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TAREB Iluminación

1 Introducción
1.1 La luz en la arquitectura
En la arquitectura actual existe un uso exagerado de sistemas artificiales y la
conceptualización de una arquitectura de geometría vítrea, con paradójicos
muros cortina que, en lugar de comunicar con el exterior, crean barreras no
practicables. Se llega así hasta el punto en que el ambiente interior,
teóricamente controlado, resulta frecuentemente más inhabitable que el
exterior. Arquitectura entonces que funciona "peor que el clima".

Iluminar naturalmente un edificio es algo más que la solución a un problema


de consumo energético o incluso que un recurso estético de fácil incorporación
a la arquitectura. La luz natural en la arquitectura debe ser un componente más
de una filosofía que refleja una actitud más respetuosa y sensible del ser
humano frente al medio ambiente en donde vive.

2 Principios físicos básicos


2.1 Radiación electromagnética
La radiación electromagnética es una forma de transporte de energía que se
caracteriza por variaciones periódicas del estado electromagnético del espacio,
interpretable también como el movimiento de particulas inmateriales: los
fotones.
La radiación electromagnética se caracteriza por su frecuencia (f en Hertz), su
longitud de onda (λ en metros) o su frecuencia en distintas zonas de lo que
llamamos espectro radiante, lo que equivale a hacerlo según sus efectos
perceptibles tecnológicamente. En este espectro la luz visible ocupa una
pequeña franja de muy poca anchura.
Recordemos que la longitud de onda y la frecuencia de una propagación de
movimiento vibratorio están relacionadas con la velocidad de propagación (c)
en la forma: λ = c/f.
Las radiaciones electromágnéticas tienen su origen en variaciones de la
estructura atómica de los cuerpos, al producirse alteraciones en la situación
orbital de los electrones, que comportan emisión de fotones al regresar
aquellos a su posición de equilibrio, eliminándose así la energía sobrante en
forma de radiación.
Se distingen dos tipos principales de fuentes de radiación visible, las de
descarga y las térmicas, aunque para el caso de la luz natural nos bastará
considerar estas últimas.

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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Figura 4.1- Espectro radiante

Las fuentes térmicas emiten radiaciones a causa de la agitación térmica de la


materia, caracterizándose por ser continuo el espectro en el campo de
longitudes de onda que cubren.

En condiciones normales las fuentes térmicas emiten sobre todo radiación


infraroja, pero al aumentar la temperatura del emisor, no solo aumenta la
cantidad de energía sinó que además, el valor máximo de emisión de la misma
se desplaza a longitudes de onda más cortas. De esta forma, a medida que
aumenta la temperatura de radiación penetra cada vez más en la franja visible
del espectro, hasta que, a una temperatura de unos 6500 K, el máximo queda
centrado en esta zona. No es casual que esta temperatura sea
aproximadamente la de la superficie del sol y que de esta forma la visión
humana tenga su campo de acción adaptado a los valores más altos de
radiación de su entorno planetario.

2.2 Unidades y ecuaciones fundamentales de la luz como energía


En iluminación se utilizan básicamente cuatro unidades para describir la luz y
sus efectos.

Flujo luminoso
El flujo luminoso mos mide la cantidad de luz por unidad de tiempo, designado
por Φ , tiene como unidad el lúmen (lm).

Intensidad luminosa
La intensidad luminosa mide el flujo en una dirección determinada, se designa
por I y tiene como unidad la candela (cd = lm/estr) (estr: unidad de ángulo
sólido en el que la superficie abarcada en una esfera es igual al cuadrado del
radio).

Luminación

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La luminación nos indica la claridad de una superficie emisora para un


observador, designado por L tiene como unidad la candela/m (cd/m 2 ).

La iluminancia
Por último, la iluminancia mide el flujo que llega a una superficie determinada,
se designa por E y tiene como unidad el lux (lx = lm/m 2 )

Figura 4.2.- Las cuatro unidades


En cualquier fenómeno lumínico se verifica que, la luz procedente de una
fuente emisora puntual, se expande por el espacio y al alejarse del origen la
iluminancia que produce sobre una superficie decrece en razón al cuadrado de
la distancia. Igualmente, si la superficie no es ortogonal al rayo incidente, la
iluminancia decrece según el coseno del ángulo de desviación, de esta forma
resulta:

E= l / d 2 cos
En el caso de la radiación solar directa, dada la gran distancia del foco emisor,
la variación de distancia a nivel terrestre resulta despreciable y los rayos se
consideran paralelos, lo que significa que E = I cos α

2.3 El espectro visible


La luz no transporta únicamente energía sinó que también tiene color, que es
consecuencia del reparto de energía en las diferentes longitudes de onda del
espectro visible, correspondiendo un color específico a cada longitud de onda,

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según los colores del arco iris. La luz solar cubre todas las zonas del espectro y
muchas veces nos referimos a ella como “luz blanca”.

En el campo de la luminotecnia se utilizan unidades específicas para indicar las


características cromáticas de la luz, así:

La temperatura de color
(Tc) expresa el color de una fuente de luz por comparación con el de la luz
emitido por el cuerpo negro a una temperatura abosoluta determinada, su
unidad es el Kelvin (K). Como el cuerpo negro canvia de espectro según la
temperatura, hacia los 3000 K la luz es rojiza, hacia los 5.000 se compensa la
distribución y a mayor temperatura es azulada. Se define la Tc como la
temperatura a la que se debe calentar el cuerpo negro para que la luz que
emite sea de color similar a la luz que se pretende valorar. En el caso de la luz
natural vemos que sus temperaturas de color son del orden de 6000 - 6500 K,
coherentes con las reales de la superficie que emite esta luz (corona solar).

El índice de rendimiento de color


El índice de rendimiento de color expresa la capacidad reproductora de una luz
sobre el color de los objetos que ilumina se denomina IRC y se expresa en %.
Como para tener una buena reproducción cromática la luz ha de tener energía
en todas las longitudes de onda, este es el caso de la luz solar, por otro lado
aquella a la que estamos más acostumbrados, en la práctica el IRC de la luz
natural es del 100%.

