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Manual de prensa hogareña y digresiones acerca “de eso que llamamos rock”
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ADVERTENCIA
Atte.:
El humo-rista
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Los poetas escriben para los poetas
W. Gombrowicz
Chanza.
hablar alguien de ~.
La expresión Odio a la Música quiere expresar hasta qué punto la música puede volverse abominable
para quien más la amó.
Pascal Quignard
El autor satírico que sólo emplea el humor negativo, se coloca fuera del objeto aludido y se le opone, lo
cual destruye la integridad del aspecto cómico del mundo; por lo que la risa negativa se convierte en un
fenómeno particular. Por el contrario, la risa popular ambivalente expresa una opinión sobre un mundo
en plena evolución en el que están incluidos los que ríen.
Bajtin
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SPAM
Andy Warhol
Observen esas manos curtidas de tanto mendigar, pertenecen a los Proselitistas del Rock
Traen pegados a sus dedos, las teclas Control C Control V, tablas de la nueva prensa hogareña
¿Compartir o Me Gusta?
Belle Époque
Última Cena
Frank Zappa
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Consideración
Néstor Perlongher
Catastro
Cantidad
Lo importante es hacer no se sabe muy bien qué para llegar a mucha gente
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Gusto
El ROCK le grita al mundo y al poder su verdad. El poder escucha esos gritos, los graba, saca un CD,
organiza una gira, vende un par de remeras, y después espera que el ROCK vuelva a gritar
Peter Capusotto
Hay más bandas de rock que personas que ideas que salas de ensayo que lugares para tocar que dinero
para ganar
Un rockero muerto es un lugar común. Un rockero viejo es un asco. ¿Qué es mejor? ¿La tipicidad o el
asco? ¿La obviedad o el desastre de la carne arrugada y las declaraciones ecologistas?
Mal Musical
Los que quedan son viejos o caretas o hemipléjicos o una popular y delicada mezcla de las tres
Los muchos sueñan con ser tapa de algo y no grabaron ni un demo no salieron del garage no compraron
instrumentos ¡Pero que bueno que está Nirvana!
XMF
Aquellas mujeres que fueron las más nobles, / y tuvieron relaciones con los dioses.
“Si la banda tiene minitas es mejor, todos sabemos del alto grado libidinal del público de rock”
Un amigo al músico
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Dios el Estado y el Rock
El poeta no puede disponer de las palabras más que para su propia perdición
George Bataille
No queremos pagar para tocar queremos que nos paguen. Queremos pegar para tocar queremos que
nos peguen (ensuciarse con engrudo ya fue)
II
No queremos pagar para tocar, tenemos que pagar las fotos la página la prensa el manager el video los
instrumentos los equipos
Sin humor
Su amor por el cliché lo lleva a recorrer el Museo y el Shopping con el mismo calvario
Payaso sin humor cuya única habilidad pende de los dientes del Rey
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Optimismo
El indie rock argentino, se inclina ante la brutalidad y la violencia de la burguesía y presta sus servicios
culturales. (…) Lo mejor es que el indie muera; que se muera ya mismo; nos está perjudicando a todos.
Mal Musical
Tocar en un festival para ayudar a no sé qué pueblo inundado de no sé qué provincia de no sé qué país,
está bien
Tocar para juntar alimentos para no sé qué comunidad aborigen, está bien
Autógrafo
Bob Black
El joven desorientado elije el fútbol o el rock se enfurece con los políticos colma féretros con sufragios
escucha Rock & Pop junta dinero corta tickets se psicoanaliza contiene el aliento Sueña con dar su
autógrafo en un contrato
En el rock para pegarla no hay dealer proveedor el precio nunca es justo y se paga con el bolsillo de
papá o las piernas abiertas o la boca ensalivada o tiro clavado en la nalguicie
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Gravedad
Empezamos no pensando en querer ser una estrella de rock, era más salvar nuestras vidas con la
música.
Cristián Aldana
Jeans rotos
Tiqqun
A diferencia de La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas Estados Unidos de Norte América aflojó la
válvula con jeans rotos y rock
Influencias
Víctor Schklovski
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Proxeneta
Miren lo que han hecho con el duende del rock / lo han destrozado / lo han convertido en una estampa
estúpida de sumisión
Alan Freed lo bautizó, cobró por pasar a Chuck Berry, luego los Beach Boys plagiaron al proxeneta negro
y la maquinaria imprimió plásticos
El gesto perdurable
Escucho con agrado una canción en inglés sin entender el idioma, sin comprender qué palabras son
pronunciadas, ¿Pura forma sin referentes externos?
