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terrestre y sus características

Bosques, selvas, desiertos, praderas… Estos son algunos


ejemplos de la gran variedad de ecosistemas terrestres que
existen en el planeta Tierra. Seguramente te resulten obvios
pero, además de que se encuentran sobre la superficie terrestre,
¿qué características conoces sobre ellos? ¿Sabrías decir lo que
diferencia a unos de otros? Seguramente tienes una idea en
mente, pero por si no lo tienes claro, en EcologíaVerde te
presentamos un poco más estos ecosistemas para que puedas contestar estas
preguntas y compartir tu conocimiento con los demás sobre qué es un ecosistema
terrestre y sus características.
También te puede interesar: Tipos de ecosistemas terrestres: ejemplos
Los ecosistemas son sistemas biológicos que están formados por toda la variedad
de seres vivos que interaccionan y residen en una comunidad y también están
formados por el medio físico que habitan estos seres vivos. Nuestro planeta, la
Tierra, presenta tres principales tipos de ecosistemas: ecosistemas
terrestres, acuáticos y de transición o mixtos.
A continuación, vamos a explicar con detalle qué son los ecosistemas terrestres.
Qué son los ecosistemas terrestres
Los ecosistemas terrestres engloban una gran variedad de hábitats distribuidos
por todo el globo terráqueo, y son aquellos cuyos organismos, flora y fauna, se
desarrollan sobre el suelo o en el subsuelo. Hay quien también incluye en estos
los organismos que habitan en el aire, y otros lo consideran separadamente como
un ecosistema mixto o de transición, aunque no sería independiente del medio
terrestre.
Estos ecosistemas reúnen la mayor riqueza biológica debido a la gran variedad de
factores que los condicionan. Las características de la flora y la fauna que vive en
cada uno de estos ecosistemas terrestres son diferentes al estar adaptadas a sus
respectivos hábitats con condiciones específicas, como pueden ser la
disponibilidad de agua (de vital importancia para su hidratación), la radiación solar
o la disponibilidad de alimento y nutrientes. Es cuando se producen cambios
bruscos en ellos cuando estas especies comienzan a presentar dificultades para
sobrevivir en estos hábitats, teniendo que migrar, muriendo e incluso
extinguiéndose.

