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ANGANUZZI
HISTORIA DE
LOS PLATOS
VOLADORES EN LA
ARGENTINA
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723
Printed in Argentina - Impreso en la Argentina
EXTRAÑOS SUCESOS
UN SINGULAR AVIÓN
JEROGLÍFICOS MENDOCINOS
Características fundamentales
FORMAS
TAMAÑOS
COLOR Y LUMINOSIDAD
SONIDO
VOCES
OLOR
Huellas de “OVNI”
En algunos casos han sido constatadas luego de percibir al objeto posado sobre el
terreno, y en otros se descubrieron marcas inexplicables, surgiendo luego el comentario de
gente que dijo haber visto objetos extraños sobrevolando la zona. Las huellas más comunes
son las siguientes:
PLANAS
El 15-11~7. al salir don Julián Aranzadi de la finca de campo que ocupaba en Centeno
(Santa Fe) a unos 70 m descubrió dos sectores de pastizal fuertemente machacados contra la
tierra, formando una marca ovoide de 6 m de largo por 4 m de ancho y, a 70 cm de distancia,
otra circular de 1 m de diámetro. Había dormido bien esa noche, sin que nada anormal llamara
su atención; pero es un hecho que el día anterior los extraños signos no existían.
En Tres Lomas (La Pampa), el 20 de mayo de 1959 quedó la hierba aplastada en un
diámetro de 7 m, cuando en pleno día se posó una máquina plateada, con cúpula, según el
informe de dos cazadores que la vieron despegar.
MARCAS DE RUEDAS
En Villa Constitución (Santa Fe), dos jovencitos que colaboraban en las tareas rurales
regresaron, el 11 de setiembre de 1967, muy asustados a la casa del arrendatario, don
Nazareno Calamante. Ante la explicación de los adolescentes, éste y su esposa se asomaron
entonces (21.30 hs) por la ventana, advirtiendo a unos 300 m de distancia una masa
redondeada de enceguecedora luz anaranjada, posada sobre el campo.
Como detalle estructural pudieron advertirle, por los relámpagos que aún persistían
debido a la reciente tormenta, cuatro antenas sobresalientes. La extraña presencia perduró
hasta las 2.15 hs.
Al amanecer, los testigos se acercaron al lugar, encontrando en el suelo huellas de unos
5 cm de ancho, con una separación de 1 m entre sí, y el pasto aplastado.
El inspector Bruno Rodell i y el comisario Chelini, también habían encontrado antes
(20-7-65), en el distrito Candioti de la misma provincia santafecina, “huellas de ruedas de fino
tamaño”, al concurrir al llamado del estanciero Gustavo Haiepek. Es que éste, hacia las 2 de la
madrugada atestiguó que, a 600 m de la casa, se había posado un pequeño artefacto esférico,
con una poderosa luz violácea iluminando cientos de metros el contorno.
HERRADURAS Y CÍRCULOS
Analicemos ahora otro tipo de huella: En el extenso establecimiento de campo que los
hermanos Antonio, R icardo, Rosauro y Víctor López poseen en Cañada de Alsogaray
(Tucumán), los mismos efectuaron, mientras lo recorrían aquel 31 de enero de 1963, un
sorprendente hallazgo.
Había una huella muy extraña impresa en el terreno, de forma aproximada a un número
8. Eran dos anillos de 35 cm de ancho y un radio mayor de 1,65 m cada uno, separados por
una distancia de 40 cm de lado. La lluvia la había lavado bastante, creciendo maleza en torno.
El hecho fue denunciado a la policía y algunos científicos se interesaron en el asunto.
Incuestionablemente, el sector había sido aplastado por una plancha o matriz pesada, unos 15
días atrás.
Huellas parecidas se advirtieron cerca de los hoyos 1, 4 y 7 del Mar del Plata Golf
Club el 2 de marzo dé 1973. Eran tres círculos de 3 m de diámetro, con una abertura de 70 cm
orientada hacia el norte; mirados de arriba semejaban una “enceradora dada vuelta”. Dentro de
uno de los círculos había una pelotita destrozada.
El cuidador Mario Palaschino había visto, a las 20.30 hs. De la noche anterior, una
especie de reflector rojizo de 50 a 60 m de largo, rondando sobre el césped de la cancha nueva.
CON AGUJEROS
RASTROS RECTANGULARES
En plena Capital Federal, minutos antes de la medianoche del 1º de agosto de 1965, las
primas Martha y Mirta Pironti (17 años), advirtieron un objeto cónico del tamaño de un Fiat
600 y luz amarillenta que, descendió, aparentemente desde una azotea vecina, para posarse
unos instantes sobre la calle Tandil casi Laguna (Bº Vélez Sarsfield). Denunciado el hecho, el
oficial inspector Oscar D’Amario pudo comprobar que, en el lugar, había quedado una franja
fosforescente de 4 m de largo por 60 cm de ancho, con la particularidad que se veía desde
lejos, pero no así al acercarse ni cuando la enfocaban los faros de los automotores. Al cabo de
3 horas desapareció totalmente.
En el patio del nosocomio mendocino donde se posara, el 22-7-68, un OVNI con forma
de sombrero, quedó marcada, por el término de 48 hs., una huella color plomizo de 80 por 30
cm, que habría correspondido a su plataforma.
Chamusquina
Numerosos son los casos en que, al posarse, los OVNI dejaron en tierra el pasto
chamuscado, como prueba irrefutable de su presencia.
Hacia las 22.30 hs. del 4 de setiembre de 1962, Francisco Sosa iba en bicicleta por su
pueblo (Angaco, San Juan), cuando a 300 m de distancia, dentro del campo de don Baistrochi,
divisó el despegue vertical de uno de ellos, que dejó tras de sí una estela azulada. Llamó
entonces a otros vecinos, pudiendo comprobar que en aquel sitio el pasto, en su mayoría
espinillo o espina blanca, estaba quemado en una circunferencia de 3 m de diámetro. El mismo
día dos oficiale s de marina habían denunciado a la torre de control del aeródromo en Valle del
Zonda, en la misma provincia, las evoluciones de un objeto con las características de un
ventilador.
En la noche del 10 de mayo de 1964, Máximo Dughetti tuvo una experiencia
importante mientras conducía su auto por el ca mino Patquía-La Rioja, debido a la presencia de
rara aeronave en un bosquecillo cercano. Al día siguiente acompañó hasta allí a una comisión
policial, comprobando la existencia en el suelo dé un círculo de aproximadamente 10 m de
diámetro, donde la maleza apareció nítidamente ennegrecida, como si hubiese sido sometida a
una potente radiación calórica.
Más sugestiva aún fue la chamusquina que quedó en el tambo La Alborada (La
Invernada, Tucumán) en noviembre del añ o siguiente. El agricultor Angel Lozano había visto
una luz rojiza que se asentaba en el campo para luego moverse en for ma zigzagueante por el
alfalfar. Creyendo que se trataba de algún intruso con intenciones de robo, el agricultor se
dirigió hacia el galpón de herramientas, pero en ese momento el OVNI -que despedía “haces
de luz como de fuertísima linterna ”- llegó frente a un alambrado, y tras elevarse a unos 500 m
de altura, desapareció hacia el poniente.
A la mañana comprobó que la alfalfa se encontraba quemada “como por una fuerte
helada” en una larga huella sinuosa de 0,50 m de ancho, que se bifurcaba en dos direcciones.
Llamó entonces al peón Cecilio López, y juntos recorrieron una de las extrañas marcas. Luego
de caminar alrededor de 150 metros encont raron un círculo -también que mado- de 5 m de
diámetro. Lozano recordó que justamente en ese lugar fue donde vio bajar la insólita luz. Los
dos hombres desandaron el zigzagueante sende ro y tomaron por el que enfilaba en línea recta
hacia el alambrado; metros antes de este obstáculo concluía el rastro.
También en Tucumán, paraje La Picada, un OVNI dejó su quemante signo el 8 de
enero de 1971. Eran las 12.00 hs. de un día seminublado cuando los peones Andrés López y
Mario Lobo dejaron en suspenso su tarea de recolección de limones al sentir “como un
viento”. Aquél apareció entonces entre los cerros, y luego de detenerse en el aire cerca de ellos
bamboleándose, se largó junto a un limonero hasta ser tapado por las cañas de maíz.
Entre atemorizados y curiosos intentaron los hombres acercarse, dando un rodeo.. Pero
cuando se hallaban a unos 30 metros de distancia, sintieron un “silbido bien fuerte” y la
máquina salió disparada, perdiéndose por el mismo lugar en que había aparecido. Corrieron
entonces, notando una circunferencia de 3 m y unas 10 plantas de maíz amortiguadas contra el
suelo, al igual que los yuyos. El sector se había ennegrecido, y de la tierra emanaba intenso
calor.
Pero el hecho más extraordinario acaeció el 23 de enero de 1968 en Neuquén. En los
primeros minutos del día, un grupo de personas alojadas en la estación terminal de Copahue
había advertido, evolucionando silenciosamente sobre la zona, una luminosa masa esférica de
enormes dimensiones. Ella, luego de aterrizar en la falda de un cerro cercano a Caviahue, se
alejó recién después de algunas horas. Con las primeras luces del día y la ayuda de larga
vistas, los observadores pudieron divisar una “mancha ” triangular en el terreno donde se
posara el artefacto.
El jueves 25, una pequeña partida se dirigió a caballo hacia el cerro, a las 13 hs. Sin
embargo, a unos 15 kilómetros del sitio buscado -lugar inaccesible - los equinos en que habían
partido se negaron a seguir avanzando. A esta altura el terreno presentaba dificultades, con
zonas pantanosas forma das por las aguas del deshie lo, que se estancaban en pequeños valles o
lechos de torrentes semisecos. Cuando por fin llegaron a la zona triangular que habían
divisado, y que abarcaba cerca de 200 metros de un extremo al otro, se encontraron con que
los pastos estaban incinerados; su parte central se hallaba caliente, no obstante haber
transcurrido más de dos días de aquel aterrizaje.
Explosiones, desintegraciones
Se han verificado distintos tipos de estallidos relacio-nados con los OVNI, a saber:
PASAJE YDETONACIÓN
LLUVIA DE “ROCÍO”
El 3 de mayo de 1949, un cuerpo esférico tras del cual podía advertirse una raya de luz,
cruzaba el espacio de N. a S. sobre Santiago del Estero cuando inesperadamente estalló,
dividiéndose entonces en numerosas partículas. Ellas, que semeja ban pequeñas estrellas,
cayeron lentamente hacia la tierra,
Este tipo de explosión encuentra analogía en los Estados Unidos de Nortea mérica. En
su libro Platos Voladores de Otros Mundos, el mayor (R) Donald E. Keyhoe narra que,
precisamente en el año 1949 -especialmente en la región de Nuevo México- extrañas bolas de
fuego, verdes o rojas, preocuparon a autoridades y científicos. Luego de viajar en línea recta
por el espacio a velocidades que oscilaban en los 70.000 kilómetros por hora estallaban, y se
deshacían en pequeñas partículas, impresionando entonces como si una “lluvia de rocío”
cayera hacia la tierra, Parecían verdaderos aparatos guiados y hechos explotar por control
remoto. Para estudiarlos, la Fuerza Aérea creó una dependencia especial de investigación,
denominada Plan Centelleo.
PRIMERO, EL ESTAMPIDO
Un día indeterminado del año 1960, dos camioneros llegaron con sus rodados a la costa
del río Uruguay, a fin de pasar la noche. Mientras descansaban a la espera de las primeras
luces del día, para continuar viaje , un terrible trueno estremeció el aire, haciendo crujir la
casilla en que se encontraban como si fuera a destruirse. Al salir, aterrorizados, notaron que
una luminosa máquina circular atravesaba el espacio a poca altura.
Igual fragor oyeron Segundo Gutiérrez y su familia en Obispo Trejo (Córdoba) el 6-1-
66, para posteriormente distinguir , en pleno día, dos aeronaves con forma de hongo, que
torcieron de Oeste a Norte el rumbo que llevaban.
EL OVNI INVISIBLE
DESINTEGRACION SILENCIOSA
Podemos señalar, entre los casos en que el objeto se desintegra sin producir ruido, el
episodio de Guaymallén (7-8-61), y el de las Salinas Grandes (10-5-65). Veamos este último.
A las 4 de la madrugada avanzaba un ómnibus por el camino que une Totoralejos y
Lucio V. Mansilla De pronto, comenzó a descender del cielo un elemento redondo,
voluminoso. Ya muy cerca del vehículo, a unos 40 metros, el chofer -Carlos Altamira- frenó y,
alarmado, tocó varias veces la bocina, despertando a algunos pasajeros. El OVNI, de color
celeste y tamaño algo mayor que una pelota de fútbol, sobrevoló la ruta a poca altura y lanzó
hacia abajo una especie de flechas luminosas, del mismo tono. Imprevistamente se produjo un
aumento en el fulgor de la extraña aparición y, sin ruido alguno, ¡ésta se desintegró en el aire!
Por espacio de varios minutos, el campo quedó iluminado en una amplia zona.
Fotografías y películas
A partir del 30-8-55 en Dudignac (Bs. As.), se obtuvieron en Argentina un gran
número de fotografías de OVNI, tanto diurnas como nocturnas, cuyo detalle sería tedioso
proporcionar. Casi todas corresponden a platillos; respecto a los cig arros, señalemos la placa
registrada por Félix Carrizo el 7-2-62 desde la ruta Nº 5, a la altura de Alberti (Bs.. AS.), como
un excelente documento gráfico.
DETALLES CURIOSOS
¿Hasta qué punto es correcta la conformación de los platos voladores que aparecen en
las fotografías nocturnas? El 22-2-62 Hipólito Paolocá obtuvo en City Bell (Bs. AS.), cinco
placas de un mismo objeto, analizadas posteriormente por la Marina de Guerra. En dos de ellas
tiene forma de estrella, en una parece un corazón, en otra un huevo inclinado, y en la última
una lamparita eléctric a Sin embargo, todas corresponden al mismo elemento. De día la
metamorfosis es infrecuente.
Algunos OVNI emiten radiaciones cuya longitud de onda no puede ser advertida por el
ojo humano. Un ejemplo de esto lo encontramos el 15-7-65. Desde las 20.30 hs. las
redacciones de los diarios bahienses habían recibido llamadas denunciando la presencia de
objetos extraños en el cielo, y los reporteros gráficos, ni lerdos ni perezosos, obtuvieron doce
placas en el transcurso de 1 hora. La sorpresa la dio el revelado de dos de ellas, donde apareció
junto al cuerpo enfocado, una figura que no había sido visualizada En ‘un caso tenía forma de
rombo o trompo invertido, y en la otra de doble paracaídas. La máquina utilizada fue. una
Cannon de 35 mm con película de sensibilidad 100 ASA, 21 Din.
A veces, esos “fantasmas” que acompañan a los OVNI toman forma de estrella, como
en las placas obtenidas por fotógrafos profesionales de la talla de Hugo Lazardis, Víctor Sing
y Alfonso Liste, quienes se hallaban cumpliendo sus tareas habituales en la noche porteña,
Así, el 2-8-65, se impresionó una placa con un óvalo luminoso vertical, y. por encima de él
aparecieron dos enormes estrellas de cuatro picos encerradas en un circulo perfecto. El 30 de
julio de aquél año, Liste había fotografiado un cuerpo brillante de 1 m de diámetro, y al
efectuar el revelado aparecieron nítidamente, por encima de él, tres estrellas de tres puntas
encerradas en el consabido círculo, y más arriba cinco o seis figuras similares, aunque más
tenues.
Otro detalle curioso es la existencia del “doble ”. Los hermanos Romero habían
registrado el 17-7-65, desde Resistencia, con 60 segundos de exposición y cámara fija, el trazo
luminoso y sumamente ir regular correspondiente a un OVNI en movimiento. Extrañamente, a
su lado puede advertirse un calco de la figura principal, aunque más tenue.
También suele ocurrir, aunque menos frecuentemente, que al reve larse una placa
cualquiera obtenida al aire libre sur ja, en la parte correspondiente al cielo, la silueta clásica de
un plato volador, no percibida por el aficionado. Tal el caso del 7-7-68 acaecido a Carlos
Ordóñez Posse, del Foto Club Belgrano, y a José Lugones,el 13-8-67.
Todo esto demuestra que la sensibilidad de la película capta cosas que el ojo humano
no alcanza a percibir. Aunque a veces sí lo hace, y aquéllas desaparecen. En Mar del Plata, el
17-4-70, llamó la atención de los transeúntes algo así como un avión redondo bordeado de un
halo verdoso, que se mostró de pronto hacia el Oeste. Era un día diáfano y el cielo estaba
tota lmente despejado. Luego de algunos segundos y aumentando el asombro de todos sus
observadores, aquel objeto misterioso simplemente dejó de percibirse, se hizo invisible. Pero
la cámara de Rodolfo Hasperue lo había captado a punto.
A continuación nos referiremos a cuatro placas que en su momento causaron
sensación.
LA PARRILLA
EL ATERRIZAJE
CAMINATA ESPACIAL
A las 19.20 hs. del 22-7-65, en la calle 41 entre 12 y 13 de La Plata, el fotógrafo
profesional Miguel Ángel Nápoli advirtió el lento pas aje de varios OVNI, llamándole
particularmente la atención uno de ellos, diferente al resto. Se hallaba prácticamente estático y
presentaba una “cola”. Antes de que reanudara su marcha, él logró impresionar un par de
negativos.
Al revelarlos, el resultado fue fabuloso. En una de las placas se ve al OVNI luciendo
una forma de óvalo irregular , colocado verticalmente, semejando, con su apéndice inferior, un
“arbolito”. Sin embargo, la figura parece tomar sentido al observar, por encima de ella, a una
persona que da la impresión de caminar en el aire. A su izquierda hay otra manchita con
apariencia humana, que es exactamente el reflejo de la anterior: “como una gota de agua igual
a otra gota de agua”. Cabe destacar que estos seres no fueron percibidos visualmente por el Sr.
Nápoli. En la otra toma se aprecia al OVNI, pero algo más redondeado, con el “cordón
umbilical” doblado, y a uno solo de los hombrecitos. ¿Tal vez el otro se había introducido ya
dentro de la cápsula? ¿O se trataba de un solo humanoide que en la primera toma salió
“doble ”?
El diario Crónica, que publicó las fotografías, comenta:
“Los interrogantes se multiplican: ¿el plato volador es, en realidad, un plato volador
madre, y ha abierto una escotilla, con un cordón colgante como el que hemos visto en nue stras
naves espaciales, y por ella han salido los ‘instrumentos ’ que vemos. en la placa, sean estos
‘instrumentos ’ vivos o mecánicos?”.
EN LA LUNA
Mientras Luis Ferro, propietario del observatorio astronómico Adhara, ubicado en San
Miguel (Bs. AS.), y el jesuita Segundo B. Reyna, director del mismo, obtenían fotografías de
la Luna con una frecuencia de 4 minutos, merced a una cámara que habían acoplado al
telescopio, recibieron, el 1º de diciembre de 1965, la llamada telefónica de un aficionado
amigo, preguntándoles si no observaban algo raro en nuestro satélite natural.
De inmediato se abocaron al estudio de Selene, pudiendo. avistar a seis OVNI volando
por sus inmediaciones. Aun suponiendo que pudieran estar equivocados, influidos por una
psicosis colectiva, la cámara fotográfica -elemento frío y objetivo- confirmaría, en su sexta
placa, lo que sus ojos habían percibido.
La foto muestra una flotilla de esos misteriosos objetos. Pero lo que se ve es su sombra
proyectada sobre nuestro satélite natural. Hacia la derecha y centro del disco lunar se notan
tres de grandes dimensiones, y en la parte superior izquierda , otros muy pequeños. El tamaño
aparente, según ha estimado Reyna, está dado por su mayor o menor lejanía Un séptimo
objeto, bastante próximo a la Tierra, queda fuera del marco lunar, advirtiéndosele sólo en las
copias de escasa intensidad.
Posteriormente, el negativo viajó por todo el mundo, siendo sometido a distintos
procesos de comprobación.
FILMS
Tres son las filmaciones que el público argentino conoce, por haberse proyectado en
televisión. La primera de ellas corresponde a la Capital Federal y fue obtenida a las 18.45 del
22-7-65, por los camafógra fos Marcelo Soria y Ángel Carro, pertenecientes al noticiero del
canal estatal de televisión. Ellos enfocaron con su Paillard a un brillante objeto que se
despla zaba sobre el Río de la Plata, y con el lente de 75 mm y diafragma 2,8 le dieron una
velocidad de 12 cuadros por segundo, debido –explicaron- a que la película (Ferrania 32) era
demasiado lenta para exposiciones noc-turnas. El film muestra un punto luminoso en
vertiginosa e irregular ca rrera por el espacio. En la imagen aparecen, asimismo, otros puntos
más pequeños no advertidos por los testigos.
El segundo film fue obtenido el 30-6-68 en el distrito capital de la provincia de Jujuy,
por donde José Guillermo Mónaco había salido de cacería con unos amigos. La secuencia,
transmitida días después por el canal 13, en el programa de Nicolás Mancera, permite apreciar
un artefacto ovalado, con ló que parece ser una saliencia en su parte media. Es de tono oscuro,
está inclinado respecto al horizonte y se aleja velozmente, dando gran sensación de realismo.
En su estructura, resulta similar al fotografiado sobre la isla brasileña de Trindade, el 16-1-58,
desde la cubierta del navío Almirante Salda nha.
La última película corresponde al 1-5-71. Numerosas personas que habían ido a pasar
el fin de semana a Mar del Plata, y que hacia las 21.10 hs, se hallaban paseando por la
costanera, descubrieron un objeto volador sobre las aguas, entre La Perla y El Torreón, el que
pudo ser filmado por un camarógrafo del canal 11. La película, de un minuto de duración,
muestra un óvalo luminoso que por momentos adopta forma esférica, y parece acercarse y
alejarse alternativamente. Esto no se debe a un defecto de la filmación ni a que el objeto
cambiase de forma, sino que es consecue ncia del pulsar intermitente de su luminosidad.
Detengámonos ahora en las evidencias físicas del fenómeno. Para ello hemos de
remitirnos a los casos más significativos donde los OVNI dejaron residuos, soltaron lastre,
explotaron esparciendo fragmentos, y a los incidentes donde fueron hallados artefactos
enigmáticos.
RESIDUOS
LASTRE
Hacia las 11 hs. del 11-5-58, cruzó el cielo de Arizona (San Luis), de N.E. a S.O., un
brillante objeto color cromo. Tenía forma de “plato con dos tubos ”, una parte superior que
oscilaba visiblemente, y su cola impresionaba como si fuera a desintegrarse en una larga
estela. Ella no se disipó totalmente en el aire, cayendo en parte sobre el campo de la firma
Daniele Hnos., semejando una tela pegajosa. Sus directivos enviaron posteriormente a
CODOVNI muestras de la substancia recogida. Ante el análisis microscópico directo pudo
comprobarse la exclusiva existencia de fibras orgánicas, principalmente de seda natural; había
otras de poliamidas, dos o tres de algodón y una parénquima de madera, admitiéndose la
posibilidad, en este último caso, de que fuera por contaminación.
Sobre Puerto Garibaldi cayeron partículas vítreas, desprendidas de una escuadrilla de
OVNI que pasó por Entre Ríos el 16-1-63. Analizadas químicamente pudo comprobarse que
constituían una amalgama de boro, sílice, calcio y magnesio, en una fórmula que se resistió a
su recomposición en laboratorio. Los mismos componentes se habían encontrado en Florencia
(Italia), el 28-10-54, en circunstancias similares.
El 3-10-54, desde un artefacto que previamente había estado “hamacándose” sobre un
camino de Tornquist, a la vista de los ocupantes de un automóvil, se desprendió -cuando hubo
ganado altura- una “especie de lastre” que se diluyó en el aire; por tal motivo no pudo ser
analizado. Pero dos meses después, otros objetos sobrevolaron Campiñas (Brasil), y la materia
que soltó uno de ellos quedó sobre el patio de una casa; era una combinación de estaño
químicamente puro (88,91 %) y oxigeno (11,09 %). En nuestro planeta aún no ha podido
hallarse tan alta concentración.
La substancia que llovió sobre Salta el 27-6-62, al cruzar el espacio con rumbo N.E. -
S.O un “plato” resplandeciente, era en cambio de otro tipo. Se trataba de un fino polvillo
ceniciento semejante al hallado en algunos aterrizajes descriptos.
La noche del 18-9-68, una veintena de misteriosas aer onaves sobrevoló la laguna de
Chascomús (Bs. AS.) “con movimientos desordenados”, mientras lanzaba reflejos similares a
los de un flash fotográfico. Al cabo de 10 minutos el cielo quedó teñido de. un asombroso
color naranja, notándose la caída de un material blanquecino, con apariencia de “tul de novia”.
FRAGMENTOS
En ocasiones, tras la explosión del objeto cayeron algunos pedazos a tierra, pudiendo
esos restos ser analizados químicamente. Veamos un par de ejemplos.
El 21 de agosto de 1957, en Los Corrales (Entre Ríos), eran aproximadamente las
18.15 hs., cuando se oyó un fuerte ruido semejante al trueno, observándose el pasaje de un
OVNI que seguía una trayectoria .S.O. -~ N.E. dejando tras de sí una estela de humo. De
pronto pareció desintegrarse en e l aire, produciéndose estampidos e intensas llamaradas.
Posteriormente, llegaron a recogerse en tierra algunos trozos metálicos de forma irregular.
El profesor Raúl C. Borruat documentó las circunstancias de la caída; Juan José Murra
(geólogo), obtuvo las muestras; el ingeniero Pellizari, de la Universidad de Córdoba y
Edmundo Colella, paranaense, efectuaron ensayos químicos. Y la conclusión a que arribaron
fue sorpre ndente: “LA COMPOSICION DEL EXTRAÑO OBJETO CAIDO EN PARANÁ
NO ES LA QUE APARECE EN LOS METEORITOS”.
En efecto, las investigaciones metalográficas y ensayos químicos cualitativos y
cuantitativos, revelaron un predominio de aluminio acompañado por otros metales accesorios
entre los que se destacaba n el magnesio y el silic io, produciendo aleaciones artificiales como
el duraluminio, etc., utilizadas en la industria aeronáutic a. Se dedujo, entonces, su origen
“indudablemente artificial”.
Recordemos que el Sputnik (primer satélite artificial salido de la mano del hombre) fue
lanzado por Rusia unos cuantos días despué s, esto es, el 4 de octubre, y que las
comprobaciones efectuadas por el profesor Borruat aseguraron que al producirse el incidente
no volaba ningún avión por la zona.
