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DE MATERIALES
Eugenia Blangino
1
Ensayos mecánicos
Conceptos previos
El objetivo de esta introducción es poner de manifiesto los aspectos ingenieriles de las técnicas
de ensayos mecánicos de los materiales (con énfasis en el comportamiento de los metales).
Interesará desarrollar los elementos que permiten la interpretación de los ensayos y del efecto de
las variables que en ellos intervienen, más que profundizar en la técnica de realización de los
mismos, que regularmente esta determinada por alguna norma o protocolo.
Los ensayos mecánicos tienen por finalidad proveer información que permita predecir la
respuesta de los materiales frente a solicitaciones mecánicas externas (fuerzas o momentos).
Estas solicitaciones pueden originarse en el uso de los materiales como componentes o partes de
una estructura o mecanismo, en cuyo caso es necesario conocer los valores límite que pueden
soportar sin fallar a fin de determinar valores de diseño. Asimismo el control de calidad también
es un motivo que lleva a la realización de ensayos para la verificación de las propiedades
previstas para un dado material.
Por otra parte, el objetivo puede ser darle a un producto semielaborado con un dado material
alguna forma adecuada para que cumpla determinada función y que -para ello- sea necesario
someterlo a un proceso cuyas características deben ser tales que las condiciones físicas y
mecánicas sean las más convenientes para la obtención del resultado final.
Finalmente durante el desarrollo de nuevos materiales y procesos de elaboración de los mismos,
conocer el comportamiento mecánico que presenta un dado material, como se modifica dicho
comportamiento durante las distintas etapas de fabricación es un móvil para la realización de
ensayos mecánicos.
La finalidad del ensayo es, entonces, caracterizar la respuesta mecánica de un material frente a
una solicitación externa.
Los ensayos son experimentos controlados, ya que sobre el procedimiento a seguir, los
dispositivos a utilizar y las probetas que se ensayen, se hacen numerosas hipótesis que buscan
acotar las repuestas que pueden obtenerse, reduciéndolas a estándares.
Es por eso que deben atenerse a normas/protocolos, para que se puedan aplicar fórmulas
estandarizadas cuyos resultados sean interpretables en términos del fenómeno que intentan
representar. Sus resultados tienen valor estadístico.
Los cálculos necesarios para obtener los parámetros característicos del comportamiento de un
material bajo las condiciones de ensayo se basan, pues, en el modelo que se haya establecido
para ese material. Por lo tanto, comentaremos brevemente que es un modelo matemático para un
fenómeno o comportamiento físico:
Entenderemos por modelo matemático al conjunto de relaciones (pueden ser o no ecuaciones)
que permiten describir una idealización de los fenómenos bajo ciertas hipótesis (pueden o no
producir resultados numéricos).
Un modelo matemático consta de un conjunto de variables que describen la situación dada junto
con una o más ecuaciones y/o inecuaciones que relacionan esas variables y que se las supone
válidas. Se utilizan los resultados que se obtienen para predecir situaciones o comportamientos
del mundo real.
Si el modelo es demasiado detallado, puede ser difícil arribar a una solución; si es demasiado
simple, los resultados pueden ser inexactos o aun inútiles. Hay, entonces, un compromiso
inevitable entre lo físicamente realista y lo matemáticamente viable. Se deben encontrar caminos
para simplificar el modelo matemático sin sacrificar rasgos esenciales de la situación del mundo
real que se intenta describir.
2
Dentro de los modelos matemáticos, los modelos numéricos son aquellos que siempre proveen
un resultado numérico (que puede ser exacto o aproximado).
La calibración de los parámetros del modelo se hace mediante experimentos y ensayos
adecuados que se planifican teniendo en cuenta las hipótesis hechas sobre el fenómeno de
interés. Estas suposiciones están basadas en el marco teórico elegido para la formulación del
modelo. Entonces, al tratar de analizar un fenómeno en observación, no analizamos las
observaciones, sino el modelo que sobre ellas hemos construido.
El marco teórico adecuado para la elaboración de un modelo que represente un fenómeno “a
escala del ojo humano” suele ser la física clásica. En particular la mecánica clásica ofrece dos
aproximaciones: la mecánica estadística (que promedia en número) y la mecánica del continuo
(que promedia en volumen).
