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Confesión de Fe de Londres de 1689

La confesión Bautista

300 años

1680-1989

Edición de Aniversario

Publicada por

Iglesia Bautista Bereana

Río de Piedras, Puerto Rico

Iglesia Bautista de la Gracia AR

Calle Álamos No. 351

Colonia Ampliación Vicente Villada

Ciudad. Netzhualcoyotl,

Estado de México

C.P. 57710

Teléfono: (55) 5793-0216

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PREFACIO

En el año 1855, C.H. Spurgeon, el conocido pastor de lo que más tarde fue
llamado el “Tabernáculo Metropolitano” en Londres, Inglaterra, publicó de nuevo
la confesión de fe que ahora presentamos a las iglesias bautistas del mundo
hispano en este nuevo estilo, para celebrar el aniversario número 300 de esta
declaración de la fe.

Entre aquellas cosas que creemos firmemente es que no hay nada semejante a la
Biblia. Por eso no atribuimos autoridad alguna a esta confesión. De hecho, usted
puede ver en el primero capítulo de esta publicación que todas las doctrinas de
hombres deben decidirse por el veredicto bíblico. (Cáp. 1. par. 10)

A pesar de esto, hay quienes que menosprecian los documentos llamados


confesiones de fe. Otros dicen: “Cristo es nuestro credo”. Sin embargo, todo el
mundo sabe que en el momento en que decimos, “la Biblia dice tal o cual cosa, y
yo la creo”, ya hemos hecho una confesión de fe. Si algunos no creen en la
utilidad de escribir y publicar su confesión, respetamos su posición, si bien
diferimos. Por nuestra parte, convencidos de que los que quieren saber en que
creemos deben ser atendidos, estamos dispuestos pasar el trabajo e incurrir en
los gastos necesarios para cumplir con sus esperanzas.

En las siguientes líneas ofrecemos una traducción de parte del prefacio de la


primera edición de esta confesión de fe hecha en 1689, después de mucha
persecución. Dice así:

Hace muchos años que vimos la necesidad de publicar una confesión de nuestra
fe para informar y satisfacer a aquellos que no entendían nuestros propios, o que
tenían prejuicios contra estos debido a una presentación defectuosa de los
mismos. Esta primera confesión fue publicada cerca del año 1643 en el nombre
de 7 congregaciones que se reunían en Londres. Desde aquel entonces varias
ediciones han salido, cumpliendo con nuestro propósito básico. Más, por ahora es
difícil conseguir un ejemplar de esa confesión, si bien muchos han llegado a creer
nuestras doctrinas. Por lo tanto, consideramos como una necesidad el que todos
demos un testimonio unido al mundo de que aún nos adherimos a estos principios
usando como medio esta publicación que está en sus manos.

Aunque la sustancia de nuestras creencias es la misma, ustedes observarán que


hemos cambiado el método de expresar nuestra fe.

De ahí en adelante ellos explican que la razón por la cual publicaron su confesión
no fue solamente para mostrar su ortodoxia a aquellos que no creían en el
bautismo como los bautistas, sino también para tener un instrumento para la
instrucción y la edificación del pueblo de Dios. Por eso decidieron hacer una

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declaración más completa y exacta, aprovechándose de un plan que las iglesias
congregacionalistas habían usado cuando publicaron su confesión de fe (llamado
la “Savoy”), o sea, el de copiar la famosa Confesión de fe Westminster en
reconocida como la más exacta confesión de fe reformada debido a los años
dedicados a su preparación por los mejores ministros de Inglaterra y Escocia.

Los bautistas defendieron este proceder diciendo que así podrían mostrar al
mundo su acuerdo básico con todos los fundamentos de la fe protestante
reformada. También afirmaron que su propósito no era ser contenciosos o
divisivos sino andar en paz con sus hermanos en todas las doctrinas de la fe.

Compartimos los sentimientos de aquellos ministros que representaban más de


cien congregaciones y, animados por nuestros hermanos hispanos, que rechazan
el arminianismo en los países de Centro y Sudamérica, España, Estados Unidos,
República Dominicana y Puerto Rico, hemos publicado esta traducción. Nos
pareció bien seguir el plan de nuestros antepasados, por lo tanto, copiamos la
confesión de fe de Westminster intercalando aquellos cambios hechos por los
bautistas a través de los tiempos, utilizando para este propósito una traducción
hecha unos años atrás por el pastor David Surpless.

Terminamos esta breve introducción con una cita del pastor C. H. Spurgeon
hablando de esta confesión:

Este documento antiguo es un excelente resumen de aquellas cosas creídas entre


nosotros. Aceptamos el mismo no como una regla autoritativa, o como un código
de fe, sino como una ayuda en la controversia, una confirmación en la fe y un
medio de edificación en la justicia. En él los miembros de esta iglesia tendrán un
pequeño resumen doctrinal y por medio de las pruebas bíblicas allí contenidas
estarán preparados para dar una respuesta de la fe que hay en ellos.

Capítulo I

Las Santas Escrituras

1. Las Santas Escrituras son la única toda suficiente, segura e infalible regla
de conocimiento, fe y obediencia salvadoras (2 Ti. 3.15-17; Is. 8.20; Lc.
16.29, 31; Ef. 2.20). Aunque la luz de la naturaleza y las obras de
creación y de providencia manifiestan la bondad, sabiduría y poder de Dios,
de tal manera que los hombres quedan sin excusa, sin embargo, no son
suficientes para dar aquel conocimiento de Dios y de su voluntad que es
necesario para la salvación; (Ro. 1.19-21; Ro. 2.14-15; Sal. 19.1-3) por
lo que le agradó al Señor, en varios tiempos y de diversas maneras
revelarse a sí mismo y declarar su voluntad a su Iglesia, (He. 1.1) y
además para conservar y propagar mejor la verdad y para el mayor
consuelo y establecimiento de la Iglesia contra la corrupción de la carne y
la malicia de Satanás y del mundo, le agradó dejar esa revelación por

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escrito, por todo lo cual las Santas Escrituras son muy necesarias, y tanto
más cuanto que han cesado ya los modos anteriores por los cuales Dios
reveló su voluntad a su iglesia (Pr. 22.19-21; Ro. 15.4; 2 P 1.19-20)

2 Ti. 3.15-17 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te
pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra.
Is. 8.20 ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha
amanecido.
Lc. 16.29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos, 31 Mas
Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque
alguno se levantare de los muertos
Ef. 2.20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal
piedra del ángulo Jesucristo mismo,

Ro. 1.19-21 19 porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo
manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de
modo que no tienen excusa. 21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios,
ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue
entenebrecido.
Ro. 2.14-15 14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que
es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de la
ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles
sus razonamientos,
Sal. 19.1-3 1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. 2 Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. 3 No
hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz.

He. 1.1 En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó
a hacer y a enseñar,

Pr. 22.19-21 19 Para que tu confianza sea en Jehová, Te las he hecho saber hoy a ti
también. 20 ¿No te he escrito tres veces En consejos y en ciencia, 21 Para hacerte saber la
certidumbre de las palabras de verdad, A fin de que vuelvas a llevar palabras de verdad a los
que te enviaron?
Ro. 15.4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron,
a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.
2 P 1.19-20 19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en
estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el
lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna
profecía de la Escritura es de interpretación privada

2. Bajo el título de las Santas Escrituras o la palabra de Dios escrita, se


contienen todos los libros del Antiguo y Nuevo Testamento, y los cuales son
como sigue:

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Antiguo Testamento:
Génesis 1 Reyes Eclesiastés Abdías
Éxodo 2 Reyes Cantares Jonás
Levítico 1 Crónicas Isaías Miqueas
Números 2 Crónicas Jeremías Nahúm
Deuteronomio Esdras Lamentaciones Habacuc
Josué Nehemías Ezequiel Sofonías
Jueces Ester Daniel Hageo
Rut Job Oses Zacarías
1 Samuel Salmos Joel Malaquías
2 Samuel Proverbios Amos

Nuevo Testamento
Mateo Efesios Hebreos
Marcos Filipenses Santiago
Lucas Colosenses 1 Pedro
Juan 1 Tesalonicenses 2 Pedro
Hechos 2 Tesalonicenses 1 Juan
Romanos 1 Timoteo 2 Juan
1 Corintios 2 Timoteo 3 Juan
2 Corintios Tito Judas
Gálatas Filemón Apocalipsis

Todos estos fueron dados por inspiración de Dios para que sean la regla de
fe y vida (2 Ti. 3.16)

2 Ti. 3.16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia,

3. Los libros comúnmente titulados Apócrifos, por no ser de inspiración divina,


no deben formar parte del canon de las Santas Escrituras, y por lo tanto no
son de autoridad para la Iglesia de Dios, ni deben aceptarse ni usarse sino
de la misma manera que otros escritos humanos (Lc. 24.27, 44; Ro. 3.2).

Lc. 24.27, Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba
en todas las Escrituras lo que de él decían. 44 Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé,
estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en
la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
Ro. 3.2 Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la
palabra de Dios.

4. La autoridad de las Santas Escrituras, por la que ellas deben ser creídas y
obedecidas, no depende del testimonio de ningún hombre o iglesia, sino

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enteramente del de Dios (quien en sí mismo es la verdad), el autor de
ellas; y deben ser creídas porque son la palabra de Dios (2 P. 1.19-21; 2
Ti.3.16; 1 Ts. 2.13; 1Jn. 5.9).

2 P. 1.19-21 19 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en
estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el
lucero de la mañana salga en vuestros corazones; 20 entendiendo primero esto, que ninguna
profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por
voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo.
2 Ti.3.16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia,
1 Ts. 2.13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando
recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de
hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
1Jn. 5.9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de
reposo aquel día.

5. El testimonio de la Iglesia puede movernos a inducirnos a tener para las


Santas Escrituras una estimación alta y reverencial; a la vez el carácter
celestial del contenido de la Biblia, la eficacia de su doctrina, la majestad de
su estilo, la armonía de todas sus partes, el fin que se propone alcanzar en
todo el libro (que es el de dar toda gloria a Dios), el claro descubrimiento
que hace del único modo por el cual puede alcanzar la salvación el hombre,
la multitud incomparable de otras de sus excelencias y su entera
perfección, son todos argumentos por los cuales la Biblia demuestra
abundantemente que es la palabra de Dios. Sin embargo, nuestra
persuasión y completa seguridad de que su verdad es infalible y su
autoridad divina, provienen de la obra del Espíritu Santo, quien da
testimonio a nuestro corazón con la palabra divina y por medio de ella. (Jn.
16.13-14; 1 Co. 2.10-12; 1Jn 2.20; 27).

Jn. 16.13-14 13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad;
porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber
las cosas que habrán de venir. 14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará
saber.
1 Co. 2.10-12 10 Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu
todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. 11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas
del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de
Dios, sino el Espíritu de Dios. 12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido,
1Jn 2.20; 27 20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas. 27
Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de
que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas,

6. Todo el consejo de Dios tocante a todas las cosas necesarias para su propia
gloria y para la salvación, la fe y la vida del hombre, está expresamente
expuesto o implícitamente revelado en las Escrituras y, a esta revelación de
su voluntad, nada será añadido, ni por nuevas revelaciones del Espíritu, ni

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por las tradiciones de los hombres (2 Ti. 3.15-17; Ga. 1.8-9)
Sin embargo, confesamos que la iluminación interna del Espíritu de Dios es
necesaria para que las cosas reveladas en la palabra se entiendan de una
manera salvadora, (Jn.6.45; 1 Co. 2.9-12) y que hay algunas
circunstancias tocante al culto de Dios y al gobierno de la iglesia, comunes
a las acciones y sociedades humanas, que deben arreglarse conforme a la
luz de la naturaleza y de la prudencia cristiana, pero guardándose siempre
las reglas generales de la palabra (1 Co. 11.13-14; 1 Co. 14.26,40).

2 Ti. 3.15-17 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te
pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es
inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda
buena obra.
Ga. 1.8-9 8 Más si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio
diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también
ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
Jn.6.45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel
que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.
1 Co. 2.9-12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros?
Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún
obstáculo al evangelio de Cristo.
1 Co. 11.13-14 13 Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore a Dios sin
cubrirse la cabeza? 14 La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es deshonroso
dejarse crecer el cabello?
1 Co. 14.26, 40 26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros
tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo
para edificación. 40 pero hágase todo decentemente y con orden.

7. Las cosas contenidas en las escrituras, no son todas igualmente claras ni se


entienden con la misma facilidad por todos; (2 Pe.3.16) sin embargo, las
cosas que necesariamente deben saberse, creerse y guardarse para
conseguir la salvación, se proponen y se declaran en uno y otro lugar de las
Escrituras, de tal manera que no sólo los eruditos, sino aún los que no lo
son, pueden adquirir un conocimiento suficiente de tales cosas por el debido
uso de los medios ordinarios (Sal. 19.7; Sal. 119.130)

2 Pe.3.16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay
algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las
otras Escrituras, para su propia perdición.
Sal. 19.7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es
fiel, que hace sabio al sencillo.
Sal. 119.130 La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.

8. El Antiguo Testamento se escribió en hebreo (que era el idioma común del


pueblo de Dios antiguamente) (Ro. 3.2) y el Nuevo Testamento lo es en
griego (que en el tiempo en que fue escrito era el idioma más conocido
entre las naciones), porque en aquellas lenguas fueron inspirados

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directamente por Dios, y guardados puros en todos los siglos por su
cuidado y providencia especiales. Por esta razón debe apelarse finalmente a
los originales en estos idiomas en toda controversia (Is. 8.20) Como estos
idiomas originales no se conocen por todo el pueblo de Dios, el cual tiene el
derecho de poseer las Escrituras y tiene gran interés en ellas, a las que
según el mandamiento debe leer (Hech. 15.15) y escudriñar (Jn.5.39) en
el temor de Dios, se sigue que la Biblia debe traducirse a la lengua vulgar
de toda nación a donde sea llevada, (1Co.14.6,9,11,12,24,28) para que
morando abundantemente la palabra de Dios en todos, puedan adorarle de
una manera aceptable y para que por la paciencia y consolación de las
Escrituras tengan esperanza. (Col. 3.16; Ro.15.4)

Ro. 3.2 Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la
palabra de Dios.
Is. 8.20 ¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha
amanecido.
Hech. 15.15 Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:
Jn.5.39 Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida
eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
1Co.14.6 Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os
aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina? ,
9 Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se
entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire., 11 Pero si yo ignoro el valor de las
palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para
mí., 12 Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en
ellos para edificación de la iglesia, 24 Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o
indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado, 28 Y si no hay intérprete, calle en la
iglesia, y hable para sí mismo y para Dios.
Col. 3.16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y
exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al
Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
Ro.15.4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a
fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

9. La regla infalible para interpretar la Biblia, es la Biblia misma, y por tanto,


cuando hay dificultad respecto al sentido verdadero y pleno de un pasaje
cualquiera (cuyo significado no es múltiple, sino uno solo), éste se puede
buscar y establecer por otros pasajes que hablan con más claridad del
asunto (2 P. 1.20-21; Hch. 15.15-16)

2 P. 1.20-21 20 entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de


interpretación privada, 21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que
los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
Hch. 15.15-16 15 Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:
16 Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y repararé
sus ruinas, Y lo volveré a levantar,

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10. El Juez Supremo por el cual deben decidirse todas las controversias
religiosas, todos los decretos de los concilios, las opiniones de los hombres
antiguos, las doctrinas de hombres y de espíritus privados, y en cuya
sentencia debemos descansar, no es ningún otro más que el veredicto
bíblico dado por el Espíritu Santo. En tal veredicto descansa la fe. (Mt.
22.29-32; Ef. 2.20; Hech. 28.23)

Mt. 22.29-32 29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las
Escrituras y el poder de Dios. 30 Porque en la resurrección ni se casarán ni se darán en
casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo. 31 Pero respecto a la
resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: 32
Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos,
sino de vivos.
Ef. 2.20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal
piedra del ángulo Jesucristo mismo,
Hech. 28.23 Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales
les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles
acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.

Capítulo II

Dios y la Santa Trinidad

1. No hay sino un solo Dios, el único viviente y verdadero (1 Co. 8.4, 6; Dt.
6.4). Existe por sí mismo (Jer. 10.10; Is. 48.12) y es infinito en su ser y
perfecciones. Su esencia no puede ser comprendida. (Ex. 3.14) El es
espíritu purísimo, (Jn. 4.24) invisible, sin cuerpo, miembros o pasiones.
Solo es posee inmortalidad y habita en luz inaccesible; (1 Ti. 1.17; Dt.
4.15-16) quien es inmutable, (Mal. 3.6), inmenso, (1 R 8.27; Jer. 23.23-
24) eterno, (Sal. 90.2) incomprensible, todopoderoso, (Gn. 17.1) e infinito.
Es santo, (Is. 6.3) sabio, libre, absoluto, que hace todas las cosas según el
consejo de su propia voluntad (que es inmutable y justísima) (Sa. 115.3;
Is. 46.10) y para su propia gloria (Pr. 16.4; Ro. 11.36). También Dios es
amoroso, benigno y misericordioso, longánimo, abundante en bondad y
verdad, perdonando toda iniquidad, trasgresión y pecado, galardonador de
todos los que le buscan con diligencia, (Ex. 34.6-7, He.11.6) y sobre todo
muy justo y terrible en sus juicios, (Neh. 9.32-33) que odia todo pecado
(Sal. 5.5-6) y que de ninguna manera dará por inocente al culpable (Ex.
34.7, Nah. 1.2-3).

1 Co. 8.4 Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo
nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios., 6 para nosotros, sin embargo, sólo hay
un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor,
Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas, y nosotros por medio de él.
Dt. 6.4 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.
Jer. 10.10 Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira tiembla la
tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.
Is. 48.12 No llaméis conspiración a todas las cosas que este pueblo llama conspiración; ni

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temáis lo que ellos temen, ni tengáis miedo.
Ex. 3.14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de
Israel: YO SOY me envió a vosotros.
Jn. 4.24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que
adoren.
1 Ti. 1.17 Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea
honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Dt. 4.15 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que
Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; 16 para que no os corrompáis y hagáis para
vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra,
Mal. 3.6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
1 R 8.27 Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos
de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado?
Jer. 23.23 ¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? 24
¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová,
el cielo y la tierra?
Sal. 90.2 Antes que naciesen los montes Y formases la tierra y el mundo, Desde el siglo y
hasta el siglo, tú eres Dios.
Gn. 17.1 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo:
Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.
Sa. 115.3 Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho.
Is. 46.10 que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no
era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero;
Pr. 16.4 Todas las cosas ha hecho Jehová para sí mismo, Y aun al impío para el día malo.
Ro. 11.36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los
siglos. Amén.
Ex. 34.6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! Fuerte,
misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; 7 que guarda
misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún
modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y
sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
He.11.6 Cuando fijé en él los ojos, consideré y vi cuadrúpedos terrestres, y fieras, y reptiles,
y aves del cielo.
Neh. 9.32 Ahora pues, Dios nuestro, Dios grande, fuerte, temible, que guardas el pacto y
la misericordia, no sea tenido en poco delante de ti todo el sufrimiento que ha alcanzado a
nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros sacerdotes, a nuestros profetas, a nuestros
padres y a todo tu pueblo, desde los días de los reyes de Asiria hasta este día. 33 Pero tú eres
justo en todo lo que ha venido sobre nosotros; porque rectamente has hecho, mas nosotros
hemos hecho lo malo.
Sal. 5.5 Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador
abominará Jehová. 6 Más yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa;
Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.
Ex. 34.7 que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el
pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los
padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Nah. 1.2 Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se
venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. 3 Jehová es tardo para la ira y
grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el
torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies.

10
2. Dios posee en sí mismo y por sí mismo toda vida, (Jn. 5.26), gloria (Sal.
148.13), bondad (Sal. 119.68) y bienaventuranza; es suficiente en todo en
sí mismo y respecto a sí mismo, no teniendo necesidad de ninguna de las
criaturas que El ha hecho, ni derivando ninguna gloria de ellas (Job. 22.2-3)
sino que solamente manifiesta su propia gloria en ellas, por ellas, hacia
ellas y sobre ellas. El es la única fuente de todo ser, de quien, por quien y
para quien son todas las cosas, (Ro. 11.34-36) teniendo sobre ellas el más
soberano dominio, y, haciendo por ellas, para ellas y sobre ellas toda su
voluntad (Dn. 4.25; 34-35). Todas las cosas están abiertas y manifiestas
delante de su vista; (He. 4.13) su conocimiento es infinito, infalible e
independiente de toda criatura, de modo que para él no hay ninguna cosa
contingente o dudosa (Ez. 11.5; He. 15.18) Es santísimo en todos sus
consejos, en todas sus obras (Sal. 145.17) y en todos sus mandatos.
Siendo El creador de los hombres y los ángeles, éstos le deben a él toda
adoración (Ap. 5.12-14) servicio, obediencia y cualquier cosa que él pudiera
demandar de ellos.

Jn. 5.26 Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener
vida en sí mismo;
Sal. 148.13 Alabadle, sol y luna; Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas.
Sal. 119.68 Bueno eres tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos.
Job. 22.2 ¿Tiene contentamiento el Omnipotente en que tú seas justificado, O provecho de
que tú hagas perfectos tus caminos? 3 ¿Acaso te castiga, O viene a juicio contigo, a causa de
tu piedad?
Ro. 11.34 Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? 35 ¿O
quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? 36 Porque de él, y por él, y para
él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Dn. 4.25 Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y
con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás bañado; y
siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo tiene dominio en el reino de
los hombres, y que lo da a quien él quiere.; 34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé
mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que
vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. 35 Todos los
habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército
del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué
haces?
He. 4.13 Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin
letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.
Ez. 11.5 Y vino sobre mí el Espíritu de Jehová, y me dijo: Di: Así ha dicho Jehová: Así habéis
hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben a vuestro espíritu, yo las he entendido.
He. 15.18 Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.
Sal. 145.17 Justo es Jehová en todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras.
Ap. 5.12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las
riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. 13 Y a todo lo creado que
está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en
ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la
gloria y el poder, por los siglos de los siglos. 14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los

11
veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los
siglos.

3. La Divinidad se compone de tres personas: Dios Padre, Dios Hijo (o Verbo)


y Dios el Espíritu Santo (1 Jn. 5.7; Mt. 28.19; 2 Co. 13.14).
Son uno en sustancia, poder y eternidad. Cada uno es enteramente Dios,
pero a la vez Dios es uno e indivisible (Ex. 3.14; Jn. 14.11; 1 Co. 8.6). El
Padre no es de nadie, ni es engendrado ni procedente de nadie; el Hijo es
engendrado al eterno del Padre (Jn. 1.14, 18), y el Espíritu Santo procede
del Padre y del Hijo (Jn. 15.26; Ga. 4.6). Estas tres personas divinas,
siendo un solo Dios eterno, indivisible en su naturaleza y ser, son
distinguidos en las Escrituras por sus relaciones personales dentro de la
divinidad, y por la variedad de obras que efectúan. Su unidad triple (es
decir, la Trinidad) es la base esencial de nuestra comunión con Dios y del
consuelo que recibimos de nuestra confianza en El.

1 Jn. 5.7 Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu
Santo; y estos tres son uno.
Mt. 28.19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
2 Co. 13.14 La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu
Santo sean con todos vosotros. Amén.
Ex. 3.14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de
Israel: YO SOY me envió a vosotros.
Jn. 14.11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por
las mismas obras.
1 Co. 8.6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas
las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las
cosas, y nosotros por medio de él.
Jn. 1.14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria
como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 18 A Dios nadie le vio jamás; el
unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Jn. 15.26 Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de
verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Ga. 4.6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el
cual clama: ¡Abba, Padre!

Capítulo III

El Decreto Eterno de Dios

1. Dios desde la eternidad, por el sabio y santo consejo de su voluntad,


ordenó libre e inalterablemente todo lo que sucede (Is. 46.10; Ef. 1.11;
He.6.17; Ro. 9.15, 18) Sin embargo, lo hizo de tal manera, que Dios ni es
autor del pecado ni comparte con los pecadores la responsabilidad del
pecado (Stg. 1.13; 1 Jn. 1.5) ni hace violencia a la voluntad de sus
criaturas, ni quieta la libertad ni contingencia de las causas secundarias,

12
sino más bien las establece. (Hch. 4.27-28; Jn. 19.11) En todo esto se
manifiesta la sabiduría divina al igual que su poder y fidelidad para efectuar
aquello que se ha propuesto (Nm. 23.19; Ef. 1.3-5)

Is. 46.10 que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no
era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero;
Ef. 1.11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al
propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,
Ro. 9.15, Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me
compadeceré del que yo me compadezca. 18 De manera que de quien quiere, tiene
misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.
Stg. 1.13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios
no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
1 Jn. 1.5 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay
ningunas tinieblas en él.
Hch. 4.27 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a
quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, 28 para hacer
cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.
Jn. 19.11 Respondió Jesús: Ninguna autoridad tendrías contra mí, si no te fuese dada de
arriba; por tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene.
Nm. 23.19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se
arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
Ef. 1.3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda
bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la
fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5 en amor
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el
puro afecto de su voluntad,

2. Aunque Dios sabe todo lo que puede suceder en toda clase de condición o
contingencia que se puede suponer, (Hch. 15.18) sin embargo, nada
decretó porque lo preveía como porvenir o como cosa que sucedería en
circunstancias dadas (Ro. 9.11, 13, 16, 18).

Hch. 15.18 Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.
Ro. 9.11 (pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el
propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que
llama), 13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí, 16 Así que no depende del
que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia., 18 De manera que de
quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.

3. Por el decreto de Dios y para la manifestación de su propia gloria, algunos


hombres y ángeles son predestinados (o pre-ordenados) a vida eterna por
medio del Señor Jesucristo, (1 ti. 5.21; Mt. 25.34) para la alabanza y
gloria de su gracia (Ef. 1.5-6) A los demás, el ha dejado para que sean
condenados en sus pecados, para la alabanza de su gloriosa justicia (Ro.
9.22-23; Jud.4)

13
1 Ti. 5.21 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos,
que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad.
Mt. 25.34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad
el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
Ef. 1.5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia, con
la cual nos hizo aceptos en el Amado
Ro. 9.22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con
mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para hacer notorias las
riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de
antemano para gloria,
Jud.4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían
sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la
gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.

4. Estos hombres y ángeles así predestinados y preordenados, están


designados particular e inalterablemente, y su nombre es tan cierto y
definido que ni se puede aumentar ni disminuir (Jn. 13.18; 2 Ti, 2.19)

Jn. 13.18 No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; más para que se
cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.
2 Ti. 2.19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los
que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.

5. A aquellos que Dios ha predestinado para vida desde antes que fuesen
puestos los fundamentos del mundo, conforme a su eterno e inmutable
propósito y al consejo y beneplácito secreto de su propia voluntad, los ha
escogido en Cristo para la gloria eterna; mas esto por su libre gracia y puro
amor (Ef. 1.4, 9,11; Ro. 8.30, 2Ti.1.9; 1Ts. 5.9), sin cualquiera otra
cosa en la criatura como condición o causa que le mueva a ello. (Ro. 9.13-
16; Ef. 2.5,12)

Ef. 1.4, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos
y sin mancha delante de él, 9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su
beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, 11 En él asimismo tuvimos herencia,
habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el
designio de su voluntad,
Ro. 8.30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
2Ti.1.9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los
siglos,
1Ts. 5.9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de
nuestro Señor Jesucristo,
Ro. 9.13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. 14 ¿Qué, pues, diremos?
¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. 15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia
del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. 16 Así que no
depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.

14
Ef. 2.5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos), 12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel
y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.

6. Así como Dios ha designado a los elegidos para la Gloria, de la misma


manera, por el propósito libre y eterno de su voluntad, ha preordenado
también los medios para ello (1P.1.2; 2 Ts. 2.13) Por tanto, los que son
elegidos, habiendo caído en Adán, son redimidos por Cristo, (1 Ts. 5.9-
10), y en debido tiempo eficazmente llamados a la fe en Cristo por el
Espíritu Santo; son justificados, adoptados, santificados, (Ro.8.30;
2Ts.2.13) y guardados por su poder, por medio de la fe, para salvación.
(1.P.1.5) Nadie más será redimido por Cristo, eficazmente llamado,
justificado, adoptado, santificado y salvado, sino solamente los elegidos
(Jn.10.26; Jn.17.9; Jn.6.64)

1P.1.2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para
obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
2 Ts. 2.13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros,
hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación,
mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,
1 Ts. 5.9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de
nuestro Señor Jesucristo, 10 quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que
durmamos, vivamos juntamente con él.
Ro.8.30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
2Ts.2.13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos
amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante
la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,
1.P.1.5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación
que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
Jn.10.26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
Jn.17.9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque
tuyos son,
Jn.6.64 Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el
principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.

7. La doctrina de este alto misterio de la predestinación debe tratarse con


especial prudencia y cuidado, para que los hombres, persuadidos de su
vocación eficaz, se aseguren de su elección eterna, (1Ts.1.4-5; 2.P.1-10)
y atendiendo a la voluntad revelada en la palabra de Dios, cedan la
obediencia a ella. De esta manera esta doctrina proporcionará motivos de
alabanza, (Ef., 1.6; Ro.11.33) reverencia y admiración a Dios; y también
de humildad, (Ro. 11.5.6, 20) diligencia y abundante consuelo a todos los
que sinceramente obedecen al Evangelio.

1Ts.1.4 Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección; 5 pues nuestro
evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu
Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de

15
vosotros.
2. P. 1.10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y
elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
Ef., 1.6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
Ro.11.33 ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
Ro. 11.5 Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. 6
Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya
no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra, 20 Bien; por su incredulidad fueron
desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme.

16
Capítulo IV

La Creación

1. En el principio agradó a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, (Jn.1.2-3;


Hec.1.2; Job 26.13) para la manifestación de la Gloria de su poder, (Ro.
1.20) sabiduría y bondad eternas, crear o hacer el mundo y todas las cosas
que en él están, ya sean visibles o invisibles, en el espacio de seis días
todas muy buenas (Col. 1.16; Gn.1.31)

Jn.1.2 Este era en el principio con Dios. 3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él
nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Hec.1.2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el
Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;
Job 26.13 Su espíritu adornó los cielos; Su mano creó la serpiente tortuosa.
Ro. 1.20 Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de
modo que no tienen excusa.
Col. 1.16 Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que
hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean
potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
Gn.1.31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue
la tarde y la mañana el día sexto.

2. Después que Dios hubo creado todas las demás criaturas, creó al hombre,
varón y hembra, (Gn.1.27) con alma racional e inmortal (Gn.2.7) y en
toda manera posible les preparó para una vida en armonía con él. Fueron
creados a su imagen, dotados de conocimiento, justicia y santidad
verdadera, (Ec. 7.29; Gn.1.26) teniendo la ley de Dios escrita en su
corazón, (Ro.2.14-15) y dotados del poder de cumplirla; sin embargo,
había la posibilidad de que la quebrantaran dejados a la libertad de su
voluntad que era mudable (Gn.3.6)

Gn.1.27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó.
Gn.2.7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz
aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Ec. 7.29 He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos
buscaron muchas perversiones.
Gn.1.26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la
tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Ro.2.14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la
ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de la ley
escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus
razonamientos,
Gn.3.6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y
árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su

17
marido, el cual comió así como ella.

3. Además de esta ley escrita en su corazón recibieron el mandato de no


comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, (Gn. 2.17) y mientras
guardaron este mandamiento, fueron felices, gozando de comunión con
Dios, y teniendo dominio sobre las criaturas. (Gn.1.26,28)

Gn.2.17 más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él
comieres, ciertamente morirás.
Gn.1.26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la
tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en
las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

18
Capítulo 5

La Providencia

1. Dios, el buen creador de todo, en su poder y sabiduría infinita,


sostiene, dirige, dispone y gobierna a todas las criaturas y cosas,
(1He. 1:3; Job 38:11; Is. 46:10,11; Sal. 135:6) desde la más
grande hasta la más pequeña, (Mt. 10:29-31) por su sabia y
santa providenci a. Dios cumple con los propósitos para los cuales
él creó estas cosas, conforme a su presciencia infalible, y al libre
e inmutable consejo de su propia voluntad, para la alabanza de
la gloria de su sabiduría, poder, justicia, bondad y misericordia.
(Ef. 1:11)

1He. 1:3 a quienes también, después de hab er padecido, se presentó vivo


con muchas pruebas indubitables, ap areciéndoseles durante cuarenta días y
hablándo les acerca del reino de Dios.
Job 38:11 Y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, Y ahí
parará el orgullo de tus olas?
Is. 46:10 que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad
lo que aún no er a h echo; que digo: Mi co nsejo p ermanecerá, y haré todo lo
que quiero ; ,11 que llamo desde el oriente al ave, y de tierra l ejana al varón
de mi cons ejo. Yo h ablé, y lo haré venir; lo he p ensado, y también lo har é.
Sal. 135:6 Todo lo que J ehová quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra,
en los mares y en todos los abismos.

Mt. 10:29-31 29 ¿No se venden dos pajarill os por un cuarto? Con todo,
ni uno de ellos ca e a tierra sin vues tro Padre. 30 Pues aun vuestros cabellos
están todos contados. 31 Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos
pajarillos.

Ef. 1:11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sid o predestinados


conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su
voluntad,

2. Aunque con respecto a la presciencia y decreto de Dios, causa


primera, todas las cosas sucederán inmutable e infaliblemente,
(Hch.2:23) de modo que nada o curre por suerte o fuera de la
esfera de su providencia; (Pr. 16:33) sin embargo, por la misma
providencia las ha ordenado de tal manera, que sucederán
conforme a la naturaleza de las causas secundarias, sea
necesaria, libre o contingentemente. (Gn. 8:22)

Hch.2:23 a ést e, entr egado por el determinado consejo y anticipado


conocimiento de Dio s, prendisteis y matasteis por manos de inicuos,
crucificándo le;

Pr. 16:33 La suerte s e echa en el regazo; Más de Jehová es la decis ión de

19
ella.

Gn. 8:22 Mientras l a tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega,


el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.

3. Dios en su providencia ordinaria hace uso de medios ; (Hch.


27:31,44; Is. 55:10,11) a pesar de esto, él es libre para obrar
sin ellos, (Os. 1:7) sobre ellos, (Ro. 4:19-21) y contra ellos,
(Dn. 3:27) según le plazca.

Hch. 27:31 Pero Pablo dijo al centurión y a los so ldados : Si éstos no


permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros. , 44 y lo s demás, parte
en tablas, part e e n cosas de la nave. Y así aconteció que todo s se salvaron
saliendo a tierr a.
Is. 55:10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no
vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y pro ducir, y da
semilla al que siemb ra, y pan al que come, 11 así será mi palabra que s ale de
mi boca; no volv erá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será
prosperada en aquello para que la envié.

Os. 1:7 Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por J ehová
su Dios; y no los salvaré co n arco, ni co n espada, ni co n batalla, ni con
caballos ni jinetes.

Ro. 4:19-21 19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que


estaba ya como muer to (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz
de Sara. 20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino
que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, 21 p lenamente convencido de que
era también poderoso para h acer todo lo que había prometido ;

Dn. 3:27 Y s e junt aron los sátrapas, lo s goberna dores, los capitanes y los
consejeros del r ey, para mirar a estos varones, cómo el fuego no había t enido
poder alguno sobre s us cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se había
quemado; sus ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían .

4. El poder todopoderoso, la sabiduría inescrutable y la bondad


infinita de Dios se manifiestan en su providencia de tal manera
que su propósito soberano se extiende aun hasta la primera
caída y a todos los otros pecados de los ángeles y de los
hombres, (Ro. 11:32-34; 2S.24.1 Cr. 21:1) y esto no sólo por
un mero permiso, sino que él sabia y poderosamente limita,
ordena y gobierna, (2 R. 19:28; Sal. 76:10) en varias formas,
las acciones pecaminosas de tal manera que éstas llevan a cabo
sus designios santos, (Gn. 50:20;Is. 10:6,7,12) pero de tal
modo, que lo pecaminoso procede sólo de la criatura, y no de
Dios, quien es justísimo y santísimo, y por eso, no es, ni puede

20
ser el autor o aprobador del pecado. (Sa1. 50:21; 1 Jn. 2:16 )

Ro. 11:32-34 32 Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para t ener


misericordia de todos. 33 ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de
la ciencia de Dios ! ¡Cuán inso ndables so n sus juicios, e inescrutables sus
caminos ! 34 Por que ¿quién entendió la mente del Señ or? ¿O quién fue su
consejero?
2S.24.1 Volvió a encenderse la ira de J ehová contra Israel, e incitó a David
contra ellos a que dijese: Ve, haz un censo de Israel y de Judá.
1 Cr. 21:1 Pero S atanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que
hiciese censo de Israel.

2 R. 19:28 Por cuanto t e h as airado co ntra mí, por cuanto tu arrogancia ha


subido a mis oídos, yo pondré mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios,
y te har é volv er por el camino por donde viniste.
Sal. 76:10 Cierta mente la i ra del hombre te alabará; Tú reprimirás el
resto de las iras.

Gn. 50:20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a
bien, par a hacer lo que vemos hoy, p ara mantener en vida a mucho pueblo.
Is. 10:6, L e mandaré contra una nació n pérfida, y sobre el pueblo de mi ir a
le enviar é, par a que quit e despojos, y arrebate presa, y lo po nga p ara ser
hollado como lodo de las calles. 7 Aunque él no lo p ensará así, ni su corazón
lo imaginará de est a manera, sino que su pensamiento será desarraigar y
cortar naciones no pocas. , 12 Pero acontecerá que después que el Señor haya
acabado toda su obra en el monte de Sión y en J erusalén, castigará el fruto de
la soberbia del corazón del rey de Asiria, y la gloria de la altivez de sus ojos.

Sa1. 50:21 Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto


sería yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.
1 Jn. 2:16 Por que todo lo que hay en el mundo, los deseo s de la carne, los
deseos de los ojos, y la vanagloria de la vi da, no proviene del Padre, sino del
mundo.

