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LITERATURA

LATINA

BREVES APUNTES PARA PAU

DAVID MÉNDEZ MARTÍN


Literatura latina

LA POESÍA ÉPICA

1. GÉNERO Y CARACTERÍSTICAS

La poesía épica o epopeya es una narración en verso que aborda las empresas bélicas
o gestas de héroes o personajes míticos. Es uno de los primeros géneros literarios, pues la
mayoría de los pueblos cuentan en su tradición con un gran poema épico que narra las
aventuras del héroe nacional, que a menudo es un símbolo nacional. Cumplía la función de
mostrar a la gente el saber de la época, es decir, que poseía una función educativa en las que
se integraban elementos humanos y divinos.

Se pueden distinguir dos categorías:

 Narración épica primitiva o épica heroica: Está formada por aquellos poemas
dirigidos a una audiencia popular, compuestos oralmente, no tenía un autor
único, sino que era un conglomerado de poemas que eran recitados por los
rapsodas a modo de salmodia, frecuentemente con acompañamiento musical e
iban transformando colectivamente. En estos poemas se reflejaba el mundo de
un pueblo en particular y su fin principal era interesar a sus coetáneos e
incitarles a la emulación de las glorias de sus antepasados. Presentaba la
dicción formular (Aquiles el de los pies ligeros), es decir, la utilización de
diversas fórmulas que se repiten a lo largo de la obra con un fin nemotécnico:
aprenderse mejor la obra, anunciar la llegada de personajes…. También usaba
los símiles o comparaciones y la claridad.
A esta primera categoría pertenecen los antiguos poemas épicos
orientales, como el Gilgamés asirio-babilónico, el Mahàbhàrata y el Ramayana
indios y la Ilíada y la Odisea griega, siendo estos dos últimos el punto de
arranque y el primer gran modelo de la tradición épica romana.
 Épica culta: Es una narración de elevada meditación y estudio, sin
improvisaciones, que está dirigida a un público más refinado. Es obra de un
autor individual, consciente de sus intenciones y de los recursos de su arte. Es
esta categoría la épica pasa a ser escrita, culta e individual. Sin embargo,
mantiene los antiguos patrones, como el tono glorioso y solemne y los clichés o

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frases hechas (como llamar siempre a cada personaje con los mismos epítetos:
“Aquiles el de los pies ligeros...”, “Apolo el que hiere de lejos...”). La historia de
estas narraciones cobra un valor fundamental, ya que principalmente se narran
las hazañas y aventuras de personajes reales, donde la intervención divina es
más ornamental.
En este grupo cabe destacar la Eneida de Virgilio y las Metamorfosis de
Ovidio.

La versificación griega y romana se caracterizaba por un ritmo determinado debido a la


sucesión regular de sílabas largas y breves. La poesía épica solía escribirse en hexámetros
dactílicos (sucesión de seis pies formados por una sílaba larga y dos breves).

2. AUTORES ÉPICOS
a. Épica arcaica.

Los primeros pasos de la épica en Roma están representados por al menos medio
centenar de versos fragmentarios de la Odusia de Livio Andrónico, el problema concerniente
a esta obra ha girado sobre si se trataba o no de una traducción del poema homérico, puesto
en latín y en versos saturnios, una innovación con respecto al metro original; y si era así,
cabría plantearse si había realizado una versión completa del largo poema o una simple
síntesis. Pero la verdadera aportación de Livio Andrónico consistió en constituirse en primer
heredero y continuador de la épica griega, adaptando a unos nuevos receptores la Odisea
homérica.

Junto a estos aparecen cerca de 70 fragmentos del Bellum Poenicum de Gneo Nevio,
esta obra era un poema épico en versos saturnios con un tema central de carácter histórico
la Primera Guerra Púnica (264-241 a. C.), al que se le añadía un excurso de importancia y
extensión notables acerca del origen troyano del pueblo romano, utilizando la leyenda, ya
por entonces muy divulgada, de la llegada a las tierras de Italia de eneas, fugitivo tras la
destrucción de Troya.

También se conserva en torno a 600 hexámetros, o fragmentos de hexámetros,


dispersos en multitud de fragmentos de los Annales de Quinto Ennio, poema épico en 18
libros en los que se narra toda la historia de Roma, remontándose a los orígenes troyanos y

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llegando hasta el año 171 a. C. Legado paupérrimo pero del que se puede entrever y rastrear
los rasgos que, andando el tiempo, se iban a convertir en esenciales de este género,
considerado por los latinos primordial, y que daría, entre otras obras, la Eneida de Virgilio.

Al contacto con las obras maestras helénicas, los romanos desarrollaron su talento y
produjeron obras literarias originales. El gran creador de la épica latina fue Virgilio,
considerado el poeta nacional romano.

b. Épica de Augusto.

Publio Virgilio Marón (70 – 19 a. C.)

Nace en una aldea de Mantua (norte de Italia), de una familia de agricultores


acomodados, y se crió dentro de un medio rural que le dio la sensibilidad necesaria para
sentir la naturaleza y sus fenómenos. Toda su obra está llena de recuerdos infantiles de
amor a la naturaleza. Estudió gramática y retórica, pero no tenía facilidad de palabra ni
dominio de sí mismo y era de carácter tímido, por lo que sólo practicó la oratoria una vez, no
participó en la guerra civil y nunca se metió en política. Sin embargo, tras la guerra civil, se le
confiscaron sus tierras para repartirlas entre los soldados de las legiones victoriosas. Viaja a
Roma para solicitar ayuda a sus amistades y, aunque finalmente obtuvo la restitución oficial
de ellas, nunca pudo recuperarlas. Este viaje sirvió para darse a conocer a Octavio Augusto y
a su hombre de estado Mecenas, uno de los más espléndidos protectores de las artes que
jamás existieron, que lo introdujo en su círculo y le regaló una villa en la Campania, a donde
se retiró a escribir.

Tres son las obras fundamentales de Virgilio que Según Pierre Grimal «forman un
conjunto semejante a uno de esos monumentos equilibrados y estructurados de tal manera
que no se le puede sacar ni agregar ninguna piedra. Monumento ejemplar, capaz de actuar
sobre los espíritus y, tal vez, de exorcizar las fuerzas malignas que continúan manifestándose
en el Estado»:

Las Églogas o Bucólicas. Son diez poemas de corta extensión en los que toma como
modelo a Teócrito, escritas a instancias de su amigo Polión (entre el 40-37 a.C.) que
alcanzaron rápidamente tal éxito que frecuentemente eran representadas en teatro. Son
narraciones pastoriles donde los personajes hablan de sus amores y de sus penas. Son

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poemas románticos, pero artificiosos e inconsistentes. La más famosa es la IV, en la que


predice el nacimiento de un niño llamado a dirigir el mundo y que traerá consigo una nueva
Edad de Oro, identidad que no ha sido descifrada pero que muchos autores cristianos
consideraron que sería Jesucristo.

Las Geórgicas. Es un largo poema didáctico, encargo de Mecenas que está dividido en
cuatro libros: el primero trata de las faenas agrícolas; el segundo, del cultivo de los árboles
frutales, principalmente de la vid; el tercero, de la crías de ganado; y el cuarto, de la cría de
las abejas. El afán del emperador Octavio Augusto por reavivar y extender, entre sus
veteranos, el amor a la tierra, la vida sencilla en el campo guiada por las virtudes romanas:
gravedad, sencillez, austeridad, honestidad, amor a la naturaleza, etc., determinaron el tema
de la obra, que es el campesino y sus labores. Fue escrita con gran meticulosidad y detalle e
invirtió en ella siete años. Es, a juicio de muchos, la obras más acabada del poeta donde se
observa la influencia de Los trabajos y los días de Hesíodo, pero sobre todo, la influencia de
De rerum natura, de Lucrecio.

La Eneida. Es la gran epopeya nacional de Roma, escrita para glorificación del pueblo
romano y de la propia familia de Augusto, la gens Iulia. En ella empleó los once últimos años
de su vida y murió sin acabarla. Poco antes de su muerte expresó a sus amigos que, si algo le
sucedía, quemaran la obra por estar inacabada, pero Augusto, incumpliendo la última
voluntad del poeta, lo impidió y ordenó que fuera editada inmediatamente tal y como
Virgilio la había dejado; y así, con algunos versos incompletos y sin haber sufrido la última
revisión del autor, es como ha llegado a nosotros.

En esta obra se coordina la belleza griega con el espíritu nacional romano. Narra las
aventuras de Eneas, hijo de Anquises y la diosa Venus, desde la caída de Troya hasta su
posterior asentamiento en Italia y las luchas que le enfrentaron a los pueblos vecinos que no
aceptaban a los troyanos. Con esta obra se glorifica a la familia del Emperador,
entroncándolos con antepasados troyanos, ya que del hijo de Eneas, Iulo, proviene la gens
Iulia; de este modo queda perfectamente resaltado el origen divino tanto del pueblo romano
como el de la familia del emperador Octavio Augusto.

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En este gran poema nacional se ensalzan los orígenes y el glorioso destino del pueblo
romano y sirvió para desarrollar un sentimiento de superioridad respecto a los demás
pueblos.

Está compuesta a imitación de la obra de Homero: se desarrolla en doce libros, seis


recuerdan la Odisea por sus viajes, peripecias y aventuras; y seis, la Ilíada, por sus episodios
guerreros.

En esta narración se presenta el tema de la predestinación: Eneas es un hombre


prisionero de su deber, la fundación de Roma, y Roma existirá porque los dioses lo han
querido, y su glorioso destino también es la voluntad de los dioses. También presenta como
grandes ejes temáticos: las hazañas, Troya, el viaje, el sufrimiento, el destino, el amor, los
dioses, el linaje,... Roma.

ARGUMENTO

Eneas era hijo de Anquises, un mortal, y de la diosa Venus (Afrodita). Durante el asedio
de Troya por parte de los griegos, Eneas perdió a su primera esposa, Creusa, pero junto con
su padre y su hijo Ascanio salió de Troya en busca de un lugar donde fundar una nueva
ciudad. Llega a las costas de África, donde es recibido como huésped por la reina Dido, en
Cartago. Durante un banquete, Eneas narra el trágico final de Troya y cómo él salió de allí,
llevando de la mano a su hijo Iulo Ascanio y cargando sobre sus hombros a su anciano padre
Anquises. Dido se enamora perdidamente de Eneas y pretende retenerlo junto a ella, pero al
ver que no va a lograrlo, se suicida. Eneas sigue su navegación y llega hasta Sicilia y, después,
a las costas italianas. Arriba al Lacio, donde el rey Latino, cumpliendo un designio del
oráculo, ofrece a Eneas la mano de su hija Lavinia para que se convierta en su esposa. Pero
Lavinia ya estaba prometida a Turno, lo cual desencadena una disputa entre éste y Eneas,
que finaliza con un terrible duelo, del que nuestro héroe saldrá vencedor. Se casa con Lavinia
y funda la ciudad de Lavinium en honor de su esposa. Por su parte Ascanio fundó la ciudad
de Alba Longa e inició la dinastía albana. Procas fue uno de los reyes de este linaje y tuvo dos
hijos: Numitor y Amulio. Numitor tuvo una hija, llamada Rea Silvia, que a su vez y por la
intervención del dios Marte, engendró a dos hijos gemelos: Rómulo y Remo. Rómulo, por
designio divino, fundó una nueva ciudad: Roma. Y por esta razón Roma, ciudad fundada por

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el descendiente de un heroico y honorable linaje de dioses y mortales, se convirtió en la más


poderosa del mundo mediterráneo.

La acción de la Eneida se distribuye de la siguiente manera:

I. Los troyanos, lanzados por una tormenta a las costas de África, son acogidos
por Dido, reina de Cartago.
II. Eneas relata a Dido la noche de la destrucción de Troya.
III. Eneas describe su peregrinación de siete años por el Mediterráneo, de
Oriente a Occidente.
IV. Amores de Dido y Eneas. Muerte de Dido.
V. Juego en honor de Anquises en Sicilia.
VI. Eneas desciende al Hades.
VII. Eneas desembarca en el Lacio. Guerra entre troyanos y latinos. Catálogo de
las fuerzas latinas.
VIII. Eneas, en busca de aliados, visita el futuro sitio en que se alzará Roma. Recibe
de su madre una nueva armadura.
IX. Asalto al campamento troyano. Los jóvenes Niso y Euríalo mueren
heroicamente en una expedición nocturna.
X. Primer gran combate. Muertes de Palante, Lauso y Mecencio.
XI. Tregua y funerales por Palante. Combate de caballería. Muerte de Camila.
XII. Batalla decisiva. Combate singular entre Eneas y Turno. Muerte de Turno.
Virgilio presenta una serie de innovaciones en esta obra con respectos a las
narraciones épicas anteriores:

 La acción se centra en la leyenda más que en la historia.


 En la narración épica se insertan formas dramáticas y líricas, profundizando en
los personajes.
 Se busca la perfección estilística, pues se basa en el
. Por eso los versos tenían que ser fluidos, pulidos y
para ello se emplean neologismos o arcaísmos.
 Es el poema por medio del cual el hexámetro llega a su punto álgido en la
literatura latina.

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Publio Ovidio Nasón (43 – 17 a. C.)

Perteneciente a la alta sociedad, se dedicó a la carrera judicial, pero le faltaba vocación


y acabó entregándose a la literatura, su verdadera pasión. Vivió en una sociedad frívola y con
sus poemas se convirtió en un cronista de dicha sociedad, describiendo amores mundanos.
Tuvo mucho éxito en la sociedad de la época debido a su espíritu amable y a su talento. Fue
uno de los mejores poetas latino y su obra es conocida sobre todo por sus poemas eróticos o
de tono mitológico. Sin embargo, fue desterrado por orden del emperador Augusto lejos de
Italia, a orillas del Mar Negro, a una tierra de clima duro, gente inculta y sin los refinamientos
de la metrópolis y allí escribió obras más tristes, elegías en las que lamentaba su situación y
solicitaba el perdón, pero murió en el destierro sin haber conseguido el perdón.

En su composición poética destacan:

 Poemas erótico-amorosos.
Amores. Es cronológicamente su primera obra literaria, de la que existieron dos
ediciones, la primera en cinco libros fue sustituida por una segunda en tres. Con esta obra se
inserta en la tradición elegíaca romana de Catulo, Tibulo y Propercio, convirtiendo a su
respectiva amada, Corina, en objeto principal de sus canciones. Escrito en dísticos elegíacos,
se lamenta por razones múltiples (me miserum!). Pero existen diferencias, mientras aquellos
poetizaban sobre sus propias emociones y vivencias, contando aventuras que parecen ser
reales, Ovidio parece más dado a la invención de situaciones, y parece que el nombre de
Corina, no encubre a un personaje real, sino que es la etiqueta con la que pretende dar
unidad a una diversidad de anécdotas amatorias, procedentes de la literatura más que de la
biografía. Otra diferencia radica en la jocosidad, ironía y frivolidad con la que adereza sus
poemas, lo que le añade una gracia especial y distintiva.
Heroidas. Las Heroidas, se publicaron con posterioridad a los Amores, aunque
comenzaron a ser escritas con simultaneidad. Son 21cartas de heroínas mitológicas a sus
respectivos amantes. Con ellas se adentra en el campo de la mitología, pero pertenecen a un
subgénero elegíaco inventado por el propio Ovidio. Los temas se refieren principalmente al
ciclo troyano, pero también a la saga de Teseo y a la de los Argonautas.

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El Arte de amar. Consta de tres libros donde los dos primeros están destinados a
enseñar a los hombres cómo y dónde pueden encontrar y conquistar a las mujeres y cómo
deben mantener luego su amor. El tercero trata de la misma materia, pero son ahora las
mujeres las destinatarias del magisterio del poeta, aunque la enseñanza se presenta más
resumida, ya que la actitud de la mujer frente al amor debe ser pasiva.
 Grandes poemas.
Fastos. Obra de doce libros dedicada a exponer los cultos y mitos relacionados con las
fiestas del calendario romano, en el que cada libro se correspondía con cada mes, pero que
por causa del destierro quedó inacabada y sólo existen seis libros. Escritos en dísticos
elegíacos.
Las Metamorfosis. Su obra maestra, única representante de Ovidio sobre el género
épico. A lo largo de quince libros nos presenta una amplia colección de mitos (250 relatos)
en los que el denominador común son las metamorfosis o transformaciones en vegetales,
animales, etc., que por voluntad de los dioses sufrieron distintos héroes o heroínas de la
mitología. Según Ovidio el amor es el gran protagonista y la fuente de transformación y nos
presenta unos versos llenos de imágenes brillantes, ingeniosas y pintorescas. Empiezan las
transformaciones con el Caos y el relato de las cuatro edades del mundo en donde se
manifiestan los amores de los dioses, a continuación se narran los amores entre mortales y
culmina ya en el ámbito romano con la muerte de Julio César, exaltado y divinizado, y
transformado en constelación. De ella dice su autor, en repetidas ocasiones, que no quedó
terminada a su gusto, que le faltó una última mano, pues debido a la sorpresa por el
destierro, arrojó al fuego sus libros, aunque se salvó gracias a la existencia de otras copias en
circulación
 Poemas del destierro.
Tristes y Pónticas. Las mejores elegías de la lengua latina, en las que el autor lamenta
su triste situación y solicita del emperador el perdón. Tristes está compuesta por cinco libros
y Pónticas, formado por cuatro libros (Tristia, Epistulae ex Ponto). En ellas canta sus
auténticos pesares, no como meros pretextos para el arte, sino como sincero desahogo de
su soledad y evasión de su realidad calamitosa. En estas obras se mezcla la elegía con la
epístola.

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Literatura latina

c. Épica posterior.

La épica de la época imperial está representada prácticamente por cuatro autores que
escriben entre los principados de Nerón y Domiciano: Lucano, Estacio, Silio Itálico y Valerio
Flaco, y uno más tardío Claudiano.
Lucano, sobrino de Séneca, es el último de los grandes poetas épicos. Su obras
Farsalia, está dedicada al emperador Nerón, y son un conjunto de diez libros inacabado que
trata como tema la guerra civil entre César y Pompeyo, se interrumpe en el libro X en el
momento en el que César, tras el asesinato de Pompeyo, está luchando en Alejandría; no se
sabe cómo pensaba terminar el poema Lucano, pero lo más probable es que lo hubiese
terminado con la muerte de César. La elección de un tema histórico para realizar su epopeya
provoca que Lucano rompa con el código de la épica tradicional, concretamente la epopeya
virgiliana. Los dioses desaparecen de la obra, pero los elementos mágicos, como los
conjuros, están muy presentes. La obra habla del final de Roma, de la muerte de la
República, de discordia, corrupción. Está llena de gran pesimismo. Pero Lucano mantiene
una serie de elementos formales como los catálogos los pueblos, batallas, tempestades,
discursos, descripciones y comparaciones, la suma de esto es lo que da el tono épico al
relato. Es una obra muy retórica, que utiliza figuras literarias con la preferencia por
introducir discursos en la boca de los personajes centrales (César, Pompeyo y Catón).
Los dos poemas épicos que nos han llegado de Estacio son Tebaida, que trata sobre el
enfrentamiento entre Eteocles y Polinices para ocupar el trono de Tebas, y la Aquileida, que
es un poema inacabado debido a la muerte de su autor, está orientado desde el bando
griego, su protagonista es Aquiles, contrario a Virgilio, siendo el héroe un troyano. Lo que
quería narrar toda la vida de Aquiles, quedó sólo en los episodios juveniles del héroe en
Esciro. En estas dos obras se observa el alejamiento estilístico que este autor realiza de sus
antecesores.
Valerio Flaco, compuso el poema Argonaútica que está incompleto, bien porque
decidió no terminarlo, bien debido a su muerte. En sus ochos libros relata la expedición de
los Argonautas, su modelo es Apolonio de Rodas, pero su deseo de ajustar la obra al canon
virgiliano le obligó a modificar profundamente su relato, que en algunas partes es muy
diferente del griego.
Silio Itálico, en su epopeya Púnica, mezcla en sus 17 libros acontecimientos históricos
(la Segunda Guerra Púnica) y aparato divino con muy poca habilidad, ya que no logra, al
contrario que Virgilio, una síntesis lograda entre el plano histórico y el mítico. Presenta su
obra como una continuación de la de Virgilio, a semejanza de lo que éste hizo con Homero,
haciendo derivar la guerra de Aníbal contra Roma de la maldición lanzada por Dido contra
Eneas y sus descendientes. La narración comienza con la expedición de Aníbal en España y
termina con la derrota infligida a éste por Escipión. El valor del poema está quizás en el
conocimiento que su autor tenía de la antigüedad.
Las primeras composiciones de Claudio Claudiano están escritas en griego. No llegó a
terminar una epopeya mitológica de la que se conservan tres libros, De raptu Proserpinae,

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en la que, a la manera virgiliana, trataba de insertar el presente en que vivía el autor. Como
épico resulta capaz de moverse con soltura como heredero de Virgilio, Ovidio, Lucano,
Estacio. Trata sobre la cólera de Plutón porque carecía de esposa, y su petición a Júpiter de
que le entregue una, siendo elegida Proserpina. Ésta es raptada por el dios y su boda se
celebra en los infiernos. Su madre Ceres angustiada emprende su búsqueda. Hay que pensar
que un IV libro narraría el encuentro entre madre e hija, la alegría de la diosa y los
cumplimientos de los planes de Júpiter.

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TEXTOS DE POESÍA ÉPICA


La Eneida de Virgilio

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Las Metamorfosis de Ovidio.

