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salvas de cohetes, los vivas y alegrías, las salves y plegarias que este pueblo
maneras, pero que hoy, aunque todavía la veneramos como Gloriosa Patrona
Virgen de la Piedad
palidez de porcelana,
En su corazón partido
penitencial, los cofrades vamos a volver a vivir el tiempo siempre soñado, los
días que transcurren más en las vísperas que en sus propias horas, las
Santísimo Cristo del Amor, llegada casi veinte años antes anunciada cuando
a confundir nuestros sentidos trayendo a estos días las tareas, los aromas, las
Cuaresma.
pido que por un momento seamos capaces de soltar el liviano lastre de los
sentidos, que olvidemos las anheladas sensaciones del cofrade y nos dejemos
llevar por la afable corriente del silencio de las aguas tranquilas; que sobre
Santo. Que su silencio nos envuelva como lo hace la nube de incienso que, a la
caída de esa tarde, vela los tonos escarlatas del encendido cielo alcoreño
cuando el sol lo abandona para volver a abrazarlo con más fuerza cada día.
desde el otero de la lonja; el silencio del que sólo los sabios son dueños, el
mismo silencio que da brillo a la música y valor a las palabras más sensatas.
Y, si para ello fuera preciso, pido que cesen el ulular de los palomos y el
revoloteo de las alondras que rasgan el cielo visueño; que callen las fuentes,
los manantiales y los veneros, arterias de vida nueva en los fértiles alcores,
que cese el gorgoteo del agua en las besanas de la huerta feraz; que
enmudezca el soplo del viento furtivo que pocas veces falta a su cita con el
la que hace estallar el azahar que anuncia la Semana Mayor y perfuma el palio
de esta tierra la más hermosa del mundo; la misma Naturaleza que pronto
Hermandades; que callen los Cabildos, las reuniones, los corrillos en las
puertas de los templos en días de cultos, las charlas que aliñan los ensayos de
las cuadrillas de costaleros, los rumores, las grandes verdades y las pequeñas
mentiras.
Semana Santa en las calles de El Viso; que cese el racheo de las cuadrillas de
pentagramas, que callen los coros, capillas y bandas musicales… que cese el
vibrar de las flores en los entrevarales de los palios, que se agote el balanceo
Quiero hoy aquí ese silencio sabio, sobrio y elegante. Y lo pido porque,
recuerdos, esperanzas,
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
que hoy pudieron ser y no han sido. Pregones que, desde luego, podrían
imponerse imperialmente ante este pregonero que lo es, no por reunir más
Pregones que pudieron ser y no han sido; pregones que quiero que estén
aquí presentes, en medio de estas palabras que ojala, y así le pido a mi Cristo
del Amor, no envilezcan tan grande ocasión y tan alta responsabilidad, pues
quiero que éste sea el pregón, no de este veterano aprendiz de cofrade, sino el
cada uno de sus Hermanos y devotos, porque del corazón salieron y esa
Pregones que podrían haber sido proclamados este y cualquier otro día.
Porque no otra cosa sino los más sentidos pregones de exaltación han
sido todos los esfuerzos de esta Hermandad y de nuestra gente, por tenerte
Son, y hubieran sido los mejores pregones este día; sinceros, humildes y
callados la mar de las veces, pregones que nunca buscaron el aplauso forzado
verdades que sonarían como la más afinada polifonía que cantase tus glorias y
Han sido tantas las voces hechas alabanza, tantas las músicas hechas
Tú, Cristo del Amor, dando sentido, luz y guía, a los sueños, anhelos,
mismos.
escapan por la puerta trasera del corazón, llamando a todos los sentidos, y
que se escurren entre estos muros como si buscasen posarse ante tus Benditos
piés, igual que si fuesen los rojos claveles del antiguo monte de tu primer
paso, uno a uno, clavel a clavel pinchados sobre la seca enea, cada cual
distinto pero todos iguales para formar juntos el celestial suelo, que teñido de
otros con los más bellos versos que ofrecerte pudieran; pregones hechos con
las manos, con los pies, con el alma o la conciencia, o con el sudor de la
hondas saetas. Pregones hechos besos sobre tus pies, húmedos pregones que
se escapan de los ojos que se rinden ante tu imponente figura un Viernes
de devoción continuada
en tu nombre dedicaran.
