LAS

LAS

SERVIDUMBRES
ECOLÓGICAS
Un mecanismo jurídico
para la conservación en
tierras privadas

MEMORIAS
 Memorias
Taller, Bogotá, mayo 29 y 30 de 2001
Las Servidumbres Ecológicas
Un mecanismo jurídico para la conservación en tierras privadas
Memorias del Seminario-Taller realizado en Bogotá el 29 y 30 de mayo de 2001

© Fundación Natura, Red de Reservas Naturales de la Sociedad Civil,

The Nature Conservancy, WWF Colombia

ISBN: 958-95905-2-7

Fotografías Portada: Niños Erazo en la Reserva Raíces Andinas

©Edward Parker
Bahía de Utría - Chocó: ©WWF Colombia
Fotógrafo: D. M. Garcés
Loro (Amazona autumnalis) ©WWF Colombia
Fotógrafo: D.M. Garcés

Fotografías Orquídea (Trigonidium egertonianum)

Contraportada: ©Edward Parker
Conchita Matabanchoi en la Reserva Encanto Andino
© WWF Colombia
Tití cabeciblanco (Saguinus oedipus)
©WWF • Rod Williams

Edición: Arturo Jiménez

Clara Solano
María del Pilar Barrera
María Ximena Barrera

Diseño: El Bando Creativo

Primera Edición: Junio de 2002

Santiago de Cali - Colombia

Contenido Agradecimientos ..................................................5

Glosario de siglas ................................................6

Presentación general ...........................................7

Capítulo 1.
Contexto latinoamericano de las servidumbres
en la conservación de tierras privadas
El Contexto Latinoamericano de la
Conservación en Tierras Privadas
The Nature Conservancy – JUAN JOSÉ DADA .............. 13

Estudio de caso: Experiencia en Honduras (Anexo)

The Nature Conservancy – JUAN JOSÉ DADA .............. 83

Capítulo 2.
Incentivos aplicados a la figura de
servidumbres ecológicas
Incentivos a la Conservación
The Nature Conservancy – JUAN JOSÉ DADA .............. 19

Incentivos a la Conservación y Uso Sostenible

de la Biodiversidad
WWF Colombia – MARÍA XIMENA BARRERA .................. 23

Estudio de caso: Estrategia de Conservación

en Tierras Privadas, Programa Andes Tropicales.
Fundación Natura – CLARA SOLANO ............................ 31

Capítulo 3.
El análisis legal de las
servidumbres ecológicas
Procesos Históricos de la Propiedad Privada
de la Tierra en Colombia
ABSALÓN MACHADO ...................................................... 37
Potencialidades y Avances en la
Conservación en Tierras Privadas en Colombia
Red Colombiana de Reservas Naturales de la Sociedad Civil
ARTURO JIMÉNEZ ........................................................... 49

Servidumbres Ecológicas y la Conservación de

Recursos Naturales en Tierras Privadas en Costa Rica.
CEDARENA (Costa Rica)
CARLOS MANUEL CHACÓN Y ANDREA MEZA ..................... 57

Estudio de caso: Experiencia de Servidumbres

Ecológicas en el Ecuador.
CEDA Ecuador – MÓNICA TOBAR ................................ 63

Estudio Jurídico de las Servidumbres Ecológicas

en el Contexto del Derecho Colombiano
Universidad Externado de Colombia
EUGENIA PONCE DE LEÓN ............................................... 69

Anexos ...................................................................... 79

Anexo 1: Programación ......................................... 81

Anexo 2: Participantes .......................................... 83

Anexo 3: Estudio del caso

Servidumbres Ecológicas e Incentivos
para la Conservación de Cuencas Hidrográficas:
La experiencia en el lago de Yotoco
JUAN JOSÉ DADA ........................................................... 83
Agradecimientos
ste seminario y sus memorias fueron po-
sibles gracias al apoyo de Jerry Touval
(Director del Programa de Colombia -The
Nature Conservancy), María del Pilar Barrera
(Coordinadora del Programa de Colombia -The
Nature Conservancy), Juan José Dada (Inicia-
tiva de Tierras Privadas -The Nature
Conservancy), Zdenka Piskulich (Iniciativa de
Tierras Privadas —The Nature Conservancy)
Mary Lou Higgins (Representante del Progra-
ma Colombia-WWF), María Ximena Barrera
(Oficial de Política Ambiental -WWF Colom-
bia), y la Universidad Externado de Colombia,
por su valiosa colaboración al abrirnos las puer-
tas para el desarrollo del evento.
De manera muy especial agradecemos al
equipo de trabajo de Fundación Natura, en es-
pecial a Clara Solano y Nancy Vargas, y al equi-
po de trabajo de la Red Colombiana de Reser-
vas de la Sociedad Civil, particularmente a Ar-
turo Jiménez, quienes apoyaron en la organi-
zación y logística del seminario.
Por su importante contribución, agradece-
mos a todos los conferencistas y participan-
tes, quienes con sus análisis y aportes hacen
de este documento una útil herramienta de tra-
bajo en el tema de la conservación de tierras
privadas para Colombia.

Juan Camilo Mira

DIRECTOR EJECUTIVO
RED COLOMBIANA DE RESERVAS
DE LA SOCIEDAD CIVIL

Elsa Matilde Escobar

DIRECTORA EJECUTIVA
FUNDACIÓN NATURA
 Glosario de siglas
AMUPROLAGO: Asociación de Municipios para la Protección del
Lago y su área de Influencia
APP: Área protegida
PROARCA: Proyecto de Alianza Regional Centroamericana
para la Conservación
CAPAS: Centroamerican Protected Areas System
C.C.: Código Civil Colombiano
CEDA: Centro Ecuatoriano de Derecho Ambiental
CEDARENA: Centro de Derecho Ambiental y de los Recursos Naturales
CEGA: Centro de Estudios Ganaderos y Agrarios
CIF: Certificado de Incentivo Forestal
CRNR: Código Nacional de Recursos Naturales Renovables
DNP: Departamento Nacional de Planeación
FAO: Organización para la Alimentación y la Agricultura
FNC: Federación Nacional de Cafeteros
IAVH: Instituto Alexander Von Humboldt
IGAC: Instituto Geográfico Agustín Codazzi
INCORA: Instituto Colombiano de Reforma Agraria
MINAE: Ministerio de Ambiente y de Energía
ONG: Organización No-Gubernamental
PIB: Producto Interno Bruto
PNN: Parque Nacional Natural
RFNV: Reservas Forestales Nacionales de Vida Silvestre de
Propiedad Privada
SAC: Sociedad de Agricultores de Colombia
SE: Servidumbre(s) Ecológica(s)
SINA: Sistema Nacional Ambiental
SINAC: Sistema Nacional de Áreas de Conservación
SPNN: Sistema de Parques Nacionales Naturales
TNC: The Nature Conservancy
UAF: Unidad Agrícola Familiar
WWF: Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wide Fund for Nature)
Presentación
n la actualidad existe un consenso a nivel
internacional sobre la importancia de prote-
ger la biodiversidad del planeta. Así se reco-
general noció durante la Conferencia de las Naciones Uni-
das sobre Medio Ambiente y Desarrollo, realizada
en Río de Janeiro en 1992, fruto de la cual se sus-
cribió la Convención Internacional de la Diversi-
dad Biológica.
La mencionada Convención llama la atención a
todos los países sobre la importancia de adoptar
medidas efectivas para la conservación y uso sos-
tenible de la Biodiversidad, así como sobre la ne-
cesidad de que exista una equitativa distribución
de los beneficios que se deriven de tal utilización.
Colombia aprobó dicha Convención, mediante
la Ley 165 de 1994, a la cual se le dió posterior
alcance y proyección, en virtud de la definición de
la Política Nacional de Biodiversidad, que estable-
ce tres estrategias fundamentales, a saber: conser-
vación, conocimiento y utilización sostenible de la
biodiversidad.
Como parte de la estrategia de conservación,
se resalta el papel destacado que se asigna a la
consolidación de un Sistema Nacional de Áreas
Protegidas, como mecanismo que permita entre
otros beneficios: la propia conservación de la bio-
diversidad y de los recursos naturales renovables;
la conformación de bancos genéticos que permi-
tan la preservación e investigación de esta rique-
za natural; la protección de recursos hidrográfi-
cos; el control de fenómenos erosivos y de degra-
dación de suelos; la oferta de diversos bienes y
servicios ambientales; y la provisión de espacios
adecuados para la investigación, la educación
ambiental y la recreación.
La construcción de este Sistema Nacional de
Áreas Protegidas, como conjunto de todos los ele-
mentos biofísicos, socioculturales, políticos y le-
gales que viabilicen la implementación de las di-
ferentes estrategias de conservación y de ordena-
miento ambiental del territorio, se ha venido enten-
diendo y desarrollando, merced a un proceso de in-
teracción entre todos los actores que tienen interés
en el asunto.
Dentro de este sistema, un papel muy destaca-
do le corresponde al sector público, a todas las en-
tidades estatales que tienen competencia en la ma-
teria, tanto en el orden nacional, como regional y
local. Sin embargo, cada vez más, existe un reco-
nocimiento sobre la importancia de contar con los
aportes que los actores privados pueden hacer para
la consolidación del sistema y la implementación
de las estrategias de conservación.
Efectivamente, es imposible soslayar dentro del
análisis de las estrategias para la conservación, el
peso de factores como: las limitaciones técnicas y
administrativas de que adolecen las entidades del
Estado con atribuciones en materia de conserva-
ción; el hecho de que buena parte de los ecosiste-
mas estratégicos se encuentran bajo el dominio de
propietarios privados; y la crisis del modelo exclu-
yente de manejo de las Áreas Públicas Protegidas,
ante la evidencia de que sólo involucrando a las
comunidades en la gestión de las mismas es posi-
ble garantizar la efectividad en su manejo.
Dentro de este contexto, cada vez se presta ma-
yor atención a la contribución que la sociedad civil
hace a la conservación, en diferentes espacios de
toma de decisiones y análisis en esta materia: inci-
diendo en procesos políticos y normativos, acom-
pañando la gestión ambiental de los territorios, re-
validando la importancia del conocimiento tradicio-
nal, repensando los modelos de relacionamiento del
hombre con la naturaleza, impulsando procesos so-
ciales compatibles con la conservación y en gene-
ral, incitando a la reflexión sobre los mejores meca-
nismos y estrategias para lograr acuerdos en torno
al manejo de los ecosistemas y de la biodiversidad.
En tal sentido, un papel destacado han tenido
en toda Latinoamérica, varias Organizaciones No
Gubernamentales, que vienen promoviendo desde
hace algunos lustros una mayor participación de los
actores privados en la conservación, directamente
a través de acciones adelantadas en las propias pro-
piedades privadas. Tales organizaciones han pa-
trocinado y promovido el estudio e implementa-
ción de diversas herramientas jurídicas que ayu-
den a estimular la conservación y manejo sosteni-
ble de los recursos que se puede adelantar en tie-
rras privadas. Entre tales herramientas, cabe des-
tacar: los programas y redes de reservas naturales
privadas; las organizaciones de administración de
recursos para la conservación en tierras privadas
(land trusts) y las servidumbres ecológicas.
En Colombia, dos de las instituciones líderes
en la promoción de la conservación en tierras pri-
vadas, son la Asociación Red Colombiana de Re-
servas Naturales de la Sociedad Civil y la Funda-
ción Natura, quienes desde su creación han veni-
do trabajando por la conservación y uso sostenible
de la biodiversidad, promoviendo los aportes que
la sociedad civil puede hacer en este campo; esti-
mulando el respeto a la naturaleza desde el reco-
nocimiento de la diversidad étnica y cultural; fo-
mentando los procesos organizativos propios y au-
tónomos de las comunidades locales que favore-
cen el manejo ambiental de sus territorios; propug-
nando por la construcción de sistemas producti-
vos sostenibles; estimulando la participación de la
sociedad civil en la gestión política y ambiental,
como premisa para la construcción de espacios de
armonía con la naturaleza; fomentando activida-
des científicas y de educación ambiental; animan-
do la valoración de los bienes y servicios ambien-
tales que se ofertan desde los predios privados e
impulsando incentivos de diversa índole que ayu-
den a reconocer los esfuerzos conservacionistas de
los actores privados.
El Fondo Mundial para la Conservación de la
Naturaleza WWF y The Nature Conservancy han
venido apoyando a estas organizaciones en sus
esfuerzos y acciones de conservación. A través de
este esfuerzo conjunto se realizo el Seminario In-
ternacional “Las Servidumbres Ecológicas como
Instrumento Jurídico para la Conservación en Tie-
rras Privadas”, el cual se llevó a cabo en Bogotá,
durante el 29 y 30 de Mayo del 2001. El Seminario
permitió aportar al estudio en nuestro país de este
tipo de herramientas jurídicas, la discusión y re-
flexión en torno a su aplicabilidad para Colombia,
desde lo jurídico, social y técnico operativo, en con
el fin de llamar a la reflexión sobre la importancia
de estimular todas las herramientas que permitan
el trabajo mancomunado en torno a la conserva-
ción, entre el sector público y la sociedad civil.
En tal sentido, los objetivos propuestos para el
seminario fueron los siguientes: 1. Difundir la fi-
gura jurídica de las servidumbres ecológicas en el
contexto del derecho colombiano; 2. Generar un
debate sobre la aplicabilidad en Colombia de esta
figura; 3. Conocer experiencias de otros países en
el tema, los procesos y las lecciones aprendidas;
4. Conformar un grupo de trabajo que de segui-
miento al tema.
Estamos seguros de haber cumplido tales obje-
tivos, en la misma medida en que confiamos se-
guir contando con el apoyo de los numerosos y
destacados asistentes, que hicieron de este un im-
portante evento académico de reflexión en torno
al quehacer de la sociedad civil alrededor de la
conservación y la búsqueda de herramientas que,
como las servidumbres ecológicas, hagan viable
el establecimiento de acuerdos para el manejo sos-
tenible de nuestro territorio, como aporte a las so-
luciones de paz que reclama nuestro país.
Por todo esto, nos es muy grato poder presen-
tar finalmente las memorias de este evento, y agra-
decer desde ya todas sus contribuciones para en-
riquecer el análisis e implementación de este y to-
dos los demás instrumentos jurídicos privados de
conservación.
Muy Cordialmente,

Los Editores
 Capítulo 1
© Edward Parker

Niños Erazo en la Reserva “Raíces Andinas”

 a conservación a perpetuidad de la biodiversidad
que albergan las tierras que se encuentran en ma-
nos de propietarios privados, se presenta como
una forma efectiva de complementar los esfuerzos del
estado para la protección de la biodiversidad en las
áreas protegidas públicas. Existe una gama de instru-
mentos para el manejo y la protección de tierras priva-
das, cuya aplicación ha venido en aumento en los últi-
mos años.
Uno de los instrumentos más utilizados en América
Latina para este fin es el de las servidumbres ecológi-
cas, el cual consiste en un acuerdo voluntario entre
dos o más propietarios, donde al menos uno se com-
promete a planificar los usos de su propiedad para
conservar los recursos naturales que allí se encuen-
tran. Las servidumbres ecológicas se constituyen en
herramientas complementarias a otro tipo de incenti-
vos y mecanismos que fomentan la conservación de
áreas privadas.
La legislación civil y ambiental de estos países per-
mite la utilización de algunos instrumentos legales exis-
tentes para adaptarlos a las servidumbres ecológicas.
Estas herramientas permiten la participación de ONGs,
sector público y propietarios privados para la efectiva
protección a perpetuidad de los recursos naturales.
A continuación se presenta la ponencia de Juan
José Dada la cual presenta la aplicación práctica de
la figura de servidumbres ecológicas en Latinoaméri-
ca y de manera anexa el estudio de caso de Hondu-
ras. El caso de Honduras es innovador pues involucra
la activa participación de una serie de municipios en
el establecimiento de mecanismos para la conserva-
12 ción de una microcuenca protectora de agua, cuyos
terrenos están en manos privadas.
Contexto
Latinoamericano
de las Servidumbres
en la Conservación
de Tierras Privadas

M E M O R I A S
 El
Contexto
latinoamericano
de la
conservación en
tierras privadas
Juan José Dada
THE NATURE CONSERVANCY
Introducción
s importante dar a conocer las expe-
riencias de otros países en la conser-
vación de tierras privadas, y de esta
manera perder el temor al tema y, a través
de la adaptación al contexto colombiano,
explorar la viabilidad de aplicar algunos
instrumentos que ya se han utilizado en
otros países.
Es necesario que la sociedad civil par-
ticipe en la conservación. De hecho, los
esfuerzos para proteger la biodiversidad se
han centrado en la creación de áreas pro-
tegidas públicas. En América del Sur, tan
solo el 7.4% de la tierra está protegida,
mientras que en América Central sólo el
5.6% se encuentra bajo alguna figura de
protección.
La tenencia de grandes áreas de terri-
torios importantes para la conservación
está en manos privadas, aún dentro de las
áreas protegidas. El 95% de la tierra en
Brasil, incluyendo los parques nacionales,
está en manos privadas y en México esta
concentración es del 80%. Es así como la
situación de la tenencia de la tierra en La-
tinoamérica, nos lleva a proponer meca-
nismos de conservación privados como una
alternativa para la conservación de hábi-
tats críticos en nuestro hemisferio. Las
organizaciones para la conservación de la
tierra, o land trusts utilizan las servidumbres
ecológicas y otras herramientas para prote-
ger terrenos de importancia biológica o cul-
tural, vistas escénicas o el espacio abierto.
Ventajas de los instrumentos de
conservación en tierras privadas
• Pueden complementar los esfuerzos del
gobierno en la región, como por ejem-
plo los sistemas de áreas protegidas
(APPs).
• Ayudan a expandir los esfuerzos de con-
servación más allá de las áreas prote-
gidas actuales, apoyando el desarrollo
sostenible, y los mecanismos de pro-
ducción limpios, que contribuyen como
zonas de amortiguamiento y corredo-
res biológicos para las áreas núcleo. 13
• Existe un interés creciente de la comu- Las Servidumbres
Ecológicas
nidad no gubernamental por participar un mecanismo
jurídico para
en el manejo de tierras privadas. la conser vación
en tierras
• Proveer una alternativa importante en privadas
el trabajo con la comunidad. M E M O R I A S
 • La capacidad de monitoreo de las áreas
privadas es mayor, ya que quienes ha-
bitan estas áreas tienen un conocimien-
to más directo de los recursos que allí
existen.
• Los instrumentos privados de conser-
vación son más baratos que opciones
como la expropiación o la declaración
de terrenos de conservación en manos
públicas.
• Los instrumentos privados de conser-
vación son voluntarios, con lo cual se
garantiza que quienes los implementan,
lo hacen realmente porque están inte-
resados en la conservación.
Servidumbres ecológicas
y las reservas privadas
Los dos instrumentos privados de con-
servación con mayor desarrollo en la re-
gión son las servidumbres ecológicas (SE)
y las reservas privadas.
Las SE constituyen un acuerdo entre
dos o más propietarios, donde al menos
uno acepta limitar voluntariamente cier-
tos usos de su propiedad, con el fin de
conservar los recursos naturales de la mis-
ma. El proceso de constitución es sencillo
y básicamente se busca el acuerdo entre
las partes, zonificando la propiedad y de-
cidiendo los usos posibles y la manera de
los mismos.
Por medio de la SE también se impone
un gravamen que obliga a los futuros pro-
pietarios a respetar las limitaciones esta-
blecidas, que se pueden definir a un plazo
determinado o a perpetuidad.
14 Las reservas privadas son áreas de pro-
piedad privada que se destinan, por ini-
Contexto
Latinoamericano ciativa del propietario, a la conservación
de las Servidumbres
en la Conservación de los recursos naturales existentes en la
de Tierras Privadas
misma, ya sea protegiendo estos recursos
M E M O R I A S naturales de manera absoluta o utilizán-
dolos de una manera sostenible. Es un
compromiso voluntario y unilateral del pro-
pietario.
Entre las ventajas de las reservas pri-
vadas están la fortaleza lograda a través
de su agrupamiento en redes capaces de
asistirlas y apalancarlas; el carácter volun-
tario de las limitaciones que se establez-
can; y el reconocimiento del Estado que
da cierto status dentro de las categorías
de conservación.
Las SE y las reservas privadas no son
instrumentos que compitan entre sí, más
bien son dos figuras complementarias.
Experiencias en Latinoamérica
El trabajo de TNC en Latinoamérica
para la conservación en tierras privadas
comenzó con los estudios realizados por
varios asociados, con el fin de analizar la
legislación de cada uno de los países para
establecer la posible aplicación de figuras
como las SE, las modificaciones requeri-
das y la manera de iniciar los procesos.
Estos análisis, revelaron que la mayoría de
países Latinoamericanos contemplan las
servidumbres dentro de su legislación, lo
que permite la implementación de las SE
sin necesidad de mayores cambios a ésta.
Idealmente, se debe aspirar a una legisla-
ción más específica para las SE, pero en-
tretanto se puede comenzar a trabajar con
la legislación y mecanismos existentes.
En 1992, el Centro de Derecho Ambien-
tal y de los Recursos Naturales
(CEDARENA) creó la primera SE en Costa
Rica, primera a su vez en Latinoamérica.
A partir de entonces, se empiezan a crear
SE en otros países de la región.
Como un breve balance de lo que se ha
logrado en los diferentes países, puede
mencionarse:
• En Costa Rica existe un Land Trust que
trabaja en dos áreas geográficas, o si-
tios de interés para la conservación de
la biodiversidad. Se cuenta con más de
setenta SE constituidas, con trabajo en
monitoreo, seguimiento y fuerte acer-
camiento a los propietarios y las comu-
nidades.
• En México se cuenta con una institu-
ción que trabaja a nivel nacional, lo-
grando difundir las SE en buena parte
del territorio, apuntando a estrategias
regionales (como caso Baja California)
que armonicen la conservación en áreas
públicas y privadas.
• En Ecuador, ya se han constituido SE,
probando que es una herramienta no
sólo fácil de implementar, sino útil para
la conservación. Igualmente, se cuenta
con el respaldo de sectores académicos.
• En Paraguay, se creó la primera insti-
tución suramericana para el monitoreo
y propagación de SE. Esta organización
(Paraguay Natural Land Trust) nace de
la unión de otras tres organizaciones
de conservación (una con énfasis cien-
tífico, otra con énfasis legal, y otra con
énfasis en una zona geográfica).
• En Honduras, se inició con un caso muy
local, donde las municipalidades tenían
la inquietud de conservar las micro-
cuencas abastecedoras. Con el apoyo
de una ONG se encontró que las SE son
una herramienta útil para la conserva-
ción de esa agua requerida para el con-
sumo humano.
Ver anexo
Estudio de caso: Experiencia en Honduras
The Nature Conservancy – JUAN JOSÉ DADA Y OTROS
• En Jamaica, el gobierno, consciente de
la imposibilidad de consolidar su siste-
ma de APPs ante la tenencia de buena
parte de las áreas por propietarios pri-
vados, apeló a una estrategia de con-
servación en tierras privadas, con par-
ticipación del Ministerio de Hacienda,
el Departamento de Tierras Maderables,
el Departamento de Agricultura y el Mi-
nisterio de Recursos Naturales.
• En Guatemala, ya se ha comenzado con
las primeras SE y con el diseño de una
estrategia nacional de conservación en
tierras privadas. Existe una Red de Re-
servas buscando alianzas con otra or-
ganización que trabaja en el campo ju-
rídico y que fue la promotora inicial de
las SE, con miras a utilizarlas como he-
rramienta para la labor de conservación
de los propietarios de reservas (tanto
al interior de las mismas, como en sus
zonas de amortiguamiento).
• Para el caso de Colombia, los avances
y perspectivas se analizarán durante
este seminario.
Por último, para fortalecer la conserva-
ción en tierras privadas en la región se re-
quiere:
• Propietarios privados interesados.
• Gobiernos informados y dispuestos a
apoyar la participación de la sociedad
civil en la conservación.
• Incentivos o mecanismos que promue-
van la conservación de los propietarios
privados.
15
Las Servidumbres
Ecológicas
un mecanismo
jurídico para
la conser vación
en tierras
privadas
M E M O R I A S
 16
Contexto
Latinoamericano
de las Servidumbres
en la Conservación
de Tierras Privadas

M E M O R I A S
 Capítulo 2
© WWF Colombia • Fotógrafo D.M. Garcés

Orquídea Trigodium egertonianum

17
Las Servidumbres
Ecológicas
un mecanismo
jurídico para
la conser vación
en tierras
privadas
M E M O R I A S
 nivel latinoamericano se ha veni-
do desarrollando iniciativas volun-
tarias de conservación por parte
de los propietarios privados que han
permitido lograr una mayor conservación
de la biodiversidad, la recuperación de
áreas importantes de conservación, la
generación de bienes y servicios am-
bientales y el desarrollo de un grupo
social que cada vez tiene un mayor es-
pacio y gestión a nivel local, regional y
nacional.
Así mismo, los responsables de for-
mular la política reconocen cada día más
la importancia del sector privado en la
conservación de la biodiversidad, y la
necesidad de desarrollar mecanismos
legales y económicos que promuevan
esfuerzos conjuntos de conservación
entre lo publico y privado que garanti-
cen gestiones más eficaces y sostenibles.
Un ejemplo de esto son los mecanis-
mos legales de conservación, tales
como las servidumbres ecológicas, que
permiten a los terratenientes asegurar a
largo plazo la conservación en sus tie-
rras. Sin embargo, con miras a garanti-
zar su efectividad es necesario combi-
nar estas medidas con el uso de instru-
mentos económicos. El uso conjunto de
estos instrumentos permite potencializar
los beneficios directos e inmediatos, de
manera que se compense y favorezca a
los propietarios por los esfuerzos de con-
servación que vienen llevando, recibien-
do algún tipo de valor económico por
los beneficios que generan a la colecti-
18 vidad. Logrando así mismo, una mayor
consolidación y expansión de las áreas
Incentivos protegidas y una eficaz protección de
aplicados
a la figura de los recursos naturales y el medio am-
Servidumbres biente que permita el equilibrio entre la
Ecológicas
conservación y producción.
M E M O R I A S
El Convenio de Diversidad Biológica
específicamente en su artículo 11 señala
que “cada parte contratante, en la medi-
da de lo posible según proceda, adopta-
ra medidas económicas y socialmente
idóneas que actúen como incentivos para
la conservación y la utilización sosteni-
ble de los componentes de la diversidad
biológica”. A partir de esto, se han desa-
rrollado iniciativas nacionales relaciona-
das con el desarrollo e implementación
de incentivos a la conservación y uso sos-
tenible de la biodiversidad. A nivel latino-
americano los países han formulado una
Política de Biodiversidad en el cual los
incentivos hacen parte. Muchos de estos
han sido iniciativas gubernamentales, que
en ocasiones adolecen de dificultades
relacionadas con aspectos financieros, su
carácter centralizado, falta de transparen-
cia, de mecanismos de seguimiento y
evaluación, entre otros. Por esto, es ne-
cesario un mayor desarrollo y apropiación
a nivel local, donde el sector privado par-
ticipe en su formulación y sea creativo en
su desarrollo e implementación. Analizan-
do no solo los incentivos económicos,
sino incentivos de tipo cultural, y en ge-
neral incentivos no económicos. Algunos
de estos pueden ser: apoyo técnico y
científico, reconocimiento publico por la
conservación, mayor seguridad en la te-
nencia de la tierra, entre otros.
Es amplio el área de trabajo en esta
temática y lo que se presenta a continua-
ción a partir de la ponencia de Juan José
Dada y de Ximena Barrera es el marco
general para el diseño de los incentivos y
por último, la ponencia de Clara Solano,
nos presenta un estudio de caso de la
aplicación de una servidumbre ecológi-
ca ligada al tema de incentivos.
 Incentivos
a la
Conservación
Juan José Dada
THE NATURE CONSERVANCY
Introducción
a ponencia busca sencillamente pre-
sentar algunas experiencias exitosas
en otros países. No existen “recetas”
en el tema de incentivos, por lo tanto se
deberá examinar que es aplicable para
Colombia.
Incentivo es: todo lo que podamos
ofrecerle a un propietario privado para que
voluntariamente se una a nuestros es-
fuerzos de conservación.
Es importante hacer énfasis en que los
incentivos no son necesariamente econó-
micos, sino también de apoyo y seguimien-
to. Para identificar el tipo de incentivo a
desarrollar, se requieren determinar las ne-
cesidades de los propietarios a quienes se
quiere incentivar.
Tipos de incentivos
• Financieros y no financieros;
• Nacionales y locales: Los incentivos
nacionales pueden lograr mayor cubri-
miento y mejores resultados, pero tam-
bién implican más tiempo de trabajo
respecto al requerido para incentivos
locales, dirigidos específicamente a una
comunidad o propietario, a quienes se
puede llegar de forma más directa, rá-
pida y barata;
• Específicos e indiferenciados: estos
últimos dirigidos a cualquiera que quie-
ra acceder a él, en contraposición a los
primeros, dirigidos en concreto a de-
terminado tipo de propietarios, propie-
dades o actividades;
• Públicos y privados: Los primeros im-
plicarán cabildeo ante el gobierno.
Los incentivos financieros y tribu-
tarios: Son todos los incentivos que re-
presentan un beneficio monetario al pro-
pietario, ya sea un pago en efectivo o un
crédito o reducción en sus obligaciones.
Tienen las siguientes características:
• Generalmente requieren del gobierno;
• Demandan muchos recursos;
• Son de lenta implementación (requie-
ren gran capital de respaldo);
• Deben impactar a muchos propietarios 19
(para ayudar a convencer a las entida- Las Servidumbres
Ecológicas
des estatales sobre la conveniencia de un mecanismo
jurídico para
la creación del incentivo); la conser vación
en tierras
• Cuando se implementan, su impacto es privadas
a gran escala. Por ejemplo el pago por M E M O R I A S
 servicios ambientales (el caso más co-
mún en Latinoamérica ha versado so-
bre el recurso agua).
• Negociaciones de derechos de desarrollo;
• Reducciones y créditos fiscales;
• Préstamos blandos y mecanismos de fi-
nanciación;
• Bancos de recursos (pastizales, fores-
tales, etc.).
Los incentivos legales y de presti-
gio: Son todos los incentivos que se deri-
van de un reconocimiento público o priva-
do al movimiento de conservación en tie-
rras privadas. Se logran cuando hay ima-
gen reconocida ante el gobierno, el mer-
cado o el sector civil. Requieren de un
movimiento unificado y con trayectoria,
que cuente con resultados amplios y visi-
bles, a través del esfuerzo prolongado y
estable, que garantice posibilidades rea-
les de crecimiento.
Como resultados posibles de este tipo
de incentivos se tendrá entonces:
• El reconocimiento legal de una nueva
categoría de áreas protegidas; Nuevos
beneficios o derechos creados por ley;
• Mejor imagen y mercadeo para los bie-
nes producidos en nuestras tierras, que
se traducirán en nuevos beneficios eco-
nómicos;
• Facilitar la certificación de nuestros
productos, en agricultura, ganadería
o madera,
• Posibilidad de acceder a nuevos mer-
cados y/o mejores precios para nues-
tros productos;
• Seguridad en la tenencia de la tierra,
20 logrando el reconocimiento de que la
Incentivos
no explotación económica tradicio-
aplicados nal no implica abandono del predio,
a la figura de
Servidumbres sino precisamente un trabajo en con-
Ecológicas
servación.
M E M O R I A S Un ejemplo de este tipo de incentivos
es el reconocimiento de las SE en la co-
munidad, logrado gracias al trabajo de
educación ambiental adelantado por ONGs
(como en el caso de Honduras).
Los incentivos de apoyo y capaci-
tación: Son los incentivos que se logran
directamente con cada propietario y sin
transacciones de dinero.
Se caracterizan por:
• Ser incentivos que nacen de la presen-
cia local de la institución, de su capa-
cidad de hacer monitoreo y seguimien-
to al trabajo de conservación;
• Requieren de conocimientos o profesio-
nales específicos y por lo tanto impli-
can un costo para la organización, que
de cualquier manera será más econó-
mico que si los propietarios individua-
les contratan cada uno por su cuenta;
• Pueden variar para cada propietario.
Esto es que con cada uno se podrán
hacer negociaciones especificas según
las necesidades de cada quién.
Estos incentivos pueden implicar:
• Planes de manejo y zonificación para
cada propiedad, brindando la posibili-
dad de asistencia por parte de especia-
listas en sistemas de producción o eco-
turismo;
• Planes de negocios en los que, con el apo-
yo de la ONG, se busquen alianzas con
otros actores (por ejemplo académicos);
• Asistencia técnica o legal para resolver
consultas o necesidades de los propie-
tarios
• Defensa contra invasores o extractores,
en virtud al seguimiento que la organi-
zación hace de las SE y que implica
presencia reiterada en las tierras, dan-
do la posibilidad de tomar las acciones
necesarias frente a las amenazas que
se ciernan sobre el predio;
• Protección y desarrollo comunitario, al
 contar en la organización como un ter-
cero que puede facilitar acuerdos entre
vecinos en torno a la conservación.
Por último, hay incentivos que nacen
de la misma naturaleza de las herramien-
tas de conservación escogidas. Estos in-
centivos dependerán de las características
de la propia herramienta elegida.
Por ejemplo, en el caso de la SE, el he-
cho de que pueda ser a perpetuidad es de
por sí un incentivo para el propietario, cuan-
do está realmente interesado en la conser-
vación, pues con ello asegura su legado
conservacionista para las generaciones fu-
turas.
Estos incentivos tocan con una ética
de conservación. Es el caso de los asocia-
dos a la Red de Reservas, que ante todo
buscan conservar, el hecho de ofrecerles
instrumentos porque adelantan conserva-
ción es un incentivo adicional.
La producción conjunta de especies o
la conservación conjunta de recursos na-
turales favorece el desarrollo mancomuna-
do de programas como los ecoturísticos al
ampliar las áreas de interés para los visi-
tantes, viabilizando, por ejemplo, el esta-
blecimiento de senderos ecológicos que no
podría ofrecer un propietario si restringie-
ra su oferta a sólo al área de su predio.
La inversión y valorización de los bie-
nes raíces se ve favorecida, al contar con
una mejor oferta ambiental.
Con todo lo anterior, se mejoran las
condiciones de vida y el trabajo de con-
servación de las comunidades inmersas en
los acuerdos logrados en virtud de los ins-
trumentos aplicados.
Lo importante entonces, es que los in-
centivos nazcan de los reales objetivos
perseguidos. A veces la tendencia es
buscar el incentivo que más impacto o
beneficio económico pueda reportar, pero
se ha comprobado que esto no necesaria-
mente es lo más eficiente. Por ello se in-
siste en que el incentivo debe de ir muy
de la mano con el objetivo perseguido, y
con el tipo de interesado a quien se quiere
llegar. Por lo anterior, debe tenerse en
cuenta:
• A quiénes y a cuántos queremos con-
vencer, sus características, necesida-
des, aspiraciones y preocupaciones;
• Con base en ello se podrá definir los
beneficios para los particulares, la co-
munidad y el gobierno;
• También se debe determinar la inver-
sión necesaria, los costos y mecanis-
mos de funcionamiento y administra-
ción requeridos.
De esta manera, podremos evaluar si
los incentivos que pensamos ofrecer son
realmente atractivos para quienes nos in-
teresa convencer; si realmente el incenti-
vo guarda relación directa con el objetivo
de conservación perseguido, por ejemplo
si lograremos cubrir los terrenos requeri-
dos para favorecer una determinada espe-
cie y cuántos propietarios y hectáreas lo-
graremos involucrar.
Los costos que debemos calcular no son
sólo los iniciales (estudios previos y dise-
ño), sino el costo de la implementación, el
cabildeo, el capital inicial de inversión, los
costos por periodos anuales, y los costos
de mantenimiento y administración del
incentivo.
En ocasiones un solo incentivo no será
suficiente para cautivar a quien nos inte- 21
resa, por lo que requeriremos considerar Las Servidumbres
Ecológicas
varios, para con la unión de las diferentes un mecanismo
jurídico para
ofertas lograr mayor efectividad la conser vación
en tierras
privadas
M E M O R I A S
 22
Incentivos
aplicados
a la figura de
Servidumbres
Ecológicas

