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CONTROL DE PRUEBAS

MORFOFUNCIONALES
PROYECTO INTEGRADOR

ASOCIACIÓN ENTRE EL ESTADO NUTRICIONAL CON EL ESTILO DE


VIDA, CONDUCTAS ALIMENTARIAS Y NIVEL DE ACTIVIDAD FÍSICA EN
ADULTOS
La obesidad y el sedentarismo en México son de las principales causas en la aparición de
enfermedades crónico degenerativas, es por esto que se debe implementar una cultura de
prevención y análisis de la situación física de cada individuo para determinar el grado de riesgo
que tiene de padecer cualquiera de estas, y así también mejorar los hábitos alimenticios y de
ejercicio físico en la población.

POR: JAIME RODRIGUEZ IBARROLA


Contenido
INTRODUCCIÓN. .................................................................................................................................. 2
JUSTIFICACIÓN. ................................................................................................................................... 5
MARCO TEORICO. ................................................................................................................................ 7
HIPÓTESIS. ......................................................................................................................................... 14
OBJETIVO GENERAL. .......................................................................................................................... 14
OBJETIVO ESPECÍFICO. ...................................................................................................................... 14
METODOLOGÍA.................................................................................................................................. 15
CUESTIONARIOS Y EVALUACIONES. .................................................................................................. 16
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES. ..................................................................................................... 16
RESULTADOS Y CONCLUSIONES. ....................................................................................................... 16
BIBLIOGRAFÍA. ................................................................................................................................... 18
INTRODUCCIÓN.

Existe consenso en la literatura de que la causa más inmediata de la obesidad es el


balance positivo de energía; sin embargo, otras causas más distales de la obesidad,
las cuales son complejas y multifactoriales, operan a lo largo del curso de la vida y
en distintos niveles del sistema social y global. Las causas inmediatas de la
obesidad, relacionadas con el balance energético, se refieren a la ingestión y gasto
de energía, los cuales están mediados por la dieta, la actividad física y factores
genéticos y epigenéticos. A su vez estas causas inmediatas son influenciadas por
causas subyacentes como los cambios en la cultura alimentaria tradicional, la alta
disponibilidad y accesibilidad de alimentos industrializados con alta densidad
energética y bebidas azucaradas, el mercadeo masivo de alimentos procesados,
los precios de alimentos y el medio ambiente sedentario. Estas causas subyacentes
derivan al mismo tiempo de causas básicas como la urbanización e industrialización,
la globalización, los cambios en la dinámica familiar, cambios tecnológicos en la
producción y procesamiento de alimentos, los medios de comunicación masiva, las
normas y políticas de Estado, los cambios tecnológicos en el trabajo, transporte y
recreación y diversos determinantes sociales (1).
El aumento inusitado del peso excesivo (sobrepeso y la obesidad) en México a lo
largo de casi dos décadas de acuerdo con información representativa de la
población sitúa a nuestro país entre los que tienen mayores prevalencias. Ocupa
actualmente el segundo lugar en peso excesivo en adultos y el cuarto lugar en niños
entre los países integrantes de la OCDE y el quinto en población adulta, según datos
recientes del IOTF.
DEFINICIÓN
La obesidad se define como la acumulación en el cuerpo de masa grasa en exceso
(cantidades superiores a las encontradas en individuos que mantienen el balance
energético). Sus causas son multifactoriales, operan a lo largo del curso de la vida
y ocurren en distintos niveles del sistema social. En su forma más básica, a nivel
individual, la obesidad se explica por un balance positivo de energía, el cual resulta
de la cantidad, frecuencia y calidad de los alimentos consumidos en la dieta y de la
actividad física acumulada. Sin embargo, estas causas inmediatas, características
del ámbito individual, son a su vez el resultado de factores subyacentes, los cuales
operan en el ámbito familiar y comunitario, y al mismo tiempo están determinados
por factores básicos (que operan en el nivel macro), los cuales interactúan en una
compleja cadena causal. Entre los factores que interactúan como causas de la
epidemia de obesidad se encuentran los genéticos, epigenéticos y fisiológicos; los
conductuales, relacionados con la ingestión dietética y la actividad física, los
ambientales y los sociales que incluyen factores económicos, tecnológicos,
culturales y políticos, los cuales operan tanto en los entornos locales, como en los
regionales y nacionales y en el ámbito global (2).
El sistema alimentario y los determinantes de la frecuencia e intensidad de la
actividad física son factores clave en la etiología de la obesidad. Antes de describir
en detalle la interacción entre los factores determinantes de la obesidad, es
conveniente discutir la manera en que diversos factores ambientales, que forman
parte del sistema social en el que se desenvuelve un individuo, influyen en su
conducta, incluyendo la alimentación y la actividad física, los determinantes
inmediatos de la obesidad.
Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) presentan grandes desafíos
en el abordaje de los procesos salud/enfermedad. Las personas con problemas
crónicos de salud deben aprender a reconocer los factores que limitan su vida de
manera individual y colectiva. Los equipos de salud, no están ajenos a este proceso
y deben estar preparados para apoyar ese reconocimiento y generar en conjunto
las herramientas para resolverlos.
Este trabajo pretende ser parte del proceso de transformación para la toma de
decisiones de los equipos de salud que trabajan la problemática de la obesidad y
otras ECNT. También busca fomentar conductas más saludables para la
comunidad.
El reconocimiento de la necesidad de un trabajo coordinado multidisciplinario,
multisectorial, con participación de todos los actores implicados en la producción y
resolución de la problemática de la obesidad, es el punto de partida fundamental
para trabajar con problemas crónicos de salud (3).
Las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) son patologías de larga
duración cuya evolución es generalmente lenta. Representan una verdadera
epidemia que va en aumento debido al envejecimiento de la población y los modos
de vida actuales que acentúan el sedentarismo y la inadecuada alimentación, entre
otros factores.
En su conjunto, son responsables de más del 60% de las muertes, 80% de las
cuales ocurren en países de bajos y medianos ingresos.
Las principales ECNT son la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el
cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas, la enfermedad renal y la obesidad.

