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VILLA
SANTO DOMINGO DE SORIANO
INVESTIGACIÓN EXPLORATORIA
Departamento de Soriano
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Plano de la Villa
1. Escuela
2. Plaza, Iglesia
3. Aduana
4. Comisaría
5. Cancha de fútbol
6. Escuela industrial
7. Plaza de deportes
Programa
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DISEÑO DE ESTRATEGIAS EDUCATIVAS
QUE TENGAN EN CUENTA LAS DIVERSAS
RAÍCES CULTURALES
Proyecto
INVESTIGACIÓN EXPLORATORIA
EN VILLA SANTO DOMINGO DE
SORIANO
Resumen
El Grupo de Investigación en Ciencias Sociales de la Secretaría de Formación de
AdeMu Montevideo en colaboración con cuatro estudiantes magisteriales y docentes de
Soriano, realizaron una investigación exploratoria en Villa Soriano. Se buscaba hacer un
relevamiento de aspectos socioeconómicos y culturales incluyendo la búsqueda de
pervivencia de las raíces culturales específicas de la localidad y la interacción de las
actividades registradas con la economía informal así como los entretejidos sociales no
perceptibles en el relevamiento previo de información.
Esta investigación se inscribe en un programa de estudio de peculiaridades culturales
locales, incluyendo formas productivas artesanales tradicionales, y su potencial inclusión en
estrategias pedagógicas adecuadas al medio y sus necesidades.
Veinte maestros y cuatro estudiantes magisteriales, hicieron un relevamiento previo de
información, se conectaron con informantes calificados y legitimadores locales y trabajaron
cuarenta y ocho horas en terreno aplicando las técnicas de entrevistas en profundidad,
observación participante y análisis de textos.
Se concluye que la Villa tiene una escala humana que todavía la protege contra la
violencia social y que existe muy poca violencia familiar; que el hecho de que todos se
conocen previene contra el vandalismo y otras conductas agresivas y que el clima social y
natural para que crezcan allí niños y adolescentes ofrece una calidad de vida importante. La
situación se revierte para los jóvenes por la falta de empleo y centros de estudio y por el
desmantelamiento de servicios públicos que antes existían. Las formas artesanales
productivas tradicionales (incluyendo la agricultura de autoconsumo) se van extinguiendo y
su práctica se limita por lo general a gente ya mayor de sesenta años. La falta de empleo
crea un comercio minorista competitivo que apenas permite la subsistencia.
Existe en la Villa conciencia de su pasado histórico y amor por ese pasado tanto como
preocupación por el futuro. Se advierten expresiones de sincretismo religioso y una fuerte
relación con el río que es a la vez de amor y respeto lindante co el temor.
La escuela no parece incorporar las peculiaridades locales a su propuesta curricular,
pero sí registra estadísticamente su propia historia.
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B) Objeto de la investigación
- Tipos humanos y matrices culturales
- Artesanías y tipos de producción locales
- Paisajes predominantes y su interacción con la comunidad
- Impacto educativo de las condiciones culturales locales
C) Objetivos
3) Crear premisas de información y nexos con los actores locales para futuros
proyectos de investigación acción participativa, propuestas educativas apropiadas y
participación ciudadana en políticas públicas educativas más eficientes para la
calidad de vida local
D) Universo
Población de la Villa Soriano.
F)Hipótesis
Se opta por no enunciarlas para respetar el criterio de investigación preliminar
exploratoria que deberá incorpora paulatinamente actores locales.
G)Metodología y Técnicas
Variable dependiente: Rasgos socioculturales y educativos de la población local.
Una investigación de tipo exploratorio inicial requiere de enfoques inicialmente
cualitativos
H) Cronograma
2 de marzo:
7:00 llegada a Mercedes y reunión con docentes de la capital departamental.
8:30: llegada a la Villa y reunión con colaboradores locales.
10:00 conformación de los equipos de entrevistas, observación participante y análisis
de textos
11:00 comienza el trabajo de campo.
Para el grupo de entrevistas con jóvenes la jornada se prolongará hasta la madrugada
en sus lugares de recreación
3 de marzo:
7:00 a 14:00 trabajo de campo
16:00 asamblea con la comunidad informe de las técnicas aplicadas y de las
conclusiones preliminares
4 de marzo a 15 de abril:
Procesamiento de datos y elaboración de conclusiones.
15 de abril:
Finalización del documento final de al investigación exploratoria
30 de abril:
Presentación de la publicación.
J) Conclusiones
De la investigación exploratoria realizada en Santo Domingo de Soriano se pueden
extraer las siguientes conclusiones, las cuales han sido agrupadas en torno a dos
categorías: en primer lugar lo evidente, es decir la información y/o datos que fueron
arrojando las diferentes técnicas aplicadas (entrevistas, análisis de textos, observación
participante);. en segundo lugar las percepciones, que surgieron del análisis reflexivo de los
datos, que son compartidas por el grupo y que tienen un perfil más subjetivo.
Por último abrimos un espacio de interrogantes que quedan latentes para futuras
investigaciones Por tratarse de una investigación exploratoria no hubo hipótesis a priori ante
las cuales debamos confrontar estas conclusiones.
II) En cuanto a las actividades culturales y al uso del tiempo libre, cabe destacar
que cada oferta logra convocar a personas de ambos sexos y de todas las edades en una
misma actividad. Esto incluye el paseo tradicional por la plaza y la llegada al timbó
centenario en moto, bicicleta o a pie.
El timbó es un árbol de enormes dimensiones, dicen los lugareños que es el más
grande de América en su especie y que fue plantado en 1804 por un abuelo y su nieta
siendo así uno de los tantos símbolos que distinguen a la Villa.
Otra de las actividades la constituye el fútbol, para lo cual se cuenta con una cancha
reglamentaria y una plaza de deportes.
El muelle se utiliza para la pesca deportiva y artesanal. Se ha establecido actualmente
una veda por tres meses debido a la escasez de cardúmenes, esta escasez se atribuye a la
baja reproducción debida a la contaminación y a la fuga de esturiones de los criaderos de
peces exóticos aguas arriba del Río Negro. Los esturiones depredan la fauna ictícola
autóctona.
La playa es visitada sobre todo por los mayores, los niños manifiestan tenerle miedo.
Se realizan bailes esporádicamente , motivados por fechas especiales como la Fiesta
de la Primavera, Semana de Turismo y Carnaval. Una característica a resaltar es que estas
actividades convocan a toda la familia. Hay eventos relevantes como la Semana de la
Primavera y la procesión de la Virgen, la bajada en procesión de una imagen de madera,
articulada, de Jesús, eventos que involucran tanto en su preparación como en su
participación a gran parte de la comunidad.
No se cuenta con cine ni teatro.
El prostíbulo, que cerró, constituía un lugar de reunión donde se pasaba a beber y
conversar.
Los habitantes de la Villa son muy apegados a lo local, mantienen la memoria viva de
un pasado histórico glorioso. Se muestran preocupados por la preservación del ecosistema
sobre todo de la fauna del lugar así como por la preservación de todo aquello que se vincule
con el pasado, con Artigas y las raíces indígenas.
En lo que respecta a las preocupaciones por el ecosistema cabe señalar su
conocimiento acerca de que en la isla del Vizcaíno un grupo de franceses han practicado y
practican caza y pesca deportiva de tipo depredatorio. Saben del uso de plaguicidas en
forma inadecuada que ha provocado la extinción de algunas especies de aves como así
también de especímenes de la flora del lugar.
En relación a su preocupación por el patrimonio histórico los habitantes expresan
inquietud por la concurrencia de arqueólogos y antropólogos que realizan extracciones de
restos arqueológicos sin informar sobre el destino de los mismos y sin realizar tampoco
ninguna devolución a la comunidad
IV) En cuanto a la violencia e inseguridad todos los datos coinciden mostrar niveles
muy bajos de violencia y la casi no existencia de hurtos. Se producen algunos incidentes
cuando viene gente de fuera.
El reflejo de la seguridad que se manifiesta son las puertas abiertas, las bicicletas y
motos en la plaza sin candados. Los niños se movilizan por toda la Villa libremente, sin el
cuidado de los adultos. La confianza se expresa también en la apertura de los habitantes
hacia quienes llegan de otros lugares.
Iglesia, en la plaza
.
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ANEXO
Informes de trabajo de los equipos
Informes de entrevistas.
Entrevistas realizadas.
No aparecen en este Anexo todos los Informes. Tampoco están todas las entrevistas
realizadas. Destacamos fundamentalmente la ausencia de los Informes del equipo de
Religiosidad en la Villa y del equipo de Descendientes de Artigas. Estas ausencias se
deben a razones de espacio en esta publicación.
Es la intención del G.I.C.S. editar estos Informes faltantes a la brevedad como
Separata de esta publicación
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Análisis de textos
1A) Documento escolar seleccionado por el Director de la Escuela: registro de madre con diez hijos, todos de
diferente apellido, todos debidamente registrados. Comentario del director: “En un lugar donde las demandas
de consumo son bajas y uno se arregla con poco, tener muchos hijos conviene, por los beneficios que se
reciben del estado, aunque sean magros”
1B) Datos cuantitativos facilitados por el director: En el 2002 se inscribieron 20 niños de 4 años, 12 de 5 años
(más los 12 que pasan del grupo de 4)
En el 2003 se inscribirán 24 niños en el grupo de 4; en el 2004 serán 17, en el 2005 también 17, para el 2006
ya hay 8 pero con los nacimientos del próximo mes probablemente se mantendrá el número.
En el grupo de 5 hay 24 para el 2002, 20 para el 2003, 24 para el 2004, 17 para el 2005 y 17 para el 2006.
En 1996 hubo 20 egresos de los cuales 2 desertaron del Sistema, uno fue al liceo de Dolores, 17 fueron a la
UTU de la Villa donde terminaron 8 y abandonaron 9
En el quinquenio 1997-2001 hubo 98 egresos de los cuales 78 fueron a la UTU local. El año que hubo
promoción de la Escuela de Alternancia de la Concordia se anotaron 3, pero ya al año siguiente ninguno hizo
esa opción.
En el año 2001, de los 34 alumnos de 1º, hubo 7 repetidores
Resúmenes de entrevistas
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MAESTRO DIRECTOR
-Pocos empleos formales: están en el comercio y en empleos públicos (28 municipales, 9 policías, 8
empleados en Junta Local). Hay un médico y encargados de otros servicios.
-Otros ingresos fijos importantes son las asignaciones familiares, jubilaciones y pensiones. Lograr para un hijo
pensión por incapacidad es una de las estrategias de sobrevivencia.
-Funciona una economía de reciprocidad que permite, por ejemplo, que no falten fideos; algunos tienen su
vaca, la pesca artesanal se mantiene a pesar que las autoridades buscan eliminarla, los montaraces se
mantienen, siempre hay algo para poner en el guiso. La fruta viene de Dolores y Mercedes.
-La movilidad docente en la escuela es muy alta, los efectivos buscan traslado a Dolores y Mercedes
-No hay deportes organizados: la liga de fútbol se desmanteló.
-No hay motivación para organizarse
-A los bailes van entre 100 y 130 muchachos, usualmente no hay conflictos.
-No hay agresividad entre los niños, sí indisciplina; “al no promoverlos yo sé que los condeno al río o al monte”
-Hay analfabetos por desuso
-No hay chacras alrededor, ni quintas: sólo estancias.
-La escuela tiene 8 ayudantías, provistas en Dolores y Mercedes. Hay una cocinera y dos limpiadoras
-Concurren 176 alumnos en dos turnos, 76 van al comedor (casi todos de clases grandes). La deserción
escolar se da por la gente de paso (montaraces y sus hijos), no por parte de los hijos de la Villa.