2.4 La luz y los límites del espacio


Reflexión- Transmisión- Absorción
La luz se propaga por el espacio a una velocidad que a efectos arquitectónicos,
podemos considerar instantánea, pero al encontrar un obstáculo material se
refleja en parte, otra parte es absorbida por la superficie (transformandose en
calor) y puede ocurrir que una parte se transmita al otro lado del obstáculo.
Los coeficientes de reflexión (r), de absorción (a) y de transmisión (t) nos
informan, respectivamente, del tanto por uno de la luz incidente que es
reflejada, absorbida y transmitida por una superficie dada. La suma de los tres
coeficientes siempre valdrá la unidad: r + a + t = 1.
Como la energía puede reflejarse cualitativamente de forma distinta según el
tipo de superficie, consideramos desde el punto de vista espectral y desde el
punto geométrico los diferentes tipos posibles.
a)desde el punto de vista espectral las superficies pueden tener
comportamientos distintos para las distintas longitudes de onda dentro
del espacio visible. De esta forma la luz natural puede adquirir
coloraciones diversas al reflejarse ó ser transmitidas por superficies de
color.

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Hablamos de reflectancia o transmitancia específicas (r l ó t l ) a las que se refiere


el comportamiento de una superficie determinada para la luz de una longitud
de onda (con su color asociado) dada. El valor medio ponderado de las r l ó t l
para una radiación determinada (en nuestro caso la luz solar), nos dará el valor
del coeficiente de reflexión de la superficie. En general la radiación reflejada o
transmitida por una superficie reproduce el espectro de la incidente, afectado
por los valores de las distintas reflexiones ó transmitancias específicas (r λ or
t λ).

Figura 4.3.- Tansmisión espectral a través de vidrio coloreado

b)desde el punto de vista geométrico, el acabado y la estructura interna de


los cuerpos puede variar la geometría de la transmisión o reflexión.
Siempre que las irregularidades materiales sean de un orden de magnitud
similar a la longitud de onda de la luz se producirá una difusión de la luz,
y si estas irregularidades son mucho menores se producirá una reflexión o
transmisión regular, sin modificación de la geometría de la luz incidente.
En la práctica se pueden distinguir tres tipos básicos de comportamiento
geométrico.

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Figura 4.4.- Refexión y transmisión. Comportamento geométrico

Como la longitud de onda de las radiaciones lumínicas es muy pequeña, la


mayor parte de las superficies con las que trabajamos en arquitectura
presentan reflexiones de tipo difuso y no son atravesadas por la luz.
Unicamente las superficies muy pulidas y las de estructura interna molecular
ordenada (cristales), tienen un comportamiento regular a la reflexión y
transmisión.

En el caso de la reflexión o transmisión difusas, la distribución resultante de la


luz es tal que la luminancia L de la superficie, observada desde cualquier
dirección, es constante y tiene el valor:

L =Er / or L =Et /

En la arquitectura, donde la mayor parte de las superficies tienen reflexión


difusa, este comportamiento tiende a que la luz natural se reparta más
uniformemente por los espacios interiores. Las superficies con reflexión
regular (ó especular) pueden ser útiles para reflejar la luz y especialmente la
radiación directa del sol, hacia direcciones específicas que resulten más
convenientes. Igualmente, las superficies transmisoras son normalmente
regulares o transparentes, por lo que permiten la entrada de los rayos directos
del sol sin variar su geometría y a la vez la visión a su través, efecto
normalmente favorable.

3 Fisiología de la visión
3.1 el ojo y la visión (percepción visual)
El sentido de la vista se basa en el funcionamiento de un órgano tan
especializado como es el ojo. Este órgano tiene la pupila, que regula la
cantidad de luz que penetra en el ojo mediante una abertura regulable en
proporción superficial de 1 a 16. Cuanto más cerrada está la pupila menos
cantidad de energía penetra pero la visión es más nítida y con mayor
profundidad de campo. El cristalino es la lente que regula el enfoque con la
deformación hasta la visión próxima con deformación máxima. Desde el

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cristalino, la luz atraviesa el cuerpo vítreo que rellena el globo ocular, hasta
incidir en la retina, donde se forman las imágenes enfocadas por el cristalino.
Esta retina es una partícula, sensible a la cantidad de luz mediante unas células
llamadas "bastoncillos" y a la cantidad y el color (longitud de onda) de la luz
mediante otras células denominadas "conos". En el centro de la misma, una
pequeña concavidad llamada fóvea contiene solo conos de pequeño tamaño y
muy apretados, que proporcionan la zona de visión nítida.

Figura 4.5.- Estructura del ojo humano

El ojo humano responde a la cantidad de energía que recibe con sensaciones


que no responden linealmente al estímulo. Como sucede con los restantes
sentidos humanos la visión sigue una ley aproximadamente logarítmica según
la cual incrementos iguales del estímulo no suponen incrementos de sensación
iguales, sinó que estos últimos son menores cuando los niveles de energía son
altos que cuando son bajos. De esta forma:

S=K log E+ B

donde:
S
sensación
E
estímulo
By K
constantes

Este tipo de reacción permite a los sentidos humanos abarcar campos más
amplios de niveles de energía, pero supone que al evaluar los efectos de la luz

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un incremento determinado tiene distinto valor según el nivel de que se parte.


De esta forma un incremento de una abertura de iluminación en un espacio de
1 m 2 , si previamente existía 1 m 2 de abertura se acusa mucho, en cambio un
incremento de 1 m 2 en un local con 10 m 2 de abertura se nota muy poco como
sensación de aumento de luz en el espacio.

Además de este mecanismo sensorial básico, la vista tiene capacidad para


adaptarse a distintos niveles energéticos con otros sistemas. Ya hemos visto
como la pupila variaba la superficie de entrada de la luz en una relación de 1 a
16 con un mecanismo de tipo retroactivo. Por otro lado las células de la retina
trabajan en campos diversos, los bastoncillos son los únicos con luminancias
inferiores a 10 cd/m 2 , como los conos lo son por encima de las 300 cd/m 2 y
entre ambos límites trabajan conjuntamente los dos tipos de células.

Con los conos existe visión del color y la máxima sensibilidad corresponde al
color amarillo- verdoso, reduciéndose esta sensibilidad hacia los dos límites del
espectro hasta anularse. Esta visión con los conos se denomina fotópica. En la
visión con los bastoncillos, denominada escotópica, no existe apreciación del
color y el máximo de sensibilidad se situa en una zona de menor longitud de
onda.

Figura 4.6.- Curva de sensibilidad del ojo humano

La curva de sensibilidad del ojo con visión fotópica sirve de base para definir
las unidades que veíamos en el apartado 2.2. El flujo luminoso resulta de
afectar el flujo total radiante por el coeficiente de sensibilidad del ojo para cada
longitud de onda.

