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Hace unos días, me pidieron relatar nuestra historia como una candidata a Experiencias
Exitosas de la CONAFOR en Quintana Roo. Lo anterior en el marco de algunos
resultados que ellos consideran relevantes a partir del Diplomado de Cadenas de
Produc ción que CONAFOR y la Universidad de Quintana Roo nos impartió a un grupo
de técnicos hace unos meses en Chetumal.
Los aspectos que consideramos más relevantes de lo tratado en el diplomado tiene que
ver con el aprendizaje, la forma de presentar y estructurar las ideas del negocio, la
sustentabilidad (con sus tres pilares), la importancia de la calidad y los consejos para
hacer los planes de dichos negocios….vendibles (financiables y rentables) en la vida
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real. Basado en lo anterior les comentaré un poco de lo que ha representado esta
experiencia antes y después del diplomado.
Así lo hicimos hasta finales de los años 90´s cuando empezamos a darnos cuenta que
era prácticamente imposible involucrar a la gente a largo plazo en proyectos que
tuvieran que ver con manejo de recursos naturales sin prever o crear algún tipo de
incentivo de tipo económico que les garantizara una mejor calidad de vida y de esta
forma ir cambiando de paradoja.
Hace algunos años un buen amigo -que en ese entonces estaba haciendo su
doctorado- nos ayudó a reflexionar cómo fue que llegamos a tener nuestra empresa,
cómo se nos ocurrió crear una S.A. de C.V. que manejara recursos naturales
promoviendo Negocios Sustentables.
Para reflexionar sobre esa pregunta, le contamos a Kemi que lo intentamos todo… 2
En nuestra experiencia cuando fuimos ONG hace muchos años (a mediados de los
90´s) nos involucramos en fortalecer el pilar ambiental, pensábamos que la
sustentabilidad ambiental -como mucha gente lo sigue pensando actualmente-, está
basada fundamentalmente en aspectos de tipo ecológico: Impartimos pláticas,
trabajamos con la gente, hicimos mucha labor para sensibilizar a la población en
aspectos de ecología, de aspectos ambientales, de animales, de plantas, de su función
y su importancia.
Muy frustrados, algunos años después intentamos fortalecer el pilar social, la parte de la
equidad social que representa la teoría del desarrollo sustentable, y empezamos a
trabajar con grupos vulnerables: grupos de mujeres, de jóvenes, de gente de la tercera
edad, gente sin derechos agrarios. Tal vez esta necesidad de equidad social sería el
factor que detonaría el cambio de conducta, tal vez empoderándolos, fortaleciéndolos y
viendo cuestiones que tenían que ver con derechos humanos, con brindarles
alternativas económicas a los grupos con menos ventajas en la comunidad… pero eso
tampoco funcionó; por ejemplo: cuando tratamos de impulsar iniciativas donde los
grupos de mujeres o los grupos sin derechos agrarios pudieran crear proyectos
productivos y hacer restauración o reforestación, se logró tan solo un efecto temporal (ni
aun combinando la capacitación con aspectos ecológicos y sobre el propio desarrollo de
la gente) siempre quedaban truncados por alguna razón.
Así que creamos la empresa, una Sociedad Anónima de Capital Variable porque
algunos -especialmente tomadores de decisiones y empresarios- decían que no era
posible compaginar medio ambiente con la empresa, que el desarrollo era muy difícil
empatarlo, que era sumamente complicado desarrollar un proyecto que fuera
económica y ecológicamente viable, que no sacrificara a su vez los rendimientos y
beneficios; nosotros estábamos convencidos de que se podía hacer todo, así que
comenzamos a discutirlo pero éramos una ONG.
Cuando debatíamos en las mesas de trabajo lo hacíamos como ONG y, los empresarios
y gobierno (incluso las instancias de medio ambiente), siempre decían que ser una ONG
en la lucha por cuestiones ambientales es muy sencillo porque no tienes que producir,
no tienes responsabilidades y en ese momento les dimos la razón. Entonces decidimos
que no podía ser tan difícil tener una empresa -con todas las obligaciones que implica-
para crear negocios sustentables.
