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DESMOVILIZACIÓN

Y LEY 28101
Dr. Juan P. Noa Torres

INTEGRANTES:
YEMILETH CALISAYA POMA
ALAN HUANACUNI CHAMBI
GABRIEL OLGUIN CENTENO
ANDREW HUANACUNI CAMPOS

TACNA – PERÚ
0
2019
Contenido:

CAPITULO I………………………………………………………………………... 5

Desmovilización……………………………………………………………………….5

Concepto……………………………………………………………………………….5

Fases de la Desmovilización…………………………………………………………28

Planteamiento………………………………………………………………………..29

Preparación………………………………………………………………………….29

Ejecución…………………………………………………………………………….29

CAPITULO II………………………………………………………………………..29

Campos de Desmovilización………………………………………………………….29

Desmovilización en el Campo Económico ………………………………………….30

Frente Externo……………………………………………………………………….31

Frente Interno ……………………………………………………………………….31

CAPITULO III……………………………………………………………………….31

Recursos de la Desmovilización……………………………………………………...31

Personas……………………………………………………………………………….32

Bienes………………………………………………………………………………….33

Servicios………………………………………………………………………………..33

1
CAPITULO IV……………………………………………………………………….33

Ley de Movilización Nacional……………………………………………………….33

CONCLUSIONES……………………………………………………………………54

BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………..55

2
CAPITULO I
DESMOVILIZACIÓN
1. CONCEPTOS

Según el Consejo de Defensa Nacional y la Secretaria de Defensa Nacional nos dicen

que “La Desmovilización es un proceso integral, gradual y progresivo planeado y dirigido

por el Estado, con el fin de lograr el retorno de la Nación a la situación de normalidad, una

vez cesados o reducidos en su intensidad los motivos determinantes de la movilización.”1

Asimismo manifiesta que “Es un proceso permanente e integral, planteado y dirigido

por el Estado, que forma parte del Planteamiento Estratégico de la Defensa Nacional y que

consiste en adecuar el Poder y Potencial Nacionales para disponer y asignar oportunamente

los recursos que permitan contribuir a la finalidad de afrontar con éxito las emergencias

contempladas en las hipótesis, y concluida la emergencia al retornar el país a la situación de

normalidad, orientar y transferir en forma gradual y progresiva los recursos y medios para la

rehabilitación del país”.2

La Movilización Nacional se desarrolla en dos etapas que son la movilización

propiamente dicha y la desmovilización. La desmovilización se orienta a satisfacer los

requerimientos de rehabilitación y desarrollo nacional. Los campos en los que se ejecutan

estas dos, es decir, la movilización y la desmovilización, son los mismos que los de la defensa

1
Consejo De Defensa Nacional Y Secretaria De Defensa Nacional. DOCTRINA DE DEFENSA
NACIONAL. Repositorio de la Universidad Privada de Tacna.Tacna-Perú.p.54.
2
IBidem.p.46.

3
nacional, estos son, el campo político, el campo económico, el campo sicosocial y el campo

militar.

El Centro de Altos Estudios Militares nos expresa que la desmovilización “Es un

proceso integral, consistente en la recaudación gradual y progresiva del Poder Nacional,

planteado y dirigido por el Gobierno, con la finalidad de lograr ordenadamente el retorno del

país a la situación de normalidad una vez terminadas o reducidas considerablemente las

causas que motivaron la movilización”. 3

También nos dice que “Los organismos responsables de garantizar el proceso de la

desmovilización son los mismos que realizan la movilización y actúan en sus mismos campos

de actividad”.4

Siguiendo con el Centro de Altos Estudios Militares declara que la desmovilización

“Es un proceso permanente e integral que forma parte del planteamientos estratégico de la

Defensa Nacional, mediante el cual se concibe y decid (Militares, 1993)e las acciones que

deben llevar a cabo los integrantes del Sistema de Defensa Nacional, en estrecha

coordinación, a fin de optimizar la utilización del Poder Nacional, para adecuarlos a la

obtención, preparación y asignación de los recursos necesarios que permitan contribuir a la

finalidad de afrontar con existo las emergencias contempladas en las Hipótesis”.5

3
Centro de Altos Estudios Militares. (1993).PLANTEAMIENTOS DOCTRINARIOS Y
METODOLOGICOS DE LA DEFENSA NACIONAL. Tomo II. Imprenta FAP EDICIÓN.Lima-Perú.p.156.
4
Ídem
5
IBidem.p.142

4
La desmovilización es un proceso por el cual una tropa de cualquier tipo deja de

ejercer su actividad militar, es decir, empieza el retiro del servicio militar activo de un Estado.

A través de este proceso como ya hemos dicho comienza la retirada de armas de las

manos de miembros de grupos armados, la salida de estos combatientes de sus grupos y la

ayuda a la reintegración como civiles en la sociedad, el fin que pretende este proceso es

ayudar a los excombatientes y a personas vinculadas a grupos armados para que puedan

convertirse en participantes activos del proceso de paz.

De este modo, la desmovilización sienta las bases esenciales para salvaguardar y

mantener a las comunidades a las que regresan estas personas, a la vez que desarrolla la

capacidad para la paz, la seguridad y el desarrollo a largo plazo.

Entonces, entendemos que este es un proceso de licenciamiento del personal de

las fuerzas armadas regulares o irregulares, como las guerrillas, milicias y paramilitares,

generalmente tras la conclusión del conflicto y en el marco de un proceso de paz, como

paso previo a su reintegración socioeconómica.

La desmovilización de los soldados de los distintos bandos, y su posterior

reintegración en la vida socioeconómica del país, es una de las tareas más importantes,

pero también más difícil política y técnicamente, en los procesos de rehabilitación

posbélica al acabar las guerras, sobre todo tras los conflictos civiles.

En muchos casos, la desmovilización suele llevarse a cabo bajo la verificación

de observadores militares de las naciones unidas, y las condiciones en que se realiza

suelen detallarse en los acuerdos de paz firmados entre los contendientes, en el caso de

que existan. Su ejecución debe basarse en una clara comprensión de las condicione s

5
locales y de la dinámica del conflicto en el país, al tiempo que su éxito es esencial para

que el proceso de paz sea irreversible y evitar riesgos de rebrote del conflicto. Sin

embargo, los procesos de desmovilización y reintegración con frecuencia carec en de la

planificación y de la coordinación conjunta necesaria.

El proceso de desmovilización consiste en el acuartelamiento o acampamiento

de las tropas en zonas especificadas; la entrega, almacenamiento, custodia y eliminación

de sus armas; y la puesta en práctica de programas temporales para satisfacer sus

necesidades inmediatas y para ayudarles a su reintegración socioeconómica, de modo

que sean capaces de mantenerse a sí mismos y a sus familias. Estos programas suelen

proporcionarles documentación, raciones de comida, vivienda, material de

construcción, acceso a la tierra e insumos agrícolas, como son las semillas o

herramientas, dinero, microcréditos blandos para la reconstrucción de sus propiedades

o para la creación de microempresas, así como cursos de capacitación para que superen

todo lo que sucedió en las guerras.

Una de las claves en este proceso radica en las citadas compensaciones

materiales a cambio de la entrega de las armas. Con frecuencia estos programas fracasan

debido a que los desmovilizados se muestran recelosos de desprenderse de su

armamento si perdura la inestabilidad política, si tienen la posibilidad de venderlas en

el mercado negro y, sobre todo, si no disponen de otras fuentes de sustento alternativas.

Por consiguiente, sólo hay garantías de éxito si se crean unas condiciones en las que la

población, y ellos en particular, se sientan seguros en el plano político, económico y

social. De este modo, la desmilitarización sólo es viable si simultáneamente se dan

progresos en todos los planos del proceso de rehabilitación.

6
Los cursos de formación tienen gran importancia sobre todo para aquellos

excombatientes que, reclutados en su adolescencia, han permanecido largamente

apartados de la vida civil o laboral y cuya única instrucción ha sido la militar. Deben

abarcar la enseñanza básica, la formación profesional en los sectores con más salida

durante la reconstrucción y la capacitación en técnicas agrícolas.

Por otro lado, es importante que todos estos programas de reintegración estén

listos para ser ejecutados ya en el momento en que se proceda al desarme y la

desmovilización a gran escala, pues lo contrario provocaría muy probablemente una

fuerte desestabilización social. Éste fue el caso de Namibia a principios de los 90,

donde, al no existir inicialmente ningún programa de reintegración, el 80% de los

excombatientes permanecían desempleados 16 meses después de ser desmovilizados, lo

que se tradujo en un incremento de la criminalidad.

A fin de diseñar los programas de tipo formativo, es oportuno que las autoridades

o agencias de ayuda realicen previamente una evaluación de las cualificaciones y

experiencia de los excombatientes. Algunas de ellas, adquiridas durante la guerra,

pueden ser válidas en la vida civil, desde la conducción de vehícul os hasta el pilotaje

de aviones. Su experiencia les faculta también para ser empleados en programas de

desactivación de minas y de munición sin estallar. Del mismo modo, algunas

capacidades adquiridas, como la disciplina y la resistencia a condiciones de d ureza

extrema, pueden ayudarles a desempeñar determinadas actividades en el mercado de

trabajo.