-La inspección no proporciona orientaciones específicas. Sólo solicitudes y comunicación de resoluciones. Yo
remito la información que se me pide pero no hay contestación ni devolución
FUNCIONARIOS POLICIALES
-No hay violencia en bailes ni en reuniones juveniles salvo excepciones
-Las denuncias, usualmente, son sobre violencia familiar
-Es gente pobre y honrada, no hay empleo pero “una cosa es la pobreza y otra la arrastradez”
-En las estancias sí hay denuncias por abigeato
En el Río Negro
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Villa de Santo Domingo de Soriano.
Sábado 2 de marzo del 2002, de mañana.
Llegamos hasta la Escuela ubicada frente a la plaza principal. Dentro de la propia plaza está la iglesia
(sin cura).
La Escuela es una construcción excepcional para la Villa (el director nos dice que es probable que
haya sido construida aquí por equivocación): salones inmensos de piso de parquet, un enorme patio cubierto
con muchas plantas, al que dan los salones, baños en buenas condiciones, un precioso patio de recreo al aire
libre.
Ubicamos nuestros bolsos y los sobres de dormir en dos salones: mujeres y hombres. Los
salones huelen a gasoil (que se les puso en el verano para la protección y la desinfección de las maderas).
Abrimos las ventanas. Nos previenen de los mosquitos (“salen de 7 a 9 de la noche”).
Las mesas del Comedor están en el patio cubierto. Las agrupamos y allí estructuramos el
desarrollo de las actividades que teníamos definidas.
María José, María Luisa (Profesora de Historia de Dolores) y Ruben fuimos los elegidos para recabar
información sobre dos aspectos:
- boteros de la Villa
- descendientes de chanás
Salimos de la Escuela, con un sol y humedad impresionantes. Nos guía Fabricio, nuestro
“legitimador” local, a la casa de uno de los boteros (Rodríguez Arévalo). Curiosamente, el botero no vive junto
al río. Junto con nosotros va otro grupo rumbo a la casa de una curandera.
Caminamos por la calle principal, que está pavimentada (con baches y con innumerables arreglos).
Pasamos por el Museo, por la casa de los Galarza. Sacamos fotos.
Doblamos a la izquierda. Ahora la calle es de pedregullo y de conchillas. Las conchillas son de bivalvos
fósiles (según Darío, nuestro chofer y reciente profesor de Biología), de una época en que el mar cubría una
parte importante de nuestro país y son utilizadas en la villa para relleno de plazas y calles. Fabricio nos informa
que la “cantera” (que también era un enterradero indígena donde hace más de veinte años se hicieron
investigaciones antropológicas) se está agotando. María José, que va hasta allí con Fabricio en la tarde, nos
dice que en el lugar de donde se extrae la conchilla hay una especie de lago con basura flotando en el agua.
La villa se nos aparece como más extendida que en la primera impresión. Las casas en esta zona se
esparcen en un espacio grande. Todas con terreno alrededor. La mayoría son de ladrillos, bloques y techo de
dolmenit o chapa. Pocas con quinchado.
En el camino, Fabricio deja al otro grupo en la casa de Coca, la curandera, que tiene un
jardín con plantas y flores. Llama golpeando las manos. Cuando sale Coca presenta a los compañeros y les
dice a qué van. Esto con temor respecto al recibimiento que les puede a brindar Coca, quien tiene un carácter
fuerte. Los integrantes de ese grupo (Isabel, Blanca, Claudia) se presentan y cuando dicen que son maestros,
todo va bien: Coca también es maestra (y enfermera y muchas otras cosas). Entraron como viejos colegas a la
casa.
Nosotros, que esperamos afuera, recuperamos a Fabricio y seguimos rumbo a la casa del
botero. Pasamos por un predio, en una esquina, donde un cartel nos anuncia que allí vivió Artigas con su
primera esposa, una india chaná, con la cual tuvo cuatro hijos.
Al final de la calle, se ven banderas, ropa, carteles o trapos que la cruzan. Fabricio nos
explica que es ropa tendida de un vecino que está viviendo en el Matadero Municipal, hoy en desuso. Este
vecino perdió su casa en un temporal. Provisoriamente pasó a vivir en el Estadio y desde hace pocos días está
en el Matadero pues en el Estadio se juega mañana, domingo, un campeonato de fútbol. Espera por una casa
nueva que le construirá la Intendencia..
En la casa del botero no hay nadie: el hombre está pescando en el río Uruguay (donde hay
peces, pues en el Negro ya no aparecen). La esposa está en el monte. Estas informaciones se las da a
Fabricio un niño de unos 12 años montado en pelo en un caballo zaino. Continuamos rumbo al monte.
Llegamos hasta el Matadero donde está el vecino sin casa, sentado al costado de la puerta. Nos dice que la
señora del botero está en el monte, pero lejos. Desistimos por el momento. Damos vuelta.
Pancha está lavando ropa. Sentada en una silla de plástico, lava en una pileta, a pleno sol. Es una
casa modesta, de paredes de material, dos o tres sauces dan un poco de sombra. No hay plantas ni flores.
Fabricio saluda. Pancha se acerca a la portera (el predio está cercado con alambre). Saludamos, nos
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presentamos. Nos hace pasar. Acerca la silla de la pileta hasta la sombra escasa de un sauce.
Pancha es gorda, de pelo lacio, largo, de unos impactantes ojos color miel. No tiene ningún diente. Puede tener
unos cuarenta años. Aparecen unos niños, muy lindos, hijos de Pancha, con los mismos ojos de la madre (una
niña de unos 11 años, un niño un poco menor). Alcanzan otras sillas de plástico. Una cotorra, mascota de los
niños camina al costado de las sillas. Nos dicen que habla (pero no con nosotros).
Francisca tiene muy buena voluntad para respondernos. Sabe que aparece en un libro donde
figura su ascendencia chaná. Tiene poca memoria de sus padres. Siendo muy chica se fue a vivir lejos
de su familia, en Río Negro. Recuerda fragmentos de actividades y ritos que podrían asimilarse a la
religiosidad indígena: a su padre “curando” de bichera a un caballo (ella y su hermano podían mirar
pero no hablar mientras su padre cerca del caballo decía unas palabras), a su familiares y ella misma
“presentado” a los recién nacidos a la luna, la formación de reliquias con los cordones umbilicales (que
protegen contra el mal de ojo), y poco más.
Preguntando, nos explica cómo su madre “cortaba” las tormentas con un hacha, cómo se
curaban las heridas (ella nos dice que nunca estuvo enferma en su vida). Hace un verdadero esfuerzo para
recordar más, pero nosotros no sabemos preguntar.
La señora Bonino sabe del libro de Pilar Barris, donde consta su ascendencia chaná.
Nos hace objeciones al libro y a los datos aportados por Barris en él. Luego comprobaremos que este
libro afectó a muchos de los habitantes de la Villa. Nos señala que su ascendencia chaná es dudosa.
Recuerda a su abuelo como un hombre grande, de cara colorada, que tomaba mucho. No nos aporta
mayores datos. Su interés actual es el de lupus que se le diagnosticó a su hija. Posteriormente Fabricio
nos cuenta de la lucha de esta muchacha por la vida, su espíritu y valentía.
Llegamos. Golpeamos las manos. Sale. Fabricio nos presenta. Nos hace pasar al comedor.
Ya sabía de nosotros por el diario. La televisión está encendida. Muchos adornos hechos con conchas, hilo,
etc., aparecen sobre la mesa y en un aparador cercano. Está sola en la casa. Tiene unos sesenta años. Es
muy parecida a su hija que ya entrevistamos.
Nos muestra el huso para hilar lana que está utilizando. Es un carrete de madera, con
forma de pirámide de unos 20 cm de alto por unos 10 cm de radio en su base. En torno al carrete se va
enrollando el hilo que se forma por el giro del huso y la manipulación de la lana que realiza la Sra.
Bonino con sus manos. Está utilizando lana de color, de oveja negra. Nos muestra como realiza el
procedimiento (igual al que realizan aún hoy las hilanderas indígenas de la zona andina y
centroamericana), cómo queda la lana hilada y tapices y alfombras confeccionados con esa lana. Es
increíble ver transformarse el vellón de lana tal como sale de la oveja luego de la esquila (se lava
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después) en una hebra de hilo continuo de similar espesor, pronto para tejer. Le solicitamos
poder grabar la charla, acepta. Posa para unas fotografías con el huso de hilar.
Nos dice que los adornos que están sobre la mesa fueron hechos por ella: son
animales y objetos confeccionados con conchillas, caracoles del río y piedras.
Habla de su padre, nos repite lo que ya nos refirió su hija al respecto casi con iguales
palabras.
Nos habla de curaciones con yuyos, de empacho, de bicheras (no conoce los baños
de luna a los recién nacidos), de cordones umbilicales.
Volvemos transpirando, con hambre, cansados, felices. La Escuela tiene sombra y está
lindo allí. Es mucho más de mediodía. Recordamos que en toda nuestra recorrida no hemos sentido olor a
bizcochos, a panadería, ni a comida de ninguna especie.
Las entrevistas se realizaron en el domicilio de los entrevistados a excepción de las juezas que
fueron entrevistadas en el local de la Escuela.
En todos los casos se observaron viviendas humildes, sencillas pero impecables en
higiene y orden, construidas por sus dueños en su mayoría y con mejoras posteriores a la
construcción primaria en las que participa exclusivamente el grupo familiar (no se contratan servicios
de construcción o reparación).
La vivienda y los espacios de jardín, gallineros, huertas familiares, etc. son motivo de un
gran orgullo para las familias (las muestran en detalle, comparten la historia de la casa, cómo ha ido
cambiando, las funciones de cada espacio : Nos dice por ejemplo, la Sra. Mercedes Lozano: “...yo
adentro tengo una cocina con todo lo moderno pero me gusta más esta (afuera),... a mí no me sacan del
fogón...” y la Sra. Rosa (esposa de Nicomedes Toledo) nos expresa lo mismo de su cocina con fogón,
agregando que cuando es invierno, ese es el lugar preferido de reunión de la familia.
Los predios, según nos manifiestan las juezas, son “comprados sin seguir los requisitos
legales” en su mayoría, se da la ocupación de hecho o tratos que no se documentan por escrito.
Nos transmiten, todos los entrevistados, sin excepción, un sentimiento de profundo aprecio por
el lugar, por la gente, por la tranquilidad de Villa Soriano: Aún cuando en ocasiones aparecen
expresiones como “...estamos lejísimo del mundo...” (Jesús Toledo), inmediatamente se contrarresta
este concepto con las virtudes del pueblo: su tranquilidad, su belleza, su gente y la libertad que se
disfruta, son características que se nombran en todas las entrevistas.
Cada una de las familias visitadas (no siempre en horarios oportunos, por el apremio de tiempo
que implicaban los dos escasos días de nuestra permanencia), demostró una disposición total ante
nuestra propuesta: La cordialidad, el clima de confianza y distensión, el interés por darnos a conocer
sus experiencias, aun cuando no nos conocían, hizo que fuera de un aprovechamiento y disfrute
completo cada visita. Es de destacar la espontaneidad, los gestos de simpatía, la risa y el manejo del
tiempo sin apremios (las entrevistas se prolongaron por la extensión en detalles sin apuro, la
ilustración de los relatos con fotografías, con demostraciones, con la muestra de objetos y
herramientas que fueron explicadas en su uso y construcción en forma pausada y minuciosa). Los
productos del trabajo (artesanías, esteras, cueros curtidos, etc.) nos fueron mostrados de a uno y cada
uno con detenimiento en los detalles.
