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¿Lo Conoces Sin Verlo?

Pensamiento Para Meditar:

¿De qué sirve conocer y amar a nuestro Padre... si no lo obedecemos?

Versículos Relacionados:

Juan 8:19
Le preguntaron: ¿Dónde está tu padre? Jesús les contestó: Ustedes no me conocen a
mí, ni tampoco a mi Padre; si me conocieran a mí, también conocerían a mi Padre.

Juan 14:7
Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde
ahora, pues lo han estado viendo.

1 Juan 2:4
Pero si alguno dice: Yo lo conozco, y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso
y no hay verdad en él.

Mateo 11:27
Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el
Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo
quiera darlo a conocer.

Evangelio Sobre El Tema:

Juan 14

No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi


Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, yo no les hubiera dicho que voy
a prepararles un lugar. Y después de irme y de prepararles un lugar, vendré otra vez
para llevarlos conmigo, para que ustedes estén en el mismo lugar en donde yo voy a
estar. Ustedes saben el camino que lleva a donde yo voy. Tomás le dijo a Jesús:
Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino? Jesús le contestó:
Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al
Padre. Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen
desde ahora, pues lo han estado viendo. Felipe le dijo entonces: Señor, déjanos ver al
Padre, y con eso nos basta. Jesús le contestó: Felipe, hace tanto tiempo que estoy con
ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿por
qué me pides que les deje ver al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre
está en mí? Las cosas que les digo, no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que
vive en mí, es el que hace sus propias obras. Créanme que yo estoy en el Padre y el
Padre está en mí; si no, crean al menos por las obras mismas. Les aseguro que el que
cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes,
porque yo voy a donde está el Padre. Y todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo
haré, para que por el Hijo se muestre la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que en
mi nombre ustedes me pidan. Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos. Y
yo le pediré al Padre que les mande otro Defensor, el Espíritu de la verdad, para que
esté siempre con ustedes. Los que son del mundo no lo pueden recibir, porque no lo
ven ni lo conocen; pero ustedes lo conocen, porque él permanece con ustedes y estará
en ustedes. No los voy a dejar huérfanos; volveré para estar con ustedes. Dentro de
poco, los que son del mundo ya no me verán; pero ustedes me verán, y vivirán porque
yo vivo. En aquel día, ustedes se darán cuenta de que yo estoy en mi Padre, y ustedes
están en mí, y yo en ustedes. El que recibe mis mandamientos y los obedece,
demuestra que de veras me ama. Y mi Padre amará al que me ama, y yo también lo
amaré y me mostraré a él. Judas (no el Iscariote) le preguntó: Señor, ¿por qué vas a
mostrarte a nosotros y no a la gente del mundo? Jesús le contestó: El que me ama,
hace caso de mi palabra; y mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con
él. El que no me ama, no hace caso de mis palabras. Las palabras que ustedes están
escuchando no son mías, sino del Padre, que me ha enviado. Les estoy diciendo todo
esto mientras estoy con ustedes; pero el Defensor, el Espíritu Santo que el Padre va a
enviar en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he
dicho. Les dejo la paz. Les doy mi paz, pero no se la doy como la dan los que son del
mundo. No se angustien ni tengan miedo. Ya me oyeron decir que me voy y que vendré
para estar otra vez con ustedes. Si de veras me amaran, se habrían alegrado al saber
que voy al Padre, porque él es más que yo. Les digo esto de antemano para que,
cuando suceda, entonces crean. Ya no hablaré mucho con ustedes, porque viene el
que manda en este mundo. Aunque no tiene ningún poder sobre mí, así tiene que ser,
para que el mundo sepa que yo amo al Padre y que hago lo que él me ha mandado.
Levántense. Vámonos de aquí.

Tema:

¿Podemos Conocer A Dios?

San Agustín dijo: El que todo lo conoce y no conoce a Dios es desdichado; el que
conoce a Dios, así no conozca otra cosa, es dichoso.
San Agustín tenía razón, ¿Qué puede ser mejor que conocer a nuestro verdadero
Padre? ¿Qué podría superar conocer con quién pasaremos toda la eternidad? ¿Qué
podría darnos más alegría y felicidad que conocer al Creador del universo, de todo lo
visible e invisible, Dios Todopoderoso, que todo lo sabe y que está en todas partes,
Rey de reyes y Señor de señores? ¡Si! Queremos conocer a Dios. Pero ¿Se puede?

Jesús nos dijo que sólo conocerán al Padre aquellos a quienes El Hijo quiera darlo a
conocer y que Él vino para darlo a conocer. También dijo que si lo conociéramos a Él,
conoceríamos al Padre. Jesús vino para conocernos y para que nosotros lo
conociéramos a Él y al conocerlo a Él ya conocemos al Padre, pues viendo a Jesús
estamos viendo al Padre.

Finalmente Juan, en el segundo capítulo de su primera carta, nos dice: Si obedecemos


los mandamientos de Dios, podemos estar seguros de que hemos llegado a conocerlo.
Pero si alguno dice: Yo lo conozco, y no obedece sus mandamientos, es un mentiroso
y no hay verdad en él. En cambio, si uno obedece su palabra, en él se ha
perfeccionado verdaderamente el amor de Dios, y de ese modo sabemos que estamos
unidos a él.

Oremos:
Señor Jesús, permítenos conocer al Padre. Tú viniste para que pudiéramos conocer al
Padre y sabemos que al conocerte a Ti, conoceremos al Padre. Queremos verte y
conocerte Jesús, para poder ver y conocer al Padre. Queremos obedecer tus
mandamientos para demostrar que te conocemos, que Tu amor se ha perfeccionado en
nosotros y que estamos unidos a Ti.

Mateo 11:27
Mi Padre me ha entregado todas las cosas. Nadie conoce realmente al Hijo, sino el
Padre; y nadie conoce realmente al Padre, sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo
quiera darlo a conocer.

Juan 1:18
Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión
con el Padre, es quien nos lo ha dado a conocer.

Juan 8:19
Le preguntaron: ¿Dónde está tu padre? Jesús les contestó: Ustedes no me conocen a
mí, ni tampoco a mi Padre; si me conocieran a mí, también conocerían a mi Padre.

Juan 10:14
Yo soy el buen pastor. Así como mi Padre me conoce a mí y yo conozco a mi Padre,
así también yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Yo doy mi vida por las
ovejas.

Juan 14:7
Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde
ahora, pues lo han estado viendo.

1 Juan 2:3-5
Si obedecemos los mandamientos de Dios, podemos estar seguros de que hemos
llegado a conocerlo. Pero si alguno dice: Yo lo conozco, y no obedece sus
mandamientos, es un mentiroso y no hay verdad en él. En cambio, si uno obedece su
palabra, en él se ha perfeccionado verdaderamente el amor de Dios, y de ese modo
sabemos que estamos unidos a él.

Los versículos de la Biblia citados, son de la versión: Dios Habla Hoy.

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Ustedes recibieron gratis este poder; no cobren tampoco por emplearlo. Mateo 10:8b
Como buenos administradores de los diferentes dones de Dios, cada uno de ustedes sirva a los demás según lo que haya recibido.
1 Pedro 4:10
Tengan ustedes cuidado, para no perder el resultado de nuestro trabajo, sino recibir su recompensa completa. 2 Juan 1:8

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