5. El todo sabio, justo y benigno Dios, a menudo deja por algún


tiempo a sus hijos en las tentaciones multiformes y en la
corrupción de sus propios corazones, a fin de corregirles de sus
pecados anteriores o para descubrirles la fuerza oculta de la
corrupción, para humillarlos, y para infundir en ellos el
sentimiento de una dependencia más íntima y constante de él
para su apoyo, y para hacerles más vigilantes contra todas las
ocasiones futuras del pecado, y para ot ros muchos fines santos y
justos. (2 Cr. 32:25,26,31; 2 Co. 12:7 -9) Su santo y justo
propósito es obrado de tal forma que todo lo que ocurre a sus
elegidos es según su designio, para su gloria y para el bien de
ellos. (Ro. 8:28)

2 Cr. 32:25 Mas Ezequías no correspondió al bien que le había sido h echo:
sino que se enalt eció su corazón, y vino la ira contra él, y co ntra Judá y

21
Jerusalén . , 26 Per o Ezequías, después de haberse enaltecido su corazón, s e
humilló, él y los mo radores de J erusalén ; y no vi no sobre ellos la ira de
Jehová en los días de Ezequías. , 31 Mas en lo referente a los mensajeros de
los príncip es de Babilonia, que enviaron a él para sab er del prodigio que había
acontecido en el país , Dios lo dejó, p ara probarle, para hacer conocer todo lo
que est aba en su corazón.
2 Co. 12:7-9 7 Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltas e
desmedidament e, me fue dado un aguijó n en mi carne, un mensajero de
Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8 resp ecto a
lo cual tr es v eces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9 Y me h a dicho:
Bástate mi g racia; porque mi poder s e perfecciona en la debilidad. Por
tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que
repose sobre mí el poder de Cr isto.

Ro. 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es,
a los que conforme a su propósito son llamados.

6. En cuanto a aquellos hombres malvados e impíos a quienes Dios


como juez justo ha cegado y endurecido a caus a de sus pecados
anteriores, (Ro. 1:24-26,28; Ro. 11:7,8) no sólo les retira su
gracia por la cual podrían haber alumbrado sus entendimientos y
ejercitado sus corazones, (Dt. 29:4) sino también algunas veces
les retira los dones que ya tenían, (Mt. 13:12) y los deja
expuestos a objetos que son causa de pecado debido a la
corrupción humana, (Dt 2:30; 2 R.8:12,13 2) y a la vez les
entrega a sus propias concupiscencias, a las tentaciones del
mundo y al poder de Satanás, (Sal.81.11,12;Ts. 2:10 -12) de
donde sucede que se endurecen bajo los mismos medios que Dios
emplea para ablandar a los demás. (Ex 8:15,32; Is.6:9,10; 1
P.2:7,8)

Ro. 1:24-26 24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en


las co ncupiscencias de sus corazones, de modo que deshonrar on entre sí sus
propios cuerpos, 25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira,
honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es b endito
por los siglos. Amé n. 26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas;
pues aun sus mujeres cambiaro n el uso natural por el que es contra natur aleza ,
28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una
mente r eprobada, p ara h acer cosas que no convienen;
Ro. 11:7 ¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha a lcanzado; pero los
escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecido s ; 8 como est á
escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos co n que
no oigan, hasta el día de hoy.

Dt. 29:4 Pero hast a hoy J ehová no os h a dado c orazón para entender, ni
ojos para v er, ni oídos para oír.

Mt. 13:12 Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más ; pero
al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

22
Dt 2:30 Mas S ehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos por el terr itorio
suyo; porque J ehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su
corazón par a entr egarlo en tu mano, como hasta hoy.
2 R.8:12 Entonces le dijo Hazael : ¿Por qué llora mi señor? Y él respondió :
Porque sé el mal que harás a los hijos de Isr ael; a sus fortalezas pegarás fuego,
a sus jóv enes matar ás a espada, y estrellarás a sus niños, y abrirás el vientr e a
sus mujer es que estén encintas. , 13 Y Hazael dijo : Pues, ¿qué es tu siervo,
este perro, p ara que haga tan grandes co sas? Y respon dió Eliseo : Jehová me
ha mostrado que tú s erás r ey de Siria.

Sal.81.11 Pero mi pueblo no oyó mi v oz, E Israel no me quiso a mí. , 12


Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; Caminaron en sus propios
consejos.
2 Ts. 2:10-12 1 0 y co n todo engaño d e iniquidad para lo s que se pierden,
por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 11 Por esto
Dios les envía un po der engañoso, para que crean la mentira, 12 a fin de que
sean condenados todos los que no creyero n a la verdad, sino q ue se
complaciero n en la injusticia.

Ex 8:15 Pero viendo Faraó n que le habían dado reposo, endureció su


corazón y no los escuchó, como Jehová lo había dicho. , 32 Mas Faraó n
endureció aun est a v ez su corazón, y no dejó ir al pueb lo.
Is.6:9 Y dijo: And a, y di a este pueblo : Oíd bien, y no entendáis; ved por
cierto, mas no comp rendáis. ,10 Engruesa el corazón de este pueblo, y agr ava
sus oídos, y ciega sus ojos, para que no vea co n sus ojos, ni oiga con sus
oídos, ni su corazó n entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad.
1 P.2:7 Pa ra vos otros, pues, los que creéis, él es precios o; pero para los
que no creen, La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la
cabeza del á ngulo; , 8 y: Piedra de tropiezo, y roca que hace c aer, porque
tropiezan en la pala bra, siendo desobedientes ; a lo cual fueron también
destinados.

7. Así como la providencia de Dios alcanza, en general a todas las


criaturas, así también de un modo especial cuida a su Iglesia y
dispone todas las cosas para el bien de ella. (1 Ti. 4:10; Am.
9:8,9; Is 43:3 -5)

1 Ti. 4:10 que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque
esperamos en el Dios viviente, que es el S alvador de todos los hombres,
mayorment e de los que cr een.
Am. 9:8 He aquí los ojos de J ehová el Señor están contra el reino p ecador, y
yo lo asolaré de la faz de la tierra; mas no destruiré del todo la casa de J acob,
dice J ehová. , 9 Por que he aquí yo mandaré y h aré que la casa de Israel s ea
zarandeada entre todas las naciones, como se zarandea el grano en una crib a,
y no cae un gr anito en la t ierra.
Is 43:3-5 3 Por que yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu
Salvador; a Egipto h e dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti. 4 Porque
a mis ojos fuist e de gran estima, fuiste h onorable, y yo te amé; daré, pues,

23
hombres por ti, y naciones por tu vida. No temas, porque yo estoy contigo;
del oriente traeré tu generació n, y del occidente te recogeré.

24
Capítulo 6

La caída del hombre, el pecado y su castigo

1. El hombre, según vino de la mano de Dios, su creador, era perfecto y


limpio. La ley justa que Dios le dio hablaba de vida condicionada a su
obediencia y amenazaba con muerte la desobediencia. (Gn. 2:16,17) La
obediencia de Adán fue muy corta. Satanás usó la sutil serpiente para traer
a Eva al pecado y entonces ella sedujo a Adán, quien sin ninguna fuerza de
afuera, libremente violó la ley bajo la cual habían sido creados y también el
mandamiento de Dios de no comer del fruto prohibido. (Gn. 3:12,13;2 Co.
11:3) Plugo a Dios, conforme a su sabio y santo propósito, permitir este
pecado proponiéndose ordenarlo para su propia gloria.

Gn. 2:16 E hizo bien a Abram por causa de ella; y él tuvo ovejas, vacas, asnos, siervos,
criadas, asnas y camellos., 17 Mas Jehová hirió a Faraón y a su casa con grandes plagas, por
causa de Sarai mujer de Abram.

Gn. 3:12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y
yo comí., 13 Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer:
La serpiente me engañó, y comí.
2 Co. 11:3 Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos
sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.

2. Por este pecado, nuestros primeros padres cayeron de su justicia original y


perdieron la comunión con Dios. El pecado de ellos nos envolvió a todos y a
través de este pecado la muerte pasó a todos.(Ro. 3:23) Todos los
hombres vinieron a ser muertos en pecado,(Ro. 5:12-21) y totalmente
corrompidos en todas las facultades y partes del alma y del cuerpo.(Tit
1:15;Gn. 6:5; Jer. 17:9; Ro. 3:1-19)

Ro. 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,

Ro. 5:12-21 12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el
pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 13 Pues
antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. 14
No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera
de la trasgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. 15 Pero el don no fue como
la trasgresión; porque si por la trasgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron
mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.
16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio
vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas
transgresiones para justificación. 17 Pues si por la trasgresión de uno solo reinó la muerte,
mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la
gracia y del don de la justicia. 18 Así que, como por la trasgresión de uno vino la condenación
a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la
justificación de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos
fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán
constituidos justos.

25
Tit 1:15 Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses
ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;
Gn. 6:5 Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo
designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Jer. 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Ro. 3:1-19 1 ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? 2
Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios.
3 ¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la
fidelidad de Dios? 4 De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso;
como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado.
5 Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que
da castigo? (Hablo como hombre.) 6 En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios
al mundo? 7 Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy
juzgado como pecador? 8 ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya
condenación es justa, afirma que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?
9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos
acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. 10 Como está escrito: No hay justo,
ni aun uno; 11 No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a
una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. 13 Sepulcro
abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios;
14 Su boca está llena de maldición y de amargura. 15 Sus pies se apresuran para derramar
sangre; 16 Quebranto y desventura hay en sus caminos; 17 Y no conocieron camino de paz.
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos. 19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo
dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el
juicio de Dios;

3. Siendo ellos la raíz de la raza humana, y por la ordenanza de Dios estando


Adán en el lugar de toda la humanidad, la culpa de este pecado fue
imputada a su posteridad, y la naturaleza corrompida se transmitió a
aquella que desciende de ellos según la generación ordinaria.(Ro. 5:12-19;
1 Co. 15:21,22,45,49) Todos los hombres, siendo concebidos en
pecado,(Sal. 51:5; Job 14:4) y por naturaleza hijos sujetos a la ira de
Dios, (Ef. 2:3) siervos del pecado y sujetos a la muerte,(Ro. 6:20;5:12)
son dados a inexplicables miserias espirituales, temporales y eternas, a no
ser que el Señor Jesucristo los libere. (He.2:14,15;1 Ti. 1:10)

Ro. 5:12-19 12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el
pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 13 Pues
antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. 14
No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera
de la trasgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. 15 Pero el don no fue como
la trasgresión; porque si por la trasgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron
mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.
16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio
vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas
transgresiones para justificación. 17 Pues si por la trasgresión de uno solo reinó la muerte,
mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la
gracia y del don de la justicia. 18 Así que, como por la trasgresión de uno vino la condenación
a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la
justificación de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos

26
fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán
constituidos justos.
1 Co. 15:21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la
resurrección de los muertos., 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo
todos serán vivificados. ,45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma
viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante., 49 Y así como hemos traído la imagen del
terrenal, traeremos también la imagen del celestial.

Sal. 51:5 Temor y temblor vinieron sobre mí, Y terror me ha cubierto.


Job 14:4 ¿Quién hará limpio a lo inmundo? Nadie.

Ef. 2:3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de
nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por
naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Ro. 6:20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la justicia.; 5:12
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la
muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

He.2:14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo:
Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.,
15 Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del
día.
1 Ti. 1:10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los
mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina,

4. De esta corrupción original, por la cual carecemos de disposición y aptitud


para todo bien y estamos opuestos a este bien, así como enteramente
inclinados a todo mal, (Ro. 8:7; Col. 1:21) dimanan todas nuestras
transgresiones actuales. (Stg. 1:14; Mt. 15:19)

Ro. 8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
Col. 1:21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra
mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado

Stg. 1:14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido.
Mt. 15:19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los
adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.

5. Esta corrupción de naturaleza dura toda esta vida aun en aquellos que son
regenerados; (Ro. 7:18,23; Ec. 7:20; 1Jn. 1:8) y, aun cuando sea
perdonada y amortiguada por medio de la fe en Cristo, sin embargo, ella, y
todos los efectos de ella son verdadera y propiamente pecado. (Ro. 7:23-
25;Gá. 5:17)

Ro. 7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien

27
está en mí, pero no el hacerlo., 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la
ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
Ec. 7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.
1Jn. 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la
verdad no está en nosotros.

Ro. 7:23-25 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi
mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 24 ¡Miserable de
mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor
nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del
pecado.
Gá. 5:17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la
carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

28
Capítulo 7

La caída del hombre, el pecado y su castigo

EL PACTO DE DIOS

1. La distancia que media entre Dios y la criatura es tan grande, que aun
cuando las criaturas racionales le deben obediencia como a su creador, sin
embargo, ellas no podrán nunca llegar a vida espiritual, si no es por alguna
condescendencia voluntaria de parte de Dios, habiéndole placido a éste
expresarla por medio de un pacto. (Lc. 17:10; Job 35:7,8)

Lc. 17:10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado,
decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.
Job 35:7 Si fueres justo, ¿qué le darás a él? ¿O qué recibirá de tu mano?, 8 Al hombre
como tú dañará tu impiedad, Y al hijo de hombre aprovechará tu justicia.

2. Además, ya que el hombre, por razón de su caída en el pecado, se colocó a


sí mismo bajo la maldición de la ley de Dios, (Gn. 2:17; Gá. 3:10) le
plació al Señor hacer un pacto de gracia, según el cual Dios ofrece
libremente a los pecadores vida y salvación por Jesucristo, (Ro. 8:3;Mr.
16:15,16; Jn. 3:16) exigiéndoles la fe en éste para que puedan ser salvos,
y prometiendo dar su Espíritu Santo a todos aquellos que ha ordenado para
vida eterna, dándoles así voluntad y capacidad para creer.(Ez. 36:26,27;
Jn.6:44,45; Sal. 110:3)

Gn. 2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él
comieres, ciertamente morirás.
Gá. 3:10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues
escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la
ley, para hacerlas.

Ro. 8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado
en la carne;
Mr. 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.,16 El
que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Jn. 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Ez. 36:26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne., 27 Y pondré dentro de
vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los
pongáis por obra.
Jn.6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le
resucitaré en el día postrero., 45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por
Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.

29
Sal. 110:3 Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder, En la
hermosura de la santidad. Desde el seno de la aurora Tienes tú el rocío de tu juventud.

3. El pacto de Dios es revelado en el evangelio; en primer lugar a Adán en la


promesa de salvación a través de la simiente de la mujer, (Gn. 3:15) y
luego, paso a paso hasta la entera revelación de salvación en el Nuevo
Testamento.(He. 1:1) La salvación de los elegidos esta basada en un pacto
de redención que fue trazado en la eternidad entre Dios Padre e Hijo, (2Ti.
1:9; Tit. 1:2) y es únicamente a través de la gracia dada en este pacto que
todos los descendientes del Adán caído, quienes han sidos salvados, han
obtenido vida e inmortalidad bendita, pues los términos de bendición que
aplicaban a Adán en su estado de inocencia no son aplicables a su
posteridad para hacerles aceptables ante Dios. (He. 11:6,13; Ro.
4:1,2,etc.; Hch.4:12; Jn.8:56)

Gn. 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

He. 1:1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los
padres por los profetas,

2Ti. 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los
siglos,
Tit. 1:2 en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde
antes del principio de los siglos,

He. 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.,13 Conforme a la fe
murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo,
y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
Ro. 4:1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? 2 Porque
¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia., 3 Porque ¿qué
dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. etc.
Hch.4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos.
Jn.8:56 Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó.

30
Capítulo 8
Cristo el mediador

1. Agradó a Dios en su propósito eterno, escoger y ordenar al Señor


Jesucristo, su unigénito Hijo, de acuerdo al pacto en el cual habían entrado,
para que fuese el mediador entre Dios y el hombre, (Is.42-1; 1 P.
1:19,20) como tal, él es profeta, (Hch. 3:22) sacerdote (He. 5:5,6) y
rey, (Sal 2:6) el salvador y cabeza de su Iglesia, (Ef. 1:22,23) el
heredero de todas las cosas, (He.1:2) y juez mundo; (Hch. 17:31) desde
la eternidad le de todo el dio Dios un pueblo para que fuese su simiente y
para que a su debido tiempo lo redimiera, llamara, justificara, santificara y
glorificara. (Is. 53:10; Jn. 17:6; Ro. 8:30)

Is.42-1 He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene


contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones.
1 P. 1:19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
contaminación,, 20 ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado
en los postreros tiempos por amor de vosotros,

Hch. 3:22 Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de
entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable;

He. 5:5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le
dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy., 6 Como también dice en otro lugar: Tú eres
sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec.

Sal 2:6 Pero yo he puesto mi rey Sobre Sión, mi santo monte.

Ef. 1:22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

He.1:2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de
todo, y por quien asimismo hizo el universo;

Hch. 17:31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por
aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.

Is. 53:10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando
haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la
voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
Jn. 17:6 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Ro. 8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

2. El Hijo de Dios, la segunda persona de la Santa Trinidad, siendo verdadero


y eterno Dios, la brillantez de la gloria de su Padre, igual y de una sustancia
con Él, quien hizo el mundo y mantiene y gobierna todas las cosas que ha

31
hecho, habiendo llegado la plenitud del tiempo, tomó sobre si la naturaleza
del hombre con todas sus propiedades esenciales y con sus debilidades
comunes, (Jn. 1:14; Gá. 4:4) mas sin pecado. (Ro. 8:3; He. 2:14,16,17;
He. 4:15) Fue concebido por el Espíritu Santo en el vientre de la Virgen
Maria, una mujer perteneciente a la tribu de Judá. El Espíritu Santo vino
sobre ella y el poder de Dios la cubrió. Y así, según las Escrituras, fue hecho
él de una mujer, descendiente de Abraham y David. (Mt. 1:22,23;
Lc.1:27,31,35) Así que, dos naturalezas perfectas y distintas, se unieron
inseparablemente en una persona, pero sin conversión, composición o
confusión alguna. Esta persona es verdadero Dios y verdadero hombre, un
Cristo, el único mediador entre Dios y el hombre. (Ro. 9:5; 1Ti.2:5).

Jn. 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria
como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Gá. 4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de
mujer y nacido bajo la ley,

Ro. 8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado
en la carne;
He. 2:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.,
16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios., 17 Y si
hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos
juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
He. 4:15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Mt. 1:22 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del
profeta, cuando dijo:, 23 He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su
nombre Emmanuel,
Lc.1:27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el
nombre de la virgen era María., 31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS., 35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá
sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que
nacerá, será llamado Hijo de Dios.

Ro. 9:5 de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es
Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.
1Ti.2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre,

3. El Señor Jesús, en su naturaleza humana unida así a la divina, en la


persona del Hijo, fue ungido y santificado con el Espíritu Santo sobre toda
medida, (Sal. 45:7; Hch. 10:38; Jn 3:34) y posee todos los tesoros de la
sabiduría y del conocimiento, (Col. 2:3) pues agradó al Padre que en él
habitase toda plenitud, (Col 1:19) a fin de que siendo santo, inocente,
inmaculado, (He. 7:26) lleno de gracia y de verdad, (Jn.1:14) fuese del
todo apto para desempeñar los oficios de mediador y fiador.(He. 7:22)

32
Cristo no tomó por sí mismo estos oficios, sino que fue llamado para ello
por su Padre, (He. 5:5) quien puso en él todo juicio y poder, y le autorizó
para que desempeñara tales oficios. (20 Jn. 5:22,27; Mt. 28:18; Hch.
2:36)

Sal. 45:7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios
tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Hch. 10:38 cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo
éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba
con él.
Jn 3:34 Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu
por medida.

Col. 2:3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

Col 1:19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,

He. 7:26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado
de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;

Jn.1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria
como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

He. 7:22 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.

He. 5:5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le
dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy.

Jn. 5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, 27 y también
le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.
Mt. 28:18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en
la tierra.
Hch. 2:36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien
vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.

4. El Señor Jesús, con la mejor voluntad tomó para si estos oficios, (Sal.
40:7,8; He. 10:5-10; Jn. 5:18) y para desempeñarlos, se puso bajo la
ley, (Gá. 4:4; Mt. 3:15) la que cumplió perfectamente. También sufrió el
castigo que nos tocaba a nosotros y que debíamos haber sufrido, (Gá 3:13;
Is.53:6; 1 P. 3:18) pues él llevó nuestros pecados y fue acusado en
nuestro lugar.(2 Co. 5:21) Padeció dolores en su alma más allá de nuestro
entendimiento y los más grandes sufrimientos en su cuerpo: (Mt.
26:37,38;Lc 22:44; Mt. 27:46) fue crucificado y murió, y permaneció
bajo el poder de la muerte, aun cuando no vio corrupción.(Hch.13:37) Al
tercer día se levantó de entre los muertos (1 Co. 15:3,4) con el mismo
cuerpo que tenía cuando sufrió, (Jn. 20:25,27) con el cual también
ascendió al cielo (Mr.16:19; Hch. 1:9-11) donde se sentó a la diestra del

33
Padre. Allí intercede por su pueblo, (Ro 8:34; He.9:24) y cuando sea el fin
del mundo, volverá para juzgar a los hombres y a los ángeles. (Hch.
10:42;Ro. 14:9,10;Hch. 1:11;2 P. 2:4)

Sal. 40:7 Entonces dije: He aquí, vengo En el rollo del libro está escrito de mí; 8; El hacer
tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.
He. 10:5 Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me
preparaste cuerpo. 6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. 7 Entonces
dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está
escrito de mí. 8 Diciendo primero: Sacrificio y ofrenda y holocaustos y expiaciones por el
pecado no quisiste, ni te agradaron (las cuales cosas se ofrecen según la ley), 9 y diciendo
luego: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer
esto último. 10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de
Jesucristo hecha una vez para siempre.
Jn. 5:18 Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el
día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

Gá. 4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de
mujer y nacido bajo la ley,
Mt. 3:15 Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda
justicia. Entonces le dejó.

Gá 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque
está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),
Is.53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino;
mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
1 P. 3:18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los
injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en
espíritu;

2 Co. 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Mt. 26:37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a
angustiarse en gran manera., 38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la
muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Lc 22:44 Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas
de sangre que caían hasta la tierra.
Mt. 27:46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama
sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Hch.13:37 Mas aquel a quien Dios levantó, no vio corrupción.

1 Co. 15:3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió
por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al
tercer día, conforme a las Escrituras;

Jn. 20:25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no

34
viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere
mi mano en su costado, no creeré., 27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis
manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

Mr.16:19 Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo, y se sentó a la
diestra de Dios.
Hch. 1:9 donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió. 10 Había entonces en
Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él
respondió: Heme aquí, Señor. 11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama
Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,

Ro 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también
resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
He.9:24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino
en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;

Hch. 10:42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que
Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
Ro. 14:9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los
muertos como de los que viven., 10 Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también,
¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de
Cristo.
Hch. 1:11 los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al
cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis
visto ir al cielo.
2 P. 2:4

5. El Señor Jesucristo, por su perfecta obediencia y por el sacrificio de sí


mismo que ofreció una sola vez por el Espíritu eterno de Dios, ha satisfecho
plenamente a la justicia de Dios. (He. 9:14; Ro. 10:14; Ro. 3:25,26) El
ha efectuado la reconciliación y ha comprado una herencia eterna en el
reino de los cielos para todos aquellos dados a él por el Padre. (Jn. 17:2;
He.9:15)

He. 9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al
Dios vivo?
Ro. 10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
Ro. 3:25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para
manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que
justifica al que es de la fe de Jesús.

Jn. 17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los
que le diste.
He.9:15 Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte
para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la

35
promesa de la herencia eterna.

6. Aun cuando el precio de la redención no fue actualmente pagado, sino


hasta la encarnación, sin embargo, la virtud, la eficacia y los beneficios de
ella, se comunicaban a los escogidos en todas las épocas transcurridas
desde el principio, en las promesas, tipos y sacrificios, y por medio de estas
cosas, por las cuales Cristo fue revelado y designado como la simiente que
quebrantaría la cabeza de la serpiente, (1 Co. 10:4; He. 4:2; 1 P.
1:10,11) y como el cordero inmolado desde la fundación del mundo; (Ap.
13:8) siendo él, el mismo ayer, hoy y por siempre. (He. 13:8)

1 Co. 10:4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual
que los seguía, y la roca era Cristo.
He. 4:2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero
no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.
1 P. 1:10 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus
manos., 11 Ellos perecerán, mas tú eres permanente; Y todos ellos se envejecerán como una
vestidura;

Ap. 13:8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos
en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.

He. 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

7. Cristo en su oficio de mediador, obra; conforme a sus dos naturalezas,


haciendo por cada una de éstas lo que es propio de cada una de ellas; mas
por razón de la unidad de la persona, lo que es propio de una naturaleza, se
le atribuye algunas veces en la Escritura a la persona denominada por la
otra naturaleza. (Jn.3:13; Hch. 20:28)

Jn.3:13 Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está
en el cielo.
Hch. 20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os
ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.

8. A todos aquellos para quienes Cristo ha obtenido eterna redención, cierta y


eficazmente les aplica y comunica la misma, haciendo intercesión por ellos,
(Jn 6:37; Jn. 10:15,16; Jn. 17:9; Ro. 5:10) uniéndoles a él por su
Espíritu, revelándoles en la palabra y por medio de ella el misterio de la
salvación, persuadiéndoles eficazmente a creer y a obedecer, (Jn.17:6;Ef.
1:9;1 Jn. 5:20) gobernando el corazón de ellos por su palabra y Espíritu,
(Ro. 8:9,14) y venciendo a todos sus enemigos por su gran poder y
sabiduría, (Sa1. 110:1; 1 Co. 15:25,26) y de la manera y por los caminos
que están más en conformidad con su maravillosa e inescrutable
dispensación. Todas estas cosas son hechas en su libre y soberana gracia e
incondicionalmente, ya que nada de mérito es previsto por él en sus
elegidos. (Jn 3:8; Ef. 1:8) eterno de Dios, ha satisfecho plenamente a la

36
justicia de Dios. (He. 9:14; He. 10:14; Ro. 3:25,26) El ha efectuado la
reconciliación y ha comprado una herencia eterna en el reino de los cielos
para todos aquellos dados a él por el Padre. (Jn. 17:2; He.9:15)

Jn 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
Jn. 10:15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las
ovejas., 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo
traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
Jn. 17:9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque
tuyos son,
Ro. 5:10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su
Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.

Jn.17:6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y
me los diste, y han guardado tu palabra.
Ef. 1:9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se
había propuesto en si mismo,
1 Jn. 5:20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para
conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el
verdadero Dios, y la vida eterna.

Ro. 8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de
Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él., 14

Sa1. 110:1 Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus
enemigos por estrado de tus pies.
1 Co. 15:25 Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos
debajo de sus pies., 26 Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte.

Jn 3:8; El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni
a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Ef. 1:8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,

He. 9:14 ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí
mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al
Dios vivo?
He. 10:14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
Ro. 3:25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para
manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que
justifica al que es de la fe de Jesús.

Jn. 17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los
que le diste.
He.9:15 Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte
para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la
promesa de la herencia eterna.

37
9. Cristo, y Solo Cristo puede ser mediador entre Dios y los hombres. El es el
profeta, sacerdote y rey de la Iglesia de Dios. Su oficio de mediador no
puede ser transferido a ningún Otro,
10. El triple oficio de Cristo es necesario para nosotros. Por nuestra
ignorancia estamos en necesidad de su oficio profético; (Jn.1:18) por
nuestra separación de Dios y la imperfección de nuestros servicios, aun
cuando sean lo mejor, necesitamos su oficio sacerdotal para reconciliarnos
con Dios y hacernos aceptables a él; (Col. 1:21; Gá. 5:17) y debido a que
nosotros hemos dado la espalda a Dios y estamos completamente
incapacitados para volver a él y también porque necesitamos ser rescatados
y asegurados de nuestros adversarios espirituales, necesitamos su oficio
como rey para convencer, controlar, atraer, sostener, librar y preservarnos
hasta que finalmente entremos en su reino celestial. (Jn. 16:8; Sal.
110:3; Lc. 1:74,75)

Jn.1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha
dado a conocer.

Col. 1:21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra
mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado
Gá. 5:17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la
carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

Jn. 16:8 Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio.


Sal. 110:3 Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder, En la
hermosura de la santidad. Desde el seno de la aurora Tienes tú el rocío de tu juventud.
Lc. 1:74 Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos, 75 En santidad y
en justicia delante de él, todos nuestros días.

38
Capitulo 9
El libre albedrío

1. Dios ha dotado la voluntad del; hombre de una y un libertad natural, poder


para actuar a base de decisión propia, que no es forzada ni obligada a hacer
bien o mal, por ninguna necesidad de la naturaleza. (Mt. 17:12; Stg.
1:14; Dt.30:19)

Mt. 17:12 Mas os digo que Elías ya vino, y no le conocieron, sino que hicieron con él todo
lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos.
Stg. 1:14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido.
Dt.30:19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto
delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas
tú y tu descendencia;

2. El hombre en su estado de inocencia, tenía libertad y poder para querer y


hacer lo que era bueno y agradable a Dios, (Ec. 7:29; Gn. 3:6) pero era
mutable y podía caer de dicho estado.

Ec. 7:29 He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos
buscaron muchas perversiones.
Gn. 3:6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y
árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su
marido, el cual comió así como ella.

3. El hombre, por su caída a un estado de pecado, perdió completamente toda


capacidad para querer algún bien espiritual que acompañe a la salvación.
(Ro. 5:6; 8:7) Así es que como hombre natural que está enteramente
opuesto a ese bien y muerto en el pecado (Ef.2:1,5) no puede por su
propia fuerza convertirse a sí mismo o prepararse para ello. (Tit. 3:3-5;
Jn. 6:44)

Ro. 5:6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.; 8:7
Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley
de Dios, ni tampoco pueden;

Ef.2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, , 5
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois
salvos),

Tit. 3:3 Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados,
esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y
aborreciéndonos unos a otros. 4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro
Salvador, y su amor para con los hombres, 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros
hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la
renovación en el Espíritu Santo,
Jn. 6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le

39
resucitaré en el día postrero.

4. Cuando Dios convierte a un pecador y le pone en el estado de gracia, le


libra de su estado de servidumbre natural bajo el pecado, (Col. 1:13; Jn.
8:36) y por su gracia solamente lo capacita para querer y obrar libremente
lo que es bueno en lo espiritual; (Fil. 2:13) sin embargo, por razón de la
corrupción que aún queda, el converso no quiere ni perfecta ni únicamente
lo que es bueno, sino también lo que es malo. (Ro. 7:15,18,19,21,23)

Col. 1:13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su
amado Hijo,
Jn. 8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Fil. 2:13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,

Ro. 7:15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que
aborrezco, eso hago., 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el
querer el bien está en mí, pero no el hacerlo., 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el
mal que no quiero, eso hago., 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el
mal está en mí.,23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi
mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

5. El libre albedrío del hombre será perfecto y inmutablemente libre para


querer tan sólo lo que es bueno, únicamente en el estado de la gloria.(Ef.
4:13)

Ef. 4:13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,
a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;

40
Capitulo 10
El llamamiento eficaz

1. A aquellos a quienes Dios ha predestinado para vida, le agrada en su


tiempo señalado y aceptado, llamar eficazmente (Ro. 8:30; 11:7; Ef.
1:10,11; 2Ts.2:13,14) por su palabra y Espíritu, sacándolos del estado de
pecado y muerte en que se hallaban por naturaleza para darles vida y
salvación por Jesucristo. (Ef. 2:16) Esto lo hace iluminando espiritualmente
su entendimiento, a fin de que comprendan las cosas de Dios; (Hch.
26:18; Ef. 1:17,18) quitándoles el corazón de piedra y dándoles uno de
carne, (Ez.36:26) renovando sus voluntades y por su poder soberano
determinándoles a hacer aquello que es bueno, y llevándoles eficazmente a
Jesucristo; (Dt. 30.6; Ez. 36:27; Ef. 1:19) de tal manera que ellos vienen
con absoluta libertad, habiendo recibido por la gracia de Dios la voluntad de
hacerlo. (Sal. 110:3; Cnt. 1:4)

Ro. 8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.; 11:7 ¿Qué pues? Lo que buscaba
Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron
endurecidos;
Ef. 1:10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los
tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra., 11 En él asimismo
tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las
cosas según el designio de su voluntad,
2Ts.2:13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos
amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación,
mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,, 14 a lo cual os llamó mediante
nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

Ef. 2:16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella
las enemistades.

Hch. 26:18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de
la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y
herencia entre los santificados.
Ef. 1:17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de
sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,, 18 alumbrando los ojos de vuestro
entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las
riquezas de la gloria de su herencia en los santos,

Dt. 30.6 Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para


que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
Ez. 36:27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y
guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
Ef. 1:19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
según la operación del poder de su fuerza,

Sal. 110:3 Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder, En la

41
hermosura de la santidad. Desde el seno de la aurora Tienes tú el rocío de tu juventud.
Cnt. 1:4 Atráeme; en pos de ti correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; Nos
gozaremos y alegraremos en ti; Con razón te aman.

2. Este llamamiento eficaz depende de la libre y especial gracia de Dios y de


ninguna manera de alguna cosa prevista en el hombre, (2 Ti 1:9; Ef. 2:8)
el cual es en esto enteramente pasivo, hasta que siendo vivificado y
renovado por el Espíritu Santo, (1 Co. 2:14; Ef. 2:5; Jn. 5:25) adquiere
la capacidad de responder a este llamamiento y de recibir la gracia ofrecida
y trasmitida en él. Esto sucede por el mismo poder que obró la resurrección
de Cristo de los muertos. (Ef.1:19,20)

2 Ti 1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino
según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los
siglos,
Ef. 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios;

1 Co. 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente.
Ef. 2:5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos),
Jn. 5:25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán
la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.

Ef.1:19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
según la operación del poder de su fuerza,, 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los
muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,

3. Los niños elegidos (Elegidos no aparece en la versión original) que


mueren en la infancia, son regenerados y salvados en Cristo por medio del
Espíritu, (Jn 3:3, 5,6) quien obra cuándo, dónde y cómo quiere. (Jn. 3:8)
Lo mismo sucederá con todas las personas elegidas que sean incapaces de
ser llamadas externamente por el ministerio de la palabra.

Jn 3:3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de
nuevo, no puede ver el reino de Dios, 5 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el
que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios, 6 Lo que es
nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Jn. 3:8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni
a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

4. Otras personas no elegidas, aun cuando sean llamadas por el ministerio de


la palabra y tengan algunas de las operaciones comunes del Espíritu, (Mt.
22:14;Mt.13:20,21; He. 6:4,5 ) como no son efectivamente traídos por el
Padre, no pueden ni quieren venir verdaderamente a Cristo, y por lo mismo

42
no pueden ser salvas; (Jn 6:44,45,65) mucho menos pueden los que no
reciben la religión cristiana, salvarse de alguna otra manera, aun cuando
sean diligentes en ajustar sus vidas a la luz de la naturaleza y a la ley de la
religión que profesan. (Hch. 4:12; Jn. 4:22;17:3)

Mt. 22:14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.


Mt.13:20 Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al
momento la recibe con gozo, 21 pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues
al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.
He. 6:4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don
celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, 5 y asimismo gustaron de la buena
palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,

Jn 6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le


resucitaré en el día postrero., 45 Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por
Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí., 65 Y dijo: Por
eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre.

Hch. 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos.
Jn. 4:22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque
la salvación viene de los judíos.; 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único
Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

43
Capítulo 11
La Justificación
1. A los que Dios llama de una manera eficaz, también justifica gratuitamente,
(Ro. 3.24; 8.30) no por infundir justicia en ellos sino por perdonarles sus
pecados; reputando y aceptando sus personas como justas, (Ro. 4.5-8; Ef.
1.7) no por algo hecho en ellos o por ellos, sino solamente por amor de
Cristo, (1Co1.30-31; Ro. 5.17-19) no por imputarles como justicia propia
la fe, ni el acto de creer, ni alguna otra obediencia evangélica, sino por
imputarles la obediencia activa de Cristo rendida a la ley divina y su
obediencia pasiva rendida en su muerte para ser la completa y única
justicia; (Fil. 3.8,9; Ef.2.8-10) y ellos por la fe reciben y descansan en él
y en su justicia. Esta fe no la tienen de si mismos porque es un don de
Dios. (Jn. 1.12; Ro.5.17)

Ro. 3.24 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para
manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
Ro.8.30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.
Ro. 4.5-8 5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es
contada por justicia. 6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien
Dios atribuye justicia sin obras, 7 diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son
perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos.
Ef. 1.7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas
de su gracia,
1Co 1.30-31 30 Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por
Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; 31 para que, como está escrito: El
que se gloría, gloríese en el Señor.
Ro. 5.17-19 17 Pues si por la trasgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más
reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don
de la justicia. 18 Así que, como por la trasgresión de uno vino la condenación a todos los
hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación
de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos
justos.
Fil. 3.8,9 8 Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por
basura, para ganar a Cristo, 9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la
ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
Ef.2.8-10 8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es
don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
anduviésemos en ellas.
Jn. 1.12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios;
Ro.5.17 Pues si por la trasgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida
por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

2. La fe que recibe a Cristo y descansa en él y en su justicia, es el único medio


para alcanzar la justificación. (Ro.3.28) Sin embargo, no se halla sola en la

44
persona justificada, sino que siempre va acompañada de todas las demás
gracias salvadoras y no es una fe muerta, sino que obra por el amor.
(Ga.5.6; Stg.2.17,22,26)

Ro.3.28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Ga.5.6 porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que
obra por el amor.
Stg.2.17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma., 22 ¿No ves que la fe
actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?, 26 Porque como el
cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

3. Cristo por su obediencia y muerte, pagó completamente la deuda de todos


aquellos que son así justificados. Por el sacrificio de si mismo en el
derramamiento de su sangre en la cruz, sufriendo en el lugar de ellos el
castigo que merecieron, hizo una apropiada, verdadera y plena satisfacción
a la justicia de Dios a favor de ellos. (He. 10.14; 1P.1.18-19; Is.53.5-6)
sin embargo, como Cristo fue dado por el Padre para ellos, y su obediencia
y satisfacción fueron aceptadas en lugar de la de ellos, y esto gratuitamente
y no por alguna cosa de los mismos, (Ro.8.32; 2co.5.21) resulta que su
justificación es sólo por la libre gracia, para que tanto la exacta justicia
como la rica gracia de Dios puedan ser glorificadas en la justificación de los
pecadores. (Ro.3.26;Ef.1.6-7; 2.7)

He. 10.14 Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he
comido jamás.
1P.1.18-19 18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual
recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la
sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, 20 ya
destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos
por amor de vosotros,
Is.53.5-6 5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. 6 Todos nosotros
nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el
pecado de todos nosotros.
Ro.8.32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?
2co.5.21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Ro.3.26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el
que justifica al que es de la fe de Jesús.
Ef.1.6-7 6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su
gracia, 2.7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su
bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

4. Desde la eternidad, Dios decretó justificar a todos los elegidos; (Ro.3.8,


1P.1.2; 1Ti.2.6) y en el cumplimiento del tiempo, Cristo murió por sus
pecados, y resucitó para su justificación. (Ro.4.25) Sin embargo, ellos no

45
son justificados personalmente sino hasta que Cristo les es realmente
aplicado, por el Espíritu Santo, en el debido tiempo.(Col. 1.21-22; Tit.3.4-
7)

Col. 1.21-22 21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en
vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado 22 en su cuerpo de carne, por
medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
Tit.3.4-7 4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para
con los hombres, 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino
por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu
Santo, 6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7 para
que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida
eterna.

