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R. Guerrero y J. Garcia Martinez Terapia constructivista-sistémica en violencia contra las mujeres


2008, Vol. 26, número 2, págs. 269-280. de Andalucía Occidental y
ISSN 0213-3334 Universidad de Sevilla

Ensayo clínico de la eficacia de la terapia


constructivista-sistémica en casos de violencia
contra las mujeres
Rafael GUERRERO GÓMEZ
Jesús GARCIA MARTÍNEZ
Universidad de Sevilla

Resumen
En este artículo se presentan los resultados de un ensayo clínico que pretende com-
SUREDUODH¿FDFLDGHXQDWHUDSLDGHRULHQWDFLyQFRQVWUXFWLYLVWDHQFDVRVGHYLROHQFLDGH
género. El estudio ha utilizado una pequeña muestra (n=7). Todas las mujeres viven en
un ámbito rural y proceden de un contexto socioeconómico bajo. El objetivo del trabajo
es comprobar la viabilidad de una intervención terapéutica en violencia de género basada
en un enfoque constructivista y sistémico, para lo cual se analiza si la sintomatología se
reduce después de la intervención y si se generan nuevas construcciones que permitan
explicar de un modo alternativo la experiencia de victimización. Para evaluar los sínto-
mas se utilizaron los inventarios de ansiedad y depresión de Beck, así como la escala de
VtQWRPDVGH'HURJDWLV/DUHMLOODVHXWLOL]ySDUDPHGLUORVFDPELRVGHVLJQL¿FDGRV/RV
UHVXOWDGRVFRQ¿UPDQTXHHQODHYDOXDFLyQSRVWWUDWDPLHQWRVHDSUHFLDXQDUHGXFFLyQ
VLJQL¿FDWLYDGHORVVtQWRPDV\ODHPHUJHQFLDGHFRQVWUXFFLRQHVGHODLGHQWLGDGPXFKR
más elaboradas
Palabras clave: mujeres maltratadas, identidad, teoría de los constructos personales,
H¿FDFLDWHUDSpXWLFDWpFQLFDGHODUHMLOOD

Abstract
,QWKLVDUWLFOHDUHSUHVHQWHGWKHUHVXOWVRIDQLQLWLDOFOLQLFDOWHVWDERXWWKHHI¿FDF\RI
a constructivist therapy applied to cases of gender violence. Sample is so small (n=7).
All the women live in a rural scope and come from a low socioeconomic context. The
aim of this work is to sketch the viability of a therapeutic intervention on gender violence
based in a constructivist-systemic approach. We are interested in verify if therapy: a)
reduces symptoms; b) generates new useful constructs. Symptoms were evaluated with
Beck Anxiety Inventory, Beck Depression Inventory and Derogatis’ Symptoms Check

Dirección de los autores: Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológicos. Facultad de Psico-
logía. c/ Camilo José Cela, s/n. 41018 Sevilla. Correo electrónico: guerrerorafa@hotmail.com y jgm@us.es
Apuntes de Psicología, 2008, Vol. 26, número 2, págs. 269-280. 269
Recibido: diciembre 2007. Aceptado: marzo 2008.
R. Guerrero y J. Garcia Martinez Terapia constructivista-sistémica en violencia contra las mujeres

List. Grid Technique was used to assess changes in constructs elaboration. Results
FRQ¿UPDVLJQL¿FDQWUHGXFWLRQRIWKHV\PSWRPVDQGWKHHPHUJHQF\RIPRUHHODERUDWHG
constructions during post-treatment assessment.
Key words: Battered Women, Identity, Personal Construct Theory, Treatment Effec-
tiveness Evaluation, Repertory Grid Technique.