Características generales de los ecosistemas terrestres


Como hemos comentado en el apartado anterior, las características específicas de
estos sistemas biológicos dependen de los distintos tipos de ecosistema terrestre,
los cuales se diferencian unos de otros en función de dos tipos de factores que
influyen sobre ellos: los factores abióticos, los factores físicos y químicos que
determinan el ecosistema; y los factores bióticos, relacionados con los seres vivos
que habitan en él.
Entre los factores abióticos, que van a determinar las formas
de vida vegetales y animales que se encontrarán en un
determinado ecosistema, destacan:
El clima: precipitaciones, temperatura, luminosidad, presión,
etc.
El suelo: fertilidad, capacidad de filtración, salinidad.
La humedad y la disponibilidad de agua.
El relieve.
La altitud.
La latitud.
La disponibilidad de nutrientes.
En cuanto a los factores bióticos podemos encontrar una gran variedad de seres
vivos que van desde organismos unicelulares hasta grandes animales y plantas.
La principal característica de los seres vivos que se encuentran en estos
ecosistemas es que necesitan el oxígeno para vivir.
La morfología de los cuerpos de los animales de los ecosistemas terrestres está
adaptada para poder desplazarse en el medio concreto en el que se encuentran
(arrastrándose, corriendo, volando…). Dentro de los animales, podemos encontrar
tanto animales vertebrados, como grandes mamíferos, aves o reptiles; como
animales invertebrados, con importantes funciones ecosistémicas. A su vez, estos
animales, en función de su dieta pueden ser herbívoros (si se alimentan
exclusivamente de plantas), carnívoros (si se alimentan de carne de las presas
que cazan) u omnívoros (animales que consumen tanto carne como plantas y
otros productos vegetales, como cerdos u osos).
Tipos de ecosistemas terrestres
Existe una gran variedad de ecosistemas terrestres, los cuales se clasifican en
función de cómo son los factores abióticos que dominan sobre ellos y, por tanto,
de cómo es el tipo de vegetación predominante, la cual resulta fundamental para
los ecosistemas puesto que constituye la base de las relaciones tróficas, sirve de
cobijo para numerosas especies y contribuye a la regulación del clima, entre otras
funciones.
La flora y la fauna de cada tipo de ecosistema terrestre tienen características
diferentes, puesto que están adaptadas al hábitat en el que se encuentran. A
grandes rasgos, la mayor biodiversidad se encuentra en los bosques, y va
disminuyendo hasta llegar al nivel de los desiertos.
Bosques: los bosques son el principal ecosistema que se encuentra en la biosfera
y se definen como zonas con una gran cantidad de árboles, arbustos y matorrales.
Existe a su vez una gran variedad de ecosistemas conformados por bosques,
como la selva, el bosque mediterráneo o el bosque subtropical. Tanto la flora
como la fauna es muy variada y según la densidad de la vegetación se pueden
clasificar en bosques abiertos o cerrados.
Matorrales: los ecosistemas arbustivos son aquellos en los que predomina la
vegetación de bajo porte como los arbustos o pequeñas matas.
Herbazales: como su nombre indica, están formados predominantemente por
hierbas, como gramíneas, y se encuentran en zonas donde el clima proporciona
unas condiciones semiáridas. Dentro de este grupo de ecosistemas
encontramos las praderas o las sabanas. Tundra: se caracteriza
por la ausencia de árboles, encontrándose en su lugar musgos y
líquenes, además de hierbas y pequeños arbustos. El subsuelo se
encuentra congelado, por lo que se encuentra en zonas de climas
muy fríos. Desiertos: en estos ecosistemas escasea la flora y la
fauna debido a sus duras condiciones. Podemos diferenciar los desiertos cálidos
típicos de zonas subtropicales donde escasean las precipitaciones, o los desiertos
polares, también denominados "indlandsis", en los cuales el mayor desarrollo eco
sistémico se produce en los límites de estas zonas congeladas.
ECOSISTEMAS ACUÁTICOS
Un ecosistema acuático es un entorno de base de agua. Las plantas y animales
interactúan con las características químicas y físicas de este entorno. Los
ecosistemas acuáticos se clasifican en el ecosistema marino y el ecosistema de
agua dulce. Una corriente es un ejemplo de un ecosistema de agua dulce. Los
factores abióticos son los componentes no vivos que forman el entorno en el que
los organismos subsisten en una corriente. Estos incluyen factores tales como la
luz, la corriente, la temperatura, el sustrato y la composición química.

Luz

La luz es un factor esencial para la fotosíntesis. También puede ser un factor


hábitat. Peces e invertebrados evitan manchas de sol dentro de la corriente con el
fin de ser menos visibles a los depredadores. La mayoría de las formas de vida se
encuentran en lugares donde una mayor densidad de la luz está presente. En las
zonas de baja densidad de la luz, se encuentran muy pocas especies como
anfípodos y colémbolos.

Corriente

La corriente es un factor que interactúa con muchos efectos bióticos y abióticos.


Muchos organismos ocupan un cierto rango de velocidades del agua mientras se
estresan al agua con velocidades más altas. Corriente realiza una función esencial
de la transferencia de alimentos para los organismos de espera. También
transfiere oxígeno para los organismos, que ayuda con su respiración. El mismo
flujo lleva nutrientes y el dióxido de carbono a las plantas.

Temperatura

La tasa metabólica de casi todos los organismos que prosperan en este


ecosistema está influenciada por la temperatura del agua. Algunos organismos,
como las truchas crecen a temperaturas relativamente frías de la corriente. Otros
organismos como la lobina de boca chica realizan de manera óptima a
temperaturas más altas.

