You are on page 1of 15

TEMA 52

LA DESCOLONIZACIÓN DE ASIA Y ÁFRICA: LOS PROBLEMAS


DEL TERCER MUNDO.

1– LA DESCOLONIZACIÓN.
2– LA DESCOLONIZACIÓN EN ASIA.
2.1– CHINA
2.2– INDIA
2.3– INDOCHINA
3– LA DESCOLONIZACIÓN DE ÁFRICA ÁRABE
3.1– ARGELIA
3.2– TÚNEZ Y MARRUECOS.
4– ÁFRICA NEGRA.
4.1– INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS ÁFRICANAS INGLESAS.
4.2– TERRITORIOS FRANCESES DEL ÁFRICA NEGRA.
4.3– EL RESTO DEL ÁFRICA NEGRA.
5– EL TERCER MUNDO Y EL PROBLEMA DEL DESARROLLO.
6- LOS PROBLEMAS ACTUALES DE LOS PAÍSES SUBDESARROLLADOS.
6.1- GEOGRAFÍA DEL HAMBRE.
7– LOS PROBLEMAS DERIVADOS DE LA DESCOLONIZACIÓN. 8-
BIBLIOGRAFÍA.

1– La descolonización.

La mayoría de los historiadores destacan la brevedad de los imperios coloniales


contemporáneos y la rapidez con la que se lleva a cabo el fenómeno descolonizador
(apenas 50 años median entre la edificación y derribo de las colonias contemporáneas).

La descolonización se inicia en la India, para extenderse desde entonces y a lo largo


de la siguiente década por el Sur–Sudeste asiático y por la mayor parte de los territorios
árabes. De aquí pasará, finalmente, al África negra, que en la mayor parte de los casos
logra su independencia en los años sesenta.

Como factores que expliquen la rapidez del proceso, se señalan:

-Aparición y desarrollo de movimientos nacionalistas en los que se consolida una


mentalidad emancipadora (a finales del XIX el Congreso Nacional Indio, a comienzos del
XX la Liga musulmana en Pakistán o el Kuomintang en China). Durante la Primera Guerra
Mundial las mismas potencias europeas fomentaron los ideales independentistas para
generar nuevos conflictos en los territorios enemigos (por ejemplo, en el Imperio Turco).

Tras ésta, las teorías de la autodeterminación de Wilson o las antiimperialistas de


Lenin se difunden por las colonias: las comunicaciones entre diversas regiones gracias al
desarrollo de los transportes, el creciente número de indígenas que estudian en las
metrópolis (donde conocerán los planteamientos nacionalistas), la búsqueda de raíces
históricas, el retorno de los combatientes de las colonias y la aparición de clases sociales
enriquecidas y de intelectuales entre los nativos favorecieron esta difusión; en ella se
conjugan, por tanto, fuerzas externas a la colonia (teorías nacionalistas) como provenientes
de la misma (elites económicas e intelectuales)

Otros elementos como el religioso o el étnico tienen un papel importante como


aglutinante del nacionalismo.

– Pérdida de la hegemonía europea. No sólo quedó patente en las guerras mundiales


la debilidad de las metrópolis, sino que el mundo tras 1945 muestra dos nuevas potencias
enfrentadas en la "guerra fría": ésta se traduce en el apoyo económico, militar y técnico por
parte del adversario a la independencia de las colonias del contrario.
– Internacionalismo del proceso descolonizador. Este va aglutinando en
conferencias y organizaciones a las antiguas colonias. Cabe destacar en este aspecto la
celebración de la Conferencia de Bandung (1955). La Sociedad de Naciones, y luego la
ONU, defenderán los intereses de las antiguas colonias: derecho de autodeterminación de
los pueblos.

2– La descolonización en Asia.

El nacionalismo asiático es el pionero del proceso descolonizador, puesto que los


primeros movimientos nacionalistas aparecen en plena época imperialista. Junto a las
reivindicaciones en favor de la expulsión de los extranjeros y la recuperación de la
identidad nacional, aparecen frecuentemente diversas tendencias socialistas
revolucionarias. Algunos países árabes se independizan en el período de entreguerras, pero
el período de lucha por la emancipación se abre de hecho tras la Segunda Guerra Mundial:
India y Pakistán en 1947.

2.1– CHINA

China se vio forzada a la reapertura comercial con Europa hacia mediados del XIX
tras la guerra del opio, aunque no llegará a existir un control acentuado de dichas potencias
en el corazón del país. Las manifestaciones antioccidentales fueron frecuentes, impidiendo
el desembarco de delegaciones europeas o asesinando misioneros. Esto produjo
generalmente la reacción de las potencias imperialistas, que aprovechan estos desórdenes
como excusas para penetrar en el país. A finales de siglo, Japón había iniciado también una
penetración en China. Los intentos de reforma para modernizar el país fueron efímeros; sin
embargo, el sentimiento popular contra la creciente influencia extranjera iba en aumento y
quedó patente con la revuelta de los bóxers (que fue aplastada por una expedición
multinacional en 1900).

La timidez de los intentos reformistas, la xenofobia, el malestar campesino y la


propagación de ideas republicanas contra la dinastía manchú hacían pensar en la pronta
caída del gobierno. En octubre de 1911 se producen importantes disturbios y se encargó al
general Yuan She–Kai que los reprimiese; pero éste promoverá el derrocamiento del último
emperador (febrero de 1912), proclamará la República y se constituye presidente hasta su
muerte en 1916.

2
En la caída del emperador tiene gran importancia el Kuomintang, agrupación
política que en 1911 llegó a establecer un gobierno provisional en Nankín. Tras triunfar la
república, asumirá el poder. Se trata de un partido nacionalista, demócrata y socialista.