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1 = r V 680

donde:

Φ1
flujo luminoso en lm

Fr
flujo radiante en W
V (λ)
coeficiente de sensibilidad

3.2 Sensibilidad temporal de la visión


En general los sentidos humanos tienden a adaptarse a los estímulos
constantes y a sensibilizarse de acuerdo con los valores energéticos medios de
su campo de percepción. Para adaptarse a un cambio de las condiciones de
luminancia media del campo visual el ojo necesita un período de tiempo,
variable según se trate del paso de la luz a oscuridad o del caso inverso. en
general se consideran necesarios más de 30 minutos para una buena
adaptación de la luz a la oscuridad y únicamente unos 30 segundos para el
paso de la oscuridad a la luz. En realidad se debería considerar que son curvas
de adaptación de tipo logarítmico, con respuesta rápida al principio y más lenta
a medida que pasa el tiempo. Para una perfecta adaptación de la luz a la
oscuridad deben pasar horas, pero los primeros instantes son los más
importantes.

En el diseño arquitectónico es importante este fenómeno, teniendo sobre todo


en cuenta que la percepción correcta depende más del equilibrio de
luminancias en el campo visual que del nivel absoluto, ya que la visión tiene
capacidad de adaptación en un campo amplísimo de energías, con rendimiento
correcto desde luminancias medias del orden de 50 cd/m 2 hasta 25.000 cd/m 2 .
Por este motivo muchas veces es más importante que en los espacios
arquitectónicos el usuario en movimiento puede adaptarse paulatinamente a
los niveles que va encontrando, que el valor absoluto de estos niveles.

3.3 La percepción espacial del ojo humano


El ojo humano tiene un campo visual aproximadamente semiesférico ( 2π
estereoradianes), con un ángulo sólido central de pequeña amplitud de visión
precisa, correspondiente a la situación de la córnea en la retina. Hacia los

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bordes del campo visual la visión se hace borrosa, perdièndose rápidamente la


percepción de las formas y conservándose mejor la de los movimientos.

Normalmente nuestros ojos están en constante movimiento, saltando la visión


precisa de una a otra zona del campo visual que se controla globalmente con la
periferia de la retina. El movimiento de la cabeza complementa las
posibilidades de percepción visual de nuestro entorno, pero siempre queda una
zona posterior en sombra, que no percibimos ni controlamos con la vista,
requiriendo el auxilio del oido para sentirnos dominadores del ambiente que
nos rodea. Por este motivo y especialmente en locales con dificultades
acústicas, puede ser importante la posición relativa de las personas en relación
al espacio que ocupan.

Figura 4.7.- Alzado y planta del campo visual

Con la vista también se localiza la dirección de los objetos que nos rodean,
básicamente dirigiendo la cabeza y los ojos hacia aquello que observamos. La
acción de los músculos informa al cerebro de la dirección relativa a nuestro
cuerpo, basándose para ello en gran parte en la experiencia.

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La apreciación de la distancia resulta más compleja y en ella intervienen


diversos mecanismos. Por un lado existe la deformación del cristalino en el
enfoque de la imagen que permite evaluar distancias muy cortas. Por otro lado
la visión binocular permite, con el cambio de la imagen de un ojo respecto a la
del otro, reconocer la situación relativa de los objetos en el campo visual, a la
vez que la convergencia de los ojos nos ayuda a evaluar las distancias
próximas. Finalmente, es el aprendizaje el que en mayor medida nos informa
sobre la distancia a la que están situados los objetos, simplemente
considerando el tamaño aparente de los mismos en relación a experiencias
previas. El único inconveniente es que resulta un sistema poco fiable en
entornos novedosos o de escala distinta a la normal, efecto que ha sido
utilizado a menudo como recurso arquitectónico para producir sensaciones
especiales en el espectador.

3.4 El confort visual


Nos referimos al hablar de confort a la comodidad o falta de molestia en un
ambiente determinado, intervienen en este concepto posibles causas ya que
influyen simultaneamente los estímulos de todos los sentidos, además de otros
factores dificilmente reconocibles. A pesar de ello clasicamente se analiza,de
forma independiente el confort para cada uno de los sentidos principales,
como es el caso de la vista.
Distinguimos al hablar de confort entre los parámetros, valores evaluables de
las características energéticas del ambiente y los factores de confort, que
dependen del usuario e influyen sobre la apreciación de los parámetros. El
confort dependerá de la relación entre ambos y aunque el diseño
arquitectónico influye sobre los parámetros esencialmente, se deberán tener en
cuenta los factores del usuario (edad, tipo de actividad, etc.) para adecuar el
diseño a su objetivo.
Iluminancia
La comodidad visual depende, como es lógico en un sentido básicamente
informativo, de la facilidad de nuestra visión para percibir aquello que le
interesa. En este sentido, el primer requerimiento será que la cantidad de luz
(iluminancia)sea la necesaria para que nuestra agudeza visual nos permita
distinguir los detalles de aquello que miramos. De acuerdo con esto, el primer
"parámetro " es la iluminancia (lx), con valores recomendables que varían según
las circunstancias y las condiciones de deslumbramiento (que será el segundo
parámetro que se deberá considerar en el confort visual).
Deslumbramiento
El deslumbramiento, considerado como "parámetro de confort ", es el efecto
molesto para la visión debido a un excesivo contraste de luminancias en el
campo visual. En general, este efecto se debe a que existe una pequeña
superficie de mucha claridad (luminancia) en un campo visual con un valor
medio bastante más bajo, normalmente a causa de la presencia de una
luminaria o de una ventana.

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El deslumbramiento “por adaptación”, es el más importante en el diseño


arquitectónico, se produce al adaptarse el ojo a la luminancia media de un
campo visual donde hay valores muy variables de ésta, con extremos que
quedan fuera de la capacidad de adaptación visual y que, por lo tanto, no se
ven.
Otra distinción de los tipos de deslumbramiento se puede hacer al considerar
la incidencia en el ojo del rayo de luz excesivo. Se considera deslumbramiento
directo el que incide en la fóvea, que también se llama "incapacitante", ya que
no permite ver prácticamente nada. Si la incidencia se da en el resto de la
retina, se considera deslumbramiento indirecto, que puede perturbar la visión
sin impedirla, y se llama también "molesto o perturbador ". También es
necesario considerar que, en muchos casos, esta misma denominación
(directo/indirecto) se utiliza para definir y distinguir los deslumbramientos
producidos por una fuente de luz directamente de los que se producen
reflexión en una superficie brillante (como puede ser una mesa recubierta con
un cristal).

