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TINTA.

Era necesario formar una grande disertación, para describir todos los usos a que se estiende el de la
tinta de que usamos para escribir: lo cierto es que por su medió sé conserva la harmonía entre los
hombres; él derecho de propiedad, la fuerza de los contratos tienen por fiadora á esta composición
química, casi todas las acciones civiles de los hombres se consolidan por ella, por lo que sería de
mucho provecho, establecer regla fija para disponer ingrediente, que formado con malos materiales
en poco tiempo se borra, de lo qué provienen muchos litigios, ó mucho trabajo para decifrar lo que
se habia escrito.

En Nueva España se conoce un perfecto material, para componer la tinta, cual es el cascalote, que
en sus efectos aventaja a las agallas de levante, lo que ya sé demostrará en otra ocasión, también se
conoce el huisache ó hisisache, que es el que comunmente se usa para el fin, pero este fruto no es
comparable al cascalote; de lo que carecemos es de una buena alcaparroza ó vitriolo de fierro, á
causa de que la fabrican mal acondicionada; para darle una 'vista hermosa, y que se asemeje al color
dé la esmeralda, "le mezclan cobre en lugar de fierro, manipulación muy contraria al verdadero
destino de la alcaparroza, que es el tinte; y también perjudicial al que abastece al publico de
semejante ingrediente, porque el valor del cobre siempre es superior respecto al del fierro viejo ó
con moho, que es el propio' para fabricar vitriolo de marte, y este es el único que sirve para el tinte
negro.

Para remediar este defecto que inadvertidamente se ejecuta en la fábrica de alcaparroza, úsese de
ésta operación: disuélvase la alcaparroza, y entonces se hechará en la disolución una poca de
limadura de fierro, o algunos fragmentos de este metal, (mientras mas mohosos son mas propios) y
se deja por un par de días, cuélese por un lienzo y se consigue un verdadero vitriolo de marte, en las
heces se verá el cobre precipitado, y el que no estuviere instruido en la química juzgará que el fierro
se convirtió en cobre.
Para disponer una tinta de buen negro y permanente se deberá usar de la receta que imprimió Lewis
(el químico que ha trabajado con mayor constancia y acierto para componer una perfecta tinta de
escribir:) se ponen á hervir en tres cuartillos de agua, por media hora tres onzas de agallas reducidas
á polvo, una onza de palo de campeche desmenusado se cuela la infusión, y se mezclan una onza de
alcaparroza, y otra de goma, no obstante de que Lewis esprese el uso de agallas, el cascalote no
suple, sino que es muy ventajoso á material, que á causa de haber pasado por muchas manos
comerciantes, es aqui caro; el mismo autor advierte puede usarse en lugar de agua, de vino, ó de
cerveza; creo que el pulque á causa de ser una bebida muy análoga á la cerveza, seria muy á
propósito.
El presentar una receta de tinta ya reconocida en. Europa como ventajosa, será de grande utilidad
para lo venidero: ¿pero respecto a los escritos antiguos cuya escritura está casi perdido, ¿cómo
podran reducirse para que se lean los caracteres? Creo fue un religioso benedictino el que descubrió
método de tan grande utilidad; y consiste en disolver una poca de alcaparroza, y embeber con ella el
papel, entonces los caracteres se renuevan de manera, que se presenta como si se acabaran de
escribir; también puede usarse dé en agua que se hayan hervido agallas, cascalote, cascaras de
granada, ó cualesquiera otro vegetable astringente, untando las ojas con ella, pero si por
equivocación después de haber untado la disolución de alcaparroza, se usa de los astringentes, se
esperimentará un gravísimo detrimento, porque el papel quedará del todo negro;
esto debe tenerse presente para evitar inconsecuencias, tan solamente una de las disoluciones es la
que conviene aplicar, para la renovación de los caracteres.
Si el manuscrito es importante será muy conveniente ejecutar la operación en arreglo á lo que
determinan las leyes, de otra manera, se acusaría de subresticio un documento antiguo á causa de
que los caracteres se presentan como si estuviesen recien escritos.
TINTA INDELEBLE.

