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Introducción
Todas las partes de los árboles, flores, frutos, semillas, follaje, retoños, ramas,
corteza, líber, xilema y sistema radical, están expuestas a la acción de los
insectos; generalmente hay al menos una especie de insecto que se especializa
en cada una de ellas. La actividad de los diversos insectos dañinos del bosque,
producen en algunos casos efectos característicos como retoños truncados,
hojas destruidas, etc. En otros casos, es la misma reacción del árbol al daño la
que revela la acción de los insectos, como secreciones de savia ó la formación
de agallas. En otros casos los insectos se manifiestan por sus "signos" como
capullos, masas de huevos, etc.
Estos signos o síntomas ayudan al ingeniero forestal a identificar la causa de
algunas perturbaciones. Hay algunos daños tan característicos (como el tipo de
galerías construidas por los descortezadores) que fácilmente se puede precisar
el tipo de insecto causante, e inclusive la especie.
Los insectos chupadores insertan un tipo de trompa o pico (probóscide) en los
tejidos de las hojas, brotes, ramas, flores o frutos y chupan los jugos de la planta.
Algunos ejemplos de insectos chupadores son los áfidos (pulgones), los
chinches, los tisanópteros y las saltarillas. El daño causado por estas plagas a
menudo está indicado por decoloración, decaimiento, marchites, manchas
foliares (punteado o moteado), la presencia de mielato o la falta general de vigor
en la planta afectada.
Los insectos barrenadores, las plagas en esta categoría pasan tiempo
alimentándose en algún lugar debajo de la corteza del árbol durante su etapa de
larva. Algunos barrenadores matan pequeñas ramas y líderes al alimentarse de
ellos sus adultos o cuando los huevos dan origen a las larvas que taladran el
tallo y allí se convierten en adultos. Otros barrenadores, conocidos como
escarabajos de la corteza, se aparean en o cerca de la superficie de la corteza y
los adultos ponen huevos en túneles bajo ésta. Un ejemplo de un barrenador es
la termita, la cual por lo regular no es peligrosa en los árboles. Cuando los
barrenadores se comen sólo el duramen y la albura, el daño es mayormente de
tipo estructural y debilita al árbol. En cambio, si se comen la corteza interna y el
cambium, están destruyendo partes vitales del árbol y lo matan rápidamente.
Es necesario indicar, que en algunas ocasiones se presenta un efecto
combinado ó mixto de factores adversos; una mala calidad de sitio podría tornar
propensos los árboles al ataque del patógeno, que, a su vez, crearía condiciones
favorables para la afección por parte de insectos oportunistas, como algunos
descortezadores y comejenes. Es por ello que es fundamental determinar con
exactitud cuál es la causa real de un problema, para orientar adecuadamente su
combate.
II. Daños
- Lineal
- En serpentina
- Amorfa o lagunar
- Combinada
2.1. Bolsas de seda: mediante una red de hilos de seda, unen grupos de
hojas de ramas terminales, viven en su interior y se alimentan del follaje
aledaño.
2.2. Estuches o vainas larvales: Fundas que hace la larva con tejido
vegetal, saliva, etc.
2.3. Salivazos: Las ninfas de la familia Cercopidae, viven dentro de una masa
espumosa de color blanco que es excretada a través del ano. Esta espuma
los protege de sus enemigos naturales.
2.4. Cubiertas de escamas: La mayoría de los estadios están protegidos
bajo una escama que es producida por el insecto para protegerse.
- Capullos
- Excrementos
- Hebras de seda
IV. Bibliografía
PROTECCIÓN FORESTAL I
Docente:
Ing. Oscar Sáenz Narro
Alumno:
Miguel Ángel Narro Soria
Ciclo:
V