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INTRODUCCIÓN
FUSILAMIENTO
La ejecución la lleva a cabo un único sujeto o un pelotón. El preso
muere por una o varias de las siguientes causas: lesiones de órganos
vitales, como el corazón, lesiones del sistema nervioso central o
hemorragias. Aunque en un disparo a corta distancia en la nuca debería
producir la inconsciencia inmediata, el procedimiento puede durar más
tiempo en los fusilamientos por un pelotón, en los que los soldados tiran
desde una mayor distancia -y por lo tanto con menor precisión- y pueden
haber recibido la orden de apuntar al tronco, más fácil de alcanzar que la
cabeza.
ELECTROCUCIÓN
La electrocución surgió en los Estados Unidos en 1888, alegándose que
sería más humana que la horca. El procedimiento es el siguiente:
después de amarrar al preso a una silla construida para este fin, los
ejecutores sujetan electrodos de cobre húmedos a la cabeza y a una
pierna del condenado, las cuales han sido rasuradas para asegurar un
buen contacto entre los electrodos y la piel. Se aplican fuertes descargas
de corriente eléctrica durante breves periodos. La muerte se produce por
paro cardíaco y parálisis respiratoria.
INYECCIÓN LETAL
Este método de ejecución consiste en inyectar por vía intravenosa y de
manera continua una cantidad letal de un barbitúrico de acción rápida en
combinación con un producto químico paralizante. El procedimiento es
similar al utilizado en un hospital para administrar una anestesia general,
pero los productos son inyectados en cantidades letales. En Texas, uno
de los 19 estados de los Estados Unidos en donde la ejecución se realiza
por inyección letal, se usan tres substancias conjuntamente: tiopentato
sódico, bromuro de pancuronio y cloruro potásico.
Cualquier resistencia por parte del reo puede originar que el veneno
entre en un músculo o una arteria, lo que causaría dolor. Encontrar una
vena adecuada para insertar la aguja no es tan sencillo y en ocasiones
requiere una pequeña intervención quirúrgica. En un caso que tuvo lugar
en Texas en 1985 fueron necesarios más de 23 intentos antes de que se
lograra insertar la aguja en un punto adecuado y el proceso duró 40
minutos.
ODOS DE PENAS DE MUERTE
DECAPITACIÓN
Según el método utilizado en Arabia Saudita y en Qatar, y previsto en la
legislación de la República Árabe del Yemen y de los Emiratos Árabes
Unidos, se separa la cabeza del tronco mediante un golpe de sable.
Aunque la intención es que el filo aguzado del arma corte rápidamente
la médula espinal y provoque la inconsciencia por el trauma, pueden ser
necesarios varios golpes, ya que el sable es un arma relativamente ligera
y la duración de la ejecución depende de la fuerza y de la destreza del
verdugo.
LAPIDACIÓN
La ejecución por lapidación suele llevarse a cabo estando el reo
enterrado hasta el cuello o atado de algún modo. La muerte puede ser
causada por lesiones en el cerebro, asfixia o una combinación de
lesiones. Como una persona puede soportar golpes fuertes sin perder el
conocimiento, la lapidación puede producir una muerte lenta.
e)El calificar como delitos más graves los de lesa majestad divina y
humana.
1935: Con la ley del 2 de junio se produce una ampliación del uso de la
pena de muerte para delitos de terrorismo.
Pena de muerte en el mundo (06/2005): Suprimida para todos los crímenes Suprimida
para los crímenes no cometidos en circunstancias excepcionales (como los cometidos en tiempo
de guerra) Contemplada como sanción penal, pero suprimida en la práctica Contemplada
como sanción penal, aún aplicada
martes, 01 de mayo de 2007
Más de 40 países han borrado la pena de muerte de su legislación desde 1990, con lo que son 128 los
países donde nadie será ejecutado por su delitos, según un informe de Aministía Internacional
Entre 18.000 y 27.000 personas siguen condenadas a muerte en todo el mundo. A lo largo del año
2007 fueron ejecutadas al menos 1.252 personas en 24 países. Al menos 3.347 personas fueron
condenadas a muerte en 51 países. Estas cifras son sólo mínimas; las cifras reales son, sin duda, mucho
más elevadas.
En el año 2007, el 88 por ciento de las ejecuciones conocidas fueron realizadas en cinco países: Arabia
Saudí, China, Estados Unidos, Irán y Pakistán. Arabia Saudí tenía el índice más alto de ejecuciones per
cápita, seguido de Irán y Libia.
En 2007, las autoridades de China se negaron de nuevo a publicar estadísticas sobre el uso de la pena
de muerte por parte del gobierno, de forma que la comunidad internacional siguió ignorando el número de
ejecuciones consumadas. Amnistía Internacional considera probable que hayan disminuido de forma
considerable durante 2007, tras haberse restaurado el 1 de enero el requisito de que el Tribunal Supremo
Popular revise todas las condenas a muerte. A lo largo del año 2007, Amnistía Internacional registró 470
ejecuciones, pero esa cifra se basa en informes públicos y se toma como número mínimo absoluto. La
Fundación Dui Hua, con sede en Estados Unidos, estima que, según cifras facilitadas por funcionarios del
país, el año pasado se ejecutó a 6.000 personas. En un país tan extenso como China, con estrictos
controles gubernamentales en torno a la información y los medios de comunicación, sólo las autoridades
conocen la realidad del uso de la pena de muerte.