A las 14.45 hs. del lº de abril de 1958, personal a cargo de un avión que procedía de
Mendoza observó sobre Neuquén, a 1.000 metros de altura, un Plato Volador de gran
luminosidad, que luego explotó en el aire. Formóse entonces un círculo rojo, qué a poco se
esfumó totalmente. La detonación fue escuchada por personal del Aeropuerto neuquino y
agricultores de la zona, quienes declararon que habían caído fragmentos.
El 16 de agosto de 1975, en el transcurso de una conferencia pronunciada en la Escuela
Nacional de Comercio Juana Manso, el padre S. B. Reyna hizo referencia a un par de casos en
que ciertos restos no presentaban características conocidas. Para el primero de ellos eludióse
fecha concreta (no obstante, podría corresponder al incidente antes mencionado, de l 1-4-58).
El profesor Tomás Suárez Mignon, acompañado de un baqueano, habría halla do en la zona de
las altas cumbres restos metálicos negruzcos, cuyo posterior análisis demostró que contenían
titanio puro. Las máximas concentraciones de dicho mineral en la Tierra llegan al 40 %.
El segundo incidente mencionado correspondería al 10 de ju nio de 1967. En la estancia
Los Paraísos, propiedad del ex gobernador Mercante (Guernica, Buenos Aires), apareció un
OVNI rondando sobre la arboleda y al día siguiente fueron encontrados trozos “como de leña
quemada”, uno de los cuales exhibió el reverendo al auditorio. Según dijo, se trata de una
sustancia plástica polimerizada que funde a 1.600º, compuesta por azufre, manganeso y
fundamentalmente por fósforo de una pureza desconocida en nuestro planeta.
ARTEFACTOS
EFECTOS COMPROBADOS
Tanto en los seres humanos, como en los irracionales, vegetales, objetos diversos,
maquinarias, etc., la intensa actividad desplegada por los platos voladores en la Arge ntina ha
permitido verificar efectos del más variado tipo. Trataremos, seguidamente, de consignarlos en
forma discriminada:
En seres humanos
ACTITUDES
Resulta contradictoria la disposición del hombre ante tan rara presencia, en parte
debido a su idiosincrasia personal, pero ta mbién a cierta dependencia inexplicable.
En el referido caso de La Reducción (18-12-69), los Rodríguez llegaron a ser testigos
del mismo porque Manuel, que dormía, despertó súbitamente y “por un extraño impulso”
caminó hacia el patio, desde donde lue go observara con su padre el incidente.
En otra ocasión la cercanía de un OVNI produjo júbilo en el testigo. Fue el 26-7-68 en
el paraje La Pastora (Bs. As.); aquél estaba “como colgado” a diez metros de altura y no más
de cuarenta de distancia: Al respecto dijo Juan Sívori, protagonista de la experiencia: “Juro
que su presencia no me produjo ningún temor. Por el contrario, instantáneamente sentí una
gran alegría y hubiera corrido hasta él, pero los ruegos de mi familia me contuvieron”.
En cambio, en el aterrizaje producido en una zona de Caviahue habitada solamente por
indígenas, éstos se negaron inexplicablemente a comentar o mencionar el hec ho, demostrando
un temor tal que llegó incluso a no dejarse fotografiar con los expedicionarios.
Pero no solamente los aborígenes han manifestado un miedo semejante. En junio de
1970, las empresas petroleras que operaban en Catriel (Río Negro), tuvieron dificultades en
reclutar al personal, porque los obreros no querían integrar el turno de la noche. Ello se debió a
la aparición de objetos misteriosos, que se veían frecuentemente muy próximos a los
campamentos, sobre todo al conocido como “estancia de los ingleses”.
Otro tanto ocurrió, un mes después, en el establecimiento Santa Teresa, que la firma Di
Tella posee en el Campo de los Mogotes, casi en el límite de Salta con Tucumán. Se trata de
un lugar semidesértico, con lomadas bajas y pequeños montes, donde los obreros se negaron
terminantemente a trabajar de noche, por un motivo similar.
El tono agresivo es otra de las alternativas que pueden presentarse. En abril de 1962,
Norberto Oscar Fernández se hallaba cazando con unos amigos en Los Trebolares (La Pampa,
cuando un objeto redondo, de resplandor rosa oscuro y bordes flamígeros, se elevó lentamente
desde las inmediaciones para inmovilizarse casi encima de su cabeza. El testigo disparó
entonces varios balazos contra el artefacto, y éste, casi de inmediato, partió como una
exhalación rumbo a Córdoba.
Algo similar ocurrió en la zona del Infiernillo el 4-11-62. Cuando un OVNI revoloteó
por sobre el camión que conducían los hermanos Rafael y Carlos Álvarez, uno de ellos le
efectuó un disparo de revólver, que no tuvo consecuencias.
CRISIS NERVIOSAS
El 16-11-68, desde varias provincias del centro y N.O. del país se avistaron, entre las
2.30 y 3.00 hs., objetos misteriosos en vuelo. Sobre San Juan el desplazamiento resultó
espectacular, a juzgar por esta descripción de uno de los testigos: “Primeramente avanzaba un
objeto grande, rojo, como del tamaño de la luna llena, despidiendo hacia atrás gran cantidad de
chispas de distintos colores y una estela blanco-rojiza, que cubría a otros 7 u 8 cuerpos de
menor tamañ o”. En esos momentos, la señora de Aciar, que viajaba en automóvil con su
esposo (vinculado a una conocida firma avícola), sufrió una aguda crisis nerviosa.
Lo propio ocurrió con Amanda Clemenzoni (Chascomús, 10-1-66), Mabel Luis (Bahía
Blanca, 12-9-68) y Marta Mena (San Fernando, 4,7,68). Las tres iban en automóvil y la última,
además, se desmayó.
Pareciera que el estar encerrado en un vehículo tuviera algo que ver con este tipo de
efecto, pues desde una lancha (Los Molinos, 13-5-62) la señorita Lirozzi soportó iguales
consecuencias. Sin embargo, el producirse la explosión de Laguna Paiva (23-6-68), la
damnificada, Beatriz Fernández, se hallaba al aire libre.
EL DESCANSO
Un grupo de maestros y estudiantes del Instituto del Profesorado Juan XXIII, que el
17-8-68 viajaba en ómnibus alrededor de las 20 hs., a 8 km de Viedma (Río Negro), distinguió
en la atmósfera una escuadrilla compuesta por objetos negros, alargados, con una prominencia
en la parte media superior, los que iban rodeados de una luminosidad anaranjada. Volaban en
posiciones distintas, hasta que en un momento dado parecieron fusionarse en una sola masa,
siguiendo su derrotero hacia el Norte. Como consecuencia de dicha observación, varios
jóvenes no pudieron dormir esa noche, y una señorita debió ser abofeteada para sustraerla de
un creciente estado de crispación nerviosa y tensa excitación.
En San Juan, aquel 16-11-68, la familia González Aubone percibió, desde el barrio
Trinidad, hacia las 2.50 hs., raros objetos celestes que se desplazaban a regular altura rumbo al
sur. Sus integrantes confesarían luego que “eso fue motivo para que el insomnio se apoderara
de nosotros”. Lo mismo le ocurrió a la Sra. Brizuela de García en Los Cigarrales, donde la
impresión recibida le produjo tal desasosiego que ya no pudo volver a conciliar el sueño.
Para los enfermos mentales del Hospital Neuropsiquiátrico de Mendoza, por en
contrario, el incidente del 22-7-68 sirvió de calmante. Inquietos, siempre se levantaban a la
noche para beber agua o ir al baño. En esa oportunidad, sin embargo, durmieron plácidamente
hasta las 9 de la mañana.
Atilio Brunelli, que a diferencia del caso anterior tiene sus facultades mentales en
orden, iba en automóvil el 15-8-72 cuando, cerca de Arroyito (Córdoba), una luz intensamente
blanca le hizo ver una “nube muy baja” en medio de un cielo totalmente estrellado y enseguida
un “tren detenido”, donde no había vías. De momento, esas circunstancias insólitas no le
asombraron, pues, como confesaría más tarde, estaba “embargado por una extrañ a paz y
tranquilidad incomparables”.
TEMPERATURA
CEGUERA
DESGANO
DOLOR, DEBILIDAD
En Beccar, el 4-7-68, Hugo Valente se hallaba parado junto a la ventana del comedor y
su esposa, María, planchando en la cocina. De pronto las luces de la casa comenzaron a titilar,
al tiempo que un extraño zumbido les provocaba fuerte dolor de oídos. Corrieron ambos hacia
afuera, alcanzando a ver un OVNI que desaparecía hacia el Este, en medio de un violento
fulgor.
El 28-6-72 sobrevoló Mendoza una nave desconocida, redonda y luminosa: Un
matrimonio que viajaba en coche por las afueras de la ciudad, al percibirla a una distancia
relativamente corta, sintió un intenso dolor en la nuca, a la par que una sensación
desagradable.
En mayo de 1968, un camionero avanzaba con su rodado por la ruta a Mar del Plata,
cuando advirtió una “nube extraña” a su frente, mientras se detenía el motor. Cuando bajó
tratando de establecer el origen del desperfecto, se apoderó de él una manifiesta debilidad,
debiendo apoyarse en el vehículo para no caer. Superando en parte el malestar general que
sentía, logró poner en marcha su camión y llegó hasta Maipú, donde se hizo atender en el
hospital de la calle Lavalle, dato confirmado por la administradora, Srta. Etchelet, y la auxiliar
Emilce Artimaño.
El niño Rodolfo Paz (7 años) vio, el 7-8-69, un raro aparato con forma de platillo, que
pasó por el aire “a la altura de los cables de la luz”. Como consecuencia de ello se negó a
comer y a tal punto llegó su inapetencia que, debilitado ostensiblemente, debió permanecer
una semana . en cama, bajo severo control médico. Este hecho ocurrió en Olavarría:
PARÁLISIS
El 22-7-69, el canillita Agustín Caldés (30 años) se dirigía, a las 6 de la mañana, desde
El Sifón al Ingenio La Fronterita (Tucumán), cua ndo una gran luz llamó su atención. La
producía una aeronave de forma redondeada y gran ta maño, con ventanillas cuadradas en su
parte media, que giraba como un trompo mientras despedía intenso fulgor celeste. Sintió
entonces que no podía moverse y le temblaron las piernas. El OVNI se fue alejando con rumbo
Norte, dejando tras de sí una estela luminosa. ¿Sintió miedo? Muy probablemente, pero
aquella inmovilidad no es cas ual, como lo demuestran otros casos, como el de Villa Rozas
(19-7-65). En tal oportunidad dijo una de las testigos, Telma Lacher: “Quedamos
incomprensiblemente estáticas, como si tal objeto tuviera un poder especial”
En Salta, el 12-7-68, la ex directora de escuela Elisa Medina de Aragón, que había
salido para el almacén junto con su hija, sintió de pronto un ruido inexplicable que la hizo
mirar hacia arriba, notando entonces cómo un rayo potentísim o de luz dejaba completamente
blanco el ambiente. Ambas comenzaron a gritar, pero una fuerza extraña las inmovilizó,
sintiéndose “como pegadas al piso”.
QUEMADURAS
El 4-7-68 en Villa Domínguez (Entre Ríos), el agricultor Omar Severino Ravín (34
años, ca sado), divisó desde el interior de la cocina de su casa un objeto volador desconocido,
en imprevista evolución; de forma circular, de spedía luces verde-rojizas, mientras producía un
zumbido semejante al de los motores a reacció n. Salió entonces a contemplarlo más de cerca,
cuando al verse envuelto en una atmósfera extraña instintivamente adelantó los brazos en
actitud defensiva: Notó entonces que sus manos “se congelaban”. El OVNI se alejó, y al
mirarse las palmas, advirtió asombrado que estaban manchadas de negro, despidiendo un
“fuerte olor a madera quema da”. Presa de honda crisis nerviosa fue conducido, poco después,
hasta el hospital zonal. El facultativo que lo atendió debió lavar intensamente las manos del
paciente, pues. presentaban “manchas producidas, al parecer,. por una substancia resinosa”.
El 5-12-67, en el Hospital Italiano de Santa Fe, donde se encontraba internado, fallecía
Guillermo Schmidhalter, de 52 años, quien el 28 del mes anterior, mientras pescaba en la
laguna Bedetti, había sido halla do con quemaduras de tercer grado. En un primer momento se
pensó que pudo haber recibido una descarga eléctrica de los cables de alta tensión que pasan
por el lugar; sin embargo, pudo establecerse que no fue así, pues no había cable alguno
averiado. Schmidhalter murió sin prestar declaración. ¿Habrá, pues, que buscar en la excesiva
proximidad de un OVNI, con sus quemantes rayos; el motivo de este extrañísimo suceso?
EFECTOS COMBINADOS
Animales
Vegetales
PLANTAS, HIERBA
HONGOS
Los elementos
TIERRA
AGUA
El año 1968 fue, quizás, el tope en apariciones de OVNI y hechos extraños. Entre
éstos, hay que anotar el del 17 de julio en Mar del Plata, cuando por causas desconocidas, el
mar socavó en profundidad más de 1 m de arena, en un ancho de 50 metros, en la playa
ubicada entre la rambla Casino y el hotel Provincial.
Al producirse el notable descenso de las aguas, quedaron al descubie rto restos de una
submuración que correspondía al sector final de la rambla demolida más de treinta años atrás.
Este rarísimo fenómeno no fue debido, como se pensó en principio, a la marca baja. El
mareógrafo del Servicio de Hidrografía Naval de la Secretaría de Marina señaló que la más
baja marea del mes, se había producido el día 12 a la 1 h.; fue “menos 14 escala 1.16, que
corresponde a menos 22 escala real o efectivo menos 20, es decir, unos cm de marea bajo
cero”. El día 17, por el contrario, la marca fue positiva; “siempre sobre cero, vale decir,
normal”.
Once días más tarde, en el puerto de Bahía Blanca, el barco de bandera inglesa London
Valour había completado una carga de cereales destinados a Rusia, y pasó del Sitio 20 al Sitio
3 del muelle de hie rro, empleado para el abastecimiento de combustibles, maniobra para la
cual es utilizado un guinche de siete toneladas, de donde pende -fuertemente sostenida- la
manguera conectada al depósito. De improviso, el vapor se desplazó hacia el centro del acceso
y cortó las amarras que lo unían al muelle, girando sobre su anda: La manguera no pudo ser
desenganchada y el navío arrastró tras de sí a la grúa, que salió de sus carriles y cayó
estrepitosamente al agua, desapareciendo totalmente. En tal circunstancia, cedió por último la
manguera. El buque, así liberado, fue a tocar el muelle del lado opuesto, donde levantó
algunas maderas ocasionando perjuicios en su estructura: Por suerte, el operario que atendía la
maniobra consiguió, a tiempo, saltar a tierra.
Las aguas tienen en el lugar seis metr os de profundidad. La causa del inusitado
accidente fue la excepcionalmente brusca bajante de su nivel, pues llegó a más de dos pies
bajo cero, siendo el normal de un pie sobre cero.
¿Qué misteriosas fuerzas hicieron posible fenómenos de tal naturaleza, al margen de
toda lógica? ¿Qué fue lo que absorbió de golpe semejante cantidad de líquido elemento?
Acotemos que tanto Mar del Plata como Bahía Blanca constituyen puntos clave s para los
OVNI, a juzgar por la frecuencia de sus incursiones.
En el incidente de Loma Atravesada, llamó la atenció n que contrastando con las.
adyacencias inmediatas, donde la tierra estaba totalmente mojada. por las precipitaciones
estivales, allí el piso se hallara seco. Los investigadores estimaron que ello se había producido
en razón de que la tierra, en las marcas, se encontraba calcinada y el agua de las lluvias se
había absorbido, evaporándose más rápidamente.
Durante la primavera de 1958, el ingeniero E. B. se encontraba de cacería con unos
amigos hacia el sur de Mar de Ajó (Bs. As.). En eso, dos esferas opacas de unos 70 cm de
diámetro, en las cuales se notaban pequeños círculos iluminados, avanzaron silenciosamente a
paso de hombre cerca del suelo. Al hacerlo sobre un pequeño arroyo, se formaron burbujas en
el agua, como si ésta se hubiese pue sto a hervir.
Objetos diversos
Cuando aquellas esferas de Mar de Ajó enfrentaron una cerca, los testigos observaron’
que los alambres de la misma se pusieron al rojo, brillando intensamente con sorprendente
luminosidad. (Incidente detallado por el Sr. Américo Barrios en su serie Extraño, muy extraño,
publicada en Crónica.)
En Parque Leloir (Bs. As.), el Sr. Armentano alcanzó a ver el despegue de una
máquina celestosa: Desde la heladera de su casa partieron chispas, y los barrotes de hierro de
las camas parecieron electrizarse.
Uno de los integrantes del conjunto Las voces de Huayra, el joven Juan Frank, fue
despertado a las 5 hs. por un agudo silbido (Salta, 15-7-68). Asomándose a la puerta pudo
comprobar que el mismo provenía de un cuerpo luminoso, en movimiento por la atmósfera. Al
regresar al interior de la finca advirtió que los muebles y demás objetos existentes habían
adquirido notable fosforescencia.
El “sombrero” color aluminio brillante que alcanzó a posarse en el patio de 200 m 2 que
posee el Hospital Neuropsiquiátrico de Mendoza, provocó dolor de oídos, irritación en la vista,
parálisis transitoria y quemaduras en el rostro, manos y gorro que llevaba puesto, a la
enfermera Adela Casalvieri de Panassit ti, motivando la intervención de varios organismos
gubernamentales. Miembros de la Comisión Nacional de Energía Atómica hicieron funcionar
un contador Geiger, comprobándose que en el lugar del fenómeno había radioactividad básica.
El reloj de la testigo pr incipal, que quedó detenido a la 1.30 hs, también tenía radiación, al
igual que sus anillos. (La repercusión del singular episodio llegó hasta Francia. La revista
especializada Lumières dans la nuit -fundada por el investigador R. Veillith, con quien
colabora estrechamente F. Lagarde- le dedicó tres paginas de su número 107 (agosto-1970)).
La misma Comisión, que intervino en el incidente santafecino del 11-9-67, pudo
constatar similar efecto. Los cardos, y pastos quemados o semiquemados, así como las
alambr adas que rodeaban el lugar, contenían radioactividad.
En el caso de San Jerónimo, su principal protagonista, el tambero Spina, al narrar el
hecho en la fábrica donde entregaba la leche y a sus amigos y familiares, fue objeto de pullas,
por lo que decidió silenciarlo. No obstante, quince días después el episodio llegó a oídos del
Sr. Ciriaco Aquilli, gracias a cuya diligencia pudo ser investigado. Pese al tiempo transcurrido,
al aproximarse Aquilli en automóvil para efectuar la primera indagación, estando muy
próximo al lugar, el receptor del vehículo dejó de funcionar; esta circunstancia -dedujeron los
entendidos - “pudo denunciar la presencia de radioactividad”.
Vehículos a motor
Aparatos sensibles
Plantas energéticas
Entre las 15.28 y las 16.50 hs del 26 de diciembre de 1965, quedaron imprevistamente
sin energía eléctrica la Capital Federal y grandes zonas del conurbano bonaerense, incluida La
Plata: En algunos sectores, el corte se prolongó. hasta las 22 hs.
Así, una población estimada en mas de siete millones de almas experimentó
inconvenientes diversos. Los transpor tes que dependían de la electricidad para su fuerza
motriz se paralizaron; en hospitales donde se efectuaban operaciones de urgencia se salvó la
angustiosa situación mediante usinas-parque del cuerpo de bomberos; faltó el agua; quedó
gente encerrada en los ascensores; los cinematógrafos suspendieron sus funciones, y se
interrumpieron los programas radiales y televisivos.
Recién a las 20 hs. se dió una explicación oficial. E l contraalmirante (RE) Pedro
Favarón, vicepresidente de SEGBA, aclaró que no habla existido accidente alguno en las
centrales y que no se atribuía el corte a actos de sabotaje. Informó en cambio que habíanse
localizado tres fallas simult áneas en una línea de alta tensión entre Zárate y Moreno, otra entre
Edison y Benavídez, y un serio deterioro en un transformador de alta tensión de Dock Sur,
averías que impidieron el funcionamiento de los generadores.
Precisamente para esa fecha, desde L omas de Zamora (partido del gran Buenos Aires
situado a un paso de la metrópoli y también afectado por el apagón), entre las 20 y 21 hs. un
Suboficial del Ejército testimonió la presencia del OVNI en la atmósfera: En efecto: el
sargento ayudante Gastón Za lazar, con la colaboración del profesional Juan Carlos Sánchez
Boado y la presencia de numerosos curiosos, obtuvo varias fotografías. Lo hizo al observar el
desplazamiento -a una altura imprecisable- de un cuerpo “con el tamaño aparente de una
estrella de primera magnitud, que destellaba luces rojas”, el que había estado efectuando
maniobras insólitas por el espacio durante varios minutos.
Las placas revelaron, al efectuarse una exposición prolongada, el zigzagueante
recorrido, no solamente del objeto visualizado, sino de muchos otros que los testigos no
habían advertido. Ello constituye la irrefutable prueba de que la zona afectada por el grave
suceso fue sobrevolada por objetos voladores no identificados.
Aparte del porteño, otros muchos grandes apagones se registraron en el mundo para
esa época, coincidiendo con “la cola” de la oleada mundial de OVNI. Simultáneamente con
los inesperados cortes de fluido eléctrico se advirtieron las extrañas presencias evolucionando
en las zonas afectadas, y en algunos casos , sobrevolando inclusive las líneas de alta tensión.
Los principales incidentes de este género fueron los siguientes: N.E. de EE.UU.,
teniendo como centro a N York y abarcando 200.000 km 2, 9 estados y 30.000.000 de personas,
más el Sur de Canadá; duró desde las 17.27 del día 9-11 hasta las 5.28 del día 10. Día 10 a la
noche : N York y 9 ciudades del Norte, durante 19 minutos. Día 14-11: Londres (Inglaterra).
16-11: Río de Janeiro (Brasil) , 20.40 a 22.07 hs. 22-11: Río de Janeiro y San Pablo (Brasil) .
26-11: St. Paul (E E UU). 27-11: México. 30-11: La Plata (Argentina). 2-12: Texas y Nueva
México (EE.UU.). 4-12: Centro de Investigaciones Atómicas de Alamo Gordo, Oeste de
Texas y Sur de Nueva México (EE.UU.); en Europa: sector oriental de Holanda , zonas de
Italia y Bélgica. 6-12:seis condados de Texas. 26-12: Buenos Aires y zona suburbana
(Argentina) y Montevideo (Uruguay). Y 9-1-66: Sur de Italia y Bruselas (Bélgica).
¡Nunca tantos inconvenientes en los servicios eléctricos a escala mundial en tan poco
tiempo -solamente un par de meses- ni tampoco tantos avistajes de misteriosos objetos
celestes! Como dice Brad Steiger: “Si, o como muchos creen, los OVNI son los responsables
de la falta de corriente, es la oleada de apagones una prueba de potencia o simplemente una
manera de decir: ‘Hola. ¡Comiencen a tomarnos en serio!’” (Forasteros del espacio , pág. 188.)
Seis años más tarde, el 15-2-72, una “falla intempestiva” en el circuito de excitación
del turbogenerador Nº 8 de la Central de Puerto Nuevo, produjo un hecho similar que abarcó
la Capital Federal, llegando hasta Escobar (N.O .) y Quilmes (S.) en el gran Buenos Aires y se
prolongó entre las 21.45 y las 23.00 hs. Numerosas llamadas a las redacciones de los diarios
informaron, durante el apagón sobre el vuelo de un artefacto luminoso, que tenía la forma de
“dos platos superpuestos”.
Otros hechos análogos se sucedieron a lo largo y a lo ancho de la República en
distintas oportunidades con carbonización de transformadores, fallas en los interruptores,
desconexión de generadores, quema de fusibles, averías simultáneas. Y todo imprevistamente,
cual si una fuente de energía mucho más poderosa provocara de pronto el caos.
En octubre de 1974, por ejemplo,. resultó afectada Córdoba: Ocurrió cuando el
consumo eléctrico era elevado debido a la transmisión en directo y simultáneo del partido de
fútbol entre Independiente y Sao Paulo, por la copa Libertadores de América.
Coincidentemente, surcaron el firmamento, que estaba despejado, “varios puntos luminosos”,
desplazándose velozmente en dirección Suroeste, hacia la provincia de La Rioja. Las fuentes
aeronáuticas consultadas no pudieron establecer qué era esa presencia celeste.
Cuarenta y ocho horas después, la Empresa Provincial de Energía emitió un
comunicado en el que expresaba : “EPEC informa que a las 22.10 del día 16 del corriente, en
circunstancias en que la prestación se realizaba normalmente, intempestivamente se produjo la
interrupción del servicio en las líneas de 132.000 voltios que, en el centro generador Pilar,
unen dicha central con las ciudades de Córdoba y Villa María”. Luego de indicar que el corte
fue simultáneo, destacaba que la salida de dos grupos generadores importantes (33 y 15 Mw)
significó la sobrecarga de los grupos en servicio, produciéndose su salida en forma escalonada
y afectando a la mayor parte de la provincia. El suministro recién comenzó a ser restablecido a
las 22.45 hs.
Respecto de las causas originales, decía el comunicado: “No ha sido posible determinar
las presumibles fallas de aislación de las líneas citadas en primer término y que motivaron el
accionamiento de sus protecciones, habiéndose procedido a verificar por parte de la Empresa
el estado de las mismas, SIN QUE SE HAYA OBSERVADO HASTA AHORA NINGUNA
ANORMA LIDAD”.
CAPÍTULO IV
Algunos testimonios
Submarinos enigmáticos
Reconocimiento oficial
Opiniones
Distintos especialistas se han referido a los OMNI. El señor Cristian Vogt dijo en el
año 1960: “A no pocas personas ha llamado la atención que cada vez que se anuncia la
aparición de OVNI se habla de la localización de un submarino. Hay quienes se inclinan a
creer que esta simultaneidad no es casual”. Agregó a continuación que los platos voladores
tendrían estructura anfibia, es decir, que “se trasladarían por el aire para luego sumergirse en
las aguas cuando lo creyese oportuno el piloto o como una defensa en caso de ataque. Esta
teoría, que puede ser aceptable en un razonamiento lógico (más todavía cuando se conocen los
progresos alcanzados por la astronáutica), explicaría lo ocurrido en el Atlántico Sur.
Un miembro de la Asociación Universal Metapsíquica, el señor Agapito Millán, se
inclinó por la misma hipótesis anterio r, afirmando: “No han sido submarinos los artefactos que
han operado en el Golfo Nuevo, aunque tengan una similitud estructural, sino artefactos
invulnerables por hallarse rodeados de un ultrapotente campo magnético repulsivo”. Afirmó
también su procedencia extraterrestre, basándose en que ellos burlaron repetidamente todas las
prevenciones adoptadas por las fuerzas aeronavales.