Sin embargo, otros factores actúan con frecuencia en su contra. La falta de

experiencia laboral implica que a menudo carezcan de un hábito de trabajo regular y de

7
cualificaciones para la vida civil, por lo que suelen sufrir el desempleo en mayor

proporción que otros sectores. A veces, los que han crecido en el medio castrense

carecen de aptitudes como la de administrar su presupuesto personal, o de capacidad

para tomar decisiones propias, necesarias en la vida civil. En este sentido, la

desmovilización en la provincia mozambiqueña de Zambezia comprobó que la

reintegración fue más fácil en las zonas rurales que en las urbanas. A pesar de las

dificultades para desempeñar la agricultura, dificultades como de acceso legal a la

tierra, falta de créditos y dificultades de comercialización, los desmovilizados que se

asentaron en el campo se beneficiaron de la ayuda complementaria proporcionada por

las redes sociales tradicionales de solidaridad.

Por el contrario, los que se instalaron en las ciudades, al estar fuera de sus zonas

de origen, no pudieron beneficiarse de los mecanismos de solidaridad comunitaria o

familiar, al tiempo que carecían de cualificaciones aptas para el mercado laboral urbano,

saturado por la afluencia de los retornados.

Sin embargo, no suele ser fácil que personas dedicadas a las armas durante

mucho tiempo acepten volver a ser simples campesinos, lo que eran antes muchos de

ellos, debido a que, sobre todo los jóvenes, habrán asumido nuevos hábitos, aspiraciones

y expectativas. En efecto, una de las mayores diferencias con otros grupos no está en

sus condiciones socioeconómicas, sino en la percepción que tienen de sí mismos y en

sus expectativas. A diferencia de los antiguos refugiados y desplazados internos

retornados y de otros grupos sociales, los excombatientes suelen tener grandes

expectativas para la mejora de sus vidas, expresándolas frecuentemente con demandas

continuas, a veces virulentas, ante el gobierno o los donantes de ayuda. A esto

8
contribuye su conciencia de grupo con una problemática específica y el hecho de estar

organizados en asociaciones como la mozambiqueña.

Además, tras un conflicto prolongado y en el que se ha subsistido mediante el

pillaje, es difícil superar la cultura de la violencia y las actitudes negativas adquiridas.

De este modo, los excombatientes, sobre todo si no han sido desarmados y reintegrados

de forma efectiva, son particularmente susceptibles de implicarse en activi dades

criminales, constituyendo uno de los principales focos de inestabilidad social.

Un tema debatido es, si deben ser objeto de programas de ayuda especiales,

dados sus problemas específicos, o si se les debería incluir en una estrategia de

reintegración global junto a retornados y otros sectores desfavorecidos, con objeto de

evitar el peligro de etiquetarles como un grupo separado, que podría hacerles objeto de

discriminación social, o generar la impresión de que haber empuñado las armas les

concede el derecho a privilegios. En cualquier caso, es preciso que su proceso de

reintegración marche en paralelo al de los otros grupos sociales.

Dentro del colectivo de los desmovilizados existen sectores cuya reinserción

plantea problemas específicos. Los soldados discapacitados, por ejemplo, pueden tener

dificultades para reinsertarse laboralmente, requieren ayuda profesional para su

rehabilitación física, como cirugía, ortopedia, fisioterapia y sus pensiones de invalidez

pueden suponer una fuerte carga al Estado durante veinte o treinta años.

A veces se olvida su problemática pensando que su incapacidad les hace menos

peligrosos, concepción errónea que puede amenazar la estabilidad social a largo plazo

y generar bolsas de marginación. Otro grupo, aún más olvidado, es el de los niños

9
soldados. Su existencia suele ser negada por gobiernos y guerrillas debido a razones de

imagen internacional, por lo que los acuerdos de paz rara vez suelen incluir

disposiciones para abordar su problemática, lo cual implica que se les prive de los

derechos y beneficios previstos para otros desmovilizados.

En ambos casos, sería importante reconocerlos en los procesos de paz como

sectores particularmente vulnerables, y garantizar su acceso a los beneficios dispuestos

para los demás desmovilizados, así como a aquellos otros servicios y atenciones que su

situación requiera.

Conscientes de su importancia para la superación del conflicto, las agencias

internacionales suelen prestar bastante atención a los procesos de desmovilización y

canalizar ayuda a los gobiernos nacionales a tal fin. Así, por ejemplo, el banco mundial

ha mostrado interés por ellos, en parte también por cuanto permiten reducir el

presupuesto militar y esto, a su vez, contribuye a la salud fiscal de los países que hayan

salido de la guerra. Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo ha

promovido programas de creación de empleo y formación laboral en la posguerra de

países que estaban en guerra. Por su parte, también la Organización No Gubernamental

y las propias comunidades locales, suelen tener una participación importante en el

apoyo al proceso de reintegración de los desmovilizados.

Según Vicenç Fisas “La desmovilización y la reintegración es un proceso para

la vuelta a la civilidad y a la ciudadanía. La persona desmovilizada pasa a ser una

ciudadano o ciudadana con derechos y deberes, y pone a disposición de las demás su

propia experiencia con las armas como punto de partida de una evolución personal

10
transformativa, portadora de superaciones de la cultura de la violencia, y semilla de la

cultura de la paz implícita en el ejercicio de su ciudadanía responsable.” 6

En la medida que una persona desmovilizada supera su legado de cultura de

violencia, se encamina pues hacia la reconciliación, en primera instancia consigo

misma, y en segunda instancia, con la sociedad.

La persona desmovilizada pasa de vivir de un modelo piramidal, jerárquico y

apuntalado en la fuerza del fusil, a un modelo basado en el diálogo, la construcción de

consensos, la escucha y la convivencia. El aprendizaje de esa nueva forma de vivir es

un activo que puede transformarlo en herramienta pedagógica de la cultura de la paz. Y

en la medida que lo pone al servicio de la comunidad, construye espacios de

reconciliación.

Después de todos estos conceptos ya tenemos una idea clara de que significa la

desmovilización y como es su proceso, sin embargo, antes de que se dé la

desmovilización tiene que darse una movilización y para eso daremos unas definiciones

básicas de lo que significa la movilización.

En UNICEF define a la movilización social como “el proceso que involucra y

motiva a una amplia gama de aliados en los planos nacionales y local en lo que

concierne a elevar los niveles de conciencia y exigir la conquista de un objetivo del

desarrollo determinado mediante el diálogo personal” 7.

6
Vicenç Fisas. (2011). Desmovilización y Reintegración en perspectiva de Reconciliación. Director de la
Escuela de Cultura de Pau. Universitat Autónoma de Barcelona. Sitio web.
7
Unicef para cada niño. Sitio web oficial. https://www.unicef.org/spanish/cbsc/index_42347.html

11
“Como parte de ese proceso, los integrantes de las instituciones, las redes

comunitarias, las agrupaciones cívicas y religiosas y otros colaboran de manera

coordinada para entablar diálogos con sectores específicos de la población a los

que se desea dirigir mensajes puntuales”. 8

En otras palabras, la movilización social tiene como objetivo facilitar el cambio

por medio del accionar de diversos protagonistas de esfuerzos interrelacionados y

complementarios.

Dos buenos ejemplos de las labores eficaces de movilización social

corresponden a Colombia. El primer ejemplo es la Campaña Juanita, que se llevó a cabo

en 1988. En esa iniciativa se empleó la imagen de una niña de 10 años de edad para

representar a todos los niños y niñas colombianos. A los fines de la campaña, una niña

que había escrito una carta conmovedora recibió el nombre de “Juanita”.

La carta y el retrato de “Juanita” fueron difundidos por los medios de prensa, la

radio y la televisión, y reproducidos en grandes carteles que se colocaron en las plazas

de todo el país.

La carta de “Juanita” también apareció en un panfleto que contenía información

orientada a concienciar a los candidatos a alcalde de diversas ciudades de Colombia,

así como a los demás protagonistas de la vida política del país, acerca de las cuestiones

que afectan las vidas de los niños y niñas colombianos.

8
Ídem

12
El mensaje básico de la campaña fue que la democracia tiene un carácter

fundamentalmente local, y que sólo es posible garantizar políticas eficaces y asegurar

la obligación de rendir cuentas de los funcionarios cuando los protagonistas y los temas

del quehacer político y social tienen profundas raíces locales.

El segundo ejemplo data de una década más tarde, cuando el movimiento en pro

de la paz era débil y el proceso de pacificación fragmentario. En 1996 nació el

Movimiento de los niños por la paz en Colombia, protagonizado por niños, niñas y

adolescentes que trabajaron en pro de la paz en forma individual o en pequeños grupos,

a menudo corriendo graves peligros.

Ese movimiento dio lugar al Mandato de los Niños para la Paz y los Derechos,

en el que 2,7 millones de niños y niñas votaron por abrumadora mayoría en defensa de

sus derechos a la vida y la paz. En 1997 se convocó a un Mandato Ciuda dano por la

Paz, la Vida y la Libertad, y 10 millones de colombianos adultos dieron su respaldo al

Mandato de los Niños y se comprometieron a participar en la pacificación del país.