Desde mucho tiempo se ha procurado obtener tintas que estén al abrigo de las alteraciones que la
fraudulencia prueba de continuo hacerlas esperimentar. Las tintas que tienen por base los cuerpos
grasos y el negro de humo son indestructibles por los ácidos, el cloro y los álcalis débiles, pero su
uso presenta inconvenientes que casi no permiten emplearlas; no corren fácilmente en la pluma;
muy á menudo tambien una parte de los rasgos queda invisible; y sin embargo, con composiciones
análogas se han preparado muchos líquidos que han sido presentados como tintas indelebles.

El difunto Mr. Bosc, del Instituto, se habia ocupado con mucha perseverancia de indagar los medios
de obtener una tinta completamente indeleble; ha suministrado al comercio , por algun tiempo, una
que resistía bien á la accion del cloro, de los ácidos y de los álcalis, pero ó su receta ha variado ó la
preparacion no ha tido bien hecha , pues muchas de sus tintas han presentado caractéres tan poco
ciertos como la tinta de nuez de agalla; y por eso sus productos han sido despreciados.

Mr. Dizé ha preparado tambien una tinta que se ha reconocido como capaz de resistir á la accion de
diferentes ajentes, pero es dificil de usarla, porque no moja la pluma.

Encargada de proceder al examen de diferentes medios de seguridad propuestos para preservar las
actas de las alteraciones de la fraudulencia , una comision da la Academia de Ciencias ha sometido
á un gran número de ensayos todas las tintas presentadas como indelebles; y de su trabajo resulta
que la mejor de todas seria la tinta semejante á la de China, preparada por los dos siguientes
procederes:

1. Se dilata ácido muriático con agua , de modo que solo marque 1º5 del aréometro de Baumé, es
decir que tenga una densidad de 1,010: entonces 100 gramos de este ácido pueden disolver 3
gramos de mármol blanco: sirve este líquido para desleir la tinta de China del modo comun. Con
cuatro o cinco gramos de tinta de China y 1 kilogramo de ácido muriático á 1°5, se obtiene un litro
de tinta de muy buen matiz: un trabajador pagado á 2 fr. por día, podría preparar de ella tres litros,
cada litro de ácido no cuesta mas que 2 centésimos , y el kilógramo de tinta China á 20 francos; el
litro de tinta preparada solo costaría, pues, 47centésimos.

2. Se procura una disolucion de acetato de manganesa que señale 10° en el pesa licor de Baumé, ó
que tenga una densidad de 1074; se le añade 1/2 de su volúmen de ácido acético, capaz para 100
partes, de saturar cerca de 160 de carbonato de sosa cristalizado: empléase este líquido para desleir
la tinta de China , y para fijar la escritura de un modo invariable, basta esponer el papel encima de
un vaso que contenga amoníaco líquido ó encerrarla en un cajon con carbonato este ácido.

La tinta da China desleída con agua ó con uno de los líquidos que se acaban de indicar, traza
perfectamente caracteres en la superficie del papel, pero cuando esta está. perfectamente encolado ,
como lo exije el uso actual. lo caracteres no adhieren sino á la superficie esterior y la tinta no
penetra en el papel; mas una muy sencilla precaucion basta para producir este último efecto de cual
depende toda la eficacia de esta tinta, consiste en pasar el dedo lijeramente humedecido sobre la
parte del papel sobre el cual deben trazarse las palabras cuya conservacion es la mas importante
para la validez del acta. Podríase tambien emplear una esponja muy lijeramente mojada, y entonces
despues de secos, los caracteres son completamente indestructibles, á menos de alterar fuertemente
el papel con la frotacion; podríase igualmente hacer penetrar la tinta en el papel hasta la segunda
superficie, pero de esto resultaría un inconveniente para la pureza de los caractéres.
Tinta de China.

Esta sustancia tan útil para la aguada de los planos , se prepara en China por medio da decocciones
de diversas plantas, de cola de piel de asno y de negro de lámpara. M. Mérimeé , á quien se deben
muchas indagaciones sobre esta fabricacion, ha indicado el siguiente proceder:

Se hace templar hermosa cola de Flandes en cerca tres veces su peso de agua acidulada con 1/10 de
ácido sulfúrico; se echa el agua que contiene la parte mas soluble de la cola, y se reemplaza por una
igual cantidad de agua ligeramente acidulada; se hace hervir el líquido por espacio de una ó dos
horas, de modo que no tome la consistencia de jalea por el enfriamiento , se satura el ácido con
creta en polvo y se filtra el líquido que pasa trasparente en caliente.