Tres puntos aparentemente objetables para la hipóte sis sustentada son: a) la existencia
de periscopios, b) las manchas de “aceite o pe tróleo”, y c) la intermitente captación por radar.
Frank Edwards dedicó varias páginas de su libro Más extraño que la ciencia a describir
raros objetos voladores, de tono oscuro, con “perfil similar a la torre de comando de un
submarino”, de manera que es un hecho relativamente común la existencia de periscopios en
su estructura. En cuanto a la aureola que rodea a los OVNI, constituye ya casi una regla en
ellos, sobre todo de noche, cuando la misma impide determinar con exactitud su
conformación. Cuanto más podrán hacerlo en el mar, simulando hallarse averiados. Por fin,
Edward J. Ruppelt, oficial de informaciones del Air Technical Intelligence Center (ATIC),
narró en The Report on Unídentified Flying Objects, incidentes en que los objetos se dejaban
captar o no según “su” voluntad, y a veces hasta interferían ex profeso los impulsos del radar.
En setiembre de 1968, auspiciado por la Universidad Argentina John F. Kennedy y la
Asociación Argentina. de Psic osíntesis, bajo la dirección del Dr. Juan Aleandri se llevó a cabo
el “primer seminario de estudio integral. del fenómeno OVNI”, oportunidad en la que concretó
entre otros puntos, que se trata de elementos “aéreos, acuáticos y subácueos”.
El investigador español Sr. Antonio Ribera se pregunta en El gran enigma de los
platillos volantes si tendrán bases submarinas en nuestro planeta los objetos no identificados,
respondiéndose: “Recuérdese que los mares y océanos cubren las tres cuartas partes,
aproximadamente, de la superficie del globo: el 71 % para ser más exactos, y que su
profundidad media es casi de 4.000 metros. Si traducimos esa cifra en kilómetros cúbicos,
obtendremos una cantidad verdaderamente aterradora: cerca de 1.300 millones de kilómetros
cúbicos de agua. Constituye, por lo tanto, un escondrijo ideal que sólo ahora comienza
tímidamente a ser explorado. Un visitante interplanetario que arribase a nuestro mundo desde
el espacio exterior, no lo bautizaría Tierra, sino Mar”.
Con motivo de la. máquina que por muchos días preocupó al gobierno noruego en
noviembre de 1972 al operar en el fiordo de Sogne, el escritor franc és Jimmy Guie u, autor de
Black -Out sur les Soucoupes Volantes declaró “No es un submarino. Es un artefacto espacial
que nosotros los expertos en vehículos cósmicos, conocemos con el nombre de plato volador
sumergible. Esa máquina tal como otras miles que han llegado en los últimos veintic inco años
procede de uno de los sistemas solares de nuestra Galaxia . Estos miste riosos objetos tienen
bases operativas en el Atlá ntico fre nte a las costas de Argentina y en las cercanías de las Islas
Canarias, así como también en las inmediaciones de las naciones nórdicas ”.
Un importa nte testigo argentino, el Sr. Vicente Bordolli, cree con certeza que una base
de OMNI está ubicada en e l golfo San Matías y otra en el golfo Nuevo, su vecino inmediato
hacia el Sur. Expresa que “allí existen dos corrientes marítimas de diferentes niveles,
adecuadas por su naturaleza para la instalación y funcionamiento de grandes turbinas. Lo que
expongo -agrega- no es nuevo. Ya se ha hablado en otras oportunidades de estas posibilidades
técnicas y algunas otras. Además, por observaciones efectuadas en el terreno, pienso que
ambos golfos están unidos por debajo de la península de Valdés, es decir, por el lecho
submarino; esto expli caría, quizás, el origen y naturaleza de las dos corrientes”. Al hacer
referencia a los muchos naufragios que ocurren en la zona, manifiesta que “no dejan jamás un
solo rastro, ni siquiera un mísero pedazo de madera, lo que significa entonces que algo que no
conocemos -misterioso y terrible- los origina o provoca desde las profundidades submarinas”.
Para la Sociedad Investigadora de Fenómenos Insólitos, que bajo la dirección del Sr.
Antonio Las Heras (h) concluyó en setiembre de 1973 una labor investigadora sobre el
particular, existen un par de bases de OMNI cerca de las desoladas costas patagónicas. Las
mismas se ubicarían en los golfos San Matías y San Jorge, agregando que diseminadas por el
globo existen otras, resultando “claros ejemplos” el triángulo mortal de las Bermudas y el
golfo de Persia.
CAPÍTULO V
REDES ORTOTÉNICAS
De una manera general se ha aceptado que las visitas de los OVNI se producen cada
dos años y dos meses, valor que corresponde al período de aproximación de Marte; entonces
decimos que ha llegado una “oleada” de platillos. Esta curva de frecuencia, aunque limitada a
una determinada región del planeta, provoca también un aumento de casos en otras zonas, a
veces muy apartadas del epicentro. Existe, además, una variación temporal que se manifiesta
por la aparición de crestas sobre las mencionadas oleadas.
Se pregunta Jacques Vallée en Fenómenos insólitos del espacio : “Si se admite el hecho
de que existe una correlación cuya naturaleza no sólo es matemática sino física, entre Marte y
los datos que poseemos, ¿cómo, entonces, interpretarla? ”. Podrían ser marcianos o seres de
otros planetas operando desde allí. Aparentemente, la coincidencia de las apariciones con la
oposición del mencionado astro ha perdido, últimamente, parte de su valor. Si se trata ra de
humanoides operando desde el planeta rojo es posible que, enterados de nuestros intentos de
exploración espacial, ellos cambiaran de base.
No deja de llamar la atención que los testimonios que llegan a conocimiento público
sean, en su enorme mayoría, de origen americano y eur opeo. No significa esto que continentes
enteros como Asia y África hayan sido soslayados; los estudiosos a escala mundial saben que
también allí hubo oleadas, aunque su detalle sea poco conocido.
En la República Argentina los períodos más importantes fueron los correspondientes a
1962, 1965 y 1968, como vemos, con tres años de diferencia entre ellos. En cuanto a los sitios
más “visitados”, se observa el mismo fenómeno anterior : parece normal que a mayor densidad
de población se denuncie mayor cantidad de incidentes, mientras que en regiones poco
pobladas y de precarios medios de comunicación ocurra lo contrario; los casos más
interesantes se han desarrollado, sin embargo, en sitios poco frecuentados. Destaquemos que
hay puntos que aparentan verdaderas bases de OVNI, como Bahía Blanca, estribaciones de la
Sierras Grandes (Córdoba) y la zona de El Infiernillo (entre Salta y T ucumán).
El período de mayor actividad es el que comienza a fines del mes de mayo y termina a
principios de agosto. Lo cual tiene su importancia, pues corresponde a la temporada invernal
y, por una cuestión de lógica resulta menor la cantidad de testigos potenciales; ello en
conocimiento de que la gran mayoría de las apariciones se producen en horas de la noche.
El Dr. Oscar Galíndez, tal vez la opinión nacional más actualizada sobre el problema,
valiéndose de los mismos esquemas adelantados por investigadores europeos, ha efectuado un
análisis de las tendencias por jornada en Argentina: el tope máximo corresponde a la noche del
lunes-martes (17,5 %), mientras que el mínimo es compartido por las del martes-miércoles y
viernes-sábado (con un 12,0 %). Destaca, así, la comprobación de que los fines de semana no
capitalizan la mayoría de las observaciones. “El fenómeno -expresa- no es la resultante de
espíritus alegres sobreexcedidos en sus dosis alcohólicas. ”
El ingeniero Enrique Ferraz, profesor de la Universidad del Sur y presidente del Centro
Astronómico de Bahía Blanca, expuso una interesante teoría sobre. el pasaje de los raros
objetos, la que recogió oportunamente el periodismo y a continuación transcribimos:
“La prolongación imaginaria de las apariciones producidas en Europa, desemboca en
nuestro país. El hecho de que se produzcan tantos sucesos de esa naturaleza en nuestra
Patagonia ha comenzado a ser científicamente explicable. La primera consideración de
importancia es la de observar que nuestra latitud se extiende hasta el propio polo. Pensamos
que vuelan por este itinerario. deliberadamente porque en él encuentran el mejor lugar de
salida de la órbita terrestre. ¿Por qué? Porque recientes descubrimientos practicados con el
lanzamiento de satélites tienden a demostrar que el cinturón de Van Hallen -de tremenda
radioactividad- constituiría las líneas de fuerza del formidable imán que es la Tierra. Entonces,
en los polos residirían zonas de rápido cruce, donde se aminoran los efectos del campo
magnético. Y allí, donde también se atenúan las consecuencias de la fuerza de gravedad,
estaría el mejor punto de salida para abandonar la Tierra en vuelos interplanetarios”
El señor Ariel Ciro Rietti, aviador civil, fundador de la Comisión Observadora de
Objetos Voladores No Identificados e inventor de un detector de platillos, ha manifestado
refiriéndose al recorrido de éstos, que “siguen un imaginario periplo: desde el Polo Sur toca
Bahía Blanca, pasa luego por San Luis y Córdoba, y sale del país hacia el Norte por Salta”.
¿Qué significa esta ruta aérea que menciona el experto argentino, u otras como la que al
parecer recorre la Cordillera de los Andes o por el Este sigue el curso del río Paraná para
internarse por Misiones al Brasil? Veamos: En ocasión de la oleada francesa de 1954, el
matemático Aimé Michel, luego de examinar pacientemente las pruebas, descubrió “algo que
escapa a la certidumbre de los testimonios humanos, y puede ser estudiado, controlado,
discutido según los estrictos métodos de la ciencia ”. Se refería a la Ortotenia.
Y es que en las jornadas de intenso quehacer de los OVNI, salvo de vez en cuando
algún punto “virgiliano”, todos los demás sitios de avistaje pueden unirse por medio de rectas,
alineando de tal manera tres o más puntos. Michel comprobó la imposibilidad de que ello
fuera producto del azar, respondiendo por el contrario esa característica a un deliberado
propósito, aunque ignoremos cuál.
Calcula un margen de error debido al alejamiento del objeto que se supone real, en tres
o cuatro kilómetros por un lado y otro de los observadores. Tomando la cifra superior de
cuatro, da un área de ocho kilómetros. Expresa entonces: “Las observaciones se suceden a lo
largo de la línea sin ningún orden, ni cronológico ni topológico, aparente, y el único orden que
se comprueba es la presencia. de los puntos en una por ción de superficie determinada del área
de dispersión aleatoria, el rectángulo alargado”.
En varias jornadas acaecidas dentro de territorio argentino, con el agregado inclusive
de observaciones en países limítrofes, hemos experimentado la eficacia del método ortoténico,
encontrando un orden al comparar avistajes que distan varios centenares de kilómetros en el
espacio y varias horas en el tiempo. Ha dicho el descubridor del sistema, en Los misteriosos
platillos voladores y es verdad, que se siente una suerte de estupor frente a la formación de las
alineaciones, y agrega: “Ese orden, tan evidente como efímero, hace presentir la realidad de un
fenómeno. Se tiene la sensación de tener algo, de poder casi tocarlo con el pensamiento, y esta
sensación multiplica la impaciencia del investigador. ¿De qué se trata? ¿Qué se esconde tras la
ortotenia?”.
PUNTA ALTA
José Carlos García (empleado de la Base Naval de Puerto Belgrano), se dirigía a cazar
junto con tres amigos. El jeep circulaba por la ruta Nº 35 cuando, a las 4.30 hs., un tenue
resplandor, muy visible en la oscuridad reinante, les llamó la atención. “¿Qué pueblo es ese?”,
preguntó uno de los cazadores. García, conocedor de la zona, le comunicó la imposibilidad de
que allí hubiera algún caserío, y a partir de ese momento, una mezcla de curiosidad y miedo
invadió a los cuatro. Más aún al ver que subiendo por sobre la elevación del terreno, ¡era un
OVNI el productor de aquella luminosidad! Se trataba de un objeto de luz centelleante, “como
de mercurio”, que efectuaba alternados ascensos y descensos, dándose cuenta los testigos, por
la existencia de arboledas que rodeaban el camino, de que volaba a ras del suelo.
En un momento determinado, del objeto partieron otros dos, que en ascenso vertical
pronto se confundieron con las estrellas, pero el artefacto original siguió volando un poco
delante del jeep y lanzando un fulgor tan deslumbrante que los pasajeros podían ver como a
plena luz solar. Durante ocho minutos, ya repuestos de la primera impresión, trataron
vanamente de dar alcance a “la cosa”, que finalmente cobró altura y desapareció.
ANCÓN
Néstor Dellasala, joven obrero residente en Pehuajó, viajaba en camioneta junto a los
hermanos Possamai y un menor de apellido Celis. Habían pasado la localidad de Pedro
Gamen, cuando a corta distancia del punto señalado en primer término, Dellasala, que iba en
la parte posterior, advirtió que, con rumbo Este-Oeste, avanzaba un objeto de brillante
luminosidad. Hizo detener el vehículo y advirtió a sus compañeros. Entonces todos
presenciaron su paso: tenía forma de cono muy pronunciado y destellaba luces violetas, rojas y
azules. La estela que dejaba, que parecía ser el escape de la nave, formaba pequeños grupos,
como una sucesión de puntos.
Al ser sobrevolados, los testigos notaron que no se trataba de un solo artefacto sino de
dos juntos. La altura que llevaban, unos 500 metros, fue calculada por uno de los hermanos
Possamai, acostumbrado a medir las distancias por sus actividades en el aeródromo de
Pehuajó. Ambos OVNI llevaban rumbo ascendente e iban aumentando considerablemente su
velocidad. ‘El espectáculo fue calificado como “impresionante y hermoso”.
LEANDRO N. ALEM
BANDERALÓ
MAYOR BURATOVICH
AMEGHINO
BAHÍA BLANCA
2) PROVINCIA DE CÓRDOBA
ONCATIVO
Las señoritas Yolanda y Miriam Curia viajaban en automóvil desde Rosario a la ciudad
de Córdoba. Eran las 4.30 cuando vieron correr por el firmame nto, a regular altura, un extraño
cuerpo volador de forma alargada, y poderosamente iluminado en matices rojos, amarillos y
verdes. Momentos después, imprevistamente, notaron que la. zona se cubría de niebla y
advirtieron, cerca de la ruta y un tanto disimulada por algunos árboles, una especie de “casita
maravillosa”, provista de luces dispuestas en forma de flechas, de los mismos colores que
antes habían notado en el objeto volador.
ALTA GRACIA
Desde una estación de servicio, un vecino informó telefónic amente a la policía que
acababa de ver, a una hora coincidente con la de la observación anteriormente descripta, un
cuerpo extraño que en medio de un gran resplandor celeste se desplazaba a baja altura, en
dirección al dique Los Molinos.
Un taxista que regresaba por el camino que une ambas localidades denunció,
asimismo, la presencia de OVNI.
3) PROVINCIA DE LA PAMPA
LA ARAÑA
En este paraje, ubicado 40 km al Oeste de Santa Rosa, los asistentes a una reunión
advirtieron, a distancia relativamente corta, una potente luz blanca posada en tierra; se
acercaron entonces al lugar, pero en esos momentos el artefacto que la producía comenzó a
elevarse, seguido de varios objetos similares que antes no habían sido percibidos, los que
parecían girar sobre sí mismos.
4) PROVINCIA DE MENDOZA
CIUDAD DE MENDOZA
Hacia las 4.15 ha. llamó la atención de muchas personas (entre ellas Sauro Montaño,
Antonio Cabezas y Alberto Ruiz), percibir una “especie de globo grande”, que a una altura de
aproximadamente 200 metros, parecía lanzar chorros de fuego mientras despidió, uno a uno,
no menos de quince objetos pequeños. Eran de color rojo subido en su núcleo y verde azulado
en la estela. Solos o en grupo, se fueron alejando en distintas direcciones.
POCITO
6) PROVINCIA DE CATAMARCA
CHUMBICHA
CARRANZA
7) PROVINCIA DE LA RIOJA
LA PUERTA
En este paraje, ubicado a sólo 15 km de la ciudad capital, el Sr. Raúl Díaz contempló
desde regular distancia un OVNI veloz, de colores rojo y amarillo, que se hallaba rodeado de
una intensa aureola refulgente. Varios cazadores de la región fueron, igualmente, testigos del
fenómeno.
8) REPÚBLICA DE CHILE
SANTIAGO
El trazado ortoténico
Según el método de Michel, las mismas alineaciones pueden ser servidas por objetos
diferentes y a horas cuya sucesión nada tiene que ver con el sentido de su desplazamiento,
dentro de los límites aproximativos del día solar. En la jornada descripta, en un mapa donde 1
centímetro corresponde a 20 kilómetros, ubicamos cincuenta alineaciones. La mayor de ellas
(Santiago de Chile, El Nihuil, Mayor Buratovich) mide 961,60 km. La capital del país
trasandino, donde evolucionaron veinte objetos, es, coincidentemente, la cima más importante
con ocho radios. Una de las rectas une seis puntos (Malargüe, Tunuyán, Godoy Cruz,
Mendoza, Pocito, San Juan); otra cinco (Anchoris, Rivadavia, Villa Dolores, Los Molinos,
Alta Gracia); hay ocho rectas de cuatro puntos y cuarenta de tres.
Tal vez por la hora inapropiada para la observación masiva, no se denunciaron casos en
San Luis, provincia que ocupa el sector central de la “zona de operaciones”, surcada por
catorce rectas.
Y consignemos otro hecho extraordinario: EXACTAMENTE DOS AÑ0S ANTES,
ESTO ES EL 13 DE MAYO DE 1960, SE HABÍAN DENUNCIADO EN BRASIL TREINTA
Y TRES AVISTAJES, QUE ESTUDIADOS POR EL DR. OLAVO FONTES
PRODUJERON ¡TREINTA Y SEIS ALINEACIONES! Una de ellas une cinco puntos; hay
cuatro de cuatro y treinta y una de tres. Las apariciones se sucedieron durante un par de horas,
a partir de las 18, y abarcaron seis estados.
¿Casualidad? No, comprobación científica. Aviso a los ingenuos: no hay casualidades
(Ernesto Sábato).
La comparación de presuntas aeronaves procedentes del espa cio exterior con “platos
voladores”, acarreó a aquellas, en tiempos de Arnold, popularidad y desprestigio repartidos
por partes iguales. Para el día 24 de junio de 1967, agrupaciones de varios países organizaron
una celosa vigilancia de la bóveda celeste, con la esperanza de que al cumplirse veinte años
del incidente de Monte Ranier, tomado por muchos, erróneamente, como fecha inicial de la
manifestación del fenómeno, los extraterrestres efectuaran una demostración espectacular.
Parece absurdo suponer que seres superdesarrollados se molestaran hasta nuestra
atmósfera, simplemente a festejar que a un habitante del planeta Tierra se le hubie ra ocurrido
comparar sus poderosas máquinas espaciales con vulgares elementos de la vajilla doméstica.
Sin embargo, fuere por lo que fuere, al menos en Argentina se produjo, durante esa misteriosa
noche de San Juan, un verdadero “show” estelar.
En aquellos países únicamente se lograron unas pocas observaciones a isladas, mientras
que en la República motivo de esta historia, sin espías apostados estratégicamente, la
población se vio sorprendida -entre las 21.00 y las 22.30 hs.- por un sinnúmero de aeronaves
desconocidas, circulando impunemente sobre diez provincias y el propio distrito federal.
Fueron denunciados cincuenta y un casos, más que la suma de los incidentes revelados
en el resto del año, aunque no se habló de aterrizajes. A esta elevada cifra corresponde,
tomando asimismo en consideración avistajes efectuados desde países vecinos como Paraguay
y Brasil, una intrincada red de líneas ortoténicas.
Se sintetizan a continuación los testimonios más importantes, agrupados por distritos y
países vecinos:
CAPITAL FEDERAL
BUENOS AIRES
Desde Zárate, la Prefectura Nacional Marítima dió cuenta de que a las 22.07 hs. y por
espacio de 1 minuto, fueron avistados objetos voladores “muy luminosos ”, a 10º sobre el
horizonte. Sin mayores detalles se supo de casos denunciados en San Nicolás, Arrecifes,
Pergamino, Junín, Gral. Villegas, Gral. Pinto y 25 de Mayo.
SANTA FE
A las 22.05 hs., se informó por la emisora LT-1O de la ciudad capital sobre el pasaje
S.O.-N.E. de un cuerpo celeste, que iba dejando en pos una estela luminosa diez veces mayor
que su núcleo. También fue avizorado por la tripulación del avión de Aerolíneas Argentinas
que procedente de Mendoza cumplía el vuelo Nº 547. Miembros de la agrupación Galileo
Galilei estimaron en 45º su altitud respecto del horizonte y en 4.000 km p/h. su velocidad; el
Centro de Observadores elevó ésta última a 6.000. Ambas entidades hicieron notar lo
silencioso del desplazamiento, descartando que pudiera tratarse de un cometa, satélite artificial
o meteorito.
Desde la torre de control del aeropuerto de Sauce Viejo destacóse que tenía forma de
cohete y color rojizo; tratábase de un solo vehículo que se dividió en dos partes, que a su vez
despedían chispas por su parte delantera. En cambio, sobre la Base Aérea Militar de
Reconquista se mantuvo estático varios minutos. En San Genaro tenía forma de disco y
desapareció “bruscamente ”. Informóse en Rosario que un plato volador de gran tamaño iba
hacia el S.O.; en forma simultánea las emisiones de las estaciones de radio LT-3 y LT-8, como
así también la de televisión y la de la torre de control del aeropuerto de Fisherton se
perturbaron “totalmente ”. También hubo denuncias desde San Justo y Villa Constitución.
ENTRE RÍOS
La ciudad de Concordia fue sobrevolada por un voluminoso artefacto “iluminado”, que
se dirigía hacia el Norte. Otros sitios de avistaje fueron Gualeguaychú, Concepción del
Uruguay, Villaguay, Federación y Paraná.
CORRIENTES
Desde un avión que estaba por ate rrizar en la pista de Cambá Punta, la tripulación
observó un “espectáculo maravilloso”; una formación de quince objetos voladores
desconocidos se dirigía lentamente hacia el Norte lanzando luces de extraordinario colorido
según el informe del piloto, Sr. Juan C. André, a las autoridades del Aeropuerto. Peritos
aeronáuticos descararon “en absoluto” que se tratara de algún tipo de nave o satélite terrestre.
También fueron percibidos en la propia ciudad capital de provincia. En Santo Tomé,
hallándose en visita de inspección en la Subprefectura el Prefecto de la zona del Alto Uruguay,
surcaron el espacio de S.E. a N.E. entre 8 y 10 platos voladores. Lo hicieron a 5.000 metros de
altura, entre las 22.07 y 22.08 hs. a una distancia calculada en 20 kilómetros. H ubo testigos en
Yapeyú, Paso de los Libres y Monte Caseros.
MISIONES
CHACO
CÓRDOBA
El límpido cielo de la ciudad fue surcado, de Suroeste a Sureste, por un elemento con
forma de cometa o cohete, que tenía “el borde de ataque muy luminoso” e iba dejando tras su
paso una estela clara y brillante. Asimismo, personal del aeropuerto de Pajas Blancas informó
a un matutino local que media hora después, esto es a las 21.30 hs . habíase percibido allí una
rara máquina, confundida en un principio con un avión incendiado. “Estoy seguro de que se
trataba de un plato volador”, fue el comentario final al asombrado periodista.
TUCUMÁN
Juan Carlos Aramayo, conductor del coche Nº 31 de la empresa La Veloz del Norte,
que efectúa el recorrido Tucumán-Salta, al detener la marcha del vehículo en las proximidades
de esta última provincia para controlar el estado de los neumáticos, descubrió, al igual que la
azafata Teresita Solavilla y varios pasajeros, un plato volador. Se encontraban exactamente en
Vipos, y observaron que volaba “a escasa veloc idad, como si hubiese estado siguiendo al
ómnibus”; luego de efectuar algunas evoluciones desapareció tras los cerros próximos,
dejando en el aire una estela que se dividió en dos sectores.
La ciudad capital, Brea Pozo, Campo Gallo, Frías, Herrera, Loreto, Los Telares,
Quebrachos, Suncho Corral y Sumampa, son localidades por cuyo cielo los residentes
percibieron nítidamente las evoluciones de un misterioso objeto volante, que “irradiaba una
luz violácea tan intensa que impedía juzgar su tamaño”. Su rumbo general era Oeste-Noroeste
o Este.
LA PAMPA
Alrededor de las 22 hs. aparecieron en el cielo de Asunción tres grupos de seis OVNI,
llamando la atención por “lo majestuoso del vuelo y perfecta coordinación de las maniobras”.
Desde la torre de control del Aeropuerto Internacional se informó que mientras cruzaban de
Norte a Sur los teletipos quedaron paralizados durante varios minutos, debiendo interrumpirse
las comunicaciones. Media hora antes, una máquina con forma de plato había volado a baja
altura sobre Curuguaty, produciendo una fuerte explosión. Pese a la posterior investigación
por esa región boscosa, no pudo hallarse resto alguno.
EL 4/5-XII-1974
Los platos voladores efectuaron, en la. noche del 4 y madrugada del 5 de diciembre -
entre las 23.40 y 0.10 hs- una visita sideral que abarcó las provincias de Tucumán, Santiago
del Estero, Córdoba, Chaco, Santa Fe, Buenos Aires, Misiones, Corrientes y Entre Ríos, como
así también un par de localidades de la R. O. del Uruguay. Los hechos más destacados fueron
éstos:
Ante la presencia de un objeto misterioso que se desplazaba de Sur a Norte, dejaron de
funcionar los motores de una avioneta particular que procedente de Makallé (Chaco) se dirigía
a Bella Vista (Corrientes). El pasajero de la misma, señor Aníbal Ayerza Unzué, manifestó
telefónicamente a El Territorio que ello les provocó un brusco descenso de 150 metros. Luego
los motores volvieron a marchar normalmente, prosiguiendo el viaje sin novedad, “a
excepción del lógico temor provocado por el incidente ” En cambio, desde un avión militar que
hacía el recorrido entre Tucumán y Deán Funes, fueron vistas “cuatro luces muy intensas”,
advertidas más tarde por el operador de la torre de control del aeropuerto de Córdoba.
Mientras efectuaban maniobras en la playa del Ferrocarril General Urquiza en Garupá,
el conductor Oscar Méndez y el foguista Horacio Casino notaron que se les acercaba una
locomotora provista de poderosa luz. ¡Sin embargo, aquel artefacto los sobrevoló! Luego de
efectuar un rápido giro, se alejó por el mismo camino en que había hecho su aparición.