Pero pese a la caída del emperador, la situación es caótica: existe una continua
guerra entre los terratenientes o "señores de la guerra", y Alemania ha dado sus posesiones
en China a Japón tras 1918, lo que supone aumentar las ansias de conquista de los
japoneses. El "Movimiento del 4 de mayo de 1919" será la consecuencia de este
descontento, expresado por estudiantes e intelectuales.

En los años 20, el Kuomintang se aproximó a la URSS, se alió con el Partido


Comunista Chino (fundado en 1921) y comenzó una expansión hasta la muerte de Sun Yat–
Sen. Entonces, el partido se divide en dos tendencias, la más conservadora en manos de
Chang Kai–Shek. Su enfrentamiento con los comunistas fue continuo desde entonces.
Mientras, Japón invade Manchuria en 1931. En la primera guerra civil, el Kuomintang
derrotó a las tropas soviéticas que apoyaban a los comunistas en China, teniendo que
retirarse este ejército al Oeste (Larga Marcha, 1934–36). Poco después, comunistas chinos
y Kuomintang se alían para luchar contra Japón. En 1945, volverán a enfrentarse en la
segunda guerra civil, venciendo las tropas de Mao Tse–Tung y teniendo que retirarse el
ejército de Chang Kai– Shek a Formosa: se proclama en Pekín la República Popular China.

2.2– INDIA

Fue la principal colonia del Imperio británico: era una importante fuente de
materias primas y mercado amplio para las manufacturas procedentes de la metrópoli, pues
en 1940 contaba con 400 millones de habitantes. Desde 1858 pasó a ser administrada
directamente por la Corona y para su mantenimiento se hizo necesario controlar otros
territorios, bien en las rutas marítimas de acceso, bien para fortalecer su fronteras. El deseo
de formar un Estado que aglutinase a todos los pueblos y pequeños principados de la
península Indostánica surgió con la dominación británica que mantenía una común
administración política y económica.

En la India aparecen los dos primeros movimientos nacionalistas asiáticos: el


Partido del Congreso hindú y la Liga Musulmana:

– ambos se hallaban vinculados a la tradición religiosa predominante en las


distintas regiones. Su antagonismo originará la división de la colonia (India hindú y
Pakistán musulmán) en el momento de la independencia, y numerosos conflictos que se
prolongarán hasta la actualidad.
– cuentan con el apoyo de las clases medias nativas. Son principalmente urbanos y
destacan en ellos intelectuales formados en la metrópoli: Gandhi y Nehru han estudiado en
Gran Bretaña.

El Partido del Congreso o Congreso Nacional Indio apareció en 1885. Era un grupo
moderado que solicitaba reformas sociales que paliaran la miseria y permitieran la
integración de los indígenas en la administración de la colonia. Paulatinamente se van
abandonando las tendencias moderadas: a comienzos del siglo XX se pide ya la concesión
de una amplia autonomía. A partir de 1919, cuando Inglaterra dicta nuevas leyes sobre el
gobierno en la colonia, experimentará un notable desarrollo y en la década de los 20

3
reivindica la independencia. Desde entonces destaca su presidente Gandhi, quien promovió
la resistencia pasiva y la no violencia, contando con el apoyo de grandes masas de
población.

En 1906 había aparecido la Liga Musulmana. El gobierno británico llegó a


favorecer su desarrollo para contrapesar la expansión del Partido del Congreso. Uno de los
principales dirigentes de la Liga será Ali Jinnah.

La evolución hacia la independencia atraviesa tres fases:

– La concesión de una nueva ley para el Gobierno de la India en 1935. esta ley,
fruto de las crecientes tensiones internas, suponía la consolidación de una estructura federal
en la colonia. Dos años después se celebraron elecciones provinciales, que dan el triunfo a
los dos partidos citados.
– La Segunda Guerra Mundial: los dos partidos se mostrarán en principio contrarios
a colaborar con los británicos si no se les reconocía independientes. Al estallar la guerra en
el Pacífico, se hacía más importante la participación india, por lo que Gran Bretaña accede
a negociar. Ante el fracaso de las conversaciones, los hindúes piensan en dar un golpe de
fuerza para expulsar a los ingleses. Estos encarcelan a los líderes nacionalistas principales.
– Entre 1945–47 se logra la independencia. La causa inmediata son los cambios
producidos al concluir la guerra: la pérdida de la hegemonía europea y la generalización de
los nacionalismos asiáticos, por una parte, y el triunfo de los laboristas en la metrópoli, por
otra. Las negociaciones se abren en 1946 y Gran Bretaña intenta agilizar la transmisión de
poderes, enviando a lord Mountbatten como negociador: propone la partición de la India en
dos zonas según la religión islámica (Pakistán) o hinduista (India). La independencia se
concede el 15 de agosto de 1947.

La acelerada emancipación genera graves problemas: Pakistán queda dividido en


dos territorios separados por el Norte de la India (la zona oriental se independiza en 1972,
siendo la actual Bangla Desh); la integración de los distintos príncipes en uno y otro Estado
es compleja (en ocasiones la mayor parte de la población no tenía la misma religión que el
príncipe, como en Cachemira, generándose disturbios sangrientos). Ambos Estados
nacieron como dominios en el seno de la Commonwealth, con sus respectivas
constituciones e ideales democráticos. En la India el Partido del Congreso ha mantenido
mayorías parlamentarias, mientras en Pakistán se producirá una penosa dictadura militar.
Ambos países mantendrán tensas relaciones.

2.3– INDOCHINA

La revolución de agosto de 1945 contra el gobierno puesto por los japoneses hizo
posible que el 2 de septiembre Ho Chi Minh proclamase la República Democrática en un
Vietnam independiente. Sin embargo, en ese mismo mes los franceses regresaban a su
antigua colonia, reanudándose las hostilidades con el partido comunista Vietminh. Su
presidente, Ho Chi Minh, se presentaba como nacionalista y anticolonialista, y se negaba a
aceptar al emperador Bao–Dai, que había llegado a un acuerdo con Francia por el que
Vietnam, Laos y Camboya serían Estados independientes asociados a Francia.