Pero quien realmente nos ayudó a decidirnos a hacer esta empresa fue un ejidatario
que conocí en uno de tantos cursos que impartí para cuestiones de empresas
artesanales (yo habiendo sido artesana hace algunos años), en donde platicaba sobre:
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cuestiones de control de calidad, asuntos de Hacienda, administrativas, de
sustentabilidad de las cuestiones ecológicas, etc.; la gente estaba contenta al final de
taller de tres días y se acercó Don Alfredo Aguilar -un artesano de la comunidad de
Noh-Bec-, para felicitarme y me dijo:
- María Luisa la felicito – me dijo - la verdad estuvo muy bueno el taller yo me voy a dar
de alta. Sabe usted un montón sobre empresas, me imagino que su empresa ha de
estar muy chingona (esa fue la palabra que utilizó).
- ¡Ah! – Me dijo - ¿Así que usted no ha hecho realmente nada de lo que nos dijo?
Ese fue uno de los momentos más vergonzosos de mi vida, porque tenía razón. Y este
sigue siendo uno de los principales problemas con los negocios y proyectos productivos
sustentables: quien los promociona, quien los implementa o quien los califica para
financiamiento NO tiene experiencia real en el asunto, experiencia práctica..lo que es un
asunto complejo adicional.
Nunca lo voy a olvidar, así que después de mucho meditarlo y trabajarlo decidimos
crear la S.A. de C.V., no podíamos dar el consejo y quedarnos sin él. Pasó algo
increíble en cuanto creamos la empresa, nos validamos automáticamente y pasamos de
ser una Organización No lucrativa -hablando de cosas que no practicaba-, a ser una
empresa innovadora que impulsaba negocios en manejo de recursos naturales, porque
sabía lo que hacía, porque ahora era una empresa, creando empresas.
Pero algo nos faltaba… y era que no había mucha experiencia en negocios y manejo de
recursos naturales, así que nos arremangamos las mangas y comenzamos a abrir
brecha, comenzamos a impulsar iniciativas, a cometer errores y aciertos, a concretar
algunos negocios y algunos proyectos de conservación, algunos proyectos de criaderos
y viveros. Empezamos a generar realmente negocios que eran más o menos lucrativos,
pero siempre era muy difícil presentar planes de negocio al momento de tratar de
competir por los financiamientos o las inversiones, al nivel de un plan de negocio para
empresas que ya estaban más que probadas (como los proyectos agrícolas, de tilapia y
cosas así), no era muy sencillo.
Así que básicamente los guardamos y los proyectos, por más intentos que hacíamos, no
despegaban… teníamos ideas de proyectos más grandes, la visión de hacer proyectos
enlazados, de enlazar las líneas, las áreas, la gente que conocimos durante muchos
años. Yo como Gerente General de la empresa comencé a capacitarme en cuestiones
gerenciales de negociación, en manejo de personal, en resolución de conflictos,
cuestiones administrativas, de registro de marca y muchos otros elementos, que si bien
no están relacionados con biología -que es la carrera que estudié - nos parecieron
imprescindibles.
Así que con nuestra filosofía de no darnos por vencidos me puse a estudiar cómo hacer
planes de negocio y básicamente trate de copiar los planes de negocio que había visto
en la industria o en la empresa normal; luego a medida que nos íbamos enfrentando a
cuestiones como los estudios de mercado, asuntos más profesionales y con una
capacidad limitada de tiempo y de recursos humanos para poder hacer todo eso (de uno
a tres biólogos sin el perfil necesario), y como gerente de la empresa, recordé algo que
vi en televisión siendo niña: La estrategia de Walt Disney.
Resulta que en los años 50´s los primeros programas de naturaleza que se hicieron -
como los que ahora vemos en el National Geographic y en el Discovery Channel-, eran
hechos por Walt Disney… había un programa que se llamaba “El maravilloso mundo de
Disney” (o algo así), donde pasaban documentales de vida silvestre, estos eran
increíbles (tal y cual como los que vemos ahora) con todo un guión, una historia y gran
fotografía. En una entrevista que le hicieron a Walt Disney -señor de los parques
temáticos- cuando él aún vivía, se le preguntó: ¿Cómo se les ocurrió? ¿Cómo fue
posible que pudiera hacer esos programas tan increíblemente didácticos y muy
accesibles, con fotografías y tomas increíbles, técnicamente fundamentados? 5
Esta fue la respuesta de Walt Disney:
- Nos topamos con un problema - recuerdo que dijo – nos vimos en la necesidad
de decidir: le enseñábamos a un camarógrafo sobre naturaleza o le nseñábamos
a un naturalista que sabía exactamente todo, a usar una cámara. La segunda
opción fue más sencilla.
(¡Bingo!)