M E M O R I A S
 Incentivos
a la conservación
y uso sostenible
biodiversidad
María Ximena Barrera
WWF COLOMBIA
esde el año 99, el Instituto Alexan-
der Von Humboldt. (IAVH), la Red de
Reservas Privadas de la Sociedad
Civil, el Ministerio del Medio Ambiente
(MMA), la Unidad Administrativa Especial
del Sistema de Parques Nacionales Natu-
rales (UAESPNN), el Departamento Nacio-
nal de Planeación (DNP) y el Fondo Mun-
dial para la Naturaleza (WWF), constitu-
yeron un grupo de trabajo con el fin de
avanzar en el estudio de los incentivos para
la conservación y uso sostenible de la bio-
diversidad.
Como parte de las actividades del
grupo, se llevaron a cabo unas mesas de
trabajo de discusión, se realizó un semi-
nario internacional, se publicó un docu-
mento que recoge los diagnósticos sobre
los incentivos actuales y una propuesta
metodológica para el diseño de incentivos.
Las mesas de trabajo contaron con la par-
ticipación de instituciones públicas, pri-
vadas, organizaciones ambientales y co-
munidad y analizaron las siguientes temá-
ticas: certificado de incentivo forestal (CIF)
de plantaciones, CIF de conservación, el
programa de conservación de microcuen-
de la
cas, las tasas por uso del agua, los incen-
tivos para sistemas de producción soste-
nible y los incentivos para sistemas ex-
tractivos sostenibles. El seminario inter-
nacional contó con el apoyo técnico de
expertos como: Juan Camilo Cárdenas,
Javier Blanco, Martha Castillo, Nelson Lo-
zano, María Teresa Palacios, Luis Guiller-
mo Baptiste, Jorge Forero, Juan Pablo Ruiz,
entre otros, los cuales contribuyeron a la
discusión del tema y aportaron elementos
para el diseño de la metodología.
En el caso colombiano la experiencia
en el tema de incentivos es amplia, y es
viable y oportuno que estos instrumentos
se encuentren ligados a la promoción de
figuras legales tales como las servidum-
bres ecológicas. Para este fin, se presen-
ta a continuación los principales elemen-
tos que son recogidos en la publicación
“Incentivos para la Conservación y Uso
Sostenible de la Biodiversidad”. 23
Las Servidumbres
Ecológicas
Introducción – Marco conceptual un mecanismo
jurídico para
Para todos es clara la importancia de la conser vación
en tierras
conservar y usar sosteniblemente la bio- privadas
diversidad dado su valor estratégico y su M E M O R I A S
 importancia a nivel económico. Colombia
es uno de los paises más diversos en el
mundo, es el segundo país más rico en
especies después de Brasil, el cual ocupa
una superficie siete veces mayor. En pro-
medio una de cada diez especies de fauna
y flora en el mundo, habita en Colombia.
Sin embargo, así como Colombia presenta
una gran biodiversidad, ésta presenta una
enorme vulnerabilidad, corriendo un altísi-
mo riesgo de sufrir extinciones masivas, pro-
ducidas principalmente por la destrucción de
hábitats, deforestación y contaminación. Las
causas de la pérdida de la biodiversidad se
deben al desarrollo de actividades económi-
cas que no tienen en cuenta al medio am-
biente en su toma de decisiones.
Con miras a reducir estas amenazas y
conflictos, es necesario desarrollar instru-
mentos económicos, legales e institucio-
nales apropiados.
Los instrumentos económicos buscan
1. Ley 99 de 1993.
generar acciones que lleven a que los ac-
Articulo 1 nume- tores económicos adopten prácticas am-
ral 97.
bientalmente sostenibles, de acuerdo a los
objetivos y prioridades de conservación
que sean planteadas. Cuando funcionan de
manera eficiente permiten generar esque-
mas de negociación que contribuyen a una
distribución justa y equitativa de los be-
neficios derivados del uso y conserva-
ción de la biodiversidad.
A continuación se hace un análisis so-
bre algunos mecanismos legales, econó-
micos e institucionales para la conserva-
ción y uso sostenible de la biodiversidad,
analizando principalmente los instrumen-
24 tos económicos. Teniendo en cuenta que
Incentivos
a nivel institucional en el diseño de estos
aplicados instrumentos se deben tener analizar fac-
a la figura de
Servidumbres tores como estructura de tenencia de la
Ecológicas
tierra, condiciones socioeconómicas, so-
M E M O R I A S cioculturales, entre otros.
Instrumentos económicos - incentivos
A nivel internacional a partir de la
implementación del Convenio de Diversi-
dad Biológica se ha promovido la imple-
mentación de estrategias prácticas para la
conservación y uso sostenible de la biodi-
versidad. Se reconoce que existen mu-
chos factores sectoriales que influyen y
afectan la biodiversidad y que es necesa-
rio integrar los objetivos de conservación
y desarrollo en el ámbito de la política. Es
por esto, que al nivel de la Convención se
promueve específicamente el uso de in-
centivos económicos como un mecanismo
que permite promover la conservación y
el uso sostenible. De esta forma, se señala
en el artículo 11 “cada parte contratante, tan
pronto como puedan y sea apropiado, debe-
rán adoptar medidas económicas y sociales
que actúen como incentivos para la conser-
vación y uso sostenible de la biodiversidad”.
A nivel nacional Colombia aprobó la Política
Nacional de Biodiversidad la cual se basa en
el conocimiento, conservación y uso de la
biodiversidad y señala como una herramien-
ta de política el uso de incentivos con miras
a lograr estos objetivos.
La Ley 99 de 1993 que es la Ley Am-
biental, estableció como uno de los prin-
cipios generales: “El Estado fomentará la
incorporación de los costos ambientales y
el uso de instrumentos económicos para
la corrección y restauración del deterioro
ambiental y para la conservación de los
recursos naturales renovables”1 . Muchos
de los instrumentos económicos existían
de manera previa a esta legislación am-
biental, sin embargo algunos de éstos se
modificaron y otros fueron creados, bus-
cando que fueran ligados en mayor medi-
da a las políticas y objetivos de conserva-
ción y que produjeran cambios en el com-
portamiento de los agentes económicos.
 De manera previa a la Ley 99, el Go-
bierno tenia la tendencia de promover el
desarrollo y uso de mecanismos como el
de “comando y control” o de carácter re-
glamentario, con el fin de reducir el im-
pacto de las actividades humanas sobre el
medio ambiente. Estos corresponden a
multas, sanciones, los cuales no han sido
eficientes económicamente, han tenido
deficiencias institucionales y técnicas,
debilidades en el monitoreo y control, lo
que ha generado que al no dirigirse a mo-
dificar cambios en el comportamiento, sean
inefectivos. Por esta razón y a partir de la
Ley 99 de 1993, se ha venido impulsando
el desarrollo y utilización de instrumentos
de mercado, dadas las ventajas de estos
mecanismos.“ El uso de instrumentos de
mercado o instrumentos económicos, del cual
los incentivos hacen parte, buscan cambiar
de manera voluntaria el comportamiento de
los actores económicos hacia una mejor ra-
cionalización de los activos naturales o bus-
car unas reglas en las cuales los costos am-
bientales ligados a una actividad económica
sean incluidos dentro de la toma de decisión
de los diferentes actores”.
Los instrumentos económicos presen-
tan una serie de ventajas ya que contri-
buyen a los procesos de descentralización,
reducen las externalidades2 generadas por
las actividades humanas, consideran las
particularidades locales y regionales al
incrementar la participación y buscan lo-
grar las metas ambientales de manera cos-
to efectiva, al mismo tiempo que generan
recursos económicos.
Los incentivos pueden ser positivos o
negativos. Positivos cuando estimulan
comportamientos y prácticas viables y
negativos los cuales desestimulan practi-
cas o decisiones poco compatibles para la
conservación de la biodiversidad.
De manera más amplia, los instrumen-
tos de política están compuestos por: (Her-
nández et al. 1998)
Instrumentos económicos y fisca-
les: son aquellos instrumentos que tienen
una incidencia sobre los precios relativos
o se presentan como formas de transferen-
cia de fondos, tales como los impuestos.
Incentivos de mercado: son instrumen-
tos que simulan formas de mercado, tales
como los mercados de captación de CO2.
Incentivos institucionales: son
aquellos que suministran las herramientas
necesarias para la coordinación e inte- 2. Las externalida-
racción entre las diferentes instituciones des son efectos
externos genera-
encargadas del manejo de la diversidad dos por las acti-
biológica, para la participación y respon- vidades econó-
micas y presen-
sabilidad de la comunidad local en la ges- ciados por los
tión de los recursos relacionados con la agentes econó-
micos, las cuales
biodiversidad (Cárdenas, 1998). no se encuentran
reflejadas dentro
Instrumentos culturales: buscan ge- del mercado, ta-
nerar el aprendizaje y la apropiación de co- les como la con-
taminación (ex-
nocimiento, tecnología y “know how”. ternalidad nega-
Instrumentos reglamentarios: son tiva), entre otras.
todas aquellas normas, estándares y reglas
que buscan controlar y minimizar los efec-
tos negativos de las actividades humanas
sobre el bienestar de la sociedad, median-
te la fijación de objetivos ambientales so-
cialmente deseables.
Instrumentos de transferencia: son
aquellos fondos que contribuyen directamen-
te a la conservación de la biodiversidad.
Estos fondos pueden ser el producto de la
cooperación multilateral, bilateral, entre orga-
nizaciones gubernamentales y no gubernamen-
tales (locales, internacionales), fundaciones, etc.
Estos instrumentos pueden ser clasifi- 25
cados además teniendo en cuenta el ám- Las Servidumbres
Ecológicas
bito para el cual fueron creados, es decir a un mecanismo
jurídico para
nivel nacional y local o regional. la conser vación
en tierras
Algunos de los instrumentos que han privadas
sido aplicados en Colombia, son: M E M O R I A S
 AMBITO DEL INSTRU- TIPO DE INSTRUMENTO
MENTO DE POLÍTICA
Incentivos Económicos
Incentivos Tributarios
NACIONAL Instrumentos reglamentarios Cuotas, vedas pesqueras, normas
Mecanismos financieros
Incentivos económicos
Incentivos tributarios
REGIONAL
Y MUNICIPAL
Incentivos institucionales
Mecanismos financieros
Basados en el diagnóstico de los incen-
tivos actuales, es necesario que en el desa-
rrollo de los instrumentos económicos se
tengan en cuenta los siguientes factores:
• Elementos económicos, políticos e
institucionales. Los incentivos econó-
micos deben diseñarse dentro de un
marco apropiado, en donde el tema de
la biodiversidad debe abordarse de ma-
nera integral, donde el sistema natural y
el sistema humano mantienen relacio-
nes económicas, físicas, biológicas y so-
cioculturales.
• Noción y naturaleza de la externali-
dad. Es importante analizar el tipo de
externalidad que se produce y desarro-
llar mecanismos para internalizarla den-
tro de la toma de decisiones y dar seña-
26 les correctas a los agentes económicos.
Incentivos • Sistema de tenencia de la tierra, de-
aplicados
a la figura de
rechos de propiedad y biodiversidad.
Servidumbres
Ecológicas
El sistema de tenencia de la tierra esta
relacionado con los derechos de propie-
M E M O R I A S dad. Dependiendo del tipo de propie-
EJEMPLOS
Cif, tasas (forestal, uso del agua).
Deducción por gastos e inversión
en reforestación.
de fauna.
Adecuación de tierras y Banco Verde
CIF local de conservación (Cornare),
tasas por uso del agua (caso de la
corporación del Valle del Cauca)
Exención del impuesto predial
(Huila, Pasto, Nariño).
Contribución voluntaria mediante
la Asociación de usuarios
de Microcuencas.
Fondos de Capital de Riesgo,
sellos y certificación voluntaria.
dad que existe se lleva a cabo el apro-
vechamiento de los recursos naturales
y se puede generar o no conflictos Por
ejemplo, los recursos de libre acceso
pueden llegar a una sobreexplotación
de los recursos, ya que es difícil la
exclusión, de manera contraria a lo
que sucede con el caso de la propie-
dad privada.
• Tipo de información que se
produce. Los diferentes grados de in-
formación determinan la forma como se
utilizan los recursos y como se toman
las decisiones.
• Conflictos e Instrumentos de Polí-
tica: Generalmente las decisiones pri-
vadas no consideran el costo genera-
do por las actividades económicas.
Esto se puede ver reflejado en decisio-
nes de política nacional/sectorial que
envían a los actores sociales señales
que conducen a la degradación y pér-
dida de la biodiversidad. Es porque esto
que es necesario buscar mecanismos
 para solucionar estas fallas o conflictos
tales como articular el desarrollo de los
incentivos a los planes de ordenamien-
to territorial y generar mecanismos que
contribuyan a la descentralización para
la gestión local para la biodiversidad.
Incentivos
Servidumbres Ecológicas
Algunos de los incentivos que pueden
ser articulados al desarrollo de servidum-
bres ecológicas son los siguientes:
Certificado de incentivo forestal de
reforestación: El cual es un reconoci-
miento a las externalidades positivas de
la reforestación y a los beneficios ambien-
tales y sociales que genera esta actividad.
• Este incentivo promueve inversiones
directas en nuevas plantaciones en te-
rrenos de aptitud forestal. Es un sub-
sidio en dinero que se otorga por hec-
tárea (ha.) reforestada para cubrir gas-
tos de establecimiento y mantenimien-
to de las plantaciones.
• Pueden acceder personas naturales y ju-
rídicas de carácter privado, entidades
descentralizadas municipales o distri-
tales cuyo objeto sea la prestación del
servicio público y de alcantarillado y las
entidades territoriales.
Certificado de Incentivo Forestal
para Conservación: “es un incentivo di-
recto a la conservación del bosque natu-
ral, como forma de compensación por los
servicios ambientales que los actores ten-
gan que asumir por la preservación del
bosque natural y que tendría el efecto de
desviar el uso del bosque para mayor im-
pacto sobre la biodiversidad”.
• Las áreas donde se otórgale incentivo
son: bosque localizado por encima de
la cota de 2.500 m.s.n.m., bosques pri-
marios y secundarios localizados al mar-
gen de cursos de agua y de humedales,
bosques situados dentro de predios del
SPNN o parques regionales cuyo título
sea anterior a la declaratoria de par-
que y los bosques situados en las cuen-
cas surtidoras de acueductos vereda-
les y municipales.
• Se otorga un valor estándar, el cual es
ajustado teniendo en cuenta el piso tér-
mico y tamaño del predio. Cuando el
bosque es primario se otorga el 100 %
del incentivo y bosque secundario un
50% para bosque mayor a 10 anos.
Otros incentivos forestales: pueden
ser los siguientes: determinación del cos-
to de venta en plantaciones de reforesta-
ción, deducción por inversiones en nue-
vas plantaciones, riegos, pozos y silos y
descuento tributario por reforestación.
Incentivos tributarios - municipa-
les. Este incentivo ha sido utilizado por
las reservas privadas y permite calcular un
descuento o exoneración sobre el impues-
to predial a los propietarios de predios ru-
rales que adelanten programas de recupe-
ración y conservación de los recursos na-
turales y el medio ambiente.
Certificación Forestal Voluntaria.
Estimula el uso sostenible de la biodiver-
sidad ya que abarca no solo los diferentes
elementos de la diversidad biológica (pro-
ductos maderables y no maderables del
bosque, fauna, sistemas de producción
sostenible) si no que estimula las poten-
cialidades económicas en mercados espe-
cíficos.
• A través de este mecanismo, el com-
prador puede tener mediante un sello 27
la certeza que el producto proviene de Las Servidumbres
Ecológicas
un bosque bien manejado, o que el siste- un mecanismo
jurídico para
ma de aprovechamiento y producción de la conser vación
en tierras
la empresa esta en continuo mejoramiento privadas
en su relación con el medio ambiente M E M O R I A S
 Certificado de Incentivo a la
Capitalización Rural
Es otorgado a actividades como ade-
cuación de tierras, modernización y avan-
ce tecnológico, comercialización o recon-
versión tecnológica
• Es un título que incorpora un derecho
personal cuyo monto es descontado de
la obligación crediticia originada del
proyecto respectivo. El incentivo no
puede exceder el 40 % del valor del pro-
yecto.
Tasas por uso del Agua. Es un cargo
que se fija para estimular un uso racional
del recurso y propender por la conservación
y restauración de los recursos hídricos.
• El primer objetivo se logra al estable-
cer tarifas que cambien el comporta-
miento de los distintos agentes econó-
micos sobre el recurso hídrico.
• El segundo objetivo se consigue al des-
tinar los recursos recaudados por este
concepto en proyectos relacionados con
la conservación y restauración del agua.
• Se han presentado dificultades en su re-
glamentación, debido a la complejidad
de estimar todos los factores que inci-
den en el costo del agua
Tasas de Aprovechamiento Fores-
tal. Es un pago que hace un concesiona-
rio o permisionario por el derecho de ex-
traer o adquirir madera. No se incluyen los
costos de transporte, ni los impuestos a la
importación, ni los impuestos a la renta o los
impuestos arancelarios. Instrumento de po-
lítica que actúa negativamente, ya que des-
estimula comportamientos no deseados en
28 cuanto al uso sostenible del bosque.
Incentivos
aplicados Principales problemas de los
a la figura de
Servidumbres incentivos actuales
Ecológicas
Los incentivos señalados presentan
M E M O R I A S algunas dificultades relacionadas tanto en
su diseño como en su implementación.
Algunas de estas son:
1. La mayoría de incentivos se diseñan
de manera aislada, no existen mecanis-
mos de coordinación entre estos ins-
trumentos.
2. Los incentivos se diseñan a nivel cen-
tral sin tener en cuenta las diferencias
a nivel local y regional, así como la in-
tegración de estos con los planes de
ordenamiento territorial.
3. Existen dificultades de coordinación
entre los instrumentos entre las políti-
cas ambientales y sectoriales. Por ejem-
plo, existen incentivos que han sido
desarrollados en el sector agropecuario
y que tienen implicaciones sobre el sec-
tor ambiental y que pueden ser incen-
tivos perversos.
4. No existen adecuados mecanismos de
control y seguimiento de los instrumen-
tos.
5. En el diseño no se tuvo en cuenta as-
pectos como costos de la información
y del uso de estos instrumentos.
Propuesta Técnica
Para el desarrollo metodológico de un
sistema de incentivos, se requiere tener
en cuenta las siguientes fases:
Criterios de adaptación: los incen-
tivos deben enmarcarse dentro de los pla-
nes de ordenamiento regional y ambiental
(POT), ya que a partir de este instrumento es
posible conocer las prioridades de conserva-
ción y uso de los territorios. Desde los POT
se analiza las causas de la pérdida de la bio-
diversidad, el tipo de externalidad, y el uso
del instrumento teniendo en cuenta la forma
como se apropian los beneficios.
Elegibilidad del sistema de incen-
tivos: se debe seleccionar el incentivo
económico, sociocultural, más apropiado.
Un solo instrumento es insuficiente para
resolver la problemática biológica y socio-
económica asociada con su aprovecha-
miento. Algunos factores que se deben
tener en cuenta son, régimen de derechos
de propiedad, naturaleza del recurso bio-
lógico, estimación de los costos y de los
niveles de información. Las característi-
cas del incentivo deben ser, capacidad de
generar conservación y uso sostenible,
posibilidad de generar alternativas econó-
micas productivas, capacidad de monito-
reo y ejecución, costo eficiencia, acepta-
ción política, transparencia y equidad.
Diseño e implementación del siste-
ma de incentivos: se deben identificar
los elementos fundamentales para el dise-
ño del incentivo, tales como naturaleza de
la externalidad, factores institucionales,
mecanismos de resolución de conflictos,
criterios de eficiencia y cumplimiento, en-
tre otros.
Mecanismo de financiación: se debe
evitar una alta dependencia en el presu-
puesto nacional y buscar mecanismos al-
ternativos de financiación.
Mecanismo de seguimiento y eva-
luación: diseñar un sistema que permita
evaluar su impacto, los efectos de varia-
bles socioeconómicas sobre el bienestar
social y los efectos redistributivos.

Conclusiones

• El diseño de incentivos se debe enmarcar dentro de las prio-

ridades de conservación y de uso sostenible, teniendo en
cuenta los procesos de desarrollo a nivel local y regional.
• Con miras a analizar la aplicabilidad de los incentivos a las
servidumbres ecológicas, se deben: analizar los mecanis-
mos legales, los conflictos locales en los sistemas de apro-
vechamiento de la diversidad biológica (bienes comunes,
identificación de fallas de mercado), buscando reducir las
fallas en su aplicabilidad.
• En la legislación actual, existen varios incentivos que pue-
dan ser utilizados para la constitución de servidumbres eco-
lógicas y se pueden desarrollar nuevos incentivos a partir
de la propuesta metodológica.
29
Las Servidumbres
Ecológicas
un mecanismo
jurídico para
la conser vación
en tierras
privadas
M E M O R I A S
 En el nuevo diseño de incentivos se debe:
1. Analizar diferentes sistemas de incentivos que combi-
nen los instrumentos económicos, financieros, institu-
cionales y de tipo cultural.
2. Diseñar incentivos de carácter sociocultural no solamen-
te incentivos económicos.
3. Enmarcar el diseño de los incentivos dentro de los pla-
nes de ordenamiento territorial.
4. Identificar en el diseño el objetivo, análisis de externa-
lidad, sistema de tenencia de tierra, tipo de informa-
ción, costos de transacción. Así mismo, generar apro-
piadas condiciones institucionales que reduzcan los
costos de del uso del instrumento.
5. Promover incentivos financieramente autosostenibles,
simples y costo/efectivos, es decir que los beneficios
sociales deben ser mayores a los costos.
6. Generar instrumentos que promuevan asociación co-
lectiva.
7. Generar capacidad de monitoreo y evaluación a través
de indicadores.
8. Diseñar políticas adecuadas, mecanismos de coordina-
ción interinstitucional y de resolución de conflictos.
9. Analizar la capacidad del incentivo de generar cambio
cultural para la conservación.
10. Establecer nuevas relaciones institucionales para la con-
servación y uso sostenible de la biodiversidad.
11. Analizar los incentivos perversos, es decir incentivos
que generan efectos negativos sobre el medio ambiente
y redireccionarlos.
30
Incentivos
aplicados
a la figura de
Servidumbres
Ecológicas