En 1998, Andrés Pastrana ganó las elecciones presidenciales con un plan d e

pacificación basado en ambos mandatos.

En el plano comunitario, los niños y niñas involucrados en el movimiento en pro

de la paz organizaron cursillos prácticos de arte, juego y defensa del medio ambiente

con el objetivo de ayudar a otros niños afectados por la violencia.

En varios municipios se eligieron niños alcaldes a fin de que abogaran por la paz

y la participación de la infancia. El Movimiento mantuvo su carácter no estructurado

13
durante varios años y en el mismo participaron diversas organizaciones como las

agrupaciones de Scouts y Guías y la Cruz Roja Colombiana.

El objetivo del mismo siempre consistió en lograr la unidad de los jóvenes por

encima de las barreras raciales, económicas y geográficas.

Entendemos que las movilizaciones sociales, ocurren cuando un grupo de

personas toma una actitud activa y realiza actos para mostrar sus pedidos, reclamos y

protestas, ante carencias, necesidades insatisfechas o falta de reconocimiento de

cualquier derecho, que resulte en injusticias, al modo de ver de la comunidad.

Podemos decir que las movilizaciones se pueden dar en los países con

democracias, donde la ciudadanía tiene permitido manifestarse de modo pacífico,

mientras que, en los regímenes autocráticos, son reprimidas.

Pueden incluir a pocas o muchas personas, siendo en este caso llamadas

movilizaciones masivas.

En el caso de los trabajadores, las movilizaciones son la alternativa al paro o

huelga, pero en este caso, además, no se queda en la simple actitud pasiva, sino que los

empleados marchan en señal de protesta.

Además, hay movilizaciones en post de los derechos de las mujeres, de los

homosexuales, de los sin techo, de los marginados, para lograr mayor seguridad, por

justicia, por salud, etcétera.

Tendríamos ejemplos como: “La comunidad se movilizó para pedir justicia ante

el asesinato de una niña”, “Las movilizaciones sociales de los trabajadores de la fábrica


14
es para pedir su reincorporación tras ser despedidos sin motivo alguno y con una

indemnización insuficiente” o “Cada vez se ven más movilizaciones pidiendo mayor

seguridad en las calles”.

Las movilizaciones en el campo militar, suponen la convocatoria al ejército a las

tropas y soldados ante peligros de ataque o conmoción. En este caso nos enfocamos más

en la movilización del campo militar, porque, como ya hemos visto en los con ceptos de

desmovilización lo hacemos desde el campo militar, en donde hay un conflicto entre

dos o más Estados, para proteger su territorio y con ello mismo a su población.

La desmovilización es la reintegración económica, a menudo entendida como el

ancla principal para que los excombatientes permanezcan en la legalidad.

Stefan Thorsell se adentra en este tema introduciendo los conceptos de

reintegración económica centrada en el mercado versus reintegración económica

centrada en las personas.

Thorsell argumenta que “en el caso colombiano ha habido un cambio gradual de

enfoque hacia la reintegración económica centrada en las personas, que promete ser más

efectiva que los esfuerzos anteriores que partieron de una visión neoliberal centrada en

el mercado”. 9

9
Citado por Enzo Nussio. (2013). Desarme, desmovilización y reintegración de excombatientes: políticas y
actores del postconflicto.p.13

15
Para terminar esta primera parte, entendemos que la desmovilización es el

descargo formal y controlado de los combatientes activos de las fuerzas u otros grupos

armados. La primera etapa de la desmovilización puede ser extendida desde el

procesamiento de combatientes individuales en centros temporales hasta la

concentración de tropas en los campamentos designados para tal propósito, sitios de

acuartelamiento, campamentos, áreas de reunión o barracas. La segunda etapa de la

desmovilización abarca el paquete de ayuda proporcionado a los desmovilizados, que

se denomina reinserción.

CAPÍTULO II

FUNDAMENTOS DE LA DESMOVILIZACIÓN

Javier NEYRA SALAZAR10 referente a este tema nos va a brindar la información

para poder dar a conocer en qué consisten los fundamentos del tema en estudio, es decir, de

la desmovilización. El autor ha tocado puntos que en verdad son importantes para la

fundabilidad de este tema, él nos señala que los fundamentos van a estar divididos en

solamente tres.

Estos tres puntos son los que a continuación revisaremos, para que de esa forma

podamos tener una mejor comprensión respecto a este tema.

a) Al igual que la Movilización, el proceso de Desmovilización comprende y

compromete a todas las fuerzas vivas de la Nación.

10
NEYRA SALAZAR, Javier. (2012).CURSO DE DEFENSA NACIONAL. Tomo II. Editora LIM. Tacna-
Perú.p.143.

16
De este punto podemos decir entonces que, la desmovilización lo que procura es

comprometer a la nación (en sus diversos niveles) para que de forma conjunta y

cooperativa puedan trabajar de forma eficiente en todo lo que el proceso de

Desmovilización comprende.

Pues se toma por primordial el hecho de que la nación peruana no trabaje de forma

aislada o separadamente, sino que se persigue que todos los organismos que la

conforman puedan apoyarse entre sí, y que de esta forma puedan obtener los

mejores resultados.

b) Finalizada la emergencia, se hace necesario regularizar el esfuerzo desplegado

para la Movilización, por lo que la Desmovilización requiere una adecuada

preparación que comprenda las medidas y previsiones en todos los campos de

actividad del país, a fin de lograr su reconstrucción y vuelta a la normalidad en el

corto plazo para no afectar al Desarrollo Nacional.

Bien, lo dicho por el autor no hace más que recalcar la labor que deberían de

cumplir los diversos organismos o instituciones al momento en el cual se presenta

la Desmovilización, puesto que menciona que frente a este proceso se va a

requerir medidas adecuadas no solo en algunos sectores del país, sino que se estas

previsiones son necesarias en todos los campos de actividad con los que cuenta el

Perú.

La importancia de estas medidas radica en el hecho de que se busca la reparación

o reconstrucción de las diversas consecuencias que pudo haber causado el proceso

de movilización, además de que se busca que estas mismas medidas o previsiones

se lleven a cabo o se apliquen de tal manera que no sean capaces de afectar el


17
Desarrollo Nacional, esto debido a que traería como consecuencia una

paralización aún mayor en el progreso del país.

Por tales motivos es que constantemente se les pide a las autoridades un trabajo

eficaz y eficiente, para que de esta manera y con la correcta guía de desarrollo

sean capaces de implementar sus acciones de manera que no afecten en mayor

medida a la nación.

18
c) En la desmovilización existe una estrecha relación entre todos los campos de

actividad, pero muy particularmente entre el campo económico y el campo

militar.

Es cierto que en el primer punto de los fundamentos planteados vimos que la

vinculación respecto al proceso de Desmovilización tiene que ser integra y que la

misma requiere de una cooperación y colaboración conjunta entre toda la nación

peruana, pues bien, tomando como referencia lo mencionado anteriormente es

que podemos comprender de mejor manera lo que el tercer fundamento del

proceso de Desmovilización nos quiere decir.

Pues aunque parezca que se asemeja, este tercer punto nos habla de que, si bien

es cierto que la desmovilización requiere la existencia de trabajo y de relación

entre todos los campos que el Perú como nación puede presentar, señala que esta

cooperación debe de tomarse con mayor importancia en los campos económicos

y militares.

Esto no quiere decir que los demás campos no sean considerados dentro de la

espera que engloba lo importante, sino, que solo pretende establecer que la

relación entre estos dos campos debe de ser la que se preocupe más por ser

reforzada.

Luego de haber planteado cada uno de los fundamentos con los que cuenta la

desmovilización, muchos se preguntan si realmente son importantes o no, pues a

nuestro parecer es en demasía importante saber de ellos, pues resulta necesario

conocer los cimientos o las bases de un tema tan importante como la

desmovilización, y además de que luego de conocerlas es que podemos ponernos

19
a analizar y descubrir que situaciones o consecuencias devendrían del hecho de

no respetarlas.

Siguiendo con lo mencionado anteriormente, sería muy propicio ponernos a

reflexionar sobre lo que podría ocurrir si uno de estos fundamentos falla, como el

hecho de que la cooperación y trabajo conjunto no se cumpla. Claramente esto

conllevaría a que todos los esfuerzos y metas trazadas no se concreticen.

 Al igual que la movilización, el proceso de Desmovilización comprende y

compromete a todas las fuerzas vivas de la Nación.

 Finalizada la emergencia, se hace necesario regularizar el esfuerzo desplegado para

la movilización, por lo que la desmovilización requiere una adecuada preparación

que comprenda las medidas y previsiones en todos los campos de actividad del país,

a fin de lograr su rehabilitación y vuelta a la normalidad en el corto plazo para no

afectar al Desarrollo Nacional.

 En la desmovilización existe una estrecha relación entre todos los campos de

actividad, pero muy particularmente entre el campo económico y el campo militar.

