede». de Inglaterra mercancía le ha otros ayudado
de Martín del Barco cogido bien fuera, si
No pudo ser secreto Centenera Candish; con solos Machado no
este concierto, negros le dejaba, impidiera,
alguno al Capitán lo Si solo viene el mal, con que viviendo y en breve mucha
ha revelado, decir se suele rico se juzgaba. gente se juntara,
y como fue en fuerte bien vengas mal; mas conque el inglés
hora descubierto, siendo acompañado, Aquí tomó un piloto victoria no cantara.
al clérigo de un más grave es el que le guía,
mástil ha colgado. segundo, y aún más Jorge Luis se llama. Mas viéndose el
Volviose sin tomar duele Como vido inglés favorecido
Candish más puerto, el golpe cuando el inglés que piloto con palabras de amor
habiendo todo el viene redoblado. ya tenía y fingimiento,
Orbe rodeado, La carne más a su gusto, y la tierra después de haber el
y entró en Inglaterra machuca, y más la ha conocido, mozo mal herido
poderoso, muele, y que tomarla bien le caído muerto, dice
muy rico, muy por hallar el lugar ya convenía, muy contento:
contento y muy maculado; a su almirante Gallo «Ninguno quiero sea
gozoso. y al fin duran las ha cometido aquí ofendido,
penas y cuidados con el piloto el caso; ni tal me pasara por
La Reina luterana, cuando los males son los dos fueron pensamiento,
como vido más frecuentados. a Santos, y en el que sólo proveernos
el valor de Candish y puerto se metieron. de comida
su ventura, La presa de Candish pretendemos pasando
y el Diablo que ya recontada, Paz, paz, entran de corrida».
también su tela ha que hizo en el navío diciendo con voz
urdido, de la China, alta, Con esto aquella
despachan a Candish, tuviéramos por bien, el nombre don gente miserable
el cual procura si de llegada Antonio y apellido en la iglesia se
de la ocasión ya ser en su tierra parara; invocan, que no hizo estaba; el adversario
favorecido, mas camina alguna falta la cerca, ya es el caso
parécele gozar la de vuelta, con muy a su negocio; luego irreparable.
coyuntura. gruesa y bella el afligido Entrando, matar
Salió de Inglaterra armada. y triste pueblo, quiere allí al vicario
con pujanza, La línea atravesando, viendo cómo falta y a un fraile, caso
diré lo que sucede en determina la fuerza, a su horrendo y
otra estanza. tomar tierra brasílica, dicción quedó detestable,
y llegando rendido. que el templo
la costa toda iba Un mancebo murió, profanando el
La Argentina demarcando. que resistía; temerario,
Canto vigésimo Machado lo causó, imágenes, reliquias
séptimo Tomó algunos navíos bien se decía. de consuelo,
En este canto se trata en la costa, con irrisión echaba
de la toma y robo del y entre ellos a un Era juez entonces un por el suelo.
puerto de Santos y Marquina, que ha Machado,
San Vicente, y de los venido y dicen que bien Prendió los
insultos y maldades de Potosí con plata, pudo, si quisiera, principales,
que allí hizo el por la posta, que del inglés no desnudando
capitán Tomás por gozar de la nata, fuese saqueado a todos cuantos pudo
Candish, Señor de que ha tenido el pueblo, y el aquella hita,
Mitiley y Capitán aquel trato, aunque a mancebo que saliera las casas por el suelo
él le entrara en costa, derribando,

112
las tablas y madera y el inglés; que la cosa y a sus casas con tres naves; las
palos quita. se provea volvieron de repente. dos se han
Y luego, por la tierra allá en el Argentino Candish con su sumergido,
caminando, con cuidado, pujanza y poderío que cosa alguna
en San Vicente se que va nuestro de Santos sale un día dellas no ha
entra, dando grita; enemigo de pelea. alegremente, escapado.
asuélalo también en Allega un navichuelo y acá en el Argentino De su saber Davis
un momento. y da el aviso, hacen vela, bien se ha valido,
En esto entra y vuélvese a Jenero que mucho su venida y del temor las
Candish con gran de improviso. se recela. fuerzas ha sacado,
contento. escapa con la maña
Veréis en Buenos Mas él parte de más que pudo
Estando en esta isla Aires discernirse Santos recta vía, de aquel contrario
apoderado, el caso con diversos el magallán Estrecho tiempo, fuerte y
procura embarcación pareceres, demandando, crudo.