M E M O R I A S
 Estudio de caso
Estrategia
de
conservación en
tierras privadas
PROGRAMA ANDES TROPICALES - FUNDACIÓN NATURA
Clara Solano
FUNDACIÓN NATURA - COLOMBIA
Introducción
no de los programas geográficos de
la Fundación Natura es el Programa
Andes Tropicales, el cual se desarro-
lla sobre la Ecorregión de la Cordillera
Oriental de Colombia, y a una escala local
de trabajo sobre la vertiente occidental de
la cordillera oriental en la estribación lla-
mada de la Rusia, entre los departamen-
tos de Santander y Boyacá.
La meta del Programa es la conserva-
ción y el uso sostenible de la biodiversi-
dad en la región andina, a través de la iden-
tificación e implementación de estrategias
y políticas viables en términos culturales
y económicos.
Para el cumplimiento de esta meta se
han identificado como objetivos:
• Aportar información al conocimiento de
los ecosistemas alto-andinos, sobre su
diversidad biológica y funcionamiento,
al igual que procesos sociales y econó-
micos;
• Proporcionar elementos que permitan a
las comunidades tomar decisiones con
respecto al uso y manejo de los recur-
sos naturales de su región;
• Identificar e implementar estrategias
para la conservación y uso de la biodi-
versidad que permitan modificaciones
a las formas de uso no sustentables;
• Identificar, validar y promover prácti-
cas de uso de la diversidad en las que
se logra beneficio económico y social
dentro del propósito de sustentabilidad;
• Fortalecer una conciencia de tipo am-
biental que lleve a la comunidad a con-
siderar la conservación de áreas como
una alternativa de desarrollo;
• Evaluar alternativas de conservación
como: valoración de servicios ambien-
tales, desarrollo de incentivos, y
aplicación de herramientas para la
conservación en tierras privadas.
En el marco de la presente discusión,
Fundación Natura ha venido desarrollando
acciones tendientes a construir experien-
cia sobre el tema de instrumentos de con-
servación en tierras privadas, a partir del 31
desarrollo de esfuerzos similares llevados Las Servidumbres
Ecológicas
a cabo por organizaciones ambientalistas un mecanismo
jurídico para
en América como TNC, CEDARENA (Cos- la conser vación
en tierras
ta Rica), PRONATURA (México), y CEDA privadas
(Ecuador), entre otros. M E M O R I A S
 ¿Por qué se consideraron
las herramientas de conservación
en tierras privadas?
Colombia posee la mayor extensión de
bosque andino en el mundo, después del
Perú. Este ecosistema se encuentra entre
los más amenazados del país; sólo existe
el 10% de su extensión original, situación
que lo convierte en prioridad para la con-
servación, no solo desde el punto de vista
nacional, sino mundial.
En el ámbito local de trabajo de la Fun-
dación Natura, se encuentran los últimos
relictos de bosque andino de roble en el
país, los cuales suman 128.000 hectáreas,
de las cuales sólo 17.000 hectáreas están
bajo alguna categoría de conservación. Del
total, aproximadamente 110.000 hectáreas
de bosque son propiedad privada, y en la
mayoría de los casos son bosques amena-
zados por practicas de agricultura y gana-
dería insostenibles, extracción de recur-
sos del bosque y quemas, principalmente.
Estos bosques se caracterizan por la
dominancia de roble Quercus humboldtii,
especie amenazada, y se encuentran es-
pecies endémicas asociadas a él como la
perdiz de monte Odontophorus strophium,
el loro Hapalopsittaca amazonina en peli-
gro de extinción, el colibrí Coeligena
prunellei, entre muchas otras. También se
encuentran allí especies de mamíferos con
alguna categoría de amenaza, como el oso
de anteojos Tremarctos ornatus, en peli-
gro de extinción, el venado soche Maza-
ma rufina y el venado cola blanca Odocoi-
leus virginianus considerado como espe-
32 cie vulnerable.
Incentivos
Adicionalmente, algunos de los servi-
aplicados cios ambientales que las masas boscosas
a la figura de
Servidumbres aportan a la región son: agua para la re-
Ecológicas
gulación de las cuencas hidrográficas, la
M E M O R I A S formación y preservación del suelo, el ci-
claje de nutrientes, la captura de CO2, el
suministro de polinizadores y controles
biológicos. Además albergan especies de
flora y fauna con potencial de uso y co-
mercialización sostenible.
Para asegurar la existencia de paisa-
jes, ecosistemas, comunidades, especies
y genotipos, el sistema actual de áreas
protegidas es esencial pero insuficiente
para el mantenimiento de los procesos
ecológicos en esta zona de los Andes co-
lombianos.
Desarrollo del plan de actividades
Durante más de dos años de trabajo
las actividades realizadas en el tema de
herramientas de conservación de tierras
privadas, se inicia con la elaboración de
un diagnóstico del marco legal e institu-
cional de Colombia con el fin de analizar
la aplicabilidad jurídica de las SE. En este
documento (ver ponencia de Eugenia Pon-
ce de León) se describen los aspectos y
definiciones generales de las servidum-
bres, fundamento legal, derechos y obli-
gaciones de los predios, clasificación y ti-
pos de servidumbres, elementos de una
servidumbre, razones para constituirlas,
cómo constituirlas, y su viabilidad.
También se desarrolló un estudio so-
bre incentivos a la conservación, en don-
de se analizó la preferencia por diferentes
incentivos económicos, como estrategia
de conservación, con énfasis en el Certi-
ficado de Incentivo Forestal de conserva-
ción CIF. La meta del estudio fue tener
elementos que permitieran elaborar una
estrategia de conservación que vaya de
acuerdo con las condiciones socioeconó-
micas de la población que recibirá los be-
neficios a futuro. Por esta razón, se toma-
ron en cuenta las limitaciones institucio-
nales existentes, de tal manera que posi-
bilita un panorama claro para la toma de
decisiones para las autoridades del muni-
cipio y Fundación Natura, acerca del ma-
nejo adecuado para resolver los conflictos
relacionados con el uso de recursos.
El análisis permitió establecer que,
entre todos los incentivos, el de mayor
aceptación es el CIF. Uno de los atributos
de mayor importancia fue el de duración
del programa de conservación, pues exis-
te un rechazo hacia modos de conserva-
ción tradicionales, y las personas no están
conscientes de los costos de oportunidad
asociados a cada una de las alternativas
en incentivos. Se concluyó que es impor-
tante contar con la presencia de una insti-
tución que garantice el cumplimiento de
los compromisos adquiridos con los posi-
bles beneficiarios, lo cual implica la nece-
sidad de reforzar las instituciones y estruc-
turas que tienen a su cargo la implemen-
tación de incentivos.
Una de los elementos más importantes
que se deben construir para la implemen-
tación de herramientas de conservación
privada, es una buena base de informa-
ción sobre los sitios potenciales para apli-
car las herramientas, al igual que una bue-
na base de datos sobre tenencia de la tie-
rra. Con respecto a la identificación de
áreas prioritarias de conservación, se apli-
có la metodología de Planificación para la
Conservación de Sitios desarrollados por
TNC, la cual permitió identificar objetos
de conservación, sus amenazas, hacer una
análisis de viabilidad ecosistémica y una
zonificación de los sitios prioritarios de
conservación. A partir de esto, se selec-
cionaron dos áreas de bosques y su co-
rrespondiente información de propietarios
que se consideraron prioritarias debido a
sus características de contigüidad al San-
tuario de Flora y Fauna de Guanentá y el
tamaño de fragmentos de bosques.
El estudio sobre tenencia de la tierra
permitió conocer el estado actual de la
información en la oficina de catastro, ge-
nerar información predial y conocer el ta-
maño de los predios. Como resultados se
obtuvo:
• Conocimiento de los propietarios (áreas
piloto);
• Los procesos de tenencia de tierra en
la región han sufrido fraccionamiento
por la distribución de bienes, (por ven-
ta de parte de ellas, o por herencias de
una generación a otra);
• Esta división del territorio y la propie-
dad ha incrementado el minifundio, más
en los lugares donde la tenencia de la
tierra es en un gran porcentaje entre 1
y 3 hectáreas;
• Esto a su vez ha disminuido la capaci-
dad productiva de la familia y la capa-
cidad productiva de los suelos;
• En los últimos 5 años, sólo una mínima
porción de fincas incrementó la super-
ficie como resultado de adquisiciones.
• No existen baldíos en el municipio:
• Algunos propietarios no poseen escri-
turas de sus propiedades especialmen-
te en zonas de subpáramo y páramo;
• Algunas de las propiedades con bos-
que pertenecen a propietarios que no
viven en la región;
• Se elaboró un mapa predial con actua-
lización a 1999.
Una de las tareas más importantes iden-
tificadas como herramienta para viabilizar
la implementación de las estrategias de
conservación, es la estructuración de un
fondo como mecanismo financiero que
permita recaudar recursos para ser inver-
tidos en conservación. Por tal motivo se
diseñó una estructura basada en el predio
y el impuesto predial, de manera que un 33
Las Servidumbres
propietario que tiene que cancelar un por- Ecológicas
centaje x al municipio, recibe la condona- un mecanismo
jurídico para
ción de un 20 % del valor total del impues- la conser vación
en tierras
to predial anual, más un 20% que aporta el privadas
Fondo que se estructure, de tal forma que M E M O R I A S
 el propietario paga únicamente el 60% de
su impuesto predial, el municipio recolec-
ta el 80% de impuesto, y el mismo munici-
pio transfiere al fondo un porcentaje de lo
recibido por impuesto predial. Así existe
un estímulo al pago de impuesto al muni-
cipio, pues se condona un porcentaje, y
se reciben mayores recursos para inver-
sión social.
Como resultado de esta propuesta del
fondo, se encontró una elevada receptivi-
dad por parte de los campesinos, al igual
que por parte de la Alcaldía, (una de las
razones es que la alcaldía recauda aproxi-
madamente entre el 5 y 15% de los im-
puestos anualmente). El Concejo Muni-
cipal, órgano encargado de aprobar este
tipo de estructuras, está dispuesto a im-
plementar el mecanismo. El capital se-
milla para el fondo no excede los US
$8.000. El incentivo tributario tiene
mucha acogida entre los propietarios, y
es necesario diseñar un plan de seguimien-
to y asegurar compromisos con ellos para
el cumplimiento de estrategias de uso y
conservación de los bosques en sus pro-
piedades, razón principal de la implemen-
tación del incentivo.
Por lo anterior, una herramienta de
manejo y conservación que es potencial-
mente aplicable a la región es la SE. Ac-
tualmente se trabaja la definición de SE,
cómo se constituye, quienes la pueden
formar, su duración, obligaciones y debe-
res; y lo más importante qué factibilidad y
aceptación tiene la figura en términos so-
ciales y culturales. Lo encontrado al res-
pecto es que existen propietarios con un
interés propio, pues se sienten estimula-
dos a conservar su propiedad a perpetui-
dad, pero igualmente un gran conjunto de
personas buscan un incentivo o motiva-
ción externa que los lleve a considerar la
servidumbre como una opción de desarro-
llo. Para el caso del municipio de El Enci-
no, Santander, es necesario aplicar incen-
tivos que motiven a los propietarios a ha-
cer de las herramientas de conservación
como las servidumbres ecológicas, una
forma de conservación a perpetuidad.

Conclusiones
• Bajo las actuales condiciones sociales y ambientales de la zona andina, conso-
lidar sistemas de áreas protegidas regionales publicas y privadas, es una de las
prácticas de conservación con mayor impacto y probabilidad. De esta manera,
lograremos asegurar la conservación de importantes ecosistemas, así como el
mantenimiento de los servicios ambientales que de ellos provienen.
• Se deben conducir esfuerzos a la socialización del tema de herramientas de
conservación en tierras privadas a niveles locales, regionales y nacionales,
tanto con personas naturales como con instituciones.
• Es necesario generar mayor capacidad institucional, tanto a nivel de gobiernos
locales como Corporaciones Regionales. Esta se constituye en una de las ta-
34 reas de mayor impacto y posicionamiento del tema, pues sólo así se logrará la
Incentivos sostenibilidad y continuidad en estos procesos que son de largo plazo.
aplicados
a la figura de • El tema de incentivos a la conservación es de suma importancia para la región.
Servidumbres
Ecológicas
Seguir analizando la factibilidad de su aplicación es acción prioritaria para la
negociación con actores locales y regionales.
M E M O R I A S
 Capítulo 3
© WWF Colombia • Fotógrafo D.M. Garcés

Loro Amazona autumnalis 35

Las Servidumbres
Ecológicas
un mecanismo
jurídico para
la conser vación
en tierras
privadas
M E M O R I A S
 n punto de partida imprescindible dentro
del análisis de las servidumbres ecológi-
cas es aquel relativo al marco legal que
les sirve de fundamento. Efectivamente, las ser-
vidumbres son una de las instituciones jurídicas
con mayor tradición dentro del derecho occiden-
tal, como quiera que remontan su origen hasta
el derecho romano, del cual heredamos una va-
riada gama de servidumbres, desde las de tran-
sito y abrevadero, siguiendo por las de acue-
ducto, desagüe y uso de riberas, que fueron re-
cogidas por muchos de los Códigos Civiles de
los países latinoamericanos.
Ahora bien, en que se diferencian las servi-
dumbres ecológicas de las ya consagradas por
las legislaciones civiles?, que son en últimas las
servidumbres ecológicas?, son solo una forma
diferente de limitación del dominio? O serán más
bien un nuevo instrumento para el manejo sos-
tenible de los predios, en consonancia con la
función social y ecológica que ha de cumplir la
propiedad?. Adicionalmente, bastará la legisla-
ción ya existente para que sea viable la consti-
tución de estas servidumbres ecológicas?, o se
harán necesarias nuevas normas que le den sus-
tento a la constitución de las mismas?, y en cual-
quier caso, cual es el trámite, procedimiento y
requisitos para el establecimiento de estas ser-
vidumbres?.
Las anteriores son algunas de las preguntas
sobre las cuales se quiso llamar la atención du-
rante el seminario, para lo cual se invitó a los
expositores que se indica a continuación, a
fin de que nos presentaran sus perspectivas
y experiencias desde sus respectivos campos
de acción.
El profesor Absalón Machado, una de las
personas que más ha investigado en Colombia
el tema de la inequitativa estructura de tenencia
de la tierra, nos presenta un interesan panora-
ma histórico de cómo ha evolucionado el tema
de la propiedad de la tierra en Colombia, invi-
36 tándonos a reflexionar sobre como han influido
en este campo los modelos de desarrollo eco-
nómico, y la legislación agraria y la repercusión
El Análisis
que ello ha tenido sobre la estabilidad política,
Legal de las
Servidumbres económica, social y por supuesto también la am-
Ecológicas
biental, al forzar una mayor presión sobre los
recursos naturales.
M E M O R I A S
Por su parte, Arturo Jiménez, Coordinador
del Área de Legislación y Política de la Asocia-
ción Red Colombiana de Reservas Naturales
de la Sociedad Civil, nos hace una rápida pre-
sentación sobre el contexto de la conservación
en tierras privadas en Colombia: La Política Na-
cional de Conservación, el tema de la función
social y ecológica de la propiedad, el origen, la
justificación y los instrumentos legales de las ini-
ciativas privadas de conservación en Colombia,
los avances y problemas que enfrenta.
Carlos Chacón, Director del CEDARENA
Land Trust, una de las entidades que más se ha
destacado en la promoción de servidumbres eco-
lógicas en toda Latinoamérica, nos presenta la
experiencia de Costa Rica con este instrumento
jurídico, brindándonos una definición sencilla de
servidumbre ecológica, sus características prin-
cipales, requisitos de constitución, duración, de-
rechos y deberes que se dependen de la mis-
ma, beneficios y relación con otros instrumentos
privados de conservación.
Igualmente, Mónica Tobar, del Centro Ecua-
toriano de Derecho Ambiental, nos comparte
la experiencia en el Ecuador, en una presenta-
ción sobre el proceso que permitió el posiciona-
miento del discurso necesario para que los dife-
rentes actores interesados por las servidumbres
ecológicas compartieran la importancia y bene-
ficios para la conservación que ofrece este ins-
trumento, contándonos acerca de dos experien-
cias concretas de servidumbres ecológicas cons-
tituidas, las dificultades, ventajas, desventajas,
retos y perspectivas encontradas.
Finalmente, Eugenia Ponce de León, Con-
sultora con amplia trayectoria en el Derecho Am-
biental, nos presenta algunos apartes del serio
estudio que hizo para la Fundación Natura, res-
pecto al marco legal de las servidumbres en Co-
lombia: El tratamiento de las mismas en la legis-
lación civil y ambiental; y avanza en el análisis
jurídico de las servidumbres ecológicas en Co-
lombia, ofreciéndonos una definición de las mis-
mas, los elementos esenciales, fundamento le-
gal, razones para constituirlas, forma de cons-
truirlas y plantea algunas reflexiones y retos para
estimular el análisis jurídico de esta figura.
 Procesos históricos
de la propiedad privada
de la
tierra en Colombia
Absalón Machado
CONSULTOR INDEPENDIENTE Y PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
Introducción
l desarrollo de la propiedad privada
de la tierra en Colombia puede pre-
sentarse de manera esquemática en
dos grandes períodos, desde la época de
la independencia, que comprende el pe-
ríodo desde el siglo XIX hasta la Segunda
Guerra Mundial y el que abarca todo el pe-
ríodo de la postguerra hasta fines del siglo
XX. Estos dos grandes períodos se corres-
ponden con el tránsito de una agricultura
pre-capitalista que opera en mercados lo-
cales y en un modelo agroexportador, ha-
cia una agricultura que se rige por las le-
yes del desarrollo capitalista y opera en
un mercado nacional de bienes con arti-
culaciones modernas al comercio interna-
cional y en un proceso creciente de globa-
lización y desarrollo agroindustrial.
En estos dos siglos se desarrolló un
proceso de apropiación privada de las tie-
rras públicas que, según el geógrafo Agus-
tín Codazzi, en 1850 representaban el 75%
del territorio nacional, incluyendo la Ama-
zonía y la Orinoquía. La expansión de la
economía agroexportadora de la segunda
mitad del siglo XIX y hasta los años trein-
ta, así como los procesos de colonización
de fronteras y el poblamiento de las ver-
tientes con la expansión cafetera, inten-
sos en los primeros treinta años del siglo
XX, explican buena parte del proceso de
apropiación de tierras públicas por intere-
ses particulares. En ese período también
es clara la conformación que se venía dan-
do durante todo el siglo XIX de la estruc-
tura agraria de corte latifundista que iba
acompañada de la expansión de las eco-
nomías familiares de campesinos y colo-
nos que pronto entraron en conflicto con
los terratenientes por el acceso a la tierra.
La apropiación de la tierra hasta me-
diados del siglo XX fue un proceso trau-
mático, conflictivo, incierto jurídicamen-
te, e inestable, acompañado por una acti-
tud vacilante y débil del Estado en el pro-
ceso de conformación y consolidación del
derecho de propiedad. Pero allí no termi-
nó el conflicto entre propietarios terrate- 37
nientes, colonos y campesinos arrendata- Las Servidumbres
Ecológicas
rios; durante la segunda mitad del siglo un mecanismo
jurídico para
XX los conflictos continuaron y la reforma la conser vación
en tierras
agraria iniciada en los años sesenta no fue privadas
suficiente pera que el país se olvidara del M E M O R I A S
 tema de la tierra y la lucha por su apro-
piación.
La sociedad colombiana terminó el si-
glo XX, después de dos siglos de apertura
de fronteras, de desarrollo de la agricultura
y de avances jurídicos y legislativos, sin
haber resuelto el problema agrario, cuyo
eje fundamental ha sido, hasta ahora, la
tenencia de la tierra. Este tema, que pudo
resolverse en los años treinta, permanece
como uno de los legados de lo que Anto-
nio García llamó muy acertadamente a fi-
nes de los cincuenta ‘La República Seño-
rial’, sostenida por los intereses de la cla-
se terrateniente incrustada tanto en el par-
tido liberal como conservador. Esa figura
señorial, sin embargo, ha cambiado, y pese
a que en el sector agropecuario se ha pro-
ducido un intenso desarrollo capitalista,
no puede afirmarse que ello haya resuel-
to los conflictos por la tierra y que el de-
recho de propiedad sea hoy una de las ins-
tituciones más sólidas en el sector agro-
pecuario. En eso arrastramos décadas de
atraso y descuidos que le están costando
al país sumas enormes y varios puntos sig-
nificativos en sus tasas de crecimiento,
además de la inestabilidad política, eco-
nómica y social.
En Colombia no se ha escrito aún la
historia completa de la apropiación de la
tierra y de la conformación de los dere-
chos de propiedad. El único trabajo elabo-
rado en ese sentido es el de Catherine
LeGrand, una analista canadiense que ha
aportado un excelente trabajo sobre el de-
sarrollo de la propiedad privada sobre la
38 tierra, en sus conflictos y vicisitudes, en-
tre 1850 y 1950. Su obra “Colonización y
El Análisis
Legal de las
Protesta Campesina en Colombia 1850 -
Servidumbres 1950” es de lectura obligatoria para en-
Ecológicas
tender lo que sucede actualmente en el
M E M O R I A S campo colombiano. Falta investigar la se-
gunda mitad del siglo XX, un período tor-
mentoso, conflictivo y complejo, y bien
harían las universidades en proponer una
investigación con características regiona-
les, siguiendo la metodología de LeGrand,
para aclarar lo que ha pasado sobre los
derechos de propiedad sobre la tierra; este
sería un aporte fundamental a la compren-
sión del actual conflicto en el campo.
Siendo este un período tan amplio, me
limitaré a presentar un esquema de los
procesos ocurridos en estos dos siglos,
como una guía orientadora para un análi-
sis más extenso del tema.
La apropiación de la tierra
durante la primera fase
de la expansión de la frontera
agrícola 1850 - 1950
Esta síntesis esquemática está basada
en el trabajo de Catherine LeGrand.
Toda la legislación de titulación de tie-
rras desde mediados del siglo XIX y hasta
la Ley 200 de 1936 y la Ley 100 de 1994
favoreció, en su generalidad, a los gran-
des propietarios que lograron conformar
haciendas cafeteras y hatos ganaderos bajo
grandes extensiones, con títulos no siem-
pre claramente definidos. La Ley 61 de
1874 adjudicaba hasta 4.000 hectáreas de
tierras baldías, y la Ley 48 de 1882 esta-
bleció el principio del cultivo como medio
de acceder a la propiedad sobre baldíos,
exigió títulos de más de 10 años en juicios
contra cultivadores y reconoció las mejo-
ras a los colonos vencidos en juicio y dio
un plazo de 10 años para cultivar la tierra
adjudicada, además de reconocerle adju-
dicación por bonos territoriales. La Ley 56
de 1905 reconoció una mayor adjudicación
a colonos y consagró la reversión al Es-
tado de las tierras no cultivadas. Sólo la
Ley 71 de 1917 buscó favorecer a peque-
ños propietarios alrededor de 20 hectáreas,
en especial en las vertientes, a tiempo que
se continuaba fortaleciendo la gran pro-
piedad. El 1920, la Ley 85 redujo las ad-
judicaciones a un máximo de 2.500 hec-
táreas, y no más de 1.000 si las tierras
se destinaban a agricultura. Pero estas
disposiciones se burlaban fácilmente y
los propietarios excedían los límites se-
ñalados.
La política de baldíos entre 1820 y 1870,
como indica LeGrand, se basó en la pre-
ocupación de financiar a gobiernos en
quiebra, que por tal motivo emitían bonos
y vales territoriales redimibles por baldíos,
para respaldar deuda nacional y pagar a
los veteranos de la Independencia. La le-
gislación de 1870 puso límites a esas gran-
des concesiones a tenedores de bonos y
vales, que fueron los inicios de la agri-
cultura latifundista. A partir de 1870 el in-
terés de la élite en la tierra iba aparejado
con la expansión de la economía exporta-
dora; por ello se empezó a hacer adjudica-
ciones individuales a colonos indepen-
dientes y campesinos que poseían un
porcentaje muy limitado de tierra, pero
constituían mano de obra disponible para
el desarrollo de las haciendas en regiones
nuevas, buscando así el uso económico de
la tierra.
Hacia 1920 la legislación había condu-
cido a consolidar una estructura agraria
bajo el dominio terrateniente, al tiempo que
estimulaba la colonización de las vertien-
tes. Pero ya empezaban a manifestarse al-
gunas preocupaciones gubernamentales
sobre esta amplia política de adjudicación
de baldío, y en esa década se trató de ajus-
tar la legislación para favorecer a los colo-
nos en áreas alejadas de los centros de
consumo donde la valorización de la pro-
piedad no era tan importante.
En este período se conformó un grupo
numeroso de colonos que carecían de tí-
tulos legales. Había muchos costos ocul-
tos que impedían a los pobres hacerse a
un título de propiedad (costos de agrimen-
sura, pago de abogados para redactar me-
moriales, costos de papel sellado, estam-
pillas de correo y registro de propiedad,
pago de viáticos de los testigos y autori-
dades, y demoras de los procesos).
Todo tipo de ciudadanos accedió a la
propiedad territorial en un proceso aritmé-
tico que favorecía a las capas medias y
altas de la sociedad. Según LeGrand, en-
tre 1827 y 1931 las tres cuartas partes de
todo el territorio otorgado a particulares,
compañías y poblaciones se repartieron en
concesiones superiores a las 100 hectáreas.
Pero estas concesiones legales se comple-
mentaban con apropiación de facto de los
baldíos. Esa usurpación generalizada de
baldíos se legitimó, de alguna manera, con
la Ley 200 de 1936. En ese proceso los
colonos eran despojados de sus parcelas y
los empresarios de tierras eludían las le-
yes que pretendían proteger a los campe-
sinos; las confrontaciones entre ambos
eran frecuentes.
No era sólo la lucha entre el hacha y el
papel sellado de la que hablara Alejandro
López, era también la violencia y el atro-
pello en una sociedad rural en formación
con factores de exclusión y grandes asi-
metrías donde el papel de los funcionarios
públicos era ambivalente. En esa sociedad,
la tierra era la principal fuente de riqueza
e ingresos y las decisiones que se toma-
ban a favor de los colonos en Bogotá eran 39
socavadas e irrespetadas en los departa- Las Servidumbres
Ecológicas
mentos y los municipios, donde los plei- un mecanismo
jurídico para
tos resultaban muy costosos para los co- la conser vación
en tierras
lonos. De esa manera, miles de colonos privadas
fueron convertidos en arrendatarios y pri- M E M O R I A S
 vados de su independencia: otros fueron
expulsados perdiendo años de trabajo,
creándose una abundante oferta de traba-
jo para las nuevas haciendas.
A fines de los años veinte, los colonos
pasaron a la ofensiva, invadieron hacien-
das improductivas que para ellos eran te-
rrenos baldíos, y trabajadores de las ha-
ciendas renegaron de su condición de
arrendatarios y sostuvieron que eran colo-
nos. El tema de la propiedad rural salió al
debate nacional en los años treinta a raíz
de una serie de cambios políticos y del
contexto social y económico de esa épo-
ca, por lo demás bien conocidos y anali-
zados por los historiadores. No era ajeno a
ello la idea de industrializar al país, refor-
mar la estructura agraria, conformar una
clase media rural y convertir a aparceros,
arrendatarios y colonos en consumidores
y trabajadores asalariados en el proceso
de formación de un mercado nacional.
Por ello, hacia los años veinte se buscó
promover la rápida ocupación de regiones
de frontera por familias campesinas y re-
cobrar para la colonización territorios usur-
pados al dominio público. La confusión que
había entre delimitación de baldíos y pro-
piedad privada era un impedimento para
ello, y por esto la Corte Suprema de Justi-
cia en 1926 señaló que de allí en adelante
todo el territorio colombiano se presumía
ser baldío a menos que se demostrara lo
contrario; sólo la presentación del título
original en el cual el Estado había enaje-
nado una tierra pública, garantizaba el
derecho legal a la propiedad. Pero la ma-
40 yoría de los terratenientes, dice LeGrand,
no poseía los títulos que exigía la Corte;
El Análisis
Legal de las
la inseguridad de la propiedad rural era
Servidumbres entonces abrumadora. Los resultados de
Ecológicas
esta medida fueron decepcionantes. Gru-
M E M O R I A S pos de propietarios demandaron la norma
por inconstitucional y la mayoría de los
juicios de tierras se atascaron en dificul-
tades técnicas. El Estado recuperó pocas
concesiones para el dominio público. La
Ley 47 de 1926 salió en defensa de los co-
lonos y previó otorgar extensiones meno-
res de 21 hectáreas sin que los terratenien-
tes pudieran poner objeciones a las con-
cesiones y realizar desahucios.
Los conflictos agrarios de los treinta se
expandieron; colonos, arrendatarios, apar-
ceros, e indígenas, buscaban liberarse de
las grandes propiedades donde permane-
cían bajo relaciones de sumisión para con-
vertirse en productores independientes con
títulos; otros, como los cafeteros, busca-
ban que se les permitiera sembrar café en
sus parcelas; miles de campesinos inva-
dieron haciendas para recuperar baldíos.
Los propietarios trataron de ratificar sus
títulos desalojando a los invasores, pero
no se atrevieron a entablar juicios contra
los colonos por el temor a que los tribuna-
les declararan inválidos sus títulos. Las
organizaciones de izquierda le dieron un
significado político a la lucha por la tierra
y se generó una competencia entre dife-
rentes grupos y el partido liberal que dio
lugar a una protesta campesina dispersa y
desarticulada frente al poder terratenien-
te. El gobierno liberal pasó a defender los
derechos legales tanto de terratenientes
como de campesinos para evitar la exten-
sión de los conflictos y dio paso a la pre-
sentación de iniciativas en el Congreso
para regular y resolver el problema de tie-
rras. Hubo un desafío al predominio del
latifundio y los propietarios decidieron or-
ganizarse para defenderse ante las inicia-
tivas gubernamentales.
Tres soluciones a los conflictos sobre
la tierra se plantearon: a través de los tri-
bunales, mediante la subdivisión de pre-
dios afectados, y por medio de una ley de
reforma agraria. Los tres se ensayaron sin
mucho éxito. Si no se aclaraba la diferen-
cia entre dominio privado y dominio pú-
blico, cualquier solución tenía serias difi-
cultades, pues se trataba de eliminar la in-
certidumbre sobre el derecho de propie-
dad, más que buscar un cambio en la es-
tructura agraria. La incertidumbre jurídica
pudo haber continuado de no ser por la
presión de los colonos.
Hubo dos iniciativas gubernamentales,
una en 1933 en el gobierno de Olaya He-
rrera y otra en 1936 durante el mandato de
López Pumarejo. La primera era un pro-
yecto donde se presumía que toda la tie-
rra era de dominio público y buscaba esti-
mular su uso económico; trataba de tomar
partido a favor de los colonos en contra de
los terratenientes que tenían abandonadas
sus propiedades; buscaba prevenir la con-
centración de la propiedad al reducir el
tamaño máximo de concesión de baldíos
a no más de 200 hectáreas, y entre 250 y
1.000 hectáreas en un perímetro de 20 ki-
lómetros de los centros urbanos; y creaba
nuevos procedimientos para resolver los
litigios. Este proyecto no prosperó, y el
gobierno de López cambió el enfoque en
la medida en que la fuerza del movimiento
de colonos se fue debilitando y que los
propietarios obtenían control más efectivo
de la política nacional y que estos se opo-
nían a las grandes reformas de López con
otros componentes de la élite (comercian-
tes e industriales), en especial en lo refe-
rente a una mayor intervención del Estado
en la economía. Al gobierno se le acusó
de buscar destruir la propiedad privada y
de estar aliado con los ‘rebeldes’ y bol-
cheviques.
López, entonces, buscó aquietar a los
propietarios para que no se erosionara el
respaldo a su gobierno. El equilibrio de
poder se movió a favor de los propietarios
y así se reflejó en la Ley 200 de 1936 o ley
de tierras. La ley alivió el temor sobre una
redistribución de tierras, al revalidar los
títulos de propiedad privada, purificándo-
los de imperfecciones y defendiéndola. La
ley estableció una presunción de derechos
a favor del propietario individual y no a
favor de la nación como lo proponía el pro-
yecto de 1933, con lo cual se anulaba la
sentencia de la Corte Suprema de Justicia
de 1926. La demanda del título original se
aplicaba ahora solo a los hacendados cuya
reivindicación de propiedad hubiese sido
controvertida por colonos antes de 1935.
Para los demás ya no era necesario pre-
sentar el título original, bastaba una cade-
na de títulos que demostrara posesión du-
rante 30 años al menos. Con ellos se dio
legitimidad a la práctica de usurpaciones
de baldíos efectuadas durante 100 años. A
los colonos les favorecía la búsqueda de la
cancelación de los conflictos, exigiendo a
los propietarios de predios invadidos an-
tes de 1935 la exhibición de los títulos
como prueba de propiedad; si no apare-
cían, la tierra se declaraba baldía y los cam-
pesinos asentados podían reclamar una
concesión gratuita. Quienes demostraran
la legitimidad de los títulos debían pagar
las mejoras a los colonos y arrendatarios
antes de desalojarlos; si el propietario se
negaba, el colono adquiría el derecho de
comprar la tierra que estaba cultivando.
La ley redujo el período de prescripción
adquisitiva de dominio de 30 a cinco años,
con lo cual se beneficiaban los colonos. 41
La ley, aunque no modificó la estructu- Las Servidumbres
Ecológicas
ra agraria, consolidó el derecho de propie- un mecanismo
jurídico para
dad y no descartó el fomento de la pro- la conser vación
en tierras
ductividad o el uso económico adecuado privadas
de la propiedad sobre el concepto de fun- M E M O R I A S
 ción social de la misma. Si al cabo de 10
años a partir de la Ley 200 la tierra no es-
taba explotada, revertía al dominio públi-
co. Sin embargo, en 1944 la Sociedad de
Agricultores de Colombia (SAC) y la Fede-
ración Nacional de Cafeteros (FNC) per-
suadieron al Congreso de que se ampliara
ese plazo cinco años más.
De allí en adelante, el proceso de apro-
piación de tierras públicas continuó, la
concentración de la propiedad se mantu-
vo, la estructura agraria no cambió y los
conflictos rurales alrededor de la tierra
continuaron de manera menguada duran-
te los años cuarenta y los cincuenta, pero
volvieron a resurgir más adelante y bajo
otros contextos y condicionantes, aunque
siempre sobre la disputa en el acceso a un
activo considerado como un bien genera-
dor de riqueza. En el período 1948 – 1965,
la lucha entre colonos y terratenientes con-
tribuyó a intensificar la violencia en algu-
nas zonas.
La propiedad privada
de la tierra en la posguerra
La Ley 100 de 1944 fue el último acto
de afirmación de los intereses terrate-
nientes. La lucha de los colonos, apar-
ceros y arrendatarios contra los propie-
tarios había menguado, pero no había
desaparecido cuando estalló la violencia
de los años cincuenta.
A fines de los cincuenta, se volvió a
mencionar el problema agrario desde las
esferas públicas, y se abrió el debate so-
bre la reforma agraria, que culminó en la
42 Ley 135 de 1961, la cual tenía como fin
iniciar una política redistributiva y dar por
El Análisis
Legal de las
terminada la existencia de relaciones de
Servidumbres producción pre-capitalistas en el campo.
Ecológicas
La ley de reforma agraria buscaba frag-
M E M O R I A S mentar las grandes propiedades y crear
unidades agrícolas familiares (UAF), re-
creando las economías campesinas y vin-
culando a la producción las tierras aban-
donadas, mal explotadas o con niveles de
producción muy bajos. Las tierras adecua-
damente explotadas no caían en la estra-
tegia gubernamental. Además, la ley re-
cogió toda la legislación existente sobre
baldíos, indígenas, los derechos de extin-
ción de dominio, y aplicaba el criterio de
la función social de la propiedad.
Son muchas las páginas que se han
escrito sobre la ley de reforma agraria y
sus diferentes variantes y dificultades en
los últimos 40 años. La conclusión clara
es que la reforma agraria en Colombia fue
un proceso marginal, no afectó a la gran
propiedad ni generó los mecanismos para
evitar los procesos de concentración y
excesiva fragmentación de la propiedad.
La reforma agraria, en lugar de crear ri-
queza en el campo, acentuó la pobreza;
en lugar de transformar el sistema bimo-
dal de tenencia de la tierra con la polari-
zación entre latifundio/gran propiedad y
minifundio/pequeña propiedad, mantuvo la
estructura de la bimodalidad, reconocida
como un obstáculo al desarrollo económi-
co y social. La reforma agraria fue un fra-
caso pues no transformó el sector rural para
que emprendiera un proceso creciente de
desarrollo, de creación de oportunidades,
para que disminuyeran los niveles de des-
igualdad y de conflicto, y tampoco elimi-
nó la brecha de ingresos y de niveles de
vida entre el campo y la ciudad.
En lugar de convertirse en una política
redistributiva dinámica para crear una cla-
se de pequeños y medianos propietarios
que sustentara un crecimiento más diná-
mico y democrático, la reforma se fue per-
filando más como una política de titula-
ción de baldíos y como un negocio de com-
pra y venta de tierras intermediado por el
Estado, más en beneficio de los propieta-
rios que de los campesinos.
En el período 1962 – 1999, el Instituto
Colombiano de la Reforma Agraria (INCO-
RA) afectó 1,8 millones de hectáreas, de
las cuales, 1,4 millones corresponden a
compras por parte del Estado para repar-
tirlas en UAF, 354.000 hectáreas se obtu-
vieron por cesión del Fondo Nacional Agra-
rio y sólo 70.636 corresponden a procesos
de expropiación, lo cual refleja un proceso
muy marginal. En ese período se titularon
15,1 millones de hectáreas, y se entrega-
ron 30,4 millones a comunidades indíge-
nas, en tierras en general de mala calidad.
Son 45 millones de hectáreas entregadas
en comparación con 1,8 millones por com-
pra, expropiación y cesión.
Los programas de redistribución bene-
ficiaron a cerca de 102.000 familias frente
a 432.000 familias beneficiadas por de ti-
tulación de baldíos y 65.400 de resguar-
dos indígenas. Con esto la reforma agraria
ha beneficiado un total de 599.412 fami-
lias en cuarenta años.
Estas cifras incluyen tanto el período
propiamente redistributivo que abarca des-
de 1962 a 1994, como la última fase de
mercado subsidiado de tierras que empe-
zó a operar a partir de 1994 y que actual-
mente está vigente, y sigue distribuyendo
tierras en UAF, por acuerdo voluntario
entre propietarios y campesinos. Es decir,
no se superó la creación de unidades fa-
miliares con equilibrios frágiles que han
ido agregando, de manera permanente,
nuevos minifundios, y por tanto, nuevos
núcleos de pobreza rural en la medida en
que el Estado no ha acompañado estas
unidades con el crédito, la asistencia téc-
nica, la capacitación, la articulación a los
mercados, la organización y desarrollo ins-
titucional apropiados para que rompan el
círculo vicioso de la pobreza.
En estos esquemas de reforma agraria,
raras veces se tuvieron a mano las políti-
cas de soporte. Estas reformas requieren,
como señala la FAO, estar acompañadas
de una acumulación de capital en térmi-
nos de capital humano, capital social (aso-
ciaciones de la sociedad civil) y capital
productivo. Al no contar con estos elemen-
tos, entre otros, el Estado terminaba en-
gañando a los nuevos propietarios, ilusio-
nados con recibir una propiedad y con una
promesa de obtener un título, una vez ter-
minaran de pagar las deudas que adqui-
rían con el Estado.
En Colombia no hay estadísticas muy
precisas sobre el costo de la reforma agra-
ria. Una estimación reciente hecha por
Alvaro Balcázar indica que el Estado in-
virtió entre 1962 y 1999 unos 7 billones de
pesos de 1999 con variaciones de gasto
por sus períodos; fue durante 1968-1972
cuando más recursos se gastaron, segui-
do del período 1988 - 1994. Lo interesante
de estos cálculos es que se gastaron 63,8
millones de pesos por familia beneficiada
y 4,4 millones de pesos por hectárea. Este
es un costo demasiado alto si se compara
con los resultados: un porcentaje muy re-
ducido de campesinos puede considerar-
se exitoso como beneficiarios de la re-
forma agraria. En los últimos años, es-
tos costos han disminuido y en el perío-
do 1995 - 1999 se sitúan en 35 millones de
pesos por familia y 2,4 millones de pesos
por hectárea.
De todas maneras, sigue resultando 43
muy costoso crear un pequeño propietario Las Servidumbres
Ecológicas
y, como señala Balcázar, “Este elevadísi- un mecanismo
jurídico para
mo costo-efectividad pone de presente un la conser vación
en tierras
gran problema de costos de transacción privadas
de la política de redistribución de tierras M E M O R I A S
 por la vía directa de una agencia pública,
sobre todo por el alto porcentaje de gas-
tos de funcionamiento del programa” 2.
En estos cuarenta años, ni la política
redistributiva con intervención directa del
Estado, ni el mercado subsidiado de tie-
rras, han conducido a resolver los siguien-
tes problemas:
• Falta de claridad en los títulos de pro-
piedad en muchas zonas del país.
• El atraso en el catastro.
• Altos costos de transacción en el registro
y legalización de la propiedad rural.
• Incertidumbres sobre la propiedad.
2. Representan un
• Delimitación clara y definitiva sobre
promedio de cer- cuáles son las tierras públicas y las pri-
ca de la tercera
parte del presu- vadas.
puesto ejecutado. • Un porcentaje, estimado en cerca del
3. José Ayala Espi-
no. Instituciones 30% de los títulos, no están plenamen-
y Economía. Una
introducción al
te legalizados y permanecen en la in-
neoinstitucionalismo formalidad.
económico. FCE,
pág. 213.
• La difícil relación entre el catastro y el
registro.
• La segmentación del mercado de tierras.
• La polarización de intereses al interior
de la estructura agraria entre campesi-
nos y terratenientes.
• La delimitación pública y privada de las
tierras de las ciénagas.
• La información sistemática sobre indi-
cadores del precio de la tierra por re-
giones y según sus características pro-
ductivas, de fertilidad y de ubicación.
• El tránsito de la tierra como activo de
valorización y especulación hacia un
activo productivo y de inversión.
• La modernización de las instituciones
44 públicas que manejan diferentes aspec-
tos de la propiedad territorial.
El Análisis
Legal de las
En otros términos, el país no ha desa-
Servidumbres rrollado una política y una estrategia para
Ecológicas
fortalecer los derechos de propiedad y su
M E M O R I A S transabilidad en un mercado abierto, com-
petitivo y sin trabas institucionales para
que sus costos de transacción sean los más
bajos posibles. Ello es preocupante si se
tiene en cuenta que “los derechos de pro-
piedad son probablemente las institucio-
nes más relevantes en lo que se refiere a
la asignación y uso de recursos disponi-
bles en una sociedad”3; y además “son
decisivos en la creación de incentivos para
invertir, ahorrar, trabajar, innovar y, en
general para involucrarse en los negocios”.
La estructura de la propiedad
entre 1960 y 1996
Durante este periodo y cuando estuvo
operando la reforma agraria se presenta-
ron tres momentos en la evolución de la
estructura de la tenencia de la tierra, los
cuales no modificaron la estructura bimo-
dal del sector agropecuario, constituida por
la polarización entre la grande y la peque-
ña propiedad.
De acuerdo con un análisis realizado en
el Centro de Estudios Ganaderos y Agra-
rios (CEGA), entre 1960 y 1970 hubo un
crecimiento moderado de la superficie so-
metida al régimen de propiedad, acompa-
ñado de una reducción del número de pre-
dios. La explicación de ello estuvo en el
aumento en número y superficie de los
predios mayores de 20 hectáreas, especial-
mente de los tamaños de 20 a 50 y de 200
a 500 hectáreas, acompañado de la dismi-
nución en número y área de los inferiores
a 10 hectáreas. Lo anterior, muestra que
la reforma agraria en los años sesenta no
tuvo impacto en la estructura de la pro-
piedad.
En el período 1970-1984 se presentó una
tendencia diferente: hubo una expansión
rápida del número de predios y de la su-
perficie, concentrada en los tamaños infe-
riores a las 200 hectáreas, en especial en
los predios de 0 a 1 y en los de 20 a 100
hectáreas, en tanto que se redujo el
número de predios mayores de 500 hectá-
reas con un estancamiento de su área. Lo
que sucedió fue una descomposición rela-
tivamente rápida de la gran propiedad en
regiones de antiguo poblamiento, acom-
pañada de la creación de nuevas propie-
dades extensas en zonas de frontera agro-
pecuaria y en particular por la expansión
de una ganadería extensiva en esas áreas.
En los años sesenta se presentó enton-
ces una tendencia hacia la concentración
de la propiedad, pese a la reforma agraria,
y durante los 15 años siguientes se dio un
fenómeno contrario de descomposición de
la gran propiedad y la consolidación de la
mediana con una fragmentación de la pe-
queña, debido a las fuerzas del mercado
más que a la acción gubernamental.
Pero las cosas cambiarían de nuevo en
el período 1984-1996, y se mantendrían así
en el término del fin del siglo: se volvió a
concentrar la propiedad, la mediana se
deterioró y la pequeña siguió expandién-
dose y fragmentándose con una multipli-
cación del minifundio y la pobreza rural.
Este proceso coincide con la expansión de
las inversiones del narcotráfico en la com-
pra de tierras para lavar activos, el sector
rural se convierte en una de las mayores
lavanderías de los dineros del narcotráfi-
co, lo cual iría acompañado de mayores
índices de violencia, desplazamiento for-
zado de pobladores, auge del paramilita-
rismo, continuas masacres, ejercicio del
dominio territorial de amplias zonas del
país por parte de la guerrilla y los parami-
litares y de un proceso de acumulación de
rentas institucionales. La propiedad pri-
vada, considerada individualmente, casi
deja de tener importancia, y sobre ella se
monta un complejo proceso de dominio
militar y político en el sector rural por parte
de grupos armados al margen de la ley.
Ello hace que la discusión sobre la refor-
ma agraria adquiera otras connotaciones
y que sea necesaria replantearla como es-
trategia para el desarrollo del sector, colo-
cándola en un contexto diferente y discu-
tiendo su validez en términos económicos,
sociales y políticos.
Utilizando los datos departamentales
del Instituto Geográfico Agustín Codazzi
(IGAC) de 1996 y el Censo de Minifundio
elaborado por el Ministerio de Agricultura
de 1994, se hizo un ejercicio para clasifi-
car los predios por tamaños, consideran-
do la UAF (equivalente a un ingreso total
de tres salarios mínimos legales) como
4. Ver detalles so-
patrón de referencia. Se consideró como bre esta informa-
pequeña propiedad la que tiene hasta dos ción en Absalón
Machado C. La
UAF, mediana la comprendida entre dos y cuestión agraria
diez UAF y grande la mayor de 10 UAF. El en Colombia a fi-
nes del milenio.
resultado de ello es el siguiente: en 1996, El Áncora Edito-
la pequeña propiedad disponía del 21,40% res, Santafé de
Bogotá, 1998.
de la superficie pero comprendía el 91,1%
de los predios; la mediana tenía el 24,8%
de la superficie y el 7,8% de los predios, y
la grande disponía del 53,8% de la superfi-
cie y representaba apenas el 1,08% de los
predios (en ésta se incluye la propiedad
de los indígenas, al extraerla según sus
tamaños, la gran propiedad disponía del
48% de la superficie predial)4.
Esta composición de la propiedad es
diferenciada por regiones pero sigue el
mismo patrón de concentración y de una
estructura bimodal diferenciada. El índice
de Gini, que refleja los grados de concen-
tración de la propiedad, aumentó del 85%
en 1984 al 88% en 1996, siendo el Piede-
monte llanero el área con mayor concen- 45
tración de la propiedad, seguido por la Cos- Las Servidumbres
Ecológicas
ta Atlántica. Donde menos aumentó fue en un mecanismo
jurídico para
la región centro-oriente y en el occidente. la conser vación
La conclusión de estos datos es rele- en tierras
privadas
vante: en los últimos cuarenta años del M E M O R I A S
 siglo XX, la propiedad privada continuó
expandiéndose pero manteniendo los pa-
trones tradicionales de concentración y
fragmentación de la pequeña, en un pro-
ceso de minifundización y de polarización
que desdicen de la reforma agraria aplica-
da. La política de redistribución de la pro-
piedad no tuvo impactos en la estructura
agraria a nivel nacional, aunque sólo en
algunas zonas puede considerarse que la
afectó. Pero el fenómeno del paramilita-
rismo y del narcotráfico produjeron una
contra-reforma agraria y acentuaron el
conflicto en el sector rural. La alternativa
que tiene el país es redefinir su estructura
agraria hacia una fortalecimiento de la
mediana propiedad capitalizada, la recom-
posición del minifundio para disminuir la
pobreza rural y la creación de incentivos
positivos para la explotación eficiente de la
gran propiedad, que permita eliminar los cri-
terios rentísticos que la han caracterizado,
convirtiendo la tierra en un bien productivo
y de inversión en lugar de un bien especu-
lativo y de dominio territorial y social.
¿La propiedad de la tierra o el
derecho al uso de la propiedad?
El proceso de la reforma agraria de tipo
redistributivo como instrumento de dota-
ción de derechos de propiedad con los
cuales una familia campesina o un habi-
tante rural pueda mejorar su nivel de vida
e ingresos y sentirse incorporado a la so-
ciedad y la modernidad, ha llevado recien-
temente a una discusión, o planteamien-
to, que le da más importancia al derecho
de uso de la propiedad que a la propiedad
como un objetivo finalista de la persona.
46 Esta posición, formulada por Álvaro
Balcázar, implica revisar los supuestos
El Análisis
Legal de las sobre los cuales se diseñaron las reformas
Servidumbres
Ecológicas agrarias en América Latina, pues ronda la
inquietud de si tiene sentido hoy insistir
M E M O R I A S en una reforma agraria tipo tradicional y
redistributivo. Se han considerado las
transformaciones acaecidas en la econo-
mía y la sociedad, el avance tecnológico y
la globalización.
Según Balcázar los supuestos a revi-
sar son:
1. Los factores tradicionales de la produc-
ción (tierra y trabajo) son las fuentes
principales de creación de valor y de
riqueza. Este supuesto era válido cu-
ando la contribución relativa de la tie-
rra a la oferta agrícola era alta. Hoy es
cada vez menor, y lo que está hacien-
do crecer la producción es el progreso
del conocimiento científico y tecnoló-
gico que contrarresta las restricciones
que impone la baja fertilidad del suelo;
por ello la productividad del trabajo
depende cada vez menos de las ener-
gías originarias de la naturaleza. La ren-
ta de la tierra en Colombia representa
hoy menos del 10% del valor de la pro-
ducción agropecuaria, y si el Producto
Interno Bruto (PIB) agropecuario es el
12% entonces la renta de la tierra es
sólo el 1,2% de la renta nacional.
2. La distribución de la propiedad de los
factores tradicionales determina la dis-
tribución del ingreso, así como la dis-
tribución del poder político y social.
La tierra hoy no es un valor determi-
nante de la distribución de los ingre-
sos de la nación, porque la riqueza y
el poder no se fundamentan en ella
sino en el sector financiero, indus-
trial y comercial y en el desarrollo
tecnológico. La población se ha ur-
banizado y la agricultura sólo aporta
el 12% del PIB y ello tiende a dismi-
nuir. En el campo, las actividades no
agropecuarias crecen de manera más
dinámica que las primarias (la mitad
de la fuerza de trabajo rural está allí
y también los ingresos de las perso-
nas). Ello debilita el control terrate-
 niente para tener el control político ser productor sin necesidad de ser propie-
sobre la población. tario si se desarrolla el mercado de dere-
3. Para construir democracia, equidad y chos de uso de la tierra. Para ello se re-
justicia social, es necesario redistribuir quiere desarrollo institucional y garantía 5. Esto es cierto en
la propiedad sobre los medios de pro- sobre los derechos de propiedad para el sociedades muy
ducción (tierra y capital). Esto es muy intercambio; el desarrollo de formas con- avanzadas tecno-
lógicamente y
evidente en sociedades atrasadas con tractuales de más largo plazo y condicio- muy modernas,
poco progreso técnico donde la distri- nes de acceso al uso de la propiedad para donde hay posibi-
lidades de acce-
bución inicial de los factores definía la todos los interesados, sin discriminación so al conocimien-
distribución del ingreso. Pero el progre- ni exclusión. Ello supone romper la des- to y la informa-
ción. No es cierto
so técnico y el desarrollo institucional confianza entre propietarios y no propie- en sociedades
se han ido convirtiendo en las princi- tarios y un desarrollo jurídico e institucio- como la nuestra,
con grandes fac-
pales fuentes de crecimiento de la pro- nal amplio que garantice los derechos de tores de exclusión
ducción “de manera que la forma como propiedad, y requiere desarrollo del mer- y claros desequi-
librios; donde las
se distribuye el valor creado (ingreso cado financiero en el sector rural y acceso opciones no es-
tán presentes y
nacional) obedece cada vez menos a la a la tecnología, organización para el mer- las reglas de jue-
distribución inicial de la riqueza, y por cado y políticas agrícolas no discrimina- go no son claras
ni estables.
tanto, de la propiedad”. “El principal torias contra los pequeños y/o medianos 6. En 1996 había
factor que está determinando la distri- productores. 1’367.894 unida-
des PSM (peda-
bución del ingreso es la habilidad y la La conclusión de esos argumentos es zo de segmento
capacidad para gestionar en una forma que si el acceso a la propiedad de la tierra de muestreo)
menores de
superior los recursos productivos inde- ya no es determinante principal de la ca- 10 hectáreas,
pendientemente de la relación de pro- pacidad para generar y apropiar riqueza y que pueden co-
rresponder a
piedad inicial de los mismos”5. del cambio social, entonces se debe re- 1’500.000 pro-
4. El alto precio de la tierra impide el de- orientar la atención a lo que sí importa: la ductores mini-
fundistas.
sarrollo de la producción agrícola. El distribución equitativa de la educación, la En total había
precio es relevante si la propiedad tie- capacitación y la información y el tipo de 2’090.391 PSM
en un área de
ne que redistribuirse como condición instituciones que facilitan el desarrollo de 52,4 millones de
para utilizarla en la producción, y cu- los mercados de derechos de uso de los hectáreas.

