1) Discutían tres tipos sobre sus antepasados, el primero
decía: En mi terreno cavaron 1.000 metros hacia abajo, y encontraron cables de telégrafo, por lo que llegamos a concluir que mis antepasados hace 1.000 años tenían telégrafo. Ahhh, dicen los amigos. Eso no es nada, dice uno de ellos, en mi terreno cavaron 1.500 metros y encontraron cables telefónicos y concluimos que mis antepasados hace 1.000 años, ya tenían teléfono. Ahhhh, exclamaron los amigos. El último como no tenía nada que decir, exclamó: En mi terreno cavamos 2.000 metros y no encontramos nada. ¿Y a qué conclusión llegaron?, exclamaron los amigos. Y él respondió: Que hace 1.000 años mis antepasados ya tenían teléfonos celulares.
2) Era una vez una fiesta de puntos, de repente tocan a la
puerta y abre el punto, este se le queda mirando y le dice: No puedes entrar, eres una coma. Y la coma dice: No soy una coma soy un punto. Y el punto le cierra la puerta en la cara. Más tarde vuelven a tocar la puerta, cuando el punto abre la puerta dice: Otra vez tú, te dije que no puedes entrar porque eres una coma, y esto es una fiesta de puntos. Y el punto vuelve a cerrar la puerta en la cara. Luego vuelven a tocar la puerta. Cuando el punto abre la puerta dice: ¡Tú otra vez! ¡Te he dicho dos veces que no puedes entrar! Y la coma dice: Déjame entrar que soy un punto, ¿no ves que tengo gel para el cabello?
3) Una vez un hombre caminando por la selva abre un
matorral de ramas, y detrás de éste había un montón de caníbales, el hombre dice: ¡Ya me fregué! Cuando de repente se abre el cielo y se oye una voz: ¡No, todavía no, lo que tienes que hacer es correr, golpear al jefe, quitarle la lanza y matar a su hijo! Y se cierra el cielo, el hombre rápidamente corre, golpea al jefe, le quita la lanza, y mata a su hijo. Se abre el cielo de nuevo y se oye una voz que dice: ¡Ahora sí, ya te fregaste! 4) Un pajarito iba volando a toda velocidad por la autopista en sentido contrario y de repente se estrella contra un policia motorizado. ¡Paooofff! El motorizado se para diciendo: ¡No puede ser! ¡Maté al pajarito! Llega donde cayó el pajarito y lo encuentra todavía vivo, lo recoge, se lo lleva a su casa, lo mete en una jaula, le da leche y agua, le pone alpiste. Al rato el pajarito va recobrando el conocimiento, despierta, ve la jaula y dice: ¡No puede ser! ¡¡¡Maté al policía y estoy preso!!!
5) Un ladrón a la media noche se mete en una casa a robar.
Entra por una ventana, y cuando está adentro en la oscuridad oye una voz que dice: ¡Jesús te está mirando! Entonces, el ladrón se asusta y se detiene. Luego como ve que no ocurre nada continúa. Y de nuevo la voz le dice: ¡Jesús te está mirando! El ladrón asustado prende la luz y ve que la voz venía de un loro que estaba en una jaula, y el ladrón le dice: ¡Ahhh que susto me diste! ¿Cómo te llamas lorito? Y el loro le responde: Me llamo Pedro. Pedro es un nombre extraño para un loro. Y el loro le contesta: Si pero más extraño es el nombre Jesús para el Doberman que te está mirando.
6) Entra un hombre al jardín de su amigo y ve un letrero que
dice ¡¡¡"Cuidado con el perro"!!! Y de pronto ve a un perro chiquitín, chiquitín. Va donde su amigo y le dice: ¿Pero, para qué pones ese cartel si el perro es tan pequeño que no puede ni abrir la boca? Sí, le dice, pero no sabes la cantidad de veces que me lo han pisado.
7) Un gato caminaba por un tejado maullando:
¡Miau, miau! En eso se le acerca otro gato repitiendo: ¡Guau, guau! Entonces, el primer gato le dice: Oye, ¿Por qué ladras si tú eres gato? Y el otro le contesta: ¿O sea que uno no puede aprender idiomas? 8) Un vaquero encuentra un indio echado a la orilla del camino con la oreja pegada a tierra. Curioso por esta costumbre india le pregunta qué pasa. El indio le contesta: “carreta grande, cuatro ruedas, cuatro caballos, carreta llevar hombre blanco, rifle en brazos, al lado hombre blanco, mujer bonita, pelo largo, mujer llevar niño recién nacido en brazos.” El vaquero sorprendido le comenta: ¡Caramba!, yo había escuchado de la habilidad de los indios para detectar si vienen caballos o carretas con solo pegar el oído a tierra pero usted me ha sorprendido, ¿Cómo es que puede dar tantos detalles con solo pegar su oído a tierra? Es que,… ¡Acaba de pasarme por encima!
9) Iba caminando por la calle un borrachito y se encuentra con
su compadre, y éste al ver que el borrachito tenía las dos orejas a carne viva y quemadas le pregunta: Pero, ¿qué te ha pasado compadre? Es que a mi esposa se le ocurrió dejar la plancha prendida, y sonó el teléfono y agarré la plancha por equivocación, y me la puse en la oreja. Pero, ¿y la otra? Y el borrachito le contesta: Es que el mismo desgraciado me volvió a llamar.
10) Dos amigos, Luis y Juan se fueron en un viaje de camping.
Luego de una buena comida y una botella de vino se despidieron, se acostaron y se fueron a dormir. Algunas horas más tarde, Luis se despertó y codeó a su fiel amigo: Juan, mira el cielo y dime qué ves. Juan contestó: Veo millones y millones de estrellas. Y eso, ¿Qué te dice? Juan pensó por un minuto y dijo: Astronómicamente, me dice que hay millones de galaxias y potencialmente billones de planetas, astrológicamente, veo que Saturno está en leo, cronológicamente, deduzco que son aproximadamente las tres y diez de la madrugada; Teológicamente, puedo ver que Dios es todopoderoso y que somos pequeños e insignificantes y, meteorológicamente, sospecho que tendremos un hermoso día mañana. ¿Y a ti qué te dice? Juan calló por un minuto y luego dijo: A mí lo que me dice es que… ¡Alguien nos robó la carpa!
11) Va pasando un campesino por afuera de la iglesia y el cura
del pueblo le dice: Hijo, pasa a misa. El campesino le responde: No puedo padre, ¿quién me cuidará el caballo? Dios te lo cuidará, hijo. Bueno, dijo el campesino, y entró a la iglesia. Cuando el padre se disponía a comenzar la misa dice: ¡Dios está con nosotros! Entonces el campesino se levanta enojado de su asiento y dice: y entonces, ¡¡quién me está cuidando el caballo!!
12) Un paisano va arreando dos vacas y otro se le arrima a
conversar. ¿Estas vacas son holandesas?, pregunta el primero. Esta sí, responde Don Zoilo. ¿Y la otra?, pregunta el primero. La otra también, responde Don Zoilo. Y dígame, ¿Estas vacas van para la feria? Esta sí, responde Don Zoilo. ¿Y la otra? La otra también, responde Don Zoilo. Y dígame, ¿Estas vacas están preñadas? Esta sí, responde Don Zoilo. ¿Y la otra? La otra también, responde Don Zoilo. Pero, dígame una cosa, por qué cada vez que le pregunto por las vacas me responde que esta sí y después, me dice que la otra también. A lo que Don Zoilo le responde: Lo que pasa que esta vaca es mía. ¡Ahhhh!, contesta el primero, ahora entiendo, y dígame, ¿Y la otra? La otra también.