La violencia contra las mujeres afecta a a establecerse en los primeros años de con-
todas las clases sociales, a todos los niveles vivencia, sin embargo, es posible que ya se
HGXFDWLYRV\DWRGRVORVHQWRUQRVJHRJUi¿- KD\DQGH¿QLGRGXUDQWHHOQRYLD]JR
cos, por ello representa un gran problema La sintomatología que presentan las
social y psicológico que tienen que afrontar mujeres agredidas por sus parejas inclu-
los sistemas de protección social (Fischbach ye déficit de autoestima y de autoeficacia
y Herbert, 1997). Además, se puede consi- (Orava, McLeod y Sharpe, 1996), así como
derar un grave problema de salud pública sentimientos de culpa, aislamiento social y
(Heise y García Moreno, 2002; Roberts, dependencia del maltratador (Buchbinder
Lawrence, Williams y Raphael, 1998) dada y Eisikovits, 2003; Echeburúa y de Corral,
su altísima prevalencia y por el hecho de que 1998). El maltrato es un factor que genera
las repercusiones psicológicas del maltrato trastornos y síntomas psicopatológicos de
y el abuso físico constituyen un factor de varios tipos, como depresión, estrés postrau-
riesgo de salud a largo plazo (Koss, Koss y mático, baja autoestima y sentimientos de
Woodruff, 1991). culpa (Echeburúa y de Corral, 1998; Golding,
Desde el punto de vista funcional, el 1999; Matud, 2004). De las distintas inves-
agresor no sólo usa la violencia para con- tigaciones realizadas se concluye que los
seguir algo que no tiene o para forzar una síntomas más usuales padecidos por las mu-
situación, sino para mantener e incrementar jeres maltratadas se agrupan en dos bloques:
un status quo de desigualdad (Jacobson y a) uno ligado a la depresión y la ansiedad que
Gottman, 1998). Por tanto, debe entenderse LQFOXLUtDHQVXFDVRORVGp¿FLWGHDXWRHVWLPD
más como un estilo relacional o un proble- y b) otro, menos frecuente, relacionado con
ma crónico que como una acción puntual o el estrés postraumático.
provocada por una determinada situación. Las terapias de la violencia de género
La violencia no está definida únicamente deben atender a dos aspectos básicos: a) res-
por el uso de agresiones físicas, sino que se petar la necesidad de comprensión y ayuda de
pueden distinguir cuatro grandes manifes- la víctima, lo que implica que toda informa-
taciones de la misma: psicológica, verbal, ción debe ser recabada con un consentimiento
sexual, y física (Herranz y Rodríguez, expreso por parte de ésta (Matud, Padilla y
2002). Dichas manifestaciones pueden darse Gutiérrez, 2005; Velázquez, 2003; Walker,
simultáneamente. 1994); b) analizar los componentes relacio-
El patrón relacional típico del maltrato nados con el patrón de violencia y control, los
se centra en un ciclo de ira-arrepentimiento- efectos psicológicos del maltrato, las estra-
control por parte del varón y sirve para obte- tegias usadas para enfrentarse y/o escapar al
ner el control de la relación, a través del cual abuso, así como los factores que modularon
se consigue la subordinación de la pareja. En las respuestas al abuso y las estrategias de
general, estos patrones de relación comienzan afrontamiento (Dutton, 1992).

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Por otro lado, la terapia ha de buscar es- o de la experiencia traumática (Harter