ando no es consistente con la rentabi- factores. Se requiere un cambio de men-

lidad de las actividades agrícolas.
¿Pero la transabilidad de la propiedad
es una condición necesaria para el desa-
rrollo eficiente de la producción agrope-
cuaria? No parece que sea así, pues el
desarrollo de la producción no implica un
vínculo de propiedad de la empresa o el
productor con los factores de producción.
Las empresas hoy están adquiriendo los
servicios productivos de los bienes de ca-
pital, tomándolos en arriendo a otras or-
ganizaciones especializadas. En la agri-
cultura el arriendo de tierra es una figura
talidad y condiciones de mercado que in-
centiven el arriendo de tierras.
Entonces en la discusión debería for-
mularse la pregunta de si Colombia requie-
re o no más propietarios de tierra y qué
tipo de propietarios. Porque no requiere
más minifundistas6, al contrario, necesita
menos, y sería fácil técnicamente: conver-
tir cinco minifundistas en un propietario
con capacidad de generar ingresos nece- 47
sarios para que se pueda progresar
Las Servidumbres
Ecológicas
(ceteribus paribus). Si tenemos dos millo- un mecanismo
jurídico para
nes de minifundistas y convertimos cinco la conser vación
en tierras
de ellos en un propietario con capacidad de privadas

antigua y se puede intensificar, se puede tener un ingreso adecuado de subsistencia, M E M O R I A S

 estarían sobrando un millón seiscientos mil
¿Qué se haría con ellos?. He allí la cuestión.
En la medida en que el arriendo de tie-
rras intensifique el derecho de uso de la
propiedad como un negocio acordado en-
tre las partes y de beneficio mutuo, se
puede hacer más relevante en la discusión
el tema de los derechos ecológicos en re-
lación con el derecho mismo de propie-
dad. Cuando no se es propietario de la tie-
rra, ¿qué responsabilidad ecológica puede
adquirir el arrendatario? Indudablemente,
ello dependerá del tiempo que dure el con-
trato de arriendo: un contrato por una co-
secha de seis meses implica exigencias
ecológicas diferentes a las de un contrato
a cinco o diez años o al de una tierra otor-
gada en usufructo indefinido. En un con-
trato de arriendo de corto plazo ¿es el pro-
pietario el responsable de sus obligacio-
nes ecológicas así no esté explotando la
tierra? o ¿lo es igualmente el arrendatario?.

Conclusión

Hemos terminado el siglo XX sin haber resuelto los conflictos que

giran alrededor de la tierra; sin haber desarrollado instrumentos que
fortalezcan el derecho de propiedad; sin haber resuelto desequilibrios
y problemas de equidad; sin haber modificado a fondo la estructura
agraria bimodal y la concentración y fragmentación de la propiedad
rural. No cabe duda de que todos estos elementos cuentan en las
posibilidades de crecimiento y desarrollo del sector agropecuario y
del país en general.
Nos enfrentamos a muchos retos hacia el futuro, y uno de ellos es
definir y acordar cómo vamos a seguir manejando el tema de la
propiedad rural, lo cual solo tiene sentido si definimos una
visión de futuro del sector rural, su papel en el desarrollo, sus
potencialidades y limitaciones, su dimensión económica y social, y
las opciones que tendrían los habitantes rurales.
El debate y la reflexión queda abierto y ojalá no volvamos a equi-
vocarnos sobre el manejo de la propiedad rural, su uso, sus funciones,
el acceso a ella, la normatividad que fortalece los derechos de propie-
dad, y los mecanismos que la hacen efectiva a los menores costos del
mercado.
La función ecológica y social de la propiedad rural que esta-
bleció la constitución de 1991 tiene que ir acompañada, para
que sea efectiva, de una estructura agraria que le sea compati-
48 ble, libre de conflictos y exclusiones.
El Análisis
Legal de las
Servidumbres
Ecológicas

