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La Salud Psíquica en la dialéctica entre Actor y Personaje

Como se mencionó en la introducción, M desempeña dos roles diferentes


en el Museo de Bellas Artes. Por un lado es guía de visitas y por el otro es
coordinadora del área de Educación, en la cual tiene a 16 colaboradores a su
cargo.
En este apartado vamos a pensar en la salud psíquica de M en relación a la
subjetividad que genera el trabajo y en la importancia de la posición que toma el
sujeto frente al escenario de cada organización. Para esto, nos enfocaremos en la
dialéctica que se establece entre el actor y el personaje, la necesidad y la
satisfacción del actor, teniendo como base los aportes de Leopold Schvarstein.
Schvarstein sostiene que el concepto de salud psíquica remite a la unidad
del pensar y del sentir en el hacer. En otras palabras, la acción desarrollada en
situación de trabajo pone de manifiesto la relación dialéctica entre el actor y el
personaje. Es una relación dialéctica porque permite dar cuenta de la
internalización del mundo externo y la internalización del mundo interno, a través
de la distancia de rol que se establece. Si esa distancia es muy grande o muy
pequeña genera alienación, con lo cual la salud psíquica está en estrecha relación
con la distancia de rol. La organización, por su parte puede ser un instrumento a
través del cual el actor es sujeto de sus actos, o bien puede generar una
dependencia institucional donde el actor “se disfraza de personaje para encubrir
una identidad no lograda más allá de esa cáscara” (Schvarstein, 2005).
En este sentido, nos interesa centrarnos en este caso en la distancia entre
el actor y el personaje que mantiene la entrevistada. Nos interesa pensar de qué
manera se implica en sus diferentes roles, en el de guía de visitas y en su rol
como coordinadora el área de Educación. Cuál es la distancia entre el actor y el
personaje en ambas situaciones y cómo lo lleva ello en la totalidad de su función
dentro del museo.
Según Schvarstein:
“El trabajo sigue teniendo un papel central como organizador y articulador
del sentido en los espacios de la vida cotidiana. Brinda una identidad, un lugar
social. Es constructor de un espacio de pertenencia, real o simbólico.”
(Schvarstein, 2005)

El trabajo humano, según Schvarstein, favorece la posibilidad de relación entre las


personas y la asociación entre ellas para aprovechar su capacidad de
transformación de lo social (Schvarstein 2005). Es decir, la capacidad humana de
trabajar está en estrecho vínculo con las formas asociativas entre las personas en
acto de transformación de lo social. A su vez, el sujeto le asigna sentido a su
trabajo mediante la identificación con el producto del mismo. Esta dialéctica tiene
lugar debido a que el trabajo brinda una identidad, en tanto produce un espacio de
pertenencia, real o simbólica (Schvarstein, 2005). En relación con el sentido que le
asigna a su trabajo, M expresa:
“Mi trabajo no sólo implica una obligación por una remuneración económica, sino
un espacio de desarrollo profesional.”
Y en cuanto a la asociación entre personas, a través de su rol de coordinadora,
expresa lo siguiente:

“Me preocupo mucho por tratar esta cuestión más humana de relaciones, de
cómo limarla y que todos nos sintamos bien. Ese es un trabajo extra que lleva
mucha energía y que trato de hacer lo mejor que puedo.” (…) “acá se entrelaza el
trabajo con un compromiso afectivo, como con un grupo humano con el que
estamos trabajando, se entrelaza mucho todo.

Frente a la pregunta acerca de cuáles son sus expectativas actuales respecto de


su trabajo, M responde que son: “Continuar desarrollando proyectos y encaminar
nuevos”. En esta declaración inferimos su necesidad de transformar la realidad.