Es por esto que este trabajo pretende conglomerar las evaluaciones específicas que
puedan determinar el grado de riesgo de cada persona y entender el contexto de su
situación para poder elaborar el plan que mejor responda a sus necesidades y hacer
las recomendaciones adecuadas para poder hacer frente a este riesgo y modificar
sus hábitos generales de manera rotunda y permanente (4).
JUSTIFICACIÓN.

Para poder realizar este trabajo es necesario entender muchos aspectos de la vida
de cada paciente, ya que uno de los principales errores en la prescripción de
ejercicio, planes nutricionales y todas las recomendaciones en materia de salud, es
que se ha vuelto una prescripción genérica para toda la población.

La obesidad está asociada causalmente con pérdida de la salud; es un factor de


riesgo para el desarrollo de diabetes tipo 2, hipertensión arterial, dislipidemias,
enfermedades cardiovasculares (especialmente la cardiopatía isquémica y los
infartos cerebrales), enfermedades osteoarticulares, ciertos tipos de cáncer como el
de mama, próstata y colon, apnea del sueño y varias otras enfermedades. Además,
la obesidad es causa de estigma social y en ciertas sociedades se asocia con menor
ingreso laboral, especialmente entre las mujeres. Los costos elevados directos e
indirectos de la obesidad y sus comorbilidades, así como los efectos de éstas, que
aumentan la demanda de servicios de salud, imponen la necesidad urgente de
actuar con base en la mejor evidencia científica disponible para su prevención y
control (5).

Es necesario comprender que para poder erradicar las ECNT es importante


individualizar el tratamiento, es por esto que en este trabajo se aplicaron diferentes
cuestionarios y evaluaciones físicas para poder determinar con más precisión el
estado actual del paciente en un enfoque global y así poder hacer las
recomendaciones adecuadas.