5. Dios continúa perdonando los pecados de aquellos que son justificados;


(Mt.6.12; 1Jn.1.7, 9) y aunque ellos nunca pueden caer del estado de
justificación, (Jn.10.28) sin embargo pueden, por sus pecados, caer bajo
el desagrado paternal de Dios (Sal. 89.31-33) y, en tal caso, no tener la
luz de su rostro restaurado sobre ellos usualmente hasta que se humillen,
confiesen sus pecados, pidan perdón y renueven su fe y arrepentimiento.
(Sal. 32.5; Mt.26.75)

Mt.6.12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros


deudores.
1Jn.1.7, 9 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con
otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 8 Si decimos que no
tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos
de toda maldad.
Jn.10.28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi
mano.
Sal. 89.31-33 31 Si profanaren mis estatutos, Y no guardaren mis mandamientos, 32
Entonces castigaré con vara su rebelión, Y con azotes sus iniquidades. 33 Mas no quitaré de
él mi misericordia, Ni falsearé mi verdad.
Sal. 32.5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis
transgresiones a Jehová;
Mt.26.75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que
cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.

6. La justificación de los creyentes bajo el Antiguo Testamento, fue en todos


sentidos una y la misma que la de los creyentes bajo el Nuevo. (Ga.3.9;
Ro. 4.22-24)

Ga.3.9 De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.


Ro. 4.22-24 22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia. 23 Y no solamente
con respecto a él se escribió que le fue contada, 24 sino también con respecto a nosotros a
quienes ha de ser contada, esto es, a los que creemos en el que levantó de los muertos a Jesús,
Señor nuestro,

46
Capítulo 12
La Adopción

1. A todos aquellos que son justificados, (Gá. 3:24-26) Dios se dignó,(1 Jn.
3:1-3) en su único Hijo Jesucristo y por amor de éste, (Ef. 1:5; Gá 4:4,5;
Ro. 8:17,29) hacerles partícipes de la gracia de la adopción, por la cual
son incluidos en el numero de los hijos de Dios y gozan de sus libertades y
privilegios, tienen su nombre escrito sobre ellos, (Ro.8:17; Jn.1:12;
2Co.6:18; Ap3:12) reciben el espíritu de adopción, (Ro. 8:15; Ef. 3:12;
Ro. 5:2; Gá. 4:6; Ef.2:18) tienen acceso al trono de la gracia con
confianza, se les capacita para clamar: "Abba, Padre,"' se les compadece,
protege, provee y corrige como por un Padre, pero nunca se les desecha,
sino que son sellados para el día de la redención, (Sal. 103:13; Pr. 14:26;
Mt. 6:30,32; 1 P. 5:7; He. 12:6; Is. 54:8,9; Lm. 3:31; Ef. 4:30) y
heredan las promesas como herederos de la salvación eterna.(Ro. 8:17;
He. 1:14; 9:15)

Gá. 3:24-26 24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de
que fuésemos justificados por la fe. 25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26 pues todos
sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;

1 Jn. 3:1-3 1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de
Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. 2 Amados, ahora somos
hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que
tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro

Ef. 1:5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
Gá 4:4,5 4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de
mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que
recibiésemos la adopción de hijos.
Ro. 8:17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es
que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. ,29
Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

Ro.8:17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es


que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Jn.1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios;
2Co.6:18 Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor
Todopoderoso.
Apo 3:12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más
saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios,
la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.

47
Ro. 8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
Ef. 3:12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él;
Ro. 5:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes,
y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Gá. 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el
cual clama: ¡Abba, Padre!
Ef.2:18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu
al Padre.

Sal. 103:13 Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le
temen.
Pr. 14:26 En el temor de Jehová está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.
Mt. 6:30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste
así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?, 32 Porque los gentiles buscan
todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.
1 P. 5:7 echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
He. 12:6 Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo
entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la
cárcel.
Is. 54:8 Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia
eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor. 9 Porque esto me será como en los
días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he
jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré.
Lm. 3:31 Porque el Señor no desecha para siempre;
Ef. 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de
la redención.

Ro. 8:17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es
que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
He. 1:14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con
María la madre de Jesús, y con sus hermanos.; 9:15 El Señor le dijo: Ve, porque
instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de
reyes, y de los hijos de Israel;

48
Capítulo 13
La Santificación

1. Aquellos que son unidos a Cristo, llamados eficazmente y regenerados,


teniendo un nuevo corazón y un nuevo espíritu, creados en ellos en virtud
de la muerte y la resurrección de Cristo, (Jn. 3:3-8; 1 Jn. 2:29; 3:9,10;
Ro. 1:7; 2 Co. 1:1; Ef. 1:1; Fil. 1:1; Col. 3:12; Hch. 20:32; 26:18; Ro.
15:16; 1 Co. 1:2; 6:11; Ro. 6:1-11 2. 1; 1Ts. 5:23; Ro. 6:19; 1Co.
6:11; Hch. 20:32; Fil. 3:10; Ro. 6:5,6 4) son aún más santificados de un
modo real y personal, (Jn. 17:17; Ef. 5:26; 3:1-19; Ro. 8:13;5)
mediante la misma virtud, (Ro. 6:14) por su Palabra y Espíritu que moran
en ellos; (Gá. 5:24; Ro. 8:13) el dominio del cuerpo entero del pecado es
destruido, y las diversas concupiscencias del mismo son debilitadas y
mortificadas más y más, y ellos son más y más vivificados y fortalecidos en
todas las virtudes salvadoras, para la práctica de toda verdadera santidad,
(Gá. 5:24; Ro. 8:13) sin la cual nadie verá al Señor. (Col. 1:11; Ef.
3:1;19; 2Co. 7:1; Ro. 6:13; Ef. 4:22-25; Gá. 5:17; Ro. 12:14)

Jn. 3:3-8 3 Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de
nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer
siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no
puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido
del Espíritu, espíritu es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. 8
El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde
va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
1 Jn. 2:29 Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido
de él.; 3:9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de
Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios., 10 En esto se
manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no
ama a su hermano, no es de Dios.
Ro. 1:7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz
a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
2 Co. 1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, a la
iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya:
Ef. 1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo
Jesús que están en Efeso:
Fil. 1:1 Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están
en Filipos, con los obispos y diáconos:
Col. 3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia;
Hch. 20:32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que
tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. ; 26:18 para
que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de
Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre
los santificados.
Ro. 15:16 Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído; Y
repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar,

49
1 Co. 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús,
llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:; 6:11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados,
ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el
Espíritu de nuestro Dios.
Ro. 6:1-11 1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia
abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos
aún en él? 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el
bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la
semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6 sabiendo esto, que
nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. 7 Porque el que ha muerto, ha sido
justificado del pecado. 8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; 9
sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se
enseñorea más de él. 10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en
cuanto vive, para Dios vive. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos
para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. 2. 1 Por lo cual eres inexcusable, Oh hombre,
quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo;
porque tú que juzgas haces lo mismo.
1Ts. 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Ro. 6:19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como para iniquidad
presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para
santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia.
1 Co. 6:11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya
habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Hch. 20:32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que
tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.
Fil. 3:10 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus
padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
Ro. 6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así
también lo seremos en la de su resurrección;, 6 4 Porque somos sepultados juntamente con él
para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del
Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

Jn. 17:17 Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera,
el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
Ef. 5:26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,;
3:1-19 1 Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; 2 si
es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros;
3 que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, 4
leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, 5 misterio
que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es
revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: 6 que los gentiles son coherederos y
miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del
evangelio, 7 del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado
según la operación de su poder. 8 A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los
santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables
riquezas de Cristo, 9 y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde

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los siglos en Dios, que creó todas las cosas; 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea
ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares
celestiales, 11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, 12 en
quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él; 13 por lo cual pido
que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria. 14
Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma
nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que os dé, conforme a las riquezas de
su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que
habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la
longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo
conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Ro. 8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir
las obras de la carne, viviréis.; 5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la
carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.

Ro. 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino
bajo la gracia.

Gá. 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Ro. 8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir
las obras de la carne, viviréis

Col. 1:11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda
paciencia y longanimidad;
Ef. 3:1 Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; 19 y
de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la
plenitud de Dios.
2Co. 7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Ro. 6:13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de
iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y
vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
Ef. 4:22-25 22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que
está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 25
Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos
miembros los unos de los otros.
Gá. 5:17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la
carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
Re. 12:14 Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.

2. Esta santificación se efectúa en todo el hombre, aunque es incompleta en


esta vida; todavía quedan algunos remanentes de corrupción en todas
partes, (1 Ts. 5:23; 1 Jn. 1:8,10) de donde surge una continua e
irreconciliable guerra: (Ro. 7:18,23; Fil. 3:12; 1 Co. 9:24-27; 1Ti.1:18;
6:12; 2Ti. 4:7) la carne lucha contra el Espíritu, y el Espíritu contra la
carne.(Gá. 5:17; 1P. 2:11)

1 Ts. 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu,

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alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
1 Jn. 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la
verdad no está en nosotros., 10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso,
y su palabra no está en nosotros.

Ro. 7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien
está en mí, pero no el hacerlo., 23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la
ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
Fil. 3:12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si
logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
1 Co. 9:24-27 24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren,
pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. 25 Todo aquel que
lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero
nosotros, una incorruptible. 26 Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de
esta manera peleo, no como quien golpea el aire, 27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en
servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
1Ti.1:18 Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías
que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia,; 6:12 Pelea la buena
batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo
hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
2Ti. 4:7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe

Gá. 5:17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la
carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
1P. 2:11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los
deseos carnales que batallan contra el alma,

3. En dicha guerra, aunque la corrupción que aún queda prevalezca mucho por
algún tiempo, (Ro. 7:23) la parte regenerada triunfa a través de la
continua provisión de fuerzas por parte del Espíritu santificador de Cristo;
(Ro. 6:14; 1 Jn. 5:4) y así los santos crecen en la gracia, perfeccionando
la santidad en el temor de Dios, prosiguiendo una vida celestial, en
obediencia evangélica a todos los mandatos que Cristo, como Cabeza y Rey,
les ha prescrito en su Palabra. (Ef. 4:15,16; 2 P. 3:18; 2 Co. 7:1; 3:18;
Mt. 28:20)

Ro. 7:23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que
me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

Ro. 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino
bajo la gracia.
1 Jn. 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha
vencido al mundo, nuestra fe.

Ef. 4:15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,
esto es, Cristo,, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las
coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor.
2 P. 3:18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador
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Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
2 Co. 7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.; 3:18
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor,
somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Mt. 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

53
Capítulo 14
La fe salvadora

14. De la fe salvadora

1. La gracia de la fe, por la cual se capacita a los elegidos para creer para la
salvación de sus amas, es la obra del Espíritu de Cristo en sus corazones, y
ordinariamente se realiza por el ministerio de la Palabra; (Jn. 6:37, 44;
Hch. 11:21,24; 13:48; 14:27; 15:9; 2 Co. 4:13; Ef. 2:8; Fil. 1:29; 2
Ts. 2:13; 1 P. 1:2) por la cual, y por la administración del bautismo y la
Cena del Señor, la oración y otros medios designados por Dios, esa fe
aumenta y se fortalece. (Ro. 10:14,17; Lc. 17:5; Hch. 20:32; Ro. 4:11;
1 P. 2:2)

Jn. 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.,
44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el
día postrero.
Hch. 11:21 Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se convirtió al
Señor., 24 Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud
fue agregada al Señor.; 13:48 Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la
palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.; 14:27 Y
habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con
ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles.; 15:9 y ninguna diferencia hizo
entre nosotros y ellos, purificando por la fe sus corazones.
2 Co. 4:13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por
lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,
Ef. 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios;
Fil. 1:29 Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino
también que padezcáis por él,
2 Ts. 2:13 Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros,
hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para
salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad,
1 P. 1:2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para
obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.

Ro. 10:14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en
aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?, 17 Así que la fe es
por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Lc. 17:5 Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.
Hch. 20:32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que
tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.
Ro. 4:11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo
estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin
de que también a ellos la fe les sea contada por justicia;
1 P. 2:2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por
ella crezcáis para salvación,

54
2. Por esta fe, el cristiano cree que es verdadero todo lo revelado en la
Palabra por la autoridad de Dios mismo, y también percibe en ella una
excelencia superior a todos los demás escritos y todas las cosas en el
mundo, pues muestra la gloria de Dios en sus atributos, la excelencia de
Cristo en su naturaleza y oficios, y el poder y la plenitud del Espíritu Santo
en sus obras y operaciones; y de esta forma, el cristiano es capacitado para
confiar su alma a la verdad así creída; (Hch. 24:14; 1 Ts. 2:13; Sal.
19:7-10; 119:72) y también actúa de manera diferente según sea el
contenido de cada pasaje en particular: produciendo obediencia a los
mandatos, (Jn. 15:14; Ro. 16:26) temblando ante las amenazas, (Is.
66:2 4) y abrazando las promesas de Dios para esta vida y para la
venidera; (1 Ti. 4:8; He. 11:13) pero las principales acciones de la fe
salvadora tienen que ver directamente con Cristo: aceptarle, recibirle y
descansar sólo en Él para la justificación, santificación y vida eterna, en
virtud del pacto de gracia. (Jn. 1:12; Hch. 15:11; 16:31; Gá. 2:20)

Hch. 24:14 Pero esto te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo
al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas;
1 Ts. 2:13 Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando
recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de
hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.
Sal. 19:7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es
fiel, que hace sabio al sencillo. 8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el
corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. 9 El temor de Jehová es
limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. 10
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la
que destila del panal.; 119:72 Hablará mi lengua tus dichos, Porque todos tus
mandamientos son justicia.

Jn. 15:14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.


Ro. 16:26 pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas,
según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que
obedezcan a la fe,

Is. 66:2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero
miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra. 3 El que
sacrifica buey es como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un
perro; el que hace ofrenda, como si ofreciese sangre de cerdo; el que quema incienso, como si
bendijese a un ídolo. Y porque escogieron sus propios caminos, y su alma amó sus
abominaciones, 4 también yo escogeré para ellos escarnios, y traeré sobre ellos lo que
temieron; porque llamé, y nadie respondió; hablé, y no oyeron, sino que hicieron lo malo
delante de mis ojos, y escogieron lo que me desagrada.

1 Ti. 4:8 porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo
aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.
He. 11:13 quien nos contó cómo había visto en su casa un ángel, que se puso en pie y le
dijo: Envía hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro;

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Jn. 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios;
Hch. 15:11 Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo
que ellos.; 16:31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Gá. 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí.

3. Esta fe, aunque sea diferente en grados y pueda ser débil o fuerte, (Mt.
6:30; 8:10,26; 14:31; 16:8; Mt. 17:20; He. 5:13,14; Ro. 4:19,20) es,
sin embargo, aun en su grado mínimo, diferente en su clase y naturaleza
(como lo es toda otra gracia salvadora) de la fe y la gracia común de
aquellos creyentes que sólo lo son por un tiempo; (Stg. 2:14; 2 P. 1:1; 1
Jn. 5:4) y consecuentemente, aunque muchas veces sea atacada y
debilitada, resulta, sin embargo, victoriosa, (Lc. 22:31,32; Ef. 6:16; 1 Jn.
5:4,5 ) creciendo en muchos hasta obtener la completa seguridad a través
de Cristo, quien es tanto el autor como el consumador de nuestra fe.(Sal.
119:114; He. 6:11,12; 10:22,23 5. He. 12:2)

Mt. 6:30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste
así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?; 8:10,26; 14:31; 16:8
Mt. 17:20 Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe
como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os
será imposible.
He. 5:13 De los demás, ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa
grandemente., 14 Y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de
hombres como de mujeres;
Ro. 4:19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto
(siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.,20 Tampoco dudó, por
incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,

Stg. 2:14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene
obras? ¿Podrá la fe salvarle?
2 P. 1:1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la
justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra:
1 Jn. 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha
vencido al mundo, nuestra fe.

Lc. 22:31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para
zarandearos como a trigo;, 32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez
vuelto, confirma a tus hermanos.
Ef. 6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de
fuego del maligno.
1 Jn. 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha
vencido al mundo, nuestra fe., 5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús
es el Hijo de Dios?

Sal. 119:114 Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado.

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He. 6:11 Entonces sobornaron a unos para que dijesen que le habían oído hablar palabras
blasfemas contra Moisés y contra Dios., 12 Y soliviantaron al pueblo, a los ancianos y a los
escribas; y arremetiendo, le arrebataron, y le trajeron al concilio.; 10:22 Ellos dijeron:
Cornelio el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio en toda la
nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa
para oír tus palabras., 23 5 Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el sumo sacerdote;
pues escrito está: No maldecirás a un príncipe de tu pueblo. He. 12:2 Y mató a espada a
Jacobo, hermano de Juan.

57
Capítulo 15

Del arrepentimiento para vida y salvación

1. A aquellos de los elegidos que se convierten en la madurez, habiendo vivido


por algún tiempo en el estado natural, (Tit. 3:2-5) y habiendo servido en
el mismo a diversas concupiscencias y placeres, Dios, al llamarlos
eficazmente, les da arrepentimiento para vida. (2 Cr. 33:10-20; Hch. 9:1-
19; 16:29,30)

Tit. 3:2-5 1 Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan,
que estén dispuestos a toda buena obra. 2 Que a nadie difamen, que no sean pendencieros,
sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. 3 Porque nosotros
también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de
concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y
aborreciéndonos unos a otros. 4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro
Salvador, y su amor para con los hombres, 5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros
hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la
renovación en el Espíritu Santo,
2 Cr. 33:10-20 10 Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon: 11
por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales
aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia. 12 Mas luego
que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del
Dios de sus padres. 13 Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración, y lo
restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios. 14
Después de esto edificó el muro exterior de la ciudad de David, al occidente de Gihón, en el
valle, a la entrada de la puerta del Pescado, y amuralló Ofel, y elevó el muro muy alto; y puso
capitanes de ejército en todas las ciudades fortificadas de Judá. 15 Asimismo quitó los dioses
ajenos, y el ídolo de la casa de Jehová, y todos los altares que había edificado en el monte de la
casa de Jehová y en Jerusalén, y los echó fuera de la ciudad. 16 Reparó luego el altar de
Jehová, y sacrificó sobre él sacrificios de ofrenda de paz y de alabanza; y mandó a Judá que
sirviesen a Jehová Dios de Israel. 17 Pero el pueblo aún sacrificaba en los lugares altos,
aunque lo hacía para Jehová su Dios. 18 Lo demás hechos de Manasés, y su oración a su Dios,
y las palabras de los videntes que le hablaron en nombre de Jehová el Dios de Israel, he aquí
todo está escrito en las actas de los reyes de Israel. 19 Su oración también, y cómo fue oído,
todos sus pecados, y su prevaricación, los sitios donde edificó lugares altos y erigió imágenes
de Asera e ídolos, antes que se humillase, he aquí estas cosas están escritas en las palabras de
los videntes. 20 Y durmió Manasés con sus padres, y lo sepultaron en su casa; y reinó en su
lugar Amón su hijo.
Hch. 9:1-19 1 Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor,
vino al sumo sacerdote, 2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si
hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén. 3 Mas
yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un
resplandor de luz del cielo; 4 y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por
qué me persigues? 5 El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú
persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. 6 El, temblando y temeroso, dijo:
Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te
dirá lo que debes hacer. 7 Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la
verdad la voz, más sin ver a nadie. 8 Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos,
no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco, 9 donde estuvo tres
días sin ver, y no comió ni bebió. 10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado
Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. 11 Y el

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Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a
uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, 12 y ha visto en visión a un varón
llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista. 13
Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males
ha hecho a tus santos en Jerusalén; 14 y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes
para prender a todos los que invocan tu nombre. 15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento
escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los
hijos de Israel; 16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre. 17
Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo,
el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que
recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. 18 Y al momento le cayeron de los ojos como
escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado. 19 Y habiendo tomado
alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en
Damasco.; 16:29 El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a
los pies de Pablo y de Silas; 30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser
salvo?

2. Si bien no hay nadie que haga el bien y no peque, (Sal. 130:3; 143:2;
Pr.20:9; Ec. 7:20) y los mejores hombres, mediante el poder y el engaño
de la corrupción que habita en ellos, junto con el predominio de la
tentación, pueden caer en grandes pecados y provocaciones, (2 S.11:1-
27; Lc. 22:54-62) Dios, en el pacto de gracia, ha provisto
misericordiosamente que los creyentes que pequen y caigan de esta
manera sean renovados mediante el arrepentimiento para salvación. (Jer.
32:40; Lc. 22:31,32; 1 Jn. 1:9)

Sal. 130:3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?;
143:2 Y no entres en juicio con tu siervo; Porque no se justificará delante de ti ningún ser
humano.
Pr.20:9 ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado?
Ec. 7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.

2 S.11:1-27 1 Aconteció al año siguiente, en el tiempo que salen los reyes a la guerra, que
David envió a Joab, y con él a sus siervos y a todo Israel, y destruyeron a los amonitas, y
sitiaron a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. 2 Y sucedió un día, al caer la tarde, que se
levantó David de su lecho y se paseaba sobre el terrado de la casa real; y vio desde el terrado a
una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa. 3 Envió David a preguntar por
aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé hija de Eliam, mujer de Urías heteo. 4 Y envió
David mensajeros, y la tomó; y vino a él, y él durmió con ella. Luego ella se purificó de su
inmundicia, y se volvió a su casa. 5 Y concibió la mujer, y envió a hacerlo saber a David,
diciendo: Estoy encinta. 6 Entonces David envió a decir a Joab: Envíame a Urías heteo. Y Joab
envió a Urías a David. 7 Cuando Urías vino a él, David le preguntó por la salud de Joab, y por
la salud del pueblo, y por el estado de la guerra. 8 Después dijo David a Urías: Desciende a tu
casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de la casa del rey, le fue enviado presente de la mesa
real. 9 Más Urías durmió a la puerta de la casa del rey con todos los siervos de su señor, y no
descendió a su casa. 10 E hicieron saber esto a David, diciendo: Urías no ha descendido a su
casa. Y dijo David a Urías: ¿No has venido de camino? ¿Por qué, pues, no descendiste a tu
casa? 11 Y Urías respondió a David: El arca e Israel y Judá están bajo tiendas, y mi señor Joab,
y los siervos de mi señor, en el campo; ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y
a dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu alma, que yo no haré tal cosa. 12 Y
David dijo a Urías: Quédate aquí aún hoy, y mañana te despacharé. Y se quedó Urías en

59
Jerusalén aquel día y el siguiente. 13 Y David lo convidó a comer y a beber con él, hasta
embriagarlo. Y él salió a la tarde a dormir en su cama con los siervos de su señor; mas no
descendió a su casa. 14 Venida la mañana, escribió David a Joab una carta, la cual envió por
mano de Urías. 15 Y escribió en la carta, diciendo: Poned a Urías al frente, en lo más recio de
la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera. 16 Así fue que cuando Joab sitió la
ciudad, puso a Urías en el lugar donde sabía que estaban los hombres más valientes. 17 Y
saliendo luego los de la ciudad, pelearon contra Joab, y cayeron algunos del ejército de los
siervos de David; y murió también Urías heteo. 18 Entonces envió Joab e hizo saber a David
todos los asuntos de la guerra. 19 Y mandó al mensajero, diciendo: Cuando acabes de contar al
rey todos los asuntos de la guerra, 20 si el rey comenzare a enojarse, y te dijere: ¿Por qué os
acercasteis demasiado a la ciudad para combatir? ¿No sabíais lo que suelen arrojar desde el
muro? 21 ¿Quién hirió a Abimelec hijo de Jerobaal? ¿No echó una mujer del muro un pedazo
de una rueda de molino, y murió en Tebes? ¿Por qué os acercasteis tanto al muro? Entonces
tú le dirás: También tu siervo Urías heteo es muerto. 22 Fue el mensajero, y llegando, contó a
David todo aquello a que Joab le había enviado. 23 Y dijo el mensajero a David: Prevalecieron
contra nosotros los hombres que salieron contra nosotros al campo, bien que nosotros les
hicimos retroceder hasta la entrada de la puerta; 24 pero los flecheros tiraron contra tus
siervos desde el muro, y murieron algunos de los siervos del rey; y murió también tu siervo
Urías heteo. 25 Y David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: No tengas pesar por esto, porque
la espada consume, ora a uno, ora a otro; refuerza tu ataque contra la ciudad, hasta que la
rindas. Y tú aliéntale. 26 Oyendo la mujer de Urías que su marido Urías era muerto, hizo
duelo por su marido. 27 Y pasado el luto, envió David y la trajo a su casa; y fue ella su mujer,
y le dio a luz un hijo. Más esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de
Jehová.
Lc. 22:54-62 54 Y prendiéndole, le llevaron, y le condujeron a casa del sumo sacerdote.
Y Pedro le seguía de lejos. 55 Y habiendo ellos encendido fuego en medio del patio, se
sentaron alrededor; y Pedro se sentó también entre ellos. 56 Pero una criada, al verle sentado
al fuego, se fijó en él, y dijo: También éste estaba con él. Pero él lo negó, diciendo: Mujer, no
lo conozco. 58 Un poco después, viéndole otro, dijo: Tú también eres de ellos. Y Pedro dijo:
Hombre, no lo soy. 59 Como una hora después, otro afirmaba, diciendo: Verdaderamente
también éste estaba con él, porque es galileo. 60 Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y
en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó. 61 Entonces, vuelto el Señor, miró a
Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante,
me negarás tres veces. 62 Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.

Jer. 32:40 Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien, y
pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.
Lc. 22:31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para
zarandearos como a trigo;,32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez
vuelto, confirma a tus hermanos.
1 Jn. 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad.

3. Este arrepentimiento para salvación es una gracia evangélica (Hch.5:31;


11:18;2Ti.2:25) por la cual una persona a quien el Espíritu hace
consciente de las múltiples maldades de su pecado, (Sal. 51:1-6; 130:1-
3; Lc. 15:17-20; Hch. 2:37,38) mediante la fe en Cristo (Sal. 130:4; Mt.
27:3-5; Mr. 1:15) se humilla por él con una tristeza que es según Dios,
abominación de él y aborrecimiento de sí mismo, orando por el perdón y las
fuerzas que proceden de la gracia, (Ez. 16:60-63; 36:31,32; Zc. 12:10;
Mt. 21:19; Hch. 15:19; 20:21; 26:20; 2 Co. 7:10,11; 1 Ts. 1:9) con el

60
propósito y empeño, mediante la provisión del Espíritu, de andar delante de
Dios para agradarle en todo. (Pr. 28:13; Ez. 36:25; 18:30,31; Sal.
119:59,104,128; Mt. 3:8; Lc. 3:8; Hch. 26:20; 1 Ts. 1:9)

Hch.5:31 A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel
arrepentimiento y perdón de pecados.; 11:18 Entonces, oídas estas cosas, callaron, y
glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios
arrepentimiento para vida!
2Ti.2:25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda
que se arrepientan para conocer la verdad,

Sal. 51:1-6 1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la


multitud de tus piedades borra mis rebeliones. 2 Lávame más y más de mi maldad, Y
límpiame de mi pecado. 3 Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre
delante de mí. 4 Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio. 5 He aquí, en
maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre. 6 He aquí, tú amas la verdad en
lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.; 130:1-3 1 De lo profundo,
oh Jehová, a ti clamo. 2 Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica. 3
JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?
Lc. 15:17-20 17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen
abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! 18 Me levantaré e iré a mi padre, y le
diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. 19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo;
hazme como a uno de tus jornaleros. 20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún
estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello,
y le besó.
Hch. 2:37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?, 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese
cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el
don del Espíritu Santo.

Sal. 130:4 Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado.


Mt. 27:3-5 3 Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado,
devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, 4
diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a
nosotros? ¡Allá tú! 5 Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.
Mr. 1:15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos, y creed en el evangelio.

Ez. 16:60-63 60 Antes yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de
tu juventud, y estableceré contigo un pacto sempiterno. 61 Y te acordarás de tus caminos y te
avergonzarás, cuando recibas a tus hermanas, las mayores que tú y las menores que tú, las
cuales yo te daré por hijas, mas no por tu pacto, 62 sino por mi pacto que yo confirmaré
contigo; y sabrás que yo soy Jehová; 63 para que te acuerdes y te avergüences, y nunca más
abras la boca, a causa de tu vergüenza, cuando yo perdone todo lo que hiciste, dice Jehová el
Señor.; 36:31 Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron
buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades y por vuestras
abominaciones., 32 No lo hago por vosotros, dice Jehová el Señor, sabedlo bien;
avergonzaos y cubríos de confusión por vuestras iniquidades, casa de Israel.
Zc. 12:10 Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu

61
de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo
unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.
Mt. 21:19 Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino
hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera.
Hch. 15:19 Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios,
20:21 testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe
en nuestro Señor Jesucristo.; 26:20 sino que anuncié primeramente a los que están en
Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se
convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.
2 Co. 7:10 Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación,
de que no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte., 11 Porque he
aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en
vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué
vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto.
1 Ts. 1:9 porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y
cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,

Pr. 28:13 El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta
alcanzará misericordia.
Ez. 36:25 Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras
inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.; 18:30 Por tanto, yo os juzgaré a cada
uno según sus caminos, oh casa de Israel, dice Jehová el Señor. Convertíos, y apartaos de
todas vuestras transgresiones, y no os será la iniquidad causa de ruina., 31 Echad de vosotros
todas vuestras transgresiones con que habéis pecado, y haceos un corazón nuevo y un espíritu
nuevo. ¿Por qué moriréis, casa de Israel?
Sal. 119:59, Consideré mis caminos, Y volví mis pies a tus testimonios. 104 De tus
mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.,
128 Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas, Y aborrecí todo
camino de mentira.
Mt. 3:8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, Lc. 3:8 Haced, pues, frutos
dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a
Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas
piedras.
Hch. 26:20 sino que anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y
por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios,
haciendo obras dignas de arrepentimiento.
1 Ts. 1:9 porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y
cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,

4. Puesto que el arrepentimiento ha de continuar a lo largo de toda nuestra


vida, debido al cuerpo de muerte y sus inclinaciones, (Ez. 16:60; Mt. 5:4;
1 Jn. 1:9) es por tanto el deber de cada hombre arrepentirse
específicamente de los pecados concretos que conozca. (Lc. 19:8; 1 Ti.
1:13,15)

Ez. 16:60 Antes yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu
juventud, y estableceré contigo un pacto sempiterno.
Mt. 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
1 Jn. 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,

62
y limpiarnos de toda maldad.

Lc. 19:8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis
bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
1 Ti. 1:13 habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a
misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad., 15 Palabra fiel y digna de ser
recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo
soy el primero.

5. Tal es la provisión que Dios ha hecho a través de Cristo en el pacto de


gracia para la preservación de los creyentes para salvación que, si bien no
hay pecado tan pequeño que no merezca la condenación, (Sal. 130:3;
143:2; Ro. 6:23) no hay, sin embargo, pecado tan grande que acarree
condenación a aquellos que se arrepienten, lo cual hace necesaria la
predicación constante del arrepentimiento. (Is. 1:16-18; 55:7; Hch.
2:36-38)

Sal. 130:3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?;
143:2 Y no entres en juicio con tu siervo; Porque no se justificará delante de ti ningún ser
humano.
Ro. 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en
Cristo Jesús Señor nuestro.

Is. 1:16-18 16 Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis
ojos; dejad de hacer lo malo; 17 aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al
agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. 18 Venid luego, dice Jehová, y
estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán
emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.; 55:7
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual
tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Hch. 2:36-38 36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a
quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. 37 Al oír esto, se compungieron
de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38
Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.

63
Capítulo 16
De las buenas obras

1. Las buenas obras son solamente aquellas que Dios ha ordenado en su santa
Palabra (Mi. 6:8; Ro. 12:2; He. 13:21; Col. 2:3; 2 Ti. 3:16,17) y no las
que, sin la autoridad de ésta, han inventado los hombres por un fervor
ciego o con cualquier pretexto de buenas intenciones. (Mt. 15:9 con Is.
29:13; 1 P. 1:18; Ro. 10:2; Jn. 16:2; 1 5. 15:21-23; 1 Co. 7:23; Gá.
5:1; Col. 2:8,1,23)

Mi. 6:8 Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente
hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Ro. 12:2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y
perfecta.
He. 13:21 os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en
vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de
los siglos. Amén.
Col. 2:3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
2 Ti. 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra.

Mt. 15:9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de


hombres.
Is. 29:13 Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus
labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un
mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;
1 P. 1:18 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os
alegráis con gozo inefable y glorioso;
Ro. 10:2 Porque yo les doy testimonio de que tienen celo de Dios, pero no conforme a
ciencia.
Jn. 16:2 Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os
mate, pensará que rinde servicio a Dios.; 15:21-23 21 Mas todo esto os harán por causa
de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. 22 Si yo no hubiera venido, ni les
hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado. 23 El que
me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece.
1 Co. 7:23 Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.
Gá. 5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez
sujetos al yugo de esclavitud.
Col. 2:8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las
tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo., 1
Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en
Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;, 23 Tales cosas tienen a la verdad
cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo;
pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.

2. Estas buenas obras, hechas en obediencia a los mandamientos de Dios, son


los frutos y evidencias de una fe verdadera y viva; (Stg. 2:18,22; Gá. 5:6;
64
1 Ti. 1:5) y por ellas los creyentes manifiestan su gratitud, (Sal. 116:12-
14; 1 P. 2:9,12; Lc. 7:36-50 con Mt. 26:1-11) fortalecen su seguridad,
(1 Jn. 2:3,5; 3:18,19; 2 P. 1:5-11) edifican a sus hermanos, (2 Co. 9:2;
Mt. 5:16) adornan la profesión del evangelio, (Mt. 5:16; Tit. 2:5,9-12; 1
Ti. 6:1; 1 P. 2:12) tapan la boca de los adversarios, (1P. 2:12,15; Tit.
2:5; 1 Ti. 6:1) y glorifican a Dios, cuya hechura son, creados en Cristo
Jesús para ello, (Ef. 2:10; Fil. 1:11; 1 Ti. 6:1; 1 P. 2:12; Mt. 5:16) para
que teniendo por fruto la santificación, tengan como fin la vida eterna. (Ro.
6:22; Mt. 7:13,14,21-23)

Stg. 2:18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y
yo te mostraré mi fe por mis obras., 22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y
que la fe se perfeccionó por las obras?
Gá. 5:6 porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe
que obra por el amor.
1 Ti. 1:5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de
buena conciencia, y de fe no fingida,

Sal. 116:12-14 12 ¿Qué pagaré a Jehová Por todos sus beneficios para conmigo? 13
Tomaré la copa de la salvación, E invocaré el nombre de Jehová. 14 Ahora pagaré mis votos a
Jehová Delante de todo su pueblo.
1 P. 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a
su luz admirable; 12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para
que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la
visitación, al considerar vuestras buenas obras.
Lc. 7:36-50 36 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado
en casa del fariseo, se sentó a la mesa. 37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora,
al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con
perfume; 38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus
pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. 39
Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta,
conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. 40 Entonces
respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. 41
Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42
y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más?
43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo:
Rectamente has juzgado. 44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu
casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha
enjugado con sus cabellos. 45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de
besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis
pies. 47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho;
más aquel a quien se le perdona poco, poco ama. 48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son
perdonados. 49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre
sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? 50 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha
salvado, ve en paz.
Mt. 26:1-11 Mat 26:1 Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus
discípulos: 2 Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será
entregado para ser crucificado. 3 Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los
ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás, 4 y tuvieron

65
consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle. 5 Pero decían: No durante la fiesta, para
que no se haga alboroto en el pueblo. 6 Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el
leproso, 7 vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo
derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. 8 Al ver esto, los discípulos se
enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio? 9 Porque esto podía haberse vendido a gran
precio, y haberse dado a los pobres. 10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a
esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra. 11 Porque siempre tendréis pobres con
vosotros, pero a mí no siempre me tendréis.

1 Jn. 2:3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.,
5 pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado;
por esto sabemos que estamos en él.; 3:18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua,
sino de hecho y en verdad., 19 Y en esto conocemos que somos de la verdad, y aseguraremos
nuestros corazones delante de él;
2 P. 1:5-11 5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a
vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al dominio
propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal,
amor. 8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin
fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pero el que no tiene estas cosas
tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.
10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección;
porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 11 Porque de esta manera os será otorgada
amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

2 Co. 9:2 pues conozco vuestra buena voluntad, de la cual yo me glorío entre los de
Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a la
mayoría.
Mt. 5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.

Tit. 2:5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para
que la palabra de Dios no sea blasfemada., 9-12 9 Exhorta a los siervos a que se sujeten a
sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; 10 no defraudando, sino
mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. 11
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 12
enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo
sobria, justa y piadosamente,
1 Ti. 6:1 Todos los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus amos por dignos de
todo honor, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la doctrina.
1 P. 2:12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo
que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la
visitación, al considerar vuestras buenas obras.

1P. 2:12 Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales,
nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición,, 15 Han dejado el
camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el cual amó el
premio de la maldad,
Tit. 2:5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para
que la palabra de Dios no sea blasfemada.
1 Ti. 6:1 Todos los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus amos por dignos de
todo honor, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la doctrina.

66
Ef. 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales
Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Fil. 1:11 llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza
de Dios.
1 Ti. 6:1 Todos los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus amos por dignos de
todo honor, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la doctrina.
1 P. 2:12 Pero éstos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales
irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición, 15 Han
dejado el camino recto, y se han extraviado siguiendo el camino de Balaam hijo de Beor, el
cual amó el premio de la maldad,
Mt. 5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que están los cielos.

Ro. 6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis
por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
Mt. 7:13 Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino
que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella;, 14 porque estrecha es la
puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan., 21-23 21
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre
hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí,
hacedores de maldad.

3. La capacidad que tienen los creyentes para hacer buenas obras no es de


ellos mismos en ninguna manera, sino completamente del Espíritu de
Cristo. Y para que ellos puedan tener esta capacidad, además de las
virtudes que ya han recibido, se necesita una influencia efectiva del mismo
Espíritu Santo para obrar en ellos tanto el querer como el hacer por su
buena voluntad; (Ez. 36:26,27; Jn. 15:4-6; 2 Co. 3:5; Fil. 2:12,13; Ef.
2:10) sin embargo, no deben volverse negligentes por ello, como si no
estuviesen obligados a cumplir deber alguno aparte de un impulso especial
del Espíritu, sino que deben ser diligentes en avivar la gracia de Dios que
está en ellos.(Ro. 8:14;Jn. 3:8; Fil. 2:l2,13;2P. 1:10; He. 6:l2;2Ti.
l:6;Jud.20,21)

Ez. 36:26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne., 27 Y pondré dentro de
vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los
pongáis por obra.
Jn. 15:4-6 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto
por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo
soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto;
porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera
como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
2 Co. 3:5 no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de
nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios,
Fil. 2:12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi

67
presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con
temor y temblor, 13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad.
Ef. 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales
Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Ro. 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que
no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Jn. 3:8 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni
a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Fil. 2:12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi
presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con
temor y temblor, 13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad.
2P. 1:10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y
elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
He. 6:12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la
paciencia heredan las promesas.
2Ti. 1:6 Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la
imposición de mis manos.
Jud. 20 Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el
Espíritu Santo, 21 conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro
Señor Jesucristo para vida eterna.