El deslumbramiento es un fenómeno de difícil valoración, aunque se puede


evaluar mediante el análisis de las diferentes luminancias presentes en el
campo visual. En primera aproximación se recomiendan como valores
"adecuados" para un entorno de trabajo, los contrastes de 1 a 3 entre el objeto
observado y su fondo próximo, de 1 a 5 con la superficie de trabajo en general,
y de 1 a 10 con otras superficies del campo de visión. En un análisis más
exacto se usan los conceptos siguientes:

L as  b f 
g=
LB

donde:
Ls
luminancia de la fuente luminosa
ω
ángulo sólido de la fuente desde el ojo
f (θ)
función de la dirección en que llega la luz (valor 1 si llega perpendicularmente
al ojo y valor 0 si llega lateralmente)
LB
luminancia del fondo de la fuente de luz
a y b

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coeficientes con valores típicos 1.8 y 0.8

La sensación de deslumbramiento crece con el incremento del valor de esta


const ante de deslumbramiento g. Como subjetivamente los incrementos de
molestia por deslumbramiento siguen aproximadamente la ley logarítmica de
la sensación, se define el índice de deslumbramiento (G):

G=10log10 g
A partir de un valor 10 del índice G, el deslumbramiento es perceptible, de 16 a
22 es soportable, de 22 a 28 inconfortable y para valores superiores,
intolerable.

Color de la luz
Un tercer parámetro de confort visual es el color de la luz; mediante los
conceptos de "temperatura de color " y de "índice de rendimiento en color En
este sentido, la gráfica de Kruithof relaciona la temperatura de color de la luz
con la iluminancia, y define un campo de compatibilidad entre ambos valores.
En el caso de la luz natural, siendo sus características cromáticas las
teóricamente ideales, poca influencia sobre el confort tendrá el color de la luz.
Con todo ello y teniendo siempre presente el valor relativo de estos datos,
podemos enunciar valores típicos de los parámetros lumínicos en su relación
con los factores del usuario (Tablas 2- 6)

Tabla 1
Definidores limínicos Iluminancia (valores generales)
Actividades con esfuerzo muy alto: dibujo de precisión, joyería
1000 lux
Actividades con esfuerzo visual alto o muy alto de poca duración, lectura, dibujo, etc .
750 lux
Actividades con esfuerzo visual medio o alto de poca duración: trabajos generales, reuniones, etc.
500 lux
Actividades de esfuerzo visual bajo o medio de poca duración: almacenaje, circulación, reunión, etc .
250 lux

Tabla 2
Factores modificadores de los valores generales de iluminancia
x 0.8 x I x 1.2
Edad < 35años Edad de 35- 55 años Edad > 55 years

Actividad poco importante Actividad importante Actividad crítica y poco usual


Actividad fácill dificultad regular Alta dificultad

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Tabla 3
Valores de luminancias(con su correspondencia con iluminancias)

Código visual Luminancia (cd m - 2 ) Iluminancia horizontal (lux)

Rostro humano muy poco visible 1 20


Visión correcta del rostro 10- 20 200

Óptimo con trabajos normales 100- 400 2000

Superficies con reflexión >0,2 muy iluminadas > 1000 20,000

Tabla 4
Índices de deslumbramiento(G)
Condiciones muy críticas, con trabajos difíciles, situaciones peligrosas, etc.
Inapreciable< 13
Condiciones de trabajo largo con dificultad normal, espacios de reposo, etc. Bajo: 13-
16

Condiciones de trabajo ligero o de duración corta, espacios de relación, etc. Medio:


16- 19
Condiciones poco críticas, espacios de corta ocupación, circulaciones, etc. Alto: 19-
22
Condiciones sin requerimientos visules, donde el deslumbramiento no es problema Muy alto
> 22

Tabla 5
Color de la luz( características recomendadas según el uso)
Tipos de espacio Condiciones I RC (%) T c (K)

Espacios donde el color es muy importante de trabajo >85


4500 - 6000 de
reposo 2500- 4000

Espacios donde el color no es crítico pero importa de trabajo 70- 85 >


4000
de reposo
< 4000
Espacios donde importa poco el reconocimiento cromático de trabajo <70 >
4500
de reposo
> 4500
Espacio sin visión cromática 40
Indiferente
_____________________________________________________________________________________

3.5 Efectos biológicos


Hoy en dia los requerimientos lumínicos dependen de dos aspectos, la
percepción visual y los efectos biológicos. Cuanto más alta es la iluminación
más fácil resulta llevar a cabo actividades ópticas y la gente mayor necesita

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niveles más altos que los jóvenes. Según Lange la iluminancia máxima
aceptada por un usario oscila entre 2000 Lux(lx) i 4000 lx. Los valores
mínimos así como requerimientos adicionales, estan dadas en los
correspondientes estándares (EN 12464).
Desde el descubrimiento de un tercer receptor de la luz en la retina (adicional a
los conos y bastoncillos los cuales son responsables de la visión) en el año
2002, los efectos biológicos de la luz en el cuerpo humano, de los cuales ya se
sospechaba desde hace tiempo, podrian ser evaluados. Comparando la
sensibilidad al deslumbramiento del ojo para funciones ópticas, la sensibilidad
de este sensor está en la zona azul. Así pues largos estudios demuestran que
iluminaciones superiores a 1000 lx influenciaran en el reloj biológico del
cuerpo humano en su fase despierta o de sueño,para ciclos diurnos y anuales,
afectando la actividad del cerebro, a la salud y al bienestar. Estas reflexiones
requieren un nuevo punto de referencia para “una buena iluminación”.
Los requerimientos mínimos para dispositivos de protección solar a la
radiación del verano, se consiguen si se anulan las altas temperaturas de los
locales ( o respectivamente, las altas cargas debido a los sistemas de
refrigeración) y deben ser logrados sin efectos adversos en la iluminación
natural de estos. En vista de las nuevas y destacables observaciones sobre las
propiedades biológicas de la iluminación natural, esto es un desafío para el
diseño de ventanas: mínimas ganancias solares térmicas para interiores de
estancias mientras que al mismo tiempo deben permitir altos niveles de
iluminación (> 1000 lx).