DESMOVILIZACIÓN Y REINTEGRACIÓN EN PERSPECTIVA

DE RECONCILIACIÓN.

Durante siglos, y en todos los lugares del planeta, muchas personas han empuñado

las armas para combatir la injusticia, conseguir la democracia o un régimen de libertades,

o acabar con una tiranía. También hay personas que se han integrado a grupos armados

para salir de la pobreza o del mal trato familiar. Otras veces, las motivaciones no han sido

20
nobles, sino interesadas o perversas. En todos los casos, el uso de las armas provoca

muerte y destrucción, miedo, desplazamientos forzados, deseos de venganza y odios. El

balance es siempre negativo, por lo que la dejación de las armas o el silencio de las

mismas han sido siempre celebrados como una oportunidad para el reencuentro, la

reconciliación, la reconstrucción y la cura de las heridas provocadas por el uso de las

armas.

En varias ocasiones, la entrega de armas va seguida de un proceso de reintegración del

ex combatiente. De ahí que hayan surgido programas llamados de Desarme,

Desmovilización, Reinserción y Reintegración, normalmente conocidos como DDR.

Algunos DDR han fracasado y ha sido motivo de nuevas hostilidades, y ello por haber

partido de un concepto falso, a saber, pensar que las siglas significaban Derrota,

Desprecio y Rendición. Sin embargo, para tener éxito, el DDR en ningún caso ha de

significar claudicación, despolitización, demonización, marginación, soborno, o,

especialmente, humillación. Por el contrario, ha de ser un proceso de dignificación de las

personas que intervienen en él, pues han dejado las armas de manera voluntaria.

La desmovilización y la reintegración es un proceso para la vuelta a la civilidad y a la

ciudadanía. La persona desmovilizada pasa a ser una ciudadano o ciudadana con derechos

y deberes, y pone a disposición de las demás su propia experiencia con las armas como

punto de partida de una evolución personal transformativa, portadora de superaciones de

la cultura de la violencia, y semilla de la cultura de la paz implícita en el ejercicio de su

ciudadanía responsable. Ciudadanos y ciudadanas que pasan a ser protagonistas de su

proceso de reintegración, un proceso que nunca puede ser impuesto y que necesita de la
21
voluntad explícita del sujeto.

El horizonte donde llegar a través de la reintegración es el de la reconciliación, entendida

como el espacio dinámico en que se encuentran la verdad, la justicia, la misericordia y la

paz, cuatro vectores que se interpelan entre sí, y que mediante este ejercicio de

interpelación construye el camino que facilita el perdón y la convivencia. Un camino

lleno de espinas, doloroso, inquisitivo pero reparador, que ha de permitir lo más urgente:

no legar el odio a las futuras generaciones, que han de tener el derecho de vivir en paz

sin el peso de una historia marcada por las violencias. Nuestros hijos e hijas han de poder

vivir bajo el paraguas de la cultura de la paz, y los que han transitado desde diferentes

orillas por la cultura de la violencia o del odio, tienen la opción de la superación, pero la

obligación de no transmitir el resentimiento hacia quienes han de tener como herencia

una historia compartida y escrita a varias voces. En la medida que una persona

desmovilizada supera su legado de cultura de violencia, se encamina pues hacia la

reconciliación, en primera instancia consigo misma, y en segunda instancia, con la

sociedad.

La comunidad receptora, la sociedad en general, ha de ver a la persona desmovilizada

como portadora de una experiencia vital que puede ser de gran utilidad para la gestión de

conflictos, gestión que excluye a la violencia y admite el disenso. La persona

desmovilizada pasa de vivir de un modelo piramidal, jerárquico y apuntalado en la fuerza

del fusil, a un modelo basado en el diálogo, la construcción de consensos, la escucha y la

convivencia. El aprendizaje de esa nueva forma de vivir es un activo que puede

transformarlo en herramienta pedagógica de la cultura de la paz. Y en la medida que lo


22
pone al servicio de la comunidad, construye espacios de reconciliación.

La reconciliación es siempre una experiencia de doble vía. En este sentido, los ciudadanos

corrientes han de proporcionar a la persona desmovilizada los elementos significadores

y aquellas necesidades básicas que el desmovilizado careció en el momento de decidir

abandonar la vida civil e integrarse en un grupo armado. La posterior reintegración en la

vida social se convierte, así, en un proceso de restauración de relaciones y de reparación,

y como ya he señalado, con derechos y deberes.

La reconciliación es también el restablecimiento de las relaciones rotas y el aprendizaje

para vivir de forma no violenta, entendiendo que hay que convivir con las diferencias.

Los programas de reintegración han de pensar por ello en una capacitación para la

normalización de las relaciones sociales, y una formación en la resolución pacífica y

creativa de los conflictos. La persona desmovilizada debe convertirse en constructora de

paz, y de una paz con dimensiones personales y comunitarias. Su experiencia de

supervivencia con las armas, donde predomina el “yo”, debe ser substituido por la

construcción del “nosotros” comunitario y cívico. El discurso militarista de “mi seguridad

pasa por tu eliminación”, queda substituido por el discurso de “mi seguridad es tu

seguridad”, es decir, por una seguridad compartida.

La construcción de la reconciliación pasa también por afrontar el pasado violento con el

fin de despejar el terreno del presente y construir, a partir de ahí, un futuro compartido.

Ello comporta un profundo trabajo psicosocial para superar los traumas de la cultura de

la violencia y de la barbarie. La guerra deja siempre heridas muy profundas en sus


23
protagonistas, especialmente cuando han convivido con la muerte, que hay que sanar para

una correcta socialización de las personas afectadas.

La reconciliación pasa por la rehumanización, y éste es un trabajo de educación para la

cultura de la paz. Educar para la paz, sin duda alguna, implica educar sobre el conflicto,

que no debe ser confundido con la violencia. Como nos recuerda Galtung, “educar para

la paz es enseñar a la gente a encararse de manera más creativa, menos violenta, a las

situaciones de conflicto y darles los medios para hacerlo”. Quizá nos valdría dedicar un

poco más de tiempo a aprender y comprender nuestros propios conflictos, puesto que la

paz no es otra cosa que la “fase superior de los conflictos”, es decir, el estadio en el que

los conflictos son transformados por las personas y por las comunidades de forma

positiva, creativa y no violenta. Para ello resulta fundamental estimular la creatividad

para que al buscar soluciones a los conflictos prevalezca la comprensión mutua, la

tolerancia y el desbloqueo de posiciones. Necesitamos, por tanto, cambiar nuestra

percepción del conflicto y la forma de acercarnos a él. “Uno de los primeros pasos es

entender el potencial positivo inherente en todas las situaciones de desacuerdo.

Necesitamos transformar cómo pensamos sobre los conflictos. Solemos pensar que el

conflicto es siempre una disrupción del orden, una experiencia negativa, un error en las

relaciones. Sin embargo, hemos de entender que el conflicto es un crecimiento de la

diversidad que puede ser utilizado para clarificar las relaciones, proporcionar caminos

adicionales de pensamiento y opciones para actuar de una forma no considerada

previamente, y abrir posibilidades para mejorar la relación”. Antes de regular el conflicto,

sin embargo, hay que tener el valor de reconocer su existencia. Reconocer que formamos

parte de una situación conflictiva es ya un paso importante, previo y necesario para


24
abordar cualquier otro, y sobre todo para adentrarnos en el camino del diálogo continuo

como método para solucionarlo.

No puedo resistir de citarles una genial definición de la violencia que, hace ya unos

cuantos años, nos dio el pedagogo Bruno Bettelheim, al señalar que “la violencia es el

comportamiento de alguien incapaz de imaginar otra solución a un problema que le

atormenta”. A menos que creamos en la determinación biológica de la maldad humana,

hemos de convenir que la violencia humana, ya sea aislada o en brotes epidémicos, tiene

mucho que ver con esa falta de educación y entrenamiento para manejarse en los

inevitables conflictos que todo individuo ha de tener durante su existencia, y en imaginar

salidas positivas para dichos conflictos. No hay violencia gratuita si previamente no ha

existido frustración, miedo, mal trato, desamor o desamparo en la persona que la

protagoniza. Desde hace muchos años sabemos con certeza que la agresión maligna no

es instintiva, sino que se adquiere, se aprende, especialmente en la infancia, y como ha

señalado el psiquiatra Rojas Marcos en un libro divulgativo sobre este tema, los valores

culturales promotores de violencia, como el culto al machismo, la glorificación de la

competitividad o el racismo, se transmiten de generación en generación a través del

proceso de educación y socialización.