4. Quienes alcancen el mayor grado de obediencia posible en esta vida quedan


tan lejos de llegar a un grado supererogatorio, y de hacer más de lo que
Dios requiere, que les falta mucho de lo que por deber están obligados a
hacer. (1 R. 8:46; 2Cr. 6:36; Sal. 130:3; 143:2; Pr. 20:9; Ec. 7:20; Ro.
3:9,23; 7:14 Ss.; Gá. 5:17; 1 Jn. 1:6-10; Lc. 17:10)

1 R. 8:46 Si pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque), y estuvieres airado
contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautive y lleve a tierra enemiga,
sea lejos o cerca,
2Cr. 6:36 Si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque,) y te enojares contra
ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven
cautivos a tierra de enemigos, lejos o cerca,
Sal. 130:3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?;
143:2 Y no entres en juicio con tu siervo; Porque no se justificará delante de ti ningún ser
humano.
Pr. 20:9 ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado?
Ec. 7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.
Ro. 3:9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya
hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado., 23 por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios; 7:14Ss 14 Porque sabemos que la ley es
espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. 15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues
no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago,
apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado
que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer
el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que

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no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora
en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque
según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros,
que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en
mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias
doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de
Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Gá. 5:17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la
carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
1 Jn. 1:6-10 6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas,
mentimos, y no practicamos la verdad; 7 pero si andamos en luz, como él está en luz,
tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad
no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos pecado, le
hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
Lc. 17:10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado,
decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.

5. Nosotros no podemos, por nuestras mejores obras, merecer el perdón del


pecado o la vida eterna de la mano de Dios, a causa de la gran
desproporción que existe entre nuestras obras y la gloria que ha de venir,
(Ro. 8:18) y por la distancia infinita que hay entre nosotros y Dios, a quien
no podemos beneficiar por dichas obras, ni satisfacer la deuda de nuestros
pecados anteriores; pero cuando hemos hecho todo lo que podemos, no
hemos sino cumplido con nuestro deber y somos siervos inútiles; (Job
22:3; 35:7, Lc. 17:10; Ro. 4:3; 11:3) y tanto en cuanto son buenas
proceden de su Espíritu; (Gá. 5:22,23) y en cuanto son hechas por
nosotros, son impuras y están mezcladas con tanta debilidad e imperfección
que no pueden soportar la severidad del castigo de Dios. (1 R. 8:46; 2 Cr.
6:36; Sal. 130:3; 143:2; Pr. 20:9; Ec. 7:20; Ro. 3:9,23; 7:l4ss.; Gá.
5:17; 1 Jn. 1:6-10)

Ro. 8:18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables
con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.

Job 22:3 ¿Tiene contentamiento el Omnipotente en que tú seas justificado, O provecho de


que tú hagas perfectos tus caminos?; 35:7 Si fueres justo, ¿qué le darás a él? ¿O qué
recibirá de tu mano?
Lc. 17:10 Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado,
decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.
Ro. 4:3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por
justicia.; 11:3 Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo
he quedado, ¿y procuran matarme?

Gá. 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

1 R. 8:46 Si pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque), y estuvieres airado

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contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautive y lleve a tierra enemiga,
sea lejos o cerca,
2 Cr. 6:36 Si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque,) y te enojares contra
ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven
cautivos a tierra de enemigos, lejos o cerca,
Sal. 130:3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?;
143:2 Y no entres en juicio con tu siervo; Porque no se justificará delante de ti ningún ser
humano.
Pr. 20:9 ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado?
Ec. 7:20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.
Ro. 3:9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya
hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado., 23 por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 7:l4ss 14 Porque sabemos que la ley es
espiritual; más yo soy carnal, vendido al pecado. 15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues
no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago,
apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado
que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer
el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que
no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora
en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque
según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros,
que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en
mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias
doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de
Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

Gá. 5:17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la
carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
1 Jn. 1:6-10 6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas,
mentimos, y no practicamos la verdad; 7 pero si andamos en luz, como él está en luz,
tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad
no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos pecado, le
hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

6. No obstante, por ser aceptadas las personas de los creyentes por medio de
Cristo, sus buenas obras también son aceptadas en Él; (Ex. 28:38; Ef.
1:6,7; 1 P. 2:5) no como si fueran en esta vida enteramente
irreprochables e irreprensibles a los ojos de Dios; (1 R. 8:46; 2 Cr. 6:36;
Sal. 130:3; 143:2; Pr. 20:9; Ec. 7:20; Ro. 3:9,23; 7;l4ss.; Gá. 5:17; 1
Jn. 1:6-10) sino que a Él, mirándolas en su Hijo, le place aceptar y
recompensar aquello que es sincero aun cuando esté acompañado de
muchas debilidades e imperfecciones. (He. 6:10; Mt. 25:21,23)

Ex. 28:38 Y estará sobre la frente de Aarón, y llevará Aarón las faltas cometidas en todas
las cosas santas, que los hijos de Israel hubieren consagrado en todas sus santas ofrendas; y
sobre su frente estará continuamente, para que obtengan gracia delante de Jehová.
Ef. 1:6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7
en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su

70
gracia,
1 P. 2:5 vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y
sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo.

1 R. 8:46 Si pecaren contra ti (porque no hay hombre que no peque), y estuvieres airado
contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautive y lleve a tierra enemiga,
sea lejos o cerca,
2 Cr. 6:36 Si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque,) y te enojares contra
ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven
cautivos a tierra de enemigos, lejos o cerca,
Sal. 130:3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?;;
143:2 Y no entres en juicio con tu siervo; Porque no se justificará delante de ti ningún ser
humano.
Pr. 20:9 ¿Quién podrá decir: Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado?
Ec. 7:20; 9 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.
Ro. 3:9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya
hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado., 23 por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 7:l4ss 14 Porque sabemos que la ley es
espiritual; más yo soy carnal, vendido al pecado. 15 Porque lo que hago, no lo entiendo; pues
no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero, esto hago,
apruebo que la ley es buena. 17 De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado
que mora en mí. 18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer
el bien está en mí, pero no el hacerlo. 19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que
no quiero, eso hago. 20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora
en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. 22 Porque
según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; 23 pero veo otra ley en mis miembros,
que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en
mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias
doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de
Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

Gá. 5:17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la
carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
1 Jn. 1:6-10 6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas,
mentimos, y no practicamos la verdad; 7 pero si andamos en luz, como él está en luz,
tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad
no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar
nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 10 Si decimos que no hemos pecado, le
hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

He. 6:10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que
habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.
Mt. 25:21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre
mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor., 23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

7. Las obras hechas por hombres no regenerados, aunque en sí mismas sean


cosas que Dios ordena, y de utilidad tanto para ellos como para otros, (1 R.

71
21:27-29; 2 R. 10:30,31; Ro. 2:14; Fil. 1:15-18) sin embargo, por no
proceder de un corazón purificado por la fe (Ga. 4:5 con He. 11:4,6; 1 Ti.
1:5; Ro. 14:23; Gá. 5:6) y no ser hechas de una manera correcta de
acuerdo con la Palabra, (1 Co. 13:3; Is. 1:12) ni para un fin correcto (la
gloria de Dios (Mt. 6:2,5,6; 1 Co. 10:31), son, por tanto, pecaminosas, y
no pueden agradar a Dios ni hacer a un hombre digno de recibir gracia por
parte de Dios. (Ro. 9:16; Tit. 1:15; 3:5) Y a pesar de esto, el hecho de
que descuiden las buenas obras es más pecaminoso y desagradable a Dios.
(1R. 21:27-29; 2 R. 10:30,31; Sal. 14:4; 36:3)

1 R. 21:27-29 27 Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos y
puso cilicio sobre su carne, ayunó, y durmió en cilicio, y anduvo humillado. 28 Entonces vino
palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo: 29 ¿No has visto cómo Acab se ha humillado
delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días;
en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.
2 R. 10:30 Y Jehová dijo a Jehú: Por cuanto has hecho bien ejecutando lo recto delante de
mis ojos, e hiciste a la casa de Acab conforme a todo lo que estaba en mi corazón, tus hijos se
sentarán sobre el trono de Israel hasta la cuarta generación., 31 Mas Jehú no cuidó de andar
en la ley de Jehová Dios de Israel con todo su corazón, ni se apartó de los pecados de
Jeroboam, el que había hecho pecar a Israel.
Ro. 2:14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la
ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
Fil. 1:15-18 15 Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero
otros de buena voluntad. 16 Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente,
pensando añadir aflicción a mis prisiones; 17 pero los otros por amor, sabiendo que estoy
puesto para la defensa del evangelio. 18 ¿Qué, pues? Que no obstante, de todas maneras, o
por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo, y me gozaré aún.

Ga. 4:5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la
adopción de hijos.
He. 11:4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó
testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por
ella., 6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
1 Ti. 1:5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de
buena conciencia, y de fe no fingida,
Ro. 14:23 Pero el que duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y
todo lo que no proviene de fe, es pecado.
Gá. 5:6 porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe
que obra por el amor.

1 Co. 13:3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase
mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
Is. 1:12 ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí
para hollar mis atrios?

Mt. 6:2 Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen
los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto
os digo que ya tienen su recompensa., 5 Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque

72
ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de
los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa, 6 Mas tú, cuando ores, entra
en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en
lo secreto te recompensará en público.
1 Co. 10:31 Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de
Dios.

Ro. 9:16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene
misericordia.
Tit. 1:15 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos
nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas.; 3:5 nos salvó, no
por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
1R. 21:27-29 27 Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos y puso
cilicio sobre su carne, ayunó, y durmió en cilicio, y anduvo humillado. 28 Entonces vino
palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo: 29 ¿No has visto cómo Acab se ha humillado
delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días;
en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.
2 R. 10:30 Y Jehová dijo a Jehú: Por cuanto has hecho bien ejecutando lo recto delante de
mis ojos, e hiciste a la casa de Acab conforme a todo lo que estaba en mi corazón, tus hijos se
sentarán sobre el trono de Israel hasta la cuarta generación., 31 Mas Jehú no cuidó de andar
en la ley de Jehová Dios de Israel con todo su corazón, ni se apartó de los pecados de
Jeroboam, el que había hecho pecar a Israel.
Sal. 14:4 ¿No tienen discernimiento todos los que hacen iniquidad, Que devoran a mi
pueblo como si comiesen pan, Y a Jehová no invocan?; 36:3 Las palabras de su boca son
iniquidad y fraude; Ha dejado de ser cuerdo y de hacer el bien.

73
CAPÍTULO XVII
De la perseverancia de los santos

1. Aquellos a quienes Dios ha aceptado en el Amado, y ha llamado


eficazmente y santificado por su Espíritu, y a quienes ha dado la preciosa fe
de sus elegidos, no pueden caer ni total ni definitivamente del estado de
gracia, sino que ciertamente perseverarán en él hasta el fin, y serán salvos
por toda la eternidad, puesto que los dones y el llamamiento de Dios son
irrevocables, por lo que Él continúa engendrando y nutriendo en ellos la fe,
el arrepentimiento, el amor, el gozo, la esperanza y todas las virtudes del
Espíritu para inmortalidad; (Jn. 10:28,29; Fil. 1:6; 2 Ti. 2:19; 2 P.1:5-
10; 1 Jn. 2:19) y aunque surjan y les azoten muchas tormentas e
inundaciones, nunca podrán, sin embargo, arrancarles del fundamento y la
roca a que por la fe están aferrados; a pesar deque, por medio de la
incredulidad y las tentaciones de Satanás, la visión perceptible de la luz y el
amor de Dios puede nublárseles y oscurecérseles por un tiempo, (Sal.
89:31,32; 1 Co. 11:32; 2 Ti. 4:7) Él, sin embargo, es aún el mismo, y
ellos serán guardados, sin duda alguna, por el poder de Dios para salvación,
en la que gozarán de su posesión adquirida, al estar ellos esculpidos en las
palmas de sus manos y sus nombres escritos en el libro de la vida desde
toda la eternidad. (Sal. 102:27; Mal. 3:6; Ef. 1:14; 1 P. 1:5; Ap. 13:8)

Jn. 10:28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las
arrebatará de mi mano., 29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos,
y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Fil. 1:6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
2 Ti. 2:19 Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los
que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.
2 P.1:5-10 5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a
vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio; al dominio
propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal,
amor. 8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin
fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pero el que no tiene estas cosas
tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.
10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección;
porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
1 Jn. 2:19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de
nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no
todos son de nosotros.

Sal. 89:31 Si profanaren mis estatutos, Y no guardaren mis mandamientos, 32


Entonces castigaré con vara su rebelión, Y con azotes sus iniquidades.
1 Co. 11:32 Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
2 Ti. 4:7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.

Sal. 102:27 Pero tú eres el mismo, Y tus años no se acabarán.


Mal. 3:6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido

74
consumidos.
Ef. 1:14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida,
para alabanza de su gloria.
1 P. 1:5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación
que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
Ap. 13:8 Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos
en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo.

2. Esta perseverancia de los santos depende no de su propio libre albedrío,


(Fil. 2:12,13; Ro. 9:16; Jn. 6:37,44) sino de la inmutabilidad del decreto
de elección, (Mt. 24:22,24,31; Ro. 8:30; 9:11,16; 11:2,29; Ef. 1:5-11)
que fluye del amor libre e inmutable de Dios el Padre, sobre la base de la
eficacia de los méritos y la intercesión de Jesucristo y la unión con Él, (Ef.
1:4; Ro. 5:9,10; 8:31-34; 2 Co. 5:14; Ro. 8:35-38; 1 Co. 1:8,9; Jn.
14:19; 10:28,29) del juramento de Dios, (He. 6:1-20) de la morada de
su Espíritu, de la simiente de Dios que está en los santos, (1 Jn.
2:19,20,27; 3:9; 5:4,18; Ef. 1:13; 4:30; 2 Co. 1:22; 5:5; Ef. 1:14) y de
la naturaleza del pacto de gracia, (Jer.31:33,34; 32:40; He. 10:11-18;
13:20,21) de todo lo cual surgen también la certeza y la infalibilidad de la
perseverancia.

Fil. 2:12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi
presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con
temor y temblor, 13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer,
por su buena voluntad.
Ro. 9:16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene
misericordia.
Jn. 6:37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene,
no le echo fuera., 44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió
no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.

Mt. 24:22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas
por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados, 24 Porque se
levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y
prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los
escogidos, 31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán
a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el
otro.
Ro. 8:30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.; 9:11 (pues no habían aún nacido,
ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección
permaneciese, no por las obras sino por el que llama),, 16 Así que no depende del que quiere,
ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.; 11:2 No ha desechado Dios a su
pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a
Dios contra Israel, diciendo, 29 Porque irrevocables son los dones y el llamamiento de Dios?
Ef. 1:5-11 5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio
de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia,
con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7 en quien tenemos redención por su sangre, el

75
perdón de pecados según las riquezas de su gracia, 8 que hizo sobreabundar para con nosotros
en toda sabiduría e inteligencia, 9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su
beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en
la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que
están en la tierra. 11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme
al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad,

Ef. 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y
sin mancha delante de él,
Ro. 5:9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la
ira., 10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo,
mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.; 8:31-34 31 ¿Qué, pues,
diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a
su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él
todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién
es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además
está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
2 Co. 5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por
todos, luego todos murieron;
Ro. 8:35-38 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o
persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de
ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en
todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual
estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo
presente, ni lo por venir,
1 Co. 1:8 el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día
de nuestro Señor Jesucristo, 9 Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su
Hijo Jesucristo nuestro Señor.
Jn. 14:19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros
me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.; 10:28 y yo les doy
vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano,
29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede
arrebatar de la mano de mi Padre.

He. 6:1-20 1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos
adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras
muertas, de la fe en Dios, 2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la
resurrección de los muertos y del juicio eterno. 3 Y esto haremos, si Dios en verdad lo permite.
4 Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y
fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, 5 y asimismo gustaron de la buena palabra de
Dios y los poderes del siglo venidero, 6 y recayeron, sean otra vez renovados para
arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a
vituperio. 7 Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce
hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; 8 pero la que
produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser
quemada. 9 Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores, y
que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así. 10 Porque Dios no es injusto para olvidar
vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los
santos y sirviéndoles aún. 11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma
solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12 a fin de que no os hagáis
perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. 13

76
Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por
sí mismo, 14 diciendo: De cierto te bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.
15 Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa. 16 Porque los hombres
ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin de toda controversia es el
juramento para confirmación. 17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a
los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento; 18 para que
por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo
consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. 19 La
cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, 20
donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el
orden de Melquisedec.

1 Jn. 2:19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de
nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no
todos son de nosotros., 20 Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las
cosas., 27 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis
necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es
verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.; 3:9 Todo aquel
que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y
no puede pecar, porque es nacido de Dios.; 5:4 Porque todo lo que es nacido de Dios vence al
mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe., 18 Sabemos que todo
aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le
guarda, y el maligno no le toca.
Ef. 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de
vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa; 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el
día de la redención.
2 Co. 1:22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros
corazones.; 5:5 Más el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del
Espíritu.
Ef. 1:14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida,
para alabanza de su gloria.

Jer. 31:33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,
dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios,
y ellos me serán por pueblo., 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su
hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de
ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me
acordaré más de su pecado.; 32:40 Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de
hacerles bien, y pondré mi temor en el corazón de ellos, para que no se aparten de mí.
He. 10:11-18 11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo
muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; 12 pero Cristo,
habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la
diestra de Dios, 13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por
estrado de sus pies; 14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los
santificados. 15 Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: 16
Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes
en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré, 17 añade: Y nunca más me acordaré de sus
pecados y transgresiones. 18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el
pecado.; 13:20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el
gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21 os haga aptos en toda obra buena

77
para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por
Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

3. Y aunque los santos (mediante la tentación de Satanás y del mundo, el


predominio de la corrupción que queda en ellos y el descuido de los medios
para su preservación) caigan en pecados graves y por algún tiempo
permanezcan en ellos (Mt. 26:70,72,74) (por lo que incurren en el
desagrado de Dios y entristecen a su Espíritu Santo, (Sal. 38:1-8; Is.
64:5-9; Ef. 4:30; 1 Ts. 5:14) se les dallan sus virtudes y consuelos, (Sal.
51:1-12) se les endurece el corazón y se les hiere la conciencia, (Sal.
32:3,4; 73:21,22) lastiman y escandalizan a otros (2 S.12:14; 1 Co.
8:9-13; Ro. 14:13-18; 1 Ti. 6:1,2; Tit. 2:5) y se acarrean juicios
temporales (2 5. 12:14; Gn. 19:30-38; 1 Co. 11:27-32) ), sin embargo,
renovarán su arrepentimiento y serán preservados hasta el fin mediante la
fe en Cristo Jesús.(Lc. 22:32,61,62; 1 Co. 11:32; 1 Jn. 3:9; 5:18)

Mt. 26:70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices., 72 Pero él negó
otra vez con juramento: No conozco al hombre., 74 Entonces él comenzó a maldecir, y a
jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.

Sal. 38:1-8 1 En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás; Líbrame en tu


justicia. 2 Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para
salvarme. 3 Porque tú eres mi roca y mi castillo; Por tu nombre me guiarás y me encaminarás.
4 Sácame de la red que han escondido para mí, Pues tú eres mi refugio. 5 En tu mano
encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad. 6 Aborrezco a los
que esperan en vanidades ilusorias; Mas yo en Jehová he esperado. 7 Me gozaré y alegraré en
tu misericordia, Porque has visto mi aflicción; Has conocido mi alma en las angustias. 8 No
me entregaste en mano del enemigo; Pusiste mis pies en lugar espacioso.
Is. 64:5-9 5 Saliste al encuentro del que con alegría hacía justicia, de los que se acordaban
de ti en tus caminos; he aquí, tú te enojaste porque pecamos; en los pecados hemos
perseverado por largo tiempo; ¿podremos acaso ser salvos? 6 Si bien todos nosotros somos
como suciedad, y todas nuestras justicias como trapo de inmundicia; y caímos todos nosotros
como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron como viento. 7 Nadie hay que invoque tu
nombre, que se despierte para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y
nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades. 8 Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro
padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos
nosotros. 9 No te enojes sobremanera, Jehová, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad;
he aquí, mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros.
Ef. 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de
la redención.
1 Ts. 5:14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a
los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.

Sal. 51:1-12 1 Escucha, oh Jehová, mis palabras; Considera mi gemir. 2 Está atento a la
voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque a ti oraré. 3 Oh Jehová, de mañana oirás mi
voz; De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré. 4 Porque tú no eres un Dios que se
complace en la maldad; El malo no habitará junto a ti. 5 Los insensatos no estarán delante de
tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad. 6 Destruirás a los que hablan mentira;
Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová. Psa 5:7 Mas yo por la abundancia de
tu misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor. 8 Guíame,

78
Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino. 9 Porque
en la boca de ellos no hay sinceridad; Sus entrañas son maldad, Sepulcro abierto es su
garganta, Con su lengua hablan lisonjas. 10 Castígalos, oh Dios; Caigan por sus mismos
consejos; Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera, Porque se rebelaron contra ti.
11 Pero alégrense todos los que en ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú los
defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre. 12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás
al justo; Como con un escudo lo rodearás de tu favor.

Sal. 32:3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día., 4; Porque
de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano.
Selah 73:21 21 Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas. 22 Tan
torpe era yo, que no entendía; Era como una bestia delante de ti.

2 S.12:14 Más por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el
hijo que te ha nacido ciertamente morirá.
1 Co. 8:9-13 9 Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los
débiles. 10 Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar
de ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a
los ídolos? 11 Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió.
12 De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra
Cristo pecáis.13 Por lo cual, si la comida le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne
jamás, para no poner tropiezo a mi hermano.
Ro. 14:13-18 13 Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien
decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. 14 Yo sé, y confío en el Señor Jesús,
que nada es inmundo en sí mismo; mas para el que piensa que algo es inmundo, para él lo es.
15 Pero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme al amor.
No hagas que por la comida tuya se pierda aquel por quien Cristo murió. 16 No sea, pues,
vituperado vuestro bien; 17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz
y gozo en el Espíritu Santo. 18 Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es
aprobado por los hombres.
1 Ti. 6:1 Todos los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus amos por dignos de
todo honor, para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la doctrina., 2 Y los que tienen
amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos, sino sírvanles mejor, por cuanto
son creyentes y amados los que se benefician de su buen servicio. Esto enseña y exhorta.
Tit. 2:5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para
que la palabra de Dios no sea blasfemada.

2 S. 12:14 Más por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el
hijo que te ha nacido ciertamente morirá.
Gn. 19:30-38 30 Pero Lot subió de Zoar y moró en el monte, y sus dos hijas con él;
porque tuvo miedo de quedarse en Zoar, y habitó en una cueva él y sus dos hijas. 31 Entonces
la mayor dijo a la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda varón en la tierra que entre a
nosotras conforme a la costumbre de toda la tierra. 32 Ven, demos a beber vino a nuestro
padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre descendencia. 33 Y dieron a
beber vino a su padre aquella noche, y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió
cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 34 El día siguiente, dijo la mayor a la menor: He
aquí, yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle a beber vino también esta noche, y
entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre descendencia. 35 Y dieron a
beber vino a su padre también aquella noche, y se levantó la menor, y durmió con él; pero él
no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó. 36 Y las dos hijas de Lot
concibieron de su padre. 37 Y dio a luz la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es
padre de los moabitas hasta hoy. 38 La menor también dio a luz un hijo, y llamó su nombre

79
Ben- ammi, el cual es padre de los amonitas hasta hoy.
1 Co. 11:27-32 27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa
del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto,
pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y
bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30 Por lo
cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31 Si, pues, nos
examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32 más siendo juzgados, somos
castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

Lc. 22:32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez
vuelto, confirma a tus hermanos., 61 Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y
Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me
negarás tres veces., 62 Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.
1 Co. 11:32 mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos
condenados con el mundo.
1 Jn. 3:9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de
Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.; 5:18 Sabemos que todo
aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le
guarda, y el maligno no le toca.

80
Capítulo XVIII
De la seguridad de la gracia y de la salvación

1. Aunque los creyentes que lo son por un tiempo y otras personas no


regeneradas vanamente se engañen a sí mismos con esperanzas falsas y
presunciones carnales de hallarse en el favor de Dios y en estado de
salvación (pero la esperanza de ellos perecerá) (Jer. 17:9; Mt. 7:21-23;
Lc. 18:10-14; Jn. 8:41; Ef. 5:6,7; Gá. 6:3,7-9), sin embargo, los que
creen verdaderamente en el Señor Jesús y le aman con sinceridad,
esforzándose por andar con toda buena conciencia delante de Él, pueden en
esta vida estar absolutamente seguros de hallarse en el estado de gracia, y
pueden regocijarse en la esperanza de la gloria de Dios; y tal esperanza
nunca les avergonzaría. (Ro. 5:2,5; 8:16; 1 Jn. 2:3; 3:14,18,19,24;
5:13; 2P. 1:10)

Jer. 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso;
¿quién lo conocerá?
Mt. 7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los
cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu
nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos
muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos
de mí, hacedores de maldad.
Lc. 18:10 Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro
publicano. 11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta
manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres,
ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12 ayuno dos
veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano. 13 Mas el publicano,
estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba
el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14 Os digo que éste
descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquiera que se
enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Jn. 8:41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron:
Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.
Ef. 5:6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene
la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.7 No seáis, pues, partícipes
con ellos.
Gá. 6:3 Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se
engaña., 7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, eso también segará. 8 Porque el que siembra para su
carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu,
del Espíritu segará vida eterna. 9 No nos cansemos, pues, de hacer bien;
porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.

Ro. 5:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la
cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.,

81
5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado
en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.; 8:16 El
Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de
Dios.
1 Jn. 2:3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus
mandamientos.; 3:14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a
vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano,
permanece en muerte., 18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de
lengua, sino de hecho y en verdad., 19 Y en esto conocemos que somos de
la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él, 24 Y el que
guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto
sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.;
5:13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo
de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el
nombre del Hijo de Dios.
2P. 1:10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra
vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás
2. Esta certeza no es una mera persuasión conjetural y probable, fundada en
una esperanza falible, sino que es una seguridad infalible de fe basada en la
sangre y la justicia de Cristo revelada en el evangelio ; ( Ro. 5:2,5; He.
6:11,19,20; 1 Jn. 3:2,14; 4:16; 5:13,19,20; He.6.17,18 ) y también en
la evidencia interna de aquellas virtudes del Espíritu a las cuales se les
hacen promesas, ( He. 7:22; 10:14,19) y en el testimonio del Espíritu de
adopción testificando con nuestro espíritu que somos hijos de Dios; (Mt.
3:7-10; Mr. 1:15; 2 P. 1:4-11; 1 Jn. 2:3; 3:14,18,19,24; 5:13) y, como
fruto suyo, mantiene el corazón humilde y santo. (Ro. 8:15,16; 1 Co.
2:12; Gá. 4:6,7; 1 Jn. 3:1-3)

Ro. 5:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la
cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 5
y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado
en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
He. 6:11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma
solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 19 La cual
tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro
del velo, 20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo
sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
1 Jn. 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado
lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es, 14 Nosotros sabemos
que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El
que no ama a su hermano, permanece en muerte.; 4:16 Y nosotros hemos
conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor;
y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él; 5:13 Estas
cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios,
para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del

82
Hijo de Dios., 19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo
el maligno, 20 Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado
entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el
verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida
eterna.
He.6.17 Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los
herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso
juramento, 18 para que por dos cosas inmutables, en las cuales es
imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos
acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.

Mt. 3:7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su
bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la
ira venidera? 8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9 y no
penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre;
porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas
piedras. 10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por
tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.
Mr. 1:15 Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén;
y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
2 P. 1:4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas
promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza
divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia; 5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto
mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al
conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia,
piedad; 7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Porque
si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni
sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pero el
que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo
olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual, hermanos,
tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque
haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 11 Porque de esta manera os será
otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y
Salvador Jesucristo.
1 Jn. 2:3 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus
mandamientos.; 3:14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a
vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano,
permanece en muerte., 18 Hijitos míos, no amemos de palabra ni de
lengua, sino de hecho y en verdad., 19 Y en esto conocemos que somos de
la verdad, y aseguraremos nuestros corazones delante de él; 24 Y el que
guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto
sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.;
5:13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo
de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el
nombre del Hijo de Dios.

83
Ro. 8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra
vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre!16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios.
1 Co. 2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha
concedido,
Ga. 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu
de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!, 7 Así que ya no eres esclavo, sino
hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
1 Jn. 3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados
hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que
hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal como él es. 3 Y todo aquel que tiene
esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

3. Esta seguridad infalible no pertenece a la esencia de la fe hasta tal punto


que un verdadero creyente no pueda esperar mucho tiempo y luchar con
muchas dificultades antes de ser partícipe de tal seguridad; (Hch. 16:30-
34; 1 Jn. 5:13) sin embargo, siendo capacitado por el Espíritu para
conocer las cosas que le son dadas gratuitamente por Dios, puede
alcanzarla, (Ro. 8:l5,16;l Co. 2:12;Gá.4:4-6; 3.2; 1Jn.4:13;Ef.3:17-
19;He. 6:11,12; 2 P. 1:5-11) sin una revelación extraordinaria, por el uso
adecuado de los medios; y por eso es el deber de cada uno ser diligente
para hacer firme su llamamiento y elección; para que así su corazón se
ensanche en la paz y en el gozo en el Espíritu Santo, en amor y gratitud a
Dios, y en fuerza y alegría en los deberes de la obediencia, que son los
frutos propios de esta seguridad: así está de lejos esta seguridad de inducir
a los hombres a la disolución. (2P 1:10; Sal. 119:32; Ro.15:13; Neh.
8:10; 1 Jn. 4:19,16; Ro.6:1,2,11-13; 14:17; Tit. 2:11-14; Ef.5:18)

Hch. 16:30 y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser
salvo? 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu
casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban
en su casa. 33 Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les
lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34 Y
llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de
haber creído a Dios.
1 Jn. 5:13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del
Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el
nombre del Hijo de Dios.

Ro. 8:l5 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra
vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual

84
clamamos: ¡Abba, Padre!16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios.
l Co. 2:12 Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el
Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha
concedido,
Gá.4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo,
nacido de mujer y nacido bajo la ley, 5 para que redimiese a los que
estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. 6 Y por
cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el
cual clama: ¡Abba, Padre! 3.2 Esto solo quiero saber de vosotros:
¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?
1Jn.4:13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros,
en que nos ha dado de su Espíritu.
Ef.3:17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de
que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de
comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la
profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a
todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
He. 6:11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma
solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12 a fin de que no
os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia
heredan las promesas.
2 P. 1:5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para
alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo
postrero. 6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de
tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7
para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el
cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza,
gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8 a quien amáis sin
haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con
gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la
salvación de vuestras almas. 10 Los profetas que profetizaron de la gracia
destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta
salvación, 11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu
de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los
sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.

2P 1:10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra
vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.
Sal. 119:32 Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando
ensanches mi corazón.
Ro.15:13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer,
para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Neh. 8:10 Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad
porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a
nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra

85
fuerza.
1 Jn. 4:19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.
Ro.6:1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la
gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al
pecado, ¿cómo viviremos aún en él?, 11 Así también vosotros consideraos
muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. 12
No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo
obedezcáis en sus concupiscencias; 13 ni tampoco presentéis vuestros
miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos
vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros
miembros a Dios como instrumentos de justicia.; 14:17 porque el reino de
Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
Tit. 2:11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos
los hombres, 12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los
deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 13
aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de
nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 14 quien se dio a sí mismo por
nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo
propio, celoso de buenas obras.
Ef.5:18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien
sed llenos del Espíritu,

4. La seguridad de la salvación de los verdaderos creyentes puede ser, de


diversas maneras, zarandeada, disminuida e interrumpida; como por la
negligencia en conservarla, (He. 6:11,12;2P. 1:5-11) por caer en algún
pecado especial que hiera la conciencia y contriste al Espíritu, (Sal.
51:8,12,14; Ef. 4:30) por alguna tentación repentina o vehemente, (Sal.
30:7; 31:22; 77:7,8; 116:11) por retirarles Dios la luz de su rostro,
permitiendo, aun a los que le temen, que caminen en tinieblas, y no tengan
luz; (Is. 50:10 5. 1 Jn. 3:9; Lc. 22:32; Ro. 8:15,16; Gá. 4.5) sin
embargo, nunca quedan destituidos de la simiente de Dios, y de la vida de
fe, de aquel amor de Cristo y de los hermanos, de aquella sinceridad de
corazón y conciencia del deber, por los cuales, mediante la operación del
Espíritu, esta seguridad puede ser revivida con el tiempo; y por los cuales,
mientras tanto, los verdaderos creyentes son preservados de caer en total
desesperación. (Sal. 42:5,11)

He. 6:11 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma
solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, 12 a fin de que no
os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia
heredan las promesas.
2P. 1:5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid
a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio
propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; 7 a la piedad,
afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. 8 Porque si estas cosas están
en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto

86
al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pero el que no tiene estas
cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación
de sus antiguos pecados. 10 Por lo cual, hermanos, tanto más procurad
hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no
caeréis jamás. 11 Porque de esta manera os será otorgada amplia y
generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Sal. 51:8 Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has
abatido, 12 Vuélveme el gozo de tu salvación, Y espíritu noble me sustente,
14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi
lengua tu justicia.
Ef. 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis
sellados para el día de la redención.

Sal. 30:7 Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte.
Escondiste tu rostro, fui turbado; 31:22 Decía yo en mi premura: Cortado
soy de delante de tus ojos; Pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando a ti
clamaba.; 77:7 ¿Desechará el Señor para siempre, Y no volverá más a
sernos propicio?, 8 ¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Se ha
acabado perpetuamente su promesa?; 116:11 Y dije en mi
apresuramiento: Todo hombre es mentiroso.

Is. 50:10 ¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su
siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de
Jehová, y apóyese en su Dios.; 5 Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no
fui rebelde, ni me volví atrás.
1 Jn. 3:9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque
la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido
de Dios.
Lc. 22:32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto,
confirma a tus hermanos.
Ro. 8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra
vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: ¡Abba, Padre!,16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios.
Gá. 4 5 para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que
recibiésemos la adopción de hijos.

Sal. 42:5 ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío., 11
¿Por qué te abates, oh alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera
en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.

87
Capítulo XIX
La Ley de Dios

1. Dios dio a Adán una ley de obediencia universal escrita en su corazón, (Gn.
1:27; Ec. 7:29; Ro. 2:12a, 14,15) y un precepto en particular de no
comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal; (Gn.
2:16,17) por lo cual le obligó a él y a toda su posteridad a una obediencia
personal completa, exacta y perpetua; prometió la vida por su
cumplimiento de la ley, y amenazó con la muerte su infracción; y le dotó
también del poder y la capacidad para guardarla. (Ro.10:5; Gá. 3:10,12)

Gn. 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó.
Ec. 7:29 He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos
buscaron muchas perversiones.
Ro. 2:12ª Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán, 14 Porque
cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque
no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus
corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus
razonamientos

Gn. 2:16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás
comer, 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él
comieres, ciertamente morirás

Ro.10:5 Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas
cosas, vivirá por ellas
Gá. 3:10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues
escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de
la ley, para hacerlas, 12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá
por ellas

2. La misma ley que primeramente fue escrita en el corazón del hombre


continuó siendo una regla perfecta de justicia después de la Caída; (Para
el Cuarto Mandamiento, Gn. 2:3; Ex. 16.23; Gn. 7:4; 8:10,12; para el
Quinto Mandamiento, Gn. 37:10; para el Sexto Mandamiento, Gn.
4:3-15; para el Séptimo Mandamiento, Gn. 12:17; para el Octavo
Mandamiento, Gn. 31:30; 44:8; para el Noveno Mandamiento, Gn.
27:12; para el Décimo Mandamiento, Gn. 6:2; 13:10,11) y file dada
por Dios en el monte Sinaí, (Ro. 2:12a, 14,15) en diez mandamientos, y
escrita en dos tablas; los cuatro primeros mandamientos contienen
nuestros deberes para con Dios, y los otros seis, nuestros deberes para con
los hombres. (Ex. 32:15,16; 34:4,28; Dt. 10:4)

Para el Cuarto Mandamiento, Gn. 2:3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo


santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación; Ex. 16.23 Y
él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo
consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar,

88
cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana.; Gn. 7:4 Porque pasados aún
siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré de sobre la faz
de la tierra a todo ser viviente que hice; 8:10 Esperó aún otros siete días, y volvió a enviar la
paloma fuera del arca, 12 Y esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió
ya más a él
para el Quinto Mandamiento, Gn. 37:10 Y lo contó a su padre y a sus hermanos;
y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu
madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti?
para el Sexto Mandamiento, Gn. 4:3-15 3 Y aconteció andando el tiempo, que
Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4 Y Abel trajo también de los
primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su
ofrenda; 5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran
manera, y decayó su semblante. 6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y
por qué ha decaído tu semblante? 7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres
bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. :
8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el
campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. 9 Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde
está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? 10 Y él le
dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11 Ahora,
pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu
hermano. 12 Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás
en la tierra. 13 Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. 14 He aquí me
echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra;
y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. 15 Y le respondió Jehová: Ciertamente
cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín,
para que no lo matase cualquiera que le hallara.
para el Séptimo Mandamiento Gn. 12:17 Más Jehová hirió a Faraón y a su casa
con grandes plagas, por causa de Sarai mujer de Abram.
para el Octavo Mandamiento, Gn. 31:30 Y ya que te ibas, porque tenías deseo
de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses?; 44:8 He aquí, el dinero que
hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán;
¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro?
para el Noveno Mandamiento, Gn. 27:12 Quizá me palpará mi padre, y me
tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición.
para el Décimo Mandamiento, Gn. 6:2 que viendo los hijos de Dios que las hijas
de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas. ; 13:10 Y
alzó Lot sus ojos, y vio toda la llanura del Jordán, que toda ella era de riego, como el huerto
de Jehová, como la tierra de Egipto en la dirección de Zoar, antes que destruyese Jehová a
Sodoma y a Gomorra., 11 Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán; y se fue
Lot hacia el oriente, y se apartaron el uno del otro.