trategias que sirvan para ayudar a las familias y Neimeyer, 1995; Neimeyer, 2000;
(las mujeres y su descendencia). Para lograr Sewell, 1997).
este objetivo, deben utilizar un enfoque que c) Tanto los enfoques relacionales (sistémi-
les permita a la s mujeres elaborar una con- cos), como los identitarios (constructivis-
cepción distinta del problema, generando un tas), comparten principios epistémicos y
VHQWLGRGHH¿FDFLD\QRGHDXWRLQFXOSDFLyQ WpFQLFRVFRPXQHVTXHEXVFDQUHGH¿QLU
Para conseguir este objetivo es necesario la experiencia en términos manejables
crear una buena alianza terapéutica con las por la persona, recreando nexos de unión
mujeres (Friedlander, Escudero y Heathe- entre distintos aspectos de la vida y de-
rington, 2006; Garrido y García-Cubillana, ¿QLHQGRHOPDOWUDWRFRPRDOJRTXHVHOH
2000). En general, el formato terapéutico hizo a la persona, no como algo que la
debe basarse en la lógica de una terapia del persona se merecía o que incluso llegaba
trauma (Walker, 1994). Estos objetivos se a ser. Los enfoques constructivistas-sis-
pueden cubrir tanto con enfoques de terapia témicos permiten reconstruir el sentido
individual como de grupo. del abuso en los propios términos de la
Han sido muchos los enfoques terapéu- mujer maltratada y buscan activamente
ticos propuestos para tratar la violencia de elementos y episodios resolutivos y de
género, entre ellos el cognitivo-conductual autocrecimiento en su propia experiencia
(Echeburúa y de Corral, 1998; Matud, 2004) vital (García-Martínez, 2004; Keskinen,
y el enfoque de género (Corsí y Peyrú, 2003). 2004), lo cual los hace casar teóricamente
Los autores defendemos la pertinencia de las bien con dos de los principios básicos de
terapias constructivistas y sistémicas en este las terapias en casos de maltrato: i) que la
campo por los siguientes motivos: intervención busque la recuperación de
un trauma; y ii) que proporcione recursos
a) La concepción sistémica permite traer al a la cliente.
campo terapéutico el entramado relacio-
nal de la violencia y el funcionamiento del Contexto de trabajo
mismo dentro del sistema familiar. Esto
es posible hacerlo incluso no contando En este trabajo se plantea un ensayo
con la presencia real de la pareja en la clínico sin grupo control sobre una muestra
terapia, pero sí teniendo en cuenta en muy reducida. El objetivo es comprobar la
WRGRPRPHQWRTXHODYLROHQFLDVHSHU¿OD H¿FDFLDGHODWHUDSLDFRQVWUXFWLYLVWDVLVWpPL-
como una estrategia relacional. ca en casos de violencia de género. Se trata
b) Los cambios que se buscan suponen de un trabajo inicial que pretende asentar un
XQDPRGL¿FDFLyQLPSRUWDQWHQRVRORGH primer paso en la validación de las terapias de
las estrategias relacionales de la mujer, FDPELRGHODLGHQWLGDGFRPRWHUDSLDVH¿FDFHV
sino de su identidad. La víctima debe en estos casos. En cierta medida, la ausencia
reelaborar su sentido del mundo y de de grupo control ha estado impuesta por los
sí misma. Este es precisamente el foco requisitos del contexto en el que se realizaba
de las terapias constructivistas, tanto la terapia. Se trata de un servicio de asisten-
en general (Winter, 1992), como de las cia terapéutica prestado de forma gratuita
centradas en la gestión de la violencia en virtud de un convenio de colaboración
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entre la Universidad de Sevilla y el Excmo. posición del yo será más relevante en el


Ayuntamiento de Lora del Río (Sevilla). Los eje que mejor lo explique (la contribución
ingresos en el programa se producen cuando relativa del elemento en el eje que mejor
hay alguna demanda por parte del Centro lo explique será más relevante).
Municipal de Información a la Mujer. No se
trabaja con un formato de evaluación durante Metodología
la lista de espera puesto que no tiene sentido
terapéutico evaluar a una mujer que no va a Muestra
ser atendida hasta un cierto tiempo después.
La muestra consta de siete mujeres, todas
Objetivos e hipótesis residentes en la localidad de Lora del Río
(Sevilla), una población rural de poco más
En este primer momento del trabajo se de 18.000 habitantes, con un alto índice de
pretende obtener datos preliminares sobre paro y dónde las actividades económicas se
dos objetivos muy amplios: a) comprobar centran en la agricultura y otras tareas agro-
si la terapia constructivista-sistémica logra pecuarias Todas ellas tienen un nivel socio-
reducir las principales manifestaciones sinto- económico bajo y la mayoría no ha cursado
matológicas ligadas a la violencia de género; estudios más allá de la educación primaria.
b) comprobar si la terapia genera cambios en En general, los trabajos que desempeñan (o
la construcción de la identidad. desempeñaron en el pasado) están asociados
Esto se concreta en las siguientes hi- a la agricultura, puestos de bajo nivel en
pótesis: la restauración (camareras, cocineras) o la
limpieza. Su edad media es de 38,14 años
1. El tratamiento producirá una reducción (Sd= 9,51 años).
VLJQL¿FDWLYD GH ORV VtQWRPDV OLJDGRV D
ansiedad, depresión y sensibilidad inter- Instrumentos y medidas
personal, es decir, en aquellos síntomas
más típicos de las mujeres maltratadas. La sintomatología se evaluó con la Es-
2. La construcción de la identidad será más cala de Síntomas de Derogatis (SCL-90-R,
elaborada en la etapa postratamiento, lo Derogatis, 2002), el Inventario de Depresión
que quedará evidenciado en la aparición de Beck (IDB, Beck, Rush, Shaw y Emery,
de constructos identitarios (relacionados 1979) y el Inventario de Ansiedad de Beck
con el Yo) de contenidos más positivos (IAB, Beck, Brown, Epstein y Steer, 1988).
y menos discrepantes (menor contraste La primera se utilizó porque permite una
entre la construcción del yo y el yo evaluación global y rápida de una amplía
ideal). gama de síntomas, lo que permitirá conocer
3. El tratamiento servirá para elaborar mejor el rango general de estos. Está compuesta por
HOVLVWHPDGHVLJQL¿FDGRVGHODPXMHUOR 90 síntomas agrupados en nueve categorías:
que quedará evidenciado en una mejor Somatización (SO), Obsesión-compulsión
GH¿QLFLyQ GH VX SRVLFLyQ GH \R HQ OD (OB), Sensibilidad Interpersonal (SIN),
UHMLOOD/RVHMHVTXHGH¿QHQDO<RVHUiQ Depresión (DE), Ansiedad (AN), Miedo-
más explicativos (tendrán un mayor Hostilidad (MH), Ideación paranoide (IP) y
porcentaje de varianza explicada) y/o la Psicoticismo (PS). Igualmente, proporciona