Los valores más apreciados por los entrevistados son la humildad, la franqueza, la solidaridad,
la honestidad, la laboriosidad y el respeto mutuo y hacia lo natural.
El respeto por la Naturaleza y el conocimiento profundo de plantas, animales y ritmos naturales
está presente en todas las entrevistas: “...Antes de la fumigación ¡Ud. hubiera visto... pájaro de todo
color... pero después ya quedó poco...” (Don Guito Toledo), “...Lo peor es tener la tierra inútil, que no
se plante nada...” (Don Bonino), “...Ah sí..., el río sí... para pescar, para traer la madera... para todo...”
(Don Minino), “...ahora no más vamos a pescar con la familia...”(Luis Toledo).
Los yuyos medicinales son conocidos en sus propiedades y utilizados por todas las familias
entrevistadas.
El trabajo manual genera un orgullo muy especial. Cada uno de los entrevistados lo menciona
como un valor fundamental y un beneficio en todos los aspectos: “El trabajo mejora la salud”, “el
trabajo es vida”, “se aprende de todo trabajando”, son algunas de las expresiones recogidas.
Se observa un desempeño de oficios múltiples a lo largo de la vida de los entrevistados, todos
ellos (a excepción de las juezas) han ejercido más de un trabajo, siempre relacionados con la tierra, el
río y la cría de ganado. Estos oficios fueron aprendidos de sus padres o de conocidos. Todos
comenzaron a trabajar a edades muy tempranas (entre los 13 y los 18 años) y lo hacen hasta edades
avanzadas, el trabajo no se descontinúa por la jubilación ni por la edad: aunque se limita por la oferta
de empleo cada vez menor (el latifundio aparece como la causa principal del desempleo), siempre se
mantiene una actividad (aunque no reditúe económicamente).
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Todas las entrevistas, sin excepción, recogen una fuerte preocupación por la falta
actual de oportunidades de empleo y su relación con el futuro de los jóvenes. No hay esperanzas en el
cambio de esta situación: “...Esto no se sabe a dónde va a ir a parar...” (Bonino), pero sí aparece una
conciencia muy clara de las causas de este problema que perciben como el origen de todos los demás:
La falta de empleo deriva en movilidad hacia otras ciudades (Dolores, Fray Bentos y Montevideo
principalmente), violencia, alcoholismo, desánimo para enfrentar problemas comunes, etc.
El latifundio (toda la Villa está rodeada de grandes estancias que emplean muy poca gente), la
mecanización de la agricultura (“...con una máquina y una tolva dos personas hacen el trabajo que
antes hacían 20...” nos dice Jesús Toledo), el uso de agroquímicos, las trabas burocráticas, la carga
fiscal, la exigencia de guías para cortar madera o realizar caza menor, etc. son los motivos de la crisis
económica y social según los argumentos recogidos:
- Don Minino nos explica las trabas para su trabajo como monteador: “...Ah si se
diera para trabajar así siempre permanente sí... Ahora con esa cuestión de los montes que si no tiene
guías y todas esas trabas que puso el gobierno...una guía que es cara es...a ellos (los dueños de los
montes) no les conviene...”. Nos cuenta que este obstáculo se extiende incluso a la pesca: “...antes no,
porque Ud. echaba unos aparejos y pescaba y vendía el pescado, ahora si no tiene todos los papeles
no puede pescar... no es libre como era antes...”
Guito Toledo nos dice por su parte, que la ley no es pareja para todos: “...el hilo siempre
se corta por lo más fino... mire los franceses esos...el tour le llaman ellos...vienen los franceses y es
una cantidad de franceses que no se sabe lo que dicen y matan todos los animalitos que hay... la
Aduana tiene que saber pero... a un pobre que caza para comer no (no lo dejan)...los gobernantes se
hacen los locos o qué...”
- Nicomedes Toledo (Guito) opina sobre el mismo tema: “...Estos poderosos con
hacienda...hasta Susana Giménez y Tinelli tienen campos acá...Un día va a aparecer una tropilla de sesenta,
ochenta y a carnearle los animales porque la gente tiene que comer... como en la Argentina que roban los
supermercados...”
A continuación se agregan las entrevistas realizadas pues, si bien se intentó sintetizarlas en el informe
anterior, hay detalles esenciales que sólo se aprecian en el contexto de los diálogos.
1) Entrevista realizada al Sr. Augusto Bonino (curtidor, tropero, domador y agricultor de 87 años de edad).
La entrevista se desarrolló en el frente de la casa particular del Sr. Bonino a la que fuimos
guiados por su hija Alba (maestra).
La disposición de Don Bonino hacia la propuesta fue más que positiva: Nos recibe con una
simpatía, una calidez y una alegría especial, en todo momento se mostró entusiasmado y con el mejor ánimo
por dar a conocer sus vivencias y relatarnos anécdotas referidas a su trabajo y a su experiencia de vida en el
campo en general y en Villa Soriano en particular.
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Nos cuenta apenas llegamos, que aunque se siente muy bien, últimamente ha tenido
que ir al médico por una molestia en los riñones pero que no le encuentran nada y por eso ha recurrido a la
“yerba carnicera” que “...es buena para los riñones...¡Ah no,...si me curo no voy de nuevo al médico no...”
Al introducirnos en el tema de su oficio como curtidor por el cual es muy conocido en la Villa,
nos afirma que él trabajó durante toda su vida en el campo, en más de un oficio y que hace muy poco que dejó
de trabajar: “Yo digo que el trabajo lo conserva al cristiano mejor...”argumenta.
Inmediatamente nos ofrece ver uno de los cueros que ha curtido: “Ahí tengo un cuero... mire se
lo voy a enseñar...(se para, entra a la casa y vuelve con un cuero de “gacelo”)... cantidá mandaba para
Mercedes yo...” A la vez que nos lo muestra, nos cuenta pormenorizadamente la técnica empleada en el
proceso de curtido y los detalles relativos a las herramientas utilizadas (no aparece máquina alguna): todo se
realiza a mano con alumbre (nos explica que es un producto similar a una sal) y agua caliente para disolver la
grasa, usando un “aparato para estaquear” (como él mismo lo denomina) que consta de cuatro estacas
clavadas en la tierra para mantener el cuero estirado y tenso, una rasqueta hecha por él mismo “... habiendo
madera...” y algún instrumento cortante para limpiar previamente el cuero. También nos cuenta que es
fundamental el secado a la sombra y el tiempo bien medido entre un paso y otro del proceso “... hay gente que
lo deja secar y después lo trae para curtir y ahí se pone difícil... hay que curtirlo enseguida”.
Al consultarle sobre si era redituable este oficio cuando él lo ejercía nos responde “...Ah!! No
iba a dar!!!” (como forma de afirmar que se podía vivir bien como curtidor) y a la vez, compara aquella realidad
con la actual:
“ Antes, ahí donde estaba mi hijo (hacienda vecina donde trabajó su hijo) andaban, mire en tropilla los gacelos
y ahora no... ahora se privó (refiriéndose a la prohibición de la caza) y se terminó también el gacelo...” “...Dejé
la curtida por eso...porque no se consigue cuero, si no es por eso, yo seguía...” “Porque yo antes tenía
encargue...hasta a Montevideo mandé...” “Yo salía oscuro y venía de noche con el carro cargado ...de que
había encargado la gente...a veces tenía un alambrado lleno de cueros”.
Le preguntamos con quién había aprendido a curtir y nos cuenta: “Aprendí con un
hombre...Ramón Vázquez ...yo era peón para carnear y él tenía carnicería ahí en la 57...y me dice ¿querés que
te enseñe a curtir el cuero? Y ¡cómo nooo! le digo y me enseñó ahí...”. Aprovechamos para consultarle si, a su
vez, él le había enseñado su arte a alguien más y nos explica que: “...alguno venía a mirar pero, hasta ahora
no ha salido ninguno (con el oficio de curtidor)”.
Al referirnos a la edad en la que comenzó a trabajar, nos dice: “...a los 13 años...para un
chacrero...me dice: Si querés trabajar tengo una rastreada...ahí para sembrar la tierra pero vos sabés dice...de
a pié...Y cómo nooo!... Desde que se veía hasta las 11 y desde la tarde hasta la entrada del sol...de a pié
rastreaba...”
Nos cuenta con lujo de detalles y con muchísimo entusiasmo su trabajo y su estrecha relación
con la tierra:
“Yo en la tierra he hecho cualquier cosa, mire..., cualquier cosa... porque yo la tierra la he
descubierto toda, toda...y Ud. Sabe, con 86 años y desde los 14 años que fui a trabajar si sabré...igual que a
los animales...pá...los animales... Yo amansaba animales potro...Ah sí... ponía unos mansos y los metía ahí...
con este hombre... Santiago Becker que fue chacarero... que murió hace poco... un hombre especial de
bueno... tenía chacra y campo y máquina y todo y un día me vino a buscar y me dice: -Ché hermano, no
querías ir a trabajar con los animales?... Sí le digo, voy... a amansar y a aprender en los arados, si dice...mirá
que son potros si te animás ...¡Síiiii...me das dos o tres mansos le dije y...Ahhh sí...me echaban al corral y
agarraba a los mansos y dos o tres potros y los metía adentro de los otros y salía...Ahhh sí... Y después hay
que conocer un poco las máquinas porque los arados también hay que conocerlos....Yo juntaba con la máquina
de 16 pies y con mi hermano... sacaba bolsas que me encantaba!!...y nos pagaban 4 pesos, porque pagaba 3
pero a nosotros nos pagaba 4...”
El campo, los animales, la naturaleza toda y su trabajo son el mayor motivo de orgullo de Don
Bonino:
“Antes llovía que no se podía ni trillar...y ahí en un campo cerquita de la carretera no se podía
entrar con tractor y entonces me dice:...ché, dice, voy a tener que poner la máquina con caballos... y si se
puede le digo... y dice: te animás a manejar 10 caballos?...Sï le digo ¡cómo no!... trillé con 10 caballos hasta
que se compuso el tiempo...Pero mire, si miento que no me mueva de acá...le ponía 8 o 10 tiradas y a veces le
encajaba un potro entre medio... Y contar y... cosas que se me han olvidado...”
Nos asombramos:
- Pero ¡qué cantidad de cosas que ha hecho! ¡Cualquier cantidad de cosas!
- Y nooo... y después los años... yo de muchacho hasta ...pá...
- Y ahora los muchachos, ¿qué dice Ud.? Trabajan así como antes?
- Nooooo!!! (se ríe),... Nooo, ni cerca...
- ¿Y qué pasa con la muchachada ahora?
- Nooo ... Hay, alguno hay... no digo todos. No, y ahora para salir a cualquier trabajo NO
HAY... no, no hay, no, no.
- Está difícil...Y a qué se dedican los muchachos ahora? ¿qué hacen?
20
- Y eso es un poco que no hay trabajo y un poco es eso también... que la gente
no va... Y para fallar antes había que avisar y ahora, igual van una semana y no van más..Ah no, antes ahí
donde está ahora el hijo mío, yo un día fallé por una lluvia y el mayordomo que había que era un brasilero era...
y me suspendió por 6 días me suspendió porque no fui...por 6 días... y después otra vuelta porque no sentí la
campana, porque no estaba el capataz... y yo era amigo de todos... y yo estaba con el bozal en el brazo y
lloviendo estaba y empapao ... y este... toca la campana el mayordomo y no la siento... y cuando voy al corral y
abre la puerta el morocho y me dice: ¿Qué le pasó Bonino? Y... le digo, no sentí... y dice: bueno, está
suspendido 20 días me dijo...y fue cuando me fui...”
- Ahí se enojó.
