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SALUD MENTAL

ALTERACIONES DE LA SEXUALIDAD

INDICE
INTRODUCCIÓN

Es bien sabido que los trastornos sexuales afectan a un gran número de personas de ambos sexos y
que hasta muy poco tiempo no se tenían en cuenta estas alteraciones especialmente si las afectadas
eran del sexo femenino. Sin embargo los tiempos han ido cambiando, las mujeres han ido
adquiriendo el protagonismo que les corresponde en la sociedad y se han ido preocupando cada vez
más por su sexualidad.

Hay evidencias científicas que correlacionan trastornos sexuales y merma en la calidad de vida, con
especial afectación de las relaciones personales y de la propia autoestima.

En los hombres se utilizan, desde hace unos años, por parte de sexólogos (médicos ó psicólogos)
algunos test autoaplicados que permiten, casi siempre, un diagnóstico fácil de numerosos trastornos
sexuales. Sin embargo hay pocos estudios que hayan tratado de desarrollar un instrumento
diagnóstico parecido en mujeres.
PARAFILIAS:
De todos los temas sexuales, el de las parafilias tal vez constituya uno de los que más
curiosidad e interés haya despertado en todas las épocas de la humanidad.
Las parafilias en su expresión extrema son desviaciones socialmente inaceptables de las normas que
rigen tradicionalmente las relaciones sexuales.

Los datos clave de una parafilia incluyen la aparición de fantasías o comportamientos


sexuales excitantes que son repetitivos e intensos y que generalmente implican objetos (zapatos,
ropa interior, cuero o productos de goma), la provocación de sufrimiento o dolor en sí mismo o en la
pareja o el mantener relaciones sexuales con personas sin su consentimiento (niños, personas
desvalidas o en escenarios de violación). Una vez que se han establecido, usualmente en la niñez
tardía o cerca de la pubertad, estos tipos de excitación sexual suelen durar toda la vida.

Debemos tener en cuenta que un gran número de las parejas experimentan algún grado de
variedad en sus relaciones sexuales tratando de concretar sus fantasías sexuales. Cuando las dos
partes están de acuerdo y consienten en ello, los comportamientos sexuales no lesivos de tipo
alternativo pueden ser una parte intrínseca de una relación amorosa y cariñosa.Pero cuando se llevan
las cosas al extremo, sin embargo, tales comportamientos sexuales son parafilias, trastornos
psicosexuales que dificultan seriamente la capacidad para la actividad sexual afectiva recíproca.

Las parejas de las personas con una parafilia pueden sentirse como un objeto o como si
fueran elementos sin importancia o innecesarios en la relación sexual,ya que no son valorados como
personas , sino como objetos de placer.

Las parafilias pueden tomar la forma de fetichismo, travestismo, pedofilia, exhibicionismo,


voyeurismo, masoquismo o sadismo, entre otras.
La mayor parte de las personas que tiene una parafilia, son varones y muchas veces portadores de
más de un tipo de alteración.

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo


El diagnóstico de las parafilias en las diferentes culturas o religiones es de difícil realización,
puesto que lo que se considera desviación en una cultura puede resultar del todo aceptable en otra.
A excepción del masoquismo sexual, en el que la relación según el sexo (sex ratio) es de 20 varones
por 1 mujer, las otras parafilias prácticamente no se diagnostican nunca en las mujeres, aunque se
han descrito algunos casos
Prevalencia
Aunque las parafilias raramente se diagnostican en los centros de asistencia primaria, el gran
mercado comercial de la pornografía y todo lo relacionado con ella sugiere que la prevalencia de
este trastorno en la población puede ser elevada. Las alteraciones que se observan más
habitualmente en los centros especializados en el diagnóstico de parafilias son la pedofilia, el
voyeurismo y el exhibicionismo. El masoquismo y el sadismo sexual se observan con mucha menos
frecuencia. Aproximadamente la mitad de los individuos que presentan parafilias están casados.

Diagnóstico diferencial
¿Cómo saber si se trata de una parafilia? Debe diferenciarse del uso de fantasías o
comportamientos sexuales no patológicos o de los objetos(juguetes sexuales vendidos en el
comercio legal) como un estímulo para la excitación sexual que presentan los individuos sin
parafilia. Las fantasías, los comportamientos o los objetos son considerados parafílicos sólo si
provocan malestar o alteraciones clínicamente significativas (p. ej., son obligatorias, producen
disfunciones sexuales, requieren la participación de individuos en contra de su voluntad, conducen a
problemas legales o interfieren en las relaciones sociales).

Se debe considera que en el retraso mental, la demencia, el cambio de personalidad debido a


una enfermedad médica, la intoxicación por sustancias, un episodio maníaco o la esquizofrenia
puede existir una disminución de la capacidad de juicio, de las habilidades sociales o del control de
los impulsos, que, en raras ocasiones, produce un comportamiento sexual inusual. Estos casos se
diferencian de las parafilias por varios factores: el comportamiento sexual de baja frecuencia del
individuo no constituye el patrón obligatorio o preferido de la persona, los síntomas sexuales
aparecen exclusivamente durante el curso de estos trastornos mentales y los actos sexuales inusuales
o desviados tienden a ser aislados, más que recurrentes, y a tener un inicio más tardío.

Las parafilias individuales pueden diferenciarse según las características del centro de interés
parafílico. Sin embargo, si las preferencias sexuales del individuo cumplen los criterios diagnósticos
para más de una parafilia, deben diagnosticarse todas. El exhibicionismo.por ejemplo debe
diferenciarse del hecho de orinar en público, lo que constituye muchas veces una excusa para
justificar el comportamiento. Tanto el fetichismo como el fetichismo transvestista suponen la
manipulación de prendas y artículos típicamente femeninos. En el fetichismo el foco de excitación
sexual es la prenda femenina (p. ej., medias), mientras que en el fetichismo transvestista la
excitación sexual se produce por el mero hecho de vestirse con la ropa del otro sexo. Este
comportamiento puede presentarse asimismo en el masoquismo sexual. En este último la excitación
está producida por la humillación de verse obligado a vestirse con ropa femenina y no por presencia
de las prendas.

También se denominan desviaciones sexuales y corresponden a lo que antes se consideraban


perversiones o conductas degeneradas.
Es preferible este término, ya que indica, de forma más precisa que la desviación (para) radica en
aquello que resulta atractivo para el individuo (filia).

Para el diagnóstico, el DSM IV requiere que esta constituya una evidente perturbación para
el individuo y que se presente, como mínimo, durante 6 meses. Se desconoce la etiología como su
prevalencia. Rara vez se diagnostican en la clínica y la mayoría se descubren a raíz de conflictos con
la justicia

ALTERACIONES DE LA ELECCIÓN DE OBJETO


Fetichismo
Pedofilia
Necrofilia
Parcialismo
Zoofilia
Coprofilia

ALTERACIONES EN EL ACTO SEXUAL


Exhibicionismo
Voyeurismo
Masoquismo sexual
Sadismo sexual
Fetichismo transvestista
Frotteurismo
Escatología telefónica
Clismafilia

A esta clasificación se llegó después de haber eliminado de la misma a la masturbación, que


se consideraba una desviación de objeto y de acto, pues se elegía a sí mismo como objeto y no se
practicaba el coito. A la homosexualidad, que se consideraba una desviación de objeto, pues se
elegía a una persona del mismo sexo, pero siguió apareciendo como "Otros trastornos
psicosexuales", sólo en su forma de homosexualidad egodistónica desde 1973. En ese año en que fue
eliminada la forma de homosexualidad egosintónica de la Clasificación de Enfermedades Mentales,
hasta en 1987, año de vigencia del DSM III y en que el DSM III R ya no incluyó ninguna forma de
homosexualidad como enfermedad psiquiátrica. También se eliminó la gerontofilia, o preferencia
patológica por personas mayores de 60 años, dados los adelantos de la ciencia para el
mantenimiento de la salud de los gerontes. También dejaron de considerarse, por su baja incidencia
estadística, a muchas parafilias cuya existencia se reconoce Incluso algunas de estas son formas de
presentación de las parafilias específicas o no específicas. Pero hay otras que son prácticas sexuales
inhabituales, extrañas y hasta grotescas, pero que no revisten el carácter diagnóstico de parafilias,
sino simples preferencias que mantenidas en la intimidad del individuo o la pareja, no causan
perturbación alguna, ni poseen carácter compulsivo o exclusivo.

CLASIFICACIÓN DETALLADA DE LAS PARAFILIAS

I. Con distorsiones de la conducta de galanteo:


1) Voyeurismo o escopofilia.
2) Pictofilia o parafilia pornográfica.
3) Exhibicionismo.
4) Escatología telefónica.
5) Tocamiento.
6) Frotamiento.
7) Oralismo.
8) Narratofilia.

II. Con contenido agresivo o predatorio:


1) Sadismo.
2) Vampirismo.
3) Ungulación.
4) Inserción braquiorectal o braquiovaginal.
5) Asesinato sádico.
6) Masoquismo.
7) Autoasesinofilia.
8) Hipoxifilia.
9) Muerte auto erótica.
10) Simforofilia.
11) Violación.
12) Somnofilia o síndrome de la Bella Durmiente.
13) Cleptofilia.
14) Hibristofilia o síndrome de Bonnie y Clyde.
15) Síndrome de Estocolmo.

III. De tipo fetichista:


1) Fetichismo.
2) Parcialismo.
3) Olfatofilia.
4) Picazismo.
5) Coprofilia.
6) Clismafilia.
7) Urofilia.
8) Misofilia.
9) Travestismo fetichista.

IV. Con desarreglos en la elección del partenaire:


1) Cronofilias: paidofilia y gerontofilia.
2) Morfofilias: acrotomofilia, estigmatofilia, ginemimetofilia y otras.
3) Incesto.
4) Bestialismo y formicofilia.
5) Necrofilia.

V. Con cambios de la propia imagen sexual:


1) Infantilismo o autonepiofilia.
2) Adolescentismo o juvenilismo.
3) Zoomimia.
4) Apotemnofilia.
5) Travestismo fetichista.

VI. Con significación venal o mercantil:


1) Pornofilia.

VII. De realización grupal:


1) Troilismo o ménage a trois.
2) Mixoscopa.
3) Autoagonistofilia.
4) Sexopata acústica o escuchismo.
5) Sadismo en grupo.
6) Violación en grupo.

Etimológicamente, proviene del griego "pará" al lado, desviado y "philéo", atracción,


amante. Las diferentes definiciones van dando elementos que nos servirán para la nuestra propia. En
los diccionarios antiguos simplemente dice: sinónimo de perversión.
En el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, se fueron elaborando diversas
definiciones:

En el DSM III [3] de 1978 se afirmaba que "las parafilias se caracterizan por la excitación
como respuesta a objetos o situaciones sexuales que no forman parte de los estímulos normativos y
que, en diversos grados, pueden interferir con la capacidad para una actividad sexual efectiva
recíproca".
En la última de 1995, el DSM IV [4] dice que: "La característica esencial (Criterio A) de la
parafilia es la presencia de repetidas e intensas fantasías sexuales de tipo excitatorio, e impulsos o
comportamientos sexuales que por lo general engloban:

1) Objetos no humanos; 2) sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja, o 3) niños u


otras personas que no consienten, y que se presentan durante un período de al menos seis meses".
Pero también (Criterio B) esos impulsos, comportamientos y fantasías deben "provocar malestar
clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del
individuo".