muy conveniente procura cada cual y tanto el Sur le
hacer, porque tenía escabullirse sigue y combatía, Aquel barco que dije
buen recado, llevándose consigo que vuelve popa vía de Jenero
y aparejo hallaba sus haberes. ya arribando. aviso había traído al
entre la gente. Al fin han procurado El almiranta el árbol Argentino,
No había el mes convenirse da y rendía tornar ha procurado
tercero bien pasado, en que salgan los en frente el de ligero,
y acaba su bajel viejos y mujeres Argentino, queriendo
cumplidamente; y frailes y procurando aprovecharse en el
veinte remos por muchachos del las fuerzas contrastar camino,
banda le ha metido, poblado, del fuerte viento, que es grande la
con que Candish se y que a la mira quede mas él no le ha codicia del dinero
halla enriquecido. allí el soldado. dejado con su y al hombre fuerza
intento. haga desatino.
Aquesta embarcación La mísera hacienda Salió del Río Jenero,
deja entenderse recogida A mí los naturales, mas la hada
el fin con que a priesa, de tropel y preguntados a priesa corta el hilo
Candish la fabricaba, sin concierto, sobre esto, muchas a su husada.
para poder con ella en carros y carretas veces me dijeron
bien meterse fue metida, que vieron dos En él iban algunos
en puerto, que tomar que huir, todos dicen, navíos anegados, pasajeros
imaginaba es lo cierto. y en un punto de que llevaban su
alguna tierra do La tierra adentro vista los perdieron; pobre mercancía:
pueda valerse, salen de corrida, con lenguas fueron don Pedro y don
y aquesto su designo dejando los soldados bien examinados Francisco, caballero
le guiaba. en el puerto; los indios que esto a de Estepa, que es
La fama por la costa en centinela están de mí me refirieron, lugar de Andalucía.
se extendía, noche y día, y dicen que escapó Piloto, con maestre y
que para el Argentino y cada cual igual sólo una nave, marineros,
la hacía. temor tenía. que vuela por los mas no como en tal
aires como un ave. caso convenía,
Del Río de Jenero ha Llegué yo a esta en tomar se
despachado sazón en mi navío Ésta fue de Davis, engañaron el altura,
a priesa Salvador de de allá de la muy entendido, principio cierto de su
Sá Correa, Asumpción con poca que a vuelta del desventura.
diciendo cómo a gente; Estrecho se ha
Santos ha tomado el pueblo se holgó y quedado Comienzan a virar,
tomó brío, pues, engañados,

113
pensando que y allá nos llevan me falta y la pluma adonde estuvo ya la
embocaban por el cosas que rescatan. desflaquece, vez primera,
río, y mi lengua turbada pensando rehacerse y
mas iban muchas Aquéstos nos dijeron se entorpece. no ha podido,
leguas apartados que tenían según en lo siguiente
vencidos de su loco los otros tres Trajéronnos los tres es referido.
desvarío. cristianos por en carnes puras,
En costa y tierra cautivos, el uno sacerdote y
dieron derrumbados, y que ellos del dos soldados; La Argentina
a la fuerza rescate tratarían a todos se les dieron Canto vigésimo
entregados del de aquellos que vestiduras octavo
gentío. hallasen estar vivos, y fueron lo posible En este canto se
Una ola a don Pedro y que luego a reparados. cuenta la gran
le ha volado, nosotros los traerían. Contáronnos sus victoria que tuvieron
y el mar profundo y Nosotros, en aquesto tristes desventuras, los portugueses
bravo le ha tragado. compasivos, juzgándose por contra el Señor de
de cosas les hombres bien Mitiley, y de la
Los demás pasajeros henchimos bien las librados pérdida y desbarate
han salido manos, en haber escapado de su armada
a tierra su miseria deseando librar con la vida, de Martín del Barco
lamentando. nuestros hermanos. habiéndola tenido Centenera
La gente indiana, por perdida.