Cuando me llega la información del diplomado en cadenas de producción y veo que uno
de los temas era planes de negocio, decidí tomar tiempo de mi agenda (confieso que sin
otro propósito que tener un papel de actualización) e involucrarme en el diplomado.
Durante el Diplomado
Continuando con el Diplomado, les confieso que ha sido uno de los aciertos más
grandes que he tenido en toda mi vida. Todos los módulos fueron excelentes, el Módulo
de Mercados Internacionales con el MC Carl Lalane, los Módulos de Competitividad,
con el MCA Luis Miguel Román Lira, el Módulo de Calidad del Lic. Edmundo Mendoza,
pero reconozco que el módulo con el maestro Hugo Esquinca Ferrera fue sin otra
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palabra para describirlo: Revelador (Tal vez porque los Módulos anteriores nos fueron
sensibilizando); nos dimos cuenta en ese momento los errores que habíamos cometido
al momento de generar los planes de negocio y tratar de vender los proyectos
sustentables. Empezando con la primera pregunta que nos hizo, creo que fue en los
primeros diez minutos de planes de negocios, según recuerdo:
Yo levanté la mano y le dije muy segura que definitivamente los planes de negocio eran
documentos privados porque contenían toda la información del negocio, era peligroso
dejarlos accesibles para todo mundo. Hubo diferentes opiniones de otros compañeros,
pero básicamente hubo opiniones divididas sobre si eran públicos o privados. Hugo
Esquinca nos dijo: que los planes de negocio tenían que ser documentos públicos
porque era la forma en la que vendías tu idea, que mucha gente pensaba que el plan de
negocio tenía que traer todo descrito (puntos y comas del negocio) y por eso tenían
temor a exponerlos y tenía razón (¡cubetazo de agua fría!).
Pero el plan de negocio no debía tener todo (la carnita del negocio) debía ser un
documento que demostrara a un inversionista, a un financiador potencial, que conoces
el negocio del que estás hablando y que estas muy consciente de todo el ámbito
alrededor del negocio con el cual tu enamoras al financiador, y con el cual tu
transformas tu idea en un proyecto financiado.
Nos dio varios ejemplos de planes de negocio muy sencillos, nos dijo de qué tamaño
tenía que ser el documento, el alcance, que tipo de información tenía que tener, que
cosas NO se colocaban en un plan de negocios. Entonces entendí cual había sido el
error de los últimos 6 o 7 años con nuestros proyectos; nuestros planes de negocios
eran tan detallados que nos daba terror que la gente tuviera acceso a ellos, porque
podían –literalmente- apoderarse de la idea, buscar quien les financiara, alguien con
más suerte o más amigos.
Había que provocar una reacción en cadena con el Plan. Algo que me gustó es lo que
refirió como su plan de negocios, tiene que convencer en tres etapas, tienes que cumplir
con las tres “F”. Cuando buscas una fuente de financiamiento tienes que convencer
primero a los amigos (Friends) que son tus aliados, la gente que cree en ti (de por si);
después tienes que convencer a tu familia (Familiy) o sea la gente que te quiere, que tal
vez no sepa nada del negocio, pero que te quiere, que pueda leer el documento y que
convenzas por lo menos a un familiar; y la tercera -que fue la que me encantó-, nos dijo:
el documento debe convencer a un Financiador (Funder), convencer a alguien que tal
vez tiene el dinero pero que no tiene ni la menor idea de cómo invertir en algo, que
quiere invertir pero que tal vez no conozca el proyecto o que posee la capacidad de
decidir si te financian o no.
Entonces fue iluminación, tras iluminación y decidimos poner a prueba la enseñanza del
diplomado. Cuando nos pidieron hacer un plan de negocio como parte de la evaluación
del diplomado, poniendo nuestro proyecto más complicado en ese momento, pensé en
un proyecto que estamos detonando y estaba atorado con financiamiento: El proyecto
de producción de mangle…
Cuando nos encontramos al final del diplomado, no solo con los conocimientos para la
generación del plan de negocios -que fue básicamente uno de los aspectos más
promisorios que pudimos retomar- sino todo lo que habíamos repasado sobre gestión
de calidad de la cadena productiva, sobre mercado y los aspectos de mercado y
algunos conceptos y enfoques de competitividad que eran tan importantes, nos dimos
cuenta que estos elementos eran cosas que ya manejábamos dentro de nuestros
proyectos y empresa, pero habíamos cometido un error gigantesco, y era que a pesar
de que éramos un empresa seguíamos viendo todos estos proyectos desde el punto de
vista de un técnico, no de un empresario que quiere vender su proyecto.
