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Tercer rayo.

La actividad inteligente
Todos nosotros somos una forma externa, con un habitante en esta forma. El habitante de esta
forma, es nuestro yo superior, al efecto de nuestro nivel de consciencia.
Entonces, es nuestra alma la que habita esta forma.
El tercer rayo, es exactamente aquella energía que adopta la forma de aquello que esta
habitando en ella. Quien adapta a nuestro cuerpo, quien adapta a nuestra forma, a nuestra
alma, quien hace esa adaptación, quien hace esa conjunción es el tercer rayo. Es esa energía
adaptable, de adaptación. Entonces, cuando nuestra alma encarna, cuando nuestra alma entra
en un cuerpo, es el tercer rayo el que hace esa adaptación, y es el, el que comienza a promover
una serie de actividades y que con el correr de la evolución, esas actividades se van volviendo
en inteligente, por que al principio no lo son. Al principio es una ansia de obrar, una necesidad
de hacer, de crear, de hacer cosas, y este es el tercer rayo cuando aun no está desarrollaba. Y
esto lo heredamos del reino animal. Porque este reino es muy activado por el tercer rayo.
Entonces, nosotros traemos del reino animal, esa ansia de obrar, este ansia de hacer cosas. En
el ser humano aparece así, como esta ansia de actividad. En el reino animal esta misma energía
aparece como un ansia de comer y beber. Es la misma cosa. Hay muchos hombres que tienen
muchas ansias por la comida y la bebida y esto es exactamente, un resto del reino animal, que
aun permanece, y tiene que ver con el tercer rayo. Ese interés por la comida y la bebida, ese
hambre, esa gula, eso en el hombre, no es mas actual. Eso es el tercer rayo en el animal, que
está actuando.
El hombre que está detrás de esto, tiene que trabajarlo, y se transforma después de trabajado
en ansias de hacer cosas, y pasa a tener ansia por la actividad. Entonces, el tercer rayo tiene
una función muy grande, aunque no este desarrollado, porque cuando el se presenta en el
hombre no evolucionado, esa ansia de hacer cosas, de trabajar, de crear, de moverse, de no
parar, el está sirviendo como instrumento de experiencia para el alma, porque el alma que está
encarnada en el individuo, ella, a través de todos esos movimientos, hace una serie de
experiencias. Entonces el tercer rayo en el individuo no evolucionado, es aquello que lo hace
hacer, que no lo deja parar, que lo hacer mover todo el tiempo. Mientras tanto, el alma esta
pasando por un proceso, está experimentando muchas cosas a través de aquello.
Ahí comienza la función del tercer rayo en el individuo y esa ansia de hacer, de moverse, toda
esa actividad, se va transformando lentamente, con el correr de la evolución en una ansia de
actividad intelectual, en una necesidad de desarrollar el intelecto, la mente, y ahí en ese punto
está implicado con el quinto rayo, que también es un rayo muy mental. Mas ese interés por el
intelecto, por el desarrollo mental, por la cultura, por la vida subjetiva, es una instigación del
tercer rayo. Esa actividad inteligente, o ese espíritu santo, ya en otra fase de su purificación.
Entonces pasamos del interés por la comida y la bebida, el hambre y la gula por el interés por la
actividad, por la necesidad de obrar, de crear cosas, y después esto evoluciona para el interés
intelectual, mental, para esa nueva forma, que es todo un progreso.
Todo esto pertenece al tercer rayo desde el reino animal al reino humano. En tanto el tercer
rayo hace esto, siguiendo este trayecto, es como si nos preparase para las experiencias. Y es
como si nos instigase hacia las experiencias. Cuando se va transformando en una actividad
mental e intelectual en nosotros, es el, el que selecciona y es el que crea en nosotros, esa
actividad selectiva, y es el, el que nos coloca en la posición de discernir. Entonces es el tercer
rayo el que equilibra en nosotros todos esos impulsos del segundo. El impulso del deseo, aquel
impulso de amor, porque el amor indiscriminado es como el hambre en los animales. Es el tercer
rayo el que hace que seleccionemos ese impulso de amor.