luego como vido El cobertor quité yo Tener bravos
que se iba este de mi cama, En qué trabajos mete encuentros de
negocio aderezando porque un cacique la codicia fortuna,
en su pro, al bien se ha y el procurar ganar la contrastes, baterías y
encuentro han aficionado. plata y oro, debates,
acudido, Echamos por el y más cuando fortuna estar con esperanza
y en breve a los pueblo una derrama, le es propicia. el alma alguna
cristianos se y en breve gran Aquel que va de conseguir victoria
acercando rescate se ha juntado. juntando gran tesoro en sus combates,
comienzan a Entre los indios corre no siente el sin efectos son que causa
prenderlos, y bien la fama, ventura la malicia, la importuna
mataban que el rescate es muy los males, con sus revoluciones
a los que defenderse rico y muy preciado, sobresaltos, pena y y dislates,
procuraban. los cautivos trajeron lloro, que no puede fortuna
a gran priesa que le es fácil lo que estar estable,
Charrúas es la gente por gozar del rescate es dificultoso que consiste su ser en
que aquí habita, y la promesa. con fin de conseguir ser mudable.
que ha hecho grande su fin gustoso.
estrago en los ¿A quién no ha de ¿Quién libre podrá
cristianos. causar esto mancilla, Está el Señor de ser de esta señora,
Es gente muy cruel y si tiene de cristiano Mitiley en esto sin que obligado sea
muy maldita, sentimiento, tan triste, que mil de ordinario
también ha hecho que no quedó de toda vidas cierto diera como cautivo, Reina
presa en luteranos. la cuadrilla por no ver el suceso Emperadora,
Ésta de estos alguno más que tres; tan funesto a serle de contino
Charrúas otra mita pues el tormento del armada lucida tributario?
de indios de este que pasan, y la pena, que él trajera. Ya dándole las
nombre, más quién decilla Pues vuelve de gracias de hora en
cercanos, podrá? Que a mí en arribada muy de hora
en Buenos Aires pensarla ya el aliento presto por el bien recibido,
tratan y contratan, ya al contrario
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juzgándola por loca y con fuerte y muy Entrambos se Por esta causa allí
por insana, espesa flechería. quedaron en la costa, cartas escribe
ingrata, fementida, que les hace en y a fuego y sangre a
cruel, tirana. Un mancebo a la comer el Rey la todos apercibe.
lancha acude luego, costa.
Tomás Candish, que y por la mar adentro Mas viendo que sus
estaba tan pujante, la metía, Los indios a los retos son en vano,
a la rueda pensaba nadando por el agua, muertos les cortaron la vela da Candish
que tenía y pega fuego, las cabezas, y desconfiado.
de aquesta gran que en breve por la viérades la grita San Sebastián, que es
tirana más constante lancha se encendía. con que la fiesta isla allí cercano,
que a su poca fijeza El luterano está de alegres celebraron tomar por rehacerse
convenía. miedo ciego, de su victoria santa y ha procurado.
Mas ella se le vuelve el cristiano con muy bendita. No está lejos de allí
en un instante fuerza acometía; A Santos con su un lusitano,
tan contraria a su rodaban los ingleses triunfo se tornaron; Salvador de Correa,
vana fantasía, por el suelo, un dedo lleva un muy honrado,
que causa que su que ayuda a los indio, que le quita en nombre de Filipo
vano pensamiento cristianos Dios del a un inglés, que en el Jenero,
a las vueltas se vaya Cielo. anillo en él tenía y oídme lo que hizo
con el viento. de fino oro con el caballero.
Cebáronse los indios piedra de valía.
Viniendo, como dije, de tal suerte Al punto que se supo
de arribada, que no se Víspera de San Pedro que surgido
pensando entrar en contentaban dar ha sucedido había en esta isla el
Santos, toma tierra flechazos, el suceso jocundo y enemigo,
tres leguas más atrás. y así dan al inglés placentero. con un pecho y valor
Siendo avisada muy cruda muerte, Candish, que está del ennoblecido
la gente, sale a priesa matándole con hecho entristecido, (que de servir al Rey
de la sierra; crudos macanazos. presume de vengar el es muy amigo,
en la falda formaron Aquel que se desafuero. según yo siempre en
emboscada, mostraba ser más Escribe en una carta él he conocido,
ardides necesarios en fuerte, que el partido y soy en muchas
la guerra. en un punto le hacen que quiere es que le cosas buen testigo)
El luterano viene mil pedazos. den un caballero, a su hijo despacha
descuidado, De veinte y cinco, si es vivo, de valor y por la posta
pensando que será dos solos vivieron, noble sangre, con gente, por la mar
bien hospedado. que viéndose sino que tomará al y por la costa.
perdidos se pueblo por hambre.