Para establecer un diagnóstico diferencial con otras conductas sexuales no patológicas, el DSM IV
dice que "las fantasías, comportamientos u objetos son considerados parafílicos sólo si provocan
malestar o alteraciones clínicamente significativas, como: son obligatorias, producen disfunciones
sexuales, requieren la participación de otros individuos en contra de su voluntad, conducen a
problemas legales o interfieren en las relaciones sociales."

Tampoco deben coincidir estas conductas con el curso de enfermedades mentales tales como retraso
mental, demencia, cambio de personalidad debido a una enfermedad médica, la intoxicación por
sustancias, un episodio maníaco o la esquizofrenia. Aquí las conductas sexuales anormales son
inusuales, aisladas, no obligatorias y solo duran lo que dura el trastorno mental de fondo.

Clínica del Parafílico

La edad de comienzo del trastorno suele remontarse a la infancia y las primeras etapas de la
adolescencia, donde aparecen conductas parafílicas, pero se definen recién en la adolescencia y la
adultez joven.

Las fantasías, impulsos y comportamientos pueden ser elaborados o simples, de una sola
serie o de varias parafilias asociadas. La duración debe ser mayor de seis meses, como vimos, pero
lo común es que sean recurrentes, se cronifiquen y duren toda la vida, con tendencia a dismi nuir a
lo largo de los años. Pueden haber períodos de mayor expresión, coincidentes con períodos de
estrés, como también vimos, y también cuando la persona se encuentra con oportunidades
existenciales de practicar sus fantasías y actos. Tal el caso de los que eligen trabajar o se ofrecen
como voluntarios en comercios de venta de lencería o zapatos de mujer (fetichismo), trabajar con
niños en guarderías y hogares (pedofilia), conducir una ambulancia o cirugía, la carrera militar
combatiente o la carnicería, así como la policía política en los regímenes de fuerza (sadismo sexual),
enfermería (frotteurismo), o en morgues (necrofilia), o empleados de los hoteles de alta rotatividad
(voyeurismo).
La repercusión social del trastorno parafílico es variable, pues hay casos en que el portador
lleva una vida social activa que no permite sospechar trastornos íntimos, como en otras patologías
del carácter. Pero otros se aíslan en sus fantasías y comportamientos, con graves repercusiones sobre
su rendimiento laboral, estudiantil o su vida conyugal o social. Compran o roban y coleccionan
material fotográfico, películas o prendas referidas a su trastorno exclusivo y eso les basta como toda
vida sexual. El exhibicionismo y el voyeurismo así como el sadomasoquismo, pueden llevar a
situaciones que violan la Ley y sus portadores terminan encarcelados o procesados. Otros, sufren un
deterioro social progresivo o temporario. O llevan una doble vida: privada y pública. La mitad de los
parafílicos está casado. Muchos tratan de imponer a sus mujeres sus fantasías o conductas, lo cual
conlleva peligro de vida o lesiones en caso de sadomasoquismo, o delitos en caso de pedofilia. Hay
parejas de parafílicos que llegan a una transacción de vida muy pintoresca y peculiar. Otras, se
divorcian con frecuencia y se vuelven a casar, buscando comprensión.

SINÓNIMOS Y CONCEPTOS AFINES


1. Perversiones sexuales
2. Desviaciones sexuales
3. Anomalías sexuales
4. Alteraciones sexuales
5. Conductas excepcionales
6. Preferencias sexuales
7. Variantes sexuales

DESARROLLO

Después de esta clasificación pasaremos a desarrollar las parafilias que son mas comunes de
encontrar en nuestro ámbito sociocultural.

POR MODIFICACIONES SE LA ELECCIÓN DE OBJETO

FETICHISMO

Entre las parafilias que más llaman la atención, se encuentra el fetichismo. Nuestra
definición dice: “Parafilia por la que objetos no vivos como ropas, zapatos, cabellos o uñas, son
utilizados de manera repetida y preferida para la excitación sexual, la masturbación, el coito y la
fantasía”. Se trata, como vimos de una parafilia por alteración en la elección de objeto.

El DSM IV [4] establece tres criterios para el diagnóstico de fetichismo:


A. El plazo de seis meses de duración de las fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes,
impulsos sexuales y comportamientos ligados al uso de objetos no animados.
B. Estas actividades provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de
otras áreas importantes de la actividad del individuo.
C. Los fetiches no deben ser únicamente artículos de vestir femeninos como los utilizados para
transvestirse (fetichismo transvestista) o aparatos diseñados con el propósito de estimular los
genitales.”
La atracción sexual, que provoca gran placer, se dirige hacia objetos no animados que generan
fantasías, impulsos y comportamientos sexuales, como la masturbación y el coito. Casi siempre se
quedan en lo primero. Como condición para todas las parafilias, clínicamente dura no menos de 6
meses, provoca interferencias en la vida social, laboral y sobre todo marital del individuo. Pese a
ello, raramente consulta al médico. Comienza en la adolescencia, pero con fetiches que ya han
adquirido una especial significación en la infancia. En raros casos, el fetichismo comienza en la
niñez, por condicionamiento asociativo entre el objeto y la excitación sexual. Hay autores que
hablan de una herencia animal que hace llamativo el brillo metálico, sedoso y aterciopelado de las
pieles, que se vinculan a los cambios en ese sentido de las hembras en celo. Una vez establecido, se
hace crónico con periodos de empuje coincidentes con estrés y depresión.

Lo más común es que el fetichista sea un varón de edad mediana, heterosexual, practicante habitual
de la masturbación mientras mira, huele, sostiene, acaricia o manipula el fetiche. El mismo tiene un
valor simbólico que sustituye al objeto hetero u homosexual habitual. Los fetiches pueden ser: una
prenda de vestir como soutienes, bombachas, slips, zapatos, botas, medias, ligas, polleras, blusas y
cualquier otra prenda de vestir femenina, ya que el fetichista se trata de un varón heterosexual en la
mayoría absoluta de los casos. También pueden ser partes del cuerpo más o menos inanimados
como cabellos, vello pubiano desprendido de los genitales, a veces trozos de uña. Cuando se trata de
una parte del cuerpo no genital como pies, manos, orejas, se habla de parcialismo. Si la preferencia
es por mamas, nalgas o genitales, no se trata de una parafilia típica, pues poseen carácter sexual
explícito. Los accesorios de limpieza o arreglo físico, como un peine, un cepillo, peinetas, alfileres,
prendedores o collares, pulseras o anillos, también pueden convertirse en fetiches.

El primer significado del término “fetiche” fue el de ser un objeto que poseía poderes
sobrenaturales y al que los hombres veneraban.

El término “fetiche sexual” fue acuñado por el psicólogo francés Alfred Binet, que fue el
que, además, lo clasificó como parafilia. En cambio, algunos sitúan a Freud como el primero en
ponerlo sobre la mesa para su debate.

No importando quién fuese el primero, lo que sabemos es que el fetichismo consiste en la


necesidad de la presencia de un determinado objeto inanimado o de la visión de una parte concreta
del cuerpo para poder excitarse y llegar al orgasmo , para entenderlo de manera mas clara , en el
fetichismo si este objeto falta en el acto sexual no se puede concretar o alcanzar el orgasmo, ya que
no se produce la exitación .Esta situación produce un alto grado de frustración en el individuo que
lo padece. El fetichista puede llegar a prescindir de la personas.

Se cree que esta parafilia, se desarrolla cuando de muy joven, el sujeto, hombre o mujer,
comienza a descubrir el sexo. Las circunstancias en las que este descubrimiento se desarrolle le lleva
a relacionar el placer sexual con ciertos objetos o características de la fisionomía humana. Es decir,
que aprender a alcanzar el clímax orgásmico en unas determinadas condiciones, puede convertir a
éstas en factores imprescindibles para seguir sintiendo placer físico en posteriores encuentros. Una
vez establecido el trastorno, tiende a ser crónico y de difícil recuperación

Los fetiches sexuales pueden ser:


Objetos: botas, prendas de látex, pañales, pelucas, piercings, guantes, complementos con pinchos,
esposas de policía, medias de nylon, ropa interior usada, delantales, etc.
Relativos al cuerpo humano:los pies , la cabeza calva, los senos femeninos muy grandes o
muy pequeños, el vello corporal tanto que haya exceso como que no exista ni rastro( ejemplo axila
de mujer sin depilarse), un tipo determinado de ojos, etc.

El fetichista emplea el objeto de deseo para llevar a cabo la masturbación, rozándose


directamente con él, o bien requiere que su pareja sexual lo lleve puesto o lo utilice. También puede
necesitar estimular a su amante con él, por ejemplo en el caso de que lo que le excite sea introducir
en el cuerpo del otro algún objeto concreto y que sin hacerlo no pueda llegar al orgasmo.

No se considera un trastorno de fetichismo si esta conducta sólo se produce durante un corto


periodo de tiempo. En este caso, si no dura más de seis meses, hay que buscar el origen en algún
tipo de hecho traumático que haya condicionado la sexualidad o en una simple preferencia sexual
que, probablemente, pasará pronto dando lugar a otra nueva.
Criterios para el diagnóstico
A. Durante un período de al menos 6 meses, fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes,
impulsos sexuales o comportamientos ligados al uso de objetos no animados (p. ej., ropa interior
femenina).

B. Las fantasías, los impulsos sexuales o los comportamientos provocan malestar clínicamente
significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

C. Los fetiches no deben ser únicamente artículos de vestir femeninos como los utilizados para
transvestirse (fetichismo transvestista) o aparatos diseñados con el propósito de estimular los
genitales (p. ej., vibrador).

Diagnóstico diferencial
Hay que saber distinguir el fetichismo de la conducta común de la mayoría de las personas,
por ejemplo, es agradable ver a una mujer que lleva puesta una minifalda, o una blusa transparente 0
escotada que muestra una parte de los senos., o un hombre que deje ver sus muslos o nalgas ,
vistiendo un pantalón ajustado. Esto no podría considerarse fetichismo, pues el estímulo se produce
por el erotismo que estos objetos causan al ocultar partes verdaderamente sexuales, las cuales son
los verdaderos objetos de atracción tanto de hombres ,como de mujeres.
Manifestaciones
Durante la conducta sexual solitaria, el fetiche se lleva puesto, se huele o se frota contra los
genitales. Los objetos fetiches más frecuentes suelen ser elementos de vestir femeninos, incluyendo
calzones, sostenes, guantes, medias, portaligas, minifaldas, zapatos, botas e incluso delantales,
capas y pañuelos. Hay que matizar que, para el fetichista, estos objetos suelen ser mucho más
excitantes si ya los ha llevado puestos la persona y lo ha dejado con su olor. Y aunque estos objetos
pueden resultar excitantes para muchas personas porque proyectan una imagen mental del cuerpo de
la persona, para el fetichista, en cambio, el objeto es realmente mucho más excitante que la persona
en sí

Psicoanálisis del fetichismo


Algunos psicoanalístas consideran el fetichismo como el núcleo perverso, o lugar común de
todas las parafilias. En el libro "Ensayos sobre lo simbólico" de Guy Rosolato el fetichismo es
considerado como una manifestación en primera instancia de los problemas que el sujeto tiene con
la norma, que en otros estadios puede manifestarse en sadomasoquismo, travestismo, voyerismo,
entre otros.
Piera Aulagnieur considera el fetichismo como un estado fronterizo del sujeto, la última
barrera antes de la sicosis, en la que existe una profunda fijación por el objeto para mantenerse
dentro de los límites de la neurosis.
Freud, en su libro Tres ensayos para una teoría sexual, se refiere en diversos apartados al fetichismo
como manifestación perversa.