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una valoración global de la sintomatología G /DYDORUDFLyQLGLRJUi¿FDGHODDXWRHVWLPD


que presenta la cliente (GSI) y del número proporcionada por la rejilla (correlacio-
GHVtQWRPDVTXHpVWHUH¿HUH 763 /DVGRV nes entre los elementos yo, yo ideal y el
escalas de Beck se usaron como medio para elemento-contendor otros).
realizar una evaluación convergente y espe-
Ft¿FDGHORVGRVWLSRVGHVtQWRPDVPiVWtSLFRV Dado que intentamos comprobar si se
en casos de maltrato (ansiedad y depresión). han producido cambios en la identidad de
Ambas están compuestas por 21 ítems. las mujeres, la valoración del elemento yo
La rejilla utilizada constaba de 15 elemen- actual es fundamental. Si hay cambios en la
tos y los constructos se generaron a través del DXWRGH¿QLFLyQRUHOHYDQFLDGHORVLQGLFDGR-
procedimiento de comparaciones diádicas. res de la rejilla en yo actual a lo largo de la
Los elementos y el orden de comparaciones terapia, se habrán producido cambios en la
fueron igualados para toda la muestra. La reji- identidad. La autoestima, por su parte, es un
lla fue corregida mediante el programa Record indicador de la autovaloración del sujeto que
4.01 (Feixas y Cornejo, 1996). Las medidas indica hasta que punto la persona ve adecuada
RSHUDWLYDVHOHJLGDVSDUDODUHMLOODVHUH¿HUHQ su identidad.
todas a la identidad de la persona (aspectos
autoreconocidos del yo) y son de carácter Procedimiento
fundamentalmente cualitativo:
La terapia suponía entre 12-15 sesiones
a) El contenido y número de los constructos de una hora, distribuidas de la siguiente
DXWRGH¿QLGRUHVHQORVPRPHQWRVGHSUH forma:
y post-tramiento.
b) El número de orden del eje que mejor a) Sesión de elaboración de la demanda y
explica al elemento yo en ambos momen- aceptación del caso (sesión 1).
tos. El programa Record genera siempre b) Elaboración de la historia de vida y apli-
5 ejes explicativos ordenados en función cación de instrumentos (sesiones 2-4).
del porcentaje de varianza explicada, c) Entre las sesiones cuatro y once se desa-
cuanto mayor es el porcentaje explicado rrollaba la intervención terapéutica con
más relevante es dicho eje en el sistema la aplicación de técnicas constructivistas
de construcción del sujeto. y sistémicas.
c) La contribución relativa del elemento d) Entre las sesiones nueve y once se
yo actual en el eje que mejor lo explica. vuelven a aplicar los instrumentos de
La contribución relativa es el peso que evaluación.
XQHOHPHQWRWLHQHHQODGH¿QLFLyQGHXQ e) En la sesión doce (o última) se despide
HMH GH VLJQL¿FDGR FXDQWR PD\RU VHD a la mujer y se efectúa una orientación
mayor es la importancia del elemento hacia el futuro.
en el eje.
Análisis estadístico
1. El manual citado es el único publicado por los autores
hasta la fecha, pero se puede tener acceso a la versión
Se utilizó la Prueba de Wilcoxon para
más actual del programa (4.0) en el portal electrónico comprobar las variaciones pre-postratamien-
www.terapiacognitiva.net to en las distintas escalas de síntomas (valor
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global del SCL-90-R, valores de cada una interpersonal (SIN), Ansiedad (AN), Psico-
de las subescalas de esta prueba y resultados ticismo (PS), Ideación Paranoide (IP) de la
de los inventarios IDB e IAB). Esta prueba prueba de Derogatis, así como en el Índice
es la más adecuada para contrastar muestras Global de Sintomas (IGS) de la misma.
pequeñas relacionadas. Por tanto, se puede concluir que la terapia
Respecto a los indicadores de la rejilla, aplicada está produciendo efectos sobre la
se detallan para cada mujer los contenidos sintomatología ansiosa y depresiva y sobre
GHODDXWRGH¿QLFLyQQ~PHURGHRUGHQGHO la sensibilidad a los problemas y al juicio
eje más relevante que explica el yo y con- de los demás.
tribución relativa del yo en dicho eje. No es
posible hacer cálculos no paramétricos entre Indicadores de la rejilla
estos indicadores ya que los ejes de los que
VHH[WUDHQHVWiQGH¿QLGRVSRUFRQMXQWRVGL- En la tabla 1 se pueden encontrar las
ferentes de constructos idiosincrásicos y no variaciones observadas en las evaluaciones
pueden ser contrastados numéricamente. pre y postratamiento en los indicadores se-
leccionados de la rejilla. La tabla muestra los
Resultados siguientes resultados para cada sujeto:

Variación de síntomas a) El contenido y número de los constructos


DXWRGH¿QLGRWHV
En la figura 1 se pueden observar las E (O RUGHQ GHO HMH TXH PHMRU GH¿QH DO
difererencias encontradas en la prueba de elemento yo.
Wilcoxon entre las evaluaciones pre y pos- c) La contribución relativa del elemento yo
tratamiento. Aparecen variaciones relevantes &75 DOTXHHMHTXHPHMRUGH¿QHDpVWH
en los indicadores psicopatológicos: IAB, elemento.
IDB, y en las subescalas de Sensibilidad d) Correlación yo-yo ideal.

250  
  
     

200

150

100

50

0
SO OB SIN* DE AN* MH AF IP* PS* IGS* TSP IAB* IDB*
Pretratamiento 161 197 176 218 174 150 97,7 137 111 163 77,4 30,3 26,3
Postratamiento 138 160 68,9 140 81,4 54,5 59,3 83,1 43,3 55,9 52,9 10,3 10,6

Figura 1. Indicadores de síntomas (* p< 0.5 en T2).

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Tabla 1. Indicadores de la rejilla en las evaluaciones pre y post-tratamiento. En negrita las variaciones
que marcan éxito terapéutico, en cursiva las variaciones de fracaso.

Resultados Pre-Tratamiento

Caso &RQVWUXFWRVDXWRGH¿QLGRUHV 1 Eje CTR R Yo-Ideal


1 Entrega, activo, responsable, apático, amistad (6) 1 65 -0.220

2 Inseguridad, desaborido, amargada (3) 1 93 0.181


3 Astucia, colaborador, ímpetu, sinceridad, inquietud, don de gentes 4 58 0.331
(6)
4 *HQHURVRD\XGDUHVSRQVDEOHDSDJDGRKRQHVWR¿HOKDEODGRU 4 15 0.107
cariñoso, bueno (9)
5 Fortaleza, saber estar, formal, ganas de vivir (4) 3 31 0.649

6 Honestidad, sencillo, carácter fuerte, libre de espíritu, simpatía, 1 75 0.755


Comprensivo, dulzura, justo, educado, independiente (10)
7 (0) 1 15 0.273

Resultados Post-Tratamiento
Caso &RQVWUXFWRVDXWRGH¿QLGRUHV 1 Eje CTR R Yo-Ideal
1 Cariñoso, capillita (2) 1 43 0.254

2 (0) 1 64 0.499
3 ImpotenciaFRODERUDGRUUHVSRQVDELOLGDGVLQFHULGDG  2 50 -0.125
4 Generoso, ayudar, responsable, ordenadoKRQHVWLGDG¿HO 1 58 0.506
hablador (7)
5 Formal, sensible, valiente (3) 2 55 0.384
6 Honestidad, carácter fuerte, simpatía, comprensivo, justo, 5  0.180
LQGHSHQGLHQWH 
7 (0) 1 58 0.718

