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CASA DE MUÑECAS

La casa de las muñecas es la segunda obra en la serie de obras realistas de Ibsen. La primera era `Los
pilares de la sociedad', del año 1877. En La casa de las muñecas se reúnen los más realistamente posible
tres elementos: el psicológico, el ideológico y el sociológico. Está dividida en tres actos, y mientras la tradición
era en el primer acto la exposición, en el segundo la situación o explicación, y en el tercero la resolución, en
sus obras Ibsen opta por una discusión en el tercer acto más que por la simple resolución. Transcurre en
navidad.

Toda la obra se representa en una habitación de la casa. Ibsen nos muestra una convivencia como cualquier
otra, una vida que podría ser la nuestra. Nora está presente en todas las escenas.

Ibsen empieza introduciéndonos en el tema central de la obra: Nora y su relación con el mundo exterior
(cuando entra con sus regalos). Nora sirve de símbolo para las mujeres de aquella época. Mujeres de las que
se pensaba que eran felices con los lujos de la sociedad moderna, sin pensar en ni preocuparse por el mundo
en el que vivían. En el proceso de la obra Nora realmente parece disfrutar de las riquezas materialistas.
Parece que el dinero es la llave para la felicidad. Ibsen nos hace creer que la relación entre las mujeres y su
alrededor es el tema principal de la obra.

Sin embargo también es evidente que la poca asociación con el mundo no es precisamente culpa de Nora. Su
marido Torvaldo la considera su propiedad, un objeto que hay que poseer y controlar. Utiliza nombres de
pequeños animales lo que deja ver la poca importancia que le da a su personalidad. Parece ser más su padre
que su marido. Nora depende completamente de él, empezando por el dinero hasta en la comida, ya que
Torvaldo la está supervisando y controlando. La visión torcida del mundo se muestra más evidente todavía
cuando Nora habla con la Sra Linde. Mientras su amiga es sabia y adulta, Nora es impetuosa. Sólo le cuenta
su secreto porque la Sra Linde la llama una niña, como para demostrar que no era verdad.

Aún así vemos que Nora se da cuenta, por lo menos en parte, de la falsedad en su vida. Cuando le hacen la
cuestión por qué no decirle su secreto a Torvaldo, responde que lo haría, pero con el tiempo. Ahora cree que
eso dañaría la independencia de Torvaldo, las mentiras en las que se basa su matrimonio. Eso deja suponer
que ella sabe que el papel de Torvaldo como el alimentador de la familia es igual de fabricado como el suyo
de muñequita inocente. Pero probablemente la seguridad que le da el lado materialista, el dinero, la casa, sus
hijos, no la dejan admitir este pensamiento. Como bien nos muestra la Sra Linde, cuando dice que se siente
absolutamente vacía sin tener a nadie de quien preocuparse ... es exactamente lo que sienten todas las
mujeres. Sin su familia, su marido, simplemente no sabrían qué hacer.

Como consecuencia Nora acepta su papel de niña, jugando con sus hijos como si fuera una de ellos. También
se ve claramente que en realidad no es ella la madre, ese personaje de autoridad, sino la criada. Nora
siempre está jugando con los niños, pero cuando se trata de otras tareas más serias, las hace la criada.

Otro de los temas principales es la manera de ver a las mujeres, especialmente en el contexto de matrimonio
y su papel de madre. Torvaldo nos ofrece una idea muy clara de este papel: El deber de una mujer es ser una
buena esposa y madre.

También importante es el materialismo. Se le da más importancia que a la gente. El dinero, las apariencias,
dan felicidad. Si nos fijamos este aspecto no ha cambiado demasiado: Todavía nos preocupamos demasiado
por lo que diga la gente, los vecinos, algunos intentan aparentar con dinero en vez de lucir más su interior y
sus cualidades.

La injusticia y falsedad de las costumbres de la clase social media, la fe y autenticidad contra el buscarse a
uno mismo, preocupación social y religión son otros temas tratados.