En el caso del fetichista, lo excitante sería, por ejemplo, la falda usada por aquella persona,
las botas, pañuelos o en general objetos o partes del cuerpo (a excepción de los genitales) sin las
cuales el fetichista no lograría alcanzar satisfacción sexual.
Ejemplos de fetichismos sexuales
• Excitación por partes del cuerpo (parcialismo), p. ej. excitación por el cuello, el torso, las manos,
los pies
• Excitación por las axilas
• Excitación por los vellos corporales (hirsutofilia)
• Excitación por personas practicando el contorsionismo
• Excitación por el color negro
• Excitación por los tacones de aguja
• Excitación por la ropa de cuero
• Excitación por la ropa formal
• Excitación por las botas y calzado de mujer
• Excitación por los guantes o delantales, capas, etc.
• Excitación por la ropa interior
• Excitación por las pantimedias
• Excitación por las mujeres que se descalzan en sitios públicos, también conocido como shoeplay
• Excitación por usar chalecos de diversas texturas
• Excitación por la menstruación y objetos relacionados con esta (Menstruofilia)
• Excitación por los excrementos humanos (coprofilia)
• Excitación por las manos femeninas y masculinas
• Excitación por la música (Melolagnia)
• Excitación por la sangre o la violencia
• Excitación por la saliva
• Excitación por las cosquillas
• Excitación por las esposas o grilletes
• Excitación por la gente fumadora (capnolagnia)
• Excitación por el cuello femenino (tráquea tragando o moviéndose)
• Excitación por mujeres en estado de embarazo
• Excitación por los globos de caucho (balloon fetish)
• Excitación por vestirse con ropa hecha de látex
• Excitación o gusto por personajes de caricaturas o dibujos animados gordos (fatfurs)
• Excitación (en los hombres) por verse o fantasear que se es mujer. (autoginefilia)

NECROFILIA
La palabra necrofilia proviene de los vocablos griegos “nekros” que significa muerto y
“filia” que significa amor.

En términos médicos la parafilia está definida por el hecho de obtener placer sexual
exclusivamente en la práctica de ésta. Por tanto, si vemos el sentido amplio de la palabra, podemos
concluir que la necrofilia es la excitación sexual que se logra a partir de la contemplación,
mutilación, contacto o incluso evocación de la figura de un cadáver. Existen también algunas
variantes en la necrofilia. Por ejemplo podemos citar el caso de los que asesinan a una persona para
poder tener relaciones con ella. En este caso confluyen otras parafilias como el sadismo extremo y
por supuesto el fetiche que se suma al acto general del pervertido. En ambos casos se puede tratar de
una psicosis o de algún otro trastorno mental grave.

El acto sexual con cadáveres generalmente está considerado como algo socialmente
inaceptable en casi todas las culturas; se presume que la persona no habría consentido ese acto
cuando estaba viva. Virtualmente todas las sociedades humanas consideran este acto como una falta
de respeto simbólica. En algunos casos sin embargo, los actos de necrofilia pueden ser consensuales,
Por ejemplo en el caso de Armin Meiwes en el que la víctima dio su consentimiento a la mutilación
y muerte inflingidas hacia él.

Podríamos pensar que las prácticas necrófilas se circunscriben a la cultura dark o gótica o a
las sectas satánicas. Pero lo sorprendente es que miembros del equipo de salud son partícipes de
estas prácticas. Ciertamente, son los médicos forenses los que han sido vistos muchas veces en
medio de estas actividades anormales. En la red circulan fotografías que los han pillado
acostándose,tocando y teniendo relaciones sexuales con un cadáver.

La necrofilia es "ocasional" cuando alguien con tendencias necrófilas coincide con un


cadáver que le atrae y hace lo que puede con él por las vía natural o anal. Es "SADICA" cuando
primero mata a la víctima para copular post-mortem con el cadáver
Existe en las personas con tendencias necrófilas una orientación a buscar empleos en los
necrosomios o funerarias, teniendo así una posición en que pueden practicar su parafilia sin
demasiado riesgo a la exposición frente a la sociedad y sus respectivas críticas.

Casos de Necrofilia en la historia


Henri Blot
Fue procesado por vandalismo en 1886, con 26 años de edad. Su delito constó en
introducirse a medianoche en el cementerio de Saint Ouen, desenterrar el cadáver de una joven de
18 años y realizar la cópula con el mismo. Luego de este acto se durmió, y huyó al despertarse
durante la mañana, por temor a ser descubierto. Meses más tarde realizó lo mismo, pero fue
encontrado (se había quedado dormido nuevamente). Durante el juicio, en el que fue condenado a
dos años de prisión, le dijo al magistrado:

¿Qué quiere usted? Cada uno tiene sus pasiones, y la mía son los cadáveres.
Víctor Antoine Ardisson, apodado el vampiro du Muy, fue un necrófilo francés que vivió
entre fines del s. XIX y principios del s. XX.
Nacido el 5 de septiembre de 1872 en Muy en el Var (Provenza-Alpes-Costa Azul), Ardisson
cometió un centenar de actos de necrofilia. Sepulturero y empresario de pompas fúnebres, el
vampiro de Muy viola varios cuerpos, especialmente de mujeres jóvenes, a los que decapita y mutila
en algunos casos. Durante algún tiempo llega a conservar en su mesa de luz la cabeza momificada
de una joven de 13 años, a la que besa regularmente y llama "su novia".
Es cuidadosamente examinado en 1901 por parte del Dr. Alexis Épaulard (1878-1949), uno
de los primeros en hablar de vampiros en la necrofilia. Considera que Ardisson es un "degenerado
impulsivo, necrosádico y necrófilo". El doctor austro-húngaro Richard von Krafft-Ebing, quien
estudió su caso, describe "una débil carencia de sentido moral".
En la psicología social analítica de Erich Fromm, se explica el gusto por la violencia y la
destrucción, el deseo de matar y la atracción por el suicidio y el sadismo. En un sentido no sexual,
Fromm entendía la necrofilia no como la expresión de un instinto sexual derivado de la muerte, sino
como la consecuencia de llevar una vida sin estar realmente vivo. Para Erich Fromm la necrofilia es
lo opuesto a la biofilia, y es junto con la fijación simbiótica y el narcisismo, uno de los tres mayores
males de la humanidad. Según Fromm, la carencia de amor en la sociedad occidental conduce a la
necrofilia. El necrófilo vive mecánicamente, convierte a los sentimientos, procesos y pensamientos
en cosas. Tiende a querer controlar la vida, a hacerla de cierto modo predecible. Erich Fromm
afirma que, puesto que la única seguridad de la vida es la muerte para el necrófilo, éste anhela la
muerte, la adora. Para Fromm, la necrofilia se observa en el actual mundo occidental en las fachadas
hechas de hormigón y acero, en el armamento moderno y la carrera nuclear, en la idolatría hacia la
tecnología de las grandes máquinas (tecnofilia), la pérdida de recursos con el consumismo y el trato
hacia las personas como cosas (burocracia)

PEDOFILIA.

Se trata de un tipo de parafilia donde sólo se encuentra perturbado el objeto de la tendencia


sexual, donde es reemplazado por otro antinatural. Es la presencia de fantasías o conductas que
implican actividad sexual entre un adulto y un niño. El sujeto debe presentar por al menos seis
meses, deseos sexuales intenso y recurrentes hacia menores de trece años. Puede darse de diferentes
formas: en relación a la orientación, puede ser de tipo heterosexual, homosexual o ambas; en
relación a objeto, éste puede ser exclusivamente pedofílico o no. La pedofilia puede ser física o no,
y va desde la exposición de los genitales y conversaciones sugestivas, hasta el uso de material
pornográfico, incesto y violación.
Se distinguen dos variantes en la pedofilia: la sentimental homoerótica y la agresiva
heterosexual. Los sentimentales homoeróticos tienen poco o ningún interés por las mujeres, toda su
capacidad sexual se concentra en los niños, concretándose bajo la forma de caricias que le provocan
el orgasmo. Los agresivos heterosexuales intentan satisfacer sus impulsos con niñas, con métodos
que van desde la seducción a la violencia, terminando (muy pocas veces) en homicidio sádico-
criminal.

En su mayoría los pedofílicos son hombres, menos agresivos que los violadores; muchos de
ellos son alcohólicos o psicóticos de mente torpe o asociales, y su edad fluctúa entre los 30 y 40
años. En general, son hombres débiles, inmaduros, solitarios y llenos de culpa.

La personalidad del agresor de mediana o mayor edad es de un individuo solitario y con


dificultad para establecer relaciones heterosexuales normales, suele tener baja autoestima, con pocos
recursos para enfrentar situaciones de stress Por lo general, no presenta trastorno psicopatológico.
Sin embargo, se ha visto que dos tercios de los reclusos pedofílicos maduros llevaron a cabo esta
conducta en momentos que sufrían de situaciones estresantes.

No siempre sucede, pero las personas que fueron sexualmente abusadas en su niñez, tienen la
posibilidad de convertirse en pedófilas en la adultez. No se trata de venganza, sino que sucede a
nivel inconsciente e incluso puede relacionarse a veces con el abuso de drogas.

El pedofílico no se acerca a los adultos debido a que teme ser castrado por ellos, que son
representantes de sus padres, hacia los que dirige sus impulsos incestuosos. Suele identificarse con
su madre y se relaciona con los niños de la misma manera como fantasea que debiera ser su relación
con ella, por ese motivo es que elige a niños que puedan representarlo a él mismo. El temor a la
castración intensifica su narcisismo, por la necesidad de protegerse a sí mismo.
En general, las instituciones, y aun las familias, tratan de ocultar el problema. "Incluso hay madres
que protegen al esposo abusador de los hijos"

Entre los serios trastornos que puede dejar en las víctimas el abuso sexual infantil figuran:
episodios de depresión aguda, conducta suicida u homicida, desórdenes adictivos, agudo sentido de
culpabilidad, baja autoestima, severos episodios disociativos, conversión del abusado en abusador,
negación a recibir terapia.