Hoy yo quisiera Señor
música en un pentagrama.
pudiera haber que no fueran todos aquellos que han gastado su tiempo y sus
trágicos; historia viva representada por muchos actores, unos que fueron
pasando, y otros que siempre estuvieron, y siguen estando en la palestra; una
podríamos hoy dejar de evocar algunos de los hitos que la ilustran con
Por eso quiero que el silencio nos devuelva, con suave brisa, el que fuera
1944, cuando deciden incorporar como Titular a un Cristo del Amor todavía
sin imagen de culto, pregón que quedó grabado para siempre con la maestría
vana que les habría conducido a adquirir cualquier imagen. Ya por aquel
Cristo del Amor! Fueron nuestros profetas en tu devoción; sus ideas, sus
formas, su estilo, su constancia y su probada fe tienen que ser, por siempre, el
difíciles.
Sánchez Barbudo, que lo hiciera acompañado por puntales tan sólidos como,
imagen del Cristo del Amor, hasta entonces en la Iglesia de San Martín, fuese
en la Iglesia, restauró y adecuó tu primer paso, y quién tantas veces, hasta que
Capilla de la Virgen del Carmen primero, y finalmente, diez años más tarde,
de tu Madre, tal como decía aquella bellísima décima que hoy inspira mis
palabras:
Cordero muerto de Amor,
Y aquí mismo has recibido culto en estos cincuenta años; estos muros te
han visto exaltado en sus alturas en los traslados a tu paso, en esta Iglesia,
nuestra Hermandad te rindió culto por primera vez en Triduo Solemne; desde
aquí sales cada Viernes Santo, presidiendo un cortejo de Amor y Dolor, para
recibir las plegarias del pueblo entre tus brazos abiertos de par en par; y de
aquí partió también el primer Via-Crucis que recorriese las ancestrales calles
Antonio Carrión, otro de los muchos fieles que has ido cautivando.
nazarenos que acompaña al Cristo del Amor el Viernes Santo, con humildad y
silencio, sin estridencias ni algaradas, se ha venido consolidando la devoción
del Amor en medio de nosotros, proceso éste que se cerraría en los años 80
que hemos narrado al más hermoso pregón, que no es otro que el que brota
personas que, al frente de ella, han velado para que todo se cumpliese de la
Jiménez, José Manuel López, Manuel García, quién por cierto me inspiró, sin
que también tuvo que ocupar un lugar que nunca quiso, y al que otros, con
jugaron un papel especial algunos sacerdotes que, desde que nos visitan
Ángel Martín Sarmiento, entre otros. Pero fue el siempre recordado Fray
del Amor, y así lo fue llevando a cabo, sutil y pacientemente, entre los jóvenes
Hermandad a mitad de los 70. Casi sin darnos cuenta, Fray Nicasio nos fue
presentando al Dios del Amor, nos llevó a intimar con Él, a mirarlo cara a cara
y de forma sencilla y directa (cómo solía hacer las cosas el querido dominico),
pueblo, poco a poco nuestras miradas se fueran desviando hacia el Amor que
emana del Crucificado, su capilla recibía cada vez más visitas, el grupo de
nos llevó a alejarnos de la orilla insegura del escepticismo, del aire nebuloso
en forma de Himno al Santísimo Cristo del Amor, con unos versos que hoy me
Señuelo de mi mirada,
COMPADEZCO TU DOLOR,
Y el llanto de la sangre
Al valiente, al cobarde,
EN SACRIFICIO SEÑOR,
Y YO CONTEMPLO JESÚS
Y no respondo palabra.
Un motivo, un pretexto
YO CONFÍO EN TU PERDÓN!