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LA POESÍA LÍRICA
1. GÉNERO Y CARACTERÍSTICAS
El concepto de lírico ha variado sustancialmente entre la consideración de los antiguos
y nosotros, sin embrago con este término se engloba a las narración líricas tal y como hay las
entendemos, pero también a la elegía.
En general, podemos definirlo como un género subjetivo, donde el autor expresa sus
sentimientos y emociones, no canta las hazañas de un héroe, sino que el poeta se toma a sí
mismo y a su alma como tema principal. Se canta al amor, al sentimiento ante la muerte, la
fugacidad de la vida, etc.
La sociedad a la que va dirigida, ya no es una sociedad heroica tradicional, sino una
nueva sociedad cambiante, en la que un nuevo grupo social, la burguesía, aspira a ocupar un
lugar predominante.
Dentro de la poesía lírica romana encontramos varios subgéneros:

1.1. POESÍA ELEGÍACA


La elegía latina antigua gozó de una vida efímera, ya que su historia apenas abarca los
últimos años del período republicano y los primeros momentos del principado: entre Catulo
y Ovidio quedan recogidos los nombres de quienes cultivaron el género en lengua latina,
éstos son autores fronterizos, de ahí que muchos críticos no los traten como elegíacos, sobre
todo a Catulo, que ni si quiera suele figurar en los cánones de los elegíacos establecidos por
los antiguos.
El género de la elegía en Roma es aquél en que se utiliza el dístico elegíaco en
composiciones de mediana extensión (entre el epigrama y el poema elegíaco) para tratar
fundamentalmente sentimientos descritos en primera persona, como los amorosos, los
patrióticos, o los de dolor causados por la pérdida de un ser querido o del exilio. De ahí que
el género se suela ser subdividido, desde el punto de vista temático, en elegía erótica,
patriótica, fúnebre o elegía del exilio.
Los autores más destacados de la poesía elegíaca son Tibulo y Propercio. Los dos se
expresaron en dísticos elegíacos y trataron preferentemente cuestiones de amor, en primera
persona. Pero entre las elegías de Tibulo y las de Propercio hay una diferencia de concepción
que las hace distintas: Tibulo escribe elegías más extensas que Propercio y con mayor acopio

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temático, así que en ocasiones parecen no obedecer a ningún plan literario, y apenas juegan
papel los mitos. Las de Propercio se muestran más sujetas a una estructura preestablecida y
no suelen mezclar temáticas distantes, al tiempo que los exempla míticos son partes
inexcusables. En ninguno de los dos casos la temática se reduce a la amorosa, ambos
construyen elegías enteras en que la temática amorosa brilla por su ausencia, sustituida por
otras como la patriótica.
Otro autor destacado en elegías es Ovidio, pero introdujo numerosos elementos de
confusión en éste género, como en otros.

1.2. POESÍA BUCÓLICA


Virgilio reclama para sí el mérito de haber introducido la poesía bucólica, la poesía que
inventó Teócrito de Siracusa, en Roma.

“Nuestra Talía1 fue la primera que se dignó a cantar en verso


siracusano y no se avergonzó de habitar las selvas. Dispuesto yo a
cantar reyes y batallas, me tiró de la oreja Cintio 2 y me advirtió:
«Conviénele al pastor apacentar sus pingües ovejas, Títiro, pero
recitar ligeros versos».”
Virgilio, Bucólicas. VI, 1-6.

La invención de este género es típicamente helenística, urbana. Teócrito fija en


hexámetros un bucolismo cuyos antecedentes se remontan a la más antigua poesía griega.
Es una especie de escape para una cultura refinadamente urbana. Crea una campiña y unos
pastores a su medida, pero estos no hablan un lenguaje rústico y sencillo, sino todo lo
contrario, tan erudito y difícil como el resto de la poesía helenística. Se produce así una
tensión entre la sencillez y el refinamiento del arte del poeta. Ésta es la que caracteriza a
toda la poesía bucólica, tanto la de Teócrito, como la de Virgilio, y sus sucesores europeos.
Virgilio fue el que introdujo la poesía bucólica en Roma, aunque no teme ensanchar el
ámbito de lo estrictamente pastoril a lo campesino, a lo civilizado, pero no lo ciudadano, sino
las tierras cultivadas. También alude con naturalidad y efectividad a realidades espirituales,
sociales y físicas y a personajes que, aunque no pertenecen a la ficción pastoril estricta,
encuentra su lugar sin violentar la poética del género. Sus pastores son a menudo criaturas
dolientes, inmersas en un paisaje que refleja sus penas y parece compartirlas.
1
Aunque Musa de la comedia, en un principio Talía fue una musa campestre y de ahí que la considere
inspiradora de sus versos siracusanos, compuestos a imitación de Teócrito.
2
Apolo, nacido de Delos, en donde se encuentra la cima del Cinto.

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2. AUTORES LÍRICOS
a. Lírica arcaica.
El habla formal recibe por parte de los romanos el nombre de carmen. Según la
definición de Servio esta palabra comprendía en los tiempos primitivos no sólo lo redactado
en verso sino, en general, todo cuanto se expresaba de una forma formulista (conceptis
verbis): oración y magia, fórmulas jurídicas y refranes, proceso verbales de oficio de
funcionarios y sacerdotes y la canción, de la que más tarde surge el poema bajo la influencia
griega.
Es evidente que los romanos tuvieron canciones de guerra, de trabajo, de cuna;
autores posteriores suponen su existencia, aunque no se ha conservado nada de ellas. Sólo
se poseen noticias indirectas sobre los versus Fescennini, que se improvisaban con ocasión
de las bodas.
El panegírico de los muertos es un legado antiguo, arranca del llanto fúnebre (naenia) y
de la oración fúnebre (laudatio funebris). Los tituli que hay bajo las efigies de los
antepasados y las inscripciones sepulcrales (elogia) conservan el recuerdo permanente de
los difuntos. También se hacía el panegírico de los antepasados con ocasión de banquetes,
pero aquí ya se trata, según Catón, de noticias de épocas remotas. Pero estos carmina,
semejantes a una ronda, hacen pensar más que en baladas, en un poema corto como los
escolios áticos dedicados a los asesinos de un tirano.
El paso a la literatura se da plenamente tan pronto como alguien sale a la luz pública
con su obra. Apio Claudio el Ciego dio este paso. Como jurista hizo publicar los Fasti (el
calendario judicial) y las formas de acción judicial (Ius Flavianum); él personalmente fue el
primero en escribir sobre una cuestión jurídica, De usurpationibus. Quizás publicó su
discurso contra la paz de Pirro, que Cicerón llegó a conocer. Pero dio un paso, en Roma no se
consideraba una ocupación digna el arte poético, porque todos sus cultivadores pasaban por
personas ociosas, pero él no lo consideró algo indigno y por eso lo cultivó. Se trataba de
sentencias dictadas por una sabiduría práctica de la vida, en armonía con la buena tradición
romana en cuanto a su contenido. Su elogio de la amistad presenta un paralelo ideológico
con el fragmento de un contemporáneo griego, el cómico Filemón.
Apio Claudio se adelantó a su época. Después de su muerte sólo al cabo de una
generación se habla de un nuevo poeta en Roma, pero se trataba de un griego. Livio

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Andrónico, cinco años después se encuentra Cneo Nevio, que como poeta también tuvo una
gran personalidad. De entre los autores primitivos destaca Ennio. De su producción lírica3 se
sabe que fue: cuatro libros de Saturnae, una serie de pequeños poemas y epigramas.

b. Lírica republicana.
En esta época aparecen una serie de poetas que forman el grupo de los llamados
neotéricos, este término, utilizado en la Antigüedad tardía, fue elaborado por Cicerón como
poetae novi. Representan una generación, donde la infancia o juventud coincide con la
dictadura de Sila y la muerte de la mayoría de ellos ocurre entre las batallas de Farsalia y
Accio (48-31 a. C.).
Como poetas se asemejan más en sus rechazos que en sus propósitos positivos. En su
plan figura el abandono de Ennio, recusación de la antigua poesía romana en su forma y en
su espíritu. Pretenden componer como los griegos y, en concreto, como los alejandrinos que
se elevan al rango de clásicos junto a los antiguos poetas y por encima de ellos. Tan sólo se
han conservado las poesías de Catulo, quizá por el patriotismo local de Verona, su ciudad
natal.
Caio Velerio Catullo (84 – 54 a. C.)
Nació en Verona hacia el año 844 a. C. Su padre gozó de la amistad de César, que solía
alojarse en su casa cuando iba a la provincia. El hijo estudió en Roma y allí paso casi toda su
vida, con excepción de algunas temporadas en su patria chica. Trataba la mejor sociedad,
pero se sentía mucho más a gusto en el círculo de sus paisanos de la transpadana, cono
Cornelio Nepote y los poetas nuevos Cinna y Calvo. Atacó al triunvirato y a sus secuaces,
dirigiéndose en especial contra el oficial Mammurra, que había explotado el favor de César
para enriquecerse en sus campañas y que le hacía la competencia entre las mujeres de su
tierra. César se disgustó y Catulo tuvo que rectificar, sin duda por deseo de su padre.
Demostró tan poca inclinación por los cargos oficiales como por el comercio, ya que
tenía lo suficiente para vivir a sus anchas. Gustaba del otium, e la vida de sociedad, el trato
de los amigos, el amor y el arte poético, cuya técnica desarrollada se asimiló pronto y en
gran medida.

3
Ver nota 50.
4
San Jerónimo da como año de su nacimiento el 87, como edad 30 y como fecha de su muerte el 57, pero estas
se deben rebajar porque hay alusiones en sus poemas hasta el año 54.

20
Literatura latina

Gracias a su posición económica desahogada pudo permitirse el lujo de dedicarse por


completo a la literatura. Es el más genuino representante de la generación de los “poetae
novi”, con todos los defectos y cualidades de dicha generación: una juventud dorada,
brillante, caprichosa, elitista, frívola y altanera, sin ideales sociales y muy reaccionarios en
cuestiones políticas, aunque muy originales e innovadores en el terreno literario.
Sobresale sobre los poetas de su generación por la fuerza y la profundidad de su experiencia.
Es un ser apasionado y toda su obra está llena de pasión. Amaba y odiaba con la misma
fuerza, el dolor del amor perdido y la tortura de ver cómo la mujer amada se entregaba al
más absoluto desenfreno le inspiraron los más hermosos versos de amor. Sus amigos y
enemigos lo eran del todo, sin término medio. Sus sentimientos fluyen en estado puro, sin
freno ni atenuaciones.
La obra de Catulo está compuesta por 116 poemas divididos en tres partes:
 Poemas eruditos: en los que demuestra su conocimiento de la mitología, como
por ejemplo la pequeña epopeya sobre la boda de Peleo y Tetis (poema 64) que
incluye dos motivos: la descripción del costoso tapiz con la historia de Teso y
Ariadna y el canto de las Parcas. Pero el motivo estilístico de la descripción se
transforma en una historia que acentúa el elemento psíquico y que contrasta
con el relato que le sirve de marco por la dicha y la desdicha del amor, la
fidelidad y la infidelidad.
 Poemas a amigos y a enemigos: Dirige a sus amigos poemas llenos de ternura y
del más fino humor, y a sus enemigos, en cambio, les dirige poemas feroces. En
estos poemas demuestra su vena satírica.
 Poemas amorosos: constituyen el bloque más grande en su obra. Todos están
dedicados a Clodia, bajo el nombre de Lesbia. Puede seguirse en ellos, paso a
paso, la línea recorrida por estos amores: una curva ascendente en la primera
época, llena de feliz exaltación, que pronto inicia su descenso, en un tramo que
refleja una situación de disgustos, malentendidos, riñas y reconciliaciones,
hasta llegar a la ruptura definitiva.
En Catulo se concentra todo lo que caracteriza a los neotéricos: poesía erótica,
experiencias amicales, descripciones de la naturaleza, pasquín político y sátira privada,
epitalamios, epicedios, epiliones. Es extraordinaria la libertad de los poemas cortos, tanta de
los líricos como de los epigramas. Pero también es un maestro en el arte itálico de
21
Literatura latina

improperio en la poesía; si es rico su vocabulario en las expresiones más tiernas e íntimas del
amor, también es inagotable el lenguaje grosero y obsceno. Fue víctima del odio y el amor,
sólo por el arte lograba liberarse.
Desde el punto de vista de la forma poética, Catulo ha introducido algo nuevo en la
poesía romana, la estrofa sáfica. Incluso tradujo para Lesbia un famoso poema de Safo
(poema 51) aunque con un final personal. Esta introducción de la lírica eólica es algo
personal.

c. Lírica posterior.
Destaca sobremanera Quinto Horacio Flaco (65 – 8 a.C.), que representa la
madurez del arte poético en Roma por dos motivos: su obra y la reflexión consciente y
pausada que sobre la creación poética hay en ella. Su vida se desarrolla en 57 años, en el
siglo I a. C. (65-8), época conflictiva que marca la transición de la República al Imperio, época
de guerras civiles prolongadas y de una paz que será el umbral de una nueva era.
Nació el 8 de diciembre del 65 a. C. Su padre era un liberto, ejercía el oficio de coactor
exactionum5, esto le permitió una cierta bonanza económica, lo suficiente para dar a su hijo
una educación esmerada, por encima de la que hubiera correspondido a su rango social. Por
este motivo los dos viajaron a Roma, y allí se instilaron. Con su magisterio Horacio se inició
en la lectura de Livio Andrónico. También en la escuela adquirió sus primeros conocimientos
de literatura griega.
De Roma partió hacia Atenas, en el año 45 a. C., dispuesto, a instancias de su padre, a
escuchar las lecciones de los filósofos, costumbre de los ciudadanos de alta alcurnia. Allí
estudió filosofía y amplió sus conocimientos de lengua y literatura griega.
Conoció a Virgilio, a quien luego llamó “mitad de mi alma”. También mantuvo
relaciones con Mecenas, y para muestra son las numerosas alusiones que hace en su obra,
algo que Mecenas le agradeció literariamente regalándole una finca. Después de eso, se
dedicó plenamente a la poesía y al ocio privado. Su vida se vuelve pobre en acontecimientos
relevantes; sus obras fueron viendo la luz sucesivamente.
Fue soltero toda su vida, pero al mismo tiempo conocedor experimentado en
cuestiones erótica-amorosas, del que son ejemplos sus versos, se aluden a muchos nombres

5
Cobrador de subastas, mediador entre vendedores y compradores, aunque la Vita de Suetonio dice que eras
salsamentarius, es decir, vendedor de pescados en salazón.

22
Literatura latina

literarios como Cínara, Glícera, Inaquia, etc. Que pueden ser episodios biográficos. Lo mismo
ocurría con mancebos que él menciona como Liscisno y Ligurino.
Murió el 27 de noviembre del 8 a. C., unos meses después de la muerte de Mecenas.
Nombró públicamente a Augusto como heredero, aunque la rapidez de su enfermedad no le
permitió sellar las tablillas. Lo enterraron en el Esquilino, al lado de la tumba de su amigo.
Se caracteriza por la perfección de estilo; no deja nada a la improvisación, sino que
cada palabra y cada verso están integrados en una estructura perfecta, por eso, sus versos
tienen una belleza plástica inigualable. Esta obsesión por la perfección hace que le falte el
calor del sentimiento; su poesía resulta generalmente un tanto fría, pero la armoniosa
estructura de sus composiciones, el cuidado y el acierto al poner siempre la palabra exacta
en el lugar exacto, la vivacidad de sus imágenes, hacen de él, el más perfecto modelo
poético de la clasicidad.
Era un poeta orgulloso de su obra y sabía que ésta le sobreviviría, por eso en algunos
versos habla de la fama perenne del poeta.
Su poesía se diferencia de la de Catulo en algunos aspectos: además de prescindir del
dístico elegíaco optando por casi exclusivamente por estrofas de dos versos, en general
nunca antes cultivadas en Roma, en Horacio no se percibe el amor apasionado por una
mujer concreta ni el odio personal como motor principal de la creación poética. Aunque hay
epodos de contenido erótico6 pero lejos de heredar la vitalidad exuberante y sincera de
Catulo, anticipan la elegía convencional de Propercio, lo que no deja de ser una novedad,
desde el momento que suponen un antecedente muy importante del género elegíaco. Otros
son injuriosos7, aunque más parecen estudios literarios. No hay ningún acercamiento con los
poemas centrales de Catulo. En Horacio también existía lo que hoy en día se llamaría
compromiso político, totalmente ausente en los neotéricos, esto le hacía partícipe de los
grandes acontecimientos públicos, luctuosos o felices, en los que se envolvía el Estado
romano.
La obra de Horacio se puede clasificar en tres apartados:
 Épodos y Sátiras. Publicadas entre los años 35-30, pero iniciadas mucho antes. Son
obras típicas de juventud, desenfadadas, agresivas, a veces crueles, a veces líricas. En
ellas imita al poeta griego Arquíloco.

6
El 11, 14, y 15.
7
El 3, 4, 6, 8, 10, 12, y 17.

23
Literatura latina

Los Épodos son una colección de 17 poemas cortos, escritos en versos de ritmo
yámbico, el primero dedicado a Mecenas, el segundo es el celebérrimo Beatus ille…,
que es un canto a la vida sencilla y hogareña. En estos poemas fustiga al ajo, a los
nuevos ricos, a las brujas, a las mujeres lascivas…, pero también trata temas
patrióticos, amorosos o epicúreos.
Las Sátiras (que son 18) se distribuyen en dos libros y están escritas en
hexámetro dactílico. Estos poemas pierden agresividad, son más filosóficos,
ocupándose de temas más generales: la avaricia, la ambición, el descontento con la
propia suerte, el adulterio, la glotonería, etc., todo ello en la línea del poeta romano
Lucilio.
 Odas o Carmina. Pertenece a su periodo de estabilidad y cercanía al círculo de
Augusto. Son 103 composiciones de tema elevado a través de la cual expresa sus
pensamientos y sus reflexiones sobre asuntos relacionados con la vida del ser
humano, la naturaleza, alguna personalidad de la época,... Están divididos en cuatro
libros, los tres primeros publicados en el 23 a. C. y el cuarto hacia el final de su vida.
Los temas de las odas son variados: amores, banquetes, partida y regreso de un
amigo, etc. Se podrían encuadrar en tres apartados:
 Amorosas: dedicadas a Lidia, Pirra, Cínara
 Romanas: que celebran las hazañas de Druso y Tiberio
 Filosóficas: que rezuma filosofía epicúrea, la que vivía y practicaba el
autor y que se han convertido en los TÓPICOS de su poesía:
 AUREA MEDIOCRITAS (el término medio): aprecio por lo
sencillo y cotidiano, lo que se tiene... frente a lo puramente
material e insustancial y las riquezas y a la obsesión por el
bienestar basado en ellas. Hay que contentarse con una
“dorada medianía”.
 CARPE DIEM (aprovecha el día): la vida es corta, los años pasan
volando y hay que aprovechar y vivir el momento presente, el
día de hoy, sin pensar en el futuro, pues no se sabe lo que éste
deparará.

24
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 BEATUS ILLE... (feliz aquél que...): Aprecio de la vida tranquila


de la felicidad que se respira en la vida del campo, frente a la
agitación de la vida de la ciudad y de sus preocupaciones.
 FORTUNA MUTABILIS (la Fortuna o la suerte cambia):
Conocerse bien y fiarse de uno mismo, sin confiar en la suerte
cambiante.
 UBI SUNT...? (Dónde están ahora...?): La muerte llega y todo lo
iguala, sólo el recuerdo del pasado permanece.
Lo singular en este conjuntos de poemas radica en que ese mundo está
contenido, con toda su variedad, dentro de los moldes de la poesía lírica, que se
muestra gracias a la versatilidad métrica y rítmica, como el género poético no
caracterizado o especializado en todo, frente a los otros géneros cultivados
disciplinadamente por sus amigos Virgilio, Polión y Propercio. En las Odas hay poesía
objetiva y subjetiva, poesía en la que el tono elevado y grandioso podría competir
con los especímenes del genus superbum (en especial la épica), poesía en donde el
epigrama se reconocería, poesía con juegos dialógicos y dramáticos, poesía en donde
los abundantes elementos míticos ilustran y se contraponen a la realidad cotidiana...
 Epístolas. Bajo este título se agrupan 20 poemas en un primer libro, similares
a las Sátiras por su extensión, temática y métrica. Junto a estas existe un segundo
libro con tres epístolas más extensas en las que el autor se ocupa de temas literarios;
la más famosa es la dirigida a los Pisones, bautizado por Quintiliano como Ars
poetica, que es su poema más largo y el último que escribió, donde se ocupa del
teatro, de la composición de la obra literaria e incluso de la conducta que debe
imponerse el escritor.

25
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TEXTOS DE POESÍA LÍRICA


Los Carmina de Catulo

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Las Odas y Épodos de Horacio.

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LA HISTORIOGRAFÍA
1. GÉNERO Y CARACTERÍSTICAS
La historiografía, el estudio y narración de los hechos del pasado, es probablemente el
género literario más antiguo, pues desde siempre se han transmitido oralmente los
recuerdos del pasado de la tribu y la genealogía de las familias. Esto dio lugar al nacimiento
de la poesía épica, pues es mucho más fácil recordar esas narraciones en verso, pero
también originó la historiografía.
Esos relatos eran a menudo narraciones embellecidas, transmitidas y aceptadas sin el
menor sentido crítico, pero llegó un momento en que se intentó separar lo legendario de lo
auténtico y se trató de hacer historia “universal” más allá del ámbito local.
Para realizar esta labor se tiene que recurrir a fuentes diversas. En aquella época las
principales fuentes eran orales y escritas. Por eso los documentos que consignaban hechos
históricos tenían una gran importancia y eran:
 Textos públicos: los archivos de los colegios sacerdotales y documentos
oficiales.
 Textos privados: archivos familiares, “laudationes funebres” (discursos de
alabanza a los difuntos).
La historiografía surge en Roma con el ejemplo griego a la vista. No obstante, posee
ciertos rasgos característicos que marcan la obra de sus autores en todas las épocas,
resumidos en la idea de que la historia como instrumento de enseñanza moral y política:
 Está vinculada al poder político desde el momento mismo en que surge. Sus
autores son miembros de la clase dirigente que conocen los entresijos del
poder por experiencia propia.
 Tiene una intención didáctica y propagandística, su objetivo fundamental es
hacer llegar a todas partes la gloria de Roma y defenderla de los ataques de los
enemigos.
 Posee un apego a la tradición, reflejado en la forma en que el sistema
educativo inculcaba a los jóvenes la reverencia por los ejemplos del pasado y la
fidelidad al sistema de valores de los antepasados.