Los franceses perderán la guerra. Por los acuerdos de Ginebra (1954) Francia
aceptaba retirarse completamente de Indochina. Vietnam quedaba dividido por el paralelo

4
17: al Norte, República Democrática, comunista, al Sur una zona capitalista. Ho Chi Minh
anunció que conquistaría el Sur. Pero EEUU asumen la tutela militar del régimen de
Saigón (capital de Vietnam del Sur). Tras el fracaso militar norteamericano contra la
guerrilla comunista, en 1968 Nixon se compromete a retirar las tropas a Vietnam del Sur.
Saigón será tomado por las tropas del norte apoyadas por los comunistas que existen en el
sur (Vietcong): Vietnam será unificada bajo un gobierno comunista prosoviético (1973-
1975) y un potente ejército que pronto entrará en conflicto con países vecinos como
Camboya.

3– La descolonización de África árabe

El nacionalismo árabe surge a comienzos del XX, al unir a movimientos


nacionalistas e islámicos que pretenden la expulsión de los occidentales y la revitalización
de lo musulmán para recobrar su antiguo esplendor. En principio se buscó la unida de los
creyentes (Umma) con el fin de lograr posteriormente una expansión, aunque ello exigiese
la adopción de una tecnología occidental. Las fronteras existentes son consideradas
resultado de una ocupación colonial.

Este panislamismo se fue transformando en un nacionalismo árabe, opuesto


asimismo a la dominación turca, lo cual aprovecharon los aliados durante la Primera
Guerra Mundial para crear conflictividad en el seno del Imperio Turco. Pero terminado el
conflicto, los vencedores no cumplieron sus promesas, y la mayor parte de los territorios
del Oriente Próximo se repartieron entre Gran Bretaña y Francia, como mandatos de la
Sociedad de Naciones. Como resultado de todo esto, durante el período de entreguerras el
nacionalismo árabe resurge y se reorganiza, con un fuerte carácter antioccidental.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial se fundaron dos partidos nacionalistas: la


Liga Árabe y el Partido Baath (Partido socialista de la resurrección árabe). Desde entonces
y hasta la década de los 60 se va produciendo la independencia de los diferentes países. La
creación de Israel supuso un motivo más de inestabilidad, con cinco guerras árabe–
israelíes.
Revoluciones de carácter popular se producen en Egipto, donde Nasser nacionaliza
el canal de Suez. La Revolución islámica de Irán en 1979 –Ayyatolah Jomeini–, el
Conflicto del Golfo (1990–91), etc., o la guerra de Irak (2003-2005) son signos de la
inestabilidad.

3.1– ARGELIA

El nacionalismo aparece durante la Primera Guerra Mundial entre las familias


acomodadas que piden la asimilación, es decir, la posesión de los mismos derechos que los
franceses: en 1925 se crea el grupo Etoile Nord–Áfricaine, en 1930 la Federación de los
Escogidos Musulmanes; el Manifiesto del Pueblo argelino pide la autonomía en 1943.

En 1947, el Gobierno francés promulga el Estatuto de Argelia con el fin de acallar


el descontento. Pero las concesiones otorgadas favorecen el desarrollo de nuevos
movimientos nacionalistas. En ese mismo año se crea la Organisation Spéciale, que
organizará grupos armados. La reacción francesa fue instantánea: detuvo a su principal
dirigente (Ben Bella) y disolvió la organización.

5
La derrota francesa en Indochina revitalizó el nacionalismo argelino que inició la
guerra para conseguir la independencia (1954–62), protagonizada por el Frente de
Liberación Nacional que comenzó la lucha armada en 1954, y participó luego en la
Conferencia de Bandung.

Pero Francia también cambió de actitud: al ser una colonización temprana (1830),
nadie había cuestionado en la metrópoli la dominación en la colonia. Ahora, ciertos
sectores de la población francesa comienzan a reconocer la posibilidad de la
autodeterminación.

La oposición mayor vendrá de los colonos asentados en Argelia y del Ejército


francés (hay medio millón de soldados en Argelia), que intentará un golpe de estado militar
en la colonia. La independencia se otorga tras un referéndum en 1962, siendo su presidente
Ben Bella.

3.2– TÚNEZ Y MARRUECOS.

Marruecos y Túnez habían logrado su independencia en 1956. Al Sur de Marruecos


quedaba pendiente la emancipación del Sahara español. Tras la promesa del gobierno
español de realizar un referéndum en la colonia, Marruecos tomó la iniciativa (Marcha
Verde) logrando en 1975 que la colonia se repartiese entre Marruecos y Mauritania, sin
contar con el Frente Polisario, que entró en guerra con ambos estados. En 1979 Mauritania
se retiró de la zona, pero la guerra persiste entre Marruecos y el Frente Polisario. En abril
de 2007 el Frente Polisario ha solicitado negociar con Marruecos el futuro del Sahara
occidental, dentro del marco de Naciones Unidas.

4– África subsahariana.

Los principales movimientos nacionalistas están dirigidos por minorías de


intelectuales, generalmente fuera de África. De ellos el más importante es el movimiento
panafricano, en el que destacan el mestizo norteamericano Du Bois y el senegalés B.
Diagnes. Se celebró un Congreso Panafricano en el que se reivindicó la emancipación de
las colonias. Se celebraron otros congresos con el objetivo de revalorizar la negritud frente
a los ideales y explotación del hombre blanco, hasta el final de la segunda guerra mundial
cuando el movimiento se dividió. En 1925 se fundó en Londres la West African Students
Union que también preconizaba el desarrollo de un proceso de descolonización. En el
África francesa cabe destacar la figura del senegalés Leopold Sédar Senghor, importante
intelectual que en 1945 era miembro de la Asamblea Constituyente en Francia.