El modelo que propone la mecánica del continuo establece ciertos principios de conservación o
balance, regularmente formulados bajo la forma de ecuaciones diferenciales; en la geometría de
los cuerpos involucrados (lo que provee las condiciones de contorno para las ecuaciones
diferenciales) y una cantidad suficiente de relaciones (las ecuaciones constitutivas) y que son
propias el material que constituye el medio continuo y que permiten resolver el sistema
diferencial.
En los fenómenos en estudio intervienen objetos, que pueden idealizarse como puntos u
ocupando un volumen en el espacio (teniendo en cuenta la diferencia entre el objeto y el espacio
que ocupa). Se asumirá que los objetos “llenan continuamente” la región del espacio que
ocupan, lo que permitirá el uso del cálculo diferencial en la descripción matemática de las
interacciones y sus respuestas. Estos modelos “irreales” proveen, no obstante, excelentes
descripciones en la medida en que la longitud característica de la microestructura sea
considerablemente menor que la longitud característica del problema físico de interés.
En este marco teórico, los postulados fundamentales de una teoría puramente mecánica son los
siguientes:
* Principio de determinismo para las tensiones: determinados por la historia del movimiento del
cuerpo.
* Principio de acción local: para la determinación del estado tensional de una dada partícula
puede despreciarse el movimiento fuera de un entorno.
* Principio de indiferencia de marco referencial: las ecuaciones constitutivas son independientes
del marco de referencia elegido para su formulación.
(1)
3
Las relaciones constitutivas describen el comportamiento macroscópico resultante de la
constitución interna de un material. NO son constantes físicas, tampoco son un descriptor
matemático del material per se, sino del comportamiento particular exhibido bajo las
condiciones de interés.
En este contexto, caracterizar el material significa conocer las relaciones constitutivas
adecuadas. Múltiples relaciones pueden ser necesarias para describir la gran cantidad de
comportamientos exhibidos por el mismo material bajo distintas condiciones. Cada una de ellas
será la formulación matemática de las observaciones físicas aproximadas de la respuesta del
material en el rango convenientemente restringido.
Aun teniendo “relaciones constitutivas adecuadas” no necesariamente “comprendemos” las
causas que producen ciertos efectos. En muchos casos nuestras “leyes” son fenomenológicas y/o
simples correlaciones empíricas.
Los ensayos mecánicos pueden clasificarse en dos grandes grupos: los ensayos mecánicos
propiamente dichos y los ensayos numéricos (que no se tratarán en esta introducción).
Los ensayos mecánicos propiamente dichos suelen agruparse en:
* (quasi) Estáticos (si las velocidades involucradas son suficientemente lentas como para que
puedan tratarse con los principios de la estática)
* Dinámicos, que pueden ser de impacto o cíclicos
* Otros (como por ejemplo los ensayos de creep)
En las normas, que establecen las condiciones bajo las cuales deben realizarse los ensayos
mecánicos, se tiene en cuenta:
A título de ejemplo se incluyen los esquemas de algunos de los ensayos usuales en la figura 1.
4
Figura 1.
Un material se comporta como idealmente elástico cuando un cuerpo formado por ese material
recupera completamente su forma original cuando se retiran las fuerzas que causaban la
deformación. En ese caso, para una dada temperatura, la relación entre el estado de tensiones y
el estado de deformaciones es biunívoca.
Si el material se considera homogéneo y no presenta direcciones preferenciales (isótropo) las
observaciones sobre su comportamiento no dependerán de la posición ni de la orientación que se
elija para realizarlas. Si, además se observa una relación lineal entre fuerzas y alargamientos o
5
acortamientos en la respuesta del material, este podrá describirse mediante la ley de Hook
generalizada:
Figura 2.
6
Esquemas para estados planos en elasticidad lineal
Cuando una de las dimensiones cuerpo es notablemente diferente de las dos restantes, es posible
hacer una simplificación en la formulación del problema, originalmente tridimensional, y
reducirlo a una formulación bidimensional. Esta simplificación se debe a que, la propia
geometría y las condiciones de contorno, permiten identificar una de las dimensiones como
irrelevante, pudiéndose plantear el problema en forma independiente de la misma. Tales son los
casos que se conocen como estado de tensiones planas y estado de de deformaciones planas.