Entonces el amor viene como deseo de hacer las cosas, viene como preferencias por ciertas
personas, viene como aquella serie de manifestaciones no evolucionadas que ya vimos en el
segundo rayo. El tercer rayo, llega a ese punto, y coloca una actividad discriminativa. El tercer
rayo nos estimula a discernir entre todos esos impulsos de amor, y a través de ese
discernimiento, de esa elección, de esa lucidez del tercer rayo que trae, es que el amor consigue
evolucionar, consigue desarrollarse, sin llevarnos a un campo de dispersión, ya que también
puede llevarnos para eso.
Y después que el tercer rayo desarrolló en nosotros la capacidad intelectual, el se ocupa de
adaptar esta capacidad nuestra intelectual a la capacidad que tenemos de ser activos. Entonces
ya no seremos activos indiscriminadamente, juntaremos actividad con intelecto, y vamos a
comenzar a percibir lo que estamos haciendo, para comenzar a discernir antes de hacer algo,
para ver antes, como esa cosa debe ser hecha, y en que proporción entrará esa actividad en
nuestra vida. Ese es el trabajo del tercer rayo. Un rayo muy importante.
Entonces, el rayo en un hombre poco evolucionado, lo coloca en actividad simplemente, y la
energía de el puede ser dispersada. Cuando este rayo, ya está bastante activo, y el hombre ya
desarrolló los otros aspectos de el, entonces coloca al hombre en una actividad discriminativa, el
hombre escogiendo lo que va a hacer, percibiendo lo que es para ser hecho de lo que no, y no
solo entregarse a una actividad.
Es el tercer rayo, hoy en la raza humana, que ya consigue tener una actividad inteligente, que
ya consigue estar completamente imbuido de ese espíritu santo, en el momento de obrar, de
realizar un trabajo.
Hay personas que piensan, que recibir el espíritu santo, es hacer esas manifestaciones muy
efusivas que las personas hacen, pero aquello, es aún el tercer rayo en sus primarias
manifestaciones.
El espíritu santo, es una actividad extremadamente ponderada, extremadamente sabia, no es
un impulso, no es una manifestación del plexo solar, no es una manifestación emotiva. Hay
muchos movimientos, que están ligados al tercer rayo y que representan esas manifestaciones
del tercer rayo, bastante ligadas al emocionalismo, a los impulsos, esto no es el tercer rayo
evolucionado, no es el espíritu santo en toda su función. El espíritu santo en toda su función, es
el que liga la voluntad superior, con la sabiduría.
Entonces, cuando el se manifiesta, la actividad es completamente inteligente, es algo
completamente suave, suave, en el sentido de abrir caminos, de presentarse siempre con la
voluntad superior y como sabiduría al mismo tiempo y no solo como un impulso, y no solo como
una manifestación activa en si.
El amor puro, es algo que se une con todo, y antes de ese amor fluya de esa manera es
necesario que todos los otros rayos estén ya equilibrados con el, y que los canales del hombre
estén con la mente purificados, sino esta energía de puro amor puede desintegrar al hombre,
porque hace que el hombre se lance a todos y a todo. Entonces si no fuera que esta energía del
tercero, que transforma la mente bien aguda, focalizando, discerniendo y escogiendo. Si no
fuera controlado por este rayo, ella es una energía que puede ser indeseable en cierto estado
evolutivo.
Claro que todo limita y todo puede ayudar dependiendo de cómo aquello es visto, como es
recibido y trabajado. Esa energía discriminativa, puede llegar e impedir, simplemente un
movimiento de amor, puede llegar y ajustar todas las válvulas, para que salga en el justo grado
en aquel momento.
La energía del amor sabiduría tiene en si ese discernimiento, pero el hombre aun no tiene eso
preparado en el. Son tres rayos que trabajan juntos, completamente unidos, el rayo del poder y
la voluntad, sin la sabiduría del segundo y sin el control del tercero, es destructivo. Y el tercero,
que es la actividad inteligente, sin la sabiduría del segundo, y sin la fuerza del primero, el
tampoco se realiza completamente.