El atraso cultural, las primitivas estructuras sociales y la larga experiencia colonial


explican que el “África Negra” (llamada desde hace pocos años África subsahariana) sea
una de las últimas zonas del mundo en conseguir su emancipación. Además, la inexistencia
de Estados anteriores a la colonización hace que las metrópolis mantengan artificiales
fronteras, separando pueblos o agrupando a otros tradicionalmente enfrentados como
resultado de la inestabilidad política de estos países. La ideología socialista que critica el
capitalismo occidental, ha sido frecuentemente adoptada por los movimientos
nacionalistas. Sin embargo, una vez lograda la independencia, la experiencia socialista ha
sido en muchos casos abandonada.

6
4.1– INDEPENDENCIA DE LAS COLONIAS AFRICANAS INGLESAS.

En Costa de Oro se consiguió un régimen autónomo en 1957, pasando a


denominarse el país Ghana, y transformándose en República: es el mejor ejemplo de un
proceso pacífico que se caracteriza por la adopción de las formas políticas europeas.

También obtuvieron la independencia manteniendo lazos de amistad con la


metrópoli Sierra Leona, Uganda, Tanzania, Zambia y Malawi, a comienzos de los sesenta.

Mayores problemas hubo en Nigeria y Kenya. El primero había conseguido la


independencia en 1960, y tres años después se transformó en República. Era el resultado de
una división puramente administrativa, con tres grupos étnicos bien diferenciados, por lo
que en 1966 las tensiones internas derivaron en una guerra civil en la que Biafra pretendió
emanciparse de Nigeria, fracasando.

En Kenya convivían importantes grupos étnicos de diferentes continentes; sin


embargo, el sistema electoral aprobado tras la Segunda Guerra Mundial excluía la
participación de los negros. Ello generó el movimiento Mau–Mau que sumió al país en una
ola de terrorismo y ataques a los agricultores y granjeros. En 1960 se llegó a un acuerdo
por el que los africanos tenían más escaños en el Consejo legislativo de Kenya que los
europeos, asiático y árabes en conjunto. En 1963 obtuvo la independencia, obteniendo los
blancos garantías par poder permanecer en el país.

La República Sudafricana mantuvo una política de "apartheid" hasta 1991: desde


1920 la minoría blanca se reservaba el 90% del territorio y poco después se establecen
zonas urbanas para los negros. En 1950 se clasifica a la población por el color de su piel y
raza, quedando los negros discriminados de todas las esferas de la vida social. En 1990, De
Klerk inicia el desmantelamiento del apartheid, comenzando la legalización de la oposición
y amnistiando a su líder Nelson Mandela. Desde entonces, el apartheid ha desaparecido de
la vida sudafricana.

4.2– TERRITORIOS FRANCESES DEL ÁFRICA SUBSAHARIANA.

A diferencia de Indochina y Argelia, la emancipación de los territorios franceses del


África subsahariana se llevó a cabo sin violencia. El ascenso al poder de De Gaulle en
1958 facilitó el proceso de descolonización. En una gira por África afirmó que la
independencia era cuestión a resolver mediante plebiscitos. Efectivamente, en septiembre
de 1958 Guinea Conakry votaba en referéndum la independencia: tres semanas después el
gobierno francés retiraba a los funcionarios y cortaba los créditos. El ejemplo de Guinea
fue tan contagioso para el África francesa como el de Ghana para la británica. En 1960
obtienen la independencia Camerún, Togo, Mali y Madagascar: el proceso se cierra en
1971 cuando Djibouti (antigua Somalia francesa) se independizó.

4.3– EL RESTO DEL ÁFRICA SUBSAHARIANA.

En 1958 se producirán una serie de revueltas en el Congo Belga. El dirigente negro


Nasavubu fue deportado a Bélgica y el rey Balduino anunció que la independencia se
concedería de forma progresiva. Al retrasarse las medidas prometidas por él se reanudó la

7
agitación, otorgándose la independencia en 1960. Pocos días después de proclamarse la
República del Zaire en 1971 se producen desórdenes sociales, enviando los belgas
paracaidistas para proteger la colonia blanca. Además, se producen luchas tribales.
Finalmente Mobutu tomará las riendas del poder pacificando el país.

Las colonias portuguesas son las que más tarde han logrado su independencia, pues
el proceso estuvo frenado por la dictadura militar de Salazar: Guinea-Bissau la consiguió
en 1974, Santo Tomé, Angola y Mozambique en 1975. Más complejo fue el caso de
Namibia, pues fue anexionada a Sudáfrica en 1946, pese a las protestas de la ONU. A
finales de los 60 se convertía en una provincia de aquel país. Ante el enfrentamiento
continuo con movimientos guerrilleros nacionalistas como el SWAPO, y la presión
internacional, Sudáfrica se decidió a convocar elecciones en 1978, si bien cuatro años
después volvió a controlar directamente el gobierno de todo el territorio. Desde 1989 es
independiente y está dirigido por un presidente del SWAPO (Organización Popular del
Sudoeste de África).

5– El Tercer Mundo y el problema del desarrollo.

El término es acuñado en 1956 por intelectuales franceses que comparan a estos


países subdesarrollados con el tercer estado antes de la revolución francesa. En 1955 se
celebrará la Conferencia de Bandung (en Java, Indonesia), en plena guerra fría: los
nacientes Estados buscan aunar fuerzas para poder participar en la política internacional,
sin pertenecer a ninguno de los dos bandos, buscando una "tercera vía" o "no alineación" y
apoyando los procesos de descolonización todavía en curso. Se habló de cooperación
económica y cultural, de asistencia técnica, y se ensalzó el valor de las culturas nacionales.