También vieron aquel objeto, u otro similar, los pasajeros de un tren que se dirigía hacia la
ciudad de Posadas.
Desde el estadio del club 25 de Mayo, que se clasificó campeón de fútbol del distrito
Victoria al vencer a El Porvenir por 7 a 2, la numerosa concurrencia, alertada por el relator del
partido, pudo apreciar hacia el Noreste un grupo de cuerpos luminosos que despedían destellos
rojizos. El diario local La Mañana narró que muchos de ellos “desaparecieron, quedando
solamente dos, como bolas de fuego de escasa dimensión”, las que surcaron el espacio a gran
velocidad con rumbo N.O.-S.E. Simultáneamente, en dirección a la estación Aranguren,
alarmaba los espíritus una explosión misteriosa.
También mientras se disputaba un partido de fútbol, esta vez en Salto, entre el
seleccionado local y el de Concordia, la sorpresiva presencia de dos platillos que volaban de
Sur a Norte provocó la suspensión del espectáculo durante un par de minutos. Precisamente
desde Concordia, localidad ubicada en la otra margen del río Uruguay, El Heraldo comento
que el artefacto presenciado “no era avión ni aerolito, pues cruzó el firmamento en forma
horizontal, a 45º sobre el horizonte, desplazándose a velocidad regular de Norte a Sur”.
Parecía una esfera ígnea, ostentaba una cola rojiza, y detrás de ella marchaban OVNI más
pequeños, “como estrellitas”.
En Resistencia presentaba el tamaño de un avión comercial, su aspecto era circular y
tenía una luz en la parte delantera. En Santiago del Estero parecía un avión en llamas rojiz o-
azuladas, el que lentamente siguió aguas abajo el curso del río Dulce. Cristina Núñez de
Arancibia, su esposo y suegra, que viajaban en automóvil por la ruta 9 (Tucumán),
descubrieron a su vez un objeto enorme, sin forma, que parecía arder en el cielo”. En la ciudad
capital de esta provincia, una aeronave con multitud de luces en su parte pos terior dio la
impresión de disponerse a aterrizar en el aeropuerto Benjamín Matienzo, lo que finalmente no
concretó.
Nélida de Rivademar y su hija (comerciantes), vieron desde un 15º piso, en Rosario, 5
ó 6 esferas de color naranja, que procedentes del Norte volaban “tan lentamente como podría
hacerlo un helicóptero”. Luego de seguirlas con la vista durante cinco minutos largos, llegaron
a la conclusión de que no podía tratarse de máquinas aéreas convencionales. Algo más al Sur,
en Ramallo, el comisario Rivero, oficial Isaías, cabo Visi y varios agentes, observaron de 7 a 8
OVNI que corría n de Norte a Sur a gran velocidad, dejando tras de sí una estela azulada
“como la llama de una soldadura eléctrica ”.
Otros puntos desde donde se informó sobre la presencia de objetos desconocidos
fueron los de Benjamín Paz, Aguilares, Presidencia Roque Sáenz Peña, Corrientes, Paysandú,
Federación, Gualeguay y Km 10 de la ruta nacional 12; aquí personal de la sección 4a. de la
policía misionera denunció por radio el hecho al comando radioeléctrico.
¡Y nuevamente las enigmáticas ortotenias! Confiando ciegamente en el sistema podría
predecirse el lugar exacto por donde los pasajeros del tren que se dirigía a Posadas tuvieron su
visión (sería a la altura de San José), al igual que el avión militar (Salinas de Ambargasta, en
territorio cordobés), el automóvil de la ruta 9 (a 10 km del límite con Santiago del Estero), y el
curso del río Dulce (altura de Brea Pozo). Aunque ello no fuera así, como tales sitios
contribuyen a la formación de alineaciones, evidentemente algo significan en el complejo
sistema que se crea volcando todos los puntos sobre el mapa y uniendo tres o más de ellos
mediante rectas. Se logra una red de veintitrés líneas, de las cuales una es de seis puntos:
UN ESTUDIO SISTEMATICO
Persecución de vehículos
RODADOS
El 9 de enero de 1962, José Arturo Filipín transitaba con su camión (chapa 3812) por la
ruta Nº 38, en compañía de José Navarro, transportando productos de huerta desde Tucumán.
Al ascender la cuesta de El Totoral, advirtieron ambos que arriba, en el cielo, dos brillantes
luces se movían a cierta velocidad, casi sobre la cumbre misma. Extrañados, detuvieron la
marcha para in vestigar qué ocurría, pero al descender del vehículo, las luces desaparecieron
“como si se apagaran”.
Cubierto todo el trayecto de la cuesta y luego de pasar La Merced, distante unos 60 km
de la ciudad de Catamarca, nuevamente rutilaron en el firmamento la s raras apariciones,
“similares a dos reflectores y brillantes como tubos fluorescentes”, que comenzaron a
acompañarlos volando a escasa altura, y cruzando una y otra vez el camino.
La extrañeza que causaba en los transportistas ese espectáculo se transfor mó luego en
miedo: en Amadores, los OVNI quedaron flotando a pocos centímetros sobre el camino. Como
sus luces enceguecían, comenzaron a hacerles señas con los faros del camión, a la par que
disminuían la velocidad; cuando la distancia que los separaba era muy corta, los “extraños”
levantaron vuelo y fueron a posarse sobre la ladera de una montaña, junto a la ribera del río
Palín. Detenidos, se observaba claramente una forma de cúpula similar a la mitad de un
ómnibus, que brillaba como si se tratara de alum inio, distinguiéndose las luces que llevaban en
su parte superior. Luego de permanecer allí unos instantes, cruzaron el cielo a extraordinaria
velocidad para desaparecer. Sólo entonces los camioneros comenzaron a hablarse y hacer
conjeturas sobre lo visto.
Pasaron luego la localidad de El Portezuelo y pararon un instante, como para aliviar la
tensión nerviosa. Al reanudar la marcha y entrar ya en la zona de Las Chacras, un grito de
Navarro quebró el silencio: las luces, exactamente, estaban allí como esperándolos. Y
volvieron a acompañarlos “jugando” entre los álamos, delante de ellos. A veces se
desplazaban lentamente en forma zigzagueante, aproximándose y separándose a cada instante.
Al llegar al río del Valle, casi en el límite de la Capital con el departamento Valle Viejo, se
escondieron detrás de una loma.
Denunciado el hecho a las tres de la madrugada, intervino el jefe de investigaciones,
inspector general Pedro Tolosa, quien comisionó al oficial Barrionuevo para retornar a la zona
del avistaje con el propio Filipín y una dotación de agentes.
Como para confirmar que los testigos no habían sufrido alucinaciones, una de las
aeronaves reapareció cuando la comisión policial se hallaba sobre el puente que atraviesa el
río, hacia el Norte. Descendió con suavidad y fue a posarse a unos 3 km de distancia. Por unos
minutos, su luz cambió de colores y varió en intensidad; luego dejó de brillar y la oscuridad se
extendió por la lomada. La intensa búsqueda, efectuada con la colaboración de numerosos
testigos oculares, resultó infructuosa.
No menos dramático fue el incidente que les tocó vivir a Néstor Reynoso y Orlando
Marosini el 10 de noviembre de 1964. En horas de la noche iban conduciendo su camión por
la ruta Victoria-Mansilla (Entre Ríos). Al llegar a las inmediaciones del arroyo Cíe, en la
campiña entrerriana, ambos notaron que desde cierta altura descendía del cielo un objeto de
gran luminosidad, que en raudo vuelo se dirigió hacia ellos, acompañándolos en su camino
durante varios kilómetros. Impresionados por los fulgores que el mismo despedía, los
transportistas apagaron sus luces, notando entonces que el extraño aparato, velozmente, se
alejaba.
Sin embargo, al intentar reanudar la marcha y encender las luces, el OVNI tomó a
acercarse, despidiendo destellos blancos y azules que enceguecían. Se había colocado a una
altura de sólo 2 metros del suelo, y una distancia de no más de 40. Pese a esta proximidad, el
fulgor que irradiaba impidió que lograran precisar su verdadera forma.
Dominando a duras penas la impresión que sentían y con las luces nuevamente
apagadas, Reynoso y Marosini lograron poner en marcha el camión, al que por un momento se
le había detenido el motor, y comenzaron a andar a marcha lenta. La extraña nave efectuó
varias pasadas por los alrededores , para finalmente desaparecer al llegar a Mansilla, donde
aquellos efectuaron la denuncia policial.
AVIONES
El avión Douglas DC-3 matrícula LV-ACE, llevando como pilotos a los comandantes
Néstor del Blanco y Manso, inició el 16 de octubre de 1959, en Presidencia Roque Sáenz Peña
(Chaco), el vuelo Nº 757 de Aerolíneas Argentinas, haciendo su primera escala en Resistencia.
Decoló hacia Sauce Viejo (Santa Fe) a las 14.15 hs., manteniendo rumbo de 205º y volando a
una altura de 2.400 metros. El cielo estaba despejado y sólo se perfilaba cierta bruma en
lontananza, cuando a las 15.30 hs. del Blanco observó en el horizonte, resaltando sobre el
fondo, una figura que a primera vista le pareció una formación de nubes. Al reparar más
detenidamente en ella notó con asombro que se trataba de un “objeto con forma de huso”.
Instantes después aparecieron otros tres más, similares. Su color era plomizo y no
emitían luz propia, sino que variaban en intensidad de tono según el brillo solar. Extrañado,
advirtió a Manso, quie n descorrió la cortina de color que cubría el frente de la cabina de
comando y ambos presenciaron, expectantes, aquellos cuerpos que realizaban desplazamientos
horizontales, descartando ya totalmente que pudiera tratarse de nubes. De uno de ellos -muy
voluminoso- se produjo de repente como “un desprendimiento” de cuatro platillos que, al
alejarse, fueron reduciendo su tamaño hasta convertirse en simples puntos, desapareciendo en
el horizonte. Esta operación fue observada también por el radioperador de a bor do, Miguel
Villafañe, y el comisario, Wilson Green. Se llamó entonces al jefe del aeropuerto en
Resistencia, pero cuando éste se disponía a otear la atmósfera, sugestivamente la formación
desapareció, no produciéndose hasta el aterrizaje en Sauce Viejo ninguna novedad.
El Douglas continuó, a las 16.30 hs. su itinerario con destino a Ezeiza, alcanzando una
altura de 1.650 metros con rumbo 145º. Atenta, la tripulación volvió a descubrir, a las 17 hs.,
tres siluetas en movimiento que se recortaron contra la br uma, sobre el sector derecho de la
cabina. En determinado momento, una de ellas se situó fijamente en el espacio y allí quedó
hasta que al avanzar el avión se fue perdiendo de vista. Otro, a la altura de Ibicuy (Entre Ríos),
se desplazó con rumbo Sur. El último, en cambio, siguió acompañándolos hasta cerca de
Ezeiza, donde se dió un informe completo a las autoridades de la empresa estatal argentina.
Todas las novedades fueron anotadas en el libro de guardia del radioperador de a bordo, quien
las hizo conocer a tierra indicando que se trataba de “objetos no identificados”, también
advertidos por el pasaje.
Otro suceso interesante se registró en la base Aeronaval de Punta Indio (Bs. As.),
donde se detectaron por medio del GCA (radar de aproximación sin visibil idad), y durante tres
semanas consecutivas a partir de junio de 1965, “ecos” en las pantallas que no correspondían a
ningún avión en vuelo.
Actuaban solos, a veces lo hacían en formación, pero siempre acercándose o
persiguiendo -generalmente a distancia - a los aeroplanos. Durante 20 minutos, una luminosa
mañana, tres objetos siguieron a un Beechcraft. En determinado momento, uno de ellos se
apartó de la formación y luego de efectuar un reconocimiento en torno a la máquina, retomó su
puesto en la escuadrilla.
En otra oportunidad, aunque dos de ellos se situaron prácticamente a la cola de un
avión el piloto no los vio, pese a ser advertido de tal circunstancia desde la torre de control. Y
cuando giró tratando de colocárseles detrás, desde el radar advirtióse que los “ecos” seguían al
aparato en su giro “como si obraran guiados por una inteligencia rápida y sensible”.
Designada al efecto una comisión, compuesta entre otros por el jefe de la base, Hugo
Frontoth, y dos integrantes del equipo investigador de OVNI en la Marina, los capitanes de
fragata Omar Pagani y Constantino Núñez, se ordenó el descenso de todos los aviones en
vuelo. Al registrarse en la pantalla uno de los ecos misteriosos, se lanzó al aire un avión NA
piloteado por el teniente de navío Enrique Machain, quien comenzó a ascender rápidamente,
mientras desde tierra se le indicaba el rumbo. De pronto, al atravesar una formación de nubes,
el piloto lanzó una exclamación: “¡Lo tengo a mi derechai”.
Una “especie de bandeja resplandeciente, sin contornos definidos”, parecía estar
esperándolo. Corrió el vidrio de la ventana para evitar ser víctima de algún posible reflejo y, al
cerciorarse de que se trataba de algo real, de sólida apariencia, se dió de lleno a la caza del
OVNI.
Durante media hora el “extrañ o”, que se desplazaba con una increíble facilidad por la
atmósfera, eludió una y otra vez a su perseguidor, ora aumentando su velocidad, ora
cambiando de rumbo. Pero cuando en un momento dado, la distancia que los separaba era de
sólo 300 metros, desde tierra se transmitió orden terminante de descenso, que el piloto acató.
¿Influyó en esta determinación el antecedente del capitán Thomas Mantell (EE.UU., 7-1-48),
cuyo F-51 explotó en parecidas circunstancias? Seguramente, pues los miembros de la
comisión argentina no podían ignorar el trágico hecho.
SATÉLITES
Desde el ruso Yuri Gagarin, primer hombre a bordo de un satélite artificial terrestre (12
de abril de 1961), hasta las misiones norteamericanas a la Luna, pasando por la experiencia de
Mc Divitt y White (Géminis IV, 4-6-65), todos los astronautas han visto OVNI. Esto es
conocido por los organismos civiles y militares especializados, aunque cada vez sea mayor el
celo oficial para que tales hechos no trasciendan.
Una comprobación interesantísima realizaron el 14 de noviembre de 1964 los
astrónomos del observatorio Adhara de San Miguel, mientras se encontraban observando el
paso del satélite Eco II, cuya órbita iba del Polo Norte al Polo Sur.
A las 20.45 hs. surgió imprevistamente un cuerpo volante desde la dirección de la
Constelación de Pegaso (Oeste - Noroeste). Al llegar a las proximidades del Eco II, lo esquivó
describiendo media circunferencia; es decir, que iba a su misma altura, a más de 80 kilómetros
de la Tierra. Siguió raudamente hacia Orión y se ocultó bajo el horizonte. A las 20,52 hs,,
desde la dirección de Centauro (OSO), apareció de nuevo, se encontró con el satélite cerca del
cénit, lo eludió y descendió al horizonte en las proximidades de la constelación de
Andrómeda.
Los científicos tuvieron aún más motivos de asombro, pues el extraño objeto celeste,
con su caseta superior de color verdoso y bordes casi violetas, efectuó una tercera aparición a
las 21.00 hs. Lo hizo desde el Este, cerca de la estrella Altair, adoptando la forma de un
cigarro. Junto a Orión retomó la figura circular, esquivó por tercera vez al Eco II y se
inmovilizó en su trayecto en las vecindades de Canopus durante 10 segundos, para finalmente
ocultarse hacia el Sur, cuando el satélite artificial hacía lo propio.
En Adhara se llegó a la siguiente conclusión respecto del tamaño y velocidad
desarrollada:
Eco II OVNI
Dimensión: 41 metros 120 metros
Velocidad: 28.000 km p/h 112.000 km p/h
Para calcular la velocidad del OVNI, se dedujo la distancia que éste necesitó rec orrer
para. efectuar las tres apariciones. El Eco II estuvo visible durante 18 minutos, mientras que
aquél demoró 3 minutos y fracción en cada una de sus manifestaciones. (También desde el
gran Bs. As., el profesor Antonio Zorita había efectuado a simple vista, en diciembre de 1963,
una comprobación parecida.)
AERÓDROMOS
El 2-4-50, en el lapso de 23 minutos a partir de las 3.50 hs., un OVNI evolucionó como
para aterrizar, primero en el Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires y luego en el de
General Pacheco. En ambos casos se advirtió la luz de lo que parecía ser un avión que se
disponía a descender desde una altura de 1.000 metros. Pero alertó a los allí presentes el hecho
de que aquel desplazamiento fuese absolutamente silenc ioso y la gran cantidad de chispas que
aquella luminosidad despedía hacia todas direcciones.
En el aeródromo cordobés de Pajas Blancas, en la madrugada del 25-10-54, el personal
de la torre de control percibió dos cuerpos extraños, estáticos sobre el mismo, a la altura de
3.000 metros; uno era alargado, con forma de media luna abierta, y el otro esférico. Algo
similar ocurrió el 2-11-73 en el aeropuerto naval Comandante Espora (Bs. As.), cuando
durante 15 minutos y a una altura de 4.000 metros, se mantuvo inmóvil una máquina circular,
plateada, que observada con binóculos presentaba “puntos oscuros similares a las ventanillas
de una aeronave”.
Los tres casos que sintetizaremos a continuación corresponden al año 1962.
El 18 de mayo, en el campo de aviación de Villa Harding Green (Bahía Blanca), se
avistó, a las 7.30 hs. y por espacio de 1 minuto, un pequeño OVNI que aparentaba 30 cm de
diámetro. El mismo se desplazaba a baja altura y horizontalmente, lanzando llamaradas de
color azul-rojizo. Similares características poseía el que motivó, a las 3 hs. del 22 de
diciembre, que los comandantes de un Jet DC-8 procedente de EE.UU. inquirieran sobre él a
la torre de control del aeródromo de Ezeiza. Se hallaba a ras del suelo, sobre una de las pistas,
desde donde se elevó hasta una altura de 10 metros y, luego de hamacarse, cobró insospechado
impulso para desaparecer.
En Cambá Punta (Corrientes, 31-7), el objeto era de mayor tamaño, tenía forma
redondeada y despedía destellos verdes, blancos y rojos. Fue descubierto a 900 metros de
altura, por el extremo Oeste del campo, desde donde descendió con lentitud y detuvo su
marcha por unos segundos antes de alejarse definitivamente. El director del aeropuerto,
Roberto Harvey Silva, fue uno de los testigos. Al dar a conocer el suceso, expresó que el
personal de guardia había observado en otras oportunidades cuerpos extraños. semejantes,
evolucionando a baja altura sobre las pistas.
FÁBRICAS
La planta siderúrgica General Savio, ubicada en San Nicolás (Bs. AS.), recibió entre
los años 1960 al 62, un formidable impulso por parte del gobierno. Y a partir del mes de
octubre de 1961, extrañas aeronaves la sobrevolaron, enigmáticamente, noche tras noche. He
aquí el relato del primer episodio, ocurrido durante la madrugada del día 16.
Un grupo de funcionarios de la denominada Sociedad Mixta de Siderurgia Argentina,
formado por el teniente coronel Martín Tellechea (Jefe del Servicio de Protección), y los
profesionales Irma Sosa, Jorge Oscar Vallejos, Fidel A. Cappa, Santiago Monserrat, José
Dellazatta y Carlos. Sandrini, se había reunido, como acostumbraba a hacerlo los fines de
semana, en casa de un amigo común para escuchar música.
Al término de la velada (3.52 hs.), sus integrantes salieron a la calle y comenzaron a
caminar hacia sus respectivos domicilios. El cielo presentaba a esa hora un color marrón
plomizo con techo de nubes altas, que no permitía la visión de ningún astro. Cuando uno de
los desprevenidos paseantes levantó la vista hacia él, asombrado advirtió de inmediato a sus
compañeros: por debajo de aquellas habían aparecido dos cuerpos oblongos, fuertemente
iluminados. Todos observaron entonces cómo se desplazaban por el espacio, separados entre sí
por una distancia aparente de seis metros. Al cabo de. dos minutos, uno de ellos se elevó,
desapareciendo lentamente; el otro hizo lo propio recién catorce minutos después, luego de
evolucionar sobre las instalaciones de la planta.
El grupo continuó caminando, sin dejar de comentar el extraño hecho, ni de observar el
firmamento. Al llegar frente a la casa de Vallejos, a las 4.01, percibieron nuevamente las
fantásticas aeronaves. Tenían forma de “gigantescos volantes de reloj”, color azul celeste
intenso, y se dirigían nuevamente hacia las instalaciones fabriles. El número fue estimado
entre nueve y doce, y, su luminosidad era tan perfecta que pudo apreciarse algo así como “un
dentado” que las rodeaba.
Ante este nuevo hecho, los testigos optaron por dirigirse al domicilio de otro de los
integrantes de la Sociedad, que poseía algunas publicaciones extranjeras en materia de OVNI.
Mientras efectuaban “un curso acelerado” sobre platillos volantes, una guardia quedó
escrutando el cielo, para no perder la posibilidad de testificar nuevas apariciones.
Ellas no se hicieron esperar, y a las 4.28 pudieron advertir con orientación Oeste-Este,
un sector de arco iluminado, en el que apreciaron un “espectáculo semejante al que ofrece
desde un avión en vuelo, el desfile de revista de una escuadra naval”. Cuerpos
resplandecientes, de luminosidad . más pronunciada en los extremos y dejando. tras de sí una
estela brillante, marchaban en perfecta formación a altas velocidades. Esta última pasada de la
noche fue visible durante 1 minuto aproximadamente, y como antes, el destino no varió:
nuevamente la maniobra se llevó a cabo sobre la monumental planta siderúrgica.
¿NOS FILMAN?
En la ciudad de Mendoza, el 24 de mayo de 1971 a las 12.10 hs., desde un primer piso
-calle Pedro Molina cerca del Correo Central- Julio Suárez Marzal (pintor, profesor de artes
plásticas, ganador de numerosos premios nacionales de pintura, fundador y primer director del
museo Femando Fader), advirtió al mirar por la ventana un raro objeto volador. Se deslizaba
silenciosa y lentamente por el cuadrante Sur, a 1.000 metros de altura y con dirección Este -
Oeste; su color era gris perla, mate. Mientras un médico que se hallaba con el artista corría en
busca de prismáticos, éste permaneció en su sitio sin perder detalle.
Así, lo vio balancearse y efectuar un movimiento giratorio sobre sí mismo, lento, a
juzgar por un pequeño punto que se destacaba y brillaba dentro de su superficie. Luego
descendió “con la rapidez sorpresiva y característica con que lo hace un. lente zoom en las
máquinas cinematográficas”, fijando así distintos puntos y esta dos de acercamiento. Efectuó
todavía un pequeño balanceo, y durante cerca de 10 segundos permaneció completamente
detenido en el aire.
Como se hallaba muy cerca del testigo, este fijó su atención en el punto por momentos
brillante antes citado: era como un “ojo telescópico”, saliente en corto cilindro, color bronce
viejo con brillo en los bordes. Dicho cilindro tomó actitud de enfoque persiguiendo un punto
dado (al parecer el Correo Central), con marcadas correcciones hacia arriba, abajo, izquierda,
derecha y centro, destacándose la “rapidez, brusquedad y tanteo de quien quiere hacer un
enfoque preciso y rápido”, en este caso merced al movimiento del OVNI todo y en base a un
balanceo notable de atrás hacia adelante. “Sentí realmente la presencia de que alguien con
precisión dirigía desde adentro los movimientos del visor”, diría luego Suárez Marzal, que por
su profesión resulta más detallista y exacto que el hombre común.
En momentos en que llegó el doctor con el largavista, el platillo se alejaba
vertiginosamente hacia el Sur. El testigo principal agregó que, a diferencia de un avión que
parece andar haciendo un esfuerzo en una misma línea de dirección, la extraña aeronave “se
desplazaba con una agilidad inconcebible, a la manera de un picaflor y fuera de toda ley de
gravedad”.
RECONOCIMIENTO
A las 10 hs. del 11 de junio de 1971 regresaba en camión, desde Cuesta de las Vacas
hacia la capital de San Juan, Julio César Urbano, agente de la seccional 9ª, quien lo hacía con
el jefe de la estación Vallecito, de D ifunta Correa. De repente, el chofer les señaló la presencia
de un raro objeto, que sobrevolaba el camino y los terrenos próximos. Frenaron entonces la
marcha y todos lo observaron detenidamente. Tenía un diámetro aproximado de 5 metros y
volaba tanto en sentido horizontal como verticalmente; su forma circular, color plateado y viva
luminosidad lo hacían sumamente llamativo. Imprevistamente, enfilando directamente a tierra,
fue a posarse, con “extrema suavidad”, a pocos metros de la ruta.
Si bien la primera intención de los testigos fue internarse en el campo para dar un
rodeo y acercarse al aparato, un lógico temor se interpuso a sus deseos, por lo que decidieron
volver sobre sus pasos para comunicar la novedad a la policía de Caucete. Mientras
emprendían la retirada, desde una loma alcanzaron a ver nuevamente a la misteriosa aeronave
lenticular, que permanecía inmóvil, asentada en el suelo. Y al llegar a aquella localidad,
aclararon a las autoridades que “no se trataba de un avión ni de un helicóptero”.
Una comisión al mando del oficial inspector José Durán partió hacia la desértica zona,
ubicada a 68 km de la ciudad de San Juan. Paralelamente, desde el departamento central de
Policía de la capital, el jefe de coordinación, comisario Atampiz, y otros funcionarios
policiales, sobrevolaron el lugar en un aparato piloteado por Eduardo Bustelo.
Al promediar la tarde, ambas comisiones regresaron a sus lugares de origen con una
novedad inesperada. Ella consistió no tanto en recoger el testimonio de todos los pobladores
de esa amplia zona, sino en la noticia de un hallazgo increíble: sobre una duna,
aproximadamente a 2.000 m del camino, exactamente por donde había sido visto evolucionar
el plato volador, la policía tropezó con un mástil de madera y una bandera argentina
cuidadosamente envuelta en papel.
Y aunque como siempre sucede, las autoridades dieran su explicación al incidente,
considerando en este caso que podría tratarse de un señalador para contrabandistas, el hecho
real es que luego de la evolución y aterrizaje de un OVNI -presunta nave de otros mundos- en
el lugar del suceso apareció una bandera, ¡cuyos colores simbolizan al país del que aquella
fuera huéspedi
Otro acontecimiento significativo tuvo lugar el 20 de abril de 1975 y por rara
coincidencia se produjo también en la provincia de San Juan, exactamente en el departamento
norteño de Jáchal, a un costado del camino que une a la ciudad del mismo nombre con la
localidad de Rodeo.