Ro. 2:12ª Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán, 14 Porque
cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque
no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus
corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus

Ex. 32:15 Y volvió Moisés y descendió del monte, trayendo en su mano las dos tablas del
testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de uno y otro lado estaban escritas., 16 Y las
tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. ; 34:4
Y Moisés alisó dos tablas de piedra como las primeras; y se levantó de mañana y subió al

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monte Sinaí, como le mandó Jehová, y llevó en su mano las dos tablas de piedra., 28 Y él
estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y
escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.
Dt. 10:4 Y escribió en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos
que Jehová os había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me
las dio Jehová.

3. Además de esta ley, comúnmente llamada ley moral, agradó a Dios dar al
pueblo de Israel leyes ceremoniales que contenían varias ordenanzas
típicas; en parte de adoración, prefigurando a Cristo, sus virtudes,
acciones, sufrimientos y beneficios; (He. 10:1; Col. 2:16,17) y en parte
proponiendo diversas instrucciones sobre los deberes morales.(1 Co. 5:7;
2 Co. 6:17; Jud. 23) Todas aquellas leyes ceremoniales, habiendo sido
prescritas solamente hasta el tiempo de reformar las cosas, han sido
abrogadas y quitadas por Jesucristo, el verdadero Mesías y único legislador,
quien file investido con poder por parte del Padre para ese fin.
(Col.2:14,16,17; Ef. 2:14-16)

He. 10:1 Había en Cesárea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada
la Italiana,
Col. 2:16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva o días de reposo,17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es
de Cristo

1 Co. 5:7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura
como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros
2 Co. 6:17 Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis
lo inmundo; Y yo os recibiré
Jud. 23 A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor,
aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne

Col.2:14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en
bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, 17 todo lo cual es sombra
de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo
Ef. 2:14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared
intermedia de separación, 15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los
mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo
hombre, haciendo la paz , 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo
cuerpo, matando en ella las enemistades

4. Dios también les dio a los israelitas diversas leyes civiles, que expiraron
juntamente con el Estado de aquel pueblo, no obligando ahora a ningún
otro en virtud de aquella institución; (Lc. 21:20-24; Hch. 6:13,14; He.
9:18,19 con 8:7,13; 9:10; 10:1) solamente sus principios de equidad son
utilizables en la actualidad. (1 Co.5:1; 9:8-10)

Lc. 21:20 Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed

90
entonces que su destrucción ha llegado 21 Entonces los que estén en
Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los
que estén en los campos, no entren en ella 22 Porque estos son días de
retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas 23 Mas
¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque
habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo 24 Y caerán a
filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén
será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se
cumplan
Hch. 6:13 Y pusieron testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras
blasfemas contra este lugar santo y contra la ley, 14 pues le hemos oído decir que ese Jesús de
Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbres que nos dio Moisés
He. 9:18 De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre, 19 Porque habiendo
anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los
becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y
también a todo el pueblo con 8:7 Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto,
ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo, 13 Al decir: Nuevo pacto, ha
dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer;
9:10 ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca
de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas; 10:1 Porque la ley, teniendo la
sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los
mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se
acercan

1 Co.5:1 De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se
nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre; 9:8 ¿Digo esto sólo
como hombre? ¿No dice esto también la ley? 9 Porque en la ley de Moisés está escrito: No
pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes 10 o lo dice enteramente
por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el
que trilla, con esperanza de recibir del fruto

5. La ley moral obliga para siempre a todos, tanto a los justificados como a los
demás, a que se la obedezca; (Mt. 19:16-22; Ro. 2:14,15; 3:19,20;
6:14; 7:6; 8:3; 1 Ti. 1:8-11; Ro. 13:8-10; 1 Co. 7:19 con Gá. 5:6;
6:15; Ef. 4:25-6:4; Stg. 2:11,12) y esto no sólo en consideración a su
contenido, sino también con respecto a la autoridad de Dios, el Creador,
quien la dio. (Stg. 2:10,11) Tampoco Cristo, en el evangelio, en ninguna
manera cancela esta obligación sino que la refuerza considerablemente.
(Mt. 5:17-19; Ro. 3:31; 1 Co. 9:21; Stg. 2:8)

Mt. 19:16-22 16 Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la
vida eterna? 17 El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios.
Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. 18 Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús
dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. 19 Honra a tu
padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 20 El joven le dijo: Todo esto
lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? 21 Jesús le dijo: Si quieres ser
perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y
sígueme. 22 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

91
Ro. 2:14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la
ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de la ley
escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus
razonamientos; 3:19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la
ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios, 20 ya que por
las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley
es el conocimiento del pecado; 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues
no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia; 7:6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber
muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo
del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra; 8:3 Porque lo que era imposible para la ley,
por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y
a causa del pecado, condenó al pecado en la carne
1 Ti. 1:8 Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente 9 conociendo esto,
que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los
impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los
homicidas 10 para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los
mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina 11 según el glorioso
evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado
Ro. 13:8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al
prójimo, ha cumplido la ley 9 Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás
falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume:
Amarás a tu prójimo como a ti mismo 10 El amor no hace mal al prójimo; así que el
cumplimiento de la ley es el amor
1 Co. 7:19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los
mandamientos de Dios
con Gá. 5:6 porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la
fe que obra por el amor; 6:15 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la
incircuncisión, sino una nueva creación
Ef. 4:25-6:4
Ef. 4:25 Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque
somos miembros los unos de los otros.
Ef. 4:26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
Ef. 4:27 ni deis lugar al diablo.
Ef. 4:28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno,
para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.
Ef. 4:29 Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Ef. 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención.
Ef. 4:31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda
malicia.
Ef. 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros,
como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.
Ef. 5:1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
Ef. 5:2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a asimismo por
nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
Ef. 5:3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como
conviene a santos;
Ef. 5:4 ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes
bien acciones de gracias.
Ef. 5:5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene

92
herencia en el reino de Cristo y de Dios.
Ef. 5:6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre
los hijos de desobediencia.
Ef. 5:7 No seáis, pues, partícipes con ellos.
Ef. 5:8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como
hijos de luz
Ef. 5:9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
Ef. 5:10 comprobando lo que es agradable al Señor.
Ef. 5:11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;
Ef. 5:12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.
Ef. 5:13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas
manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.
Ef. 5:14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te
alumbrará Cristo.
Ef. 5:15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
Ef. 5:16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Ef. 5:17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
Ef. 5:18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu,
Ef. 5:19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y
alabando al Señor en vuestros corazones;
Ef. 5:20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo.
Ef 5:21 Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Ef 5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
Ef 5:23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual
es su cuerpo, y él es su Salvador.
Ef 5:24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus
maridos en todo.
Ef 5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella,
Ef 5:26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
Ef 5:27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Ef 5:28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El
que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
Ef 5:29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como
también Cristo a la iglesia,
Ef 5:30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Ef 5:31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos
serán una sola carne.
Ef 5:32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Ef 5:33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la
mujer respete a su marido.
Ef 6:1 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
Ef 6:2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
Ef 6:3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
Ef 6:4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y
amonestación del Señor.
Stg. 2:11 Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás.
Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho trasgresor de la ley, 12 Así
hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad

93
Stg. 2:10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace
culpable de todos, 11 Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No
matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho trasgresor de la ley

Mt. 5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para
abrogar, sino para cumplir 18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la
tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido 19 De
manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así
enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera
que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos
Ro. 3:31 ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la
ley.
1 Co. 9:21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de
Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
Stg. 2:8 Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo, bien hacéis;

6. Aunque los verdaderos creyentes no están bajo la ley como pacto de obras
para ser por ella justificados o condenados (Ro. 6.14; Ga. 2.16;Ro.
8.1;10.4), sin embargo ésta es de gran utilidad tanto para ellos como para
otros, en que como regla de vida les informa de la voluntad de Dios y de
sus deberes, les dirige y obliga a andar en conformidad con ella, les revela
también la pecaminosa contaminación de sus naturalezas, corazones y
vidas; de tal manera que, al examinarse a la luz de ella, puedan llegar a
una convicción más profunda de su pecado, a sentir humillación por él y
odio contra él; (Ro. 3.20; 7.7) junto con una visión más clara de la
necesidad que tienen de Cristo, y de la perfección de su obediencia.
También la ley moral es útil para los regenerados a fin de restringir su
corrupción, en cuanto que prohíbe el pecado; y sus amenazas sirven para
mostrar lo que aun sus pecados merecen, y qué aflicciones pueden esperar
por ellos en esta vida, aun cuando estén libres de la maldición y el puro
rigor de la ley. Asimismo sus promesas manifiestan a los regenerados que
Dios aprueba la obediencia y cuáles son las bendiciones que pueden esperar
por el cumplimiento de la misma, aunque no como si la ley se lo debiera
como pacto de obras; de manera que si alguien hace lo bueno y se abstiene
de hacer lo malo porque la ley le manda lo uno y le prohíbe lo otro, no por
ello se demuestra que esté bajo la ley y no bajo la gracia. (Ro. 6.12-14)

Ro. 6.14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino
bajo la gracia.
Ga. 2.16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de
Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de
Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado
Ro. 8.1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que
no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu; 10.4 porque el fin de la ley es
Cristo, para justicia a todo aquel que cree

Ro. 3.20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él;
94
porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado; 7.7 ¿Qué diremos, pues? ¿La ley
es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco
conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás

Ro. 6.12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis
en sus concupiscencias 13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como
instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los
muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia 14 Porque el pecado no
se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia

7. Los usos de la ley ya mencionados no son contrarios a la gracia del


Evangelio, sino que concuerdan armoniosamente con el; (Ga. 3.21) el
Espíritu de Cristo subyuga y capacita la voluntad del hombre para que haga
alegre y voluntariamente lo que requiere la voluntad de Dios, revelada en la
ley (Ez. 36.27)

Ga. 3.21 ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si
la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley

Ez. 36.27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y
guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra

95
Capítulo XX
Del evangelio y del alcance de su gracia

1. Habiendo sido quebrantado el pacto de obras por el pecado y habiéndose


vuelto inútil para dar vida, agradó a Dios dar la promesa de Cristo, la
simiente de la mujer, como el medio para llamar a los elegidos, y engendrar
en ellos la fe y el arrepentimiento. En esta promesa, el evangelio, en cuanto
a su sustancia, fue revelado, y es en ella eficaz para la conversión y
salvación de los pecadores. (Gn. 3:15 con Ef.2:12; Gá. 4:4; He. 11:13;
Lc. 2:25,38; 23:51; Ro. 4:13-16; Gá. 3:15-22)

Gn. 3:15 Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
con Ef.2:12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y
ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Gá. 4:4 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de
mujer y nacido bajo la ley,
He. 11:13 quien nos contó cómo había visto en su casa un ángel, que se puso en pie y le
dijo: Envía hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro;
Lc. 2:25 Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y
piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. , 38 Esta,
presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que
esperaban la redención en Jerusalén.; 23:51 Este, que también esperaba el reino de Dios, y
no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos,
Ro. 4:13-16 3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado
por justicia. 4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; 5
mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. 6
Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin
obras, 7 diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos
pecados son cubiertos. 8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado. 9
¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o también para los de
la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. 10 ¿Cómo,
pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la
circuncisión, sino en la incircuncisión. 11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de
la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los
creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; 12 y
padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también
siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado. 13
Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero
del mundo, sino por la justicia de la fe. 14 Porque si los que son de la ley son los herederos,
vana resulta la fe, y anulada la promesa. 15 Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley,
tampoco hay trasgresión. 16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la
promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino
también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.
Gá. 3:15-22 15 Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de
hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade. 16 Ahora bien, a Abraham fueron
hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos,
sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. 17 Esto, pues, digo: El pacto previamente
ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo
abroga, para invalidar la promesa. 18 Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la

96
promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa. 19 Entonces, ¿para qué
sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien
fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador. 20 Y el
mediador no lo es de uno solo; pero Dios es uno. 21 ¿Luego la ley es contraria a las promesas
de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera
verdaderamente por la ley. 22 Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la
promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.

2. Esta promesa de Cristo, y la salvación por medio de Él, es revelada


solamente por la Palabra de Dios. (Hch. 4:12; Ro. 10:13-15) Tampoco las
obras de la creación o la providencia, con la luz de la naturaleza, revelan a
Cristo, o la gracia que es por medio de El, ni siquiera en forma general u
oscura;(Sal. 19; Ro. 1:18-23) mucho menos hacen que los hombres
destituidos de la revelación de Él por la promesa, o evangelio, sean
capacitados así para alcanzar la fe salvadora o el arrepentimiento. (Ro.
2:12a; Mt. 28:18-20; Lc. 24:46,47 con Hch. 17:29,30; Ro. 3:9-20)

Hch. 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a
los hombres, en que podamos ser salvos.
Ro. 10:13-15 13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. 14
¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien
no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren
enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los
que anuncian buenas nuevas!

Sal. 19 1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus
manos. 2 Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. 3 No
hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz. 4 Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el
extremo del mundo sus palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol; 5 Y éste, como
esposo que sale de su tálamo, Se alegra cual gigante para correr el camino. 6 De un extremo
de los cielos es su salida, Y su curso hasta el término de ellos; Y nada hay que se esconda de
su calor. 7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es
fiel, que hace sabio al sencillo. 8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el
corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. 9 El temor de Jehová es
limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. 10
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que
la que destila del panal. 11 Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay
grande galardón. 12 ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me
son ocultos. 13 Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí;
Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. 14 Sean gratos los dichos de mi boca
y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.
Ro. 1:18-23 18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; 19 porque lo que de Dios se
conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de él, su
eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo
entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21 Pues habiendo
conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron
en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22 Profesando ser sabios, se
hicieron necios, 23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de
hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

97
Ro. 2:12ª Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán
Mt. 28:18-20 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas
las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.
Lc. 24:46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el
arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
con Hch. 17:29 Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea
semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres., 30 Pero
Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los
hombres en todo lugar, que se arrepientan;
Ro. 3:9-20 9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues
ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. 10 Como está escrito: No
hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. 12 Todos se
desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
13 Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo
de sus labios; 14 Su boca está llena de maldición y de amargura. 15 Sus pies se apresuran
para derramar sangre; 16 Quebranto y desventura hay en sus caminos; 17 Y no conocieron
camino de paz. 18 No hay temor de Dios delante de sus ojos. 19 Pero sabemos que todo lo que
la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo
quede bajo el juicio de Dios; 20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será
justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.

3. La revelación del evangelio a los pecadores (hecha en diversos tiempos y


distintas partes, con la adición de promesas y preceptos para la obediencia
requerida en aquél, en cuanto a las naciones y personas a quienes es
concedido), es meramente por la voluntad soberana y el beneplácito de
Dios;(Mt. 11:20) no apropiándosela en virtud de promesa alguna referida
al buen Liso de las capacidades naturales de los hombres, ni en virtud de la
luz común recibida aparte de él, lo cual nadie hizo jamás ni puede hacer.
(Ro. 3:10-12; 8:7,8) Por tanto, en todas las épocas, la predicación del
evangelio ha sido concedida a personas y naciones, en cuanto a su
extensión o restricción, con gran variedad, según el consejo de la voluntad
de Dios.

Mt. 11:20 Entonces comenzó a reconvenir a las ciudades en las cuales había hecho muchos
de sus milagros, porque no se habían arrepentido, diciendo:
Ro. 3:10-12 10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda.
No hay quien busque a Dios. 12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien
haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.; 8:7 Por cuanto los designios de la carne son
enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que
viven según la carne no pueden agradar a Dios.

4. Aunque el evangelio es el único medio externo para revelar a Cristo y la


gracia salvadora, y es, como tal, completamente suficiente para este fin,
(Ro. 1:16,17) sin embargo, para que los hombres que están muertos en
sus delitos puedan nacer de nuevo, ser vivificados o regenerados, es

98
además necesaria una obra eficaz e invencible del Espíritu Santo en toda el
alma, con el fin de producir en ellos una nueva vida espiritual; sin ésta,
ningún otro medio puede efectuar su conversión a Dios. (Jn. 6:44; 1 Co.
1.2; 2:14; 2 Co. 4:4,6)

Ro. 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a
todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego., 17 Porque en el evangelio
la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Jn. 6:44 Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le
resucitaré en el día postrero.
1 Co. 1.2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús,
llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: 2:14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que
son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de
discernir espiritualmente.
2 Co. 4:4 en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para
que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.,
6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció
en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo.

99
Capítulo XXI
De la libertad cristiana y de la libertad de conciencia

1. La libertad que Cristo ha comprado para los creyentes bajo el evangelio


consiste en su libertad de la culpa del pecado, de la ira condenatoria de
Dios y de la severidad y maldición de la ley, (Jn 3:36; Ro. 8:33; Gá.
3:13) y en ser librados de este presente siglo malo, de la servidumbre de
Satanás y del dominio del pecado, (Gá. 1:4; Ef. 2:1-3; Col. 1:13; Hch.
26:18; Ro 6:14-18; 8:3) del mal de las aflicciones, del temor y aguijón de
la muerte, de la victoria del sepulcro y de la condenación eterna, (Ro.
8:28; 1 Co. 15:54-57; 1 Ts. 1:10; He. 2:14,15) y también consiste en
su libre acceso a Dios, y en rendirle obediencia a Él, no por temor servil,
sino con un amor filial y una mente dispuesta.(Ef. 2:18; 3:12; Ro. 8:15; 1
Jn. 4:18) Todo esto era sustancialmente común también a los creyentes
bajo la ley; (Sal. 19:7-9, 19:14; Ro. 4:5-11; Gá. 3:9; He. 11:27,33,34)
pero bajo el Nuevo Testamento la libertad de los cristianos se ensancha
mucho mas porque están libres del yugo de la ley ceremonial a que estaba
sujeta la Iglesia judaica, y tienen ahora mayor confianza para acercarse al
trono de gracia, y experiencias más plenas del libre Espíritu de Dios que
aquellas de las que participaron generalmente los creyentes bajo la ley.
(He. 1:1,2a.7:19,22; 8:6; 9:23; 11:40; Gá.2:11ss.; 4:1-3; Col.
2:16,17; He. 10:19; 21; Jn. 7:38,39)

Jn 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá
la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
Ro. 8:33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
Gá. 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición
(porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),

Gá. 1:4 el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo
malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre,
Ef. 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2
en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al
príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3
entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira,
lo mismo que los demás.
Col. 1:13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su
amado Hijo,
Hch. 26:18 para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de
la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y
herencia entre los santificados.
Ro 6:14-18 14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley,
sino bajo la gracia. 15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la
gracia? En ninguna manera. 16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para
obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la
obediencia para justicia? 17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis
obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados; 18 y libertados

100
del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.; 8:3 Porque lo que era imposible para la ley,
por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y
a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;

Ro. 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a
los que conforme a su propósito son llamados.
1 Co. 15:54-57 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto
mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:
Sorbida es la muerte en victoria. 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh
sepulcro, tu victoria? 56 ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la
ley. 57 Más gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor
Jesucristo.
1 Ts. 1:10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien
nos libra de la ira venidera.
He. 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó
de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto
es, al diablo,, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la
vida sujetos a servidumbre.

Ef. 2:18 porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu
al Padre.; 3:12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él;
Ro. 8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
1 Jn. 4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque
el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.

Sal. 19:7-97 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de


Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. 8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que
alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. 9 El temor de
Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos
justos.; 19:14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de
ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.
Ro. 4:5-11 5 más al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es
contada por justicia. 6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien
Dios atribuye justicia sin obras, 7 diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son
perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no
inculpa de pecado. 9 ¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión, o
también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por
justicia. 10 ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión?
No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. 11 Y recibió la circuncisión como señal, como
sello de la justicia de la fe que tuvo estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los
creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia;
Gá. 3:9 De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham.
He. 11:27 Por la fe dejó a Egipto, no temiendo la ira del rey; porque se sostuvo como
viendo al Invisible., 33 que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron
promesas, taparon bocas de leones,, 34 apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada,
sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos
extranjeros.

He. 1:1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los

101
padres por los profetas,, 2ª en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo; 7:19 (pues
nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos
acercamos a Dios., 22 Por tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor pacto.; 8:6 Pero ahora
tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre
mejores promesas.;9:23 Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen
purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.; 11:40
proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados
aparte de nosotros.
Gá.2:11ss 11 Pero cuando Pedro vino a Antioquia, le resistí cara a cara, porque era de
condenar. 12 Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero
después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. 13
Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue
también arrastrado por la hipocresía de ellos. 14 Pero cuando vi que no andaban rectamente
conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives
como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? 15 Nosotros,
judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, 16 sabiendo que el hombre no es
justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído
en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto
por las obras de la ley nadie será justificado. 17 Y si buscando ser justificados en Cristo,
también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En
ninguna manera. 18 Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, trasgresor
me hago. 19 Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. 20 Con Cristo
estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21 No
desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo;
4:1-3 1 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo,
aunque es señor de todo; 2 sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por
el padre. 3 Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los
rudimentos del mundo
Col. 2:16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva o días de reposo, 17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo
es de Cristo
He. 10:19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la
sangre de Jesucristo,; 21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
Jn. 7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua
viva., 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no
había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.

2. Sólo Dios es el Señor de la conciencia, (Stg. 4:12; Ro. 14:4; Gá.5:1) y la


ha hecho libre de las doctrinas y los mandamientos de los hombres que
sean en alguna manera contrarios a su Palabra o que no estén contenidos
en ésta. (Hch. 4:19; 5:29; 1 Co. 7 23; Mt. 15:9) Así que, creer tales
doctrinas u obedecer tales mandamientos por causa de la conciencia es
traicionar la verdadera libertad de conciencia, (Col. 2:20, 22,23; Gá.
1:10; 2:3-5; 5.1) y el requerir una fe implícita y una obediencia ciega y
absoluta es destruir la libertad de conciencia y también la razón. (Ro.
10:17; 14:23; Hch. 17:11; 1 Co. 3:5; 2 Co. 1:24)

Stg. 4:12 Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres
para que juzgues a otro?

102
Ro. 14:4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o
cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.
Gá.5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez
sujetos al yugo de esclavitud.

Hch. 4:19 Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios
obedecer a vosotros antes que a Dios; 5:29 Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es
necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
1 Co. 7 23 Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.
Mt. 15:9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de
hombres.

Col. 2:20 Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por
qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos, 22 (en conformidad a
mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso?, 23 Tales
cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en
duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.
Gá. 1:10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a
los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.; 2:3-5 3
Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a circuncidarse; 4 y
esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar
nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, 5 a los cuales ni
por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con
vosotros; 5.1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis
otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

Ro. 10:17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.; 14:23 Pero el que
duda sobre lo que come, es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de
fe, es pecado.
Hch. 17:11 Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la
palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran
así.
1 Co. 3:5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales
habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.
2 Co. 1:24 No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro
gozo; porque por la fe estáis firmes.

3. Aquellos que bajo el pretexto de la libertad cristiana practican cualquier


pecado o abrigan cualquier concupiscencia, al pervertir así el propósito
principal de la gracia del evangelio para su propia destrucción, (Ro. 6:1,2)
destruyen completamente, por tanto, el propósito de la libertad cristiana,
que consiste en que, siendo librados de las manos de todos nuestros
enemigos, sirvamos al Señor sin temor, en santidad y justicia delante de Él,
todos los días de nuestra vida. (Lc 1.74, 75; Ro. 14:9; Gá. 5:13; 2 P. 2
18,21)

Ro. 6:1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?, 2
En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

103
Lc 1.74 Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos, 75 En santidad y
en justicia delante de él, todos nuestros días
Ro. 14:9 Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser Señor así de los
muertos como de los que viven.
Gá. 5:13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis
la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.
2 P. 2 18 Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la
carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error., 21
Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de
haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.

104
Capítulo XXII
De la adoración religiosa y del día de reposo

1. La luz de la natura1eza muestra que hay un Dios, que tiene señorío y


soberanía sobre todo; es justo, bueno y hace bien a todos; y que, por
tanto, debe ser temido, amado, alabado, invocado, creído, y servido con
toda el alma, con todo el corazón y con todas las fuerzas. (Jer. 10:7; Mr.
12:33) Pero el modo aceptable de adorar al verdadero Dios está instituido
por él mismo, y está de tal manera limitado por su propia voluntad revelada
que no se debe adorar a Dios conforme a las imaginaciones e invenciones
de los hombres o a las sugerencias de Satanás, ni bajo ninguna
representación visible o en ningún otro modo no prescrito en las Santas
Escrituras. (Gn. 4:1-5; Ex. 20:4-6; Mt. 15:3,8,9; 2 R. 16:10-18; Lv.
10:1-3; Dt 17.3, 4.2, 12.29-32; Jos. 1:7; 23:8; Mt 15:13; Col.
2:2~23; 2 Ti. 3:15-17)

Jer. 10:7 ¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor;
porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti.
Mr. 12:33 y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y
con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos
y sacrificios.

Gn. 4:1-5 1 Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por
voluntad de Jehová he adquirido varón. 2 Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue
pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. 3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín
trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4 Y Abel trajo también de los primogénitos de
sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; 5 pero
no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su
semblante
Ex. 20:4-6 4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni
abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás;
porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos
hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6 y hago misericordia a millares,
a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Mt. 15:3 Respondiendo él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento
de Dios por vuestra tradición?,8 Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de
mí.,9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.;
2 R. 16:10-18 10 Después fue el rey Acaz a encontrar a Tiglat-pileser rey de Asiria en
Damasco; y cuando vio el rey Acaz el altar que estaba en Damasco, envió al sacerdote Urías el
diseño y la descripción del altar, conforme a toda su hechura. 11 Y el sacerdote Urías edificó el
altar; conforme a todo lo que el rey Acaz había enviado de Damasco, así lo hizo el sacerdote
Urías, entre tanto que el rey Acaz venía de Damasco. 12 Y luego que el rey vino de Damasco, y
vio el altar, se acercó el rey a él, y ofreció sacrificios en él; 13 y encendió su holocausto y su
ofrenda, y derramó sus libaciones, y esparció la sangre de sus sacrificios de paz junto al altar.
14 E hizo acercar el altar de bronce que estaba delante de Jehová, en la parte delantera de la
casa, entre el altar y el templo de Jehová, y lo puso al lado del altar hacia el norte. 15 Y mandó
el rey Acaz al sacerdote Urías, diciendo: En el gran altar encenderás el holocausto de la
mañana y la ofrenda de la tarde, y el holocausto del rey y su ofrenda, y asimismo el holocausto
de todo el pueblo de la tierra y su ofrenda y sus libaciones; y esparcirás sobre él toda la sangre
del holocausto, y toda la sangre del sacrificio. El altar de bronce será mío para consultar en él.

105
16 E hizo el sacerdote Urías conforme a todas las cosas que el rey Acaz le mandó. 17 Y cortó el
rey Acaz los tableros de las basas, y les quitó las fuentes; y quitó también el mar de sobre los
bueyes de bronce que estaban debajo de él, y lo puso sobre el suelo de piedra. 18 Asimismo el
pórtico para los días de reposo, que habían edificado en la casa, y el pasadizo de afuera, el del
rey, los quitó del templo de Jehová, por causa del rey de Asiria.
Lv. 10:1-3 1 Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron
en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño,
que él nunca les mandó. 2 Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante
de Jehová. 3 Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que
a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.
Dt 17.3 que hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, ya sea al
sol, o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido;, 4.2 No añadiréis a la
palabra que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de
Jehová vuestro Dios que yo os ordene., 12.29-32 29 Cuando Jehová tu Dios haya
destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en
su tierra, 30 guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas
delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas
naciones a sus dioses, yo también les serviré. 31 No harás así a Jehová tu Dios; porque toda
cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos y a sus
hijas quemaban en el fuego a sus dioses. 32 Cuidarás de hacer todo lo que yo te mando; no
añadirás a ello, ni de ello quitarás.
Jos. 1:7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley
que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas
prosperado en todas las cosas que emprendas.; 23:8 Mas a Jehová vuestro Dios seguiréis,
como habéis hecho hasta hoy.
Mt 15:13 Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será
desarraigada.
Col. 2:2~23 2 para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar
todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de
Cristo, 3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. 4 Y
esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas. 5 Porque aunque estoy ausente
en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen
orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo. 6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al
Señor Jesucristo, andad en él; 7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así
como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. 8 Mirad que nadie os engañe
por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a
los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 9 Porque en él habita corporalmente toda la
plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo
principado y potestad. 11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a
mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo; 12
sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe
en el poder de Dios que le levantó de los muertos. 13 Y a vosotros, estando muertos en
pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos
todos los pecados, 14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era
contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y
a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. 16 Por tanto,
nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de
reposo, 17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. 18 Nadie
os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo
que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, 19 y no asiéndose de la
Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo, nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y
ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios. 20 Pues si habéis muerto con Cristo en

106
cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a
preceptos 21 tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques 22 (en conformidad a
mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? 23 Tales
cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en
duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.
2 Ti. 3:15-17 15 Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te
pueden hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura es
inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en
justicia, 17 Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena
obra.

2. La adoración religiosa ha de tributarse a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, y


a Él solamente; (Mt 4:9,10; Jn. 5:23; 2 Co. 13:14) no a los ángeles, ni a
los santos, ni a ninguna otra criatura; (Ro. 1:25; Col. 2:18; Ap. 19:10) y
desde la Caída, no sin un mediador; ni por la mediación de ningún otro,
sino solamente de Cristo. (Jn. 14:6; Ef. 2:18; Col. 3:17; 1 Ti. 2:5)

Mt 4:9 Y dícele: Todo esto te daré, si postrado me adorares., 10 Entonces Jesús le dice:
Vete, Satanás, que escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y á él solo servirás.
Jn. 5:23 Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no
honra al Padre que le envió.
2 Co. 13:14 La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la participación del
Espíritu Santo sea con vosotros todos. Amén.

Ro. 1:25 Los cuales mudaron la verdad de Dios en mentira, honrando y sirviendo á las
criaturas antes que al Criador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Col. 2:18 Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto á los ángeles,
metiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sentido de su propia carne,
Ap. 19:10 Y yo me eché á sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira que no lo hagas: yo soy
siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús: adora á Dios; porque el
testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

Jn. 14:6 Jesús le dice: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino
por mí.
Ef. 2:18 Que por él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
Col. 3:17 Y todo lo que hacéis, sea de palabra, ó de hecho, hacedlo todo en el nombre del
Señor Jesús, dando gracias á Dios Padre por él.
1 Ti. 2:5 Porque hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre;

3. Siendo la oración, con acción de gracias, una parte de la adoración natural,


la exige Dios de todos los hombres. (Sal. 95:1-7; 100:1-5) Pero para que
pueda ser aceptada, debe hacerse en el nombre del Hijo, (Jn. 14:13,14)
con la ayuda del Espíritu (Ro. 8:26), conforme a su voluntad, (1 Jn.5:14)
con entendimiento, reverencia, humildad, fervor, fe, amor y perseverancia;
(Sal. 47:7; Ec. 5:4,2; He. 12:28; Gn. 18:27; Stg. 5:16; 1:6,7; Mr.
11:24; Mt. 6:12,14,15; Col. 4:2; Ef. 6:18) y cuando se hace con otros,
en una lengua conocida.(1 Co. 14:13-19,27,28)

107
Sal. 95:1-7 1 VENID, celebremos alegremente á Jehová: Cantemos con júbilo á la roca de
nuestra salud. 2 Lleguemos ante su acatamiento con alabanza; Aclamémosle con cánticos. 3
Porque Jehová es Dios grande; Y Rey grande sobre todos los dioses. 4 Porque en su mano
están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas. 5 Suya también la
mar, pues él la hizo; Y sus manos formaron la seca. 6 Venid, adoremos y postrémonos;
Arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor. 7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el
pueblo de su dehesa, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz; 100:1-5 1 Salmo de
alabanza. CANTAD alegres á Dios, habitantes de toda la tierra. 2 Servid á Jehová con alegría:
Venid ante su acatamiento con regocijo. 3 Reconoced que Jehová él es Dios: El nos hizo, y no
nosotros á nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado. 4 Entrad por sus
puertas con reconocimiento, Por sus atrios con alabanza: Alabadle, bendecid su nombre. 5
Porque Jehová es bueno: para siempre es su misericordia, Y su verdad por todas las
generaciones

Jn. 14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo., 14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Ro. 8:26 Y asimismo también el Espíritu ayuda nuestra flaqueza: porque qué hemos de
pedir como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu pide por nosotros con
gemidos indecibles.

1 Jn.5:14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si demandáremos alguna cosa
conforme á su voluntad, él nos oye.

Sal. 47:7 Porque Dios es el Rey de toda la tierra: Cantad con inteligencia.
Ec. 5:4 Cuando á Dios hicieres promesa, no tardes en pagarla; porque no se agrada de los
insensatos. Paga lo que prometieres., 2 No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure
á proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto,
sean pocas tus palabras.
He. 12:28 Así que, tomando el reino inmóvil, vamos á Dios agradándole con temor y
reverencia;
Gn. 18:27 Y Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado á hablar á mi Señor,
aunque soy polvo y ceniza:
Stg. 5:16 Confesaos vuestras faltas unos á otros, y rogad los unos por los otros, para que
seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho.; 1:6 Pero pida en fe, no
dudando nada: porque el que duda es semejante á la onda de la mar, que es movida del viento,
y echada de una parte á otra., 7 No piense pues el tal hombre que recibirá ninguna cosa del
Señor.
Mr. 11:24 Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os
vendrá.
Mt. 6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos á nuestros
deudores., 14 Porque si perdonareis á los hombres sus ofensas, os perdonará también á
vosotros vuestro Padre celestial., 15 Mas si no perdonareis á los hombres sus ofensas,
tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Col. 4:2 Perseverad en oración, velando en ella con hacimiento de gracias:
Ef. 6:18 Orando en todo tiempo con toda deprecación y súplica en el Espíritu, y velando en
ello con toda instancia y suplicación por todos los santos,

108
4. La oración ha de hacerse por cosas lícitas, y a favor de toda clase de
personas vivas, o que vivirán más adelante; (Jn. 5:14; 1 Ti. 2:1,2; Jn.
17:20) pero no a favor de los muertos ni de aquellos de quienes se pueda
saber que han cometido el pecado de muerte.(2 S.12:21-23; Lc.
16:25,26; Ap.14:13; 1 Jn. 5:16)

Jn. 5:14 Después le halló Jesús en el templo, y díjole: He aquí, has sido sanado; no peques
más, porque no te venga alguna cosa peor.
1 Ti. 2:1 AMONESTO pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones,
hacimientos de gracias, por todos los hombres; 2 Por los reyes y por todos los que están en
eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
Jn. 17:20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí
por la palabra de ellos,

2 S.12:21-23 21 Y le dijeron sus siervos: ¿Qué es esto que has hecho? Por el niño,
viviendo aún, ayunabas y llorabas; y muerto él, te levantaste y comiste pan. 22 Y él
respondió: Viviendo aún el niño, yo ayunaba y lloraba, diciendo: ¿Quién sabe si Dios tendrá
compasión de mí, y vivirá el niño? 23 Más ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar?
¿Podré yo hacerle volver? Yo voy a él, mas él no volverá a mí
Lc. 16:25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y
Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. , 26 Además
de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que
quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.
Ap.14:13 Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en
adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus
trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
1 Jn. 5:16 Si alguno viere a su hermano cometer pecado que no sea de muerte, pedirá, y
Dios le dará vida; esto es para los que cometen pecado que no sea de muerte. Hay pecado de
muerte, por el cual yo no digo que se pida.

5. La lectura de las Escrituras, (Hch. 15:21; 1 Ti. 4:13; Ap. 1:3) la


predicación y la audición de la Palabra de Dios, (2Ti.4:2; Lc.8:18) la
instrucción y la amonestación los unos a los otros por medio de salmos,
himnos y cantos espirituales, el cantar con gracia en el corazón al Señor,
(Col. 3:16; Ef. 5:19) como también la administración del bautismo (Mt.
28:19, 20) y la Cena del Señor: (1Co.11:26) todas estas cosas son arte
de la adoración religiosa a Dios que ha de realizarse en obediencia a con
entendimiento, fe, reverencia y temor piadoso; además, la humillación
solemne, (Est 4:16; Jl. 2:12; Mt. 9:15; Hch. 13:2,3; 1 Co. 7:5) con
ayunos, y las acciones de gracia en ocasiones especiales, han de usarse de
una manera santa y piadosa. (Ex. 15:1-19; Sal. 107)

Hch. 15:21 Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique
en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo.
1 Ti. 4:13 Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
Ap. 1:3 Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan
las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.

109
2Ti.4:2 que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
Lc. 8:18 Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, se le dará; y a todo el que no
tiene, aun lo que piensa tener se le quitará.

Col. 3:16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y


exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al
Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
Ef. 5:19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando
y alabando al Señor en vuestros corazones;

Mt. 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;, 20 enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.

1Co.11:26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la
muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.

Est 4:16 Ve y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis
ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y
entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.
Jl. 2:12 Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con
ayuno y lloro y lamento.
Mt. 9:15 Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas tener luto entre tanto que el
esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces
ayunarán.
Hch. 13:2 Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a
Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado., 3 Entonces, habiendo ayunado y orado,
les impusieron las manos y los despidieron.
1 Co. 7:5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento,
para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente
Satanás a causa de vuestra incontinencia.