El protagonismo recaerá en países como Yugoslavia (Tito), Egipto (Nasser),


Indonesia (Sukarno) e India (Nehru). Si mediante la Comunidad Europea se trataba de
afirmar la autosuficiencia del país para defender su territorio en caso necesario y, con los
demás, asumir la defensa de la Europa occidental, en el fondo, constituía todo ello el
rechazo del reparto del mundo en dos esferas de influencia, rusa la una y estadounidense la
otra. Sin embargo, este empeño iba a adquirir más fuerza cuando fue asumido por algunos
importantes estados antaño coloniales. En ese caso se trataba de llegar a la formación de un
tercer bloque mundial.

El protagonismo recayó en un principio en el presidente indio Nehru, que consiguió


un importante eco internacional para su propuesta en la Conferencia de Bandung de 1955,
primera de los países no alienados. Allí se reunieron representantes de 29 Estados africanos
y asiáticos independizados desde 1945.

El núcleo de su idea estaba constituido por tres elementos:

– existencia real de Estados voluntariamente situados al margen de los dos bloques


existentes.
– repudio de la guerra.
– condena al colonialismo allí donde aún subsistía.

La propuesta se reiteraría en las sucesivas conferencias de Estados no alienados (El


Cairo, 1958, Belgrado en 1961, Lusaka en 1970, Argel en 1973, Colombo en 1976, La
Habana en 1979, Nueva Delhi en 1983...). Pero su eficacia pasaba por el desarrollo de una

8
capacidad económica y armamentística que no se había conseguido cuando acababa el
siglo XX.
La consecuencia será el Movimiento de los Países No Alineados cuyos argumentos
son: neutralidad, oposición a los bloques militares existentes (OTAN y Pacto de Varsovia),
derecho a la autodeterminación.

Este movimiento reunió en varias ocasiones para adoptar declaraciones políticas y


económicas, llegando a agrupar a 100 países. Sin embargo, no han faltado problemas:
ingerencia de las dos superpotencias (con el apoyo a regímenes de uno u otro signo, a
golpes de estado, enfrentamiento árabe–israelíes, guerra Irán–Irak (impidió la celebración
de la VII Conferencia en Bagdad). Por otro lado, la coyuntura económica de dichos países
es negativa: la deuda externa global con el mundo industrializado ascendía a 600.000
millones de $ (más de 500.000 millones de €.). La deuda encubre una explotación
económica de la que no se ha librado el Tercer Mundo al ser un área de explotación de
materias primas, y se presenta imposible de pagar, siendo uno de los problemas
fundamentales del mundo en la actualidad.
Se ha hablado de "subdesarrollo" para destacar el nivel de miseria en el que se
encuentran estos países, en oposición con el nivel de bienestar que han alcanzado otros, a
los cuales se llama "desarrollados". Esta misma dualidad la encontramos también en la
oposición "Norte/Sur", que incide en el hecho de que se puede trazar una línea al Sur tras la
cual quedarían la parte de los países pobres. Pero bajo una misma denominación
("subdesarrollado" o "del Sur" o del "Tercer Mundo") se esconden realidades muy
distintas. Mientras que la emancipación de unos es muy reciente, otros (Hispanoamérica)
llevan casi dos siglos como naciones independientes; unos poseen importantes recursos
naturales (los de la OPEP) que aparentemente dan al país una renta per cápita muy elevada
(hasta hace una década el criterio de "pobreza" eran rentas per cápita inferiores a los 1.000
ó 1.500 $: Brunei tiene por encima de los 11.000, pero es un país subdesarrollado), otros
carecen de fuentes de energía o materias primas. Densidades de población distintas,
sistemas político–económicos diferentes, hacen del Tercer Mundo un conjunto
heterogéneo.

Brasil adeuda unos 120.000 millones de dólares, unos 11 billones de €: si dedica la


renta obtenida por el Estado a pagar la deuda, no puede invertir en fomentar el desarrollo;
en caso contrario, ¿cómo pagar la deuda? Hay que tener en cuenta que este criterio, en
parte "geográfico", viene a justificar el subdesarrollo a partir de zonas supuestamente
menos aptas para el crecimiento económico y el bienestar. Pero si tomamos como ejemplo
a Israel, vemos hasta qué punto el hombre puede superponerse a condiciones ambientales
desfavorables. La condonación de la deuda externa a los 18 países más pobres de la Tierra
por parte del G-8 en junio de 2005 ha venido a aliviar sus economías, aunque para algunas
ONGs es aún insuficiente.

A los países que se han ido abriendo paso se les ha denominado países "en vías de
desarrollo" (la clasificación no puede ser fija, depende de los ritmos que atraviese el país),
aunque generalmente esta denominación es criticada por ser demasiado optimista
(pronostica la pronta salida del subdesarrollo).

Ante la dificultad de determinar si un país es subdesarrollado, recurriremos a la


clasificación de las características de Yves Lacoste (se trata de puntos que no deben ser
todos cumplidos por un país para ser considerado tal):

9
1– Insuficiencia alimentaria (menos de 2.600 calorías diarias)
2– Recursos naturales infrautilizados.
3– Gran número de agricultores con baja productividad.
4– Industrialización restringida e incompleta.
5– Excesivo desarrollo y parasitismo del sector terciario. Macrocefalia de las ciudades.
6– Situación de subordinación económica.
7– Violentas desigualdades sociales.
8– Estructuras tradicionales dislocadas tras la llegada de la metrópoli.
9– Amplitud del desempleo y trabajo infantil.
10– Escasa integración nacional: espacios desiguales.
11– Graves deficiencias de la población a causa del analfabetismo y enfermedades (uno de
cada 4 habitantes es un enfermo crónico en el África Negra, donde más incide el Sida)
12– No asimilación del crecimiento demográfico.
13– Lento crecimiento de los recursos de que dispone la población.
14– Toma de conciencia de su estado y situación en plena evolución (en el que el papel de
la
televisión es fundamental como elemento de transmisión de información implícita sobre el
"otro" mundo, sus valores, la sociedad de la opulencia, etc.)

