nócratas— pasó a Meridiano Televisión. “Mi primer ¿Y cómo entiendes el glamour?
trabajo en la vida”, recuerda con sonrisa moderada. “Es elegancia, puedes llevarlo hasta en el pijama.
“Tenía miedo, porque me tocaba ponerle camisa y
corbata a los narradores, un stock de machos verná-
culos que no saben de tendencias”.
No la tuvo fácil. Pero, ciertamente, los hombres
Meridiano tampoco. Una lucha de conquista. “Para
el Día de las Madres quise que llevaran corbatas
rosadas. ¡Las protestaron!”, relata el primer episo-
dio de combate. “Se sentían incómodos. Muchas
veces dejé la pauta del vestuario y no la usaban,
porque no les gustaba. Con los años entendí que
en la moda ellos valorizan la comodidad”.
Por ejemplo, para un domingo lluvioso pretendió
que los narradores lucieran una camisa azul pastel y
una corbata lila con rayitas melón. “¡Las odiaron! No
entendían mi énfasis en el relax. Yo estaba aplicando
la psicología del color. La gente debe asimilar que
algo pasa en el subconsciente cuando decidimos
vernos con un color determinado. De todas formas,
fue una experiencia divertida. Estuve once meses.
Sólo me escucharon con interés los se-
ñores Dámaso Blanco y José
Visconti, y ambos me
s misses muy cen dijeron que nunca hubie-
La ha sen elegido esas prendas,
rvenidas pero me respetaron”.
inte Luego de su retiro del canal,
duo mi trabajo comenzó como vendedora en
ar Casablanca. Participó en una
edición de diseñadores emer-
gentes, organizada por la multimarca. Allí presentó
una propuesta en la cual interpretaba piezas descar-
tadas por la tienda. Poco después fue ascendida a
gerente de imagen. Y el pasado mes de julio mostró
en Mérida su primera colección de trajes de baño,
piezas con cuello tortuga y con mangas largas,
“ideales”, sonríe, “para lucirlas en yates”.
¿Cómo asumes las reglas?
“Las reglas son oportunidades para poder exce-
derme. El mío es un exceso organizado, pero con
una intención clara de mi estado de ánimo. Puede
resultar raro, pero no mal, está muy bien pensado”.
En tu mundo, ¿qué es trendy?
“Hoy es el look hippie étnico, con el cual no eres
la hippie que está en Bellas Artes, sino adaptado
a la blusa clásica de algodón de D&G”.
? 7 NOVIEMBRE 2010 Estampas
Y la base casi siempre es la actitud, cuando dentro
de los excesos encuentras equilibrio”.
¿La venezolana está consciente del estilo?
“Aquí lo importante es exhibir el pecho y andar
con un jean apretado. La vulgaridad no funciona
en Venezuela ni en Pekín. Mostrar la piel es parte
de la venezolana”.
¿Con cuál valor de la moda no te vinculas?
“Me da ira cuando me dicen que estoy ‘fashion’.
La gente que me lo ha dicho ni sabe de mis inten-
ciones cuando me visto”.
Para ti, ¿quién sería icono de la moda?
“Paris Hilton es un personaje desastroso, pero
puede ponerse una tiara de Hello Kitty, un tutú,
estar presa y siempre se verá bien. Eso no puede
hacerlo Britney Spears. Los elegantes son seres
elegidos, nacen con esa condición”.
Marya no huele a perfume porque prefiere usarlo
a partir de las cinco de la tarde. “Mi imagen ya es
fuerte para agregarle otro elemento en la mañana.
Cuando lo aplico, mezclo hasta tres para que nadie
huela como yo. A veces me intervengo con el de
mi papá. Hazlo tú también”.
Tampoco lava su cara con el cuidado que se espe-
raría. Usa el scrub Adidas. Si le queda maquillaje en
los ojos, lo disimula colocando otro encima. En ese
sentido, no obedece consejos de misses. A éstas las
conoce cuando visitan Casablanca. “Las misses no
me intimidan ni me compadezco de la rigidez con
la que logran su estética. Algunas llegan bellas y,
a los meses, vuelven destrozadas por las cirugías.
Otras vuelven con sus glúteos tan grandes que no
caben en la ropa que tengo en la tienda. Esas muje-
res, tan intervenidas, hacen muy arduo mi trabajo”.
¿Cuál mujer promocionas a través de ti?
“A la mujer excéntrica, bien canalizada, que busca
llamar la atención, porque hay personas que nacie-
ron para estar ocultas y otras para ser vistas”. ❋
nllabanero@eluniversal.com
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