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La voluntad de Dios y la voluntad del hombre.

• Semana 24-30 junio 2019


La voluntad de Dios y la voluntad del hombre.
Objetivo: Conocer la voluntad de Dios y su plan a través de las escrituras.
Idea Central: La voluntad de Dios es agradable y perfecta para mi vida.
Proposición: Que cada miembro de círculo de amistad conozca la voluntad de Dios y su plan a través de
las escrituras.
Introducción:
Dios creo al hombre y le dio algo muy especial y único, ese algo no se la dio a nadie más de lo creado,
sino al hombre. Dios le dio al hombre voluntad propia y libre, de modo que él era independiente de poder
tomar sus propias decisiones, esto no significa que todo lo que el hombre hace está conforme a su voluntad.
Dios nos revela su perfecta voluntad y cuando esa voluntad llega clara a nuestro conocimiento, todo
intento de sustituirla por la voluntad personal o por la voluntad humana y que aparentemente se ve más
acertada es insensatez y rebeldía que termina trayendo consecuencias con las que tendremos que lidiar
cada día. Dios no nos demanda que entendamos su voluntad, sino que la obedezcamos, aunque nos parezca
poco razonable.

Romanos 12:2
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,
para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable, y perfecta.”

Voluntad es la facultad del ser humano para gobernar sus actos, decidir con libertad y optar por un tipo de
conducta determinado. La voluntad de Dios es una elección libre de la persona de actuar conforme a
la voluntad divina dándose a sí mismo a la causa de Dios.

A continuación vamos a ver algunos aspectos sobre La voluntad de Dios y la del hombre:
Desarrollo:
1. La voluntad propia (libre albedrío):
Ésta es la voluntad del hombre, la naturaleza egoísta básica que desea andar a su propia manera. El hombre
tiene la capacidad de decidir por sus acciones, pero no tiene la capacidad de elegir las consecuencias de
sus acciones. El pecado, sufrimientos y problemas en el mundo de hoy son resultados del hombre que
vive en la desobediencia a la voluntad de Dios. 1 Cor. 10:23. No todo de lo que parece bueno nos
conviene. Mucho de lo que hacemos es porque rendimos nuestra voluntad a lo que deseamos desde nuestra
La voluntad de Dios y la voluntad del hombre.
alma y no desde nuestro espíritu. Por ejemplo, cuando renunciamos a un trabajo por más dinero y no
entendemos propósito en medio de la situación que nos encontramos en el trabajo o una decisión en la
familia.
2. La voluntad de Dios:
Dentro de la voluntad de Dios tenemos dos aspectos que la definen. El primero es la voluntad soberana
de Dios, la cual consiste en un plan predeterminado para todo lo que pasa en el universo. Dicha voluntad
se cumple sin tomar en cuenta las decisiones del hombre hechas por el hombre. Esta voluntad se revela a
través de las Escrituras. El segundo es su voluntad específica para cada persona para el cumplimiento de
su propósito, para dicha voluntad se requiere de la cooperación de la persona. Cada uno de nosotros
tenemos el poder de decidir si caminar o no en la voluntad específica de Dios para nuestra vida. Cuando
las persona caminan lejos de la voluntad de Dios, son gobernados por el pecado. Ef. 2:3

La voluntad de Dios es buena, es decir, no le desea mal a nadie, busca hacer el bien, habla la verdad, hace
justicia y misericordia. La voluntad de Dios es agradable, es decir, cuando la ponemos en práctica nos
deleitamos, nos hace estar en paz con todos y sobre todo trae complacencia al Padre. Sal. 40.8 La voluntad
de Dios es perfecta, esto significa que nos hace andar en el camino más exacto hacia su propósito,
permanece para siempre. 1 Jn. 2:16-17.

Para alinear mi voluntad a la de Dios debo primero reconocer a Cristo como la única persona que va a
transformar mi vida, pero para eso tengo que abrir mi corazón y esto es una decisión voluntaria. Jn. 15:5.
También debemos estar dispuestos a hacer la voluntad de Dios. Porque muchas veces podemos saber qué
es lo que Dios quiere hacer en mí, pero no estar dispuestos a accionar. Sal. 86:11. Del mismo modo,
debemos vivir una vida del Espíritu. En la medida que nuestra vida es guiada por el Espíritu Santo
aprendemos más de lo que Dios desea para nuestra vida. Col. 1:9-10. L

Conclusión:
Los resultados de una vida obediente a la voluntad de Dios es que desarrollamos una comunión con Dios,
renueva nuestra mente y crecemos espiritualmente, nos llena de sabiduría e inteligencia y eso nos ayuda
a permanecer firmes. la voluntad que Dios le dio al hombre, será de bendición cuando este entienda que
la voluntad de Dios es lo mejor para su vida
Recuerde hacer el llamado

citas de inspiración Hosanna Central


Domingo: 8:00 am / 11:00am

Con el cuerpo uno puede conocer Jueves: 6:30pm
el mundo físico; con el alma se Hosanna Linda Vista- Hosanna Norte
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puede conocer a sí mismo; y con Jueves: 6:30pm
el espíritu puede conocer a Dios. Hosanna Sur
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