Dos técnicos de Vialidad Nacional que cumplían la función de inspectores ante la
empresa Benito Roggio S.A., los señores Raúl Márquez y Vicente Monfrinotti, fueron
consultados sobre si se había trabajado el domingo por la noche en el tramo en construcción
ubicado frente al dique Pachimoco, cerca de la escuela provincial Bienvenida Sarmiento, pues
habíanse observado unas luminosidades extrañas. Intrigados, los funcionarios se dirigieron
hacia el sitio aquél a fin de realizar una investigación, oportunidad en que recibieron, en la
ladera de uno de los cerros, mayúsculo sobresalto.
Volvieron entonces rápidamente sobre sus pasos y luego de nerviosas gestiones, en
compañía esta vez del intendente de Jáchal Sr. Jesús de la Cruz Vidable, el comisario Sixto
Carbajal, como así también personal policial y representantes de la prensa, retornaron al lugar
del incidente. Sobre el duro terreno con ripio había tres huellas de 30 cm de diámetro por 2 cm
de profundidad, con una distancia entre sí de 4 m exactamente. Allí la tierra se hallaba
calcinada, oscurecida por el calor, y en el centro del imaginario triángulo equilátero formado,
se observaba una gran mancha “como la que queda por la deflagración de la pólvora”. Al tocar
aquellas piedras los testigos notaron que sus manos se ensuciaban con algo parecido al hollín;
el Diario de Cuyo destacó que es a mancha daba la impresión de haber sido producida por “el
humo salido de una tobera o de un caño de escape”.
En torno a cada una de las marcas de aquel trípode, semejantes -según se dijo- a las
que dejó el “Lem” terrestre que fue a la Luna, resaltaba la presencia de enormes hongos, en
número de siete. Ellos tenían 20 cm de altura, diámetro de similar medida en su sombrilla y 7
cm en el tallo. Analizados posteriormente por un ingeniero agrónomo en el local de la
Seccional 21ª éste manifestó, tras un examen minucioso, que tal especie le era desconocida,
resultando un verdadero enigma que las setas pudieran haberse desarrollado en esa zona
desértica, de suelo seco y ripioso. Las pequeñas plantas existentes en las inmediaciones
(jarilla, coro, etc.) se hallaban, en contraposición, inexplicablemente chamuscadas.
Pero por cierto las huellas más importantes resultaron otras, que corresponderían a un
ser humanoide o tal vez a un robot. “Como de zapato de hombre de medida chica”, dejaron
profundamente marcado el tacó n formando pasos que se dirigían hacia las lomas vecinas,
distinguiéndose también las pisadas que señalaban el camino seguido para regresar hacia el
sitio de aterrizaje del supuesto navío extraterrestre.
Cabe acotar que muestras de tierra, piedras y hongos fueron enviadas por las
autoridades hacia la Base de Experimentación Espacial de Chamical (La Rioja), para ser
analizadas a nivel científico.
Chequeo médico-espacial
Aerotransporte
Corría uno de los últimos días del mes de enero de 1960 cuando un hombre joven (37
años, bahiense), iba manejando su automóvil último modelo por la ruta nacional Nº 3. Había
partido de la Capital Federal y, siendo las 23.30 hs.,se encontraba a pocos kilómetros de su
ciudad natal, cuyas luces ya divisaba. Pese a esta circunstancia, que por lógica tendría que
inducirle a continuar camino, una fuerte luz violácea y la inesperada aparición de “pesada
niebla”, le provocaron una ina guantable modorra y un pronunciado cansancio visual.
Decidió entonces detener su vehículo a la vera de la ruta y descansar un rato. Para ello,
como la jornada era calurosa, bajó y se acostó a pocos centímetros del coche, durmiéndose
casi instantáneamente. Pero sólo habían pasado 8 minutos de aquel profundo sueño, cuando
despertó en un terreno para él desconocido, sobre una carretera; se trataba de un lugar desierto,
y faltaba su automóvil.
Creyéndose víctima de un despojo, hizo “dedo” a un camión que acertó a pasar por allí,
pero cuando le preguntó al chofer a qué distancia se encontraba de Bahía Blanca, éste se echó
a reír... ¡estaban en la provincia de Salta! Pidió bajar en una comisaría, donde lo tomaron por
loco. Ante su insistencia, telefonearon a la policía bahiense, proporcionando número de
matrícula y descripción del vehículo. Al poco tiempo recibieron respuesta: ¡el auto se
encontraba en el lugar indicado, y con el motor en marcha !
Conducido de vuelta a Buenos Aires, tomó cartas en el asunto el poder militar,
comprobándose que no se trataba de un caso de alucinación, alteración mental o mistificación.
Trascendió que, dentro del mayor secreto, el protagonista -nunca se proporcionó su nombre-
viajó invitado a los EE.UU., donde fue objeto de diversos exá menes por parte de la CIA.
CHASCOMÚS - MÉXICO
El 4 de mayo de 1968, tres matrimonios amigos decidieron ir a pasar el fin de semana a
Mar del Plata, para 19 cual organizaron un viaje en sus respectivos automóviles, desde Buenos
Aires. A las 7.30 hs. conf irmaron telefónicamente la partida y, para amenizar la jornada,
previnieron encontrarse en el restaurante Los Autitos, de Dolores. Dos de ellos llegaron allí sin
problemas, y ante la demora del tercero -Vidal-Raffo de Vidal- almorzaron y decidieron
reanuda r la marcha solos, hacia la perla del Atlántico.
Al concluir el día se consultó telefónicamente a los familiares de Buenos Aires,
quienes comunicaron que aquellos habían partido a la hora prevista. Con el correr de las horas,
y ante la sospecha de un accidente, requirieron información a las autoridades policiales y a los
hospitales de la ruta, lo que arrojó un saldo negativo. Sin novedad transcurrió también el
domingo, día en que emprendieron el regreso hacia la Capital.
El matrimonio desaparecido estaba vinculado a familias ganaderas establecidas en
Ma ipú. Uno de estos parientes, el escribano Martín Rapallini, recibió imprevistamente el lunes
un llamado telefónico de Vidal, desde el consulado argentino en México. En pocas palabras le
comunicó que se encontraban “en forma sorpresiva” en ese país, e indicó que no debían
preocuparse, pues regresarían por vía aérea a Buenos Aires, consignando día y hora del arribo
del avión. Así fue que familiares del matrimonio concurrieron a esperarlos tres días después,
de acuerdo con lo indicado.
No bien pisó tierra argentina, el Dr. Vidal, profesional vinculado a tramitaciones
judiciales en el partido bonaerense mencionado (que vestía las mismas ropas que usara en la
jornada de su desaparición), realizó un extraño y sorprendente relato. A todo esto, su esposa,
con los nervios totalmente alterados, era trasladada desde el mismo aeroparque a una clínica
privada de la Capital Federal. Narró el abogado que marchaban por la ruta Nº 2 con absoluta
normalidad, a una velocidad media de 80 kilómetros p/h., cuando a poco de abandonar los
suburbios de Chascomús se presentó ante ellos, en forma inesperada, un “espeso banco de
niebla”. El conductor disminuyó entonces la velocidad para entrar en él. Sintiendo de
inmediato algo así como un malestar, perdió la pareja el sentido.
Cuando lo recuperaron, se hallaban en un camino de tierra que les era desconocido...
Sentían un ligero dolor de cabeza, pero no estaban heridos. Al parecer, habían dormido
mucho. Bajaron para inspeccionar el auto (un Peugeot 403), comprobando que no le faltaba
nada, pero la pintura se hallaba totalmente quemada “como por la acción violenta de un
soplete”. En vista de que el motor marchaba perfectamente, anduvieron un corto trecho,
preguntando en varias oportunidades dónde se hallaban y, sin poder creer lo, tuvieron que
aceptar que ¡aquél era un camino solitario distante unos 10 kilómetros de la ciudad de México!
El coche, adquirido por la CIA, fue trasladado a un laboratorio de los EE.UU. para su
posterior investigación, conviniéndose la entrega por parte de una concesionaria de Dolores,
de un vehículo nuevo pagado por el Servicio de Inteligencia norteamericano.
La Canc illería, que había dado precisas instrucciones para evitar que todo trascendiera,
solicitando al testigo mantuviera la mayor reserva “a la espera de un comunicado oficial”, ante
el hecho consumado cambió de táctica, y por boca de altos funcionarios trató vanamente de
negar autenticidad al suceso.
El T-48
El 3-11-65, un Douglas DC-4 piloteado por los comandantes Renato Felipa y Miguel
Moyano, llevando 69 tripulantes, entre oficiales y cadetes de la Escuela de Aviación Militar
Argentina que hacían el viaje final de estudios, desaparecía misteriosamente al sobrevolar las
selvas de Talamanca, en Costa Rica. El lugar es cercano al denominado “Triángulo mortal de
las Bermudas”, del que se ha ocupado la Flying Saucer Review, relacionando el fenómeno
OVNI con la desaparición de aeroplanos y barcos.
En una conferencia dada meses después, Dante Cafferata, ex marino y presidente del
Grupo Observador de Fenómenos Espaciales (GODFE), luego de historiar la pérdida de cuatro
aviones norteamericanos en el año 1958, añadió: “¡Esto ocurrió exactamente donde
desapareció nuestro T-48, señores! Y la Fuerza Aérea sabe muy bien que el último mensaje
del piloto decía que ‘el radiocompás se muere’, es decir, que no tenía alimentación pues había
desaparecido toda fuente de energía Volaba en una especie de zona muerta, exactamente la
misma donde muchas veces han sido avistados platos voladores que de pronto parecen
precipitarse ¡como plomo en la profundidad de ia selva! Creemos firmemente que los cadetes
del T-48 están vivos, raptados por seres extraterrestres. Es hora de que con la ayuda militar o
sin ella intentemos tomar contacto con estos extraños visitantes para saber quiénes son y qué
buscan en la Tierra”.
El asunto era extremadamente delicado, pues se conjeturaba sobre la posibilidad de que
todas esas vidas jóvenes, de brillante porvenir, no estuvieran truncadas para siempre. Del
fondo del salón surgió entonces la voz del comodoro Eduardo Palma, representante del
National Investigations Committee on Aerial Phenomena (NICAP) en Argentina, diciendo:
“Desgraciadamente el T-48 sufrió un trágico accidente. Ese tema lo consideramos agotado,
aunque nos duela muy hondo...”.
No opinaba así, sin embargo, la Comisión Pro Búsqueda del Avión T-48, que nueve
años más tarde (noviembre 1974), solicitó una audiencia con el Poder Ejecutivo Nacional,
acusando a un alto oficial, tripulante del T-43 que acompañaba a la máquina siniestrada, de
haber impartido estrictas órdenes prohibiendo todo comentario sobre el suceso. Imputó
asimismo s los gobiernos del país y altos mandos de la Fuerza Aérea, el asumir
sistemáticamente, “por una razón que parece inexplicable”, un papel obstruccionista en la
investigación del proceso.
Informantes misteriosos
Relataré aquí una experiencia personal. No hacía mucho que se había escondido el sol;
las estrellas brillaban en lo alto y la atmósfera era muy diáfana. A las 20.3O hs., al mirar el
cielo me sorprendió una ancha y vertiginosa franja de luz difusa, que corría con rumbo N.E.-
S.O. Fui hasta el interior de la casa y lo comenté con mi esposa, pues me pareció un hecho
raro. No conforme, salí nuevamente al jardín y volví a mirar. Entonces, incrédulamente, noté
que en el punto donde se había extinguido aquella luminosidad se destacaba, contra el marco
claro de la noche, el contorno oscuro de algo que por lógica no podía estar allí. Lo observé
detenidamente: su tamaño concordaba con mi puño cerrado al extender el brazo. Era una
figura apaisada, con su parte inferior cóncava, bordes oblicuos, y que en su sector superior -
más angosto- poseía una pequeña prominencia achatada.
Dirigí desesperadamente la vista hacia otros sectores del cielo para confirmar que no se
trataba de una ilusión óptica, mientras lamentaba que en ese momento no hubiera nadie
conmigo, tanto para compartir la observación como para ir en busca de una linterna, pues
calculaba que aquello debía hallarse muy próximo. De pronto reapareció la franja de luz, que
una velocidad suicida, se dirigió hacia el Oeste. Se desplazaba a muy poca altura y yo me tapé
los oídos, pues tuve la impresión de que aquello iba a estrellarse. Sin duda correspondía a la
estela casi imperceptible del objeto descripto, pues éste había desaparecido del sitio donde lo
percibiera estático.
Es difícil poder establecer medidas sobre un objeto desconocido situado en el espacio,
para colmo de noche. Pero si tuviera que definirme, diría que se trataba de un cuerpo que
estuvo detenido en el aire durante 5 minutos, a 100 metros de distancia y 80 de altitud. Si este
cálculo fuera correcto, el artefacto mediría unos 4 metros de largo por 2 de altura.
Intrigadísimo continué mirando hacia arriba, y al cabo de otros 5 minutos apareció
hacia el S.O. y a unos 25º sobre el horizonte, una especie de nube compacta, de cuyos
contornos se desprendían pequeñas lenguas de vapor, la que avanzaba majestuosamente con
rumbo S.E.-N.O. Era luminosa, blanca pero no fosforescente y parecía hacerlo a gran
distancia, tal vez a 10 kilómetros; pese a esta lejanía se notaba que su ta maño debía ser
enorme. Su ancho cabía tres veces y media en el largo y éste debía sobrepasar los 200 metros.
Llamé entonces a gritos a mi esposa pero ésta, que estaba preparando la cena, tropezó
con unas ramas al salir bruscamente, y cuando llegó a mi lado ya era tarde, pues el “cigarro”
había atravesado, en menos de 30 segundos, mi campo de visión, un tanto restringido en ese
sector por el árbol de un vecino y una casa de altos.
En otro punto del país (Paso de las Carretas, Mendoza) mientras José A. Miranda, sus
dos hijos, y Darío Videla se hallaban de cacería, vieron hacia las 18.40 hs., a 100 metros de
altura y 2.500 de distancia, un objeto con forma de plato invertido, luz roja en su parte
superior, y que despedía destellos plateados en toda su superficie. El OVNI, luego de
evolucionar durante un par de minutos, descendió sobre una loma, tornándose opaco al tocar
tierra.
Hecha la denuncia policial en la seccional Luján, una comisión pudo comprobar que,
efectivamente, a escasa distancia del cerro La Guayquería -donde en esos días se habían
encontrado restos de un raro cuerpo metálic o- se hallaba un “extraño aparato de considerables
dimensiones”. El grupo se aproximó hasta unos 700 metros, sin escuchar ruido de motores ni
establecer señales de vida fuera o dentro del mismo. Más tarde partió otra comisión, que a
lomo de mula inspeccionó infructuosamente, hasta donde pudo, esa zona inaccesible.
En la región mendocina de San Carlos, varios testigos vieron, asimismo, objetos
luminosos durante esa noche. Entre ellos podemos mencionar a Juan Delfino, Juan Giol, el
policía Mario Arancibia, y dos señoras que salían de un cinematógrafo.
Lo notable del caso es que seis días antes, es decir el 18 de mayo, “un colaborador” del
diario Córdoba había anunciado que naves inte rplanetarias sobrevolarían el país durante los
días 24 y 25 entre las 20 y 21 horas. Lo harían de Norte a Sur, luego sobre Córdoba durante 15
minutos, y se separarían para continuar por distintos rumbos, dejando a su lado una estela
luminosa color violáceo.
Antonio Ribera, aún ignorando el incidente del gran Bs. As., que no se había hecho
público, se pregunta: “¿Quién es este misterioso informador que con tanta precisión previó los
sucesos del 24 de mayo con varios días de antelación?” Obsérvese la coincide ncia horaria,
verdaderamente sorprendente. La luminosidad de los objetos avistados también parece
corresponder a lo que vaticinó el anónimo informante. Un enig ma más que añadir a los ya muy
numerosos que contiene el dossier de los mal llamados “platillos volantes”. (Platillos volantes
en Iberoamérica y España, pág. 150/1.
OSCURANTISMO
Pero además de los ocultos personajes que dan noticias por anticipado de ciertas
apariciones o hechos relacionados con los platos voladores, hay otros, a veces pertenecientes a
las Fuerzas Armadas (las que pese a contar con organismos especializados sobre el tema han
seguido una conducta contradictoria en la divulgación de los acontecimientos), y otras a
entidades científicas (la mayoría de cuyos integrantes no están dispuestos a reconocer que
todos sus estudios se ven enfrentados ahora con algo superior a los actuales conocimientos del
ser humano), que tratan, premeditadamente, de desvirtuar una realidad que hipotéticamente
podría perjudicarlos. (Aclaremos que esta política es mundial.) Basten unos pocos ejemplos
para demostrar lo expresado.
A las 5 de la madrugada del 14-10-59 un anónimo llamado dio el alerta a la gente del
periódico Nueva Era: un cuerpo extraño maniobraba por el cielo de Tandil, provincia de
Buenos Aires. La noticia trascendió rápidamente, y el pueblo, que despertó con esa novedad,
se volcó a las calles para presenciar el fenómeno. De apariencia alargada, aquél se mantuvo
sobre el horizonte hacia el Norte, evolucionando posteriormente con singular velocidad sobre
la región, destellando y despidiendo tras de sí una estela luminosa. En un momento dado
efectuó un brusco descenso, para retomar luego altura hasta quedar fijo hacia el sector N.O.
Brillaba sobremanera cuando entre las nubes salía el sol, hiriéndolo con sus rayos.
La Prensa, uno de los más viejos diarios argentinos, integrante del llamado
“periodismo serio”, informó que observaciones con largavista realizadas desde la. base aérea
local permitieron comprobar que se trataba de “un disco metálico”, disponiéndose entonces la
partida de un moderno avión a reacción, que realizó investigaciones a 5.000 metros de altura.
CODOVNI consultó a las autoridades locales recibiendo esta respuesta, fechada el 3-
11, por parte del comandante Carlos Yenis Rossi Bergara, Jefe del Destacamento Aéreo
Militar de Tandil: “Tengo el placer de dirigirme a Uds. para comunicarles que esta base aérea
no ha observado la aparición de un plato volador que la sobrevolara. Vuestro organismo
privado fue movido sin duda a creer en ello por publicaciones erróneas en los diarios, ya que
el planeta Venus, observado de día, fue tomado por un objeto extraño. Esperando haber
esclarecido las dudas posibles, quisiera agradecer”, etc. Le Courrier Interplanétaire -órgano
trimestral de la unión mundial de la avanzada humana - que bajo la dirección del profesor
Alfred Nahon se editaba en Francia y Suiza, publicó la carta textualmente bajo el sugestivo
título de “¡SIN COMENTARIOS!”.
Doce días más tarde, a las 12.50 hs., un cabo primero y dos soldados que se hallaban
en la torre de vuelo de la Escuela de Aviación Militar de Córdoba, descubrieron a simple vista
-y luego observaron detenidamente con prismáticos- un par de máquinas blanc o-brillantes que
evolucionaban por el espacio entre los 10.000 y 15.000 metros. Ostentaban la “forma de
clásicos platos voladores” y se mantuvieron un tiempo inmóviles para luego cambiar de
posición; transcurridos 10 minutos desaparecieron con rumbo Este, sobre la zona serrana. El
cielo, despejado, había facilitado la observación, permitiendo que otras numerosas personas
participaran del espectáculo.
No obstante, el Observatorio Astronómico cordobés dio más tarde un comunicado,
cargándole las culpas a Venus: “El movimiento de algunas nubes en la dirección del planeta
causa algunas veces la impresión de que éste sea dotado de movimiento, y de ahí entonces que
el público lo confunda con cuerpos extraños, platos voladores u otras cosas similares que
existen sólo en la fantasía de observadores improvisados”.
El 2 de enero de 1966, residentes de poblaciones ubicadas en la zona Sur de la
provincia de Buenos Aires, como Pedro Luro, Villalonga, Juan A. Pradere, Stroeder e
Igarzábal, vieron evolucionar a baja altura una aeronave cilíndrica que despedía reflejos
luminosos. Finalmente pareció descender en las cercanías del denominado Riacho Azul, cerca
de la desembocadura del río Colorado. Alarmadas las autoridades, una comisión de la
Prefectura Nacional Marítima partió para investigar desde Carmen de Patagones, mientras que
el jefe de la Unida d Regional 8ª de Policía, inspector Luis A. Cazeaux, sobrevolaba el lugar.
Luego, las autoridades llevaron “tranquilidad” a la población: “Sólo se trataba de la
boya 05-Torre 613, material de Puerto Belgrano que zafado de su lugar avanzó al garete,
posándose a unos 200 metros de la playa”. Un lugareño -testigo presencial del incidente-
efectuó a un reportero de Crónica el mejor comentario sobre esta explicación, preguntando:
“¿Por casualidad, vio usted alguna vez una boya que vuele?”.
Dos días después, entre las 19 y 21.30 hs.,el público de la Capital Federal se aglomeró
en plazas y calles, entorpeciendo en algunos sectores el tránsito de los vehículos. En Plaza
Congreso, frente a las puertas de la confitería El Molino, se desarrolló un hervidero de
apasiona das discusiones. Allí, durante 15 minutos, se pudo ver un objeto que proyectaba una
luz rojiza de gran intensidad. “Aquello no era una ilusión óptica”, escribió el. periodista de
Crónica. En Rodríguez Peña al 800 se instaló un cronista de La Nación, percibiendo por
espacio de casi 2 h. dos OVNI, cuya luminosidad comparó con la que “suele ostentar la luna
llena en las noches diáfanas”. El primero efectuó un suave desplazamiento descendente y
permaneció luego estático, oportunidad en que apareció el segundo por el Este, acercándosele
rápidamente, para quedar a su vez detenido en el aire durante 20 minutos y volver a alejarse
por donde había venido. Luego, el primero disparó también, pero hacia el Norte. Desde
Corrientes y Montevideo los cuerpos observados fuer on tres: uno permaneció estático largo
rato mientras los otros, a gran altura, se desplazaban en direcciones contrarias.
Un amigo personal, el Sr. R. M. I., alto funcionario de una Institución oficial, me
confesó lo que él había visto a las 19.15 hs., o sea con bastante anterioridad a la descripción de
los periódicos. Viajando a esa hora en colectivo, advirtió en plaza Constitución un numeroso
grupo mirando el cielo. Al bajar unióse al mismo, notando entonces una serie de pequeñas
esferas en el espacio. Se hallaban a gran altura, y con su moldura horizontal en la parte media
semejaban pelotitas de golf. Aproximadamente una docena de ellas era de coloración blanca y
había tres o cuatro rosadas. Un caballero le hizo notar que había una totalmente negra,
indicá ndole que él las venía siguiendo desde Retiro. Efectuaban rápidos y silenciosos
movimientos, ora hacia los costados, ora avanzando y retrocediendo, mientras que otras pocas
permanecían estáticas. Transcurridos algunos minutos, una esfera rosa se apartó velozmente
del grupo, mientras que el resto se fue desplazando hacia el barrio de Boedo.
Otro avistaje se produjo desde la plaza Ravenscroft, en la ciudad suburbana de
Hurlingham, donde el Sr. Héctor Juan Antonio, al levantar por casualidad la vista, pudo
observar cómo una silenciosa esfera de color negro cruzaba el disco de la luna llena. Lo hizo
con rumbo Este -Oeste, trayectoria recta y 70º de altitud sobre el horizonte, hacia el Norte.
Eran las 20 hs. ¿Se trató acaso de la misma cosa divisada minutos antes desde Plaza
Constitución?
Tanto o más asombrosa que los acontecimientos premencionados fue la información
suministrada al día siguiente por la Asociación Amigos de la Astronomía. En ella se expresaba
que, en realidad, lo que atrajo la atención de la gente “fue la nítida observación del planeta
Venus, que se halla en el perigeo más próximo a la Tierra, lo cual permite localizarlo más
fácilmente. Apareció sobre el horizonte con un desplazamiento de 12º en dirección Oeste,
brillante e imponente a la vez...”.
Casos de agresividad
Se halla bastante difundido el concepto de que los Platos Voladores son, máquinas
tripuladas por seres de un lejano planeta, los cuales vendrían a prevenirnos de los peligros que
acarrearía a la humanidad una guerra atómica; es decir que se trataría, según esta versión, de
personas con sent imientos elevados, de gran corazón. Sin embargo, ciertos hechos no parecen
congeniar con esta idea. Por fortuna, se trata de episodios aislados, aunque aparentemente
demostrarían que de existir tale s seres, seríamos estudiados desde un punto de vista
eminentemente científico, prescindiendo de toda otra consideración.
El 10 de octubre de 1962, el joven Enrique Leonardo Boher, hijo del administrador del
parque Peralta Ramos (Mar del Plata), se hallaba a las 20 hs. realizando tareas agrícolas con
un tractor, cuando divisó entre los árboles “una gran llamarada” de resplandores azul-
anaranjados, que en vuelo rasante se dirigía rápidamente hacia donde él estaba. Tratando de
huir, movió nerviosamente los cambios, pero el motor se detuvo. Guillermo Boher, su padre,
pudo contemplar cómo el muchacho se arrojaba cuerpo a tierra, siendo sobrevolado a escasa
distancia por un objeto oscuro, que alcanzó a distinguir en el centro de aquella luminosidad.
A princip ios de junio del año 1957, entre Trelew y Comodoro Rivadavia, en la
provincia de Chubut, Hugo Zamit (abogado) y Manuel Atuna (escribano), se vieron obligados
a detener el motor del automóvil en el que viajaban al notar que, desde el horizonte, corría
velozmente enfrentándolos un raro artefacto de color verde, con el manifiesto propósito de
embestirlos. Encontrándose ya muy próximo y cuando parecía inminente el choque, se elevó
en el aire, desapareciendo.
En su libro The Flying Saucer Conspiracy, Donald E. Keyhoe no hesita en atribuir
muchos desastres aéreos, aparentemente inexplicables, a los objetos voladores no
identificados. En Argentina, a pocos días de l controvertido suceso del T-48. se registró un
significativo episodio sobre suelo chaqueño. Fue exactamente a las 21.45 hs. del 21 de
noviembre de 1965.
A esa hora, un avión Caravelle de Aerolíneas procedente de Río de Janeiro se hallaba,
en su vuelo regular 289, a 10 kilómetros del aeropuerto de Resistencia. Estaba piloteado por
Domingo V. Longo, llevando como copiloto al comandante Pedro Bassi. Imprevistamente,
percibieron un objeto luminoso, azulado, que semejaba una doble luna llena; su luz era
parecida a la que dan los reflectores de los aviones, pero opaca, hallándose a 90º del rumbo del
Caravelle. Longo trató de llamar su atención prendiendo y apagando las luces, y resultó
curioso que la que los enfrentaba permaneciera encendida, ya que los aeroplanos con
demasiada luminosidad guiñan a intervalos regulares para evitar accidentes por
encandilamiento. Llamó entonces por radio a la torre de control del aeropuerto, pero debió
interrumpir la comunicación exclamando: “¡Guarda, nos va a tragar!”. Y es que el plato
volador se les había acercado, en línea recta, a sólo 100 metros de distancia. El copiloto, que
en esos momentos timoneaba, realizó una brusca maniobra virando rápidamente a 30º hacia
rumbo 300. En esos momentos se hallaban a una altura de 2.100 metros. Simultáneamente, el
aparato desconocido cambió de dirección, elevándose.
