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PARLAMENTO EUROPEO

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Comisión de Peticiones

25.1.2007

COMUNICACIÓN A LOS MIEMBROS

Petición 0554/2005, presentada por Rita Simon, de nacionalidad húngara, en nombre de Tiszta
Víz Üzletház, Nap Háza Kft. (empresa), sobre la reglamentación de la comercialización de
aparatos de depuración del agua potable en Hungría

1. Resumen de la petición

La peticionaria se queja de que, de conformidad con los requisitos relativos al grado de dureza
del agua recogidos actualmente en el reglamento del Gobierno húngaro sobre la calidad del
agua potable, resulta imposible obtener la autorización del servicio de salud pública necesaria
para la comercialización en Hungría de ciertos aparatos fabricados en España, lo que en su
opinión limita la libertad de circulación de bienes entre los Estados miembros de la UE. La
peticionaria hace hincapié en que la legislación húngara actual no es conforme a la Directiva
98/83/CE, ya que esta última, al contrario de lo que establece la legislación húngara, no fija
ningún límite de dureza del agua.

2. Admisibilidad

Admitida a trámite el 12 de octubre de 2005. Se pidió a la Comisión que facilitara


información (apartado 4 del artículo 192 del Reglamento).

3. Respuesta de la Comisión, recibida el 3 de julio de 2006.

«La Directiva 98/83/CE1 (Directiva sobre el Agua Potable) es relativa a la calidad de las
aguas destinadas al consumo humano. La Directiva tiene por objeto proteger la salud de las
personas de los efectos adversos derivados de la contaminación de las aguas destinadas al
consumo humano garantizando su salubridad y limpieza. La Directiva sobre el Agua Potable
establece valores paramétricos individuales para sustancias que son importantes para toda la
Comunidad a un nivel lo suficientemente estricto que garantice la realización de la finalidad
de la Directiva.

1 DO L 330, 5.12.1998, pp. 32-54.

CM\651038ES.doc PE 376.504/rev.
Punto 4: traducción externa

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En la revisión de la anterior Directiva sobre el Agua Potable (80/778/CEE)1 , la selección de los
parámetros que debían conservarse o ser incluidos y sus valores paramétricos se basaron en
consideraciones sobre la salud y en los conocimientos científicos disponibles en ese momento.
Se decidió entonces no incluir un parámetro de dureza por no considerarse relativamente
importante para la protección de la salud de las personas. Asimismo, se decidió dejar este
parámetro (entre otros) y sus valores a la subsidiariedad, para que los Estados miembros puedan
incluirlos en su transposición nacional cuando las condiciones locales así lo exijan.

Desde la adopción de la Directiva se ha intensificado el debate sobre la posible relación entre


la dureza (mínima) y la aparición de dolencias cardiovasculares. Varios estudios
epidemiológicos analíticos han demostrado que existe una relación inversa entre el grado de
dureza del agua potable y las dolencias cardiovasculares2. Asimismo, un agua demasiado
blanda3 puede suministrar – a raíz del contacto con las tuberías de la red de distribución – al
consumidor mayores concentraciones de metales. Sobre la base de los resultados de una
amplia consulta sobre la dureza del agua potable prevista por la OMS en 2006, la Comisión
decidirá si en la futura revisión de la Directiva sobre el Agua Potable incluye un parámetro de
dureza. Entretanto, varios Estados miembros, incluida Hungría, han añadido en su legislación
nacional el parámetro de dureza para proteger mejor la salud humana.

De conformidad con el principio de reconocimiento mutuo4, derivado de la jurisprudencia del


Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas relativa a la aplicación del artículo 28 del
Tratado CE, un Estado miembro no podrá, en principio, prohibir la venta en su territorio de
productos que hayan sido fabricados o comercializados legalmente en otro Estado miembro
cuando dichos productos garanticen una protección equivalente de los distintos intereses
legítimos de que se trate. El principio es aplicable incluso cuando los productos en cuestión
estén fabricados con arreglo a normas técnicas o de calidad diferentes de las impuestas a sus
propios productos. Los Estados miembros pueden apartarse del principio de reconocimiento
mutuo y adoptar medidas que prohíban o restrinjan el acceso al mercado nacional de dichos
productos únicamente bajo estrictas condiciones, como la protección de la vida y la salud de
las personas. Asimismo, cualquier medida adoptada deberá ser compatible con los principios
de necesidad y proporcionalidad.