Los efectos económicos de la obesidad han sido estimados por investigadores de


la Unidad de Análisis Económico (UAE) de la Secretaría de Salud. Se analizó el
costo en dos de sus externalidades negativas: el costo directo anual en atención
médica para el sistema público de salud de 14 complicaciones derivadas de cuatro

grupos de enfermedades vinculadas con la obesidad —diabetes mellitus tipo 2,

enfermedades cardiovasculares, cáncer de mama y osteoartritis—, que para 2008


se estimó en 42 000 millones de pesos bajo un escenario base de 13% del gasto
total en salud en ese año. La externalidad financiera medida a través del costo
indirecto por pérdida de productividad se estimó para 2008 en 25 000 millones de
pesos. La suma total estimada de los costos directos e indirectos para 2008 fue de
67 000 millones de pesos. En 2017 se estima que el costo directo fluctúe entre 78
000 millones y 101 000 millones de pesos de 2008 y el indirecto podría fluctuar entre
73 000 millones y 101 000 millones de pesos de 2017, si las medidas adoptadas
actualmente por el gobierno no surtieran un impacto significativo (6).

También es importante mencionar que en nuestra cultura se tiene un modelo


esteticista del cuerpo que se refiere a la delgadez como sinónimo de belleza y salud,
lo que influye de una manera significativa en el estilo de vida de las personas
aumentando o disminuyendo su autoestima que depende de la imagen corporal que
cada quien tiene de sí mismo. “Esta comprende muchos aspectos: es visual (lo que
ve cuando se mira); es mental (lo que piensa sobre su apariencia); es emocional (lo
que opina acerca de su peso o de su altura); es cenestésica (como percibe y
controla las partes de su cuerpo); es también histórica (formada por experiencias de
toda la vida, incluyen el placer, el dolor, el halago y la crítica)”.

Las ECNT afectan no sólo la salud sino también la imagen corporal y por ende la
calidad de vida de las personas que la padecen, sin embargo, pueden mantenerse
controlada por algunos cambios en los estilos de vida como son la dieta y el ejercicio
físico (7).
Hoy en día es tomada como una de las grandes enfermedades del siglo XXI
asociada al sedentarismo y a los malos hábitos alimenticios, siendo la evolución
tecnológica una de las mayores causas por la disminución de la actividad física, ya
que ofrece innumerables recursos que hacen que el movimiento sea cada vez
menos necesario. Así mismo, la alimentación juega un papel fundamental en el
equilibrio del peso corporal y se ve ahora como las industrias alimenticias invadieron
el mercado con todo tipo de productos que pueden afectar el consumo energético
necesario para obtener un balance adecuado entre la ingesta y el gasto calórico.
Entre las consecuencias que acarrean todos estos factores se encuentran la
bulimia, la anorexia, los conflictos interpersonales y demás trastornos causados por
el ideal estético (8).
El ejercicio físico presenta ventajas sobre las restricciones en el consumo de
algunos alimentos en el tratamiento de la obesidad, porque la disminución de peso
a través de una dieta supone una sustancial pérdida de proteínas, lo que sugiere
que si se suspende la dieta se recuperarán inevitablemente volviendo al estado
inicial en el que se encontraban, mientras que la pérdida de peso por medio de
ejercicios se logra rebajando los excesos de grasa que son utilizados como fuente
energética y manteniendo con mayor facilidad el peso deseado, además la
realización de las diferentes actividades puede servir como un espacio de disfrute y
esparcimiento para quien la practica; función que no cumple la dieta.

En resumen se pretende concientizar a la población en la necesidad e importancia


de la adopción de estilos de vida más saludables y menos sedentarios, además de
buscar el control de la composición corporal por medio de una dieta adecuada y con
actividades que exijan un gasto calórico importante, lo que se logra con un
adecuado plan de ejercicio físico, para poder influir así en el cambio de hábitos de
vida más saludables (9).

MARCO TEORICO.