Tensiones planas: puede usarse esta aproximación cuando una de las dimensiones es
notablemente menor que las otras dos (que determinan el plano de análisis) y que las acciones,
desplazamientos impuestos y vector tracción están contenidos en el plano de análisis y no
dependen de la tercera dimensión, como se muestra en la figura 3.
Figura 3.
ε xx =
1
E
[ ]
σ x − νσ y ,..........ε xy =
1
2G
σ xy
ε yy
1
[ ]
= σ y − νσ x ,..........ε xz =
E
1
2G
σ xz = 0
ν
ε xx [ ]
= − σ x + σ y ,........ε yz =
E
1
2G
σ yz = 0
(4)
El estado de deformaciones correspondientes es
ε xx ε xy 0
ε ( x, y, t ) = ε yx ε yy 0 ,...........ε = ν (ε + ε )
zz
1 −ν
xx yy
0 0 ε zz
(5)
7
Deformaciones planas: puede aplicarse esta aproximación cuando la geometría de la pieza y las
acciones sobre ella pueden generarse a partir de una sección bidimensional (coordenadas x e y)
que se traslada sobre una generatriz recta, perpendicular a la misma; solo hay desplazamientos
según las direcciones x e y, y tanto éstos como las acciones, desplazamientos y condiciones de
contorno son independientes de la tercer coordenada. Una situación de ese tipo se muestra en la
figura 4.
Figura 4.
E (1 − ν ) ν
σ xx = ε xx + ε yy
(1 + ν )(1 − 2ν ) (1 − ν )
E (1 − ν ) ν
σ yy = ε xx + ε yy
(1 + ν )(1 − 2ν ) (1 − ν )
σ zz = ν (σ xx + σ yy )
E
σ xy = ε xy ,...........σ xz = σ yz = 0
(1 + ν )
Tensiones (8)
σ xx σ xy 0
σ ( x, y, t ) = σ yx σ yy 0 ,............σ zz = ν (σ xx + σ yy )
0 0 σ zz
(9)
8
Otras expresiones para las tensiones y las deformaciones
En las curvas tensión vs deformación de las figuras anteriores, se muestran las relaciones
calculadas en base a mediciones de fuerzas y alargamientos o acortamientos registrados en
ensayos controlados de tracción o compresión uniaxial. Estas fuerzas y desplazamientos están
relacionados con la geometría del espécimen utilizado, por lo tanto da cuenta de la reacción de
la pieza frente a las solicitaciones impuestas. Si queremos independizarnos de la forma y
dimensiones de la probeta debemos efectuar ciertas operaciones con los valores medidos; eso
lleva a concepto de ciertas “magnitudes intensivas”, como son las tensiones (fuerza aplicada
dividida por área de la sección, magnitud “acuñada” por L. Euler en 1757) y las deformaciones
(alargamiento o acortamiento dividido por la longitud inicial).
L L
e +1 = ⇒ ε = ln = ln(e + 1)
L0 L0
(10)
9
∆V (1 + e x )(1 + e y )(1 + e z )dxdydz − dxdydz
= = (1 + e x )(1 + e y )(1 + e z ) − 1
V dxdydz
(12)
∆V
⇒ + 1 = (1 + e x )(1 + e y )(1 + e z ) ≈ 1
V
Figura 5.
Esto es, cuando el estiramiento x/x0 es próximo a 1 (estado no deformado) ambas definiciones
proveen el mismo resultado a los efectos prácticos.
Otra ventaja de las deformaciones logarítmicas es que, cuando la deformación es uniforme, la
deformación verdadera total es la suma de las deformaciones incrementales.
L L L L L L L
ε = ln n = ln 1 2 ... n = ln 1 + ln 2 + ... + ln n = ε 1 + ε 2 + ... + ε n (14)
L0 L
0 1L L n −1 L0 L1 L n −1
10
A0 L P P L
A0 L0 = AL ⇒ = = e +1 ⇒ σ = = = s (e + 1) (16)
A L0 A A0 L0
σ 11 σ 12 σ 13 σ ii / 3 0 0 σ 11 − σ ii / 3 σ 12 σ 13
σ = σe +σd = σ 21 σ 22
σ 23 == 0 σ ii / 3 0 + σ 21 σ 22 − σ ii / 3 σ 23
σ 31 σ 32 σ 33 0 0 σ ii / 3 σ 31 σ 32 σ 33 − σ ii / 3
(17)
Figura 6.