Según informa la peticionaria, los aparatos de depuración del agua potable importados,
fabricados y/o comercializados legalmente en otros Estados miembros, no pueden ser
comercializados en Hungría si éstos reducen la dureza del agua por debajo de los niveles
nacionales. A estos productos no se les concederá la autorización necesaria del Organismo
nacional responsable de la salud pública y el servicio médico (ÁNTSZ).
No obstante, sin disponer de información detallada sobre el procedimiento de autorización
que aplica el ÁNTSZ, su fundamento jurídico ni sobre los productos en cuestión, no es
posible hacer una evaluación de las circunstancias específicas. La Comisión, por consiguiente,

1 Que regulaban la dureza del agua; DO L 229, 30.8.1980, p. 11.


2 Guía para la calidad del agua potable, publicada por la OMS en 2004, ISBN 92 4 154638 7.
3 Que contenga menos de 100 mg de carbonato de calcio por litro.
4 Véanse los pormenores en la Comunicación interpretativa de la Comisión – Simplificación del acceso de
productos al mercado de otro Estado miembro: aplicación práctica del reconocimiento mutuo, DO C 265,
4.11.2003, pp. 2-16.
PE 376.504/rev. 2/4 CM\651038ES.doc
Punto 4: traducción externa

ES
dirigirá los motivos de preocupación de la peticionaria a las autoridades húngaras y les pedirá
una aclaración de la cuestión.»

4. Respuesta complementaria de la Comisión, recibida el 25 de enero de 2007.

«En su respuesta inicial a la presente petición, la Comisión anunció que transmitiría la


preocupación de la peticionaria a las autoridades húngaras y les pediría una aclaración de la
cuestión. El intercambio de información entre Hungría y la Comisión ha tenido lugar
mediante el intercambio de correspondencia entre las partes y la celebración de una reunión
con el Ministro de Sanidad húngaro en septiembre de 2006.
De acuerdo con la información recibida, la dureza del agua se contempla en Hungría como
una característica de la calidad de la misma que ha sido objeto de comprobación y
seguimiento durante décadas. El valor límite fue establecido previamente en una normativa
nacional. En 2001, se incluyó en el apartado C del anexo I al Decreto gubernamental
2001/2001 (X.25.). El valor mínimo se fijó en 50, y el máximo, en 350 mg/l de CaO, y se
determinó que el primero debe cumplirse en el caso del agua potable embotellada, de las
instalaciones de abastecimiento de aguas de nueva construcción y cuando el agua se trate
mediante desalinización o ablandamiento.
En opinión de las autoridades húngaras, estos parámetros están justificados por motivos de
salud. Varios estudios epidemiológicos analíticos demuestran que existe una relación inversa
entre el grado de dureza del agua potable y las dolencias cardiovasculares. En este sentido,
debe mencionarse que la OMS lleva a cabo actualmente una revisión general de los estudios
en los que se aborda la dureza del agua y las enfermedades cardiovasculares. La revisión de la
OMS sigue su curso, pero en un gran número de los estudios analizados se pone de relieve la
existencia de correlaciones inversas significativas entre la dureza del agua y la mortalidad por
enfermedades cardiovasculares.
Por lo que se refiere a los requisitos aplicados a los productos con arreglo al artículo 8,
apartado (3) del Decreto gubernamental 201/2001 (X.25), la Oficina del Director General de
Sanidad (OTH) autoriza el uso de productos para el tratamiento del agua en directo contacto
con ésta en el suministro de agua potable y de agua caliente en el ámbito doméstico. Además,
existen normas específicas sobre los productos de construcción.
En principio, los importadores o fabricantes de productos para el tratamiento del agua deben
solicitar una autorización de la OTH antes de proceder a su comercialización, con el fin de
evitar todo riesgo de ser multados por sacar al mercado productos que no se han sometido a
tales controles previos.
En general, el procedimiento de autorización no da lugar a la prohibición de la
comercialización del producto; no obstante, en ocasiones, la OTH especifica las condiciones
de comercialización. Tales condiciones se esbozan en las decisiones adoptadas por la OTH en
cada uno de los casos. En el caso de un depurador cuyo uso da lugar a la disposición de un
agua que incumple los requisitos de calidad establecidos en Hungría, la OTH puede exigir que
se indique en la etiqueta (o en el folleto que acompañe al producto) que ciertos parámetros
(por ejemplo, CaO) no cumplen los requisitos del Decreto húngaro 201/2001.
En este sentido, los depuradores de agua producidos o comercializados legalmente en otro
Estado miembro e importados a Hungría que no respeten los parámetros previstos en el
Decreto referido no se prohíben en este país. No obstante, la OTH puede solicitar al fabricante
o al importador que adapten la etiqueta con el fin de indicar las desviaciones de los
parámetros del agua respecto a las normas húngaras tras el proceso de ablandamiento. De

CM\651038ES.doc 3/4 PE 376.504/rev.


Punto 3: traducción externa

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acuerdo con la información recibida, al adaptar la etiqueta de este modo, los fabricantes no
están obligados a utilizar la expresión «no apto para el consumo humano». Por el contrario,
bastará con la descripción de las desviaciones.
En opinión de la Comisión, dada la referencia al posible efecto sobre la salud de ciertos
parámetros del agua, que parece estar avalado por pruebas científicas, la obligación de los
productores e importadores de indicar las desviaciones respecto a determinados umbrales
parece razonable, puesto que proporciona información adicional al consumidor al elegir entre
productos diferentes.
Por tanto, la Comisión entiende que los requisitos impuestos por Hungría no constituyen una
barrera al comercio injustificada con arreglo a los artículos 28 y 30 del Tratado.»

PE 376.504/rev. 4/4 CM\651038ES.doc


Punto 4: traducción externa

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