M E M O R I A S
 Potencialidades y avances
en la
conservación en
tierras privadas
en Colombia
Arturo Jiménez
RED COLOMBIANA DE RESERVAS NATURALES
DE LA SOCIEDAD CIVIL
Introducción
l objeto principal de este seminario
es lograr una difusión de la figura de
las servidumbres ecológicas y gene-
rar un debate sobre su aplicabilidad en
Colombia, como herramienta jurídica para
la conservación en tierras privadas.
Fruto del análisis previo, hecho por las
organizaciones convocantes, se pudo es-
tablecer que la difusión, desarrollo e im-
plementación de la figura en Colombia
implica el conocimiento, intervención y
apoyo además de los actores privados inte-
resados, de diferentes entidades y autori-
dades públicas, algunas vinculadas direc-
tamente al tema ambiental y otras no, tales
como La Superintendencia de Notariado y
Registro, las Oficinas de Registro de Ins-
trumentos Públicos y los propios Notarios.
Por lo anterior, esta exposición busca
presentar de manera muy sencilla el con-
texto de conservación en tierras privadas
en Colombia, dentro del cual se quiere
implementar la figura de las servidumbres
ecológicas, de tal manera que sea útil
como ubicación, tanto para quienes tie-
nen relación permanente con los asuntos
ambientales, como para aquellos que no
laboran cotidianamente en esta materia.
A continuación se expondrán los aspec-
tos más destacables de la política de con-
servación del Gobierno, el diagnóstico que
ella presenta sobre la situación de la bio-
diversidad en Colombia y algunas de las
estrategias, lineamientos e instrumentos que
se plantean. Posteriormente se hará una breve
referencia al tema de la función ecológica de
la propiedad, para finalmente resaltar los
componentes primordiales de las iniciativas
privadas de conservación en Colombia, sus
orígenes y justificación, los instrumentos le-
gales que le brindan reconocimiento, los prin-
cipales avances logrados y problemas fun-
damentales que enfrentan.
La política de conservación
en Colombia 49
Uno de los principales hitos internacio- Las Servidumbres
Ecológicas
nales en la discusión sobre la problemáti- un mecanismo
ca ambiental global y la búsqueda de so- jurídico para
la conser vación
luciones a la misma, fue la Conferencia de en tierras
privadas
las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente M E M O R I A S
 y Desarrollo de 1992, conocida como la
Cumbre de Río, fruto de la cual nació el
Convenio de la Diversidad Biológica que
fundamentalmente busca garantizar la con-
servación de la biodiversidad, su uso sos-
tenible y la equitativa distribución de los
beneficios por su utilización.
En Colombia este Convenio fue apro-
bado mediante la Ley 165 de 1994 y la ex-
presión del compromiso gubernamental
para su aplicación se concretó en La Polí-
tica Nacional de Biodiversidad7.
Esta política se fundamenta en tres es-
trategias: conservación, conocimiento y
utilización sostenible de la biodiversidad.
La estrategia de conservación, que es la
7. Aprobada por el relacionada más directamente con el tema
Consejo Nacio- propuesto para esta ponencia, busca de-
nal Ambiental en
1995. sarrollarse mediante medidas que “fomen-
8. (Departamento ten la conservación in-situ a través del sis-
Nacional de Pla-
neación, 1989). tema de áreas protegidas, la reducción de
Ver gráfico en el
anexo 1.
los procesos y actividades que causan pér-
dida o deterioro de biodiversidad, y la re-
cuperación de ecosistemas degradados y
especies amenazadas”.
Igualmente, esta política establece un
diagnóstico sobre la situación actual de la
biodiversidad en Colombia, del cual se
extractan algunos pasajes, que ayudan a
visualizar el escenario presente.
En primer lugar se destacan las siguien-
tes cifras: “Colombia tiene una extensión
continental de 114´174.800 hectáreas, que
representan aproximadamente 0,7% de la
superficie continental mundial y en esta
área se encuentra el 10% de la biodiversi-
dad mundial, haciendo de Colombia un
50 país “megadiverso”. Por supuesto, este tí-
tulo de “megadiverso” no nos será de gran
El Análisis
Legal de las
utilidad ni honor, si no logramos contra-
Servidumbres rrestar las situaciones que amenazan la
Ecológicas
sostenibilidad, como lo advierte el hecho
M E M O R I A S de que “en 500 años de colonización se
haya perdido el 50% de la cobertura fores-
tal original” y que el ritmo de deforestación
sea de 600.000 hectáreas anuales, mientras
se reforestan apenas 5.000 cada año8.
Dada la trascendencia de la potenciali-
dad y riesgos que reflejan estas estadísti-
cas, el diagnóstico se preocupa por iden-
tificar las causas de pérdida de la biodi-
versidad en Colombia, las cuales puntua-
lizo a continuación.
Entre las causas directas menciona: el
proceso acelerado de transformación de los
hábitats y ecosistemas naturales por razón
de factores como “la ejecución de políti-
cas inadecuadas de ocupación y utiliza-
ción del territorio, que han agudizado pro-
blemas de colonización y ampliación de la
frontera agrícola”; a lo que se añade “el
establecimiento de cultivos ilícitos, la
construcción de obras de desarrollo e in-
fraestructura, la actividad minera, la ade-
cuación de zonas cenagosas para el pas-
toreo, el consumo de leña, los incendios
de ecosistemas naturales, y en algunos
casos la producción maderera”.
Igualmente, considera entre las causas
directas la introducción de especies forá-
neas e invasoras por su capacidad para
competir y desplazar a las especies nati-
vas; la sobreexplotación o aprovechamien-
to no sostenible de especies silvestres de
fauna y de flora para el consumo domésti-
co o la comercialización y la contamina-
ción resultante de las actividades indus-
triales y domésticas con la consecuente
alteración del medio natural.
Entre las causas indirectas que consi-
dera el diagnóstico se destacan: las defi-
ciencias en el conocimiento científico y
aplicado sobre conservación y uso soste-
nible de la biodiversidad; las deficiencias
en el desarrollo tecnológico del país y la
incipiente o débil capacidad institucional
para reducir el impacto de las actividades
que conllevan su pérdida.
De otra parte, la Política proyecta en-
tre sus estrategias para garantizar la con-
servación la consolidación de un SINAP,
proponiendo la articulación de las áreas
que conforman el Sistema de Parques Na-
cionales Naturales (SPNN) con otras áreas
protegidas, entre las que incluye las re-
servas privadas. Esto es un reconocimien-
to de la importancia y oportunidades que
estas ofrecen a los objetivos de la conser-
vación, por lo que plantea la necesidad
de promover el fortalecimiento de su ca-
pacidad de administración y la creación
de incentivos a las actividades que estas
desarrollan.
Como parte de esta estrategia se con-
sidera inclusive la posibilidad de delegar
en “Organizaciones No Gubernamentales
Ambientalistas, la administración y manejo
de algunas áreas del SPNN con el fin de
contribuir a descentralizar su gestión en
concordancia con los principios de respon-
sabilidad, eficacia y economía”.
Por último, la política igualmente defi-
ne los instrumentos que hacen viable el
logro de los objetivos que se propone, y
hace énfasis en la importancia de los ins-
trumentos de participación ciudadana,
partiendo de afirmar que “de acuerdo con
los lineamientos establecidos en la Cons-
titución Política de 1991, la conservación
y uso sostenible de la biodiversidad de Co-
lombia es responsabilidad de todos los ciu-
dadanos”, lo que conlleva la necesidad de
que las autoridades ambientales desarro-
llen e implementen mecanismos que per-
mitan la vinculación activa de la sociedad
civil en la ejecución de las actividades re-
lacionadas con el conocimiento, la conser-
vación, vigilancia y manejo sostenible de
la biodiversidad.
Función social y ecológica
de la propiedad
El tema de la función social y ecológi-
ca de la propiedad es uno de los tópicos
constitucionales que ha generado mayo-
res inquietudes académicas y desarrollos
jurisprudenciales, por lo que serían muchí-
simos los aspectos interesantes desde los
cuales se podría abordar su análisis. Sin
embargo, para efectos de la ponencia se
hace énfasis en el contraste que su consa-
gración constitucional significó con rela-
ción al tratamiento que le daba la norma-
tividad civil y la connotación que es via-
ble darle desde la filosofía que orienta las
reservas naturales de la sociedad civil.
Efectivamente, tenemos que el Código
Civil (C.C.) define el dominio como “el de-
recho real en una cosa corporal, para go-
zar y disponer de ella arbitrariamente, no
siendo contra ley o contra derecho ajeno”,
definición que recoge la tradición indivi-
dualista que procediendo del Código Na-
poleónico irrigó la mayoría de codificacio-
nes efectuadas en Latinoamérica en el
siglo XIX.
De esta definición se destaca que, si
bien limita las facultades otorgadas al pro-
pietario impidiéndole un ejercicio que sea
contrario a la ley y a los derechos ajenos,
le concede igual amplio poder para utili-
zar y servirse de la cosa como lo desee y
para disponer de ella a su antojo, sin mi-
ramiento alguno hacia la satisfacción de
necesidades como no sean las propias.
Contrastando con esta visión absolu-
tista de la propiedad, la Constitución Polí-
tica de 1991 le asigna una función social y
ecológica, con lo cual va más allá de la 51
simple limitación civilista de no causar da- Las Servidumbres
Ecológicas
ños, imponiendo que con el ejercicio del un mecanismo
jurídico para
derecho se garantice la generación de be- la conser vación
en tierras
neficios para la sociedad, entre los cuales privadas
debe incluirse el interés general de pro- M E M O R I A S
 tección del medio ambiente. Esto abre un
amplio espectro para limitar el ejercicio que
el particular puede hacer de su derecho
de propiedad.
El concepto de la función social y eco-
lógica de la propiedad ha venido siendo
desarrollado, precisado y decantado en
diversas sentencias de la Corte Constitu-
cional, que dan muestra de la variada y
gran utilidad que ofrece en la protección
del medio ambiente y en la toma de con-
ciencia sobre la importancia de la partici-
pación de todos los ciudadanos para ga-
rantizar este propósito.
Reconociendo lo anterior, estimamos
sin embargo que la filosofía de las reser-
vas naturales de la sociedad civil trascien-
de la función social y ecológica de la pro-
piedad, en tanto que no se trata ya tan
solo de que como propietario se acepte que
el ejercicio del derecho de dominio encuen-
tra unos límites, sino que se parte de la
propia voluntad del propietario por con-
servar y utilizar de manera sostenible los
recursos existentes en su reserva natural,
sin necesidad de apelar al afuera para que
le imponga estos deberes.
Las iniciativas privadas
de conservación en Colombia
Orígenes de estas iniciativas
En los orígenes encontramos en primer
lugar la conciencia de algunos ambienta-
listas que se preocuparon por conservar
aún cuando fueran pequeñas manchas de
bosque, y que poco a poco fueron logran-
do consolidarse como organizaciones no
52 gubernamentales dedicadas plenamente a
la conservación, la investigación y educa-
El Análisis
Legal de las
ción ambiental. Entre los pioneros cabe
Servidumbres mencionar a: Gunther Büch y la Reserva
Ecológicas
Meremberg, La Fundación Herencia Ver-
M E M O R I A S de y su reserva Acaime, la fundación FES
y la Reserva La Planada, la Fundación Na-
tura y su reserva de Carpanta, y la Reser-
va de Suma-Paz, propiedad de un grupo
de amigos.
Igualmente, en el caso de los pueblos
indígenas, algunos de los modelos de ma-
nejo ambiental tradicionalmente aplicados
son plenamente ajustados a un adecuado
uso y conservación de los recursos natu-
rales. Algunos sectores se opusieron siem-
pre a la figura del resguardo, como pro-
piedad privada colectiva, argumentando
que era lamentable limitar por esta figura
el aprovechamiento intensivo del suelo.
Pero se responde planteando que, gracias
a la lucha de los pueblos indígenas es que
han logrado no sólo mantener en parte sus
territorios ancestrales, sino proteger en
ellos algo de sus conocimientos y prácti-
cas tradicionales para el manejo sosteni-
ble de los recursos.
Por último, el año 1991 resultó un hito
para la conservación en tierras privadas,
ya que una serie de reuniones e intercam-
bios llevó a la creación de la Red Nacional
de Reservas Naturales de la Sociedad Ci-
vil, con doce miembros fundadores. Des-
de entonces como misión principal de la
red a sido “contribuir a consolidar las ini-
ciativas de la sociedad civil en su aporte a
la conservación de los recursos naturales,
en la búsqueda del desarrollo sostenible, a
través de la potencialización de los servi-
cios ambientales y sociales que las Reser-
vas Naturales de la Sociedad Civil vienen
ofreciendo”.
Justificación a la necesidad
de estas iniciativas
Frente a la situación de pérdida de la
biodiversidad, de problemas estructurales
de tenencia de la tierra con su consecuen-
te presión sobre los recursos naturales de
las áreas protegidas, sumado a las dificul-
tades operativas de las autoridades am-
bientales por limitaciones en recursos hu-
manos y presupuestales, así como de la
falta de instrumentos y estrategias ade-
cuadas para la planificación y ordenamien-
to del territorio y la planificación y ges-
tión de estas áreas, es claro que el con-
texto esta dado para otorgar un mayor re-
conocimiento a las iniciativas y contribu-
ciones que los propietarios privados pue-
den hacer al objetivo de la conservación.
Lo anterior se refuerza por la conve-
niencia de apelar a la existencia de una
base social que puede facilitar, acompa-
ñar y reforzar la gestión local de los recur-
sos naturales, especialmente consideran-
do el conocimiento y experiencia de mane-
jo de los recursos naturales, que tienen las
comunidades y demás actores privados.
Por último, es imposible garantizar la
conservación sin contar con las personas
que están directamente involucradas por
las decisiones que se tomen, en tanto que
dependen total o parcialmente para su su-
pervivencia de la utilización de los recur-
sos naturales existentes en las áreas que
se busca proteger.
Instrumentos legales
En primer lugar, en Colombia tanto el
C.C. como el de Comercio contemplan al-
gunos instrumentos privados voluntarios
que pueden ser empleados con fines de
conservación, tales como las servidum-
bres, el usufructo y el fideicomiso. Sin em-
bargo, en el país es muy reciente el estu-
dio sobre la viabilidad de la aplicación de
estas figuras con fines de conservación así
como la exploración de escenarios posi-
bles para la implementación y desarrollo
de las mismas, por lo cual se hará refe-
rencia a los instrumentos legales de la con-
servación en tierras privadas en Colombia
con base en la experiencia de las reservas
naturales privadas.
Al respecto, es necesario precisar que
existían reservas naturales de la sociedad
civil desde antes que se expidieran cuer-
pos jurídicos ambientales unificados (como
el Código de los Recursos Naturales de
1974), pero que como parte de los desa-
rrollos legislativos que se dieron a partir
de la llamada constitución ecológica de
1991, el legislador dentro de la filosofía de
tránsito a una democracia más participa-
tiva, lo cual en el campo ambiental pasa
por el otorgamiento de instrumentos a la
ciudadanía para que tome parte de la ges-
tión ambiental, consideró oportuno brin-
dar un reconocimiento especial a estas
reservas.
Es así como mediante la Ley 99 de 1993
se definieron las Reservas Naturales de la
Sociedad Civil como: la parte o el todo del
área de un inmueble que conserve una
muestra de un ecosistema natural y sea
manejado bajo los principios de la susten-
tabilidad en el uso de los recursos natura-
les, cuyas actividades y usos se establece-
rán de acuerdo a reglamentación, con la
participación de las organizaciones sin áni-
mo de lucro de carácter ambiental.
Se excluyó para tales efectos las áreas en
que se exploten industrialmente recursos
maderables, admitiéndose sólo la explotación
maderera de uso doméstico y siempre den-
tro de parámetros de sustentabilidad.
Se estableció además el deber de las
Reservas Naturales de la Sociedad Civil de
obtener un registro o matrícula ante el Mi- 53
nisterio del Medio Ambiente, a efectos de: Las Servidumbres
Ecológicas
• Otorgarle participación, por sí o por in- un mecanismo
jurídico para
termedio de una organización sin áni- la conser vación
en tierras
mo de lucro, en los procesos de pla- privadas
neación de programas de desarrollo que M E M O R I A S
 se van a ejecutar en el área en donde
se encuentre ubicado el bien.
• Se obtenga el previo consentimiento del
titular de la Reserva, cuando el Estado
proyecte ejecutar inversiones que pue-
dan afectarla.
• Permitirle acceder a los incentivos a la
conservación que se creen.
Por último, la Ley 99 de 1993 ordena al
Estado promover y facilitar la adquisición,
establecimiento y libre desarrollo de áreas
de reservas naturales por la sociedad civil
en ecosistemas o zonas estratégicas.
Este reconocimiento legal a las reser-
vas fue reglamentado por el Decreto 1996
de 1999, donde básicamente se establece:
9. Ver anexo 2 Mapa
• Los usos o actividades a los que po-
de ubicación de drán dedicarse las Reservas Naturales
las reservas natu-
rales de la socie- de la Sociedad Civil, los cuales concuer-
dad civil. dan con los bienes y servicios ambien-
tales que ofertan las reservas, como
expondré un poco más adelante.
• El procedimiento para el registro de las
reservas, y
• Las herramientas para la promoción de
las reservas, tales como campañas de
difusión y la publicación de un manual
técnico para el establecimiento, mane-
jo y procedimientos relacionados con
el registro, derechos y deberes de los
titulares de las reservas.
En conclusión, este nuevo marco legal
permite grandes desarrollos en cuanto al
concepto de conservación con la gente, e
involucra la visión de una Reserva Natural
de la Sociedad Civil como una opción libre
del particular.
54 Igualmente, estos avances legislativos
esbozan la posibilidad de un trabajo conjun-
El Análisis to Estado - Sociedad Civil para la conserva-
Legal de las
Servidumbres ción, el manejo de áreas y la gestión am-
Ecológicas
biental del territorio, que son novedosos en
M E M O R I A S Colombia, donde tradicionalmente la defini-
ción y declaración de áreas protegidas era
exclusiva potestad del Estado, ejercida
muchas veces de manera inconsulta con
propietarios, habitantes y comunidades, lo
cual ha generado problemas de tenencia,
presencia y gobernabilidad de las mismas.
Avances
Entre los principales avances de las ini-
ciativas privadas de conservación en Co-
lombia pueden mencionarse: la toma de
conciencia ambiental por sectores crecien-
tes de la población; el reconocimiento en
las políticas de Gobierno sobre la conve-
niencia de vincular más activamente a la
sociedad civil en los objetivos de conser-
vación la necesidad de otorgar mayores
instrumentos que viabilicen su participa-
ción en la gestión ambiental; y la existen-
cia de un marco legal de apoyo a las ini-
ciativas privadas, que por supuesto debe-
rá complementarse y perfeccionarse.
La Red de Reservas Naturales de la So-
ciedad Civil, ha cumplido un destacado pa-
pel en el logro de estos avances, teniendo
una dinámica tal que le permite contar en
la actualidad con más de 110 reservas aso-
ciadas, que en total suman un área de
aproximadamente 30.000 hectáreas, ubi-
cadas a lo largo y ancho de la geografía
regional.9
Igualmente, estas reservas se vienen
consolidando en la oferta de bienes y ser-
vicios ambientales, tales como:
• Conservación de flora y fauna, que ha
permitido el desarrollo de proyectos
de investigación, recuperación y res-
tauración.
• Conservación y recuperación de semi-
llas, lo cual se articula a toda una es-
trategia en perspectiva de apoyar la pro-
ducción sostenible y la seguridad ali-
mentaria.
• Protección de fuentes de recursos hí-
dricos, existiendo inclusive reservas
que juegan un destacado papel en la
conservación de los nacimientos que
abastecen algunos acueductos.
• Recuperación ambiental y revegetaliza-
ción, a través de estrategias como la
creación de pequeños corredores bio-
lógicos, reforestaciones y enriqueci-
mientos, así como liberación de áreas para
permitir su regeneración natural. Se ha
contribuido así a la conservación de los
suelos, el control de procesos de erosión
y la estabilización de suelos de ladera.
• Educación Ambiental, haciendo espe-
cial énfasis en la educación a las nue-
vas generaciones.
• Ecoturismo.
Igualmente, La Red viene trabajando
con sus asociados en la caracterización y
elaboración de planes de manejo de las
reservas; en la implementación de siste-
mas sostenibles de producción; en la con-
tribución a la formación de un tejido so-
cial que sirva de base a las estrategias de
conservación y al propósito de lograr me-
jores condiciones de vida; y en la poten-
cialización del uso de herramientas jurídi-
cas que favorezcan un mejor logro de los
objetivos perseguidos.
Principales problemas que han
enfrentado las iniciativas privadas
de conservación en Colombia
Entre los problemas más importantes
merecen destacarse:
• La precariedad de la propiedad, enten-
dida como la existencia de múltiples
factores que amenazan la libre capaci-
dad de desarrollo del objetivo de con-
servación por el actor privado, lo que
incluye invasiones y explotaciones ile-
gales de los recursos naturales por ac-
tores ajenos a las reservas;
• La falta de una mayor y más efectiva
cooperación gubernamental; y
• La deficiencia de recursos financieros y
las dificultades para acceder a incentivos
que garanticen la sostenibilidad de los pro- 10. F O N S E C A
ZARATE, Carlos.
cesos adelantados en las reservas. “Capital Social
Por último quiero mencionar una gran para la Paz”. En:
preocupación que compartimos con todos los
“Ambiente para
la Paz”, Memo-
ambientalistas, como es el escalamiento del rias del Congre-
so realizado en
conflicto interno, que impacta directamente Guaduas en Julio
los objetivos de conservación, lo cual puede de 1998. (Ver
Anexo 3).
verse claramente con el siguiente dato: los
actores armados han llevado a cabo una con-
tra-reforma agraria intensiva, en tanto que
durante los últimos quince años mientras el
INCORA ha adjudicado 1’400.000 hectáreas,
los actores han generado desplazados de tie-
rras sobre un área de 4’500.000 hectáreas.10

Conclusión

Si bien se han logrado algunos avances respecto del reconoci-

miento al papel de las iniciativas privadas en la conservación, es
necesario desarrollar nuevos mecanismos e instrumentos, así como 55
Las Servidumbres
perfeccionar los existentes, para permitir una mayor y más efecti- Ecológicas
un mecanismo
va participación de la sociedad civil en la conservación. jurídico para
la conser vación
en tierras
privadas
M E M O R I A S
 56
El Análisis
Legal de las
Servidumbres
Ecológicas

M E M O R I A S
 Servidumbres ecológicas
y la conservación de
recursos naturales en
tierras privadas
en Costa Rica
CEDARENA

Carlos Manuel Chacón y Andrea Meza

CEDARENA (COSTA RICA*)

Introducción En forma paralela al desarrollo de áreas * Carlos Manuel

Chacón
pocos meses de que comience un protegidas por parte de los gobiernos, en (cchacon@cedarena.org)
nuevo milenio, conocemos que la las últimas décadas se ha dado un auge es el director y
Andrea Meza
protección de la naturaleza no es en la creación oficial de áreas protegidas (anmeza@cedarena.org)
algo nuevo o de los últimos años. Por el por parte del sector privado. Estas son tie- la coordinadora de
CEDARENA: Con-
contrario, ha sido practicada desde épo- rras cuya propiedad pertenece a organiza- servación de Tie-
cas antiguas por comunidades autóctonas ciones no gubernamentales ambientalistas rras, conocido como
CEDARENA Land
de todo el mundo. Existe evidencia de sin fines de lucro, personas o empresas. Trust (CLT).
cómo diferentes culturas han tomado la Los propietarios de tierras privadas que
decisión de conservar determinados terri- han creado áreas protegidas en sus pro-
torios, ya sea por razones religiosas, la piedades comparten varias características.
protección de ciertas especies de plantas Entre ellas tenemos:
o animales, el mantenimiento de bellezas • Son conscientes de las consecuencias
escénicas, la preservación de fuentes de de la degradación del ambiente;
agua, etc. No obstante lo anterior, no es • Reconocen el potencial de su contribu-
hasta sino 1872 que se creó el primer par- ción personal al mantenimiento y me-
que nacional moderno en el mundo y con joramiento del ambiente en su carácter
ello se oficializó, desde el punto de vista de propietarios de tierras privadas, y;
legal, el concepto de áreas protegidas. • Están dispuestos a acordar compromi- 57
Desde entonces la protección de tierras y sos que garanticen la protección de sus Las Servidumbres
Ecológicas
áreas marinas ha continuado evolucionan- tierras. un mecanismo
jurídico para
do hasta el grado de que recientemente Si bien muchas de las áreas privadas la conser vación
en tierras
se han contabilizado 8.123 áreas protegi- que están siendo protegidas por sus due- privadas

das a nivel mundial. ños, conocidas como “reservas privadas” M E M O R I A S

 existen simplemente por la voluntad uni-
lateral de estos de protegerlas, desde el
punto de vista legal existen diversos tipos
de compromisos contractuales que pueden
utilizar los propietarios para promover aún
más dicho fin. Por ejemplo, en algunos
casos los propietarios de dichas áreas sus-
criben convenios con el gobierno para
adoptar una categoría oficial de área pro-
tegida. Por otra parte, existen algunos pro-
pietarios que firman acuerdos dirigidos a
la conservación de sus tierras pero en for-
ma privada, ya sea con organizaciones
ambientalistas o con otros propietarios.
Dentro de este marco, en la última dé-
cada se ha explorado la posibilidad de uti-
lizar mecanismos legales ya existentes en
el derecho civil tradicional para fines de
conservación. Especial énfasis se ha dado
a la posibilidad de crear servidumbres con
fines de conservación, conocidas como ser-
vidumbres ecológicas, por ser un instru-
mento legal ya utilizado exitosamente en
otros países. Este instrumento presenta va-
rias características que lo hacen muy atrac-
tivo para ONGs, gobiernos y propietarios pri-
vados pues es flexible, costo-efectivo, políti-
camente viable y promueve la protección
perpetua de los recursos naturales en una
forma contractual de creación voluntaria.
Definición
Se define a una SE como el acuerdo le-
gal en el que dos propietarios de bienes
inmuebles planifican el tipo e intensidad
de uso futuro que puede darse sobre una
de sus propiedades con el fin de preservar
58 los atributos naturales, las bellezas escé-
nicas o los aspectos históricos, arquitec-
El Análisis
Legal de las
tónicos, arqueológicos o culturales de ese
Servidumbres bien inmueble. El contrato que crea una
Ecológicas
SE se inscribe, como derecho real que es,
M E M O R I A S en el Registro de la Propiedad.
Con base en lo anterior, en 1992 en
Costa Rica se analizó por primera vez en
América Latina, la posibilidad de crear ser-
vidumbres ecológicas y se concluyó afir-
mativamente sobre su viabilidad legal con
base en la legislación y jurisprudencia ci-
vil existente. En forma inmediata se pro-
cedió a la creación de la primera SE en la
región, la cual fue debidamente inscrita en
el Registro Público de la Propiedad. Ese
primer contrato de SE fue creado por el
trabajo de (CEDARENA), quién contó con
la iniciativa y apoyo de la organización
estadounidense (TNC). Actualmente, más
de 50 contratos de servidumbres ecológi-
cas han sido creados a nivel nacional y
diversos estudios y publicaciones sobre el
tema han sido elaborados.
A partir de 1995 se han venido dando
esfuerzos similares en los demás países de
América Latina y el Caribe por parte de
organizaciones privadas ambientalistas
que han contado con el apoyo de TNC y
CEDARENA. Esto ha traído como resulta-
do la protección de áreas naturales priva-
das por medio de servidumbres ecológi-
cas por primera vez en México (1998),
Guatemala (1998), Ecuador (1999), Para-
guay (2000) y Belice (2001). En este año
se espera la creación de las primeras ser-
vidumbres ecológicas en Chile, Honduras
y Bolivia.
Características principales
• Las servidumbres ecológicas son volun-
tarias en su constitución. Es decir que
se constituyen cuando el dueño de la
propiedad quiere hacerlo ya que son un
contrato privado en el cual la voluntad
del propietario es libre para decidir si
quiere la SE o no.
• Las servidumbres ecológicas son muy
flexibles pues permiten satisfacer los di-
 versos fines que puede tener un dueño
de una propiedad. Por ello, el dueño de
la propiedad sobre la cual se constitui-
rá la SE puede por ejemplo acordar pro-
hibir cortar árboles en su propiedad pero
permitir la construcción de una cabina
o hacer un sendero, etc. Igualmente es
flexible para diseñarla con base en las
características biológicas y físicas de
cada propiedad. Como cada propiedad
es diferente y cada dueño de estas tie-
ne intereses diferentes, cada SE es tam-
bién diferente.
• Las servidumbres ecológicas generalmen-
te se constituyen a perpetuidad. Sin em-
bargo, se pueden hacer por un tiempo de-
finido, si los dueños de las propiedades
lo quieren así. El hecho de que las servi-
dumbres se creen a perpetuidad, las hace
muy atractivas a muchos propietarios por
que así saben que aquel bosque que aho-
ra ellos están tratando de proteger po-
drá seguir siendo protegido en el futuro.
Requisitos
• Las leyes en Costa Rica exigen que para
constituir una SE hacen falta 2 propie-
dades: a) una que tiene su uso planifi-
cado (fundo sirviente), b) otra que se
va a beneficiar de la SE (fundo domi-
nante). Con base en lo anterior los due-
ños de las 2 propiedades son los que se
tienen que poner de acuerdo volunta-
riamente y pueden constituirla.
• Así mismo, es necesario identificar cla-
ramente la utilidad de la SE y la rela-
ción de esta con respecto a los dos fun-
dos involucrados.
Aspectos relevantes
Desde el punto de vista de su calidad,
generalmente la mejor forma de constituir
una SE es con el apoyo y asesoría de una
organización especializada que esté dedi-
cada a la conservación a perpetuidad de
los recursos naturales y que dicha organi-
zación sea de hecho la dueña del fundo
dominante. De esta forma, dicha organi-
zación podrá asesorar al propietario con
información científica y legal, para definir
en conjunto con este las actividades sos-
tenibles más recomendables que pueden
ser llevadas a cabo en la propiedad, defi-
nir una zonificación con base en lo ante-
rior, y los términos de la SE. Además, esta
organización sería la responsable de reali-
zar el seguimiento correspondiente al con-
trato de SE en forma perpetua. Así se es-
taría garantizando mejor el objetivo del
dueño de mantener los valores naturales
de la propiedad a perpetuidad. Este tipo
de organizaciones son conocidas bajo el
término de “land trusts”.
Otro aspecto importante que se debe
considerar es que, después de constituir
una SE, la propiedad de los bienes inmue-
bles no cambia, pues es obvio que los mis-
mos dueños que la constituyeron siguen
siendo sus propietarios hasta que decidan
venderla, si es que algún día lo quieren
hacer. Por ello, sus obligaciones y debe-
res como dueños de la tierra (cuido, man-
tenimiento, etc.) se mantienen.
Con respecto a los deberes y derechos
de los propietarios que constituyen una SE,
en términos generales, el dueño de la pro-
piedad sobre la que se está planificando el
uso futuro básicamente tiene el derecho
de realizar todas las actividades que de-
see con la excepción de aquellas que di-
cha persona voluntariamente ha acordado 59
que desea que no se continúen realizando Las Servidumbres
Ecológicas
en su propiedad (por ejemplo cortar el bos- un mecanismo
jurídico para
que, o construir en ciertas partes ecológi- la conser vación
en tierras
camente importantes de la propiedad, etc.), privadas
mientras que el dueño de la otra propiedad M E M O R I A S
 tiene la responsabilidad de vigilar que se
esté cumpliendo con dichos compromisos.
En relación a los beneficios que aportan
este tipo de instrumentos, el principal es
el concepto de legado que el dueño está
haciendo a perpetuidad debido que su pro-
piedad será utilizada en forma sostenible
y las áreas ecológicamente importantes
serán conservadas por siempre. Ese es un
aporte que hace un individuo (el propieta-
rio) que tiene amplios beneficios sociales.
Este sentido de legado es de suma impor-
tancia para algunos propietarios, ya que
están colaborando para mantener a futuro
el ambiente en el cual ellos han vivido y
disfrutado. Sus hijos y los hijos de ellos
podrán volver a dicha propiedad en el fu-
turo y disfrutar los mismos valores natura-
les que disfrutó el dueño original que creó
la SE. Por otra parte, dicha propiedad con-
tinuará aportando los servicios ambienta-
les que brinda, tales como aire limpio,
agua, evitar la erosión del suelo, mante-
ner la vida silvestre, etc. Es importante
también indicar que se ha considerado que
al crear servidumbres ecológicas ha subi-
do el valor de las propiedades con estas o
el de las propiedades cercanas debido a
que ellas mantienen un ambiente rural y na-
tural en la propiedad a perpetuidad (en la
cual se puede contar por ejemplo con una
residencia y un uso apropiado de a tierra),
que es lo que un sector importante del mer-
cado de bienes raíces actualmente prefiere.
Con respecto al vínculo de las servi-
60 dumbres ecológicas con otros regímenes
de protección de tierras privadas que tie-
El Análisis
Legal de las
nen relación con el gobierno, varios due-
Servidumbres ños de propiedades han constituido servi-
Ecológicas
dumbres ecológicas y a la vez están cum-
M E M O R I A S pliendo los requisitos para ser reconoci-
dos como Refugios Nacionales de Vida Sil-
vestre de Propiedad Privada (RFNV). De
esta forma gozan de otros beneficios tales
como exención del pago del impuesto te-
rritorial. Otros están interesados en reci-
bir dinero por los servicios ambientales que
están dando sus propiedades y para ello
realizan los trámites respectivos con las
oficinas regionales del Sistema Nacional
de Areas de Conservación (SINAC) del
Ministerio de Ambiente y Energía
(MINAE). En ocasiones sucede al contra-
rio, es decir, personas que ya tienen RNVS
o reciben PSA constituyen servidumbres
ecológicas con el fin de proteger los valo-
res naturales de sus tierras a perpetuidad
y para contar con el aporte del sector pri-
vado ambientalista.
En relación con la forma de terminar
una SE, hace falta el acuerdo voluntario
de los dueños de las dos propiedades. Una
vez que existe acuerdo entonces se debe
ir donde un notario público para hacer la
escritura y presentarla al Registro Públi-
co. Todo lo anterior por supuesto, si la
servidumbre no era por un tiempo limita-
do o si se quiere terminar antes de que
venza el plazo originalmente pactado.
No obstante todo lo indicado, el Códi-
go Civil costarricense limita una mayor
aplicación potencial que una figura como
la SE podría llegar a tener en Costa Rica.
Esta limitación nace de la redacción del
artículo 370 y siguientes del Código Civil,
al crear solo las servidumbres prediales,
es decir aquellas en las cuales, como an-
tes se indicó, uno de sus requisitos esen-
ciales es la existencia de dos fundos: el
fundo dominante y el fundo sirviente. Para
el caso de las servidumbres ecológicas,
este requisito ha sido eliminado en otros
países, ya que se autoriza por medio de favor de un fundo dominante, sino directa-
legislación especial la creación de servi- mente a favor de una organización ambien-
dumbres ecológicas que son otorgadas no a talista privada calificada o el gobierno.

Conclusión

El equilibrio entre la protección y el uso apropiado de los

recursos naturales es una de las claves para el desarrollo soste-
nible. El aporte voluntario de los propietarios de tierras priva-
das es vital dentro de los esfuerzos tendientes a dicho fin. El
trabajo del gobierno y de las organizaciones privadas en este
campo es promover dicha iniciativa, colaborar a facilitar su con-
tribución y apoyar dichos esfuerzos.
En dicho marco, existen múltiples formas de contribuir a la
conservación de nuestros recursos naturales. El uso de servi-
dumbres ecológicas se muestra como una opción importante
para un sector de los propietarios privados de la región Lati-
noamericana. Dichos esfuerzos deben ser apoyados y retroali-
mentados con el propósito de incrementar su potencial impacto
y aporte al desarrollo sostenible regional.