ε 11 ε 12 ε 13 ε ii / 3 0 0 ε 11 − ε ii / 3 ε 12 ε 13
ε = ε e + ε d = ε 21 ε 22
ε 23 = 0 ε ii / 3
0 + ε 21 ε 22 − ε ii / 3 ε 23
ε 31 ε 32 ε 33 0 0 ε ii / 3 ε 31 ε 32 ε 33 − ε ii / 3
(18)
11
Finalmente, al tratar estados complejos de tensiones y deformaciones, es de gran utilidad
disponer de un valor único para las tensiones y otro para las deformaciones, que sean
representativos del estado en lugar de las 9 componentes de cada uno de los tensores que
pueden reducirse a 6, si las matrices son simétricas o a 3 si tomamos valores principales.
Para el caso de materiales isótropos y homogéneos con tensores de tensiones y deformaciones
constantes y simétricas, se define:
σ eqiv =
1
((σ 1 − σ 2 ) 2 + (σ 2 − σ 3 ) 2 + (σ 3 − σ 1 ) 2 )1 / 2 =
2
(19)
=
1
((σ x − σ y ) 2 + (σ y − σ z ) 2 + (σ z − σ x ) 2 + 6(τ xy2 + τ yz2 + τ zx2 ))1 / 2
2
ε eqiv =
3
2
(
(ε 1 − ε 2 ) 2 + (ε 2 − ε 3 ) 2 + (ε 3 − ε 1 ) 2 )
1/ 2
=
(20)
=
3
2
(
(ε x − ε y ) 2 + (ε y − ε z ) 2 + (ε z − ε x ) 2 + 6(ε xy2 + ε yz2 + ε zx2 ) )
1/ 2
Estos conceptos que, en el caso de metales y bajo hipótesis muy fuertes, proveen una serie de
ventajas importantes (como veremos cuando estudiemos plasticidad) carecen absolutamente de
significación si alguna de las hipótesis asumidas (que se explicitarán al utilizarlos) no se
verifica.
Por eso tendremos especial cuidado en recalcar bajo qué condiciones la tensión y la deformación
equivalente nos provee información sobre el estado del material.
12
Para un primer tratamiento de la plasticidad en metales, es necesario asumir que los siguientes
efectos NO se producen: anelasticidad (figura 7a)), histéresis (figura 7b)), efecto Bauschinger
(figura 7c)).
Figura 7.
A efectos de interpretar los resultados experimentales es útil contar con una expresión única que
aproxime los resultados obtenidos. Existen varias propuestas al respecto, siendo una de la más
difundidas la ecuación de Hollomon para aproximar la curva de flujo:
dσ
σ = kε n ,.......verificando : .... = σ (UTS ). (21)
dε σ =σ (UTS )
Este modelo de comportamiento -si bien es útil en algunos cálculos, como veremos- no permite
comprender la naturaleza de los fenómenos involucrados en los procesos que llevan al
comportamiento plástico del material, por lo que resulta importante disponer de teorías que
tengan en cuenta la historia de las cargas y deformaciones que sufrió el material.
13
Nota: en lo que sigue asumiremos que todos los subíndices toman los valores (1, 2, 3) o (x, y,
z).
Los puntos a) a d) son comunes al estudio del comportamiento elástico; los tres últimos propios
del análisis plástico.
Definimos espacio de tensiones al espacio vectorial real de dimensión nueve cuyas coordenadas
son las componentes del tensor de tensiones en una base dada. Cada punto del espacio
representa un estado tensional para el material.
I 1 = Tr (σ ) = σ ii = σ 1 + σ 2 + σ 3
1
I2 = (σ ij σ ij − I 12 ) = −(σ 1σ 2+σ 2σ 3 + σ 3σ 1 ) (22)
2
I 3 = det(σ ) = σ 1σ 2σ 3
14
J 1 = I 1 = Tr (σ )
1
J 2 = σ ij σ ij = Tr (σ 2 ) (23)
2
1
J 3 = σ ij σ jk σ ki = Tr (σ 3 )
3
Y lo mismo para los autovalores de la parte desviadora de [σij] (que llamaremos s = [sij],
1 1, i = j
con s ij = σ ij − δ ij σ kk , δ ij = ):
3 0, i ≠ j
Otros espacios pueden definirse a partir de los invariantes anteriores; en particular, el que tiene
como ejes las coordenadas unificadas de Haigh-Westergaard:
I1
ξ=
3 fc
2 J '2
ρ= (25)
fc
3 3 J '3
θ ,....donde.. cos(3θ ) =
2 J '32 / 2
Figura 9.