Ex. 15:1-19 1 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron:
Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al
caballo y al jinete. 2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi
Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. 3 Jehová es varón de guerra; Jehová
es su nombre. 4 Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus capitanes escogidos
fueron hundidos en el Mar Rojo. 5 Los abismos los cubrieron; Descendieron a las
profundidades como piedra. 6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder; Tu
diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. 7 Y con la grandeza de tu poder has
derribado a los que se levantaron contra ti. Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.
8 Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; Se juntaron las corrientes como en un
montón; Los abismos se cuajaron en medio del mar. 9 El enemigo dijo: Perseguiré,
apresaré, repartiré despojos; Mi alma se saciará de ellos; Sacaré mi espada, los destruirá
mi mano. 10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar; Se hundieron como plomo en las
impetuosas aguas. 11 ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú,
magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios? 12
Extendiste tu diestra; La tierra los tragó. 13 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que
redimiste; Lo llevaste con tu poder a tu santa morada. 14 Lo oirán los pueblos, y temblarán;

110
Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos. 15 Entonces los caudillos de Edom se
turbarán; A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor; Se acobardarán todos los
moradores de Canaán. 16 Caiga sobre ellos temblor y espanto; A la grandeza de tu brazo
enmudezcan como una piedra; Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová, Hasta que
haya pasado este pueblo que tú rescataste. 17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte
de tu heredad, En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh Jehová, En el santuario
que tus manos, oh Jehová, han afirmado. 18 Jehová reinará eternamente y para siempre. 19
Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Jehová hizo
volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por en medio del
mar
Sal. 107 1 Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.
2 Díganlo los redimidos de Jehová, Los que ha redimido del poder del enemigo, 3 Y los ha
congregado de las tierras, Del oriente y del occidente, Del norte y del sur. 4 Anduvieron
perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, Sin hallar ciudad en donde vivir. 5
Hambrientos y sedientos, Su alma desfallecía en ellos. 6 Entonces clamaron a Jehová en su
angustia, Y los libró de sus aflicciones. 7 Los dirigió por camino derecho, Para que viniesen
a ciudad habitable. 8 Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos
de los hombres. 9 Porque sacia al alma menesterosa, Y llena de bien al alma hambrienta. 10
Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte, Aprisionados en aflicción y en hierros, 11
Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová, Y aborrecieron el consejo del Altísimo.
12 Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones; Cayeron, y no hubo quien los ayudase. 13
Luego que clamaron a Jehová en su angustia, Los libró de sus aflicciones; 14 Los sacó de las
tinieblas y de la sombra de muerte, Y rompió sus prisiones. 15 Alaben la misericordia de
Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres. 16 Porque quebrantó las puertas
de bronce, Y desmenuzó los cerrojos de hierro. 17 Fueron afligidos los insensatos, a causa
del camino de su rebelión Y a causa de sus maldades; 18 Su alma abominó todo alimento, Y
llegaron hasta las puertas de la muerte. 19 Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los
libró de sus aflicciones. 20 Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina. 21 Alaben la
misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres; 22 Ofrezcan
sacrificios de alabanza, Y publiquen sus obras con júbilo. 23 Los que descienden al mar en
naves, Y hacen negocio en las muchas aguas, 24 Ellos han visto las obras de Jehová, Y sus
maravillas en las profundidades. 25 Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso,
Que encrespa sus ondas. 26 Suben a los cielos, descienden a los abismos; Sus almas se
derriten con el mal. 27 Tiemblan y titubean como ebrios, Y toda su ciencia es inútil. 28
Entonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. 29 Cambia la
tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas. 30 Luego se alegran, porque se
apaciguaron; Y así los guía al puerto que deseaban. 31 Alaben la misericordia de Jehová, Y
sus maravillas para con los hijos de los hombres. 32 Exáltenlo en la congregación del pueblo,
Y en la reunión de ancianos lo alaben. 33 El convierte los ríos en desierto, Y los manantiales
de las aguas en sequedales; 34 La tierra fructífera en estéril, Por la maldad de los que la
habitan. 35 Vuelve el desierto en estanques de aguas, Y la tierra seca en manantiales. 36 Allí
establece a los hambrientos, Y fundan ciudad en donde vivir. 37 Siembran campos, y
plantan viñas, Y rinden abundante fruto. 38 Los bendice, y se multiplican en gran manera;
Y no disminuye su ganado. 39 Luego son menoscabados y abatidos A causa de tiranía, de
males y congojas. 40 El esparce menosprecio sobre los príncipes, Y les hace andar perdidos,
vagabundos y sin camino. 41 Levanta de la miseria al pobre, Y hace multiplicar las familias
como rebaños de ovejas. 42 Véanlo los rectos, y alégrense, Y todos los malos cierren su boca.
43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas, Y entenderá las misericordias de Jehová?

6. Ahora, bajo el evangelio, ni la oración ni ninguna otra parte de la adoración


religiosa están limitadas a un lugar, ni son más aceptables por el lugar en
que se realizan, o hacia el cual se dirigen; (Jn. 4:21) sino que Dios ha de
ser adorado en todas partes en espíritu y en verdad; (Mal. 1:11; 1 Ti. 2:8;

111
Jn. 4:23,24) tanto en cada familia en particular (Dt. 6:6,7; Job 1:5; 1 P.
3:7) diariamente, (Mt.6:11) como cada uno en secreto por sí solo; (Mt.
6:6) así como de una manera más solemne en las reuniones públicas, (Sal.
84:1,2,10; Mt. 18:20; 1 Co. 3:16; 14:25; Ef. 2:21,22) las cuales no han
de descuidarse ni abandonarse voluntariamente o por negligencia, cuando
Dios por su Palabra o providencia nos llama a ellas. (Hch. 2:42; He.
10:25)

Jn. 4:21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en
Jerusalén adoraréis al Padre.

Mal. 1:11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre
las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande
es mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.
1 Ti. 2:8 Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin
ira ni contienda.
Jn. 4:23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al
Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren., 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que
adoren.

Dt. 6:6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a
tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y
cuando te levantes.
Job 1:5 Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los
santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos.
Porque decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus
corazones. De esta manera hacía todos los días.
1 P. 3:7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la
mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras
oraciones no tengan estorbo.

Mt.6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Mt. 6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre
que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Sal. 84:1 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!, 2 Anhela mi alma
y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo,
10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la
puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad.
Mt. 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos.
1 Co. 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros?; 14:25 lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el
rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.
Ef. 2:21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo
en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en
el Espíritu.

112
Hch. 2:42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros,
en el partimiento del pan y en las oraciones.
He. 10:25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

7. Así como es la ley de la naturaleza que, en general, una proporción de


tiempo, por designio de Dios se dedique a la adoración de Dios, así en su
Palabra, por un mandamiento positivo, moral y perpetuo que obliga a todos
los hombres en todas las épocas, Dios ha señalado particularmente un día
de cada siete como día de reposo, para que sea guardado santo para Él;
(Gn. 2:3; Ex. 20:8-11; Mr. 2:27,28; Ap. 1:10) el cual desde el principio
del mundo hasta la resurrección de Cristo fue el último día de la semana y
desde la resurrección de Cristo fue cambiado al primer día de la semana,
que es llamado el Día del Señor y debe ser perpetuado hasta el fin del
mundo como el día de reposo cristiano, siendo abolida la observancia del
último día de la semana. (Jn. 20:1; Hch. 2:1; 20:7; 1 Co. 16:1; Ap.
1:10; Col. 2:16,17)

Gn. 2:3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra
que había hecho en la creación.
Ex. 20:8-11 8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y
harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra
alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que
está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y
todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día
de reposo y lo santificó
Mr. 2:27 También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el
hombre por causa del día de reposo., 28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día
de reposo.
Ap. 1:10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como
de trompeta,

Jn. 20:1 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro,
al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro.
Hch. 2:1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.; 20:7 El
primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba,
habiendo de salir al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche.
1 Co. 16:1 En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera
que ordené en las iglesias de Galacia.
Ap. 1:10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como
de trompeta,
Col. 2:16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva o días de reposo, 17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo
es de Cristo.

8. El día de reposo se guarda santo para el Señor cuando los hombres,


después de la debida preparación de su corazón y arreglados de antemano

113
todos sus asuntos cotidianos, no solamente observan un santo descanso
durante todo el día de sus propias labores, palabras y pensamientos (Ex.
20:8-11; Neh. 13:15-22; Is. 58:13,14; Ap. 1:10) acerca de sus
ocupaciones y diversiones seculares; sino que también se dedican todo el
tiempo al ejercicio público y privado de la adoración de Dios, y a los
deberes de necesidad y de misericordia. (Mt. 12:1-13; Mr. 2:27,28)

Ex. 20:8-11 8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo. 9 Seis días trabajarás, y
harás toda tu obra; 10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra
alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que
está dentro de tus puertas. 11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y
todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día
de reposo y lo santificó
Neh. 13:15-22 15 En aquellos días vi en Judá a algunos que pisaban en lagares en el día
de reposo, y que acarreaban haces, y cargaban asnos con vino, y también de uvas, de higos y
toda suerte de carga, y que traían a Jerusalén en día de reposo; y los amonesté acerca del día
en que vendían las provisiones. 16 También había en la ciudad, tirios que traían pescado y toda
mercadería, y vendían en día de reposo a los hijos de Judá en Jerusalén. 17 Y reprendí a los
señores de Judá y les dije: ¿Qué mala cosa es esta que vosotros hacéis, profanando así el día de
reposo? 18 ¿No hicieron así vuestros padres, y trajo nuestro Dios todo este mal sobre
nosotros y sobre esta ciudad? ¿Y vosotros añadís ira sobre Israel profanando el día de reposo?
19 Sucedió, pues, que cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del día de
reposo, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del día de
reposo; y puse a las puertas algunos de mis criados, para que en día de reposo no introdujeran
carga. 20 Y se quedaron fuera de Jerusalén una y dos veces los negociantes y los que vendían
toda especie de mercancía. 21 Y les amonesté y les dije: ¿Por qué os quedáis vosotros delante
del muro? Si lo hacéis otra vez, os echaré mano. Desde entonces no vinieron en día de reposo.
22 Y dije a los levitas que se purificasen y viniesen a guardar las puertas, para santificar el día
del reposo. También por esto acuérdate de mí, Dios mío, y perdóname según la grandeza de
tu misericordia
Is. 58:13 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo
llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios
caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras,, 14 entonces te
deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la
heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.
Ap. 1:10 Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como
de trompeta,

Mt. 12:1-13 1 En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus
discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. 2 Viéndolo los
fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. 3
Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban
tuvieron hambre; 4 cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que
no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? 5
¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el
día de reposo, y son sin culpa? 6 Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. 7 Y si
supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes;
8 porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo. 9 Pasando de allí, vino a la sinagoga
de ellos. 10 Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para
poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? 11 El les dijo: ¿Qué hombre habrá de
vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano,

114
y la levante? 12 Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito
hacer el bien en los días de reposo. 13 Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la
extendió, y le fue restaurada sana como la otra.
Mr. 2:27 También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el
hombre por causa del día de reposo., 28 Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día
de reposo.

115
Capítulo XXIII
Juramentos Legales Y Votos

1. Un juramento licito es una parte de la adoración religiosa por el cual el


jurador, teniendo en vista la verdad, la justicia y el juicio, solemnemente
pone a Dios como testigo de lo que jura, (Ex 20:7; Dt. 10:20; Jer. 4:2) y
para que le juzgue conforme a la verdad o la falsedad de sus palabras.
(2Cr. 6:22,23)

Ex 20:7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente
Jehová al que tomare su nombre en vano.
Dt. 10:20 A Jehová tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre
jurarás
Jer. 4:2 y jurares: Vive Jehová, en verdad, en juicio y en justicia, entonces las naciones
serán benditas en él, y en él se gloriarán

2Cr. 6:22 Si alguno pecare contra su prójimo, y se le exigiere juramento, y viniere a jurar
ante tu altar en esta casa, 23 tú oirás desde los cielos, y actuarás, y juzgarás a tus siervos,
dando la paga al impío, haciéndole recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo
al darle conforme a su justicia

2. Sólo en el nombre de Dios deben jurar los hombres, y este nombre ha de


usarse con todo temor santo y con reverencia. Por lo tanto, jurar vana o
temerariamente en ese nombre glorioso y terrible, o definitivamente jurar
por cualquiera otra cosa, es pecaminoso y debe aborrecerse. (Mt. 5:34,37;
Stg.5:12) Sin embargo, en asuntos de peso y de importancia, cuando la
verdad requiere una confirmación y para poner fin a la contienda, un
juramento está justificado por la palabra de Dios; (He. 6:16; 2Cor.1:23)
por eso, cuando una autoridad legítima exija un juramento legal para tales
asuntos, este juramento debe hacerse. (Neh. 13:25)

Mt. 5:34 Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono
de Dios; , 37 Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal
procede
Stg. 5:12 Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni
por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis
en condenación

He. 6:16 Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y para ellos el fin
de toda controversia es el juramento para confirmación
2Cor.1:23 Mas yo invoco a Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con
vosotros no he pasado todavía a Corinto

Neh. 13:25 Y reñí con ellos, y los maldije, y herí a algunos de ellos, y les arranqué los
cabellos, y les hice jurar, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, y no tomaréis de sus
hijas para vuestros hijos, ni para vosotros mismos

116
3. Todo aquel que hace un juramento de acuerdo a la palabra de Dios debe
considerar seriamente la gravedad de un acto tan solemne, y por lo tanto
no afirmar nada que no sepa sea verdad, porque por medio de juramentos
falsos y vacíos el Señor es provocado y por razón de ello la tierra es traída
a miserias. (Lv. 19:12; Jer. 23:10)

Lv. 19:12 Degolló asimismo el holocausto, y los hijos de Aarón le presentaron la sangre, la
cual roció él alrededor sobre el altar
Jer. 23:10 Porque la tierra está llena de adúlteros; a causa de la maldición la tierra está
desierta; los pastizales del desierto se secaron; la carrera de ellos fue mala, y su valentía no es
recta

4. Un juramento debe hacerse en el sentido claro y común de las palabras, sin


equivocación o reservas mentales. (Sal. 24:4; Sal 76:11; Gn. 28:20-22)

Sal. 24:4 El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas
vanas, Ni jurado con engaño.
Sal 76:11 Prometed, y pagad a Jehová vuestro Dios; Todos los que están alrededor de él,
traigan ofrendas al Temible.
Gn. 28:20-22 20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en
este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 21 y si volviere en paz a
casa de mi padre, Jehová será mi Dios. 22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de
Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.

5. Los votos han de ser hechos a Dios solamente y no a una criatura. Una vez
hechos han de ser llevados a cabo escrupulosamente y fielmente. (Sal.
76.11; Gn. 28.20-22) Pero votos monásticos de vida soltera perpetua,
(1Co. 7:2,9) pobreza profesada (Ef. 4:28) y obediencia regular que
pertenecen a la iglesia de Roma, en lugar de representar santidad superior
son meramente supersticiones y trampas pecaminosas en las cuales ningún
cristiano debería enredarse. (Mt. 19:11)

Sal. 76.11 Prometed, y pagad a Jehová vuestro Dios; Todos los que están alrededor de él,
traigan ofrendas al Temible
Gn. 28.20-22 20 E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en
este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 21 y si volviere en paz a
casa de mi padre, Jehová será mi Dios. 22 Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de
Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.

1Co. 7:2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una
tenga su propio marido., 9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es
casarse que estarse quemando.

Ef. 4:28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es
bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad

Mt. 19:11 Entonces él les dijo: No todos son capaces de recibir esto, sino aquellos a
quienes es dado.

117
Capitulo XXIV
El Gobierno Civil

1. Dios, el supremo Señor y Rey de todo el mundo, ha instituido a los


magistrados civiles para estar sujetos a él, gobernando al pueblo para la
gloria de Dios y el bien público; y con este fin les ha armado con el poder
de la espada, para la defensa y aliento de los que hacen lo bueno, y para el
castigo de los malhechores. (Ro. 13:14; 1 P. 2:13,14)

Ro. 13:14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
1 P. 2:13 Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a
superior, 14 ya a los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y
alabanza de los que hacen bien

2. Es lícito para los cristianos aceptar y desempeñar el cargo de magistrado


cuando sean llamados para ello; en el desempeño de su cargo deben
mantener especialmente la justicia y la paz, según las leyes sanas de cada
reino y estado; así con este fin, bajo el Nuevo Testamento, pueden
legalmente ahora hacer la guerra en ocasiones justas y necesarias. (2S.
23:3; Sal. 82:3,4; Lc 3:14)

2S. 23:3 El Dios de Israel ha dicho, Me habló la Roca de Israel: Habrá un justo que
gobierne entre los hombres, Que gobierne en el temor de Dios.
Sal. 82:3 Defended al débil y al huérfano; Haced justicia al afligido y al menesteroso, 4
Librad al afligido y al necesitado; Libradlo de mano de los impíos
Lc 3:14 También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les
dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario

3. Como los gobernantes civiles son puestos por Dios con los propósitos ya
mencionados, los cristianos están sujetos a ellos en los requisitos legales, y
esto por causa del Señor y de la conciencia y no meramente para evitar
castigo. (Ro. 13:5-7; 3. 1 P.2:17) Debemos ofrecer suplicaciones y
oraciones a favor de los reyes y de los que están en autoridad, para que
bajo su gobierno podamos vivir quieta y reposadamente en santidad y
honestidad. (1 Ti. 2:1,2)

Ro. 13:5-7 5 Por lo cual es necesario que le estéis sujetos, no solamente por la ira, más aun
por la conciencia. 6 Porque por esto pagáis también los tributos; porque son ministros de Dios
que sirven á esto mismo. 7 Pagad á todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que pecho,
pecho; al que temor, temor; al que honra, honra
1 P.2:17 Honrad á todos. Amad la fraternidad. Temed á Dios. Honrad al rey.

1 Ti. 2:1 AMONESTO pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones,
hacimientos de gracias, por todos los hombres;, 2 Por los reyes y por todos los que están en
eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad

118
Capítulo XXV
Del matrimonio

1. El matrimonio ha de ser entre un hombre y una mujer; no es licito para


ningún hombre tener más de una esposa, ni para ninguna mujer tener más
de un marido. (Gn. 2:24 con Mt 19:5,6; 1 Ti. 3:2; Tit. 1:6)

Gn. 2:24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y
serán una sola carne.
Mt 19:5 y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos
serán una sola carne?, 6 Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que
Dios juntó, no lo separe el hombre
1 Ti. 3:2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer,
sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar
Tit. 1:6 el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no
estén acusados de disolución ni de rebeldía

2. El matrimonio file instituido para la mutua ayuda de esposo y esposa; (Gn.


2:18; Pr. 2:17; Mal. 2:14) para multiplicar el género humano por medio
de una descendencia legítima: (Gn. 1:28; Sal. 127:3-5; 128:3,4) y para
evitar la impureza. (1 Co. 7:2,9)

Gn. 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea
para él
Pr. 2:17 La cual abandona al compañero de su juventud, Y se olvida del pacto de su Dios
Mal. 2:14 Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu
juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto

1 Co. 7:2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una
tenga su propio marido, 9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es
casarse que estarse quemando

3. Pueden casarse lícitamente toda clase de personas capaces de dar su


consentimiento en su sano juicio; (1 Co. 7:39; 2 Co. 6:14; He. 13:4; 1
Ti. 4:3) sin embargo, es deber de los cristianos casarse en el Señor. Y, por
tanto, los que profesan la verdadera fe no deben casarse con incrédulos o
idólatras; ni deben los que son piadosos unirse en yugo desigual, casándose
con los que sean malvados en sus vidas o que sostengan herejías
condenables. (1 Co. 7:39; 2 Co. 6:14)

1 Co. 7:39 La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su
marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor
2 Co. 6:14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo
tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
He. 13:4 Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los
fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios
1 Ti. 4:3 prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que
con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad

119
1 Co. 7:39 La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su
marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor
2 Co. 6:14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo
tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?

4. El matrimonio no debe contraerse dentro de los grados de consanguinidad o


afinidad prohibidos en la Palabra, ni pueden tales matrimonios incestuosos
legalizarse jamás por ninguna ley humana, ni por el consentimiento de las
partes, de tal manera que esas personas puedan vivir juntas como marido y
mujer. (Lv. 18:6-18: Am 2:7; Mr. 6:18; 1 Co. 5:1)

Lv. 18:6-18 6 Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su
desnudez. Yo Jehová. 7 La desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre, no descubrirás;
tu madre es, no descubrirás su desnudez. 8 La desnudez de la mujer de tu padre no
descubrirás; es la desnudez de tu padre. 9 La desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija
de tu madre, nacida en casa o nacida fuera, su desnudez no descubrirás. 10 La desnudez de la
hija de tu hijo, o de la hija de tu hija, su desnudez no descubirás, porque es la desnudez tuya.
11 La desnudez de la hija de la mujer de tu padre, engendrada de tu padre, tu hermana es; su
desnudez no descubrirás. 12 La desnudez de la hermana de tu padre no descubrirás; es
parienta de tu padre. 13 La desnudez de la hermana de tu madre no descubrirás, porque
parienta de tu madre es. 14 La desnudez del hermano de tu padre no descubrirás; no llegarás a
su mujer; es mujer del hermano de tu padre. 15 La desnudez de tu nuera no descubrirás;
mujer es de tu hijo, no descubrirás su desnudez. 16 La desnudez de la mujer de tu hermano no
descubrirás; es la desnudez de tu hermano. 17 La desnudez de la mujer y de su hija no
descubrirás; no tomarás la hija de su hijo, ni la hija de su hija, para descubrir su desnudez;
son parientas, es maldad. 18 No tomarás mujer juntamente con su hermana, para hacerla su
rival, descubriendo su desnudez delante de ella en su vida.
Am 2:7 Pisotean en el polvo de la tierra las cabezas de los desvalidos, y tuercen el camino de
los humildes; y el hijo y su padre se llegan a la misma joven, profanando mi santo nombre
Mr. 6:18 Porque Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano
1 Co. 5:1 e cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se
nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre

120
Capítulo XXVI
De la Iglesia

1. La Iglesia católica o universal, (Mt. 16:18; 1 Co. 12:28; Ef. 1:22; 4:11-
15; 5:23-25, 27, 29, 32; Col.1:18, 24; He. 12:23) que (con respecto a
la obra interna del Espíritu y la verdad de la gracia) puede llamarse
invisible, se compone del número completo de los elegidos que han sido,
son o serán reunidos en uno bajo Cristo, su cabeza; y es la esposa, el
cuerpo, la plenitud de Aquel que llena todo en todos. (Ef. 1: 22; 5:23-25,
27, 29,32; Col. 1:18,24; Ap. 21:9-14)

Mt. 16:18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia;
y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
1 Co. 12:28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo
tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los
que administran, los que tienen don de lenguas.
Ef. 1:22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia,; 4:11-15 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad
de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de
la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de
todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia
las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel
que es la cabeza, esto es, Cristo; 5:23-25 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así
como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como
la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo
por ella, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni
arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha., 29 Porque nadie aborreció
jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,, 32
Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Col.1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito
de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;, 24 Ahora me gozo en lo que
padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su
cuerpo, que es la iglesia
He. 12:23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el
Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos

Ef. 1: 22y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia,; 5:23-25 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la
iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a
Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25 Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 27 a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha., 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia
carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia,, 32 Grande es este
misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia
Col. 1:18,24 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el

121
primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;, 24 Ahora me
gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de
Cristo por su cuerpo, que es la iglesia
Ap. 21:9-14 9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas
de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada,
la esposa del Cordero. 10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la
gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, 11 teniendo la gloria de Dios.
Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el
cristal. 12 Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y
nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; 13 al oriente tres
puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas. 14 Y el muro de la
ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

2. Todas las personas en todo el mundo que profesan la fe del evangelio y


obediencia a Dios por Cristo conforme al mismo, que no destruyan su
propia profesión mediante errores fundamentales o conductas impías, son y
pueden ser llamados santos visibles; (1 Co. 1:2; Ro. 1:7,8; Hch. 11:26;
Mt 16:18; 28:15-20; 1 Co. 5:1-9) y de tales personas todas las
congregaciones locales deben estar compuestas. (Mt. 18:15-20; Hch.
2:37,42; 4:4; Ro. 1:7; 1 Co. 5:1-9)

1 Co. 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús,
llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, Señor de ellos y nuestro
Ro. 1:7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y
paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo, 8 Primeramente doy gracias a
mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por
todo el mundo
Hch. 11:26 Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y
a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía
Mt 16:18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y
las puertas del Hades no prevalecerán contra ella; 28:15-20 15 Y ellos, tomando el
dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta
el día de hoy. 16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había
ordenado. 17 Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. 18 Y Jesús se acercó y
les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y
haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he
aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén
1 Co. 5:1-9 1 De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni
aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. 2 Y vosotros
estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en
medio de vosotros el que cometió tal acción? 3 Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero
presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. 4 En el nombre de
nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor
Jesucristo, 5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el
espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. 6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un
poco de levadura leuda toda la masa? 7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis
nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada
por nosotros. 8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de
malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. 9 Os he escrito

122
por carta, que no os juntéis con los fornicarios

Mt. 18:15-20 15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él
solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Más si no te oyere, toma aún contigo a uno
o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos,
dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. 18 De cierto os digo
que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra,
será desatado en el cielo. 19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo
en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en
los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos
Hch. 2:37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?, 42 Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones ; 4:4
Pero muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como
cinco mil
Ro. 1:7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y
paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo
1 Co. 5:1-9 1 De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni
aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. 2 Y vosotros
estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en
medio de vosotros el que cometió tal acción? 3 Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero
presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. 4 En el nombre de
nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor
Jesucristo, 5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el
espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. 6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un
poco de levadura leuda toda la masa? 7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis
nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada
por nosotros. 8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de
malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. 9 Os he escrito
por carta, que no os juntéis con los fornicarios

3. Las iglesias más puras bajo el cielo están sujetas a la impureza y al error,
(1 Co. 1:11; 5:1; 6:6; 11:17-19; 3Jn.9, 10; Ap.2y 3) y algunas han
degenerado tanto que han llegado a ser no iglesias de Cristo sino sinagogas
de Satanás. (Ap. 2:5 con 1:20; 1 Ti. 3:14, 15; Ap. 18:2) Sin embargo,
Cristo siempre ha tenido y siempre tendrá un reino en este mundo, hasta el
fin del mismo, compuesto de aquellos que creen en Él y profesan su
nombre. (Mt. 16:18; 24:14; 28:20; Mr. 4:3-32; Sal. 72:1-l8; 102:28;
Is. 9:6, 7; Ap. 12:17; 20:7-9)

1 Co. 1:11 Porque he sido informado acerca de vosotros, hermanos míos, por los de Cloé,
que hay entre vosotros contiendas; 5:1 De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y
tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su
padre; 6:6 sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos? ;
11:17-19 17 Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para
lo mejor, sino para lo peor. 18 Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que
hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. 19 Porque es preciso que entre vosotros haya
disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados
3Jn.9, l0

123
Ap.2 1 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el
que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: 2 Yo conozco tus obras, y tu
arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se
dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; 3 y has sufrido, y has tenido
paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. 4
Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. 5 Recuerda, por tanto, de dónde has
caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu
candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. 6 Pero tienes esto, que aborreces las
obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco. 7 El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está
en medio del paraíso de Dios. 8 Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el
postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: 9 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y
tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos, y no lo son, sino
sinagoga de Satanás. 10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a
algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez
días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. 11 El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte. 12
Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice
esto: 13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes
mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue
muerto entre vosotros, donde mora Satanás. 14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que
tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo
ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. 15
Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. 16 Por
tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de
mi boca. 17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré
a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un
nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. 18 Y escribe al ángel de la
iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes
al bronce bruñido, dice esto: 19 Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu
paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras. 20 Pero tengo unas pocas
cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a
mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 21 Y le he dado tiempo para
que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. 22 He aquí, yo la arrojo en
cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de
ella. 23 Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña
la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. 24 Pero a vosotros y a los
demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina, y no han conocido lo que ellos
llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré otra carga; 25 pero lo
que tenéis, retenedlo hasta que yo venga. 26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el
fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27 y las regirá con vara de hierro, y serán
quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre; 28 y le daré
la estrella de la mañana. 29 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. y 3 1
Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete
estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. 2
Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado tus obras
perfectas delante de Dios. 3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y
arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré
sobre ti. 4 Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y
andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. 5 El que venciere será vestido
de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre
delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. 6 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice
a las iglesias. 7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero,

124
el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: 8 Yo
conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede
cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi
nombre. 9 He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo
son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan
que yo te he amado. 10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te
guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los
que moran sobre la tierra. 11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que
ninguno tome tu corona. 12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y
nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad
de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
13 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. 14 Y escribe al ángel de la
iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación
de Dios, dice esto: 15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o
caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no
sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. 18 Por tanto, yo te
aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas
para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio,
para que veas. 19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y
arrepiéntete. 20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. 21 Al que venciere, le daré que se siente
conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 22
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias

Ap. 2:5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras
obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres
arrepentido.con 1:20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los
siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete
candeleros que has visto, son las siete iglesias.
1 Ti. 3:14 Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte,, 15 para que si
tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente,
columna y baluarte de la verdad.
Ap. 18:2 Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha
hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave
inmunda y aborrecible.

Mt. 16:18 Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia;
y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.; 24:14 Y será predicado este
evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces
vendrá el fin.; 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he
aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Mr. 4:3-32 3 Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; 4 y al sembrar, aconteció que
una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y la comieron. 5 Otra parte
cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía
profundidad de tierra. 6 Pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. 7
Otra parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. 8 Pero
otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta, a
sesenta, y a ciento por uno. 9 Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga. 10 Cuando
estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. 11 Y les
dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por
parábolas todas las cosas; 12 para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no

125
entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados. 13 Y les dijo: ¿No
sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? 14 El sembrador es el
que siembra la palabra. 15 Y éstos son los de junto al camino: en quienes se siembra la
palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás, y quita la palabra que se
sembró en sus corazones. 16 Estos son asimismo los que fueron sembrados en pedregales: los
que cuando han oído la palabra, al momento la reciben con gozo; 17 pero no tienen raíz en
sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por
causa de la palabra, luego tropiezan. 18 Estos son los que fueron sembrados entre espinos:
los que oyen la palabra, 19 pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las
codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa. 20 Y éstos son los
que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a
treinta, a sesenta, y a ciento por uno. 21 También les dijo: ¿Acaso se trae la luz para ponerla
debajo del almud, o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? 22 Porque no
hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz. 23
Si alguno tiene oídos para oír, oiga. 24 Les dijo también: Mirad lo que oís; porque con la
medida con que medís, os será medido, y aun se os añadirá a vosotros los que oís. 25 Porque
al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. 26 Decía además:
Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; 27 y duerme y se
levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. 28 Porque de
suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; 29
y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado. 30
Decía también: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo
compararemos? 31 Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más
pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; 32 pero después de sembrado, crece, y se
hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del
cielo pueden morar bajo su sombra.
Sal. 72:1-18 1 Oh Dios, da tus juicios al rey, Y tu justicia al hijo del rey. 2 El juzgará a
tu pueblo con justicia, Y a tus afligidos con juicio. 3 Los montes llevarán paz al pueblo, Y los
collados justicia. 4 Juzgará a los afligidos del pueblo, Salvará a los hijos del menesteroso, Y
aplastará al opresor. 5 Te temerán mientras duren el sol Y la luna, de generación en
generación. 6 Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; Como el rocío que destila
sobre la tierra. 7 Florecerá en sus días justicia, Y muchedumbre de paz, hasta que no haya
luna. 8 Dominará de mar a mar, Y desde el río hasta los confines de la tierra. 9 Ante él se
postrarán los moradores del desierto, Y sus enemigos lamerán el polvo. 10 Los reyes de
Tarsis y de las costas traerán presentes; Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. 11
Todos los reyes se postrarán delante de él; Todas las naciones le servirán. 12 Porque él
librará al menesteroso que clamare, Y al afligido que no tuviere quien le socorra. 13 Tendrá
misericordia del pobre y del menesteroso, Y salvará la vida de los pobres. 14 De engaño y de
violencia redimirá sus almas, Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. 15 Vivirá, y se
le dará del oro de Sabá, Y se orará por él continuamente; Todo el día se le bendecirá. 16
Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes; Su fruto hará
ruido como el Líbano, Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra. 17 Será su
nombre para siempre, Se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en él
todas las naciones; Lo llamarán bienaventurado. 18 Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,
00 El único que hace maravillas.; 102:28 Los hijos de tus siervos habitarán seguros, Y su
descendencia será establecida delante de ti.
Is. 9:6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y
se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz, 7
Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino,
disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de
Jehová de los ejércitos hará esto.
Ap. 12:17 Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra
el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el

126
testimonio de Jesucristo; 20:7-9 7 Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de
su prisión, 8 y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a
Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del
mar. 9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la
ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió.

4. La Cabeza de la Iglesia es el Señor Jesucristo, en quien, por el designio del


Padre, todo el poder requerido para el llamamiento, el establecimiento, el
orden o el gobierno de la Iglesia, está suprema y soberanamente
investido.(Col. 1:18; Ef. 4:11-16; 1: 2-23; 5:23-32; 1 Co. 12:27, 28;
Jn. 17:1-3; Mt. 28:18-20; Hch. 5:31; Jn. 10:1-16) No puede el papa de
Roma ser cabeza de ella en ningún sentido, sino que él es aquel Anticristo,
aquel hombre de pecado e hijo de perdición, que se ensalza en la Iglesia
contra Cristo y contra todo lo que se llama Dios, a quien el Señor destruirá
con el resplandor de su venida. (2 Ts. 2:2-9)

Col. 1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito
de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia
Ef. 4:11-16 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad
de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de
la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de
todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia
las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel
que es la cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí
por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor; 1: 2-23 2 Gracia y paz a
vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. 3 Bendito sea el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5 en amor habiéndonos predestinado para ser
adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6 para
alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7 en quien
tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, 8 que
hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, 9 dándonos a conocer el
misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, 10 de
reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las
que están en los cielos, como las que están en la tierra. 11 En él asimismo tuvimos herencia,
habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el
designio de su voluntad, 12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que
primeramente esperábamos en Cristo. 13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de
verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el
Espíritu Santo de la promesa, 14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la
posesión adquirida, para alabanza de su gloria. 15 Por esta causa también yo, habiendo oído
de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, 16 no ceso de dar
gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, 17 para que el Dios de
nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el
conocimiento de él, 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es
la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los
santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,

127
según la operación del poder de su fuerza, 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los
muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y
autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino
también en el venidero; 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre
todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en
todo.; 5:23-32 23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la
iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a
Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25 Maridos, amad a vuestras
mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28 Así también los maridos deben amar a sus
mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque
nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo
a la iglesia, 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto
dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
1 Co. 12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular,
28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero
maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que
administran, los que tienen don de lenguas.
Jn. 17:1-3 1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora
ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 2 como le has
dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. 3 Y esta es
la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has
enviado.
Mt. 28:18-20 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas
las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.
Hch. 5:31 A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel
arrepentimiento y perdón de pecados.
Jn. 10:1-16 1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las
ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. 2 Más el que entra por la
puerta, el pastor de las ovejas es. 3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus
ovejas llama por nombre, y las saca. 4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va
delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Más al extraño no seguirán,
sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6 Esta alegoría les dijo Jesús;
pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. 7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto,
de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron,
ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí
entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para
hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia. 11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 12 Mas el
asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja
las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el asalariado huye,
porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis
ovejas, y las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y
pongo mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil;
aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.

128
2 Ts. 2:2-9 2 que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os
conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de
que el día del Señor está cerca. 3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin
que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el
cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se
sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. 5 ¿No os acordáis que
cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? 6 Y ahora vosotros sabéis lo que lo
detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. 7 Porque ya está en acción el misterio
de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de
en medio. 8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de
su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; 9 inicuo cuyo advenimiento es por obra de
Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos,

5. En el ejercicio de este poder que le ha sido confiado, el Señor Jesús, a


través del ministerio de su Palabra y por su Espíritu, llama a si mismo del
mundo a aquellos que le han sido dados por su Padre (Jn. 10:16, 23;
12:32; 17:2; Hch. 5:31, 32) para que anden delante de El en todos los
caminos de la obediencia que Él les prescribe en su Palabra.(Mt. 28:20) A
los así llamados, Él les ordena andar juntos en congregaciones concretas, o
iglesias, para su edificación mutua y la debida observancia del culto público,
que Él requiere de ellos en el mundo. (Mt. 18:15-20; Hch. 14:21-23; Tit.
1:5; 1 Ti. 1:3; 3:1-16; 5:17-22)

Jn. 10:16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo
traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor, 23 y Jesús andaba en el templo por
el pórtico de Salomón; 12:32 Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí
mismo; 17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos
los que le diste
Hch. 5:31 A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a
Israel arrepentimiento y perdón de pecados, 32 Y nosotros somos testigos suyos de estas
cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que le obedecen

Mt. 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén

Mt. 18:15-20 15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él
solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Más si no te oyere, toma aún contigo a uno
o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos,
dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano. 18 De cierto os digo
que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra,
será desatado en el cielo. 19 Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo
en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en
los cielos. 20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en
medio de ellos.
Hch. 14:21-23 21 Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos
discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, 22 confirmando los ánimos de los
discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a
través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. 23 Y constituyeron ancianos en
cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.
Tit. 1:5 or esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses

129
ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé
1 Ti. 1:3 Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que
mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina; 3:1-16 1 Palabra fiel: Si alguno
anhela obispado, buena obra desea. 2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible,
marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3 no
dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible,
no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5
(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6 no un
neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7 También es necesario
que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del
diablo. 8 Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no
codiciosos de ganancias deshonestas; 9 que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.
10 Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son
irreprensibles. 11 Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles
en todo. 12 Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus
casas. 13 Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha
confianza en la fe que es en Cristo Jesús. 14 Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir
pronto a verte, 15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la
iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad. 16 E indiscutiblemente, grande es el
misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los
ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.; 5:17-22
17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los
que trabajan en predicar y enseñar. 18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que
trilla; y: Digno es el obrero de su salario. 19 Contra un anciano no admitas acusación sino con
dos o tres testigos. 20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los
demás también teman. 21 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus
ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad.
22 No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos.
Consérvate puro.