Estos tres rayos son vistos como un todo, como una trinidad, y los otros aparecen a partir de
ellos.
En el reino animal, ese rayo aparece como instinto animal. Es el rayo que produce el instinto. Es
bien evidente en ese reino. Y es importante que tengamos una clara idea al respecto del rayo de
la inteligencia activa, porque es nuestra tarea relacionarnos correctamente con el reino animal.
La vida animal trae muchas cosas del reino animal y trae un cuerpo físico animal, la única
diferencia es que en el hombre, hay una organización superior por causa de los chacras, de los
centros, que en los animales no están activos, que son centros superiores. Mas, en cuanto a
materia física y a la constitución del cuerpo, es un cuerpo animal, tanto es así que traemos en
ese cuerpo, una serie de cosas que el reino animal. Tenemos el mismo material, liquido sólido y
gaseoso, y etérico, traemos el deseo, la voluntad de comer y beber. Hacemos todo esto que es
del reino animal, y traemos también un instinto que es representado por la premonición. Eso
que hace que sepamos antes lo que va a pasar emocionalmente, a través del plexo solar, esto
es del reino animal, no es del reino humano, estas son características animales que aun
persisten, permanecen dentro de un cuerpo humano, de un organismo humano.
La premonición es parte del reino animal. Todo perro sabe que el dueño va a viajar, todo gato
sabe cuando el amo va a desencarnar. Ellos tienen una premonición innata, y aquello que pasó
para el reino humano, es apenas un resto de esto que no es para ser desarrollado. Eso fue
desarrollado en el reino animal. Eso pasó para el reino humano para transformarlo en un
conocimiento superior, en una percepción superior. El hombre esta destinado a saber cual es el
plano divino para el y para el Planeta, cosa que ningún animal puede saber. Nuestra percepción
debe estar abierta para otros hechos, para cosas superioras, y nuestro papel es percibir y
ayudar para ese contacto.
Esa sensibilidad en el animal, hace que el sepa que su dueño va a desencarnar. El sabe.
Nosotros, como hombres, inteligentes, ya no debemos estar preocupados por esto, porque en
nuestra consciencia ya debe existir la idea de la inmortalidad. Deberíamos estar ocupados, no
en quien va morir o no, deberíamos estar ocupados con la idea de la inmortalidad. Entonces,
quien va a desencarnar o no es secundario para quien ya descubrió la inmortalidad, y sabe que
aquel esta fuera o dentro del cuerpo pero que el es mortal. Su consciencia está en eso.
¿Perciben la diferencia de grados? Esa condición de estar, o de sentirse o no encarnado, es una
limitación nuestra, y que no necesitamos seguir estando limitados por mas tiempo, podemos
tener una continuidad de consciencia entre esos dos estados de forma que entrar o salir del
cuerpo sea un hecho bien trivial y bien consciente. Vamos a llegar a eso. Solo cuando estemos
ligados con la idea de la inmortalidad, ahí todo se vuelve posible.
Nosotros tenemos ante el reino animal, que es del tercer rayo, una gran responsabilidad.
Cuando tuviéramos la consciencia, que un animal es un ser que está en el camino de la
individualización, esto es, los animales son seres que se están preparando para tener un alma,
está para suceder dentro de ellos el nacimiento de ella, y a partir de ahí entrará en el proceso
encarnatorio en el reino humano. En el momento que percibimos esto podemos colaborar con
ello, y esto es parte del plan. Es parte del plan que los seres humanos colaboremos con los
reinos infrahumanos, y la forma de colaborar con el reino animal, es estimularlos para la
formación del alma, de su yo superior, que es un proceso muy largo. Y este yo superior, surge
en el reino animal, en una fase próxima al pasaje del reino animal para el reino humano.
Entonces, cabe al hombre estimular la formación de ese yo superior animal.