¿Qué lugar ocupa la letra en esa experiencia de nervios e inteligibilidad que atraviesa el cuerpo cuando
escucha una canción?
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El periodista de rock
El especialista sería entonces un curador que media entre el comprador de discos y le vendedor, algo así
como un publicista de su propio gusto que, en el peor de los casos, rellena y decora gacetilllas. El
subtexto periodístico dice: “Yo lo escuché antes y me gustó, así que comprátelo”. La elocuencia lo
desespera. Necesita convencer, que le crean.
Pablo Schanton
El melómano megalomaníaco está muerto hace tiempo. En su lugar Wikipedia regala hijos free lance
para el apuntalamiento de redacciones new age
La Historia
La historia del periodista que asesina a estrellas de rock famosas. Les hace su última entrevista. Las
vende muy bien. Al tercer rockero muerto ningún vejestorio acepta ser entrevistado. Cae en el
ostracismo. Derrocha dinero. Compra una guitarra, un equipo. Edita un disco. Sale de gira. Alguien le
hace una entrevista, saca un cuchillo.
II
La historia de una banda de rock que tiene su pico en los cincuentas, y eclipsan entrados los sesentas.
Pero no dejan de tocar, aunque ni la prensa más especializada los mencione. Intencionadamente ocurre
esto. Primera regla para ir a verlos: no invitar a nadie, no anunciar dónde es la fecha. Nunca llevar
cámaras filmadoras, de fotos, grabadores, ni celulares. Solo así podrás ver en vivo a la banda de rock en
movimiento más vieja de la Historia.
III
La historia de la banda secreta de Paul Mc Cartney y Jhon Lennon en los setentas. Yoko desconoce esta
historia y sus grabaciones.
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Misa
Me voy corriendo a ver que escribe en mi pared / la tribu de tu calle. La banda de mi calle.
Asistimos a un recital poético del mismo modo que a una misa –sin comprenderlo- y sólo cumpliendo un
acto de presencia frente a un rito; y porque nos interesa la carrera de los poetas hacía la gloria así como
nos interesan las carreras de caballos.
W. Gombrowicz
Sobre el escenario se des-pe-re-za la banda. Abajo el público enciende bengalas balbucea cánticos,
algunos empacan silencio, otrxs mueren
El respeto solidario de una limitada comunidad de autómatas que blande palpas sudorosa y sorda mente
busca en el ruido un hilo de luz del cual tirar y alejar la oscuridad del hastío
Una entidad agonizante se sacrifica como contenido para sobrevivir como forma.
Tiqqun
Una sociedad humana es una jauría de animales domesticados, es decir un ejército fundado en la muerte
del otro.
Pascal Quignard
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Roca a pulverizar
Una cosa es la música que puede traducirse en emoción y la otra la emoción que pretende pasar por
música. Dolor paterno en fa sostenido, carcajada sarcástica en amarillo, violeta y negro. No, hijo, el arte
comienza más acá o más allá, pero no es nunca eso.
Rayuela, Julio Cortazar
Un hombre que tiene algo que decir y no encuentra oyentes, está en una mala situación. Pero todavía
están peor los oyentes que no encuentran quien tenga algo que decirles.
Bertolt Brecht
Si es cierto que nuestra avidez de experiencias se basa en la superación de estereotipos, seamos justos.
¿De qué vale consumir música rara y nueva de un modo perimido y viejo? Al fin y al cabo, nuestro
enemigo es uno solo y espera en cada instancia (en el producto musical, en la forma de escuchar y en el
modo de escribir sobre él) Se llama conservadurismo.
Pablo Schanton
Quiero saber / ¿cuál es tu rock? / salir en tevé, vestirte muy mal y peinarte peor / Quiero saber / ¿Cuál es
tu rock? / ¿Por qué te enojas / cuando cantás canciones de amor? // Nos obligan a verte / nos obligan a
oír tu voz / en la maratón de la única estación de rock // ¿y ese es tu rock? / eso no es rock / mis libros
son rock / mis discos son rock / y mi banda es de rock // Quiero saber / ¿Cuál es tu rock? / ser dueño de
un jet / una mansión y un auto veloz /
¿Cuál es tu rock? (Los Látigos)
La música parece ser pura tecnología del placer, un cóctel de drogas de entretenimiento que ingerimos a
través del oído para estimular una masa de circuitos del placer al mismo tiempo.