4 La iluminación natural en arquitectura


4.1 La luz interior y exterior
La arquitectura es básicamente una contraposición entre interior y exterior,
entre espacio protegido y ambiente expuesto, entre dominio e inseguridad,
entre privacidad y sociedad. Durante el día la luz natural expone totalmente el
espacio exterior, rellena todos los rincones y muestra crudamente la piel de los
edificios con toda su dimensión, forma y detalles.
Por esto muchas veces la arquitectura donde la luz es sabia tiene las entradas
de luz fuera del campo visual del espectador, con aberturas altas y a menudo
situadas encima de la entrada al espacio. Esta recuperación de una luz interior
propia resulta hasta cierto punto mágica, al no identificarse su procedencia. Se
niega el paisaje exterior a cambio de la reorganización de un espacio interior
que deja de ser secundario.
Todo este discurso cambia radicalmente de noche, cuando se invierten los
papeles entre interior y exterior, pero este no es el objeto de este escrito,
aunque nos permita dos rápidos comentarios sobre la creación entre luz
natural y artificial en la arquitectura.

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1. En primer lugar, la arquitectura y los seres que la habitamos son diferentes


de día y de noche, por ello no tiene sentido intentar imitar con la luz artificial
los efectos de la luz natural, los resultados siempre serán mediocres.
2. En segundo lugar, es siempre difícil combinar ambos tipos de luz, ello es
debido al cromatismo diferente y al hecho de que el ojo, habituado a los
niveles de luz natural, encuentra pobre y triste la luz artificial que de noche
le parecerá perfecta.
Volviendo a considerar la luz natural en su acción donde el exterior hacia el
interior del edificio, se debe tener en cuenta que su penetración viene
condicionada por su procedencia, que puede ser triple :

Figura 4.8.- Tres incidencias: sol directo, bóveda celeste y albedo

La luz solar directa frecuente en climas mediterraneos, incide con rayos


paralelos de densidad energética alta, (llegando a unos 100.000 lux)
generando en los espacios interiores manchas de luz de contornos precisos,
que van cambiando con el movimiento del sol en la bóveda celeste. Se trata de
una luz por lo tanto, que crea condiciones visuales interiores poco confortables
por excesos de contraste y que facilmente genera sobrecalentamiento en los
espacios interiores. Su acción térmica y su especial reparto de luminancias que
transmite sensación de alegría, son favorables en invierno y en climas fríos y al
contrario en verano en el caso de climas cálidos.
La luz de la bóveda celeste es la más usual en climas atlánticos y nórdicos,
correspondiendo a la presencia de cielo cubierto, aunque también se debe
tener en cuenta en cielos claros para direcciones opuestas al sol. Se trata de
una iluminación de menor intensidad (del 5 al 10%) que la del sol directo y que
además presenta una distribución de caracter difuso, por no provenir de una
sola dirección. Esta luz es la que se utiliza muchas veces como condición de
mínimo, pero también hay que considerar que, en los climas más cálidos, su
penetración en el edificio una vez suprimida la radiación directa puede generar
problemas de sobrecalentamiento.
La luz reflejada en las superficies exteriores, llamada también de albedo, cobra
importancia en los casos en que no son intensos los otros dos tipos, bien

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porque se anulan para evitar sobrecalentamiento o bien porqué las condiciones


del local o edificio no permiten el acceso directo de la luz del cielo. En estas
circunstancias y en el caso de que las superficies exteriores, suelos y
edificaciones próximas, tengan reflectancias relativamente altas, la luz del
albedo puede generar iluminaciones interiores útiles, teniendo siempre en
cuenta que la procedencia de la luz, al no ser desde arriba, puede dar lugar a
deslumbramiento con mayor facilidad.

4.2 La percepción de la luz en la arquitectura


Cuando un arquitecto imagina la arquitectura que está comenzando a
proyectar, representa en su cerebro las formas del edificio que idea, incluyendo
desde visiones generales del edificio hasta detalles concretos de sus fachadas.
Conociendo la obra de los grandes maestros de la arquitectura, antigua o
moderna, podemos comprender como, en la mayoría de los casos, la luz
natural estaba presente desde las primeras imagenes del proyecto que estaban
concibiendo.
Resulta interesante observar las distintas percepciones que de la misma tienen
estos proyectistas. Dejando aparte el mayor o menos conocimiento que tengan
de los principios básicos de iluminación e incluso sin valorar la eficacia de los
resultados obtenidos, lo que si puede apreciarse es como, cada uno de ellos,
concibe el fenómeno de la luz intuitivamente de manera distinta y como esto se
refleja en la forma en que la luz define y modela los espacios de su
arquitectura.
En muchos casos la luz se imagina como un fluido, como un líquido o como un
gas que ocupa todo el espacio exterior y a través las aberturas de iluminación,
se derrama o se expande, según los casos, en el espacio interior.
En otros casos la luz se entiende como rayos, en una casi mitológica imagen de
fuerza celeste que atraviesa el espacio, penetra en el interior y rebota en las
superfícies, confiriéndoles con su acción realidad.
Otras veces la luz natural escribe un juego impresionista en el interior, las
manchas de luz independientes solo se funden en el cerebro al percibir
globalmente el espacio. En estos casos el color resulta decisorio y los
paramentos cambian la tonalidad de la luz que reciben.

4.3 La iluminación en zonas interiores y perimetrales


Al plantear el aprovechamiento de la luz natural en la arquitectura, el primer
punto a considerar es la problemática de su penetración hacia interiores que en
principio, al estar separados del exterior por una fachada, serán oscuros. Solo
la creación de aberturas en la envolvente del edificio permitirá la entrada de la
luz natural, de forma siempre limitada y esto si, controlable.