Se toma cerca del cuarto de esta cola, en la cual se echa una disolucion de nuez de agallas; se forma
un precipitado abundante que se lava con agua caliente y que se disuelve en el resto de la cola
clarificada, y se evapora en consistencia suficiente para que despues de haber incorporado el negro
de humo se obtenga una masa de consistencia conveniente para ser amoldado.

Por tanteo, se determinan las proporciones de negro de lámpara aplicando con el pincel una lijera
capa de tinta sobre porcelana y escribiendo sobre papel con una pluma: si la tinta es lustrosa sobre
porcelana, es una prueba que tiene suficiente cola; si despues de la desecacion sobre el papel, no se
consigue destemplarla por medio de un pincel mojado, es una prueba de que no hay demasiada cola.

Proust ha encontrado 2 p.% de alcanfor en la tinta de China; una enciclopedia de la China, indica
efectivamente el uso de esta materia y que produce un escelente efecto. La tinta que la contiene
puede amasarse con los dedos lijeramente mojados con aceite sin que adhiera á ellos, y entonces
recibe muy bien la impresion del sello.

Boswell ha indicado el siguiente proceder para preparar la tinta de China:


Se hace disolver en lejía alcalina cáustica tantas virutas de cuerno cuanto pueda disolver; se evapora
ajitando hasta que la masa sea pastosa y dé un principio de fusión; la temperatura debe ser bastante
elevada.

Se retira la masa del fuego despues de enfriada, se la hace disolver, se filtra, y se le echa alumbre;
poco á poco se forma en ella un precipitado que, lavado, seco y mezclado con un poco de agua
gomada, da un color que presenta todos los caractéres de la tinta de la China.

Tintas de color.
La mas interesante es la tinta roja. La mejor se prepara con carmín disuelto en el amoniaco; pero
este proceder es muy caro. Puédese obtener la tinta directamente con la cochinilla , y casi tan bella
como con el carmín: despues de haber macerado la cochinilla en el amoníaco, se filtra, se deja
evaporar al aire el esceso de amoníaco, y se añade la goma necesaria.

Tambien te obtiene una tinta hermosa y muy duradera disolviendo laca de rúbia en ácido acético; su
matiz es brillante y agradable. En cuanto á las tintas rojas que se preparan con palo Brasil, son poco
sólidas y de un rojo mucho menos vivo. Para estas tintas se han de infundir en vinagre, por espacio
de tres dias, 100 partes de Brasil en polvo; se lleva en seguida á la temperatura de la ebullicion por
una hora y se filtra. Se hacen disolver en caliente en el líquido, 12 partes de goma arábiga, de
alumbre y de azúcar, y despues del enfriamiento se pone en redomas y se cierra muy
herméticamente.

Pueden prepararse tintas amarillas, verdes, azules, empleando diferentes sustancias colorantes que
produzcan dichos colores.
TINTURA.

Medio para conocer si una seda de color de punzó está bien teñida.

Hágase disolver un peso de jabon igual al de la seda, en 15 veces su peso de agua, désele un hervor,
sumérjase en la seda por espacio de 15 minutos. Si la seda habia recibido un baño de cochinilla, que
la carga muy fuertemente, el baño tomaria un color amarillo-naranjado. Si habia mezclado en él
palo de Brasil, el color seria rojo de ladrillo. Si el punzó hubiese sido subido por medio de baño de
agalla blanca, seria menester, para asegurarse de ello , retirar la seda del baño jabonoso, lavarla
primero con mucha agua, despues sumerjirla en una débil disolucion de caparrosa verde. El baño y
la seda tomarían en este caso, un matiz negro.

Medio de reconocer si una seda ha sido teñida con agallas.

Sumérjase una madeja en una disolucion del cuarto de su peso de jabon blanco y de quince veces su
peso de agua; hágase hervir 20 minutos, retírese del fuego, lávese con agua caliente, tuércese y
sumérjese la madeja al instante en una disolucion de caparrosa verde (sulfato de hierro) en la dósis
de una onza de caparrosa para una libra de agua. La seda se pondrá negra al instante, si había sido
teñida con agallas.

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