61
Las Servidumbres
Ecológicas
un mecanismo
jurídico para
la conser vación
en tierras
privadas
M E M O R I A S
 62
El Análisis
Legal de las
Servidumbres
Ecológicas

M E M O R I A S
 La experiencia de
servidumbres
ecológicas
en el Ecuador
Mónica Tobar
CEDA - ECUADOR
El desarrollo de los instrumentos
legales con fines de conservación
l objetivo de desarrollar ideas creati-
vas y ponerlas en marcha para coadyu-
var el esfuerzo del Estado para prote-
ger y conservar los recursos naturales y
biodiversidad del Ecuador no se hicieron
esperar. Es así como en el taller sobre Con-
servación, realizado en Costa Rica el mes
de Agosto de 1998, se dieron a conocer
las nuevas formas de conservación, y se
mostró cómo en este país, la figura de SE
ha constituido la respuesta para quienes
teniendo grandes cantidades de terreno,
querían conservar sin la intervención del
Estado en su decisión.
Pensar en una SE en el Ecuador, en un
primer momento parecía una idea ambi-
ciosa, pero estábamos conscientes de que
aquella idea requería de todo un proceso
que implicaría desde un análisis detallado
de las posibilidades legales de realizarlo
hasta el mismo hecho de concientización
y profundo entendimiento de la novedosa
figura legal.
Es así como, con el apoyo de TNC el
Centro Ecuatoriano de Derecho Ambien-
tal (CEDA) comenzó a liderar un reto cuyo
éxito en otros países no podía ser opaca-
do por un posible fracaso. Este proyecto
se convirtió en un proceso de aprendizaje
tanto interno para la institución como un
desafío puertas afuera de la organización.
El mismo hecho de introducir una idea, un
concepto nuevo a profesionales en todas
las ramas, propietarios privados, ONG,
personas de gobierno y más aún a los mis-
mos abogados y notarios fue una experien-
cia enriquecedora que desembocó en un
proceso que duraría un año hasta la cons-
titución real y efectiva de la primera servi-
dumbre en el Ecuador.
Después de realizar algunos talleres in-
troductorios de capacitación, comenzó el
trabajo de investigación propiamente di-
cho, de cara a la elaboración del Manual
de Servidumbre Ecológica en el Ecuador
que fuese publicado recientemente. Para
esto realizamos una serie de entrevistas a 63
numerosos conocedores del derecho; ca- Las Servidumbres
Ecológicas
tedráticos de derecho, magistrados de las un mecanismo
jurídico para
Cortes Civiles, Notarios, así como también la conser vación
en tierras
mantuvimos varias entrevistas con el se- privadas
ñor Registrador de la Propiedad, quienes M E M O R I A S
 al principio se veían reticentes a la aplica-
ción innovadora al campo ambiental de
esta figura legal milenaria contemplada en
el Código Civil ecuatoriano como es la ser-
vidumbre. No obstante, luego de grandes
discusiones y debates, muy enriquecedo-
ras por cierto, concluimos que existía una
factible y real aplicación de nuestra nor-
mativa al tema de conservación.
Concluida la investigación, ya con el
primer borrador del Manual, se organiza-
ron talleres, a los que se invitaron a pro-
pietarios privados, abogados, ONG y no-
tarios. El objetivo principal fue el de di-
fundir las experiencias existentes en otros
países, explicar los beneficios y aplicacio-
nes en el caso ecuatoriano e incentivar la
constitución de un modelo en el Ecuador.
Como resultado de estos talleres, se reco-
gieron las opiniones de los asistentes, y
sobre todo las sugerencias de los aboga-
dos, lo cual sirvió par afinar los últimos
detalles del Manual.
Paralelamente, se iniciaron las gestio-
nes pertinentes para constituir ese primer
modelo de SE en el Ecuador. Pese al des-
pliegue de difusión, capacitación y con-
cientización, no obtuvimos mayores resul-
tados en los primeros meses pues algunos
factores incidieron la consecución de di-
cho objetivo. En primer lugar, no existía
ningún referente similar en el país, el “ver
para creer” se hacía inminente. El temor a
limitar su dominio era manifiesto por par-
te de los propietarios privados. En ocasio-
nes, se identificaba la servidumbre como
pérdida del dominio y solamente, una vez
64 comprendida la figura, el temor se volvía
en entusiasmo. Por otra parte, la crítica
El Análisis
Legal de las
situación económica se convirtió en el pri-
Servidumbres mer enemigo de la servidumbre, puesto
Ecológicas
que muchos propietarios privados empe-
M E M O R I A S zaron a analizar la posibilidad de vender
sus terrenos para compensar la crisis eco-
nómica. Actualmente, el entusiasmo es
mayor, puesto que se ha comprendido que
la SE, aparte de conservar, sirve como un
medio para obtener recursos económicos
a través de sus diversas aplicaciones, ta-
les como el ecoturismo. De igual manera,
el propio Estado comienza a ver a estos
instrumentos privados de conservación
como una tabla de salvación inclusive de
tipo económico para conseguir uno de los
objetivos del desarrollo sostenible, el con-
servar sus recursos naturales sin inversión
y con ayuda privada. También se empieza
a ver a la servidumbre como un arma para
combatir las invasiones y expropiaciones,
acciones muy típicas en nuestro país en
terrenos baldíos y privados pero no “muy
bien resguardados”. La idea de que la SE
sea un auto-limitación voluntaria sin in-
tervención estatal, da confianza, credibili-
dad y agilidad en los trámites. Y por últi-
mo, se empieza a crear una cultura con-
servacionista, dando alternativas y com-
binaciones flexibles que la figura misma
de la servidumbre otorga en la utilización
sostenible de los recursos naturales ubi-
cados en un predio privados.
Servidumbre ecológica
entre Jatun Sacha y la
Fundación Health And Habitat:
Primera de Sur América
Pero lo teórico no quedó en el papel.
Queríamos convertir lo intangible en tan-
gible y esas maravillosas ideas hacerlas
realidad. Así, nuestro primer voluntario
para una posible constitución de servidum-
bre fue el representante de la Fundación
Health and Habitat, que había escuchado
acerca de nuestros talleres. Se le hizo una
visita explicativa del proyecto, e inmedia-
tamente nos reunimos con los represen-
tantes de la Fundación Jatun Sacha, los
mismos que entendieron perfectamente la
idea y acogieron con gran entusiasmo
hasta que finalmente se constituyó la ser-
vidumbre, la cual fue registrada como
manda la ley. Actualmente, los constitu-
yentes de la servidumbre, se encuentran
satisfechos por los resultados que han ob-
tenido. Al ser la primera servidumbre en
territorio del Oriente Ecuatoriano, la noti-
cia se ha difundido ampliamente, y existe
un gran interés por parte de otras organi-
zaciones, así como a nivel privado, ecua-
torianas e internacionales para constituir
futuras Servidumbres.
Las perspectivas de estas dos organi-
zaciones pioneras en la aplicación de esta
figura son las de replicar esta experiencia
positiva en la zona del Oriente Ecuatoriano.
El ejemplo de estas dos fundaciones
motivó y creó un gran entusiasmo a un
sinnúmero de usuarios y posibles benefi-
ciarios que se encuentran interesados en
constituir servidumbres ecológicas tanto
dentro del Ecuador como en otros países.
Servidumbre ecológica
El Pahuma
Descripción de la reserva
La Reserva Orquideológica El Pahuma
se encuentra en la Provincia de Pichincha,
a hora y media al Noroccidente de la capi-
tal, en el sector de Tandayapa en la Parro-
quia Nono, se extiende desde el Km. 22
hasta el Km. 24 más 300 de la vía Calacalí
- Nanegalito. La Reserva se encuentra en
el Bosque Húmedo Premontano Bajo. Po-
see una superficie aproximada de 600 hec-
táreas, que se entienden desde los 1.800
m.s.n.m. Hasta los 2.570 m.s.n.m.
Como principales atractivos de la Re-
serva encontramos un conjunto de casca-
das, posas y múltiples senderos que brin-
dan varias alternativas para caminatas de
diferente longitud, además se puede ob-
servar más de 175 especies de orquídeas,
ya sea en el bosque como las que han sido
colectadas, recatadas y resembradas en un
pequeño orquidiario y en el jardín botáni-
co. También existe una alta biodiversidad
tanto en aves como mamíferos como es el
caso de los osos de anteojos, recientemen-
te localizado. Otro factor importante entre
los atractivos de la reserva, es la existen-
cia de cuatro nuevas especies identifica-
das por el Herbario Nacional.
Tomando en cuenta la gran biodiversi-
dad y variedad de atractivos naturales,
culturales y paisajísticos que presenta la
Reserva Orquideológica el Pahuma, en con-
traparte a la creciente pérdida de áreas
naturales que sufre nuestro país día a día
debido a la realización de actividades tra-
dicionales no sustentables como los mo-
nocultivos, la agricultura en áreas no ap-
tas, la ganadería y el pastoreo, se consi-
deró la implementación de una SE cuyos
objetivos fueron:
• La protección del bosque montano y sus
poblaciones de plantas y animales, con
énfasis en las orquídeas;
• Promover la investigación científica en
los bosques montanos
• Dar capacitación ambiental a los pro-
pietarios como al público en general;
• Promover la realización de actividades
que en pro de la conservación y que
sean sustentablemente rentables como
el ecoturismo, como una alternativa
económica sustentable para el desarro-
llo de la Reserva, a través de un plan 65
de manejo que integre la conservación Las Servidumbres
Ecológicas
y el ecoturismo, beneficiando tanto al un mecanismo
jurídico para
medio ambiente como a los propieta- la conser vación
en tierras
rios de la Reserva y la zona. privadas
M E M O R I A S
 Actores
En el proceso de constitución de esta
SE que en la actualidad se encuentra con-
cluida y debidamente registrada en el Re-
gistro de la Propiedad, han participado: la
familia Lima, quien es la propietaria de los
terrenos materia de la servidumbre, la Fun-
dación CEIBA, (Foundation For Tropical
Conservation) organización de los Estados
Unidos que compró tres hectáreas a la fa-
milia con el objeto de constituirse en pre-
dio dominante, y CEDA, encargado de di-
fundir y desarrollar varios instrumentos
legales para la conservación privada en el
Ecuador, y particularmente responsable del
proceso legal de constitución de la SE.
Experiencias
La idea de realizar una servidumbre
nació de la necesidad de optar por una
herramienta o mecanismo que permitiera
mejorar y controlar las relaciones entre los
propietarios de la Reserva, CEIBA, los vi-
sitantes y el medio, con miras a la conser-
vación de los recursos biológicos y cultu-
rales, la protección de fauna y flora inclu-
yendo especies raras o amenazadas, la
calidad de sus aguas y la preservación de
la condición forestal natural para genera-
ciones futuras.
En una primera fase, se realizaron va-
rios acercamientos con los propietarios,
con la finalidad de que conozcan todos los
aspectos relacionados con esta figura le-
gal, sus componentes, sus aplicaciones,
sus ventajas, etc.
Posteriormente, y una vez entendido el
66 alcance y beneficios de la SE por parte de
los propietarios, y bajo su aprobación se
El Análisis
Legal de las
comenzaron a realizar todas las activida-
Servidumbres des necesarias con la finalidad de cumplir
Ecológicas
con los requisitos para su constitución. Uno
M E M O R I A S de estos fue la necesidad de que los pre-
dios dominante y sirviente fueran colin-
dantes, requisito que no existía al mo-
mento de las negociaciones. Para ello,
la Fundación CEIBA hizo la compra de
tres hectáreas a la familia Lima logran-
do de ésta manera cumplir con éste re-
quisito primordial.
El predio dominante, sería el responsa-
ble de monitorear, el cumplimiento del
contrato de SE.
Con el ingreso por concepto de la com-
pra, la familia tuvo la posibilidad de cum-
plir con el pago de algunas obligaciones
tributarias que estaban pendientes de pago
al Estado ecuatoriano, comenzándose ya
a identificar uno de los beneficios de esta
figura legal.
Una de las metas planteadas por la Fun-
dación CEIBA fue la de realizar la consti-
tución de la servidumbre de la forma más
sencilla, práctica y entendible para todas
las partes, en un ambiente de amistad y
compañerismo.
Para la elaboración del documento de
la servidumbre se organizaron varias re-
uniones con los participantes, es decir ha
existido una participación constante de los
involucrados en este proceso lo que ha
originado que se hagan varias reformas y
cambios positivos al documento.
Paralelo a la redacción y en búsqueda
de acuerdos, se realizó la elaboración de
cuatro anexos al contrato, los mismos que
permitieron una descripción y manejo
mucho más amplio de la Reserva: el pri-
mero, la elaboración del mapa en el que
consta la zonificación de la Reserva, el
segundo que constituye la elaboración del
documento de línea base de suma impor-
tancia y esencial para el monitoreo futuro
de la servidumbre, el tercero el plan de
manejo, y el último, que hace referencia a
los incentivos y la negociación a la que
llegaron las partes. Fue un “intercambio
entre la familia y CEIBA” por la realiza-
ción de la servidumbre.
Por otra parte los propietarios, dentro
del proceso de internalización de ésta fi-
gura legal, solicitaron contar con el apoyo
legal de su abogado, siendo este su dere-
cho. Estas consultas originaron algunas
controversias ya que al ser un tema prác-
ticamente nuevo a nivel sudamericano y
particularmente en el Ecuador, y desco-
nocido por la mayoría de profesionales del
derecho, éstas dieron lugar a la celebra-
ción de varias reuniones con el fin de dar
respuestas a las inquietudes planteadas,
procurando en todo momento la equidad y
estabilidad de las partes en beneficio de
las mismas y el proyecto.
Ventajas y desventajas
La principal ventaja ha sido la de tra-
bajar en conjunto, es decir con la partici-
pación directa de la familia, CEIBA y CEDA
en el desarrollo de la SE y sus respectivos
anexos. Este procedimiento, permitió des-
cubrir y trabajar en aspectos de mutuo in-
terés como es el caso del período de tiem-
po por el cual tendrá vigencia la servidum-
bre. En un principio se propuso la realiza-
ción de esta servidumbre a perpetuidad
aceptándose la misma, pero posteriormen-
te y con base en discusiones se llegó al
acuerdo de realizarla por 25 años renova-
bles, por el interés de la familia de que
sus próximas generaciones tomen sus pro-
pias decisiones especialmente en cuanto
a conservación y el ecoturismo.
Por dicha razón, uno de los objetivos
de CEIBA ha sido el proveer de capacita-
ción a la familia no sólo en el campo am-
biental, sino también en lo administrativo,
cultural, ecoturístico, contable y otros
campos que permitan a la familia en el fu-
turo autosustentarse en beneficio familiar
y a favor del desarrollo de la Reserva.
Otro aspecto que fue asunto de varias
discusiones es el relacionado con la ela-
boración de los anexos de la SE, que por
lo que estos implican ameritaron el apoyo
de las partes y sobretodo tiempo. Esto
generó algunos inconvenientes especial-
mente cuando se hizo el requerimiento por
parte del abogado del predio sirviente,
acerca de revisar el plan de manejo para
observar la concordancia del mismo con
el documento de la servidumbre.
Iniciativas legales
CEDA trabajó en los borradores de dos
proyectos de ley importantes para el Ecua-
dor; el primero el proyecto de Ley Forestal
y el segundo el proyecto de Ley de Biodi-
versidad. En éste último hemos tenido la
oportunidad de introducir la figura legal de
“SE” como tal, no bajo el amparo del códi-
go civil, sino una figura que subsista por
sí misma, con algunas modificaciones es-
pecíficas que se adecuen a nuestra legis-
lación con el fin de promover e incentivar
la conservación a través de la iniciativa
privada.
Perspectivas futuras
Las perspectivas futuras de trabajo en
que el CEDA ha comprometido sus esfuer-
zos están en seguir apoyando y asesoran-
do estos procesos, la capacitación, difu-
sión y monitoreo de aquellas servidumbres
constituidas, así como el desarrollo e in-
vestigación de herramientas jurídicas apli-
cables en materia de conservación. La ex- 67
periencia adquirida nos ha dado la pauta Las Servidumbres
Ecológicas
para ayudar a trazar derroteros para futu- un mecanismo
jurídico para
ras personas y organizaciones que quie- la conser vación
en tierras
ran incursionar en el campo de los instru- privadas
mentos privados de conservación tanto en M E M O R I A S
 el Ecuador como en otros países. Es por
esto que el CEDA pretende tener una vi-
sión regional y realizar un trabajo legal en
el área con socios, sean estos persona o
instituciones interesadas en desarrollar el
tema. Creemos que el intercambio de ex-
periencias es fundamental en un proceso
de consolidación en esta visión regional.
Actualmente nos encontramos en un
activo proceso de capacitación y difusión
a nivel nacional, sobre las posibilidades de
aplicación de instrumentos legales con fi-
nes de conservación y como resultado de
este trabajo se encuentra las solicitudes
de varios propietarios de constituir con-
tratos de SE en el corto plazo. Los espa-
cios más importantes de aplicación de es-
tas herramientas legales, se encuentran en
la posibilidad de aplicación con los pro-
pietarios privados que se encuentran den-
tro de las áreas protegidas del Estado, y
en su zona de amortiguamiento.

Conclusiones

Para el desarrollo de este tipo de convenios es esencial la

participación de todos los integrantes es decir que las deci-
siones se tomen en conjunto, escuchando cada una de las
opiniones vertidas, en el número de reuniones que sean ne-
cesarias para generar la mayor cantidad de ideas, pregun-
tas, inquietudes, etc.
Además pensamos que es importante, aunque sea preci-
so adelantar con los trámites legales del documento de la
SE, el tener listo o realizar paralelamente los anexos, lo que
permitirá esclarecer muchas de las inquietudes que se origi-
nen durante la implementación de las servidumbres ecológi-
cas por parte de los participantes de las mismas.
Cabe mencionar que las SE son una opción legal alterna-
tiva a la protección dada por el gobierno a bosques priva-
dos, y puede ser mucho más flexible y adaptable a las nece-
sidades del propietario y la situación en cada sitio.