En tan sólo cuatro décadas el perfil epidemiológico de México ha cambiado de una


situación en que la desnutrición y las enfermedades infecciosas eran los mayores
problemas de salud pública, a uno dominado por la obesidad, la diabetes, las
enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades crónicas no transmisibles
relacionadas con la nutrición (ECNT). En México se ha documentado uno de los
incrementos más rápidos en el mundo en la prevalencia de peso excesivo
(sobrepeso y obesidad) y sus comorbilidades. De 1980 a 2000, de forma casi
paralela se identificó un incremento alarmante de 47% en la mortalidad por diabetes
mellitus tipo 2, pasando de ser la novena causa de mortalidad en 1980 a la tercera
en 1997 y a la segunda causa de mortalidad en el país en 2010, con cerca de
83 000 defunciones (10).
En un análisis sobre la carga de enfermedad en México, utilizando datos de 2004,11
75% de todas las muertes ocurridas en el país estuvieron causadas por ECNT. Las
principales causas de mortalidad fueron diabetes mellitus, enfermedad isquémica
del corazón y enfermedad cerebrovascular. Los principales factores de riesgo que
causaron la mortalidad fueron el sobrepeso y la obesidad, las concentraciones
elevadas de glucosa en sangre, el consumo de alcohol y el tabaquismo. Únicamente
el sobrepeso, la obesidad y la glucosa elevada explicaron 25.3% del total de las
muertes en el país. Por ello existe preocupación de que las generaciones nacidas
en las últimas décadas del siglo XX, como resultado de las enfermedades y daños
a la salud ocasionados por la obesidad, puedan tener menor longevidad que las
generaciones anteriores (11).
En el año 2005 más de un millón de personas en el mundo tenían sobrepeso y más
de 300 millones eran obesos. El sobrepeso y la obesidad explican el 44% de la
carga de diabetes, el 23% cardiopatía isquémica, el 7-14% de ciertos canceres. La
Organización Mundial de la Salud (OMS) estimo que aproximadamente 1.600
millones de personas en el mundo tienen exceso de peso y por lo menos 400
millones de ellas son obesas, y que se espera que en el año 2015, 2.3 millones de
personas tengan sobrepeso y 700 millones sean obesas, haciendo de esta
enfermedad una verdadera epidemia (12).
La encuesta nacional de salud y nutrición (Ensanut 2012) obtuvo información
antropométrica y realizó estimaciones poblacionales sobre prevalencias de peso
excesivo (sobrepeso u obesidad) en adultos (20 años y más), en niños en edad
escolar (cinco-11 años) y en adolescentes (12-19 años).
Las prevalencias fueron de 73% en mujeres y 69.4% en hombres adultos, 35.8% en
adolescentes de sexo femenino, 34.1% en adolescentes varones y 32% en las niñas
y 36.9% en niños en edad escolar. Para el estudio de las tendencias en el tiempo,
México cuenta con información relativa a los últimos 24 años (1988, 1999, 2006 y
2012) sobre prevalencias de sobrepeso y obesidad para mujeres en edad
reproductiva: adolescentes (12-19 años) y adultas (20-49 años), y para niños
menores de cinco años. No se cuenta con información para niños en edad escolar
(cinco- 11 años) en 1988 ni para hombres en edad adulta en 1988 y 1999 (13).
Durante el lapso estudiado de 24 años, entre 1988 y 2012, la prevalencia combinada
de sobrepeso y obesidad tuvo un aumento sostenido en mujeres adultas y en
adolescentes. En las primeras se duplicó, pasando de 34.5 a 70.8%, lo que significó
un aumento de 1.5 puntos porcentuales (4.4%) por año. En las adolescentes la
prevalencia combinada aumentó más de tres veces, de 11.1 a 35.8%, un punto
porcentual (9.3%) por año. En niñas en edad escolar, durante el periodo estudiado
de 13 años, de 1999 a 2012, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad
pasó de 25.5 a 32%, 0.5 puntos porcentuales (2%) por año. En los tres grupos de
edad para los cuales se generó información, la tasa de aumento anual de la
prevalencia de peso excesivo fue muy alta para el primer periodo entre encuestas.
Por ejemplo, para 1988-1999 la tasa de aumento para mujeres adultas fue de 2.4
puntos porcentuales o 7% por año y para adolescentes de 1.6 puntos porcentuales
o 14%. Para los siguientes periodos, la velocidad de aumento fue decreciendo,
hasta llegar a la menor tasa de aumento, observada de 2006 a 2012 (0.25 puntos
porcentuales o 0.36% por año para mujeres y 0.40 puntos porcentuales o 1.20% por
año para adolescentes). En el caso de los niños en edad escolar, la tasa de aumento
entre 2006 y 2012 fue ligeramente negativa (de 32.3 a 32%). En suma, actualmente
alrededor de siete de cada 10 adultos (más de 49 millones) y uno de cada tres niños
de cinco-19 años (alrededor de 12 millones) presentan peso excesivo (sobrepeso u
obesidad) (14).
Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) refuerzan el
reconocimiento de la problemática en la Región de las Américas con 139 millones
de personas con sobrepeso u obesidad (25% de la población del continente
americano).
En función del crecimiento epidémico que esta teniendo, en el 2017 alcanzara esta
problemática a 289 millones de personas (39% de la población de la Región).
La obesidad es un problema de salud crónico, complejo, heterogéneo, de
crecimiento y comportamiento epidémico que acorta la esperanza de vida, genera
gran morbilidad y aumenta los costos socio-sanitarios y tiene diversos factores de
riegos tales como:

METABOLICO
La obesidad se define como el aumento del tejido graso cuya magnitud y distribución
condicionan la salud del individuo. El exceso de grasa corporal enferma a quien lo
padece más allá de su asociación metabólica. El tejido adiposo es un órgano
complejo, metabólicamente muy activo capaz de producir más de 120 sustancias
como leptina, adipoquinas, IL6, PAI 1, TNF alfa, entre otras, responsables de
muchas de las comorbilidades endocrino metabólicas de la obesidad: Hipertensión
Arterial (HTA), Diabetes tipo 2 (DMT2) entre otras, mas allá de ser el principal
órgano de reserva energética del organismo (15)

Crónico
La obesidad es un problema de salud que se construye a partir de la conjunción de
varios factores a lo largo del tiempo. Por su complejidad su desarrollo es paulatino,
por lo tanto su abordaje debe ser concebido de la misma forma entendiendo que no
es posible realizarlo atendiendo un solo factor.

Heterogéneo con una genética predisponente


La “Teoría del genotipo ahorrador de Neel”(16) es extremadamente eficiente para
explicar la utilización de la comida. Básicamente en la era del homosapiens donde
la comida no estaba disponible siempre, aquel que sobrevivía, era quien podía
asegurársela.
En 1962 J.V.Neel enuncio la posibilidad de un genotipo ahorrador (thrifty gen)
extremadamente eficiente al momento de utilizar la comida. El mecanismo era una
rápida y masiva liberación de insulina después de una comida abundante, que
minimizaba la hiperglucemia y la glucosuria y permitía un mayor depósito de
energía.
Quienes eran capaces de atesorar más energía estaban mejor preparados para
sobrevivir al inevitable periodo de escasez posterior (17). Es así como se plantea,
que quienes poseían esos genes ahorradores, pudieran tener ventajas sobre el
resto y sobrevivir; transmitiendo esta ventaja a su descendencia. Por lo tanto esto,
que permitió a la especie sobrevivir en el tiempo, hoy nos predispone a
enfermedades crónicas (obesidad, diabetes, etc.). En síntesis:

• Si había comida, había que comerla.


• Preferir las grasas cuando las había.
• Depositar el exceso calórico como grasa para los períodos de hambruna.

Un medio ambiente predisponente

Gran disponibilidad alimentaria


La misma prioriza el acceso a alimentos poco saludables, con aporte de calorías
dispensables, es decir, con alto contenido de azúcar, sal y grasas con bajo poder
nutricional, alta palatabilidad (que significa que son agradables al paladar) y bajo
poder saciaren (no limitan rápidamente las ganas de seguir comiendo).