En la evaluación post-tratamiento se en- permanece en el mismo nivel (eje 1).


cuentran importantes cambios cualitativos: c) Para todas las mujeres en las que el valor
del eje ha aumentado o se ha mantenido
a) Aparecen constructos nuevos en cuatro en el eje 1, la contribución relativa (CTR)
casos (incluyendo una eliminación de del elemento yo al eje se ha incrementado
constructos de contenido negativo). o ha permanecido en valores altos.
b) El valor ordinal del eje cambia en cua- d) Las correlaciones que miden la au-
tro casos, en dos de ellos aumenta y en toestima (especialmente yo-ideal) han
otros disminuye. En otros tres casos, mejorado en cinco de los siete casos.

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En la mujer 1 han cambiado radical- Discusión y conclusiones


mente los contenidos de su autodefinición
y ha mejorado, también de forma drástica, (VWHHQVD\RFOtQLFRFRQ¿UPDODSULPHUD
la correlación con su ideal (pasa de negativa hipótesis planteada, la sintomatología de
a positiva). La mujer 2 ha cambiado de una las mujeres maltratadas se ve reducida de
DXWRGH¿QLFLyQQHJDWLYDDQRGH¿QLUVHGHHVD IRUPDHVWDGtVWLFDPHQWHVLJQL¿FDWLYDGHVSXpV
forma (lo que constituye un cambio positivo) de la terapia. De manera que hay datos que
y ha mejorado sustancialmente la correlación permiten avanzar que la terapia constructi-
con su ideal. En las mujeres 4, 5 y 7 se han YLVWDVLVWpPLFDHVH¿FD]HQODHOLPLQDFLyQGH
incrementado el orden del eje que las auto- la sintomatología asociada a la experiencia
GH¿QH\ODFRQWULEXFLyQUHODWLYDDGHPiVGH de maltrato. De hecho, las puntuaciones al-
incrementarse la correlación yo-ideal. canzadas en las escalas del SCL-90-R por la
Estos cinco casos pueden ser considera- media de las mujeres de la muestra en la eva-
dos éxitos terapéuticos, ya que al menos uno luación postratamiento se sitúan en centiles
de los indicadores de tipo identitario ha me- inferiores a 50 en todos los casos utilizando
jorado. En tres de ellos, han mejorado todos. el baremo de población psiquiátrica, salvo
En el caso de las mujeres 3 y 6, los cam- para miedo-hostilidad que permanece en
bios de todos los indicadores identitarios son el centil 60. Es decir, aún no obteniéndose
negativos (los constructos pasan a contenidos GLIHUHQFLDVVLJQL¿FDWLYDVODLQWHQVLGDGGHOD
negativos, se reduce el valor ordinal del eje, sintomatología se ha visto reducida. Para las
la contribución relativa y la correlación yo- escalas IAB e IDB, los valores del postrata-
ideal). Estos dos casos deben ser considera- miento caen por debajo de los puntos de corte
dos, desde el punto de vista de los cambios GHVLJQL¿FDFLyQFOtQLFD
en la identidad, fracasos terapéuticos. Por otro lado, reducciones estadística-
No obstante, hay elementos de que PHQWHVLJQL¿FDWLYDVVHGDQHQORVYDORUHVGH
pueden ayudar a entender estos resultados. los dos inventarios de Beck, así como en la
En el caso de la mujer 6, la evaluación post- ansiedad en la escala de Derogatis. Es decir,
tratamiento se realizó en el momento en el en la gama ansiosa-depresiva, sintomatología
que recibió una noticia sensible para ella: la TXHVHJ~QODOLWHUDWXUDFLHQWt¿FDHVODTXHVH
LQ¿GHOLGDGGHVXPDULGRGXUDQWHODUHODFLyQ da con más frecuencia en casos de maltrato
FRQpVWHORTXHLQÀX\yHQVXYDORUDFLyQGH (Echeburúa y de Corral, 1998; Golding,
sí misma en la segunda administración de la 1999; Matud, 2004).
rejilla (se autovaloraba como estúpida por Otro dato relevante es la reducción sig-
no haberse percatado de ello). En el caso QL¿FDWLYDGHORVYDORUHVGHOD6HQVLELOLGDG
de la mujer 3, estaba pendiente de un juicio Interpersonal de la escala de Derogatis. El
respecto a un negocio compartido con su contexto vital de estas mujeres (ambiente
ex-pareja y, en el momento de la evaluación, rural, la importancia del qué dirán, educación
se veía impotente para recuperarlo debido a tradicional) y su situación personal (senti-
trabas legales. mientos de culpa, aislamiento social y depen-
Por tanto, en cinco de los siete casos dencia del maltratador) son moduladores que
(71,42%) la intervención terapéutica ha pro- explican que en estas mujeres se agudicen
ducido cambios relevantes y positivos desde aun más los sentimientos de timidez y ver-
HOSXQWRGHYLVWDGHODGH¿QLFLyQLGHQWLWDULD güenza, la tendencia a sentirse inferior a los