Mientras en el primer acto Nora se enfrenta a la invasión de la realidad en su mundo de apariencias y


`mentiras', en el segundo acto va a averiguar si su mundo es verdadero o falso. Sabe que Torvaldo puede
descubrir su mentira pero cree que si es el hombre que cree que realmente es, todo eso reforzaría su
matrimonio. Está esperando una especie de milagro, pensando que Torvaldo podría asumir la responsabilidad
por lo que ha hecho Nora, y después de que se de cuenta de que lo ha hecho por amor hacia él, se
convertirían en una pareja igual, con derechos iguales. Aún así considera la otra opción y empieza a jugar con
el pensamiento de dejar a su familia.
El tercer acto es el más importante en esta obra. No hay una simple resolución del problema, sino el
espectador se encuentra con una discusión entre los protagonistas, resaltando todos los temas de los
primeros dos actos. Es interesante ver que es la primera vez que Nora sale de la habitación cuando se va a la
fiesta. Además Torvaldo la tiene que arrastrar para volver. Será porque Torvaldo la mantenía dentro de la
casa intencionadamente para su propia diversión. Evitando que saliese fuera a asociarse con la gente y
conocer el mundo, permite mejor control de sus pensamientos y actos.

Cuando Nora se va de la habitación, y con eso termina la obra, se va por otras razones que inicialmente
planeadas. Pensaba suicidarse porque no quería que Torvaldo sacrificase su vida por ella. Cree que es una
decisión apropiada porque está convencida de que Torvaldo daría su vida por ella. Cuando ve que este no es
el caso está muy decepcionada. Torvaldo la acusa de haber arruinado su vida, le prohíbe volver a ver a sus
hijos. Es entonces cuando Nora decide abandonarlo todo. Sabe que antes de poder ser una esposa y madre,
tiene que descubrirse a si misma y aventurarse en el mundo. Quiere ser una persona independiente, y no una
muñeca para las figuras masculinas en su vida.

Desde luego es Nora el personaje principal de la obra. Nunca vivió sola, pasa del cuidado de su padre
directamente al de su marido. Es impulsiva y materialista. No le importa mucho el daño que podría causar a
otra gente, por ejemplo prestándose dinero y no poder devolverlo. Lo expresa con un `Quién piensa en ellos!
Son personas extrañas.' en el primer acto. Muestra poca experiencia al tratar con la gente, poco tacto.
Cuando entra la Sra Linde, Nora sabe que está sola, sin trabajo. Sin embargo empieza a hablar de la fortuna
que les tocó, lo felices que se sienten. La frase: `Es algo maravilloso eso de poseer dinero y verse libre de
preocupaciones, verad?' en el primer acto es como si se burlara de la Sra Linde. Nora piensa que todos la
subestiman, cuando dice: `Eres lo mismo que todos los demás. Todos estáis convencidos de que no valgo
para nada serio ...'. Es porque no pudo realizar nada por si misma en su vida, siempre fue guiada por su padre
y luego por su marido. Igualmente en la conversación con la Sra Linde en el primer acto, cuando luego le
revela su secreto, como para demostrar lo contrario.

A veces tiende a presumir un poco, cuando por ejemplo habla con Krogstad y dice: `Como puede suponer,
una tiene algo de influencia...' Sin embargo eso se vuelve contra ella y pronto desea no haberlo dicho.

Es interesante su reacción ante el Doctor Rank. Cuando decide pedirle un favor, sabe que el Doctor siente
algo más por ella que simple amistad. Sin embargo, cuando el Doctor Rank se le declara, ya no piensa en
revelarle ningún secreto, quizás por temor a que podría chantajearla luego, igual que Krogstad, en este caso
para recibir su afecto.