Pasado ya el susto, una vez en tierra firme, Longo manifestó: “Esto es la primera vez
que me ocurre; estoy volando desde 1937. Permanentemente observamos satélites y estrellas
fugaces, pero lo que vimos era algo semejante a esos reflectores que utiliza Aeronáutica. Y
digo que se acercó a cien metros para no ser exagerado, yo estoy convencido que se
encontraba ya pegado a nuestro avión. Al descender se nos preguntó silo que habíamos visto
no era Venus (! ). Nosotros tenemos experiencia como pilotos de los efectos que producen los
objetos suspendidos en el espacio: cuando descendemos se van achicando y dan la sensación
de alejarse, en cambio el plato volador vino a nuestro encuentro descendiendo. Este cambió de
rumbo, lo cual llama poderosamente la atención, cuando se hizo el comentario por radio a la
torre de control del aeropuerto, impresión corroborada por el personal de la misma, testigo
visual del fenómeno”.
Para Bassi, aquél efectuó en fracciones de segundos dos movimientos simultáneos: Se
detuvo con un raro movimiento de resorte -dijo- y se proyectó hacia arriba en forma vertical.
Tal maniobra le hizo sospechar la “existencia de un extraño contacto con el avión, lo que
podría explicar la repentina desviación”.
-¿Si hubiera seguido avanzando en lugar de girar hacia arriba, chocaba contra ustedes?,
preguntó un cronista de La Nación al mecánico de a bordo, Pedro D’Jourian, recibiendo esta
respuesta: “¡No me cabe la menor duda !”.
En un par de casos, los OVNI actuaron a manera de proyectil teledirigido, haciendo
blanco. Uno de ellos es el de Malargüe (Mendoza), ocurrido el 22-10-63. A la hora 6 de aquel
día, varios camioneros y un agente de la Gendarmería Nacional, vieron que el espacio era
surcado por un misterioso cuerpo que irradiaba un resplandor azul. La fuerte explosión y el
sacudimiento que sobrevinieron instantes después despertaron bruscamente a los habitantes de
la zona. Simultáneamente, un grupo de mineros que se dirigía a Ethel advirtió cómo una gran
claridad iluminaba el paraje situado al pie del Alto Molle, estribación del cerro El Sosneado.
Algo más tarde, trabajadores de la empresa Sominar, que estaban abriendo un camino hacia la
mina de azufre Cerro Overo, encontraron sobre la margen norte del río Atuel -casi totalmente
destruido- al edificio de tres pisos en que años atrás funcionara y adquiriera fama el hotel
Termas.
¿Se trató de un alud, como informara la Oficina de Correos de Malargüe? No parece
posible, pues allí el camino se hallaba expedito, sin señales de masas de nieve derrumbada. El
sitio es el mismo de donde provino el estruendo, justamente hacia donde se dirigiera el objeto
volador.
Vayamos al otro evento. Del extraño resplandor que se produjo entre las nubes que
aquel 12 de noviembre de 1954 cubrían el cielo de Tucumán, surgió la silenciosa presencia de
un cuerpo esférico y brillante, que descendió hacia la tierra para efectuar luego “maniobras
inteligentes” tales como evolucionar por distintos lugares iluminándolos, quedar súbitamente
detenido en el aire y arrancar con inaudita velocidad.
En la esquina que forman la calle Asunción y el pasaje Sin Nombre, vivían pobremente
los jornaleros Roberto Cáceres (viudo, 52 años) y Ramón Brizuela. Alrededor de las 22,
mientras éste se hallaba acostado, su amigo había ido a asegurar la puerta del rancho. El
cuerpo misterioso, que continuaba su inspección por la zona, se detuvo bruscamente en el aire,
osciló unos instantes lanzando destellos deslumbradores, y girando hacia la derecha enfiló -
imprimiendo velocidad a su marcha - rectamente hacia la tapera, produciéndose entonces “un
estallido de horrible fragor”.
La policía encontró a Cáceres carbonizado, al igual que a los dos perros que lo
acompañaban. De las ropas no quedaban sino cenizas y una cadena de plata con su medallón,
que tenía en el cuello, se había desintegrado. En el interior se observaba un boquete de
regulares dimensiones que despedía olor a azufre. ¿Fenómeno atmosférico? Los testigos
presenciales coincidieron en afirmar que “lo que fuere” dio en todo momento la impresión de
hallarse bajo control.
También en Soldini, zona rural de Santa Fe, tuvo lugar un episodio dramático. Minutos
después de las 19 hs. del 19 de febrero de 1958, e l chacarero Valentín Zarza (32 años) se
hallaba reparando un sector de alambrado en el predio que arrendaba. Aun desde lejos se
escuchó el estruendo de origen indeterminado que de allí partía, al tiempo que un brillante
resplandor iluminaba repentinamente todo el sector. Cuando se dio cuenta a las autoridades
policiales, ellas pudieron comprobar que Zarza yacía sin vida, “completamente carbonizado”,
mientras que el hijo de 7 años que lo acompañara se encontraba inconsciente, presentando
quemaduras en distintas partes del cuerpo.
Las pericias efectuadas dieron por resultado certificar que ese alambrado no tenía
ningún contacto eléctrico. ¿Qué había ocurrido? Varios vecinos afirmaron haber visto un plato
volador evolucionando por la zona a esa hora, oportunidad en que un “apagón general”
afectaba a la cercana e importante ciudad de Rosario. Teniendo en cuenta que entre los efectos
comprobados en los OVNI figura el ocasionar daño a los sistemas eléctricos, resultan
particularmente sugestivos la aludida observación y el corte energético, coincidentes con la
tragedia.
Como contrapartida a estas actitudes agresivas por parte de los presuntos tripulantes de
los platos voladores o de los cerebros que los teledirigirían, ofreceremos el caso de Crespo
(Entre Ríos), acaecido el 18 de julio de 1962. En él encontramos al Dr. Héctor Gazúa -
conocido médico de Paraná - recorriendo a la 1 de la madrugada el camino que une a las dos
ciudades mencionadas. A 50 metros de la carretera le fue dable observar, al igual que a su
esposa que lo acompañaba, la presencia de una máquina metálica de forma cónica, la que
semejaba un “sombrero mejicano”. Junto a una portezuela, abierta, advirtieron
simultáneamente a una figura “aparentemente humana”, de gran estatura, que hacía esfuerzos
por captar las características del terreno, mientras que desde una ventanilla otro personaje
similar divisaba el panorama. Vestían buzos blancos, utilizaban antiparras de aviador y lucían
largas cabelleras rubias. Percatados de la presencia del matrimonio, aquellos seres
abandonaron toda precaución, llamándoles amablemente por señas. Fuertemente
impresionados, los ocupantes del automóvil solamente atinaron a imprimir al coche la mayor
velocidad posible a fin de alejarse cuanto antes del lugar. Posteriormente, ocho residentes se
presentaron como testigos, ratificando la descripción de la aeronave -a la que luego vieron
despegar verticalmente- como así también las características de sus tripulantes.
¿Debie ron los testigos, confiando en los ademanes de los humanoides, haberse
acercado y establecido un verdadero “contacto”? Sesenta días antes de este episodio
trascendió, por el relato de dos familias “de respetable posición social”, afincadas en General
Pico (La Pampa), que de una aeronave espacial que se posara suavemente en medio del
campo, habían descendido “dos gigantes de horrible aspecto”. Parecían caminar sobre zancos;
sus movimientos eran “extra-humanos, como desarticulados o mecánicos”.
Una sola persona presenció aquello: los seres le hacían señas, llamándola. Pero en
verdad tales gestos eran “raros, casi incomprensibles”. Esa testigo era una campesina, quien
efectuó entrecortado relato a los suyos y al propietario del terreno lindero. Este a su vez lo
contó a las familias mencionadas en primer término. Una de sus integrantes (hermana de
aquél), dijo al cronista de La Reforma: “Lo que garantizo sí, es que todo es verídico, pues él
me lo aseguró a mí y a todos nosotros”. Dicho señor se había trasladado a Santa Rosa, donde
la testigo, a quien los extraños seres produjeron inmediata conmoción, debió ser internada en
una clínica para su tratamiento.
Efectuada la denuncia policial, al llevarse a cabo una inspección ocular en el lugar del
contacto -cercanías de Speluzzi, norte de Gral. Pic o- descubrióse una “inmensa rueda de pasto
quemado y aplastado”.
Seamos justos: no parece haber sido intención de los gigantes el causar daño a la
campesina, pues los ignotos personajes, “cuando advirtieron la reacción desesperada de la
mujer, que agitaba los brazos despavorida, volvieron, como alarmados, sobre sus pasos y
penetrando en el plato volador tomaron altura a fantástica velocidad”. El Sr. José Matilla,
director de La Reforma, quien gentilmente me hizo llegar un ejemplar del 22-5-62, aclara
respecto a la desdichada testigo: “Por más que no se dijo en el diario, se supo más tarde, y
trascendió en el ambiente, que acusaba signos de perturbación psíquica, como una segura
secuencia de lo advertido”.
CAPITULO VII
Podría suponerse que el privilegiado terráqueo al que tocara en suerte ver con sus
propios ojos al tripulante de un plato volador, develaría a la humanidad toda, o al menos al
sector de ella que confía en la realidad de los OVNI, la incógnita de cómo son esos seres. Sin
embargo, la observación se ha producido, no por uno sino por muchos testigos, y la
consecuencia ha sido desconcertante. Partiendo de la base de que todos los testig os fueran
gente normal y se hallaran en sus cabales en el momento del incidente, resultaría que existen
varias clases de humanoides.
Si todos ellos provinieran de un solo planeta, sus distintas apariencias no serían más
que un camouflage con el que tratarían de adaptarse a nuestra atmósfera o cubrir una
conformación para nosotros insoportable. Pero si el aspecto que presentan fuera real, ello
significa que procederían de muchos mundos, y esos seres podrían tener intenciones disímiles
respecto al presente o futuro del planeta Tierra, y de sus propios habitantes.
Para no abundar, no insistiremos con los casos en que aparecen humanoides y éstos
han sido descriptos ya en capítulos anteriores, dejando librado al criterio del lector su
encasillamiento o no dentro de la clasificación confeccionada.
Los peludos
EL “YETI” TIBETANO
RÉPLICA SALTEÑA (La provincia argentina de Salta tiene una superficie de 154.775
km2 y está situada hacia el N.O., región andina. Su sector occidental comprende parte
de la Puna de Atacama, árida y salitrosa, y varios cordones de sierras con bosques
subtropicales en sus laderas.)
Hacia fines de 1955, el fragor de una violenta colisión repercutió en la zona de Tolar
Grande. El mismo fue atribuido por los lugareños al choque de una nave espacial pro-cedente
de otros mundos contra el nevado Macón. Ellos la habían visto sobrevolar en distintas
oportunidades por sus alrededores. Posteriormente, fueron hallados extraños restos metálicos
en las laderas del cerro.
El 13 de abril de 1956, nuevamente observaron, a las 10, 12, 16, y 18 hs., raros objetos
que evolucionaban por las proximidades del Salar de Arizaro. Pero esta vez hubo otros
testigos: integrantes de un campamento de Vialidad instalado en Calpe y miembros de la
Gendarmería Nacional. Estos últimos obtuvieron fotografías y luego dieron a conocer una de
ellas, muy borrosa, informándose que el resto se había velado.
Un comunicado oficial hecho público, precisamente, por la Gendarmería Nacional,
ratificó el suceso: se trataba de aeronaves que tenían 300 metros de largo por 50 de altura,
medidas calculadas utilizando como puntos de referencia las cimas vecinas. Su color era
metálico y muy claro, como el aluminio, y despedían reflejos plateados. Cerca del extremo
delantero podía observárseles una franja oscura. No presentaban los planos de sustentación de
las alas ni timones de profundidad y deriva, lo que no les impidió efectuar bruscos y
escarpados virajes (comparar con la aeronave de Bariloche, 23-7-68). La estructura fusiforme
lisa les daba apariencia de grandes dirigibles. Cientos de metros detrás de ellos se formó una
columna de humo, que permaneció cuatro horas en el aire.
En enero del año siguiente, luego de escalar el Macón, regresó la expedición del Dr.
José Cerato. Este relató que al llegar a la cima del macizo, encontraron “rastros similares a los
que podrían dejar máquinas muy pesadas, de base plana, que hubiesen aterrizado allí”.
Unos meses antes, en julio, el geólogo polaco Claudio Level Spitch (indiscutible
autoridad en materia de minerales radioactivos), mientras cumplimentaba una misión de su
especialidad en el mismo cerro, había descubierto huellas de un ser bípedo, a más de 5.700
metros de altura, de aproximadamente 40 cm de longitud. Spitch, al formular declaraciones al
periódico El Tribuno , destacó la extraña similitud de su hallazgo con las marcas dejadas por el
Yeti en el Tibet. “Las huellas determinadas en la cumbre del imponente Macón exceden toda
posibilidad humana”, remarcó el científico.
Informantes oficiosos anunciaron también haber observado huellas de características
humanas pero de proporciones gigantescas, tanto en las heladas arenas del cerro como en sus
propias pampas de nieve. Ellas aparecieron con mayor nitidez en dos oportunidades: la
primera cuando se produjo la comentada conmoción en una de sus laderas, y la segunda a
pocas semanas de la incursión de los cigarros voladores.
En esos días, el arriero Ernesto Sanitolay se encontró en una hondonada con un
“extraño ser cubierto por espeso pelambre”, el que al verlo profirió agudos gritos. Los
animales que llevaba se asustaron ante tan singular presencia, que parecía un ágil y enorme
mono; sin pensarlo dos veces el arriero abrió fuego contra él con su fusil, y aunque no dio en
el blanco logró ponerlo en fuga. Se presentó luego al destacamento provincial de la Quebrada
de Agua Chuya, iniciándose una investigación.
A mediados de agosto, el minero Benigno Hoyo recorr ía la zona de Quitilipo en busca
de minerales, en las cercanías de Morro del Pilar, pero lo sorprendió la noche y para colmo
debió soportar una inesperada tormenta de nieve, decidiendo entonces buscar refugio en una
caverna. Allí tuvo la sorpresa de su vida: un ignoto “ser de gran tamaño comparable con un
oso”, lo acechaba desde la oscuridad. Asustado, disparó el arma que llevaba consigo,
escuchando desgarradores lamentos que le dieron la presunción de haber hecho blanco.
En la región andina donde se desarrollaron estos sucesos no hay monos ni osos. Se
trata pues del “Ukamar Zupai” o “Coquena”, como le llaman los coyas que habitan esas
soledades. La descripción que estos hacen del mismo es semejante a la de los aborígenes
tibetanos respecto de su Yeti. Presenta silueta humana, aunque cubierta de pelos; su cabeza es
curiosamente puntiaguda; camina verticalmente sobre dos miembros como un hombre, pero al
correr proyecta su cuerpo hacia adelante a la manera de los osos; al verse descubierto emite
chirridos discordantes y a veces lanza indescriptibles lamentos humanos.
Los nativos de los pueblitos montañeses, como Chicoana, Chuculaqui y Quebrada de
Agua, durante el crepúsculo escucharon en esa época (con lógico temor) gritos de fuerte
resonancia. Entre las peñas, donde abundan los cóndores y águilas de la Puna de Atacama,
solían encontrarse pájaros muertos o mal heridos, con sus nidos saqueados.
En una expedición arqueológica organizada por el Club Andino del Norte en
colaboración con la Universidad de Tucumán se hallaron, al norte del Salar de Arizaro, los
cadáveres semidevorados de una “especie de cabra con cuatro cuernos”, raza tan extraña casi
como las nuevas huellas gigantescas descubiertas.
Mientras tanto, las noticias sobre vuelo y aterrizaje de OVNI en la zona no
decrecieron. Así, el 25 de setiembre, un “huevo volador” negro y rojo, de 20 metros de
diámetro, tocó tierra en las cercanías de la localidad Santa Rosa de Pastos Grandes, pero al
aproximarse los lugareños se elevó velozmente en espiral. Otro fue visto el 14 de octubre,
siendo uno de los testigos el Sr. Sergio Archangelsky, profesor de paleontología del Instituto
Nacional Lillo, quien aseguró que no se trataba de un cuerpo celeste; era de color rojo y
despedía chispas por la parte inferior.
Una declaración detallada efectuó la Sra. Dora Aráoz Castellanos de Javanovics, quien
en la noche del 25 al 26 de noviembre observó desde su residencia veraniega, ubicada a la
altura del km 10 del camino a San Lorenzo, un “extraño artefacto aéreo” que luego de
perma necer durante algunos minutos detenido en el espacio, descendió en un claro del espeso
monte que rodea el lugar, próximo al lecho de un río. Tenía forma circular, con dos pequeñas
cúpulas -una arriba y la otra abajo- y despedía, de lo que parecía ser una mirilla, fulgores
lechosos. Entonces se abrió una portezuela, por la que lanzó un fuerte haz de luz, similar a un
reflector, que iluminó gran parte de la escena. No obstante la lluvia que caía en ese momento,
pudo advertirse cómo, sobre su superficie, se movían “singulares manchas de color marrón”.
Por unos minutos a la testigo la dominó el pánico. Serenada ya, pudo notar cómo el platillo se
elevó verticalmente, hasta desaparecer. Durante toda aquella presencia, ella sintió “un suave
zumbido, similar al de un motor puesto en marcha a extraordinaria velocidad”.
Algo más tarde, el 12-4-57, fue el jefe de la Gendarmería Nacional en Socompa,
comandante Alberto Farías, quien informó haber observado, al igual que el personal del
destacamento, el paso, en las primeras horas de la noche, de tres máquinas volantes de origen
desconocido. Seguían, zigzagueando y a gran altura, rumbo N.O.-S.E. y ostentaban una
coloración verde brillante.
A diferencia del Yeti tibetano, el Ukamar Zupai salteño, al menos aparentemente, en la
actualidad ha desaparecido. Sin embargo, aisladamente, en otras oportunidades y en distintas
regiones, fueron vistos extraños seres de ese tipo.
Así, en mayo de 1964 un automovilista que circulaba por Colonia Castelli (Chaco),
casi embistió a uno de ello s, en el mismo lugar donde, días antes, había sido observado un
OVNI como suspendido de la copa de los árboles. Y en agosto de 1972, a treinta kilómetros de
Clorinda (Formosa), dos personas que circulaban por un camino selvático advirtieron, sentado
en lo alto de un árbol, a un extraño ser, en actitud pensativa. Tenía perfil humano pero carecía
de nariz, y era demasiado corpulento para ser un mono.
EL CASO TORRENT
Enanos
DE 1,40 METROS
Eran las 0.30 hs. del 30 de junio de 1968, cuando José Paulino Núñez, obrero de YPF
en Mendoza, terminó su tarea en la planta de almacenaje. Desde arriba de uno de los tanques
de fuel-oil notó entonces que abajo había personas extrañas, y come nzó a descender de
espaldas por la escalerilla Al llegar al descanso -cuatro metros del suelo- percibió al pie a dos
seres bajos, luciendo una vestimenta “tipo acuanauta” que les cubría hasta la cabeza; su cráneo
era un poco más grande de lo que consideramos como normal.
Nuestro hombre comenzó a sentir que lo invadía un malestar en el estómago, las
piernas, y luego en todo el cuerpo, menos los ojos y la mente. Lúcido pero paralizado, escuchó
una voz de timbre metálico que le decía: “¿Los conoce? Ellos eran como ustedes. Muchos más
serán como ellos”. Al mismo tiempo, desde una pantalla circular distinguió, con figuras en
relieve, la siguiente escena: hombres y mujeres, uniformados todos. de igual manera, iban y
venían por una calle, en cuyo fondo había neblina. Le llamó la atención no ver edificios,
árboles, niños ni animales.
Pese a advertir la luz que partía de una maquinaria extraña, su atención se concentró
solamente en la pantalla. Luego, recuerda que “despertó” en los brazos de su amigo Alberto
González, sin saber explicar cómo llegó a su camioneta y recorrió el trayecto de 1 kilómetro
que lo separaba de él, quien lo encontró “blanco como un papel”. Con la autorización de
Núñez y con posterioridad al caso Villegas-Peccinetti, el suceso fue dado a conocer por un
compañero de tareas, Enrique Seroch.
1,10 METROS
a) Tipo Johannis
Llamamos así al humanoide que concuerda con el dibujo que hiciera el pintor italiano
del mismo nombre, el 14-8-47, en Villa Santina: cabeza grande provista de casco, talla
delgada, vestido con overol, tez verdosa, enormes ojos redondeados y salientes, y nariz recta
cortada geométricamente. Tal las características de los dos seres que vio el campesino Pedro
Mendoza en Los Alisos (Jujuy, ene ro de 1969). Siendo ya noche cerrada sintió un penetrante
olor, que lo impulsó a salir para investigar. Se encontró así, a boca de jarro, con aquellos
pequeños individuos de ojos fosforescentes, que gesticulaban dirigiéndose a él. Asustadísimo,
corrió a guarecerse en su rancho, atrancando la puerta por dentro.
b) Con antenas
c) Hombrecitos
En un hermoso día, dos amigos habían salido a cazar por la zona Oeste de Pehuajó (Bs.
As., 5-62). Al llegar a una loma observaron, en la parte baja del terreno, un vehículo detenido,
difícil de identificar por los fue rtes reflejos solares. Pensando que se trataba del dueño del
campo en un viaje de inspección, decidieron acercarse. Cuando estaban ya a una distancia
relativamente corta, uno de ellos se dio cuenta de que aquello no era un automóvil, sino un
aparato de forma irregular y muy bajo. En su interior había dos personas y en el suelo una
tercera, en actitud de inspeccionar la tierra Su conformación era similar a la nuestra, pero
llamaban poderosamente la atención sus reducidas dimensiones. El testigo avisó con fuertes
voces a su compañero, pero esto pareció asustar a los humanoides, pues el que se encontraba
afuera ascendió rápidamente a la máquina, que despegó casi instantáneamente, dejando los
cardos aplastados contra el suelo.
0,80 METROS
Laguna Blanca, Makalle (Chaco). Amaro Lotcket (ex funcionario policial, hombre bien
conceptuado, dueño de un predio rural), advirtió el 9-10-69 que el motor de la camioneta en
que viajaba se detenía bruscamente, mientras él sentíase invadido por un frío anormal. Fue
entonces cuando en lo alto de un corpulento árbol, ubicado a no más de 10 metros de distancia,
vio posarse un “aparato-disco” que hizo oscilar las ramas.
Anonadado, el testigo observó en el interior de la cabina transparente que poseía
aquella máquina, el movimiento de unos seres muy pequeños. Lucían larga cabellera rubia y
contaban con un solo ojo. La nave, que periódicamente despedía luces multicolores, se elevó
silenciosamente al cabo de unos minutos, para perderse en el infinito.
Lotcket logró poner nuevamente en marcha la camioneta y llegar a su casa, donde la
familia tuvo que esforzarse para convencerlo de que denunciara el hecho. Posteriormente, una
comisión policial ‘e dirigió hacia el lugar del episodio, comprobando que las hojas y algunas
ramas del árbol donde se posara el OVNI, se encontraban “visiblemente chamuscadas”.
Gigantes
DE APARIENCIA HUMANA
MONSTRUOSOS
Símiles
Ramón Eduardo Pereyra (36 años, casado, dos hijos), era dueño de un negocio y
efectuaba personalmente el reparto de leche. A las 8 hs. del 20-7-65, se dirigía con su
camioneta por Francisco Solano (Pdo. de Quilmes), cuando alcanzó a ver un círculo blanco
desapareciendo lentamente entre un bosquecillo, denominado Monte de los Curas.
Pensando que tal vez se tratara de un paracaídas, detuvo el vehículo, bajó, y se
aproximó al lugar. Al cruzar el terraplén del ferrocarril distinguió, en un claro, una extraña
máquina con forma de huevo. Destaquemos que en horas de la madrugada, un grupo de
parroquianos de un bar ubicado en la localidad de Tigre, había observado el vuelo de un
“perfecto huevo de gallina” en dirección a la Capital. Quilmes se ubica a continuación de una
imaginaria recta que uniera ambos puntos.
Pereyra calculó las dimensiones del artefacto en 1,80 m de largo, 1,40 de ancho y 1,50
de altura. Estaba apoyado en el suelo por dos pequeñas patas. La mitad inferior era metálica y
la superior de plástico transparente. Descubrió a bor do la cabeza y hombros de una persona
semioculta por una capucha. A unos 15 metros a la izquierda, al lado de un árbol y estudiando
unos papeles, había un “hombre joven”, de 1,65 m de estatura, aspecto absolutamente normal
y cabello rubio muy corto. Vestía mameluco metalizado, ajustado al cuerpo; en la espalda
llevaba una especie de mochila o capucha. El cinturón era grueso, de tipo militar, y de su
cuello colgaba un largavistas. Usaba botas.
El humanoide, al descubrir a Pereyra avanzó hacia él con paso natural, pero con un
gesto de fastidio en el rostro. El lechero, sin saber cómo justificar su presencia en el lugar,
preguntó tratando de ofrecer ayuda: “¿Qué le pasa, maestro?”, pero no obtuvo respuesta. El ser
pasó a menos de 1 metro de donde se encontraba, siguió de largo y llegó hasta la máquina.
Abrió una de sus puertas, se introdujo en ella dando un saltito y se sentó de espaldas a su
compañero. De la nave partieron entonces, por dos caños de escape, breves llamaradas azules;
se oyó un pequeño estampido, como el de una soldadura autógena al encenderse, y se elevó,
permaneciendo unos segundos sobre la copa de los árboles antes de imprimir mayor velocidad
a su marcha y desaparecer.
Un mes después del episodio relatado, esto es el 23 de agosto, en la localid ad
misionera de Apóstoles, el ciclista Casimiro Zuk vio descender en un campo lindante al
camino un extraño aparato alargado. Se abrió una escotilla y por ella salió “una persona de
estatura normal”, con la vestimenta antes descripta. Caminó unos pasos como queriendo
estirar las piernas y a poco se introdujo nuevamente en la nave, que partió en espiral. De su
interior, mientras estaba detenida, el testigo escuchó que surgía el rumor de una música suave.
¿UN TERRESTRE?