- Y seguro! Le digo... mire le digo, injustamente mire, le digo, cómo estoy empapao. Ahora si
hubiera estado en la cocina tá...y empapao... y no... no le trabajé más... me fui.
- ¡Pero claro, el que perdió fue él ... Total, Ud. oficio tiene... (nos indignamos junto con él).
- Ah! Pero trabajo...Y después que había que marchar muy derecho... Ahora cambió como
del día a la noche...
- Y Usted siempre vivió por acá...le gusta acá Villa Soriano...
- Ah no! Yo acá no “cambeo” por nada...
- ¿Y qué le gusta más de acá?
- Ahhh y yo...la gente y todo... y los que vienen así como ustedes me “enllenan” de alegría
porque saben que uno es un buen ... amigo.
- ¡Claro... y nosotros venimos a aprender, estamos recién empezando a conocer Villa
Soriano, queremos saber cómo eran antes las cosas, cómo son ahora... ¿Así que Ud. no cambia....acá no
cambia por nada...
- Ah no, no, no, no, no, nada, cambiaré sólo cuando me lleven pa (señala hacia arriba)
Ah...solamente así, pero yo no, no.
- Ud. ha salido de acá sólo por necesidad...
- He salido lejos pero en tropeadas...a trabajar.
- Debe haber conocido mucha gente...gauchos, algunos indios capaz también...
- Uhhhh! De todo... cómo no... la gente por ahí...se armaba una jineteada y ya nosotros...
(recuerda), andábamos en una esquila y ya se venía la gente de otras estancias...y arriba de los animales y a
veces seguro,...a veces uno veía la cosa fea y decía...subí vos...(se ríe, nos reímos)...Ahh no, seguuuro...Ah no
y de todo... y uno conoce todo el animal... ¡Ahh qué cosa bien linda!
- ¿Y en qué se divertían en el campo?
- Y...en la yerra...a veces hasta la una de la mañana en los fogones haciendo cuentos...y
después curando abichados...Ah ...y se curaba a campo... no había como ahora que hay mangas y eso... era
enlazarlos y voltearlos... a veces le tocaba solo, a veces con un compañero. Yo ahí en el Curupí volteé varias
veces solo porque la gente estaba ocupada...
- Y en la yerra se juntaba gente...
- Ahh... hay estancias que a veces me quedaba una semana... marcando y señalando y
capando... se juntaban como veinte, veinte y tantos...y después la comida que dan...asado que hasta sobra
mire...o cordero o lo que fuera ...Yo a veces me tocaba hacer los asados.
- Y ¿dónde se quedaban esa semana?
- Ahí en la estancia mismo... la gente venía de afuera y trabajábamos. Ahí en Santa Rosa
estuve 13 años sin salir...y en ... el dueño del Curupí... Mailo... ahí estuve...cantidad y el hijo mío hace 40 años
que está ahí.
- ¿Y ahora se siguen haciendo las yerras?
- Noooo, no, no, no, no se ve no... A tubo se hacen ahora...antes era a puro lazo, ahora
hacen tubos para echarlos así...
- Pero no es tan divertido...
- Noooo! Y la gente es la mitad, ocupan menos, con los peones no más lo hacen...
- Y no se arman fiestas como antes...
- Ah no..., no hay no...
- Pero igual alguna otra fiesta por acá hay...
- Hay, hay, cómo no, siempre siguen.... Y las carreras, las carreras de caballos, hay caminos
acá...Yo antes iba a Dolores, tenía caballos por allá... El caballo para mí era la diversión más grande que
había...El caballo era lo mejor que había para mí...y tenía cuatro caballos no más...ahora me quedan dos y
tengo una yegua que tuvo cría ahora... ahí donde está mi hijo...Usted sabe que lo que pasó...sabe que yo tenía
un campo que cuidaba y me daba para echar animales no más, sin sueldo pero me convenía más y lo vendió
el hombre...
- ¿Sin sueldo?
- Sí, pero me daba para echar animales, me convenía más, vendía los animales yo... Bueno,
y cuando muere la Sra. de Cebú que, no despreciando a nadie...conmigo fue de lo mejor (se emociona, se le
quiebra la voz)...y la Sra. de Cebú me decía eche, eche animales no más, la Sra. que se mató en Palmitas...la
hermana de José Cebú, esa Sra. sí que era imponente...
21
- Y tantas noches en el campo, habrá visto alguna vez alguna luz mala, algún...
- Uhhhh, de todo, pero seguro, no, a uno no le hace, no le causa...porque algunos se
asustan...pero es peor asustarse...No, no, no, si habré gente que cuando estaba solo... de quedarse de
noche... Y ahí en la Santa Rosa que había un hombre que dicen que murió ahora...un tal Baric...conmigo era
especial sabe...¡Un hombre pal trabajo fue...! Ah sí, era bárbaro... Yo conmigo marchó derecho porque yo no le
contestaba nada... Usted sabe, cuando se fue el capataz que había, vino y yo estaba ahí en esa estancia y
entró él y yo era el lechero... ordeñaba sesenta vacas solo, a pulso...a mano...Conmigo se había hecho muy
amigo y yo lo trataba como...Bueno, y después que agarró el mando nos suspendió a todos sabe...y como a los
dos meses yo vivía cerca de la estancia y va y me dice: Bonino, si quiere ir a trabajar vaya...¡Sí le digo, cómo
no! Yo estaba sin trabajo y fui...conmigo marchó, pero era un hombre atropellado para el trabajo... yo tenía un
ayudante lechero y mire, porque se durmió, un muchacho amiguísimo mío...y lo echó porque se durmió...Pero
conmigo no, había que buscarle la vuelta... Usted sabe que cuando vino ahí de encargado, él era lechero
¿no?... vino de lechero y cuando vino traía un caballo ensillado solamente y me dijo a mí: lo único que traigo es
el caballo este zaino ensillado y él dice..voy a hacer plata... y usted sabe que agarra y una vuelta que se va el
chacarero y entrega y queda él...¡pero hizo cualquier billete! ¡Hizo cualquier plata!...Yo lo conocí bien
atravesado pero conmigo marchó mire...porque yo la pura verdad le decía... pero muy servicial era...uno no va
a decir que era jodido en todo ...no puede ser...
- ¿Y Usted tenía días libres?
- Ah sí, hasta el sábado trabajaba pero el domingo no...El sábado hasta la puesta del sol,
después el domingo no.
- Y el día libre ¿salían? ¿iban al pueblo?
- Ahh, y para las casas...y yo a lo último cuando estuve con este Baric, ya tenía los hijos y
estaba cerquita ahí al lado del campo de él.
- Y usted trabajó siempre para el lado del campo, para el lado del río no agarró?
- Ah, si,si, cómo no...Ahora a lo último cuando cuidaba un ganado de esta Sra. que murió
tenía que sacarlo a veces hasta dos o tres veces al día porque salía el río...¡qué imponente lo que salía el río
Negro ahí! Tapaba el campo... Y en el 59, en la crecida grande, nosotros no salimos porque no llegó hasta acá
el río, pero cualquier gente disparó del agua... Yo me siento como que tuviera mire, 50 años...yo mire, si
consiguiera un trabajo con sueldo mire ah sí...ah sí, y lo que me tiene mal es eso a mí, eso...el trabajo...
- Tiene preciosos recuerdos del campo...
- Y los bichos... cazábamos comadrejas...porque compraban las comadrejas y teníamos
cualquier cantidad en el campo y zorrinos...los estaqueábamos y los cuereábamos en el campo...¡si habría
para hacer vintenes!...seguro, y el que precisaba salía a cazar...Ahora yo aquí vivo encantado de la
vida...ahora no hago, pero antes tenía flor de quinta... y después que tenía animales yo...tenía vacas y
caballos...Yo lo que me achicó fue que cuando compró este hombre ahí, tuve que vender los animales...
porque pagar pastoreo no convenía.
- ¿Y cómo fue que tuvo que vender?
- Porque lo que me hicieron acá los que compraron el campo ahí...porque cuando era de
esta Sra. que se mató en Palmita yo tenía permiso para echar cualquier animal y cuando compró ese hombre
que no lo quiero ni nombrar...Usted sabe que estuve ocho años con él y me salió que no...que no quería ni un
animal...me dejo como...mudo, mudo, porque una cosa que...¡ocho años usted sabe que estuve con él!...Yo me
parecía que...hasta ahora me parece mentira (con la voz quebrada) Lo que yo digo ...lo que hice yo por él mire
que... no se puede terminar así...
- Vio que a veces los que más tienen...
- Eso es lo que veo, que la gente que tiene tendría que ayudar, pero es el que menos
ayuda...Y lo saludo igual, no tengo rencor, pero por dos vacas le cuidaba todos los campos...y lo que hizo...”
- Pero también hay buena gente en Villa Soriano...
- Ah sií! Y acá la familia y la gente ...Y seguro, y todos me conocen...Y después los amigos
que tengo...todo, toda la Villa y para afuera...acá la tranquilidad sobra...
- Y hasta Montevideo le llegan los amigos...
- ¡Y cómo no!
- Y se ayudan acá, son de ayudar mucho ¿no?
- ¡Cómo noooo! Es muy diferente.... y seguro...lo que quisiera es andar bien...a mí lo que me
gustó el campo siempre...
- Y acá conoció a su Sra. ¿verdad?
- Ah sí, sí ...era vecina, era vecina allá y la Sra. de un hermano mío mayor que yo, también
era hermana de ella...Vecina allá de donde estábamos en la chacra, ellos tenían chacra allá... Yo tenía veinte y
algo de años... Y baile se hacía en casa de vecinos...tango y ranchera con relaciones, con toda la familia se
bailaba con estas vitrolas...Yo iba a caballo los domingos a verla ...y después que no se podía abusar...hasta la
entrada del sol no más...yo me río ahora (se ríe de verdad) que son las madrugadas y están ahí...Ella tenía 15
y yo 23 y nos casamos...Ella trabajaba en las casas...hacía quinta, tenía gallinas y lecheras...
- Así que una linda vida...Y no faltaba de comer, con quinta, gallinas, vacas...
22
- Ohhh! La comida mire, era imponente, no no. Y yo lo que digo que ahora está
peor porque no hay laburo, pero si hubiera trabajo...Pero ahora hay esas estancias imponentes...Ahí lo de
Rivarola ¡pá...! Pero no hay trabajo...Antes eran unos cosechones que... y los madrugones que había que
pegar...
- Y ahora Usted sigue madrugando?
- Nooo, ahora me levanto tarde ahora...
- ¿A qué hora?
- Y ahora a las siete... (nos reímos de lo que es para él tarde y para nosotros tan temprano).
- Y Usted que conoce, que ha trabajado y conoce todo por acá...¿cómo se hace para
mejorar eso de que no hay trabajo ahora?
- Y lo que falta es que exijan que pongan gente... si la gente da... Lo que pasa que se
terminó el trabajo y se achicó la... Ahí donde está el hijo mío, ahí no sé la cantidad de gente que ocupaban
antes y...hay cuatro ahora, no ve que...¿cómo lo van a...Lo protegen al estanciero. Y ahora dice que los
suspendieron por un tiempo a los peones y que los van a echar a todos. ¿Y qué hace la gente? Pero eso es lo
que yo veo...todavía el que es solo...pero el que tiene chiquilín...
- Y entonces la gente se va...
- Y seguro, ¡qué va a hacer!...Y después los robos de las carneadas por ahí ...en varios
lados...algunos lo hacen de bandidos pero alguna gente lo hace obligado...¿Qué va a hacer donde tiene familia
y no tiene qué darle?...Mire, uno haría igual, si tiene familia y no tienen qué comer, tiene que ir a donde
hay...No sé en qué va a parar esto...porque así no puede seguir tampoco... porque la gente se va a levantar así
como va...y si no hay trabajo qué van a hacer...