Inactividad Física
La inactividad física es responsable de 3,2 millones de muertes anuales (5,5% del
total de defunciones) (18).
La OMS estima que, a nivel mundial, la inactividad física causa alrededor de 21% a
25% de la carga de cáncer de mama y colon, el 27% de la carga de diabetes, y
aproximadamente el 30% de la carga de enfermedad isquémica del corazón.
Por su parte, las mujeres adultas son sedentarias en una proporción importante. El
54% de las mujeres de 10 a 49 años refieren no realizar actividad física o realizar
actividades leves.
A su vez, en América Latina las dos primeras causas de muertes son la hipertensión
arterial (HTA) y el IMC elevado. Ambas asociadas a la falta de actividad física y al
colesterol elevado (19).
Avances tecnológicos y aumento de la expectativa de vida
Por todo lo antes nombrado, y de la mano del avance de la tecnología, existe un
aumento de la expectativa de vida con aumento de prevalencia de problemas
crónicos de salud en general y de la obesidad, en particular.

Estigmatización social
Según el Instituto Nacional contra la Discriminación (INADI) la obesidad es una
enfermedad estigmatizada y es la segunda causa de discriminación laboral en
América Latina. Existen diversas miradas de un mismo problema de salud.
Más allá que existan criterios científicos rigurosos para abordarlos, no podemos
dejar de reconocer y tener en cuenta la presencia de miradas sociales, culturales y
psicológicas vinculadas a él. Es muy necesario tener en cuenta y discutir este punto
Entre las personas que trabajen en la temática, al momento de pensar espacios de
abordaje y asistencia de esta problemática. Generar estrategias de comunicación y
sensibilización.

Aumento de grasa corporal


La obesidad de modo objetivo se define como un Índice de Masa Corporal (IMC)
>=30, pero es reconocido que no todo depósito de grasa corporal conlleva al mismo
riesgo para la persona.
Es necesario para evaluar correctamente el riesgo, sumar medición de
circunferencia de cintura (CC). Diferenciar así, obesidad de tipo geoide (más
frecuente en mujeres y a predominio de grasa femoroglutea), androide (más
frecuente en varones y a predominio de grasa abdominal) o mixta. Los depósitos de
grasa abdominal (visceral) traen aparejado más riesgo metabólico asociado a la
misma (20).
Perspectiva futura
La propuesta es jerarquizar a la obesidad como un problema crónico de salud que
compromete a la salud pública y se encuentra dentro de las ECNT que van en franco
aumento de la mano del incremento de la esperanza de vida y del avance
tecnológico. En este marco también el sedentarismo y el exceso de peso de la
población mundial generan un terreno propicio para la construcción participativa y
puesta en marcha de un nuevo modelo de abordaje de este problema de salud que,
hasta no hace mucho tiempo, no era ni siquiera reconocido por la comunidad médica
como tal.
En el año 2011 la Asamblea General de las Naciones Unidas considero las
enfermedades no transmisibles como un problema mundial. La obesidad no queda
fuera de este marco. Por lo tanto este trabajo se propone generar conciencia de que
un problema crónico no se puede resolver con medidas aisladas, simples y ligadas
al pensamiento mágico; sin registro, seguimiento y una mirada multidisciplinaria y
multisectorial. Los equipos de salud deberían entonces enmarcar su práctica en el
paradigma de la complejidad.
A su vez, comprender que las disciplinas no existen sino por los sujetos que las
portan, las reproducen, las transforman y son atravesados por ellas. Resulta
necesario resaltar lo obvio: un equipo interdisciplinario es un grupo que debe
constituirse formulando objetivos y metas propias, flexibles y con la participación de
la comunidad implicada directa o indirectamente en la problemática. Es preciso
generar localmente equipos multidisciplinarios, sistemas de referencia y contra
referencia, pensar como optimizar los recursos disponibles y generar nuevos,
acompañados de una estrategia de comunicación - acción multisectorial. (21)
HIPÓTESIS.