En algunos casos de pedofilia el tratamiento mas beneficioso es la técnica de la


desensibilización encubierta, en la que se asocian los factores estimulantes para el sujeto con
situaciones aversivas que resultarían de la expresión de sus impulsos; al avanzar el tratamiento se
entrena a los pacientes para que imaginen la atracción por mujeres adultas. Frecuentemente se
observa una disminución de la atracción hacia las niñas y una disminución aún mayor en la ansiedad
producida por las mujeres.

En un documento de trabajo muy interesante, elaborado por "Guías y Scouts de Chile"


titulado "Abusos sexuales: cómo proteger a los niños de ésta pesadilla", se señalan como algunos
ejes de trabajo para la prevención de la pedofilia lo siguiente:

• Trabajar para que el niño reconozca aquellas situaciones que lo pueden llevar a ser víctima de un
abuso sexual
• Trabajar para que el niño sea capaz de contarle a un adulto cuando ha vivido una situación de éste
tipo, y que pueda confiar en que se tomarán las medidas para preservarlo
• Trabajar para que el niño reconozca que tiene derecho a defenderse frente al agresor.
En el mismo documento, señalan que en el caso que el adulto elegido para confiarle dicha situación
sea su padre, sería esperable que intente reaccionar a la situación de la siguiente manera:
• Reaccionar con calma, dejando que el niño cuente sin presionarlo, tratándose de que se sienta
cómodo y comprendido
• No criticarlo ni decirle que no ha entendido la situación
• Respetar la privacidad del niño, llevándolo a un lugar donde puedan hablar tranquilamente
• No culpabilizarlo de lo ocurrido, asegurándole que se lo va a ayudar en ésta situación
• Motivar al niño para que lo pueda contar a las autoridades
• Consultar con un especialista en el tema.

El DSM III la define así: “También llamada paidofilia, es la parafilia en que el objeto sexual
elegido para la excitación y relación sexual es un niño de edad prepuberal. Si el parafílico es adulto,
el niño prepúber debe ser por lo menos 10 años más joven. Si se trata de un adolescente mayor, no
se requiere una diferencia de edad precisa. Puede ser hetero u homosexual “. Es una de las parafilias
específicas y tiene una larga tradición histórica.

El DSM IV establece tres criterios diagnósticos claros:

A. Durante un periodo de al menos 6 meses, fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes,


impulsos sexuales o comportamientos que implican actividad sexual con niños prepúberes o niños
algo mayores, generalmente de 13 años o menos.

B. Esos comportamientos provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o


de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

C. La persona tiene al menos 16 años y es por lo menos 5 años mayor que el niño o los niños de los
que abusa”. Por tanto “no debe incluirse a individuos en las última etapas de la adolescencia (entre
15 y 19 años) que se relacionan con personas de 12 o 13 años”. Si tienen el mínimo de 16 años, son
pedofílicos solo si tienen relaciones con niños menores de 11 años.

Resumiendo, la preferencia de los adultos o mayores de 16 años, por niños de 13 años o


menos, para sus actividades sexuales y que dura no menos de seis meses, se llama paidofilia o
pedofilia, del griego “pâis, paidós” (niño) y “philéo” (amar). Es por tanto una enfermedad mental.

La edad de las víctimas más frecuentemente elegida por los paidófilos es de 8 a 10 años para
las niñas y de 10 años y más para los niños. La enfermedad puede comenzar en la adolescencia, pero
es más común en varones de mediana edad, durante periodos de estrés o tensión. Por eso suele ser
episódico o temporario. Los casos que recidivan o vuelven a manifestarse varias veces en la vida,
son los exclusivos por el propio sexo, más que los exclusivos por el sexo contrario, según las
estadísticas. Hay paidofílicos que acariciaron sexualmente a sus hijos y lo vuelven a hacer con sus
nietos, para escándalo de sus hijas-madres, que reactivan conflictos reprimidos y patologías
mentales. Como contraparte, hay niños que fueron abusados sexualmente por sus padres desde muy
pequeños, durante toda su infancia y hasta la adolescencia, con graves consecuencias para su salud
mental futura. El curso de esta enfermedad es crónico y difícilmente tratable.
Los paidofílicos explican sus conductas abusivas a través de pretextos pueriles como que
“hay que enseñarles la vida” o que “el placer es bueno para los chicos”, o simplemente que el niño
los provocó sexualmente. Aducen que su conducta es “educativa” para el niño, o que éste “siente
placer” y ello es sano, o que “es un niño o una niña provocador(a)”.

Como es lógico, los paidofílicos ocultan celosamente su problema a los demás, aunque suele
provocarles malestar. Para ello tratan con mucho cuidado al niño, lo llenan de atenciones para
ganarse su afecto y lealtad, solicitándoles que no cuenten a nadie lo que pasa entre ellos, que lo
guarden como un secreto entre ambos. Si se niegan a hacerlo, surgen las amenazas y castigos de
todo tipo, no solo físicos. La lealtad es solicitada por los padres, generalmente, y muchas veces los
hijos abusados no los denuncian.

¿Qué conductas sexuales se practican sobre estos niños?


A veces los pedófilos se limitan a la observación de los niños, fuentes de sus fantasías. Otras
los tocan suavemente, los acarician. Otras, los desnudan solamente, y los acarician sexualmente
luego. O se masturban frente a ellos, Progresivamente, pueden llegar a estimularlos oralmente en los
genitales o les piden que hagan lo propio con ellos, o digitalmente a nivel anal o vaginal, hasta llegar
a penetraciones con objetos y variados grados de violencia que pueden lastimar al niño.

EXHIBICIONISMO
Es “una parafilia masculina por la que se realizan actos repetidos de exposición de los genitales a un
extraño, con el objeto de alcanzar la excitación sexual, sin intentos posteriores de efectuar relaciones
sexuales con el mismo. Es necesario que el otro se sorprenda o espante como requisito para la
excitación” [20]. A veces el individuo se masturba durante la exposición o durante la fantasía de
exhibición.
Conforma uno de los polos de patologización del erotismo de la mirada. Proviene del latín
“exhibere” (enseñar).

Como se trata de una parafilia específica, debe cumplir con dos criterios establecidos por DSM IV
[4]:

A. Durante un periodo de por lo menos 6 meses, fantasías recurrentes y altamente excitantes,


impulsos sexuales o comportamientos que implican la exposición de los propios genitales a un
extraño que no lo espera.

B. Estas conductas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras
áreas importantes de la actividad del sujeto”.

El exhibicionismo es un acto convulsivo que conduce a exhibir los genitales, cuando no se debe, a
personas del sexo opuesto, con el fin de lograr excitación y placer sexuales. Es raro que se dé en la
mujer. En los hombres es la causa más frecuente de arrestos por motivos sexuales. La masturbación
puede realizarse antes o después de la exhibición.
La acción suele estar premeditada e ir dirigida a personas desconocidas. No es habitual que el
exhibicionista ataque o moleste a sus víctimas, aunque podría ser así, no obstante puede provocar
algún efecto traumático en su víctima.
Generalmente esta conducta comienza en la adolescencia, con prevalecía entre los 20 y 30 años de
edad; en la mayoría de los casos, esta conducta es de carácter compulsivo. La personalidad del
exhibicionista es de ser un sujeto tímido, retraído y dependiente, con dificultad en habilidades
sociales y heterosexuales. Esta conducta puede darse en hombre mayor, solitario, sin pareja o
abandonados por éstas, generalmente debido a problemas de impotencia.

En su mayoría el exhibicionista está casado, pero sus relaciones sexuales son defectuosas, creando
dudas y temores de su masculinidad, juzgándose débil sexual.
Es común que un exhibicionista, aunque sea sorprendido por la justicia, reincida una y otra vez en su
conducta.

n el exhibicionismo, el sujeto busca lograr tres pruebas: la reacción de los demás como prueba oral
de la existencia de su pene, la liberación de su ansiedad por medio del desplazamiento y una
reacción en espejo por la cual espera ver mujeres con pene, para eliminar la ansiedad de castración.

Generalmente, se produce por el conjunto de cinco factores:


1. Predominio de las pulsiones infantiles en la forma de seducción,
2. Lucha contra la castración por la evitación del coito y la imposición de los genitales,
3. Intención de combatir la castración en el momento que la mujer muestre su pene,
4. Defensa contra los impulsos homosexuales.
5. Autocontemplación narcisista en la identificación con el observador

El inicio puede asociarse a una experiencia de excitación sexual posterior a una exposición
casual, posiblemente en juegos infantiles o ante médicos o enfermeras. La adquisición de la
conducta es por influencia del impulso sexual que al mantenerse en el tiempo, pierde el carácter
sexual y toma matiz compulsivo

La conducta exhibicionista comienza con sentimientos de insignificancia, sin embargo,


cuando empieza tardíamente refleja trastornos emocionales.

Para tratar a los exhibicionistas se usa, generalmente la psicoterapia. Los principales


objetivos del tratamiento son: ayudarles a sentirse dignos y seguros de su masculinidad, a que sean
aceptados por la sociedad y a que tengan unas relaciones sexuales adecuadas

Lo común es que el individuo, se masturbe después del episodio, con la fantasía de que la o
las personas sorprendidas se excitaron sexualmente con su pene, o simplemente recordando el
espanto que provocaron. Es decir, el exhibicionista necesita siempre de espectadores que se asusten.
Si las personas no se asustan, el episodio fracasa en su eficacia excitatoria. Por eso, el exhibicionista
realiza el acto frente a niñas que nunca vieron un pene, pues con una mujer mayor o con
experiencia, el asombro puede no provocarse, o más bien puede provocar risa o burla, lo que frustra
gravemente al exhibicionista. Es común que cambie de barrio o lugar de actuación, para no ser
atrapado.
La motivación psicológica, según el psicoanálisis, radica en que el paciente padece de una
angustia de castración, tiene dudas con respecto a su pene, su tamaño y utilidad. Al exponer su pene,
busca inconscientemente dos cosas: Primero, que le reafirmen que tiene pene, pues reaccionan frente
a su vista. Segundo, que su pene atemoriza a la persona, con lo cual él ya no tendrá miedo. Pueden
haber otras motivaciones inconscientes, como: “Te muestro lo que quiero que tú me muestres a mí”.
Como las personas sorprendidas suelen ser mujeres, podría suponerse que buscan que ellas también
muestren sus genitales, pero se afirma que lo que buscan los exhibicionistas es que ellas también
muestren un pene, al igual que lo fantasean los transvestistas.

El cuadro comienza generalmente en la infancia, se manifiesta antes de los 18 años, aunque


puede empezar a cualquier edad, no se ven casos de denuncia más allá de los 40, por lo que se
estima que el cuadro disminuye su intensidad con los años.

El exhibicionismo como parafilia no existe en la mujer. Pero la exhibición de partes no


genitales del cuerpo es más común en la mujer que en varón.

Tengamos en cuenta que el exhibicionismo, como las demás parafilias, es una expresión
inmadura y narcisista de la sexualidad, que poco tiene que ver con el otro, más que como objetos de
uso o cosificación para sus satisfacciones no genitales. El exhibicionista tiene dificultades para
amar, para cortejar adecuadamente, para formar pareja. El trastorno es básicamente masculino, y
quien lo sufre padece además de un deterioro significativo en su vida.