Steven Pinker
Sin el opio, los proyectos: matrimonios, viajes, me parecen tan dementes como si alguien que se cae por
la ventana deseara vincularse con los ocupantes de las habitaciones ante las que pasa
Jean Cocteau
Una enorme explosión de risa, es la respuesta adecuada a las graves “cuestiones” que se complace en
agitar la actualidad.
Tiqqun
¿Cuándo se separaron las palabras adaptadas a una secuencia melódica fija de las palabras adaptadas a
las solas normas de una lengua?
Hace veinte mil años, las diminutas jaurías de hombres que cazaban, teñían y cincelaban formas
animales canturreaban breves fórmulas, ejecutaban la música con señuelos, resonadores y flautas
fabricadas con huesos medulosos, y danzaban sus relatos secretos vistiendo las máscaras de sus presas,
tan salvajes como ellos.
Pascal Quignard
Dentro del box set de edición limitada vino la Palabra Virus Rock. Alentamos su elasticidad y contagio,
anduvimos con los oídos abiertos, sin barbijo ni bozal.
El Rock en tanto palabra que dice negocio y atrampa energías auténticas para tergiversarlas, es una roca
que convendría pulverizar. Una pequeña demolición que sumará al desmoronamiento de una montaña
estoica y peligrosa.
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Justo cuando lo que hasta hoy hemos llamado rock, desanda los cortos pasos trastabillados antaño en el
ring de las posiciones ideológicas, la palabra-virus “Rock” alcanza el cénit de su producción de pus.
La palabra-virus “Rock” está en todas partes: Un agujero negro que trabaja comiendo las limaduras que
la disidencia va dejando en el ajetreo de su devenir hacia la invisibilidad y el ataque. La esposa de Lot,
hecha piedra.
Ya no importa indignarse por las muecas apagadas de los bufones del Rey-Rock. Ni ante la propagación
de rockeros como clones farmacéuticos a la talla de la pantalla de MTV. Ni cuando la Rolling Stone,
eficazmente fétida, tergiversa y captura algunos viejos valores.
El espectáculo muerto del Museo y el Shopping hay que observarlo con los pies en marcha y la boca
cargada de risa como quien asiste a un choque de autos en la ciudad.
Hemos llamado rock erróneamente a casi todo. Leemos rock en todas partes como quien interviene con
un marcador de tinta un cartel publicitario.
Pensamos con el cuerpo: nuestras experiencias y creaciones auténticas no necesitan ser custodiadas ni
legitimadas por las publicidades la moral de las noticias ni el resto de las policías.
Siempre caemos por los toboganes de las palabras y las ladramos, pero cuando se ha incrementado el
negocio de la Rebeldía y “Rock” es el código de barras en los productos del súper, repetirla ya no es una
protesta ni una promesa sino una broma, una broma de mal gusto.
Habrá quienes encontrarán en el Shopping o el Museo una inspiración. Quizás a pesar de su visible
plasticidad el Rock aún destella sus añejas propiedades de piedra.
Los poetas, los inconformes crónicos, los terroristas autodidactas, aquellos que hayan liberado su cuerpo
más allá de su mente, atentan contra el común desarrollo de la misa capitalista, que reparte
obligatoriamente su cuerpo y sangre, la hamburguesa de MC Donald y la Coca Cola.
Cualquier gesto o chispazo que atente contra algún fascismo será útil para comenzar el ejercicio de
hablar las palabras y no ser hablados por ellas, un paso importante para emprender el viaje hacia la
libertad.
Los zombies cuando lucen las palabras viejas se ven más amigables.
Las máscaras en desuso fueron palabras que el chamán empleó en su rito para lograr que ciertos
espíritus y presencias encarnaran en él y en el grupo.
Quienes son espectadores custodian esa palabra negra tan grande y agradable de ver y pronunciar. La
cuidan, la alientan, la maquillan, pero está muerta.
Como un niño, la palabra virus Rock, se alimenta de una pareja a la que llama familia: Público y músicos.
Firmamento y estrellas. Desde ya, Público incluye a periodistas de rock y programadores radiales.
Este niño es un feto muerto al que sus padres lo llevan de paseo y le sacan fotos.
Acudimos al Club Deportivo y Social llamado Rock con toda su inmunda institucionalidad y entregamos
allí energías que serán apagadas y conducidas en una línea de producción lúgubre lenta y atenta a las
cámaras.
Detrás del espectáculo Rock, detrás del biombo, se produce una multiplicidad de experiencias auténticas
que desean no ser guiadas ni filmadas o que le pregunten qué está pensando en cada momento.
Abandonamos la palabra Rock y de la quimera de las experiencias brotan como vapores nuevas
metáforas y sonidos.
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