Nora evoluciona durante la obra. De un juguete para su marido se convierte en una mujer madura, que
piensa, y afronta la realidad. En el clímax de la obra al final del tercer acto, Nora se ve enfrentada a Torvaldo,
quien descubrió su secreto. Primero piensa en que Torvaldo querrá salvarla: `Tú no vas a llevar el peso de mi
falta. No debes hacerte responsable de mi culpa.' Hasta piensa en suicidio como única salida. Pero luego se
da cuenta de que Torvaldo sólo se interesa por su propio bien, su propio daño, y ni un momento pensaría en
cubrirla. Es cuando decide abandonarle. Ve todo lo que le faltaba en el matrimonio, como la trataba su marido,
hasta su padre. Toma una decisión difícil pero firme. Explica su posición de esta manera:

`Nunca me quisisteis. Os divertía el capricho de jugar con la niña.' `Cuando vivía papá, él me manifestaba
todas sus ideas, y yo las seguía. Si tenía otras diferentes, me guardaba muy bien de decirlo, porque no le
habría gustado. Me llamaba su muñequita, y jugaba conmigo, ni más ni menos que yo con mis muñecas.'
`Pasé de manos de papá a las tuyas. Tú me formaste a tu gusto, y yo participaba en él ... o lo fingía. Cuando
ahora miro hacia atrás, me parece que he vivido aquí como una pobre al día. Vivía de hacer piruetas para
divertirte, como tú querías. Tú y papá habéis cometido un gran error conmigo: sois culpables de que no
llegara a ser alguien.'

Aquí culpa a Torvaldo y su propio padre de que ella no llegara a ser alguien. Pero realmente es ella la
culpable, en no darse cuenta antes, de no aceptar su dependencia. Ella se dejó guiar por los hombres, no
intentó manifestarse, hasta ahora. Claro que los dos tienen parte de la culpa, pero la otra la tiene ella misma.

Nora abandona a parte de su marido a sus hijos. Algo impensable para muchas madres. Como puede una
mujer abandonar a sus propios hijos? La respuesta nos la da Nora: `Qué preparación tengo para educar a los
niños? Es una labor superior a mis fuerzas. Hay otra de la que debo ocuparme antes. Debo procurar
educarme a mí misma.' Nora no se conoce a si misma. Necesita averiguar quién es realmente, cuáles son sus
prioridades, sus valores. Entonces puede transmitirlos a sus hijos.
Otro clímax de la obra es la situación en el segundo acto, cuando Torvaldo quiere abrir el buzón del correo y
Nora intenta impedírselo.

Torvaldo es el marido de Nora. Al principio de la obra le ascienden al director del banco. Se ha ganado lo que
tiene con sus propias manos, trabajando duro. Él se ve como el alimentador de la familia, pasa la mayor parte
de la obra y probablemente de su vida en el despacho de su casa, ni siquiera se ocupa de los niños. Le
preocupa mucho la moral, así como la opinión de los demás sobre él y su familia. Cuando Nora le menciona a
Krogstad Tovaldo le expone las razones por las que no podría trabajar con él: `Ha falsificado firmas ... Una
atmósfera de falsedad contamina irremisiblemente el hogar. Cada vez que respiran, los hijos se contagian de
gérmenes malsanos'. Su expresión en este caso es un tanto exagerada. Quizás sea para mostrar claramente
que jamás aceptaría una mentira, aunque fuese por salvarle la vida. Los espectadores conocen el secreto de
Nora, saben que falsificó una firma para conseguir el dinero. Ibsen quiere mostrar el drama del asunto, resalta
que Torvaldo está decididamente en contra de cualquier engaño, sea por lo que sea. Se podría suponer que
cuando se trate de su mujer, a la que ama, cambiaría de opinión, pero no es así.

Trata a Nora como a una muñequita, piensa que no podría ni respirar sin él. Nunca piensa en lo que la podría
interesar, lo que le gustaría a ella, sino supone que todo es perfecto.