6. Los miembros de estas iglesias son santos por su llamamiento, yen una
forma visible manifiestan y evidencian (por su profesión de fe y su
conducta> su obediencia al llamamiento de Cristo; (Mt. 28:18-20; Hch.
14:22,23; Ro. 1:7; 1 Co. 1:2 con los vv. 13-17; 1 Ts. 1:1 con los vv.
2- 10; Hch. 2:37-42; 4:4; 5:13,14) y voluntariamente acuerdan andar
juntos, conforme al designio de Cristo, dándose a sí mismos al Señor y
mutuamente, por la voluntad de Dios, profesando sujeción a los preceptos
del evangelio. (Hch. 2:41,42; 5:13,14; 2 Co. 9:13)

Mt. 28:18-20 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas
las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.
Hch. 14:22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen
en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino
de Dios, 23 Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los
encomendaron al Señor en quien habían creído
Ro. 1:7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y
paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo
1 Co. 1:2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús,

130
llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor
Jesucristo, Señor de ellos y nuestro con los vv. 13-17 13 ¿Acaso está dividido Cristo?
¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14 Doy
gracias a Dios de que a ninguno de vosotros he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15 para que
ninguno diga que fuisteis bautizados en mi nombre. 16 También bauticé a la familia de
Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a algún otro. 17 Pues no me envió Cristo a
bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana
la cruz de Cristo
1 Ts. 1:1 ablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el
Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo
con los vv. 2-10 2 Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria
de vosotros en nuestras oraciones, 3 acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro
de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en
nuestro Señor Jesucristo. 4 Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección;
5 pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder,
en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por
amor de vosotros. 6 Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la
palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo, 7 de tal manera que habéis
sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído. 8 Porque partiendo de
vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que
también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos
necesidad de hablar nada; 9 porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos
recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, 10
y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la
ira venidera.
Hch. 2:37-42 37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los
que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras
testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los
que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas.
42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones.; 4:4 Pero muchos de los que habían oído la palabra,
creyeron; y el número de los varones era como cinco mil; 5:13 De los demás, ninguno se
atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente, 14 Y los que creían en el
Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres

Hch. 2:41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel
día como tres mil personas, 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la
comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones; 5:13 De los demás,
ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente, 14 Y los que
creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres
2 Co. 9:13 pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia
que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y
para todos

7. A cada una de estas iglesias así reunidas, el Señor, conforme a su mente


declarada en su Palabra, ha dado todo el poder y autoridad en cualquier
sentido necesarios para realizar ese ordenen la adoración y en la disciplina
que Él ha instituido para que lo guarden; juntamente con mandatos y reglas

131
para el ejercicio propio y correcto y la ejecución del mencionado poder.
(Mt. 18:17-20; 1 Co. 5:4, 5,13; 2 Co. 2:6-8)

Mt. 18:17-20 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle
por gentil y publicano. 18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el
cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. 19 Otra vez os digo, que si
dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren,
les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos
1 Co. 5:4 En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el
poder de nuestro Señor Jesucristo, 5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la
carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús, 13 Porque a los que están
fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros
2 Co. 2:6-8 6 Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos; 7 así que, al
contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de
demasiada tristeza. 8 Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con él

8. Una iglesia local, reunida y completamente organizada de acuerdo a la


mente de Cristo, está compuesta por oficiales y miembros; y los oficiales
designados por Cristo para ser escogidos y apartados por la iglesia (así
llamada y reunida), para la particular administración de las ordenanzas y el
ejercicio del poder o el deber, que Él les confía o al que les llama, para que
continúen hasta el fin del mundo, son los obispos o ancianos, y los
diáconos. (Fil. 1:1; 1 Ti. 3:1-13; Hch. 20:17, 28; Ti 1:5-7; 1 P. 5:2)

Fil. 1:1 Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están
en Filipos, con los obispos y diáconos
1 Ti. 3:1-13 1 Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2 Pero es
necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente,
decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso
de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que
tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su propia
casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga
en la condenación del diablo. 7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de
afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. 8 Los diáconos asimismo deben
ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; 9
que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. 10 Y éstos también sean sometidos a
prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles. 11 Las mujeres
asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 12 Los diáconos sean
maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas. 13 Porque los que
ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es
en Cristo Jesús.
Hch. 20:17 Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia,
28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto
por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre
Ti 1:5-7 5 Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses
ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; 6 el que fuere irreprensible, marido de una
sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. 7
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio,
no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas

132
1 P. 5:2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza,
sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto

9. La manera designada por Cristo para el llamamiento de cualquier persona


que ha sido cualificada y dotada por el Espíritu Santo (Ef. 4:11; 1 Ti. 3:1-
13) para el oficio de obispo o anciano en una iglesia, es que sea escogido
para el mismo por común sufragio de la iglesia misma, (Hch. 6:1-7; 14:23
con Mt 18:17-20; 1 Co. 5:1-13) y solemnemente apartado mediante
ayuno y oración con la imposición de manos de los ancianos de la iglesia, si
es que hay algunos constituidos anteriormente en ella; (1 Ti. 4:14; 5:22)
y para un diácono, que sea escogido por el mismo sufragio y apartado
mediante oración y la misma imposición de manos. (Hch. 6:1-7)

Ef. 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas;
a otros, pastores y maestros
1 Ti. 3:1-13 1 Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2 Pero es
necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente,
decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso
de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa, que
tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su propia
casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga
en la condenación del diablo. 7 También es necesario que tenga buen testimonio de los de
afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. 8 Los diáconos asimismo deben
ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; 9
que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. 10 Y éstos también sean sometidos a
prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles. 11 Las mujeres
asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 12 Los diáconos sean
maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas. 13 Porque los que
ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es
en Cristo Jesús.

Hch. 6:1-7 1 En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo
murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran
desatendidas en la distribución diaria. 2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los
discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las
mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio,
llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 4 Y nosotros
persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. 5 Agradó la propuesta a toda la
multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a
Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; 6 a los cuales presentaron
ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos. 7 Y crecía la palabra del Señor,
y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de
los sacerdotes obedecían a la fe; 14:23 Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo
orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído
Mt 18:17-20 17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle
por gentil y publicano. 18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el
cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo. 19 Otra vez os digo, que si
dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren,
les será hecho por mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos
1 Co. 5:1-13 1 De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual
133
ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. 2 Y vosotros
estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en
medio de vosotros el que cometió tal acción? 3 Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero
presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha hecho. 4 En el nombre de
nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor
Jesucristo, 5 el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el
espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús. 6 No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un
poco de levadura leuda toda la masa? 7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis
nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada
por nosotros. 8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de
malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad. 9 Os he escrito
por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no absolutamente con los fornicarios de
este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería
necesario salir del mundo. 11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que,
llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o
ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están
fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? 13 Porque a los que están fuera, Dios
juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros

1 Ti. 4:14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la
imposición de las manos del presbiterio; 5:22 No impongas con ligereza las manos a
ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro

Hch. 6:1-7 1 En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo
murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquéllos eran
desatendidas en la distribución diaria. 2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los
discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las
mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio,
llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 4 Y nosotros
persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. 5 Agradó la propuesta a toda la
multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a
Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; 6 a los cuales presentaron
ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos. 7 Y crecía la palabra del Señor,
y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de
los sacerdotes obedecían a la fe

10. Siendo la obra de los pastores atender constantemente al servicio de


Cristo, en sus iglesias, en el ministerio de la Palabra y la oración velando
por sus almas, como aquellos que han de dar cuenta a Él es la
responsabilidad de las iglesias (Hch. 6:4; 1 Ti. 3:2; 5:17; He. 13:17) a
las que ellos ministran darles no solamente todo el respeto debido, sino
compartir también con ellos todas sus cosas buenas, según sus
posibilidades, (1 Ti. 5:17, 18; 1 Co. 9:14; Gá. 6:6,7) de manera que
tengan una provisión adecuada, sin que tengan que enredarse en
actividades seculares, (2 Ti. 2:4) y puedan también practicar la
hospitalidad hacia los demás. (1 Ti. 3:2) Esto lo requiere la ley de la
naturaleza y el mandato expreso de nuestro Señor Jesús, quien ha
ordenado que los que predican el evangelio vivan del evangelio. (1 Co.
9:6-14; 1 Ti. 5:18)

134
Hch. 6:4 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra
1 Ti. 3:2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer,
sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 5:17 Los ancianos que
gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en
predicar y enseñar
He. 13:17 Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras
almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose,
porque esto no os es provechoso

1 Ti. 5:17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor,
mayormente los que trabajan en predicar y enseñar, 18 Pues la Escritura dice: No pondrás
bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario
1 Co. 9:14 Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del
evangelio
Gá. 6:6 El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo
instruye, 7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare,
eso también segará

2 Ti. 2:4 Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel
que lo tomó por soldado

1 Ti. 3:2 Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer,
sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar

1 Co. 9:6-14 6 ¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar? 7 ¿Quién fue


jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién
apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño? 8 ¿Digo esto sólo como hombre? ¿No
dice esto también la ley? 9 Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey
que trilla.¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, 10 o lo dice enteramente por nosotros? Pues por
nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza
de recibir del fruto. 11 Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si
segáremos de vosotros lo material? 12 Si otros participan de este derecho sobre vosotros,
¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo,
por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. 13 ¿No sabéis que los que trabajan en las
cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? 14 Así
también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio
1 Ti. 5:18 ¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente
gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio

Hch. 8:5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo;
11:19-21 19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que hubo
con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie la
palabra, sino sólo a los judíos. 20 Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene,
los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el
evangelio del Señor Jesús. 21 Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se
convirtió al Señor
1 P. 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios, 11 Si alguno habla, hable conforme a las
palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en

135
todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos
de los siglos. Amén

11. Aunque sea la responsabilidad de los obispos o pastores de las


iglesias, según su oficio, estar constantemente dedicados a la predicación
de la Palabra, sin embargo la obra de predicar la Palabra no está tan
particularmente limitada a ellos, sino que otros también dotados y
cualificados por el Espíritu Santo para ello y aprobados y llamados por la
iglesia, pueden y deben desempeñarla. (Hch. 8:5; 11:19-21; 1 P.
4:10,11)

Hch. 8:5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo;
11:19-21 19 Ahora bien, los que habían sido esparcidos a causa de la persecución que
hubo con motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no hablando a nadie
la palabra, sino sólo a los judíos. 20 Pero había entre ellos unos varones de Chipre y de Cirene,
los cuales, cuando entraron en Antioquía, hablaron también a los griegos, anunciando el
evangelio del Señor Jesús. 21 Y la mano del Señor estaba con ellos, y gran número creyó y se
convirtió al Señor
1 P. 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios, 11 Si alguno habla, hable conforme a las
palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en
todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos
de los siglos

12. Todos los creyentes están obligados a unirse a iglesias locales cuando
y donde tengan la oportunidad de hacerlo. Asimismo todos aquellos que son
admitidos a los privilegios de una iglesia también están sujetos a la
disciplina y el gobierno de la misma iglesia, conforme a la norma de Cristo.
(1 Ts. 5:14; 2 Ts. 3:6, 14, 15; 1 Co. 5:9-13; He. 13:17)

1 Ts. 5:14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a
los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos
2 Ts. 3:6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que
os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que
recibisteis de nosotros, 14 Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a
ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence, 15 Mas no lo tengáis por
enemigo, sino amonestadle como a hermano
1 Co. 5:9-13 9 Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no
absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con
los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 11 Más bien os escribí que no
os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o
maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué razón tendría yo
para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? 13 Porque a los
que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros
He. 13:17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que
pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?

13. Ningún miembro de iglesia, sobre la base de alguna ofensa recibida,


habiendo cumplido el deber requerido de él hacia la persona que le ha

136
ofendido, debe perturbar el orden de la iglesia, o ausentarse de las
reuniones de la iglesia o de la administración de ninguna de las ordenanzas
sobre la base de tal ofensa de cualquier otro miembro, sino que debe
esperar en Cristo mientras prosigan las actuaciones de la iglesia. (Mt.
18:15-17; Ef. 4:2, 3; Col. 3:12-15; 1 Jn. 2:7-11, 18, 19; Ef. 4:2, 3; Mt
28:20)

Mt. 18:15-17 15 Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él
solos; si te oyere, has ganado a tu hermano. 16 Más si no te oyere, toma aún contigo a uno
o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17 Si no los oyere a ellos,
dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano
Ef. 4:2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros
en amor, 3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz
Col. 3:12-15 12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; 13 soportándoos
unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera
que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. 14 Y sobre todas estas cosas vestíos de
amor, que es el vínculo perfecto. 15 Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que
asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos
1 Jn. 2:7-11 7 Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento
antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que
habéis oído desde el principio. 8 Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es
verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.
9 El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. 10 El que
ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. 11 Pero el que aborrece a su
hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le
han cegado los ojos, 18 Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el
anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el
último tiempo, 19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido
de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no
todos son de nosotros
Ef. 4:2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros
en amor, 3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz
Mt 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo
estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén

14. Puesto que cada iglesia, y todos sus miembros, están obligados a orar
continuamente por el bien y la prosperidad de todas las iglesias de Cristo en
todos los lugares, y en todas las ocasiones ayudar a cada una dentro de los
límites de sus áreas y vocaciones, en el ejercicio de sus dones y virtudes,
(Jn. 13:34, 35; 17:11, 21-23; Ef. 4:11-16; 6:18; Sal. 122:6; Ro. 16:1-
3; 3Jn. 8-10 con 2Jn. 5-11; Ro. 15:26; 2Co. 8:1-4, 16-24; 9:12-15;
Col. 2:1 con 1:3,4,7 y 4:7,12) así las iglesias, cuando estén establecidas
por la providencia de Dios de manera que puedan gozar de la oportunidad y
el beneficio de ello, (Gá 1:2,22; Col. 4:16; Ap. 1:4; Ro. 16:1,2; 3 Jn. 8-
10) deben tener comunión entre sí, para su paz, crecimiento en amor y
edificación mutua. (1 Jn. 4:1-3 con 2 y 3 Juan; Ro. 16:1-3; 2 Co. 9:12-
15; Jos. 22)

137
Jn. 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he
amado, que también os améis unos a otros, 35 En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros; 17:11 Y ya no estoy en el mundo; mas
éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu
nombre, para que sean uno, así como nosotros, 21-23 21 para que todos sean uno; como
tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo
crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así
como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad,
para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a
mí me has amado
Ef. 4:11-16 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad
de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de
la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de
todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia
las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel
que es la cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí
por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor; 6:18 orando en todo tiempo
con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por
todos los santos
Sal. 122:6 Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman
Ro. 16:1-3 1 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la
iglesia en Cencrea; 2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis
en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí
mismo. 3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús
3Jn. 8-10 8 Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con
la verdad. 9 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar
entre ellos, no nos recibe. 10 Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace
parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a
los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohibe, y los expulsa de la iglesia con
2Jn. 5-11 5 Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento,
sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros. 6 Y este es el amor,
que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como
vosotros habéis oído desde el principio. 7 Porque muchos engañadores han salido por el
mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador
y el anticristo. 8 Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo,
sino que recibáis galardón completo. 9 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la
doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al
Padre y al Hijo. 10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa,
ni le digáis: ¡Bienvenido! 11 Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras
Ro. 15:26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres
que hay entre los santos que están en Jerusalén
2Co. 8:1-4 1 Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a
las iglesias de Macedonia; 2 que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y
su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad. 3 Pues doy testimonio de que
con agrado han dado conforme a sus fuerzas, y aun más allá de sus fuerzas, 4 pidiéndonos con
muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los
santos, 16-24 16 Pero gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma solicitud por
vosotros. 17 Pues a la verdad recibió la exhortación; pero estando también muy solícito, por

138
su propia voluntad partió para ir a vosotros. 18 Y enviamos juntamente con él al hermano cuya
alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias; 19 y no sólo esto, sino que también fue
designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación para llevar este donativo,
que es administrado por nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra
buena voluntad; 20 evitando que nadie nos censure en cuanto a esta ofrenda abundante que
administramos, 21 procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor sino
también delante de los hombres. 22 Enviamos también con ellos a nuestro hermano, cuya
diligencia hemos comprobado repetidas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente
por la mucha confianza que tiene en vosotros. 23 En cuanto a Tito, es mi compañero y
colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son mensajeros de las
iglesias, y gloria de Cristo. 24 Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de
vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros; 9:12-15 12 Porque la
ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también
abunda en muchas acciones de gracias a Dios; 13 pues por la experiencia de esta ministración
glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de
vuestra contribución para ellos y para todos; 14 asimismo en la oración de ellos por vosotros, a
quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. 15 ¡Gracias a Dios por
su don inefable!
Col. 2:1 Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que
están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro con 1:3 iempre orando por
vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, 4 habiendo oído de
vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos, 7 como lo habéis
aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para
vosotros y 4:7 Todo lo que a mí se refiere, os lo hará saber Tíquico, amado hermano y fiel
ministro y consiervo en el Señor, 12 Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de
Cristo, siempre rogando encarecidamente por vosotros en sus oraciones, para que estéis
firmes, perfectos y completos en todo lo que Dios quiere

Gá 1:2 y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia, 22 y no era
conocido de vista a las iglesias de Judea, que eran en Cristo
Col. 4:16 Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que también se lea en la
iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros
Ap. 1:4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que
era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono
Ro. 16:1 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en
Cencrea, 2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en
cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo
3 Jn. 8-10 8 Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con
la verdad. 9 Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar
entre ellos, no nos recibe. 10 Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace
parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a
los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohibe, y los expulsa de la iglesia

1 Jn. 4:1-3 1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios;
porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. 2 En esto conoced el Espíritu de Dios:
Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; 3 y todo espíritu que
no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del
anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo con 2 1
El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amo en la verdad; y no sólo yo, sino
también todos los que han conocido la verdad, 2 a causa de la verdad que permanece en
nosotros, y estará para siempre con nosotros: 3 Sea con vosotros gracia, misericordia y paz,

139
de Dios Padre y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor. 4 Mucho me
regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al
mandamiento que recibimos del Padre. 5 Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un
nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a
otros. 6 Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento:
que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio. 7 Porque muchos
engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne.
Quien esto hace es el engañador y el anticristo. 8 Mirad por vosotros mismos, para que no
perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. 9 Cualquiera que se
extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la
doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. 10 Si alguno viene a vosotros, y no trae esta
doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! 11 Porque el que le dice:
¡Bienvenido! Participa en sus malas obras. 12 Tengo muchas cosas que escribiros, pero no he
querido hacerlo por medio de papel y tinta, pues espero ir a vosotros y hablar cara a cara, para
que nuestro gozo sea cumplido. 13 Los hijos de tu hermana, la elegida, te saludan. Amén y 3
Juan 1 El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. 2 Amado, yo deseo que tú
seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 3 Pues
mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo
andas en la verdad. 4 No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la
verdad. 5 Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos,
especialmente a los desconocidos, 6 los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor;
y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio a Dios, para que continúen su viaje.
7 Porque ellos salieron por amor del nombre de El, sin aceptar nada de los gentiles. 8
Nosotros, pues, debemos acoger a tales personas, para que cooperemos con la verdad. 9 Yo
he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos
recibe. 10 Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras
malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que
quieren recibirlos se lo prohibe, y los expulsa de la iglesia. 11 Amado, no imites lo malo, sino
lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios. 12
Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la verdad misma; y también nosotros damos
testimonio, y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero. 13 Yo tenía muchas cosas
que escribirte, pero no quiero escribírtelas con tinta y pluma, 14 porque espero verte en breve,
y hablaremos cara a cara. 15 La paz sea contigo. Los amigos te saludan. Saluda tú a los
amigos, a cada uno en particular
Ro. 16:1-3 1 Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la
iglesia en Cencrea; 2 que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis
en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí
mismo. 3 Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús
2 Co. 9:12-15 12 Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los
santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; 13 pues por la
experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio
de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; 14 asimismo en
la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios
en vosotros. 15 ¡Gracias a Dios por su don inefable!
Jos. 22 1 Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas, y a la media tribu de
Manases, 2 y les dijo: Vosotros habéis guardado todo lo que Moisés siervo de Jehová os
mandó, y habéis obedecido a mi voz en todo lo que os he mandado. 3 No habéis dejado a
vuestros hermanos en este largo tiempo hasta el día de hoy, sino que os habéis cuidado de
guardar los mandamientos de Jehová vuestro Dios. 4 Ahora, pues, que Jehová vuestro Dios
ha dado reposo a vuestros hermanos, como lo había prometido, volved, regresad a vuestras
tiendas, a la tierra de vuestras posesiones, que Moisés siervo de Jehová os dio al otro lado del
Jordán. 5 Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés
siervo de Jehová os ordenó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos;

140
que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda
vuestra alma. 6 Y bendiciéndolos, Josué los despidió, y se fueron a sus tiendas. 7 También a
la media tribu de Manases había dado Moisés posesión en Basán; mas a la otra mitad dio
Josué heredad entre sus hermanos a este lado del Jordán, al occidente; y también a éstos
envió Josué a sus tiendas, después de haberlos bendecido. 8 Y les habló diciendo: Volved a
vuestras tiendas con grandes riquezas, con mucho ganado, con plata, con oro, y bronce, y
muchos vestidos; compartid con vuestros hermanos el botín de vuestros enemigos. 9 Así los
hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manases, se volvieron, separándose de
los hijos de Israel, desde Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a
la tierra de sus posesiones, de la cual se habían posesionado conforme al mandato de Jehová
por conducto de Moisés. 10 Y llegando a los límites del Jordán que está en la tierra de Canaán,
los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manases edificaron allí un altar junto
al Jordán, un altar de grande apariencia. 11 Y los hijos de Israel oyeron decir que los hijos de
Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manases habían edificado un altar frente a la tierra
de Canaán, en los límites del Jordán, del lado de los hijos de Israel. 12 Cuando oyeron esto los
hijos de Israel, se juntó toda la congregación de los hijos de Israel en Silo, para subir a pelear
contra ellos. 13 Y enviaron los hijos de Israel a los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la
media tribu de Manases en tierra de Galaad, a Finees hijo del sacerdote Eleazar, 14 y a diez
príncipes con él: un príncipe por cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de
los cuales era jefe de la casa de sus padres entre los millares de Israel. 15 Los cuales fueron a
los hijos de Rubén y a los hijos de Gad y a la media tribu de Manases, en la tierra de Galaad, y
les hablaron diciendo: 16 Toda la congregación de Jehová dice así: ¿Qué trasgresión es esta
con que prevaricáis contra el Dios de Israel para apartaros hoy de seguir a Jehová,
edificándoos altar para ser rebeldes contra Jehová? 17 ¿No ha sido bastante la maldad de Peor,
de la que no estamos aún limpios hasta este día, por la cual vino la mortandad en la
congregación de Jehová, 18 para que vosotros os apartéis hoy de seguir a Jehová? Vosotros os
rebeláis hoy contra Jehová, y mañana se airará él contra toda la congregación de Israel. 19 Si
os parece que la tierra de vuestra posesión es inmunda, pasaos a la tierra de la posesión de
Jehová, en la cual está el tabernáculo de Jehová, y tomad posesión entre nosotros; pero no os
rebeléis contra Jehová, ni os rebeléis contra nosotros, edificándoos altar además del altar de
Jehová nuestro Dios. 20 ¿No cometió Acán hijo de Zera prevaricación en el anatema, y vino
ira sobre toda la congregación de Israel? Y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad. 21
Entonces los hijos de Rubén y los hijos de Gad y la media tribu de Manases respondieron y
dijeron a los cabezas de los millares de Israel: 22 Jehová Dios de los dioses, Jehová Dios de los
dioses, él sabe, y hace saber a Israel: si fue por rebelión o por prevaricación contra Jehová, no
nos salves hoy. 23 Si nos hemos edificado altar para volvernos de en pos de Jehová, o para
sacrificar holocausto u ofrenda, o para ofrecer sobre él ofrendas de paz, el mismo Jehová nos
lo demande. 24 Lo hicimos más bien por temor de que mañana vuestros hijos digan a nuestros
hijos: ¿Qué tenéis vosotros con Jehová Dios de Israel? 25 Jehová ha puesto por lindero el
Jordán entre nosotros y vosotros, oh hijos de Rubén e hijos de Gad; no tenéis vosotros parte
en Jehová; y así vuestros hijos harían que nuestros hijos dejasen de temer a Jehová. 26 Por
esto dijimos: Edifiquemos ahora un altar, no para holocausto ni para sacrificio, 27 sino para
que sea un testimonio entre nosotros y vosotros, y entre los que vendrán después de nosotros,
de que podemos hacer el servicio de Jehová delante de él con nuestros holocaustos, con
nuestros sacrificios y con nuestras ofrendas de paz; y no digan mañana vuestros hijos a los
nuestros: Vosotros no tenéis parte en Jehová. 28 Nosotros, pues, dijimos: Si aconteciere que
tal digan a nosotros, o a nuestras generaciones en lo por venir, entonces responderemos:
Mirad el símil del altar de Jehová, el cual hicieron nuestros padres, no para holocaustos o
sacrificios, sino para que fuese testimonio entre nosotros y vosotros. 29 Nunca tal acontezca
que nos rebelemos contra Jehová, o que nos apartemos hoy de seguir a Jehová, edificando
altar para holocaustos, para ofrenda o para sacrificio, además del altar de Jehová nuestro Dios
que está delante de su tabernáculo. 30 Oyendo Finees el sacerdote y los príncipes de la
congregación, y los jefes de los millares de Israel que con él estaban, las palabras que hablaron
los hijos de Rubén y los hijos de Gad y los hijos de Manases, les pareció bien todo ello. 31 Y

141
dijo Finees hijo del sacerdote Eleazar a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad y a los hijos de
Manases: Hoy hemos entendido que Jehová está entre nosotros, pues que no habéis intentado
esta traición contra Jehová. Ahora habéis librado a los hijos de Israel de la mano de Jehová. 32
Y Finees hijo del sacerdote Eleazar, y los príncipes, dejaron a los hijos de Rubén y a los hijos
de Gad, y regresaron de la tierra de Galaad a la tierra de Canaán, a los hijos de Israel, a los
cuales dieron la respuesta. 33 Y el asunto pareció bien a los hijos de Israel, y bendijeron a Dios
los hijos de Israel; y no hablaron más de subir contra ellos en guerra, para destruir la tierra en
que habitaban los hijos de Rubén y los hijos de Gad. 34 Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad
pusieron por nombre al altar Ed; porque testimonio es entre nosotros que Jehová es Dios

15. En casos de dificultades o diferencias respecto a la doctrina o el


gobierno de la iglesia, en que bien las iglesias en general o bien una sola
iglesia están concernidas en su paz, unión y edificación; o uno o vanos
miembros de una iglesia son dañados por procedimientos disciplinarios que
no sean de acuerdo a la verdad y al orden, es conforme a la mente de
Cristo que muchas iglesias que tengan comunión entre si, se reúnan a
través de sus representantes para considerar y dar su consejo sobre los
asuntos en disputa, para informar a todas las iglesias concernidas. (Gá
2:2; Pr. 3:5-7; 12:15; 13:10) Sin embargo, los representantes
congregados no se les entregan ningún poder eclesiástico propiamente
dicho ni jurisdicción sobre las iglesias mismas para ejercer disciplina sobre
cualquiera de ellas o sus miembros, o para imponer sus decisiones sobre
ellas o sus oficiales. (1 Co. 7:25, 36, 40; 2 Co. 1:24; 1 Jn.4:1)

Gá 2:2 Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en vano, expuse en
privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los gentiles
Pr. 3:5-7 5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. 6
Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. 7 No seas sabio en tu propia
opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; 12:15 El camino del necio es derecho en su
opinión; Mas el que obedece al consejo es sabio; 13:10 Ciertamente la soberbia concebirá
contienda; Mas con los avisados está la sabiduría

1 Co. 7:25 En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer,
como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel, 36 Pero si alguno piensa que es
impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que
quiera, no peca; que se case, 40 Pero a mi juicio, más dichosa será si se quedare así; y
pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios
2 Co. 1:24 No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboramos para vuestro
gozo; porque por la fe estáis firmes
1 Jn.4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque
muchos falsos profetas han salido por el mundo

142
Capítulo XXVII
De la comunión de los santos

1. Todos los santos que están unidos a Jesucristo, (Ef. 1:4; Jn. 17:2, 6;
2Co.5:21; Ro. 6:8; 8:17; 8:2; 1 Co. 6:17; 2P. 1:4) su cabeza, por su
Espíritu y por la fe (Ef. 3:16, 17; Gá. 2:20; 2 Co. 3:17, 18) (aunque no
por ello vengan a ser una persona con El (1 Co. 8:6; Col. 1:18, 19; 1 Ti.
6:15, 16; Is. 42:8; Sal. 45:7; He. 1:8, 9)), participan en sus virtudes,
padecimientos, muerte resurrección y gloria; (1 Jn. 1:3; Jn. 1:16; 15:1-
6; Ef. 2:4-6; Ro. 4:25; 6:1-6; Fil. 3:10; Col. 3:3, 4) y, estando unidos
unos a otros en amor, participan mutuamente de sus dones y virtudes, (Jn.
13:34,35; 14:15; Ef. 4:15; 1 P. 4:10; Ro. 14:7,8; 1 Co. 3:21-23;
12:7,25-27) y están obligados al cumplimiento de tales deberes, públicos
y privados, de manera ordenada, que conduzcan a su mutuo bien, tanto en
el hombre interior como en el exterior. (Ro. 1:12; 12:10-13; 1 Ts.
5:11,14; 1 P. 3:8; 1 Jn. 3:17,18; Gá. 6:10)

Ef. 1:4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y
sin mancha delante de él
Jn. 17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los
que le diste, 6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran,
y me los diste, y han guardado tu palabra
2Co.5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él
Ro. 6:8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; 8:17 Y si hijos,
también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos
juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados; 8:2 Porque la ley del
Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte
1 Co. 6:17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él
2P. 1:4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que
por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción
que hay en el mundo a causa de la concupiscencia

Ef. 3:16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder
en el hombre interior por su Espíritu, 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros
corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor
Gá. 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí
mismo por mí
2 Co. 3:17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay
libertad, 18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la
gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el
Espíritu del Señor

1 Co. 8:6 para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas
las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las
cosas, y nosotros por medio de él
Col. 1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito

143
de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia, 19 por cuanto agradó al Padre
que en él habitase toda plenitud
1 Ti. 6:15 la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y
Señor de señores, 16 el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien
ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno.
Amén
Is. 42:8 Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a
esculturas
Sal. 45:7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad; Por tanto, te ungió Dios, el Dios
tuyo, Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
He. 1:8 Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Cetro de equidad es el
cetro de tu reino, 9 Has amado la justicia, y aborrecido la maldad Por lo cual te ungió Dios,
el Dios tuyo Con óleo de alegría más que a tus compañeros

1 Jn. 1:3 lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis
comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo
Jesucristo
Jn. 1:16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia; 15:1-6 1 Yo soy la
vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo
quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros
estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así
tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los
recogen, y los echan en el fuego, y arden
Ef. 2:4-6 4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois
salvos), 6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús
Ro. 4:25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra
justificación; 6:1-6 1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la
gracia abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo
viviremos aún en él? 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús,
hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para
muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del
Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente
con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; 6
sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo
del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado
Fil. 3:10 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus
padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte
Col. 3:3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios, 4 Cuando
Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en
gloria

Jn. 13:34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he
amado, que también os améis unos a otros, 35 En esto conocerán todos que sois mis
discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros; 14:15 Si me amáis, guardad mis
mandamientos

144
Ef. 4:15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,
esto es, Cristo
1 P. 4:10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios
Ro. 14:7 Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí, 8 Pues si
vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que
vivamos, o que muramos, del Señor somos
1 Co. 3:21-23 21 Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: 22
sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente,
sea lo por venir, todo es vuestro, 23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios; 12:7 Pero a cada
uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho, 25-27 25 para que no haya
desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.
26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un
miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. 27 Vosotros, pues, sois el cuerpo
de Cristo, y miembros cada uno en particular

Ro. 1:12 esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y
a mí; 12:10-13 10 Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra,
prefiriéndoos los unos a los otros. 11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes
en espíritu, sirviendo al Señor; 12 gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación;
constantes en la oración; 13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la
hospitalidad
1 Ts. 5:11 Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis,
14 También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco
ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos
1 P. 3:8 Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos
fraternalmente, misericordiosos, amigables
1 Jn. 3:17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y
cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?, 18 Hijitos míos, no amemos
de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad
Gá. 6:10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los
de la familia de la fe

2. Los santos, por su profesión, están obligados a mantener entre sí un


compañerismo y comunión santos en la adoración a Dios y en el
cumplimiento de los otros servicios espirituales que tiendan a su edificación
mutua, (He. 10:24, 25; 3:12, 13) así como a socorrerse los unos a los
otros en las cosas externas según sus posibilidades y necesidades. (Hch.
11:29, 30; 2 Co. 8, 9; Gá. 2; Ro. 15) Según la norma del evangelio,
aunque esta comunión deba ejercerse especialmente en las relaciones en
que se encuentren, ya sea en las familias o en las iglesias, (1 Ti. 5:8,16;
Ef. 6:4; 1 Co. 12:27) no obstante, debe extenderse, según Dios dé la
oportunidad, a toda la familia de la fe, es decir, a todos los que en todas
partes invocan el nombre del Señor Jesús. Sin embargo, su comunión
mutua como santos no quita ni infringe el derecho o la propiedad que cada
hombre tiene sobre sus bienes y posesiones. (Hch. 5.4; Ef. 4.28)

He. 10:24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras,

145
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y
tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca; 3:12 Mirad, hermanos, que no haya en
ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo, 13 antes
exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de
vosotros se endurezca por el engaño del pecado

Hch. 11:29 Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron
enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea, 30 lo cual en efecto hicieron,
enviándolo a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo
2 Co. 8 No hablo como quien manda, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia
de otros, también la sinceridad del amor vuestro, 9 Porque ya conocéis la gracia de nuestro
Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su
pobreza fueseis enriquecidos
Gá. 2 1 Después, pasados catorce años, subí otra vez a Jerusalén con Bernabé, llevando
también conmigo a Tito. 2 Pero subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en
vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el evangelio que predico entre los
gentiles. 3 Mas ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue obligado a
circuncidarse; 4 y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban
para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud, 5 a los
cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio
permaneciese con vosotros. 6 Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido
en otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas), a mí, pues, los de
reputación nada nuevo me comunicaron. 7 Antes por el contrario, como vieron que me había
sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión 8 (pues
el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión, actuó también en mí para con los
gentiles), 9 y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, que eran
considerados como columnas, nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de
compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión. 10
Solamente nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también procuré con
diligencia hacer. 11 Pero cuando Pedro vino a Antioquia, le resistí cara a cara, porque era de
condenar. 12 Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero
después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. 13
Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue
también arrastrado por la hipocresía de ellos. 14 Pero cuando vi que no andaban rectamente
conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives
como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? 15 Nosotros,
judíos de nacimiento, y no pecadores de entre los gentiles, 16 sabiendo que el hombre no es
justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído
en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto
por las obras de la ley nadie será justificado. 17 Y si buscando ser justificados en Cristo,
también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En
ninguna manera. 18 Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, trasgresor
me hago. 19 Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. 20 Con Cristo
estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la
carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. 21 No
desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo
Ro. 15 1 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no
agradarnos a nosotros mismos. 2 Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es
bueno, para edificación. 3 Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está
escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí. 4 Porque las cosas que se
escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la
consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. 5 Pero el Dios de la paciencia y de la

146
consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, 6 para que unánimes, a
una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. 7 Por tanto, recibíos los
unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios. 8 Pues os digo, que
Cristo Jesús vino a ser siervo de la circuncisión para mostrar la verdad de Dios, para confirmar
las promesas hechas a los padres, 9 y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su
misericordia, como está escrito: Por tanto, yo te confesaré entre los gentiles, Y cantaré a tu
nombre. 10 Y otra vez dice: Alegraos, gentiles, con su pueblo. 11 Y otra vez: Alabad al
Señor todos los gentiles, Y magnificadle todos los pueblos. 12 Y otra vez dice Isaías: Estará
la raíz de Isaí, Y el que se levantará a regir los gentiles; Los gentiles esperarán en él. 13 Y el
Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por
el poder del Espíritu Santo. 14 Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros
mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis
amonestaros los unos a los otros. 15 Mas os he escrito, hermanos, en parte con atrevimiento,
como para haceros recordar, por la gracia que de Dios me es dada 16 para ser ministro de
Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que los gentiles le sean
ofrenda agradable, santificada por el Espíritu Santo. 17 Tengo, pues, de qué gloriarme en
Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere. 18 Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha
hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, 19
con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde
Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. 20 Y
de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado,
para no edificar sobre fundamento ajeno, 21 sino, como está escrito: Aquellos a quienes
nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que nunca han oído de él, entenderán. 22
Por esta causa me he visto impedido muchas veces de ir a vosotros. 23 Pero ahora, no
teniendo más campo en estas regiones, y deseando desde hace muchos años ir a vosotros, 24
cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por
vosotros, una vez que haya gozado con vosotros. 25 Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar
a los santos. 26 Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres
que hay entre los santos que están en Jerusalén. 27 Pues les pareció bueno, y son deudores a
ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben
también ellos ministrarles de los materiales. 28 Así que, cuando haya concluido esto, y les
haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España. 29 Y sé que cuando vaya a
vosotros, llegaré con abundancia de la bendición del evangelio de Cristo. 30 Pero os ruego,
hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando
por mí a Dios, 31 para que sea librado de los rebeldes que están en Judea, y que la ofrenda de
mi servicio a los santos en Jerusalén sea acepta; 32 para que con gozo llegue a vosotros por la
voluntad de Dios, y que sea recreado juntamente con vosotros. 33 Y el Dios de paz sea con
todos vosotros. Amén

1 Ti. 5:8 porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha
negado la fe, y es peor que un incrédulo, 16 Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas,
que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en
verdad son viudas
Ef. 6:4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y
amonestación del Señor
1 Co. 12:27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular

Hch. 5.4 Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por
qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios
Ef. 4.28 El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es
bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad

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Capítulo XXVIII
Del bautismo y la Cena del Señor

1. El bautismo y la Cena del Señor son ordenanzas que han sido positiva y
soberanamente instituidas por el Señor Jesús, el único legislador, (Mt
28:19, 20; 1 Co. 11:24, 25) para que continúen en su Iglesia hasta el fin
del mundo. (Mt. 28:18-20; Ro. 6:3, 4; 1 Co. 1:13-17; Ga. 3:27; Ef.
4:5; Col. 2:12; 1 P. 3:21; 1 Co. 11:26; Lc. 22:14-20)

Mt 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén
1 Co. 11:24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo
que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí, 25 Asimismo tomó también la
copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced
esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí

Mt. 28:18-20 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas
las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén
Ro. 6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte?, 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el
bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva
1 Co. 1:13-17 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O
fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros
he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi
nombre. 16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a
algún otro. 17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con
sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo
Gal. 3:27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos
Ef. 4:5 un Señor, una fe, un bautismo
Col. 2:12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos
1 P. 3:21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias
de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección
de Jesucristo
1 Co. 11:26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la
muerte del Señor anunciáis hasta que él venga
Lc. 22:14-20 14 Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. 15 Y les
dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! 16 Porque os
digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios. 17 Y habiendo tomado la
copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros; 18 porque os digo que no
beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga. 19 Y tomó el pan y dio
gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced
esto en memoria de mí. 20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama

148
2. Estas santas instituciones han de ser administradas solamente por aquellos
que estén cualificados y llamados para ello, según la comisión de Cristo.
(Mt 24:45-51; Lc. 12:41-44; 1 Co. 4:1; Tit 1:5-7)

Mt 24:45-51 45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su
casa para que les dé el alimento a tiempo? 46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando
su señor venga, le halle haciendo así. 47 De cierto os digo que sobre todos sus bienes le
pondrá. 48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; 49 y
comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, 50 vendrá
el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, 51 y lo castigará
duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Lc. 12:41-44 41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o
también a todos? 42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor
pondrá sobre su casa, para que a tiempo les dé su ración? 43 Bienaventurado aquel siervo al
cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. 44 En verdad os digo que le pondrá sobre
todos sus bienes
1 Co. 4:1 Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de
los misterios de Dios
Tit 1:5-7 5 Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y
establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; 6 el que fuere irreprensible,
marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de
rebeldía. 7 Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios;
no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias
deshonestas

149
Capítulo XXIX
Del bautismo

1. 1 El bautismo es una ordenanza del Nuevo Testamento instituida por


Jesucristo, con el fin de ser para la persona bautizada una señal de su
comunión con Él en su muerte y resurrección, de estar injertado en Él, (Ro.
6:3-5; Col. 2:12; Gá. 3:27) de la remisión de pecados (Mr. 1:4; Hch.
22:16) y de su entrega a Dios por medio de Jesucristo para vivir y andar
en novedad de vida. (Ro.6:4)

Ro. 6:3-5 3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos
sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por
el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva. 5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en
la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección
Col. 2:12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos
Gá. 3:27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos

Mr. 1:4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para


perdón de pecados
Hch. 22:16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados,
invocando su nombre

Ro.6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de
que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos
en vida nueva

2. Los que realmente profesan arrepentimiento para con Dios y fe en nuestro


Señor Jesucristo y obediencia a Él son los únicos sujetos adecuados de esta
ordenanza. (Mt 3:1-12; Mr. 1:4-6; Lc. 3:3-6; Mt. 28:19,20; Mr.
16:15,16; Jn. 4:1,2; 1 Co. 1:13-17; Hch. 2:37-41; 8:12,13,36-38;
9:18; 10:47,48; 11:16; 15:9; 16:14,15,31-34; 18:8; 19:3-
5;22:16;Ro.6:3,4;Gá.3:27; Col. 2:12; 1 P. 3:21; Jer. 31:31-34; Fil.
3:3; Jn. 1:12, 13; Mt. 21:43)

Mt 3:1-12 1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, 2 y


diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. 3 Pues éste es aquel de
quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: par Voz del que clama en el desierto: Preparad el
camino del Señor, Enderezad sus sendas. 4 Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía
un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. 5 Y salía a
él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, 6 y eran bautizados
por él en el Jordán, confesando sus pecados. 7 Al ver él que muchos de los fariseos y de los
saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de
la ira venidera? 8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9 y no penséis decir dentro
de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede
levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. 10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de
los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. 11 Yo a
la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo

150
no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. 12
Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará
la paja en fuego que nunca se apagará
Mr. 1:4-6 4 Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo de arrepentimiento
para perdón de pecados. 5 Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y
eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados. 6 Y Juan estaba vestido de
pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel
silvestre
Lc. 3:3-6 3 Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando el bautismo del
arrepentimiento para perdón de pecados, 4 como está escrito en el libro de las palabras del
profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor;
Enderezad sus sendas. 5 Todo valle se rellenará, Y se bajará todo monte y collado; Los
caminos torcidos serán enderezados, Y los caminos ásperos allanados; 6 Y verá toda carne
la salvación de Dios
Mt. 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén
Mr. 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura,16 El
que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado
Jn. 4:1 Cuando, pues, el Señor entendió que los fariseos habían oído decir: Jesús hace y
bautiza más discípulos que Juan, 2 (aunque Jesús no bautizaba, sino sus discípulos)
1 Co. 1:13-17 13 ¿Acaso está dividido Cristo? ¿Fue crucificado Pablo por vosotros? ¿O
fuisteis bautizados en el nombre de Pablo? 14 Doy gracias a Dios de que a ninguno de vosotros
he bautizado, sino a Crispo y a Gayo, 15 para que ninguno diga que fuisteis bautizados en mi
nombre. 16 También bauticé a la familia de Estéfanas; de los demás, no sé si he bautizado a
algún otro. 17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con
sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo
Hch. 2:37-41 37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros
apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los
que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras
testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los
que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas;
8:12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el
nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres,13 También creyó Simón mismo, y
habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que
se hacían, estaba atónito, 36-38 36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el
eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? 37 Felipe dijo: Si crees de todo
corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. 38 Y
mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó; 9:18
Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y
levantándose, fue bautizado; 10:47 Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno
impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también
como nosotros?, 48 Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron
que se quedase por algunos días; 11:16 Entonces me acordé de lo dicho por el Señor,
cuando dijo: Juan ciertamente bautizó en agua, mas vosotros seréis bautizados con el
Espíritu Santo; 15:9 Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a
Dios; 16:14 Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de
Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que

151
estuviese atenta a lo que Pablo decía, 15 Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó
diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a
quedarnos, 31-34 31 Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33 Y él,
tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él
con todos los suyos. 34 Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su
casa de haber creído a Dios; 18:8 Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con
toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados; 19:3-5 3
Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. 4
Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en
aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.5 Cuando oyeron esto, fueron
bautizados en el nombre del Señor Jesús; 22:16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes?
Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre
Ro.6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte?, 4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el
bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva
Gá.3:27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos
Col. 2:12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos
1 P. 3:21 El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias
de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección
de Jesucristo
Jer. 31:31-34 31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto
con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el pacto que hice con sus padres el día
que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto,
aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33 Pero este es el pacto que haré con la casa
de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su
corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más
ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me
conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque
perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado
Fil. 3:3 Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos
gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne
Jn. 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad
de ser hechos hijos de Dios, 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios
Mt. 21:43 Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a
gente que produzca los frutos de él

3. El elemento exterior que debe usarse en esta ordenanza es el agua, en la


cual ha de ser bautizada (Mt. 3:11; Hch. 8:36,38; 22:16) la persona en
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. (Mt 28:18-20)

Mt. 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí,
cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu
Santo y fuego
Hch. 8:36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua;
¿qué impide que yo sea bautizado?, 38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al
agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó; 22:16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate

152
y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre

Mt 28:18-20 18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el


cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas
las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.