Madre podría soportar tanto Dolor en su corazón atravesado por siete puñales
de Pasión. El Amor maltrecho y roto por los suelos, una manta cubriendo los
Tú, Cristo del Amor, quien trazó el camino, quién sabía su hora y el lugar, y
quién abrazaría a Cruz para entregarse por nosotros. Por eso todo en tí tiene
encanto y valía artística, y por eso aquel lugar quedaría marcado para que la
Hermandad diez años más tarde, en 1980, asentase su Casa unos metros más
arriba justamente del lugar que Tú marcaste, y junto a la Plaza que lleva el
Amor de los Amores. Y recordando tan amargo trance compuse esta décima
que dice:
Dulce Cristo del Amor
Algaba hasta la fecha presente. Cada uno, con sus respectivos auxiliares, han
paseado al Señor por las calles de El Viso y han contribuido con su ejemplo,
Viso que se crea, auspiciada, cómo no, por Ricardo Jiménez y por los
miembros del activo Grupo Joven de la Hermandad, hallá por el año 1977,
iniciativa pionera una vez más en nuestro pueblo, que más tarde felizmente
lucen nuestras cuadrillas, pero con una ilusión y unas ganas que terminaban a
veces en auténticas discusiones por no querer salirse del palo, o por no querer
perderse alguna chicotá especial; después llegaron los costales, los primeros
que salieron en El Viso, vino Manolo Torres a enseñarnos a andar mejor, poco
Señor. Fueron muchos los jóvenes que pasaron por la cuadrilla en aquellos
mi tío Aurelio, costalero también y cofrade que, como los buenos cantaores,
maneja todos los palos en este mundo nuestro de las cofradías y que ha sido,
jóvenes, son mis compañeros y hermanos costaleros, con los que sigo
también, que para algo tiene que servir el ser ahora el de más edad de la
todos los demás, que hemos conseguido en estos últimos años reverdecer la
cuadrilla y conseguir que el Señor del Amor anduviese como nadie, con el
izquierdo por delante, igualando, sobre los talones sin rachear, abriendo la
zancá y que no se escuche ná, que este pregón del costalero no sale por la
garganta, que se hace con los pies y una mijita de gracia con el costero, que así
Hoy te pido Señor que nos des fuerzas para seguir siendo tus costaleros,
veces bajo las trabajaderas. Y danos fuerza también Señor, para ser tus
multiplicación de los panes y los peces: nunca unos pocos parecieron tantos.
pero no puedo dejar de mencionar a quienes, año tras año, veo en la Iglesia
con todo rigor y “tos sus avíos”, que diría el castizo, “implorando un favor o
Juan Carlos y sus hijas, Jaime Antonio y los suyos, las hijas de Diego,
Cristo que le conquistó entre una familia nazarena, Antonio Falcón, ahora
convertirse en la mejor antesala que pueda preceder al paso del Señor; una
paso para que el Cristo del Amor vaya rodeado por sus más fieles devotos
creando entre todos ese peculiar ambiente que rodea al paso del Señor
cuando cruza nuestras calles declamando el Pregón del Viernes Santo. Ese
ya se asoman penitentes,
se apaga en la lejanía,
Ya la noche se ilumina,
El sol rinde su altura
y la vega en su llanura
se recrea en la frescura
de la brisa vespertina.
de miradas embriagadas
recogiendo devoción al Cristo del Amor son los cultos que anualmente celebra
primero que anualmente recorrería las recoletas calles que rodean la Iglesia,
al finalizar el último día de Triduo. Con el discurrir de los años, los Cultos han
alcanzado una brillantez y afluencia de fieles que no tienen nada que envidiar
Porque así le vemos todos los que nos acercamos a la sombra redentora
de la Cruz, Cristo muerto por ese divino Amor que cantara el insigne
pregonero cuando decía aquello que hoy te podríamos pedir a ti, Ismael,
Capataz:
Ni la ráfaga de luz
ni el reflejo de un farol.