68
El Análisis
Legal de las
Servidumbres
Ecológicas

M E M O R I A S
 Estudio jurídico de las
servidumbres ecológicas
en el contexto del
derecho colombiano
Eugenia Ponce de León
UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA
Introducción
Es de resaltar la gran importancia de la
experiencia acumulada a nivel regional en
el estudio de las servidumbres ecológicas,
e invito a que los participantes conozcan
documentos sobre la materia (valoración,
monitoreo, procedimiento, inscripción, regis-
tro) difundidos a través de páginas web como
las de TNC y CEDARENA en Costa Rica.
El punto de partida del análisis jurídico
de las SE en Colombia (como en el resto
de países latinoamericanos) fue el estudio
del tratamiento que la legislación civil hace
de las servidumbres.
Definición y aspectos generales
de las servidumbres
“Etimológicamente la palabra servidum-
bre proviene del latín servitudo, servitudi-
nis, lo cual significa condición de siervo,
esclavitud, sumisión, gravamen.”11
La regulación de las servidumbres tie-
ne su origen en el Derecho Romano, del
cual pasaron al Código Napoleónico y des-
pués al Código Civil Chileno, en el que se
inspira el propio Código Civil Colombiano
(C.C).
El Código Civil Colombiano establece 11. KAMSTRA, Jan.
Protected areas.
que la “servidumbre predial o simple ser- Towards a
participatory
vidumbre, es un gravamen impuesto so- approach.
bre un predio, en utilidad de otro predio Netherlands
Committee for
de distinto dueño” (Art. 879). IUCN. Amster-
De esta definición se extraen los si- dam. 1994. p. 13
guientes elementos:
• Se exige la existencia de dos predios
como requisito esencial para su consti-
tución. A diferencia de este, en el caso
de algunos países de derecho anglo-
sajón, pueden crearse servidumbres sin
predio dominante.
• El predio que soporta el gravamen se
denomina sirviente y el que reporta
la utilidad que se conoce como do-
minante.
• Las servidumbres se enmarcan dentro
de los derechos reales que son aque-
llos que se ejercen directamente sobre
las cosas (en latín res), lo que prima en
la relación jurídica no es la considera- 69
ción de determinada persona, sino la Las Servidumbres
Ecológicas
cosa misma, independientemente de un mecanismo
jurídico para
quien sea su titular. Son poderes que la conser vación
en tierras
se ejercitan en forma directa sobre una privadas
cosa, siendo en el caso de la servidum- M E M O R I A S
12. MARTIN MATEO,
Ramón. Tratado
bre, el predio mismo el que se grava o dan aumentar la carga sobre el predio
de derecho am- beneficia. sirviente.
biental. Vol. III.
Recursos Natura-
• Por lo anterior, la servidumbre no pue- · Las servidumbres constituyen una for-
les. Editorial den separarse del predio a que perte- ma de limitar el derecho de dominio
Trivium, S.A. Ma-
drid. 1997. P. necen bien sea activa o pasivamente, (propiedad) y el uso de los bienes in-
309 y ss. p. 311 están adscritas a él de tal manera que muebles, son también una manifesta-
13. En Costa Rica al-
gunos propieta- en principio siguen al fundo, indepen- ción de la función social y ecológica de
rios han utilizado dientemente de quien sea su propie- la propiedad.
la firma de conve-
nios con el go- tario. 12
bierno para la
creación de Refu-
• La legislación exige que los predios per- Derechos y obligaciones de los
gios Nacionales tenezcan a propietarios diferentes, por- predios dominante y sirviente
de Vida Silvestre,
sean de propie-
que la esencia de la servidumbre es li- • Del predio dominante: el que tiene
dad privada o mitar el uso de un predio en beneficio derecho a una servidumbre, tiene tam-
mixta. Estos son
APP que adquie- de otro, razón por la cual, un mismo bién derecho a los medios necesarios
ren con el conve- propietario no requiere constituir una para ejercerla. Así por ejemplo, el que
nio esa categoría
de área protegi- servidumbre para limitar su propio de- tiene a su favor una servidumbre para
da, con lo cual se
adquieren ciertas
recho de uso, ya que ello lo puede ha- tomar agua de un predio vecino, tiene
obligaciones a la cer en ejercicio de su derecho de do- también derecho de tránsito a dicho
vez que se tiene
acceso a ciertos
minio, sin más. Desde las épocas del predio, aunque no se haya establecido
algunos incenti- derecho romano se consagró el princi- expresamente en el título.
vos que la ley es-
tablece. Como pio Nemini res sua servit, que reza que • De manera general, se puede decir que
defecto se les ha nadie puede tener a su favor una servi- el titular del predio dominante tiene
indicado el hecho
de que solo ga- dumbre impuesta sobre una cosa propia. derecho a que se cumplan las limita-
rantizan la con- • Toda servidumbre debe reportar una ciones a que queda sujeto el predio sir-
servación de
esas APP en pe- “utilidad” para el predio dominante. viente en razón de la servidumbre, sin
riodos de tiempo
determinados.
Aquí es necesario aclarar el concepto embargo, debe tenerse en cuenta que
En Brasil existe el de utilidad. Según Valencia Zea por lo al ser la servidumbre un gravamen para
sistema de Reser-
vas Privadas de
general “los servicios y ventajas que se quien la soporta, su ejercicio debe es-
Patrimonio Nacio- extraen del fundo sirviente, represen- tar circunscrito a los actos estrictamen-
nal (RPPN) que
es similar al de tan un valor económico; pero no es te indispensables para su efectividad,
Costa Rica en necesario que lo sea siempre, pues las porque de lo contrario se vulneraría el
ciertas caracte-
rísticas mas se simples ventajas de comodidad, de re- derecho de propiedad. En este sentido,
diferencia en el
carácter perpetuo
creo, de estética, pueden formar el con- queda obligado a no exceder las facul-
que estas sí tie- tenido de la servidumbre.” 13 tades que le corresponden de acuerdo
nen.
• Las servidumbres son indivisibles, por con las necesidades de su predio y no
ello, la división del predio sirviente no puede realizar actos que agraven la ser-
altera la servidumbre que estaba cons- vidumbre en el predio sirviente.
70 tituida sobre él, debe soportarla aquél • Del predio sirviente: el dueño de este
o aquellos a quienes corresponda la predio continúa ejerciendo todos los de-
El Análisis
Legal de las
parte del inmueble que estaba grava- rechos que se derivan de su dominio,
Servidumbres da. Si el predio dominante es el que se con excepción de las limitaciones ex-
Ecológicas
divide, cada uno de los nuevos dueños presas impuestas en virtud de la servi-
M E M O R I A S gozará de la servidumbre, sin que pue- dumbre. Debe abstenerse de realizar
 cualquier acto que altere, disminuya o
haga más incomodo el ejercicio de la
servidumbre para el predio dominante.
El dueño del predio sirviente no está
obligado a hacer obras.
Clasificación de las Servidumbres
Las servidumbres se pueden clasificar
de distintas maneras atendiendo a su ejer-
cicio, a su origen, a la carga que soporta
el predio sirviente y a su manifestación
exterior.
Según su origen, las servidumbres
pueden ser: naturales, legales o volun-
tarias.
Las naturales son aquellas que se de-
rivan de las condiciones naturales de los
predios, por ejemplo el predio inferior está
sujeto a recibir las aguas que descienden
del predio superior de forma natural, sin
que el hombre intervenga en ello.
Las legales tienen su origen en la ley
que las impone para gravar una propiedad
privada con fines públicos o para utilidad
de los particulares. Si el dueño del predio
sirviente se opone a su constitución, el
dueño del predio dominante tiene a su fa-
vor acciones legales para exigirla.
La legislación ambiental colombiana
regula algunos temas relacionados con las
servidumbres, pero no se refiere a las ser-
vidumbres voluntarias (dentro de las que
se encuentra la que hemos denominado
“servidumbre ecológica”), sino que se cen-
tra en las servidumbres administrativas que
pueden imponer las autoridades a los par-
ticulares por razones ambientales (éstas de
acuerdo con la clasificación presentada en
este escrito, corresponden a la categoría
de servidumbres legales). No se trata aquí
de un acuerdo consentido entre particula-
res, sino de imposiciones de autoridad
competente mediante acto administrativo.
Sin embargo, se considera útil hacer una
mención a este tema para ilustrar el trata-
miento que brinda la legislación ambien-
tal a las servidumbres.
El Código Nacional de los Recursos
Naturales Renovables y Protección al Me-
dio Ambiente (CRNR), en su artículo 67 se
refiere de manera general a las restriccio-
nes y limitaciones al dominio privado y al
uso de los recursos naturales de utilidad
pública o interés social, disponiendo que:
“de oficio o a petición de cualquier intere-
sado, se impondrá limitación de domi-
nio o servidumbre sobre inmueble de
propiedad privada, cuando lo impongan
la utilidad pública o el interés social por
razón del uso colectivo o individual del
recurso, previa declaratoria de dicho inte-
rés o utilidad efectuada con arreglo a las
leyes. Tanto la limitación o la servidum-
bre voluntariamente aceptadas como las
que se imponen mediante resolución o
sentencia ejecutoriada, se inscribirán en
la correspondiente oficina de instrumen-
tos públicos...”.
El CRNR en su Parte II, Título IV, seña-
la que las servidumbres de interés privado
se rigen por el C.C., por el Código de Pro-
cedimiento Civil y por las normas espe-
ciales de ese título. De esta manera remi-
te a la legislación civil para su regulación
básica.
Por su parte, la Ley 99 de 1993 que crea
el Ministerio del Medio Ambiente, reorde-
na el sector público ambiental y organiza
el Sistema Nacional Ambiental (SINA),
también se refiere a la posibilidad de las
autoridades ambientales para imponer ser- 71
vidumbres administrativas. En este senti- Las Servidumbres
Ecológicas
do manifiesta que es función del Ministe- un mecanismo
jurídico para
rio: “Adquirir para el Sistema de Parques la conser vación
en tierras
Nacionales Naturales o para los casos ex- privadas
presamente definidos por la presente ley, M E M O R I A S
 bienes de propiedad privada y los patri-
moniales de las entidades de derecho pú-
blico; adelantar ante la autoridad compe-
tente la expropiación de bienes por razo-
nes de utilidad pública o interés social defi-
nidas por la ley, e imponer las servidum-
bres a que hubiese lugar” (Art.5 # 27).
Es función de las Corporaciones Autó-
nomas Regionales: “Adquirir bienes de
propiedad privada y los patrimoniales de
las entidades de derecho público y ade-
lantar ante el juez competente la expro-
piación de bienes, una vez surtida la eta-
pa de negociación directa, cuando ello sea
necesario para el cumplimiento de sus fun-
ciones o para la ejecución de obras o pro-
yectos requeridos para el cumplimiento de
las mismas, e imponer las servidumbres
a que haya lugar, conforme a la ley”
(Art. 33 # 27).
En concordancia con los artículos an-
teriores se encuentra el artículo 107 de la
misma Ley 99 que dispone: “Decláranse
de utilidad pública e interés social la
adquisición por negociación directa o por
expropiación de bienes de propiedad pri-
vada, o la imposición de servidumbres,
que sean necesarias para la ejecución
de obras públicas destinadas a la pro-
tección y manejo del medio ambiente
y los recursos naturales renovables,
conforme a los procedimientos que esta-
blece la ley”.
Las servidumbres voluntarias se
constituyen por el hecho del hombre. Pue-
den constituirse mediante el acuerdo de
voluntades (contrato) de dos o más pro-
72 pietarios para gravar un predio en benefi-
cio de otro, y también se pueden crear
El Análisis
Legal de las
mediante un acto unilateral, como el tes-
Servidumbres tamento. Existe libertad para su creación
Ecológicas
mientras no se comprometa con ellas el
M E M O R I A S orden público, ni se contravengan las leyes.
Por su ejercicio, las servidumbres pue-
den ser: continuas o discontinuas.
Continuas son aquellas que se ejer-
cen permanentemente sin necesidad de un
hecho actual del hombre, el gravamen exis-
te y se mantiene sin necesidad de actua-
ción del titular. El artículo 881 del C.C.
menciona como ejemplo de estas servi-
dumbres, el canal artificial que atraviesa
el predio sirviente el cual siempre existe
aunque en una época del año no corra agua
por el.
Discontinuas son aquellas que se ejer-
cen a intervalos y suponen un hecho ac-
tual del hombre como la servidumbre de
tránsito y la de pastar ganado. El grava-
men sobre el predio sirviente aparece cu-
ando el dueño del predio dominante ejer-
ce su derecho de transitar, de pastar ga-
nado, etc.
Según la carga del predio sirviente,
las servidumbres en la legislación colombia-
na pueden ser: positivas o negativas.
Positivas: cuando el dueño del predio
sirviente se compromete a dejar hacer
algo al dueño del predio dominante en su
inmueble. Como la servidumbre de acue-
ducto o la de tránsito, en las cuales el pro-
pietario del predio gravado deja tomar agua
o transitar al beneficiario. Aquí la carga
consiste en tolerar una acción del dueño
del predio dominante en el predio gravado.
Negativas: Cuando el propietario del
predio sirviente se obliga a no hacer algo
en su propio predio a lo cual tiene dere-
cho, pero que se limita en beneficio del
predio dominante. Por ejemplo, la servi-
dumbre en virtud de la cual se prohibe
construir después de cierta altura, o se
prohibe talar árboles en una zona. Aquí a
diferencia de la positiva, no hay intromi-
sión o actuación del titular del predio do-
minante en el sirviente.
 Según su manifestación exterior las
servidumbres pueden ser: aparentes o
inaparentes.
Aparente es la que esta permanente-
mente a la vista, es decir que su existen-
cia se constata mediante manifestaciones
o signos externos. Por ejemplo, un canal
artificial para transportar agua en la servi-
dumbre de acueducto. Cualquier caminan-
te que pase por el predio puede constatar
que existe una servidumbre porque la obra
o canal se distingue a simple vista.
Inaparente es aquella que no se pre-
senta mediante señales exteriores, es de-
cir no es susceptible de ser identificada a
simple vista. Por ejemplo, la obligación de
no talar un bosque existente en el predio
sirviente. Esta obligación no la puede de-
tectar a simple vista cualquier persona, ya
que no se manifiesta con hechos u obras
externas.
Las Servidumbres Ecológicas
En Colombia se puede definir la servi-
dumbre ecológica como el gravamen o li-
mitación de uso que un particular de ma-
nera voluntaria, impone sobre una parte
o la totalidad de su predio, en beneficio
de otro predio de distinto dueño, con el
fin de contribuir a la conservación, pro-
tección, restauración, mejoramiento y
manejo adecuado de los recursos natura-
les y de los valores ambientales existen-
tes en éste.
Fundamento legal
para la constitución
de Servidumbres Ecológicas
Como se dijo las servidumbres ecológi-
cas se enmarcan dentro de las llamadas
servidumbres voluntarias, y en tal virtud,
el fundamento legal para su constitución
se encuentra en el artículo 937 del C.C.
que deja abierta la posibilidad para cons-
tituir servidumbres voluntarias para cual-
quier fin, señalando expresamente que
existe libertad para su creación, mientras
estas no vulneren el orden público, ni con-
travengan las leyes.
Con fundamento en esta disposición, es
perfectamente posible establecer servi-
dumbres ecológicas en Colombia, tenien-
do como limite el orden público y la lega-
lidad.
Elementos esenciales de las
Servidumbres Ecológicas
De la definición se pueden extraer los
siguientes elementos esenciales de esta
figura  en Colombia:
• Voluntariedad en el gravamen. La ser-
vidumbre ecológica es una auto-limi-
tación que hace el propietario de un
predio sobre su inmueble, mediante la
cual, voluntariamente restringe la cla-
se de uso o la intensidad del aprove-
chamiento que se realiza en el predio
gravado.
• Existencia de dos predios. Por encon-
trarse las servidumbres enmarcadas en
la legislación colombiana, dentro de los
derechos reales, es requisito indispen-
sable para su constitución, la existen-
cia de dos predios uno sirviente y otro
dominante, ya que implica relación en-
tre inmuebles y no entre personas.
• Los predios deben pertenecer a diferen-
tes propietarios. En la legislación co-
lombiana es necesario que los predios
pertenezcan a distinto dueño. La re-
unión del predio sirviente y dominante,
en manos de un mismo propietario, 73
configura una causal de extinción de la Las Servidumbres
Ecológicas
servidumbre: la llamada “confusión”. un mecanismo
jurídico para
• Utilidad o beneficio del predio dominan- la conser vación
en tierras
te. El predio sirviente se grava en be- privadas
neficio del predio dominante. La servi- M E M O R I A S
 dumbre debe reportar una utilidad para
el predio dominante, esa utilidad com-
prende los beneficios tangibles e intan-
gibles que este reciba, sean estos me-
dibles o no económicamente.
• Finalidad u objetivos ambientales. La
servidumbre ecológica tiene como fi-
nalidad contribuir a la conservación,
protección, restauración, mejoramien-
to y manejo adecuado de los recursos
naturales y de los valores ambientales
del predio dominante.
Razones para constituir
una Servidumbre Ecológica
Cuando se habla de servidumbres eco-
lógicas, una de las preguntas que surge
es: ¿Porqué razón alguien limitaría vo-
luntariamente la realización de las ac-
ciones que tiene derecho a ejercer en su
predio?
La respuesta puede ser por simple al-
truismo y por la satisfacción personal de
contribuir a la conservación de los valores
ambientales de una zona, lo que sucede
con mas frecuencia de lo que se cree, como
lo demuestra el hecho de que muchas de
las servidumbres ecológicas existentes en
los países centroamericanos son donadas.
Pero puede suceder también, que ese sen-
timiento de altruismo se vea estimulado
por la posibilidad de acceder a una serie
de incentivos a la conservación previstos
en las legislaciones nacionales o que el
propietario del predio sirviente sea com-
pensado con un pago por los beneficios
prestados.
74 De conformidad con lo anterior, las res-
puestas posibles a la pregunta formulada
El Análisis
Legal de las
se pueden agrupar en las siguientes op-
Servidumbres ciones:
Ecológicas
a. Las servidumbres ecológicas pueden ser
M E M O R I A S donadas por el dueño del predio sirvien-
te. Esto sucede cuando el gravamen se
constituye por mera liberalidad, sin re-
cibir ninguna compensación a cambio.
b. Las servidumbres ecológicas pueden ser
onerosas, cuando el dueño del predio
sirviente las constituye a cambio de un
pago. En las servidumbres voluntarias
existe libertad para que las partes pac-
ten la forma de pago que consideren
mas adecuada, así, ese pago puede ser
en dinero o en especie; puede consistir
en una suma pagada en una sola vez o
pueden pactarse pagos sucesivos o pe-
riódicos; también puede acordarse un
pago sujeto al cumplimiento de ciertas
condiciones inherentes al gravamen
impuesto al predio sirviente.
De esta forma, se pueden establecer acuer-
dos de pago que respondan a las particu-
lares necesidades e intereses de las par-
tes que entablan el negocio jurídico.
En el caso de las servidumbres onero-
sas es necesario precisar cómo se de-
termina el valor a pagar por el grava-
men impuesto al predio sirviente. Se
considera que ese valor debe correspon-
der a una suma equivalente a la que
recibiría el propietario del predio sir-
viente si estuviera aprovechando la
porción de terreno gravada, con el ejer-
cicio de la actividad económica propia
del fundo (por ejemplo la agricultura o
la ganadería). Es decir, que el pago co-
rrespondería al valor de la ganancia que
recibiría, si la parte del predio gravada
se estuviera dedicando al cultivo o pas-
toreo. También se puede pensar en fi-
jar ese valor en razón del costo de opor-
tunidad que soporta el propietario del
predio sirviente al no utilizar una parte
de su predio en actividades productivas.
c. Las servidumbres ecológicas pueden ser
recíprocas, cuando un predio tiene a la
 vez la calidad de sirviente y de domi-
nante con respecto a otro predio, en vir-
tud de dos servidumbres diferentes. En
este caso lo que incita a una persona a
gravar su predio en favor de otro, es el
hecho de que su contraparte también
está limitando su propiedad, en su be-
neficio. Es decir se generan limitacio-
nes y obligaciones mutuas entre las
partes atadas por las servidumbres.
d. Las servidumbres se pueden establecer
a cambio de incentivos que estimulen
a los ciudadanos a interesarse en esta
figura. En la legislación colombiana
existen una gama de incentivos que se
pueden ligar al proceso de puesta en
marcha del programa de servidumbres
ecológicas en el país, los cuales sin
duda pueden contribuir a despertar en
interés ciudadano en este instrumento
privado de protección.
Constitución
de Servidumbres Ecológicas
Las servidumbres ecológicas, se pue-
den constituir básicamente mediante dos
modalidades jurídicas, a saber: mediante
acuerdo de voluntades de dos o más pro-
pietarios (contrato) o mediante un acto
unilateral del particular (testamento).
El Código Civil en su artículo 1495 se-
ñala que el “contrato o convención es un
acto por el cual una parte se obliga para
con otra a dar, hacer o no hacer alguna
cosa. Cada parte puede ser de una o de
muchas personas”.
Los contratos son actos mediante los
cuales se crean o transmiten derechos u
obligaciones entre las partes. El contrato
es ley para las partes, esto es, sus dispo-
siciones obligan a quienes lo suscriben y
las obligaciones que de éste se derivan,
son exigibles mediante acciones legales.
En cuanto a la forma mediante la cual
es factible establecer una servidumbre eco-
lógica por vía contractual, es necesario
distinguir dos posibilidades:
a. Las servidumbres ecológicas se pueden
constituir como parte integrante de las
cláusulas de un contrato tipificado y re-
gulado en la legislación civil, como pue-
den ser los de compraventa, donación
o permuta, entre otros, o
b. Las servidumbres se pueden crear me-
diante la suscripción de contratos cuyo
objeto específico y exclusivo sea la
constitución de la respectiva servidum-
bre ecológica, esto es, mediante con-
tratos civiles atípicos que se rigen por
las normas generales de los contratos
y de las obligaciones y que se sujetan a
las disposiciones generales sobre ser-
vidumbres.
En el primer caso, el contrato persigue
otros fines además de la creación de la
servidumbre, como puede ser, por ejem-
plo, la formalización de un negocio de com-
praventa, y en el segundo caso, tiene como
única finalidad la constitución de la servi-
dumbre.
Por su parte, “el testamento es un acto
más o menos solemne, en que una perso-
na dispone del todo o de una parte de sus
bienes para que tenga pleno efecto des-
pués de sus días, conservando la facultad
de revocar las disposiciones contenidas en
él mientras viva” (Art. 1055 C.C.).
El testamento es un acto unipersonal y
la facultad de testar es indelegable. (Art.
1059 y 1060 C.C.).
Para la constitución de servidumbres se 75
exigen los requisitos generales que se exi- Las Servidumbres
Ecológicas
gen a cualquier persona que es parte de un mecanismo
jurídico para
un acto o un negocio jurídico, en este sen- la conser vación
en tierras
tido, el artículo 1502 del C.C. señala: “Para privadas
que una persona se obligue a otra por un M E M O R I A S
 acto o declaración de voluntad, es nece-
sario: 1) que sea legalmente capaz; 2) que
consienta en dicho acto o declaración y
su consentimiento no adolezca de vicio,
3) que recaiga sobre un objeto lícito;
4) que tenga causa lícita.
La capacidad legal de una persona con-
siste en poderse obligar por sí misma, y
sin el ministerio o la autorización de otra.”
(Art. 1502 C.C.).
Requisitos formales
para la constitución
de servidumbres ecológicas
De manera general en la legislación ci-
vil colombiana, los títulos constitutivos de
derechos reales sobre inmuebles están
sujetos a registro (Decreto 1250 de 1970).
Por ser la servidumbre un gravamen que
se impone sobre la propiedad inmueble,
su constitución y tradición, bien sea me-
diante contrato o por testamento, es so-
lemne, esto es, requiere escritura pública
inscrita en la oficina de registro de instru-
mentos públicos y privados.
El artículo 1857 del C.C. señala que “la
venta de los bienes raíces y servidumbres
y la de una sucesión hereditaria, no se re-
putan perfectas ante la ley, mientras no se
ha otorgado escritura pública”.
Por tratarse de un derecho real, la cons-
titución de servidumbres debe contar con
título y modo. El título es el contrato o el
testamento, según el caso, y el modo de
adquisición de este derecho es la tradi-
ción, que se surte con la inscripción del
título en la oficina de instrumentos públi-
76 cos y privados.
La tradición en la legislación civil, es
El Análisis
Legal de las
un modo de adquirir y transmitir derechos
Servidumbres reales, como las servidumbres, y consiste
Ecológicas
en la entrega que el dueño hace de ellas a
M E M O R I A S
otro, habiendo por una parte la facultad e
intención de transferir el derecho, y por
otra, la capacidad e intención de adquirir-
lo. Para que sea válida la tradición se re-
quiere un título traslaticio del derecho,
como puede ser el contrato de compraven-
ta, permuta, donación u otro.
El C.C en su artículo 760 dispone que:
“la tradición de un derecho de servidum-
bre se efectuará por escritura pública,
debidamente registrada, en que el tra-
dente exprese constituirlo y el adquiren-
te aceptarlo; podrá esta escritura ser la
misma del acto o contrato principal a que
acceda el de la constitución de la servi-
dumbre”.
De conformidad con lo anterior, queda
claro que la constitución de servidumbres
ecológicas esta cubierta por la solemni-
dad consistente en la exigencia de levan-
tar escritura pública ante notario público
y de registrar dicha escritura en la oficina
de instrumentos públicos y privados.
La importancia de la inscripción radica
en que es el registro el que hace que la
servidumbre sea oponible y surta efectos
jurídicos frente a terceros, y no simplemen-
te entre las partes comprometidas. Por ello,
una vez registrada la servidumbre, nadie
puede alegar su desconocimiento ya que
la inscripción brinda publicidad a los ac-
tos que afectan el dominio y demás dere-
chos reales sobre inmuebles.
El registro también cobra importancia
cuando la propiedad gravada con la servi-
dumbre es vendida ya que en este caso, la
servidumbre se torna vinculante para el
nuevo propietario, quien no puede argu-
mentar que desconocía su existencia, por-
que con el registro se surte la publicidad
de los negocios jurídicos que afecten bie-
nes inmuebles.
 Flexibilidad jurídica
de las Servidumbres Ecológicas
Las servidumbres voluntarias tal como
están concebidas en la legislación colom-
biana, presentan unos rasgos que les con-
fieren una flexibilidad y adaptabilidad es-
pecial, lo que permite su adecuación a dis-
tintas circunstancias. Lo anterior, sin duda
potencia su posible utilización como ins-
trumento jurídico para contribuir a la pro-
tección, conservación y manejo de los re-
cursos naturales y del ambiente.
Entre estos rasgos sobresalen:
a. La servidumbre o la limitación de uso
puede imponerse sobre la totalidad o
sobre una parte del predio sirviente. Ge-
neralmente, y por voluntad de las par-
tes, rige solo sobre una porción del pre-
dio, con lo cual el propietario puede
continuar realizando actividades pro-
ductivas en el resto del terreno.
b. No se exige que los predios dominante
y sirviente sean continuos o colindan-
tes. La definición se limita a establecer
que la servidumbre es un gravamen im-
puesto sobre un predio, en utilidad de
otro predio de distinto dueño, sin exi-
gir de forma expresa que exista rela-
ción de colindancia entre ellos. Lo que
sí se requiere es que se dé una comu-
nicación entre ambos predios, que está
basada en la utilidad que recibe el pre-
dio dominante, que es lo que en últi-
mas justifica que entre ellos se esta-
blezca una relación de servidumbre.
De conformidad con lo anterior, se re-
quiere que exista un nexo que justifi-
que la relación que se establece me-
diante la servidumbre entre el predio
sirviente y el dominante. Así, las obli-
gaciones a que somete el predio que
soporta la servidumbre, deben ser co-
rrelativas a los beneficios y derechos
que recibe en virtud de ella, el predio
dominante.
c. Las servidumbres pueden ser recípro-
cas o mutuas. Esto se presenta cuando
se constituyen dos servidumbres sobre
los mismos predios, donde cada uno de
ellos es al mismo tiempo sirviente y
dominante con respecto al otro, pero
con fundamento en servidumbres dis-
tintas. Esta posibilidad resulta de gran
utilidad en áreas extensas con valores
naturales sobresalientes que se encuen-
tran parceladas en distintos predios,
donde todos tienen una función ecoló-
gica con respecto al área total, por lo
cual, cada predio debe gravarse y be-
neficiarse al tiempo con la servidum-
bre, y de esta forma contribuir a la pro-
tección del ecosistema.
En cada uno de los actos de constitu-
ción de las servidumbres recíprocas se
deben diferenciar claramente los dere-
chos y obligaciones que corresponden
a cada predio como sirviente, en un
caso, y como dominante, en el otro.
d. Las servidumbres pueden ser perpetuas
o temporales. La legislación deja liber-
tad a las partes para pactar el tiempo
que consideren oportuno para cumplir
los fines de la servidumbre. La posibili-
dad de establecer un plazo a la vigen-
cia de las servidumbres se deduce de
la causal de extinción prevista en el
numeral 2 del artículo 942 del Código
Civil, según la cual, éstas se extinguen
“por la llegada del día o de la condi-
ción, si se ha establecido uno de estos
modos”. 77
e. Las servidumbres no alteran la titulari- Las Servidumbres
Ecológicas
dad de los predios comprometidos. Los un mecanismo
jurídico para
propietarios conservan sus títulos, no la conser vación
en tierras
hay cambio de dueño, sino una auto- privadas
limitación al ejercicio de ciertos atri- M E M O R I A S
 butos derivados del derecho de domi-
nio, consentida y acordada por las partes.
Extinción de las servidumbres
El Código Civil establece en su artículo
942, las causas por las cuales se extinguen
las servidumbres, a saber:
1. Por la resolución del derecho del que la
14. Si bien no son lo ha constituido. Esto puede suceder, por
mismo, las servi-
dumbres ecoló-
ejemplo, cuando quien constituyó la
gicas son una servidumbre no era el propietario, sino
adaptación en
el sistema de
un usufructuario, a quien se le vence
Derecho Civil de su derecho de usufructo.
la figura del
“conservation 2. Por cumplimiento del plazo, si es tem-
easement” exis- poral, o de la condición si se ha esta-
tente en el dere-
cho anglosajón. blecido sujeta a condición resolutoria.
“La condición es un hecho futuro e in-
cierto del cual depende el nacimiento o
la resolución de un derecho. Si la llega-
da del hecho puesto como condición
tiene el efecto de extinguir el derecho,
la condición es resolutoria y, por tanto,
una servidumbre sometida a sus efec-
tos se resuelve por tal causa si se cum-
ple el hecho puesto como condición14”.
78
El Análisis
Legal de las
Servidumbres
Ecológicas
M E M O R I A S
3. Por confusión, o sea la reunión perfec-
ta e irrevocable de ambos predios en
manos de un mismo dueño. Cuando el
dueño de uno de ellos compra el otro,
perece la servidumbre;
4. Por renuncia del dueño del predio do-
minante.
5. Por prescripción extintiva, es decir, por
dejar de gozarla durante 20 años. Si la
servidumbre no se usa por el dueño
del predio dominante, durante 20 años,
se libera el predio sirviente de la car-
ga, porque no tiene sentido mantener
la limitación per se. En las servidum-
bres discontinuas este tiempo corre
desde que dejan de gozarse y en las
continuas desde el momento en que
se ejecute un acto contrario a la servi-
dumbre.
6. Por desaparición de la causa que moti-
vó su constitución.  Esta causal no esta
en el artículo 942 pero la adiciona la
doctrina porque es lógico que si el pre-
dio dominante ya no necesita la limita-
ción, ésta no tiene porque subsistir.
 Anexos
Anexos

© WWF Colombia • Fotógrafo D.M. Garcés

79
Bahía de Utría - Chocó Las Servidumbres
Ecológicas
un mecanismo
jurídico para
la conser vación
en tierras
privadas
M E M O R I A S
 80
Anexos 1
Programación

M E M O R I A S
 Anexo 1
Programación

29 de Mayo
8:30 a.m Instalación
9:00 a.m. Contexto Latinoamericano de Conservación en Tierras
Privadas. Juan José Dada The Nature Conservancy.
9:45 a.m. Presentación sobre Incentivos a la Conservación.
Juan José Dada The Nature Conservancy.
10:30 a.m. Refrigerio.
10:45 a.m. Estudio Jurídico de las Servidumbres Ecológicas en el
Contexto del Derecho Colombiano Eugenia Ponce de
León. Profesora Especialización en Derecho del Medio
Ambiente, Universidad Externado de Colombia.
11:30 a.m. Procesos Históricos de la Propiedad Privada de la Tie-
rra en Colombia. Absalón Machado. Centro de Estu-
dios Ganaderos y Agrarios.
12:15 m. Almuerzo.
2:00 p.m. Incentivos Económicos para la Conservación de la Bio-
diversidad Ximena Barrera WWF. Colombia.
2:45 p.m. Potencialidades y Avances en la Conservación en Tie-
rras Privadas en Colombia. Arturo Jiménez. Área de Po-
lítica y Legislación. Red de Reservas Naturales de la
Sociedad Civil).
3:30 p.m Inicio de mesas de trabajo.
4:30 p.m. Refrigerio.
4:45 p.m. Retorno a mesas de trabajo.
6:00 p.m. Finalización jornada. 81
Las Servidumbres
Ecológicas
un mecanismo
jurídico para
la conser vación
en tierras
privadas
M E M O R I A S
 30 de Mayo
9:00 a.m. Estudio de caso Costarricense. Carlos Chacón
Centro de Derecho Ambiental y Recursos Natura-
les. Director Ejecutivo de CEDARENA Land Trust.
9:45 a.m. Estudio de caso Ecuatoriano. Mónica Tobar Cen-
tro Ecuatoriano de Derecho Ambiental CEDA.
10: 30 a.m. Refrigerio.
10:45 a.m. Estudio de caso Hondureño. Juan José Dada The
Nature Conservancy Programa Honduras.
11:30 a.m. Estudio de caso Colombiano. Clara Solano Direc-
tora Programa Andes Tropicales. Fundación Na-
tura
12:00 m Almuerzo.
2:00 p.m. Mesas de trabajo.
3:30 p.m. Plenaria.
5:30 p.m. Clausura.

Temas de Mesas de Trabajo

Mesa 1: ELEMENTOS JURIDICOS DE LAS SERVIDUM-
BRES ECOLOGICAS EN COLOMBIA
Mesa 2: INCENTIVOS

82
Anexos 1
Programación

M E M O R I A S
 Anexo 2
Participantes
SEMINARIO “LAS SERVIDUMBRES ECOLOGICAS COMO MECANISMO JURIDICO
PARA LA CONSERVACION DE TIERRAS PRIVADAS” MAYO 29 Y 30 DE 2001
Entidad Participante Dirección Teléfono E-mail

ACMA Félix Fernández Cra. 8 No 9 - 18 0987 502082

Garagoa (Boyacá)
ADC Jaime Paz Solano Calle 10 V No 36 - 28 092 7231022 adc@col2.telecom.com.co
Pasto (Nariño)
Asociación Tierra de Esperanza Jesús Orozco
CAM María Cristina Sánchez Cra 1 No 60 - 79 8765017 Cam@col1.telecom.com.co
Neiva (Huila)
CECODES Santiago Madriñán Cra 12 No 93 - 31 (405) 6221224 cecodes@cable.net.co
Director Ejecutivo
CEDA - Centro Ecuatoriano Mónica Tobar Eloy Alfaro 1170 y Rusia 3 (593 -2) 231410 mtobar@interactive.net.ec
de Derecho Ambiental piso Quito - Ecuador 231411
CEDARENA Carlos Chacón Apartado 134 - 2050 (506) 2837080 cchacon@cedarena.org
San José - Costa Rica
Comité Ad Hoc de incentivos Magdalena Castellanos Diag. 85 A No 27 - 64 6217565 esawa@multi.net.co
Consultoría Ambiental y Colectiva Ana María Sánchez Cra. 21 No 82 - 70 of. 408 6170839 namar_sanchez@hotmail.com
CAR Luis Hernán Cadena Cra 7 No 10 - 43 Villeta 0918 446577
(Cundinamarca) 446249 luishcadena@latinmail.com
M E M O R I A S

Las Servidumbres
la conser vación

un mecanismo
jurídico para

Ecológicas
en tierras
privadas

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Participantes
Anexos 1

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Entidad Participante Dirección Teléfono E-mail
Departamento Nacional Maria José Calderón Calle 26 No 13 - 19 5960300 mcalderon@dnp.gov.co
de Planeación Piso 10 5663666
Fax: 5999531 Ext.
2782
Departamento Nacional Claudia Hernández Calle 26 No 13 - 19 Piso 10 5960300 - 5663666 chernandez@dnp.gov.co
de Planeación Asesora Subdirección Fax: 5999531
de Estudios Ambientales
Federación Colombiana Catalina Bello Calle 14 No 8 - 79 Piso 2 3360430 cbello44@hotmail.com
de Municipios
Federación Colombiana Marta Reina Calle 14 No 8 - 79 Piso 2 3360430 martareina@laciudad.com
de Municipios
Federación Colombiana Esperanza Ruiz Calle 14 No 8 - 79 Piso 2 3360430
de Municipios
Fondo Ganadero del Centro Arturo Palacio Jaramillo 8868892 Fax: 868895
Manizales (Caldas)
Fundación ECOAMAZONIA Gabriel Barrera Calle 3 No 9 - 65 0984 251780 chacaluno@hotmail.com
Colón (Putumayo)
Fundación FES Pedro Moreno Calle 23 N No 5AN - 47 fesplan@col2.telecom.com.co
Cali (Valle)
Fundación Horizonte Verde Lourdes Peñuela Villacentro Local 4 632494 horizonteverde@telesat.com.co
Villavicencio (Meta)
Fundación Natura Elsa Matilde Escobar Calle 61 No 4 - 26 3456188 - 3451042 enatura@impsat.net.co
Directora Ejecutiva
Fundación Natura Clara Solano Calle 61 No 4 - 26 3456188 - 3451042 anatura@impsat.net.co
Jefe Programa Andes
Tropicales
 Entidad Participante Dirección Teléfono E-mail

Fundación Natura Carolina Roa Calle 61 No 4 - 26 3456188 - 3451042 dnatura@impsat.net.co

Investigadora Programa
Andes Tropicales
Fundación ZIO - AI Jesús Sierra Cra 16 No 34 - 48 Of 203 2884871 fzioai@andinet.com
Fundación ZIO - AI María Puerres Cra 16 No 34 - 48 Of 203 2884871
FUNDEPUBLICO Juan Felipe Ogliastri Calle 62 No 3 - 18 2356637 - 2104586 fundepublico@cable.net.co
2117077 ogliastri@yahoo.com
IDEADE Ernesto Puertas Cra 7 No 42 - 37 3208320 Ext. 4819
IGAC Jaime Urrego Cra 30 No 48 - 51 3683666 - 2126700
Jefe oficina de avaluos Subdirección de Catastro
ILSA Margarita Flórez. Calle 38 No 16 - 45 2884772 - 2884432 debate@multinet.co
Directora Ejecutiva.
Instituto Alejandro Sara Hernández Calle 37 No 8 - 40 3323434 shernandez@humboldt.org.co
Von Humboldt Comité Ad Hoc de
incentivos a la conservación
de la biodiversidad
Ministerio del Interior Nancy Machado Cra 8 No 13 - 31 Piso 6 5662639 - 5625456 asunindi@colomsat.net.co
Dirección General Dirección General de
Asuntos Indígenas. Asuntos Indígenas
Ministerio del Interior Luz Maria Valderrama Calle 13 No 8 - 28 Piso 3 5662465 - 5662466
Dirección General Asuntos Valencia
Comunidades Negras. Directora general de
Asuntos Comunidades
Negras
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la conser vación

un mecanismo
jurídico para

Ecológicas
en tierras
privadas

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M E M O R I A S

Participantes
Anexos 1

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Entidad Participante Dirección Teléfono E-mail

Ministerio del Medio Ambiente Liliana González. Cll. 37 No. 8-40. 3323434
Oficina Jurídica.
Ministerio del Medio Ambiente Zamira Lozano Cll. 37 No. 8-40. 3323434 zlozano@minambiente.gov.co
Oficina Jurídica zamilozano@hotmail.com
Notaría 48 Miguel Angel Díaz Avda Caracas No 75 -77 3457558 - 3457559 m_diaz@epmbog.net
Notario
Pontificia Universidad Javeriana Juan Camilo Cárdenas Cra 7 No 42 - 27 Piso 8 3208320 Ext 4814 jccarden@javeriana.edu.co
Investigador
Procuraduría Delegada para Luis Antonio Rodríguez. Cra. 5a No 15 - 80 Piso 12 3425036
Asuntos Agrarios y Ambientales
Procuraduría General de la Nación Reynaldo Muñóz 28818252
Procurador Delegado
Rama Judicial Beatriz Martínez Quintero Cra 7 No 14 - 23 Piso 3 2849095 - 2840476 bettymar2000@hotmail.com
Magistrada del Tribunal
Contencioso Administrativo
Red de Reservas Naturales Juan Camilo Mira Avda 9 Norte No 22-07 092 6534538 jcmira@resnatur.org.co
de la Sociedad Civil Director Ejecutivo Cali (Valle) 6606133
Red de Reservas Naturales Arturo Jiménez Avda 9 Norte No 22-07 092 653453 arturojimenez@resnatur.org.co
de la Sociedad Civil Abogado Cali (Valle) 6606133
Reserva Cerca Viva Marta Lucía Prado Cámara de Comercio de 5927971 tamarprado@yahoo.com
Leticia (Amazonas)
Reserva Las Moyas Claudia I. Mesa 3426140 claudia-juana@yahoo.com
Reserva Pullitopamba Gerardo Dulce Calle 17 No 25 - 66 72995860
Pasto (Nariño)
 Entidad
Reserva REVACA
Reserva Rosa de los vientos
Reserva Semillas de Agua
Reserva Semillas Tibasosa
Reserva Ungandí
SIMA
SIMA
SIMA
Superintendencia
de Notariado y Registro
Superintendencia
de Notariado y Registro
Superintendencia
de Notariado y Registro
The Nature Conservancy
M E M O R I A S
Las Servidumbres
la conser vación
un mecanismo
jurídico para
Ecológicas
en tierras
privadas
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Participante Dirección
Rubén Escamilla Cra 75 No 6 - 110 Apto 101
Pasto (Nariño)
Margarita Rosa Tirado Cra 13A No 1A - 47
Parque Fundadores
Armenia (Quindío)
Fredy Antonio Prieto Avda 8 No 10 - 40
Cajamarca (Tolima)
Oscar Cely Boyacá
Piedad Cristina Tamayo Cra 21 No 47 - 142
Medellín (Antioquia)
Ramiro Lucio Avda Caracas No 75 -77
Juan Anibal Duque Avda Caracas No 75 -77
Jaime Santos Avda Caracas No 75 -77
Margarita Montes Calle 26 No. 13-49 int. 201.
Luz Marina Suaza Calle 26 No. 13-49 int. 201.
Patricia Hernández Calle 26 No. 13-49 int. 201.
Jerry Touval
Director Programa
para Colombia
Teléfono E-mail
092 3311188 rubenesfpu@telasat.com.co
7548163 - 7458033 mar@armenia.multi.net.co
098 2871087 semagua@multiphone.net.co
7793137 - 7727324 semillas@hotmail.com
osccely@yahoo.com
2697540 cristalfayoun@hotmail.com
4521000(440)
3457558 - 3457559 sima@impsat.net.co
3457558 - 3457559 sima@impsat.net.co
3457558 - 3457559 sima@impsat.net.co
2811877 - 2810809 margiemontes@hotmail.com
2811877 - 2810809
2811877 - 2810809
jtouval@tnc.org
M E M O R I A S

Participantes
Anexos 1

88
Entidad Participante Dirección Teléfono E-mail

The Nature Conservancy María del Pilar Barrera Cra 21 No 84 / 26 2570869 pbarrera@colnodo.apc.org
The Nature Conservancy Juan José Dada jjdada@racsa.co.cr
UAESPNN Marta Suárez Cra. 10a. No. 20-30 3410676. 3415331. planific@col1.telecom.com.co
Subdirección de Gestión
UAESPNN María Isabel Rincón 3412218
UAESPNN Vanessa Vélez Cra. 10a. No. 20-30 3410676. 3415331. vanevelez@hotmail.com
Grupo Jurídico
UAESPNN Felipe García Cra. 10a. No. 20-30 3413787 fgarcia@minambiente.gov.co
Comité Ad - Hoc de
incentivos a la conservación
de la biodiversidad
Subdirección Aministrativa
UAESPNN Zulma Martínez Cra. 10a. No. 20-30 3413787 aae3@hotmail.com
UAESPNN Libardo Suárez Avda Quebrada Seca No 30-44 0976 6349418 libardosuarez@usa.net
Regional Norandina Bucaramanga (Santander) 6349423
UAESPNN Jorge Díaz Avda Quebrada Seca No 30-44 0976 6349418 jordiazmesa@yahoo.com
Jefe Santuario Flora Bucaramanga (Santander) 6349423
y Fauna Guanentá
Alto Río Fonce
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES John Iván Nova 033 2321461 johnnova@hotmail.com
UNIVERSIDAD EXTERNADO Oscar Darío Amaya. Calle 12 No 1 - 17 Este 2826066
DE COLOMBIA Director Especialización ext 1161 1163
en Derecho del Medio
Ambiente.
 Entidad Participante Dirección Teléfono E-mail