Este yo superior puede ir formándose en el animal, individualizándose, volverse un individuo por
varios procesos. El proceso que se ha dado hasta ahora porque el hombre fue inconsciente, fue
el derramamiento de sangre. Entonces, se derrama sangre animal y esto es un proceso que es
usado para su individualización. Es derramada tanta sangre animal que a través del
sufrimiento, consigue ese núcleo interior, y su individualización. Mas, este es un método fue
usado en cuanto el ser humano no ha tomado consciencia de que existen otros procesos para
que esto suceda. Y a medida entonces que el reino humano, los hombres, dominen en si todos
los restos animales. A medida que el hombre domine los deseos, el hambre, la sed, el apetito, a
medida que el hombre trascienda todo esto, que se vuelva intelectual, que la actividad del
hombre se torne inteligente, que el tercer rayo haga este camino dentro del hombre, el va a
darse cuenta de que hay otras formas para que los animales se individualicen. Que no es solo
derramando sangre. Que no es solo la liberación de aquellas fuerzas, a través del
derramamiento de sangre.
Mas, existe una forma de aproximación mental con el animal. Y esa aproximación mental con el,
es tratar al animal, como un ser que es candidato a la individualización, tener eso en mente,
porque ahí el animal recibe exactamente lo que tenemos en mente, en ese sentido, el animal
recibe lo que nuestro pensamiento emana para el, y eso va a desarrollar en el animal, la mente
embrionaria, el proceso mental de el.
Y esto es mucho más importante, que estemos en esta idea, en esta consciencia de estar junto
al animal, que muchas cosas afectivas que se hacen con ellos. Muchos abrazos, muchos cariños,
todo esto debe ser muy dosificado y solo si el aún lo necesita. Hay animales muy evolucionados
que no necesitan mas eso, que ya pasaron esa fase, y lo que necesitan es que mentalmente,
cerca de ellos, estemos instigando en ellos la sustancia mental que es necesaria para que ellos
se individualicen. Nuestro contacto con el reino animal también evolucionó. Cuando éramos
hombres primitivos, teníamos un contacto físico con ellos. Después en la época de la Atlántida
nos transformamos en seres emocionales, y desarrollamos una relación afectiva con los
animales. Aparecieron entonces las caricias entre los hombres y los animales, una relación
afectuosa entre ellos, y esto fue propio de la época de la Atlántida. Así como hay hombres que
necesitan de eso en el cuerpo emocional, existen también muchos animales carentes de eso, por
causa del continuo derramamiento de sangre que hubo. Entonces podemos echar mano de este
método afectivo con los animales, de vez en cuando, no siempre, porque sino los detenemos en
una fase anterior. Por ende, si con la mente ya podemos visualizar nuestra verdadera
participación en el reino animal, que es estimular la mente en ellos, y si comenzamos a obrar
mentalmente junto a ellos, si comenzamos a tener una actividad inteligente junto al animal, el
absorbe esto, y comienza a formar su sustancia mental, comienza a organizarse y este es el
camino para la individualización.
El afecto por el dueño, el amor por el dueño, la fidelidad con el dueño, todo eso contribuye.
El proceso hoy, de mayor colaboración con el reino animal es un proceso mental. Es tener la
mente lucida y ordenada cerca de el. Es lo que va a estimular su mente. Y quien tiene gatos,
sabe que ellos, que son muy evolucionados, cuando llegan a este punto, detestan las cosas
manifestaciones emocionales, detestan manifestaciones emotivas y sentimentales, ellos quieren
distancia, quieren onda mental. Ellos tienen ya, en su instinto desarrollado, aquella consciencia
de que necesitan la onda mental positiva del individuo, y para eso no necesita estar cerca. Para
eso puede estar lejos del gato y estar haciendo lo que el necesita.
El perro ya está en otra situación, el elefante y el caballo también están en otra situación. Son
estos las cuatro especies animales que tienen la puerta abierta hacia la individualización.
Entonces, nuestro comportamiento tiene una mayor responsabilidad, porque somos
prácticamente un hilo, para que esos animales ingresen en la vida humana en ciclos futuros.