Llega una de las hijas de Don Bonino y nos trae un mensaje de Alba: que se recostó un
poquito porque se sentía mal, con dolor de cabeza, pero que cuando se recuperara, iría para la escuela.
Sin ganas de irnos pero sabiendo que quedaban varias entrevistas más por hacer y poco
tiempo, comenzamos a despedirnos y Bonino nos sorprende con el ofrecimiento, como obsequio, del único
cuero que conserva en casa de su época de curtidor...No nos cabe tanta emoción, no sabemos cómo hacer
para que sin desprenderse de este recuerdo que lo enorgullece tanto y tan justamente, Bonino sepa que el
regalo lo llevamos igual... Le pedimos que lo guarde para seguir enseñando a todos quienes tengan la suerte
de pasar por su casa, le prometemos, nos prometemos volver y él lo repite... “Pero vuelvan ¿eh?...los espero
de vuelta” .
Y al otro día, en la devolución un regalo más... Don Bonino allí, con su Sra., con Alba y él con
tantas ganas de seguir contando anécdotas, con su alegría y su inocencia sabia para seguir emocionando, a
las lágrimas, al resto del grupo.
2) Entrevista realizada al Sr. Ricardo Soria Devotto “Don Minino” y su Sra. Mercedes Lía
Lozano (ambos monteadores).-
Llegamos a la casa de Don Minino y Doña Mercedes (sobre la calle Lavalleja, a 2 cuadras de
la Escuela) conducidos por Fabricio, quien nos presenta a la Sra. y se va inmediatamente a asistir a otro equipo
de entrevistadores, como legitimador local. La Sra. Mercedes nos invita enseguida a entrar a su casa, aún
cuando notamos que estaba muy ocupada con la preparación de la cena (sobre la mesa del comedor vemos un
plato con papas, algunas peladas, otras todavía no y un cuchillo). Don Minino (su esposo) no ha llegado
todavía, está trabajando. Mientras lo esperamos, le explicamos a la Sra. con más detalle, el motivo de nuestra
visita y la finalidad del trabajo que hacemos.
La casa tiene al frente un jardín arreglado por la familia, hacia uno de los lados un terrenito
pequeño (con maderas y una canoa) y en el fondo, una cocina con fogón a leña que es la que más se usa,
aunque adentro de la casa hay otra con electrodomésticos modernos (cocina y heladera).
La televisión está prendida en el comedor, permanece así durante los primeros minutos de
la entrevista, luego, cuando vamos avanzando en la charla y sin que se lo pidiéramos, Doña Mercedes baja
totalmente el volumen del televisor para conversar sin distracciones.
Le contamos que nos interesa mucho el oficio de monteador de su marido y ella nos explica
que los dos e incluso los hijos más grandes, han compartido este trabajo, convirtiéndolo en la actividad
económica y el modo de vida familiar:
- Bueno, yo estuve en el monte 16 años, ahora estamos en el pueblo pero 16 años crié a
mis hijos en el monte trabajando con ellos... Trabajábamos leña, cortábamos paja, incluso los moteles que
están ahí, están hechos con paja que nosotros cortábamos, mi esposo cortaba con los hijos más grandes y yo
ataba, la sacudía, la limpiaba y la ataba... traíamos leña para el pueblo, vendíamos, es como vivíamos
prácticamente.
- ¿ Y usted cuánto tiempo hace que vive por acá por Villa Soriano?
- Yo soy nativa de acá y mi esposo también, pero nosotros nos casamos y nos tuvimos que
ir al departamento de Río Negro a trabajar porque no había trabajo acá. Prácticamente que NO HAY TRABAJO
tampoco ahora acá... Entonces tuvimos que irnos como se fueron las hijas y los otros todos ahora.
- ¿Se fueron para dónde?
23
- Ah, tengo dos en Fray Bentos en el cuartel y otro que estaba en Fray Bentos
ahora está en la estancia Cebú en el campo y una hija tengo en Colonia trabajando de niñera, otra está en
Mdeo. y otra se casó y está en Berlín. Están todos separados, lejos de nosotros por causa de eso de que no
hay trabajo, está difícil el trabajo acá.
- ¿ Y cómo encontró el trabajo en el monte?
- Bueno, él desde muchacho trabajó de botero, trabajó en el monte, bueno y me casé, me fui
con él, lo acompañé siempre y ahora estamos acá, pero siempre alguna changuita sale de trabajo de monte y
nos vamos. Ahora que ya estamos sin los chiquilines nos vamos solos.
- ¿Así que él trabaja en el río también?
- Sí... ahora no, pero él pesca y todo eso...
- ¿Cómo es un día en ese trabajo? Se levantan temprano y...
- Ah, sí, nos levantamos temprano y ya nos vamos al monte, uno corta la leña, el otro la
apila, se quita la rama, después bueno, se arrima a la costa... yo la arrimaba a carretilla, se cargaba en la
embarcación y se traía para acá... Con eso después comprábamos la mantención para los chiquilines...
- ¿ Y eso ustedes ya lo tenían vendido o...?
- Ah, no, teníamos que colocarlo acá, se colocaba acá, en invierno se compraba atados de
leña, ahora después, cuando la estufa, empezamos a traer trocitos de treinta... , se vendía en trozos...
- ¿ Y leña de monte nativo o...?
- Y...de espinillo... sobre todo monte de espinillo...
- ¿Y eran trabajos por el día o se quedaban ustedes?
- Y lo hacíamos nosotros para nosotros nomás, nos daban un pedazo de monte y nosotros
lo hacíamos... íbamos de mañana y veníamos de tarde... Cuando estábamos en el monte 16 años sí, teníamos
un rancho y todo allá, mandábamos a los chiquilines a la escuela una legua y media a los ranchos, a la
escuelita de los ranchos.
- ¿ Y ese oficio digamos, cómo lo aprendieron?
- Bueno, lo aprendí con mi marido porque él ya sabía trabajar en el monte y yo no sabía...
- ¿ Y él de dónde lo aprendió?
- Y él de los padres, los muchachos se criaron siempre trabajando porque eran muy pobres.
- En el monte siempre...
- En el monte y de botero con el padre, porque el padre era botero, después empezó en el
monte y siempre en el monte.
- ¿Y usted cree que ha cambiado la forma de trabajo o es siempre igual?
- No, a nosotros nos cambió por las máquinas, cuando tuvimos la motosierra, porque si no
yo golpeaba con el hacha y él limpiaba a machete y se apilaba. Con la motosierra es más aliviado para uno...
Después se acarreaba con carretilla. Allá en el monte teníamos un caballito y un carrito y con el gurí más
grande que había lo echábamos arriba del caballo y con él acarreábamos.
- Y desde muy jovencitos ya trabajando...
- Sí, la hija esa que está en Berlín que nos ayudaba a cortar paja...
- Igual todos fueron a la escuela ¿no?
- Ah, sí, bueno, dentro de las posibilidades mías que yo tengo 400 pesos de un sueldo de mi
padre porque él era marinero de la Aduana este... yo los mandaba a estudiar... Una hizo contabilidad y la otra
fue al liceo hasta quinto año y la otra aprendió peluquería, las tres más chicas; los otros grandes no pude
porque vivíamos prácticamente en el monte y no los pude mandar a ellos.
- Y ahora algún hijo acá queda...
- Sí queda uno que trabaja en la Intendencia que está casado y el más chico que trabaja en
un campo...
- ¿Y ustedes no probaron irse para otro lado? Ustedes eligieron vivir acá...
- Sí porque prácticamente nosotros hicimos la casa luchándola. Primero hicimos la casa
chiquita, después la fuimos agrandando y es esta y cada día la estamos arreglando mejor dentro de lo que se
puede, ¿no?
- ¿Y que encuentra usted de Villa Soriano que la hace elegir quedarse?
- Bueno, mi gusto hubiese sido irme a Fray Bentos, pero... mi marido no quiso porque él se
crió acá... Yo a mi me hubiese intentado cambiar, de repente por ahí habían más oficios porque me hubiese
gustado... yo he andado en hospitales cuidando enfermos y todo eso... me hubiese gustado ir allá que hay
lugar donde hay enfermos y todo eso y... hubiésemos estado mejor, hubiésemos tenido otro empleo vamos a
decir...
- Pero igual acá se revolvieron...
- Y seguimos revolviéndonos como podemos... se hace lo que se puede...
- Y viviendo en el monte, los hijos siempre los tuvo acá en el pueblo?
- Bueno, nació uno en la partera en Fray Bentos, otro, alcanzamos a pasar el río, unos
nacieron acá en Villa Soriano, otros nacieron en Dolores y la más chica nació en Mercedes porque ya me
hicieron cesárea pero yo claro...trabajando siempre y sin cuidarme nunca... nunca me hice un análisis, nunca
me hice un control, nunca nada...
24
- Iba para tenerlos no más...
- Ah, sí, cuando salían ya sabía que iban a nacer los gurises, nada más, sin ningún
problema.
- ¿Y quién la asistía?
- Ah, cuando venía acá había una partera y en Dolores, en el hospital. Pero sin control, sin
análisis, pero gracias a Dios, ninguno enfermo, ningún problema...
- Y en estos años que Ud. vive en Villa Soriano, la encuentra igual o ve que ha cambiado
algo?
- Sí, ha cambiado un poco... el problema ahora es que el trabajo está muy escaso... no hay
trabajo. Y se están criando muchas criaturas que no tienen nada... Ahí viene llegando mi marido.
Nos presentamos con el Sr. Minino, le explicamos brevemente. Nos dice que a Villa Soriano no
llega casi nadie, porque no hay una carretera que pase por allí.
El Sr. nos cuenta con mucha simpatía, desde el comienzo, que siempre trabajaron en el monte
hasta que la Sra. se enfermó de trombosis en las piernas, pero él sigue yendo al monte.
Doña Mercedes nos acerca fotos para ilustrarnos sobre los ranchos (verdaderas casas
completas) que construían para vivir mientras trabajaban y nos explica cómo los hacían:
- Llevamos unas chapas, unos nylon y con palos y esteras nos armamos el rancho ahí para
estar.
- ¿Y cuánto tiempo se quedan en el monte?
- Y 40 – 50 días, hasta que terminamos el trabajo, es una changa... Antes, en el Tabaré
teníamos el rancho grande de 100 metros, 2 piezas, como acá, teníamos vacas, teníamos quinta, jardín, de
todo había, ahí vivíamos ahí.
- ¿Y si se enfermaban o algo así, cómo se hacía?
- Y... teníamos que venir para acá... ¿Ve?, acá estas son las esteras, estas hacíamos dos o
tres, las llevábamos para el monte para puerta, porque no precisa puerta en el monte, no? Da igual una cobija
colgada o lo que sea...(nos muestra las esteras de paja que están apoyadas sobre la pared del comedor, nos
cuenta cómo las han realizado) ... En el monte no es como por ahí ni acá en el pueblo... acá uno tiene que
cerrar las puertas, allá no precisa...
- Y en el monte ¿cómo es? ¿por temporada es que se trabaja?
- Sí, en el invierno es cuando más trabajamos, porque en el invierno es cuando el patrón
precisa leña... ahora tengo que ir a podar unos fresnos y eso...
- ¡Pero qué cantidad de leña! (mirando las fotos donde se ven troncos apilados en una
extensión de varios metros)
- Uhhh! Eso lo hicimos para el dueño de la estancia, nos pedía 50 medidas de leña y había
que hacer, por eso son pilas largas ... Ese es el trabajo para el patrón y hay que dejar limpito el campo, quemar
las ramas y dejar limpio y apilado para que él levante... Después de eso yo saco para vender para mí nomás.