Todos los seres humanos tenemos una cultura, y esta cultura podemos hacerla

evolucionar, porque es dinámica. Nos es posible inventar nuevas maneras de hacer las

cosas. No existe un solo aspecto de nuestro comportamiento que esté tan determinado

que no pueda ser modificado por el aprendizaje. La construcción de la paz, por tanto

empieza en la mente de los seres humanos: es la idea de un mundo nuevo. El respeto a


25
los derechos humanos y de las libertades fundamentales, la comprensión, la tolerancia, la

amistad entre las naciones, todos los grupos raciales y religiosos: he aquí los fundamentos

de la obra de la paz. Excluye el recurso a la guerra con fines expansivos, agresivos y

dominantes, el uso de la fuerza y de la violencia con fines represivos. La violencia es

siempre un ejercicio de poder, sean o no visibles sus efectos, y como tal, puede

manifestarse en cualquier esfera de nuestra vida, en lo cultural, lo económico, lo político

o lo doméstico. La violencia pude considerarse como la forma más burda y primitiva de

la agresión. En este sentido es una fuerza exclusivamente humana que aspira a ser la

solución que excluya a todas las demás, por lo que también es una censura totalitaria.

La educación es, sin duda alguna, un instrumento crucial de la transformación social y

política. Si estamos de acuerdo en que la paz es la transformación creativa de los

conflictos, y que sus palabras-clave son, entre otras, el conocimiento, la imaginación, la

compasión, el diálogo, la solidaridad, la integración, la participación y la empatía, hemos

de convenir que su propósito no es otro que formar una cultura de paz, opuesta a la cultura

de la violencia, que pueda desarrollar esos valores, necesidades y potencialidades. Es a

través de la educación “que podremos introducir de forma generalizada los valores,

herramientas y conocimientos que forman las bases del respeto hacia la paz, los derechos

humanos y la democracia, porque la educación es un importante medio para eliminar la

sospecha, la ignorancia, los estereotipos, las imágenes de enemigo y, al mismo tiempo,

promover los ideales de paz, tolerancia y no violencia, la apreciación mutua entre los

individuos, grupos y naciones.”

26
La cultura de la violencia impregna todas las esferas de la actividad humana: la política,

la religión, el arte, el deporte, la economía, la ideología, la ciencia, la educación... incluso

lo simbólico, y siempre con la función de legitimar tanto la violencia directa como la

estructural, y por supuesto, la guerra, buscando siempre razones y excusas para justificar

el uso de la fuerza y la práctica de la destrucción, y normalmente en nombre de algo

superior, ya sea un Dios o una ideología. La violencia cultural sirve también para paralizar

a la gente, para infundirle el miedo, para hacerla impotente frente al mundo, para evitar

que dé respuestas a las cosas que la oprimen o le producen sufrimiento. La educación

para la paz, por tanto, ha de ser una esfuerzo capaz de contrarrestar estas tendencias y de

consolidar una nueva manera de ver, entender y vivir el mundo, empezando por el propio

ser y continuando con los demás, horizontalmente, formando red, dando confianza,

seguridad y autoridad a las personas y a las sociedades, intercambiándose mutuamente,

superando desconfianzas, ayudando a movilizarlas y a superar sus diferencias,

asomándolas a la realidad del mundo para alcanzar una perspectiva global que después

pueda ser compartida por el mayor número posible de personas. El reto de la educación

y de la cultura de paz, por tanto, es el de dar responsabilidad a las personas para hacerlas

protagonistas de su propia historia, y con instrumentos de transformación que no

impliquen la destrucción u opresión ajena, y no transmitir intransigencia, odio y

exclusión, puesto que ello siempre supondrá la anulación de nuestro propio proyecto de

emancipación y desarrollo. Desde los programas de reintegración, por tanto, habrá de

incorporarse este importante componente de educar para una cultura de paz, como camino

seguro para aproximarnos hacia la reconciliación.

27
Fases de la desmovilización

La desmovilización es un proceso multifacético que oficialmente certifica el cambio

de estatus de un individuo, de miembro de una agrupación militar de algún tipo a civil.

Se trata de la separación física de un combatiente del comando. Ya que es el proceso

mediante el cual los combatientes adquieren el estatus de civil, la desmovilización es la

responsabilidad fundamental del componente civil de la misión de mantenimiento de la paz,

con apoyo militar.

La exposición a los estilos de vida y mentalidad civil pueden alentar a los ex

combatientes enfocarse en su futuro como civil y aumentar las posibilidades de reintegrarse

en la sociedad exitosamente.

En esta etapa tenemos 3 fases: Planteamiento, preparación y ejecución.

Planteamiento

Se inicia cuando se decreta la Movilización, y los aspectos de detalle cuando

se visualiza o prevé la superación de la emergencia que dio origen la Movilización.

Comprende el conjunto de previsiones sobre el qué, cuándo y cómo hacerlo para

lograr la desmovilización.

Preparación

Es el conjunto de acciones que se realizan antes de la ejecución, con la

finalidad de asegurar que ésta se realice en las mejores condiciones.

Estas dos fases anteriores son interdependientes y concurrentes. Están orientadas a

concebir las acciones que deben desarrollar coordinadamente los componentes de los

diferentes campos de actividad, con la finalidad que los Institutos de las FFAA y PNP

28
así como los demás elementos operativos adopten las medidas y previsiones que

permitan lograr el retorno racional y metódico a la situación de normalidad.

El planeamiento y preparación se inicia cuando se dispone la ejecución de la

movilización, se realiza en todos los niveles y los planes y programas que formulan

los elementos operativos se perfeccionan y/o actualizan a medida que se desarrolla la

ejecución de la movilización.

La emisión de las Directivas de Desmovilización a nivel nacional y dominios

sigue el mismo proceso y responde a la misma finalidad de orientar a los escalones

subordinados considerados en las Directivas de Movilización. Al IDN

(Internationalized Domain Name - Nombre de dominio internacionalizado) le

corresponde igualmente el rol de apoyo técnico a los componentes del Sistema de

Defensa Nacional.

La formulación de los Planes y Programas de Desmovilización de los

institutos de la FFAA y PNP asa como los demás elementos operativos son remitidos

al Nivel Campo de Actividad para su aprobación y posterior integración en el Plan de

Desmovilización de cada Dominio, los mismos que luego son remitidos al IDN para

su integración al Plan Nacional de Desmovilización que será aprobado o CSDN

(Consejo Superior de Defensa Nacional)

Ejecución

Es la realización, en forma gradual y progresiva, de las acciones que han sido

previstas en el Planteamiento. Se lleva a cabo a nivel nacional, regional o local, de

acuerdo a la naturaleza y magnitud de la emergencia y podrá comprender a todos o

algunos de los campos de actividad. Consiste en la realización de las acciones

29
previstas en los Planes y Programas respectivos y se iniciará el término de la

emergencia o a partir del momento en que se vislumbra una significativa reducción

de las causas que la motivaron.

La ejecución de la desmovilización se efectuará por acuerdo de CSDN y

dispuesta mediante Decreto Supremo. Los dispositivos vigentes sobre Movilización

se aplicarán y adecuarán a la desmovilización, de acuerdo a su finalidad, alcance y

naturaleza.

Capitulo II

Campos de la desmovilización

 Desmovilización en el Campo Económico

Es la reconversión de la producción a sus actividades normales, así como el

reajuste y readecuación del sistema económico- financiero del país, a fin de disponer

y reasignar los recursos financieros y bienes económicos para retornar lo antes posible

a la normalidad.

Se orienta a reducir progresivamente la intervención en la economía,

reconvirtiendo las actividades productivas hacia el desarrollo, restitución a los

propietarios de los bienes requisados, regularización de los pagos por las

requisiciones y expropiaciones realizadas, promoción de la política de creación de

empleos a fin de absorber el personal desmovilizado que se reincorpore a la economía

y otras acciones necesarias para el retorno de la economía a la situación de

normalidad.

30
 Desmovilización Política

La readecuación de la estructura política y administrativa del Estado para el

restablecimiento de la normalidad política y del estado normal de derecho.

 Frente externo

Reorientar nuestra Política Exterior a fin de que sea un instrumento que

facilite la obtención de los recursos necesarios para la reconstrucción de las zonas

afectadas por la emergencia y facilitar el retomo del país a la nacionalidad.

 Frente interno

Readecuar la estructura político- administrativa a la situación de

normalidad, disminuir los niveles operativos de la PNP, eliminar progresivamente

las restricciones de las libertades individuales y colectivas, así como la ejecución

de acciones de acciones adicionales necesarias para el establecimiento de la

normalidad política.

 Desmovilización Sicosocial

Es la creación de un clima interno favorable para el retorno a la normalidad.

Se orienta a realizar acciones que permitan la generación de un clima

internacional favorable al retorno a la normalidad, así como a amparar y rehabilitar

física y sicológicamente al personal incapacitado durante la emergencia.

 Desmovilización Militar

Es la readecuación del nivel de Fuerzas a las proporciones compatibles con

las exigencias de la Defensa Nacional en situación de paz.

31
Se orienta la realización de acciones para reducir el nivel de fuerzas en

proporciones compatibles con las exigencias de la DN (Defensa Nacional) en

situación de normalidad, a la liberación progresiva de las restricciones, a las

actividades productivas de interés militar y otras acciones que fueran necesarias para

el retorno a la normalidad.