Salieron veinte y rindieron. Tan bien lo hizo el
cinco en una lancha Entre los veinte y hijo, que llegando
con fin de que El uno de ellos era tres ha sido muerto do estaba el enemigo
podrían refrescarse cirujano, de un conde el hijo descuidado,
en tierra, por la playa grandísimo filósofo y amado que tenía. en un punto le cerca,
grande y ancha, latino, Aquesto allí se supo escopetando
para de su fatiga mostraba ser en obras en aquel puerto, de suerte que a gran
repararse. muy cristiano, y que a Candish priesa se ha
Empero nuestra que yo traté con él volver no convenía embarcado.
gente los desmancha, muy de contino. sin él, porque el La vuelta de la mar
y al tiempo que El otro era mancebo morir le estaba iba tomando,
volvían a embarcarse cortesano, cierto, y treinta y cinco
comiénzanles a dar en mi nave de Santos según el padre, muertos le han
gran batería éste vino. conde, le quería. quedado.

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Conque queda duró la cruda guerra y a solas cada cual dispara como ha sido
Correa, el mozo, grande rato, por sí plañía. anochecido,
ufano, cayendo los ingleses Candish, que más lo y viéndose Candish
y más con ver que luteranos siente, sus pasiones desamparado,
huye el luterano. sin muerte ni herida pregona, publicando las velas popa vía ha
de cristianos. estas razones. velejado.
Salió Candish de
aquí con crudo duelo, De aquellos que se «Maldito sea aquel Davis, dije, volvía de
cubierto de dolor y huyen en llegando, día en que nacido arribada
grande llanto. el general Candish yo triste fui, que en su nave; las dos
Con priesa procuraba cuatro ha ahorcado; nunca yo naciera; fueron abriendo,
de ir de vuelo; otros cuatro se o ya que yo nací, que y a pique fue la gente
al almiranta llega con vienen, que velando perecido sepultada,
quebranto, estuviesen las boyas al punto que nací en el fondo al
que viene ha mandado. luego yo fuera; infierno
desmanchada y sin Huyéronse a o ya que no lo fui, el descendiendo.
consuelo. nosotros, procurando encrudecido Al Isla Grande viene,
Al puerto van escapar con la vida; y hondo mar en sí me así llamada,
llamado Spiritu que enojado recogiera, Davis, que cruda sed
Santo; está Candish por ver y no viera yo aquesta ya padeciendo
con lanchas y bateles el desbarate desventura, venía con su gente;
echa gente, que hicieron por dar teniendo tan dichosa aquí ha surgido,
y él quédase en la aquel combate. sepultura. y oíd lo que en la isla
mar acá de frente. ha sucedido.
No les mandó »¿Qué tengo de
Al tiempo del entrar, Candish que hacer, triste, Aquí saltaron quince
gran batería acometiesen mezquino, a refrescarse
de los fuertes les los fuertes; que cómo podré soldar con fin de meter agua
dieron y flechazos; sondasen solamente yo quiebra tanta? en el navío;
la gente indiana les dijo, y que luego Si allá a Inglaterra yo la gente que allí está,
armaba gritería, se volviesen, camino, cura emboscarse,
los nuestros, sin porque él después habralo de pagar esta con ayuda también
parar, arcabuzazos. entrara con su gente; garganta. de algún gentío.
Vencidos de la y como lo contrario Pues ¿dó puedo En ellos dan, al
espesa flechería ellos hiciesen, tomar otro camino?, tiempo que
y de los fuertes tiros y de ello sucediese el que tierra, mar y emboscarse
y balazos, mal presente, cielo ya me espanta. no pueden, ni huir
huyen los ingleses estaba en pura cólera Por qué no vienes del poderío
que quedaron, metido muerte cruda ingrata, de los nuestros; de
que ciento y diez los y ajeno de juicio y de si darme quieres suerte que murieron
nuestros les mataron. sentido. vida, aquí me mata». los trece, y a los dos
vivos cogieron.