La mayoría de los arroyos tienen temperaturas que oscilan entre 32 y 77 grados


Fahrenheit. Corrientes subtropicales y tropicales a menudo llegan a 86 grados F y
algunos arroyos del desierto llegan a 104 grados F. El rango superior de
temperatura a la que un organismo puede sobrevivir depende de su patrón de
adaptación de temperatura con el tiempo. Peces de agua fría no pueden sobrevivir
en temperaturas superiores a 77 grados F durante un largo período de tiempo. La
mayoría de los peces de aguas cálidas puede soportar temperaturas se acercan a
los 86 grados F.
Química

La química de una corriente está determinada por la geología de su cuenca


(estructura en la que se recoge el agua). La lluvia y la actividad humana también
afectan a la química de un arroyo. Streams varían en términos de oxígeno
disuelto, alcalinidad, nutrientes y contaminantes humanos.

El oxígeno, que es esencial para la existencia de la mayoría de los organismos, se


disuelve fácilmente en agua. Las pequeñas corrientes turbulentas, están saturados
con oxígeno, mientras que los grandes ríos que fluyen suavemente, que tienen
una mayor actividad metabólica pueden experimentar agotamiento del oxígeno
cerca del fondo. La alcalinidad es una medida de las cantidades y tipos de
compuestos que alteran el pH del agua.

Arroyos de aguas negras son de naturaleza ácida, los arroyos que desembocan
en los suelos fértiles son ligeramente alcalino y tiza arroyos pueden ser
extremadamente alcalino en la naturaleza. Los nutrientes son los elementos que
apoyan las plantas y los microbios en el sustento. Las actividades humanas
contribuyen en gran medida a la carga de nutrientes de los arroyos. Un ejemplo es
la gran cantidad de nitrógeno presente en el agua como resultado de la quema de
combustibles fósiles o de la fabricación de fertilizantes.