- ¿Y se caza algo en el monte?
- Y a veces sí... a nosotros nos dan la carne, el dueño nos da la carne... nosotros llevamos
la mantención, los fideos, la yerba, la salsa... no, , no, la carne la llevan dos veces por semana...
- Así que se arman la parrillita y...
- Ah sí, nosotros casi todas las mañanas sí, o puchero a mediodía y de noche no, de noche
algún Quaker con agua o con leche no más.
- ¿Y siempre buenas relaciones con los estancieros? ¿Nunca tuvieron algún problema con
alguno?
- No, no, nosotros no. Y Doña Mercedes cuenta: ...Mis hijos se criaron ahí, iban a la escuela
de los ranchos ahí en la costa y nunca tuve una queja de ellos. Nunca jamás. Yo le digo... cuando veníamos
para acá dice...No, que traen unos indios. Se creían que íbamos a traer unos indios bandidos, sin embargo no.
Ellos siempre andaban atrás mío o atrás del padre (Don Minino se ríe),... ellos a la calle no salían.
- Y allá en el monte, cuando se enfermaban, ¿se usaba algún yuyo para mejorarse?
- No. Veníamos al médico... pero solamente que no pudiéramos andar veníamos al médico,
si no... Hasta ella (agrega el Sr.) cuando estaba para tener... a veces se quedaba y se quedaba allá hasta
última hora, después nos embarcábamos para acá y bueno... (La Sra. interrumpe con una anécdota, muy
entusiasmada): - ...Una noche, cuando nació este que salió ahora en la moto... que fue el 23 de marzo, marzo
fue...venía una tormenta “nnnegra”, y yo veía que se revolvían esas nubes negras y me paseaba, y entraba y
salía... (Él completa): - Y estábamos a una hora, a una hora de acá para cruzar el río a remo para acá, una
hora... (Ella sigue): - ...Y él se había dormido, entonces yo iba y venía y él se dio cuenta y dice ... dale
aprontate, y levantó los gurises, me acuerdo que la más grande se puso la zapatilla que era de un lado se
puso en el otro para salir en la canoa... entonces le dice a un muchacho que había ahí, le dice dale, ayudame a
remar... y era una hora de remo y cruzó, cruzamos de una punta a la otra, llegamos a la isla ahí que no
podíamos remar porque arrancó viento y agua que era una cosa mire...
- ¿Y eran muchos en la canoa?
- Y... venía el Manzanares, los gurises y nosotros... y al llegar acá fuimos para la casa de la
madre de él y después a buscar a la partera que vino enseguida, corriendo.
- Y nunca se le complicó un parto...
- No, nunca, por suerte (dice Don Minino), ... yo ayudé casi siempre a la partera y a ella. –
Sí (dice la Sra.), él hacía de partero también (se ríen los dos)... Ahora andaba acá otro de los hijos, se ve que
se escondió porque él andaba acá ahora nomás.
Don Minino desvía la vista para buscar a su hijo y se interesa en mostrarnos algo más de su
trabajo:
26
- ... Y yo aprovecho todo mire, cuando hicieron acá el puerto, el puerto nuevo de
Villa Soriano, tiraban todas las tablitas, las puntitas de las maderas y yo las juntaba... y todos me decían: y qué
vas a hacer con todo eso? Me voy a hacer un parquet, les decía yo... y ahí me lo estoy haciendo (señala hacia
otro sector de la casa).
Nos levantamos, nos acercamos al parquet hecho maderita por maderita por el señor Minino,
un trabajo impecable que le halagamos por lo prolijo y lo creativo (no todas las maderitas tenían el mismo
tamaño, sin embargo, encajaban perfectamente unas con otras, denotando un esmero muy particular).
- Eran puros pedazos... ahí las fui pegando... Estamos como quien dice, modernizando las
casas...
La Sra. Mercedes amplía la demostración:
- Y bueno, hizo también las ventanas... y una puerta más grande para ahí, porque le digo...
un día ¡ni Dios permita! le digo... un día se prende fuego el techo y no podemos sacar nada, porque no sale la
heladera ni nada por ahí...
- ¡Y por falta de madera no va a ser! ¿eh?
Se ríen y siguen mostrándonos los arreglos de la casa hechos por ellos:
- Mire... allí en la cocina estoy haciendo la otra ventana ¿ve?... Y allá el galpón...
Nos conducen al fondo, donde está el galpón.
Ah., yo no dejo mi galpón para cocinar (cuenta Doña Mercedes)...yo tengo cocina a leña...¡Ah,
sí!... Cualquier día vengan a comer tortas fritas acá ...mañana igual si están acá...
- Ah! Mire que venimos...
- Y seguro, cuando quieran, ...acá la comida hecha acá en el fogón es otra cosa...
El galpón, nos dicen, está construido igual que el rancho (de los sencillos) que se arma en el
monte. Les preguntamos, al ver todo el trabajo que requiere hacerlo:
- ¿Y todo eso a mano, a serrucho y a...?
- No, no. Las hago cortar por el muchacho allá en el aserradero o se las llevo a Silva, un
petisito de lentes que...¿ve esta ventana? Está pronta para poner ... y esta es la hoja que estoy haciendo para
la puerta... acá va un vidrio...
- Así que todo el día en el monte y después a trabajar acá para la casa...
- Y sí, sí... yo cuando estoy acá así ...¿qué voy a hacer?
- Y nos decía la Sra. que lo aprendió con su padre el oficio?...
- Sí, ...Y haciendo yo nomás... esa madera del parquet estaba ahí tirada en el puerto...falta
cepillar no más... yo la traje para mí... lo viejo lo tiraron todo... hicieron todo nuevo y yo me traje... madera
buena es...
- ¿Y Ud. no participó allí en el armado del muelle?
- No, no, en el trabajo no. Yo estaba en el monte y cuando vine, alcancé a pedir las tablas...
le pedí a los capataces...
- Pero es con la madera del monte que lo hicieron?
- No, no, no! Si traen del Paraguay eso... toda esa madera del muelle es del Paraguay.
- Ah, del Paraguay! Y Usted nos contaba que acá no está fácil el trabajo...
- Ahora está bajo sí, con eso de las guías...el que puede conseguir un trabajito en otra cosa,
deja la madera...
- ¿Y le ha enseñado el oficio a alguien?
- Sí, contesta Doña Mercedes,...él le enseñó al hermano y el hermano a otros...
- ¿Y los hijos han aprendido también?
- Sí, a medida que el padre hace, ellos van aprendiendo. De lo que sabe el padre saben
ellos y después, a medida que van aprendiendo más... Mire, acá en el cuarto tengo las fotos.
Entramos otra vez a la casa y nos muestran una repisa llena de retratos de los hijos:
- Este estaba en el cuartel, ahora dejó el cuartel y está ahora en el campo, trabajando de
peón... Acá están cuando eran buzos ellos y anduvieron también por el Congo ellos... Este fue a Angola... Algo
siempre me traen de recuerdo (nos muestra un adorno de Angola).
Mientras Don Minino sigue interesado en mostrar su embarcación que está al costado de la
casa, Mercedes quiere que veamos las fotos adentro, por eso, nos dividimos (Joaquín con el Sr., Mónica con la
Sra.).
Ella toma la fotografía que muestra a 2 de sus hijos con uniforme militar y explica:
- Acá a Angola fue por el 9, por el cuartel ...van en las misiones... Ellos buscaron la policía
porque es lo único que había mejor, el cuartel ...otra cosa no tenían, qué iban a hacer pobres ... entonces se
fueron porque acá no había trabajo para ellos.
- Ud. sabe que casi todos los vecinos de la Villa nos cuentan eso, que los chiquilines van
creciendo y ya se sabe que se van a tener que ir... Pero también nos decían que algunos vuelven , porque
extrañan acá...
- Y los míos se van pero...ah, no, eso sí...parece que no extrañan, dicen que no extrañan
pero claro...La que se fue hace poquito , hace tres meses que se fue...cuando viene le digo yo...Raquel vos
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extrañás?...No mamá, ¡qué voy a extrañar! ¡Si son buenísimos los patrones...Hacé de cuenta que
son mis padres...; pero extrañar se extraña sí.
Salimos para ver qué hacen Joaquín y Don Minino afuera y los encontramos en plena charla:
- Y acá la casa, las tres partes de abajo las hice yo, les hice hacer el rancho grande porque
estaba en el monte cuando hice hacer el rancho grandote ...después estas partes de abajo las hice todas yo...
- ¿Y acá en el oficio hay más gente en Villa Soriano?
- Sí, hay más gente que trabaja en los montes ...ahí en el Curupí es donde trabajan
bastante ...llevan para Montevideo... de ahí de los Mailo...
- ¿Y es mucha la diferencia de lo que se paga acá a lo que venden en Montevideo?
- Ah, no sé cuánto la pagarán allá ...acá la pagan por tonelada. Acá 400, 350 pesos... casi
todas las semanas llevan... como 30.000 kg. llevan cada vez que llevan el viaje. Ganan sí, pero hay mucho
peón, mucha herramienta ...dos veces por semana...
- Y de todos los tipos de madera?
- Sí, sí...de curupí, algarrobo, hay guayabo, tala, de todo tipo de árbol...los grandes
algarrobos para sacar para hacer los alambrados ... antes lo daban, ahora no... si sale como 100 pesos cada
palo de esos,...y 200 también! Es caro, es...
- ¿Y cómo se hace para recuperar el monte después?
- Se viene solo no más ...Se va marchando, se va cambiando de monte...
- ¿Cuánto tiempo hay que esperar para volver al mismo monte?
- Un año más o menos... Cuando trabajaba Toledo, que era el único que hacía las escamas,
yo le hice las esteras... Yo trabajé siempre en el monte y en las esteras ... en verano hacíamos las esteras y en
invierno el monte...
- Y la Sra. nos decía que Ud. de acá no se quiere ir... que ella hubiera probado en algún otro
lado pero que Ud. no quiso saber...
- Ah no, no ...Que acá, pudiendo agarrar algún trabajo tá lindo, es tranquilo, fresquito, es
lindo, es cómodo.
- ¡Gente linda conocimos cantidad ... y eso que estuvimos un día no más y mañana ya nos
vamos...
- Ah sí, hay sí, gente de bien... Yo me crié acá y trabajé acá siempre ...Ahora hay mucha
traba hay...
- ¿Y cómo se consigue esa guía que se precisa?
- El dueño tiene que declarar el monte, y le ordenan ahí lo que puede cortar o no...y es caro
eso ... para que circulen los camiones, sin los papeles no pueden no...Le marcan al dueño en qué forma y qué
parte del monte cortar... no es entrar y cortar nomás...
- Así que el trabajo fuerte es en invierno y 40 días en el monte no es poca cosa ¿no?
- Ah no, no es no. Pero es lindo...
- ¿Los ha agarrado alguna tormenta fuerte por allá?
- ¡Ah no! ¡Se ve que no! (se ríen) ... Y en el monte hay reparo, donde se arme la carpa bien
armadito todo... El primer día que llegamos un día, alcanzamos a armar garuando, a armar la carpa, llegamos
al alambrado, pusimos todo y llegamos a tapar con el nylon...Armamos la carpa apurados ahí de un árbol a
otro, de un algarrobo a un tala creo que había, pusimos la piola y pusimos el nylon y templamos bien y
acomodamos todas las cosas. Bueh,... a la noche vino el viento y agua que!... Se mojó por abajo, pero lo que
es por arriba, ni una gota de agua alcanzó a entrar.