34
Literatura latina

2. AUTORES HISTORIOGRÁFICOS
a. Antecedentes.
Los orígenes de los textos historiográficos hay que buscarlos en las actas o los archivos
(Annales) que poseían los magistrados, las escuelas sacerdotales y diversas familias nobles
donde recogían diversos acontecimientos sucedidos años tras años. Siguiendo esta tradición
aparecen como escritores significativos los analistas como Q. Fabio Pictor que escribió
Annales en griego8donde trataba el tema de los orígenes de Roma o Catón el viejo, que
escribió en latín Orígenes, especie de historia de Roma desde el comienzo.
Los analistas pretendían crear una obra con claridad, a veces sencillez, sin preocuparse
por lo estilístico (aspecto que no está cuidado). Su escritura no era una dedicación profesional,
no son literatos, ni maestros, y su público en Roma es más bien reducido: magistrados,
senadores, juristas, personas todas cultas, relacionadas con las clases dirigentes y el Estado.
En general, solían escribir una vez retirados, por la edad o por los avatares de la política,
haciendo uso de su experiencia militar y administrativa.

b. Época republicana.
Gayo Julio César (100 - 44 a. C.).
Pertenece a una de las familias nobles destacadas de Roma: la familia Iulia. Es una de
las personalidades más geniales de la historia de Roma. Representaba el ideal romano:
intelectual, político y militar.
Su mayor defecto fue la ambición: utilizó todas las artimañas propias de un político de
su época para lograr sus propósitos.
Desde joven se dedicó a la política, se vinculó con el grupo de los populares, pese al
mal momento que atravesaban y a las insistentes presiones del omnipotente dictador Sila.
Su carrera pública fue un éxito gracias a su simpatía y popularidad (acrecentadas el año de
su edilato por la organización de fastuosos juegos y festejos con enormes deudas
personales) que le permitieron ganar todas las elecciones, incluso la de Pontífice Máximo,
pese a su reconocido y público ateísmo.
Formó con Pompeyo y Craso el primer triunvirato, y a partir de aquí su carrera hacia el
poder fue imparable. Se le concedió el gobierno de la Galia y se convirtió en el más grande

8
Llamados Graeci Annales o Prisci Annales.

35
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general de la historia de Roma, provocando los celos de Pompeyo. Se enfrentó con él en la


sangrienta Guerra Civil y triunfó, erigiéndose en dictador con poderes absolutos.
Fue asesinado por Bruto y Casio en el Senado, en los Idus de Marzo del 44, iniciándose
así una nueva era de guerras civiles.
Como historiador, su veracidad plantea problemas: sus verdades no están
abiertamente falseadas, pero si disimuladas: presenta sus actos del modo más favorable
para él, disimulando sus intenciones y atenuando sus fracasos. Por ello, a pesar de su valor
histórico indiscutible, a veces hay que leer entre líneas, ya que omite relatos que puedan
resultarles desfavorables.
El estilo que emplea es original, puesto que difiere de sus coetáneos. Para ello:
 Reduce la realidad a lo único que es importante para él: la acción.
 Es importante la descripción detallada y minuciosa que hace de la geografía,
costumbres y organización de los pueblos con quienes entra en contacto, que
muchas veces han sido nuestras únicas fuentes.
 Prefiere el estilo indirecto para la mayor parte de los discursos, recurriendo a la
tercera persona para hablar de sí mismo, nunca habla en primera persona,
“yo”, y así produce un distanciamiento que hace olvidar que está hablando de
sí mismo, creando una falsa ilusión de objetividad.
 Explicación previa al relato de su propio punto de vista.
 Destaca la valoración del enemigo y la benevolencia con los vencidos.
 Se aleja del exceso de adornos estilísticos (usado por Livio), pero rechaza la
brevedad, arcaísmos y lenguaje raro de Salustio.
De sus obras, sólo han llegado hasta nosotros dos, ambas de carácter histórico y con
propósitos políticos9, unos comentarios o especies de informes o crónicas de guerra.
 De bello Gallico (La Guerra de las Galias): 7 libros que narran su conquista de las
Galias que acaba con su victoria sobre Vercingetórix. Un lugarteniente suyo, Hircio,
completará la obra con un octavo libro basándose en los apuntes de César, con los
acontecimientos que precedieron al golpe de Estado. Con esta obra pretendía
conseguir una prorrogación de sus poderes consulares y justificar unas campañas que
nadie le había pedido que hiciera. Se titulan comentarios porque tuvo como fuente

9
Ambas tituladas Comentarii rerum gestarum (Comentarios de los hechos acecidos) con un subtítulo, ya sea el
de las Galias o la civil.

36
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de información los diarios de operaciones militares de sus tropas. La exactitud de los


datos ha sido confirmada en muchas ocasiones.
 De bello civili (La Guerra Civil): 3 libros en los que cuenta la guerra civil entre César y
Pompeyo. La obra acaba con la muerte de Pompeyo en Egipto tras su huida de
Farsalia en el año 48. Aquí se observa más claramente que la obra es una apología
personal: quiere justificar la usurpación del poder y la muerte de Pompeyo culpando
al Senado y a la aristocracia de haber propiciado la guerra. La obra tuvo también una
continuación con tres libros más, el primero sobre los acontecimientos en Egipto,
obra, al parecer, de Hircio; y los otros dos sobre las campañas en el norte de África e
Hispania, de autor desconocido.
Ambas obras fueron muy valoradas por sus contemporáneos desde el punto de vista
literario, y su categoría de clásicas o modélicas se han mantenido hasta nuestros días. Ya
Cicerón decía que sus Comentarii son sencillos, correctos y llenos de encanto, desprovistos
de todo ornato literario, casi como desnudos; en la historia nada hay más agradable que la
brevedad pura y brillante de su estilo.

Cayo Salustio Crispo (86 - 35 a. C.).


Fue el primer gran historiador político latino. Creador de la Historia como género
literario.
Nació en la ciudad sabina de Amiterno (86 a. C.) en plena guerra civil entre Mario y
Sila. Murió en Roma en el 35 a. C., durante la guerra entre Marco Antonio y Octavio. Poseía
una sólida formación en retórica, filosófica y literaria ya que era de familia adinerada. Por lo
que también inició muy pronto su carrera política, que le llevaría a ser cuestor, tribuno de la
plebe (cargo del que es cesado por «conducta escandalosa», aunque seguramente se
debiera su apoyo a César) y procónsul de la provincia Africa minor (el antiguo reino de
Numidia, escenario de la guerra de Yugurta). Tras la muerte de César, compró la villa más
lujosa de Roma y se retiró de la política, negándose a participar en la lucha final de la
República
Su vida, por tanto, pasa por varias etapas: una primera juventud, moralmente
irreprochable en la que ya apuntaba la afición a las cosas del pasado; una época de actividad

37
Literatura latina

política, en la que sólo logró desengaños... (y riquezas); y una especie de conversión y vuelta
a sus primeras aficiones literarias, tras haber abandonado sus ambiciones políticas.
De sus obras sólo se conservan dos completas y ambas de contenido histórico.
 La conjuración de Catilina. Cuenta los acontecimientos que se desarrollaron en
Roma durante la conjuración de Catilina hasta su muerte. Fue su primera obra y
la publicó en el año 42. Con ella quería trazar una pintura de costumbres que
respondiese a sus convicciones democráticas y que mostrase al desnudo a la
nobleza en su íntima corrupción.
El personaje es un noble venido a menos que se propone hacerse el amo
del Estado, primero llegando al cargo de Cónsul, opción que fue frustrada; por
lo que dio un golpe de Esto en el consulado de Cicerón (año 63), quien lo hace
fracasar movilizando contra él, al pueblo, al Senado y al ejército con sus
Catilinarias.
Se muestra objetivo pero aún no posee mentalidad histórica, no expone las
causas generales económicas y sociales que dieron lugar a la revolución. Trata
de disimular la complicidad de César, utiliza una cronología errónea y su
información plantea problemas de veracidad, sobre todo en lo que se refiere a
la figura de Catilina y sus verdaderos motivos.
 La Guerra de Yugurta. Relata la guerra que Roma sostuvo con Yugurta, rey de
Numidia. Se trata de la intervención de los magistrados y ejércitos romanos en
la solución de un conflicto dinástico que se produce en Numidia. Yugurta, uno
de los aspirantes al trono, no acepta el dictamen del Senado romano y se
rebela. Roma encarga a Metelo y Cayo Mario solucionar el conflicto. La guerra
iniciad en 111 a. C., termina el 105 con la captura del rebelde.
Pero a Salustio le interesaba porque era como un hito que señalaba el
comienzo de una nueva era y decisiva en la lucha de clases: en ella se eleva al
consulado un hombre de la plebe, Mario, sufriendo así la aristocracia un duro
golpe.
La información es más seria, se describen los acontecimientos sociales y
hay una mayor imparcialidad. Su narración suele ser imparcial y contiene
reflexiones morales en las que ataca el materialismo y los vicios de su tiempo.

38
Literatura latina

Aunque fue protagonista de los hechos que narra, se caracteriza por la ausencia
total de protagonismo en sus obras.
 Historiae. Es la última obra de la que sólo se conserva su título y algunos
fragmentos, además de numerosas citas en otros autores. Trataba de la década
78 – 67 a. C., en que a la dictadura de Sila siguió un período tremendamente
confuso donde se produjeron el intento de secesión de Hispania con Sertorio o
la sublevación de los esclavos con Espartaco. Además fue la época en que
empezó su ascenso al poder la generación de Salustio, con Pompeyo, Cicerón y
César a la cabeza.
Para él la historia es producto del valor de unos pocos que poseen la "virtus"(una
energía excepcional y el ejercicio de la misma), sin que haya intervención de los dioses. Éstos
sólo son eficaces porque la creencia en ellos sirve de freno a la corrupción de las
costumbres.
Lo más sobresaliente de su obra son: los discursos, que pone en boca de sus
personajes, verdaderas piezas de oratoria, muy trabajados y con sentencias breves y
brillantes; su dominio para retratar la psicología individual o colectiva utilizado los retratos,
los discursos y las cartas; y las descripciones pormenorizadas de los paisajes.
Destaca el retrata moral que realiza de cada personaje.
Su estilo es claro y seco. Utiliza frases breves y cortadas así como arcaísmos,
neologismos, poetismos y recursos lingüísticos no habituales en sus días tanto en el dominio
de la grafía, de la morfología y de la gramática como especialmente en el léxico.

Cornelio Nepote (¿100 - 27 a. C. ?).


Sobre su vida se sabe muy poco con seguridad. Se conoce poco de la biografía de Cornelio
Nepote; se ignora su praenomen (primer nombre), así como sus fechas exactas de nacimiento y
muerte. En cuanto a su cuna, se sabe que era originario de la Galia Cisalpina. Algunas fuentes citan la
ciudad de Hostilia, no lejos de Verona; otros afirman que probablemente fue Ticinum, la actual Pavía.
Plinio el Viejo refiere que murió en el reinado de Augusto. Sin duda alguna era traspadano, como su
amigo Catulo, quien le dedicó su libro de poemas; también estaban en su círculo de amistades
Cicerón y Tito Pomponio Ático. Libre de preocupaciones económicas (pertenecía a una familia de
rango ecuestre), renunció a hacer carrera política; por eso no desempeñó ningún cargo público; se
entregó a su afición literaria

39
Literatura latina

Cultivó la biografía dentro de la historiografía. En su obra se encarga de recoger la


vida, tanto pública como privada, de diversos personajes célebres:
 Crónica (Chronica): una historia general en tres libros que no se conserva y que
refería sincrónicamente los principales acontecimientos de las historias griega y
romana.
 Exempla (Actos ejemplares): una recopilación de anécdotas en cinco libros
ordenadas por argumentos y actualmente perdida, que constituía un género
literario nuevo para Roma.
 Vita Ciceronis (Vida de Cicerón): quizás en dos libros, de los cuales el primero
contendría su vida y el segundo la correspondencia entre ambos.
 Su obra principal es De viris illustribus, (Sobre los hombres ilustres), y constaba
por lo menos de 16 libros de biografías sobre reyes extranjeros y romanos,
generales, oradores, jurisconsultos, filósofos, historiadores, poetas y
gramáticos, de los que sólo se ha conservado el tercero, De excellentibus
ducibus exterarum gentium ("Sobre los más destacados generales de los
pueblos extranjeros"), que contiene la vida de 21 generales griegos más la de
Aníbal, Amílcar y Datames. Destaca en esa obra la vida de Aníbal, al que
describe en términos muy elogiosos, a pesar de haber sido uno de los enemigos
ancestrales de Roma. Se conservan fragmentos de otros siete libros, en especial
uno muy extenso del decimocuarto, que contiene las vidas de Catón y de Ático.
Ese procedimiento de emparejar extranjeros y romanos influyó en Plutarco y
en su obra Vidas paralelas, donde las figuras emparejadas son griegos y
romanos. Las biografías de Nepote incorporan algunas novedades, como por
ejemplo incluir a un personaje vivo, como Ático, o incluir a personajes políticos.
La estructura de estas biografías es muy libre, y oscila entre dos modelos: la
biografía alejandrina, fundada en el esbozo de los hechos externos del
personaje y una caracterización fundada en anécdotas, y la biografía
peripatética, más artística, a la manera de Plutarco. Según él mismo, sus
fuentes habrían sido, especialmente Tucídides, Polibio, Teopompo

40
Literatura latina

Nepote tiene el mérito de haber introducido en la literatura latina el género biográfico.


Además se ocupa de personajes y hechos ajenos al mundo romano, lo que también es
novedoso.

Su estilo es pobre en recursos, pero claro y sencillo. Es breve y claro; posee una
sobriedad aticista y se mueve dentro del genus tenue, que le da a su palabra un tono
distendido. En cuanto a la lengua, es clásica, aunque no de una pureza absoluta:

 Como autor no excesivamente preocupado por el estilo, se ve influido por la


lengua coloquial.
 Se infiltran bastantes arcaísmos, que sorprenden en un autor contemporáneo de
César y Cicerón.

c. Época imperial: Augusto.


Cuando, con la llegada del régimen político del Principado, se ve recortada la libertad
que se respiraba bajo el sistema republicano, los escritores de historia no encuentran las
mismas circunstancias favorables con las que habían propiciado el desarrollo de este género
literario en el periodo anterior y, por ese motivo, los autores se ponen al servicio del
programa política del emperador.
El más importante de los historiadores contemporáneos de Augusto y el más notable
prosista latino de la época fue Tito Livio10. Compuso una obra extensa, en 142 libros,
titulada Ab urbe condita (Desde la fundación de la ciudad), de la que se conservan una cuarta
parte (del I al X y del XXI al XLV, más unos resúmenes, llamados períocas, de estos y de casi
todos los demás). En ella se narraba la historia de Roma desde su fundación hasta la época
de Tito Livio, la época de Augusto, cuya política pretendía una recuperación de las
tradiciones (mos maiorum). La obra de Livio quería reflejar esta política y la grandeza del
pueblo romano. Por lo tanto en la obra aparecen tradiciones históricas, así como
mitológicas. También aparece el amor a la patria, una profunda religiosidad, un profundo
amor por la concordia civil frente a los antiguos enfrentamientos. Todo esto es válido porque
da muestra de la magnitud Roma, sus habitantes y su historia. Debido a esta mezcla de
caracteres (nacionalismo y religiosidad) se ha comparado a Tito Livio con el historiador
griego Herodoto y su Historia11.
No es un historiador científico (historiador actual) pero su obra es destacable desde el
punto de vista literario porque incluye oportunos discursos, descripciones, retratos de los
personajes que aparecen y se esfuerza en dar un tratamiento literario y estilístico a las
determinadas fuertes recogidas.

10
Titus Liuius Patauinus
11
Compuesto en nueve libros.

41
Literatura latina

d. Época imperial: posterior a Augusto.


Cornelio Tácito
De su vida se sabe poco. Poseía formación como orador y pertenecía a una familia
acomodada. Se casó (año 78 d. C.) con la hija de Gneo Julio Agrícola, cónsul el año anterior y
que había asumido el gobierno de Britania. Tuvo una próspera carrera política bajo los
emperadores Flavios12.
Sus obras menores son:
 Agricola. Biografía de su suegro Julio Agrícola, uno de los más grandes militares
de la época, así como una enérgica reprimenda política contra Domiciano,
último de los emperadores Flavios, y su fenecida tiranía contrapuesto al elogio
del tiempo presente.
 Germania. Descripción de Germania y de sus habitantes, sus instituciones y sus
costumbres. Aprovecha para realizar una descripción de la sencillez de la vida
de los germanos contrapuesta a la artificiosa vida romana.
Sus obras mayores son:
 Annales. Obra que se conserva incompleta donde describe la historia de Roma
desde la muerte de Augusto hasta la muerte de Nerón (Tiberio, Calígula,
Claudio y Nerón).
 Historias. También se conserva incompleta y en ella narraba la historia desde
Galba hasta los Flavios (Galba, Otón, Vitelio, Vespasiano, Tito y Domiciano).
En contraposición a Tito Livio, Tacio es un historiador indiscutible, explica las causas de
los hechos así como sus repercusiones, procura contrastar la información para que tenga
carácter científico, y de la historia escribe sin amor ni odio, es decir, siendo objetivo. Se le
compara con Tucídides por ser un historiador que busca el porqué de las cosas.

Suetonio (¿70 -150 d. C.?)


De su vida se sabe poco. Pertenecía a una familia del orden ecuestre, recibió una
esmerada educación ligada a los estudios gramaticales y retóricos. Abandonó la abogacía por
un presagio, su carrera se vincula con la administración donde fue sucesivamente secretario

12
De Vespasiano pudo recibir el rango de caballero con dignidad senatorial. De Tito, la cuestura. Y bajo
Domiciano, llegó a edil o tribuno de la plebe, obtuvo la pretura Ya bajo el mandato de Nerva (emperador
Antonino) alcanza el consulado.

42
Literatura latina

a studiis, es decir, encargado de preparar la documentación necesaria para la política


imperial; a bibliothecis, puesto del que dependía la organización y supervisión de las
bibliotecas imperiales y sus miembros; y ab epistulis, por el que tenía a su cargo el despacho
de la correspondencia imperial.
De su obra sólo se conserva prácticamente la Vida de los doce Césares, que no posee el
afán de continuidad histórico-científico de Tácito. Es un autor más «ligero». Realiza retratos
morales pero innovas exponiendo también retratos físicos. Recopila la vida pública y privada
de los personajes, pero no la juzga, ya que no tiene un afán moralizante.

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Literatura latina

TEXTOS DE HISTORIOGRAFÍA
De bello Gallico de César

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De bello civili de César

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49
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Guerra de Yugurta de Salustio.

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51
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Conjuración de Catilina de Salustio

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Literatura latina

LA ORATORIA

1. GÉNERO Y CARACTERÍSTICAS

La oratoria, o arte de hablar con elocuencia, es necesaria en todas las sociedades, pues
siempre habrá una ocasión en la que uno tenga que dirigirse a un auditorio para convencerlo
o para expresar alegría, regocijo o dolor.

En la sociedad romana, en la que había asambleas políticas y tribunales, el dominio de


la palabra era necesario para los jóvenes de buena posición que quisieran dedicarse a la
política.
Como no siempre convence más el que tiene más razón, sino el que defiende mejor
“su” razón, es necesario disponer de la técnica, es decir de la retórica: conjunto de
procedimientos para hablar bien. Esa habilidad se aprendía en las escuelas de retórica.
Como arte del discurso se dirigía esencialmente a la organización de los discursos en
sus diversas partes, que consistían en:
 La introducción o exordio (exordium): rápida, centrada sobre el tema y atrayendo
la atención del auditorio desde el principio.
 La narración de los hechos o proposición (narratio): debe ser clara y sencilla.
 La argumentación (argumentatio): exposición de pruebas en gradación de menor
a mayor para justificar los hechos. Los argumentos se presentan ordenados
según sus características y sin mezclar: psicológicos, jurídicos... Presenta una
doble cara:
o La aprobación (probatio): aportación de argumentos que apoyen la tesis
planteada por el orador.
o La refutación (refutatio): argumentos que rechazan las objeciones que
opone el adversario.
 La digresión o epílogo (peroratio): conclusión que debe ser breve, enérgica e
impactante. Se han de hacer súplicas a los jueces y al auditorio para que accedan
a sus insinuaciones.

55
Literatura latina

Se distinguía tres géneros de elocuencia: judicial, deliberativo y demostrativo; el


primero usado en los procesos; el segundo, en las asambleas deliberantes, y el tercero, en
los discursos de lucimiento.

A pesar de que el estilo oratorio invade toda la literatura latina, es muy escaso el
bagaje de discursos de que se disponen como testimonios directos de la elocuencia romana.
Afortunadamente se cuenta con el caso excepcional de Cicerón. Cicerón es la oratoria
romana. Sin él, apenas podrían enhebrarse unas líneas sobre esta parcela de la literatura
latina, pues nos faltaría el material y su doctrina básica, los fundamentos teóricos de la
elocuencia, y la mayor parte de las noticias sobre los oradores que le precedieron, y apenas
existiría la oratoria posterior a él ni las obras teóricas que la fundamentan pues una y otras
dependen umbilicalmente de la oratoria ciceroniana.

2. AUTORES DE ORATORIA
a. Oratoria antes de Cicerón (siglos III – II a. C.).

La oratoria romana anterior al siglo II a. C. es prácticamente desconocida. Cicerón, en


su obra Brutus13, reseña unos nombres de personajes más o menos nebulosos, a los que
supone elocuentes, entre los cuales destaca Apio Claudio el Ciego, hombre pionero en la
literatura latina, político, militar, gramático, poeta, del que se sabe, por el propio Cicerón,
que en el año 280 a. C., ya anciano y ciego, pronunció un discurso ante el senado, incitándole
a no firmar con el rey Pirro una paz desfavorable para los romanos; discurso cuyo comienzo
versificó Ennio en sus Annales.