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


17
TAREB Iluminación

En cualquier edificio podemos distinguir dos problemas distintos. La


iluminación de las zonas o locales periféricos, que tienen contacto con la piel
del edificio y por lo tanto posibilidad de acceso directo a la luz del exterior y
las zonas o locales interiores, sin contacto con la envolvente, donde solo se
accederá a la luz natural si se transporta esta luz por algún sistema hasta la
zona interior.
Pero antes de tratar sistemas concretos de aplicación a la periferia o al nucleo,
consideramos algunos aspectos generales del proyecto que repercuten sobre
su comportamiento lumínico.
Compacidad
Un primer aspecto a considerar es la compacidad del edificio, que establece la
relación entre la superficie envolvente del edificio y su volumen, o sea, el grado
de concentración de los espacios interiores. Lógicamente los edificios menos
compactos tendran mayores posibilidades de iluminación natural, al reducirse
consecuentemente la zona del nucleo, donde es más difícil la penetración de
luz.
Porosidad
Otro aspecto a considerar es la porosidad del edificio, que se refiere a la
existencia dentro de su volumen global de espacios vacíos y comunicados con
el exterior, como es el caso de los patios. Un grado de porosidad alto
representa la posibilidad de crear un acceso de luz (y también de ventilación)
en las zonas del nucleo del edificio.
Transparencia
Otro aspecto general a considerar es la transparencia de la piel del edificio a la
luz, variable de los edificios totalmente opacos hasta los totalmente
acristalados. Aunque la mayor transparencia aumenta la luz en la zona
periférica,una buena iluminación depende más de la adecuada distribución de
la luz que de su cantidad. A menudo los efectos del deslumbramiento hacen
inadecuadas las iluminaciones con grandes aberturas.
Características geométricas
Otros aspectos a tener en cuenta son las características geométricas de los
espacios interiores. Los locales pueden así analizarse según su tamaño, su
forma, sus proporciones y los posibles desniveles de su piso.
Tamaño de un local
El tamaño de un local no tiene en principio influencia sobre el reparto de la luz
en su interior, espacios idénticos en su forma pero de tamaño distinto y con las
aberturas a escala con su tamaño, tendrán la misma distribución de su luz
interior. Como los fenómenos radiantes en general y los lumínicos en particular
no cambian con el tamaño, esto permite el estudio a escala de los fenómenos
con exactitud. Unicamente hay que recordar que los espacios de gran
superficie, sinó conservan sus proporciones elevando el techo, tendrán una
zona central oscura.

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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TAREB Iluminación

Figura 4.9.- Zona central con espacios perimetrales grandes

Forma y proporciones
La forma y proporciones de un local es importante para su iluminación natural
según sea la situación de la abertura. En general los espacios irregulares o
alargados con entrada de luz por su extremo, tienen el reparto de luz poco
homogéneo.

Figura 4.10.- Relación entre forma y distribución de la luz


Se debe tener en cuenta que la penetración lateral de luz en un espacio
produce un rápido decrecimiento de la luz (iluminancia) al alejarnos de la
abertura, debido a que rapidamente se pierde ángulo de visión del cielo que és
la principal fuente de luz. Este hecho hace que las zonas y locales periféricos
falcilmente resulten mal iluminados, aunque la cantidad de luz existente en
total sea suficiente. En comparación con este caso las entradas de luz cenital
resultan en general más adecuadas.

5 Mejora de la iluminación natural en locales


5.1 Elementos de transmisión
Son espacios que están situados a partir de un primer componente de paso,
que es el que capta la luz natural del exterior. Recogen la luz captada por el
componente de paso, la conducen hasta el componente de paso siguiente y así
sucesivamente. La forma propia tiene mucha importancia a la hora de
caracterizarlos, ya que la capacidad para conducir la luz recibida depende en
gran medida de esta característica geométrica del espacio conductor.
Por otro lado son importantes también las características de los acabados
superficiales de sus paramentos, porqué es donde incide la luz natural y son

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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TAREB Iluminación

los que harán que el componente actúe de manera diferente, según sean
superficies reflectoras, especulares, difusas, absorbentes, etc.

Figura 4.11.- Elementos de iluminación natural: elementos de conducción y transmisión

5.1.1 Espacio de luz intermedios


Son los situados en la zona perimetral del edificio, entre el ambiente exterior y
los espacios habitables. Pueden actuar como filtro regulador entre las
características ambientales exteriores e interiores; conducen y distribuyen la
luz que les llega de un exterior con luz natural hasta el interior. Se cierran con
materiales transparentes o translúcidos y pueden incorporar elementos de
control para regular el paso de la luz a su través. Los más característicos son
las galerías, los porches y los invernaderos.

5.1.2 Espacios de luz interiores


Forman parte de la zona interna de un edificio y conducen la luz natural que
les llega hasta espacios habitables interiores que están alejados de la periferia.
Consideramos dentro de este grupo los patios, los atrios y todo tipo de
conductos de luz, así como los conductos de sol.

5.2 Elementos interiores y periféricos


Son dispositivos o conjuntos de elementos que conectan dos ambientes
lumínicos diferentes que separados por un cerramiento donde se sitúa el
componente. Se definen por sus características geométricas, como son: su
tamaño, relativo al del cerramiento donde se sitúen, su ubicación en este
cerramiento, según sea central o lateral, alta o baja y la forma geométrica de la
abertura. Su composición depende de los elementos que incorpore para
controlar y regular las acciones lumínicas, visuales y de paso de aire.

5.2.1 Componentes de paso laterales


Se sitúan en cerramientos verticales, tanto en la piel del edificio como en
paramentos interiores y separan dos ambientes con características lumínicas

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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TAREB Iluminación

diferentes, permitiendo la penetración lateral de luz al local receptor. Los más


característicos son las ventanas, los balcones, los muros translúcidos y los
muros cortina.

5.2.2 Componentes de paso cenitales


Situados en cerramientos horizontales de la cubierta o del interior de un
edificio, separan dos ambientes de luz diferentes y procuran la penetración de
luz cenital al ambiente receptor inferior. Los más característicos en la
arquitectura son los lucernarios, las cubiertas monitor o en diente de sierra, los
forjados translúcidos y las claraboyas, las cúpulas y las linternas.

5.2.3 Componentes de paso globales


El componente más característico de este tipo es la membrana, con superficies
translúcidas o transparentes, que rodean globalmente un ambiente interior.
Permiten la entrada generalizada de la luz y crean un alto nivel interior
uniforme, parecido a las condiciones exteriores.

5.3 Elementos de control


5.3.1 Superficies separadoras
Son elementos superficiales de material transparente o translúcido, que se
incorporan a un componente de paso que separa dos ambientes distintos.
Permiten el paso de la radiación a su través y a veces la visión exterior, pero
impiden el paso del aire. Entre los numerosos tipos de superficies separadoras
existentes en el campo de la arquitectura, existen las convencionales
transparentes, las superficies tratadas química o mecánicamente, las que
siguen una determinada pauta geométrica y las que conforman cerramientos
activos.

5.3.2 Pantallas flexibles


Son elementos que detienen parcial o totalmente el paso de la radiación solar y
convierten en difusa la luz que los atraviesa. Según su colocación pueden
permitir la ventilación y pueden servir para obtener privacidad visual. Pueden
recogerse, enrollados o doblados para suprimir su acción cuando interesa. Los
tipos más comunes de pantallas flexibles son los toldos y las cortinas
exteriores.
Los toldos y cortinas son de materiales opacos al paso de la luz o que tienen
un comportamiento difusor de la misma. Pueden estar situados en la cara
exterior de un componente de paso, para detener selectivamente el paso de la
radiación antes de que atraviese dicho componente o situados en la cara
interior de las superficies separadoras, para controlar la parte que ya ha
atravesado el componente de paso y que ilumina el interior.