UNIVERSIDAD EXTERNADO Maitte Londoño Calle 12 No 1 - 17 Este 2826066 mplospina@hotmail.com

DE COLOMBIA Coordinadora Especialización ext 1161 1163
Derecho del Me
UNIVERSIDAD EXTERNADO Marta Oeding Calle 12 No 1 - 17 Este 2826066 jdlp50@mixmail.com
DE COLOMBIA Coordinadora Maestría ext 1161 1163
Derecho
UNIVERSIDAD EXTERNADO Eugenia Ponce de León 6180935 eponce@multi.net.co
DE COLOMBIA Profesora Especialización
Derecho
UNIVERSIDAD EXTERNADO Andrea Guauque Calle 12 No 1 - 17 Este 2826066 guauque@hotmail.com
DE COLOMBIA Departamento de Derecho ext 1161 1163
del Medio Ambiente
UNIVERSIDAD EXTERNADO Adriana Zuluaga Calle 17 A sur 25167775 - 3131057 azulu@epm.net.co
DE COLOMBIA No 48 - 94 Bl. 2 (417) azulu@hotmail.com
Medellín (Antioquia)
UNIVERSIDAD EXTERNADO Carolina Montes Calle 12 No 1 - 17 Este 3419900 Ext 1163 caritomontes@yahoo.com
DE COLOMBIA caritomontes@hotmail.com
Universidad Nacional Absalón Machado Cra 18 No 109 - 55 (302) 6201994
de Colombia
UNIVERSIDAD NACIONAL Fernando Cortés proyectar@proyectar.ciudad.com
DE COLOMBIA
WWF Maria Ximena Barrera Cra 35 No 4A - 25 5585577 - 5585588 xbarrera@wwf.org.co
San Fernando - Cali (Valle)
Sandra Bessudo Cra 11 No 82 - 01 Piso 4 2567140 - 6185474 sbessudo@latinamil.com
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Las Servidumbres
la conser vación

un mecanismo
jurídico para

Ecológicas
en tierras
privadas

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 Anexo 3
Estudio del caso
Servidumbres Ecológicas e Incentivos
para la Conservación de Cuencas Hidrográficas:
La experiencia en el Lago de Yojoa, Honduras
Juan José Dada
THE NATURE CONSERVANCY(*)
Presentación
l estudio de caso resume las accio-
nes y los resultados de la utilización
servidumbres ecológicas como herra-
mienta para proteger una microcuenca
productora de agua, para el consumo de
(*) Este documento la población en la ciudad de Santa Bárba-
corresponde a la ra, en la zona de Yojoa, Honduras. Este
trascripción de la
Publicación he- esfuerzo se inició durante los primeros seis
cha con idéntico meses del año 2001 y logró combinar, per-
titulo por TNC,
PROARCA/CA- fectamente, una herramienta de conser-
PAS, AMUPRO-
LAGO y USAID
vación de tierras privadas con varios in-
(quien apoyo fi- centivos para garantizar el objetivo de pro-
nancieramente el
proyecto.
teger el agua.
Debido a que toda la tierra en la mi-
crocuenca de esta naciente está en ma-
nos de propietarios privados ya que lo ideal
es que se mantenga de esta manera, se
escogieron las servidumbres ecológicas
como la herramienta de conservación que
mejor se ajustó a las necesidades de los
90 propietarios y del municipio.
Para motivar a los propietarios a que
limitaran voluntariamente el uso de sus
Anexos 1
Estudio tierras por medio de las servidumbres, se
del caso
exploraron y diseñaron diferentes tipos de
M E M O R I A S incentivos. Entre ellos, se analizó la po-
sibilidad de ofrecerles una reducción en
los impuestos territoriales y se implemen-
tó un sistema de pagos en efectivo por
cada hectárea que se destinara a la pro-
ducción y protección del agua. También
se le ofreció, a cada propietario, el apoyo
técnico para mejorar sus prácticas agríco-
las y el apoyo legal para defender su tie-
rra, si en algún momento se encontrara
amenazada su tenencia.
Los resultados que se exponen corres-
ponden al trabajo de AMUPROLAGO, una
organización local dedicada al desarrollo
y la protección del lago Yojoa y su área de
influencia, con el apoyo técnico y la orien-
tación de la “Iniciativa Latinoamericana de
Conservación en Tierras Privadas” y el Pro-
grama de Honduras, ambos de The Nature
Conservancy; y el apoyo financiero del
proyecto PROARCA/CAPAS/TNC financia-
do por USAID.
El lago de Yojoa
El lago de Yojoa es el único lago natu-
ral que tiene Honduras y es la reserva
natural de agua dulce más grande de Hon-
duras. Se encuentra en el centro - norte
del país y está bordeado por la carretera
más importante del área; con sus aguas
se genera el 20% de la energía hidroeléc-
trica de la Nación.
Según estudios científicos, los princi-
pales problemas en la cuenca del lago son:
• Uso de técnicas inadecuadas para el
cultivo de la tierra.
• Uso irracional de los recursos.
• Falta de concienciación, capacidad y
organización comunitaria.
• Ningún control en el otorgamiento de
permisos para el aprovechamiento de
recursos.
• Crecimiento desordenado de la población.
• Deforestación y uso inadecuado del
suelo, debido a la agricultura migra-
toria.
• Instalación de industrias sin el requeri-
miento mínimo de evaluación de impac-
to ambiental.
Como las principales causas de los pro-
blemas que afectan los recursos natura-
les, se menciona que el marco institucio-
nal y legal disperso, débil y contradicto-
rio. Al no existir instrumentos de gestión
que funcionen efectivamente, se generan
fallas de mercado y señales e incentivos
que llevan a la explotación de los recursos
naturales.
Las instituciones locales y regionales
son claves para la gestión de los recursos
naturales. No obstante, estas funcionan
débilmente y carecen de recursos finan-
cieros, técnicos y humanos para encarar
el desafío.
Existen grandes necesidades insatisfe-
chas en el área rural en materia de educa-
ción, acceso a servicios, información y
oportunidades comerciales que limitan el
uso ideal de los recursos naturales. En
general, la región enfrenta un nivel de po-
breza estructural que perpetúa un círculo
vicioso de interdependencia entre la mar-
ginalidad de la población y la sobreexplo-
tación de los recursos naturales.
La cuenca del lago de Yojoa es com-
partida por varios municipios autónomos,
que han decidido trabajar unidos y coordi-
nados en el desarrollo de la región y la con-
servación de sus recursos naturales.
AMUPROLAGO, creada en 1995, es una
asociación de carácter privado sin fines de
lucro, conformada por dieciséis de las mu-
nicipalidades interesadas en promover el
desarrollo del área de influencia de la cuen-
ca del lago de Yojoa. Entre sus principa-
les objetivos están el fortalecimiento de las
municipalidades socias, la protección del
lago y el manejo sostenible de los recur-
sos naturales de su cuenca.
Los municipios de AMUPROLAGO se
han unido con el fin de promover un desa-
rrollo integrado de la región que confor-
man. Dentro de su plan de desarrollo, han
identificado la necesidad de fortalecer la
gestión municipal en cuanto al desarrollo
económico local, con actores de sus pro-
pios municipios que promuevan el desa-
rrollo sostenible.
El acceso de la población a fuentes de
agua limpias y sanas es la preocupación
principal de los dirigentes municipales
actuales. Además, están interesados en
mejorar las condiciones de ingreso y cali-
dad de vida de todos los asentamientos
en la región. Los datos socioeconómicos
revelan que estas poblaciones tienen gran-
des limitaciones en servicios públicos,
educación y seguridad en la tenencia de
sus tierras. 91
A pesar de la riqueza natural del área, Las Servidumbres
es evidente que el mal uso de los recursos Ecológicas
un mecanismo
naturales está limitando las oportunidades jurídico para
la conser vación
para lograr un desarrollo sostenible. En ge- en tierras
privadas
neral, se observan procesos acelerados de M E M O R I A S
 degradación de suelos, bosques, aguas y
pérdida de biodiversidad. Los procesos de
deforestación, erosión y contaminación
que se evidencian son crecientes e impac-
tan directamente el equilibrio ecológico y
la sostenibilidad productiva.
Proteger este patrimonio nacional fue
el primer objetivo de los municipios que,
en 1995, formaron AMUPROLAGO (Aso-
ciación de Municipios para la protección
del Lago y su área de influencia). Hoy la
integran dieciséis municipios representa-
dos en la Asamblea General por sus cor-
poraciones municipales (cuerpo legislati-
vo de esta división territorial), los cuales
se proponen un objetivo mayor: “Buscar el
desarrollo integral y sostenido de la región,
en la que residen unos 350,000 habitantes”.
En el marco de su autonomía, los mu-
nicipios, por medio de su órgano de go-
bierno (la municipalidad), deben proveer
los servicios básicos a la población y prin-
cipalmente la dotación de agua potable,
que pueden hacer por sí mismos o por de-
legación a vecinos (Juntas Administrado-
ras de Agua), e incluso a través de conce-
siones. En todo caso, es urgente buscar
mecanismos que permitan conservar y
administrar adecuadamente los recursos
naturales, más aun cuando tienen relación
directa con las zonas productoras de agua
que han de beneficiar o que ya benefician
a una población urbana o rural.
AMUPROLAGO ha motivado a las mu-
nicipalidades para que establezcan meca-
nismos para cumplir con ese propósito; ha
habido diversos esfuerzos para la compra
92 de terrenos en las áreas núcleo, sin em-
bargo, es un proceso muy costoso ya que
requiere grandes desembolsos a corto pla-
Anexos 1
Estudio zo, lo cual es muy difícil dadas las condi-
del caso
ciones económicas de nuestros municipios.
M E M O R I A S Con la información recibida en los di-
ferentes talleres que brindaron técnicos de
The Nature Conservancy y PROARCA /
CAPAS se ha llegado a la conclusión de
que el proceso de servidumbres ecológi-
cas asociado al pago de servicios ambien-
tales es una opción que ha motivado a las
autoridades locales, vecinos y propietarios
privados en la región.
El desarrollo del estudio del caso de la
microcuenca El Escondido, que beneficia
a Santa Bárbara, segunda ciudad más im-
portante de AMUPROLAGO, es un ejem-
plo claro del avance de este proceso, el
cual ya se está replicando en otras comu-
nidades, tal es el caso de la microcuenca
Los Nacimientos que beneficia a siete co-
munidades dentro del municipio de Santa
Cruz de Yojoa.
Opciones para proteger
las microcuencas
Para escoger la mejor estrategia para
proteger las tierras en las microcuencas,
se analizaron las opciones de expropiar a
los propietarios por la vía legalmente es-
tablecida; es decir comprarles los te-
rrenos luego de negociar individualmente
con cada uno; o bien lograr que se com-
prometieran voluntariamente a la conser-
vación de sus terrenos, manteniendo su
propiedad.
Por ser el agua un bien de interés pú-
blico y con apoyo en la Ley de Municipali-
dades y la Ley General del Ambiente, las
Corporaciones Municipales tienen como la
opción de mayor poder coercitivo para pro-
teger las microcuencas, la expropiación
legal de los terrenos. Este es un proceso
por medio del cual un terreno y sus recur-
sos se declaran de interés público para,
después de indemnizar al propietario, tras-
pasarlo a manos de una institución públi-
ca. Es un mecanismo debidamente tipifi-
cado y reglamentado por ley. Sin embar-
go, sus procedimientos y requisitos lo ha-
cen muy complicado, lento, costoso y mal
visto por la comunidad.
Como parte de las acciones prioritarias
para apoyar a sus municipalidades socias,
AMUPROLAGO exploró la posibilidad de
utilizar mecanismos legales voluntarios en
la conservación de la tierra, en las micro-
cuencas. Luego de un proceso de planifi-
cación y evaluación, con el apoyo técnico
del programa de Políticas y Finanzas para
Latinoamérica de TNC y el apoyo finan-
ciero del proyecto PROARCA/CAPAS/TNC,
se decidió implementar un sistema de ser-
vidumbres ecológicas ligadas a una serie
de incentivos, que permitieran satisfacer
las necesidades de protección y conser-
vación del recurso hídrico y que, a la vez,
beneficiaran a los propietarios privados y
sus familias.
Una servidumbre ecológica es un acuer-
do legal entre dos o más propietarios, en
el que, al menos uno de ellos, acuerda
voluntariamente limitar los usos de su pro-
piedad para conservar los recursos natu-
rales que se encuentran en la misma. La
propiedad que se beneficia de estas limi-
taciones es el fundo dominante y aquella
a la que se le imponen las limitaciones es
el fundo sirviente. En este caso, la Muni-
cipalidad es dueña de una parcela de te-
rreno que se convertirá en el fundo domi-
nante de todos los demás terrenos (fun-
dos sirvientes) de propietarios privados, en
la microcuenca.
Los propietarios acuerdan sobre el tipo
de restricciones en el contrato de servi-
dumbre. Por ejemplo, el contrato de servi-
dumbre puede especificar que la propie-
dad debe mantenerse en su estado natu-
ral, o puede permitir algunos usos soste-
nibles siempre y cuando no interfieran con
el propósito de conservación. Este con-
trato se inscribe en el Registro Público de
la Propiedad de manera que las limitacio-
nes se asocian con la tierra, lo que signifi-
ca que aún cuando el propietario decida
vender su terreno, la limitación permane-
ce para los dueños subsiguientes. Las ser-
vidumbres se pueden crear por un número
específico de años o a perpetuidad.
Debido a que las servidumbres son con-
tratos negociados y firmados de manera
totalmente voluntaria, es necesario dise-
ñar un conjunto de incentivos y argumen-
tos que motiven al propietario a compro-
meter su tierra a la conservación. Los in-
centivos son cualquier beneficio, econó-
mico o no, que los propietarios reciben a
cambio de ingresar en un esquema de con-
servación privada. Pueden existir benefi-
cios tributarios, financieros, de seguridad
y protección, de ayuda técnica, de ima-
gen o prestigio y otros.
En el caso de las Municipalidades so-
cias de AMUPROLAGO se cuenta con la
voluntad política para diseñar los meca-
nismos necesarios. Esto facilitó mucho el
proceso y permitió explorar diferentes ti-
pos de incentivos.
En el caso de la microcuenca El Escon-
dido, ubicada en la Municipalidad de San-
ta Bárbara, se consideró la posibilidad de
ofrecer una reducción en el impuesto te-
rritorial; un pago en efectivo por el servi-
cio ambiental de proteger la calidad y la
cantidad del agua; asistencia técnica para
mejorar las prácticas de explotación agrí-
cola y aumentar la producción del terreno 93
y la seguridad de contar con un aliado le- Las Servidumbres
gal, en cualquier disputa por la tenencia Ecológicas
un mecanismo
de la tierra que los propietarios enfrenten jurídico para
la conser vación
en el futuro. en tierras
privadas
M E M O R I A S
 La microcuenca El Escondido
La microcuenca El Escondido es una
de las dos que provee el agua para consu-
mo humano en la ciudad de Santa Bárbara.
La ciudad cuenta con más de 30,000
habitantes. Fue fundada en 1761 y ahora
es uno de los centros comerciales y eco-
nómicos más importantes de la zona. El
Municipio de Santa Bárbara tiene bajo su
responsabilidad cuarenta caseríos y vein-
te aldeas, además de la ciudad que lleva
su nombre.
Todos estos caseríos y aldeas depen-
den de diferentes nacientes de agua. Cada
población se organiza para recolectar, dis-
tribuir y administrar el agua de una o va-
rias microcuencas vecinas; la Municipali-
dad solo supervisa y regula sus activida-
des. En el caso del agua de la ciudad, la
Municipalidad se encarga directamente de
estas actividades.
Los terrenos de influencia de las mi-
crocuencas y las nacientes de agua utili-
zadas se encuentran en manos de propie-
tarios privados, casi en su totalidad. La
Corporación Municipal ha comprado las
parcelas que ha considerado más impor-
tantes para garantizar el suministro de
agua, pero por sus limitados recursos es-
tas continúan siendo una minoría.
La microcuenca El Escondido se loca-
liza a 2.2 kilómetros de la ciudad de Santa
Bárbara. La aldea El Escondido es la co-
munidad más próxima a esta microcuen-
ca, y aunque no se abastece de su agua sí
juega un papel protagónico en su conser-
vación y mantenimiento.
94 La tierra dentro de la microcuenca es
propiedad de catorce familias. Cada una
está constituida por grupos de cuatro a
Anexos 1
Estudio ocho personas. La mayoría son solteros y
del caso
en unión libre, predominan los de edad
M E M O R I A S económicamente activa y dependen prin-
cipalmente de la producción agrícola de
sus parcelas.
La aldea está compuesta por ochenta
casas, aproximadamente. Cuenta con ser-
vicios de agua provenientes de una micro-
cuenca llamada Las Minitas, que es admi-
nistrada por su propia “Junta de agua”. La
aldea no cuenta con servicio de energía
eléctrica y la vía de comunicación con la
ciudad es apta únicamente para bestia,
bicicleta y a pie. Tampoco cuentan con
servicios de alcantarillado, drenaje de
aguas pluviales ni sistemas de aseo, lo que
agrava los problemas de salud (parasitis-
mo intestinal, diarreas e infecciones res-
piratorias, principalmente) y la contamina-
ción ambiental.
Prevalece la agricultura como mecanis-
mo de subsistencia y como actividad eco-
nómica. Sin embargo, por las difíciles con-
diciones de explotación y comercialización,
es probable que los esfuerzos en estas ac-
tividades no les permitan a las familias salir
de su condición de pobreza.
Creación de las servidumbres en
la microcuenca El Escondido
Dada la importancia de esta naciente,
la Corporación Municipal logró el apoyo
del Fondo Hondureño de Inversión So-
cial (FHIS) para realizar un estudio, que
orientó hacia las prácticas ideales para
la conservación de la calidad y la canti-
dad del agua.
En esta zona de influencia, el estudio
identificó los siguientes usos actuales y se
determinó que ninguna de estas activida-
des tiene que ser eliminada para proteger
la cuenca, pero sí es necesario restringir
su ubicación y su extensión.
El estudio del FHIS utilizó como pará-
metros más importantes la pendiente del
terreno, la profundidad del suelo, la pedre-
gosidad y las tendencias de inundación.
Estas variables, combinadas con los usos
actuales del suelo, resultaron en una reco-
mendación de usos para los suelos de la
microcuenca. El trabajo se realizó con fo-
tografías aéreas de los terrenos, inspec-
ciones de campo, muestreos de suelo y el
análisis de las prácticas agronómicas tra-
dicionales. Como resultado se identifi-
caron 79.2 hectáreas como la zona de
influencia para la microcuenca y se pro-
puso una zonificación según los usos
ideales del suelo.
Sobre el total de la microcuenca se pro-
puso un grado mayor de conservación en
las 41.6 hectáreas destinadas para bosques
y un grado menor de restricciones en las
actividades productivas que se realicen en
las restantes 37.6 hectáreas.
En esta área se verán afectadas, par-
cial o totalmente, las catorce propiedades
privadas. Por lo tanto, para implementar
exitosamente el plan de protección y las
servidumbres ecológicas, todos los propie-
tarios tienen que estar de acuerdo con lo
planteado. Las acciones no serán tan úti-
les si no se logra proteger el 100% del área
de la microcuenca.
Simultáneamente con el trabajo técni-
co, se hizo indispensable el trabajo social
de convencimiento y apertura hacia los
propietarios. Fue necesario eliminar las
experiencias negativas de pasados inten-
tos de negociación, que se centraron en
medidas coercitivas y de presión hacia los
derechos de la propiedad privada. Se ne-
cesitó un esfuerzo pausado y constante,
que reforzara la confianza y los derechos
de cada uno de los propietarios. Para esto
fue clave el carácter voluntario de la servi-
dumbre ecológica.
Una vez que se contó con la certeza de
que los propietarios estaban dispuestos a
negociar, se elaboraron los documentos de
líneas base para cada propiedad. Estos
documentos detallan por medio de mapas,
fotografías e información técnica, las con-
diciones actuales y deseadas en cada pro-
piedad específica al momento de consti-
tuir las servidumbres ecológicas. Esta do-
cumentación brinda la información para
redactar los contratos y llevar a cabo las
labores de seguimiento y monitoreo de las
propiedades.
Las servidumbres ecológicas son con-
tratos legales que se inscriben en el Re-
gistro Público de la Propiedad, por lo que
es indispensable realizar los estudios de
la tenencia de la tierra y todos los trámi-
tes de inscripción formal, procesos que
solamente puede completar un abogado.
Desarrollo de los incentivos y el
pago por servicios ambientales
en la microcuenca
Para lograr un sistema de servidumbres
que garantice la protección de la micro-
cuenca es necesario que todos los propie-
tarios se comprometan, voluntariamente,
a firmar los contratos de conservación. Para
esto es indispensable ofrecerles, a cam-
bio, incentivos adecuados.
Los incentivos pueden ser financieros
o pueden ser técnicos. En este caso, el
incentivo principal es el pago a los propie-
tarios por el servicio ambiental de mante-
ner la cantidad y la calidad del agua en la
microcuenca. Como incentivos secunda-
rios se les ofrece el apoyo técnico en la
producción agrícola y el apoyo legal en la
seguridad de tenencia de su tierra. 95
Para calcular el pago por servicio am- Las Servidumbres
biental, por hectárea, a los propietarios,
Ecológicas
un mecanismo
existen diferentes metodologías pero, prin- jurídico para
la conser vación
cipalmente, se pueden diferenciar dos en- en tierras
privadas
foques: utilizar el valor estimado que se M E M O R I A S
 calcula para el bien (métodos de valora-
ción contingente, disponibilidad de pago,
costos de reposición, etc.), o calcular el
valor de lo que el propietario pierde por
causa de las restricciones (lo que deja de
producir).
En este caso el monto que se espera
pagar a los propietarios se calculó a partir
del valor de las cosechas que dejarían de
percibir. Para esto fue necesario ponde-
rar el rendimiento de los diferentes pro-
ductos en la microcuenca. El pago por el
servicio ambiental se le reconocerá a las
hectáreas dependiendo del nivel de con-
servación que en ellas se desee mantener,
sin importar su uso actual.
Se estimó que, si el pago por servicio
ambiental será un ingreso libre de riesgo,
y si el propietario podrá dedicar su tiempo
y sus recursos a nuevas actividades pro-
ductivas, un ingreso asegurado del 50% es
suficientemente atractivo.
Para las hectáreas de menor restricción,
en las que se mantendrán los derechos de
explotación agrícola y únicamente se li-
mitará el uso de agroquímicos y pestici-
das y se exigirán prácticas contra la ero-
sión, se estimó que el tiempo y los recur-
sos que se gastarán en estas prácticas y
las posibles reducciones en la producción
por no utilizar químicos, no representan
más del 5%. Además, en estos terrenos
los propietarios recibirán ayuda técnica
para mejorar sus cultivos y para las prác-
ticas exigidas de conservación de suelos;
estos dos incentivos técnicos se traduci-
rán en un mayor rendimiento del terreno
96 en el mediano plazo.
Los montos calculados serán revisados
periódicamente para mantener un incenti-
Anexos 1
Estudio vo acorde con la realidad económica de la
del caso
zona, para eliminar los efectos de la infla-
M E M O R I A S ción y para ser congruentes con los incre-
mentos en la cuota por consumo de agua
a la población. Estos ajustes serán claves
en el futuro, para evitar confrontaciones
con los propietarios y no tener que exigir
por la vía legal el cumplimiento de las ser-
vidumbres ecológicas.
Estimación del aumento
necesario en la recaudación
por consumo de agua
Para financiar el incentivo financiero
ofrecido a cada hectárea, por el servicio
ambiental de producir y proteger el agua,
se espera utilizar parte de la cuota de con-
sumo que cada casa, en la ciudad, cance-
la mensualmente a la Municipalidad. Se
calculó el monto que se necesitará para
financiar anualmente el sistema, se com-
paró con el ingreso actual por cuotas de
agua y se estimó el porcentaje de aumen-
to a cada usuario, que proporcionaría los
fondos suficientes.
El agua es indispensable para el ser
humano y en la medida en que la pobla-
ción crece y los recursos naturales son
explotados indebidamente, es un bien que
se torna más valioso y apreciable. Exis-
ten métodos de valoración económica que
nos pueden orientar hacia los montos que
la población debe cancelar para cubrir el
verdadero valor del agua. Lamentablemen-
te, el cobro por agua en esta zona, así como
en muchos lugares en Latinoamérica, está
muy por debajo de estos valores.
En este caso, se decidió trabajar sin una
valoración económica formal del recurso,
ya que el monto que se logre subir a la
cuota de la población depende más bien
de la voluntad política y de los costos que
se quieren cubrir. Además, para llegar al
verdadero valor del agua es muy impor-
tante hacer un análisis integral de todos
los usuarios: consumo humano, agri-
cultura, producción eléctrica, industrias,
comercio y demás. El trabajo actual se
enfocará en los nuevos costos y benefi-
cios provenientes del sistema de servidum-
bres y el plan de manejo de la microcuenca.
Este es un primer paso que afectará
únicamente a la población que consume
el agua a través del sistema municipal de
distribución urbana. Es claro que el costo
de esta agua está subsidiado, por lo que
no es real. Sin embargo, con este proceso
se sentaron las bases para un proceso com-
pleto de valoración y cobro que incluya a
todos los usuarios y se comenzó con la
concientización referente al verdadero cos-
to y valor del agua en la población.
Los costos actuales del servicio de agua
son principalmente su recolección, distri-
bución, administración y cobro. Es muy
posible que se puedan mejorar todas es-
tas etapas del proceso, optimizando los
sistemas para reducir el consumo, los cos-
tos y mejorar la calidad del servicio. Sin
embargo, no contamos con la información
ni la posibilidad de ampliar el estudio en
esta etapa. En el futuro, la Municipalidad
verá como una prioridad optimizar todas
sus actividades.
Una vez completado el estudio científi-
co y el plan de manejo de la microcuenca,
la inversión inicial del sistema de servi-
dumbres está compuesta por las líneas
base, los gastos legales de inscripción y el
tiempo y recursos necesarios para mante-
ner las negociaciones con los propietarios.
El primer costo incremental que se ten-
drá que cubrir es el equivalente a la “pro-
ducción” del agua, en este caso los incen-
tivos ofrecidos a los propietarios para la
conservación de la microcuenca. El in-
centivo de asistencia técnica será cubier-
to por los asesores de planta de la Munici-
palidad y por el convenio de colaboración
con ESNACIFOR; y el incentivo de defen-
sa legal y seguridad en la tenencia de sus
tierras será cubierto (cuando sea necesa-
rio) por los abogados de la Municipalidad
y el apoyo de AMUPROLAGO.
El mantenimiento de la microcuenca ya
es un costo de rutina. En las mismas visi-
tas de mantenimiento se podrán realizar
los monitoreos a los contratos de servi-
dumbres ecológicas.
En total para este proyecto es necesa-
rio considerar un incremento en los cos-
tos del manejo de la microcuenca que se
espera monto sea traspasado a los consu-
midores por medio de un aumento en la
cuota de consumo.
Vale la pena resaltar que estos no son
todos los costos a considerar para mane-
jar idealmente los suministros de agua en
la región. Un programa de educación en
el valor y la correcta utilización del agua
es cada vez más necesario. Además, se
debe contabilizar la inversión en otras mi-
crocuencas, para garantizar la satisfacción
de la demanda futura, según el aumento
de la población.
Debido a los problemas típicos de co-
bro en nuestros países y la dificultad de
forzar la cancelación de una deuda por
servicios básicos, la Municipalidad no lo-
gra recolectar la totalidad de los fondos
que debería y una gran parte de los usua-
rios se mantiene como morosos. Por esto,
para hacer las estimaciones se utilizaron
los datos de ingresos realizados. Cuando
se logre mejorar la eficacia de recauda- 97
ción, los recursos extra podrán ser disfru- Las Servidumbres
tados en nuevas inversiones, en otras mi- Ecológicas
un mecanismo
crocuencas. jurídico para
la conser vación
en tierras
privadas
M E M O R I A S
 Conclusiones
La combinación de servidumbres ecológicas e incentivos a los pro-
pietarios privados se presenta como un mecanismo de conservación de
tierras privadas ideal para la zona del lago de Yojoa y toda la región de
trabajo de AMUPROLAGO. Las instituciones involucradas podrán lle-
gar al nivel de conservación deseado para la microcuenca y los propie-
tarios, además de recibir una serie de incentivos que les mejorarán la
situación económica, logran mantener su estatus de terratenientes.
Los costos de implementación del proyecto fueron cubiertos por las
instituciones involucradas y los costos anuales recurrentes serán cu-
biertos por la comunidad a través de las cuotas por consumo del agua.
El proceso logró conciliar de manera muy práctica la diferencia en-
tre lo ideal y lo realizable, simplificando los análisis y diseños cuando
menos información existía, pero manteniendo un grado de seguridad y
concordancia. Aunque una mayor cantidad de estudios y cuestiona-
mientos hubiera generado un proceso más científico y detallado, la sen-
cillez de este procedimiento le permitirá a otras municipalidades, que
cuentan con menos recursos, replicarlo en sus microcuencas y sitios de
interés.
Es importante recordar que este es un proyecto de la municipalidad
de Santa Bárbara por lo que son los mismos dirigentes municipales
quienes tienen la potestad para implementar o detener este proceso en
el momento en que lo consideren apropiado. Por esto, en su diseño y
ejecución, los factores políticos son tan importantes como los técnicos
o sociales, y descuidar los procesos de toma de decisión dentro de los
gobiernos locales y los posibles cambios en la voluntad política puede
entorpecer un proyecto de esta naturaleza.
Es evidente que en el futuro será indispensable analizar el recurso
hídrico en la zona de una manera integral. Estos primeros pasos no son
excluyentes de un diseño de estrategias de conservación y mecanismos
financieros para todas las cuencas y los usuarios del Lago de Yojoa.
Debido a la existencia de las diversas cuencas y microcuencas que
están siendo aprovechadas en la región, es probable que este proceso
98 no tarde en replicarse dentro de la municipalidad de Santa Bárbara y en
las demás municipalidades asociadas a AMUPROLAGO. De hecho, la
Asociación de municipios de Honduras ya está solicitando asesoría
Anexos 1
Estudio técnica a esta mancomunidad para extender este proceso a otras
del caso
partes del país.
M E M O R I A S