15
Con estas definiciones, cualquier estado tensional queda caracterizado unívocamente por I1, J’2 y
J’3. En la figura 10 se muestra la ubicación de un punto en el espacio de tensiones principales y
sus coordenadas unificadas (con constante de normalización fc=1) las tensiones σ-octaédrica
ξ ρ
( σ oct = ) y τ-octaédricas ( τ oct = ) y el ángulo de Lode (θ):
3 3
Figura 10.
Las condiciones de simetría asumidas, reducen la región a analizar en cada plano octaédrico Π a
la zona sombreada en la figura 11.
Figura 11.
A partir de la estructura del espacio de tensiones principales, diremos que un programa de cargas
que es cualquier curva lisa en el espacio de tensiones.
Para caracterizar la región en la cual cualquier combinación de tensiones mantiene al material en
régimen elástico definimos dominio elástico en el espacio de tensiones al que contiene a todos
los estados tensionales para los cuales el material está en régimen elástico. Su borde se
denomina superficie de fluencia, si el material no ha sufrido endurecimiento o ablandamiento
previo, de lo contrario se denomina superficie de carga.
Las expresiones generales para estos conjuntos son:
16
Dom.elástico: Eσ ={σ=(σ11,σ12,σ13,σ21,σ22,σ23,σ31,σ32,σ33), σij números reales / F(σ,α) <0}
Superficie de fluencia: ∂ Eσ ={σ / F (σ,0)=0},
Superficie de carga: ∂ Eσ ={σ / F (σ,α)=0},
donde F es una función escalar F = F(σ,α) y α una variable funcional adecuada que toma el
valor cero si el material no sufrió deformación previa . Asumiremos que el material tiene un
estado neutro que corresponde a tensiones y deformaciones nulas; de esta manera, el origen es
un punto del dominio elástico.
Si, como dijimos, consideraremos tensores de tensión simétricos y materiales isótropos F=
F(I1, I2, I3,α).
En este contexto, los criterios de fluencia son funciones de las componentes del tensor de
tensión que -especializadas en un estado tensional particular- permiten inferir si el material entró
en fluencia o aún permanece en régimen elástico por comparación con una constante
conveniente. Para materiales isótropos, su expresión será f = f(I1, I2, I3). Diremos que el material
entró en fluencia si f(I1, I2, I3) = cte (si f(I1, I2, I3) < cte el material permanece en régimen
elástico).
Con este último concepto, la función de fluencia puede escribirse como:
donde σy(α) (que también es una función escalar) toma, para α = 0, un valor que indica el
ingreso en fluencia de un material sin endurecimiento o ablandamiento previos. Las definiciones
de dominio elástico y superficies de carga de fluencia son consistentes con el concepto de
criterio de fluencia. En metales es habitual tomar σy(0)=σy, la tensión de fluencia del material en
un ensayo de tracción uniaxial.
La experiencia demuestra que, para metales, la deformación plástica sólo depende de la parte
desviadora del tensor de tensiones. En este caso f = f(J’2, J’3).
Los criterios más comunes para metales son:
Figura 12.
17
ii) criterio de Tresca
El material permanece en régimen elástico mientras se verifique:
Figura 13.
En ambos criterios, notar que estas funciones que los definen verifican
f(σ1, σ2, σ3 ) = f(-σ1, −σ2, -σ3 ) lo que presupone que el material presenta el mismo
comportamiento en tracción y en compresión.
La proyección de los diagramas de las figuras 12 y 13 en el plano xy se muestra en la figura 14.
Figura 14.
Notar que para un mismo estado tensional, ambos criterios pueden arrojar un resultado
diferente, como puede verse en el siguiente.