Capitulo III

Recursos a ser desmovilizados


Los recursos a ser desmovilizados están constituidos por personas, bienes y servicios

 Personas

Las personas naturales sujetas a movilización son:

1. Los peruanos hombre y mujeres, domiciliados en el país y fuera de el.

2. Los extranjeros residentes en el país en cuanto no se opongan a los convenios

internacionales vigentes.

 Bienes

Se constituyen bienes a movilizar:

1. Los recursos naturales renovables y no renovables.

2. Los bienes económicos y loas recursos financieros existentes fuera de la nación

cuando legalmente sea pertinente disponer de ellos.

3. Los bienes económicos y los recursos financieros existentes fuera de la nación

cuando legalmente sea pertinente disponer de ellos.

32
 Servicios

Se consideran servicios a las prestaciones destinadas a satisfacer las necesidades de

la producción y las necesidades colectivas de la población.

Se dan de dos clases:

1. Servicios Públicos Esenciales, proporcionan prestaciones destinadas a satisfacer

las necesidades básicas de la población y asegurar el funcionamiento del aparato

productivo; estos son: comunicación, transportes, suministro de carburantes y

lubricantes, energía eléctrica, agua, salud y otros de similar importancia.

2. Servicios Públicos no Esenciales, proporcionan prestaciones destinadas a

satisfacer las necesidades secundarias de la población como son las sociales,

recreativas y otros.

Durante muchos años, anteriores a la edición de primera versión del presente texto

sobre el Planteamiento Doctrinarios y Metodológicos de la Defensa Nacional, en el CAEM

(Centro de Altos Estudios Nacionales) se elaboró en diferentes oportunidades, proyectos de

Textos de Movilización que, como producto de la investigación de nuestra y otras realidades,

sirvieron de referencia básica para el estudio de esta importante asignatura de los Planes de

Estudio e Investigación de los Cursos Dictados.

Dichos textos y los estudios siguientes continuaron su dinámica de perfeccionamiento

y sirvieron de base, entre otros, para la elaboración del Decreto Ley 23118 Ley de

Movilización de 09 Julio del 80 y su posterior reglamentación por Decreto Supremo en mayo

del 87, así como para la formulación del capítulo correspondiente del presente texto en todas

sus ediciones.

33
Capitulo IV
Ley de movilización nacional Nro. 28101
Tiene por objeto precisar los derechos, deberes del Estado, de las personas naturales

y jurídicas frente a situaciones de emergencia ocasionadas por conflictos o desastres, que

requiere de su participación, así como de la utilización de los recursos, bienes y servicios

disponibles.

 Movilización

La movilización es un proceso permanente e integral planeado y dirigido por el gobierno,

consiste en adecuar el poder y potencial nacional a los requerimientos de la Defensa

Nacional, a fin de disponer y asignar oportunamente los recursos necesarios para afrontar

situaciones de emergencia ocasionadas por conflictos o desastres que atenten contra la

seguridad, cuando éstos superen las previsiones de personal, bienes y servicios, así como las

posibilidades económicas y financieras

 Clases y etapas:

 La movilización puede ser total o parcial.

 La movilización total es aquella que afecta a todo el territorio y a las actividades de

la nación.

 La movilización parcial afecta solo a parte del territorio y de las actividades de la

nación.

 Las etapas son las siguientes:

 La movilización se desarrolla en dos etapas claramente diferenciadas, pero ligadas

estrechamente: la movilización propiamente dicha y la desmovilización.

34
 Proceso de movilización y desmovilización:

 Proceso de la Movilización:

El proceso de movilización comprende las fases del planeamiento, preparación y ejecución.

Las fases del planeamiento y preparación son permanentes y concurrentes y, la ejecución es

dispuesta por el Gobierno mediante Decreto Supremo.

 Proceso de Desmovilización:

La desmovilización comprende el planeamiento, la preparación y la ejecución. El

planeamiento se inicia cuando se visualiza o prevé la superación de la emergencia que dio

origen a la movilización. La preparación es el conjunto de acciones que se realizan con la

finalidad de hacer viable la ejecución de la desmovilización en las mejores condiciones

posibles.

 La Ejecución es la realización de las acciones que propiamente llevan a cabo la

desmovilización y que han sido previstas por el planeamiento.

 Los organismos que garantizan la desmovilización, son los mismos que realizan la

movilización, siendo similares sus funciones y responsabilidades.

35
“LEY Nº 28101 LEY DE MOVILIZACION NACIONAL”

GENERALIDADES

CAPÍTULO I

OBJETO Y ALCANCE

Artículo 1°.- Objeto de la Ley

La presente Ley tiene por objeto precisar los derechos, deberes del Estado, de las

personas naturales y jurídicas frente a situaciones de emergencia ocasionadas por conflictos

o desastres, que requiere de su participación así como de la utilización de los recursos,

bienes y servicios disponibles.

Artículo 2º. -Alcance de la Ley

Están comprendidos en los alcances de la presente Ley, los organismos

componentes del Sistema de Defensa Nacional, las personas naturales y jurídicas,

nacionales residentes en el país o en el extranjero y extranjeros residentes en el país, así

como los bienes y servicios que se requieran, con las excepciones consideradas en las leyes

y los tratados ratificados por el Perú, en concordancia a las normas constitucionales

vigentes.

CAPÍTULO II

LA MOVILIZACION, CLASES Y ETAPAS

Artículo 3º.- Movilización

36
La movilización es un proceso permanente e integral planeado y dirigido por el

gobierno, consiste en adecuar el poder y potencial nacional a los requerimientos de la

Defensa Nacional, a fin de disponer y asignar oportunamente los recursos necesarios para

afrontar situaciones de emergencia ocasionadas por conflictos o desastres que atenten

contra la seguridad, cuando éstos superen las previsiones de personal, bienes y servicios así

como las posibilidades económicas y financieras.

Artículo 4º.- Movilización total o parcial

La movilización puede ser total o parcial. Movilización total es aquella que afecta a

todo el territorio y a las actividades de la nación. La movilización parcial afecta sólo parte

del territorio y de las actividades de la nación.

Artículo 5º.- Etapas de la Movilización.

La movilización se desarrolla en dos etapas claramente diferenciadas, pero ligadas

estrechamente: la movilización propiamente dicha y la desmovilización.

TITULO II

PROCESO DE LA MOVILIZACION Y DESMOVILIZACION

Artículo 6°.- proceso de la movilización

El proceso de movilización comprende las fases del planeamiento, preparación y

ejecución. Las fases del planeamiento y preparación son permanentes y concurrentes; y la

ejecución es dispuesta por el Gobierno mediante Decreto Supremo.

Artículo 7°.- planeamiento de la Movilización

37
El planeamiento de la movilización propiamente dicha, es permanente e integral, y

forma parte del planeamiento estratégico de la Defensa Nacional.

Artículo 8°.- preparación de la movilización

La preparación de la movilización es el conjunto de actividades que se realizan en

forma permanente en estado de normalidad, a fin de permitir la adopción de medidas y

previsiones respectivas.

Artículo 9°.- ejecución de la movilización

La ejecución de la movilización comprende todas las actividades que se realizan

para materializar las medidas previstas en las etapas de Planeamiento y Preparación,

incorporando a los órganos y medios responsables de la Defensa Nacional los recursos

disponibles del Poder Nacional.

La ejecución de la Movilización será decretada por el Presidente de la Republica en

su calidad de Presidente del Consejo de Defensa Nacional.

CAPITULO II

DEL PROCESO DE DESMOVILIZACIÓN

Artículo 10°.- desmovilización

La desmovilización es el proceso integral, progresivo, planeado y dirigido por el

Gobierno, que consiste en recaudar el Potencial y Poder Nacionales a las necesidades del

país para recuperar la situación de normalidad, una vez cesados o reducidos en su

intensidad los motivos que determinaron la ejecución de la movilización.

Artículo 11°.- proceso de desmovilización

38
La desmovilización comprende el planeamiento, la preparación y la ejecución. El

planeamiento se inicia cuando se visualiza o prevé la superación de la emergencia que dio

origen a la movilización. La preparación es el conjunto de acciones que se realizan con la

finalidad de hacer viable la ejecución de la movilización en las mejores condiciones

posibles.

La ejecución es la realización de las acciones que propiamente llevan a cabo la

desmovilización y que han sido previstas por el planeamiento.

Los organismos que garantizan la desmovilización, son los mismos que realizan la

movilización, siendo similares sus funciones y responsabilidades.

TITULO III

ORGANISMOS Y RESPONSABILIDADES

CAPITULO I

DE LOS ORGANISMOS

Artículo 12°.- acciones de los organismos

Corresponde a los diferentes organismos del Sistema de Defensa Nacional las

acciones inherentes al planeamiento, dirección, coordinación, asesoramiento, ejecución,

evaluación y control del proceso de movilización de acuerdo a los niveles de su

competencia.