6- Los problemas actuales de los países subdesarrollados.

En el año 2007 un 80% de la población vivía en países subdesarrollados, lo que da


idea de la magnitud del problema, aunque esta estimación es relativa por los dos casos más
relevantes (China e India), pues su inclusión en el grupo de países subdesarrollados es
bastante discutible. Lo característico de los países subdesarrollados es la existencia de una
economía con estructura dual, tanto en la agricultura como en la industria. Generalmente,
en estos países aparecen yuxtapuestas dos realidades económicas no integradas entre sí.

Por una parte, suele existir un importante sector precapitalista en el que se practica
una economía de subsistencia; la artesanía sirve a esta economía, si bien la penetración
turística la suele integrar, en ocasiones, en estructuras capitalistas.

En el sector capitalista se puede distinguir a su vez entre un capitalismo nacional y


otro extranjero. El nacional lo encontramos preferentemente en los servicios y sector
primario (agricultura de plantación, "especulativa").

El extranjero suele ser industrial y las empresas que lo forman son una proyección
de las economías capitalistas desarrolladas, de las que dependen y a las que sirven. Se trata
de sectores separados: el capitalista tiene una importante dependencia del extranjero,
mientras que el precapitalista no recibe del anterior los impulsos necesarios para superar su
estancamiento.

Frente a un sector endémicamente subdesarrollado de autoconsumo, el país dedica


sus mejores recursos a una economía externalizada, a la que puede aportar aspectos en lo
que sí resulta competitiva como la mano de obra barata, la exención fiscal, la
disponibilidad de tierras para el cultivo de plantación, la tolerancia con la agresión
medioambiental, y toda una serie de factores que se traducen en una merma de las
posibilidades de articulación social interna.

10
Las industrias y agricultura de exportación apenas benefician a la población del
país, no satisfacen sus demandas elementales, no sirven para promover el desarrollo de
industrias complementarias, no generan áreas de industrialización ni acumulación de
beneficios que puedan revertir en las economías nacionales, y por tanto son causantes del
sostenimiento de una dinámica social injusta, de un progresivo ahondamiento de las
diferencias de riqueza entre las elites y la masa empobrecida.

La alta natalidad incide en este estancamiento, produciendo una insuficiencia de la


atención de las necesidades básicas: alimentos, medicina, educación... Baste pensar que un
crecimiento del 1% de la población requiere una dedicación del 4% del PNB en inversiones
de desarrollo (carreteras, educación, hospitales...) para que no exista una merma de los
servicios. Pues bien, Guatemala supera el 3% de crecimiento anual, y toda el África Negra
tiene valores superiores al 2%. La influencia de las religiones pronatalistas agrava el
problema.

Es característica una inestabilidad del funcionamiento de la economía. Este es el


rasgo más importante de una economía subdesarrollada. Es visible tanto en la producción
como en las exportaciones y en los precios de los intercambios. Al no existir infraestructura
adecuada de presas y pantanos, las variaciones climáticas (sequías o inundaciones)
determinan la producción agrícola. La agricultura, que debiera alimentar a una población
en constante aumento, se ve sometida a fluctuaciones importantes por lo que en años de
malas cosechas aparece el espectro del hambre. En ocasiones, la inexistencia de una
industria nacional obliga a que la producción minera esté en función de las necesidades del
mercado internacional.

Las consecuencias de la inestabilidad de las exportaciones agrícolas y mineras son


graves porque agudizan el déficit de las balanzas de pagos de estas naciones. La
disminución de ingresos en divisas, provoca una inmediata disminución en las
importaciones. La irregularidad se complica cuando se reciben importaciones encargadas
en períodos expansivos y los pagos se realizan cuando han disminuido las exportaciones.

Los precios de las exportaciones están sometidos a importantes fluctuaciones


debido a las variaciones que sufre el mercado de materias primas, en contraste con el
aumento de los precios de los productos manufacturados que deben importar.

Otro rasgo peculiar es la dependencia económica. Los países subdesarrollados


experimentan una importante dependencia del mundo industrializado. En primer lugar, de
una producción manufacturera y principalmente de bienes de equipo.

En segundo lugar, de las importaciones de capital: la insuficiencia del PNB y el


empleo frecuente improductivo del ahorro impiden dedicar una parte importante de la renta
nacional a la financiación de la inversión, por lo que suelen recurrir a la ayuda exterior en
forma de créditos. También existe una dependencia tecnológica.

Además, algunos recursos económicos son propiedad directa de grandes empresas


extranjeras, lo que produce reacciones de los gobiernos de "nacionalización" de los bienes
(petróleo en los países de la OPEP, el Canal de Suez por parte de Egipto...).

Frente a esta dependencia, las naciones subdesarrolladas basan sus exportaciones,


por lo general, en unos pocos productos primarios. La oferta del mundo subdesarrollado se

11
centra en poco más de una docena de estos productos: cobre, estaño, bauxita, algodón,
yute, plátanos, cereales, café, carne, azúcar, té y cacao. La consecuencia más directa de la
dependencia es el endeudamiento creciente que experimentan estos países.

El resultado de dichos factores son las desigualdades sociales y monopolio del


poder político. Además del desigual reparto de la renta (la persona más rica del mundo es
el Sultán de Brunei, país tercermundista como los restantes árabes...), una pequeña clase
social acapara el poder real del país de forma dictatorial y en beneficio propio: las
infraestructuras del país se hacen pensando en "sus" intereses privados, la propia policía y
ejército represivos protegen sus bienes y se encargan de controlar las protestas de una
mano de obra mal pagada y una masa ingente de parados crónicos (un millón de pobres en
la región brasileña del Sertao).