A caballo entre los siglos III-II a. C., aparte de Apio Claudio, vivieron los primeros
oradores de los que queda algún testimonio, directo o indirecto, de discursos realmente
pronunciados. Destacan tres principalmente, cuyos discursos son casi todos laudationes
funebres, discursos que solían pronunciar en los funerales las personas más allegadas al
difunto, en los que se solía mencionar los cargos que había ocupado y las virtudes que
poseía el difunto. Estos discursos se conservaban en los archivos familiares como títulos de
honor y como documentos recordatorios (quasi ornamenta ac monumenta). Cicerón dice de

13
Brutus, 53-57.

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Literatura latina

ellos que falseaban la realidad, acumulando sobre el difunto honores inexistentes o


inmerecidos. Se suele decir de mortibus nihil nisi bonum, es decir, de los muertos nada sino
lo bueno.

Uno es Q. Fabio Máximo, el famoso general, cinco veces cónsul y dos veces dictador,
que quebrantó con su táctica dilatoria (cunctato) las fuerzas de Aníbal en Italia. A finales del
siglo III a. C., pronunció un discurso a la muerte de su de su hijo Quinto. Cicerón y Plutarco
elogian su entereza moral y la gravedad de su elocuencia.

Otro es Q. Cecilio Metelo, fue pontífice (216 a. C.), cónsul (206 a. C.), dictador (205 a.
C.); y parece ser el autor del famoso saturnio contra Nevio. En el año 221 a. C. pronunció el
elogio fúnebre de su padre.

El tercero es L. Emilio Paulo, algo más joven que los dos anteriores, vencedor de
Perseo en Pidna (168 a. C.), dos veces cónsul y padre de Escipión Emiliano. De sus cuatro
hijos, dos los cedió en adopción y los otros dos murieron con unos días de intervalo. Del
discurso fúnebre en honor de estos últimos se conserva un fragmento de gran elevación
moral, en el que, en medio de su dolor, agradece a los dioses que hayan descargado una
gran desgracia sobre su casa en lugar de hacerlo sobre Roma.

Pero es en el siglo II a. C. cuando la oratoria romana se va a consolidar, y no hay duda


de que con esta consolidación tiene mucho que ver la influencia griega. Al terminar el siglo
III, con el final de la Segunda Guerra Púnica, los romanos dominan ya toda la cuenca
occidental del Mediterráneo, y, entonces, se vuelven hacia la cuenca oriental para proseguir
su expansión. De este modo se acrecientan los contactos con Grecia. Tras la conquista de
Corinto, Grecia se convierte en provincia romana. En esta época se cumple la afirmación de
Horacio: «Graecia capta ferum victorem cepit», es decir «Grecia capturada capturó al fiero
vencedor». A la marcha de las huestes militares de Roma sobre Grecia corresponde una
contramarcha de las huellas culturales de Grecia sobre Roma. En la primera mitad del siglo II
a. C. se produce una avalancha de intelectuales griegos sobre Roma, por ejemplo la llegada
en el año 155 a. C. de Carnéades, Critolao y Diógenes, que produjeron una conmoción con
sus discursos en la sociedad romana, sobre todo los de Carnéades, que negaba e impugnaba
un día, con argumentación bien trabada, lo que había defendido el día anterior con
argumentos igualmente válidos. Catón logró que se les expulsara, como habían sido

57
Literatura latina

expulsados seis años antes los filósofos y los rétores, hecho llevado a cabo por las clases
acomodadas romanas, aunque el paso de la retórica quedaba ya bien asentado en Roma.

Por paradójico que pueda parecer, la oratoria romana de este siglo tiene sus
principales valedores en dos figuras diametralmente opuestas en mentalidad y en
formación: Catón y Escipión Emiliano, este último, además, como eje de su círculo amical de
intelectuales.

Catón y Escipión comparten, no obstante, algo que va a cimentar la oratoria de este


período y que sobrevivirá como tendencia en la oratoria posterior: la preocupación moral,
basada en una filosofía moral de la vida, una disciplina morum sin especulaciones teóricas,
que flotaba en el ambiente romano desde antiguo y se había plasmado pronto en la
literatura popular, llena de máximas y sentencias morales.

M. Porcio Catón, criado entre los roquedales de la Sabina, cultivando el campo y


sembrando sauces en una adolescencia llena de privaciones, conservó siempre una
austeridad de vida ejemplar. Es el primer nombre que aparece en el De inuentione y el
segundo nombre de orador reconocido (tras Cornelio Cetego) que aparece en el Brutus. Para
Nepote fue un orador estimable (probabilis orator); T. Livio lo considera eloquentissimus;
Plinio el Viejo lo llama optimus orator; para Quintiliano fue in dicendo praestantissimus; etc.
Pero su-mejor crítico y panegirista fue Cicerón. Él poseía más de 150 discursos de este
orador, al que compara con Lisias y elogia ampliamente. Es el modelo orador romano
totalmente puro.

El asunto principal (ritornelo) de su oratoria es la preocupación moral: fustiga


incesantemente la corrupción de las costumbres, el lujo de las mujeres, los despilfarros de
los banquetes, la corrupción administrativa de los ladrones del Estado que viven en púrpura
y oro. Sus discursos están esmaltados de sentencias morales elevadas. Su concepción moral
de la oratoria se plasma en su definición del orador como vir bonus dicendi peritus, es decir
hombre honrado experto en el hablar. Se deduce su despreocupación por el estilo y la
retórica, aunque conoce las normas retóricas y las utiliza cuando lo considera conveniente,
como en su famoso discurso en favor de los Rodios, del que dice Aulo Gelio que contiene
todas las armas de las disciplinas retóricas. El mejor resumen de su oratoria lo hace Cicerón,
al afirmar la congruencia con su vida.

58
Literatura latina

P. Cornelio Escipión y su círculo, ejemplo de oradores que reconocen la cultura griega,


representan la impregnación e la cultura romana por la griega Pero no son menos romanos
que Catón. Profesan igualmente una moral elevada, transmitida por un humanismo de raíz
filosófica, cultivado bajo la inspiración y guía de uno de los miembros del círculo, Panecio de
Rodas, y plasmado literariamente en la obra entera de otro de los miembros, Terencio, que
resumió dicho ideal de manera insuperable en un bello verso: homo sum, humani nihil a me
alienum puto.

La oratoria de Escipión es fina, elegante, señorial. Entre los fragmentos conservados


destacan el tono moral de la faceta de diatriba moralizante, así por ejemplo su ataque
contra el afeminamiento de los jóvenes llenos de ungüentos y cosméticos, con las cejas y
pantorrillas depiladas, borrachos y homosexuales. O contra los educadores que pervierten a
los jóvenes, enseñándoles cantos y danzas reprobadas por los antiguos como propias de
esclavos y no de hombres libres.

Íntimo amigo de Escipión es G. Lelio, al que Cicerón considera superior en elocuencia a


Escipión, y que pronunció un sentido discurso fúnebre a la muerte de éste.
Contemporáneos de estos es Sevio Sulspicio Galba, el mejor orador de su tiempo,
según Cicerón, que lo llama diuinum hominem in dicendo, de una elocuencia vehemente,
acerba y con gran capacidad de improvisación. Es el primero del que se tienen noticias de
que recurre a elementos teatrales. Gran orador fue también Q. Metelo Macedónico, cuyo
discurso más célebre es el De prole augenda14, leído públicamente por Augusto más de un
siglo después para apoyar su ley de maritandis ordinibus. Los argumentos de Metelo no
dejan de ser a veces pintorescos.

Un tanto más jóvenes son los hermanos Tiberio y Cayo Graco, oradores vibrantes, de
reconocida formación griega. Cicerón elogia sobre todo al segundo como grandis uerbis,
sapiens sententiis, genere toto grauis, y lo recomienda, más que a ningún otro, como lectura
para la juventud. Famosos fueron los discursos de ambos en defensa de reformas sociales y
de los derechos del pueblo; y lleno de patética tristeza el de Gayo Graco al final de su vida,
acorralado y sin esperanza.

14
Sobre aumentar la prole.

59
Literatura latina

De finales del siglo, muertos ya dentro del siglo I a. C., cuando Cicerón era adolescente,
son M. Antonio y L. Licinio Craso. Ambos son hiperbolizados por Cicerón, que les considera
sus maestros, en muchos pasajes, siendo los protagonistas de su obra De oratore. M Antonio
estudió en Atenas y en Rodas, pero no poseyó una vasta cultura; dominaba, en cambio, a la
perfección la técnica oratoria. No brillaba en la elocutio, pero sí en las restantes partes del
discurso. Acomodaba sus palabras a las necesidades de cada situación y buscaba ante todo
emocionar y conmover. Licinio Craso sí poseyó una vasta cultura en derecho civil, filosofía,
retórica, etc. Tradujo al latín a los oradores griegos y ejercitó con esfuerzo su voz y su
memoria. Sabía utilizar, según los casos, la gravedad y el patetismo (summa grauitas) o la
ironía y la chanza (oratorius lepos). La primera faceta puede verse, por ejemplo, en su arenga
contra el cónsul Filipo, la segunda, en su discurso contra Escévola.

Estos dos oradores dejan ya roturado y abonado el terreno para que pueda surgir la
figura cumbre de la oratoria romana: Cicerón.

b. Época de Cicerón (siglo I a. C.).

A comienzos del siglo I a. de C. se habían creado en Roma las condiciones favorables


para una oratoria floreciente. Desde la época de los Gracos, Roma, que había estado volcada
hacia el exterior, ve removerse en su interior y cobrar fuerza progresivamente una serie de
problemas sociales y políticos, que van a culminar en el siglo I hasta la desaparición de la
República. Estos problemas socio-políticos, con el enfrentamiento de los partidos y el papel
cada vez más preponderante del pueblo, fueron causas determinantes de un desarrollo
vigoroso de la elocuencia: se denuncian ante el pueblo, desde la tribuna de las arengas,
intrigas y proyectos revolucionarios, ambiciones de poder y casos de traición a la patria. Se
exponen ante los tribunales acusaciones de soborno, concusión, etc. La opinión pública se
apasiona y jalea a los oradores, que se crecen y cuidan su preparación. Y por otro lado, el
desarrollo de la poesía y el progreso de la retórica hacen brotar en el campo de la elocuencia
la consideración y el sentimiento de que un discurso es una obra de arte que merece ser
escrito, con sujeción a las reglas del género, y publicado como cualquier obra literaria. La
preocupación artística acaba por trasplantar a Roma las diversas tendencias y escuelas de
oratoria, en las que se encuadran los oradores de la época.

60
Literatura latina

Estas escuelas son: la escuela asiática, que no es unitaria, sino que presenta dos
ramificaciones o genera uno: más atento al contenido, se distingue por la sutilidad dialéctica,
la ingeniosidad, el carácter conceptuoso y punzante (sententiosum et argutum); el otro, más
florido, más centrada en la forma, tiende a la florida hojarasca, la ampulosidad patética, la
preocupación por el ritmo oratorio, por la ligera y viva andadura de la frase (verbis volucre
atque incitantum). La otra escuela es la ática, que defiende la desnudez de artificios, la frase
directa y breve, la ausencia de patetismo, la sequedad de expresión. La llamada escuela
rodia, que pretende ser la conciliación de las dos anteriores (ni hinchazón ni sequedad), es,
según Paratore, una invención de Cicerón para magnificar a su maestro Apolonio de Rodas.
Los rodios no podían intentar dicha conciliación, porque el aticismo, como escuela oratoria,
no existía en Grecia en esa época, sino que surgió en Roma por reacción contra el asianismo.

En una u otra escuela se engloba toda una pléyade de oradores importantes, entre los
cuales Cicerón es la sumidad. Casi todos son hombres públicos, políticos en activo. Pueden
citarse, entre los mejores a L. Marcio Filipo, de oratoria suelta y con muchas ideas; César
Estrabón, de un lenguaje lleno de encanto y dulzura, aunque sin fuerza; G. Aurelio Cota,
orador preciso, de estilo simple y claro, que conmovía sin levantar la voz; P. Sulpicio Rufo, de
estilo contrapuesto al anterior, vehemente, patético, trágico; Julio César, el dictador, orador
eminente, de suma elegancia, y brillantez en la exposición, en los gestos y en la voz; G.
Licinio Calvo, el amigo de Catulo, el máximo representante del aticismo, hombre de gran
cultura y de una oratoria sobria y austera.

Mención aparte merece Q. Hortensio, la máxima estrella del foro romano hasta que
fue eclipsado por Marco Tulio Cicerón. De familia y de gustos aristocráticos, fue siempre el
abogado del partido conservador: Adversario de Cicerón en los primero tiempos y más tarde
colaborador. Fue el más egregio representante del asianismo, de oratoria florida, ampulosa,
vehemente, con una voz sonora y una prodigiosa memoria.

Marcos Tulio Cicerón (106 – 43 a. C.)

Cicerón es uno de los personajes de la antigüedad clásica del que ha llegado una amplia
y detallada documentación. Nació el 3 de enero del 106 a. C., al sur de roma, en Arpino. Su
vida estaba condicionada por tres factores: uno fue su origen, ya que procedía de la baja
nobleza rural, no pertenecía a la nobleza dirigente de la república romana y no pudo

61
Literatura latina

promover su carrera ni mediante la riqueza ni mediante el rango, sino mediante el continuo


y tenso empleo de sus talentos y capacidades. El segundo factor es su sentido lingüístico,
que le elevó a la categoría de talento del siglo y que él llevó a su máxima expresión gracias al
continuo ejercitar. El tercer factor determinó la dirección de sus esfuerzos, él fue un
ferviente patriota, que abogó por los valores tradicionales de la romanidad e intentó, en el
marco del orden republicano, servir al bien común y distinguirse por encima de todos los
demás. Al contrario que Julio César que remontaba su linaje a reyes y dioses, con lo descansa
en el seno de la nobleza antigua y de ahí puede aspirar a nuevos valores y órdenes, el homo
novus, Cicerón, estaba lejos de acercarse a aquellas concepciones de antaño, aunque los
signos del tiempo no pedían mirar atrás, sino una nueva orientación.

Su padre Q. Rufo Caleno, que imita al viejo Catón y compone una enciclopedia para
educarlo, lo inicia en los estudios y le busca los maestros más acreditados. A los diez años se
desplazó a Roma, donde se perfeccionó mediante la observación precisa de las cabezas
punteras del derecho y la política. Estudia una gran variedad de saberes (filosofía, historia,
música, geometría, etc.). Ha pasado por las escuelas de litterator y grammaticus sólo falta la
de rhetor, es decir, el arte de la elocuencia.

Al recibir la toga viril (16 años), acto que le permite asistir al foro, en Roma se está
desarrollando la guerra social, donde los pueblos italianos quieren ser iguales a Roma, y
Vario hace una ley condenando a los políticos de ese movimiento, época que Cicerón
aprovecha para continuar sus estudios (derecho civil, filosofía y oratoria). Aunque inició una
carrera militar, bajo las órdenes de Sila, su vida no son las armas y regresó pronto a Roma
donde se dedicó a trabajos oratorios.

Tras el fin de la guerra hay una vuelta del foro, donde Hortensio es el princeps orator, y
Filipo es más elocuente pero más viejo. A los 25 años salió por primera vez a la luz pública
como abogado de una causa privada, con el alegato que ha llegado hasta nosotros el Pro
Quinctio (81 a. C.) en el que Cicerón venció a Hortensio; y de una causa pública, Pro Roscio
Amerino (80 a. C.) donde vence al orador favorable a Sila, Crisógono.

Él mismo reconoce que era de constitución débil y salud delicada, pero en cambio se
dejaba arrastrar por la mayor tensión cuando hablaba en público, hasta tal punto que sus
amigos temían por su vida. Por este motivo, a los 27 años, se dedicó a hacer un viaje de

62
Literatura latina

descanso, formación y estudio al oriente griego del Imperio. Viajó primero a Atenas;
después, a Asia Menor; y por último a Rodas. De hecho consiguió corregir los defectos de su
elocución, perfeccionarse retórica y filosóficamente y volver a Roma pleno de justificadas
expectativas de éxito.

Regresa a Roma en el 77 a. C. y aún estudia acción con Esopo y elocuencia del cuerpo
con Roscio. Un año después viaja como cuestor a Sicilia. Nunca abandonó sus estudios
griegos y romanos. Comienza la época de perfección y madurez en la que compone varias
obras.
Con el año del consulado de Cicerón (63 a. C.) comienza el llamado siglo de la
revolución15, que convirtió a Octavio en único gobernante. En este marco se llevó un
episodio más, la conjuración de Catilina, que el cónsul Cicerón descubrió y combatió
dramáticamente en cuatro discursos, de ahí que lo considerasen pater patriae.
Pero en contra de sus expectativas de llevar una vida honorable, su vida se convirtió en
una cadena de disgustos y humillaciones, El primer Triunvirato entre César, Craso y
Pompeyo, (60 a. C.) le marcó sus límites, ya que el arma de la palabra nada puede hacer con
el genio estadístico de César, el dinero de Craso y las legiones de Pompeyo. E incluso fue
desterrado desde abril del 58 hasta septiembre del 57 a. C., aunque regresó de una forma
honorable a Roma, aunque su situación siguió siendo limitada, de ahí que se dedicara más al
cultivo de la palabra. En ésta época se le confirió el gobierno de Cilicia, donde consiguió
ciertos éxitos militares, con lo que se le aportaba de la metrópoli del poder y se le enviaba a
la periferia.
En el 49 a. C. empieza la guerra entre César y Pompeyo, y Cicerón se pone del lado de
la República (Pompeyo) tras un titubeo inicial, aunque se encontró así en el bando de los
perdedores. Tras una fuerte multa fue indultado por César (47 a. C.), y este autor se dedicó,
otra vez, a la producción de escritos filosóficos y retóricos.

Cicerón no participó en la conspiración contra César, aunque su nombre fue


pronunciado después del acto de Bruto. Cuando el hombre de confianza de César, Antonio, y
su heredero Octavio, amenazaron con hacerse con el poder, Cicerón volvió a intervenir en el
acontecer político con una serie de discursos (Filípicas), donde se pronunció a favor del
fortalecimiento del Senado y la salvación de la república romana. Consiguió vincular a
15
Desde los motines de los Gracos en el 133, hasta la batalla de Acio, en el 31.

63
Literatura latina

Octavio al Senado, consiguió éxitos militares contra Antonio, por un período breve de
tiempo se cumplió su sueño, sin ejercer ningún cargo oficial, se veía a la cabeza del Estado,
amado solamente con la palabra, como salvador de Roma de la arbitrariedad y el desenfreno
del poder.

Pero a pesar de todos los esfuerzos diplomáticos de Cicerón, Antonio, Octavio y Lépido
se reunieron en el segundo Triunvirato (43 a. C.), y colocaron a éste como un proscrito. El 7
de diciembre del 43 a. C., fue asesinado en Caieta. Antonio mandó exponer su cabeza en
Roma, confiscar sus propiedades, borrar su memoria, algo que no consiguió 16.

La oratoria de Cicerón se caracteriza por:


 Una oratoria equilibrada y armoniosa, pero que no desprecia el recurso a la
emotividad y la utiliza cuando quiere impresionar al público.
 Demuestra gran habilidad y tacto, acomodándose a las circunstancias; gran
ingenio para lanzar fuertes invectivas, alusiones irónicas y burlas amables; gran
facilidad para describir acciones y retratar personajes.
 La pureza de vocabulario utilizado.
 La justa utilización de los términos empleados.
 La variedad de figuras.
 La densidad de la expresión.
 El vigor de las frases.
 La vivacidad del ritmo.
Cicerón compuso discursos prácticos y obras teóricas.
Sus obras, de las que sólo citaremos unas cuantas son:
DISCURSOS PRÁCTICOS
 Catilinarias. Cuatro discursos políticos contra Catilina, el jefe de la conjuración,
que se descubre durante su consulado. Catilina, candidato al consulado junto
con Cicerón, no es elegido. Y trama una conjuración para hacerse con el poder,

16
Plutarco, en Vidas Paralelas. Cicerón. XLIX, 5, da cuenta de la relevancia que Cicerón causó:

“Se me ha asegurado que algún tiempo después, entrando César en la


habitación de unos de sus nietos, lo encontró con un libro de Cicerón
en la mano, y que asustado trató de ocultarse debajo de la ropa; que
advertido esto por César, lo tomó y habiendo leído en pie una gran
parte de él, se lo devolvió a aquel joven diciendo: «Varón docto, hijo
mío, varón docto y muy amigo de la patria.»”

64
Literatura latina

incluyendo el asesinato de Cicerón. Éste, que conoce las maquinaciones


pronuncia contra Catilina 4 discursos, el primero de ellos en presencia del
propio Catilina. La actuación de Cicerón le acarreó una gloria apoteósica y el
apelativo de “padre de la patria”.
 Filípicas. 14 discursos políticos violentos, redactados como panfletos, contra
Marco Antonio. Son pronunciados en defensa de particulares. Para muchos son
sus mejores discursos.
 Pro Marcello y Pro Ligario. Discursos pronunciados a favor de dos enemigos de
Julio César.
 Pro Archia poeta. Discurso en el que realiza en encendido elogio de las letras en
general y de la poesía en particular.
 Pro Sex. Roscio Amerino. Discurso judicial en defensa de Roscio Ameria,
acusado de parricidio por Crisógono, que ambiciona sus bienes.
 Pro Annio Milone. Discurso judicial en el que quiere demostrar que Milón actuó
en legítima defensa cuando mató a Clodio.
OBRAS TEÓRICAS
 De oratore. En el expone lo que se necesita para ser un buen orador, que, para
él, es una combinación de tres factores: disposición natural, cultura profunda y
extensa en todas las disciplinas, y conocimiento de las técnicas oratorias.
 Orator. En el que explica lo que considera que es un buen discurso, sus partes,
la búsqueda de argumentos y su distribución, etc.

c. Oratoria posterior a Cicerón.

