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Los conflictos reales son aquellos que en realidad existen, y que vienen provocados
por diversas causas, ya sean estructurales o del entorno (económicas, legales,
relacionales, etc.), entre otros.
Por ejemplo: Pablo alquila su casa a Adrián con un coste mensual de 600
euros, porque este último se ha mudado a la gran ciudad. Todo va bien hasta
que Adrían pierde su trabajo y, como consecuencia, deja de pagar el alquiler.
Se crea un conflicto económico que es real.
Por ejemplo: María piensa que Juan, su pareja, ya no siente lo mismo por
ella. Juan se ha quedado sin batería y no ha podido llamarle como hace cada
noche. En realidad, Juan está preocupado por no poder llamarle, pero no
tiene la posibilidad de hacerlo en ese momento. No existe conflicto alguno,
pero María piensa que el motivo por el que Juan no le llama es porque está
con otra mujer.
Los conflictos inventados, igual que ocurre con los imaginarios, no son reales. Ahora
bien, a diferencia de éstos, existe una intención por parte de alguna de las partes
que, generalmente, quiere sacar algún beneficio. Esto hace que buena parte de este
fenómeno sea en realidad manipulación o gaslighting.
Por ejemplo: una persona que simula un accidente para que el seguro le
pague la reparación de un golpe trasero que ocurrió porque él mismo le dio
a un poste de iluminación cuando daba marcha atrás.
Este conflicto ocurre de forma interna, en la mente del individuo. Esto significa que
tiene su origen está en los eventos privados: pensamientos, valores, principios,
emociones… Estos conflictos pueden tener distintos grados.
Por ejemplo: desde un conflicto cotidiano sobre qué comer hoy, hasta un una
crisis existencial que le causa un gran sufrimiento a la persona que lo padece.
Los conflictos intrapersonales pueden ayudarnos a crecer como personas si
los resolvemos satisfactoriamente.
Por otro lado, a diferencia de lo que ocurre en los conflictos interpersonales, es más
difícil que se den a partir de malentendidos, ya que la presencia de otras personas
hace que el "efecto contagio" necesario para considerarse un conflicto intragrupal
demore la aparición de este. Además, un mayor número de observadores hace
menos probable que puedan aparecer malentendidos que se mantengan a lo largo
del tiempo.
Por ejemplo: el conflicto entre dos empresas por motivos económicos, una
guerra entre pueblos por su religión o entre “hooligans” por su equipo de
fútbol.
3. Según el contenido
Los conflictos de intereses tienen que ver con las motivaciones y las necesidades
de cada persona o grupo y con los recursos presentes en ese momento.
Por ejemplo: cuando un trabajador quiere más dinero por la jornada que
realiza y la empresa no quiere pagarle más.
Tienen que ver con la cultura y el entorno en el que ha crecido la persona. Son
frecuentes y complejos, pues no es fácil que una persona cambie los principios que
rigen su comportamiento. En el caso del del conflicto ético suele ocurrir cuando una
persona ha de tomar una decisión que no concuerda con sus valores más
profundos.
Los oficiales que no quisieron aceptar el indulto ofrecido por el gobierno siguieron
luchando, convertidos en guerrilleros; en alianza con miembros del Partido
Guatemalteco del Trabajo -PGT- o Partido Comunista y otras facciones que
surgieron en esos años (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Número de masacres
TIERRA ARRASADA
La política de tierra quemada o de tierra arrasada es una táctica militar que consiste
en destruir absolutamente todo lo que pueda ser de utilidad al enemigo cuando una
fuerza avanza a través de un territorio o se retira de él.
La táctica de la tierra quemada es una acción que vincula los aspectos militares y
económicos o incluso psicológicos de una estrategia militar. Estas acciones
destructivas tienen la ventaja de que no requieren adelantos tecnológicos ni una
especialización particular por parte de los combatientes que la aplican. Cuando se
emplea en territorio enemigo se pretende destruir su voluntad de resistir mediante
la intimidación, provocando sufrimiento a las poblaciones locales ya que destruye
sus propiedades y medios de subsistencia. Si se aplica en territorio propio al
retirarse, el objetivo es retrasar o incluso detener el avance enemigo al dejarle sin
recursos que aprovechar, o entorpeciendo su movimiento.
En la Guerra de los Cien Años (1342-1450) fue utilizada tanto por ingleses
como franceses.
Durante la Gran Guerra del Norte, Pedro el Grande de Rusia aplicó esta
táctica antes de su victoria sobre los suecos en la batalla de Poltava en 1709.
Esto se produjo tras la derrota de los refuerzos de Carlos XII de Suecia en
la Batalla de Lesnaya, y su consecuente negativa a retirarse a Polonia o a
Suecia, decidiendo forzar la situación bélica al invadir Ucrania en su lugar.
Pedro retiró a su ejército hacia el sur, destruyó cualquier propiedad que
sirviese a los suecos para apoyarse en su avance, impidiendo así el
reaprovisionamiento de suministros locales por parte de los suecos, quienes
tuvieron que detener el avance en el invierno de 1708-1709.
Durante las Guerras napoleónicas, fue empleada tanto por las guerrillas
españolas contra las fuerzas del ejército imperial francés, cuando éste
invadió la península(1808-1814), como por los rusos en la desastrosa
campaña de la invasión napoleónica de Rusia impulsada
por Napoleón en 1812.
En La Revolución Mexicana, este método fue usado por las fuerzas federales
de Victoriano Huerta y después comandadas por el Gral. Juvencio Robles en
contra de las fuerzas rebeldes de Emiliano Zapata durante los años 1911 a
1914. Tanto Huerta como Robles arrasaron pueblos enteros del estado de
Morelos, como Ticumán, Elotes o Santa María. Sin embargo, el efecto fue
contrario al esperado, pues provocó la ira y odio de los campesinos que
fueron fortaleciendo las fuerzas zapatistas (el llamado Ejercito Libertador del
Sur) que logró derrotar y expulsar de Morelos al ejército federal en 1914.