En el Día de los Muertos, que se celebra cada 2 de noviembre, es
usual que las familias se vuelquen a los cementerios para saludar a
sus difuntos, pero hay otras tradiciones muy arraigadas en el Perú.
Por ejemplo, en los Andes de nuestro país se tiene la costumbre
ancestral de hacer altares con las comidas y potajes que más le gustaba comer al ser querido ya fallecido. También se colocan velas para motivar el rezo.
Según la tradición, se cree que las almas llegan a la tierra el 1 de
noviembre en el Día de Todos los Santos y luego, al día siguiente, retornan a su morada.
Las típicas tantawawas, una especie de muñecos construidos
con masa de pan, también son infaltables para honrar a los difuntos. Elaboradas, principalmente con formas de bebés, también tienen caritas o mascaritas, y representan a las almas que ya partieron.
Pero otra tradición en la sierra peruana es la colocación de coronas
en las tumbas, en lugar de flores frescas.
Se trata de un trabajo manual en el que se coloca cada flor en una
base hecha de alambre. Cuando la corona es para una mujer, se elabora la imagen de una virgen; si es para un varón, se recrea a un santo; y si es para un niño, lo común es una corona de ángel.
El Día de los muertos se ha popularizado a nivel mundial pero sobre todo en
los países latinoamericanos. En algunos países se conmemora este día el 01 o el 02 de noviembre. Esta creencia tendría como origen en los países mesoamericano.
¿De qué se trata el Día de muertos?
El Día de los Muertos se trata de honra a los difuntos, como su mismo nombre lo dice. En algunos lugares se celebran el 1 o el 2de noviembre comenzando desde el 31 de octubre. Origen del Día de Muertos Esta tradición nació en los países mesoamericano, precisamente en México. La idea nació con la intención de rendir un ritual a los ancestros de estas civilizaciones desde la época precolombina. Entre los pueblos prehispánicos era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
Celebración y tradición por el Día de los Muertos
Desde los años 50' se optó por tener la costumbre de adornar las tumbas de los cementerios con flores y velas, visitar los panteones los días 1 y 2 de noviembre. Antiguamente, la clase alta por las mañanas y los pobres por la tarde, la gente de dinero aprovechaba estos días para poder estrenar sus ropas negras que preparaban desde antes para poder lucirlas en los panteones, esta costumbre es de origen europeo. A la media noche, se suele colocar una ofrenda donde se coloca su comida y bebida favorita, fruta, calaveritas de dulce y, si fuese el caso, juguetes para los niños a los difuntos, por lo general van dirigidos para algún familiar que ya no esté en vida. En otros países, acompañan estas ofrendas con la fotografía del difunto. En Perú se suele acudir a los panteones en familia, acompañados de comidas, bebidas y hasta bandas musicales. Esta tradición se vive en todo su esplendor en uno de los cementerios más grande de Latinoamericana, 'Nueva Esperanza', en el distrito Villa María del Triunfo.