Existe un reducido grupo social de grandes propietarios rurales y de altos ejecutivos


al servicio del Estado o de empresas extranjeras, frente a un enorme porcentaje de
población desprovista de recursos y educación: no existen clases medias ni burguesía,
grupos necesarios en una sociedad evolucionada.

Por otro lado, no existe comunicación ni entendimiento entre los distintos grupos
sociales: junto a etnias marginadas, sistemas de castas cerradas en la India, estructuras
tribales, etc.

Existe un gran desequilibrio de la población activa: existe una excesiva e


improductiva terciarización de la población, que queda sujeta a un éxodo masivo hacia la
ciudad por la mecanización del campo (cultivos especulativos), la desaparición de las
tradicionales formas de propiedad colectiva o explotación de la tierra, junto con una
incontrolada explosión demográfica (excepto en China e India).

En la ciudad (no preparada para esa masiva afluencia de campesinos, sin servicios
básicos) esta población se dedicará a actividades propias de economías sumergidas:
portadores, pillaje, chatarreros, etc.

Los sistemas políticos suelen ser inestables o inadaptados. Los gobiernos salidos de
la descolonización no han logrado articular políticamente a sus respectivos pueblos. En
África se dio una media de 5 golpes de Estado al año en la década de los 60. La situación
política de Sudamérica parece más esperanzadora tras la remisión de las dictaduras
militares en los años 80–90: Pinochet en Chile, Videla en Argentina, etc. En general, la
organización administrativa suele ser deficiente. Los países subdesarrollados sufren una
gran insuficiencia de personal administrativo competente y, además, la corrupción es
frecuente.

Los países del Tercer Mundo implican casi sin excepción mentalidades atrasadas:
en muchos países las concepciones religiosas (animistas, islámicas, ortodoxas o católicas)
dominan toda la actividad humana. La variedad de mentalidades es extraordinaria, por lo
que se hace necesario que las actividades se orienten en busca de un progreso material.

En 1996, existían países con unos niveles de desarrollo que eran difícilmente
admisibles desde el punto de vista ético para las sociedades desarrolladas: en Guinea-
Conakry, sólo el 32% de la población cuenta con acceso a agua segura; en Sierra Leona se
dispone del 79% de las calorías necesarias; en Afganistán, la media de esperanza de vida es

12
de 40 años; en Burkina-Faso, sólo el 69% consume agua potable.

El caso de la India también representa la situación del Tercer Mundo. Atavismo,


resignación fatalista a la pobreza y pasividad innovadora hace que el país siga un camino
inexorable hacia el declive. A pesar de las trasformaciones parciales de la sociedad india, y
de una Constitución que en su artículo 338 promete "un orden social para el bienestar del
pueblo", y ser el décimo país más industrializado del mundo -con tecnología y programas
espaciales mundialmente competitivos-, también tiene el mayor número de pobres del
planeta. Se estima que en la actualidad 330 millones de sus habitantes viven bajo el umbral
de la pobreza, hay casi 2,5 veces más analfabetos que en todo el África subsahariana, y
cerca de la tercera parte de los menores de 16 años está abocada al trabajo infantil. En las
grandes ciudades (Calcuta, Bombay) cientos de miles de seres viven en la calles, incluso en
las isletas del tráfico, y en los hospitales los pacientes son atendidos en el suelo.
Enfermedades atávicas como la lepra en la India afectan a 4 millones de habitantes, y casi
la mitad de la población es analfabeta (51 % en mujeres y 30 % en hombres). La esperanza
de vida es de 64 años, la renta per cápita anual es del equivalente a 2.500 €. Un 3,5% del
PNB se destina a defensa, más por ejemplo que a sanidad.

6.1- Geografía del hambre.

En los últimos treinta años se ha extendido (en contra de quienes pronosticaron que
el subdesarrollo era una situación coyuntural) la geografía del hambre: después de 1984 la
producción mundial de cereales por persona ha descendido en dichos países un 14%. Las
reservas mundiales de granos que alcanzaron en 1987 a 419 millones de toneladas bajaron
en 1996 a 240 millones, lo que supone sólo 54 días de reservas.

El Tercer Mundo, que ahora importaría unos 50 millones de Tm. de cereales, podría
subir a más del doble en los próximos diez años. Y Estados Unidos, el granero del mundo,
que cosechó 345 millones de toneladas de cereales en 1985, sólo produjo 277 en los años
siguientes.

Hasta las tres últimas décadas del siglo XIX, antes del empleo masivo de los
fertilizantes químicos, el tractor, la cosechadora, las semillas genéticamente mejoradas y la
electrificación generalizada, Europa, Japón y, en menor medida, EEUU, tenían dos tercios
de su población activa en el campo, pero alimentando deficientemente a la población rural
y a la de las ciudades.

La revolución verde ha disminuido, progresiva y aceleradamente, la fuerza laboral


en la agricultura. En este sentido, el total de población activa dedicada a esta actividad ha
descendido en la actualidad al 2,5% en el Reino Unido y el 3% en EEUU. Sin embargo, la
progresiva reducción de mano de obra agrícola no se ha visto compensada con una
producción proporcionalmente mayor con relación a la población total del mundo, sino
todo lo contrario.

Según cálculos de las Naciones Unidas, en el Tercer Mundo hay unos 500 millones
de habitantes hambrientos, pero en situación de pobreza más de 1.000 millones, más de
500 millones de desempleados y subempleados y no menos de 660 millones con un ingreso
por persona no muy superiores a 200 $, o sea, 86 veces menos renta por habitante que en
Estados Unidos. Estas cuestiones necesitan constante actualización por los efectos de la

13
globalización (ver la web del Foro Social Mundial:
http://www.forumsocialmundial.org.br/index.php )
El subdesarrollo del Tercer Mundo es de carácter tecnológico. Si se aliviaran sus
deudas externas, que suman ya 1,3 billones de $, y se invirtiera en Asia, África y América
Latina una buena parte de los gastos de rearme mundial, se podría erradicar el hambre
mecanizando, electrificando e irrigando los campos de los países pobres, no pobres de
naturaleza, sino empobrecidos por el sistema social que soportan, por las economías
externalizadas y de signo negativo que implican el Tercer Mundo.