Una consecuencia de la pérdida de la libertad política que siguió en Roma a la caída de


la República fue la decadencia de la oratoria que, desde el siglo II a. C., había alcanzado un
alto grado de desarrollo. Para la mayoría de los estudiosos parece indudable que el cambio
de régimen instaurado por Augusto se dejó sentir en el campo de la elocuencia y dio lugar a
notables cambios en comparación con el auge que este género había experimentado
durante el periodo republicano. Anteriormente la oratoria se alimentaba de los encendidos
debates que tenían lugar en el foro y de las luchas políticas y apasionados enfrentamientos
entre quienes defendían posturas encontradas. Pero con el cambio de las circunstancias

65
Literatura latina

históricas y sociales que habían favorecido el auge de la oratoria, y una vez que
desaparecieron las condiciones favorables para su práctica, la elocuencia se trasladó del foro
a las escuelas y se transformó en un mero ejercicio de entrenamiento oratorio. La pérdida de
la libertad, requisito indispensable para la práctica de una oratoria viva, y la falta de asuntos
relevantes hicieron que la oratoria, desconectada de la vida real, buscara refugio en las
escuelas de retórica que por entonces proliferaban en Roma. La oratoria se convierte en
declamación, término con el que se designa esta clase de ejercicios formales de oratoria. Los
discursos forenses y políticos de época republicana, que versaban sobre casos reales y
estaban destinados a ser pronunciados ante los tribunales o las asambleas, fueron cediendo
terreno paulatinamente y dejando paso a las declamaciones hasta verse relegados a un
segundo plano.

Una característica relevante de este tipo de elocuencia, a diferencia de las orationes de


época republicana, era su desvinculación de la realidad. Constaba de simples ejercicios
retóricos, producto típico de las escuelas de la época, que tenían poco que ver con
situaciones y circunstancias reales; incluso muchas de las leyes en que se apoyaban las
argumentaciones eran vagas e imaginarias o tomadas de los griegos, y los personajes
pertenecían en su mayoría a un pasado muy alejado de la actualidad. Pero, además, esta
clase de ejercicios escolares tenía otra peculiaridad: la desproporción y el desequilibrio entre
el contenido y la forma elegida, a favor de la forma.

Tales ejercicios de escuela podían ser de naturaleza judicial o deliberativa, relacionados


con dos de los tres tipos tradicionales de discurso oratorio. Los que versaban sobre casos
imaginarios de índole judicial eran conocidos con el nombre de controversiae, mientras que
a los de naturaleza deliberativa se les denominaba suasoriae. En los primeros los
declamadores exponían sus argumentos en defensa de posturas opuestas en relación con
situaciones imaginarias e intencionadamente complicadas, de carácter, por lo general,
privado. Las suasoriae versaban sobre temas sacados de la mitología o de la historia, menos
complejos y más fáciles de desarrollar.

Una idea bastante aproximada de cómo eran estas declamaciones y de la actividad de


los declamadores la podemos formar a partir de la obra conservada de Séneca, conocido con
los sobrenombres de «el Viejo», «el Padre» o, impropiamente, «el Rétor», y reconocido

66
Literatura latina

como el padre de una de las más distinguidas familias de la Bética hispana que se
trasladaron a Roma y que más activamente participaron en la vida social y literaria de la
ciudad.
La actividad literaria de Séneca se centró en el cultivo de la historiografía y de la
declamación, si bien las obras de uno y otro género corrieron suerte distinta en lo que se
refiere a su transmisión y conservación.

Parece que la obra retórica fue compuesta tras la muerte de Augusto a petición de sus
hijos quienes, una vez descubierto el género de la elocuencia en las escuelas de declamación
sentían curiosidad e interés por rastrear el desarrollo del género en el periodo
inmediatamente anterior a su generación y querían conocer a los declamadores más
brillantes de aquella época de esplendor. De hecho la obra no es otra cosa que una antología
que nos proporciona valiosísima información sobre esta modalidad literaria junto a una serie
de retratos de rétores y declamadores que ejercieron por entonces su actividad. Los títulos
de las setenta y cuatro controversias revelan, de acuerdo con el gusto de los declamadores
antiguos que se contentaron con un material poco variado, un reducido número de temas,
raras veces basados en hechos históricos.

El debate que, en torno a los variados casos planteados en las controversias,


mantenían los declamadores, tanto el que se encargaba de la acusación como el que
defendía la inocencia y pedía, en consecuencia, la absolución, se desarrollaba sobre la base
de la aplicación de leyes que, la mayor parte de las veces, ya no estaban en vigor o se trataba
de leyes imaginarias o de origen griego, ajenas, por consiguiente, al mundo romano
contemporáneo, lo que constituye un dato más a tener en cuenta sobre el contenido poco
real de la modalidad literaria de las controversias. Muy raras veces se invocaban en los
debates leyes romanas que estuvieran por entonces en vigor.

La obra que nos ha llegado de Séneca el Viejo resulta de una extraordinaria utilidad
porque, gracias a las informaciones que en ella se recogen, conocemos el nombre y los
retratos de un considerable número de declamadores y de los maestros de retórica más
famosos del momento, y podemos hacemos una idea bastante aproximada de la naturaleza
y desarrollo de la elocuencia en su doble modalidad de declamación judicial y deliberativa. El
interés de la obra de Séneca nace también de su condición de única fuente de la que

67
Literatura latina

obtener información concerniente al género retórico de la declamación, actividad oratoria


que tanto auge adquirió en los primeros años del Imperio.

Entre las sombras de la obra de Séneca posiblemente el rasgo más negativo a destacar
sea la poca variedad de los temas y del desarrollo técnico de los mismos. La lectura de la
obra produce sensación de monotonía y de que continuamente se repiten los mismos temas
con muy pocas variaciones, y también manifestada en la repetición de fórmulas y
expresiones a la hora de introducir citas, hacer las divisiones o mencionar los colores.

68
Literatura latina

TEXTOS DE ORATORIA
Discursos de Cicerón

69
Literatura latina

2- In Catilinam

70
Literatura latina

71
Literatura latina

EL GÉNERO DRAMÁTICO
1. GÉNERO Y CARACTERÍSTICAS
Después de la muerte de Menandro17, la profesión teatral griega, que había sido
ateniense, se hizo panhelénica. Muchas ciudades griegas construyeron teatros o los
renovaron en gran escala, y son los restos de éstos y no los teatros del periodo clásico lo que
ve el viajero en lugares como Delos o Epidauro. En esta época la de Calímaco, Teócrito y
Andrónico la profesión teatral tenía cierto prestigio y poder político. Existían como
"cofradías" de actores, músicos y autores. Se producían todavía obras nuevas, pero el énfasis
pasó al repertorio de clásicos (en la comedia Menandro, Filemón, y Dífilo; en la tragedia,
Sófocles, Eurípides y los imitadores de este último).
Está claro que la actividad de los artistas y la presentación y estilo de su repertorio
ático no fueron los únicos modelos en los que se basaba el drama latino más antiguo.
Desgraciadamente, incluso los eruditos del periodo de los Gracos (Elio Estilón, Accio) y de la
época de Cicerón (Varrón) sabían muy pocas cosa: con certeza sobre los comienzos del
drama en Roma.
Una fuente usada por Horacio18 alegaba que las representaciones improvisadas que
cerraban las fiestas de la cosecha, las llamadas fesceninas, que se representaban también en
las celebraciones de bodas y triunfos en Roma, que tenían la finalidad de ahuyentar a los
espíritus malignos, condujeron a un equivalente de la Comedia Antigua de Atenas; estaba
limitada por ley a causa de su contenido difamatorio.
Parecen más históricas las noticias aportadas por Tito Livio 19 y Valerio Máximo20. De
acuerdo con esto, Andrónico fue realmente un primer "inventor", al ser el primero en
presentar una diversión con un tema.
Bailarines etruscos, farsas atellanas, "tibicines", mimos, diálogos fesceninos son
relevantes de varios modos para el drama romano tal como lo conocemos, peor es chocante
que esta fuente y otras parecen determinadas a no mencionar nada griego en relación con el
drama romano arcaico.

17
292 a. C.
18
Épodos 2, 1, 139-63.
19
Desde la fundación de Roma VII, 2.
20
2, 4, 4.

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Literatura latina

Horacio reconoce los vestigia ruris en los ludi scaenici "espectáculos teatrales".
También las noticias de Tito Livio21 son importantes y discutidas:
 Durante una epidemia en el 346 a. C., y como medio para aplacar a los dioses,
fueron traídos actores de Etruria para danzar al son de la música de una flauta
(ludiones ex Etruria acciti).
 Esta danza etrusca se la apropió la juventud romana y le añadió dialogo y gestos
adecuados. Este tipo de representación se hizo popular y profesionales nativos
(vernaculi artífices) recibieron el nombre de histriones Estas primitivas
producciones las consideró Tito Livio semejantes o cercanos a los versos
fesceninos pero no deberían identificarse con ellos.
 Una representación más elaborada, con canto y danza acompañada de flauta es
lo que Tito Livio llama satura. Esta miscelánea de canto, danza y diálogo no tuvo
un real argumento y fue fácilmente reemplazada por obras con argumento que
fueron introducidas por Livio Andrónico. Sin embargo, Tito Livio no menciona
que las obras de Andrónico eran adaptaciones griegas, pero nos informa que era
actor de sus propias composiciones y que una vez, forzada la voz de tantas
repeticiones, utilizó a un muchacho para cantar y él mismo actuó con gestos. De
ahí surgió la distinción entre cantica y versos dialogados diverbia. Los histriones
se reservaban el diálogo y acompañaban con gestos los cantos ejecutados por
otros.
Una última fase refiere Tito Livio en el desarrollo del drama, sería más o menos: la
juventud romana dejó a los histriones actuar en pequeñas obras y volvieron a los cantos
responsivos y chistes del primer periodo; estos fueron llamados exodia22, que se asociaron a
la fabula Atellana23.
Dos explicaciones de la palabra hubo en la antigüedad: de la ciudad Fescennium o de
fascinum ‘miembro viril’. Se acepta la primera explicación; así corno fabula Atellana fue
llamada así por proceder de esta ciudad de Campania. No hay pruebas de que los versos
fesceninos fueran dramáticos en el periodo clásico, se utilizaban principalmente en bodas y

21
VII, 2.
22
Piecitas cómicas con las que terminaba el espectáculo.
23
Tipo de comedia popular desarrollada por los oscos en la Campania.

73
Literatura latina

son, por consiguiente; puestos en re1ación con los nuptilia carmina. Numerosas citas
halladas en Catulo, Séneca y otros escritores nos informan de ello.
El carácter general del primitivo fecennio parece claro que se trataba de bromas más o
menos obscenas o picantes y estaba vinculado a las nupcias y a los festivales de la
recolección. Incluso se sabe que degeneró en difamación hiriente. Es probable que fueran
dramáticos, de presentación cruda o tosca, pues eran versos improvisados y responsivos
acompañados de gestos dramáticos. Tal vez se compusieron en el verso saturnio, aunque el
septenario trocaico, tan frecuentemente empleado por Plauto y Terencio, parece haber sido
un metro latino bien conocido en el primer periodo.
De una danza con gestos y diálogo dramático que según Tito Livio tenían los versos
fesceninos, se hallaba a un paso para conseguir una más elaborada representación musical.
E estas representaciones más elaboradas del drama tanto Tito Livio como Valerio Máximo
las denominaron satura, pero poco se sabe de su naturaleza. Para éstos parece tratarse de
un tipo de drama introducido por Livio Andrónico con intriga. Y este mismo término fue
utilizado por Ennio para dar título a su colección de poemas misceláneos.

2. SUBGÉNEROS TEATRALES
Los subgéneros teatrales se pueden englobar en dos grandes categorías: los géneros
mayores y los menores.
GÉNEROS MAYORES
La obra teatral en general es conocida como fabula y esta está compuesta por dos
grandes subgéneros la comedia y la tragedia.
 COMEDIA: Se nutre de la comedia griega, adaptando los temas a las costumbres y
al carácter romano. Podían ser movidas (motoriae), es decir, bulliciosas; sosegadas
(statariae), más tranquilas; o mixtas (mixtae), que conocen ambas facetas. Los
subgéneros de la comedia romana son:
o Fabula palliata. Comedia de tipo griega donde los actores se vestían con el
pallium, traje característico del mundo griego. Los modelos de las palliatas
pertenecen casi todos a la “Comedia Nueva” de Menandro, Filemón y
Dífilo. Esta “Comedia Nueva” refleja un mundo burgués del helenismo, con
su limitación a la vida privada, su moral convencional y su acentuado

74
Literatura latina

distanciamiento frente al mundo galante. Es un mundo gobernado por el


azar, que juega caprichosamente con los hombres sin parecer demasiado
cruel; si separa a los miembros de una familia, después los reúne
inesperadamente por una concatenación de circunstancias, en la que las
señales que permiten el reconocimiento desempeñan un papel importante.
Este mundo crea una serie de tipos característicos; la comedia los toma y
los elabora: el padre enérgico, el hijo que lleva una vida licenciosa (que con
el paso del tiempo tendrá las mismas preocupaciones con sus hijos), la
muchacha seducida y su apenada madre, el soldado fanfarrón, el avaro, el
parásito, el alcahuete, el esclavo taimado, la suegra, la hetera noble... son
personajes que ya no desaparecerán de la comedia
Lo mismo que la tragedia romana, tampoco la comedia ha tenido un
coro propiamente dicho. Ya la misma Comedia Nueva griega sólo
introducía el coro como un entreacto; era una pieza fuera de programa que
no pertenecía a la obra y con la que el autor no tenía nada que ver.
La palliata tiene en común con la tragedia la distinción entre Diverbium
y Cantica. Con Plauto la Cantica ocupa un mayor espacio.
Los actores, de ordinario extranjeros y libertos, formaban cuadros
organizados (greges) bajo un director (dominus) que habitualmente
interpretaba el papel principal y era el director de escena. Los actores se
disfrazaban; los trajes y el decorado se hallaban bajo la vigilancia de un
encargado de guardarropas (choragus). Es dudoso que ya se llevaran
máscaras en la época de esplendor del drama romano. También se
desconoce cuántos actores formaban un cuadro. En todo caso no se indica
que se representase cada pieza con el mínimo de actores.
El escenario era ancho, pero no profundo, de ordinario presentaba una
calle con varias casas, que permitía a los autores entrar y salir. Los accesos
laterales se relacionaban, según su convención, nada clara, con el interior
de la ciudad (Forum) y el campo o la costa. En el proscenio se hallaba un
altar en el que podía refugiarse algún personaje perseguido. La acción se
desarrolla al aire libre e incluso la representación de un festín se trasladaba
a la calle. En la época primitiva no había telón, la acción se representaba

75
Literatura latina

sin interrupción, la división en actos de nuestras obras teatrales pertenece


a una etapa posterior.
La palliata romana, que pasó a la posteridad por Plauto y Terencio, fue
la fundadora de la comedia europea.
o Fabula togata. Comedia de ambiente romano donde los actores se vestían
con la toga. Puede concebirsecomo reacción contra el helenismo. Según
una noticia de Donato24 Livio Andrónico inventó la togata, aunque no es
posible comprobarlo. Resulta evidente el temperamento itálico de Nevio y
sobre todo de Plauto, pero esto no basta para hablar de la creación de un
género nuevo. Sólo conforme se heleniza en forma cada vez más decidida
la palliata con Cecilio y Terencio y, probablemente, al agotarse las reservas
de obras griegas y al gastarse las situaciones y los caracteres, prendió el
afán por una forma de comedia romana.
La togata tiene lugar en Italia, en Roma o en las provincias. Sus
personajes son romanos o itálicos; pero, a diferencia de los personajes de
la praetexta, los de la togata pertenecen a estratos inferiores, por lo que
también se llama tabernaria o “comedia de barraca”. La acción se inventa
libre, pero se apoya en temas y situaciones de la comedia griega y de sus
adaptaciones romanas. Las piezas se escriben en el mismo verso que la
palliata pero las medidas propias del verso son raras.
De los poetas que escribieron togatas se conocen a tres: Titinius25, en
sus títulos destaca el provincialismo y carácter rústico. Su lenguaje también
era rústico, es citado por sus arcaísmos. Sus fragmentos resuman algo de
Plauto. L. Afranius26, fue un admirador de Terencio y sus togatas prueban
su influjo: predominan los tipos de carácter, los temas familiares y su
lenguaje es más puro y bruñido. Transformó la togata en drama social de la
pequeña burguesía, despojándola de lo que la diferenciaba de la comedia
de Terencio o de Turpilio. Y T. Quinctius Atta27. Sobre su vida no se sabe

24
Euanthius, De comoedia 5, 4, pág. 23; 12 de Wessner.
25
Posiblemente contemporáneo de Terencio, algo mayor que él.
26
Segunda mitad del siglo II.
27
Falleció en el 77 a. C.

76
Literatura latina

nada. Los aproximadamente 70 títulos y 650 versos que han llegado


proporcionan una impresión general sobre el material y sus personajes.
 TRAGEDIA: En Roma la tragedia es mucho menos importante de lo que fue en
Grecia; nunca logró despertar el interés de los romanos. Se escribió poco y se
representó menos. Presenta dos subgéneros:
o Fabula cothurnata. Es una tragedia de tipo griego donde los actores llevan
puestos los coturnos, zapatos griegos altos28. Surgió de la reelaboración de
obras trágicas griegas, de Esquilo, Sófocles y Eurípides, y tratan temas de
historias mitológicas relacionadas con el ciclo de Troya, como la de Tebas y
la vida de los descendientes de Pélope.
o Fabula praetexta. Es el drama nacional romano invención de Nevio. Su
nombre proviene del uniforme de los héroes, el vestido oficial, la toga
praetexta, de los magistrados romanos, y se nutre con el material de las
leyendas y de las historias romanas, incluidas las del tiempo de su
creador29. Su temática se centraba en asuntos romanos que afectaban de
modo general a la vida política, refiriéndose a hechos destacados,
personajes o acontecimientos de interés público. Los personajes centrales
que ponían en escena eran figuras relevantes en la vida pública,
gobernante o militares, que venían a ser semejantes a los personajes de las
tragedias de tipo griego.
La utilización política de las praetextas, tanto las de tema histórico-
legendario como las de tema histórico-cultural, parece fuera de discusión.

GÉNEROS MENORES
 Fabula atellana. Era un tipo de farsa que fue desarrollado por los oscos en
Campania y apropiada en todo caso por los latinos en fecha muy primitiva aunque
incluso en la época clásica se daban representaciones en osco. El nombre deriva
de Atella, ciudad entre Nápoles y Capua. Las obras trataban sobre todo de la vida
de la comarca y de los avatares de una pequeña ciudad. La característica más
importante de la atellana era que contaba con caracteres fijos, las llamadas

28
Como plataformas.
29
El siglo III a. C.

77
Literatura latina

personae oscae. Los actores llevaban máscaras que facilitaban la representación


de una serie de caracteres:
o Maccus es el ‘tonto’, ‘estúpido’, ‘enamorado’ su nombre se relaciona con
el griego makkoan ‘ser estúpido’, se representaba con cabeza puntiaguda y nariz
de pico de gallo.
o Bucco es el ‘glotón’ o ‘fanfarrón’ en relación con bucca, posiblemente
‘tonto o impertinente’.
o Pappus era la locura del viejo.
o Dossennus era tradicionalmente el ‘parásito’, era jorobado, astuto, hábil,
tal vez proviene de dorsum.
A estas personae oscae de los ludi Osci se ha querido añadir otros caracteres:
el cicirrus30, Manducus.
 Pantomima. Los actores llevaban máscaras y su grado de expresividad estaba
basado en los movimientos del cuerpo y de las manos.
 Mimo. En todo el mundo es habitual la imitación realista de escenas de la vida
diaria. En Roma pertenecían a la fiesta floral del 28 de abril, que se celebró
anualmente a partir del 173 a. C. Es el último eslabón de cierta importancia en el
desarrollo histórico de la comedia latina. La palabra mimus es griega. Los griegos
conocieron el antiguo mimo como una forma literaria, pero de por lo que se sabe
los mimos de un Sofrón31 o de un Herondas32 no tuvieron influencia alguna en los
mimos romanos.

Quizá se organizaban los cuadros de actores conforme al modo griego, no


llevaban ni máscaras ni calzado escénico, por lo que se llamaba planipedes; los
papeles femeninos los representaban las mujeres. Las “mimas”, que aparecían en
escena con mucho colorete y poco vestido, pasaban por indecentes. Se puede
decir que este género es parecido a las atellanas, al menos desde que alcanza
rango literario. El mimo también poseía una serie de personajes fijos como el sanio
(que hace muecas) y el stupidus (el imbécil), que llevaba el pelo cortado al rape.

30
Scurra „bufón‟.
31
Siglo V a. C.
32
Siglo III a. C.

78
Literatura latina

Después que Macio había opuesto con sus mimiambros a la forma


improvisada otra forma artística y culta, según modelo helénico, emparentado con
el mimo, que no se escribía pensando en su representación escénica, entra ahora
el mimo como comedia literaria, en calidad de heredera de sus predecesoras la
palliata, la togata y la atellana, si bien aproximándose estrechamente a formas de
comedia que reemplazaba.

3. AUTORES DE TEATRO
a. Orígenes del teatro.
Tal vez en el año 240 a. C. o poco después L. Livius Andronicus, autor griego,
representa una comedia palliata ante los romanos, vino a Roma como prisionero de guerra;
su dueño le confió la educación de sus hijos; como liberto fundó una escuela para la
educación de los nobles, en la que junto los a los textos griegos que explicaba, leía también
un escrito suyo en latín. Se piensa que se trataba de su Odusia, Odisea de Homero en versos
saturnios, primer poema extenso en latín. La obra perduró durante mucho tiempo como
libro escolar, pero más tarde cuando el verso saturnio dejó de ser idóneo se refundió en
hexámetros y se dividió en libros. Y aunque es poco original y no está exenta de faltas de
ortografía en la traducción, esta obra fue muy importante para la literatura romana, pues
con ella se creó una expresión poética latina según el prototipo griego.
Parece ser que como dramaturgo tradujo y adaptó con más libertad al autor original,
sobre todo porque sustituyó los recitales del original por estrofas cantadas; tomó el verso
griego dialogado y buena parte de la métrica lírica pero teniendo en cuenta el acento latino
más pronunciado y su riqueza en sílabas largas.
En el 207 recibió el encargo de componer una canción procesional para un coro de
doncellas, a fin de alejar los amenazadores presagios de la guerra con Aníbal; como señal de
gratitud por haber conjurado el peligro, el estado reconoció como asociación a autores e
intérpretes (scribae et histriones), con asiento en el Templo de Minerva. Se supone que
falleció sobre el 207 y 200 a. C.
Aunque Livio Andrónico sólo se dedicara a la comedia de forma muy marginal, ya que
sólo se conservan tres títulos de sus comedias y uno parece dudoso (Gladiolus, Ludius,
Verpus) no se puede discutir que haya sido el introductor de la palliata.