Después del Diplomado
No había manera de poder crear un negocio cuando lo veíamos de esa forma, así que
nos dimos a la tarea de crear este plan de negocios, como empresarios vendiendo una
inversión. Nos tomó cuatro días armarlo, con la experiencia que teníamos, nos dimos
cuenta lo increíblemente sencillo y maravilloso que lucía con este guión tan fácil de
llenar, después de tener la experiencia de estar llenando planes de negocio gigantescos
con números y más números, entonces tratamos de trabajar con las tres “f”: friends,
family y funders; tratar de convencer a tres personas.
Para cuando el último módulo terminó entregamos nuestra propuesta -por ahí de
septiembre-, y antes de que tuviéramos la ceremonia de obtención del diploma
empezamos a convencer a familiares y amigos a quienes les fascinó el plan de
negocios, con la pasión que nos caracteriza y que se veía reflejada en el documento.
El primer logro que tuvimos fue el de convencer a un buen amigo de que nos prestara
11 hectáreas de selva, una especie de usufructo para poder establecer el vivero (un
terreno que valía 3.3 millones de pesos); posteriormente platicamos por teléfono con
una amiga que vivía en los Estados Unidos que siempre había querido invertir en
México, le enviamos el documento y quedo tan fascinada por este, que definitivamente
invirtió, invirtió una buena cantidad de dólares para poder hacer los estudios iniciales
que nos permitieron empezar a obtener los permisos e incluso la hicimos socia de la
empresa de mangle.
Nos tomo varios meses hacer los estudios, pero con la libertad que nos daba el poder
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tener el financiamiento preparamos una buena propuesta que tardo 6 meses en
terminarse para poder completar todos los requerimientos básicos, posteriormente nos
dimos a la tarea de conseguir financiamientos para que este primer apoyo económico -
que fue alrededor de los 40, 000 dólares- pudiera extenderse para crear fondos para
extracción de semilla y sobre todo para empezar a implementar todas las etapas del
plan de negocios.
No tuvimos que hacer ningún otro documento, el documento del plan de negocios de
mangle comenzó a crear un esquema muy interesante en el cual con tan solo unos 5
meses después de haberlo escrito logramos que el gobierno estatal se interesará y
continúa analizándolo como proyecto estratégico para el Estado.
Pero la cosa no paró ahí, con la experiencia que ya teníamos con este primer plan de
negocios, con el esquema que aprendimos en el diplomado, comenzamos a integrar
pequeños planes de negocio para los proyectos que habíamos venido implementando
durante muchos años y que no habíamos podido consolidar, además los acompañamos
de gráficas coloridas, de bonitas imágenes, de anécdotas, de recuadros, de
personalidad; siempre tratando de cumplir con los esquemas de competitividad y de
gestión de calidad que también aprendimos en el diplomado.
No nada más quiero hablar en este momento del plan de negocios, me gustaría
comentar brevemente como la parte de cadena productiva, de calidad y competitividad
nos ha ayudado en el mejoramiento del desempeño de la empresa, no solo en el
desempeño interno, sino en poder plantear y consolidar de manera más eficiente y más
rápida la gestión de calidad con nuestros asesorados.
En diciembre de 2010 acudió a nuestras oficinas un viejo amigo el Ing. Juan Manuel
Herrera Gloria, que es asesor técnico de la Asociación Regional de Silvicultores de
Calakmul (UMAFOR 0404) a quien tenemos el placer de conocer desde hace 16 años
prácticamente y padecía un problema muy grave de estancamiento, de aletargo en el
que había caído la organización, como muchas lo han tenido… en una de las tantas
pláticas que teníamos caímos en la cuenta de que esta era un oportunidad maravillosa
de dar a conocer a otras gentes todas la cosas increíbles que hacía la organización, que
tenía que venderse como organización.
Pensamos que podríamos -tal vez- crear un documento parecido a un plan de negocios
que permitiera a la gente enamorarse de la organización e invertir en ella, ya que era
uno de los principales problemas que le aquejaban; también pensamos que podría ser
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una experiencia maravillosa, una oportunidad increíble de implementar la gestión de
calidad, con una organización comunitaria, una organización de productores, poder
implementar cuestiones de tipo de “KAIZEN” o de control total de la calidad, trabajar con
ellos sería una forma increíble de poder ver si este tipo de ejemplos se podía aplicar
únicamente a técnicos o gente con cierto nivel de preparación o servía para todos por
igual (y como lograr esto).