Cuando se da cuenta del desengaño, llama a Nora una ridícula, desgraciada, insulta a su padre y le culpa por
el comportamiento de ella. Se enfada muchísimo. Luego le propone lo siguiente: `En cuanto a ti y a mí,
seguiremos como si nada hubiese cambiado: sólo a los ojos de los demás, por supuesto. Seguirás aquí, en
casa, como es lógico. Pero no te permitiré educar a los niños; no me atrevo a confiártelos. ... Desde hoy se
trata de salvar los restos, las apariencias.' Esta actitud muestra su incomprensión. No se para ni un momento
a pensar que Nora lo hizo todo por él, salvándole la vida. Sólo ve lo negativo, no piensa en escucharla,
apoyarla.

Al llegar la segunda carta, la que lo aclara todo, Torvaldo cambia de repente. Su tono de voz es suave, sus
palabras hacia Nora ya no son insultos llenos de rabia, sino palabritas dulces, llenas de cariño. Al ver que no
corre ningún peligro olvida el enfado. Ahora sí piensa en por lo que ha tenido que pasar Nora: `Lo que habrás
sufrido! ... No puedes creer que te haya perdonado. Sí, Nora, te lo juro; estás perdonada. Bien sé que lo has
hecho por amor a mí.' Por qué se da cuenta ahora? Más bien lo sabía desde el principio, pero su
preocupación por su imagen y su fortuna le cegó la mente. Sin embargo, pronto se da cuenta de que todo se
acabó. Nora le abandona y él se queda solo, no entendiendo qué es lo que realmente acaba de ocurrir.

Aún así parece que no aprende de sus errores. Escuchándole a Nora le dice: `Hablas y piensas como una
niña. No comprendes nada de la sociedad en la que vivimos.' `Hablas y piensas como una chiquilla.' Esta
reacción es típica en situaciones parecidas. Quiere debilitar, humillar a Nora, haciéndola creer que no sabe
nada, cuando siente que ella está a punto de abandonarle. Pero Nora ya ha tomado su decisión.

Doctor Rank es el amigo de la familia, apoya a Torvaldo y está enamorado de Nora. Se le declara diciendo
que Torvaldo no es el único que daría su vida por ella.

En la obra se le ve un poco como un hombre triste, sabiendo que va a morir. Pasa mucho tiempo en casa de
los Helmer, no parece que tenga a nadie más. Se menciona el hecho de que está a punto de morir, sin
embargo no se anuncia su muerte. Será porque muere después de que Nora se haya marchado, o
simplemente porque no es él el que debe parecer trágico, sino Nora.

Sra Linde es una amiga de Nora. Cuando pierde a su marido y madre, vuelve a aparecer en la vida de Nora.
Con éxito pregunta por trabajo. En un principio parece que quiere ayudar a Nora, muestra comprensión. Es un
personaje complejo del que no se sabe muy bien lo que pretende. Cuando Krogstad se ofrece pedirle la carta
a Helmer para que éste no la lea, Christina lo para: `No Krogstad, no pida usted la carta. Han pasado 24
horas, y durante este tiempo he presenciado cosas

terribles en esta casa. Helmer debe saberlo todo. Nora y él tienen que explicarse francamente. Así no habrá
más ansiedad.'

Que cosas terribles? Habla de la actitud de Helmer hacia Nora? Quizás piense que sea lo mejor que Nora le
abandone. Pero por el bien de quién? No creo que haya alguna mala intención detrás de esto. En realidad el
asunto se aclara cuando les hacen entrega a los Helmer de la segunda carta. La Sra Linde probablemente no
se podía imaginar que consecuencias tendría todo eso para el matrimonio de Nora y Torvaldo. El gesto de
devolverles el recibo, sin embargo, nos asegura que no hubo maldad detrás de su actitud, porque al ser lo
contrario, tendría más eficacia al no devolvérselo.

Parece que la Sra Linde sabe lo que le hace falta al Sr Krogstad. Ella está y se siente sola, toda su vida
trabajando y viviendo para alguien. Ve que Krogstad siente lo mismo, se siente solo y abandonado. La historia
de estos dos tiene un final feliz.