79
Literatura latina

Cinco años después de la primera representación teatral (en el 235 a. C.) se


representaban por primera vez piezas de un itálico, Cn. Naevius, que había luchado como
soldado durante la primera guerra púnica, lo que lleva a proponer como fecha de nacimiento
los años 275-270 a. C. En el 235 representa su primera obra teatral en Roma y a edad
avanzada compone un poema épico sobre la guerra púnica. Durante la segunda guerra
púnica, fue partidario de la estrategia de cansar a enemigo, frente a la del ataque directo
defendida por Metelos y Escipiones, lo que llevó a choques entre estos, ye en el 206 había
dicho en una comedia: Fato Metelii Romae fiunt consules (sin merecerlo se hace cónsules en
Roma a los Metelos) y éstos le contestaron con una abierta amenaza llegando a arrestar a
Nevio, que sólo fue puesto en libertad cuando se retractó en dos comedias posteriores. La
nobleza consiguió desterrarlo y murió en Útica, África, sobre el 201 a. C, aunque Cicerón la
fecha en el 204, porque lo había leído en unos comentarios antiguos. Los títulos que se han
transmitido de su producción lo revelan como autor de palliatas, parece haber tomado sus
modelos griegos de la comedia nueva y media. Tan sólo el elemento satírico-político
resultaba ajeno a la comedia griega antigua.

b. Autores principales.
Tito Maccio Plauto (250? – 184 a. C.)
Nació en Sarsina, Umbría, poco antes del 250 a. C... Todo lo que se sabe de su vida es
escaso. Lo que, según Varrón, cuenta Gelio33 es que Plauto llegó de joven a Roma, que ganó
allí dinero con el teatro, aunque todo lo perdió después con el comercio; que entonces,
apremiado por la necesidad, se puso a trabajar con un tahonero y al mismo tiempo escribía
comedias que pronto le dieron la popularidad que pudo despedirse de su panadero y vivir de
su arte. El único dato garantizado sobre su vida personal es el año de su muerte, en el año
184 a. C.
Es el comediógrafo más famoso y prolífico de su tiempo. Sus comedias son palliatae
motoriae.
El principal objetivo de sus obras es divertir al pueblo y a la gente humilde, buscar la
risa en el público, por ello pone a los personajes en situaciones que provoquen la carcajada a

33
3, 3, 14.

80
Literatura latina

través de recursos burdos y de gusto plebeyo: saltos, gesticulaciones, golpes, borracheras,


fanfarronadas, engaños, etc.
No se limita a copiar a los griegos, sino que su obra se abre a la improvisación cómica y
al reflejo de las costumbres romanas y su manera de hablar, que imita en muchos aspectos a
la lengua popular. Así, abundan los chistes, anécdotas, refranes y juegos de palabras que dan
vitalidad y comicidad a las situaciones.
No es una comedia de caracteres, y nunca aparecen en ella inquietudes o problemas
psicológicos ni conflictos interiores. Presenta una sociedad de clase media que se mueve por
pasiones y deseos amorosos. Los conflictos amorosos y generacionales son los más
explotados en sus comedias.
Los temas suelen ser muy similares: un joven de familia rica se enamora de una esclava
de origen desconocido; un esclavo astuto e intrigante le ayuda en sus amoríos; el azar
muestra de modo imprevisto que la joven es de nacimiento libre y... todos contentos.
La monotonía del tema queda compensada por una gran capacidad de invención. La
acción se ciñe al tema general, pero cargada de vivacidad. Se alargan las escenas más
interesantes y se presentan bruscamente los desenlaces. Se recurre al equívoco y a la
confusión de personajes.
En sus comedias domina la intriga y el enredo; sus personajes son más bien tipos que
apenas se diferencian de una obra a otra: joven enamorado, irreflexivo, derrochador y
apasionado; doncellas honestas que sólo piensan en el matrimonio o muy desvergonzadas
cortesanas; padre despreciable, antiguo calavera con propensión a volver a las andadas,
pero intransigente con su hijo; matronas serias y virtuosas, pero un tanto toscas; esclavo
avispado e intrigante, que ayuda a su joven amo en sus devaneos amorosos, mientras se
complace en torturarlo constantemente; traficante de esclavos brutal; soldado fanfarrón;
etc.
De entre todos ellos destaca el tipo del esclavo, personaje complejo, mezcla de
desinterés y heroísmo, que afronta incluso golpes y torturas con tal de cumplir su misión,
que considera importante y de cuyo éxito está completamente convencido por ser
consciente de su capacidad para urdir engaños.

81
Literatura latina

El número de obras que circularon con el nombre de Plauto era, según Gelio 34, unas
130. Varrón, que investigó con sentido crítico su autenticidad, creyó que se le podían
asignar, además de las 21 tenidas como auténticas, algunas otras discutidas. Las restantes
son comedias anteriores que Plauto tan sólo refundió, mientras otras son de un tal Plautio, a
quien se confundió con Plauto. Pero fundamentalmente se trataban de obras que más tarde,
o por ignorancia sobre su verdadero autor o por especulación del éxito ante el público, de
representaron bajo el nombre de Plauto. Las 21 comedias conocidas como Fabulae
Verronianae han llegado con lagunas y tan sólo se conoce el año de representación de dos
de ellas: el 200 a. C. para el Stichus y el 191 para el Pseudolus.
Plauto se dedicó exclusivamente a la palliata. Casi siempre aprovechó los modelos de
la Comedia Nueva. La mayoría de las obras son variaciones sobre temas conocidos.
 Amphitrión, como anuncia el propio poeta en el prólogo, es una tragicomedia que se
ocupa de reyes y de divinidades. El argumento es mitológico: Júpiter tiene relaciones
con Alcmena mientras su marido Anfitrión está lejos de Tebas, como jefe de una
expedición militar. El dios aparece con el aspecto del hombre, así como Mercurio con
el aspecto del sirviente del militar, Sosia, por lo que al regreso del auténtico Anfitrión,
se producen una serie de equívocos, resultando la pelea y el escándalo entre marido y
mujer, hasta que Júpiter hace sonar un trueno y confiesa su adulterio. De esta unión
múltiple Alcmena dará a luz a gemelos: un semidiós, Hércules, y un humano.
 Asinaria, es una farsa, en ella dominan la comicidad de las situaciones y el humor
verbal. El joven enamorado Agripo no consigue reunir el dinero que la alcahueta
Cleareta pide por su hija Filenia; por fin unos esclavos le entregan la suma que en
realidad le correspondería a su padre por la venta de un asno. A pesar de ello parece
que el joven es acusado por un rival, e incluso el propio padre se revela contra el
segundo pretendiente.
 Aulularia, el viejo Euclión ha heredado de su abuelo y de su padre un tesoro y el pánico
a perderlo. Es por esto por lo que representa la figura del “desconfiado” más que la del
avaro. El rico vecino Megadoro solicita la mano de la hija del viejo, y éste presiente el
peligro de que su aspirante a yerno conozca la existencia de la olla con oro y por eso
quiera casarse con su hija. Al final consiente y dispone preparativos, tacaños, para la

34
Cf. nota 22.

82
Literatura latina

boda. Para proteger su tesoro, durante la celebración, lo lleva al templo de Fides. Es


visto por su esclavo. El viejo no se fía ni de la misma Fidelidad, por eso intenta
esconderlo bien, aunque el esclavo no lo pierde de vista. Entre tanto el sobrino de
Megadoro, Liconides, le ha confiado que ha conquistado el amor de la hija de Euclión,
y éste llega desesperado porque le han robado su tesoro. Liconides cree que se trata
de su hija y confiesa su culpa. Al final el esclavo, autor del hurto es descubierto, y los
jóvenes esposos reciben el dinero. Ésta es una comedia de carácter, de tipos.
 Bacchides, es una comedia de intriga de doble estructura sobre dos jóvenes, con sus
esclavos, dos padres y dos heteras (las Báquides). En el curso de la comedia los padres
y los hijos se convierten en rivales de amor.
 Captivi, desde el prólogo se anuncia que no iban a aparecer las figuras típicas de la
comedia; no hay en absoluto papeles femeninos. El hijo de Hegión ha sido capturado
como prisionero de guerra y su padre compras a estos para salvarlo. Cuando cae en sus
manos el rico Filocrates, quiere enviar al esclavo de éste para liberar a su hijo y hacerlo
regresar a su casa con el precio del rescate; pero esclavo y amo se han cambiado las
ropas. Filocrates es libre. Pero el mismo día regresa con el hijo de Hegión; y el esclavo
que ha quedado en lugar de Filocrates se revela como el segundo hijo de Hegión,
desaparecido desde hacía largo tiempo.
 Casina, es una comedia de intriga. Padre e hijo aman a la misma mujer, la esclava
Cásina. La lucha de los dos rivales se desarrolla sobre dos campos de batalla: padre e
hijo envían a un esclavo que dice quererse casarse con Cásina, y el elegido cederá a su
amo el ius primae noctis. El esclavo del padre puede hacerse con ella, pero la esposa
celosa echa abajo la maquinación, hace que el esclavo de su hijo ocupe el puesto de
Cásina, de este modo la supuesta noche de boda se convierte en una serie de
bastonazos. El viejo regresa junto a su mujer y los jóvenes tienen el camino libre.
 Cistellaria35, se puede reconstruir bastante bien, a pesar de su conservación con
bastantes lagunas. En el centro está una desafortunada pareja de enamorados:
Alcesimarco tiene que casarse con una chica a la que no ama, su amada Selenia es una
hetera, a la que no deja libre su madre, la alcahueta Nelenis. Sólo en el último
momento el suicidio del joven es impedido por su amada. La joven es reconocida como

35
La comedia de la arquilla o cesta.

83
Literatura latina

una niña “expuesta” gracias a una cesta con juguetes. Por este motivo la joven recobra
sus derechos sociales y puede casarse con su amado.
 Curculio, la situación del fondo es la misma que en Cistellaria, una pareja de
enamorados infelices que hasta el final no pueden reunirse. La joven Planesia nació
libre pero un lenón la ha comprado y la ha encerrado, y al final, gracias a los objetos de
reconocimiento, se descubre que era libre por lo que puede celebrarse la boda. El
parásito Curculio, astuto y voraz, impide, no sin provecho para él, que la joven sea
vendida a un soldado, que realmente se descubre que era el hermano de la joven,
desaparecido hacía largo tiempo, de este modo el soldado se convierte en el testigo de
que la joven pertenece a la condición de libre. El carácter discrepante de Curculio
proporciona el sabor especial de una comicidad dialéctica.
 Epidicus, a pesar de su brevedad, es una complicada comedia de intriga cuyo
protagonista, el astuto esclavo Epídico, manda y dispone como director de la acción. Él
rescata a la citarista para el joven Estratipocles, haciendo creer al padre de éste que se
trata de su hija Telestis, perdida desde hacía mucho tiempo. Pero el joven regresa de la
guerra con otra muchacha, y el cometido del esclavo es encontrar el dinero para
conseguir a esta chica y deshacerse de la citarista. Esta nueva chica es la verdadera
Telestis. La estratagema para conseguirla está teniendo resultado hasta que aparece la
madre de la joven y la reconoce. Finalmente todo se aclara y el esclavo es liberado.
 Los Menaechmi, se basa en el descubrimiento del doble. Dos gemelos, ambos de
nombres Menecmo, se han separado desde la infancia y de repente se encuentran en
la misma ciudad, sin saber el uno del otro. De aquí derivan innumerables
complicaciones y equívocos. Al final el esclavo los logra reunir.
 Mercator, hace recordar a Casina. Viendo la vida de disipación que lleva su hijo, decide
el padre mandarlo a un viaje de negocios. Allí en el extranjero, se enamora de la
esclava de un amigo y la lleva consigo a su vuelta a casa. El padre al verla también
quedó prendido de ella y al preguntar de quién era, el esclavo del hijo miente diciendo
que su hijo la había comprado como esclava para su madre. El viejo va a lo suyo y le
ruega al hijo que se la venda a un amigo suyo; el hijo, por su parte, le dice que no, sino
a uno suyo, que es en su caso el hijo del vecino y el propio vecino en el caso del viejo.
El viejo se adelanta a efectuar la compra de la muchacha. La mujer del vecino la

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Literatura latina

sorprende en su casa, la toma por una amiga del marido y la emprende contra él. El
joven desesperado, decide abandonar la patria, pero se lo impide su amigo, que junto
con su padre consiguen del padre del joven que renuncie a ella en favor de su hijo.
 Miles gloriosus, vive de la figura principal, el tonto y vanidoso fanfarrón. Un joven
ateniense y una cortesana libre de nacimiento están completamente enamorados. El
joven marcha en misión oficial, y entre tanto da con ella un militar que se la lleva a
Éfeso en contra de su voluntad. El esclavo del joven marcha para dar cuenta a su amo
de lo sucedido, pero es hecho cautivo en la travesía y entregado al militar. Escribe una
carta a su amo para que se presente en Éfeso. El joven acude a toda prisa y se aloja en
casa de un amigo de su padre vecino del militar. El esclavo hace un pasadizo en la
pared del jardín, para que se puedan comunicar por allí los enamorados sin que nadie
se entere, y hace como que ha venido una hermana gemela de la muchacha. El vecino
contrata a una clienta suya para que se insinúe al militar. Éste cae en la trampa y
creyendo que se va a casar con él, despide a su amiga, recibiendo una paliza por
adúltero.
 Mostellaria, está llena de intrigas y complicaciones, cuyos hilos están movidos por un
esclavo astuto, Tranión. Cuando el viejo Teopropides regresa a casa después de una
larga ausencia, está a punto de caer en una orgía de su hijo con su amada, amigos y
heteras. Entonces Tranión inventa un fantasma, que debería persuadir al padre de
entrar en su casa. Al principio el viejo cree en el engaño pero después se descubre
todo, pero gracias al amigo del joven se consigue tranquilizar a Teopropides. Esta obra
es una de las más alegres de Plauto y el personaje principal tiene colores
particularmente vivos.
 El persa, es ante todo una rigurosa comedia de intriga, se centra en una historia de
amor entre esclavos y en ella se representa la entrada en escena de una virgo.
 Poenulus, la intriga también está en primer plano. Una muchacha retenida en casa de
un lenón y su hermana son salvadas de su destino de convertirse cuanto antes en
heteras gracias a una estratagema. Se sabe que las dos muchachas son cartaginesas,
libres de nacimiento. Se descubre que el viajante cartaginés Hanón es amigo del
difunto padre adoptivo del joven enamorado y al mismo tiempo padre de las dos

85
Literatura latina

muchachas. Lingüísticamente atractivos son los fragmentos en lengua púnica; los


personajes son representados con finura y humanidad menandrea.
 Pseudolus, es una comedia de intriga fresca y viva. El genial esclavo Pseudolo, se
distingue de los otros esclavos plautinos por su locuacidad y su desvergüenza. La obra
trata de conseguir, por medio de engaños, de un lenón a la joven enamorada para su
amo.
 Rudens, un naufragio arroja al lenón Labrax y a dos muchachas sobre la costa africana,
en las cercanías de Cirene. La casualidad hace que sea el cercano templo de Venus el
lugar de cita fijado con el amante de una de las muchachas. Éstas escapan del lenón
refugiándose en el templo, y con la ayuda de un esclavo se ponen en contacto con el
enamorado. Gracia a un ciudadano distinguido son arrebatadas al lenón, y gracias a los
objetos recuperados del naufragio, los objetos de reconocimiento, se descubre que la
joven enamorada es en realidad hija del ciudadano distinguido que la ayudó a ella y a
su compañera.
 Stichus, es una comedia sin intriga que debe su comicidad principalmente al papel del
parásito. Dos hermanos regresan junto a sus esposas después de una larga temporada
debido a una bancarrota. El padre de ellas ya estaba pensando en volver a casarlas,
pero se deja convencer por las riquezas recientemente adquiridas por los yernos. Hay
un banquete festivo, en el que no puede participar el parásito, debido a que él
contribuyó a la bancarrota con su voracidad. Hay también un banquete de los esclavos.
 Trinummus, es un drama de familia con un tono de fondo moralizante. Lesbónico lleva
una vida desordenada hasta el regreso de su padre, en ese momento no conviene que
se sepa que su hacienda ha sido malgastada. El inocente engaño que trama con su
amigo es descubierto, pero ellos son personados con la condición de que se case
Lesbónico inmediatamente.
 Truculentus, es una desordenada y ruda comedia de intriga que gira en torno al
personaje de la hetera Fronesia, que con bajas maquinaciones trata ésta de despojar a
tres amantes al mismo tiempo.
 Vidularia, llega a nosotros gravemente mutilada, debía parecerse al Rudens: el joven
náufrago Nicodemo es recogido por un anciano pescador y trabaja como jornalero en
la casa de su vecino Dinia. Otro pescador saca del mar el baúl del náufrago; de este

86
Literatura latina

modo Nicodemo recupera su bienestar, y gracias a los objetos del baúl Dinia reconoce
en Nicodemo al hijo que le había raptado mucho tiempo antes.

Publio Terencio Afer (194 – 159 a. C.)


Fue otro autor que cultivó la palliata. De Terencio se conoce su biografía gracias a
Suetonio, que presenta las ideas de su autor, las noticias y pareceres de romanos de
diversas épocas, y un detallado comentario de cinco comedias (del siglo IV) elaborado por
Elio Donato.
Suetonio comienza exponiendo el nombre completo del autor Publio Terencio Afer, su
patria Cartago, aunque su nombre indica de África, no de Cartago, su condición de esclavo
del senador Terencio Lucano, del que recibe el nombre, quien después de haberle procurado
una educación esmerada, le concedió la libertad. También narra la amistad que poseía con
varios personajes ilustres de Roma, especialmente con Escipión Africano y Gayo Lelio, lo que
provocó comentarios desfavorables, ya que para alguno la consiguió por su belleza corporal.
Escribió seis comedias: Andria, Hecyra (“La suegra”), Heaotontimorumenos (“El
torturador de sí mismo”), el Eunuchus, Phormio, y el Adelphoe. Se ignoran cuantas obras
compuso, ya que la Antigüedad sólo conoció las seis obras que hoy se poseen. Dos de las
obras son adaptaciones de Apolodoro de Caristo y las otras cuatro de Menandro. Sus
diferencias sólo se notan en la estructuración, por ejemplo si Apolodoro presenta a los
esclavos que hablaban entre sí sobre sus amos, Menandro deja la exposición a cargo de un
personaje principal, revelando con esto al mismo tiempo su carácter. Tras la breve escena de
diálogo sigue el ordinario prólogo de alguna divinidad, al cual corresponde la parte principal
de la exposición. Terencio prefiere presentar el prólogo en forma dialogada más que en
monólogo, salvo el caso de Adelphoe.
Emprendió una gira por Grecia donde murió en el 159, a los 35 años de edad, dejó una
herencia de 20 huebras de tierra y una hija que un caballero romano tomaría más tarde por
esposa. Las noticias de su muerte merecen poca fe. Suetonio dice que fue a causa de un
naufragio, para otras se salvó de éste pero perdiendo sus nuevas adaptaciones de las piezas
de Menandro, lo que le produjo un pesar tal que lo llevó a la muerte.

87
Literatura latina

Terencio resultaba ser poco popular para el gran público y tampoco era
suficientemente riguroso para el criterio de los literatos, así le echaron en cara la
contaminación de sus obras y el plagio, además de colaboraciones externas. Pero él trataba
de afirmar su personalidad como artista, y al mismo tiempo tenía un serio propósito de
enfrentarse con Menandro y de esforzarse en lo posible por asimilarse su espíritu, por eso
marchó a Grecia, con el fin de conocer por sí mismo la vida griega y rastrear comedias de
Menandro desconocidas en Roma.