Así que en diciembre de 2010 y enero de 2011 nos dimos a la tarea de hacer una serie
de talleres y trabajar con los cuerpos técnicos y con los representantes de las
organizaciones, porque los técnicos ya habían hecho una serie de talleres de
planeación participativa muy tradicionales, es decir, donde hablas sobre retos, de
oportunidades y proyecciones pero, donde generalmente no se llega a nada más que a
un documento de informe o de memoria de taller, y eso nos preocupaba; nos preocupó
mucho porque tras nuestra experiencia sabemos que es necesario crear incentivos de
conservación a través de la creación de empresas sustentables, de negocios que
compitan y fortalezcan la visión de la conservación de la selva como algo rentable, para
evitar o para desincentivar los esquemas de desmonte.
Nos dimos a la tarea de crear un mega plan de negocio -que llamamos plan operativo
porque no queríamos que se llamara plan de negocio (debido al corte social de la
organización y a que aún están en proceso de fortalecimiento empresarial) -, donde la
gente pudiera ver en un documento muy sencillo el potencial increíble del sector
forestal en la región de Calakmul y el potencial de inversión de negocios sustentables
de los ecosistemas forestales bajo manejo; sabemos que va a ser una tarea muy
complicada, pero la tomamos con mucho entusiasmo, porque otra de las cosas que
también trabajamos y que no viene directamente del diplomado pero si de esta parte de
gestión de calidad, fue el trabajar con la filosofía de la visión positiva, la visión de las
oportunidades más que obstáculos y de los retos, así que hemos tratado de transmitir
ese entusiasmo y esa energía.
Cuando empezamos a trabajar con los productores para la generación de nuestro plan
de negocio y con los técnicos, la reacción del primer taller fue increíble, cuando la gente
fue llevada a través de una serie de herramientas que habíamos practicado hacia más
de una década, es decir todas una serie de herramientas participativas para poder
extraer información, fue increíble ver su reacción de autodescubrimiento, es como esa
reacción de las personas que se da cuenta que tiene talento, que tiene un billete de 500
pesos en el bolsillo que no estaba ahí antes, que siempre estuvo ahí pero nunca se dio
cuenta, esa emoción es lo que buscábamos en los productores y lo encontramos
fácilmente también en los técnicos….una transformación.
Trabajamos con ellos revisando documentación y expedientes para crear este programa
operativo –como le llamamos-, donde no es otra cosa que un esquema donde se
muestra el valor potencial de cada uno de los subsectores forestales y su contribución
potencial a la economía de la región, es decir, si ya sabíamos que el sector forestal
busca la conservación de los ecosistemas biodiversos en el sureste o en todo el país.
¿Cómo podíamos demostrarle a los propietarios, a los dueños de los recursos naturales
que era mucho más valioso impulsar un proyecto de manejo forestal que desmontar
para obtener unos cuantos pesos, para proyectos de agricultura o ganadería de
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subsistencia? La única manera era demostrarles el valor potencial resultado de los
mismos números que ellos nos proporcionaron, este esquema de autodescubrimiento
no solo ha representado un avance gigantesco para el sector de técnicos o de las
instituciones, representó -como lo fue para mí- un momento de iluminación cuando la
gente leyó ese documento que al final presentamos, documento muy sencillo que son
números y más números por comunidad, por sector, por subsector y les dijimos como
podían detonarlo derivado de la misma información que ellos nos proporcionaron, de las
mismas soluciones que ellos entregaron y creamos este mega plan de negocios a 5
años para el sector forestal.
La última semana de enero del 2011 logramos descubrir tres cosas, primero hablar de
números con la gente, aclarándoles lo que es un valor potencial, es decir que si no se
llevan a cabo unas series de acciones con metas fijadas y bien coordinadas, ese dinero
se queda en el papel, fue el momento en que la gente, los productores, los propios
actores del sector forestal de Calakmul se dieron cuenta de que tenían en sus manos el
valor potencial de 421 millones de pesos a 5 años con la producción potencial de
materias primas (con la información derivada de la información técnica de ellos mismos
entregaron) y que si lograban consolidar una serie de proyectos estratégicos a la par del
esquema de fortalecimiento podrían triplicar ese valor.