Robots
GIGANTESCOS
ALTOS
Este incidente ocurrió el 25 de julio de 1968, en Olavarría (Bs. As.). Una patr ulla del
regimiento militar local, compuesta por un cabo del Ejército y cuatro soldados, salió a
investigar, a las dos de la madrugada, una extensa zona cercana al arroyo Tapalqué que se
hallaba iluminada por intenso resplandor. A medida que se acercaban con el jeep al lugar,
sintieron un zumbido que llegó a hacerse ensordecedor. Descubrieron entonces en el aire, a
pocos metros del suelo, un artefacto ovalado, plano, con patas cortas en los bordes, que fue a
posarse cerca de unos arbustos detrás de la pista de aterrizaje que utiliza la Fuerza Aérea
Militar en casos de emergencia.
El cabo ordenó al que conducía dirigirse hacia el lugar, y el jeep se detuvo a escasos 50
metros de aquella extraña nave, de gran tamaño. Su luz, potente y de multicolores destellos,
disminuyó en intensidad, al tiempo que el zumbido cesaba. Fue entonces cuando el grupo
advirtió, parados al lado, tres robots plateados que medían alrededor de 2 metros de estatura.
Con pasos lentos, dando la sensación de no poder estabilizarse, ellos comenzaron a caminar
“como si estuvieran haciendo equilibrio sobre una soga”, en dirección a la guarnición militar.
Muy sorprendido y nervioso el militar, les disparó una ráfaga de ametralladora. Pero, o
bien los proyectiles no dieron en el blanco o no hicie ron mella a los robots, quienes, sin
embargo, de inmediato giraron, y alzando uno de ellos sus manos como pinzas, exhibió una
“pequeña bola luminosa que despedía destellos de color imprecisable”. Los integrantes de la
patrulla no pudieron evitar que su vista se clavara en ese objeto alucinante, e inmediatamente
todos se sintieron invadidos por una sensación de desgano que los incapacitó para hacer uso de
las armas o intentar cualquier otra reacción. Uno de los soldados declararía luego: “Me sentí
como pegado a la tierra. No tenía voluntad para mover los brazos ni las piernas; intenté decir
algo pero mi mente no coordinaba con mis labios. Me dieron ganas de gritar y correr, mas una
sensación de impotencia se apoderó de todo mi ser, y tuve la impresión de que estaba
resignado a lo peor. También comprendí que en esas condiciones, todo intento de resistencia
sería inútil”.
Aquella situación se prolongó varios minutos, hasta que con movimientos lentos, los
robots se dirigieron nuevamente hacia la aeronave. Su andar era torpe, perezoso. Luego se
introdujeron en ella, que dejo oír un ruido de motores muy potentes y se elevó en zig-zag para
perderse en el espacio.
Cuando el destello de luz que había quedado en el escenario terminó por esfumarse, los
testigos comenzaron a recuperar los sentidos, asustándolos el “absoluto silencio” que los
rodeaba. El motor del jeep estaba como ahogado. Cuando llegaron hasta la Superioridad para
relatar la experiencia, sus caras tenían una expresión que iba del asombro al miedo.
Tartamudeaban y no se expresaban con claridad, o explicaban lo sucedido con incongruencias.
Fue necesario serenarlos recurriendo a calmantes. Uno de los médicos escribió en su informe:
“Nunca he atendido a pacientes con un shock emocional tan agudo”.
BAJOS
En Aguas Blancas (Dpto. Orán, Salta, 2-10-65), los niños Antonia Aparti, Adela
Sánchez y Santos Vallejos se dirigían a la escuela Libertador General San Martín, a cumplir
un día de clase, cuando al atravesar un monte advirtieron tres objetos extraños, parecidos a
“televisores portátiles”. Además de antenas, tenían brazos y piernas. El asombro y susto
iniciales se convirtieron en terror, al comprobar que aquellos diminutos robots querían
apresarlos, y echaron a correr. Lo hicieron a todo lo que daban sus piernas, pues como
confesarían mas tarde al director de la escuela, Sr. Claudio N. Royano, “los petisitos eran muy
ligeros”. Este recordó entonces que un par de años atrás había ocurrido un hecho similar.
Seres volantes
GRANDES
MEDIANOS
En una humilde casa del campo Mi Recuerdo (Crotto, Pdo. de Olavarría, Buenos
Aires), vivía Aquilo Ramón Acosta, de 44 años. Su mujer e hijos habían ido hasta la estancia
El Carmen, por lo que hacia las 23 hs. decidió ir a acostarse. Desvelado por la tardanza de su
familia, a las 3 de la madrugada de aquel 17 de noviembre de 1969 se levantó para tomar unos
mates, y al asomarse por la puerta de la cocina, quedó estupefacto. Unas per sonas de estatura
normal, pero que parecían envueltas en papel celofán por el extraño brillo de su ropaje,
volaban de un sitio a otro del predio iluminando el pasto con reflectores. El más cercano se
hallaba a unos 8 metros de distancia, y en momentos en que se dirigía hacia el patio de la finca
vió al testigo: levantó entonces un bastoncillo que portaba y fue a reunirse con el resto -unos
quince individuos - que se encontraban agrupados en un esquinero del alambrado. Don Aquilo,
enfocado con un poderoso haz de luz roja, sintió como si recibiera un cachetazo en pleno
rostro, quedando muy atontado. “Cómo sería la cosa -confesó - que teniendo la carabina en la
pieza ni siquiera se me ocurrió ir a buscarla.” Pese al contratiempo, los espió un rato aún desde
la mirilla de la puerta. Ellos recorrían el alambrado, revoloteaban de aquí para allá e
iluminaban tanto el terreno como la copa de los árboles. Medio inconsciente, optó por
recostarse en la cama, quedando al punto profundamente dormido.
Desde la cocina hasta el alambrado que delimita el lote hay 4 metros de distancia y a
20 de éste un bosquecillo de eucaliptos. En el potrero aparecieron, al día siguiente, multitud de
pequeños pozos. “Aquí no tenemos caballos ni los había anoche”, afirmó Acosta ante la
requisitoria periodística. A su vez, en el campo que se extiende detrás del monte, quedó un
sector de cardos curiosamente aplastado, “como por una aplanadora”.
PEQUEÑOS
LA HIPÓTESIS EXTRATERRESTRE
Supongamos que todos esos contactos que hemos relatado y otros muchos,
denunciados en todo el mundo, no se hubieran llevado a cabo; que se tratase en realidad de
simples mentiras de los supuestos testigos o de débiles mentales que han creído ver cosas que
sólo existieron en su imaginación... Pero, ¿y los OVNI? Las pruebas acumuladas en favor de la
existencia del fenómeno son suficientes -como bien dijo el Dr. J. Allen Hynek- para que ahora
toque a los escépticos demostrar su aserto. Los OVNI existen. Mas... ¿QUÉ SON?
Descartando posibilidades
Aunque llame la atención el brillo de los planetas más cercanos cuando se hallan en
oposición con la Tierra, nunca se los verá tornar impulso y recorrer en pocos segundos la
bóveda celeste. Y si bien es cierto que a veces, por el movimiento de las nubes, los astros
parecieran desplazarse, esta traslación aparente la efectú an todos juntos en un mismo sentido,
y no un solo cuerpo.
Los meteoritos, ante nuestra vista describen un corto arco descendente, van dejando
estela -producto de su desintegración- y se disipan rápidamente. Si se los ve a menor altura es
porque en parte han superado la fricció n que produjo su entrada en la atmósfera, en cuyo caso
han de caer en algún sitio. No podrán volver a elevarse, detenerse bruscamente o cambiar de
color. Su movimiento será el de un cuerpo cualquiera que se precipita a tierra atraído por la
fuerza de gravedad.
Los globos sólo levemente y a causa del viento se desviarán de su curso regular. A los
satélites artificiales no les cabe siquiera esta última alternativa (las pequeñas correcciones de
rumbo que puedan ordenárseles desde el control resultan imperceptibles para el observador
terrestre). Además, el primero de ellos -Sputnik- fue lanzado recién el 4 de octubre de 1957.
Agreguemos que los centenares de fotografías y deccnas de películas obtenidas en todo
el mundo, muestran imágenes de características propias.
VEHICULOS TERRESTRES
Los que sostienen que los platos voladores son vehículos de fabricación terrestre, basan
su aserto en la creencia de que a fines de la Segunda Guerra Mundial, los nazis estaban
perfeccionando armas secretas que por falta de tiempo no pudieron llegar a utilizar o al menos
producir en serie; tal el caso del aparato circular antirradar “Feuerball” o el “Kugelblitz” (rayo
redondo).
Terminada la Guerra, cuando los norteamericanos ocuparon los laboratorios alemanes
de Peenemunde no habrían encontrado, sin embargo, en sus archivos, nada que se relacionara
con tales armas, supuestos antepasados de los OVNI. Mejor suerte, al parecer, corrieron los
ingleses al apoderarse de una documentación relativa a la producción de algunas fábricas
escondidas en la Selva Negra se refería a importantes experimentos efectuados con aire liquido
y las posibilidades de utilizar esta sustancia para cierto tipo de motores de turbina, capaces de
desarrollar extraordinaria potencia Así, pues, los alemanes habrían llega do a la fase prehminar
de un “nuevo medio aéreo potentísimo, blindado, semoviente y teledirigido”.
Como es sabido, luego algunos sabios germanos fueron a trabajar a los Estados Unidos
y otros lo hicieron para Rusia. Y entre los años 1947-54, en medio del auge de los platillos,
varios de ellos dieron su versión sobre los hechos.
Un eminente ingeniero, ex aviador de la Luftwaffe, Rudolph Schriever, afirmó que si
la Junta Militar de Seguridad Norteamericana le proporcionaba los elementos necesarios, se
comprometía a construir un plato volador. Según él, poco antes del colapso final estaba
trabajando con un grupo de científicos en la construcción de un aparato denominado “Flying
Top”, tarea que Hitler conocía con minuciosidad. Agregó que los agentes de espionaje aliados
habían logrado apoderarse de un duplicado de los planos.
Otro ingeniero aeronáutico, el austríaco Erich Meindl, aseveró también que lo que
vulgarmente se denomina plato volador era un arma secreta de Hitler diseñada por un
científico de su misma nacionalidad, de apellido Doblhoff. Tal máquina revolucionaria -
parecida a un disco y movida a retropropulsión- se habría construido en el gigantesco
establecimiento aeronáutico Wiener Neustad Aircraft, cerca de Viena.
Un condenado a treinta años de reclusión junto con otros agentes nazis, Christian
Cristensen, en entrevista concedida al Diario da Noite, de Brasil, manifestó que si le daban
400.000 cruzeiros podría construir un plato volador de 20 a 30 metros de envergadura.
Informó entonces que este tipo de máquinas volantes fue inventado en los laboratorios de
investigaciones de Stettin, centro de estudios de armas secretas alemanas, por técnicos del 10º
Ejército del Reich, agregando que el secreto se encontraba en posesión de los rusos, primeros
en apoderarse de dicho laboratorio.
En declaraciones concedidas a un diario de Nueva York, un ex aviador norteamericano
que en los últimos tiempos de la guerra en Europa formó parte del servicio de informaciones
del Octavo Ejército Aéreo, se encargó de robustecer la hipótesis que comentamos, diciendo:
“Nada más fácil que los platos voladores sean el desarrollo de un arma antiaérea psicológica
ya usada por los alemanes. Durante mis misiones nocturnas sobre Alemania, pude ver muchas
veces discos o globos luminosos que seguían a nuestras formaciones. En el último año de
guerra, los alemanes enviaron contra los nue stros cuerpos luminosos teledirigidos para
dificultar el encendido de los motores y la acció n del radar de a bordo”.
La suposición de que los platos voladores no deben atribuirse a una civilización
distinta de la terrestre aparecería como lógica, si a lo anterior sumáramos lo declarado por el
ingeniero alemán George Klein, que trabajaba en el Ministerio de Producción de Guerra, al
periódico Welt am Sonntag en el sentido de que los nazis habían construido tres discos
volantes, uno de los cuales cayó en poder de los soviéticos; y lo informado por el conde
Zborowski (austríaco refugiado en Francia, integrante del grupo de técnicos constructores de
las bombas V-1 y V-2), dando a entender que el cigarro volador es un invento francés, a
manera de respuesta al Ministro Británico del Aire, cuando en ocasión del Meeting de
Farnbourough anunciara que Inglaterra había construido “un avión sin hélices y sin alas, capaz
de decolar y aterrizar sobre un mínimo espacio”.
Sin embargo, cuando un hombre de ciencia italiano, Giuseppe Beluzzo, aseguro que
Alemania e Italia habían producido platos voladores durante la guerra, en 1942, dejó oír su voz
“el padre de la astronáutica”, Hermann Oberth. Físico supervisor de la División de Balística
del Ejército Norteamericano en Huntsville, Alabama, Oberth fue autor del primer tratado sobre
astronáutica en 1923; seis años más tarde recibió el premio André Hirsch otorgado por la
Sociedad Astronómica de Francia; entre 1939 y 1943 se desempeñó como director del Instituto
de Investigaciones sobre Proyectiles-cohetes de Peenemunde; en 1949 fue elegido presidente
de honor de la Sociedad Alemana de Estudios Interplanetarios con asient o en Stuttgart y
miembro honorífico de la British Interpíanetarian Society de Londres. “Ello es completamente
imposible”, dijo Oberth al referirse a las declaraciones de Beluzzo. Aseguró a continuación
que ningún aparato de esa naturaleza había sido construido o planeado en Peenemunde, centro
de las investigaciones que se realizaban en Alemania sobre proyectiles-cohetes y aviación
moderna.
Como no podía ser de otro modo, Oberth se interesó vivamente por el problema,
declarando que los OVNI no solamente existen, sino que representan el diez por ciento de los
aparatos observados en el cielo. Y fue más allá: “Los pilotos de los platos voladores son
plantas dotadas de razón”, dijo. Explicando su teoría, el inventor e instructor del célebre
proyectil V-2 utilizado por los alemanes contra Londres, manifestó que los Uránidas -tal el
nombre con que bautizó a las extrañas personas vegetales- tienen miles de años de avance
sobre nosotros, tanto en su evolución espiritual como en técnica. Su patria sería un planeta
donde no existe oxígeno en estado gaseoso, lo que impide el proceso de vida animal; aquellas
toman el oxígeno que les es necesario de los óxidos contenidos en el suelo. Tal planeta estaría
ubicado fuera del Sistema Solar, estimando que los proyectiles misteriosos utilizados por las
plantas inteligentes se desplazan a una velocidad próxima a la luz.
Otro de los directores de Peenemunde, Walter Riedel, coincidió con Oberth en la
procedencia de los platillos volante ’s: “Yo estoy absolutamente convencido -afirmó - que
tienen sus bases fuera de la Tierra”.
Otto Waltz, ingeniero especializado en Astronáutica y partícipe en la construcción de
las bombas V-2, fue uno de los primeros en hacer notar la periodicidad de ías apariciones,
coincidiendo con la conjunción del planeta Marte. En una disertación efectuada el 14-11-52 en
la Sociedad Interplanetaria Argentina expuso, entre otras consideraciones, que “nuestros
proyectos de satélites artificiales acaso han sido realizados y supe rados por los marcianos”.
El más jove n de los científicos alemanes de la Segunda Guerra Mundial, Wernher von
Braun, director del centro espacial norteamericano Marshall, refiriéndose a la desviación de
trayectoria sufrida por el cohete June II, declaró al Neues Europa (edición del 1-1-59): “Nos
encontramos frente a poderes mucho más fuertes de lo que hasta ahora habíamos supuesto y
cuya base nos es por el momento desconocida... Actualmente no puedo decir más. Nos
hallamos empeñados en la tarea de entrar en contacto más íntimo con dichos poderes”.
Para las autoridades estadounidenses, esos enigmáticos “poderes” se pusieron
plenamente de manifiesto en abril de 1962, cuando al llegar a 80 km de altura el avión X -15 de
la Marina, el mismo se encontró nada menos que ¡con una flotilla espacial extraterrestre!
Algunas de las raras máquinas que la integraban -de todas las formas, tamaños y colores -
sorprendidas por el avión-cohete en su zona de operaciones a sólo 100 km de nuestro planeta,
se acercaron a inspeccionarlo ante el explicable horror de su piloto, Robert White, quien no
podía dar crédito a lo que veían sus ojos. Pero aquellas ya habían sido captadas por la
filmadora de a bordo, para pasmo y consternación del selecto grupo de oficiales del Pentágono
que horas después presenciara la proyección de aquellas imágenes extraordinarias.
En una serie de muy interesantes artículos, publicada por el diario El Mundo de Buenos
Aires en junio de 1964, el Sr. Jorge O. Pineda ha detallado los intentos realizados por las
potencias de nuestro planeta para desarrollar un plato volador te rrestre, todas fracasadas si por
tener éxito se entiende el logro pleno de la increíble gama de prodigios reconocida en los
auténticos OVNI.
Si alguna potenc ia terrestre contara con el dominio de la fuerza de gravedad -condición
indispensable para el éxito de los platillos- evidentemente no se seguirían invirtiendo sumas
astronómicas en la construcción de gigantescos cohetes impulsores que tienen como principal
carburante el petróleo y sus derivados. Además, carecería de objeto mantener durante tanto
tiempo (ni se hubiera podido) el secreto de un invento que permitiría, a quien lo poseyese, el
dominio total del planeta.
En cuanto al aspecto humano, si bien se ha logrado resistir el efecto que produce en el
organismo la tremenda aceleración de los cohetes impulsores terrestres, las piruetas de “los
auténticos ”, sus maniobras insólitamente bruscas, que los llevan de la inmovilidad más
absoluta a instantáneas velocidades de decenas de miles de kilómetros, harían que el número
de “g” (unidad con que se mide la fuerza gravitacional desplazada por un objeto en una vuelta
de aceleración súbita o en una frenada repentina), superara holgadamente la resistencia del ser
humano. Tales maniobras serían en cambio soportables rodeando a esas aeronaves de campos
gravitatorios propios o poseyendo sus tripulantes una composición orgánica distinta.
Un argumento decisivo en contra de la teoría de que los platos voladores son de origen
terrestre es la época en que el hombre inventó la locomoción aérea, que data recién del siglo
actual.
En El caso de loa OVNIs, M. K. Jessup dedica buena parte de sus páginas a la insólita
década de 1880; en la que se descubrió una extraordinaria cantidad de “cometas”. Los
supuestos astros presentaban tales características de movimiento y estructura que debe
concluirse que no se trataba, en realidad, de cometas ni de estrellas. “Si todos esos astrónomos,
profesionales y aficionados competentes, hubiesen podido concebir un cuerpo tan cercano a la
Tierra y moviéndose no obstante muy despacio -puede ser que dentro de nuestra atmósfera -
hubiesen podido evidenciar la presencia de un nuevo y humillante problema, quizás la clave de
muchos enigmas celestiales”, dice Jessup.
Unos años antes, exactamente al 14 de agosto de 1863, la Gaceta de Madrid informaba
textualmente: “Anteanoche se observó en el horizonte un cuerpo luminoso que apareció hacia
el Este y se creyó al pronto que sería un cometa. Su color era rojizo y en la parte superior se
notaba un apéndice o corona que, indudablemente, debería ser una llamarada. Mantúvose
mucho tiempo, pero luego empezó a moverse rápidamente en diferentes direcciones, ya
horizontalmente, ya subiendo o bajando”.
El 8 de diciembre de 1773, un vecino de Fleet (Dorset) llamado Cracket, fue concreto
al describir el fenómeno que le deslumbró en pleno día: “Parecía descender sobre los árboles.
Era como si se estuviese incendiando. Se alejaba y regresaba a gran velocidad. Era un
artefacto muy grande. No podía ser tomado por una estrella errante. Volvió y se alejó varias
veces hasta desaparecer”. Y Mr. Derham, miembro de la Real Sociedad Inglesa, en cuyos
registros constan ambos casos, testimonió el del 3 de abril de 1707: “Un objeto llameante
estuvo en exposición en el cielo de Londres durante una hora, al anochecer. Se elevaba y
descendía perpendicularmente al horizonte, emitiendo destellos rojizos”.
De la colección Wick iana, Zentralbibliotek, Zurich, tenemos dos hojas volantes con
ilustraciones por demás sugestivas y se complementan con las respectivas narraciones. La de
Nüremberg, del 14-4-1561, contiene la noticia de una “visión muy aterradora, durante la caída
del Sol”. Se trataba de “esferas de color rojo sangre, azuladas y negras, o discos en forma de
anillos, aproximadamente en grupos de tres Además, se observaron “dos grandes tubos”. En la
de Basilea, redactada por Samuel Coccius el 7 de agosto de 1566, se narra algo similar: las
esferas se movían con gran rapidez y se encontraban unas a otras. Como si combatieran;
algunas se hicieron rojas e ígneas y luego se consumieron y extinguieron”.
En su Crónica, Jean Froissart nos da noticias de que durante 1290, desde la Abadía de
Bayland, en Yorkshire (Inglaterra), fue avistada por los monjes una máquina “brillante y
achatada” que evolucionó durante una hora sobre las torres del monasterio, para luego
desaparecer vertiginosamente hacia el Oriente.
Seguimos remontándonos en el tiempo con este ramillete de antecedentes históricos
para dar idea de la antigüedad de los “no identificados” y nos encontramos con que ya por el
año 583 Gregorio de Tours hablaba de fenómenos muy semejantes a los que han conmovido a
gran parte de la población mundial de nuestros días.
Séneca, el preceptor de Nerón, narra en uno de sus libros: “Vimos en el cielo, tanto de
día como de noche, fuegos extraños, imposibles de confundir con estrellas, y mucho menos
con partículas de cuerpos celestes. Nuestra época los ha visto más de una vez, en pleno día,
atravesar el cielo en distintas direcciones”. También los nombra Plinio el Antiguo (23-79 d. de
C.): “Un escudo luminoso cruzó el cielo de Este a Oeste al caer el Sol, lanzando chispas” y
Marco Tulio Cicerón: “El cielo pareció abrirse y surgieron globos”.
¿Qué decir de la visión del profeta Ezequiel? Baste con transcribir la parte fundamental
de lo que dejó escrito hacia el 593 a. de C., que por cierto es importante: “Una gruesa nube
apareció en el cielo, rodeada de una luz, y una especie de remolino, en el centro de la cual se
distinguía un resplandor metálico... Volví a mirar y en el suelo ví un disco o rueda y cerca de
él un ser vivo, y había cuatro seres vivientes y cuatro discos ”.
Un papiro egipcio, descifrado por el profesor Boris de Rachfiltz, dice: “En el año 22,
tercer mes de invierno a las seis horas del día, los escribas de la Casa de la Vida advirtieron un
círculo de fuego que descendía del cielo. Después de unos días de acontecidas aquellas cosas,
fueron más numerosos. Estaban brillando en el cielo más que el Sol; el ejército del Rey los
miraba y el Rey se hallaba en medio de ellos”. Tal aconteció entre 1450 y 1504 antes de
nuestra era, durante el reinado de Tutmosis III. El documento se halla en el museo del
Vaticano.
Acotemos finalmente, pasando ahora a la India, que también mucho antes de nuestra
era y en una colección de crónicas en Sánscrito, el Samarangana, se consagran doscientas
cincuenta estancias a los Vimanas, astronaves con forma oval que semejaban nubes azuladas o
globos luminosos, las que podían viajar perpetuamente alrededor de la Tierra, sin agotarse.
Eran impulsadas por una “vibración que emanaba de una fuerza tan invisible como la
voluntad”, emitían “sonidos dulces y melodiosos”, irradiaban un “brillo como de fuego” y su
trayectoria parecía una “larga ondulación que los acercaba o los alejaba”. Eugenio Danyans de
la Cinna se refiere en una de sus obras (Platillos Volantes en la Antigüedad) a los “vehículos
de los dioses”, expresando que en esos tiempos antiguos existía la costumbre de hacer una
distinción escrupulosa entre todos los mitos, llamados Daiva, y los hechos reales, llamados
Manusa. Lo relativo a los Vimanas aparece invariablemente en los textos calificados Manusa.
En numerosas oportunidades, nos relata una autoridad como Edward J. Ruppelt -ex
jefe de la comisión investigadora de los Estados Unidos encargada de la encuesta relativa a los
OVNI- fueron vistos platos voladores en forma simultánea desde tierra y aire, al tiempo que
eran detectados por los radares. En el período 23-5 al 16-8-52, de diez y nueve ecos captados
desde el aeropuerto de la ciu dad de Washington, sólo tres no tuvieron confirmación visual
simultánea.
Si pretende argüirse que la detección por radar se debe a señales producidas por
inversión de temperatura, efecto perfectamente diferenciado por radaristas con experiencia,
debe tener se presente que “la velocidad atribuida al objeto ficticio resultante de tales ecos no
puede ser en ningún caso supe rior al doble de la velocidad del viento a la altura de la
inversión”.
Conviene entonces dar tres ejemplos de velocidad: el 14-7-62, cerca de Norfolk, la
tripulación de un DC-4 de la Pan American detectó seis OVNI a 19.200 km p/h.
Posteriormente, dos reguladores de la torre de control de Terre Haute, en Indiana, calcularon la
velocidad de un platillo en 67.000 km p/h. El 14-12~4, el objeto que evolucionó en torno al
satélite Eco II (visto desde San Miguel, Buenos Aires), lo hizo nada menos que a 112.000 km
p/h.
Las apariciones se han denunciado en todas las zonas del globo terráqueo, muchas de
ellas sin medios de comunicación masiva, es decir, no influenciadas por supuestas psicosis.
¿Cómo habrían de engañarse las mentes de tantas personas a través de estos largos años?
Además, muchas veces los platos voladores han aterrizado, dejando en tierra un círculo
negruzco, piedras removidas, agujeros, vegetales calcinados, y hasta restos que fueron
analizados.
El descubrimiento de la “ortogenia” es otra razón fundamental, pues las alucinaciones
no se propagan en línea recta.
El mundialmente famoso científico chileno Gabrie l Alvial Cáceres, que con su equipo
de trabajo observó y fotografió desde el laboratorio que el Centro de Investigaciones de
Radiación Cósmica posee en plena cordillera de Los Andes (4.300 m de altura), afirmó en
mayo de 1968: “Si en una fotografía aparece un punto luminoso, puede ser una mancha, pero
en su examen al microscopio no hay error de interpretación; el aparato desconocido es
monocromático, lo que revela su existencia física. Los OVNI son objetos reales, concretos,
verídicos
Cuando la URSS vivió una de las oleadas de OVNI y los funcionarios comunistas
entendieron que el fenómeno estaba derivando a un renacimiento religioso, fue enviado un
verdadero ejército de científicos a zonas como Kazaktán, para tratar de explicar aquello como
fenómeno natural. Al llegar desde otros países noticias de más apariciones, el gobierno
comisionó a miembros de la Academia de Ciencias para que se informaran personalmente.