L. Annaeus Seneca
El Filósofo, hijo del Retórico, es el único autor del que se conservan tragedias enteras.
Sus padres proceden de Córdoba, la Bética, probablemente colonos antiguos. Los viajes a
Roma de su padre Séneca, del orden ecuestre, fueron frecuentes. En uno de ellos lo
acompañó su cuñada y su hijo que ya se quedará para siempre en Roma. Se desconocen
datos fundamentales como la fecha de su nacimiento, aunque por ciertas noticias se suele
colocar en torno al año 1 d. C. Fue enviado, como todo hijo de familia acomodada, al
grammaticus y después, seguramente a la escuela de rétor. Siguió estudios filosóficos con
Sotión, cuyas doctrinas estoico-pitagóricas abandonó por consejo de su padre ante el peligro
de que se malinterpretaran como supersticiosas en torno al 19 d. C. Recibió mayor influjo de
Atalo, filósofo estoico, al que menciona en sus epístolas, así como de la escuela de los
Sestios.
De salud frágil desde la adolescencia, marchó a Egipto con su tía, casada con el
gobernador del lugar, buscando un clima adecuado. Probablemente vivió allí durante cinco
años. No se sabe nada de él hasta que en el 39 se constata su presencia en el Senado.
Los datos que se conservan sobre su vida son abundantes a partir del 41 d. C., año de
su destierro a Córcega, bajo el gobierno de Claudio, dándose como pretexto sus relaciones
adúlteras con un miembro de la familia imperial. Por esta época su padre había muerto y él
se había casado y perdido un hijo. En Córcega permanece durante ocho años entregado a la
lectura y escritura. Es llamado del exilio por Agripina para que se encargara de la educación
de Nerón, transformándose así en praeceptor del futuro emperador, período durante el cual
desempeña la pretura. La muerte de Claudio (54) y la subida al trono de Nerón, supone el
encumbramiento de Séneca a la categoría de amicus del emperador, cargo no oficial que

88
Literatura latina

implica una influencia determinante en la actuación del soberano. Comparte influencia con
él Burro, que ocupaba la prefectura del pretorio. Esta etapa de influencia se prolonga hasta
la muerte de Burro (62), etapa (41-62) en la que Séneca observa el asesinato de diversos
miembros de la familia imperial. Pero a partir de aquí comienza el alejamiento de Nerón,
hasta que en el 65 es acusado de colaborador de la conjura de Pisón y se le ofrece la
posibilidad del suicidio, para escapara a otro tipo de represalias.
Séneca vivió el final del reinado de Augusto, el de tiberio, Calígula y Claudio, muriendo
tres años antes de la muerte de Nerón.
Sobre su obra hay que decir que se puede dividir en textos en prosa y textos en versos.
Las obras en prosa pertenecen casi en su totalidad a la filosofía moral práctica. Se conocen
bastantes títulos de obras perdidas, pero entre la conservada están los llamados Dialogi por
la tradición manuscrita: De providentia, De constantia sapientis, De ira, Consolatio ad
Marciam, De vita beata, De tranquillitate animi, De brevitate vitae, De otio, Consolatio ad
Polybium, Consolatio ad Helviam. Naturales Quaestiones, De beneficiis, De clementia. Estas
obras tienen como característica el llamado adversario ficticio, de ahí el nombre de Dialogi. Y
fuera de los diálogos: Epistulae morales ad Lucilium, aunque también utiliza el recurso del
adversario.
Séneca también escribió en prosa una sátira prosimétrica con ocasión de la muerte y
divinización del emperador Claudio, quien le había condenado al exilio. De ahí el sentimiento
de venganza para escribir una sátira personal contra el emperador muerto. Esta obra,
Apocolocyntosis36, es una obra compleja, cuyo título ya plantea problemas. Éste fue
transmitido por Dión Casio que nos da pistas de que el término es una formación analógica
sobre Apotheosis, que venía a significar la conversión, no en un dios ( ), sino en una
calabaza ( ), pero como en la obra no se produce esta metamorfosis, es claro que
este término debía ser una metáfora que no podemos comprender. La obra se dedica a
cancelar la de Claudio.
La transmisión de las únicas tragedias romanas que se conocen directamente se ha
realizado a través de dos vías manuscritas diferentes (el códice Etruscus –E– del siglo XI, y
una familia –A– compuesto por unos 300 manuscritos no anteriores del siglo XIII)
divergentes en cuanto al número, título y ordenamiento de las obras que contienen, y sin

36
En griego sería

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Literatura latina

que aparezca ningún comentario sobre su fecha de representación, lista de personajes, etc.
Las tragedias conservadas son nueve: Hercules Furens, Troades, Phoenissae, Medea,
Phoedra, Oedipus, Agamemnon, Thyestes y Hercules Oetaeus. También aparece una
praetexta titulada Octavia.
Entre los recursos dramáticos tópicos de la tragedia de los que Séneca hace uso se
encuentra la nodriza, confidente que se enfrenta verbalmente con el protagonista en las
escenas de convencimiento, donde el personaje principal expone su estos de ánimo o sus
intenciones, a continuación la nodriza (o similar) intenta disuadirlo, hay una disputa y se
cierra con la confirmación de las intenciones iniciales del protagonista y la consecución de un
ayudante para sus planes. Otro recurso es el mensajero que narra los acontecimientos que
suceden fuera de escena.
Aunque a menudo se ha acusado a Séneca de falta de gusto y medida, llevado por el
deseo de conseguir el mayor efecto posible, las tragedias son una creación original con
pasajes de auténtica belleza lírica y descriptiva, especialmente en las partes corales, que han
influenciado bastante en el drama europeo hasta que aparecen autores como Shakespeare,
aunque pos sus contemporáneos fueron silenciadas.

90
Literatura latina

TEXTOS DE TEATRO
Aulularia de Plauto

EUCLIÓN: ¡Fuera, digo, hala, fuera, afuera contigo, maldición!, ¡mirona, más que mirona, con
esos ojos de arrebañadera!
ESTÁFILA: Pero, ¿por qué me pegas? ¡Desgraciada de mí!
EUCLIÓN: ¿Que por qué te pego, desgraciada? Pues para que lo seas de verdad y para que
lleves una vejez tal como te la mereces, de mala que eres.
ESTÁFILA: Pero, ¿por qué me echas ahora de casa?
EUCLIÓN: ¿A ti te voy a tener que dar yo cuentas, cosechera de palos? ¡Allí, retírate de la
puerta! ¡Mira qué manera de moverse! ¿Pues sabes lo que te espera?
¡Maldición! ¡Como llegue a echar mano de un palo o de un látigo, verás cómo te alargo esos
pasitos de tortuga!
ESTÁFILA: ¡Mejor preferiría verme en la horca que no tener que servir en tu casa en esta
forma!
EUCLIÓN: ¡Mira cómo rezonga para sus adentros, la maldita! Los ojos te voy a sacar,
malvada, para que no puedas andar espiando lo que hago. Retírate más, un poco más…
Aulularia, I, 1(40 - 55).

EUCLIÓN: Los dioses te guarden, Megadoro.


MEGADORO: ¿Qué? ¿Cómo estás? ¿A satisfacción?
EUCLIÓN: Es una cosa de temer que un rico salude a un pobre tan afectuosamente. Este ya
está enterado de que tengo oro en casa, por eso me saluda tan cariñosamente.
MEGADORO: ¿Qué dices? ¿Estás bien?
EUCLIÓN: Por Pólux, no muy bien de dinero.
MEGADORO: Por Pólux que si tu ánimo está satisfecho, tienes de sobra con qué vivir a gusto.
EUCLIÓN: La vieja le ha dado a éste el aviso del oro, por Hércules. Está muy claro. A ésa yo en
casa le arranco la lengua y le saco los ojos.
MEGADORO: ¿Qué andas farfullando tú solo?
EUCLIÓN: Me lamento de mi pobreza. Tengo una muchacha talludita, sin dote e incasable.
No la puedo casar con nadie.

91
Literatura latina

MEGADORO: Calla, ten buen ánimo, Euclión, se te dará. Te ayudaré. Anda, di, si necesitas
algo, pídemelo.
Aulularia, II, 2 (183 - 193).

MEGADORO: Dime ¿Cuál crees que es mi alcurnia?


EUCLIÓN: Excelente
MEGADORO: ¿Y mi crédito?
EUCLIÓN: Excelente
MEGADORO: ¿Y mi conducta?
EUCLIÓN: Ni mala ni buena
MEGADORO: ¿Sabes mi edad?
EUCLIÓN: Sé que es mucha, como tu dinero.
MEGADORO: Por Pólux que siempre pensé y sigo pensando que tú eres un hombre sin
malicia alguna.
EUCLIÓN: Éste se huele el oro ¿Qué me quieres, pues?
MEGADORO: Ya que tú sabes cómo soy yo y yo cómo eres tú, ojalá sea para bien mío y tuyo
y de tu hija. Te pido a tu hija en matrimonio. Prométeme que así será.
EUCLIÓN: Ay, Megadoro, tu comportamiento no es decente. Te ríes de un pobretón que no
ha cometido tropelía alguna ni contra ti ni contra los tuyos, pues ni de palabra ni de obra he
merecido de ti tal proceder.
MEGADORO: Ni he venido a burlarme de ti ni me burlo y lo creo una indignidad.
Aulularia, II, 2 (212 - 223).

EUCLIÓN: Ven para acá ¿a dónde vas? ¡Sujetadle, sujetadle!


CONGRIÓN: ¿A qué vienen esos gritos, loco?
EUCLIÓN: Vienen a que voy a dar cuenta de ti a la policía.
CONGRIÓN: ¿Pero por qué?
EUCLIÓN: Porque tienes un cuchillo.
CONGRIÓN: Como debe un cocinero.
EUCLIÓN: ¿Y por qué me has amenazado?
CONGRIÓN: En lo que he hecho mal es en no haberte atravesado el costado.

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Literatura latina

EUCLIÓN: No hay en el mundo otro sinvergüenza igual ni nadie a quien con más gusto le
haría daño aposta.
CONGRIÓN: ¡Ja!, aunque no dijeras nada, bien clara está la cosa, los hechos cantan, que me
has puesto más blando que unos zorros a fuerza de palos. ¿Pero es que tienes tú que
ponerme la mano encima, tío pordiosero?
EUCLIÓN: ¿Cómo? ¿Encima lo preguntas? ¿Quizá porque todavía me he quedado corto?
CONGRIÓN: Deja, que te va a costar caro, si es que puedo dar señales de mí.
Aulularia, III, 2 (415 - 425).

Anfitrión de Plauto

JÚPITER.- Adiós, Alcmena; continúa cuidando bien nuestra casa; te ruego que te cuides, pues
ya se aproxima el tiempo de dar a luz. Yo tengo que irme; pero encárgate tú de recibir por mí
lo que naciere.
ALCMENA.- ¿Por qué, esposo mío, te vas tan precipitadamente de casa?
JÚP.- No es que me canse de ti ni de la casa, sino que, cuando un general no está con su
ejército, inmediatamente ocurre lo que no debiera ocurrir.
MERCURIO.- (Aparte) ¡Qué hábilmente finge mi digno padre! Fíjense con qué dulzura la
embelesa.
ALC.- Bien veo por experiencia cuánto estimas a tu mujer.
JÚP.- ¿Tendrás bastante si sabes que a ninguna amo como a ti?
MERC.- (Aparte y mirando al cielo) Como la otra [Juno] supiese en qué te ocupas más te
valdría ser Anfitrión que Júpiter.
ALC.- Preferiría que me lo demostraras con obras y no con palabras. Te vas antes de que se
haya enfriado el lecho en que te acostaste. Llegas ayer a medianoche, y ya te marchas.
¿Cómo habré de quedar contenta?
Amphitruo, I, 3 (499 – 514).

ANFITRIÓN.- No me respondas fuera de lo que te pregunto. Dime, en primer lugar, quién es


ese Sosia.
SOSIA.- Tu siervo.

93
Literatura latina

AN.- Solo contigo tengo ya bastante, y aun me sobra; no recuerdo haber tenido jamás otro
siervo que se llamara Sosia.
SO.- Te digo, Anfitrión, que te he de enseñar otro Sosia, también siervo tuyo, cuando
lleguemos a casa; es hijo de Davo, lo mismo que yo, con la misma figura y edad que yo
tengo. ¿Y para qué más palabras? El Sosia que tenías se ha hecho doble.
AN.- Bien extraño es todo esto. Pero ¿has visto a mi esposa?
SO.-No me han dejado entrar en casa.
AN.- ¿Quién te lo impidió?
SO.- Aquel Sosia de quien te hablo, el que me molió a golpes.
AN.- ¿Quién es ese Sosia?
SO.- Yo mismo. ¿Cuántas veces te lo voy a decir?
Amphitruo, II, 1 (608 – 619).

ANFITRIÓN: ¡Anfitrión gozoso saluda a su amantísima esposa, a la que todo tebano juzga la
más afortunada! ¿Cómo te encuentras? ¿A que estabas esperando mi llegada? ¡No sabes
cuánto me alegra verte ya tan avanzada y lo bien que te sienta el embarazo!
ALCMENA: ¡Pero, bueno! ¿A qué viene todo esto? ¡Ni que no me vieras desde años y
regresaras ahora de la guerra!
ANFITRIÓN: ¡Por supuesto! ¡No he podido verte nunca antes de hoy!
ALCMENA: ¡Vaya hombre! ¡Ahora lo niegas! ... ¿Creías que no iba a guardarte ausencias, eh?
¿A santo de qué regresas tan pronto? Sí, ya sé... «me había olvidado de hacer los auspicios»
¿o es que una tempestad te ha impedido zarpar hacia tus legiones? ¿Es que ya no te
preocupa que «digan de mí que me ocupo más de mi mujer que de la república», como
decías hace poco?
ANFITRIÓN: ¡Eh. eh, eh! ¿Cómo «hace poco»? ¿Cuándo ha sido ese «hace poco»?
ALCMENA: ¡Mira, no me provoques, ¿eh? no me provoques! ... Pues hace poco, ¡ahora
mismo!
ANFITRIÓN: ¡Imposible!... ¡Esto es imposible!... ¡No puede ser verdad lo que está
sucediendo! ¡Explícame eso de «hace poco» «ahora mismo»!
ALCMENA: ¡Ah!... Pero ¿Piensas que estoy tomándote el pelo como haces tú conmigo?
¡Fingir que viene por primera vez cuando se acaba de marchar! ¡Ay, Cástor eterno!
Amphitruo, II, 2 (676 – 695).

94
Literatura latina

Mercurio.- ¿Quién anda a la puerta?


Anfitrión.- ¡Soy yo!
Mercurio.- ¿Qué es eso de que ‘soy yo’?
Anfitrión.- ¡Hombre, pues soy yo!
Mercurio.- ¡Que la ira de Júpiter y la de todos los dioses caiga contra ti como toques de
nuevo la puerta!
Anfitrión.- ¡Ah, sí!... ¿Y cómo?
Mercurio.- Con un bofetón que te desgracie para toda la vida…
Anfitrión.- ¡Sosias!
Mercurio.- ¡Claro que soy Sosias!... ¿Piensas que no sé cómo me llamo?... ¿Qué quieres a
estas horas?
Anfitrión.- ¡Si serás hijo de mala madre!... ¡Y todavía que qué quiero!... ¿Y eres precisamente
tú quien me lo pregunta!
Mercurio.- ¡Naturalmente que lo pregunto!... Por poco no desencajas la puerta, pedazo de
idiota… ¿Es que piensas que las ponemos a cuenta de Hacienda? Pero… ¿Por qué me miras
así, ‘pasmao’?... ¿Qué se te ha perdido por aquí a estas horas?... Pero, bueno… ¿Tú quién
eres?
Amphitruo, IV, 2 (1021 – 1028).

Miles Gloriosus de Plauto

ESCELEDRO: ¿Te parece dudoso que ésta sea ella?


PALESTRION: Ella parece.
ESCELEDRO: Acerquémonos, llamémosla. ¡Eh! ¿qué hay, Filocomasia? ¿Qué se te ha perdido
en esa casa? ¿Qué haces? ¿Por qué callas ahora? Estoy hablando contigo.
PALESTRION: ¡Por Pólux!, más bien hablas contigo, pues ella nada responde.
ESCELEDRO: A ti te hablo, viciosa y desvergonzada, que vas rondando a los vecinos.
FILOCOMASIA: ¿Con quién pretendes tú hablar?
ESCELEDRO: ¿Con quién sino contigo?
FILOCOMASIA: ¿Quién eres tú, o qué relación tienes conmigo?
ESCELEDRO: ¿A mí me preguntas quién soy, eh?

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Literatura latina

FILOCOMASIA: Quienquiera que seas, para mí eres odioso; no sólo tú sino también ése.
Miles gloriosus.

PALESTRIÓN ¿Qué me dices, Esceledro?


ESCELEDRO: Estoy pendiente de aquí; tengo oídos, di lo que quieras.
PALESTRIÓN: Creo yo que en esa posición vas a acabar fuera de los muros, cuando obtengas
el patíbulo, con los brazos en cruz.
ESCELEDRO: ¿Y por qué motivo?
PALESTRIÓN: Debes mirar hacia la izquierda: ¿quién es esa mujer?
ESCELEDRO: ¡Por los dioses inmortales! Ésa es sin duda la concubina del amo.
PALESTRIÓN: A mí también me lo parece, ¡por Pólux!
ESCELEDRO: ¿Qué quieres que haga?
PALESTRIÓN: Disponte a morir.
PHILOCOMASIA: ¿Dónde está ese buen esclavo que me calumnia, inocente de mí, con el
mayor oprobio?
PALESTRIÓN: Helo aquí; éste me dijo lo que te he dicho.
PHILOCOMASIA: ¿Tú dices haberme visto aquí al lado, desvergonzado, besándome?
PALESTRIÓN: Y con un jovencito desconocido, dijo.
ESCELEDRO: Pues lo he dicho, por Hércules.
FILOCOMASIA: ¿Y tú me has visto?
ESCELEDRO: Y por cierto, por Hércules, con estos ojos...
Miles gloriosus.

Curculio de Plauto

PALINURO.- De acuerdo; con mucho gusto.


FÉDROMO.- ¿Quieres callarte de una vez?
PALINURO.- ¿No me habías mandado que te interrumpiera?
FÉDROMO.- Pues ahora te lo prohibo. Como te estaba diciendo, tiene una esclava jovencita.
PALINURO.- Te refieres al lenón que vive en esta casa, ¿verdad?
FÉDROMO.- Lo has cogido bien.

96
Literatura latina

PALINURO.- Así no tendré miedo de que se me escape.


FÉDROMO.- Eres un pesado. Y quiere hacer de ella una cortesana. Ella se muere de amor por
mí. Pero yo no puedo prestarme a tal cosa.
PALINURO.- ¿Por qué?
FÉDROMO.- Porque ya soy todo suyo. La amo tanto como ella a mí.
PALINURO.- Mala cosa es un amor secreto: sólo trae la ruina.
FÉDROMO.- Por Hércules, que así es como dices.
PALINURO.-¿Y ya soporta el yugo?.
FÉDROMO.- Por mi parte es tan pura, como si fuera mi hermana, a no ser que unos besos
hayan mermado algo su pureza.
PALINURO.- No olvides que junto al humo siempre está el fuego. Y es cierto que el humo no
quema, pero el fuego sí. El que quiere comerse una nuez, primero rompe la cáscara. El que
quiere acostarse con su amiga, despeja el camino con besos.
Curculio.

97
Literatura latina

CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA


1. INTRODUCCIÓN
Las Islas Canarias han estado siempre presentes en el ánimo de quienes, en mundo
antiguo, trataban de otear el horizonte en busca de lo ignoto, del finis terrae. En esta
búsqueda, en medio de la nebulosa de los tiempos, realidad y mito historia y leyenda se
entremezclan y confunden.
Durante cientos de años, Canarias más que una realidad, fue una intuición de los
autores clásicos; poco a poco, intuición fue haciéndose realidad.

2. LAS ISLAS CANARIAS EN LA MITOLOGÍA GRIEGA


Características de las Islas Canarias y su predisposición al mito.
Canarias es una zona proclive a ser el centro donde se ubican mitos grecolatinos. A la
hora de ver estos mitos hay que tener en cuenta la imagen del mundo que poseían los
griegos. Su primera teoría era que la tierra fuera plana, antes de esta teoría la imagen del
mundo era la que Homero propuso que defendía una tierra plana rodeada por el río Océano,
de donde todos los ríos manantiales y fuentes se nutrían. A partir de ésta se expusieron
otras como la de Anaximandro, que realizó el primer mapa terrestre que sirvió de base para
que posteriormente Hecateo (siglo VI a. C.) lo tomara como referencia, mantiene que
Océano rodea la tierra e introduce Europa y Asia. Él decía que la tierra era cilíndrica 37, y en
una de sus caras viven los hombres. Para los pitagóricos la tierra era esférica, ellos decían
que el cosmos tenía que tener una determinada forma con una serie de características.
Asociaban las cosas a objetos geométricos siendo la esfera el objeto perfecto, por eso la
tierra tiene que ser esférica, razonamiento lógico. Heródoto se burlaba de la concepción
homérica. Con el paso del tiempo se dan cuenta de que el río Océano es un mar y por eso
amplían la zona terrestre.
¿Por qué se relacionan algunos mitos con las Islas Canarias? Por la propia naturaleza
del archipiélago, porque son islas montañosas situadas en los extremos del mundo38, lugares
propicios para localizar un mito. La existencia de estos mitos facilitó el descubrimiento de

37
Tres veces más larga que ancha.
38
Ya que para los helenos de la época a partir de las Canarias no había nada más sino el Océano, de ahí que los
latinos escribieran en las columnas que señalaban el final del mundo non plus ultra.

98
Literatura latina

América porque los griegos ubicaban en los confines del mundo lugares paradisíacos. Hay
que tener en cuenta que con el cristianismo los mitos clásicos son sustituidos por los
bíblicos, de ahí que muchos hayan situado el jardín de Edén en América.
Para un griego el occidente era por este orden Italia, España y las Columnas de
Heracles (Estrecho de Gibraltar). Bermejo dice que la Península Ibérica, en un determinado
momento, era considerada por los griegos como el límite del mundo conocido, pero al
aplicar el conocimiento del mundo y de la navegación llegaron hasta las Canarias y de ahí
que se desplazara el límite.
La especial naturaleza de las Islas Canarias ha propiciado que sean aptas para
engendrar mitos. Todo en ellas parece estar bajo los efectos del mito; su raza aborigen, sus
montañas, su flora y fauna, incluso hasta su propio nombre. Por otro lado, prácticamente no
hay Historia de Canarias que no contenga uno o varios capítulos referidos al mundo antiguo.
En ellos es frecuente encontrarse con una serie de tópicos, repetidos una y otra vez, Sin
apoyo documental serio que suelen iniciarse con el conocimiento homérico de estas islas y
terminar con la leyenda de San Brandan y su búsqueda del ansiado Paraíso, pasando por la
referencia a los fenicios, cartagineses, griegos y romanos que, según las noticias tuvieron
contacto con ellas desde el siglo V a. C., por lo menos.
Entre estos tópicos, está una serie de temas míticos grecolatinos que no suelen faltar
en las introducciones históricas a nuestro pasado: Campos Elíseos, Islas de los
Bienaventurados, Islas Afortunadas, y Jardín de las Hespérides, Atlántida, etc. Alguno de
ellos sigue todavía con absoluta vigencia.
Cabría preguntarse por qué tantos mitos en nuestro suelo. Quienes han estudiado el
fenómeno coinciden en señalar que hay tres lugares muy propicios para situar en ellos lo
extraordinario y mítico: las islas, las montañas y los "extremos” de la Tierra.
 La isla es un universo cerrado donde lo mítico existe por sí mismo fuera de las leyes
habituales. Por eso no es de extrañar que un pueblo tan rico en islas como el griego
haya creado una mitología insular tan abundante y que no se encuentra en ninguna
otra zona terrestre. La isla es siempre un lugar privilegiado para el acontecer de
fenómenos naturales, para el nacimiento de situaciones humanas inusuales o para el
desarrollo de lo exótico y milagroso. Y Canarias es un conjunto de islas.
 También las montañas son proclives a desarrollar en su entorno misterios y
fenómenos insólitos. La mayoría de las Islas Canarias son montañosas.
99
Literatura latina

 Los “finis terrae" o “extremos del mundo” son considerados siempre lugares
extraordinarios y míticos por lo que de desconocido encierran. Hasta el
descubrimiento de América en el siglo XV, Canarias era el extremo occidental del
mundo conocido.
Canarias por tanto, participa de estos tres aspectos: es terreno insular, es montañoso y
fue en su momento extremo del mundo; de ahí, pues, su predisposición al mito.