- Y si llueve mucho todo el día ¿no se puede trabajar, no?
- Ah no, pero en cuanto para, ya se sale nomás. Con la motosierra ahora es más fácil ...
antes a hacha era otra cosa...
- ¿Y armar la carpa o el rancho no debe ser cosa fácil, no?
- No, no, ya llevamos todo medio preparado y mientras uno hace una cosa, otro hace otra y
en un ratito se arma. Siempre hacíamos rancho con la madera ... nos llevaba una semana o dos... y mientras,
dormíamos así en la cama a campo abierto ... Yo ahora no puedo estar así mucho en el campo por la jubilación
... porque me la sacan si me ven trabajando. Lo que pasa que a mí la Doctora me dijo que por la pierna, bueno,
que yo hiciera lo que yo quisiera, pero el que se va a perjudicar es usted, me dijo.
- Porque Ud. tiene un problemita en la pierna...
- Seguro... yo esfuerzo no puedo hacer con la pierna, pero con las manos sí...Lo que pasa
que yo, parado en la maja de un carro, cargando leña, resbalé así y metí la pierna en la rueda y ahí se me
arrolló toda la pierna, se me quebraron los huesos ... 16 años tenía... y todavía ando ... hasta en bicicleta
alcancé a andar en las carreras...
- ¿Y los chiquilines salieron así también de guapos?
- Y sí, sí... Los dos que están en el cuartel andan en bicicleta y nadan y todo... el triatlón
hacen...
- ¿Triatlón?! Mire Ud.... Y a nadar aprendieron en el río?
- Y sí, ahí toda la vida en el río... Y yo (dice la Sra.), he cruzado el río sola... cuando me
enloquecía que él estaba demorando mucho, ataba a los más chicos en el borde de la canoa y cruzaba...
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- Bueno, sabe que nosotros estamos encantados de lo que hemos aprendido,
sobre todo de la gente como ustedes, que tiene esa relación tan linda con el río, con el monte...
- Ah, sí! ... y uno tiene que vivir de los medios de uno, de lo que se dé maña de hacer ...
tiene que tratar de hacer cualquier cosa que uno vea que sirve...
- Y esta relación con el monte viene de muy atrás, de la época de nuestros indios...
- Eso es de toda la vida ... si cuando yo tenía 11 años que me fui ya al monte del Tabaré, ya
había por todos lados ranchitos, hasta viejitos trabajando los montes... Acá se encontraron muchos huesos de
indios... muchas cosas de indio...
- ¿En el monte se encuentra algo de eso?
- Se encuentra sí... yo lo que encontré en el río, allí en el Tabaré fue una,... enterita una...
¿cómo es? (hace un gesto muy gráfico con las manos).
- ¿Una vasija?
- Una vasija. Con las manijitas y todo, enterita y bien bordada ... una enterita como de 8
litros, 7, 8 litros más o menos.
- ¿Y qué hizo con ella?
- Y la llevé a Fray Bentos y René Boretto agarró y me dijo, me dio 300 pesos. ¿300 pesos
fue? -Sí (confirma la Sra.). En aquel tiempo (sigue él) ...y hace como 20 años... Y la traje primero para acá y
me dijeron que no, que era un jarrón de llevar agua los españoles no sé qué...¡Pero!, estaba toda labrada de
los indios la partecita de la boca...con las orejitas sanitas y todo... Estaba enterrada así, la boca estaba para
abajo, ahí entre el agua... Ahora está en Fray Bentos. Acá han encontrado cualquier cantidad pero rotas, no así
tan sanitas. Y querían que la llevara así destapada nomás, que había un congreso no sé de qué, pero no...que
era cualquier cantidad de gente...
Doña Mercedes recuerda la historia también:
-Yo le dije traé galleta de allá que es linda... pero por decir nomás...le digo a los gurises: ¡qué
va a vender! Y apareció con la galleta.
- ¡Ah , pero no le tenían confianza con la venta! (nos reímos todos).
Bueno, no los vamos a molestar más, perdonen la hora, que estaba la Sra. cocinando...
- Nooo!! Si de noche no se cocina, solamente que venga alguno que quiera comer algo,
entonces sí. Lo mismo si vienen ustedes y dicen bueno, esta noche vamos a cenar acá, si hay algo para comer
¡se hace, se hace!
- Pero muchas gracias! ¿Vio? Eso es lo que más nos encantó de acá, esa amabilidad tan
linda! Allá en Montevideo hay menos confianza, visitás a alguien y si te quedás mucho, ya te miran mal... Y
hablando de comer, nos deben estar esperando para eso...
- Y después que no se puede comer mucho, a mí ya me prohibieron comer mucho... mucha
carne comía yo, mucho asado...
- Lo pusieron a dieta...
- A dieta por un tiempo.
- Pero Ud. es una persona joven.
- No, 60 años tengo yo...
- Bueno, es joven... Así que el trabajo no mata a nadie ¿vio?
- ¡Y qué va a matar si el trabajo es vida, es salud el trabajo...
Les agradecemos nuevamente por dejarnos entrar a su casa, a su historia y por tratarnos como
si hubiéramos sido siempre parte de ellas. Nos despedimos y mientras lo hacemos, nos llevamos una
enseñanza más:
- Bueno, que les vaya bien...Si un día quieren venir... casa hay... ya va quedando
grandísima la casa...
- Pero muchas gracias, porque Uds. tienen las puertas abiertas así, para todo el mundo.
- ¡No! Para todo el mundo no... Para algunos, no para todo el mundo...Para alguna gente
que viene de por ahí como ustedes...Y si un día andan de apuro ya saben que hay donde quedarse...
Vamos saliendo y nos siguen mostrando la casa, los arreglos externos, el jardín, deteniéndose
sin apuro. Aunque ya es de noche, el tiempo no preocupa, no inquieta, se disfruta.
Y no puede ser más cierto: Están tan a las órdenes que, aunque ya les quitamos demasiado tiempo y
están por salir de pesca, la hija de Don Luis insiste en acompañarnos hasta lo de Don Guito.
4) Entrevista realizada al Sr. Nicomedes Toledo “Don Guito” (pajarero), su Sra. Rosa (artesana) y su hijo
Jesús (ha trabajado en distintas tareas rurales y fue secretario de la Junta Local).-
Somos recibidos en la casa de Don Guito por su hijo Jesús, quien nos cuenta que ya tienen
visitas: Hemos coincidido con el equipo que se encarga de realizar observación participante, pero como están
avocados a las artesanías de Doña Rosa en el living de la casa, nos vamos para el fondo donde Don Guito
disfruta de la sombra de sus árboles y donde están sus pajareras con aves de variadas especies, allí
desarrollaremos casi toda la entrevista, porque al final, Doña Rosa se da cuenta de que hubo algunos tapices y
tejidos que olvidó mostrarles a los compañeros y nos invita a verlos para completar su exposición, terminando
la entrevista en el living.
Una vez presentados, comenzamos preguntándole a Don Guito acerca de sus impresiones
sobre Villa Soriano:
“...Es el lugar más tranquilo Villa Soriano... es el primer pueblo fundado...” Y así comienza la charla.
- Fundamentalmente, nosotros andamos conversando con la gente que tiene algunos oficios,
porque nos parece importante que la escuela esté informada sobre eso y trabaje reconociendo esos oficios que
se vienen haciendo desde hace muchos años. Entonces, andamos consultando, estuvimos con Don Minino,
con su sobrino Luis, por su oficio de quinchador...”
- “Si ustedes me permiten, (pide Jesús Toledo, (el hijo de Guito), yo puedo darles una
reseña de lo que fue él con sus 88 años que tiene, de cómo nos criamos nosotros, del oficio que él tenía que
fue carrero, fletero, del tiempo que había trabajo, que había monte, que se acarreaba materiales de todo tipo,
fue policía muchos años... incluso estábamos hablando del comportamiento de los muchachos ahora a lo que
éramos nosotros, a lo que nos criaron ellos porque él,...yo tenía 18 años y no podía ir a un bar... pero no
podemos comparar el tiempo de antes al tiempo de ahora, cambió totalmente. Ël tiene 88 años y yo tengo 56
años,... nos criamos en la Villa, en un ambiente distinto al de la ciudad... yo conozco mucha gente de
Montevideo, mucha gente sencilla como ustedes que estudiaron, que tienen cultura... Yo miro la televisión y
veo cada cosa que pasa por ahí que digo: ¿en qué mundo estamos viviendo? Estamos viviendo en un mundo
de una crisis que acá no se nota, por ahora no la notamos..., nosotros tenemos campo, tenemos animales,
tenemos vacas, gallinas, pajaritos, cosechamos huevos, hacemos una quinta,... vivimos diferente a la
ciudad...Yo viví en la ciudad, no mucho, porque estuve internado en la Española... conocí gente muy bien de
Montevideo, como conocí las otras partes de Montevideo,... parecería que es por barrio ¿no?, esa gente que
se creen superiores... acá es distinto. La televisión y la radio es lo que tenemos para enterarnos de las cosas,
pero muchas veces nos mienten...”
- Así que Ud. nota que Villa Soriano es diferente a otros lados que conoce...
- Pero y claro...igual todo cambió ¿no? Mis hijos tienen 10 años y van a las maquinitas y a
un montón de cosas pero yo no les puedo prohibir, yo no los voy a criar a ellos como lo que yo viví...
- ¿Y qué es lo que hace a Villa Soriano especial, qué tiene que otros lados no?
- Villa Soriano es un mundo aparte... Todo eso (señala) es monte, campo, vivir una vida
diferente a la ciudad... Yo viví en la ciudad: uno está como oprimido, que no tiene esta libertad que tiene uno
acá...”
- Y tenemos entendido que Ud. se dedica a los pájaros... (a Don Guito)...
Contesta Jesús:- Acá todo el mundo tiene pájaro, pero a él alguien de acá fue a denunciar lo
que él vendía... que cambiaba pájaros... Los de Fauna han venido porque consideran un delito comercializar
con la fauna.
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Agrega Don Guito: - Acá lo que pasa que algunos cazan los pajaritos que casi no
hay más... Acá el federal, que es un pájaro divino, ya no existe acá casi, por los que cazan así porque sí
nomás...
¿Y qué pájaros sí se encuentran por acá?
Don Guito nos enumera: - Y... boyeros, boyerines, rey del bosque,... entonces, en tiempos,
como ser de cobro de luz y de agua, viene gente desesperada y dice: “... Pero Don Toledo, mire que tengo que
pagar, si no me van a cortar la luz...” Y bueno, a veces tengo algunos pesos y digo bueno, dejámelo ( al pajarito
que le traen)... cuando vos recuperes la plata yo te lo devuelvo... una gauchada para amigos, conocidos que
vienen...
- Por solidaridad...
- Y para ayudar, claro, después se lo llevan al pájaro y a veces me lo vuelven a traer...o
cuando hay algún enfermo, que alguien precisa plata para un remedio o...
- ¿ No dan remedios en el Hospital?
- Muy poco dan... (continúa Jesús) acá por ejemplo si él se enferma, tenemos una
ambulancia que viene y lo llevan al Sanatorio, pero porque él lo puede pagar, porque es jubilado policial, yo no,
porque soy un simple empleado y si me pongo a pagar eso, no como... Yo tengo que ir a Salud Pública y
desgraciadamente Salud Pública acá... la enfermera y el doctor hacen lo que pueden. Si Salud Pública no nos
da para los remedios, si yo tengo un hijo enfermo o lo que sea, no hay acá remedios ,hay que ir para Dolores y
después es un trámite de aquellos que...
- Sí, la crisis llega a todos lados ¿no?...