La visión de tal cantidad de beneficio para crear fuentes de empleo, para crear cuerpos
técnicos y de estar involucrados realmente en una actividad que podía ya valorarse en
términos monetarios, despertó en el grupo una energía increíble; además de esto, otra
de las cuestiones que introdujimos en el documento fue el esquema de la necesidad
de la cadena de valores, valores y principios de la organización, de hablarles claro y
directo sobre el riesgo de tomar el programa operativo -alias su plan de negocios-, que
podía ser un arma de dos filos, podía ayudar a consolidar el sector si ellos podían
conservar ante todo los esquemas de gestión de calidad entre ellos, algunas cuestiones
que tenían que ver con principios y valores dentro de la propia cadena de mando y de
los mismos integrantes de la organización para garantizar a los financiadores y al resto
del mundo que no eran nada mas un número sino que los involucrados eran personas
con valores y principios, interesadas en tener una mejor calidad de vida pero también
una serie de ecosistemas conservados con un gran compromiso de conservación, y con
la creatividad y visión para hacer negocios sustentables… que podían dar el ejemplo.
El primer mes de ejecución del programa operativo forestal de Calakmul, que llegamos
a crear, tuvo resultados increíbles, no solamente fue la motivación de un grupo de
líderes y de los técnicos, fue como si de repente el rompecabezas comenzara a ponerse
en su lugar, la gente fuera del sector forestal podía entender el valor del sector forestal y
del sector de creación de incentivos para la conservación, muchos esquemas que ellos
ya hacían pero que para un externo era difícil de entender.
Las historias de los productores, las cosas que me cuentan los representantes que han
hecho desde el documento, la seguridad que ves en el rostro de algunos de ellos, es
conmovedora.
El darles un plan de negocios en forma de un programa operativo les dio a los líderes de
la Asociación Regional de Silvicultores la oportunidad de poder negociar a otro nivel,
pero también le dio la oportunidad a los técnicos, a los socios de la Asociación, a otros
técnicos y a las autoridades, un documento público -como lo dijo el maestro Esquinca
que era importante-, un documento público que cualquiera podía leer y entender, y por
lo tanto asegurar la gestión de calidad y la transparencia, poder negociar y discutir con
entendimiento muy similar, porque cuando hay transparencia en un plan de negocios
puedes convencer a los amigos, a los familiares y a cualquiera, como dice el maestro
Esquinca… y lo que ha sucedido es que valdría la pena cambiar esta última frase,
porque mucha gente dejo caer la venda que tenía en los ojos.
No sé qué tan lejos vamos a llegar, lo único que les puedo decir es que se ha
consolidado la Sede Regional de Capacitaciones, se integraron 30 proyectos, todos
enlazados al programa operativo para reforestación, para creación de parcelas
agroforestales, para 2 proyectos grandes de manejo de vida silvestre, un proyecto para
crear un centro de desarrollo tecnológico y de innovación del sector forestal, un proyecto
que esta semi-consolidado con SEDESOL para la fabricación de casas con madera en
serie, con madera certificada de manejo forestal, lo que le agrega valor, un programa de
capacitaciones para eficiencia, control total y control de calidad, gestión de calidad,
gestión de cadena productiva para diferentes instancias y los propios sectores,
subsectores forestales como los carboneros, como los madereros están solicitándonos.
¿Qué vino después de eso? Bueno, estamos por ayudar a preparar proyectos
estratégicos en producción y generación de Cadenas de Valor para ecosistemas en pie,
con la Secretaria de Desarrollo Agropecuario, Indígena y Rural del estado de Quintana
Roo (gracias al Plan de Negocios en producción de Venado Cola Blanca, de
Tepezcuintle, de Biocombustibles a partir de especies nativas y de Mangle Rojo, de
Parcelas integrales de Producción y Servicios Ambientales, entre otros) y con el
antecedente del Programa Operativo Forestal para Calakmul.
Todavía hay quienes piensan que una iniciativa de proyecto sustentable (sea de vida
silvestre o de manejo forestal) es un asunto populista, de “repartición de fondos” y dejan
pasar buenas propuestas que podrían generar ejemplos prácticos, reales donde la
gente podría aprender como impulsar conservación, siguen pensando que los fondos de
inversión, la sustentabilidad a largo plazo de un proyecto es un asunto de puntos y
comas…básicamente porque no existe la visión de crear incentivos de
conservación…afortunadamente los planes de negocio le dan las opciones a los
impulsores de iniciativas productivas con visión, el buscar otras opciones más
experimentadas o con mejor visión de largo plazo.
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