Krogstad es el hombre del que Nora se presta dinero para salvar a su marido. Estaba involucrado en un
escándalo hace unos años, y su imagen profesional no es muy buena. Cuando ve amenazado su puesto en el
banco, empieza a chantajear a Nora. Parece un hombre un tanto amargado, admite su fracaso: `Cuando la
perdí, fue como si desapareciera bajo mis pies la tierra firme. Míreme ahora, soy un náufrago agarrado a una
tabla.' Krogstad vuelve a encontrarse con su viejo amor; Sra Linde le abre el corazón y él deja de perseguir la
venganza. Aquí se nota la importancia que tiene la Sra Linde en esta obra. Prácticamente les salva a todos, a
Nora por su error, a Torvaldo de perder su dignidad, a si misma de la soledad, igual que a Krogstad, a parte
de ahorrarle más problemas que eran evidentes por surgir.

Ana María parece no tener un papel importante, ya que no interviene en los momentos de tensión. Es la
criada de la familia, la que educa a los niños, cuida de ellos. Es a ella a la que Nora le menciona por primera
vez su intención de abandonarlo todo, al principio del segundo acto: `Sí, Ana Maria, pero ya no podré estar
con ellos tanto como antes.' `Crees que olvidarían a su mamá si se fuera para siempre?' Pero Ana María no
se da cuenta de la gravedad de ese pensamiento de Nora.

La Casa De Las Muñecas

La obra es entretenida y sorprendentemente moderna. Al leerla vemos reflectadas las vidas de muchas
mujeres en el día de hoy. Realmente no sé si era intención de Ibsen mostrarnos la mujer como una persona
independiente, que hay que tratar con respeto, simplemente porque en aquella época era `normal' el tratar a
la esposa como un objeto. Si Ibsen fuera mujer todavía pensaría que quiere mostrar los sentimientos de las
mujeres. Siendo hombre creo que no podría ver el resultado, lo que conseguiría con una obra así.
Personalmente veo esta obra como una tragedia, dado que Nora pierde mucho tiempo creyendo en algo que
resulta ser falso. Es una tragedia que no sea tratada con respeto, que su marido se burlara de ella. Es una
tragedia que abandone a sus hijos, porque son ellos los que sufren las consecuencias. Y más trágico todavía
es que sigue habiendo mujeres en la misma situación o similar, o, desgraciadamente, aún peor. No quiero
entrar en todos los problemas que hay en este mundo respecto a este tema; los malos tratos tanto
psicológicos como físicos, igual que la discriminación de las mujeres. Pero esta obra me hizo pensar y ha
confirmado lo que quiero alcanzar en mi vida - la independencia. Creo que como bien dice Nora al final, una
mujer tiene que saber quién es, tener sus valores, vivir su vida, aprender y compartir, antes de poder tener y
educar a sus hijos. Para poder ser feliz, cada uno tiene que conocerse a si mismo, porque si no puede ser
feliz consigo mismo, no podrá ser feliz con nadie.

Con referencia a la pareja de la obra, es cierto que Torvaldo es un poco torpe a la hora de tratar con su mujer.
Pero también creo que es capaz de cambiar, sobre todo cuando se ve solo y abandonado, querrá esforzarse
para ser una mejor persona y hacer feliz a Nora. Sin embargo, dado que Ibsen ha muerto y con él estos dos
personajes, habría que inventar una nueva historia.

También hubo ocasiones en las que leí con un poco de rabia, ya que no pude entender el comportamiento de
Nora en ciertas situaciones, como por ejemplo cuando le menciona a la Sra Linde su fortuna, sabiendo que
ella está en apuros. Al final de la obra, tampoco pude entender que se quedase callada cuando Torvaldo le
gritaba y la insultaba. No creo que una mujer, que además acaba de tomar la decisión de abandonar su vida,
a su marido y a sus hijos, se sentara tranquila con el marido para discutirlo. Torvaldo sigue llamándola una
niña inmadura, sin experiencia, y es cuando, por lo menos yo, le atacaría igualmente.

En general es una obra interesante y entretenida, que hace pensar.

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