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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TAREB Iluminación

5.3.3 Pantallas rígidas


Son elementos opacos que redirigen y/o detienen la radiación solar directa que
incide sobre un componente de paso. Normalmente son fijos y no regulables,
aunque pueden haber excepciones. Su característica principal será la situación
respecto a la abertura que protegen. De entre los diferentes tipos posibles
destacaremos los aleros, las repisas de luz, los antepechos, las aletas y los
reflectores.

5.3.4 Filtros solares


Son elementos superficiales que cubren exteriormente toda, o casi toda el área
de un componente de paso, lo protegen de la radiación solar y permiten la
ventilación. Pueden ser fijos o practicables (que pueden retirarse y dejar libre la
abertura) y regulables si se puede cambiar la orientación de las lamas que los
forman. Los tipos más utilizados en arquitectura son las persianas de todo tipo
y las celosías.

5.3.5 Obstructores solares


Son elementos superficiales construidos con materiales opacos a la luz y que
pueden acoplarse sobre la abertura de un componente de paso para cerrarlo
totalmente. Normalmente se llaman postigos o contraventanas y pueden estar
situados tanto al exterior como al interior de cerramiento separador de cristal.

6 Condiciones del cielo


6.1 Luminancia del cielo
Las condiciones del luminancia del cielo son una característica básica a
considerar en el estudio de las preexistencias de un lugar. En este caso es
decisivo el clima local, con la nebulosidad que pueda predecirse en él.
Existen diversos modelos posibles de luminancia del cielo a tener en cuenta
como preexistencia ambiental en un lugar determinado. En general se toma el
cielo cubierto como caso más desfavorable y sólo se estudia éste. Esto es
lógico en climas nórdicos, pero no en climas templados, donde se debe
plantear también el caso del cielo nublado o despejado y considerar la posición
del sol directo, controlando tanto la protección como el aprovechamiento de su
radiación.
Se debe tener en cuenta que los climas mediterráneos tienen condiciones de
sol directo mucho más frecuentes (70% del tiempo) que los climas más
nórdicos (30% del tiempo), algo que se olvida a menudo al estudiar la
iluminación natural de los edificios.

6.1.1 Cielo cubierto uniforme


Es el primer modelo utilizado en estudios de iluminación natural, con
luminancia constante en todas las orientaciones y alturas. En él la relación

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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TAREB Iluminación

entre la luminancia media del cielo y la de un plano horizontal sin ninguna


obstrucción será:

Eh= L

donde:
Eh
iluminancia sobre plano horizontal (lux)
L
luminancia media del cielo (cd / m 2 )

Tabla 6
Los valores de luminancia media de la bóveda celeste para la latitud de 40°, con distintas condiciones climáticas y
época del año, son:
Solsticio de invierno Equinoccios Solsticio de verano
Horas 08:00 10:00 12:00 08:00 10:00 12:00 08:00 1:00 12:00

16:00 14:00 16:00 14:00 16:00 14:00


Lumin. 1,750 3,200 4,700 3,200 4,600 6,200 6,000 7,600 8,600

4,600 21,000 24,000 22,000 28,000 30,000 27,000 31,000 32,000

Los valores de la fila superior corresponden a luminancias medias con cielo cubierto, mientras que la inferior es para
cielo claro. En general se toma como caso mínimo en nuestras latitudes el cielo cubierto con 3.200 cd/m 2 ,
equivalente a unos 10.000 lux sobre un plano horizontal sin obstrucciones.

6.1.2 Cielo cubierto C.I.E


Es el modelo de cielo cubierto estándar, que resulta más ajustado a la realidad
ya que la luminancia cambia con la altura, hasta el punto de que en el zénit el
cielo se considera tres veces más claro que en el horizonte. Esta relación se
define con la fórmula de Moon- Spencer:

12 sin 
L  =L z
3

donde:

luminancia a una altura de ángulo α sobre el horizonte


Lz
luminancia en el zénit

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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TAREB Iluminación

En este caso se puede considerar la Lz como a 9/7 de la la luminancia media


del cielo (uniforme).
Otra condición correctora, que se debería tener presente en este análisis, es la
variación de la luminancia del cielo según la orientación, que se presenta no
solamente con el cielo claro o nublado sinó también con el cielo cubierto. Esta
variación de la luminancia se puede concretar, para la luminancia del
horizonte, en un incremento del 20% en la orientación hacia el Ecuador y un
decremento de también un 20% en la orientación hacia el polo, según el
hemisferio donde estemos situados. Estas variaciones decrecen al aumentar la
altura hasta anularse en el zénit. La expresión de Moon- Spencer corregida para
tener presente esta variación sería:

12 sin 
L , =Lz 10,2cos 
3

donde:
Lα,β

luminancia del cielo para una altura β respecto de la dirección del ecuador
Lz
luminancia en el zénit

6.1.3 Cielo claro


Para el caso de cielo claro la mejor estrategia será considerar sólo la incidencia
directa del sol, con intensidad del orden de 100.000 cd/m 2 y la posición que
corresponda según la época del año y la hora Por otra parte consideraremos
también como fuentes indirectas, el resto de la bóveda celeste y las reflexiones
en otras superficies del suelo o de otros elementos exteriores (albedo).
Para el caso de la bóveda celeste con cielo claro la luminancia decrece al
alejarnos de la posición del sol con valores variables entre 2000 y 9000 cd/m 2 .
Para el caso del albedo se toma como valor típico de luminancia el resultado de
aplicar la expresión:

Eh r
L a=

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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TAREB Iluminación

donde:
La
luminancia de albedo
Eh
iluminancia que reciben las superficies, (que puede considerarse de 100.000
lux con el cielo claro)
r

coeficiente de reflexión de las superficies, (valor típico de 0.2, que puede subir
hasta 0.7 en superficies claras)

6.1.4 Cielo nublado


En el caso de cielo nublado, entre cielo claro y cielo cubierto, deberemos hacer
las hipótesis correspondientes a una situación entre las consideradas en los
casos anteriores. En todo caso, si se conocen las dos situaciones límites, no es
necesario estudiar este tipo de cielo más allá de conocer su frecuencia para
cada época del año.