SADOMASOQUISMO

Sadismo y masoquismo aparecen muy a menudo reunidos en una misma persona. Se trata de
neurosis obsesivas. No hay sadismo sin masoquismo y viceversa

El sadismo deriva del nombre del escritor francés Marqués de Sade y es la excitación sexual
provocada por padecimiento físico o dolores morales y obtenida deliberadamente por medio de
lesiones personales, injuriosas o amenazas (sadismo verbal). No debe confundirse con la crueldad
aunque ésta en ocasiones vaya seguida secundariamente de estímulos tumescentes, no buscados de
propósito. El sadismo exige la deliberación sexual. Existe el placer de la crueldad sin que sea
sadismo, la fría crueldad de los niños con los animales no es sadismo. Éste puede combinarse con
canibalismo. El sadismo se complica con frecuencia con otras desviaciones como la necrofilia
(necro-sadismo), la bestialidad o el sado-fetichismo.
El masoquismo es la excitación de la libídine en la víctima (voluntaria por lo general) mediante
fustigación, ahorcamiento simulado, heridas y malos tratos, sevicias, aunque sólo sean verbales
(masoquismo simbólico).

Llámase algolagnia activa a la voluptuosidad experimentada por el dolor. Se trata de los que
provocan voluntariamente en sí mismos (algolagnia pasiva) o mediante tercera persona, o en otros
(algolagnia activa) sensaciones dolorosas como estímulo libidinógeno (patofilia, sadismo,
masoquismo). Muchos asesinos son sádicos, es decir se excitan sexualmente al herir o matar a sus
víctimas.

El masoquismo se da con mayor frecuencia en mujeres que en hombres, y el conjunto de


estas dos conductas se puede asociar a fetichismo y fetichismo transvestista. El sadismo, por el
contrario se da mayormente en los hombres.
El sadismo, entonces, es un componente agresivo del instinto sexual exagerado,
independiente y puesto en primer término y en medio de un desplazamiento. Corresponde a la
exclusiva conexión de la satisfacción con el sometimiento y maltrato del mismo. Existen dudas si
aparece originariamente o si más bien se desarrolla partiendo del sadismo y por una transformación
de ésta. Se trata de una continuación del sadismo dirigida hacia el yo, que se coloca ahora en el
puesto del anterior objeto sexual. La perversión resulta del vencimiento a la restricción que es el
dolor.

La conducta masoquista se desarrollaría por actitud de vergüenza y disgusto hacia las


relaciones heterosexuales normales, empleando dolor y autocastigo para lavar su culpa por deseos
sexuales; una causa del sadismo o crueldad sexual puede ser enseñada conciente o
inconscientemente.

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición (DSM-IV), es


el sistema de diagnóstico psiquiátrico que se utiliza actualmente en Estados Unidos y que usan
clínicos e investigadores de todo el mundo. Es la última clasificación aceptada internacionalmente
de enfermedades psiquiátricas, y data de 1.994.

VOYEURISMO

El voyeurismo es una conducta, que puede llegar a ser parafilica, caracterizada por la
contemplación de personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual con el objetivo de
conseguir una excitación sexual (delectación voyeurista). La actividad del voyeurista no implica
ninguna actividad sexual posterior.1

Etimología
La palabra voyeur deriva del verbo voir (ver) con el sufijo -eur del idioma francés. Una
traducción literal podría ser “mirón” u “observador”, con la connotación peyorativa del caso.

Las prácticas voyeuristas pueden variar, pero su característica principal es la de que el


voyeur, también llamado “mirón” o “brechero”, no interactúa directamente con el sujeto observado,
quien permanece casi siempre ajeno a dicha observación.

El voyeur suele observar la situación desde lejos, bien mirando por una cerradura, por un
resquicio, o utilizando medios técnicos como un espejo, una cámara, etc. La masturbación
acompaña, a menudo, al acto voyeurista. El riesgo de ser descubierto actúa, a menudo, como un
potenciador de la excitación.
El trastorno empieza en la infancia, se instala antes de los 15 años de edad y su curso es
crónico. En su forma más grave, mirar o balconear como espectador la vida sexual de los demás es
su única forma de actividad sexual. Los voyeuristas compran potentes catalejos para espiar la vida
íntima de sus vecinos de enfrente, modifican sus horarios para poder estar a la hora en que la vecina
se acuesta, se cambia de ropa o hace el amor con su pareja o se desnuda para ir al baño. Hay
voyeuristas que alquilan piezas de pensiones antiguas desde donde pueden espiar a través de la
cerradura o hendijas hacia la pieza vecina, o efectuado orificios en puertas y hasta paredes. A veces
se asocia con el escuchismo, oyendo los ruidos del placer en las piezas vecinas. La recorrida discreta
por las “villas cariño” o lugares de la vía pública con poca iluminación, como ramblas o costaneras,
parques y plazas, donde las parejas van en automóviles o a pie para acariciarse o hacer el amor, es
una práctica habitual. Allí toman toda clase de precauciones para no ser descubiertos mientras mira,
pues ello interrumpe su placer y les provoca gran frustración y angustia.

A la tendencia voyeurista se le asocia frecuentemente la tendencia exhibicionista, esto es,


disfrutar mostrándose, más o menos abiertamente, semidesnudo o completamente desnudo. Ambas
conductas poseen un fuerte componente compulsivo, irrefrenable, mostrando los sujetos aumento de
su tasa cardíaca y sudoración ante la aparición de estímulos relacionados con dichas actividades.
Estos efectos físicos desaparecen tras la realización del acto voyeurista.

El voyeurismo se da, en mayor medida, en hombres, mayoritariamente heterosexuales, ya


que es el hombre el que depende más del sentido de la vista para alcanzar la excitación sexual.

Es necesario, por lo tanto, distinguir entre voyeurismo y actividad sexual normal, en la que
también se produce una excitación al contemplar la desnudez. La diferencia estriba no sólo en el
consentimiento o conocimiento de la persona observada que, en el caso del voyeurista, rara vez
existe, mientras que en la actividad sexual normal se sobreentiende que sí, formando en este último
caso parte de la totalidad de la actividad, no siendo en sí misma la totalidad (la parte por el todo),
sino también en la exclusividad de la observación como conducta sexual, carente de interacción
física interpersonal.

El DSM-III-R establece asimismo una diferencia entre voyeurismo y contemplación de


pornografía. El diagnóstico diferencial se basa igualmente en el conocimiento del hecho de ser
observado por la persona objeto de la conducta. Algunos autores, como Langevin y Lang 1987,
consideran la pornografía como un acto voyeurista, siempre que este acto constituya la fuente
primordial de excitación sexual de un sujeto, o una conducta recurrente.

En lo que respecta a los rasgos de personalidad del voyeurista, estos sujetos suelen ser
tímidos durante la adolescencia y con cierta dificultad para iniciar o mantener relaciones de pareja.
No son sujetos especialmente propensos a poseer rasgos especialmente patológicos.

El “candaulisme” es un comportamiento consistente en que el mirón deriva placer al


observar a su pareja mientras mantiene relaciones sexuales con otra persona.

Para el gusto voyeurista se han creado los llamados peep shows, que son actuaciones que se
realizan en vivo en los sex shops o que se observan en la red Internet por medio de una Web cam.
Estos shows suelen mostrar a mujeres que fingen no saber que son observadas durante el acto de
desnudarse o mientras se masturban.
Por extensión, el término se utiliza también en un amplio contexto: por ejemplo, se habla del
“voyeurismo del telespectador” frente a unas imágenes o acontecimientos relacionados con las
personas y su intimidad o su desnudo.

La palabra voyeurista o mirón se puede definir asimismo como alguien que disfruta siendo
testigo de situaciones de sufrimiento o desgracia de otras personas (schadenfreude).

Penalización
En algunas culturas el voyeurismo se considera una perversión y varios países lo han
clasificado como un delito sexual.

El Reino Unido agregó esta ofensa al Sexual Offences Act of 2003, criminalizando el acto de
espiar a alguien sin su consentimiento. Canadá promulgó una ley similar a finales de 2005,
declarando al voyeurismo un delito sexual.
EE. UU. también penaliza esta práctica y en nueve estados del país hay leyes que castigan
específicamente el “video voyeurismo”, lo cual implica filmar a alguien sin su consentimiento
mientras se encuentra en situaciones privadas.

En el cine
En los años 80, Brian De Palma tocó el tema en Doble cuerpo (Body Double en original),
con Melanie Griffith de protagonista. En 1989 el cineasta francés Patrice Leconte mostró a un
voyeur enamorado en su film Monsieur Hire; protagonizado por una muy joven Sandrine Bonnaire y
Michel Blanc, en el papel de Monsieur Hire.
Recientemente, el director austriaco Michael Haneke mostró su perspectiva en “Caché”, una
producción franco-austriaca estrenada en el 2005.3

Sadismo

El sadismo es una característica de la naturaleza humana, difícil de identificar en otras


especies, ampliamente documentada desde los orígenes de la especie mediante hallazgos
antropológicos y obras históricas. Los actos de crueldad elaborada, excesiva o gratuita contra
animales, personas y colectivos constituyen una constante en el desarrollo de la humanidad,
frecuentemente justificados como exigencias de mantenimiento de la disciplina, del orden familiar,
del orden social, del orden divino, de necesidades de sometimiento, ejemplarización o retribución, y
consecuencia de los actos de guerra. Muchas sociedades han llegado a transformar algunos de estos
actos de crueldad en festejos colectivos, como es el caso del circo romano o la tortura y ejecución
públicas de los condenados.

La realización de algunos de estos actos de crueldad constituye mandato divino en la


mayoría de las religiones, si bien en algunas ocasiones estas mismas religiones actuaban de
limitadores de los mismos.
Por lo común, tales actos de crueldad se han considerado malignos cuando se realizan por
razones exclusivamente personales y privadas, al margen de estos mecanismos de socialización o
sacralización. Por ello, resulta complejo separar la crueldad y el sadismo de sus justificaciones
sociales en tiempos anteriores a la Edad Moderna, y sólo nos han llegado noticias de sádicos
históricos cuando el uso privado o el nivel y grado de elaboración de la crueldad llamaron la
atención de sus coetáneos. Este es el caso de personajes como Calígula, Tiberio, Gilles de Rais,
Vlad Tepes, Murad IV, Isabel Báthory o Catalina la Grande. En general, la crueldad es
indistinguible del ejercicio del poder familiar o social hasta la llegada del humanismo renacentista y
la plasmación final de la singularidad individual en las declaraciones de derechos de la Edad
Moderna; por tanto, resulta imposible hasta este momento diferenciar claramente el disfrute personal
de la crueldad de los ejercicios de crueldad colectiva. Y quienes comenzaron a hacerlo, fueron
rápidamente caracterizados como pervertidos o psicópatas.