- Pero mire, acá se hacían cartas al gobierno departamental, al gobierno nacional y siempre
que no, que no hay, por aquello y por lo otro ... porque sea como sea, uno como secretario tenía cierta
influencia y pedía por las necesidades del pueblo, o de la gente, o del que precisaba un ranchito, o la madera o
una chapa para hacer un rancho ... y nunca encontramos el apoyo del gobierno ... los políticos vienen cuando
son las elecciones y después se olvidan... Acá vienen a buscar el voto pero ese día o el día de la elección y
después tá ... No digo que todos sean malos, pero el que quiso ser Intendente, que después fue Intendente,
vino el día antes de la elección con listas acá a traerme y le digo: No, no... (A este comentario de su hijo,
agrega Don Guito: “... Acá venían antes de la elección con listas acá a traerme y a todos les agarraba, Frente
Amplio, los blancos, los colorados, los dejaba conformes a todos, así después que se iban, bueno, uno hacía lo
que quería...”). Y continúa Jesús Toledo: “... Nosotros tuvimos club de políticos y ese día sí, comían con
nosotros, con vino y todo, macanudo y todo, pero después ellos se acomodaban y chau ... Eso es lo malo del
político, el mal político.”
- Así que el pueblo no esperó que se vinieran a hacer las cosas, ustedes estaban luchando y
reclamando...
Contesta Don Jesús: “¡Claro que sí, cómo no! Yo como secretario, pedí y reclamé mil veces
máquinas y de todo para que se pudiera hacer algo... Las grandes lluvias provocan inundaciones en mucha
parte del pueblo y esas cunetas hay que limpiarlas, porque si no el agua no pasa... Nosotros dependemos del
Río Negro ... acá hubo creciente también...” Y su padre continúa: “... Pero dice que como la del cincuenta y
nueve, no va a venir más una creciente así...”
Volvemos al tema de la historia laboral de Don Guito:
- Y Usted nos decía que a qué edad empezó a trabajar...?
- Y... dieciocho... Mi primer trabajo fue de fletero. Iba a Dolores, a veinte kilómetros de Villa
Soriano, compraba huevos, lana, cuero y vendía, en un carrito de dos caballos que todavía lo tengo. Iban
cuatro o cinco personas en un carrito de dos ruedas, porque no había camioneta, nada ... Después me dediqué
a la siembra de boniato, papa, en el tiempo que se daba todo...
- ¿Por qué ahora hay algunas cosas que no se pueden plantar?
- Y... lo que pasa es que los terrenos acá son bajos, y el tiempo cambió ... Vienen esas
tormentas, ese mundo de agua, que usted trabaja, viene un mundo de agua y descontrola todo. Después usted
vuelve a trabajar y viene esa sequía que mata todo otra vez... Y que además bueno, que acá es poca la gente
que tiene tierra, y tierra hay, pero es poca la gente que es dueña de alguna tierra ... Y esos grandes
hacendados, que tienen miles de animales... un día va a aparecer una tropilla de sesenta, ochenta y a
carnearle los animales, porque la gente tiene que comer, como en la Argentina que roban los supermercados
(Sigue su hijo Jesús: “ Acá nos tienen copados los argentinos, ... Hasta Susana Giménez y Tinelli tienen
campos acá...”) Y agrega Don Nicomedes: “ Y los franceses también, usted sabe que los franceses, el tour
que le llaman ellos, ... vienen franceses y es una cantidad de franceses que no sabe lo que dicen y matan
todos los animalitos que hay...”
- ¿ Y no existen controles para eso?
- Contesta Don Jesús: “ Y la Aduana tiene que saber, pero el hilo siempre se corta por lo
más fino,... a un pobre que caza para comer no, pero estos que los mandan los poderosos, vienen con las
camionetas y todo, no va a decir que no los ven ... y nosotros hemos hablado con las autoridades, pero hay
que tener pruebas ... los gobernantes se hacen los locos o qué...”
- ¿Y ha cambiado en algo el trabajo del campo o siempre ha sido igual?
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- Ah, mire (explica Don Jesús), el adelanto es muy lindo, pero antes la trilla
empezaba a mediados de diciembre, venía un camión, llevaba quince personas, que le daban de comer a
quince familias, se ganaba un buen jornal y en este momento viene una máquina a un campo de doscientas
hectáreas con un camión al lado o una tolva y en diez días como máximo limpió todo.
- Claro, se pierden fuentes de trabajo.
- Y la tierra inútil, que no se hace absolutamente nada, porque los gobernantes no nos
ayudan. Si nos dieran la semilla o una parte de tierra, podíamos sembrar... Vio que hasta en Holanda se
aprovecha todo, y no tienen ni parecido que acá de tierra...
- Los refranes es la cosa más grande (interrumpe Don Guito)... y hay uno que dice: El único
que se rasca para adentro es el chancho, los demás para afuera y es la verdad... porque nosotros podíamos
ser más poderosos, lo que pasa que los gobernantes gobiernan para los que tienen, no para nosotros.
- Tal vez si se consultara más a los que saben, a la gente de campo ...
- Pero y claro, (dice don Guito) uno ha aprendido... antes venía la primavera y uno ya sabía
que había que plantar y mire, yo fui carrerista, fui gallero y todas esas cuestiones... y tenía un amigo que era
contrario de gallo y un día fui a verlo y tenía cuatro palitos así en la tierra, los tenía para ver, porque uno lo
había cortado en luna llena, después el otro en luna nueva, en creciente y en menguante, y usted sabe que el
único que no se apolilla es el de menguante sin “r”.
- ¿ Sin “r”?
- Sí, de los meses sin “r”, ahí es donde se da mejor para plantar, se da mejor después la
cosecha...
- Y los palitos servían para ...
- Para ver que era cierto, y era nomás, porque no se apolilla cuando es menguante sin “r”.
En este momento se acerca a nosotros Doña Rosa, que ha terminado su entrevista con los compañeros del
subgrupo de observación participante. Nos cuenta que se olvidó de mostrarles a ellos una de las cajas donde
guarda algunas de las artesanías que realiza (tapices y tejidos en lana) y nos pide que las veamos nosotros,
para contarles a los compañeros lo que les quedó sin ver, aun cuando la exposición que les hizo fue muy
extensa y esa caja que preocupa a Doña Rosa sólo es una pequeña muestra, al lado de todo su trabajo (lo
sabemos porque vivimos esa exposición luego, en su totalidad).
La Sra. Rosa se interesa también por la conversación sobre la siembra y sus secretos y opina
al respecto: “...La química es mala, ahora se cura la fruta pero envenenan la gente. Antes teníamos cuadras de
frutales y sanitos ... todo se criaba a su tiempo, ahora no. Como los pollos, para estar buenos para comer
tienen que tener cinco o seis meses... ahora les dan esas cosas que en dos meses quedan ya grandes, pero
usted los prueba y tienen un gusto que no es pollo, es veneno para la gente...”
También charlamos y aprendemos con Doña Rosa las diferentes propiedades de los yuyos
medicinales que abundan en Villa Soriano: “...Con el Diente de León me curé la gastritis ...se seca a la sombra
y se toma con el mate... la Lucera de tres filos es para el estómago ... la Bardana cura las infecciones ... el
agua de Malva es para tomar, hace bien para todo, como la Carnicera que se hace agua, se hierve y es buena
para curar heridas, para el estómago, para todo... el Abrojo grande cura el espasmo...” Sus conocimientos
sobre tratamientos alternativos son muchos, ha “medido empachos”, conoce sobre la “culebrilla” y cuenta que
su mamá aplicaba muy frecuentemente (más aún que ella) toda esa sabiduría.
Nos disponemos a cumplir con el pedido de Doña Rosa de observar su trabajo y terminamos la
entrevista en el living de la casa, compartiendo sus hermosas artesanías y sus enseñanzas.
5) Informe de las entrevistas a las juezas: Nair Curse, casada con un estanciero de la villa, salteña, hace 35
años que reside en la villa (ex funcionaria) y María Silvia Graña Castellano de Hernández (actual jueza),
mercedaria, con 5 años de antigüedad en el cargo.
No se registran (casi) nacimientos en la Villa. La mayoría de los niños nacen en Dolores y son
registrados allí. Los matrimonios también son poco frecuentes. “La gente no se casa”, predominan las uniones
libres. Tampoco se regularizan los divorcios, por lo que muchos niños no llevan los apellidos que les
corresponden.
Un número importante de las casas, las más humildes, están construidas sobre terrenos fiscales
mediante “comodatos” precarios que otorga la Junta. Estas viviendas o terrenos, que no pertenecen a personas
privadas, son vendidos o alquiladas a otras personas.
Uno de los principales orgullos que tienen los habitantes de la Villa, al parecer de estas dos
personas, es caminar por las calles en que caminó Artigas. Este orgullo se ve reflejado en la masiva
participación del pueblo en los actos que organiza el comité patriótico, fundamentalmente el del 4 de abril, para
celebrar el aniversario de la batalla de Villa Soriano.
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También es importante la participación en la ceremonia religiosa del viernes santo, con
la “bajada del Cristo articulado” (figura representativa de Jesús que se encuentra en la Iglesia y que tiene la
particularidad de tener sus miembros movibles), evento que representa un símbolo de orgullo de los villeros por
su pueblo. Otra actividad importante y de gran concurrencia es la Fiesta de la primavera.
- Predominan los empleados rurales, peones de estancias. La villa está rodeada de tres o cuatro
establecimientos de gran magnitud que absorben toda la mano de obra en este rubro.
- Empleados públicos: Junta Local, aproximadamente 8 empleados, UTE, ANTEL, OSE; 1 o 2
empleados cada ente.
- Pesca, se está desarrollando en la actualidad de forma independiente por parte de cada pescador. Ha
venido gente de Nueva Palmira, que se radicó en la Villa para desarrollar esta actividad. Los pescadores
artesanales venden sus mercaderías a grandes compradores. Esto no siempre se desarrolló de la misma
forma; existió una cooperativa de producción donde varios pescadores se habían asociado y lograron obtener
una cámara de frío, barcos, cajas de almacenamiento. Hoy la cámara de frío está sin utilizar y la cooperativa se
desintegró.
- Además de la cooperativa de producción de los pescadores, existieron cooperativas de avicultura, de
carpintería (en coordinación con la UTU) y de manualidades.
- La mayoría de los habitantes del la Villa que perciben ingresos son pasivos.
EXPECTATIVAS Y POSIBILIDADES
Los jóvenes, al terminar Primaria, en un gran porcentaje no estudian más. Algunos continúan en
UTU y unos pocos van al Liceo de Dolores. Los jóvenes que tienen “aspiraciones” “se van del pueblo”, sobre
todo los de las familias de un nivel socio económico y educativo alto.
En un momento, se consideró al turismo como una posibilidad importante, pero nunca se preparó a
nadie ni nada para esa tarea.
No hay actividades para la tercera edad, ninguno de los tres clubes sociales funciona. Solamente el
Baby fútbol y la Banda tiene alguna actividad. Se dan muchos casos de abuelos con tenencia de nietos (“esto
les permite cobrar Asignación Familiar”).
Como cambios significativos del pueblo “se pueden ver los mejoramientos en las construcciones de las
casas y el embellecimiento que la gente le ha dado a las mismas”.
Ante la necesidad de intervenir en algún problema familiar la única institución que realiza esta actividad
es la escuela.
“Villa Soriano es una localidad enclavada en el tiempo y en el espacio, con un material humano rico y
sano y sin posibilidades (que determinan el estancamiento); de todas formas yo podría irme pero no me voy. Yo
puedo salir, paseo, pero estoy deseando volver a la Villa. Tiene un fuerte poder telúrico. Atrae.”
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