Entonces, si tenemos animales a nuestro alrededor y si no mandamos para ellos nuestros
deseos ardientes, ¿que estamos haciendo con ellos? Si estamos deseando algo cerca de un
animal ¿que estamos haciendo? Es obvio. Si estamos comiendo ansiosamente cerca de una
animal ¿que estamos haciendo? Estamos reforzando aquellos puntos de el, trabajamos en el
sentido de que el permanezca animal, desde el punto de vista del servicio, del punto de vista del
trabajo a hacer con ellos.
EL servicio del hombre, es siempre su comportamiento, es siendo quien le sirve.
Y a medida que nuestro intelecto se desarrolle , a medida que nos volvamos mental, toda la
raza a la que pertenecemos, toda esa humanidad que es esa raza ariana de hoy, que es regida
también por el tercer rayo. Vemos como el tercer rayo es un rayo vital para nosotros. Toda
nuestra raza es regida por este rayo.
Entonces, a medida que esta raza vaya evolucionando, tornándose intelectual, mental, logrará el
proceso de individualizaciones en el reino animal. Ellos no se individualizaran más por el
sufrimiento, por el dolor, por el derramamiento de sangre. Ellos se individualizaran a través de
una vía telepática cada vez más superior, para que la mente tenga un desarrollo en ellos.
Si nos sintonizamos con estas cosas, el espíritu santo fija una voluntad dentro de nosotros.
Entonces, no es solo cuestión de invocar algo que esta listo, es cuestión de hacer aquello que el
espíritu santo hace, lo que el tercer rayo hace, de armonizarse con el, el trabajo del tercer rayo,
con esa actividad inteligente, con esa energía creativa en todos los sectores donde ella trabaja.
La personalidad del Planeta, el reino animal, la raza ariana, y si estamos entonces coligados con
esas realidades, el tercer rayo nos usa. Somos usados para ayudar al otro a hacer su canal de
ligazón con su yo superior. Porque es la energía de este rayo lo que hace esto, es la que adapta
el vehículo material, este vehículo físico, a esa otra energía que está dentro de el, y que hace
este trabajo de adaptabilidad.
El tercer rayo, tiene otras dos expresiones bien evidentes que podemos detectar. Una es la
expresión superior del tercer rayo en el Planeta Tierra, que son las comunicaciones, como el
está ligado a una actividad intelectual y mental, es un rayo que inspira las comunicaciones. Por
el progreso que hubo de las comunicaciones últimamente, el desarrollo de las comunicaciones,
si pensamos en el telégrafo, el teléfono, los viajes, los transportes, ahí vemos obrando a la
energía del tercer rayo y como este abrió los caminos para este proceso.
El hombre esta aprendiendo a lidiar con esta energía, la está reconociendo a través de esos
medio de comunicación, ahí el camino esta bastante libre.
Existe una actividad del tercer rayo en el Planeta que es una de sus expresiones y que aun no
fue comprendida, y que es exactamente, el empleo y la distribución del dinero. Esto es
gobernado por el tercer rayo en el Planeta. Es la energía de la inteligencia activa, que gobierna
la circulación del dinero. Circulación de ese poder, representado por el dinero. Ese poder
espiritual, representado por el dinero. Porque el dinero no es un poder económico. El dinero es
un poder económico en sus aspectos inferiores, mas, el dinero representa energía espiritual en
circulación y cuando el no circula correctamente el espíritu no fluye entonces crea tumores en el
Planeta. El Planeta y las personas están enfermos porque ese sistema circulatorio en el Planeta
que es el dinero no fluye porque no sabemos usar el tercer rayo, no sabemos usar esta energía
discriminadora, y no sabemos usar esa actividad que fluye, y que es extremadamente
adaptable.
Porque el tercer rayo realizado, en la circulación del dinero, seria llevarlo intuitivamente donde el
es necesario. Entonces, esta mente humana, este intelecto, aun no esta suficientemente
desarrollado, y usa esta energía de la canalización del dinero para conducirlo a donde ya existe.