7– Los problemas derivados de la descolonización.

Algunos de los procesos de independencia cerraron o abrieron problemas


importantes. Uno de ellos fue el de la India, cuya descolonización en 1947 conllevó su
división en dos Estados primero, India y Pakistán, y en tres con el paso del tiempo, al
independizarse Bangladesh en 1971: la India con mayoría hindú, y Pakistán de mayoría
musulmana.

De naturaleza completamente distinta fue la de la Unión Sudafricana. Se había


adelantado a constituirse en dominio independiente, dentro de la Commonwealth, en 1910.
Su proceso fue marginal a la descolonización propiamente dicha. Eso permitió que, entre
1948 y 1961, se conformara un sistema de gobierno claramente racista, en que los blancos
(16,5% de la población en 1989) mantenían el sistema de apartheid de la mayoría negra
(69,9%) sin reconocer la igualdad de derechos. La situación empezó a resolverse a partir de
las elecciones de 1989, que dieron el triunfo a los reformistas. Se inició un rápido cambio,
que llevaría al país hacia una democracia realmente igualitaria.

En casi todos los demás Estados se instalaron regímenes de corte democrático


parlamentario. Pero su estabilidad fue muy desigual. En el caso de los asiáticos, tendrían
un peso enorme los respectivos Partidos Comunistas, apoyados por China en la mayoría de
los casos.

En el caso de los Estados negroafricanos, las fronteras de los nuevos países fueron
generalmente las de las antiguas colonias, que habían roto las unidades étnicas. El
problema consiguiente rebrotó, por tanto, durante toda la segunda mitad del siglo XX y dio
lugar a luchas sangrientas, como la que asoló Ruanda y Burundi desde 1994.

En los Estados islámicos, y desde los años ochenta especialmente, se elevaría la


temible espiral del fundamentalismo. Es una interpretación sumamente rígida del Corán,
que lleva al máximo la sumisión de la mujer al varón y rechazada todo tipo de relación
pacífica con los no creyentes.

El fundamentalismo comenzó por imponerse en Irán con la revolución de 1979 y


desde allí fue exportado a otros países musulmanes. El segundo en adoptarlo fue el
régimen militar creado en el Sudán en 1989. No sólo convirtió este país en Estado
islámico, sino que permitió la instalación de bases de entrenamiento para activistas del
resto del Islam.

El tercer país donde el peligro fundamentalista se hizo inminente fue Argelia. Aquí,
el Frente Islámico de Salvación (FIS) ganó las elecciones de 1992; pero el general Liamín

14
Zerual las hizo anular y ganó por su parte las elecciones de 1995. Entre ambas fechas, sin
embargo, los fundamentalistas dieron muerte a más de 45.000 personas, sobre todo
mujeres, extranjeros y religiosos cristianos.

El régimen talibán se impuso en Afganistán tras la retirada de las tropas soviéticas


de Kabul, y después de una cruenta guerra civil de larga duración. Como una señal del
régimen confesional integrista (que marginaba, por ejemplo, a las mujeres de la vida
pública en todas sus modalidades, o condenaba con la pena de muerte a quien reciba
comunicación con televisiones o canales digitales del Occidente), el gobierno ordenó en
2001 la destrucción de las estatuas milenarias que representaban en formato gigante a
Buda, ante la incapacidad de la comunidad internacional por frenar la destrucción de un
patrimonio histórico de la humanidad.
Lo más positivo de este fenómeno fue la reacción de los gobernantes del occidente
de Europa, que se dieron cuenta de la necesidad de ayudar a desarrollar a los países
islámicos del entorno mediterráneo; partían de la base de que ésa había de ser la mejor
receta contra el fundamentalismo. Pero lo sucedido tras el 11-S de 2001 ha trastocado todo
el panorama descrito, ha radicalizado las posiciones, ha llevado a dos guerras que en 2006
aún duran (Afganistán e Irak) y que ponen en duda la forma de lucha de EEUU contra el
terrorismo islamista o fundamentalista. El gran debate hoy es el “choque de civilizaciones”,
que formuló Huntington en 2000, y que otros no reconocen o minimizan, frente a cuya
tesis se alza la de la “Alianza de civilizaciones”, formulada por el gobierno español de
Rodríguez Zapatero y acogida con cierto interés por la ONU y otros foros internacionales.

El primer fruto se consiguió en la Cumbre Euromediterránea de Barcelona (1995),


en la que se previó la constitución, para el año 2010, de una zona de librecambio que
englobaría a la Unión Europea con los doce países africanos y asiáticos del Mediterráneo,
proyecto que a la altura de 2007 se ve poco viable, sobre todo por la crisis interna por la
que atraviesa la propia Unión europea, al fracasar el proyecto de Constitución europea en
2004-2005.

8-BIBLIOGRAFÍA.

CHOMSKY, N.: El nuevo orden mundial (y el viejo). Barcelona, 1996.


COHEN: Geografía política en un mundo dividido. Madrid, 1980.
GARCÍA DE CORTÁZAR, F. y LORENZO ESPINOSA, J.M.: Historia del mundo actual. 1945–1995.
Madrid, Alianza, 1996.
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIAS: Estudio de los conflictos internacionales. UNESCO,
1991.
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIAS: La hora de la democracia. La transición democrática
en el Este y en el Sur. UNESCO, 1991.
TOFFLER, A.: El cambio de poder. Barcelona, 1995.
TRUYOL Y SERRA, A.: La Sociedad Internacional. Madrid, Alianza, 1985.

Véase la bibliografía de mi tema (G.R.A.).

15

You might also like