Como mencionamos anteriormente, Schvarstein plantea que se establece una


relación dialéctica entre el personaje (el rol que desempeña un sujeto) y el actor
(el individuo real que desempeña ese rol). En esta relación entre el actor y el
personaje, se plantean diferentes posiciones posibles frente al trabajo en el
escenario de una organización. Del sentido asignado al trabajo, surge la
posibilidad de cuatro escenarios. Esta relación dialéctica entre actor y personaje,
incluye a su vez una doble dialéctica entre ellos y la necesidad y satisfacción.
Estos escenarios posibles son: el trabajo que me disfraza, el trabajo que me
encubre, el trabajo que me gusta y el trabajo que me encubre (Schvarstein, 2005).
Tomando estos conceptos, podríamos pensar que M se posiciona en el
cuadrante del “trabajo que me gusta”, dónde según el autor:

“Aquí el papel del personaje le genera satisfacción al actor, porque es parte


de su vocación.” (Schvastein, 2005)

Esta posición la podemos inferir a partir de las siguientes declaraciones de


M en la entrevista:

“La idea de enseñar es la pasión de lo que te gusta estudiar”

“Cuando te toca la parte de las buenas interacciones una gratificación


enorme. Las personas que se acercar agradeciéndote o que te hace una pregunta
interesante que da pie para intercambiar te sentís en la gloria, porque te sentís
que con lo que dijiste aprendió y todo es maravilloso.”

“Sigo haciendo visitas porque es la esencia de mi profesión y amo enseñar.


Es lo que más me gratifica.”

Por otra parte, en relación a su rol como coordinadora, podríamos inferir


que su posición es la del trabajo que me disfraza. En esta posición:

“El personaje aparece como una necesidad del actor, solamente en tanto
medio para hacer lo que le place fuera de la organización.” (Schvarstein, 2005)
Con una salvedad, en lugar de tener como objetivo el de ganarse la vida y
nada más, o permitirle hacer lo que plazca fuera de la organización, consideramos
que este “disfraz” de coordinadora tiene el fin de permitirle realizar el “trabajo que
le gusta”: guiar a los visitantes.
Esto lo inferimos a partir de los siguientes dichos de M:

“Coordinar, fijar criterios y prioridades y tomar decisiones es algo que


demanda energía y preocupación.”

“La parte de gestionar las cosas y coordinarlas, te aleja de lo que es


fundamental que es la historia del arte. Entonces siento como que está bien pero
siento también muchas veces que ata.”

En estas dos afirmaciones se manifiesta que para M la gratificación


fundamental es la historia del arte que enseña en sus visitas guiadas, mientras
que la actividad de coordinación le demanda energía y preocupación. Entonces,
como contraparte de la exigencia y preocupación de este rol, tiene la posibilidad
de poner en práctica su saber en una actividad que representa gratificación y
satisfacción para ella, como una necesidad del actor:

“Y después para despuntar el vicio, en la última hora siento la necesidad de


seguir enseñando / en escena y por eso siempre trato de ponerme a hacer
algunas de las visitas al público porque me gusta, aunque entiendo que tambien
me complica el desempeño de mi tarea.”

“Entonces siento que muchas veces se me complica la tarea pero me gusta hacer
lo que hago entonces… nadie me lo impone soy yo sola”.

En estos extractos de la entrevista, si bien manifiesta comprometerse con el


desempeño de ese rol, pareciera que lo sostiene en tanto es lo que le permite,
también dentro de la organización, desempeñar el trabajo que le gusta, el que le
da satisfacción al actor. Es por esta razón, que al preguntarle acerca de qué es lo
que menos le gusta de su trabajo, M expresa:

“La parte de gestionar y la relación con mis superiores.”

En este sentido, podríamos pensar que su vocación se relaciona con el rol


de educadora, y con el trabajo con la gente (los visitantes del museo). En relación
con esto, M dice:

“Siempre tengo el placer de estar leyendo, de estar explicando.”

“Necesitás también tener un tipo de perfil para quedarte en un lugar como la


educación. (...) Es más la interacción con la gente. Estás trabajando más con la
gente y eso me encanta.”

“En mi otro lugar de trabajo que es la vocación docente, entre a trabajar ad


honorem en un centro cultural barrial, que ese fue en realidad mi primer primer
trabajo, que le tengo que enseñar toda la vida porque me enseñó el modo de
enseñar el arte de esta manera, repensarlo no académicamente, sino ver cómo
haces para vincularte con otros públicos. Vos tenés que saber mucho, para saber
qué decir, cómo decirlo, en qué orden y de qué manera. Creo que es una tarea
mucho más compleja y creo que no está tan reconocida para lo que es.”

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