De forma que esto es la generalidad, y hace que se creen focos de no flujo de energía espiritual,
que es representada por la moneda, por el oro, por el dinero.
Entonces, a pesar de que este tercer rayo estar completamente incorporado al punto de dirigir
la circulación de la energía espiritual del Planeta, como puede ser el dinero, a pesar de estar
completamente incorporado, completamente introducido, completamente... en acción en el
Planeta, el no es aún comprendido por el hombre. El intelecto del hombre aún no llego a
comprender su valor.
Por causa de esa característica de ser muy adaptable, esta característica de entrar por todos los
lados y obrar por todos los costados y llevar esa inteligencia activa para todos los rincones de la
formas, el hombre del tercer rayo que esté sintonizado con los aspectos mas positivos de esa
energía, ese hombre, tiene características que parecen a los otros, graciosas.
El hombre con el tercer rayo evolucionado se puede acostar en este piso y dormir sin la menor
preocupación, por el colchón, por la almohada, las sábanas, todas esas cosas, de otros rayos. Y
es capaz de estar acostado y dormir, con la misma facilidad como lo haría en una cama, el no
encuentra la menor diferencia.
Entonces, si tenemos un tercer rayo ya consiente, es inútil ocuparse en el bienestar material de
el, porque, para el, eso no tiene sentido, el ya tiene la energía de la adaptación, por eso, puede
acostarse aquí como si fuera en una cama, el duerme sin ningún problema. Si somos de otro
rayo esto no pasa.
El tercer rayo puro, no ve la menor diferencia, entre esas situaciones materiales, no está más
condicionado por esas cosas materiales. Entonces, por otra parte, el tercer rayo desarrollado no
hace diferencia entre las personas. Cuando un tercer rayo que aún no está evolucionado, dice,
este es mi amigo y aquel no es mi amigo. El tercer rayo puro no hace esa diferencia, el está
mas allá de la forma y ya venció inteligentemente todas esas diferencias formales, entonces no
existen mas para el esas características separatistas.
Y cuando el tercer rayo obra en nuestra mente, aunque la mente del tercer rayo pueda
visualizar muchos asuntos al mismo tiempo, esa mente tiene un orden dentro de ella.
Y aunque ella vea aquí, en esta sala, muchas cosas, y al mismo tiempo esté pensando lo que
tendrá que hacer después, lo que pasa en el jardín, lo que hará el año que viene, el está viendo
todo, pero esa mente no está caótica, no está mezclando las cosa.
Esa mente esta con todo eso presente, mas, está ordenando la manifestación de esas cosas.
La mente del tercer rayo, ordena las cosas dentro del individuo, y el puede pasar de una idea
para otra, sin abandonar ninguna, sin dejar que nada escape. A no ser que haya una limitación
física, para que esto no pueda suceder.
Este rayo está muy activo en el Planeta. Desde el año 1400, el inició un ciclo muy grande de
manifestación. Alrededor del 1800 al 1870 llego a su momento álgido de su manifestación, y
aunque el esté manifestado, el está comenzando a entrar en declinación, y es por eso que
encontramos ciertas formas muy cristalizadas.
Entonces, el, por no estar mas en ascensión, en sus ciclos menores, está manteniendo algunas
formas muy cristalizadas.
Por eso el hombre de tercer rayo, de tercer rayo en la mente, debería ocuparse de no
cristalizarse en las ideas. Porque así como este rayo presenta las ideas lúcidas, como el
permanece, el tiende a cristalizar, entonces si no entra aquel discernimiento, y si no entra una
atención continua, y principalmente un desprendimiento, una actitud de no apego, de desapego,
todas aquellas cosas buenas que el tercer rayo trajo, pueden quedar cristalizadas, por causa del
propio movimiento de el, que debe volver sobre si mismo en este momento, aunque tenga aún
un ciclo de manifestación muy largo, como estamos viendo por la actividad del mundo.
Más conferencias: www.conferenciastrigueirinho.blogspot.com

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