Masoquismo

La observación histórica y antropológica del masoquismo resulta aún más oscura. En el


periodo premoderno, el masoquismo quedó enmascarado por el hecho de que el comportamiento
óptimo de todo súbdito —a diferencia del ciudadano— es análogo al de un esclavo masoquista:
reconocimiento de la autoridad y de la sujeción a la misma, obediencia sin paliativos, aceptación
activa del orden impuesto y de los métodos de castigo utilizados para mantenerlo, cooperación en
los mecanismos represivos, etc. Tal comportamiento fue reforzado especialmente en las mujeres
durante todo el periodo patriarcal.

Adicionalmente, en tiempos de gran crueldad y brutalidad, no resultaba difícil provocar


situaciones que se resolvieran mediante la aplicación de control y dolor fácilmente predecibles en
intensidad y alcance por el contexto cultural.

Este enmascaramiento dificulta enormemente la identificación de masoquistas conocidos en


la historia y obliga a deducir su existencia de sus acciones, lo que siempre resulta discutible. Este
sería el caso de algunos mártires y también de ciertos líderes, que buscaron activamente su propia
destrucción aunque las circunstancias no lo exigieran. Asimismo se trasluce en algunos personajes
literarios, como el caballero Lancelot de las leyendas artúricas.

En todo caso, el masoquismo es igualmente una característica de la naturaleza humana que


no se halla en otras especies. Son incontables las personas que buscan y mantienen situaciones en las
que resultarán dañadas, humilladas, castigadas e incluso torturadas o destruidas. Hay quien afirma
que las sociedades organizadas serían imposibles sin estos rasgos masoquistas en una mayoría de la
población.

El masoquismo parece hallar su satisfacción en:

 Las sensaciones de orden, control y predecibilidad de los acontecimientos, contra los impulsos
propios y ajenos de naturaleza caótica.
 El abandono temporal o permanente de las propias responsabilidades, sobre todo cuando éstas
resultan muy agobiantes, retornando a un estado "infantil" más libre dentro de su dependencia de
otros.
 Ocasionalmente, reproducción y liberación de experiencias infantiles traumáticas, lo que refuerza
el elemento anterior.
 El alivio de las sensaciones de culpa a través del castigo, que refuerza los dos elementos
anteriores, en caso de darse.
 El efecto enteogénico y ansiolítico de las endorfinas, potentes opiáceos naturales segregados por
el cerebro como respuesta al dolor y el miedo, así como de otros mecanismos analgésicos
endógenos.
 Los factores de intensa excitación sexual vinculados a estas actividades.
 En algunos casos, la reivindicación del propio ser desde un papel de víctima sacrificada o
dispuesta.

Cuando el masoquismo busca la propia destrucción, rechazo o abandono, suele considerarse un


indicio de patología mental o de tendencias suicidas. En cambio, cuando busca la propia realización
a manos de una persona con la que se mantiene un vínculo emocional, constituye una manifestación
de la afectividad del tipo del BDSM.

La investigación científica ha revelado que podría existir un tipo particular de masoquistas por
razones exclusivamente fisiológicas, debido a un error de transcripción del gen SCN9A, que
codifica el canal de ión sodio Nav1.7 utilizado por el organismo para el control del dolor. Estos
masoquistas tendrían interés únicamente en la experiencia del dolor (algolagnia), sin los factores
psicológicos, aunque se cree que su propio desarrollo personal les conduce a distintas
manifestaciones del sadomasoquismo.

Uno de los masoquistas más conocidos de la historia fue el militar, aventurero y arqueólogo
inglés Lawrence de Arabia.

Sadismo y masoquismo quedaron atrapados durante más de un siglo como "enfermedades


mentales" potencialmente peligrosas. No se establecía una distinción clara entre el asesino sádico y
el practicante de sadomasoquismo consensuado. Fueron considerados locos y posibles criminales
hasta 1994, cuando un siglo de progreso científico borró finalmente el sadismo y el masoquismo del
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV).
Ni pervertidos ni psicópatas: la normalización

Con la publicación del DSM-IV, los agresores y asesinos sexuales quedaron categorizados en
los trastornos que causan sus actos (normalmente, alguna forma de trastorno antisocial de la
personalidad), mientras que los practicantes del sadomasoquismo pudieron reivindicarse como
personas con una afectividad diferente.

En 1954 la publicación de Historia de O, escrita por Pauline Réage, desató una sensación.
Historia de O es un relato de sumisión femenina total con una fuerte carga sadomasoquista, análoga
a la esclavitud. Muchísimos lectores y lectoras se sintieron profundamente identificados con tales
personajes.

A partir de los años 1950, algunos veteranos norteamericanos de la II Guerra Mundial,


unidos por su condición homosexual, venían estableciendo en California y Nueva York la llamada
subcultura del cuero, estrechamente vinculada con el BDSM: la Vieja Guardia. Se trataba de una
estructura muy rígida, exclusivamente gay, pero que tuvo la virtud de iniciar el reconocimiento y
normalización de las actividades sadomasoquistas.
Durante las décadas siguientes, la erótica del cuero y sus implicaciones trascendió a
lesbianas y heterosexuales, y finalmente a la cultura popular: una Nueva Guardia que desplazó a la
antigua. Pese al horror de los conservadores religiosos, por un lado, y de las feministas por el otro,
hoy en día ya no son raros los iconos sexuales de cuero, fuerza y látigos.

No obstante, esta popularización trajo nuevas confusiones. Por ejemplo, bajo el mismo
paraguas BDSM coexisten personas que simplemente son fetichistas de los pies, del cuero o de los
tacones altos, por un lado, y los sádicos o masoquistas de alto nivel, por el otro, y unos y otros con
amantes de los juegos sexuales alternativos. Esta mezcla es, por lo general, enriquecedora, pero
causa constantes conflictos sobre la naturaleza del BDSM, los límites aceptables, la aceptación de
los switchs (más frecuentes entre sadomasoquistas) y el tipo de relación que cada persona desea.

Demografía del sadomasoquismo

No existen datos fiables sobre la prevalencia del comportamiento sadomasoquista en el


conjunto de la sociedad. Se han realizado diversas encuestas y estadísticas con universos limitados y
dudas sobre la metodología y sinceridad de los encuestados. En general, se considera que entre el
10% y el 20% de la población demuestra interés habitual en las prácticas BDSM y entre un 2% y un
4%, en el sadomasoquismo. Hasta un 20% podría haber practicado BDSM alguna vez.

En España, los datos de una encuesta de 1999 afirman que un 23% de los hombres y un 19%
de las mujeres admite haber realizado algún tipo de práctica BDSM, mientras que un 33 y un 45%,
respectivamente, tenían fantasías BDSM. Entre quienes lo practicaban, un 65% desarrollaban
relaciones de tipo dominación - sumisión (D/s), mientras que un 17 % se reconocían como
practicantes del sadomasoquismo. En cuanto a los roles, un 32% de los varones y un 11% de las
mujeres que practicaban BDSM y escogieron un rol en la encuesta, se consideraban prefentemente
dominantes, mientras que un 33% de los hombres y un 72% de las mujeres reconocían tendencias
fundamentalmente sumisas. Un 23 % y un 9 %, respectivamente, afirmaban sentirse switch.

MASOQUISMO SEXUAL

El masoquismo es una parafilia específica, y constituye uno de los pares parafílicos junto al
sadismo sexual de la erotización del dolor. La caracterización de la misma está dada porque el modo
preferido o exclusivo de producir excitación sexual es el hecho de ser humillado o atormentado, o de
participar intencionalmente de actividades en que se es lesionado físicamente o pone en peligro su
vida para sentir placer sexual. Hay sustitución del acto sexual coital por otro que produzca dolor.
El DSM IV [4] establece dos criterios para su diagnóstico:

A. Durante un período de al menos 6 meses, fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes,


impulsos sexuales o comportamientos que implican el hecho (real, no simulado) de ser humillado,
pegado, atado o cualquier otra forma de sufrimiento.

B. Estas conductas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras
áreas importantes de actividad del individuo”.
La parafilia comienza en la infancia, y se debe a experiencias de violencia vividas en el
ámbito familiar, pero se manifiesta en forma de fantasías masturbatorias en la adolescencia y a
través de conductas en la edad adulta. Una vez que aparecen las conductas, suelen ser de curso
crónico, con periodos de mayor intensidad, vinculados con el estrés o simplemente con el paso del
tiempo, aunque puede estabilizarse sin incremento de la frecuencia por años. Otra característica es
que tiende a repetirse la misma conducta por años. Cuando ya no se conforma con conductas
menores y medianas, el aumento del dolor y la exposición al peligro puede ser mayor, poniendo en
riesgo la vida hasta perderla.

Los castigos reales pueden ser producidos por la pareja, con látigos, palos, picanas, cortes,
pinchazos y coscorrones o con cualquier objeto, hasta que la lesión mane sangre o simplemente
duela lo suficiente. También el masoquista se autocastiga en la flagelación, se pinchan con agujas,
se producen descargas eléctricas o se atan con alambres. La inmovilización o restricción de
movimientos para que uno se pueda escapar, puede ser de las muñecas y tobillos atados a la cama,
con vendajes en los ojos o no, todo lo cual implica sumisión a la pareja, que puede hacer lo que
quiera con él, aun matarlo.

Con frecuencia, tienen dificultades para encontrar parejas que consientan practicarle estas
conductas agresivas y entonces se autoagreden. Cuando encuentran parejas que les practican actos
humillantes o lesivos, lo que es un progreso para sus vidas solitarias y una posibilidad de salir de ese
encierro pesadillesco, éstas se horrorizan; pero luego consienten en practicarles pequeños actos que
son siempre insuficientes y piden cada vez más.

El campo de las parafilias suele despertar la curiosidad de los profanos, porque todos
rechazamos estas conductas raras y extravagantes. Pronto se descubre el lado siniestro, la soledad y
la búsqueda obsesiva del dolor donde debe reinar el placer, aparentemente incompatibles pero
indisolublemente unidas en el masoquismo sexual. Se diferencia el masoquismo sexual del
masoquismo como rasgo de personalidad. El masoquismo y el sadismo tiene como sinónimo la
algolagnia del griego “algos” (dolor) y “lagnia” (atracción patológica).

SADISMO SEXUAL

Se trata de una parafilia específica en que hay modificaciones del acto sexual por la
erotización del dolor, completando el par sadismo masoquismo, en que el placer obtenido proviene
del sufrimiento ajeno . En el DSM III [3] se utilizaban los siguientes criterios para su definición.
“Con una pareja que no consiente, el individuo ha infligido repetida e intencionalmente sufrimiento
psicológico o físico con objeto de obtener excitación sexual.

Con una pareja que sí consiente, el modo repetidamente preferido o exclusivo de obtener
excitación sexual combina la humillación o sufrimiento corporal simulado o ligero. Y tratándose
también de una pareja que consiente, se le han infligido lesiones corporales que son intensas,
permanentes o posiblemente mortales, con el objeto de obtener excitación sexual.”
En el DSM IV [4], el criterio diagnóstico es más explícito y exige dos condiciones.