La occidentalización de los mitos griegos.


Los mitos clásicos referidos a Canarias suelen encuadrarse en lo que desde hace algún
tiempo viene llamándose “geografía mítica ", y la mayoría de mitos están relacionados con la
idea de los antiguos sobre el “locus amoenus”.
Nos interesa ceñirnos a la parte occidental de la Tierra por ser la zona en la que están
situadas nuestras islas. Como es sabido, para un griego antiguo el Occidente (Hesperia)
empezó siendo Italia, luego España y finalmente, lo exterior a las Columnas de Hércules (el
estrecho de Gibraltar), donde está situado al Archipiélago Canario. No están claras las
primeras noticias sobre la parte occidental del mundo, ya que en ellas se encuentran
íntimamente enlazadas las noticias míticas e históricas.
Los temas míticos como Campos Elíseos, Islas de los Bienaventurados y Atlántida
fueron situados por los griegos en el ámbito geográfico de la Península ibérica y su entorno
porque, en un determinado momento, constituyó para ellos el límite occidental del mundo.
Anteriormente, estos mismos mitos estuvieron situados en otras regiones del Mediterráneo,
más próximas a Grecia; pero al irse ampliando el ámbito del mundo conocido, fueron
desplazándose hacia Occidente. Ello fue debido al desarrollo de las navegaciones coloniales.
Finalmente se produce un desplazamiento hacia las Islas Atlánticas, y en concreto hacia las
islas Canarias.

3. MITOS ENTORNO A LAS ISLAS CANARIAS


Los mitos relacionados con nuestras Islas desde la Antigüedad hacen referencia a las
Columnas de Hércules, Geríon, Gorgonas, Amazonas, Campos Elíseos, Islas de los
Bienaventurados, Islas Afortunadas, Jardín de las Delicias y Jardín de las Hespérides y por
último a la Atlántida.

100
Literatura latina

 Columnas de Hércules (Heracles)


Según un mito Heracles tuvo que abrir el istmo que unía el norte de África con el sur
de Hispania y de aquí surgieron las llamadas columnas. Las columnas han sido designadas
como islas, terraplenes, montañas, ciudades y columnas según el autor que las tratase.
Terminaron siendo el símbolo del fin del mundo y por eso en la antigüedad fue muy popular
usar las llamadas columnas de Heracles que delimitaban el mundo, por eso había unas en
España, en la India, etc.
En una versión árabe se dice que los griegos tomaron esta idea de los fenicios ya que
ellos poseían las Columnas de Melkart39. Estrabón en el libro III de su Geografía, al hablar de
la Península Ibérica dice que eran pilares que pertenecían a un templo gaditano consagrado
a Heracles. Los que terminaban su navegación iban al templo y hacían sacrificios en honor
del héroe.
Un autor árabe del siglo X d.C., Masoudi, dice que donde se encuentra el
Mediterráneo y el Océano hay un faro de cobre y piedra en el que hay unas inscripciones y
una estatua que señala que más allá no hay nada (non plus ultra). Para Marcos Martínez esta
estatua es como la de Colón que señala el camino hacia el nuevo mundo, hacia América.

 GERIÓN, GORGONAS Y AMAZONAS

GERIÓN. Era un gigante de tres cabezas y tres cuerpos hasta la cintura, ya que hacia
las piernas sólo era un cuerpo. Vivía en la isla de Eritia 40, que estaba situada en el Océano,
más allá de las Columnas de Heracles, donde poseía muchos rebaños. Hesíodo hace la
primera versión de este mito.
Otra historia dice que era rey de España de cuya sangre brotó el árbol geroneo, que
produce la cereza sin pipa. Cronistas de Canarias también lo ubican en las Islas, pero el
holandés Schoo ha dicho, recientemente, que su nombre significa ‘hacerse oír’ o ‘el que
ruge’ e identifica al gigante con erupciones y volcanes, de ahí que se haya identificado a
Gerión con el Teide y su árbol con el drago y la saga de Gerión hay que hacerla derivar de
Tenerife. Pero la crítica coincide en ubicarlo en las profundidades de Cádiz.

39
Melkart era un dios parecido a Heracles, patrón de Tiro con un templo en la antigua Calir (Cádiz).
40
Eritea o Eritia.

101
Literatura latina

GORGONAS. Son monstruos femeninos. Hesíodo menciona tres: Esteno (la


poderosa), Euríale (la gran viajera) y Medusa (la reina). Son hijas de divinidades marinas que
vivían más allá del Océano en el límite de la noche, no lejos del país de Gerión y de las
Hespérides. Sus cabellos eran serpientes, poseían colmillos de jabalí, manos de bronce y de
sus ojos salía fuego. Diodoro Sícula en Biblioteca mítica las presenta como un pueblo
guerrero que vivía cerca del monte Atlas, que luchó contra las Amazonas y que fue vencido y
destruido por Heracles.
Es frecuente mencionar las islas de las Gorgonas frente al cabo de poniente. Plinio
dice que aquí estuvo el general Hannon cuando realizaba un viaje. Están llenas de hombres
salvajes con el cuerpo peludo llamados gorola. Algunos historiadores, como el francés Bory
de Saint las identifica con Cabo Verde. El belga Smitch las ubica en Canarias porque, según
él, en el mito se menciona a Fuerteventura.
AMAZONAS. Eran unas mujeres que mataban a los hombres, ya que sólo los
necesitaban para fecundarlas, reciben ese nombre porque se amputaban el pecho izquierdo
para sí tener un mejor tiro con el arco. Eran unas buenas jinetes y guerreras. Este tema
aparece en la Ilíada, ya que ayudaron a los troyanos. Alejandro Magno se entrevistó con su
reina. A ellas se las ubica en los límites del mundo al nordeste de África o norte de los
escitas. Se relaciona con Canarias a partir de los datos proporcionados por Diodoro Sículo y
de una leyenda celta que habla de una isla de mujeres o una isla feliz.

 Campos Elíseos
Los Campos Elíseos y las Islas de los Bienaventurados aluden a un mismo concepto: al
lugar de residencia de determinados héroes y almas después de la muerte. Este es uno de
los tópicos que más relación van a tener con nuestras islas.
El Elíseo como lugar de retiro confortable en el que se suponía que gozaba de absoluta
felicidad todo aquel que lo habitase, que no llegaba la muerte y que no estaría situado ni en
el Hades ni en el Olimpo, sino en una región de la superficie de la tierra, hace su aparición en
la literatura occidental con Homero (en la Odisea).
Se ha utilizado esta expresión como morada de héroes (Menelao, Aquiles...), como
residencia de almas piadosas y justas, como "locus amoenus’ o pasaje ideal (de ahí la
conexión con nuestras islas).

102
Literatura latina

En el primer texto griego en que aparecen citados, los Campos Elíseos se ubican de
forma vaga e indefinida “en el extremo de la tierra’, en medio de las aguas del Océano. Esta
vaguedad del texto homérico motivó desde el principio toda clase de elucubraciones sobre
su localización. Los principales emplazamientos en los que se situaron fueron en Grecia,
Egipto, Occidente, la Luna y en las islas atlánticas. Algunos ven en este texto no sólo las
Canarias, sino también Madeira y Porto Santo.

 Islas de los Bienaventurados


Este es el otro concepto paralelo al anterior, entendido como lugar de residencia de
unos determinados héroes o almas justas. El concepto de Islas de los Bienaventurados es
uno de los temas escatológicos que más conexión han tenido con nuestro Archipiélago, ya
que la denominación de Islas Afortunadas, aún vigente, procede de él.
La primera aparición en la literatura occidental de la idea de unas”islas dichosas, felices
o afortunadas”, en las que residen héroes o almas, tiene lugar hacia la segunda mitad del
siglo VIII a. C., en “Los Trabajos y los Días” de Hesíodo. Ese pasaje está en el contexto de uno
de los mitos más conocidos en relación con el género humano: mito de las edades o mito de
la Edad de Oro.
La mayoría de los elementos característicos de esta primera edad feliz de la
Humanidad los veremos transferidos al tema de las Islas de los Bienaventurados. Después de
Hesíodo son numerosísimos los autores que nos hablan de personajes que residen en estas
islas: Platón, Apolodoro, Eurípides...
Hacia el siglo V a.C. se opera en Grecia un cambio de perspectiva en relación con el
tema: tiene lugar una nueva concepción sobre la vida en el Más Allá. Se introduce como
novedad la idea de que después de muerte hay premios y castigos: éstos por transgredir las
leyes divinas, aquellos basados en la idea de la transmigración de almas y sus sucesivas
purificaciones, lo que podría llevar a vivir en unas Islas de los Bienaventurados. Ahora no se
trata de héroes vivos, sino de personas después de su muerte.
Al igual que el mito de los Campos Elíseos, el de las Islas de los Bienaventurados
desarrolla también el motivo del “locus amoenus”, como puede apreciarse en Hesiodo.
Precisamente la descripción física de estas islas, con insistencia en los aspectos
naturales será una de las notas distintivas de las Islas de los Bienaventurados frente a

103
Literatura latina

Campos Elíseos. Las características de este tipo de islas son: clima de eterna primavera,
extraordinaria riqueza forestal, gran fertilidad natural, enorme riqueza animal,
superabundancia de aguas, gran cantidad de minerales, una vida sin fatigas ni trabajos,
exenta de enfermedades y de la vejez a veces con elementos extraordinarios como ríos de
leche, cosechas de pan...

 Islas Afortunadas
Hay algunos autores, en especial latinos, que citan unas islas atlánticas,
geográficamente situadas frente a la actual Mauritania, o a largo de la costa occidental
africana, que con cierta probabilidad puede referirse a cualquiera de los archipiélagos
atlánticos, como las Azores, Madeira, Canarias, Salvajes o Cabo Verde. Cualquiera de ellas, y
algunas no citadas, podría corresponder a las antiguas Islas Afortunadas citadas de las
fuentes antiguas.
El primer texto antiguo, y el más importante, y que con toda seguridad habla de
nuestras islas con la denominación de Afortunadas, es el de Plinio, (Historia Natural. VI, 199-
205.)Aquí tenemos la mención de algunas de ellas, como Junonia, Pluvialia, Capraria,
Ninguaria, Canaria, Ombrios, Convallis....A partir de entonces, muchos autores citan las islas
y la característica de todos ellos es la desfiguración que van sufriendo los nombres de cada
una de las islas hasta el punto de multiplicarse en relación con la primera serie ofrecida por
Plinio.
También es necesario incluir la posibilidad de que personajes de la historia hayan
podido venir por estos parajes. En general son tres las figuras que se suponen han venido a
estos lugares:
 El almirante cartaginés Hannón, que hacia el 460 a.C. habría realizado un periplo
por la costa atlántica africana.
 El romano Sertorio, que quiso retirarse a un lugar donde pudiera vivir en paz,
lejos de las guerras civiles.
 Las expediciones de Juba, rey de Mauritania.

104
Literatura latina

 Jardín de las Hespérides y Jardín de las Delicias


Se conoce con el nombre de Hespérides a las descendientes de Héspero, el lucero
vespertino, por lo que su nombre viene a significar “las Occidentales”. En la mitología griega
aparecen sobre todo como cuidadoras del famoso “Jardín de las Hespérides”. En definitiva
se trata de uno de tantos jardines míticos que podemos encontrar en la literatura antigua, y
sobre todo, el llamado Jardín de las Delicias.
Desde los poemas de Homero encontramos en Grecia una tradición ininterrumpida
referida a este tipo de jardines: hay toda una larga tradición de jardines de dioses, de
musas... en el que hay que enmarcar el Jardín de las Hespérides. Se trata de un jardín de los
dioses, muy ligado a las bodas de Zeus y Hera, donde se encuentran las manzanas de oro,
custodiadas por unas ninfas y un dragón, y donde se localiza también un árbol de la vida.
Este jardín aparece en uno de los Doce Trabajos de Hércules, a quien se le encomendó
ir a buscar las manzanas del Jardín de las Hespérides.
Asociado con este mito suele aparecer el de Atlas (hermano de Héspero) Los griegos y
romanos siempre conocieron mal la montaña africana que hoy conocernos corno Atlas. Se
suele relacionar a Atlas con Occidente.
Lo único que se puede decir de la localización de las Hespérides es que se trata de una
de las islas del Océano Atlántico, situadas frente a la costa Occidental de África, pero de
difícil identificación, ya que pueden referirse a cualquiera de las islas de esta parte atlántica
que se conoce hoy como Macaronesia (Azores, Madeira, Canarias, Salvajes, Cabo Verde...).
Este tema junto con el de la Atlántida, es uno de los que más se han puesto en
conexión con Canarias. Los argumentos que se esgrimen son siempre los mismos:
identificación del Atlas con el Teide, equiparación de las Hespérides con unas supuestas islas,
así llamadas, en el Océano Atlántico; localización del famoso jardín en alguno de los valles
canarios, casi siempre en la Orotava; identificación de las míticas manzanas con algún fruto
de estas tierras, como los nísperos...

 La Atlántida
Es un tema muy discutido y popular, ya que tiene como contenido la ancestral
aspiración de la humanidad a una tierra más feliz. Posiblemente no haya una leyenda más
misteriosa y romántica a la vez, que haya seducido la imaginación de tantas generaciones de

105
Literatura latina

hombres como la Atlántida. Es una leyenda que cuenta con casi veinticuatro siglos de
existencia porque las primeras noticias de ella nos las ofrece Platón que nos habla de una
gran isla llamada Atlántida, más grande que Asia y Libia juntas, situada al otro lado de las
Columnas de Hércules, habitada por un pueblo poderoso y guerrero, que en un momento
dado invadió Europa y fue derrotado por los griegos al mando de los atenienses. Luego la isla
desapareció como consecuencia de un gran seísmo y fue tragada por el mar.
La teoría de la localización en el Atlántico ha sido sustentada con geólogos eminentes,
quienes han dado el nombre de la Atlántida a un hipotético continente que en sus tiempos
habría ocupado el Atlántico Norte del que quedarían como testigos las islas Azores, Madeira,
Canarias y Cabo Verde. Esta teoría se apoya en la naturaleza de los sedimentos paleozoicos y
en la distribución geográfica de los animales y plantas actuales y extinguidas. Han sido
también muchos historiadores canarios que han creído en una Atlántida canaria. Pero la
verdad que sólo es un mito.
Esta leyenda tiene XXIV siglo de antigüedad, ya que la primera vez que se menciona es
con Platón, ya que él hace referencia a este mito en dos obras suyas en el Timeo y Critias.
Desde que esta historia fue contada se han realizado diferentes reinterpretaciones, pero
destacan dos posturas principales; por un lado los que creen que el relato es una invención
de Platón y por lo tanto niegan su existencia; y por otro, los que creen su veracidad e
intentan resolver su enigma. Otras posturas son por ejemplo los que creen en la historicidad
del relato, es decir, una base real deformada por el paso del tiempo; o los que creen que es
una recopilación de leyendas y hechos históricos de distintos pueblos y épocas; los que la
identifican con América; o los que creen que Platón se lo inventó para exponer a la sociedad
su ciudad ideal.
Este tema despertó un gran interés en el mundo clásico ya que existen diversos
comentarios. Para Aristóteles fue una invención de Platón y para quitársela de encima tuvo
que hundirla. Para Crautor el relato era pura historia. Plinio habla de una Insula Atlantis.
Diodoro Sículo asocia a los atlantes con otros pueblos mitológicos como amazonas y
gorgonas. Plutarco en la Vida de Solón cuenta que Solón tenía la intención de escribir una
obra dedicada a contar la historia de la Atlántida y no lo hizo porque murió. En la Edad
Media también se sigue utilizando este mito.
Ha habido muchas teorías sobre la existencia de la Atlántida y cada uno de los
argumentos venía determinado por la formación del estudioso; para el geólogo, existe

106
Literatura latina

porque entre África y América hay islas volcánicas que se pueden tratar de restos de un
continente hundido. Para el zoólogo existe porque la fauna de las islas son muy parecidas, y
esto es sólo explicable si todas estas islas estuvieran juntas formando un continente. Para el
botánico existe porque hay plantas muy parecidas en todas las islas que formaría los restos
del continente. Para los antropólogos y etnólogos existe ya que los guanches serían los
descendientes de los atlantes. Los filólogos recurren al parecido entre las lenguas amerindias
y europeas, por ejemplo para los aztecas y los pueblos de América del Norte atl- significa
‘agua’, de ahí que la Atlántida fuera el ‘país en medio del agua’.
Hay dos tipos de atlantes:
 Pueblo que vive en las faldas del Atlas. No son cultos, no ricos, ni civilizados.
 Pueblo mítico de Platón. Diodoro Sículo dice que fue el primer pueblo al que
se enfrentaron las Amazonas siendo derrotadas. Era el país-cuna de los dioses.

 San Borondón
Se ha defendido que tanto en la literatura griega como en la latina hay tres paraísos:
paraíso pasado, edad de oro; paraíso futuro, el más allá, el mundo mejor, la utopía; y el
paraíso presente, situado en el Atlántico asociado con el final del mundo. También, en otras
culturas, hay referencia de otros paraísos paraíso del Génesis; al de los hindúes 41; al de los
budistas42; en China, la Isla de los Inmortales; para la cultura Azteca, Taplayán, etc. El paraíso
se ha intentado ubicar en tres zonas distintas: al este en el Génesis, al oeste para los griegos
y en el cielo, influencia de la teoría de que el cielo es un duplicado de la tierra. También se ha
intentado ver la relación del paraíso con las Islas Canarias a partir de un texto de Isidoro de
Sevilla donde relaciona las Canarias con el paraíso. Juan Regulo lo ha argumentado por la
aparición del drago en el cuadro del Bosco El jardín de las delicias. Pero la relación más
estrecha es la de la Isla de San Borondón, que parte de una leyenda celta sobre el monje San
Brandán43, autor de un inrama o libro de viaje titulado Vita sancti Brendani o Navigatio
sancti Brendani, donde narra su viaje en busca del paraíso.
La leyenda posee tres versiones. La más clásica cuenta que el monje irlandés Brandán
recibe la visita de san Barinto que le habla sobre el paraíso terrenal que ha visitado. Es por

41
Bandana.
42
Tierra de la felicidad.
43
Brandán o Brendán o Brendana > Borondón.

107
Literatura latina

esto por lo que el monje sale en su busca acompañado de catorce monjes. Después de
cuarenta años llega a una isla, la Isla de las Delicias, tras haber atravesado por otras islas
como la de los carneros, la de los pájaros,... En esta isla pasa siete años y luego se vuelve a su
monasterio. No se menciona la isla de San Brandán pero posteriormente sí, tanto que llega a
aparecer en los mapas hasta 1492. Muchos testigos han visto esta isla, que sólo se puede ver
con una serie de condiciones atmosféricas, en Canarias e incluso se han dibujado mapas de
ella. Se han hecho diversas expediciones siendo la última en 1721. De esta isla destaca su
carácter flotante44, el tema de isla-ballena (San Brandán arriba a una isla para repostar que
se hunde al encender el fuego de las fogatas. Este es un tema del folclore tradicional muy
importante en la India, la isla-pez, que se traga a los hombres pero la narración continúa
dentro del animal. Estas leyendas fueron muy conocidas en la Edad Media y en el ámbito del
Islam, ya que aparece en el cuento de Simbad el marino y en Las mil y unas noches) y la
naturaleza fantasmagórica que siempre motivó problema y controversia, ya que es un
espejismo lo que hace ver la isla, un caso parecido ocurre en Japón. El nombre que el monje
da a las islas que se va encontrando por el camino ha sido motivo para identificarlas con las
Canarias45, por ejemplo la isla de los pájaros con Gran Canaria, la isla de los bosques con la
Gomera, la isla de los frutos color rojo con La Palma, la isla pedregosa e infernal con
Tenerife46, la de los montes escarpados con Lanzarote,...
La segunda variante es muy parecida a la primera sólo se diferencia de ésta porque el
protagonista no es un monje irlandés sino gaélico y quien revela que existe la isla es un
ángel.
La tercera versión es sajona, en este caso San Brandán está leyendo un libro que
cuenta cosas fantásticas y por ese motivo lo quema, por eso es castigado por Dios que le
manda a realizar su propio libro escribiendo sus vivencias fantásticas personales.
Pero esta no es la única isla mística insertada en el folklore canario ya que también se
encuentra la Isla de la Manteca en la Gomera.

44
El tema no es una invención ya que para los griegos Delos fue errante, flotante hasta que Apolo la hizo cede de
su templo.
45
Teoría de Correa Calderón.
46
No hay que olvidar que Tenerife significa „Tierra de fuego‟.

108
Literatura latina

TEXTOS SOBRE CANARIAS EN LA ANTIGÜEDAD

109
Literatura latina

110
Literatura latina

111
Literatura latina

ÍNDICE
PÁGINA

La poesía épica ……………………………………………………………………………………………..………………. 1

Textos de poesía épica …………………………………………………………………………………….. 11

La poesía lírica …………………………………………………………………………………………………………….. 17

Textos de poesía lírica ……………………………………………………………………………………… 26

La historiografía …………………………………………………………………………………………………………… 34

Textos de historiografía …………………………………………………………………………………… 44

La oratoria …………………………………………………………………………………………………………………… 55

Textos de oratoria ……………………………………………………………………………………………. 69

El género dramático …………………………………………………………………………………………………….. 72

Textos de teatro ………………………………………………………………………………………………. 91

Canarias en la Antigüedad Clásica ……………………………………………………………………………….. 98

Textos de Canarias en la Antigüedad ……………………………………………………………… 109

112

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