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demás, la hipersensibilidad a las opiniones y gravedad de la situación y respuestas ante el


actitudes ajenas y, en general, la incomodidad abuso (Dutton, 1992). Este mismo argumento
e inhibición en las relaciones interpersonales. es válido para explicar la reducción de los
Además, el ciclo de maltrato al que se han valores de Psicoticismo, la terapia fomenta
visto sometidos y el fracaso de su proyecto un mayor sentido de su integración social y
de pareja acentúan aun más estas tendencias se sienten menos alienadas y menos extrañas
(Buchbinder y Eisikovits, 2003; Echeburúa o diferentes.
y de Corral, 1998). La reducción de la sen- Las hipótesis 2 y 3 (el tratamiento pro-
sibilidad interpersonal es un claro indicador duce cambios cualitativos que pueden con-
de mejoría ya que muestra que tienden a estar cretarse en los distintos indicadores de la
menos preocupadas por el juicio ajeno como rejilla) también se han visto confirmadas.
elemento orientador de su conducta, que no El estudio de los diferentes casos indica que,
se sienten inferiores y que la calidad de su aunque no en todos ellos se producen los
relaciones con otros mejora. mismos cambios, éstos si son representativos
También es relevante la disminución GHXQDPRGL¿FDFLyQQRWDEOHGHORVVLVWHPDV
VLJQL¿FDWLYDGHORVYDORUHVHQODVVXEHVFDODV personales de adscripción de significado
de Ideación Paranoide y Psicoticismo de la (Neimeyer, 1987).
prueba de Derogatis. Dada la intensidad del Por tanto, las conclusiones que defende-
maltrato y el grado de deterioro personal en la mos son las siguientes:
mayor parte de los casos de la muestra, estas
mujeres llegaron a terapia con un alto grado a) El modelo de terapia sistémico-cons-
GHVXVSLFDFLD QRVDEtDQDTXLHQFRQ¿DUVX WUXFWLYLVWDUHVXOWDH¿FD]FRPRIRUPDWR
situación, suponían que no se les iba a creer, de terapia breve en casos de maltrato o
se sentían continuamente perseguidas por violencia de género.
su agresor y experimentaban una fuerte hos- E (OFRQWHQLGRGHODDXWRGH¿QLFLyQWLHQGH
tilidad ante éste), por lo que los síntomas de hacia una valoración más positiva al
tipo autorreferencial o paranoide cumplían un ¿QDOL]DU OD WHUDSLD ELHQ SRU XQD PHUD
JUDQSDSHOHQODGH¿QLFLyQGHOFXDGURLQLFLDO rotación del polo del constructo o por
Se sabe que a través de la violencia el agresor la aplicación de constructos nuevos.
quiere perpetuar e incrementar un status quo La segunda posibilidad (cuatro casos)
de desigualdad (Jacobson y Gottman, 1998), DSXQWD D XQD GH¿QLFLyQ PiV SUHFLVD \
lo que produce en la víctima un claro temor más centrada en la autorregulación de
autorreferencial a perder la autonomía y el la conducta.
control de sí misma. Los resultados indican F   (O YDORU RUGLQDO GHO HMH TXH GH¿QH DO
que la terapia reduce también esta clase yo se mantiene o mejora (cinco de los
de síntomas proporcionando a las mujeres siete casos), lo que indica la sensibili-
HVWUDWHJLDVSDUDIRPHQWDUODDXWRFRQ¿DQ]D dad de este indicador como forma de
(Friedlander, Escudero y Heatherington, determinar la mayor relevancia dada a
2006; Garrido y García-Cubillana, 2000). la propia identidad dentro del sistema
Estas mujeres necesitan nuevas armas para de constructos.
enfrentarse y/o escapar al abuso, así como d) El valor de la contribución relativa del
entrenamiento terapéutico para que se fo- HOHPHQWR\RHQHOHMHTXHPHMRUORGH¿QH
menten estrategias de afrontamiento ante la mejora en tres de los casos; precisamente
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R. Guerrero y J. Garcia Martinez Terapia constructivista-sistémica en violencia contra las mujeres