A. Durante un periodo de al menos 6 meses, fantasías recurrentes y altamente excitantes, impulsos


sexuales o comportamientos que implican actos (reales, no simulados) en los que el sufrimiento
psicológico o físico (incluyendo la humillación) de la víctima es sexualmente excitante para el
individuo.
B. Estas conductas provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras
áreas importantes de la actividad del individuo”.

Desde luego, hay grados. Desde quien evoca fantasías sádicas durante el acto sexual, en que
el sujeto controla totalmente a una víctima aterrorizada por la situación amenazante, pero que no las
lleva a cabo en la realidad, pasando por conseguir víctimas que consienten ser agredidas, a someter
contra su voluntad a personas para provocarles sufrimiento. Las fantasías pueden ser muy variadas,
ya que economizan la realidad, pero a veces los actos cometidos en la realidad son muy complejos y
truculentos.

Estos actos o fantasías sádicas pueden ser: inmovilizar físicamente a la víctima, atarla con los
ojos vendados a la cama o contra un objeto firme, darle una golpiza, azotarla, pincharla o perforar el
cuerpo con objetos punzantes, quemarla con cigarrillos, aplicarle descargas eléctricas, efectuarle
cortes, intentos de estrangulación, obligar a la víctima a arrodillarse, a comer excrementos,
encerrarla en una jaula y finalmente, el homicidio. La violación con penetraciones anales y
vaginales violentas y todos su prolegómenos forman parte de los actos sádicos posibles. Hay casos
en que se deben realizar cada uno de estos actos. Otros, se conforman con uno solo de estos actos,
por ejemplo, estrangular, sin intentar siquiera violar a la víctima. Basta con verla sufrir, disfrutar su
dominio total sobre ella o presenciar su agonía.

Un cierto monto de agresividad forma parte de las actividades sexuales normales, pero en el sadismo
sexual esta agresividad es excesiva y responde a otras causas.

Paidofilia: Consiste en la necesidad o las fantasías recurrentes de tener relaciones sexuales con
niños. Estos deben tener menos de 13 años, aunque muchos paidófilos sólo se sienten atraídos por
niños de una edad determinada. Al parecer, la atracción hacia las niñas es 2 veces más frecuente que
hacia los niños. Aquéllas pueden formare parte del círculo de amigos, familiares, o tratarse de las
propias hijas (incesto). La conducta del paidófilo varía desde el mero hecho de mirar y acariciar a su
víctima hasta forzarla a realizar cualquier tipo de práctica sexual. Hay que hacer el diagnóstico
diferencial con el retraso mental, los síndromes orgánicos de la personalidad, la intoxicación
alcohólica y la esquizofrenia.

Sadismo sexual: La excitación se obtiene a partir del sufrimiento físico o psicológico infligido a la
víctima, que puede consentir o no. Los medios usados son muy variados y dependen de la
imaginación del sádico. Debe diferenciarse de la violación, ya que, según los estudios, sólo el 10%
de los violadores disfrutan con el padecimiento de sus víctimas.

Vouyerismo: El hecho de observar ocultamente a otras personas, por lo general desconocidas, en


plena actividad sexual o simplemente desnudas (o desnudándose) constituye la forma de excitación
preferente o exclusiva. El voyeur suele llegar al orgasmo por automasturbación mientras está
mirando o cuando lo recuerda después en sus fantasías masturbatorias. No hay un interés por
establecer contacto sexual real con las personas observadas.

TRATAMIENTO:
El tratamiento de las parafilias es especialmente difícil. Las técnicas más utilizadas son las
modificación de conducta y, en casos graves, se ha recurrido a la administración de antiandrógenos.
Entre las causas que pueden explicar el poco éxito de los tratamientos es muy probable que
desempeñe un papel importante la falta de motivación del individuo para el cambio.

Conclusión:

La sexualidad es un elemento importante en la vida del individuo que debe explorarse en la historia
clínica. Sin embargo, sus connotaciones psicosociales hacen que sea un fenómeno complejo, difícil
de encuadrar en un marco de criterios operativos.
En el caso específico de los trastornos psicosexuales su abordaje es mucho más complejo y difícil,
rara vez se diagnostican en la clínica y la mayoría en el caso de los parafilicos se descubren a raíz de
conflictos con la justicia.

Los trastornos psicosexuales pueden manifestarse por una alteración de los cambios fisiológicos
propios de la respuesta sexual (disfunciones sexuales) y cuando la excitación sexual depende de
estímulos distintos a los que se consideran normales (parafilias).

La falta de información correcta sobre el sexo y, en su defecto, la existencia de una serie de mitos y
creencias erróneas constituye la base de la ansiedad que, en muchos individuos, se agrava por sus
características personales. De hay que una educación sanitaria que es uno de los roles esenciales de
la enfermería sea de vital importancia tanto para la prevención de las disfunciones sexuales y como
base para su tratamiento.

La mayoría de autores prefieren no utilizar el termino perversión y si parafilia o desviación sexual,


ya que la primera denota censura moral.
• No debemos considerar parafilia toda actividad sexual que no produzca angustia o daño
social sobre el individuo.
• Suelen aparecer durante la adolescencia y los primeros años de la edad adulta. Tienen mal
pronóstico cuando aparecen en edad temprana ya que no hay sentimiento de culpa.
• El diagnostico de las desviaciones sexuales es casual ya que se descubren a estos enfermos
por un arresto o por la familia, lo que hace muy complicado diagnosticarse.
• El tratamiento suele ser muy largo complicado y con un porcentage de éxito bajo.
• En la pedofilia se encuentra perturbado el objeto de la tendencia sexual. El pedofilo es un
hombre de unos 30-40 años, no muy agresivo; pueden ser alcohólicos, psicoticos o asociales. No se
acerca a los adultos por miedo a la castración, se ve muy identificado con su madre y se relaciona
con los niños de la misma forma.
• En el fetichismo el impulso sexual se dirige hacia un objeto inanimado, puede llegar al punto
de que cambie la pareja por el objeto fetiche. Los fetichistas son solitarios, socialmente inadaptados.
• Sadismo y masoquismo suelen ir unidos no hay sadismo sin masoquismo y viceversa. el
sadomasoquismo se da mayoritariamente en mujeres y puede ir unido a otras desviaciones.
• El exhibicionista encuentra la satisfacción sexual enseñando los genitales a personas del otro
sexo esperando la misma respuesta del otro individuo, no suele atacar ni molestar a sus victimas.
Suele empezar en la adolescencia y prevalecer hasta los 30 años, es tímido retraído y dependiente,
con dificultad en habilidades sexuales y heterosexuales.
La sexualidad en nuestros días ya es algo normal, que no nos es indiferente y que algunos le damos
la importancia suficiente para que no nos pacen cosas indeseables.

Para que nosotros como jóvenes tengamos un poco de responsabilidad sobre nuestra sexualidad creo
que es importante que nuestros padres nos orienten y nos den valores. Otra cosa que tambien a veces
influye es el ambiente en el que nos desarrollamos y la cultura de nuestra familia.

La sexualidad a llegado a ser de lo más normal, llegando al grado de que los hombres y mujeres se
cambien de sexo es decir que se vuelvan transexuales; pero no por que ya sea mas conocido deja de
ser algo inmoral. El exhibicionismo y voyeurismo es otra cosa inmoral por que las personas
permiten que otras personas vean como tienen relaciones sexuales, vean sus partes intimas; y las
personas que ven esto caen dentro del voyeurismo. La pedofilia es la atracción sexual que siente un
adulto por los niños, el incesto es la practica de relaciones sexuales entre parientes; este tipo de
relaciones sexuales, cuando tienen como consecuencia el embarazo, el producto suele salir con
problemas físicos, mentales, etc.

Aquellas personas que se casan a veces se casan por que se aman genuinamente o por que creen que
aman, cuando sucede esto ultimo se suelen dar muchos divorcios lo que da a notar un poco de
inmadurez mental.

Actualmente algunos adolescentes y jóvenes creen que ya saben todo respecto al sexo y que si tiene
sexo no va a pasar nada, pero la realidad es que no saben nada entonces contraen enfermedades, o
las chavas simplemente se embarazan.

La masturbación también es algo común en los adolescentes y jóvenes, que desde un punto de vista
psicológico no tiene nada de malo por que los jóvenes o adolescentes están experimentando con su
cuerpo y eso les permite conocer un poco mas de si mismos; en la actualidad este tema ya es
conocido por varias personas y no provoca de indignación.

El sexo por amor, como bien claro se expresa es el sexo que se tiene con aquella persona que se ama
y que se tiene con responsabilidad; y esto se debe de hacer de una manera correcta de acuerdo con la
ley, es decir, el vinculo de pareja, la unión entre dos personas y esto quedaría dentro de la
monogamia que es la unión entre un hombre y una mujer; a diferencia de esto la poligamia es la
unión de una persona con varias personas mas y se divide en poliandria (matrimonio con varios
hombres) y poliginia (matrimonio con varias mujeres).

Al final la sexualidad es un fenómeno emocional y de conducta relacionado con el sexo que