4. La inmersión de la persona en el agua es necesaria para la correcta


administración de esta ordenanza. (2R. 5:14; Sal. 69:2; Is. 21:4;Mr.
1:5,8-9;Jn.3:23;Hch.8:38;Ro.6:4; Col. 2:12; Mr. 7:3,4; 10:38,39;Lc.
12:50; 1 Co. 10:1,2; Mt. 3:11;Hch. 1:5,8; 2:1-4,17)

2R. 5:14 El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la


palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio
Sal. 69:2 Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a
abismos de aguas, y la corriente me ha anegado
Is. 21:4 Se pasmó mi corazón, el horror me ha intimidado; la noche de mi deseo se me
volvió en espanto
Mr. 1:5 Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados
por él en el río Jordán, confesando sus pecados, 8 Yo a la verdad os he bautizado con agua;
pero él os bautizará con Espíritu Santo, 9 Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de
Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán
Jn.3:23 Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y
venían, y eran bautizados
Hch.8:38 Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le
bautizó
Ro.6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de
que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos
en vida nueva
Col. 2:12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos
Mr. 7:3 Porque los fariseos y todos los judíos, aferrándose a la tradición de los ancianos, si
muchas veces no se lavan las manos, no comen, 4 Y volviendo de la plaza, si no se lavan, no
comen. Y otras muchas cosas hay que tomaron para guardar, como los lavamientos de los
vasos de beber, y de los jarros, y de los utensilios de metal, y de los lechos; 10:38 Entonces
Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, o ser bautizados
con el bautismo con que yo soy bautizado?, 39 Ellos dijeron: Podemos. Jesús les dijo: A la
verdad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis
bautizados
Lc. 12:50 De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se
cumpla!
1 Co. 10:1 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos
estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar, 2 y todos en Moisés fueron bautizados en la
nube y en el mar
Mt. 3:11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí,
cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu
Santo y fuego
Hch. 1:5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con

153
el Espíritu Santo dentro de no muchos días, 8 pero recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra; 2:1-4 1 Cuando llegó el día de Pentecostés,
estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento
recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron
lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos
llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba
que hablasen, 17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda
carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y
vuestros ancianos soñarán sueños

154
Capítulo XXX
De la Cena del Señor

1. La Cena del Señor Jesús fue instituida por Él la misma noche en que fue
entregado, (1 Co. 11:23-26; Mt. 26:20-26; Mr. 14:17-22; Lc. 22:19-
23) para que se observara en sus iglesias (Hch. 2:41, 42; 20:7; 1 Co.
11:17-22, 33, 34) hasta el fin del mundo, (Mr. 14:24, 25; Lc. 22:17-22;
1 Co. 11:24-26) para el recuerdo perpetuo y para la manifestación del
sacrificio de si mismo en su muerte, (1 Co. 11:24-26; Mt. 26:27, 28; Lc.
22:19, 20) para confirmación de la fe de los creyentes en todos los
beneficios de la misma, (Ro.4:11) para su alimentación espiritual y
crecimiento en Él, (Jn. 6:29, 35, 47-58) para un mayor compromiso en
todas las obligaciones que le deben a Él, (1 Co. 11:25; 1 Co. 10:16,17) y
para ser un vínculo y una prenda de su comunión con Él y entre ellos
mutuamente."

1 Co. 11:23-26 23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el
Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y
dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria
de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es
el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del
Señor anunciáis hasta que él venga
Mt. 26:20-26 20 Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce. 21 Y mientras
comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar. 22 Y entristecidos en
gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor? 23 Entonces él
respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar. 24 A la
verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, más ¡ay de aquel hombre por quien
el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido. 25 Entonces
respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho. 26
Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo:
Tomad, comed; esto es mi cuerpo.
Mr. 14:17-22 17 Y cuando llegó la noche, vino él con los doce. 18 Y cuando se sentaron a
la mesa, mientras comían, dijo Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come
conmigo, me va a entregar. 19 Entonces ellos comenzaron a entristecerse, y a decirle uno por
uno: ¿Seré yo? Y el otro: ¿Seré yo? 20 El, respondiendo, les dijo: Es uno de los doce, el que
moja conmigo en el plato. 21 A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él,
más ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese
hombre no haber nacido. 22 Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les
dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo.
Lc. 22:19-23 19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi
cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 20 De igual manera,
después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre,
que por vosotros se derrama. 21 Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la
mesa. 22 A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de
aquel hombre por quien es entregado! 23 Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí, quién
de ellos sería el que había de hacer esto

Hch. 2:41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel
día como tres mil personas., 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la

155
comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.; 20:7 El primer día
de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir
al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche.
1 Co. 11:17-22 17 Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os
congregáis para lo mejor, sino para lo peor. 18 Pues en primer lugar, cuando os reunís como
iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. 19 Porque es preciso que
entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son
aprobados. 20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. 21
Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se
embriaga. 22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia
de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os
alabo, 33 Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros, 34 Si
alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas
las pondré en orden cuando yo fuere

Mr. 14:24 Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada,
25 De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba
nuevo en el reino de Dios.
Lc. 22:17-22 17 Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo
entre vosotros; 18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de
Dios venga. 19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo,
que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 20 De igual manera, después que
hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por
vosotros se derrama. 21 Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa.
22 A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de aquel
hombre por quien es entregado!
1 Co. 11:24-26 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó
también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi
sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas
las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta
que él venga

Ro.4:11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo
estando aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin
de que también a ellos la fe les sea contada por justicia

Jn. 6:29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha
enviado, 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre;
y el que en mí cree, no tendrá sed jamás, 47-58 47 De cierto, de cierto os digo: El que
cree en mí, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Vuestros padres comieron el
maná en el desierto, y murieron. 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de
él come, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este
pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del
mundo. 52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a
comer su carne? 53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo
del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe
mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 55 Porque mi carne es
verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi
sangre, en mí permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el
Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió

156
del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan,
vivirá eternamente

1 Co. 11:25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta
copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria
de mí.
1 Co. 10:16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de
Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?, 17 Siendo uno solo el
pan, nosotros, con ser muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo
pan.

2. En esta ordenanza Cristo no es ofrecido a su Padre, ni se hace en absoluto


ningún verdadero sacrificio para la remisión del pecado ni de los vivos ni de
los muertos; sino que solamente es un memorial de aquel único
ofrecimiento de sí mismo y por si mismo en la cruz, una sola vez para
siempre, (Jn. 19:30; He. 9:25-28; 10:10-14; Lc. 22:19; 1 Co. 11:24,
25) y una ofrenda espiritual de toda la alabanza posible a Dios por el
mismo. (Mt. 26:26, 27,30 con He. 13:10-16) Así que el sacrificio papal
de la misa, como ellos la llaman, es sumamente abominable e injurioso
para con el sacrificio mismo de Cristo, la única propiciación por todos los
pecados de los elegidos.

Jn. 19:30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo
inclinado la cabeza, entregó el espíritu.
He. 9:25-28 25 y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el
Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 26 De otra manera le hubiera sido necesario
padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los
siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio
el pecado. 27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y
después de esto el juicio, 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los
pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los
que le esperan; 10:10-14 10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del
cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. 11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras
día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar
los pecados; 12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los
pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13 de ahí en adelante esperando hasta que sus
enemigos sean puestos por estrado de sus pies; 14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos
para siempre a los santificados
Lc. 22:19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo,
que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí
1 Co. 11:24 , 25 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es
mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó
también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi
sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.

Mt. 26:26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus
discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo, 27 Y tomando la copa, y habiendo
dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos, 30 Y cuando hubieron cantado el
himno, salieron al monte de los Olivos

157
He. 13:10-16 10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de
Jesucristo hecha una vez para siempre. 11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día
ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los
pecados; 12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los
pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13 de ahí en adelante esperando hasta que sus
enemigos sean puestos por estrado de sus pies; 14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos
para siempre a los santificados. 15 Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después
de haber dicho: 16 Este es el pacto que haré con ellos Después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré

3. El Señor Jesús, en esta ordenanza, ha designado a sus ministros para que


oren y bendigan los elementos del pan y del vino, y que los aparten así del
uso común para el uso sagrado; que tomen y partan el pan, y tomen la
copa y (participando también ellos mismos) den ambos a los participantes.
(1 Co. 11:23-26; Mt. 26:26-28; Mr. 14:24,25; Lc. 22:19-22)

1 Co. 11:23-26 23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el
Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado gracias, lo partió, y
dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria
de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es
el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del
Señor anunciáis hasta que él venga
Mt. 26:26-28 26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a
sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando la copa, y habiendo
dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo
pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados
Mr. 14:24 Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada,
25 De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba
nuevo en el reino de Dios
Lc. 22:19-22 19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi
cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 20 De igual manera,
después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre,
que por vosotros se derrama. 21 Mas he aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la
mesa. 22 A la verdad el Hijo del Hombre va, según lo que está determinado; pero ¡ay de
aquel hombre por quien es entregado!

4. El negar la copa al pueblo, (Mt. 26:27; Mr. 14:23; 1 Co. 11:25-28) el


adorar los elementos, el elevarlos o llevarlos de un lugar a otro para
adorarlos y el guardarlos para cualquier pretendido uso religioso, (Ex.
20:4, 5) es contrario a la naturaleza de esta ordenanza y a la institución de
Cristo.(Mt. 15:9)

Mt. 26:27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella
todos
Mr. 14:23 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos
1 Co. 11:25-28 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo:
Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en
memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la
muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. 27 De manera que cualquiera que comiere este

158
pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del
Señor. 28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa

Ex. 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni
abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra, 5 No te inclinarás a ellas, ni las
honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres
sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen

Mt. 15:9 Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres

5. Los elementos externos de esta ordenanza, debidamente separados para el


uso ordenado por Cristo, tienen tal relación con Él crucificado que en un
sentido verdadero, aunque en términos figurativos, se llaman a veces por el
nombre de las cosas que representan, a saber: el cuerpo y la sangre de
Cristo; (1 Co. 11:27; Mt. 26:26-28) no obstante, en sustancia y en
naturaleza, esos elementos siguen siendo verdadera y solamente pan y
vino, como eran antes. (1 Co. 11:2~28; Mt. 26:29)

1 Co. 11:27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor
indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor
Mt. 26:26-28 26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a
sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando la copa, y habiendo
dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo
pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados

1 Co. 11:2~28 2 Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las
instrucciones tal como os las entregué. 3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo
varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. 4 Todo varón que ora o
profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. 5 Pero toda mujer que ora o profetiza con
la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. 6
Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer
cortarse el cabello o raparse, que se cubra. 7 Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues
él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. 8 Porque el varón no procede
de la mujer, sino la mujer del varón, 9 y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer,
sino la mujer por causa del varón. 10 Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre
su cabeza, por causa de los ángeles. 11 Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la
mujer sin el varón; 12 porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de
la mujer; pero todo procede de Dios. 13 Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore
a Dios sin cubrirse la cabeza? 14 La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es
deshonroso dejarse crecer el cabello? 15 Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le
es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. 16 Con todo eso, si alguno quiere ser
contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios. 17 Pero al anunciaros
esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. 18 Pues
en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en
parte lo creo. 19 Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan
manifiestos entre vosotros los que son aprobados. 20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto
no es comer la cena del Señor. 21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia
cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. 22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y
bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os
diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo. 23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he
enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado

159
gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido;
haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la
bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y
bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga. 27 De manera que
cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa del Señor indignamente, será culpado del
cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del
pan, y beba de la copa
Mt. 26:29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día
en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre

6. Esa doctrina que sostiene un cambio de sustancia del pan y del vino en la
sustancia del cuerpo y la sangre de Cristo (llamada comúnmente
transustanciación), por la consagración de un sacerdote, o de algún otro
modo, es repugnante no sólo a la Escritura (Mt. 26:26-29; Lc. 24:6,39;
Jn. 1:14; 20:28, 29; Hch. 1:9-11; 3:21; 1Co. 11: 2~26; Lc. 12:1; Ap.
1:20) sino también al sentido común y a la razón; echa abajo la naturaleza
de la ordenanza; y ha sido y es la causa de muchísimas supersticiones y,
además, de crasas idolatrías.

Mt. 26:26-29 26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a
sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando la copa, y habiendo
dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo
pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. 29 Y os digo que desde
ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con
vosotros en el reino de mi Padre
Lc. 24:6 No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún
estaba en Galilea, 39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved;
porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo
Jn. 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria
como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad; 20:28 Entonces Tomás
respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!, 29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás,
creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron
Hch. 1:9-11 9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una
nube que le ocultó de sus ojos. 10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto
que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11 los cuales
también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús,
que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo ; 3:21 a
quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las
cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo
1Co. 11: 2~26 2 Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mí, y retenéis las
instrucciones tal como os las entregué. 3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo
varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. 4 Todo varón que ora o
profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza. 5 Pero toda mujer que ora o profetiza con
la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado. 6
Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer
cortarse el cabello o raparse, que se cubra. 7 Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues
él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón. 8 Porque el varón no procede
de la mujer, sino la mujer del varón, 9 y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer,
sino la mujer por causa del varón. 10 Por lo cual la mujer debe tener señal de autoridad sobre

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su cabeza, por causa de los ángeles. 11 Pero en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la
mujer sin el varón; 12 porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace de
la mujer; pero todo procede de Dios. 13 Juzgad vosotros mismos: ¿Es propio que la mujer ore
a Dios sin cubrirse la cabeza? 14 La naturaleza misma ¿no os enseña que al varón le es
deshonroso dejarse crecer el cabello? 15 Por el contrario, a la mujer dejarse crecer el cabello le
es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello. 16 Con todo eso, si alguno quiere ser
contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios. 17 Pero al anunciaros
esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. 18 Pues
en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en
parte lo creo. 19 Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan
manifiestos entre vosotros los que son aprobados. 20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto
no es comer la cena del Señor. 21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia
cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. 22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y
bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os
diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo. 23 Porque yo recibí del Señor lo que también os he
enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; 24 y habiendo dado
gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido;
haced esto en memoria de mí. 25 Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la
bebiereis, en memoria de mí. 26 Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y
bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga
Lc. 12:1 En esto, juntándose por millares la multitud, tanto que unos a otros se
atropellaban, comenzó a decir a sus discípulos, primeramente: Guardaos de la levadura de
los fariseos, que es la hipocresía
Ap. 1:20 El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete
candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete
candeleros que has visto, son las siete iglesias

7. Los que reciben dignamente esta ordenanza, (1 Co. 11:28) participando


externamente de los elementos visibles, también participan interiormente,
por la fe, de una manera real y verdadera, aunque no carnal ni corporal,
sino alimentándose espiritualmente de Cristo crucificado y recibiendo todos
los beneficios de su muerte. (Jn. 6:29, 35,47-58 )El cuerpo y la sangre de
Cristo no están entonces ni camal ni corporal sino espiritualmente presentes
en aquella ordenanza a la fe de los creyentes, tanto como los elementos
mismos lo están para sus sentidos corporales.(1 Co. 10:16)

1 Co. 11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la
copa

Jn. 6:29 Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha
enviado, 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre;
y el que en mí cree, no tendrá sed jamás, 47-58 47 De cierto, de cierto os digo: El que
cree en mí, tiene vida eterna. 48 Yo soy el pan de vida. 49 Vuestros padres comieron el
maná en el desierto, y murieron. 50 Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de
él come, no muera. 51 Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este
pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del
mundo. 52 Entonces los judíos contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a
comer su carne? 53 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo
del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. 54 El que come mi carne y bebe
mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. 55 Porque mi carne es

161
verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. 56 El que come mi carne y bebe mi
sangre, en mí permanece, y yo en él. 57 Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el
Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. 58 Este es el pan que descendió
del cielo; no como vuestros padres comieron el maná, y murieron; el que come de este pan,
vivirá eternamente.

1 Co. 10:16 La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de


Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?

8. Todos los ignorantes e impíos, no siendo aptos para gozar de la comunión


con Cristo, son por tanto indignos de la mesa del Señor y, mientras
permanezcan como tales, no pueden, sin pecar grandemente contra Él,
participar de estos sagrados misterios o ser admitidos a ellos; (Mt. 7:6; Ef.
4:17-24; 5:3-9; Ex. 20:7,16; 1 Co. 5:9-13; 2 Jn. 10; Hch. 2:41,42;
20:7; 1 Co. 11:17-22,33,34 ) además, quienquiera que los reciba
indignamente es culpable del cuerpo y la sangre del Señor, pues come y
bebe juicio para si. (1 Co. 11:20-22,27-34)

Mt. 7:6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea
que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen
Ef. 4:17-24 17 Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros
gentiles, que andan en la vanidad de su mente, 18 teniendo el entendimiento entenebrecido,
ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; 19 los
cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con
avidez toda clase de impureza. 20 Más vosotros no habéis aprendido así a Cristo, 21 si en
verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado
conforme a los deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos
del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad; 5:3-9 3 Pero
fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a
santos; 4 ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino
antes bien acciones de gracias. 5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o
avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6 Nadie os engañe con
palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. 7
No seáis, pues, partícipes con ellos. 8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois
luz en el Señor; andad como hijos de luz 9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad,
justicia y verdad)
Ex. 20:7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente
Jehová al que tomare su nombre en vano, 16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio
1 Co. 5:9-13 9 Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10 no
absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con
los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. 11 Más bien os escribí que no
os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o
maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis. 12 Porque ¿qué razón tendría yo
para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? 13 Porque a los
que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros
Jn. 10 1 De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas,
sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. 2 Más el que entra por la puerta, el
pastor de las ovejas es. 3 A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas
llama por nombre, y las saca. 4 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de
ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Más al extraño no seguirán, sino

162
huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6 Esta alegoría les dijo Jesús; pero
ellos no entendieron qué era lo que les decía. 7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de
cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones
son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare,
será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar y
matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
11 Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. 12 Mas el asalariado, y
que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y
huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 13 Así que el asalariado huye, porque es
asalariado, y no le importan las ovejas. 14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y
las mías me conocen, 15 así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi
vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también
debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 17 Por eso me ama el Padre,
porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18 Nadie me la quita, sino que yo de mí
mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este
mandamiento recibí de mi Padre. 19 Volvió a haber disensión entre los judíos por estas
palabras. 20 Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? 21
Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos
de los ciegos? 22 Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, 23 y Jesús
andaba en el templo por el pórtico de Salomón. 24 Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta
cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. 25 Jesús les
respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas
dan testimonio de mí; 26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he
dicho. 27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, 28 y yo les doy vida eterna;
y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. 29 Mi Padre que me las dio, es
mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. 30 Yo y el Padre uno
somos. 31 Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. 32 Jesús les
respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me
apedreáis? 33 Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino
por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios. 34 Jesús les respondió: ¿No está
escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? 35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la
palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), 36 ¿al que el Padre santificó y
envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy? 37 Si no hago
las obras de mi Padre, no me creáis. 38 Más si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a
las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. 39
Procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos. 40 Y se fue de nuevo al otro
lado del Jordán, al lugar donde primero había estado bautizando Juan; y se quedó allí. 41 Y
muchos venían a él, y decían: Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan
dijo de éste, era verdad. 42 Y muchos creyeron en él allí
Hch. 2:41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel
día como tres mil personas, 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la
comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones; 20:7 El primer día
de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir
al día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche
1 Co. 11:17-22 17 Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os
congregáis para lo mejor, sino para lo peor. 18 Pues en primer lugar, cuando os reunís como
iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. 19 Porque es preciso que
entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son
aprobados. 20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. 21
Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se
embriaga. 22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia
de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os
alabo, 33 Así que, hermanos míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros, 34 Si

163
alguno tuviere hambre, coma en su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas
las pondré en orden cuando yo fuere

1 Co. 11:20-22 20 Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del
Señor. 21 Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre,
y otro se embriaga. 22 Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis
la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto
no os alabo, 27-34 27 De manera que cualquiera que comiere este pan o bebiere esta copa
del Señor indignamente, será culpado del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto,
pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa. 29 Porque el que come y
bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí. 30 Por lo
cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. 31 Si, pues, nos
examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; 32 más siendo juzgados, somos
castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo. 33 Así que, hermanos
míos, cuando os reunís a comer, esperaos unos a otros. 34 Si alguno tuviere hambre, coma en
su casa, para que no os reunáis para juicio. Las demás cosas las pondré en orden cuando yo
fuere

164
Capítulo XXXI
Del estado del hombre después de la muerte y de la resurrección de los
muertos

1. Los cuerpos de los hombres vuelven al polvo después de la muerte y ven la


corrupción, (Ga. 2:17; 3:19; Hch. 13:36; Ro. 5:12-21; 1 Co. 15:22)
pero sus almas (que ni mueren ni duermen), teniendo una subsistencia
inmortal, vuelven inmediatamente a Dios que las dio. (Gn. 2:7; Stg. 2:26;
Mt. 10:28; Ec. 12:7) Las almas de los justos, siendo entonces hechas
perfectas en santidad, son recibidas en el Paraíso donde están con Cristo, y
contemplan la faz de Dios en luz y gloria, esperando la plena redención de
sus cuerpos. (Sal. 23:6; 1 R. 8:27,49; Is. 63:15; 66:1; Lc. 23:43; Hch.
1:9-11; 3:21; 2 Co. 5:6-8; Ef. 4:10; Fil. 1:21-23; He. 1:3; 4:14,15;
6:20; 8:1; 9:24; 12:23; Ap. 6:9-11; 14:13; 20:4-6) Las almas de los
malvados son arrojadas al infierno, donde permanecen atormentadas y
envueltas en densas tinieblas, reservadas para el juicio del gran día (Lc.
16:22-26; Hch. 1:25; 1 P. 3:19; 2 P. 2:9) Fuera de estos dos lugares
para las almas separadas de sus cuerpos, la Escritura no reconoce ningún
otro.

Ga. 2:17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él
comieres, ciertamente morirás.; 3:19 Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que
vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás.
Hch. 13:36 Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la
voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción.
Ro. 5:12-21 12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el
pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. 13 Pues
antes de la ley, había pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. 14
No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera
de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir. 15 Pero el don no fue como
la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron
mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.
16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio
vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas
transgresiones para justificación. 17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte,
mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la
gracia y del don de la justicia. 18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación
a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la
justificación de vida. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos
fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán
constituidos justos. 20 Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el
pecado abundó, sobreabundó la gracia; 21 para que así como el pecado reinó para muerte, así
también la gracia reine por la justicia para vida eterna mediante Jesucristo, Señor nuestro
1 Co. 15:22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán
vivificados

Gn. 2:7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz
aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente
Stg. 2:26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está

165
muerta
Mt. 10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed
más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno
Ec. 12:7 y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio

Sal. 23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en
la casa de Jehová moraré por largos días
1 R. 8:27 Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los
cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado? 49
tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, su oración y su súplica, y les harás justicia
Is. 63:15 Mira desde el cielo, y contempla desde tu santa y gloriosa morada. ¿Dónde está
tu celo, y tu poder, la conmoción de tus entrañas y tus piedades para conmigo? ¿Se han
estrechado?; 66:1 Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies;
¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de mi reposo?
Lc. 23:43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso
Hch. 1:9-11 9 Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una
nube que le ocultó de sus ojos. 10 Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto
que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, 11 los cuales
también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús,
que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo ; 3:21 a
quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las
cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo
2 Co. 5:6-8 6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos
en el cuerpo, estamos ausentes del Señor 7 (porque por fe andamos, no por vista); 8 pero
confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor
Ef. 4:10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos
para llenarlo todo
Fil. 1:21-23 21 Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. 22 Más si el vivir
en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. 23 Porque de
ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es
muchísimo mejor
He. 1:3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y
quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación
de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas;
4:14 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de
Dios, retengamos nuestra profesión, 15 Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado; 6:20 donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho
sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec; 8:1 Ahora bien, el punto
principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la
diestra del trono de la Majestad en los cielos; 9:24 Porque no entró Cristo en el santuario
hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por
nosotros ante Dios; 12:23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los
cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos
Ap. 6:9-11; 14:13; 20:4-6

Lc. 16:22-26 22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno
de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. 23 Y en el Hades alzó sus ojos,
estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 24 Entonces él,
dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje

166
la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta
llama. 25 Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro
también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. 26 Además de todo
esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren
pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá
Hch. 1:25 para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por
transgresión, para irse a su propio lugar
1 P. 3:19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados
2 P. 2:9 sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser
castigados en el día del juicio

2. Los santos que se encuentren vivos en el último día no dormirán, sino que
serán transformados, (1 Co. 15:50-53; 2 Co. 5:14; 1 Ts. 4:17) y todos
los muertos serán resucitados (Dn. 12:2; Jn. 5:28, 29; Hch. 24:15) con
sus mismos cuerpos, y no con otros, (Job 19:26, 27; Jn. 5:28, 29; 1 Co.
15:35-38, 42-44) aunque con diferentes cualidades, (1 Co. 52-54) y
éstos serán unidos otra vez a sus almas para siempre. (5. Dn. 12:2; Mt.
25:46)

1 Co. 15:50-53 50 Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar
el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. 51 He aquí, os digo un misterio: No
todos dormiremos; pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y
cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán
resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que
esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad
2 Co. 5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por
todos, luego todos murieron
1 Ts. 4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos
siempre con el Señor

Dn. 12:2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos
para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua
Jn. 5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los
sepulcros oirán su voz, 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas
los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación
Hch. 24:15 teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber
resurrección de los muertos, así de justos como de injustos

Job 19:26 Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios, 27 Al cual
veré por mí mismo, mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
Jn. 5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los
sepulcros oirán su voz, 29 los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas
los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación
1 Co. 15:35-38 35 Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo
vendrán? 36 Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. 37 Y lo que siembras
no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano; 38 pero
Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo, 42-44 42 Así también
es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. 43 Se

167
siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. 44
Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo
espiritual

1 Co. 52-54 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque


se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos
transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto
mortal se vista de inmortalidad. 54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción,
y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita:
Sorbida es la muerte en victoria

Dn. 12:2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos
para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua
Mt. 25:46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna

3. Los cuerpos de los injustos, por el poder de Cristo, serán resucitados para
deshonra; (Dn. 12:2; Jn. 5:28,29) los cuerpos de los justos, por su
Espíritu, para honra, y serán hechos entonces semejantes al cuerpo glorioso
de Cristo. (Hch.24.15; Fil. 3.21)

Dn. 12:2 Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos
para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua
Jn. 5:28 No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los
sepulcros oirán su voz, 29 los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas
los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación

Hch.24.15 teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber
resurrección de los muertos, así de justos como de injustos
Fil. 3.21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al
cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las
cosas

168
Capítulo XXXII
Del juicio final

1. Dios ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia por


Jesucristo, a quien todo poder y juicio ha sido dado por el Padre. (Hch.
17:31; Jn. 5:22, 27) En aquel día, no sólo los ángeles apostatas serán
juzgados, (1 Co. 6:3; Jud. 6) sino que también todas las personas que
han vivido sobre la tierra comparecerán delante del tribunal de Cristo (Mt.
16:27; 25:31,46; Hch. 17:30, 31; Ro. 2:6-16; 2 Ts. 1:5-10; 2 P. 3:1-
13; Ap. 20:11-15) para dar cuenta de sus pensamientos, palabras y
acciones, y para recibir conforme a lo que hayan hecho mientras estaban en
el cuerpo, sea bueno o malo. (2 Co. 5:10; 1 Co. 4:5; Mt. 12:36)

Hch. 17:31 Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta
Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos
Jn. 5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, 27 para que
todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que
le envió

1 Co. 6:3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta
vida?
Jud. 6 Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia
morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día

Mt. 16:27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y
entonces pagará a cada uno conforme a sus obras; 25:31 Cuando el Hijo del Hombre
venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de
gloria, 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna
Hch. 17:30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora
manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan, 31 por cuanto ha establecido
un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a
todos con haberle levantado de los muertos
Ro. 2:6-16 6 el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que,
perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, 8 pero ira y enojo a los que
son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; 9 tribulación y
angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego,
10 pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al
griego; 11 porque no hay acepción de personas para con Dios. 12 Porque todos los que sin ley
han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán
juzgados; 13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la
ley serán justificados. 14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo
que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15 mostrando la obra de
la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o
defendiéndoles sus razonamientos, 16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos
de los hombres, conforme a mi evangelio
2 Ts. 1:5-10 5 Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por
dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. 6 Porque es justo delante de Dios
pagar con tribulación a los que os atribulan, 7 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo
con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8

169
en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al
evangelio de nuestro Señor Jesucristo; 9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición,
excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10 cuando venga en aquel día
para ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto
nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros)
2 P. 3:1-13 1 Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con
exhortación vuestro limpio entendimiento, 2 para que tengáis memoria de las palabras que
antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado
por vuestros apóstoles; 3 sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán
burladores, andando según sus propias concupiscencias, 4 y diciendo: ¿Dónde está la
promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las
cosas permanecen así como desde el principio de la creación. 5 Estos ignoran voluntariamente,
que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra,
que proviene del agua y por el agua subsiste, 6 por lo cual el mundo de entonces pereció
anegado en agua; 7 pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma
palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. 8
Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años
como un día. 9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino
que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento. 10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el
cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la
tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. 11 Puesto que todas estas cosas han de ser
deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, 12 esperando y
apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán
deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! 13 Pero nosotros esperamos,
según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia
Ap. 20:11-15 11 Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del
cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. 12 Y vi a los muertos,
grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el
cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en
los libros, según sus obras. 13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el
Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.
14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15 Y el
que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego

2 Co. 5:10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de
Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea
bueno o sea malo
1 Co. 4:5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual
aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y
entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios
Mt. 12:36 Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella
darán cuenta en el día del juicio

2. El propósito de Dios al establecer este día es la manifestación de la gloria


de su misericordia en la salvación eterna de los elegidos, y la de su justicia
en la condenación eterna de los réprobos, que son malvados y
desobedientes; (Ro. 9:22, 23) pues entonces entrarán los justos a la vida
eterna y recibirán la plenitud de gozo y gloria con recompensas eternas en
la presencia del Señor; pero los malvados, que no conocen a Dios ni
obedecen al evangelio de Jesucristo, serán arrojados al tormento eterno y

170
castigados con eterna perdición, lejos de la presencia del Señor y de la
gloria de su poder.(Mt 18:8; 25:41, 46; 2 Ts. 1:9; He. 6:2; Jud. 6; Ap.
14:10, 11; Lc. 3:17; Mr. 9:43, 48; Mt. 3:12; 5:26; 13:41, 42; 24:51;
25:30)

Ro. 9:22 ¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con
mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, 23 y para hacer notorias las
riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de
antemano para gloria

Mt 18:8 Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor
te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego
eterno; 25:41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al
fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, 46 E irán éstos al castigo eterno, y los
justos a la vida eterna
2 Ts. 1:9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y
de la gloria de su poder
He. 6:2 de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los
muertos y del juicio eterno
Jud. 6 Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia
morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día
Ap. 14:10 él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz
de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero,
11 y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de
noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre
Lc. 3:17 Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero,
y quemará la paja en fuego que nunca se apagará
Mr. 9:43 Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida
manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, 48
donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga
Mt. 3:12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero,
y quemará la paja en fuego que nunca se apagará; 5:26 De cierto te digo que no saldrás de
allí, hasta que pagues el último cuadrante; 13:41 Enviará el Hijo del Hombre a sus
ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen
iniquidad, 42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes;
24:51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el
crujir de dientes; 25:30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el
lloro y el crujir de dientes

3. Así como Cristo quiere que estemos ciertamente persuadidos de que habrá
un día de juicio, tanto para disuadir a todos los hombres de pecar,
(2Co.5:10, 11) como para el mayor consuelo de los piadosos en su
adversidad; (2Ts. 1:5-7) así también quiere que ese día sea desconocido
para los hombres, para que se desprendan de toda seguridad camal y estén
siempre velando porque no saben a qué hora vendrá el Señor; (Mr. 13:35-
37; Lc. 12:35-40) y estén siempre preparados para decir: Ven, Señor
Jesús; ven pronto. (Ap. 22:20) Amén.

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2Co.5:10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,
para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o
sea malo, 11 Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres; pero a
Dios le es manifiesto lo que somos; y espero que también lo sea a vuestras conciencias

2Ts. 1:5-7 5 Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por
dignos del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis. 6 Porque es justo delante de Dios
pagar con tribulación a los que os atribulan, 7 y a vosotros que sois atribulados, daros reposo
con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder

Mr. 13:35-37 35 Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al
anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; 36 para que cuando
venga de repente, no os halle durmiendo. 37 Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad
Lc. 12:35-40 35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; 36 y
vosotros sed semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para
que cuando llegue y llame, le abran en seguida. 37 Bienaventurados aquellos siervos a los
cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se
sienten a la mesa, y vendrá a servirles. 38 Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque
venga a la tercera vigilia, si los hallare así, bienaventurados son aquellos siervos. 39 Pero
sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría
ciertamente, y no dejaría minar su casa. 40 Vosotros, pues, también, estad preparados,
porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá

Ap. 22:20 El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí,
ven, Señor Jesús

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