en aquellos que consiguen una mejora del recursos económicos que les faciliten el ale-
HMHRTXHQRKDEtDQGH¿QLGRFRQWHQLGRV jamiento de su agresor, por lo que la variable
positivos del yo. Es decir, este indicador HFRQyPLFDHVRWUDGL¿FXOWDGDxDGLGD\QR
muestra los cambios terapéuticos más menor, en su proceso de rehabilitación per-
relevantes, especialmente si va acom- sonal. Por ello es necesario indicar que las
pañado de un cambio de eje, por lo que terapias en casos de maltrato no pueden ser
parece ser también un indicador a estudiar WRWDOPHQWHH¿FDFHVVLQSURJUDPDVVRFLDOHV
en el futuro para detectar los cambios en la que permitan la reinserción laboral o que
GH¿QLFLyQGHODLGHQWLGDGGHODVSHUVRQDV proporcionen apoyos claros a las víctimas,
que han seguido una psicoterapia. puesto que una intervención únicamente
e) En general, la autoestima valorada terapéutica no puede paliar indirectamente
LGHRJUi¿FDPHQWHGHVGHODUHMLOODPHMRUD SUREOHPDVRGp¿FLWGHFDUiFWHUVRFLDORHFR-
(cinco de los siete casos). Es un indicador nómico. Además habría que atender al grado
general del cambio de la autoaceptación GHFURQL¿FDFLyQGHODVLWXDFLyQGHPDOWUDWR
del sujeto y, en términos de resultados, a la hora de plantear la intervención, puesto
el más claro de los que hemos utilizado que es muy probable que el significado
en este estudio. que la mujer otorgue al maltrato esté muy
ligado a ello.
Para finalizar, es necesario reconocer
las limitaciones de este trabajo. Por un lado Referencias
es necesario ampliar la muestra y contrastar
ODH¿FDFLDGHOIRUPDWRGHLQWHUYHQFLyQSUR- Beck, A.T., Rush, A. J., Shawn, B.F. y Emery,
puesto con algún tipo de grupo control (otra G.(1979). Cognitive Therapy of Depres-
modalidad de terapia, un grupo de autoayuda) sion. Nueva York: Guilford Express
o, al menos, con mujeres en lista de espera. (Traducido al castellano en Bilbao por
Esperamos disponer de muestras mayores Desclée de Brower, 1983).
en el futuro que nos permitan realizar estas Beck, A.T., Brown, G., Epstein, N. y Steer,
mejoras, especialmente para delimitar me- R.A. (1988). An inventory for measuring
jor la relevancia de los cambios de eje y las clinical anxiety: psychometric proper-
contribuciones relativas como indicadores de ties. Journal of Consulting and Clinical
cambios en la identidad del sujeto. Psychology, 56, 893-897.
Por otro lado, el estudio de mujeres Buchbinder, E. y Eisikovits, Z. (2003). Bat-
maltratadas de extracción rural debe desarro- tered women’s entrapment in shame. A
llarse más, puesto que es muy probable que phenomenological study. American Jour-
existan diferencias con muestras urbanas, nal of Orthopsichiatry, 73, 355-366.
especialmente en el contenido ideológico Corsí, J. y Peyrú, G.M. (2003). Las violen-
e identitario, por lo que las terapias que cias sociales. En J. Corsi y G.M. Peyrú
plantean un uso directo de los presupuestos (Coords.), Violencias sociales (págs.
y contenidos personales –como las terapias 15-80). Barcelona: Ariel.
de orientación contructivista- pueden ser Derogatis, L.R. (2002). Cuestionario de 90
especialmente útiles en este campo. Síntomas (Symptoms Check List 90, ver-
Por último, hay que señalar que la sión española de González de Rivera).
mayoría de estas mujeres no disponen de Madrid: TEA.

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