salinidad

El ecosistema marino, salobre o de base salada, es un ecosistema acuático. Se


llama ecosistema salino debido a los altos niveles de contenido de sal que hay en
el agua. El agua marina en promedio tiene un nivel de salinidad de 35 partes de
sal por kilogramo de agua. Esta es una de las principales diferencias entre un
ecosistema de agua salada y uno de agua dulce. Los ecosistemas de agua dulce
tienen un contenido de sal muy pequeño y son las principales fuentes de agua
potable.
Ecosistema Mixto:
Los ecosistemas mixtos son aquellos que combinan dos ecosistemas. Por
ejemplo, un ecosistema que combina un ecosistema terrestre con uno acuático.
En los ecosistemas mixtos se pueden encontrar varios tipos de animales, tanto
terrestres como marinos, conviviendo en un mismo lugar.
Generalmente los animales que viven en un ecosistema mixto tienen una relación
alimentaria. Los peces y los pájaros, o los cangrejos y las larvas son un ejemplo
de esto.
Un ecosistema es una comunidad de organismos vivientes en conjunción con
componentes no vivientes de su ambiente (como agua, aire o el
suelo) interactuando como un sistema. Estos componentes bióticos y abióticos se
relacionan entre sí a través de ciclos de nutrientes y ciclos de energía.
Un ecosistema es definido por el canal de interacciones entre sus organismos, y
entre los organismos y su ambiente; pueden ser de cualquier tamaño, pero
usualmente ocupan espacios específicos limitados.
Los ecosistemas mixtos pueden ser naturales o inducidos. Los ecosistemas
naturales son creados orgánicamente por la naturaleza, mientras que los
inducidos son creados por la acción del hombre.
Los ecosistemas mixtos más comunes son los humedales y las costas.
Características principales
Para ser considerado mixto, un ecosistema necesita tener una parte acuática. Esto
puede venir en forma de un río, un lago, un mar o un océano.
Adicionalmente, debe tener un suelo en donde los organismos puedan
desplazarse. Los ecosistemas mixtos deben ser lugares abiertos con una
abundante vegetación.
Principales tipos de ecosistemas mixtos
1- Humedales
Los humedales son áreas terrestres saturadas con agua, ya sea
permanentemente o temporalmente, de manera que toman las características de
un ecosistema distintivo.
El factor primario que distingue a los humedales de otras formas de tierra o
cuerpos de agua es la de vegetación, que comprende plantas acuáticas adaptadas
al suelo hídrico único.
Los humedales juegan un gran número de roles en el ambiente, principalmente en
la purificación de agua, el control de alimento, el hundimiento del carbón y la
estabilidad de las costas.
Los humedales también son considerados como los ecosistemas más diversos
biológicamente: son hogar de un gran rango de vida animal y vegetal.
Los humedales ocurren naturalmente en todos los continentes excepto en la
Antártica. Los más grandes se encuentran en la cuenca del río Amazonas, en la
llanura siberiana occidental, y en el pantanal en Sudamérica.
El agua encontrada en los humedales puede ser dulce, salada, o salobre. Los
principales tipos de humedales incluyen los pantanos, los marismas y la turbera.
Los sub tipos incluyen los manglares, el pocosín y los bosques de várzea.
Se ha determinado que la degradación ambiental es más prominente dentro de los
sistemas humedales que en cualquier otro ecosistema en la Tierra. Los humedales
artificiales pueden ser creados para tratar las aguas residuales y los desagües.
Dependiendo de las diferencias regionales y locales, los humedales tienen
muchas diferencias en topografía, hidrología, vegetación y otros factores. Un
factor importante que afecta a este ecosistema es la duración de la inundación.
La salinidad tiene una gran influencia en la química del agua de estos
ecosistemas, particularmente en los que están alrededor de la costa.
La salinidad natural se regula por las interacciones entre el suelo y la superficie del
agua, que pueden estar influenciadas por la actividad humana.
– Flora
Existen cuatro grupos de plantas acuáticas encontradas en los sistemas de
humedales alrededor del mundo. La vegetación humedal sumergida puede crecer
en condiciones de agua salada y fresca.
Algunas especies tienen flores sumergidas, mientras que otras tienen largos tallos
que permiten que las flores alcancen la superficie.
Las especias sumergidas proveen una fuente de comida para la fauna, hábitat
para los invertebrados, y también poseen capacidades de filtración.
Algunos ejemplos de vegetación encontrada en este ecosistema incluyen la
pradera marina, la vallisneria, el ciprés, los manglares y los arces plateados.
– Fauna
Los peces son más dependientes de estos ecosistemas que de cualquier otro tipo
de hábitat. Las especies de peces tropicales necesitan los manglares para poner
sus huevos y los sistemas de corales para alimento.
Los anfibios, como las ranas, necesitan hábitats terrestres y acuáticos para
reproducirse y alimentarse. Los cocodrilos, los caimanes, las tortugas y las
serpientes se pueden encontrar en los humedales.
Numerosas especies de mamíferos pequeños coexisten en este hábitat, en
adición a otras especies como las panteras, los conejos, los ornitorrincos y los
castores.
Este ecosistema atrae a los mamíferos debido a sus fuentes de vegetación y
semillas. También existe una población de invertebrados, pequeños reptiles y
anfibios.
2- Costas
Una costa es un área en donde la tierra se encuentra con el mar o el océano, o
una línea que se forma entre el suelo y el océano o lago.
La costa y sus áreas adyacentes forman una parte importante del ecosistema
local: la mezcla de agua salada y agua dulce en los estuarios provee muchos
nutrientes para la vida marina.
La marisma salina y las playas también tienen una gran diversidad de plantas,
animales e insectos cruciales para la cadena alimenticia. El alto nivel de
biodiversidad crea un gran nivel de actividad biológica, que ha atraído la actividad
humana por años.
– Fauna
Muchos animales viven en las costas típicas. Existen animales como tortugas
marinas, peces, pingüinos y frailecillos. Los caracoles de mar y varios tipos de
crustáceos viven en la costa y carroñean comida depositada por el océano.
La mayoría de los animales costales están acostumbrados a los humanos en
áreas desarrolladas, tales como los delfines y las gaviotas, que se alimentan de
comida tirada por los manos. Muchos tipos de aves marinas y leones marinos
también viven en este ecosistema.
Ya que las áreas costales son parte de la zona litoral, hay una profusión de vida
marina encontrada justo cerca de la costa.
Flora
Las áreas costales son famosas por sus camas de kelp. El kelp es un alga que
crece rápidamente, hasta 1 metro por día. Los corales y las anémonas de mar son
animales, pero viven en un estilo de vida similar a las plantas.
Los manglares, las plantas halófitas (que toleran la sal) y las praderas marinas son
tipos de vegetación costales de ambientes tropicales y temperados.

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