Ni la música siquiera
en la sedienta garganta.
Ni el silencio de Amargura
ni el gentío en la Capilla,
ni el pétalo de la brisa
serías Tú acaso, Dios del Amor, quién guiase el talento del maestro? ¿no
pondrías tú las gubias y martillos en sus manos?, ¿no serías Tú, Señor, quien
trazara esas armoniosas proporciones?... Porque Tú, Dios del Amor, que nos
los cánones elegantes del clasicismo renaciente, creada por gracia de Dios, en
el taller de Juan Bautista Vázquez El Viejo, el mismo taller en el que se
maestría que allí quedaban. Recreando entre versos imposibles, que nunca, de
un lamento postrimero.
de apretarlo en el madero.
un sagrario permanente,
su capilla, se daba cuenta de que el Cristo del Amor muere en la cruz con una
dulzura, con una quietud y una paz inigualable; que no había otra imagen que
Cristo ya muerto por Amor, o siempre vivo en el Amor que nos dejó en su
Palabra.
hálito de Amor que se escapa por tus labios entreabiertos, al reguero de Amor
que se escurre por tu costado, quiero asomarme al calor del Amor que aún
brilla eternamente en esos ojos que jamás se cerrarán. Por eso me pregunto
ni lo siento, ni lo espero,
a la muerte en el madero.
No se si vivo ni muerto,
en el momento somero
en que la vida se pierde
Te he visto en la agonía
en el silencio elegante
o retorcido en el Museo
en curvatura imponente.
En el trance de la Sed,
Sangre de la calzada
Conversión en Montserrat,
o el Calvario penitente.
Salud en Carretería,
Y no conozco dulzura
el Amor y la vida que para siempre nos dejaste. ¡Que bien lo definió Antonio
Amor que le llevó a entregarse por nosotros. El Amor através del cual el Dolor
Sabiendo que eres Amor, no quiero perder la ocasión para pedirte hoy,
al igual que tantas veces antes en tu Capilla, que sigas siendo nuestra Guía y
nuestra Luz; que nos conduzcas por los entresijos de este mundo perturbado
que intenta confundirnos, que seamos capaces de ver tus designios en medio
de tanta confusión para poder crear en la Tierra ese otro mundo posible que
entrega voluntaria por Amor sea nuestro referente ante tanto egoísmo y fútil
espiritual que nos conforte; que tu Amor ilumine a las familias cristianas y las
haga sólidas y fecundas, que ayude a abrir los ojos a quienes no quieren
mismos, pecadores que tantas veces te damos la espalda; Señor, que nuestros
ese sea su consuelo y esperanza y que el agua que brotase de tu costado siga
regando los campos de esta tierra.
que sigues dándote y ofreciéndote cada día, sabiendo que lo diste todo en la
que las que componen el anónimo y hermoso soneto castellano del Siglo de
Y por eso, Señor, no me queda más que darte gracias. Gracias por tu
presencia a lo largo de estos cincuenta años, gracias por los muchos beneficios
como guía y luz de nuestras vidas. Hoy, sin ti, la Hermandad no sería lo que
es y además y tal como está escrito “si no tenemos Amor, no tenemos nada”.
Y gracias Señor, por haberme permitido conocer esa cosa tan sencilla,
saber que Tú eres Amor y no otra cosa alguna, que todo se reduce a eso, que
se puede aprender más de tu Cruz que de la vida que nos regalas; gracias por
Sacramento del Altar, y por ofrecer cada día tu Amor en la Eucaristía. Por
tu costado atravesara
Manantiales de pureza
hontanar inagotable
y en el aire se derrama.
y confío en tu Palabra
Quijotes a lo divino,
y en tu nombre la Hermandad
se quedara titulada,
nazarenos te acompañan
sólo en la madrugada.
mi corazón conquistara;
de tu gracia regalada,
al despertar la mañana
y se seca mi garganta,
en la magnífica talla
He dicho.