7 Evaluación de la luz natural en arquitectura


El objetivo de un método de dimensionado del alumbrado natural de un
proyecto o edificio, es conocer la cantidad de luz existente en el ambiente
interior, así como su distribución.
En el alumbrado natural existe tanta variabilidad en los factores que generan el
ambiente, que los sistemas de evaluación son poco exactos. El cálculo permite
conocer las condiciones interiores en relación con unas exteriores que
sabemos cambiantes. Por ello se presentan los resultados en porcentajes
respecto al nivel exterior: "Daylighting Factors" (DL):

100 x Ei  interior 
DL=
Ee  exterior 

Los sistemas de representación de luz natutral pueden proceder de un cálculo


punto por punto o por ordenador. El sistema de representación de la luz
resultante, que se podrá hacer a partir de cualquier método que nos dé los
valores "punto por punto" . Teniendo la malla de puntos del local se pueden
dibujar las curvas "isolux" o "isoDL", que unen los puntos del mismo valor de
iluminancia, para valores fijos cada 50 o 100 lx o cada 2, 5 o 10 DL . Estas
curvas, parecidas a las de un plano topográfico, dan una información visual
muy buena sobre el reparto de luz en el espacio.

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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TAREB Iluminación

Figura 4.12. - Software. Rough analysis for ilumination

En general, los sistemas de cálculo de luz natural se pueden clasificar en:


métodos de predimensionado, métodos punto por punto y cálculo exacto con
la ayuda del ordenador. Aademás existen los sistemas de evaluación mediante
modelos a escala.

7.1 Método de predimensionado


El resultado que da es el valor medio de la iluminancia sobre un plano de
trabajo situado a poca altura del suelo de un espacio interior. La formulación
es la siguiente:

Ee Spas  t
Ei= u
Si

donde:
Ei
iluminancia interior, en lux
Ee
iluminancia media exterior en un plano horizontal, en lux (Normalmente en los
cálculos se toma 10.000 lx por día cubierto de invierno y 100.000 lx por día
claro de verano.)
S pas

superficie bruta de paso de la luz para las aberturas, en m 2

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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TAREB Iluminación

factor de abertura, o ángulo sólido de cielo visto desde la abertura respecto del
ángulo sólido total del cielo (2π), en tanto por uno (en un plano vertical valdrá
0.5)
t

factor de transmisión del cerramiento globalmente considerado en tanto por


uno (normalmente valdrá por debajo de 0.7)
u

coeficiente de utilización, o relación entre el flujo que llega al plano iluminado


y el flujo entrante al local por la abertura, en tanto por uno (valores de 0.2 a
0.65)
Sl

superficie del local, en m 2

7.2 Método de cálculo punto por punto


Este método calcula la iluminancia resultante para cada uno de los puntos
escogidos, que están formando una malla de metro por metro y para cada una
de las aberturas, consideradas como superficies emisoras difusas. Las fórmulas
básicas que se aplican son:

I cos 
E=
d2

donde:
E
iluminancia resultante, en lux
I
intensidad que llega al punto, en candelas
α

ángulo con el que llega la luz desde la abertura


d

distancia del centro de la abertura al punto, en m

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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TAREB Iluminación

I=L SO

donde:
L

iluminancia de la abertura, en cd / m 2
SO

superficie de la abertura, en m 2

EO
L=

donde:

EO
iluminancia que emerge de la abertura

EO =Ee  t

donde:

Ee
iluminancia media exterior en un plano horizontal, en lux
v
factor de abertura, o ángulo sólido celeste visto desde la abertura respecto del
ángulo sólido total celeste (2π), en tanto por uno
t
factor global de transmisión del cerramiento en tanto por uno

Existen tablas y ábacos gráficos que permiten el cálculo del factor de abertura
y de la iluminancia media exterior en un plano horizontal E,

7.3 Métodos de cálculo con ordenador


Son los que utilizan las potencialidades del cálculo informático para integrar
los resultados de la luz que llega a cada punto, procedente, tanto de las
aberturas como de las reflexiones interiores. En realidad aplican el sistema del

Capítulo 4 Energía Confort y Edificios


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TAREB Iluminación

punto por punto con todas las reiteraciones necesarias para obtener una gran
exactitud.

7.4 Métodos de evaluación con modelos a escala


Otro sistema de evaluación de la luz natural en la arquitectura, con una larga
tradición en su utilización es el uso de modelos a escala (maquetas). Son
modelos físicos que reproducen en pequeñas dimensiones el edificio que se
pretende construir, resultando su utilidad del hecho ya comentado de que los
fenómenos radiantes mantienen un comportamiento estable com los cambios
de escala del espacio, debido básicamente a la corta longitud de onda de la luz
en relación al tamaño de los espacios.
Los modelos a escala permiten evaluar complejas configuraciones y formas
espaciales, difíciles de reproducir en modelos informáticos y tienen además la
ventaja de que se puede visualizar facilmente el resultado lumínico del espacio
que se proyecta. Se utilizan para comprobar su comportamiento lumínico de
distintas forma utilizando el cielo real o el artificial
En cualquier caso debemos tener en cuenta que, cualquier sistema de
evaluación, sea manual, informática o con modelos a escala, nunca substituirá
el correcto planteamiento de un proyecto, que depende sobre todo del enfoque
aportado por el diseñador, apoyado en una buena comprensión de los
principios físicos y fisiológicos de la luz y de la visión.

REFERENCIAS

Coch H. and Serra R. (1994) El disseny energètic a l’arquitectura. Barcelona


Edicions UPC
Isalgué Buxeda A. (1995) Física de la llum i el so. Barcelona Edicions UPC
Coch H; Serra R; San Martin R. Arquitectura y control de los elementos (1996)
Barcelona Ed. Balmes
Yáñez G; R. Arquitectura solar, aspectos pasivos, bioclimatismo e iluminación
natural (1988) Madrid MOPU
W.J. M. van Bommel, G.J. van den Beld: Lighting for Work: Visual and Biological
Effects, Philips Lighting, The Netherlands, April 2003.
Lange, H.: Handbuch für Beleuchtung, SLG, LiTG, LTG, NSVV, 5. Auflage (1999).
Berson, D.M., Dunn, F.A., Motoharu, Takao: Phototransduction by retinal
ganglion cells that set the circadion clock, Science, February 8, (2002).
Rea, M.S.: Licht – Mehr als nur Sehen, Lighting Researchcenter, Rensselaer
Polytechnic Institute, Troy, NY, USA,
(http:/www.lrc.edu/programs/lightHealth/pdf / moreThanVision.pdf)

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TAREB Iluminación

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