Así, el doctor Mitrovan Zverev, de Pulkovo, llegó a Chile. Luego de escuchar a los profesores
Claudio Angita (director del observatorio astronómico de la Universidad local) y a Alvial
Cáceres, analizar las fotografías, y aparentemente presenciar alguna aparición, no pudo menos
que declarar: “Algo inexplicable para nuestros conocimientos ronda la Tierra, sin duda alguna.
Tenemos pruebas científicas de que objetos extraños están visitando nuestro planeta”.
Objeciones
LA CARENCIA DE ACCIDENTES
A veces los OVNI sueltan singulares “hilos de plata” que forman una especie de
telaraña: el 9-1048 cayeron sobre San Francisco (EE.UU.); el 17 y 27-10-52 en Oloron y
Gaillac (Francia); el 15-~53 en Ongaonga (Nueva Zelandia); el 21-2-55 sobre Horseheads
(EE.UU.); el 28~-56 en Melbourne (Australia), etc. Permanecieron suspendidos de los árboles,
cables telefónicos y techos, pero volatilizáronse (a exce pción del caso florentino del 28-10-54)
antes de que pudieran ser analizados. De este tipo fue el ‘”tul de novia” que descendió sobre la
laguna de Chascomús (Argentina), el 18-9-68. Suponemos que a lo sumo se trató de percances
menores que superaron las fantásticas aeronaves.
Los episodios de accidentes reales. son en verdad muy escasos, aunque hayan llegado a
denunciarse caídas, incluso con cadáveres de humanoides en el interior de las máquinas. Tal
los sucesos informados por el profesor Silas Newton de la Universidad de Denver, Colorado,
en 1948; por el doctor Hans Larsen Loberg, premio de Física de Hungría (Isla de Heligoland-
1956) y el descenso de Pittsburgh, sil enciado por las Fuerzas Armadas estadounidenses en
diciembre de 1965. El Sr. Fabio Zerpa, director de la Organización Nacional de Investigación
de Fenómenos Espaciales, trajo desde Venezuela la fotografía del esqueleto de un humanoide
que encuadra en los “Enanos de 1,10 m tipo Johannis”. Ateniéndonos a lo declarado por Zerpa
a la revista Así (Nº 879), los restos fueron hallados a orillas del río Orinoco junto a los
fragmentos de, un platillo que explotara hacia 1970. En otro estallido (Ubatuba, Brasil, 9-57)
los trozos de nave contenían un ma gnesio de densidad similar al del patrón internacional, pero
de pureza mayor.
Al respecto, es oportuno destacar la teoría del teniente aviador de la Fuerza Aérea
Francesa, Jean Plantier, quien en su obra La propulsíon des Soucoupes Volantes expresa que al
utilizar la energía cósmica, los OVNI crean un campo local de fuerza variable y orientable, o
sea su propio campo magnético. Esto explicaría prácticamente todo: el desplazamiento
silencioso, la variación de su luminosidad, las maniobras’ bruscas y grandes velocidades sin
afectar a los tripulantes, y la falta de roce con la atmósfera. El aire que rodea al OVNI,
arrebatado del campo de fuerza, no rozaría a éste, sino que lo seguiría en su trayectoria.
Plantier manifiesta: “Aparte de la posibilidad de efectuar aceleraciones ilimitadas, el
piloto puede realizar la más perfecta frenada, invirtiendo el sentido de la fuerza. Un simple
montaje del tipo radar puede dirigir automáticamente esas paradas, en caso de que existieran
obs táculos. Por ello es normal el hecho de que no sean encontrados aparatos estrellados contra
el suelo. Pero, ¿no puede existir la probabilidad de que se produzca una avería en el sistema?
Es probable que el genio constructor las haya podido eliminar al máximo, razón por la cual es
raro que las mismas se produzcan. Aparte de eso, a baja velocidad, le será siempre posible a
otro aparato socorrer al compañero en apuros en su campo dé acción antes de producirse la
avería total, y volver a la base. Ello explicaría la frecuencia de los vuelos en grupos, por
simple medida de seguridad, sobre todo en los “discos dobles”, observados por algunos
testigos. Pero, ¿qué pasará a gran velocidad? En este caso, la situación es también sencilla,
aunque sea menos feliz para nue stros visitantes; La avería ocasionaría, evidentemente, la
desaparición del grueso bolsón que protege al aparato. Se producirían entonces una serie de
detonaciones violentas, al chocar el disco contra el aire inmóvil, con toda su energía cinética, y
despué s la volatilización térmica final”.
Sin duda alguna, el control del fenómeno OVNI daría a la potencia que lo lograse una
superioridad militar aplastante. Por tal motivo, los servicios de informaciones de todos los
países ocultan o desvirtúan los incidentes, y los analizan secretamente. El denominado Informe
Condon tuvo como premeditado objetivo disminuir el interés de los científicos y convencer al
pueblo de su inexistencia La Fuerza Aérea norteamericana exigió continuar controlando el
asunto y dirigirlo por intermedio de la CIA. Con el o~eto de dar una imagen falsa,
deliberadamente los casos nunca fueron estudiados con seriedad.
En octubre de 1973, Stando Friedman, joven físico nuclear y científico espacial,
manifestó en Miami: “Es ridículo que a una persona que puede ser un perfecto testigo de
confianza en una corte, repentinamente se le pierda esa confianza y se la ridiculice cuando
confiesa haber visto un plato volador. Creo que es hora de que reunamos a los cerebros de más
categoría de este país, que gastemos un poco de dinero y que comencemos un estudio de
verdad, profundo y científico, para probar la existencia de los OVNI como vehículos
extraterrestres, y obtener información del desarrollo de sus avanzados siste mas de propulsión
para ponerlos en práctica en éste planeta ”.
Unos meses después de que se diera a conocer, en 1968, el informe Condon, la
Academia de Ciencias de Moscú, a instancias del gobierno, luego de proclamar la inexistencia
de los OVNI señalaba: “La propaganda realizada en la URSS sobre estos pretendidos platillos
volantes tendía a provocar sensaciones de carácter anticientífico”. Cabe preguntarse: ¿Acaso
detrás de la Cortina de Hierro es posible realizar algún tipo de propaganda que no sea en favor
de los planes gubernamentales? Fuera de Rusia mal podía efectuaría el tradicional oponente,
Estados Unidos, que acababa de intentar el sepelio de los “UFOs”, como allá les denominan.
Debe colegirse, pues, que aquellas ,”sensaciones” fueron causadas por auténticas
observaciones dentro del extenso territorio soviético. Y acá otra pregunta: ¿hay acaso algo más
anticientífico -para la ciencia terrestre, c laro- que las insólitas maniobras de los platos
voladores?
Los miembros de la Fuerza Aérea Norteamericana, Albert Chop y Edward J. Ruppelt,
el coronel C. W. Odeil (del Servicio de Inteligencia), así como los científicos J. Allen Hynek y
James Mc. Donald asegurron, luego de estudiar toda la evidencia existente en U.S.A., que hay
una sola hipótesis posible: la pr ocedencia extraterrestre. Esta certeza es compartida por los
más importantes organismos no oficiales que dedicados al análisis de los OVNI se hallan
diseminados por el mundo, los que intercambian entre sí copiosa información.
Además, si bien la Comisión Condon aconsejó no continuar con el estudio de los No
Identificados “por no justificarlo ya ningún interés ni científico ni militar ”, la mayoría de los
sabios, liberales, triunfó sobre la minoría conservadora exigiendo que siga investigándose el
justamente llamado Misterio del Siglo.
El semanario The National Tattler en su edición del 25-S-74~ dio a conocer la decisión
del Ministerio de Defensa de los Estados Unidos en el sentido de preparar al público y
anunciar, progresiva y oficialmente, que los discos voladores no sólo existen sino que
provienen del espacio exterior. Y tal noticia, que no fue objeto en lo inmediato de
confirmación o negación, repercutió en el mundo. Así, en Brasil, los círculos que desde hace
mucho tiempo venían sosteniendo la realidad de los platillos, no ocultaron su euforia. El
profesor José Evangelista Zerrata aprovechó para aconsejar .la conducta a seguir ante la
eventual presencia de un OVNI: “No se aproximen, no corran ni griten, asuman actitud de
cordialidad”, dijo. Por su parte, el padre Jorge O’Grady de Paiva, autor del libro Astronomía y
Astronáutica (1969), expresó que ello constituye una razón de alegría “para todos quienes
éramos motivo de descrédito y aun de ridiculizaciones”.
En septiembre de 1971, como consecuencia del simposio soviético-estadounidense
realizado en Armenia con la participación de “los mayores expertos ”, para estudiar la
posibilidad de que haya civilizaciones extraterrestres y comunicarse con ellas, se llegó a la
conclu sión de que “existen los marcianos”. (Dic ha afirmación no se refiere a la presencia de
seres inteligentes en el planeta Marte, sino, de una manera general, fuera de la Tierra) Dicho
epílogo no puede extrañar, teniendo en cuenta los satélites artificia les terrestres
misteriosamente desviados de su ruta, las extrañas observaciones efectuadas por los
astronautas, y señales inidentificadas que, procedentes del espacio, captan con asiduidad los
radiotelescopios.
EL PROBLEMA DE LA DISTANCIA
El sistema solar al que pertenecemos se halla ubicado cerca de uno de los bordes de la
Vía Láctea, según Shapley a 32.000 años luz de su centro. El Sol es una estrella como tantas,
de la clase espectral G; relativamente numerosa. Todas ln~ estrellas de rotación lenta, como él,
pueden tener planetas cuya evolución lleve al desarrollo de la vida. Suponiendo que solamente
una estrella en un millón los tuviese, habría cien mil soles con planetas y seres vivientes en la
Vía Láctea.
La galaxia más próxima, Magallanes, se halla ubicada nada menos que a 170.000 años
luz, por lo que el hombre apunta sus radiotelescopios hacia las estrellas más cercanas de su
propia nebulosa: Alfa Centauri se encuentra a 4,29 años luz de la Tierra; Barnard (al que
recientemente se le han descubierto un par de planetas), a 6 años luz; Wolf 359 a unos 8 años;
Sirio, a 9,11 años; Alfa Canis Minoris, a 10,22 años; Tau, Epsilon, Kruger 60, Cygni,
Ophiuchi y otras, entre 11 y 12 años luz.
En el supuesto de que el ser humano pudiera fabricar aeronaves que igualaran la
velocidad de la luz (300.000 km p/segundo), tardaríamos varios años en efectuar un viaje de
ida y vuelta a aluno de los sitios antes nombrados. Alberto Einstein, tal vez el mayor cerebro
moderno, en su teoría de la. Relatividad incluye el “factor de dilatación del tiempo”, por el que
éste pasaría con mayor lentitud para un objeto en proporción directa a su velocidad en relación
con otro objeto. Dicha afectación del tiempo por el movimiento ha quedado
experimentalmente demostrada mediante observaciones practicadas a los mesones “my”, que
pasan a través de la atmósfera que rodea la Tierra, y posteriormente con el desarrollo de los
relojes atómicos y de la aviación de propulsión por chorro, aunque en este caso con un margen
reducido, pues la diferencia es apreciable, sólo a partir de velocidades próximas a la luz.
Y aunque para Einstein el límite de rapidez haya sido la velocidad lumínica, otro sabio,
Blamey Stevens, en su teoría de la Identidad se postula en favor de velocidades aún mayores.
La civilización terrestre tiene sólo 10.000 años de antigüedad, un “segundo dentro del
infinito del tiempo”, dice Frederiek Ordway. Otras razas, más antiguas tal vez en millones de
años, que hayan estirado el promedio de vida a límites insospechados, pueden asimismo haber
creado plataformas en cadena a través del espacio, aleaciones de metales capaces de resistir
vertiginosos viajes por el cosmos, fuentes de propulsión para nosotros desconocidas, e incluso
(¿por qué no?) vencer el desdoblamiento “pasado-futuro”, unificando el tiempo. Carl Sagan,
del Centro de Investigaciones Radiofísicas y Espaciales de la Universidad de Corne ll, afirma:
“El descubrimiento de nuevas leyes físicas por civilizaciones extraterrestres muy superiores a
la de nuestro planeta, es perfectamente factible”.
El científico argentino Dr. José Alvarez López, en una conferencia pronunciada en el
Instituto de Estudios Avanzados de Física, formuló en agosto de 1972 un sensacional anuncio,
que implicaría la revisión de la física actual, al desarrollarse un sistema que discrepa con la
tercera le y de Newton. Dijo que el hombre siempre buscó un método de propulsión espacial
distinto al actualmente en uso, pero que no había invertido un solo peso en estudiar esas
posibilidades, por “avaricia científica” fundamentada en la barrera que representa aque lla
famosa ley. Trabajos realizados en Córdoba, llevados a la práctica posibilitarían la realización
de vuelos espaciales sin emplear la cohetería, con el aporte de la denominada Fuerza de
Lorentz y de la mecánica relativista de Einstein. Ello modificaría las bases enteras de la Física
y la mecánica práctica, obligando a un examen completo de todos los principios aceptados, lo
que podría arrojar resultados “imprevisibles por el momento”. Daríase así por tierra no sólo
con la opinión de aquellos científicos que califican de imposibilidad física la existencia de los
platos voladores como naves venidas del espacio exterior, sino que explicaríase que ellas
puedan recorrer enormes distancias en un tiempo increíblemente corto.
El 21 de julio de 1975, un equipo de físicos compuesto por, Edward Shirk, P. Buford
Price, W. Zack Osborne y Lawrence 5. Pinsky (universidades de California y Houston), al
examinar un detector de rayos cósmicos que había pendido durante dos días de un globo a
40.000 metros de altura, encontró una serie de agujeros grandes, cónicos e idénticos: el aparato
había sido golpeado por “algo” que se dirigía hacia la Tierra a la velocidad de la luz. Por el
rastro dejado en las hojas de plástico de registro y de la capa de película y emulsión
fotográfic as, concluyeron los científicos haber descubierto una partícula magnética de un solo
polo, después de cuarenta y cuatro años de estudios.
Así como los electrones y protones conducen cargas eléctricas, los monopolos
magnéticos significarían que otras partíc ulas subatómicas conducen unidades básicas de carga
magnética, aun cuando algunas tengan únicamente polo norte y otras sólo polo sur. El
magnetismo sería, pues, colocado en un mismo plano que la electricidad. “El gran objetivo es
ahora capturar un monopolo y traerlo de vuelta en forma activa ”, dijo Price; ello
revolucionaría las teorías físicas por sus implicancias prácticas en. la producción de energía.
¿Nos estaremos acercando a la verdadera tecnología espacial?
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VIGNATI, Alejandro. Bariloche: desde el cielo nos vigilan , y diversos artículos en la rev.
2001, periodismo de anticipación.
Noticias de diarios argentinos en general, especialmente las publicadas por La Razón, Crónica
y La Nación.
Notas sobre el scaneo
Espero que disfruten este libro como yo lo hice. Es muy difícil de conseguir en versión
papel. Quise contribuir a su difusión. Pido disculpas de antemano por cada centavo que el
autor pierda gracias a mí.
Saludos.
INTRODUCCION
Características fundamentales
Huellas de “OVNI”
Chamusquina
Explosiones, desintegraciones
Fotografías y películas
Material para el análisis
En seres humanos
Animales
Vegetales
Los elementos
Objetos diversos
Vehículos a motor
Aparatos sensibles
Plantas energéticas
Algunos testimonios
Submarinos enigmáticos
Reconocimiento oficial
Opiniones
Persecución de vehículos
Registro de sitios claves
Chequeo médico-espac ia l
Aerotransporte
Informantes misteriosos
Casos de agresividad
Los peludos
Enanos
Gigantes
Símiles
Robots
Seres volantes
Descartando posibilidades
¿Hay vida en el espacio?
Objeciones
Bibliografía
Ficha del libro en la Biblioteca Popular Florentino Ameghino (Nº 157 - CONABIP
2585), City Bell, Buenos Aires, Argentina.
CAPÍTULO I ...............................................................................................................................7
EXTRAÑOS SUCESOS............................................................................................................. 7
Resistencia ante lo increíble .................................................................................................... 7
ALGO SOBREVOLÓ LA ANTÁRTIDA...........................................................................7
UN SINGULAR AVIÓN .................................................................................................... 9
JEROGLÍFICOS MENDOCINOS.................................................................................... 11
EL MENSAJE DE OTRO MUNDO .................................................................................15
“¡Y SIN EMBARGO SE MUEVE!”.................................................................................16
CAPÍTULO II ............................................................................................................................ 24
EVIDENCIAS DEL FENÓMENO ...........................................................................................24
Características fundamentales ...............................................................................................24
FORMAS...........................................................................................................................24
TAMAÑOS........................................................................................................................ 24
COLOR Y LUMINOSIDAD.............................................................................................25
SONIDO ............................................................................................................................ 25
VOCES ..............................................................................................................................26
OLOR ................................................................................................................................ 26
DESPLAZAMIENTO Y MODO DE OPERAR...............................................................26
Huellas de “OVNI”................................................................................................................ 27
PLANAS............................................................................................................................ 27
MARCAS DE RUEDAS...................................................................................................27
HERRADURAS Y CÍRCULOS........................................................................................ 28
CON AGUJEROS .............................................................................................................28
RASTROS R ECTANGULARES......................................................................................29
Chamusquina .........................................................................................................................29
Explosiones, desintegraciones ...............................................................................................30
PASAJE YDETONACIÓN ...............................................................................................30
LLUVIA DE “ROCÍO”.....................................................................................................31
EXPLOSIÓN EN OTRO SITIO........................................................................................ 31
PRIMERO, EL ESTAMPIDO...........................................................................................31
EL OVNI INVISIBLE.......................................................................................................32
DESINTEGRACION SILENCIOSA ................................................................................ 32
Fotografías y películas...........................................................................................................32
DETALLES CURIOSOS ..................................................................................................33
LA PARRILLA .................................................................................................................34
EL ATERRIZAJE..............................................................................................................34
CAMINATA ESPACIAL..................................................................................................34
EN LA LUNA.................................................................................................................... 35
FILMS................................................................................................................................ 35
Material para el análisis .........................................................................................................36
RESIDUOS........................................................................................................................ 36
LASTRE ............................................................................................................................ 37
FRAGMENTOS ................................................................................................................ 38
ARTEFACTOS..................................................................................................................39
CAPÍTULO III...........................................................................................................................41
EFECTOS COMPROBADOS...................................................................................................41
En seres humanos ..................................................................................................................41
ACTITUDES .....................................................................................................................41
CRISIS NERVIOSAS .......................................................................................................42
EL DESCANSO ................................................................................................................ 42
TEMPERATURA ..............................................................................................................42
CEGUERA ........................................................................................................................ 43
DESGANO ........................................................................................................................ 43
DOLOR, DEBILIDAD ......................................................................................................44
PARÁLISIS.......................................................................................................................44
QUEMADURAS...............................................................................................................45
EFECTOS COMBINADOS..............................................................................................45
Animales ................................................................................................................................ 46
Vegetales................................................................................................................................ 47
PLANTAS, HIERBA ........................................................................................................ 47
HONGOS...........................................................................................................................48
Los elementos ........................................................................................................................ 49
AIRE (Se incluyen también niebla y vapor) ......................................................................49
TIERRA.............................................................................................................................50
FUEGO (En realidad, debiera consignarse “material combustible”, ya que no se trata del
efecto sobre el fuego sino que el calor irradiado, al actuar sobre dicha materia, hace que
entre en combustión.).........................................................................................................51
AGUA................................................................................................................................ 51
Objetos diversos .....................................................................................................................52
Vehículos a motor ..................................................................................................................53
Aparatos sensibles .................................................................................................................55
Plantas energéticas .................................................................................................................57
CAPÍTULO IV ..........................................................................................................................59
¿QUÉ SE ESCONDE EN LAS AGUAS DEL MAR?..............................................................59
Algunos testimonios ..............................................................................................................59
Submarinos enigmáticos ........................................................................................................ 61
Reconocimiento oficial..........................................................................................................64
Opiniones ...............................................................................................................................65
CAPÍTULO V............................................................................................................................ 67
REDES ORTOTÉNICAS..........................................................................................................67
Teorías sobre frecuencia y recorrido .....................................................................................67
Jornada del 13 de mayo de 1962............................................................................................ 68
1) PROVINCIA DE BUENOS AIRES .................................................................................68
RUTA 35, Km 72 ..............................................................................................................69
PUNTA ALTA ..................................................................................................................69
ANCÓN .............................................................................................................................70
JUAN JOSÉ PASO ............................................................................................................ 70
LEANDRO N. ALEM.......................................................................................................70
BANDERALÓ...................................................................................................................70
MAYOR BURATOVICH .................................................................................................70
AMEGHINO......................................................................................................................70
BAHÍA BLANCA .............................................................................................................71
TRENQUE LAUQUEN Y 9 DE JULIO ...........................................................................71
2) PROVINCIA DE CÓRDOBA ..........................................................................................71
DIQUE LOS MOLINOS...................................................................................................71
ONCATIVO ......................................................................................................................71
ALTA GRACIA ................................................................................................................ 71
CIUDAD DE CÓRDOBA Y VILLA CARLOS PAZ.......................................................72
VILLA DOLORES Y RÍO CUARTO...............................................................................72
3) PROVINCIA DE LA PAMPA ..........................................................................................72
SANTA ROSA, TOAY; ATALIVA ROCA Y GRAL. PICO ..........................................72
LA ARAÑA.......................................................................................................................72
4) PROVINCIA DE MENDOZA..........................................................................................72
CIUDAD DE MENDOZA ................................................................................................ 72
RIVADAVIA, ANCHORIS, SAN RAFAEL, MALARGÜE, GODOY CRUZ, LA PAZ,
EL NIHUIL Y TUNUYAN...............................................................................................72
5) PROVINCIA DE SAN JUAN...........................................................................................73
POCITO.............................................................................................................................73
CIUDAD DE SAN JUAN .................................................................................................73
6) PROVINCIA DE CATAMARCA .................................................................................... 73
CHUMBICHA...................................................................................................................73
CARRANZA .....................................................................................................................73
7) PROVINCIA DE LA RIOJA ............................................................................................ 73
LA PUERTA .....................................................................................................................73
8) REPÚBLICA DE CHILE..................................................................................................74
SANTIAGO.......................................................................................................................74
El trazado ortoténico..............................................................................................................74
El “show” del aniversario ......................................................................................................74
CAPITAL FEDERAL.......................................................................................................75
BUENOS AIRES...............................................................................................................75
SANTA FE ........................................................................................................................ 75
ENTRE RÍOS .................................................................................................................... 75
CORRIENTES...................................................................................................................76
MISIONES ........................................................................................................................ 76
CHACO .............................................................................................................................76
CÓRDOBA........................................................................................................................ 76
TUCUMÁN.......................................................................................................................77
SANTIAGO DEL ESTERO ..............................................................................................77
LA PAMPA.......................................................................................................................77
REPÚBLICA DEL PARAGUAY .....................................................................................77
ESTADOS UNIDOS DEL BRASIL .................................................................................77
Otras incursiones masivas......................................................................................................78
FINES DE ABRIL, AÑO 1966 .........................................................................................78
EL 4/5-XII-1974................................................................................................................ 80
CAPÍTULO VI ..........................................................................................................................82
UN ESTUDIO SISTEMATICO ................................................................................................ 82
Persecución de vehículos .......................................................................................................82
RODADOS........................................................................................................................ 82
AVIONES..........................................................................................................................83
SATÉLITES ......................................................................................................................84
Registro de sitios claves.........................................................................................................85
AERÓDROMOS...............................................................................................................85
FÁBRICAS........................................................................................................................ 86
¿NOS FILMAN? ...............................................................................................................87
RECONOCIMIENTO.......................................................................................................87
Chequeo médic o-espacial ......................................................................................................89
Aerotransporte .......................................................................................................................92
BAHÍA BLANCA - SALTA .............................................................................................92
CHASCOMÚS - MÉXICO ...............................................................................................92
El T-48...............................................................................................................................93
Informantes misteriosos .........................................................................................................94
LOS SUCESOS DEL 24-5-65...........................................................................................95
OSCURANTISMO ............................................................................................................ 96
Casos de agresividad..............................................................................................................98
CAPITULO VII.......................................................................................................................102
IDENTIDAD DE LOS HUMANOIDES................................................................................. 102
Los peludos ..........................................................................................................................102
EL “YETI” TIBETANO ..................................................................................................102
RÉPLICA SALTEÑA (La provincia argentina de Salta tiene una superficie de 154.775
km2 y está situada hacia el N.O., región andina. Su sector occidental comprende parte de
la Puna de Atacama, árida y salitrosa, y varios cordones de sierras con bosques
subtropicales en sus laderas.)...........................................................................................104
EL CASO TORRENT..................................................................................................... 106
LOS “PILOTOS PELUDOS” DE LA OLEADA FRANCESA 1954............................. 107
Enanos ..................................................................................................................................107
DE 1,40 METROS...........................................................................................................107
1,10 METROS................................................................................................................. 108
a) Tipo Johannis...............................................................................................................108
b) Con antenas ................................................................................................................. 108
c) Hombrecitos ................................................................................................................. 108
0,80 METROS................................................................................................................. 109
Gigantes ...............................................................................................................................109
DE APARIENCIA HUMANA ........................................................................................ 109
MONSTRUOSOS............................................................................................................ 110
¿UN TERRESTRE?......................................................................................................... 112
Robots ..................................................................................................................................112
GIGANTESC OS..............................................................................................................112
ALTOS ............................................................................................................................ 113
BAJOS............................................................................................................................. 114
Seres volantes ......................................................................................................................114
GRANDES ......................................................................................................................114
MEDIANOS.................................................................................................................... 115
PEQUEÑOS .................................................................................................................... 115
CAPÍTULO VIII......................................................................................................................117
LA HIPÓTESIS EXTRATERRESTRE ..................................................................................117
Descartando posibilidades ...................................................................................................117
PLANETAS, METEORITOS, GLOBOS, SATELITES ARTIFICIALES ..................... 117
VEHICULOS TERRESTRES ......................................................................................... 117
ILUSIONES ÓPTICAS, ALUCINACIONES COLECTIVAS.......................................121
FENÓMENO NATURAL DESCONOCIDO ................................................................. 122
Algunas opiniones importantes............................................................................................ 122
¿Hay vida en el espacio? ......................................................................................................123
Objeciones ...........................................................................................................................125
LA CARENCIA DE ACCIDENTES ..............................................................................125
EE.UU. Y RUSIA “ABANDONAN” SU ESTUDIO..................................................... 126
EL PROBLEMA DE LA DISTANCIA ..........................................................................127
INEXISTENCIA DE CONTACTOS OFICIALES......................................................... 128
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................................... 130
BOLETINES Y REVISTAS.................................................................................................... 131
ARTÍCULOS...........................................................................................................................131