En junio de 2007, las autoridades afirmaron que las condenas a muerte se habían reducido en un 10 por
ciento a consecuencia de las revisiones del Tribunal Supremo Popular, pero no facilitaron cifras que
sustentaran ese dato. Las revisiones del Tribunal Supremo Popular incrementan el tiempo transcurrido
entre la imposición de la pena y la ejecución, por lo que éstas pueden haber sufrido retrasos
considerables a lo largo del año. Amnistía Internacional se congratula de cualquier descenso en el
número de ejecuciones del país que más emplea la pena capital de todo el mundo. Sin embargo, Pekín
se prepara para albergar los Juegos Olímpicos; por lo que instamos al gobierno chino a poner fin al
secretismo con el que trata el uso de la pena de muerte y a facilitar información detallada al respecto.
Sólo de ese modo se podrá entablar un debate pleno e informado sobre la adecuación del empleo de la
pena de muerte.
En 2007, Irán ejecutó al menos a 317 personas, Arabia Saudí a 143 y Pakistán a 135. En todos estos
casos, las cifras son estimaciones mínimas. En Estados Unidos se llevaron a cabo 42 ejecuciones en 10
estados.
Durante 2007, en Irán, Arabia Saudí y Yemen ejecutaron a personas por delitos cometidos cuando
tenían menos de 18 años de edad. En Irán, Mohammad Mousawi (ejecutado el 22 de abril), Sa’id
Quanbar Zahi (ejecutado el 27 de mayo), Babak Rahimi (ejecutado el 17 de octubre) Hossein (se ignora
el apellido, fue ejecutado el 17 de octubre) Mohammad Reza Turk, ( ejecutado el 15 de noviembre),
Makwan Moloudzadeh (ejecutado el 4 de diciembre) y Amir Houshang Fazlollahzadeh. En Arabia Saudí
fueron ejecutados Dhahian Rakan al-Sibai’I (ejecutado el 21 de julio de 2007) y Mu'ir al-Hakimi. En
Yemen, Adil Muhammad Saif al-Ma’amari, con 16 años en el momento del delito, fue ejecutado en febrero
de 2007.
Ideas a favor
Ideas en contra
Por último, cabe destacar que, como afirman los partidarios de la pena de
muerte, sea posible que en algunos países en los que la pena de muerte ha
sido abolida se haya producido un incremento en la criminalidad registrada.
Pero esta afirmación hay que matizarla, en el sentido de que es posible que
una parte de esta criminalidad fuera anteriormente oculta ( no registrada), o
bien, que este aumento sea debido a la consecución de delitos menos
graves. Por tanto, se puede afirmar que la función intimidatoria de la pena
capital, está aún por demostrar.
Por ello, creemos que este tipo de argumentaciones no deberían ser tenidas
en cuenta, aunque sin duda, en la sociedad en la que vivimos actualmente,
tiene, para el sistema político y los ciudadanos un gran interés.
PERSPECTIVA RELIGIOSA
Judaísmo
Islam
Cristianismo
La interpretación que se da de la Biblia (Juan, 8:7) condena la pena
de muerte, aunque es cierto que las posiciones cristianas han ido variando a
lo largo de la historia. La Iglesia contemporánea rechaza toda forma de
ejecución y así lo expreso en relación a las últimas ejecuciones franquistas,
los intentos polacos de reinstaurar la pena de muerte, o las ejecuciones
cometidas en países comunistas, como Corea del Norte, la antigua URSS o
Cuba. El propio fundador del Cristianismo, Jesús de Nazaret, fue ejecutado
mediante crucifixión, convirtiendo ese método de ejecución en el símbolo
de la nueva religión. Del mismo modo, numerosos santos católicos han
sufrido martirio al ser ejecutados tras recibir una pena de muerte por su fe.
Iglesia Católica
Las posturas frente a la pena de muerte han ido variando a lo largo del
tiempo. Si bien es cierto, que la pena de muerte ha encontrado justificación
en palabras del Antiguo Testamento, en la actualidad, la postura no es tan
clara. Sin duda alguna, la Iglesia ha sido partidaria durante muchos siglos
de la sanción capital. Sólo baste recordar la Inquisición, en la que fue
impuesta por la propia Iglesia: "Cuando el escándalo está en el
pensamiento, esto es , en la cabeza, , no hay otro remedio para el escándalo
que la muerte ; tremenda necesidad, pero necesidad". Estas son las palabras
que pone Papini en boca de Torquemada. Es bastante significativa la
expresión de la necesidad como uno de los requisitos de la pena.
La Iglesia Católica tradicionalmente ha aceptado la pena de muerte
siguiendo el criterio teológico de Tomás de Aquino, quien aceptaba la pena
capital como método de prevención y disuasión necesario, pero no como
forma de venganza.
a)Utilidad de la pena
b) Dignidad de la pena
c) Necesidad de la pena
CONCLUSIÓN - REFLEXIÓN