Del un fuerte los No hay quien le Alzando a priesa el
nuestros han salido, consuele, porque ancla mar afuera, Davis se retiró y va
metiéndose en un estaba de un bordo y otro huyendo,
grande y alto mato. cualquiera de ellos anda entristecido. sin saber de Candish
Los ingleses al fuerte tal, que no sabía La noche sobreviene ni la almiranta.
han acudido, si aquello era verdad muy ligera, Así se fue esta
del otro fuerte vienen o lo soñaba, el Almirante, armada deshaciendo.
al rebato. si fuese vana o loca viéndose perdido, La costa la victoria
Del mato vuelven ya fantasía. no curando de seguir bella canta,
con alarido; Así que cada cual por más su bandera,
sí lloraba

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las gracias siempre a y de ella con oprobio a Santos, con su isla, y el Capitán que
Dios de ella se burlaba, que robada preso le tenía
haciendo, pues representa a por este Candish fue, en Santos, donde
que tal victoria Dios Verbo y las vacías estuvo a tal recado
admira, y aun Encarnado, y pobres casas, gente que huyendo se fue
espanta, quién duda al Padre lastimada, donde ha querido.
que bien parece ser Eterno se quejaba, me daban a entender Mirad lo que hará
de Dios venida, y dice: «Aunque por muchas vías aqueste pecado,
por el glorioso Pedro Cordero muy aquella tiranía pues le tiene el
merecida. benigno, celebrada Demonio pervertido.
perezca ya este allí, contra dos ¡Y no querrá mi Dios
Quién duda que San espíritu maligno?». pueblos lusitanos, que tal delito
Pedro, como vido cuando de ellos lo ponga yo en
su templo de los También los viejos triunfaron luteranos. memoria por escrito!
malos profanado, claman suspirando,
pues fue de su Señor los mozos allí miran Allí vide las fuerzas Aquí quiero dejarlo,
el elegido hacia el cielo; derribadas, prometiendo
por cabeza y pastor las damas y doncellas las torres y los altos en otra parte cosas
de su ganado, lamentando edificios; muy gustosas
que no dijo: «Señor, cubrían con sus allí vide las casas que estoy en mi vejez
¿por qué has querido lágrimas el suelo; derrocadas, yo componiendo
a tu pastor dejar los tiernos y sacadas las puertas del argentino reino.
desamparado? muchachuelos de los quicios. Hazañosas
Mira que está en sollozando Por madera en el batallas que el dios
oprobio tu rebaño, publican su dolor y fuego son quemadas, Marte va tejiendo,
remedia, buen Jesús, desconsuelo; y tuvieron por conquistas y noticias
tan crudo daño». por esto fue Candish grandes beneficios espantosas.
desbaratado, los que enhiestas en Lo que he dicho y
De aquellas once mil, que el justo nunca pie hallan sus casas, dijere en mi
una cabeza fue desamparado. porque las más escritura,
los ingleses también estaban hechas sumito al Santo
en aquel día Al corazón humilde y brasas. Oficio y su censura.
a mal echaron. ¡Santa doloroso,
y rica pieza! envuelto en No me hizo admirar
Quién duda a Dios la contrición, nunca aquesta ruina,
Virgen le diría: aborrece que el cazador que
«La injuria a vos, el Alto; y al que ve entra por un coto
Señor, bien se menesteroso la caza mata toda
endereza, de su socorro, bien le cuanta atina,
y contra vos el mal favorece. y el soldado que ve
se cometía. Pues ¿quién no había al campo roto
Pues sois para de estar allí lloroso del alto abajo todo
vengarla poderoso, en Santos, do la desollina.
destruya vuestra causa tanto crece Mas pena me dio el
diestra al flagicioso». con robos, ver que aquel piloto
destrucción y que tengo referido,
La figura de Dios cautiverio, lusitano,
crucificado, flagicios, tiranías, en el puerto a
que en la iglesia y improperio? Candish metió de
altar devota estaba, mano.
a quien el enemigo Por mis ojos yo vi,
ha desgarrado de a pocos días, Aquéste merecía ser
quemado,

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