comprende tanto el impulso sexual, dirigido al goce inmediato y a la reproducción, como a los
diferentes aspectos de la relación psicológica con el propio cuerpo (sentirse hombre, mujer o ambos
a la vez) y de las expectativas de rol social. A veces a causa del sexo hay violencia en la pareja o en
la familia, ya sea por que la mujer no quiera tener relaciones sexuales o por que el hombre abusa de
los hijos sexualmente.
Acrotomofilia, del Griego, akron, extremidad + tome, corte + philia. Parafilia recíproca:
apotenmofilia: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de la excitación erótica sexual de que la pareja esté amputada. Su excitación erótica es
proporcionada por el muñon (es) de la pareja amputada.
Agalmatofilia: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de el estímulo erótico lo constituye una estatua o un modelo desnudo de una persona.
Amelotatista, del Griego, an, sin + melos, miembros + tasis, irresistible atracción hacia: Sinónimo:
apotenmofilia.: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de alguien que es atraído hacia la búsqueda de la amputación de un miembro del
cuerpo de sí mismo.
Andromimetofilia, del Griego, andros, hombre + mimos, representación + philia. Parafilia recíproca:
ginemimetofilia: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes a tener una pareja que siendo hembra de nacimiento, represente y se relacione
eróticamente como un macho.
Apotemnofilia, del Griego, apo, sin + temnein, cortar + philia. Parafilia recíproca: acrotomofilia: La
excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho
de llegar a estar amputado.
Asfixiofilia, del Griego, asphyxia, asfisxia + philia: La excitación erótica y la facilitación y el logro
del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de autoestrangularse y llegar a la asfixia.
Autoagonistofilia, del Griego, autos, sí mismo + agonistes, actor dramático principal + philia.
Parafilia recíproca: mixoscopia: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son
relativas a, y dependientes del hecho de ser observado, estar en escena, o ser filmado.
Autoasesinofilia, del Griego, autos, sí mismo + assassin, asesinar + philia. Parafilia recíproca:
erotofonofilia: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de la posibilidad de escenificar y manejar una muerte masoquista de sí mismo por
asesinato.
Autonepiofilia, del Griego, autos, sí mismo, + nepon, infante + philia. Sinónimo: infantilismo
parafílico: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de la posibilidad de representar a un niño de pañales y ser tratado de esa forma por su
pareja.
Bestialidad: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de ver zoofilia.
Biastofilia, del Griego, biastes, rapto or violación + philia. Sinónimo: raptofilia: La excitación
erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de atacar
sopresivamente y asaltar violentamente a una aterrorizada persona desconocida.
Crematistofilia Greek, chremistes, traficante de dinero + philia: La excitación erótica y la
facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de ser obligado a pagar,
o siendo robado por la pareja sexual por sus servicios sexuales.
Cronofilia del Griego, chronos, tiempo + philia (según la edad: nepiofilia, pedofilia, gerontofilia):
La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del
hecho de que la edad erótica de la persona (él o ella) sea disconcordante de su edad cronológica
actual pero concordante con la edad de la pareja.
Coprolagnia del Griego, kopros, excremento + lagneia, deseo: La excitación erótica y la facilitación
y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de ver coprofilia
Coprofilia del Griego, kropos, excremento + philia: La excitación erótica y la facilitación y el logro
del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de que la la edad erótica de la persona (él o
ella) sea disconcordante de su edad cronológica actual pero concordante con la edad de la pareja.
Efebofilia del Griego, ephebos, persona en etapa postpuberal del desarrollo + philia: Parafilia
recíproca: adolescentismo parafílico: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo
son relativas a, y dependientes del hecho de tener una pareja que se encuentre en la etapa
postpuberal o adolescente.
Erotofonofilia del Griego, eros, amor + phonein, asesinar + philia. Sinónimo: asesinato pasional.
Parafilia recíproca: autoasesinofilia: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo
son relativas a, y dependientes de la posibilidad de ser el responsable de la muerte de un confiado
compañero sexual. El orgasmo coincide con la muerte de la pareja.
Escatofilia telefónica, de teléfono + Griego, skatos, suciedad, + philia: La excitación erótica y la
facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de ser astuto y engañar
o amenazar a la persona que se llama, conocida o desconocida, estableciendo una explícita y
personal conversación erótica con palabras vulgares.
Escoptolagnia del Griego, skopein, ver + lagneia, deseo: Excitación provocada por observación de
personas en el acto sexual.
Escoptoflia del Griego, skopein, ver, + philia. Sinónimo: mixoscopia. Parafilia recíproca:
autagonistofilia: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de la observación de personas en actividades sexuales incluyendo el coito.
Estigmatofilia, del Griego, stigma, estigma + philia: La excitación erótica y la facilitación y el logro
del orgasmo son relativas a, y dependientes de tener una pareja que posea un tatuaje, una cicatriz, o
perforaciones en el cuerpo por el uso de joyería de oro, especialmente en la región genital.
Exhibicionismo, del Latin, exhibere, exhibir. Parafilia recíproca: voyeurismo: La excitación erótica
y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependen de provocar la sorpresa, el
desmayo, el shock o pánico a un desconocido por la ilícita exhibición de una parte erótica del cuerpo
incluyendo el área genital.
Fetichismo, del Latin, facticius, artificial: La excitación erótica y la facilitación y el logro del
orgasmo son relativos a, y dependientes de poseer un talisman u objeto fetiche, substancia o parte
del cuerpo que pertenezca a la pareja.
Formicofilia, del Latin, formica, hormiga + philia: La excitación erótica y la facilitación y el logro
del orgasmo son relativas a, y dependientes del contacto con pequeñas criaturas tales como
caracoles, ranas, hormigas u otros insectos que se deslizan, arrastran o mordisquean las partes
genitales, el área perineal y los pezones.
Froteurismo, del Francés, frotter, frotar: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo
son relativas a, y dependientes del hecho de frotar el área genital contra el cuerpo de un desconocido
en una multitud.
Gerontofilia, del Griego, géras, viejo + philia: La excitación erótica y la facilitación y logro del
orgasmo son relativas a, y dependientes del hecho de tener una pareja de la misma edad de los
padres o abuelos.
Ginemimetofilia, del Griego, gyne, mujer + mimos, representar + philia. Parafilia recíproca:
andromimetofilia: La excitación erótica y la facilitación y logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de tener una pareja que habiendo nacido hombre, representa y responde como una
mujer a nivel erótico.
Heterofilia, del Griego, heteros, diferente + philia: La excitación erótica y la facilitación y logro del
orgasmo son relativas a, y dependientes de tener una pareja de un sexo morfológico diferente al
propio.
Homofilia, del Griego, homos, igual + philia: La excitación erótica y la facilitación y logro del
orgasmo son relativas a, y dependientes de poseer una pareja sexo morfológico igual al propio.
Hibristofilia, del Griego, hybridzein, cometer un ultraje en contra de alguien + philia: La excitación
erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y dependientes de tener una pareja
que se sabe ha cometido un ultraje o crimen, tal como violación, asesinato, o robo armado.
Hifefilia, del Griego, hyphé, tejido + philia: La excitación erótica y la facilitación y el logro del
orgasmo son relativas a, y dependientes a tocar, rozar, o sentir la piel, el pelo, el cuero, y el tejido,
especialmente si es usado en la proximidad de las principales partes eróticas del cuerpo.
Infantilismo parafílico. Sinónimo: autonepiofilia. La excitación erótica y la facilitación y el logro del
orgasmo son relativas a, y dependientes de la representación de un infante y de ser tratado como tal
por su pareja.
Juvenilismo parafílico.

Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y


dependientes de la representación de la etapa juvenil del desarrollo y de ser tratado como tal por su
pareja.

- Kleptolagnia, del Griego, kleptein, robar, + lagneia, deseo. Ver kleptofilia.


Descripción: Gratificación erótica provocada por el robo.

- Kleptofilia, del Griego, kleptein, robar + philia

Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y


dependientes del hecho de entrar y robar ilícitamente la morada de un desconocido o pareja
potencial.

- Klismafilia, del Griego, klusma, enema + philia.


Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes del hecho de recibir un enema por la pareja.
- Masoquismo: el nombre deriva de Leopold von Sacher-Masoch, 1836-1895
Parafilia recíproca: sadismo.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de ser la víctima de abuso, tortura, castigo, disciplina, humillación, obediencia y
servidumbre por parte de su pareja.
- Mixoscopia, del Griego, mixis, coito + skopein, examinar.
Sinónimo: escoptolagnia; escoptofilia
Parafilia recíproca: autoagonistofilia.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de poder observar a otros en una relación sexual.
- Morfofilia, del Griego, morphe, forma + philia
Descripción: Una o más de las características del cuerpo de la pareja es particularizada,
prominentemente, o esencialmente como un prerrequisito de la excitación erótica y de la facilitación
y logro del orgasmo.
- Muerte autoerótica: muerte por asfixia producto del autoestrangulamiento, o autoelectrucutamiento
como parte de un ritual masturbatorio parafílico.
- Misofilia, del Griego, mysos, suciedad + philia.

Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y


dependientes del hecho de ser autodegradado por oler, masticar o realizar otra acción con ropa
sudorosa, sucia o artículos de la higiene menstrual.
- Narratofilia, del Latin, narrare, narrar + philia.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes del hecho de utilizar palabras o contar historias calificadas comúnmente como sucias,
pornográficas u obcenas en presencia de la pareja.
- Necrofilia, del Griego, nekros, muerte, + philia.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de relacionarse no con una persona viva sino con un cadáver.
- Nepiofilia, del Griego, nepon, infante, + philia
Parafilia recíproca: autonepiofilia.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de poder relacionarse con un infante.
- Normofilia, del Latin, normo, normal + philia.
Descripción: Ser heterosexual en conformidad con los estándares dictados por la costumbre, la
religión o la autoridad legal.
- Olfatofilia, del Latin, olfacere, oler + philia.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de olfatear, olores emanados de las diferentes partes del cuerpo, especialmente de las
partes sexuales y adyacentes.
- Osmolagnia, del Griego, osme, oler + lagneia, deseo. Ver olfatofilia.
Descripción: Ser estimulado sexualmente por los olores.
- Pederastia, del Griego, pais, joven + erastés, amante.
Descripción: costumbre de la Antigua Grecia en la que un hombre viejo tenía relaciones sexuales
anales con jóvenes adolescentes varones.
- Pedofilia, del Griego, paidos, niño + philia.
Parafilia recíproca: juvenilismo parafílico
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo es relativo a, y
dependiente de tener una pareja en la etapa postpuberal o peripuberal.
- Peodeiktofilia, del Griego, peos, pene + deiknunain, mostrar, + philia.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo es relativa a, y
dependiente de provocar la sorpresa, el desmayo, shock o pánico en un desconocido tras la elícita
exhibición del pene flacido o erecto.
- Pictofilia, del Latin, pictura, imágenes + philia.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes del hecho de ver fotografías, películas o videos de actividades comúnmente tachadas
como sucias, pornográficas u obcenas, sólo o en presencia de la pareja.
Raptofilia, del Latin, rapere, secuestrar + philia. Ver biastofilia.
- Renifleurismo, Francés, delLatin, ren, riñon.
Sinónimo: urofilia.
Descripción: Estimulación erótica provocada por el olor de la orina.
- Sadismo, el nombre deriva del Marqués de Sade 1740-1814
Parafilia recíproca: masoquismo
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes del hecho de ser la autoridad que abusa, tortura, castiga, disciplina, humilla, e impone
obediencia y servidumbre.

-Somnofilia, del Latin, somnus, dormir + philia


Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de despertar a un desconocido con caricias eróticas, incluyendo sexo oral, sin fuerza o
violencia.
- Simforofilia, del Griego, symphora, desastre, + philia.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de representar y manejar la posibilidad de un desastre, tal como una conflagración o
accidente de tráfico, y observar qué sucede.
- Tocheurismo, del Francés, toucher, tocar. Ver Froteurismo.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes de hecho de tocar subrepticiamente a un desconocido en una parte erótica del cuerpo,
particularmente los pechos, las nalgas o el área genital.
- Transvestismo, del Latin, trans, a través de + vestis, prendas. Ver transvestofilia.
- Transvestofilia, del Latin, trans, a través de + vestis, prendas + philia.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes del hecho de vestir prendas, especialmente prendas interiores, del otro sexo.
- Troilismo, del Francés, trois, tres
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes del hecho de observar a la propia pareja en alquiler o préstamo con una tercera persona
mientras realizan actividades sexuales incluyendo coito.
- Undinismo, Undine, ninfa del agua, del Latin unda, ola. Véase urofilia.
- Urolagnia, del Griego, ouron, orina + lagneia, deseo. Véase urofilia.
- Urofilia, del Griego, ouron, orina + philia.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes del hecho de ser orinado y/o tomar la orina de otra persona.
- Voyeurismo, del Francés, voir, ver.
Parafilia recíproca: exhibicionismo.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes del riesgo de ser descubierto mientras ilícitamente se observa a un desconocido
desnudándose o en una actividad sexual.
-Zoofilia, del Griego, zoon, animal + philia.
Descripción: La excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativas a, y
dependientes del hecho de establecer relaciones sexuales con otras especies, tales como un animal.

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