Artículo 13 °.- Integrantes

Los organismos que integran y garantizan el desarrollo de la movilización y forman

parte del Sistema de Defensa Nacional son:

39
a) El consejo de Defensa Nacional

Es el órgano colegiado, coordinador, asesor y consultivo del Presidente del

Gobierno en materia de defensa. Como órgano de trabajo permanente tiene la Comisión

Interministerial de Defensa.

b) Consejo Nacional de Inteligencia

Como órgano colegiado, con carácter consultivo y deliberante, estará encargado de

orientar las actividades de los órganos componentes del Sistema Nacional de inteligencia

(SINAI) y estará compuesto por:

a) El Secretario Nacional de Inteligencia quien lo presidirá.

b) El Ministro del Interior.

e) El Ministro de Defensa Nacional.

d) El Secretario Ejecutivo de la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD); y

e) El Ministro de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (SEPRELAD)

c) Ministerio de Defensa

Es el organismo representativo de las Fuerzas Armadas dentro del Consejo de

Ministros del Perú que ejerce la política del estado para la defensa integral del país. Tiene

sede en Lima.

d) Sistema Nacional de Defensa Civil

40
Es el conjunto interrelacionado de organismos el Sector Público y No Público,

normas, recursos y doctrinas, orientados a la protección de la población en caso de

desastres de cualquier índole u origen. Actúa en concordancia con la Política y Planes de la

Defensa Nacional.

e) Ministerios, Organismo Públicos, Gobiernos Regionales y Locales.

CAPITULO II

DE LAS FUNCIONES Y RESPONSABILIDADES

Artículo 14°.- El Consejo de Defensa Nacional

El consejo de defensa nacional, como ente rector del Sistema de Defensa Nacional,

es el encargado de dirigir y conducir la movilización y desmovilización. Le corresponde:

1. Aprobar y emitir Directiva Nacional que oriente el proceso de movilización

2. Aprobar los planes de movilización

3. Determinar el ámbito regional o local de la movilización

4. Aprobar las medidas requeridas para la movilización y promover dispositivos

legales sobre la materia

5. Disponer la ejecución de la movilización y desmovilización

Artículo 15°.- Consejo Nacional de Inteligencia

El consejo Nacional de inteligencia es responsable de proporcionar la información e

inteligencia requerida a los organismos que participan en la movilización.

Artículo 16°.- Ministerio de Defensa

41
El ministerio de Defensa como órgano especializado del Poder Ejecutivo encargado

de formular, ejecutar y supervisar la política de Defensa Nacional en el campo militar, así

como de diseñar, planificar y coordinar la política de Defensa Nacional en los campos no

militares, es responsable de:

a. Preparar y difundir la Directiva Nacional de Movilización

b. Consolidar los planes de movilización de los Ministerios, Organismo Públicos,

Gobiernos Regionales y Locales

c. Prestar asesoramiento técnico-normativo a las Oficinas de Defensa Nacional, en

aspectos de movilización

d. Formular y proponer el Consejo de Defensa Nacional la doctrina de movilización

para su aprobación y difusión

e. Elaboración y actualización de la base de datos de los recursos a movilizar

f. Del proceso de movilización propiamente dicho y de la desmovilización para casos

de emergencia originados por conflictos, a través del Comando Conjunto de las Fuerzas

Armadas

Artículo 17°.- Sistema Nacional de Defensa Civil

El sistema nacional de defensa Civil a través del Instituto Nacional de Defensa Civil

(INDECI), es responsable de la movilización y desmovilización para casos de emergencias

productos por desastres o calamidades de toda índole, cualquiera sea su origen.

Artículo 18°.- Ministerios, Organismos Públicos, Gobiernos Regionales y Locales

42
Los Ministerios, organismos públicos, gobiernos regionales y locales a través de sus

oficinas de Defensa Nacional, son responsables del planeamiento, preparación y ejecución

de la movilización en el nivel y ámbito de su competencia, según la naturaleza de la

emergencia.

TITULO IV

RECUERSOS DE LA MOVILIZACIÓN

CAPITULO I

DE LAS PERSONAS

Artículo 19°.- Personas Naturales y Jurídicas

1. Se consideran personas naturales sujetas a movilización:

- Las personas varones y mujeres domiciliadas en el país o en el extranjero

- Los extranjeros domiciliados en el territorio nacional, salvo las excepciones

establecidas por la ley o de los tratados ratificados por el país.

Por la movilización de las personas naturales se tendrá en cuenta lo normado en la Ley del

Servicio Militar vigente, la Ley de Situación Militar de los Oficiales de las Fueras Armadas

y las disposiciones legales que establecen la jubilación en el Perú.

2. Se considera personas jurídicas sujetas a movilización:

- Las nacionales de derecho público y probado, domiciliadas en el paso en el

extranjero

43
- Las extranjeras de derecho público o privado, domiciliadas en el país, con

excepción de aquellas exoneradas de acuerdo con los tratados vigentes, en los que en el

Perú es parte.

Artículo 20°.- Empadronamiento e Inventario

El Ministerio de Defensa por medio de los Órganos de Reserva y Movilización de

los Institutos de las Fuerzas Armadas, tendrá a su cargo el empadronamiento, clasificación

y asignación de los recursos humanos en sus respectivas unidades. Los demás Ministerios,

Organismos Públicos, Gobiernos Regionales y Locales participaran en el empadronamiento

del personal, así como en el inventario de materiales correspondientes al ámbito de su

competencia.

Asimismo los Ministerios, Organismos Públicos, Gobiernos Regionales y Locales

realizaran el inventario de los recursos materiales-bienes y servicios-correspondientes al

ámbito de su competencia, remitirán al Ministerio de Defensa y al Instituto Nacional de

Defensa Civil (INDECI) la relación de los recursos materiales declarados no indispensables

para el funcionamiento de las empresas públicas y privadas.

Los Ministerios son responsables de empadronar las empresas públicas y privadas

de su sector, en función de la actividad que realizan sus unidades de producción o

prestación de servicios, remitiendo dicha información al Ministerio de Defensa y al

Instituto Nacional de defensa Civil (INDECI).

Artículo 21°.- Obligación de proporcionar información

Las personas naturales y jurídicas sujetas a movilización, están obligadas a

proporcionar la información necesaria para su empadronamiento, clasificación,

44
organización, empleo y otros requerimientos de la Defensa Nacional. La confidencialidad

de la información estará garantizada bajo responsabilidad. Asimismo están obligados a

actualizar sus datos personales, cada vez que sean modificados.

Artículo 22°.- Régimen aplicable a las personas naturales movilizadas

Las personas naturales movilizadas que integran la reserva, están comprendidas

dentro de los alcances de la Ley del Servicio Militar. Aquellas personas movilizadas en

otros campos de defensa nacional, están sujetas a las normas administrativas de cada sector.

CAPITULO II

DE LOS BIENES Y SERVICIOS

Artículo 23°.- Bienes y servicios al movilizar

Constituyen bienes y servicios a movilizar:

1. Los recursos naturales renovables y no renovables

2. Los bienes muebles e inmuebles

3. Los recursos económicos y financieros

4. Los servicios públicos esenciales y no esenciales que sean prestados por entidades

de derechos público o privado

Artículo 24°.- Captación de bienes y servicios

La captación de bienes y servicios para fines de movilización, en la fase de

ejecución, se realiza por:

1. Trasferencia

45
2. Requisición

3. Intervención

4. Donación

La autoridad competente inscribirá los bienes y servicios captados bajo las

modalidades indicadas en el registro correspondiente, expidiéndose la constancia

respectiva.

Artículo 25°.- Transferencia

La transferencia de bienes y servicios son fines de movilización, tiene carácter

temporal y se realiza previo empadronamiento por la autoridad competente. Puede ser por

concertación, cuando medio acuerdo entre los propietarios de los bienes y servicios y la

autoridad competente; o voluntaria, cuando por propia iniciativa los propietarios de bienes

y servicios se ponen a disposición de la autoridad para los fines de movilización.

Artículo 26°.- Requisición

La requisición es una medida de carácter temporal dispuesta por el Gobierno en la

que se embarga un bien, poniéndolo a disposición de la autoridad competente para los fines

de movilización. Se exceptúan:

1. Los bienes pertenecientes a las representaciones diplomáticas y organismos

internacionales acreditados en el país. No están comprendidos en esta excepción los bienes

de los peruanos que desempeñan funciones consulares encomendada por otros Estados

extranjeros en el país.

2. Los semovientes destinados a la reproducción y al mejoramiento de la raza de estos

46
3. Los demás que por su naturaleza, fin o destino incompatibles con la movilización o

se encuentren exceptuados por ley expresa.

Para el cumplimiento de esta función se crean Comisiones de Requisaron, cuya

responsabilidad serán establecidas en el Reglamento de la presente Ley.

Artículo 27°.- Intervención

La intervención es una medida de carácter temporal dispuesta por el gobierno,

dirigida a administrar mediante la autoridad competente las unidades de producción de

bienes y servicios que hayan incumplido las disposiciones y convenios establecidos para la

movilización. Es dispuesta por el Poder Ejecutivo mediante dispositivo legal

correspondiente.

Artículo 28°.- Constancia y Registro de bienes y Servicios

La autoridad competente expedirá una constancia de los bienes y servicios

transferidos, requisados, intervenidos y donados. Dichos bienes y servicios serán inscritos

en el Registro de Captación de Bienes y Servicios para la movilización a cargo del

Ministerio de Defensa, a través de los Institutos Armados, así como del Instituto de Defensa

Civil (INDECI), según sea el caso.

