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La situación depende del contexto. Es muy necesario tener siempre en cuenta el espacio y
el tiempo en el que se desarrolla un evento. En este caso, vamos a abordar que es la
intervención para la realidad social, acudiendo al dilema preestablecido en la clase: ¿La
intervención en lo Social es el espacio que da identidad a la profesión del Trabajo
Social?
En una ocasión anterior nos preguntábamos acerca de la cuestión social, y de cómo esta
llegaba a ser parte de los problemas sociales, pues en este orden, ha de ser necesario
también para poder dar respuesta al interrogante que nos postula el estudio de si acaso en
Trabajo Social esta condicionado a la Acción Social (Intervención como tal) y al binomio
Necesidad-Recursos Sociales. (Ver Artículo de Pérez Rivero. Pág. 2)
Este par de circunstancias parecen delimitar en una forma enérgica el campo del trabajo
Social, y observando que las dos son complementarias. La Acción Social o Intervención
propiamente dicha va de la mano de las necesidades, y obviamente de los recursos
sociales para la satisfacción de esta necesidad.
Toda persona cuando entra en crisis y no sabe como solucionar su problema entra en una
dinámica de búsqueda de ayuda, ya que no comprende que es lo que sucede con el,
entonces las necesidad de aclarar sus dudas y pensamientos lo llevan a consultar para
saber que es lo que le esta pasando, y busca a una imagen con un “supuesto saber” que
en este caso seria un profesional en Trabajo Social, en un caso de trabajo social de caso,
y este en pro de ayudarle le brindara herramientas para que comprenda cuales son sus
problemas y en cierta medida, una intervención en pro de solucionarlos.
Todos estos argumentos son validos a la hora de llamar a la Intervención social como
aquel paso que da la imagen a la realidad de una profesión reciente como lo es el trabajo
social, de esta manera las condiciones que se pueden suscitar en estas están
premeditadas a los lineamientos de la orden de contexto. Entonces con esto entro en una
pregunta, ¿acaso esta intervención, resulta un método apropiado para el ejercicio del
trabajador Social? ¿Es este realmente el espacio en el que se puede desarrollar
profesionalmente un trabajador social?
Dar solución a estos interrogantes resultan un dilema complicado, tal como lo vemos, por
varias razones, la mas sencilla es preguntarse ¿las demás disciplinas de las ciencias
sociales no realizan una intervención, por mínima que esta sea? Y si es así, entonces ¿no
deja por fuera la premisa de que la intervención es papel UNICAMENTE de los
trabajadores sociales? Como se ve, es un debate que puede ser algo complicado, sobre
todo cuando tenemos una profesión que es esquematizada, por no decir rechazada, que
esta es la tesis que maneja Belén Lorente Medina (Ver Lorente Molina. 2002)
“Si el saber es poder, y si las ciencias sociales producen saber, entonces el saber de las
ciencias sociales es poder. Igualmente se podría decir del saber social que se produce al
margen de la ciencia: si es un saber es un poder; y si la sociedad produce un saber al
margen de la ciencia, el saber no científico, entonces, también ese tipo de saber es
poder…”. (Lorente Molina. 2002. Pág. 46)
En este orden de sentidos, tenemos que las disposiciones que se generan frente a un
saber proclaman un poder, luego podemos afirmar que la intervención es poder. De esta
forma nos encontramos, con otras posiciones de las ciencias sociales que definen al
Trabajo Social como una especie de “Rapiña Intelectual” (Ver Gutiérrez Resa. 1996.
Pág.234). Hay muchos campos para la exploración, aunque la intervención en lo social, no
sea necesariamente un Método o una respuesta de la identidad de la profesión, es factible
en ella un método de generar conocimiento propio (aunque se vea de un método
positivista ensayo-error) pero con esto, las publicaciones y la generación de conocimiento
por parte de las y los trabajadores sociales y con esto, se genera un saber propio del
trabajo social, es decir un poder en el trabajo social.