18
Ejemplo numérico:
Se ensayó una pieza de un material caracterizado por los siguientes parámetros:
E=210 GPa, ν= 0.33, σy = 950 MPa, determinándose que su estado tensional (en el
sistema de coordenadas elegido) queda descrito por la matriz de tensiones:
0 0 300
σ = [σij] = 0 − 400 0
300 0 − 800
Solución:
Al aplicar el Criterio de Tresca (después de haber hallado las tensiones principales)
obtenemos:
σ~ =
1
[(
⋅ 1000 + 500 + 500
2 2 2
)]1
2
= 866.025 < 950
2
El resultado obtenido indica que, según este criterio el material “no entró en fluencia”.
Puede notarse que según el criterio que se adopte, el resultado puede ser diferente, con lo
cual se pone aquí de manifiesto que serán las circunstancias del caso las que hagan decidir
por la aplicación de uno u otro criterio.
19
Figura 15.
f) Hasta ahora hemos tratado de sistematizar el tratamiento de los estados de tensiones para
determinar la entrada en fluencia, ahora debemos relacionarlos con las deformaciones
permanentes, para establecer relaciones constitutivas.
Figura 16.
20
Teoría de Prandlt y Reuss (para materiales elástico-plásticos ideales, fig 16 b)):
Bajo la hipótesis de que los ejes principales de tensiones y deformaciones coinciden y de que los
incrementos de deformaciones totales pueden descomponerse aditivamente en un incremento de
deformación elástica más uno de deformación plástica (dε = dεe+dεp), esta teoría postula que
los incrementos de deformación plástica son instantáneamente proporcionales a las tensiones
desviadoras actuantes:
= = = = = = dλ (30)
s xx s yy s zz s xy s yz s zx
donde dλ es una función instantánea del punto del cuerpo en el que se considera el estado.
Una forma de calcular dλ es la siguiente:
⇒ dλ =
2 σ rquiv
Para escribir los incrementos de la deformación elástica en función de las tensiones, se toman
incrementos en la ecuación (1), que es la Ley de Hook generalizada. Para calcular los
incrementos de la deformación plástica se utiliza en cada caso la ecuación 30 y la expresión para
sij de la ecuación (17), de donde resulta:
(1 + ν ) ν
dε ij = dε ije + dε ijp = ( dσ ij − dσ kk δ ij ) + dλ .sij
E E
por.ejemplo :
1 2 1
dε xx = [dσ xx − ν (dσ yy + dσ zz )] + dλ .[σ xx − (σ yy + σ zz )] = (32)
E 3 2
1 dε equiv
p
1
........ = [dσ xx − ν (dσ yy + dσ zz )] + [σ xx − (σ yy + σ zz )]
E σ equiv 2
dσ xy dσ xy dε equiv
p
dε xy = + dλ .sij = + σ xy
2G 2G σ equiv
Con las hipótesis de la teoría de Prandlt y Reuss y suponiendo que los incrementos de las
deformaciones elásticas son despreciables frente a los de deformación plástica, se tendrá dε =
dεp, con lo que las relaciones (30) y (31) pueden repetirse reemplazando los incrementos de
deformaciones plásticas por los incrementos de deformaciones totales. En lugar de las
expresiones de las relaciones (32) tendremos ahora:
21
dε ij = dε ijp = dλ .sij ,.. por.ejemplo :
2 1 dε equiv 1
dε xx = dλ.[σ xx − (σ yy + σ zz )] = [σ xx − (σ yy + σ zz )] (33)
3 2 σ equiv 2
dε equiv
dε xy = σ xy
σ equiv
g) El último punto a tratar en el esquema que hemos propuesto para el análisis del
comportamiento plástico es cómo se modifica la superficie de fluencia por endurecimiento o
ablandamiento. Los modelos ideales para endurecimiento de metales se muestran en la figura
17.
Figura 17.
Las suposiciones más simples sobre la variación de una superficie de carga en el espacio de
tensiones principales son los siguientes:
Supongamos, entonces que el endurecimiento es isotrópico (la expresión de f(I1, I2, I3) en la
ecuación (26) no varía), mostraremos, en el caso de solicitación uniaxial, como describir la
evolución de la superficie de carga para la curva de la figura 16 b) .