Artículo 30°.- Restitución de Bienes

Concluida la situación de emergencia se procederá, según sea el caso, a la

restitución de los bienes trasferidos, requisados o intervenidos, a sus respectivos

propietarios en el estado en que se encuentren, sin perjuicio de la indemnización que

pudiera corresponder por el deterioro, daño o pérdida total o parcial de los mismos, de

conformidad con las disposiciones legales vigentes.


47
Artículo 31°.- Potenciación, reorientación de la industria y producción de bienes y servicios

El Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Defensa elaborara un plan de

potenciación de las industrias de interés para los fines de movilización y establecerá los

niveles de producción que los sectores productivos deben mantener. Asimismo podrá

reorientar la producción, modificando o creando las líneas necesarias para asegurar los

requerimientos generados por la situación de emergencia, a partir de la ejecución de la

movilización.

Según la naturaleza y necesidades de la movilización, mediante dispositivo legal, se

podrá restringir y prohibir la adquisición, posesión, comercialización, distribución y

transferencia de bienes y servicios.

Artículo 32°.- Asignación de la producción y servicios a los requerimientos de la

Movilización

El Poder Ejecutivo mediante Decreto Supremo, podrá disponer que las unidades de

producción y de prestación de servicios suministren la totalidad o parte de su producción o

servicios que resulten necesarios para cubrir los requerimientos de la movilización,

suscribiéndose los contratos respectivos.

TITULO V

DERECHOS Y RETRIBUCIONES

CAPITULO ÚNICO

DE LOS BENEFICIOS

Artículo 33°.- Derechos de las personas naturales

48
Las personas movilizadas para servir en los institutos Armados, de conformidad con

lo establecido en la presente Ley, tendrán derecho a los beneficios considerados en la Ley

del Servicio Militar.

Las personas naturales movilizadas por los sectores, Organismos Públicos,

Gobiernos Regionales y Locales, tendrán derecho a los beneficios considerados en el

régimen legal que les corresponde.

Las personas naturales que no pertenecen a ningún régimen de seguridad social,

para casos de invalidez o fallecimiento, serán indemnizados por el Estado a través del

sector que leas convoca.

Artículo 34°.- Retribuciones

La prestación de servicios, el suministro de bienes, así como los costos por la

adecuación de equipos e instalaciones de las unidades de producción y prestación de

servicios con fines de movilización serán pagados de acuerdo a lo establecido en los

respectivos contratos.

TITULO VI

INFRACCIONES Y SANCIONES

CAPITULO ÚNICO

DE LAS INFRACCIONES, SANCIONES Y DENUNCIAS

Artículo 35°. Infracciones

Cometen infracciones a la presente ley:

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a) Los que no proporcionen datos sobre bienes, unidades de producción o prestación

de servicio o proporciones información falsa

b) Quienes no concurran a los llamamientos para actualización de datos y padrones

c) Los funcionarios, así como las personas naturales y jurídicas que no brinden

facilidades laborales o académicas a quienes deben concurrir a los llamamientos conforme

a la ley

d) Quienes se niegan a proporcionar los bienes y servicios que le son requeridos para

fines de movilización

e) Las personas naturales o jurídicas que se nieguen a reorientar las actividades de sus

unidades de producción o prestación de servicios; o no restrinjan la comercialización o

consumo de bienes y servicios; no suministren la totalidad o parte de la producción o de los

servicios que resulten necesarios para los fines de movilización

f) Los funcionarios de organismos que infrinjan la confidencialidad

g) La autoridad competente que retenga indebidamente un bien trasferido, requisado,

intervenido o donado, o le dé un uso distinto al dispuesto.

Artículo 36°.- Sanciones

Aquellos que incurran en alguna de las infracciones señaladas en el artículo 35°, estarán

sujetos a las siguientes sanciones:

1. Los que incurran en la causal señalada en el inciso a) sean sancionados con una

multa equivalente a una Unidad Impositiva Tributaria (UIT) vigente a la fecha en que se

efectué el pago

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2. Los que incurran en la causal señalada en el inciso b) serán sancionados con una

multa equivalente al 2% de la (UIT) vigente a la fecha en que se efectúe el pago

3. Los que incurran a las causales señaladas en los incisos c) y f) serán sancionados

con suspensión y, de reincidir en la infracción, con destitución, si se trata del 10% de (UIT)

vigente a la fecha en que se efectué el pago, si se trata de personas naturales y el 30% de la

(UIT) en caso de personas jurídicas del sector privado

4. Los que incurran en las causales señaladas en los incisos d) y e) serán sancionados

con una multa equivalente a una UIT

5. Los que incurran en la causal señalada en el inciso g) serán sancionados de acuerdo

a la gravedad de la infracción

La aplicación de estas sanciones no exceptúa el cumplimiento de lo dispuesto en la presente

Ley

Artículo 37°.- Pago de Multas y Denuncias

Las multas a que se refiere el artículo anterior serán canceladas conforme a lo que dispone

el reglamento de la presente Ley, en caso de incumplimiento se procederá a entablar las

medidas cautelares que fueran necesarias.

Asimismo, el hecho de cancelar las multas dispuestas en el artículo anterior no exime a los

infractores de ser denunciados ante el fuero militar o común según corresponda.

TITULO VII

FINANCIAMIENTO Y EJECUCIÓN DE LA MOVILIZACIÓN

CAPITULO ÚNICO

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RECURSOS FINANCIEROS

Artículo 38°.- Financiamiento

Los gastos del planeamiento y preparación de la movilización y desmovilización, son

previstos pos los organismos responsables en sus respectivos presupuestos anuales.

Artículo 39°.- Gastos extraordinarios de la fase de Ejecución

Los gastos extraordinarios que demande la fase de ejecución de la movilización y

desmovilización, serán financiados con cargo al Presupuesto General de la Republica. (1)

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CONCLUSIONES

 PRIMERA:
La desmovilización es el retiro de los militares de un Estado que están protegiendo su
territorio y a su población, es decir, es el retiro de los grupos armados. Tiene como fin
reintegrar a las personas involucradas en la movilización para la protección de un ataque,
estas personas después de todo lo ocurrido les es un poco complicado reintegrarse a la
sociedad debito a los traumas que pudieron obtener debió al entorno en el que estaban o
algunas perdidas de sus miembros, por ende, el Estado debe promover programas para que
estas personas no tengan ningún problema al integrarse a la sociedad y conseguir
empleamos para mantener a sus familias.

 SEGUNDA:
Los fundamentos de la desmovilización de la desmovilización se van a centrar
prioritariamente en el hecho de que necesita un trabajo conjunto de todos los campos que
posee el país, de modo que esta cooperación permita el logro de objetivos que se planteen,
además de que para que todas las medidas que adopten sean ejecutadas de manera en la que
el Desarrollo Nacional no sea afectado ni paralizado.

 TERCERA:
A diferencia de lo que nos indica la movilización, respecto a los recursos a ser movilizados,
es que podemos apreciar que se consideran a las donaciones o aporte hechos por personas
naturales o jurídicas de origen nacional, o extranjeras. Todo esto debería de ser
administrado según la ley.

 CUARTA:
Los campos de desmovilización tienen como prioridad la readecuación que viene a ser la
reparación de daños causados, ya sean en el aspecto militar, en el que tiene que ver la
seguridad tanto interna como externamente; el aspecto económico, en donde el sistema
económico es quien sobre sale con la normativa de este en la sociedad; posteriormente el
aspecto sicosocial, en el que la sociedad y la relación con esta tienen que ser renovados y
por último el aspecto político en el que las relaciones del estado y su administración van
relacionados con la política.

 QUINTA:
El fin de la reinserción y reintegración tiene relación ya que ambos ven el retorno de
aquella persona que ha infringido la ley regrese a una convivencia en sociedad y sobre todo
con el entorno que le rodea.

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BIBLIOGRAFIA

GALTUNG, Johan, “La educación para la paz sólo tiene sentido si desemboca en la

acción”, El Correo de la UNESCO, febrero 1997

GALTUNG, Johan Peace by Peaceful Means, Sage/PRIO, 1996, 280 p.

AISENSON, Aída, Resolución de conflictos: un enfoque psicosociológico, Fondo de

Cultura Económica, 1994, 187 p.

MOAWAD, Nazli, “An Agenda for Peace and a Culture of peace”, en From a culture of

violence to a culture of peace, UNESCO, 1996, p. 183.

BETTELHEIM, Bruno, Educación y vida moderna, Editorial Crítica, Barcelona, 1982, p.98

ROJAS MARCOS, Luis, Las semillas de la violencia, Espasa Calpe, Madrid, 1995, 230 p.

SYMONIDES, Janusz; SINGH, Kishore, “Constructing a culture of peace: challenges and

perspectives. An introductory note”, en From a culture of violence to a culture of peace,

UNESCO, 1996, pp. 20-30.

Salazar, J. N. (2012). Curso de Defensa Nacional. Tacna: LIM.

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