Antes de realizar este estudio y con los conocimientos previos adquiridos en el


transcurso de la licenciatura, es posible determinar que a pesar de que algunas
personas mantengan hábitos de vida saludables, “La mayor parte de la población
en México no cuenta con una evaluación y una planificación especifica e
individualizada que le permita asegurar un estado físico y mental óptimo para
la prevención de ECNT”.

OBJETIVO GENERAL.
Generar un protocolo de evaluación individual para determinar el estado físico y
nutricional del paciente, para poder determinar y prescribir el tratamiento adecuado
para mejorar su condición física actual y ayudar a prevenir ECNT.

OBJETIVO ESPECÍFICO.

Hacer una intervención profesional en cada paciente para poder mejorar su


situación física y nutricional actual, utilizando los datos obtenidos con el protocolo
de pruebas para poder diseñar un plan general que asegure la mejora de sus
hábitos de vida y ayuden a la prevención de ECNT y de lesiones.
METODOLOGÍA.

Se aplicó el protocolo a 4 personas en las instalaciones de la Facultad de Ciencias


del Deporte bajo los siguientes criterios de inclusión:

Edad: Mayor a 20 años.

Sexo: Indistinto.

Circunferencia de Cintura: Normal o Mayor.

El protocolo constó de las siguientes pruebas y evaluaciones:

Evaluaciones Físicas:

 Test de Rockport
 Test de agilidad en T
 Test de flexión de tronco desde parado.
 Antropometría (12)
 Inbody.
 Química sanguínea

Cuestionarios:

 Socioeconómico.
 Actividad física de lunes a viernes
 Actividad física de fin de semana
 IPAQ
 Conocimientos de nutrición.
 EAT – 26
 Escala de satisfacción
 EDI
 Cedula de perfil estilo de vida PEPSSII de PRENDER 200
 Escala de evaluación de imagen corporal Gardner
 Conductas alimentarias
 Cuestionario En los últimos 3 meses.
 Sintomatología depresiva.

CUESTIONARIOS Y EVALUACIONES.

Los cuestionarios y evaluaciones se anexan en el Excel adjunto a este documento.

CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES.

Fecha Actividad Lugar


Evaluaciones físicas y
sábado, 11 de noviembre de 2017 U.D. Centenario
aplicación de cuestionarios

Facultad de
Inbody, antropometría y
jueves, 16 de noviembre de 2017 Ciencias del
Química sanguínea
Deporte UAEM

RESULTADOS Y CONCLUSIONES.

Nutrición.

En base a los resultados obtenidos podemos determinar que el 100% de los


pacientes evaluados no cuentan con el conocimiento nutricional suficiente para
poder llevar una alimentación correcta y balanceada y es necesario aplicar un plan
nutricional que les permita mantener una buena conducta alimenticia, dentro de los
aspectos negativos más notables que se encontraron están:
 No desayunar.
 No mantener horarios fijos de alimentación.
 Consumir comida chatarra.
 No regular el tamaño de las porciones de alimentos.
 No incluir en la dieta los grupos de alimentos importantes
 Mantener altos consumos de azúcar.

Actividad Física.

En cuanto a la actividad física o ejercicio físico que realizan, se encontró que solo 2
pacientes practican algún deporte o mantienen una actividad física moderada y no
siguen un plan de entrenamiento específico o acorde a sus necesidades
individuales, y los 2 restantes no hacen algo más que la actividad física necesaria
para realizar sus tareas diarias lo cual no es suficiente para mantener un equilibrio
entre la ingesta y el gasto calórico por esta razón fueron los que mayor porcentaje
graso e IMC presentaron en el resultado, y en el análisis del protocolo de evaluación
los datos más sobresalientes fueron:

 No hacer ejercicio físico regularmente.


 No mantener el balance ingesta/gasto energético.
 No tener una planificación de entrenamiento.
 No tener conocimientos básicos de tipos de entrenamiento y objetivos.
 Tener conductas sedentarias la mayor parte del tiempo
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