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En general, el Windows Movie Maker es un programa intuitivo, similar a cualquier otro de los
existentes dentro del Microsoft. Es sumamente útil y sencillo de utilizar, y permite realizar presentaciones
de video de manera sencilla y rápida. Existen muchos otros programas para editar y armar videos,
películas, etc., ya sean profesionales o no. Sin embargo, especialmente si se desconoce de computación
y/o cine, se recomienda utilizar este tipo de programas porque nos posibilita el comenzar a manejar
conocimientos básicos respecto a este tipo de presentaciones.
A medida que cada usuario va adentrándose en la temática, podrá paralelamente permitirse
realizar otro tipo de presentaciones, editando producciones más largas, pudiendo utilizar en forma
paralela otros programas (ya sean de imagen, video, sonidos, etc) e incluso modificar los detallas de
edición específicos (asociados a la programación en sí misma: tipo de video, resolución, presentación,
etc.).
Vale aclarar que es un programa sumamente pesado, puede volverse lento e incluso “tildarse”, por
lo que se recomienda guardar los cambios continuamente. Además, en ocasiones, puede que no
“publique” el proyecto, es decir, no lo transforme en un video en sí mismo (o sea, en formato AVI). Si
ocurriera eso puede deberse a:
- Se realizó un video demasiado extenso, en el cual la placa de video resulta insuficiente (del
CPU). Se soluciona partiendo el proyecto en varios, publicando cada una de estas partes, y
finalmente aunarlo en otro proyecto y publicarlo.
- Se realizaron demasiados detalles de edición sobre una misma imagen, especialmente si dura
más de 20min. y si se “abusó” de transiciones, fundidos, efectos, etc. Para esto, se recomienda
realizar el proyecto en forma sencilla, luego publicarlo, volver al proyecto original e ir agregando
detalles. De esta forma se salva la producción y se la va corrigiendo paulatinamente lo máximo
posible.
- Que hay escaso espacio en el disco de la PC. Se resuelve realizando una limpieza de archivos.
- Que “no se encuentran los archivos de origen”. Este es el error más habitual que se comete. Es
sumamente importante que si se desconoce sobre computación, manejo de carpetas,
conversión de archivos, anexos de archivos, etc.; se inicie el video una vez que estén
seleccionados TODOS los elementos que se van a utilizar (fotos, filmaciones, música) y que no se
cambie la ubicación de los archivos dentro del disco. Por ejemplo, si dentro del disco C, en la
carpeta “Mis imágenes”, tengo una carpeta llamada “Las fotos de mi video”; esa carpeta nunca
puede ser movida a “Mis documentos”. ¿Por qué sucede esto? Porque el Windows Movie Maker
al “importar un archivo” realiza una imagen virtual del mismo y por lo tanto necesita remitirse
necesariamente al origen, si uno modifica dicho origen, el programa pierde la imagen virtual y,
lógicamente, este archivo desaparece de nuestro video (se muestra en negro, una foto por
ejemplo, con una cruz roja encima).
Por último, existe una función llamada “Automovie” que una vez que se importaron las imágenes, el
programa crea solo una presentación sencilla con variadas transiciones, por ejemplo. Lógicamente es una
opción sumamente limitada dentro de todas las posibilidades que ofrece en programa en general (por
ejemplo, le da un orden de aleatorio a las imágenes, que no puede ser modificado), pero son de gran
utilidad al iniciarse en el uso del mismo, ya que se puede partir de él como base o ejemplo.