22
En el espacio de las tensiones admisibles Eσadm las siguientes situaciones son posibles:
j) En régimen elástico ( σ ∈ Eσ):
en descarga:
dF(σ,α)<0 => dσ = E dε , (Ley de Hook) (35)
en carga plástica:
dF(σ,α)=0 (36)
Elegiremos, como variable (funcional) de endurecimiento α= α(σ, εp) a una función que
verifique: dα = sign(σ )dε p y α(εp=0) = 0. Si el proceso de deformación es monótono creciente
α= εp, esto no es válido bajo condiciones generales de deformación.
Dar una ley de endurecimiento significa especificar la función σy(α) que aparece en la ecuación
(26), que en este caso será:
Figura 18.
Completamos la expresión de F, que en este caso (ya sea que usemos el criterio de Tresca o de
von Mises en la fórmula (26)) es:
F (σ , α ) = σ − (σ y + H 'α ) . (39)
23
d σ − dσ y (α ) = 0
⇒ sign(σ )dσ − H ' dα = sign(σ )dσ − H ' sign(σ )dε p = 0 (40)
⇒ dσ = H ' dε . p
de (35), (36) y (40), con la hipótesis de aditividad de los incrementos de deformación resulta
(ver figura 19):
1 1 1 1 E + H'
dε = dε e + dε p = dσ + dσ = ( + ) d σ = dσ
E H' E H' EH ' (41)
H' H'
⇒ dσ = E dε .... ⇒ ...E plast = E
E + H' E + H'
Figura 19.
l) H’>0 => Eplast>0 lo que indica endurecimiento (ver figura 20 a)). En particular, si H’= ∞ =>
Eplast=E y no hay fluencia.
lll) H’<0 => Eplast<0, plasticidad con ablandamiento. Si H’= -E => Eplast=- ∞ (ver figura 20 b))
a b
Figura 20.
24
Para tratar la plasticidad en estados complejos de tensiones solo comentaremos dos tendencias
en el caso de metales con endurecimiento (asumiendo que la variación unitaria de volumen es
despreciable, que los ejes de tensiones y de incrementos de la deformación se mantienen
paralelos a los largo de todo el proceso y -como antes- que el endurecimiento es isotrópico, que
la expresión de f(I1, I2, I3) está determinada por el criterio de von Mises y la ley de
endurecimiento es lineal):
dH (ε equiv
p
) dσ equiv 3 dσ equiv
H '= = ⇒ dλ = (42)
dε equiv
p
dε equiv
p
2 σ equiv H '
1 3 dσ ij
dε ij = dε ije + dε ijp = dσ ij + .sij (43)
E 2 σ ij H '
3 dσ ij
dε ij = dε ijp = .sij (44)
2 σ ij H '
mm) se asume que la tensión equivalente σequiv es una función del trabajo plástico total
(endurecimiento por trabajado).
Es un caso particular del anterior en el que la relación universal se puede expresar en términos
del potencial plástico. Bajo hipótesis suficientes, esta teoría propone la siguiente relación
σ equiv = G (W p ),..con..W p = ∫ σ equiv dε equiv
p
. Procediendo de manera similar al caso anterior y
notando que:
3 dε equiv 3 dW p
p
dW p = σ equiv dε p
⇒ dλ = = (45)
2 σ equiv
equiv
2 σ equiv 2
25
1 3 dW p
dε ij = dε ije + dε ijp = dσ ij + .sij (46)
E 2 σ equiv 2
3 dW p
dε ij = dε ijp = .sij (47)
2 σ equiv 2
Cabe recalcar la importancia de obtener una curva única que extienda a la curva de flujo de un
ensayo de uniaxial a todo el rango de servicio de un material, ya que ésta proveerá información
importante para diseño o para procesos de deformación que sobre piezas del material deban
efectuarse.
Conclusiones
tt) si los incrementos de deformaciones elásticas son despreciables frente a los correspondientes
a las deformaciones plásticas, pueden aplicarse las relaciones de Levy-Mises. En particular, de
la última expresión de (33) se obtiene
dε equiv
dε xz = σ xz = 0 ⇒ σ xz = 0
σ rquiv
(48)
dε equiv
dε yz = σ yz = 0 ⇒ σ yz = 0
σ rquiv
dε equiv 1 σ x +σ y
dε zz = [σ x − (σ y + σ z )] = 0 ⇒σ z= (49)
σ rquiv 2 2
ttt) si se asume constancia de volumen, de la ecuación (13) se deduce que dεxx = -dεyy.
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